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HISTORIA DE LA IGLESIA ANTIGUA

PRIMERA PARTE: LA IGLESIA EN EL IMPERIO


ROMANO PAGANO

TEMA 1 LOS ENTORNOS DE LA PRIMITIVA IGLESIA

I. INTRODUCCIÓN

La Iglesia nace como resultado de la misión recibida del resucitado y del don del
Espíritu Santo en Pentecostés.

El cristianismo nace en el espacio religioso judío y se propaga por el Imperio


romano, que es el espacio político donde se difunde el cristianismo, en el cual el
pensamiento y la cultura son de matriz greco-helenística. Todos estos entornos plantean
a la nueva religión problemas distintos: políticos frente al Estado romano; culturales y
filosóficos frente a la cultura griega y religiosos de cara a los judíos. Estos ámbitos
configurarán el cristianismo de manera diversa.

El cristianismo se encontró durante esta época con una civilización madura,


desarrollada y consolidada, nacida sin el cristianismo y antes que él, que en su conjunto
le era extraño y continuó siéndolo: el antiguo paganismo del Mediterráneo. Una
consecuencia inmediata de lo anterior fue que en la Antigüedad el cristianismo estuvo
primero replegado sobre sí mismo. Por eso, este periodo, por lo menos en su primera
mitad, es ante todo el tiempo de la vida interna de la Iglesia, con predominio de su
actividad religiosa.

El primer periodo de la historia antigua tiene unas características muy peculiares y


una importancia decisiva para el posterior desarrollo de la misma. Se trata del periodo
fundacional. En un cierto sentido, el tiempo apostólico, que se podría alargar hasta el
año 150, en que mueren los últimos discípulos de los apóstoles, está fuera de la historia
eclesiástica. Es un modelo y prototipo de creatividad, ya que no existe una tradición
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preexistente, al contrario de lo que sucederá con todo el resto de la historia de la Iglesia
que tendrá que estar volviendo continuamente los ojos a este periodo fundacional.

La Antigüedad cristiana es la época del nacimiento de la Iglesia, de su primera


actividad misionera y de la consolidación de su existencia frente al Estado y la herejía,
así como de la fijación de su autointerpretación dogmática.

II. LOS ENTORNOS DEL CRISTIANISMO

Nacido en la tierra madre judía, espacio religioso donde surge el cristianismo, que es
judío de nacimiento y grecorromano de adopción, se propaga por todo el Imperio
romano, que es el espacio político donde se difunde. La cultura predominante (filosofía,
lengua, arte, teatro) es de matriz grecohelenística. Las religiones procedentes de Oriente
han penetrado profundamente amplias capas de la población del Imperio configurando
su religiosidad.

Estos cuatro ámbitos son diferentes en cuanto a cultura y mentalidad: el mundo judío
es eminentemente religioso; el rasgo fundamental del mundo griego es el desarrollo
filosófico-cultural; la mayor genialidad del mundo romano es el desarrollo de
estructuras políticas y administrativas; las religiones orientales aportan formas nuevas
de vivir la religiosidad.

El estudio de estos entornos es importante porque presentarán desafíos y


condicionamientos para la inculturación del mensaje cristiano. Todos ellos plantean
problemas al cristianismo: políticos frente al Estado romano, culturales y filosóficos
frente al mundo griego, religiosos frente a los judíos. Por otra parte, también influyen en
la mentalidad y las costumbres cristianas. El cristianismo aportaba algo radicalmente
nuevo a estas culturas: ¿se impondrá lo nuevo o lo sofocará? Depende de la fuerza de lo
nuevo y de la reacción de las culturas. El cristianismo se presenta como la única religión
verdadera y, a la vez, tiene una alta conciencia de ser el don de Dios con la misión de
renovar a la humanidad penetrando el pensamiento y la cultura.

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2.1. El entorno judío
El cristianismo no penetró en el judaísmo sino que brotó de él como su suelo
materno.
Israel es uno de los pueblos antiguos políticamente más frágiles, más pequeños y
más pobres económicamente de los grandes pueblos del Oriente antiguo: Egipto, Asiria,
Persia, Babilonia. Por eso estuvo ocupado y fue deportado en numerosas ocasiones.
Pero siempre volvía a reconstruirse y a recobrar su identidad como pueblo porque Israel
tenía “algo” que fue su gran aportación a la Antigüedad. Mientras los otros tenían
magníficas estructuras políticas, sociales y culturales, Israel aportó la fe en un Dios
único. El monoteísmo israelita, del que derivan las otras dos grandes religiones
monoteístas, el cristianismo y el Islam, será para el pueblo una bandera de unidad y el
motivo fundamental para enfrentarse y no sucumbir ante los grandes Imperios que le
rodeaban.

2.1.1. Breve historia de Israel


- Desde 1500 a. C. penetran en Palestina tribus nómadas hebreas (semitas)
integradas en la inmigración aramea. El área palestina estaba ocupada por los cananeos
(tribus sedentarias).
- Hacia 1250 se produce el éxodo de algunas tribus establecidas en Egipto,
conducidas por Moisés: revelación del Sinaí. Estas tribus se fusionan con las ya
asentadas en Palestina.
- Hacia 1200 se establece la Confederación de las doce tribus, basada en la
ascendencia. Bajo el gobierno de los Jueces (1200-1000), que vigilan el cumplimiento
del culto y de la Ley, se afirma el asentamiento en Palestina de los hebreos.
- Hacia 1200 los filisteos (pueblos del Mar) colonizan las costas palestinas y
presionan sobre los hebreos que, para defenderse, adoptan la forma de gobierno
monárquica. Saúl (h. 1010) es proclamado rey.
- Con el rey David (1006-966) se unen los reinos de Israel y Judá. Con la
conquista de todas las ciudades cananeas se crea el gran reino palestino.
- Tras la muerte del hijo de David, Salomón, se divide el reino: Judá, con
Jerusalén como capital, bajo el rey Roboam, e Israel con Jeroboam.
- En 722 tiene lugar la destrucción de Samaria, capital de Israel, por el asirio
Sargón II e Israel se convierte en una provincia de Asiria. Se lleva cautivos a lejanas
provincias a los supervivientes y en su lugar se establecen colonos extranjeros.

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-Siglo y medio después dueña también la hora final para el reino del sur. El rey
Nabucodonosor I de Babilonia asedió y rindió la ciudad de Jerusalén; tres mil judíos
fueron deportados a Babilonia y el rey Sedecías ocupó el trono de Jerusalén. El año 586
a. C. tras el asedio, conquista y destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor II tiene
lugar el exilio en masa con la cautividad de Babilonia.
-En el año 539 a.C. Babilonia es sometida al Imperio persa y el rey Ciro permite
el regreso del pueblo del exilio, la restauración de Israel y la reconstrucción del templo.
-En el siglo IV (332 a. C.) sucumben bajo el emperador Alejandro Magno y a su
muerte surgen la monarquías helenísticas (cuyos reyes son los generales de Alejandro) y
queda bajo dominio de la dinastía de los Seleúcidas, que se establecen en Siria, a la que
se anexiona Israel. Bajo un rey de esta dinastía, Antíoco Epifanes, se desarrolla un
movimiento de helenización radical y agresiva que provoca la rebelión de Matatías y
Judas Macabeo, al final de la cual consiguen la independencia política de Israel bajo los
Macabeo. Sin embargo en 142 a. C. se ven forzados a reconocerse vasallos, si bien a
cambio de cierta autonomía.
- Bajo el reinado de los Asmoneos (140 a. C.-37 a. C.) se constituyen los grupos
religiosos: fariseos (ortodoxos), saduceos (secta conservadora que rechaza la creencia
en la resurrección) y esenios (comunidades monásticas que se preparan para el reino
mesiánico mediante la ascesis y los ritos purificadores).
- En el año 63 a. C. el general romano Pompeyo conquista Palestina y la
incorpora al Imperio romano sometiéndola al control del gobernador de Siria y declara
tributario a todo el país, aunque conserva algunas instituciones nacionales: el Sumo
sacerdote, que no tiene poder político, y el rey, que es súbdito de Roma.
- 39-6 a. C. Herodes el Grande es nombrado rey de los judíos por el Senado
romano. Con el consentimiento de Roma extermina la estirpe de los Asmoneos y toma
Jerusalén (37). Reparte el reino entre sus hijos: Judea, Samaria e Idumea para Arquelao
(desterrado el año 6 d.C. y sustituido por el gobernador romano Poncio Pilato); Galilea
y Perea para Herodes Antipas (bajo cuyo reinado se da muerte a Juan el Bautista).
- Desde el 6 a. C. al 67 d. C. se constituye en provincia imperial, título reservado
a las más revoltosas, frente a las provincias senatoriales, más tranquilas. La administra
un procurador (legado del emperador) que reside en Cesarea y que con ocasión de la
pascua sube a Jerusalén para sofocar las posibles rebeliones. Israel fue escenario de
continuos levantamientos frente a las legiones romanas y al poder conquistador.

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-66-70: los romanos exigen rendir culto al emperador. Rebelión de los judíos
frente a la cual en el año 70 el emperador Tito arrasa el templo de Jerusalén y la ciudad
y los judíos pierden su país, siendo esclavizados decenas de miles. Sin embargo,
algunos judíos, reunidos en Jamnia fijaron el canon de los libros sagrados,
reconstituyeron el Sanedrín y se elaboró una legislación para las comunidades de la
diáspora.
-En el año 132 se suscita una nueva rebelión cuando el emperador Adriano
decide construir en el emplazamiento de Jerusalén una nueva ciudad en torno a Júpiter.
Israel deja de existir y los centros del judaísmo se desplazan a la diáspora: sus miembros
emigran a las ciudades del mundo antiguo.

2.1.2. Organización del entorno judío


a) Judaísmo palestinense
El judaísmo es una entidad religiosa, una teocracia (Dios es el rey). Las instituciones
más importantes son la monarquía, el templo y la ley. La situación de estas instituciones
y de los grupos religiosos tras el exilio es la siguiente:
- Templo. Al regreso del exilio de Babilonia (538) tiene lugar la reconstrucción
del templo, centro de atracción e irradiación nacional porque es el santuario único del
Dios único, símbolo de la unidad nacional, al que todos los judíos envían su tributo
anual y al que muchos peregrinan al menos una vez en la vida durante la pascua. El
templo es el único lugar donde se elevan sacrificios a Dios por los sacerdotes. Sólo el
Sumo sacerdote tiene acceso al Sancta sanctorum para ofrecer el sacrificio por el pueblo
una vez al año. Los levitas son servidores del culto.

- Sinagoga. De las tres mediaciones que tenía Israel para encontrar a Dios -rey,
templo, ley- durante el exilio el sacerdocio pierde el templo y la religiosidad la recoge la
sinagoga, lugar de la ley, que es lo que queda de la promesa de Dios a pesar del exilio.
En ella se realiza el culto habitual del sábado: plegarias, canto de los Salmos, lecturas
bíblicas, homilía con participación de los fieles. La Biblia es el fundamento de la
sinagoga, se lee, comenta y medita con la asistencia de los rabinos, cuyo jefe es el
fariseo. Es un complemento del templo, lugar del ministerio de la Palabra, ya que hasta
en Jerusalén hay sinagogas. La sinagoga cubrió las necesidades religiosas de las zonas
rurales y de la diáspora. Entre el templo y la sinagoga existe una rivalidad enquistada,

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pues mientras el templo está organizado por la casta sacerdotal, los saduceos, la
sinagoga está regida por los doctores de la ley, los fariseos.

-Sanedrín. Alto tribunal judío de justicia presidido por el Sumo sacerdote en el


que están representados algunos grupos religiosos judíos y que tiene poder de decisión
sobre cuestiones religiosas.

-Sectas judías en tiempos de Jesús. El judaísmo presenta un carácter unitario


en cuanto mantiene la fe en un solo Dios, se considera el pueblo elegido y pone en
práctica la ley de Moisés. Pero presenta divergencias en materia de doctrina y
observancias prácticas. No existe en Israel instancia alguna -tampoco el Sanedrín
dividido- que tenga autoridad para fijar normas. Cuando hablamos de sectas nos
referimos a escuelas o corrientes de pensamiento. Flavio Josefo, historiador judío, habla
de un judaísmo oficial, constituido por los fariseos y saduceos, y un judaísmo marginal,
formado por los esenios, los zelotas y los movimientos de agua o del bautismo.

b) Judaísmo de la diáspora
Las vicisitudes de la historia, lo reducido del país, la vitalidad de la raza provocaron
la dispersión y la fundación de colonias en los países de la ribera del Mediterráneo y en
las grandes ciudades (Roma, Alejandría, Antioquía). Este fenómeno fue tan importante
que los habitantes de la diáspora superaron en número a los palestinenses. Se originan
así dos tipos de judaísmo con características diferentes:
-Los judíos de Palestina están más apegados a las instituciones, ritos y
costumbres de Israel, a Jerusalén y al templo y son reacios a los cambios.
-Los judíos de la diáspora viven en ambientes paganos. Hablan griego y
arameo, que conservan como lengua litúrgica. Cuando se hace la traducción de la Biblia
de los Setenta, el griego suplanta al arameo. Entre ellos se realiza una acogida de las
categorías de pensamiento griegas. Su mayor exponente es Filón de Alejandría que
combina la Revelación bíblica y la cultura pagana en sus obras.

El cristianismo encontró muchos más fieles en el judaísmo de la diáspora que en el


de Palestina porque, al no vivir en Israel, es menos proclive al mesianismo nacionalista.
Los prosélitos, griegos que admiran la doctrina judía, sienten rechazo a convertirse
porque tenían que entrar en el pueblo y acoger sus costumbres, la circuncisión, etc.

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Entre los prosélitos hubo muchas conversiones al cristianismo. Pablo es un judío de la
diáspora, con doble cultura. Los temerosos de Dios no son circuncisos sino que sienten
atracción por el monoteísmo y la sinagoga.

Los dos tipos de judaísmo originan a su vez dos tipos de cristianismo:


-El judeocristianismo. Nacido en la comunidad de Jerusalén en torno a los Doce
con Santiago al frente es universalista al comienzo, pero aferrado al templo y fiel a la
observancia ritual.
-El cristianismo heleno tiene su representante en Pablo y sostiene la caducidad de
la ley y de las observancias rituales. Tras el concilio de Jerusalén (45) se acogen al
decreto apostólico: los conversos al cristianismo no han de someterse a la ley mosaica.
Únicamente se les obliga a abstenerse de carnes inmoladas a los ídolos y algunas
prohibiciones acerca de la vida conyugal y sexual.

2.1.3. Ventajas y desventajas del entorno judío para la difusión del cristianismo
Dos circunstancias determinan la relación que se establece entre judaísmo y
cristianismo: en primer lugar que el mensaje de Cristo no penetró el judaísmo, sino que
brota de él como de su suelo materno. Por otro lado, el judaísmo era una entidad
religiosa, una teocracia, el señorío de Dios en el que Yahveh reina por la ley. Tanto
ventajas como desventajas proceden para el cristianismo del ámbito religioso. Algunas
son las siguientes:

1ª- La teocracia significa que la religión en el judaísmo no era un apéndice de la


política, como en los Estados antiguos, sino que todo el organismo del Estado estaba en
función de la religión, así como la vida entera. La ventaja para el cristianismo consistía
en que igualmente éste implica la vida entera lo cual supone, como desventaja, cambiar
toda la vida.

2ª- El monoteísmo fue una ventaja porque el cristianismo también sostiene la fe


en un Dios único. Pero también supuso un grave inconveniente admitir el dogma de la
Trinidad, por lo que en el seno de los judíos conversos surgieron herejías que
obstaculizaban la creencia en la Trinidad de personas en Dios.

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3ª- La espera del Mesías para los judíos era un elemento central de su fe y en
ese sentido en Roma era incomprensible el nacimiento de un Mesías que nadie esperaba.
Los judíos esperaban el restablecimiento del reino de Israel, la restauración religiosa
teocrática. Para los cristianos el cumplimiento de esa promesa se realiza en Cristo. No
hay ruptura sino continuidad, Jesús cumple y lleva a plenitud la promesa: “Según las
Escrituras” (1 Cor 15,1-22); “El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús” (Hch 7). Sin
embargo, Hch 2,22 enfrenta dos situaciones: “Al que Dios había aprobado con signos y
milagros/vosotros le matasteis”. Los sectores que representan a Dios, bien vistos por el
pueblo, son los que condenan a muerte a Jesús. Los que querían defender a Dios,
condenan a Dios.

Predicar a Cristo crucificado en un mundo que le consideraba un condenado de Dios


(Dt 21,22), en el que los judíos piden señales (milagros) es una paradoja. El crucificado,
maldición de Dios, ahora es salvación de Dios. Los profetas del exilio preparan al
pueblo para aceptar un Mesías crucificado y no temporal.

4ª- El nacionalismo judío unía la religión judía y la piedad legal. Constituye


una desventaja para el cristianismo en cuanto éste entronca con el profetismo cuando
defiende la universalidad del mensaje y también con los movimientos del bautismo en la
búsqueda de una religión interior.

5ª- La diáspora constituye un campo abonado para la primera evangelización


pues tiene elementos fundamentales que asimila el cristianismo: la Biblia, el
monoteísmo, la moral. La traducción de la Biblia de los Setenta la utilizan los primeros
cristianos.

6ª- La práctica libre del judaísmo en el marco del Imperio romano pasó en un
primer momento al cristianismo mientras se le consideró como una secta del mismo.

7ª- La conciencia de ser el pueblo elegido fue asimilado por la Iglesia y dio
lugar a una concepción cristiana del mundo y de la historia en la que Dios es el Señor de
la historia, todo depende de Él y la historia no es un eterno retorno, sino que apunta a
una meta final. Por otro lado, la Iglesia, siendo heredera del judaísmo, tiene un pasado
antiquísimo, respetable y probado, siendo nueva y joven.

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2.2. El entorno griego
El espacio geográfico griego fue ocupado por sucesivas oleadas migratorias que se
fundieron y formaron una población que es el origen del pueblo griego, unidos por la
religión, la lengua y el compartir un lugar geográfico común. Se llamaban helenos y su
lugar geográfico, Hélade, coincide básicamente con la Grecia actual. Los griegos han
hecho dos aportaciones fundamentales a la historia universal: la democracia, forma de
gobierno en la cual los ciudadanos eligen a sus representantes, y la filosofía, la
búsqueda racional de explicación del mundo y del hombre. A través de estas
aportaciones han elaborado los fundamentos de la cultura occidental.

2.2.1. Breve historia de la antigua Grecia


A comienzos del siglo VIII a. C. aparecen las polis o ciudades-estado independientes
entre sí. Las dos más importantes son Atenas y Esparta. Aunque los helenos
compartieron una cultura común (dioses, Olimpiadas, sistema educativo, lengua) no
estuvieron unificados políticamente hasta Alejandro Magno. La causa es la gestión
democrática de las ciudades, que excluían la forma estatal de gobierno.

En el periodo clásico, siglos V y IV, las ciudades, sobre todo Atenas, llegan al
máximo desarrollo tanto económico, gracias a la colonización griega del Mediterráneo,
como político, con el desarrollo pleno de la democracia. La democracia griega es
restrictiva, únicamente el cinco o diez por ciento de la población, los ciudadanos, tienen
derechos políticos y electivos. A diferencia de los no ciudadanos (mujeres, metecos,
esclavos), que son el fundamento económico de la ciudad, los ciudadanos se dedicaban
a las tareas políticas, filosóficas y educativas.

La ciudad contaba con lugares de encuentro y participación ciudadana para


actividades religiosas y políticas: el ágora, la plaza pública; el pnix o ecclesia, lugar
donde los ciudadanos escuchaban a los oradores y discutían los asuntos políticos; el
areópago donde se impartía justicia y la acrópolis, el centro religioso.

Los griegos realizaron una importante revolución cultural, llamada “el milagro
griego”, basado en el antropocentrismo y el racionalismo. El fundamento de éste es la
confianza del hombre en su propia razón como el instrumento de análisis de la realidad.

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El antropocentrismo manifiesta la centralidad del ser humano que predomina frente a
los dioses o la naturaleza.

Como consecuencia, la religión no tendrá el carácter opresor de las religiones


orientales sino que los dioses tienen forma y comportamiento humanos. No tienen la
majestad ni el colosalismo de los orientales, pero son como ellos inmortales. Cualquier
ciudadano podía darles culto y cada ciudad estaba protegida por una divinidad. Pero los
griegos no tienen conciencia religiosa, tienen dioses. Había dioses reconocidos por
todos y, junto a los juegos olímpicos, daban cohesión cultural a la Hélade.

El teatro se desarrollaba como un diálogo en torno a los problemas esenciales del


hombre. Las comedias contenían a veces críticas a los dioses y a los políticos. La
tragedia trataba la lucha del hombre enfrentado a su destino. La filosofía desarrolló la
inquietud por comprender el mundo y el hombre buscando respuestas no sólo en los
mitos o en los dioses sino en la razón. El arte representa un ideal estético que mezcla el
idealismo y el naturalismo y que establece un canon de belleza mediante la aplicación
de la razón al arte. El resultado es la armonía, el equilibrio, el orden.

En el siglo IV Filipo, rey de Macedonia, impuso la monarquía a la Hélade, lo que


supuso el fin de la democracia. Su hijo Alejandro Magno fundó un gran Imperio en el
que se fusionaron formas culturales griegas y orientales conformando la civilización
helenística. A la muerte de Alejandro sus generales se dividieron el Imperio dando lugar
a los reinos helenísticos: Grecia, Egipto y Siria. Durante los siglos II y I a. C. Roma
somete uno por uno los reinos helenísticos. En el siglo I el espíritu griego se ha
transformado en el helenismo: del interés por la filosofía y por la ética se pasa al interés
por la religión. Aunque sufre cambios sigue vigente el interés por la filosofía, el
conocimiento, la educación.

2.2.2. Ventajas y desventajas del entorno griego para la difusión del


cristianismo
Las controversias del cristianismo con el helenismo son de naturaleza filosófica ya
que se tratará de armonizar la nueva religión con las categorías de pensamiento griegas.
De esta forma surge la cuestión esencial del pensamiento cristiano, la relación entre fe y

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razón, y surge la defensa filosófica de la fe, la fe que busca comprender, la inteligencia
de la fe, la teología.

Fe cristiana e historia. Para los cristianos, Dios está en relación con la historia, es
providente y se ha hecho hombre. Para los griegos esta concepción de Dios es
inconcebible, no lo aceptan porque entra en contradicción con el axioma de la
inmutabilidad e impasibilidad divina según el cual Dios no puede sufrir. Para los
griegos, Dios se encuentra en relación con el cosmos.

En cuanto a la cuestión de la verdad los griegos tienen pluralidad de escuelas,


mientras que los cristianos consideran que la verdad es de origen divino y Dios es la
verdad.

Para los griegos el hombre es finito, no conciben el alma inmortal. La materia es


finita, no conciben la resurrección de los cuerpos. No hay unidad entre cuerpo y alma
sino dicotomía. Para Platón, el cuerpo es la cárcel del alma. Para los cristianos si el
espíritu está con Dios, el cuerpo también está con Él.

Respecto al tema del pecado, para los cristianos no es sólo la transgresión de la ley
sino un no a la relación personal con Dios. Hay, por tanto, una interiorización que,
aunque intuida por los estoicos, es desconocida para los griegos.

Algunas de las ventajas que el mundo griego proporcionó para la difusión del
mensaje cristiano son las siguientes: la ética de los estoicos se va acercando a la
cristiana; la crítica que los filósofos habían hecho de los dioses y la exigencia de una
interiorización y personalización de la religión. El poder especulativo que la Iglesia
aprovechará como un medio de autocomprensión de la fe y de inculturación de la
misma.

2.3. El entorno romano


Roma, pequeña ciudad itálica, tras incorporar la Península italiana a su dominio, se
extendió por toda la cuenca del Mediterráneo y por el centro del continente europeo
llegando en su expansión hasta el próximo Oriente (Mesopotamia).

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2.3.1. Breve historia de Roma
Las formas políticas que adoptó a lo largo de su historia fueron las siguientes:
Monarquía (753 a. C.-509 a. C.); República (510 a. C.-31 a. C.); Imperio (31 a. C.- 476
d. C.).

La expansión política de Roma transformó una pequeña ciudad en un gran Imperio


que se extendía desde la Península Ibérica hasta Mesopotamia, desde la frontera de los
ríos Rhin y Danubio hasta el desierto del Sáhara en el norte de África.

En el siglo I Octavio Augusto instaura un sistema político nuevo compartido entre el


poder personal del emperador y las instituciones republicanas. La pax romana del siglo
I es una época de estabilidad en la que finalizan las guerras civiles y esta paz favoreció
enormemente la expansión cristiana. Se ha creado un gran circuito comercial en el que
las ciudades son nudos económicos, las calzadas unen Roma con las ciudades del
Imperio y con las provincias más lejanas, se desarrollan los medios de transporte. Por
los caminos no sólo circulan mercancías, sino hombres e ideas y fueron medios eficaces
de difusión del cristianismo. La economía del Imperio se sostiene mediante la
esclavitud. El lema del Imperio es: conquistar, dominar y explotar.

Roma era una verdadera maravilla del mundo. Ciudad pagana, repleta de templos
que eran la morada de los dioses porque acogían en su interior la estatúa del dios, cuyo
culto se realizaba ante las puertas, pero a los que no se oraba. El foro era el centro de la
vida política y en sus basílicas se impartía justicia. Había multitud de palacios lujosos y
refinados, casas de campo o villas. En los teatros tenían lugar los juegos gladiatorios,
conocidos por su crueldad. Con un diseño arquitectónico que contaba con
canalizaciones de agua potable y fecal, letrinas públicas, pavimentación de las calles,
termas o piscinas públicas, alumbrado, etc. Famosa por sus inmoralidades, por sus
orgias y bacanales: un escritor decía que los romanos comían para vomitar y vomitaban
para comer. Estaban ausentes los valores morales, la compasión y la misericordia: no
había lugares para acoger a los enfermos, pobres y moribundos. Todas las ciudades del
Imperio se construyen según el modelo de Roma. La ciudad tuvo una enorme influencia
en la Edad Antigua y posteriormente al ser la sede del Papado. Las ciudades

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favorecieron la evangelización en la Edad Antigua, el campo tardó más en ser
evangelizado. No olvidemos que pagano, significa habitante del campo.

En cuanto a la religión, toda la vida pública y privada está sembrada de sacrificios,


oráculos y magias para los que existe una casta sacerdotal de funcionarios presidida por
el pontífice máximo: el día, la semana, el año, el comercio, los juegos públicos, las
ceremonias fúnebres, los desposorios, los actos políticos estaban impregnados de
politeísmo. Las divinidades mayores estaban en los templos y las menores eran dioses
protectores del hogar, espíritus de los antepasados. Roma, como Grecia, tenía dioses,
pero no religión ya que se trata de un culto externo, legalista, que no apela a la
conciencia ni a la interioridad del hombre: más bien se trataba de un pacto legal para
tener propicios a los dioses a través del culto y los sacrificios. La ilustración filosófica
hizo una crítica escéptica de los dioses del panteón clásico porque había una búsqueda
de interiorización y una tendencia al monoteísmo (Séneca y otros sabios se apartaron
del politeísmo y prepararon el advenimiento del cristianismo). Las clases populares
también se apartaron del culto oficial estatal y buscaban la salvación en los antiguos
misterios o entre los nuevos misterios orientales (Mitra, Isis y Osiris, Cibeles). Roma
asimiló, junto a su propio panteón, el panteón griego. Y conforme conquistaba nuevas
provincias asimilaba sus dioses propios para que fueran propicios al Imperio. En el siglo
I se desarrolla el culto a la diosa Roma y, en las regiones orientales, al emperador. Con
el emperador Domiciano este culto se hizo obligatorio para todos los habitantes del
Imperio.

La cultura rústica y primitiva de los romanos se impregnó del contacto con los
pueblos sometidos, sobre todo de la refinada cultura helenística: se asimilaron los dioses
griegos, las formas de pensamiento, el arte, el teatro. El latín era la lengua unificadora y
el griego era la lengua culta. Los romanos con su mentalidad práctica y utilitarista
construyeron grandes obras de arquitectura e ingeniería: puentes, acueductos, calzadas,
termas, circos, templos, anfiteatros, arcos de triunfo, columnas conmemorativas,
basílicas, teatros. El mundo romano es un mundo pragmático, no tanto teórico,
especulativo, sino materialista, mundo de gobierno y mando, administración y
organización. Su gran aportación fue también la creación del Derecho, de la legislación
que regía las relaciones entre particulares, entre el Estado y los individuos y entre los
Estados (Derecho internacional).

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2.3.2. Ventajas y desventajas del entorno romano para la difusión del
cristianismo
Ventajas
-Roma era un suelo abonado para la nueva religión por la tolerancia religiosa
especialmente con los judíos a los que respetaban y a los que no imponían ningún otro
culto. Esta tolerancia al principio benefició a la Iglesia mientras fue considerada una
secta judía.
-La pax romana fue un factor de desarrollo de la nueva religión.
-El modelo de organización político-territorial romano (división en zonas
urbanas, diócesis, provincias, prefecturas, etc.) fue asimilado por la Iglesia, lo cual le
dio mayor cohesión y unidad.
-El Imperio contaba con una poderosa unidad adquirida a través de la lengua, el
latín y el griego, la administración unitaria y la red vial, instrumentos todos que
sirvieron a la expansión de la Iglesia.
-El ejército fue el foco más fuerte de difusión de la nueva religión en los
primeros momentos, así como la plebe (esclavos, sirvientes de la corte, funcionarios).
-El Imperio romano, a pesar de la variedad racial y de la intensa mezcla de
pueblos y costumbres, tenía una cultura unitaria: la helenístico-romana y una religión,
la romana, con todos los dioses extranjeros incorporados tras la conquistas.
-En la época de la aparición del cristianismo se produce una lenta desaparición
del politeísmo griego y de la antigua religión romana provocada por varios factores: 1)
la crítica racionalista de los dioses por obra de estoicos y epicúreos; 2) la búsqueda del
monoteísmo; 3) la búsqueda de salvación e interiorización; 4) la demanda de una mayor
elevación moral y 5) el descrédito de los cultos mistéricos orientales por su falta de
intimidad, superficialidad y exhibicionismo.

Desventajas
-El cesaropapismo: el poder político no se detuvo ante el religioso. En el
momento en que se aprueba la religión comienza el peligro. El emperador no admite
que ningún poder esté por encima de él, somete a la Iglesia y se alía con ella. Y, por otra
parte, el peligro de asimilar en la Iglesia el estilo del gobierno político, perjudicando el
estilo evangélico.
-El pensamiento político-práctico que no da cabida a lo trascendental.

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-El exclusivismo cristiano se oponía al politeísmo romano, sobre todo cuando
se divinizó al emperador.
-Los disturbios entre cristianos y judíos perturbaron la paz religiosa,
amenazaban la política religiosa oficial y al mismo Estado romano.

2.4. La influencia de las religiones orientales


Durante los siglos I Y II de nuestra era el mundo oriental se constituye en el guía
espiritual de Occidente: la causa hemos de encontrarla en que las convulsiones de la
época y los interrogantes de las escuelas filosóficas (la fatalidad, la resurrección, la
muerte) habían suscitado cuestiones que no encontraban respuesta en las frías
formulaciones oficiales. Son problemas íntimos, que necesitan una respuesta personal y
una divinidad salvadora. Por otro lado, a través del influjo de las religiones y cultos de
Oriente, que exaltaban la fantasía y el sentimiento religioso, han ido creciendo en el
paganismo las aspiraciones en primer lugar hacia una renovación del mundo mediante
un salvador. La espera judía del Mesías había pasado de esta forma a la conciencia
religiosa pagana. En segundo lugar, hacia una religión universalista caracterizada por
las ideas de revelación y salvación. También estas religiones practicaban la igualdad
social y la universalidad.

La frialdad y el legalismo de la religión oficial encontraban su contrapeso en las


liturgias emocionantes (procesiones, cortejos, cantos) que se convertían en espectáculos
públicos y en el seductor primitivismo provocado por las incisiones, éxtasis, ritos
iniciáticos y misterios que practicaban. Muchos buscaban una religiosidad auténtica en
estos cultos, pero existía el peligro de sincretismo.
Los más importantes fueron:
1) El culto a la diosa Cibeles, diosa de la fecundidad a la que festejaban al
comienzo de la primavera, cuando renace la vegetación.
2) El culto a Isis y Osiris, protectores marinos. Osiris, dios de la vegetación, es
el símbolo de la semilla que muere para renacer como espiga eternamente. Dios
civilizador.
3) Mitra, dios iraní. Sus prácticas se parecían externamente al cristianismo:
reuniones nocturnas, lecturas, cena, sacrificios de animales (sacrificio de un toro por
Mitra), banquetes sagrados. Ofrecía la inmortalidad y la esperanza de una redención.

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III- JUICIO DE LOS CONTEMPORÁNEOS SOBRE ESTA ÉPOCA
Para Eusebio de Cesarea es una época de preparación evangélica. Para Hipólito no
hay tal; el Imperio es el anticristo. Para Clemente de Alejandría, Orígenes y Agustín es
época de preparación. Para el último, Dios había preparado el espacio y el tiempo.

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