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Métodos científico-técnicos
Son los métodos y técnicas empleadas para buscar agua subterránea para hacer un pozo de un modo
técnico y científico, lo que significa que consiste en la observación sistemática y medición de datos
que se pueden analizar, contrastar y repetir.
Entre los métodos actuales aconsejados para la localización de aguas subterráneas tenemos:
Se estudian desniveles en el terreno y zonas de recarga según el relieve de la finca, además con un
estudio topográfico en detalle podemos determinar los flujos de escorrentía del agua y las zonas
más susceptibles de acumular agua subterránea.
2. Estudio de Fracturas.
Esta técnica se realiza a través del tratamiento de datos de satélite y fotografía aérea. Se utiliza para
determinar las fracturas y lineaciones presente en la finca e interpretar así, como convergen entre si
las diferentes capas del terreno en aras de localizar zonas potenciales de extracción de agua
subterránea.
3. Estudio de la vegetación.
Es un estudio realizado vía satelital que se basa en la salud y bienestar de la cobertura vegetal. De
tal forma que zonas de la finca con una vegetación más exuberante y sana nos podría indicar que en
el suelo existe una gran cantidad de agua disponible en superficie.
4. Tomografía Remota Térmica.
5. Cartografía geológica.
Los Ingenieros estudian la estructura y composición del subsuelo mediante satélite y mapas
geológicos, es decir,
cuales son las diferentes capas de materiales vamos a encontrar en la finca, espesor de cada capa y
características geomorfológicas como porosidad (zonas de interés para pozos y sondeos) e
impermeables (zonas de escaso interés geológico para prospecciones).
6. Georadar.
Es una herramienta que nos detecta los cambios de materiales y estructura del suelo a baja
profundidad. Sirve para localizar agua subterránea a escasa profundidad (método utilizado
principalmente en la exploración arqueológica).
2-TOMOGRAFIA ELECTRICA
COMPONENTES DE RMP
Unidad de detección de la señal
Generador de corriente alterna antena
Conmutador (microprocesador) emite
y receptor de la señal.
Ordenador
Cable para bucle
4- SATELITAL
Utiliza ondas de radio para mapear la topografía de la tierra.
Puede funcionar sin problemas en la oscuridad total
Puede revelar características geológicas debajo de la superficie del
suelo.
imagen típica de un resultado de la
metodología WATEX (abajo) la imagen
muestra toda la información de entrada
que necesita este método para producir
resultados.
AGUAS SUBTERRANEAS
Las aguas subterráneas se entienden como aquellas masas de agua que se encuentran bajo la
superficie del suelo. También se conocen como manto acuífero.
Forman parte del ciclo hidrológico, que se infiltra a través del agua de lluvia, de la nieve, del
agua que se infiltra de las lagunas y los ríos, o en general, cuando la capa superficial del suelo
se encuentra saturada de agua
El agua subterránea es un recurso muy importante para el riego (43% del agua destinada a riego
a nivel mundial) y la industria de la alimentación. Además, representa cerca de la tercera parte
del agua consumida por el ser humano.
Para el medio ambiente, las aguas subterráneas también tienen un rol muy importante, ya que
permite recargar agua en los ríos, lagos y humedales, fundamentales para un importante número
de especies animales y vegetales.
Ventajas
Más rápido y más económico de perforar que los pozos excavados a mano
Menos susceptible a la contaminación
No se requiere de la eliminación de agua durante la perforación
Se requiere menos material de revestimiento (en comparación con los pozos excavados a mano)
Más seguro en la construcción y el uso (en comparación con los pozos excavados a mano)
El pozo en sí apenas necesita mantenimiento
Hay muchas técnicas de perforación simples disponibles que satisfacen la mayoría de las condiciones
geológicas
Desventajas
El punto de perforación debe ser identificado
Personal cualificado y expertos requeridos para la perforación
Se requiere una bomba que necesita operación y mantenimiento apropiados
Menor rendimiento que los pozos excavados a mano (diámetro más pequeño)
La sobreexplotación puede provocar efectos adversos en el medio ambiente
Puede haber contaminación por arsénico
Más equipo técnico y habilidades necesarias para la construcción (en comparación con los
pozos excavados a mano)
Sin capacidad de almacenamiento integrada / recarga durante períodos de baja abstracción
Consideraciones de diseño
Antes de comenzar a diseñar y desarrollar cualquier tipo de fuente de agua, se debe realizar una
evaluación inicial para poder administrar y desarrollar de manera eficiente los recursos hídricos. Esta
evaluación incluye, por un lado, una estimación del balance de agua (es decir, recolección de datos
hidrológicos, determinación del estado actual, tendencias del suministro de agua, un análisis de insumo-
producto y un análisis de flujo de agua y materiales) y, por otro, una evaluación de los recursos hídricos
(es decir, la evaluación y estudio sistemático de estos en relación con el impacto humano, por ejemplo,
evaluación de la demanda, estimación de tendencias, análisis del uso y la calidad del agua). Al analizar
el lado de la demanda, los problemas de asignación de agua juegan un papel vital. Eventualmente, esta
evaluación puede conducir a un plan de desarrollo de recursos hídricos que describa el estado, la gestión
y el desarrollo futuro de los mismos en un área o cuenca hidrográfica en particular.
Como primer paso para construir un pozo, se debe evaluar su ubicación, ya que es crucial para su éxito y
sostenibilidad a largo plazo. No solo está determinado por factores físicos (por ejemplo, la geología, la
hidrología, la proximidad al sitio real de uso), sino también por factores "blandos" (por ejemplo,
aceptación de la comunidad, capacidades de operación y mantenimiento del pozo incluida la bomba, el
tipo del uso del agua, hábitos locales, etc.). Los habitantes de las comunidades vecinas, así como ciertos
tipos de vegetación (por ejemplo, plantas de banano, juncos, caña de azúcar, palmeras datileras) pueden
ser una buena fuente de información sobre la presencia de aguas subterráneas poco profundas
(COLLINS 2000).
Una vez seleccionado el lugar donde estará localizado el pozo entonces se debe perforar un agujero e
instalar un revestimiento (tubería) permanente. De esta manera, para acceder al agua subterránea los
trabajos de perforación deben incluir: romper o cortar la roca o suelo; retirar el material cortado del
orificio y, de ser necesario, proporcionar soporte a las paredes de este para evitar el colapso mientras se
perfora (WAL 2010); y, por último, ejecutar pruebas de bombeo y desarrollar el pozo.
Existe una gran cantidad de técnicas, pero, en general, se distinguen cuatro tipos distintos de perforación
manual: con barrena (para comunidades con pocos recursos), a percusión (perforaciones hasta 25 m), por
eliminación de lodos (perforaciones hasta 35 m) y por inyección de agua (WAL 2010). Estas técnicas se
describen a continuación:
La perforación con barrena se hace mediante barras de acero extensibles que se rotan o giran de forma
manual y en cuyos extremos se pueden colocar diferentes tipos de brocas o barrenas. Una vez que se
llenan de exceso de tierra cuando penetran rotando en el suelo, se deben sacar para ser vaciados. Por
encima del nivel freático, el pozo generalmente permanece abierto sin necesidad de ningún tipo de
soporte. Por debajo del nivel freático puede ser necesaria una carcasa temporal, para evitar que el pozo
colapse. La perforación continúa dentro de la carcasa temporal usando un achicador (bailer), hasta que se
alcanza la profundidad deseada. Es allí cuando se procede a instalar una carcasa permanente del pozo,
retirando la temporal. Las brocas o barrenas se pueden usar hasta una profundidad de unos 15-25 metros,
dependiendo del tipo de suelo, que podría ser arenoso, de arcilla suave o limo. Estas perforaciones tienen
la ventaja de emplear equipos y/o herramientas económicas y que
son fáciles de usar por encima de la capa freática. No obstante, podría ser difícil remover la carcasa
tempora
Perforación manual a percusión
La perforación manual a percusión utiliza una herramienta pesada de corte (broca o barrena) que está
unida a una cuerda o cable para cortar, martillar o fracturar el suelo. Esta herramienta se deja caer, una y
otra vez, por su propio peso al orificio de perforación empleando un trípode. Al agujero se le añade agua
que se mezcla con el material fracturado transformándose en lodo, que por un lado va consolidando las
paredes del pozo perforado y, por el otro, hace que se eleven los fragmentos rocosos. También, hay que
mencionar que se usa un achicador (bailer) que ayuda a extraerlos. La broca o barrena se sube de nuevo
y se deja caer en el orificio tantas veces como se necesite. Al igual que ocurre en la perforación con
barrena se puede usar una carcasa temporal de plástico o, preferiblemente, de acero para evitar que que
el agujero se derrumbe o se hunda. En el momento de colocar la carcasa permanente, se debe retirar la
temporal. Este tipo de perforación se utiliza para profundidades de hasta 25 metros y con suelos de
arena, limo, arcilla dura, piedra arenisca, laterita, grava y rocas pequeñas. La ventaja está en que este
método logra perforar formaciones duras, pero el equipo que se utiliza es bastante pesado y caro, además
de que el proceso es lento en comparación con otros (WAL 2010).
Perforación manual por eliminación de lodos
La perforación por eliminación de lodos emplea la circulación de agua para llevar el suelo que se perfora
a la supesrficie. Los tubos de perforación se mueven, progresivamente, hacia arriba y hacia abajo
ayudados con un brazo de palanca. En el movimiento descendente, el impacto de la broca afloja el suelo,
mientras que en el ascendente la parte superior del tubo se cierra a mano (o con válvula en algunos
casos) permitiendo que el agua arrastre por la tubería el material fracturado hacia la superficie. En el
siguiente movimiento descendiente, se retira la mano del tubo y el agua llega hasta un pequeño estanque
que se ha excavado previamente junto a la perforación, donde el agua decantada se recircula y reúsa en
el proceso. Se pueden agregar aditivos espesantes al agua para evitar que el orificio perforado colapse.
Este tipo de perforación puede usarse hasta profundidades de unos 35 metros y donde el suelo puede ser
de arena, limo, arcilla suave o dura y formaciones rocosas consolidadas. El proceso es muy fácil de
aplicar y, además, no se requiere de carcasa temporal. La desventaja es que el nivel freático es
desconocido durante la perforación .
Perforación por inyección de agua
La perforación por inyección de agua se basa en la circulación y la presión del agua. A diferencia de la
perforación por eliminación de lodos, el agua se inyecta a presión por las tuberías de perforación y sale
por el fondo del agujero. Esa gran cantidad o volumen de agua tiene un efecto erosivo en la parte inferior
del pozo y tanto ésta, como el material fracturado, se transportan a la superficie entre la tubería de
perforación y la pared del pozo. Para lograr un flujo adecuado de agua se utiliza una bomba de motor o
una bomba de pedal. El tubo de perforación puede tener simplemente un extremo abierto o se puede
agregar una broca, usando además una rotación parcial o total del tubo de perforación. Se pueden
agregar espesantes (aditivos) al agua para evitar el colapso de los orificios. La inyección (con rotación)
se usa generalmente hasta profundidades de 35. Este tipo de perforaciones está limitado para suelos
arenosos y con capas delgadas de arcilla suave, siendo muy rápidos en arena. La desventaja es que se
necesita de mucho trabajo a la vez y que, además, el nivel freático es desconocido durante la perforación
(WAL 2010).
Después de perforar el agujero, se deben instalar varios elementos antes de que el pozo pueda ponerse en
funcionamiento, es decir: la bomba; la plataforma que protege la abertura en la superficie de
contaminantes o partículas que ingresan al pozo; el sello sanitario que es una capa impermeable, hecha
preferiblemente de concreto, que evita la contaminación del pozo reteniendo las filtraciones a través del
empaque de grava a lo largo del pozo; el revestimiento del pozo, tubo de PVC que evita que este
colapse y se filtren contaminantes; el filtro o rejilla del pozo que retiene los sedimentos mientras permite
que el agua se infiltre en el pozo; y, el empaque de grava, compuesto de grava y arena graduada, sirve
para rellenar el espacio entre el filtro y el pozo. Solo es necesario si el suelo circundante tiene un tamaño
de grano más pequeño que el tamaño de la ranura de la pantalla (WATERAID s.f., BALL 2001; WAL
2010). A continuación, se puede observar la siguiente figura con algunos de los elementos
característicos de un pozo perforado: