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ENTRE PASTORES TE VEAS

(Pastorela cómica)

Narrador: Era la mañana del 24 de diciembre, día soleado y hermoso el ángel Gabriel se
encontraba relajado tomando el sol cuando de pronto suena su celular (canción Cuando
calienta el sol de Luis Miguel)

Gabriel: bueno, si, ¿de aquí pa’lla yo y de allá pa’ca quién?

Narrador: Entonces una voz se escucha a lo lejos

Dios: ¡Gabriel! ¿Qué haces?

Gabriel: Trabajando jefe, como siempre.

Dios: ¿Sabes qué fecha es hoy?

Gabriel: ¿Acaso cree, que a mí se me va a olvidar que día es hoy, jefe? Pos 14 de
febrero! Chin, pero se me olvidó el arco y la flecha.

Dios: No Gabriel es 24 de diciembre, y como sabes hoy en la noche nace mi hijo Jesús
que es el que va a salvar a todos los mortales de sus pecados cometidos como se los
prometí.

Gabriel: ¡Si es cierto!, ¡Cómo se pudo haber olvidado! Y… ¿qué quieres que haga?

Dios: Como sabes seguramente el demonio, Satanás, está buscando la forma de meter
su cola donde no debe. Y tú, debes vigilar que eso no suceda, ve y diles a los pastores
que vayan a ver a mi hijo a Belén que es donde nacerá.

Gabriel: a sus órdenes jefe (se despide haciendo un saludo militar en tono de broma).

Narrador: Mientras tanto en el infierno estaba todos en una fiesta (suena música
moderna de reggaetón, Peso Pluma, entre otros), Satanás y sus siete tentaciones: Gula,
Envidia, Lujuria, Avaricia, Pereza, Ira y Soberbia; cuando de pronto entra uno de sus
súbditos demonios llamado Ponciano e interrumpe la fiesta a lo que los demás se enojan
porque paran la música.

Ponciano: Mi señor Satanás, mi señor Satanás, a que no sabe de lo que me enteré.

Satanás: ¿nos ganamos la lotería?

Ponciano: no mi señor. Algo más importante.

Satanás: ¿Les dieron el aumento de sueldo a los maestros de Tepictla y Comalixhuatla?

Ponciano: Nooooooo.

Satanás: ¡ya sé, ya sé! ¡no me digas que se murió el tal Bad Bunny y lo tenemos aquí!,
que, aunque pensándolo bien eso no sería buena idea pues querría hacer su propia fiesta
en el infierno sin mi permiso.
Ponciano: No, mi señor. Resulta que hoy, en la tierra, nacerá el hijo de su peor enemigo.
Satanás: Me lleva… ¡es cierto!, tenemos que hacer algo para impedir que los pastores
vayan a adorar al mendigo chamaco ese.

Satanás: A ver mis siete tentaciones vengan para acá que tenemos que planear bien
nuestra estrategia de ataque.

Tentaciones (todos): Si (se reúnen simulando un círculo para planear el ataque) …

Narrador: En tanto en la tierra María y José estaban en la carpintería, cuando de


pronto…

María: ¡Ay! José (le grita), Corre que ya va a nacer.

José: ¿ya? Vámonos pronto al Portal de Belén.

Narrador: Mientras tanto en la tierra el ángel Gabriel visitó a los pastores para avisarles
que el hijo de Dios va a nacer y que tenían que ir a Belén para verlo.

Gabriel. Pastores tienen que ir a Belén a adorar al niño Jesús que va a nacer hoy en la
noche, pero tengan cuidado porque Satanás andará rondando para impedir que ustedes
lleguen a su destino.

Narrador- Los pastores emprendieron su camino hacia Belén, el Ángel se quedó


observándoles por un momento, cuando de pronto se le aparece Satanás.

(canción rock y luchas)

Satanás. Tú Gabrielito ¿Qué haces aquí?

Gabriel. Lo mismo te pregunto a ti, ¿Qué haces aquí? Seguramente quieres impedir que
los pastores lleguen a Belén ¿verdad?

Satanás. ¡Lo voy a impedir! aunque me tenga que ir al infierno por eso. ¡A pues yo soy de
allá verdad! Bueno como sea lo voy a impedir.

Gabriel. Claro que no, yo voy a impedir que tú metas tu cola donde no debes.

Satanás. ¿Qué quieres pelea?

Gabriel. ¡Si lo que quiera! Vente.

Comentarista colado. ¡Lucharan a dos de tres caídas sin límite de tiempo! En esta esquina
desde lo más recóndito del infierno y donde los niños groseros y que no hacen la tarea se
van, “míster Satán.

Y en esta otra doña Carlota. No, no, no, perdón, perdón, me equivoque, me equivoque,
me equivoqué. Mmmmm. Desde lo más alto del cielo el Ángel Gabriel.

Narrador: La pelea se torna cada vez más interesante pero como siempre, el bien triunfa
sobre el mal, Gabriel gana dándole una estocada cuando menos se lo esperaba Satanás,
pero también como siempre, el mal nunca se da por vencido y a la hora de marcharse
Gabriel, Satanás suelta una carcajada malévola.

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