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“El Mago” decía, sobre las tecnologías populares “como la respuesta a una necesidad
de la persona y las comunidades”. Entendemos la palabra necesidad como la
formación de ideas que son impulsadas en cierto sentido para la conservación de la vida.
De los variados e importantes ejemplos que Don Luís nos brindó, muchas de sus
turbinas hidroeléctricas que dibujó y fabricó, además de abastecer de electricidad a
las comunidades, algunas se incorporaban a los sistemas de riego produciendo
variedades de hortalizas y en especial la tradicional papita andina. Acá era donde “El
Mago” argumentaba, si talamos, quemamos, deforestamos los bosques o
mermamos los recursos hídricos, la turbina no tendrá agua para alimentar la luz
eléctrica, para echar andar al sistema de riego, mojar los cultivos, no pudiéndose
organizar, ni avanzar socialmente la comunidad. La tecnología de la energía
hidráulica actúa como un antídoto en la preservación no sólo del ecosistema,
también para el sostenimiento del sistema de producción agrícola.
De lo evaluado podemos decir, que existe una diferencia entre lo que es tecnología
popular y tecnología apropiada. La primera nace de las necesidades y valores
personales, de las ideas, ingenio, conocimiento humano llevando a crear y reforzar los
valores sociales, productivos y culturales del individuo y comunidad. La connotación de
lo popular se refleja en la tecnología apropiada también, por ello la definimos como: la
tecnología que tiende armonizar y crear nexos de interdependencia entre en
conjunto de tecnologías destinadas a la producción de bienes y servicios,
proporcionándoles el carácter de sustentabilidad, de equidad en los usos de los
recursos naturales y de la transformación social necesaria, afianzando los valores
históricos y culturales de las comunidades.
Las ideas precedidas como otras tantas, que se mantienen en nuestro acervo popular, en
las creaciones de tecnologías populares: de Baudilio Belandría en armería,
herramientas varias y metalurgia; en las cerámicas Camay del padre lasallista
Eusebio; la de los Hermanos Molina y sus centrales de teléfonos; antenas de tv;
aparatos de transmisión de radio y de uso domestico; el helicóptero de Vicente
Zambrano; la arquitectura popular de Fruto Vivas; el bambú de Julio Unda; las
creaciones de Benjamín Molina en tecnologías de viviendas a diferentes escalas de
construcción; la medicina natural de Ramón González; en los instrumentos musicales
de Sixta Sarmiento; Pedro Reyes Millán y la transformación del taparo; los cien años
de ensemillamiento de Ramón Castellanos en Timotes; los ovejos agrecológicos de
Alejandro y Carolina en Punta Gorda, Barinas; en fin estas como otras tantas
tecnologías populares y apropiadas se estarán valorando en el marco del Seminario
Internacional de Políticas Públicas para la Transformación Social el cual se
organiza desde el 26 al 29 de Julio en las instalaciones y bajo el auspicio del
Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Válido encuentro, el cual debe apuntar al impulso de las iniciativas con éxito y validez
científica no sólo que alimente y fortalezca los avances de la misión ciencia y la misión
vuelvan caras. Las conclusiones de este encuentro deben apuntar a generar nuevas
acciones de políticas públicas en ciencia y tecnología las cuales legitimen los
distintos desarrollos tecnológicos comunitarios que siguen resistiendo y esperan
por desplegarse hacia otras comunidades que también están dispuestas a
compartir los beneficios y avances de nuestras tecnologías populares y apropiadas.