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Este documento pide que Dios bendiga a su pueblo en el nuevo año y proyecte su santo Nombre sobre nosotros. También implora la bendición de Dios sobre nuestras familias, nuestro país y el mundo entero. Finalmente, insta a seguir el ejemplo de los pastores que adoraron a Jesús recién nacido, reconociendo que él trajo la esperanza de Israel y toda la humanidad.
Este documento pide que Dios bendiga a su pueblo en el nuevo año y proyecte su santo Nombre sobre nosotros. También implora la bendición de Dios sobre nuestras familias, nuestro país y el mundo entero. Finalmente, insta a seguir el ejemplo de los pastores que adoraron a Jesús recién nacido, reconociendo que él trajo la esperanza de Israel y toda la humanidad.
Este documento pide que Dios bendiga a su pueblo en el nuevo año y proyecte su santo Nombre sobre nosotros. También implora la bendición de Dios sobre nuestras familias, nuestro país y el mundo entero. Finalmente, insta a seguir el ejemplo de los pastores que adoraron a Jesús recién nacido, reconociendo que él trajo la esperanza de Israel y toda la humanidad.
nosotros» (Sal 66,2). Es particularmente significativo que al comienzo de cada año Dios proyecte sobre nosotros, su pueblo, la luminosidad de su santo Nombre, el Nombre que viene pronunciado en la solemne fórmula de esta bendición bíblica. En este inicio de año, imploremos la bendición de Dios sobre nosotros, sobre nuestras familias, sobre nuestro país y sobre el mundo entero. La paz se encuentra entre los anhelos más profundos de todos los corazones. La paz, como la creación entera, es gracia de Dios que se nos ha confiado para que la gestionemos, la realicemos y la disfrutemos. Sigamos el ejemplo de los humildes pastores ( Lc 2,16-21) quienes vieron más allá de las apariencias y dieron gloria y alabanza a Dios. Ellos vieron que en aquel niño estaba presente la esperanza de Israel y de toda la humanidad. Sintieron que estaban ante el amanecer de un cielo nuevo y una tierra nueva. Por eso su admiración, alegría profunda, su gozo, su acción de gracias, contemplación y de adoración.