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LA HUMILDAD EN LA ORACION
La Oración
Ningún hombre es más grande que su vida de oración. El pastor que no ora está jugando en
religión; el pueblo que no ora está extraviado. El púlpito puede ser un escaparate de
humanos talentos, para la cámara de oración no tiene ventanas al exterior. Pobre como se
muestra la Iglesia hoy día en tantas cosas, lo es más en cuanto a la oración. Tenemos
muchas organizaciones, pero pocos penitentes; muchos espectáculos y actores, pero pocos
orantes; muchos cantores, pero pocos corazones heridos; grandes pastores y débiles
guerreros de Cristo; mucho aparato, pero poca pasión; muchos actuantes, pero pocos
intercesores; muchos escritores, pero pocos luchadores. Fallando en esto fallamos en todo.
Bienaventurado el que tu escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios,
SEREMOS SACIADOS DEL BIEN DE TU CASA Y DE TU SANTO TEMPLO. Con tremendas
cosas nos responderás tú en tú justicia oh Dios de nuestra Salvación. Salmo 65:4-5.
¿QUE ES LA ORACIÓN?
La oración es la manifestación de un corazón humilde. La humildad asegura la gracia de Dios
y nuestra victoria. El corazón humilde no es una opción; es una necesidad. E. M.
Bounds, quien entendía muy bien la vida de oración, dijo: "Dios le concede un gran valor a la
humildad ... Aquello que lleva al alma que ora cerca de Dios es la humildad del corazón.
Aquello que le da alas a la oración es la humildad de mente. Esto es lo que da acceso a Dios
cuando otras cualidades fallan."
E. M. Bounds describe este principio al afirmar: "La humildad es un requisito indispensable
de la verdadera oración. Debe ser un atributo, o característica de la oración. La humildad se
tiene que encontrar en el carácter del que ora como se encuentra la luz en el sol. La oración
no tiene principio, no tiene fin, ni existencia, sin la humildad. Como el barco está hecho para
el mar, así la oración está hecha para la humildad, y la humildad para la oración."
LA ORACION ES EL UNICO MEDIO Y LENGUAJE UNIVERSAL PARA COMUNICARNOS
CON NUESTRO CREADOR
LA ORACIÓN es elevar un ardiente clamor a Dios por alguna cosa específica, juntamente
con la cual vendrán muchos otros dones y gracias. Como portadores de ellos llegaran a
nuestra vida la Fortaleza, Paz y Quietud.
Ellos hablaban de llorar, agonizar, clamar, luchar, "tener dolores" en oración. La razón por
qué estos predicadores de avivamientos eran tan ungidos y saturados con la presencia de
Dios, fue que ellos habían realmente llegado de frente a Su trono en la oración, y que habían
pasado mucho tiempo teniendo comunión con El allí. Este tipo de oración ha siempre sido
una de las claves más importantes para un verdadero avivamiento.
Charles Finney dijo: "Mientras yo no tenía el espíritu de oración, no podía hacer nada ... Me
encontraba incapaz de predicar con poder y eficacia, o de ganar almas..."
George Whitefield dijo: "Días y SEMANAS enteras pasé postrado en el suelo en oración
silenciosa o a voz alta..."
Frank Bartleman escribió: "De noche casi no podía dormir por el espíritu de oración... La
oración literalmente me consumía."
1. desesperado por la tibieza dentro de ellos y en todos los que los rodean,
2. desesperados por el pecado y los falsos compromisos,
3. desesperados por el hecho de que Dios no está siendo GLORIFICADO, que El no es
realmente SEÑOR de Su iglesia, que un mundo moribundo se burla de Sus palabras y
las considera irrelevantes.
4. El avivamiento vendrá cuando el pueblo de Dios se humilla verdaderamente, cuando
ellos remplazan su "imagen positiva" con la realidad del lamento de Santiago: "Afligíos
y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
Humillaos delante del Señor, y él os exaltará." (Stgo.4:9-10)
Como se decía de Evan Roberts: "El se quebrantaba, llorando amargamente ante Dios para
que El les doblegue ante El, en una agonía de oración, con lágrimas corriendo por sus
mejillas, con todo su cuerpo encorvándose de dolor
Cada nueva generación necesita hombres y mujeres que oran. El recurso más poderoso de
la iglesia es una vida transformada. No son los edificios hermosos los que atraen al mundo
hacia Cristo, pero son los hombres y las mujeres que llevan en su interior la marca de Dios.
La oración es el instrumento ardiente de Dios que marca a los hombres. No vamos a
impactar al mundo hasta que hayamos sido marcados por el Maestro. La marca de Dios en
nuestro hombre interior nos dará la victoria en nuestras iglesias, comunidades, y naciones.
Hablamos del éxito y de la prosperidad en vez de la victoria de la cruz. Hemos producido una
generación de cristianos que creen que los diamantes y los carros de lujo son la prueba de
una vida cristiana de éxito. Nos hemos olvidado que fuimos llamados a ser como Jesús. Y
Jesús no pensaba en términos de un éxito externo; Él vivía solamente con el pensamiento de
la obediencia. Su gozo era hacer la voluntad del Padre. El un dia dijo: Mat 8:20 "Las zorras
tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su
cabeza".
1. La primera señal de que el escándalo ha brotado en el cielo es la falta de oración -
cuando la dulce fragancia de las oraciones de los hijos de Dios dejan de ascender
hasta Su trono. La iglesia comienza a depender de la tecnología y el talento,
sustituyendo el poder de Dios por el ingenio del hombre.
2. La iglesia empieza a caminar en base a la burocracia en lugar de las rodillas
postradas. La iglesia empieza a ser entrenenida con chistes, obras de teatro y
conciertos en lugar de llevarla al trono de la gracia.
JESUS DIJO: Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían
en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las
palomas. Y les dijo: Escrito está: ``MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION, pero
vosotros la estáis haciendo CUEVA DE LADRONES. Y en el templo se acercaron a El los
ciegos y los cojos, y los sanó.… Mat-21:12-14
Cuando es reemplazada la oración con la forma y la función, la iglesia se vuelve
espiritualmente anémica. Dijo Andrew Murray: "La oración es el pulso de la vida; por medio
de ella el doctor puede diagnosticar la condición del corazón. El pecado de la falta de la
oración es la prueba para el cristiano o el ministro ordinario de que la vida de Dios en el alma
está mortalmente enferma y débil."
AMADOS: Nosotros tenemos que reconocer la necesidad de la oración. Los corazones de
los hombres y de las mujeres se tienen que derramar ante Dios, Y antes que haya un
derramamiento del Espíritu de Dios sobre los hombres y las mujeres. Tiene que haber un
avivamiento de oración antes que se siegue la cosecha.
Si vamos a hablar poderosamente por Dios, tendremos que caminar humildemente con Dios.
El denuedo para Cristo es el resultado directo de la seguridad en Cristo. La oración
intensifica nuestro compañerismo con Dios. Es en ese compañerismo que el creyente vive en
experiencia propia la profundidad y la anchura y la altura del amor de Dios. El cristiano le
puede hacer frente a las puertas del infierno si ha estado ante el trono de Dios. Huye el temor
cuando nos hemos acobijado en el perfecto amor de Dios.
LOS FUNDAMENTOS DE LA ORACION
“La cenicienta de la iglesia es la oración. Esta criada del Señor es despreciada y desechada
porque no se adorna con las joyas del intelectualismo, ni las brillantes sedas de la filosofía, ni
con la impresionante tiara de la psicología. Lleva los delantales de honesta sinceridad y
humildad. No teme arrodillarse”. Esto dijo Leonardo Ravenhill
“Nuestra oración, sin embargo, necesita ser engendrada y perseguida con una energía
incansable, una persistencia imperturbable y un valor que nunca desfallezca”. E. M. Bounds
La oración tiene que ver con el hombre entero, la oración abarca todo su ser del hombre,
mente, alma y cuerpo. Es necesario que sea el hombre entero que ora. Así como la
naturaleza entera del hombre entra en la oración de la misma manera su ser entero se
beneficia de la oración. Todos los hombres se benefician de la oración. El hombre entero
debe ser ofrecido a Dios al orar. Los mayores resultados los obtienen los que se entregan a
Dios con todo su ser, con toda su alma y cuerpo postrado ante la presencia del Señor, esta
es la condición de la oración triunfante. La clase de oración que rinde frutos copiosos.
Los hombres de otros tiempos que obtenían mayores resultados de la oración, que lograban
realizar cosas de gran importancia a través de Dios, eran aquellos que se habían dado
íntegramente a Dios en su oración. Dios quiere y necesita todo lo que hay en el hombre para
poder contestar sus oraciones. Dios debe tener un hombre abierto y Sincero a través del cual
ejecutar sus propósitos y planes para bendecir al mismo hombre. Dios no acepta hombres de
doble ánimo. Ni los pusilánimes y vacilantes. No pueden hacer el tipo de oración que es
necesaria aquellos hombres cuya lealtad oscila entre Dios y el mundo.
La santidad es su totalidad, y por tanto Dios necesita hombres santos, hombres abiertos,
transparentes y verdaderos para su servicio y para la obra de oración. “y el Dios de paz os
santifique enteramente; y ruego a Dios que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sean
preservado sin tacha para la venida de nuestro señor Jesucristo”. Estos son los hombres que
Dios quiere como caudillos para las huestes de su iglesia.
El hombre es trino y uno, y, sin embargo, no es una trinidad ni una dualidad cuando ora, sino
una unidad. El hombre es uno en todo lo fundamental, alma espíritu y cuerpo, cuando el
hombre integro se postra y se rinde en oración. El hombre entero debe orar. El hombre
entero, vida, corazón, temperamento, mente. Cada uno y todos se juntan en el ejercicio de la
oración. La duda, la doblez de ánimo, la división de las afecciones, todas ellas son ajenas a
la verdadera comunión de la oración. La integridad moral y espiritual, así como el carácter y
la conducta sin mancha más blancos que la nieve y la lana, son potencias poderosas sin
estorbo en la vida del hombre, y son lo más hermoso para la hora y las luchas de la oración.
¿Por qué a muchos se les dificulta orar? Al analizar este razonamiento nos encontramos que
pueden ser varios los obstáculos que puede tener una persona para no hacerlo pero el
principal de ellos es La falta de disciplina. En la vida nada se consigue ni se tiene éxito si no
se tiene una disciplina constante, la oración de la misma manera requiere de una constancia
y entrega total.
El avance en el mundo de alguien que trabaja y lucha es evidente cuando este tiene un
progreso en las cosas que realiza, tanto en lo material como en lo espiritual. La lectura de la
biblia, la asistencia a la iglesia o la participación en algún ministerio no hace al hombre
espiritual, donde se ganan o se pierden las batallas es en la oración. Muchos hombres
pueden tener fama y ser reconocidos en el mundo pero no en el infierno. Un hombre
espiritual es temido por Satanás porque que sabe que con el siempre lleva las de perder.
Entonces se necesita al hombre entero para orar, hasta que todas las tormentas que agitan
nuestra alma son acalladas hasta conseguir la calma, hasta que los vientos y las olas cesan
bajo la benéfica mano de Dios. Se necesita todo el hombre para orar hasta que la opresión
del mismo infierno sea quebrantada y nuestros enemigos destruidos, hasta que los tiranos
crueles y los gobiernos injustos cambien su naturaleza y sus vidas, así; como su forma de
gobernar o dejen de gobernar.
Se necesitan hombres espirituales con celo de Dios y amantes de las cosas santas y de la
santidad de Dios. Los hombres espirituales producen gente espiritual, se necesita hombres
piadosos para que se entreguen enteramente a la oración con tal intensidad y profundidad
que sientan que en ello se les va la vida. La oración llega muy lejos en su influencia y en los
efectos de su gracia. Es un asunto profundo que se refiere a Dios y a sus planes y propósitos
porque está en juego el destino eterno de la humanidad.
La biblia dice; “Y Cristo en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y suplicas, con
gran clamor y lagrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su piedad”
(Hebreos 5:7) David brainerd escribió en su diario “Dios me permitió agonizar en oración
hasta que estaba sudando, aunque estaba a la sombre y en un lugar fresco” El hijo de Dios
en Getsemaní estaba agonizando en oración, que puso en acción todo su ser, “cuando llego
a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se aparto de ellos a una
distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodilla, oraba diciendo: padre, si quieres
aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel
del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor
como grandes gotas de sangre engrumecidas que caían sobre la tierra” (Lucas 22:40-44).
Para ti; ¿qué tan importante es la oración?, la intensidad con que lo hagas determinara tu
entrega y vida espiritual, hoy puedes tener un cambio de perspectiva, Dios está buscando
hombres y mujeres dispuestos a una entrega total, tal vez nunca sabremos el alcance de
nuestra oración hasta aquel día cuando el Señor nos muestre sus efectos alcanzados.
Pero así como naaman, impresionante general leproso se tuvo que bajar del caballo y
despojarse de sus ropas, humillarse y entrar al rio para poder ser limpio de su lepra, es lo
mismo que el Señor espera de hombres que estén dispuestos a descubrirse delante de su
presencia para ser limpiados y santificados, para que así, podamos llevar a cabo sus
propósitos. Que Dios te bendiga
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré
con él, y él conmigo» (Ap. 3:20).
¡Imagínese a Cristo Mismo fuera de la puerta del corazón de Su iglesia, preguntando que si
puede entrar para poder cenar con esos por los que murió! ¿Qué tanto significado tiene este
predicación, enseñanza y estudio bíblico si no da a las iglesias un deseo y apetito por el
Mismo Dios? ¿De que sirve tener al evangelista y al maestro que visiten la iglesia, si cuando
ellos se marchan, la iglesia está todavía en bancarrota en cuanto a la oración?
Jesucristo no es una verdad, una fórmula doctrinal o un sermón para que nuestras mentes
puedan analizarlo y disfrutarlo. El Señor es la Persona Divina quien llama vez tras vez, y aun
ruega para que los hombres no sólo oigan acerca de Él, sino aún más importante, que
vengan a Él.
Esto fue una descripción terriblemente correcta, aún entre iglesias que se consideraban
modelos de «éxito» en su denominación por sus grandes membresías y los muchos
programas. El confesó honestamente que se tomaba tiempo para predicadores visitantes que
les ayudaran a «madurar,» conciertos evangélicos, noches para los jóvenes, noches de
compañerismo, etc., pero que no había un lugar prominente para que la iglesia se reuniera a
buscar a Dios de todo corazón.
Con mucha perspicacia y vergüenza admitió la razón principal por la cual la mayoría de las
iglesias (incluyendo la suya) no tenían en el horario, ni anunciaban, un verdadero culto de
oración. ¿Por qué? Porque nunca se reuniría gente, y la asistencia sería muy poca.
¿Cómo explicarían todos esos pastores llenos de vergüenza, lo vacío de sus grandes
auditorios en días de oración mientras un mero puñado de gente hambrienta esperaba en
Dios – cuando la noche anterior cientos habían asistido a un concierto evangélico o
escucharon a un famoso predicador cristiano? Imagínese esto, si puede – ¡Dios no puede
«atraer» multitudes por Sí sólo! ¡Tienen que haber pláticas, diversión, o actividad humana de
alguna clase; de otra manera la congregación regularmente no se interesa!
– las iglesias desean enseñanzas acerca de Dios, música acerca de Dios, doctrinas
correctas acerca de Dios – ¡pero el contacto espiritual prolongado y la comunión con el
verdadero Dios del universo, no son populares en la propia iglesia de Cristo! Hemos logrado
cumplir la misma Escritura de la cual muchos están negando que se puede aplicar a esta era
de la iglesia cuando estamos experimentando tanto «éxito,» una supuesta madurez, y
grandes números de gente:
«Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré
con él, y él conmigo» (Ap. 3:20).
¡Imagínese a Cristo Mismo fuera de la puerta del corazón de Su iglesia, preguntando que si
puede entrar para poder cenar con esos por los que murió! ¿Qué tanto significado tiene este
predicación, enseñanza y estudio bíblico si no da a las iglesias un deseo y apetito por el
Mismo Dios? ¿De que sirve tener al evangelista y al maestro que visiten la iglesia, si cuando
ellos se marchan, la iglesia está todavía en bancarrota en cuanto a la oración?
Nos hemos dedicado por completo a palabras acerca de Dios, junto con una gran adulación
de hombres y mujeres que el Señor usa, pero Dios Mismo está siendo olvidado. El ministerio
de cualquier hombre, no importa que tan ungido esté por Dios, solamente puede crear
hambre y alborotar el corazón. Dios nunca ha renunciado Su lugar, y desea ser el gran
Compañero y Fortaleza de nuestras almas.
Lo más pronto posible, debemos ser librados del engaño que alguien siempre tiene que estar
hablando, enseñando, «compartiendo» o cantando; que para tener a la gente interesada,
tenemos que tener cosas «moviéndose» a menos que haya una tregua cuando Dios pueda
atraernos fuera de nosotros mismo hasta una comunión espiritual. Jesucristo no es una
verdad, una fórmula doctrinal o un sermón para que nuestras mentes puedan analizarlo y
disfrutarlo. El Señor es la Persona Divina quien llama vez tras vez, y aun ruega para que los
hombres no sólo oigan acerca de Él, sino aún más importante, que vengan a Él.
La religión falsa de Sus días en la tierra, está reviviéndose otra vez hoy en día en el mismo
disfraz de ser «doctrina pura» – «Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque
piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en Mi favor!
Sin embargo, ustedes no quieren venir a Mí para tener esa vida» (Juan 5:39-40). ¡Hombres
estudian diligentemente Su Palabra, y sin embargo de alguna manera nunca llegan a
conocerlo personalmente en una unión espiritual vital!
«Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de
gracias por todos» (1 Tim. 2:1).
Ya sea en preparación para un poderoso movimiento del Espíritu Santo o como una señal de
un continuo avivamiento del Espíritu Santo – el culto de oración será de mayor importancia
en la vida de la iglesia. Hombres hambrientos y sinceros buscarán a Dios, derramando los
deseos de sus corazones a Dios en una oración colectiva. La adoración y la alabanza
ascenderán espontáneamente de los espíritus de hombres y mujeres quienes han visto a Él
quien es invisible.
«Si Mi pueblo, que lleva Mi nombre, se humilla y ora...» (2 Cr. 7:14), junto con muchas otras
Escrituras, demuestra lo que ya sabemos por instinto espiritual – que la oración por un
avivamiento ¡debe preceder el mismo avivamiento! Ese factor es elemental y así debe ser
por la misma naturaleza de Dios y Su Palabra. ¿Investirá Dios con poder a las iglesias que
están tan despreocupadas y carnales que ni siquiera se reúnen para orar? En efecto Él ha
prometido privar de lo mejor de Sus bendiciones y de Su gracia a la gente que le es
indiferente en su orgullo y autosuficiencia. «Pedid, buscad, y llamad» (Mt. 7:7), son los únicos
terrenos bíblicos en los cuales una iglesia puede permanecer si espera que Dios obre esas
maravillas las cuales traerán gloria a Su Nombre.
¿Puede una iglesia sin oración clamar por un gran «renovamiento» o avivamiento por parte
del Espíritu Santo?
Cada cristiano sincero sabe que la marca de gracia del Espíritu de Dios en nosotros es ese
hermoso espíritu de oración que Él concede para que podamos tener impacto en situaciones
y en almas por medio de asirnos poderosamente de Dios en nuestra fe.
¡La historia de la iglesia en el libro de los Hechos, demuestra que el secreto del poder
dinámico, el testimonio glorioso y la exacta dirección de eventos importantes de la iglesia,
todos vinieron de Dios como respuesta a un pueblo que oró y esperó en Su Presencia!
Sectas como los mormones y los testigos de Jehová pueden experimentar solamente
estudios intelectuales, pero la iglesia del Señor Cristo Jesús puede hacer contacto con la
gloria, y esperar que Dios intervenga en su favor.
La lista de prioridades de Dios ha quedado sin cambio a pesar de lo último o del énfasis que
pueda haber en los círculos religiosos. Nosotros podemos inventar cualquier fórmula que
queramos para lo que llamamos «éxito,» pero el corazón de Dios llora y manda ecos a través
de todas; las épocas: «Quiero, pues, que en todas partes los hombres levanten las manos al
cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas» (1 Tim. 2:8).
Estoy preguntando – ¿Cuántas iglesias conoce usted donde se toma tiempo, mucho tiempo,
para esperar en Dios, derramando delante de Él los deseos más profundos y las peticiones
de su corazón? Considere, por ejemplo, su propia ciudad o pueblo. ¿Cuántas iglesias
evangélicas, fundamentalistas, carismáticas u otras iglesias tienen una noche dedicada
especialmente a la oración?
Todos nosotros decimos creer en la Biblia. Muchos argumentan con vehemencia que su
iglesia es la verdadera «iglesia del Nuevo Testamento» con nada más que una doctrina sana
y ortodoxa. Otros señalan a manifestaciones carismáticas, «profunda» enseñanza, o grandes
membresías como la señal de que todo marcha bien. Pero, ¿cómo puede una iglesia ser
verdaderamente una «iglesia del Nuevo Testamento,» o incluso cristiana verdadera, cuando
con intención ha omitido la primera de todas las prioridades de Dios?
La iglesia cristiana que nació con poder en un simple tiempo de esperar en Dios, ha olvidado
su verdadero origen y poder de vida. ¿Por qué no se dedican tardes completas para hablar
con Dios y esperar Él cumpla las muchas promesas que Él nos ha dado? ¿De qué sirve tener
doctrinas ortodoxas cuando Dios Mismo ha venido a ser tan impopular que nuestras iglesias
no toman tiempo para conversar con Él y recibir de Él?
Una pregunta simple pero importante: ¿Tienen un culto regular de oración? ¿Hay en verdad
una noche importante cada semana cuando toda la iglesia se reúne para practicar el
mandamiento más elemental: «Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones . . .»?
El Señor no dijo, «Ante todo, enseñen,» o «Ante todo, estudien» – sino «Ante todo oren,»
para que todos nuestros estudios, enseñanzas y actividades sean bendecidos y ungidos por
la Gloria.
Si Dios es tan grande como decimos, ¿por qué no lo demostramos haciendo tiempo con Él
nuestra primera prioridad en la iglesia? Nosotros nos engañamos a nosotros mismos cuando
nuestros servicios tienen que parecerse a «una reunión hiperdinámica» con algo siempre en
movimiento para hacer de los cultos frívolos algo «interesante.» Para tener comunión con
Cristo, tiene que haber algo más que meras excursiones intelectuales dentro del significado
de palabras y frases.
Nuestras iglesias tienen noches para dar enseñanzas en cómo crecer en el Señor, conciertos
espirituales, y reuniones sociales de toda estas cosas tienen sus respectivo lugares – ¿pero
dónde están las prioridades «antes que todo» de Dios? Casi todas nuestras enseñanzas y
predicaciones terminan con mero conocimiento acerca de Dios, ¡pero muy pocos quieren
proseguir para conocer al Señor (Os. 6:3), en una comunión real y actual con Él que vive!
Los calendarios en las iglesias están llenos con todo, menos con un horario para dedicar un
tiempo a solas con Dios para aquietar sus espíritus en Su Presencia y esperar un fresco
ungimiento de poder y amor.
Vuelta a casa
¿Qué clase o marca de cristiano estamos produciendo si hay muy poquito o nada de hambre
por Dios? Piense en el poder divino de Dios, disponible y aún prometido a nosotros si
oráramos juntos a Dios. Si solamente un pequeño porcentaje realmente quiere buscar a
Dios, entonces debemos admitir que algo malo sucedió en algún lugar.
No importa cuál sea la asistencia en los servicios dominicales, una iglesia fría y sin oración,
no puede ser lo que Cristo pensaba para Su Novia. Él nos ha llamado a Sí Mismo, y no
solamente a asistir a reuniones controladas por humanos los cuales raramente nos permiten
llegar al mero corazón del problema. La mayor parte de nuestras mentes están ya saturadas
con «enseñanzas verdaderas» acerca de Dios, ¡pero tan lejos que nuestros corazones se
quedan en semejanza a Cristo y en poder! La necesidad de la hora es para que la iglesia ore.
Nadie sabe orar. Todos tenemos luchas y titubeamos, ya que la oración es tanto la más alta
como la más difícil de todas las prácticas espirituales. Pero Dios nos va a ayudar si
solamente le damos una oportunidad. «Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a
ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos que no pueden expresarse con palabras» (Rom. 8:26).
Esa clase de culto de oración puede ser arriesgada. Satanás será incitado a oponerse a
nosotros en muchas formas cuando nosotros el pueblo de Dios realmente oramos. Pero no
hay otro remedio. Tenemos que llegar al punto que hemos resuelto tener a Dios y la oración
sincera... ¿o de qué sirve el continuar?
«Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes» (St. 4:8).
Cómo Oraban
Capítulo 2
Gánese la Madrugada
Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. Te alabaré entre
los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones. (Sa. 57:8,9)
Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. (Pr. 8:17)
Por leer intensamente las biografías de hombres de oración, mientras se escribía el libro
Royal Counsel (Consejo Real), mi esposo y yo fuimos convencidos, por completo, que los
que por largo tiempo oraban y meditaban en la Palabra se dotaron con poder más que sus
contemporáneos que no lo hicieron. De ahí en adelante, la Biblia se nos puso como una
prioridad, como nunca antes lo había sido. Antes, invertíamos mucho tiempo en ella; pero,
ahora nos hemos convertido en amantes de la Palabra. Esto pasó al ser convencidos de que
hay una fuerza sobrenatural, tanto por lo físico como a lo espiritual, que sale al leer lenta y
atentamente la Palabra, en lugar de pasar de prisa nuestra porción del día.
Los que en su llamado lograron mucho de Dios en sus vidas personales, fueron los que
madrugaron, preparando sus corazones para los sucesos del día. Animemos a los que han
perdido la batalla contra el velar matutino. Lo has intentado, pero has quedado vencido.
Fijémonos en los ejemplos de los que han cumplido con sus citas y notemos su capacidad de
perseverar y ganar.
Al estudiarlos, una ley se destaca y es ésta: las personas que invierten mucho tiempo en las
mañanas, orando y estudiando la Biblia, siempre son potentes en sus oraciones y exitosas
en sus labores. Estos éxitos no siempre se manifiestan materialmente en estos hombres,
pero podemos estar seguros que recibirán su recompensa en la eternidad.
La persistente costumbre de Guillermo Carey era empezar cada mañana leyendo un capítulo
de la Biblia, primero en inglés y luego en cada uno de los seis idiomas que sabía. Aunque
fue un hombre común, Guillermo Carey consiguió mucho para la India al haber traducido la
Biblia a varias lenguas y dialectos. Las horas de la madrugada fueron siempre, sin duda, uno
de los secretos para sus gigantescas contribuciones al bienestar espiritual de la población
india. Porque, el que le da una Biblia a un pueblo, le regala una herencia de bendición a esa
nación.
Jorge Whitefield dijo tocante al velar matutino: "Se dijo de los santos del Antiguo Testamento,
que se levantaban temprano de mañana; y en particular de nuestro Señor, que se levantó
muy de mañana, siendo aún oscuro para orar. La mañana brinda amistad a la devoción; y si
no se puede negar, tan sólo para levantarse a orar, no sé cómo podrá morir al aguijón por
Jesucristo."
Alumbraban a su Creador,
No sé cómo enfrentarlo,
Si vamos a ganar
Barclay Buxton, líder de la "Banda Evangelística Japonesa", escribió a sus obreros cristianos
y convertidos: “¿Se levantan temprano? Ninguno esté acostado en cama después de las
seis de la mañana, para tener, por lo menos, una hora quieta con Dios, orando y leyendo Su
Palabra, antes de encontrarnos a otros y empezar la jornada. Y en tiempos especiales, hay
que invertir más, ¡pero el cristiano no debe invertir menos!”
Hablando más del levantarse temprano, el señor Lang sigue diciendo: “Antes era más fácil
que hoy. El entero modo de vivir del mundo moderno es diferente, y esto para el deterioro
espiritual, por dos inventos- la locomoción rápida y las brillantes luces artificiales. Por estas
luces, la noche cambia al día; y el mundo sigue hasta muy noche y luego no pueden
levantarse temprano. Los hombres no obedecen la clara regla del Creador para sus criaturas
y el resultado inevitable es que mientras las aves y los animales siguen sin crisis nerviosas,
la raza humana sigue más y más neurótica e inconstante.” -de An Ordered Life (Una Vida
Ordenada) por G.H. Lang, con permiso de Paternoster Press, Exeter
A un cristiano le fue mostrado el Faro Cabeza de Lagarto que está ubicado al final de la parte
más austral de Inglaterra. Entró al gran cuarto, el que contiene la maquinaría para controlar
la sirena de cuando hay neblina, y luego ascendió la escalera que va a la lámpara. El
guardián del faro dijo algo que nunca olvidó el visitante: “Pulimos los reflectores cada
mañana. “Despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los
sabios.” (Isa. 50:4)
Juan Milton, quien dio al mundo las maravillosas obras maestras, Paradise Lost (El Paraíso
Perdido) y Paradise Regained (El Paraíso Recobrado), se levantaba a las cuatro de la
mañana durante el invierno y a las cinco durante el verano, para invertir estas horas
matutinas, escribiendo su poesía inmortal.
Juan Wesley dijo a sus predicadores que su primera ocupación era ganar almas y sólo por la
labor continua y la perseverancia pudo librarse de la sangre de todos hombres. Y, por fin les
dijo: “¿Por qué no somos más santos? ¿Por qué no vivimos para la eternidad ni andamos
con Dios todo el día? ¿Nos levantamos a las cuatro o las cinco de la mañana para estar a
solas con Dios? ¿Recomendamos y observamos la hora de oración a las cinco de la tarde?
Cumplamos nuestro ministerio.”
J.D. Drysdale, un hombre de nuestra era, que hizo mucho para Dios en Gran Bretaña, fue un
madrugador: “Durante cuarenta años,” dijo, “he mantenido la costumbre de pasar la vela
matutina a solas con Dios. Durante ese tiempo, he leído completamente la Biblia cada año,
siguiendo el sistema de Roberto McCheyne, lo que quiere decir que cada año se leen por
completo el Antiguo y el Nuevo Testamento una vez, y los Evangelios y los Salmos dos
veces. Y, más de esto, he estudiado en especial otros temas.”
“Temprano en la mañana, empiezo a leer y llego a estar conciente que Dios, por medio de
Su Palabra y Su Espíritu, me está hablando. Luego, pronto me encuentro hablándole a Dios.
Cuanta bendición y fuerza nos vienen al comenzar el día así, al encontrar a Dios cara a cara,
antes de salir a enfrentar al mundo; por leer y digerir Su Palabra antes de tocar nuestra
correspondencia o el diario.”
Alguien que ha calculado que el tiempo ganado del sueño por velar, dijo la siguiente: "La
diferencia entre levantarse a las cinco de la mañana, a cambio de levantarse a las siete de la
mañana, por el espacio de cuarenta años, suponiendo que siempre se acueste a la misma
hora de la noche, es igual a añadir diez años a la vida de un hombre."
El señor Bevington ofrece un consejo práctico de cómo vencer las asechanzas del diablo en
las horas matutinas. “Cuando te despiertas en la mañana, te sientes bien entumecido. Es
cuando debes poner en práctica la presencia de Jesús, inmediatamente, antes de que
Satanás te ponga más de sus planes para el día. Porque si puede embaucarte y fijar tus
sentidos por cinco minutos, con eso te ha ganado mucho, lo suficiente para que tengas un
día infructuoso. Pero, al comienzo debes alabar a Dios. Quizás algunos pregunten, —
Hermano Bevington, ¿cómo puedo alabar a Dios cuando me siento tan miserable? —Bien,
podemos buscar a lo menos algo para alabarle si tenemos ganas de hacerlo. Hay mucho
material para hacer una muestra de alabanza, si miramos con los ojos abiertos.”
El biógrafo del comentador Adán Clarke nota su costumbre de levantarse temprano: “Hay
que recordar siempre que el señor Clarke fue, desde su juventud, muy madrugador; muy
pocas veces se encontró en la cama después de las cuatro de la mañana. Así no solamente
ganó para sí una gran cantidad del tiempo que muchos gastan durmiendo, sino también ganó
más de la elasticidad mental que tiene la mente después de descansar. También ganó la
colectivización de ideas y la frescura de sentimientos, los que aún los eventos del día no han
molestado. No sólo ganaba tiempo por la costumbre de levantarse temprano, sino también
ganaba más, por no aceptar invitaciones a banquetes. Cuando comió afuera de su hogar,
casi siempre fue acompañado por su esposa y volvieron a casa tan pronto como pudieron.”
El piadoso Samuel Rutherford de Anwoth, Escocia, se levantó a las tres de la mañana y sus
cartas y sermones exhalan un amor íntimo para el Señor Jesucristo, lo cual ganó por medio
de ese largo
C.T. Studd, también guardaba la costumbre de madrugar, y a sus 52 años, con una
enfermedad dolorosa, invadió a África para Cristo. Su biografía, C.T. Studd, Cricketeer y
Pioneer (C.T. Studd, Jugador de Vilorta y Pionero), contiene un vistazo de su rutina matutina
cuando estaba en África.
“Al pie de la cama estaba un fuego encendido, encima del piso de barro. Por la noche una
figura negra se veía encima de su colcha de bambú, retorcida muy cerca del fuego; porque
ésta era su única frazada. Esta silueta era su “niño”. Durante de unos años el “niño”
realmente era un hombre adulto que le atendía a Studd, con la devoción de una mujer. Este
ayudante tenía una pierna rígida y por esto se llamaba ‘Una Pierna’.”
“En la reunión con los nativos, durante la mañana, la que raras veces duraba menos de tres
horas, cuando la dirigía Bwana; y en la reunión de oración con los blancos, la que duraba
desde las siete de la noche hasta las nueve o diez de la misma, se vertía lo que visualizó y
escuchó cuando estuvo orando a Dios por la madrugada: Todo esto partiendo de un corazón
ardiente para la salvación de los hombres y de unos labios que fueron tocados como por un
carbón encendido. Nunca necesitó más preparación para esas reuniones que la de aquellas
horas matutinas... le hablaba a Dios y Juan Sung, a veces conocido como “el Wesley de
China”, fue también un hombre que inició el día en comunión con el Padre Celestial.
Levantándose entre las cuatro y las cinco de la mañana, tenía suficiente tiempo para
alimentar a su alma con los once o doce capítulos que leía diariamente. A sí mismo se negó
a leer otros escritos y así podía hacer hincapié a la Palabra Viva. Este hombre ‘de un solo
libro’ tocó los corazones de sus oidores con la verdad de las Escrituras, predicando con
poder.
El biógrafo del Sr. Sung: Leslie Lyall, dice que “una larga lista de sus convertidos y, de ser
posibles, sus fotos a lado, fueron sus compañeros inseparables, y oraba por todos ellos con
regularidad, muchas veces con lágrimas. Por todas partes, hizo hincapié a la necesidad
urgente de orar. El hecho que la iglesia china actual es una iglesia orante, se puede atribuir,
en parte, a la influencia y al ejemplo de este hombre devoto a la oración.
Cómo Oraban
Capítulo 3
“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te
anhela...” Salmo 63:1
Jorge Müller nos compartió su historia de cómo logró la costumbre de levantarse temprano,
aunque estaba mala salud cuando Dios le habló que añadiría tal práctica a su vida. Su
historia será interesante para todos nosotros, al saber que Dios lo usó hasta en los días
finales de su vejez.
“Por la misma razón, me propuse acostumbrarme a dormir un cuarto de una hora, o media
hora tal vez, después de almorzar; pensando que calmaría, con esto, un poco más mis
nervios. Con todo esto y no obstante, mi alma con regularidad sufría a cada día y a veces
mucho, pues inesperadamente me llegaban trabajos urgentes quitándome el tiempo para
orar y leer la Palabra.”
“Por la gracia de Dios, después de escuchar aquel comentario que mencioné anteriormente,
me propuse que, no importaba que sufriera mi cuerpo, nunca más perdería el tiempo más
precioso acostado en la cama. Por la gracia de Dios, pude aquel mismo día levantarme más
temprano y así lo he hecho desde entonces.”
“Me permito ahora más o menos siete horas de sueño, lo que basta para refrescarme,
aunque sigo débil y tengo mucho cansancio mental. Sumado a esto, he olvidado la siesta de
la tarde. El resultado es que he podido procurar más tiempo para los períodos preciosos de
oración y meditación antes de desayunar. De esta forma descanso mi cuerpo y más
particularmente, mis nervios. Ahora he estado mejor.”
“Si Ud. se pregunta, ¿por qué debo madrugar temprano? La respuesta es que quedándose
demasiado tiempo en la cama:
“Para saber del efecto positivo que el madrugar trae al interior y exterior del hombre, sólo
necesita experimentar invirtiendo una, dos o tres horas diarias en el orar o meditar antes de
desayunar, o haciendo esto en tu cuarto o en el campo abierto, con la Biblia en tus manos.
Ruego a todos los que leen esto y que no están acostumbrados a madrugar desde muy
temprano, que lo prueben, y van a alabar al Señor al hacerlo. No se desanimen por sentirse
cansados y amodorrados a causa de madrugar. Pronto se irá eso. Después de unos días, se
sentirán más fuertes y frescos que cuando se quedaban en la cama una o dos horas más de
lo que necesitaban.”
El Dr. A.T. Pierson en su libro George Müller of Bristol (Jorge Müller de Bristol), revela cómo
pesó más la convicción acerca de la importancia de la oración, al Sr. Müller.
“En el año 1837 el Sr. Müller, teniendo 32 años, sentía una creciente convicción que le
faltaban dos cosas para que él creciera en gracia: piedad y poder para servir. La primera era
más aislamiento para tener más comunión con Dios, aunque se perdiera algo de su obra
pública, y la segunda era ampliar más la provisión para la supervisión espiritual del rebaño de
Dios.”
“La primera de estas convicciones tiene un énfasis que toca la vida de cada creyente en su
centro vital. Jorge Müller estuvo consciente de estar demasiado ocupado en sus quehaceres
para orar como se debía. Sus actividades fueron demasiado pesadas, como para que le
quedara tiempo para reflexionar interiormente. Y, vio que había riesgo de perder la paz y el
poder, y que la actividad, aun en los quehaceres sagradísimos, no debe ser tan absorbente
que impida la santa meditación en la Palabra y la suplica ferviente. El Señor primero dijo a
Elías, “Apártate... y escóndete”, luego, “Ve, muéstrate” (1 Reyes 17 y 18). El que no se
esconde a sí mismo primero en un lugar privado, para estar a solas con Dios, no está
preparado para mostrarse en un lugar público para obrar entre los hombres.”
“El Sr. Müller posteriormente tuvo por costumbre decirles a los hermanos con ‘mucho
quehacer’, que invirtieran el tiempo debido a Dios. Les explicaba que cuatro horas de trabajo
con una hora de oración en la madrugada es mejor que cinco horas de trabajo sin orar;
también les decía que nuestro servicio al Maestro es más aceptable y nuestra misión al
hombre es más provechosa, cuando estuviera empapado de la humedad de las bendiciones
de Dios- el rocío del Espíritu. Lo que se gana en cantidad se pierde en calidad, cuando un
compromiso sigue a otro sin intervalos para refrescar y renovar la fuerza de la fe en Dios.
Quizás ningún hombre desde Juan Wesley realizó tanto en su larga vida como Jorge Müller,
no obstante, pocos se han retirado tantas veces y por tan largos tiempos al pabellón de la
oración. De hecho, desde cierto punto de vista, su vida parece más dada a la suplica e
intercesión que al mero actuar u ocuparse entre hombres.”
El Dr. Pierson también ha registrado el amor de Müller para la Palabra de Dios. “A sus 92
años, Jorge dijo: —Por cada página leída de otros escritos, estoy seguro que leía diez de la
Biblia. —Durante los últimos veinte años de su vida, la leía completa y cuidadosamente
cuatro o cinco veces al año, consciente del rápido crecimiento en el conocimiento de Dios al
hacerlo.”
-E.H. Divan
Guillermo Bramwell, un hombre usado poderosamente por Dios en Inglaterra, tuvo muy
firmes convicciones acercas del madrugar para orar y leer la Biblia. “Su costumbre fue
levantarse a las cuatro de la mañana en el verano y a las cinco en el invierno. Si estaba en
un lugar donde la gente empezaba a trabajar antes de estas horas, se levantaba más
temprano, a menos que no pudiera, pues no podía soportar la idea de que alguien se
ocupara en trabajos mundanos antes de que él entrara a servir al Padre Celestial. Ese
tiempo reconquistado del sueño fue añadido con diligencia al orar, leer las Escrituras y
estudiar. Encontró que aquellos días que comenzaban con oración insistente, pasaban en
alabanzas gozosas y acciones de gracias. Por lo general, su plan era orar fervientemente por
un rato, luego leer uno o más capítulos de la Biblia, y luego acercarse otra vez al trono de
gracia. Estos ejercicios alternativos se repetían varias veces en la mañana. Él dijo: —Me
gusta llenar mi alma de Dios en la mañana, entonces logro vivir en el Espíritu todo el día.”
“Varios de sus amigos, con quiénes se alojaba en el campo, testificaron que por la mañana,
cuando salía de su cuarto para desayunar, su cabello estaba empapado de sudor, como que
si hubiera estado trabajando rigurosamente con su fuerza bruta. Estos esfuerzos produjeron
los resultados deseados y tal Jacob luchador llegó a ser un Israel dominante.”
“Muchas veces se levantaba a medianoche para orar y sus amigos lo encontraban a veces
arrodillado y envuelto en una frazada, cumpliendo su ejercicio encantador.”
Escribiéndole a un amigo, le aconsejó, “Oh, cuánto Satanás te tentará para que te quedes en
la cama en esas mañanas frías, cuando debieras ocuparte en orar y estudiar en cada una de
ellas, levantándote a las cinco o antes. Si practicaras esto, ¡Cuántas maravillas haría Dios
con su Palabra en tu alma y tu familia!”
En otra ocasión él escribió, “Si recibes lo que llamo ‘el completo reposo’ por la mañana, con
la mente fija en Dios, el descanso tranquilo; esto te llevará encima de tus pequeñas
preocupaciones con la mejor paciencia, tal cual águila sobrevolando la tormenta, y la cruz
diaria será la bendita forma para llevarte al cielo. Y esto es un cielo constante; es tu morada-
es tener a Dios como tu Todo.”
Un hombre con tales y consistentes costumbres de orar está seguro de ver el poder de Dios
obrar por medio de él, en cualquier circunstancia de su vida.
En una ocasión, Guillermo oró por un niño ciego, mientras se preparaba para irse; lo
cual pasó a ser un milagro de sanidad, y que si hubiera pasado en el tiempo actual, se
proclamaría por todo el mundo. Parecía al Sr. Bramwell como la única cosa anticiparse
cuando se descubría el propósito de Dios. Citamos el acontecimiento como se escribe en
Striking Incidents of Saving Grace (Incidentes Notables de la Gracia Salvadora) por Enrique
Breedon:
“Entonces el cieguecito Guillermo salió de la casa hacia donde estaba el otro Guillermo, el
Sr. Bramwell, quien puso las manos sobre la cabeza del cieguito. Se quedo parado, poniendo
las manos sobre el niño por un rato, en oración mental, dando profundos gemidos. Después
de un rato, terminada su oración por el niño, le dio la mano al cieguito y a los otro dos, pasó
de la puerta a su caballo parado allí, lo montó y se fue siguiendo su viaje.”
“Apenas había salido a la calle cuando el cieguito gritó en voz alta, —¡Oh! ¡Nuestro Bess!
¿Dónde está el Sr. Bramwell? ¡Puedo ver! ¡¡Puedo ver!! ¡¡¡Puedo ver!!! —Luego todos los
muchachos empezaron a gritar y a correr maravillados en pos del hombre de Dios,
clamando, —¡Señor Bramwell! ¡Señor Bramwell! ¡Puede ver! ¡Puede ver! ¡Puede ver! —
Entonces el buen hombre esperó para escuchar el suceso, se regocijó con ellos, les bendijo
otra vez y se fue.”
“Y Guillermo Greensmith, el cieguito que fue sanado, a quien conocí durante los últimos
cincuenta años, vivía después en Harrogate hasta la edad de casi ochenta años, ¡siempre
con la mejor vista, hasta el día de su muerte!”
Juan Eliot, uno de los primeros pobladores de Nueva Inglaterra, EE.UU., se ocupaba
plenamente entre los nativos de esa región. Cotton Mather escribió acerca de los ejercicios
de ese misionero pionero: “El sueño que él se permitió nunca le robó las horas matutinas;
sino que tomó a la mañana nada menos que como amiga de sus meditaciones. Aconsejaba a
los estudiantes: —Los ruego, estén atentos a ser pájaros del alba. —Y durante más de veinte
años antes de su muerte, se alojaba en la sala de estudio para poder estar solo, para
disfrutar las madrugadas sin hacer ningún ruido que molestara a sus amigos, quienes al
darse cuenta de su denuedo, le decían: —Maestro, ¡ten misericordia de ti mismo!”
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye.” 1 Juan 5:14
Cuando oramos o pedimos algo a Dios, debe ser de acuerdo a la voluntad de Dios. ¿Cuál es
la voluntad de Dios? Está en su palabra, al tener el conocimiento de la palabra de Dios
tenemos el conocimiento de la voluntad de Dios, es el momento en el que podemos orar
efectivamente, no se puede orar sin el conocimiento de la voluntad de Dios.
Hasta donde llegue el conocimiento y la revelación que tienes de la palabra, hasta allí llegará
tu oración y el poder de la oración; La revelación y el conocimiento que tienes de la palabra
de Dios será lo que delimitará el poder y la efectividad de la oración.
Si tienes mucho conocimiento de la palabra, mucha revelación de la voluntad de Dios, tus
oraciones tendrán un alto nivel de poder, pero si el conocimiento es poco y es limitado, así
será tu oración. Dios quiere todo lo bueno para nosotros, y todo lo que él tiene es bueno, él
quiere que tú seas prosperado, sanado, que nada te haga falta, que estés lleno de Su
presencia:
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el
cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Santiago 1:17
Todo lo que Dios tiene para nosotros es bueno, Su palabra enseña que él prospera la obra
de nuestras manos, que por un camino viene el enemigo y por siete se devuelve delante de
ti.
“La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta” Romanos 12:2
Abraham, David, Daniel, Ezequiel, Isaías. Todos los hombres de Dios oraron de acuerdo a la
palabra, a la voluntad de Dios. Orar de acuerdo a la voluntad de Dios es la oración de poder,
cuando tú oras basado en la palabra, conforme a Su voluntad, dice la palabra de Dios que él
nos oye:
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye.” 1 Juan 5:14
Quiere decir que si tu oras fuera de la voluntad de Dios no tendrás respuestas, quiere decir
que si tú yo pedimos algo fuera de Su voluntad, Dios ni siquiera oye, él no presta sus oídos a
este tipo de oración.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las
peticiones que le hayamos hecho.” 1 Juan 5:15
Esto es Fe, ¿Por qué sabes que él te oyó? Porque pediste de acuerdo a Su voluntad, porque
te has puesto de acuerdo con Dios y le has pedido que su voluntad sea hecha en tu casa, en
el ministerio, en la familia, en el país. Dios quiere que se haga su voluntad por lo tanto él te
va a contestar. Esto es Fe.
Si hay duda en lo que has pedido es porque tal vez estás pidiendo fuera de la voluntad de
Dios, todo aquel que ora de acuerdo a Su voluntad está convencido de que sus peticiones
son contestadas. Abraham sabía que lo que él le había pedido a Dios era Su voluntad.
No nos referimos a una oración insegura, porque hay gente que ora diciendo: Bueno, si es tu
voluntad… si tú quieres… No podemos orar de esta forma, esto es lo que hizo el leproso,
pero usted y yo no somos leprosos, el leproso sabía que Dios podía bendecirle, pero no
sabía si Él quería. Dios quiere sanarte? Claro que Dios quiere y puede sanarte, esta es la
razón de saber cuál es la voluntad de Dios y orar conforme a ella. Usted y yo no podemos
orar en esta dimensión.
Tal vez usted piense: Pero cuando Jesús oró en el monte, él dijo que se haga tu voluntad y
no la mía. Sin embargo el caso de Jesús era que él sabía que la voluntad de Dios era que él
fuera a la cruz, él estaba claro de cuál era la voluntad del Padre, por esta razón él dijo: Padre
pasa de mi esta copa, pero que se haga tu voluntad no la mía. Este era un momento muy
difícil para Jesús como hombre, donde su ánimo, su alma, sus emociones, y en su cuerpo
estaba siendo atacado, había debilidad, por esta razón el oraba con gran quebrantamiento
diciendo, Padre mío pasa de mi esta copa, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya. Es
en estos momentos en los que tu puedes orar de esta forma, cuando en tu humanidad te
sientes desfallecer, y tu le dices al Señor, que no se haga lo que mi cuerpo quiere, lo que mis
emociones quieren, yo quiero hacer tu voluntad.
Hay gente que no recibe porque duda, ¿Cómo puedes vencer la duda? Por su palabra,
conociendo su voluntad. Cuando tú sabes que lo que anhelas está en la voluntad de Dios,
nadie te puede detener, nada te puede hacer frente. Lo que sostiene tu fe, lo que te fortalece
es la revelación de la palabra, comunión con Dios a través de su palabra. Lo que hizo que
Elías descendiera Fuego del cielo, fue la oración de acuerdo a la voluntad de Dios, la oración
de poder, sin importar que se levanten los profetas de Baal. Es el momento donde comienza
la guerra espiritual, cuando sabes que Dios te ha hablado y contesta tus oraciones, a pesar
del monte, a pesar de lo que otros puedan creer.
Satanás teme cuando una familia ora, teme cuando un hombre de Dios ora, cuando un grupo
de mujeres ora, cuando un grupo de jóvenes ora, y aún más cuando una iglesia ora.
El diablo le teme a la oración de un hijo de Dios. Martín Lutero decía: A lo que el diablo más
le teme es a un santo sobre sus rodillas. La reina Mora de Escocia decía: Le tengo más
temor a las oraciones de John Nost que a los armamentos de Inglaterra.
La oración de un hijo de Dios es una oración de poder que hace huir al diablo, que hace
temblar a los demonios, no hay muro que no pueda ser derribado por la oración de aquel que
se pone de acuerdo al propósito de Dios y ora conforme a Su voluntad.
“Y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo:
Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” Mateo 4:9-11
Jesús rehúsa darle adoración a Satanás, la iglesia rehúsa darle adoración a Satanás,
nosotros rehusamos darle adoración al propósito del diablo. No podemos rendirnos ante el
propósito del diablo, desde un principio vemos en la Biblia que Satanás busca adoración,
distorsionar la adoración celestial y atraerla hacia él. Pero tú y yo tenemos un arma poderosa
que se llama oración. Con la oración se edifica, se construye pero también se derriba la obra
del mal.
“Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella
hora.” Mateo 17:18
Por esa razón el diablo tiembla cuando la iglesia ora, porque cuando Jesús se revela los
demonios tienen que huir, cuando oras la presencia del Señor se manifiesta, la Biblia dice
que Jesús es nuestro intercesor, ante nuestras oraciones la presencia de Jesús se establece.
El ministerio de Jesús se basó en la oración, Jesús estaba cargado de la presencia de Dios
porque tenía comunión con él a través de la oración, por esta razón los demonios se le
sometían, cosas sucedían por su palabra, porque él tenía una vida de oración.
“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus
discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.” Mateo 26:36
Jesús libró una gran batalla en Getsemaní, fue una lucha contra los infiernos. Aquí el nos
enseña que con la oración nosotros podemos establecer el propósito de Dios, a pesar de que
los infiernos se levanten en contra nuestra. Cuando un creyente rinde todo lo que es, rinde su
vida, rinde su voluntad a Dios, el diablo sale corriendo porque Dios se levanta por ti, en
medio de ti. Pero para esto es necesario que tu vida quede a los pies de la cruz, que todo tu
ser esté sometido a la voluntad de Dios.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1 Corintios 10:13
Es necesario orar en todo tiempo, orar sin cesar. Daniel oraba tres veces al día, Elías oraba
tres veces al día, David oraba siete veces al día; cuando ores la boca de tus leones será
tapada, fuego va a descender, tendrás una vida de adoración. Si tu oras, cuando venga la
tentación no vas a caer, el diablo no es un conquistador, él no puede conquistar tu alma
cuando estás en oración.
“Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor
Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica
Pablo.
Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero
vosotros, ¿quiénes sois?
” Hechos 19:13-16
Estos judíos sabían que cuando Pablo oraba cosa sucedían, porque Pablo era un hombre de
oración, aún los demonios conocían el nombre de Pablo. Yo quiero decirte que el nombre de
aquel que es de oración se conoce en el infierno. El nombre de Jesús es poderoso, en el
nombre de Jesús el enfermo es sanado, el que está atado es libertado.
Pero la Biblia declara que estos salieron desnudos y heridos. Muchos cristianos están en
esta condición, desnudos y heridos por falta de oración, solo a través de la oración se recibe
fortaleza, a través de la oración eres librado de la tentación, la oración te guarda, te sustenta.
“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena
en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás,
y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él,
para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años;
y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Y el diablo que los
engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el
falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Apocalipsis 20:1-3,10
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.” Mateo 16:19
Estamos hablando de una declaración de fe que también es oración. El profeta dice ninguna
arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio
(Isaías 54:17). ¿Cómo nosotros condenamos una declaración que se haya proferido en tu
contra, en contra del ministerio, en contra de tu nación? Cuando traes una confesión
conforme a la palabra de Dios aún más poderosa tomando el control de atar y desatar y
entonces declarar la bendición de Dios.
La Biblia habla de la lengua en el libro de Santiago como el miembro más pequeño pero que
puede encender un gran bosque y así inflama la rueda de la creación, cuando es inspirada
por el mismo infierno. Cuando nosotros estamos en una actitud de oración llega un momento
en el que nos conectamos a declarar las bendiciones de Dios, y es allí cuando nos
enfocamos bajo la autoridad de Dios a cancelar y a condenar toda lengua que se haya
levantado en contra nuestra en juicio y hacerlo inoperante que no funcione en el nombre de
Jesús. Porque las palabras tienen poder, y lo que nosotros decimos de acuerdo a Dios,
creyendo en Dios es más fuerte que todo argumento que se haya levantado. Por esa razón
dice la Biblia que las armas de nuestra milicia no son carnales si no poderosas en Dios para
la destrucción de fortalezas, derribando todo argumento que se levante contra el
conocimiento de Dios (2 Corintios 10:4,5). Nosotros tenemos la autoridad para derribar todo
argumento ¿Cómo? Con el argumento mayor que es la palabra de Dios.
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.” Mateo 16:19
En este texto en particular, Jesús le dice a Pedro: Y a ti te daré las llaves del reino de los
cielos. Se refiere a autoridad. Cuando tú tienes la llave permites a la gente entrar y salir, solo
entra y sale quien tú permites que lo haga. Nosotros tenemos la autoridad dada por Dios del
reino de los cielos.
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en
los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.” Mateo 16:19
Impresionante. Lo primero es la palabra atar y desatar, esto es hacer lícito o hacer ilícito
algo. Tenemos nosotros la autoridad para impedir que algo suceda, (atar), y tenemos la
autoridad de hacer que algo suceda sobre toda circunstancia, (desatar). La palabra de Dios
declara que cuando nosotros atemos algo aquí en la tierra será atado en el cielo, y cuando
desatemos algo aquí en la tierra se desata en el cielo. ¿Por qué? Porque tenemos la
autoridad de reino, esto es que sea hecho en la tierra como lo es en el cielo. Cuando una
orden es decretada en el cielo, puede tener usted la confianza de que va a ser hecho.
“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por
mi Padre que está en los cielos.” Mateo 18:18-19
Que tremendo es que te puedas poner de acuerdo con alguien para que sea hecho algo. La
palabra de Dios declara, uno hace huir a mil y dos a diez mil. Si tienes la autoridad de atar y
desatar, imagina lo que podrás hacer cuando te pongas de acuerdo conforme al propósito de
Dios con tu hermano en una declaración, en una confesión. La palabra de Dios declara que
hay poder en el acuerdo; cuando se construía la torre de Babel el Señor mismo tuvo
descender para confundirlos porque nada los podía detener. Jesús los envió de dos en dos,
hay poder en el acuerdo. Este texto dice que si dos se pusieren de acuerdo les será hecho.
El diablo siempre ha querido dividir la iglesia, dividir la familia, dividir… Por esa razón usted
necesita orar, declarar con la autoridad de Dios que suceda Su voluntad. La iglesia necesita
orar de acuerdo, y grandes cosas van a suceder. Atar, desatar, declarar con autoridad,
ponerse de acuerdo, te garantiza la victoria.
“Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.” 1
Tesalonicenses 5:27
La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios; por esta razón el apóstol Pablo
enfatizaba que se lea a todos los hermanos lo que él había recibido de parte de Dios, por
esta razón las cartas del apóstol Pablo, y en este caso estamos leyendo la carta a
Tesalónica. En este momento continuamos hablando de la oración, y dentro del contexto de
la oración veremos algunas instrucciones importantes:
Pablo habla de la necesidad de una oración continua, la oración como una herramienta,
como un instrumento poderoso para tener una vida cristiana en comunión con Dios, en
oración es que Dios te habla. No puedes conocer la voz de Dios si no pasas tiempo con él.
Cuando yo escucho la voz de mi esposa yo sé que es ella, no hay confusión porque he
pasado tiempo con ella; hay momentos en los que nosotros no sabemos quién es que nos
habla. Tenemos el caso de Samuel, Dios le estaba llamando y él pensaba que era Elí, pero
después de aquí su oído se acostumbró a la voz de Dios y fue levantado como un gran
profeta y como un gran Juez sobre Israel.
La oración tiene que ser continua, sin cesar, que no cese la oración en nuestros hogares,
que no cese la oración en nuestros discipulados, que no cese la oración en nuestras
reuniones, en la iglesia, en nuestras vidas, que no cese la oración. Yo tengo un sentir muy
fuerte de que la iglesia sea movida a oración, porque necesitamos estar bien afinados para
oír a Dios, que cosa extraordinarias continúen sucediendo, para que la gloria de Dios se
incremente en nuestras vidas, en la iglesia.
“Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.” 1
Tesalonicenses 5:27
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os
presiden en el Señor, y os amonestan” 1 Tesalonicenses 5:12.
El liderazgo no viene por nombre, viene por una evidencia, se ve el fruto de su labor y su
trabajo; y la Biblia dice que reconozcamos a esta persona que es líder, que nos guía, instruye
y amonesta. Cuando la Biblia se refiere a reconocer quiere decir apreciar el verdadero valor
de la persona, que se valore el trabajo que hace, su labor en el reino de Dios que me bendice
con lo que hace. El libro de Gálatas dice que hagamos partícipe de toda cosa buena a aquel
que nos instruye en la palabra. Si yo he sido bendecido por la enseñanza, por la palabra de
fe, entonces voy hacer partícipe a esta persona, voy tomar una semilla para bendecir a esa
persona. No levanto mi mano en contra de quién me bendice, como lo dice la palabra no
hagáis daño a mis profetas ni toquéis a mi ungidos. Pero si esta persona comete mal,
entonces apártate pero no levantes tu mano en contra. Aún cuando Saúl fue desechado y
tenía un espíritu malo que lo atormentaba, aún cuando él estaba en un error David no se
levantó en contra de él. Usted no se deje engañar. Los hijos de Coré se levantaron contra
Moisés, sin embargo Moisés no se levantó contra ellos, sino que Dios hizo justicia. Un cuerpo
no puede tener dos cabezas, usted necesita estar bajo cobertura, ser obediente, hablar con
su pastor y dejarse dirigir para cuando sea el momento propicio seas promovido por Dios y
por tu pastor.
“Y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros”
1 Tesalonicenses 5:13
Es necesario que el liderazgo en una iglesia sea un liderazgo bendecido y prosperado. Hace
un tiempo atrás, un pastor no era un ejemplo de una persona prospera, sino de una persona
honrada, de bendición, pero nunca una imagen en la que alguien dijera “Yo quisiera ser
como él” sino que regularmente un pastor andaba a pie o mal montado, no era algo de lo que
la gente dijera “wao” sino que te bendecía con una buena palabra, etc.… Nuestra generación
necesita ser diferente, ser ejemplo, que los jóvenes anhelen llamado por el ejemplo que
recibe de sus pastores. Si los líderes son bendecidos, la iglesia también estará bendecida.
“Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.” 1
Tesalonicenses 5:27
“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los
de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.”
1 Tesalonicenses 5:14
Debemos amonestar a aquellos que están ociosos, que nadie esté sin hacer nada, sin ser
productivo, jóvenes a la universidad, los hombres que trabajen, que no se queden sin hacer
nada. Nosotros estamos llamados a ser constructores de reino, constructores de la gente, no
destructores, hay que alentar y soportar a los de poco ánimo dice la palabra, tener paciencia,
formar discípulos; hay gente que quiere discípulos formados, hechos y etiquetados. Usted
debe convertirse en formador de gente, tenerles paciencia a sus discípulos, si Jesús se
hubiera cansado de los hijos del trueno, a nosotros el Señor nos sigue tendiendo paciencia.
Hay gente que dice pásenlo a otro discipulado que yo no puedo, no puedo, no puedo, lo solté
en banda, ya no puedo más. Tenga paciencia, aliente al cansado, al débil, no se canse de
hacer el bien. Si no fuera porque yo tuve gente que me tuvieron paciencia y trabajaron
conmigo con mi carácter, yo siendo un joven me acostaba en una cama deprimido
desorientado a mirar el techo, yo fui un nuevo creyente que dio mucho trabajo, pero hubo
gente que me tuvo paciencia. Así que usted forme a sus discípulos, trabaje en su carácter,
hay gente que va a estar a tu lado para ayudarte a crecer.
“Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con
otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque
esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No
menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie
de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el
que os llama, el cual también lo hará.” 1 Tesalonicenses 5:15-23
“Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.” 1
Tesalonicenses 5:27