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Considerando su valoración histórica, la Integración constituye un fenómeno socio-político que representa un

proceso objetivo característico de lo que se llama “economía-mundo”, cuya tendencia es la Regionalización y la


creación de polos económicos
El Liberalismo constituye una corriente de pensamiento filosófico, social, económico y de acción política, que
promueve el “progreso” de la sociedad mediante el establecimiento de un Estado de Derecho fundamentado en
el principio de que toda persona, a través del desarrollo de las libertades individuales esté sometida a un marco
mínimo de leyes.

El Liberalismo es un sistema político-social ideológicamente contrapuesto al La teoría clásica del liberalismo


económico de Adam Smith, marcó una nueva posición frente al mercantilismo proteccionista en el comercio.
Durante el mercantilismo, la meta del comercio internacional era el aumento en los medios de pago, mediante un
excedente considerable en la balanza comercial. Se debía exportar productos caros (manufacturados) e importar
productos baratos (materias primas). Esto se lograba mediante la intervención proteccionista gubernamental, los
monopolios corporativos y el militarismo internacional en la conquista de territorios coloniales y sus recursos
naturales.

La teoría clásica del liberalismo económico Adam Smith en el siglo XVIII se afanan por explicar cómo el libre
comercio y la especialización económica resultaría en "riqueza" y beneficios para todas las naciones, Estas
discusiones teóricas se concentrarán en que cada país debe producir aquel producto donde tiene una "ventaja
absoluta" o "ventaja comparativa". Según estas teorías, cada país enfatizará la producción y exportación de
bienes que utilizan los factores más abundantes y más baratos e importaría bienes localmente escasos. Así el
comercio beneficiaría a todas las naciones, aunque no necesariamente en forma igual. Toda vez que existen
distintos costos de producción en cada país, el comercio internacional facilita productos a un precio más barato
que si un país tratara de producir y autoabastecerse en todos los artículos que necesita

El Fracaso de la Integración Latinoamericana


Haciendo contemplación de las supuestas ventajas que desde el punto de vista técnico-económico-comercial
representa la Integración y al margen de lo que muy a menudo se suscribe con quizás excesivo optimismo sobre
el despertar de América Latina- cabe preguntar ¿ha resultado acaso beneficioso para las sociedades y
economías latinoamericanas el proceso integracionista? Esta interrogante, oportuna a la luz de la gran discusión
que hoy se teje en el entramado socio-político de los círculos académicos y gubernamentales de América Latina,
tiene una clara pero a la vez compleja respuesta; en América Latina la Integración, a pesar de todos los intentos
y esfuerzos, no ha resuelto los problemas de desarrollo de los cuales adolecen sus economías nacionales. ¿Por
qué? porque los resultados arrojados por los procesos integracionistas no se han traducido en bienestar y
desarrollo para los países de la región; por el contrario, se han fortalecido las burguesías nacionales y el capital
foráneo, detentadores del monopolio de las riquezas y del poder político.

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