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EL OBJETO DE LA CRIMINOLOGÍA
Introducción
Como dice Sellin, limitar la Criminología al estudio de la conducta criminal definida por la
Ley, sería casi como limitar a la Psiquiatría al estudio de los tipos mentales cristalizados en
términos legales.
Y para Göppinger, las normas jurídicas sobre el delito sólo sirven a la Criminología para
obtener una referencia sobre las conductas contra las que el Estado reacciona con
sanciones. En este sentido, el crimen jurídicamente delimitado es punto de partida de la
investigación criminológica, pero no su objeto exclusivo ni, menos aún, el objetivo de la
misma.
Todo ello debe llevarnos a considerar que ninguno de los elementos mencionados es
independiente del objeto de estudio esencial: el concepto delimitado por la intersección del
comportamiento delictivo y las reacciones sociales frente a él.
El delito –como elemento del comportamiento delictivo– es una magnitud de carácter
conductual que viene definida por la ley penal, la cual determina qué comportamientos
deben ser considerados como tales. Sin embargo, la noción criminológica del
comportamiento delictivo –como constructo más complejo- no debe quedarse solo en ese
puro concepto normativo del delito, sino que ha de dirigir su atención hacia otros elementos
no esencialmente delictivos: las conductas problemáticas o antisociales que puedan ser
predictoras de la posterior delincuencia, y los diversos factores biopsicológicos y sociales
que puedan ser facilitadores de ella. La reacción social –que es fundamentalmente una
magnitud valorativa- abarca desde los mecanismos de control informal (familia, escuela...)
hasta los de control formal del Estado (judicial, policial, penitenciario...)
1
Garrido, Stangeland y Redondo. Principios de Criminología. 2.001. Editorial Tirant lo Blanch. Pág. 47.
2
Misma obra citada, página 50.
CRIMINOLOGÍA I – TEMA 1
Profesor: Francisco José Bernabeu Ayela
Es evidente que muchas conductas delictivas son detectadas en único momento. Momento
en el que se ocupan de ellas las instancias de control formal. Sin embargo, después de un
análisis profundo desde un punto de vista criminológico, se descubre que comportamientos
como el que ha ocasionado la puesta en marcha de esas instancias se han repetido en
muchas ocasiones anteriormente, e incluso han llegado a constituir hábitos previos de
conducta durante años.
Y todos esos elementos entran también dentro del objeto de estudio de la Criminología, y
son necesarios para comprender, explicar y predecir la delincuencia.
Sentadas estas premisas, otra cuestión es que se pueda proceder a separar –a efectos
didácticos- el análisis de cada uno de los elementos citados que conforman el objeto de
estudio de la Criminología –delincuente, delito, víctima, y control social del comportamiento
desviado- para efectuar un estudio pormenorizado de cada uno de ellos, sin perder nunca
de vista que -todos interrelacionados- forman una construcción criminológica con sentido por
sí misma.
En aplicación de esa metodología se pasará, a continuación, a desarrollar las adecuadas
consideraciones sobre cada uno de los elementos citados desde su propia perspectiva.