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TRANSCRIPCIÓN ENTREVISTA A GABRIEL MORALES

Mi nombre es Gabriel Morales, soy estudiante de doctorado en Ciencias con mención en Ecología y
Evolución, y estoy investigando los paisajes sonoros de la eco-región valdiviana, principalmente los
cantos y llamados de aves y anfibios.

El concepto de humedal es bien amplio. Son lugares inundados: pantanos, ríos, lagos, turberas; donde
convergen un montón de seres vivos, se desarrollan en esos lugares, llegan, pasan por ahí, residen, se
reproducen. En el fondo hay una biodiversidad importante, y sobre todo en esta eco-región valdiviana
hay un alto nivel de endemismo, o sea que hay especies que solo podemos encontrar en esta parte del
mundo, así que los humedales son un lugar importante para conocerlos [a los seres vivos], conocer
cómo interactúan las distintas especies, y a mí en particular me interesa entender los humedales desde
un punto de vista sonoro, cómo suena el humedal y los seres que en él habitan, cómo conversan, cómo
dialogan, en las distintas épocas del año, los cambios que van ocurriendo, porque no es lo mismo grabar
en primavera que en otoño, no es lo mismo grabar en la noche que en el día, no es lo mismo grabar en
el amanecer que al mediodía, y así cada vez que te vas involucrando un poco más van apareciendo
nuevos matices, sobre todo en el espectro temporal, es muy variable, así que mi intención desde un
principio ha sido capturar la esencia sonora de estos humedales durante todo el año, o sea, tener
grabaciones continuas durante todo el año, a toda hora del día, en distintos puntos de los distintos
humedales que podemos encontrar acá en esta región, y hay mucho material, un montón.

Hoy fuimos a buscar este grabador, el SM4 de Wildlife Acoustics, un grabador muy bueno, de muy
buena calidad, resistente a condiciones extremas de lluvia, humedad, frío, calor. Lo tuvimos grabando
por tres meses en la época de verano, creo que lo puse justo empezando en el solsticio, el 20 o 21 de
diciembre, y lo estamos sacando ahora en otoño. Estamos monitoreando una especie que detectamos y
que ahí no se conocía, que es el Porzana spiloptera, que habita en ese [humedal], ya sabemos que está
ahí, hay por lo menos dos individuos de esta especie de ave, que es muy críptica, no se sabe mucho,
queremos saber más de sus aspectos biológicos fundamentales, principalmente su abundancia, cuántos
hay ahí. Es difícil saber eso, sobre todo porque es una ave chiquitita que está bien escondida, canta en la
noche en una época muy cortita del verano, y no solo eso, en verdad queremos saber todo el ensamble
de aves que podemos encontrar en ese contexto.

Estábamos en el humedal Miraflores, es un humedal que está rodeado por un lado [de] casas, un
conjunto residencial, y por otro lado hay una chipeadora, una industria tremenda que interviene con
bastante ruido a este humedal. Está fragmentado por una autopista que lo atraviesa, hace unos años se
construyó ahí encima de este humedal que provocó ciertamente un impacto importante en las especies
que habitan ahí. No sabemos bien qué es lo que pasó y por eso estamos monitoreando a ver cómo se
separaron, quizás poblaciones de aves, por esta fragmentación. Son preguntas que están abiertas y que
las queremos ir revisando a partir de esta dimensión acústica.
El paisaje sonoro es un concepto bien abierto, se puede aproximar al paisaje sonoro desde distintas
áreas, desde la sociología, entender las distintas poblaciones humanas, cómo se manifiestan
sonoramente, los recuerdos sonoros que tienen, la memoria está super involucrada desde ese ángulo,
de la cosa más social-antropológica. Desde el punto de vista más científico de las ciencias naturales
puedes entender el paisaje sonoro en tres niveles.: la geofonía, la antropofonía y la biofonía. La geofonía
son los sonidos de la atmósfera, sonidos atmosféricos, el viento, sonidos del mar, sonidos físicos donde
no está la vida involucrada directamente. La lluvia, el viento, el mar, los truenos, todo ese tipo de
sonidos son considerados dentro de esta capa geofónica, sonidos geofísicos también se les llama.
También están los sonidos de la vida misma, las vocalizaciones de las especies, cómo se comunican, y
tenemos los sonidos del humano, que se le llama la antropofonía o antrofonía, sonido antropofénico,
todo lo que es motores principalmente. Los motores son bien invasivos en el contexto natural: aviones,
trenes, autos, todo el ruido urbano principalmente es protagonizado por los motores, y voces humanas.
Ahí hay algo un poco polémico, por ejemplo el ruido que hacen las mascotas, los animales domésticos, si
es considerado antropogénico o de la biofonía, de la naturaleza misma, porque son sonidos que
acompañan al humano en todo momento, entonces ahí hay matices que se pueden estudiar.

Este material [sonoro] se puede usar para distintas cosas. Yo tengo un objetivo bien definido y acotado,
que es construir un modelo de inteligencia artificial para hacer detección automática de especies de
aves a partir de sus cantos. Entonces con este material que estamos registrando, estamos
coleccionando una cantidad importante de muestras de cantos de cada especie. Con esa cantidad de
muestras, con esa base de datos alimentamos una red neuronal para que después ella misma haga el
reconocimiento de forma automática. O sea que, con el tiempo, ya no vamos a tener que nosotros estar
escuchando todos los audios para saber qué hay, sino que la red neuronal nos va a estar entregando la
información de forma automática diciéndonos en una época completa en un año, nos va a decir toda la
actividad acústica que ocurrió de una forma muy precisa, segundo a segundo: quién cantó, a qué hora
cantó, el nombre de la especia, en qué humedal, con una localización espacial-temporal precisa. Ese es
el objetivo, pero para eso hay que trabajar, construir esta base de datos, escuchar mucho, ir
recolectando cada canto, aprendiendo nuevos cantos, que uno no se los sabe todos y cada día aprende
nuevas formas vocales y variaciones.

Las aves cantan para comunicarse principalmente. Ahora, entrar más en detalle en la función de ese
canto es más difícil, pero sí [hay] cosas generales como cantos para conseguir pareja, de cortejo, de
despliegue para mostrarse, cantos de alerta ante peligros de depredadores, cantos territoriales para
proteger su espacio, para construir su nido. Así podemos encontrar distintas funciones en los cantos.

Yo escucho harto las grabaciones sin expectativas, me gusta hacer eso, [es] como escuchar música.
Escucho las grabaciones, que son bonitas, hay cantos que los conozco pero no me canso de escucharlos,
son cantos bonitos, me intento concentrar y lograr entender el panorama general y me voy en unas
abstracciones de nivel científico, puede ser, pero también de la naturaleza misma de la curiosidad.
“¿Qué está pasando? ¿Por qué estos cantos cortitos?” Hay una información ciertamente que se está
transmitiendo, y no lo sé, y quiero saber qué se están diciendo, pero no lo tengo que interpretar como
humano. Ese es el problema, que uno piensa como humano, en la comunicación humana, y dice “ah, se
está diciendo aléjate de aquí, este es mi territorio”, pero eso lo pienso yo como una especie distinta a la
que estoy escuchando, entonces me tengo que salir un poco de esa visión antropocéntrica y es muy
difícil porque si no pienso como humano ¿cómo pienso? Entonces es como dejar de pensar, en el fondo.
Escuchar es dejar de pensar, es lograr conectarte con el paisaje sonoro mismo, estar ahí, participar de él
como un escuchante atento, ese es el ejercicio, lograr la atención sin pensar y encontrar ciertas -no voy
a decir información ni mensajes- pero encontrar dimensiones, a ese nivel puedes llegar, encontrar
dimensiones, distancias, “este está lejos”, hay una forma, ese concepto es muy clave para mí, la forma.
Cuando intento no pensar logro ver formas, escuchar formas, un canto es una marca en el espacio-
tiempo, el sonido es tiempo, tiene una duración, comienza y termina, y en ese intertanto hay una
modulación, se interpretó una variación vocal o instrumental, se interpretó una forma y esa marca es la
que viaja por el aire y llega a todos los que están ahí escuchando y a los que grabamos -después lo
podemos escuchar en la casa-, y esas formas, que son muy distintas, a veces son variables y a veces son
específicas de cada especie. Cada especie tiene su marca, y esas marcas van interactuando y se van
produciendo y van surgiendo, a veces juntas, a veces separadas, a veces surgen a la misma hora del día
ciertas formas, y ese estudio es muy entretenido. Es como leer una pintura, como intentar entender una
pintura: uno ve colores, formas, se emociona, se cansa, se agota, pero uno intenta comprender la
utilidad del sonido también, la importancia que tiene en el contexto, lo importante que es el medio en
que estamos, y nos podemos conectar sin tocarnos con esta herramienta sonora, que yo con mi cuerpo
hago vibrar este espacio y te toco, te muevo tu tímpano, pero sin tocarte. En el fondo es como un juego,
hacer mover el aire con mi voz, hago una señal, no la veo pero yo me la imagino, cuando escucho me
imagino las ondas sonoras en el aire, en este momento estoy hablando, estoy haciendo mover el aire de
una forma muy peculiar para que tú me entiendas. Todos los animales saben esto y lo usan. Ahora,
¿cómo entrar en la conciencia de distintas especies? Porque las aves no son como los humanos o los
perros, las aves son montones de especies que son distintas. Obviamente hay familias, uno las puede
agrupar, hay ciertas similitudes, pero hay bastante variabilidad, es un universo, es como estudiar el
universo o el cerebro humano. Estudiar el canto de las aves es una cosa bien críptica y entretenida.

Pienso que la comunicación tiene que ver más con la transmisión, como un mecanismo compartido por
todas las especies parlantes de este mundo. Por otro lado, el lenguaje ya es una cosa más compleja,
porque hay lenguaje de todo tipo, no sólo sonoro, y es bien particular para cada especie, cada especie
tiene su propio lenguaje. Y también hay lenguajes compartidos en donde podemos participar, porque yo
escucho un canto y puedo ver que ese ave me está diciendo “oye, no te acerques para acá, que está mi
nido”, me lo dice con cierta impronta, me para y yo lo escucho, lo entiendo y me detengo, analizo,
respiro y digo “ya, está enojado, no voy a pasar por ahí, voy a tener cuidado, lo voy a entender, me está
diciendo algo claramente”. Entonces eso es lenguaje compartido, hay cosas que son muy evidentes.

Las aves tienen lengua, la usan para hacer modulaciones y podemos encontrar todo tipo de
modulaciones en los cantos, cosas más puras como un tono puro, un silbido, un cortito, cosas más largas
donde va variando su frecuencia, agregando ruido, traqueteos, el trino, esta cosa rápida, cosas sutiles
también como unos ronquidos que hacen unas especies, el arrullo mismo que es una cosa muy parecida
al ronroneo de un gato, una cosa que vibrara todo el cuerpo. Hay cosas curiosas como el canto de la
becasina que es un despliegue que hace y un movimiento de sus rectrices unas plumas que las bate de
cierta forma que genera un sonido muy particular y hace su despliegue empezando el invierno. En el
solsticio de invierno empieza el coro de becasinas al amanecer y es una cosa impresionante, muy bonita.
Me encanta escuchar becasinas en el amanecer.

[También escucho] un montón de ranitas, sapitos; se escuchan algunas cosas de murciélagos, ellos
cantan en el ultrasonido, no cantan sino que son sonidos de localización principalmente que están por
encima de nuestro espectro audible, pero hay algunas cosas que yo escucho que son bien agudas y son
propias de murciélagos; bichos, hartos insectos; y la intervención humana que siempre está. La lluvia acá
es un protagonista sonoro totalmente, está todo el año. Hay algunas correlaciones con la lluvia, cuando
hay una lluvia fuerte la actividad vocal baja porque buscamos refugio todos, las aves también lo hacen,
se refugian, después pasa la lluvia y vuelve la actividad. lo mismo con el viento, cuando hay viento fuerte
baja actividad acústica, pasa el viento y vuelve a surgir. Eso es en los humedales, si vamos a la costa
podemos encontrar otras interacciones con el sonido del mar, que son más fuertes y están todo el día, el
oleaje es algo constante.

Hay un tema que me llama la atención: la cuestión de la temporalidad. Situémonos en la dimensión


temporal de nuestra percepción. Nosotros percibimos el tiempo de una cierta manera, y esa percepción
nos permite emitir una palabra o una frase dentro de un tiempo determinado, donde hay un desarrollo,
hay una respiración, hay una entonación, y te entrego este mensaje a través de esa frase que duró 10
segundos. Yo escucho a un ave cantando que entrega una frase en 2 segundos, entonces yo me pongo a
pensar: en esos 2 segundos, que para mí fueron 2 segundos, quizás para esa especie su percepción es
distinta, y ella vive en 2 segundos lo que yo vivo en 2 minutos, y en esos 2 segundos que yo escuché [su
canto] para ella fue todo un discurso, donde hay matices, hay entonaciones, cosas que yo no puedo
captar, porque tenemos ciertas limitaciones que para ellos puede que no, y esas son preguntas que
están abiertas. Hay algunos investigadores que se han atrevido a decir que las aves perciben el tiempo
de forma distinta a como la percibimos nosotros, pero eso no está totalmente claro, es algo que hay
que de verdad estudiarlo. Yo a veces hago el ejercicio de escuchar los cantos en una reproducción más
lenta, se baja el pitch obviamente, se escucha más grave, y es curioso, aparecen sílabas nuevas,
aparecen notas nuevas que yo no las escuchaba en tiempo real y lo encuentro fascinante, poder bajar la
velocidad del tiempo y entrar en este mundo que pareciera ser un canto cortito, pero a lo mejor no es
un canto cortito, es un canto que se despliega y que tiene sus matices, sus respiraciones y sus
modulaciones en un espacio de 2 segundos para mí, entonces ahí hay un campo importante para
investigar.

Hay señales acústicas que producen las aves que pueden ser innatas o pueden ser aprendidas , y eso
está muy diferenciado. Hay un grupo importante que tiene la capacidad de aprender y hay otro grupo
que no, o no se sabe muy bien hasta qué punto pueden, pero pensemos que hay un grupo que tiene una
capacidad vocal innata, o sea, que nacen con esa capacidad y no la aprenden, la traen en un
componente genético, y hay otro grupo importante que tienen la capacidad de aprender y en el
desarrollo de su vida van escuchando a sus padres o a sus individuos cercanos -o a su propio paisaje
sonoro-, cada pollo de este grupo empieza a recibir información externa, la integra y aprende un canto,
y puede aprender cosas de otros pájaros que no son sus padres o que no son su propia especie, o
pueden imitar cantos de otras especies, incluso no necesariamente aves, pueden imitar ruidos, cosas
muy raras que se ven en la naturaleza, y hay cosas que pueden hacer las aves que tienen que ver con el
aprendizaje, y eso es un campo bien abierto de investigación, el aprendizaje en el canto, porque pueden
hacer cosas muy curiosas, y pueden hacer interpretaciones vocales únicas que no se van a volver a
repetir, tienen esa capacidad algunas especies. Acá en Chile tenemos al zorzal y a la tenca, por ejemplo,
dos grandes intérpretes que imitan, que cantan mucho, tienen mucha variabilidad, generan sílabas
copiadas de otras especies que confunden a uno cuando está escuchando, a veces [uno] tiene que tener
cuidado de no pensar que esa especie es la que uno cree porque puede que sea la imitación de otra.

He encontrado sílabas que se comparten. Ahora, el término imitar es un poco polémico, yo prefiero
pensar en que se comparten ciertas sílabas. El canto del zorzal, por ejemplo, que es un canto largo y
con muchas notas distintas y variaciones, de repente entre medio aparece el canto, que no es un canto
en verdad, es como un llamado cortito de otra especie, por ejemplo el fiofío, que es un silbido muy
cortito, muy estereotípico, que no cambia, muy fjo, se te aparece entre medio del canto del zorzal, pero
así perfecto, está cantando el zorzal y entre medio el sonido de un fío fío, por imitación, porque
comparten esa sílaba, porque significa algo esa sílaba, anda a saber tú.

Es difícil catalogar los tipos de sonido, hay distintas [categorías], la literatura no se ha puesto de
acuerdo. Se usa mucho el lenguaje musical: notas, entonación, ese tipo de lenguaje, elementos dentro
de la señal. Pero sí podríamos pensar en tres tipos de características que podemos ver en un canto: un
canto que tiene tono puro, un canto tonal, donde el sonido es muy simple, pensemos que es un silbido;
después viene un canto un poco más armónico, donde aparecen componentes más complejos, donde se
enriquece el timbre, una cosa más gruesa, y luego tenemos el ruido, donde hay gritos, donde hay cosas
más, en términos espectrales, llenas, ocupan todo el espectro para emitir sonidos. Entonces esos tres
tipos de categorías se podrían utilizar, pero no están bien delimitados, hay matices entre medio.

El acorde es una cosa muy específica de la música, no me atrevería a hablar de acordes sino de cantos
armónicos, que son más o menos parecidos. El armónico te suma componentes. Un tono puro piensa en
una línea; un sonido armónico es esta línea, más una encima, más otra arriba, más otra arriba, que son
múltiplos. La matemática está presente, obviamente, estos son fenómenos físicos principalmente, es un
campo biofísico. Es interesante estudiarlo desde ese punto de vista, como una cosa de la ciencia
biológica que tiene su complejidad y la física que tiene su forma matemática de aproximarse, esta
mezcla, este cruce es bien interesante poder lograrlo.

Hay especies que andan en bandadas: los loros, los rayaditos, que andan en grupos pero también se ven
solos. Hay de todo. En particular, lo que me ha sido difícil es poder diferenciar los cantos de los loros que
hay acá, que andan siempre en grupos grandes, y poder diferenciar los dos loros nativos que tenemos
acá, que son la cachaña y el choroy, y que son muy parecidos. Y es un problema, porque si queremos
lograr alimentar esta red neuronal para que haga este reconocimiento automático tenemos que
enseñarle a diferenciar estos dos cantos y todavía no soy capaz auditivamente de hacer esa
diferenciación. Así que es un trabajo que tenemos que hacer, lograr diferenciar estos dos tipos de
cantos de loros de acá en la región.
La idea de esta red neuronal es entender el fenómeno del ciclo completo. El ciclo completo -yo lo
entiendo así- es el ciclo astronómico: el día y el año, el día es la rotación y el año es la traslación, ahí se
cumple el ciclo y se vuelve a empezar. Queremos que esta red neuronal nos entregue una información
precisa de cómo es el comportamiento vocal dentro de estos ciclos, dentro del año y dentro del día,
para poder entender las dinámicas que hay, cómo podemos después hacer estudios más acotados, ir
haciéndonos preguntas cada vez más específicas. Esta es una pregunta más general, es como la primera
pregunta: qué pasa en el año y qué pasa en el día, a qué hora cantan, quiénes cantan a qué hora,
quiénes cantan en qué estación, qué tipos de cantos suceden en primavera, en otoño, en invierno, en el
amanecer, en los crepúsculos. Ese tipo de preguntas que para mí es la primera, todavía no la logro
contestar, entonces para eso es la red neuronal, porque es un trabajo que manualmente es muy
costoso, se necesita mucho tiempo para lograr llegar a esa información, y con esta red neuronal, una vez
que la tengamos bien entrenada, vamos a poder tener esa respuesta, que es la primera respuesta, ojalá
el mayor número de especies y poder tener esta dinámica de actividad anual y diaria durante el ciclo
completo.

En tiempos de calentamiento global los humedales son clave, porque retienen carbono, son unas
esponjitas que ante inundaciones -que se vienen, eventos estocásticos del clima están sucediendo y
van a suceder cada vez con mayor frecuencia-, los humedales van a ser claves para proteger a la
mismas poblaciones humanas, así que hay que cuidarlos para salvarnos a nosotros mismos, es una
cuestión muy básica. Y, por otro lado, porque queremos aprender de la biodiversidad que hay ahí, que
hay una biodiversidad importante, y a mí personalmente me interesa comprenderla bien, aprender de
estas especies que están ahí y que viven y conviven y solucionan sus problemas, aprender de ellos,
conocerlos para poder aprender de ellos.

El reino vegetal también suena, el contacto con la atmósfera. Hay algunos estudios muy de ahora, muy
actuales, que han investigado la reacción al sonido, por ejemplo, de abejas, el aleteo que produce una
cierta frecuencia que es muy particular, esa frecuencia se sugiere que es capaz de producir más néctar
en la flor. Por ejemplo, podríamos pensar que hay especies de plantas que tienen la capacidad de
escuchar, de alguna forma. Es un estudio muy actual, tal vez de este año. Cosas como esa se están
estudiando, la aproximación a la acústica en las especies de plantas. Y bueno, los sonidos geofísicos, que
no son animales, es la naturaleza misma, la atmósfera suena, el agua suena, el viento, la lluvia.
Ideas clave

1. investigar los paisajes sonoros de la eco-región valdiviana


2. entender los humedales desde un punto de vista sonoro
3. hay especies que solo podemos encontrar en esta parte del mundo
4. construir un modelo de inteligencia artificial para hacer detección automática de especies de
aves a partir de sus cantos.
5. Escuchar es dejar de pensar (salir de la visión antropocéntrica)
6. un canto es una marca en el espacio-tiempo
7. las aves perciben el tiempo de forma distinta a como la percibimos nosotros
8. Hay señales acústicas que producen las aves que pueden ser innatas o pueden ser aprendidas
9. cómo es el comportamiento vocal dentro de estos ciclos completos
10. haciéndonos preguntas cada vez más específicas

links:

https://laderasur.com/articulo/proteccion-de-los-humedales-en-chile-cual-es-su-importancia-y-
situacion-actual/

https://uchile.cl/noticias/178754/u-de-chile-podcast-humedales-y-su-importancia-para-el-ecosistema

https://www.conaf.cl/parques-nacionales/conservacion-de-humedales/

https://www.mhnv.gob.cl/noticias/revitalizar-y-restaurar-los-humedales-degradados-es-el-lema-del-
2023

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