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"Lucas y el Libro Mágico: Superando la Dislexia"

Había una vez en un pequeño pueblo


llamado Villa Esperanza, un niño llamado
Lucas. Desde muy temprana edad, Lucas
enfrentaba dificultades en su aprendizaje. Los
estudios revelaron que tenía dislexia, un
trastorno del aprendizaje que afectaba su
capacidad para leer y escribir con fluidez.
A pesar de las dificultades que encontraba en
el colegio, Lucas era un niño curioso y
soñador. Siempre estaba buscando nuevas
formas de aprender y descubrir el mundo que
lo rodeaba. Sin embargo, la dislexia a
menudo le generaba frustración y le hacía
sentirse diferente a los demás niños.
Un día, mientras exploraba el desván de su casa, Lucas encontró un antiguo libro mágico. Al
abrirlo, se dio cuenta de que las letras y las palabras cobraban vida ante sus ojos. Fascinado por este
descubrimiento, decidió aventurarse en el mundo de las letras vivientes.
En su travesía, Lucas se encontró con personajes como la “Dama de la D”, quien le enseñó a
reconocer los sonidos de las letras, y el “Caballero de la C”, quien le mostró cómo combinarlas para
formar palabras. A medida que avanzaba en su viaje, Lucas descubrió estrategias y técnicas
especiales para superar los obstáculos que la dislexia le presentaba.
Aunque cada paso adelante era un desafío, Lucas nunca se rindió. Encontró apoyo en sus padres,
maestros y amigos, quienes lo alentaban y le recordaban que su dislexia no definía quién era como
persona.
Con el tiempo, Lucas se convirtió en un verdadero héroe literario. Sus habilidades de lectura y
escritura mejoraron considerablemente, y su creatividad floreció. Comenzó a escribir sus propias
historias, inspirando a otros niños con dislexia y demostrándoles que no hay límites para sus sueños.
La historia de Lucas se extendió por todo el pueblo, convirtiéndolo en un símbolo de esperanza y
superación. Su valentía y determinación sirvieron como ejemplo para todos los niños que
enfrentaban trastornos del aprendizaje, recordándoles que con esfuerzo y apoyo, podían alcanzar
cualquier meta que se propusieran.
Y así, Lucas vivió felizmente en Villa Esperanza, compartiendo su amor por las palabras y
enseñando a otros niños a abrazar sus diferencias y a creer en su propio potencial.

Lina Milena Torres Páez -San Agustín-sabatina -API segundo semestre

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