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La piedra de

Rosetta
Algoritmos y Métodos de
Cifrado

Pablo Macias Olivares


Nacido el 23 de diciembre de 1790 en Francia, Champollion demostró un prodigioso
talento lingüístico desde temprana edad. Su fascinación por las lenguas antiguas lo
llevó a explorar diversas culturas, pero su interés por Egipto y su cultura milenaria
fue una constante a lo largo de su vida.

Champollion dedicó años de estudio y meticulosa investigación a la decodificación


de los jeroglíficos, un desafío que había desconcertado a los eruditos durante siglos.
Su punto de partida fue el desciframiento de la Piedra Rosetta, una inscripción
trilingüe que presentaba un texto en griego, demótico y jeroglíficos egipcios.
Utilizando su profundo conocimiento en lenguas antiguas, incluido el copto, y
combinando ingeniosamente la comparación de textos similares en diferentes
idiomas, Champollion comenzó a desentrañar el enigma de los jeroglíficos.

Su avance clave llegó en 1822, cuando finalmente logró identificar el nombre de


Ptolomeo en la Piedra Rosetta, utilizando la correspondencia con la versión griega
del texto. A partir de este descubrimiento, Champollion pudo identificar y asignar
sonidos a varios signos jeroglíficos, lo que marcó el comienzo de la comprensión
moderna de esta antigua forma de escritura.

La contribución de Champollion va más allá de la mera traducción de símbolos; su


logro representó un avance fundamental en la comprensión del antiguo Egipto.
Permitió acceder a un vasto tesoro de conocimiento histórico, cultural y religioso,
revelando los secretos de una civilización perdida durante siglos.

Además de sus logros académicos, Champollion desempeñó un papel crucial en la


fundación de la egiptología como disciplina académica. Su trabajo sentó las bases
para futuras investigaciones y exploraciones en el campo de la egiptología,
inspirando a generaciones de estudiosos a adentrarse en el mundo antiguo del Nilo.

Sin embargo, la vida de Champollion estuvo marcada por desafíos y dificultades. A


pesar de su genio intelectual, enfrentó oposición académica y política, así como
restricciones financieras que obstaculizaron su labor. A los 41 años, en 1832,
Champollion falleció dejando un legado que trasciende las limitaciones de su
tiempo.
• Pasión por los idiomas: Desde joven, Champollion mostró un talento
excepcional para los idiomas antiguos y una fascinación particular por Egipto
y su cultura milenaria.
• La Piedra Rosetta: El desciframiento de la Piedra Rosetta, con su inscripción
trilingüe en griego, demótico y jeroglíficos, fue fundamental en su trabajo.
Logró identificar el nombre de Ptolomeo, clave para comprender el sistema
de escritura jeroglífica.
• Rompiendo el código: Utilizando una combinación de conocimientos en
lenguas antiguas, como el copto, y comparando textos similares en distintos
idiomas, Champollion asignó sonidos a los símbolos jeroglíficos, revelando
su significado.
• Avances significativos: En 1822, Champollion realizó un descubrimiento
crucial al identificar la escritura fonética en los jeroglíficos, lo que permitió la
comprensión de nombres y palabras.
• Construcción del alfabeto egipcio: A partir de sus hallazgos, Champollion
pudo reconstruir un alfabeto egipcio, lo que fue esencial para la traducción
de otros textos jeroglíficos.
• Fundación de la egiptología: Su trabajo sentó las bases de la egiptología
como disciplina académica, abriendo un nuevo campo de estudio sobre el
antiguo Egipto.
• Impacto en la comprensión histórica: La decodificación de los jeroglíficos
permitió un acceso sin precedentes al conocimiento histórico, cultural y
religioso de la antigua civilización egipcia.
• Desafíos y oposición: A pesar de su brillantez, Champollion enfrentó
resistencia académica y financiera durante su trabajo, lo que dificultó su
labor.
• Legado perdurable: Aunque falleció a los 41 años, su legado perdura como
un hito trascendental en la comprensión del antiguo Egipto y continúa siendo
una fuente de inspiración en el campo de la egiptología.
• Conexión con la historia: Champollion no solo descifró antiguos símbolos,
sino que conectó al mundo moderno con una de las civilizaciones más
enigmáticas y fascinantes de la historia humana.

Conclusión
Jean-François Champollion no solo fue un lingüista excepcional, sino también un
pionero que desbloqueó los secretos de una de las escrituras más enigmáticas de
la humanidad. Su contribución al entendimiento de los jeroglíficos egipcios no solo
iluminó el pasado, sino que sentó las bases para la comprensión de una civilización
antigua, permitiendo que el mundo contemporáneo se conectara con la rica historia
del antiguo Egipto.

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