ARITMÉTICA MAYA

MATEMÁTICAS CUÁNTICAS

CLAUDE PAQUET
 MATEMÁTICAS MAYAS
A LAS ECUACIONES CUÁNTICAS Los mayas creían en la recurrencia de ciclos de creación y destruc-
ción y para ellos las eras duraban, según nuestro moderno sistema
Desde nuestros lejanos orígenes, la interpretación del mundo antiguo de cómputo del tiempo, unos 5200 años. El ciclo actual habría
siempre ha estado asociada al chamanismo a través de la expresión comenzado en 3113 o 3114 a. de nuestro calendario.
artística. (Cantar, bailar, dibujar) Según R. Hamayon , las visiones
del chamán no son fenómenos fisiológicos espontáneos, sino mani- No es fácil, a partir del conocimiento que tenemos hoy de la civi-
festaciones culturales y simbólicas propias del momento de su lización maya, interpretar su cosmología. Sin embargo, parece obvio
expresión. David S. Whitley , de la Universidad de Los Ángeles, que los mayas veían la Tierra como una forma plana y cuadrada.
estableció que los chamanes nativos americanos dibujaban en las Cada uno de sus cuatro ángulos estaba ubicado en un punto cardinal
paredes las visiones que les habían aparecido durante sus "sueños". y estaba representado por un color: rojo en el este, blanco en el
Su contacto con los espíritus otorga poderes especiales al chamán. norte, negro en el oeste y amarillo en el sur. El centro era verde.
Los niveles del cosmos chamánico son accesibles para los chamanes
a medida que exploran sus estados alterados de conciencia para Algunos mayas también creían que el cielo estaba estratificado y
cumplir con sus diversas tareas. que cada uno de sus cuatro ángulos estaba sostenido por una deidad
de impresionante musculatura llamada " Bacab ". Para otros, el cielo
El acceso a su camino de exploración es lo que los antropólogos estaba sostenido por cuatro árboles de diferentes colores y especies,
llaman "axis mundi ". Estos conocimientos adquiridos en estados y en el centro se encontraba la verde ceiba .
alterados de conciencia se convierten en materia prima para un uso
cultural potencial. En el pasado, en algunas comunidades, los Para los mayas, la forma aplanada de la Tierra representaba el lomo
chamanes relataban sus experiencias en cuentos, canciones y mitos; de un cocodrilo gigante descansando en un estanque lleno de nenú-
a veces los pintan sobre materiales perecederos como pieles de tam- fares. En el cielo, la contrapartida del cocodrilo era una serpiente
bores y ropa o sobre paredes de roca. bicéfala, noción sin duda atribuible al hecho de que el término maya
que designa el cielo se asemeja a la palabra serpiente. En caracteres
Las condiciones en que vive el hombre le obligan a percibir una jeroglíficos, el cuerpo de la serpiente del cielo está representado no
cierta cantidad de fenómenos visuales muy específicos de su solo por su propio signo -barras cruzadas- sino también por los del
entorno, tanto intelectual como físico. Estos activos visuales son Sol, la Luna, Venus y otros cuerpos celestes.
verdaderas simbiosis de hábitos y costumbres culturales,
conocimientos científicos, leyes ópticas e intuiciones perceptivas, La imagen del rostro humano emergiendo de las fauces de la serpi-
creencias religiosas e incluso ilusiones míticas de una sociedad ente es un tema frecuente en el arte maya. Por otro lado, en este
determinada en un momento determinado. Como bien dijo Riches, caso, la escultura de la serpiente cubierta de plumas es un agregado
el chamán es "creador de la cosmología", la inherente a su época. posterior (tolteca) al diseño geométrico del mosaico maya. La ima-
gen forma parte de un complicado friso en la fachada occidental del
Este es el caso de las matemáticas y la astrología de los mayas. "Convento", en Uxmal.
Ambos reflejan el grado de conocimiento de su civilización.
cosmología y religión.
El cielo estaba compuesto por 13 estratos, cada uno con su propia
deidad. En el nivel más alto estaba el pájaro muan , una especie de
búho. El inframundo tenía nueve estratos sobre los cuales goberna-
ban nueve señores de la noche. El inframundo era un lugar frío e
inhóspito al que la mayoría de los mayas estaban destinados después
de la muerte. Este universo subterráneo también acogía a cuerpos
celestes como el Sol, la Luna y Venus cada tarde, una vez que cruza-
ban el umbral del horizonte.
Se sabe muy poco sobre el panteón maya. Contenía un número
incalculable de deidades de las cuales al menos 166 llevan nombre.
Esta proliferación se explica en parte por el hecho de que cada una
de las deidades apareció bajo múltiples aspectos. Algunos tenían
más de un género, otros podían ser tanto jóvenes como mayores.
Cada dios que representaba un cuerpo celeste tenía un rostro difer-
ente en el inframundo que se revelaba cada noche en su "muerte".
Algunas fuentes mayas también mencionan a un único dios supre-
mo, llamado Itzamná ,
autor de escritos y mecenas
de las artes y las ciencias.
Su consorte, Ix Chel , era
la diosa del tejido, la medi-
cina y el parto y la antigua
diosa de la luna.
las ceremonias, los días y las estaciones fatídicas, la adivinación, los
eventos, el tratamiento de las enfermedades, la escritura y las
genealogías. .
Todos los rituales mayas estaban dictados por el calendario del ciclo
sagrado de 260 días y todas las manifestaciones tenían un significa-
do simbólico. La abstinencia sexual se observaba estrictamente antes
y durante estos eventos y se practicaba comúnmente la automuti-
lación para proporcionar la sangre con la que se bendecían los
artículos religiosos mediante la unción. La élite estaba obsesionada
con la sangre, la suya y la de los prisioneros, y el rito de la sangría
era un aspecto importante de cualquier evento importante en el cal-
endario maya. La sangría también se usaba para conciliar a los dios-
es y al principio de la decadencia de la civilización maya, los
caciques dueños de vastos territorios corrían, se decía, de una ciudad
a otra para practicar este rito para salvar su reino en proceso de
perdición.

Los sacerdotes mayas no

eran célibes y sus hijos a
menudo los sucedían. El
papel de los sacerdotes
estaba íntimamente ligado
al calendario ya la
astronomía. Controlaban el
aprendizaje y los rituales y
eran responsables del cóm-
puto del tiempo, las fiestas,
Aritmética
Nótese que las ecuaciones han sido consideradas por su valor estéti-
co en la iconografía general del documento
El sistema matemático de los mayas fue el más perfeccionado de los
sistemas de América. El cálculo se realizó utilizando sólo tres sím-
bolos: el punto representaba la unidad, la barra, el número cinco y la
concha, el cero. Los mayas usaban varias combinaciones de estos
tres símbolos para que incluso las personas sin educación pudieran
realizar los cálculos simples que necesitaban en el ejercicio de su
profesión o para su oficio, y también registrar en su calendario even-
tos pasados y futuros. También habían entendido el valor del cero,
un logro notable en comparación con otras civilizaciones del mundo
que aún no habían descubierto este concepto en ese momento.
Los mayas usaban el sistema vicesimal para su numeración, un sis-
tema basado en el número 20 en lugar del número 10. Entonces, en
lugar de cambiar las columnas a 10, 100, 1000 y luego a 10 000,
como lo hacemos nosotros, los mayas pasaron del 1 al 20, a 400, a
8000, luego a 160.000.
Los números mayas, incluidas las fechas del calendario, se super-
pusieron de abajo hacia arriba, verticalmente. El número 3, por
ejemplo, se representó mediante tres puntos alineados horizontal-
mente. El número 12 correspondía a dos barras superpuestas coron-
adas por dos puntos alineados, y el 19, a tres barras superpuestas
coronadas por cuatro puntos alineados. Los dígitos mayores de 19 se
representaron usando la misma secuencia de símbolos, excepto que
se colocó un punto sobre cada grupo de 20. Por lo tanto, para deno-
tar el dígito 32, se usaron los símbolos 12 y 1. Se agregó un punto
sobre esta secuencia que representa un grupo adicional de 20
unidades. Este sistema se repetía hasta el infinito.
El conjunto de símbolos matemáticos permitió incluso a personas
sin educación realizar sumas y restas con fines comerciales. Para
sumar dos dígitos, los símbolos de cada uno de ellos se colocaron
uno al lado del otro y luego se unieron en uno. Así, a una barra
equivalente a cinco se le podían sumar dos barras y un punto para el
11, lo que daba tres barras superpuestas y rematadas por un punto,
que es el equivalente al número 16.
Según los mayas, algunas figuras eran más sagradas que otras por el
papel especial que desempeñaban. 20 era uno de ellos, porque era el
número de dedos de manos y pies con los que los humanos podían
contar. El 5 representaba el número de dedos de la mano o del pie y
el 13, el número total de deidades del panteón original. Al 52 tam-
bién se le atribuía un carácter sagrado ya que era el número de años
comprendidos en una "raya", unidad similar a la de nuestro siglo. Y
como había 400 dioses de la noche, este número también tenía un
valor sagrado.
Los mayas también usaron las cabezas de los glifos como símbolos
numéricos. El número 1, por ejemplo, suele llevar el emblema de
una joven diosa de la tierra, el 2, el de un dios sacrificial, etc. Estos
símbolos son similares a otros glifos que representan deidades, lo
que no dejó de crear cierta confusión en el descifrado, especialmente
porque los glifos numéricos a veces eran compuestos. El número 13,
por ejemplo, podría aparecer como una cabeza de glifo que repre-
senta 10 combinada con una cabeza de glifo para 3. Las cabezas de
glifo numérico también se pueden combinar con puntos, barras y
conchas.
La aritmética era una disciplina lo suficientemente importante entre
los mayas como para figurar en sus obras de arte. En las pinturas
murales, por ejemplo, reconocemos a los escribas de la aritmética,
oa los matemáticos, por los manuscritos numerados que llevan bajo
el brazo. El primero de estos caracteres que se identificó en un glifo
fue femenino.
El Calendario Maya
El calendario maya probablemente data, en su forma final, del
primer siglo antes de Cristo. J.-C. y sería producto de la civilización
olmeca. El cálculo de los sacerdotes mayas era tan preciso que la
corrección de su calendario es diezmilésima de día más exacta que
el calendario actualmente en uso en el mundo.
Una de las funciones más importantes del calendario no era fijar
fechas con precisión en el tiempo, sino correlacionar las acciones de
los gobernantes mayas con eventos históricos y mitológicos. Los
jefes mayas recreaban las hazañas realizadas por los dioses durante
los días míticos, a menudo en el aniversario del evento, una fecha
que los sacerdotes mayas calculaban cuidadosamente. El calendario
también se utilizó para designar el momento de eventos pasados y
futuros. Algunos monumentos mayas, por ejemplo, registran las
fechas de eventos que ocurrieron hace 90 millones de años, mientras
que otros predicen eventos que sucederán 3000 años después.
El calendario también predijo el futuro como es el caso de nuestro
calendario zodiacal. Los mayas creían, por ejemplo, que la fecha de
nacimiento de una persona o el signo bajo el cual nacía determinaba
su destino durante su vida. Por lo tanto, el recién nacido estaba bajo
la influencia de un dios particular a lo largo de su existencia.
Algunos dioses eran más benévolos que otros y un niño nacido bajo
buenos auspicios se consideraba afortunado. El niño nacido bajo la
influencia de un dios menos benévolo debía granjearse su favor
durante toda su vida, especialmente durante tiempos difíciles como
el uayeb del año solar.
Los eruditos a menudo se han preguntado por qué el calendario
maya era tan complejo. La razón de esto es, en parte, que dependía
de los sacerdotes mayas decidir las fechas de los eventos sagrados y
el ciclo agrícola. Así que no importaba que la gente común
entendiera el calendario, y los sacerdotes podían hacerlo hermético a
voluntad.
Astronomía
De todos los calendarios antiguos del mundo, los de la civilización
maya y otras civilizaciones mesoamericanas son los más complejos
y precisos. Los cálculos de la concordancia entre los ciclos mayas
de 260 y 365 días dan, en el trópico, resultados casi idénticos a los
del año solar actual, siendo el margen de error de sólo 19 minutos.
Los astrónomos-sacerdotes mayas buscaban señales en los cielos.
Para rastrear los complejos movimientos del sol, las estrellas y los
planetas, habían construido observatorios y gnomones que medían
las sombras proyectadas y observaban el horizonte; a partir de estas
observaciones, hicieron cálculos eruditos y los anotaron en sus
crónicas o "códices". Luego elaboraron calendarios para registrar el
movimiento de las estrellas y el paso del tiempo. Los mayas también
mantuvieron registros detallados de las fases de la luna sin, sin
embargo, registrar formalmente estos datos en un calendario lunar.
Los mayas también creían que los movimientos del Sol y la Luna
eran, en cada etapa de su trayectoria, guiados por los dioses. A sus
ojos, el Sol y la Luna, en lo profundo de la oscuridad de la noche,
continuaban viajando en el universo subterráneo, bajo la amenaza de
deidades malvadas que querían frenar su impulso. De ahí a creer que
los cuerpos celestes tenían gran necesidad de los hombres y de sus
ritos sagrados como la automutilación, la tortura y el sacrificio
humano, sólo había un paso. Para ellos era simplemente el precio a
pagar por la supervivencia del universo. La muerte se convirtió
entonces en un privilegio que confería la inmortalidad a los desa-
parecidos oa los que se ofrecían en holocausto.
Los ciclos repetitivos de creación y destrucción descritos en la
mitología maya servían para recordar a los humanos la importancia
de sus obligaciones con los dioses que aseguraban la supervivencia
de la humanidad y el precio a pagar por sus fracasos. Según el cal-
endario sagrado maya, cada período de 52 años trajo el amenaza con
la destrucción del universo.
Las deidades y las demás fuerzas de la creación y el caos se vieron
entonces envueltas en una batalla despiadada en el universo de los
mortales, determinando el destino de cada una de las criaturas de
este mundo.
El planeta Venus tenía un significado especial para los mayas y
Quetzalcóatl, por ejemplo, actualmente se identifica con Venus. El
códice de Dresde, una de las cuatro crónicas mayas que sobre-
vivieron, también contiene un registro detallado de las apariciones
de Venus y se utilizó para predecir el futuro. La guerra misma fue
convocada desde el cielo, nuevamente por el planeta Venus. En las
estelas y otras tallas se puede ver la insignia de guerra de Venus
cuando sus apariciones resolvieron incursiones y capturas, especial-
mente en la forma de la "estrella" vespertina. A lo largo de
Mesoamérica, el arte de la guerra a menudo se sintonizaba con los
movimientos de Venus.
La mitología, la astrología y los calendarios mayas se integraron en
un solo sistema de creencias. Los mayas observaban el cielo y los
calendarios para predecir los eclipses solares y lunares, los ciclos del
planeta Venus y los movimientos de las constelaciones. Estos fenó-
menos no se percibían como movimientos mecánicos sino como
actos de las deidades, eventos míticos que se repiten desde la
Creación.
Desde la cultura maya hasta nuestros días solo ha habido inmensos
avances evolutivos dentro del mismo marco conceptual.
El occidental ha olvidado qué bifurcaciones ha atravesado, para
instaurar la cultura que le es propia al final de una "polémica
antimagia". El antropólogo debe reparar este descuido. Esta forma
de abordar las cosas somete a análisis "no sólo el objeto [el mundo
mágico], sino también la forma occidental de abordarlo". Cuestionar
la "realidad" de los poderes mágicos es al mismo tiempo cuestionar
qué es para nosotros la realidad. Quien cuestiona la "realidad de los
poderes mágicos" no puede contentarse con una negación, con el
pretexto de que, en nuestra cultura, la polémica antimágica se ha
asentado. Etnología y humanismo son, por tanto , inseparables. La
etnología ya no se concibe entonces como la "ciencia de las culturas
distintas a la nuestra", sino, fundamentalmente, como la "ciencia de
la relación entre nosotros y otras culturas". La esencia del problema
no es evaluar las prácticas mágicas en sí mismas psicosociales desti-
nadas a proteger la "presencia del hombre" en su mundo, tema fun-
damental de su pensamiento. "El interés primordial del mundo
mágico no es lograr formas particulares de vida espiritual, sino con-
quistar y consolidar el "elemental" "estar en el mundo" o "presen-
cia" de la persona".
Una interpretación historicista del magismo (el mundo mágico) debe
constituirse en un aumento real de nuestra conciencia como histori-
adores, en general; por tanto, debe estar lista y abierta a la conquista
de nuevas dimensiones espirituales, así como a una nueva articu-
lación, incluso a la remodelación completa del método histórico a la
luz de nuevas experiencias.
Es con este espíritu de apertura y comprensión que debemos acer-
carnos al chamanismo contemporáneo. Desde nuestros lejanos orí-
genes, la interpretación del mundo antiguo siempre ha estado asocia-
da al chamanismo a través de la expresión artística. (Cantar, bailar,
dibujar) Según R. Hamayon , las visiones del chamán no son fenó-
menos fisiológicos espontáneos, sino manifestaciones culturales y
simbólicas propias del momento de su expresión. David S. Whitley ,
de la Universidad de Los Ángeles, estableció que los chamanes
nativos americanos dibujaban en las paredes las visiones que les
habían aparecido durante sus "sueños". Su contacto con los espíritus
otorga poderes especiales al chamán. Los niveles del cosmos
chamánico son accesibles para los chamanes a medida que exploran
sus estados alterados de conciencia para cumplir con sus diversas
tareas. El acceso a su camino de exploración es lo que los antropólo-
gos llaman "axis mundi ". Estos conocimientos adquiridos en esta-
dos alterados de conciencia se convierten en materia prima para un
uso cultural potencial. En el pasado, en algunas comunidades, los
chamanes contaban sus experiencias en cuentos, canciones y físicos se han topado con lo inexplicable. La imagen del Universo
mitos ; a veces los pintan sobre materiales perecederos como pieles proporcionada tanto por la Intuición (sensación primordial) como
de tambores y ropa o sobre paredes de roca. por la Razón (información primordial) nos impulsa a un mundo
aleatorio y simbólico. Y la magia viene en ayuda de la razón por
Porque la ciencia y las matemáticas son realmente parte de los desglose _ Entonces, ¿qué es la magia? Cualquier intento de
"activos visuales" de nuestra sociedad y quizás incluso los más dom- explicar el mundo visible por fuerzas impredecibles como la proba-
inantes. La ciencia cuántica con sus ecuaciones cuasi-místicas dan bilidad cuántica es magia, como intentar una explicación del mundo
testimonio de este alivio. La forma en que actúa el papel mágico basada en la intuición como el arte rupestre. Desgraciadamente
proviene principalmente de las fuerzas que pone en movimiento. siempre se ha pretendido oponer razón e intuición, ciencia y arte
Donde hay ciencia también hay magia y misterio. Es cierto que cuando son complementarios desde el punto de vista de la adquisi-
parte de las ciencias fueron elaboradas, sobre todo en las sociedades ción del conocimiento. Estamos atravesados por misterios como los
primitivas, por magos. Los magos alquimistas, los magos astrólogos, neutrinos atraviesan la materia. Tanto los frescos prehistóricos, la
los magos médicos fueron, en Grecia, como en la India y en otros astronomía sumeria y las matemáticas mayas como las ecuaciones
lugares, los fundadores y trabajadores de la astronomía, la física, la cuánticas contemporáneas están incrustados en un espacio de con-
química, la historia natural y las matemáticas. Este tesoro de ideas, ciencia mágica que la física cuántica intenta observar e interpretar
acumulado por la magia, ha sido durante mucho tiempo el capital racionalmente sin éxito. Si el cosmos es mágico, entonces somos
que han explotado las ciencias. La magia alimentó la ciencia y los primitivos cuánticos.
magos proporcionaron eruditos.

El científico moderno, que interpreta el Universo, la vida y por

supuesto al ser humano como un conjunto de complejos mecanis-
mos físicos, químicos y fisiológicos, le ha permitido sacar conclu-
siones asombrosas, tan asombrosas que resultan incomprensibles.
Cada vez más, la lógica cuántica se da cuenta de que existen atribu-
tos potencialmente observables en el Universo pero que tienen tal
suma de paradigmas que son incalculables. Bienvenido al mundo de
la magia. Por lo tanto, existen hasta ahora dos formas incompletas
de acercarse al Universo: la Razón y la Intuición. Incluso podemos
afirmar que la Intuición acude en auxilio de la Razón quebrantada,
como si para "conocer" el Universo, nuestra conciencia también nos
pide "sentir" el Universo. Pensamos entonces en dos sistemas lógi-
cos que se enfrentan cuando no es así, al contrario: el lenguaje
paradójico de la Intuición versus la Razón no quita nada al
conocimiento. La alianza entre la intuición y la razón condujo poste-
riormente a la ciencia de la probabilidad y al surgimiento de las
ecuaciones cuánticas. Excepto que, de ecuación en ecuación, los