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INTRODUCCIÓN A LA BALÍSTICA
FORENSE
1. Balística forense. Concepto
El estudio de la balística empieza con datos previos conocidos: tipo del arma utilizada; la
forma, dimensiones y peso de la bala; cantidad y clase de la pólvora usada. Para después
verificar los frutos obtenidos, o también deseando unos determinados efectos balísticos,
proyecta parte de los elementos mecánicos térmicos. Pero siempre lo hace mediante la
observación empírica de los efectos conseguidos en las pruebas (prueba controlada).
Sin embargo en la balística forense el problema que normalmente se plantea parte de los
resultados ocasionados, y a través de su examen, intenta conocer su origen. Del efecto se
pretende saber su causa.
Resumiendo se puede afirmar que la balística fundamenta sus cálculos del conocimiento de
las fuerzas impulsoras y de las de resistencia. Mientras que la balística forense conociendo
los efectos ocasionados por un arma de fuego, los que igualmente estudia, determina origen,
trayectoria e identificación de la causa.
Estudia los fenómenos que ocurren en el interior del arma de fuego, desde que se
produce la percusión hasta que la bala abandona el cañón del arma. Incluye por
lo tanto los fenómenos relacionados con los sistemas de alimentación, percusión,
obturación y extracción de los cartuchos, la deflagración de la pólvora, el
movimiento lineal causado por la presión de los gases, y el movimiento
rotacional que adquiere el proyectil en virtud del rayado del ánima.
En las armas de fuego modernas se utilizan cartuchos que poseen todos los
elementos necesarios para el disparo. La bala, que será lanzada; la pólvora o
carga de propulsión; la cápsula iniciadora, que contiene una mezcla detonante,
que al ser percutida produce una llama que enciende la pólvora; y la vaina o
casquillo, cuya función es contener a todos los anteriores, además de asegurar
una óptima obturación de manera que se aprovechen al máximo los gases
generados por la deflagración de la pólvora.
Esta primera etapa se origina toda ella en el interior del arma, principalmente en
la recámara y el cañón. El proceso de disparo, que puede varia según el tipo de
arma, tarda en producirse de alrededor de 5 a 10 milisegundos.
Estudia el comportamiento del proyectil desde que sale de la boca del cañón del
arma de fuego, hasta que colisiona con alguna barrera. Incluye todo lo referente
a los sistemas de mira de las armas y cálculo de trayectorias en el aire. Se
entiende por trayectoria el espacio recorrido por dicho proyectil en el aire, desde
la salida por la boca de fuego hasta la llegada al blanco.
El tipo de munición influye en los efectos que produce y son factores de gran
importancia para determinar la fuerza de penetración de un proyectil: la
forma alargada del mismo, la resistencia de éste a la deformación, la
capacidad de expandirse, la solidez de su revestimiento y la adherencia de
esta al núcleo, así como el poder de la pólvora.
Este campo es propio de los médicos forenses, quienes son los que realizan las
autopsias y valoraciones médicas sobre el cuerpo, no sobre las ropas, las cuales
por lo general se envían al laboratorio de balística. Al analizar la morfología de
la herida y los signos adyacentes, se puede establecer si los disparos son de
contacto, próximos al contacto, o a cierta distancia. Además, el análisis de la
causa de la muerte es útil para estimar el tiempo de vida y movilidad de la
persona luego de recibir el disparo. Esto, junto con la determinación del trayecto
intracorpóreo, son datos necesarios para reconstruir una posible dinámica sobre
cómo ocurrió el disparo, así como descartar o comprobar versiones de testigos, o
hipótesis de investigación.
Cuando una bala es disparada sale del arma acompañada de una serie de gases y
partículas, los cuales viajan a corta distancia, por lo general menor de un metro.
Mediante el análisis de la superficie de impacto, habitualmente las prendas de
vestir de una persona, y de acuerdo con el área de la depositación de estas
partículas, se puede establecer la distancia aproximada a la que se encontraba el
arma de fuego. Esto es de gran importancia para descartar o confirmar versiones
de testigos o hipótesis en la investigación criminal. También se realizan análisis
en las manos de los sospechosos y ofendidos para indagar si pudieron haber
disparado un arma de fuego, por medio de la detección de los residuos del
disparo. Este campo de estudio corresponde al ámbito de la química.
Por medio del análisis de los orificios provocados por el paso de una bala en un
lugar cerrado, es posible determinar la trayectoria del disparo, su sentido y
ángulos, así como establecer una posible ubicación de quien disparó. En el caso
de múltiples disparos, es posible en ocasiones establecer la secuencia de los
disparos. Además, junto con los análisis de distancias de disparo, trayectos
intracorpóreos, y resultados identificativos, se establecería una dinámica sobre
cómo ocurrieron los hechos.