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Nombre: Erik Aldaz

Nivel: Cuarto Semestre “A”

Carrera: Tecnología Superior en Construcciones

Sistemas Constructivos Y Materiales (CAÑARIS)

No existen estudios claros sobre la vivienda


cañarí, pues los existentes se centran
principalmente en la época inca y en torno a
sus templos y centros administrativos.

Los Cañaris para su arquitectura utilizaron


los materiales del lugar, su arquitectura
monumental tenía un desarrollo escaso, pero
sus viviendas eran construidas de piedra, por
lo general de planta circular y otras con
paredes de bahareque, techo de paja y piso de tierra.

Esto se desprende de las crónicas de nuestros historiadores, entre ellos Jijón y Caamaño (Jijón y
Caamaño. 1960:107-108), quien manifiesta que la vivienda cañarí era pequeña, de piedra con techo
de paja, haciendo referencia también a la existencia de viviendas en bahareque; y algo muy singular,
él manifiesta que las viviendas eran policromadas, esto podría haberse dado por la existencia de tierras
de color en toda la zona, tanto de la provincia del Cañar como en la provincia del Azuay. “En San
Francisco de Pacha, las casas eran unas redondas, otras largas, las de los caciques tenían patio a la
entrada…. En Paute adoraban a una imagen que a veces se aparecía, en figura de un muchacho rubio,
a los caciques.

Las casas se construían ordinariamente de tierra en las poblaciones interandinas, empleando como
material de construcción para las paredes el adobe, al que le sabían dar consistencia, mezclando y
amasando el barro con paja. Los cañaris solían hacer uso de la piedra, fabricando las paredes de sus
casas con las piedras de los ríos: en las ruinas, que aún quedan de los antiguos edificios de los cañaris
a una y a otra orilla del Jubones, las piedras no tienen labor ni pulimento alguno, y se han empleado
con aquella misma tosquedad y rudeza nativa que tenían en el albeo del río, de donde fueron sacadas.
Los constructores no tuvieron más trabajo que el de tomarlas del río, y acomodarlas en los muros que
iban edificando. No empleaban mezcla; y parece indudable que no conocieron el uso de la cal, pues
en los escombros de sus edificios las piedras están unidas por medio de una masa de tierra o lodo,
preparado sin ningún artificio.

Materiales y Sistemas Constructivos (INCAICOS)

Materiales: Como en todos los pueblos pre hispanos, la piedra y la tierra eran los materiales de
construcción por preferencia; materiales que se adaptaban y respondían de manera adecuada al clima
y a las condiciones del terreno.

• Piedra: Como lo manifiesta Graziano Gasparini en su obra Arquitectura Inka, la


piedra fue el trabajo más notable de los Incas; trabajaron principalmente en dos tipos de
piedras: piedra caliza y piedra andesita, esta última era la que posibilitaba un trabajo más
delicado y de perfectos acabados en los aparejos. Las piedras de los muros eran trabajadas
de manera individual, cada una era trabajada tanto la inclinación que le daba al muro como
el lado visible con sus esquinas; tenían que hacerse de tal manera que cada piedra se encaje
perfectamente con la contigua. Las piedras de la base eran de tamaño superior a las que se
encontraban en la parte alta. El trabajo de cada muro depende del aparejo y de la función
que tenga cada construcción, así templos, centros administrativos, palacios eran realizados
con mayor precisión, mejor acabado y ensamblaje (estilo imperial)

• Tierra: Es uno de los materiales que mayor difusión en la construcción ha tenido


nivel mundial a lo largo de las diferentes culturas aborígenes y que hasta hoy han sido
utilizados. En la cultura Inca, la tierra se utilizó en la construcción no monumental, se
utilizaba también como material entre las piedras; sin embargo, el adobe fue otro de los
materiales utilizados para la construcción principalmente de viviendas por la capacidad de
conseguir fácilmente el material en cualquier lugar, así como por su cualidad térmica.

Sistemas constructivos: La base del sistema constructivo inca fue la piedra. Los techos eran de
madera cubiertas con paja, pudiendo ser de una, dos, cuatro aguas, e incluso cónicos, debiéndose
renovar cada tres o cuatro años la paja. Las puertas eran angostas, de forma trapezoidal, forma que se
mantenía en los nichos y hornacinas existentes, mismas que mantenían un ritmo establecido.

Las viviendas destinadas al pueblo eran de manufactura más simple, se utilizaba la piedra unida con
mortero de barro o tierra amarilla; los muros tenían un revoque que servía de enlucido. Normalmente
eran de dos pisos, siendo el segundo levantado en adobe. Aún hoy en día se puede observar en algunas
localidades este sistema constructivo que se ha mantenido.
Materiales y Sistemas Constructivos (LA COLONIA)

Los constructores coloniales andinos ligaban en su trabajo la sabiduría adquirida de las prácticas
indígenas pre-hispánicas, el conocimiento arquitectónico académico de Europa y las tradiciones
europeas arquitectónicas vermiculares.

Es importante señalar que a la llegada de los españoles en el nuevo continente, conforme relatan los
cronistas de manera ya señalada, los sistemas constructivos con que se encontraron en la parte andina
era el bahareque (entramado), el adobe como técnicas en tierra, y la construcción en piedra,
destacándose la de piedra sillar. Por lo tanto se encontraron con técnicas familiares a las de Europa.
Se debe recordar la influencia árabe de la arquitectura europea, principalmente la española, lo que se
reflejo en el manejo adecuado de las técnicas constructivas en tierra. El uso “del entramado” de
madera con barro fue una de las técnicas más utilizadas en los primeros años a la llegada de los
españoles, pues tenían que dar respuestas rápidas a la necesidad de cobijo. Sin embargo, con el
tiempo, el uso de nuevos instrumentos y herramientas de trabajo mejoraron sensiblemente los
métodos constructivos en el nuevo mundo.

a) Nuevos Materiales, Nuevas Técnicas


• Materiales nuevos: Dada la influencia romana, árabe y musulmana que tenía la
arquitectura española, la cal y el ladrillo se incorpora a la construcción en estos territorios.
Existen estudios de que ambos elementos ingresaron a Quito a mediados del siglo XVI; la
teja también es un elemento que se introdujo en esta arquitectura que surgía como una fusión
entre lo existente y lo nuevo. Por lo tanto, la confección del ladrillo, de la teja y la preparación
de la cal, quedaron en manos de los indígenas de estos territorios, luego de haber recibido la
enseñanza de los españoles.
• Nuevas Técnicas: Si bien la construcción en tierra existía de manera clara en el
nuevo mundo, el Tapial como técnica constructiva fue introducida en este territorio como una
técnica que no podía ejecutarse de manera sencilla; principalmente por la dificultad de
conseguir su materia prima; se trabajaba con más cuidado, y la tierra empleada para este fin
no se encontraba en cualquier lugar; de allí la posible explicación sobre el uso del tapial en
los cantones de Gualaceo y Paute de manera principal. Las casa en un inicio fueron de barro,
madera y paja; con el desarrollo de las villas (ciudades), se ingresó la cal y empezó a
levantarse de cal y canto, techumbre de teja al estilo español. Al referirse a la madera, si bien
era un material que se utilizaba normalmente antes de la llegada de los españoles, la técnica
de su uso se enriqueció con la inserción de la carpintería de rivera. Se generaron nuevas
soluciones estructurales, nuevas tradiciones se fundieron con las aquí existentes: cortes,
ornamentaciones, uniones, empalmes, ensambles fueron perfectamente acondicionados o
fusionados con las aquí existentes. El trabajo en madera para la construcción en estos
territorios se enriqueció en algunos casos y en otros se ha reforzado los saberes populares y
técnicas vernáculas preexistentes. El arco y la bóveda son innovaciones que constituyen
aportes tecnológicos; sin embargo, estos se aplicaron principalmente a obras de carácter
monumental y no a viviendas.
b) Evolución de la Vivienda: En un inicio la construcción de la vivienda, su diseño,
estructura y materiales eran establecidos por los indígenas.
Sobre la forma comunitaria de construcción Arias Dávila, sacerdote de Pacaibamba (Girón)
afirma: sus casas son de bahareque las cuales duran de seis a ocho años o más y se
construyen en una minga, palabra que ellos usan para designar a un grupo de trabajo, y
como todo el pueblo viene a ayudar, en dos días construyen una casa de veinte pies de ancho
y treinta de largo.

Si bien la vivienda fue ovalada o redonda desde la época cañari, con el tiempo, se obligó a construir
casas cuadradas imitando aquellas de Castilla. En lo que refiere a la vivienda de los españoles, éstas
fueron construidas a imagen y semejanza de las peninsulares, en la medida en que los materiales y
medios se los permitieron. Pero en general se transmitieron e incorporaron formas, manera de
construir, creencias y conocimientos sobre los materiales a emplearse.
Por ejemplo, se conoce de casos en los que en el contrato se estableció que la madera para la
construcción debía ser cortada durante el tiempo de luna menguante (AHM/C: Libro segundo de
cabildos. 12 de noviembre de 1563). En las ciudades o villas a medida que crecían, surgían nuevas y
mejores casas, cada vez con mayor influencia española; aparece el portal, el arco y la bóveda.
El material más utilizado fue el adobe y en la zona de lo que hoy constituye Cañar se utilizó el
killucaca como mortero de unión; sus propiedades eran superiores al barro regular, ésta posibilitaba
un secado adecuado y no presentaba variaciones de volumen con el propio adobe, esto constituía un
valor irremplazable; adicionalmente, era un material que, como se refirió, fue utilizado por los los
incas para la unión de las piedras en Ingapirca.
El bahareque era más económico como técnica constructiva, la misma se encontraba insertada en los
saberes populares desde la época Cañari; por lo tanto fue el sistema que más utilizaban los indígenas
en sus viviendas antes y después de la llega de los españoles, prevaleciendo la paja para la cubierta,
la cual debía cambiarse cada dos o tres años pero su ventaja
radicaba en que era un buen aislante térmico y que facilitaba la
eliminación del humo que se producía en el interior de la vivienda
(Zeas P. Flores M. 1982: 42).
Sin embarco conforme se instalaron las tejerías, el acceso a la teja
se hizo más popular, llegando a que ésta ingrese paulatinamente
como uso regular en la vivienda. Poco a poco, el adobe fue
desplazando la técnica del bahareque en las ciudades, esto debido
a la facilidad de conseguir los materiales y la poca exigencia
técnica en su construcción. En lo que se refiere al Tapial, fue una
técnica que se instaló en Paute y Gualaceo principalmente,
también se conoce en algunas zonas en Cañar, pero como se
manifestó anteriormente, esta práctica no fue muy utilizada
debido a la falta del material adecuado, así se registra en 1582:
“no se hacen de tapias por no ser la tierra para ello” (Bello
Gayoso, en Ponce Leiva. 1994: 377) Para tener una idea clara
sobre lo antes referido, ha quedado registrado una descripción
muy precisa de cómo eran las primeras casas de la ciudad de
Cuenca en el siglo XVI: …como aquellas en España, construidas
con piedra, lodo y adobes hechos de tierra; no hay tapias porque
la tierra no es buena para eso, porque no hay limo o ladrillos, no
hay construcciones que los utilicen porque sería muy caro. Las
casas son selladas con tejas. (Pablos Hernando. 1965: 265-270).
En su mayoría las casas se techaban con ese material, pero por lo
menos hasta 1,710 en algunas casas del centro de la ciudad se
utilizó la paja, ya para el siglo XVIII la mayoría de las casa tenían
techos de tejas (Jameson Ross. 2003:94).

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