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Introducción
Introducción
Dra. Arq. Mónica Adriana Giglio
Prof. Planificación Urbana
El documento producido por la Mg. Arq. María Noel Luna, se estructura en dos capítulos,
respondiendo a los contenidos de la UT 7, que permiten comprender qué son y para qué sirven
los instrumentos de planificación y gestión. El primer capítulo, contiene una Clasificación
Temática de los Instrumentos y el segundo capítulo contiene una Clasificación Conceptual de
los Instrumentos.
Anexo II: Fichas de Instrumentos de Gestión Urbana Municipal, presentados como Guía de
Gestión Urbana de la serie de Manuales de la CEPAL, donde se describen ejemplos concretos
de Instrumentos de: Planificación; Económicos-financieros y de Participación.
El esfuerzo desarrollado por la autora, para la elaboración de este documento, pretende ser un
material de consulta permanente, tanto para rendir la asignatura, como para poder ampliar y
actualizar conceptos en el futuro ejercicio profesional.
Los instrumentos urbanísticos son aquellas herramientas capaces de viabilizar los procesos que
tengan que ver con las cuestiones ordinarias y diarias de la gestión del territorio como también
de los procesos que se asocien a situaciones de planificación. Es necesario conocer estas
herramientas con el fin de poder planificar con propuestas factibles de concreción mediante
estos instrumentos. Y en el caso de requerir de nuevas, ser previsores a la hora de diseñar
dispositivos que sean complementarios en su actuación con los instrumentos ya vigentes.
Las leyes de Usos del suelo son las herramientas que instrumentan el ordenamiento territorial,
y luego estas decisiones sobre los usos se profundizan normalizando las morfologías y
volúmenes construibles con los indicadores urbanísticos de los códigos. La densidad
habitacional también se asocia a este instrumento ya que desde los indicadores y los máximos
volúmenes construibles permitidos se determina cual es la densidad de cada zona. En el caso
de la Provincia de Buenos Aires la ley de usos del suelo está pensada y aplicada desde ámbitos
de alcance jurisdiccional regional (escala provincial), es el caso de la ley 8912/77 de usos del
suelo. Luego esta normativa se complementa con ordenanzas municipales (códigos
municipales e indicadores) que establecen específicamente que zonificación se aplica al ejido
1
Dr. En Geografía. Profesor titular de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC). Director del
Programa de Doctorado en Geografía de la UPTC. Coordinador de la Red Iberoamericana de Observación Territorial
(RIDOT), Nodo Latinoamericano.
La confección del Plan Urbano Ambiental (PUA) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es
un mandato de la Constitución local sancionada en 1996, luego de la obtención de la
Autonomía política de la Ciudad. El último Plan con que había contado la Ciudad fue el Plan
Director de 1958-61, el cual contemplaba para el ordenamiento al Código de Planeamiento
Urbano de 1977 como instrumento normativo. Entre los años 2000 y 2004 tanto la nueva
propuesta del Plan PUA como el Código modificado fueron enviados a la Legislatura, pero
perdieron estado parlamentario ante la reticencia de los legisladores a considerar proyectos
cuestionados desde algunas organizaciones vecinales y ambientales por la presunta omisión de
los mecanismos legales previstos para garantizar la participación ciudadana en su confección.
Finalmente, el proyecto del PUA enviado en 2007, durante el Gobierno de Jorge Telerman, fue
sancionado por la Legislatura en el año 2008 y promulgado como Ley Nº 2930, ya durante la
gestión de Mauricio Macri (Corti;2009).
El PUA constituye la ley marco a la que se debe ajustar la normativa urbanística y las obras
públicas de la Ciudad. Este proceso requiere compromiso y participación de organizaciones
vecinales, instituciones, cámaras, organizaciones de la sociedad civil, legisladores, y
autoridades de las 15 comunas de la Ciudad. El trabajo en conjunto y la mirada antropológica
surge como la herramienta que permite articular el abordaje de proyectos en términos de
planificación urbana y territorial. El Artículo 24º de este plan propuso que los Instrumentos
Normativos anteriores sean reformulados mediante la confección de un nuevo Código
Urbanístico que reemplace al Código de Planeamiento Urbano, como también propuso la
adecuación del Código de Edificación y del Código de Habilitaciones y Verificaciones.
En relación al Código Urbanístico vigente en la ciudad de Buenos Aires este instrumento regula
aquellos asuntos relacionados con el uso del suelo y el subsuelo; las cesiones de espacio
público, el parcelamiento y la apertura de vías públicas; el sistema de movilidad; el tejido
urbano y la edificabilidad; lineamientos del hábitat; reurbanización e integración socio urbana;
la protección patrimonial e identidad; los instrumentos de desarrollo territorial y los
programas de actuación urbanística; y todos aquellos aspectos que tengan relación con el
ordenamiento urbanístico del territorio de la Ciudad. Los principios normativos desde los
cuales se rige el código son los siguientes:
-Carácter de orden público: Las normas de este Código son de orden público. Sus disposiciones
se aplican a la propiedad privada y pública, cualquiera fuere la afectación de sus bienes.
-Prevalencia normativa: Quedan subordinadas al Código Urbanístico las disposiciones del
Código de Edificación, del Código de Habilitaciones y Verificaciones, del Código de Tránsito y
Transporte y cualquier otra norma que se dicte en las materias reguladas por este Código las
cuales no podrán contener disposición alguna que se le oponga.
-Anexos y planos: Los anexos y planos del presente Código complementan al texto y se
consideran parte integrante del mismo. En el caso de contradicción entre las expresiones
escritas y los gráficos y/o planos del presente Código prevalecerán las expresiones escritas.
-Acceso a la información: La versión actualizada del Código Urbanístico y sus manuales
explicativos, así como también los actos administrativos que se dicten en virtud del mismo, se
encontrarán a disposición de la ciudadanía a través de medios digitales.
-No indemnizable: Conforme indica el Código Civil y Comercial, las restricciones y límites
impuestos al dominio por este Código no generan indemnización por daños.
-Responsabilidad Profesional: Los profesionales que intervengan en los procedimientos
regulados por este Código serán responsables por sus acciones y omisiones en la aplicación del
mismo de conformidad al Régimen de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires. En caso de
remitirse expedientes o actuaciones administrativas al Organismo Competente para la
determinación de faltas administrativas, deberá darse aviso al colegio profesional
correspondiente para su evaluación disciplinaria profesional.
Los instrumentos de planificación como los planes directores, los reguladores, los de sector, los
estratégicos y los de desarrollo sostenible han surgido en la historia promovidos desde
distintos actores sociales que buscan determinar condiciones de deseabilidad a futuro. La
oferta de casos es nutrida y dentro de estos se pueden encontrar formulaciones que se han
implementado y algunas que quedaron sin aplicación. Pero a pesar de esto han dado aporte a
La crítica sobre los planes se divide en dos posturas generales, por un lado los defensores del
plan que son previsores, protectores y supuestos garantistas de las cuestiones positivas
urbanas que devienen en una correcta formulación del plan para la captación de plusvalías
urbanas (Blownell, 1980); y por otro lado se encuentran los anti-planificadores como aquellos
que sostienen que el Plan no genera condiciones de desarrollo basadas en las fuerzas vivas del
lugar, sino que establece las condiciones físicas selectivas que dominan sobre otras
dimensiones como la ambiental, la social, la cultural, etc. (Jacobs, 1961).
No obstante estos cuestionamientos, los planes son buenos marcos para la futura actuación y
guían la toma de decisiones en escalas locales. Esta orientación es requerida debido a que la
planificación posee un abordaje multi-escalar y que dependiendo la doctrina política de cada
país, unitaria o federal, la toma de decisiones se lleva en diferentes esferas jurisdiccionales y
políticas. Un claro ejemplo es la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), región que no
posee autoridad metropolitana para su gestión, pero que en algunas temáticas debe
complementar acciones mediante un plan o programa para dar respuesta a demandas o
problemáticas que superan los alcances municipales. Es así como la temática de las
infraestructuras o de los transportes requieren para su planificación y operación de enfoques
sectoriales desde lo temático, y el alcance jurisdiccional es regional ya que las entidades que
dotan de estos servicios deben superan límites jurisdiccionales municipales y dar cobertura a
varios sitios de la RMBA.
En este documento, en el campo normativo se hace alusión al Plan Urbano Ambiental (PUA)
como ley marco, dado que este plan curso un proceso jurídico-administrativo para ser
aprobado con fuerza de ley. Por lo tanto un instrumento de planificación posee carácter
normativo cuando cursa por distintos procesos para su aprobación y es vinculante. En el
documento del PUA en un anexo se incluye el Diagnóstico que sustenta al Plan, con la finalidad
de analizar expeditivamente los aspectos más significativos de la Ciudad de Buenos Aires en
relación con su región metropolitana, a efectos de formular los lineamientos estratégicos y las
acciones requeridas para el logro de sus objetivos, los cuales se enuncian a continuación:
verdes y abiertos.
-Preservar el patrimonio cultural, arquitectónico y ambiental.
Según la legislación, esta ley marco debe actualizarse cada cinco años o cuando fuera
conveniente. Es necesario incorporar los nuevos temas que surgieron en la agenda desde
2008, potenciar el alcance ambiental, incluir una perspectiva antropológica, fomentar el
intercambio con los vecinos e innovar en el uso de instrumentos de gestión pública.
Estos instrumentos también han sido criticados debido a su desarticulación con el territorio de
inserción y con otros instrumentos, atribuyéndole en muchos casos la discrecionalidad local
con la cual intervenían, y la falta de redistribución de la generación de plusvalías. Dependiendo
la articulación que exista entre estos instrumentos con otros de planificación o de
ordenamiento territorial, la redistribución de plusvalías estará más o menos garantizada.
La relación de los instrumentos de desarrollo urbano con la renta urbana fue muy fuerte en el
modelo neoliberal, intentando incorporar condiciones de mercado inmobiliario como
multiplicador de la renta inicial. En muchos casos generando rentas diferenciales, en donde los
desarrolladores accedían al suelo desprovisto de equipamiento e infraestructura por un precio
de suelo casi rural, y comenzaban a comercializarlo con valores de mercado de suelo urbano.
Solo con la formulación de un futuro proyecto y sin haber concretado ninguna de las obras.
Este es el caso de las Urbanizaciones Cerradas que surgieron a partir de la década de los
noventa en la RMBA.
Dentro del campo temático del desarrollo urbano no deben quedar excluidos aquellos
programas o proyectos de: infraestructuras, los de movilidad y los de transporte. Estas
propuestas también son relevantes y sin estas intervenciones los PU quedarían descubiertos
del grado de oportunidad que necesitan. En muchos casos estas condiciones de desarrollo se
ejecutan ex post a los inicios de los proyectos y otras antes. En el caso de la RMBA la
modernización de las autovías de los noventa permitió articular la RMBA con la ciudad
cabecera y esta mejora en los accesos facilitó los nuevos desarrollos urbanos de la periferia.
Misma situación se dio con la ejecución del Metrobus en el corredor de la Av. Juan B. Justo en
CABA, siendo este proyecto de movilidad y transporte el que traccionó los proyectos urbanos
en la playa ferroviaria de Palermo y acompaño sectores del corredor con nuevas morfologías
urbanas del tipo torre. En el caso de las urbanizaciones cerradas de la periferia si bien se
benefician en su localización por el acceso que les propicio las mejoras de las autovías, hay
cantidad de servicios que se irán consolidando con el tiempo a medida que las obras avanzan y
la población se asienta en esos nuevos enclaves residenciales. Surgirán entonces ex post
nuevas centralidades, con nuevos equipamientos junto a las mejoras que se aporten desde las
infraestructuras de conectividad local, siendo el tema de las infraestructuras un tema todavía a
resolver ya que el uso del agua y el manejo de los servicios básicos del agua son tema de
debate y discusión desde el enfoque ambiental.
En el nuevo milenio se comienzan a asumir las demandas del hábitat del sector popular, que
mediante el aprendizaje empírico post-global permite que estos instrumentos se reversionen
en cuanto a contenido y magnificencia física. Uno de los indicadores más evidentes en la
formulación de los Proyectos Urbanos Integrales (PUI), en donde un mismo método reformula
su carga programática y la lógica de actuación, no basándose en la oportunidad de mercado
sino en el desarrollo urbano para la inclusión (Luna, 2018). Los PUI integran dimensiones que
evidencian carencias en la dimensiones: físicas2, social3 e institucional4, actuando en áreas de
informalidad y dotando a estos sectores de condiciones de urbanidad, tales como la
accesibilidad, los servicios básicos y los equipamientos necesarios para incluir ese sector
informal a la ciudad formal. El tema del hábitat es un aspecto de mayor complejidad y hay
intervenciones que alcanzan a regularizarlo y otras que no, no obstante la introducción de
mejoras urbanas promueve mejores condiciones de habitabilidad.
Como punto de partida el financiamiento local (escala municipal) está determinado por la
captación de plusvalías que se da cuando se recauda mediante el impuesto predial. Este
impuesto varía en sus costos y se determinan de acuerdo a la localización del lote y a la
capacidad constructiva que le otorguen los indicadores urbanísticos del sector. Las tasas
2
La dimensión física reconoce la problemática de los bajos estándares habitacionales, la falta de infraestructuras
básicas, la ausencia de espacios públicos y la degradación ambiental, entre otros. Desde esta dimensión se
proponen las mejoras del espacio público, la construcción de equipamiento, y la recuperación de la calidad urbana
ambiental.
3
La dimensión social evidencia pobreza y falta de oportunidades, sumado a un entorno de alta conflictividad social,
que no facilita la convivencia ni el sentido de pertenencia. Las acciones diseñadas para esta dimensión contemplan
mecanismos participativos que incorporan a la comunidad activamente en todas las etapas del proceso proyectual.
4
La dimensión institucional se ve reflejada por la ausencia del estado que se manifiesta en la falta de control de los
procesos de ocupación del territorio, y en la desarticulación de la dimensión física y la social. Las acciones que se
promueven desde esta dimensión coordinan iniciativas posibles desde diversos ámbitos jurisdiccionales del poder
público en el sector a intervenir. Las alianzas con el sector privado se contemplan en esta dimensión, entablando
vínculos relacionales sociales, desde cooperativas, ONG, comunidades, organismos nacionales o internacionales,
etc.
municipales son los tributos creados por los Concejos Municipales, cuya obligación tiene como
hecho generador la prestación efectiva por la Municipalidad de un servicio público o
administrativo, reservado a las Municipalidades de conformidad con su Ley Orgánica y normas
con rango de ley.
Dependiendo la jurisdicción podrá ser un único impuesto que unifica cuestiones inmobiliarias y
servicios municipales (alumbrado, barrido, recolección de residuos) como es el caso de la
ciudad de Buenos Aires o bien como ocurre en el resto del país en donde cada municipalidad
recauda una tasa municipal y luego cada provincia recauda el impuesto inmobiliario. De esta
manera se crean fondos de financiamiento básico a escala municipal y a escala provincial. Los
fondos de escala municipal son utilizados para cuestiones de gestión local y los de escala
provincial son fondos utilizados para temáticas sectoriales como las infraestructuras.
Puede suceder que dentro del ejido urbano existan lotes vacantes que subutilizan las
inversiones públicas que se han hecho en infraestructura. El lote está dotado de servicios
urbanos pero no se encuentra ocupado, está vacante y se cataloga municipalmente como
baldío. Estos lotes poseen impuestos prediales mayores que los lotes que sí están en uso de
acuerdo como lo plantea el código, en forma de penalización y para frenar la espera
especulativa de venta del propietario, a estos inmuebles se le puede aplicar el impuesto
progresivo ocioso. Este impuesto, mes a mes, debido a un coeficiente de corrección que se le
aplica a la tasa municipal, va aumentando. La idea es que con la recaudación de este tipo de
impuestos se puedan crear fondos de desarrollo urbano.
Ahora bien, pueden existir demandas económicas de otras iniciativas que no son las
comentadas anteriormente, como alguna intervención de mejora barrial en asentamientos
informales o bien para obras de infraestructura o transporte que exceden las capacidades de
recaudación local o provincial, es aquí cuando se requiere de financiamiento. El cual podrá ser
nacional o internacional. En el caso de ser nacional este recurso podrá provenir de bancas
privadas o públicas. También podrán financiar a solicitantes particulares, a solicitantes
corporativos o a entidades estatales que así lo requieran. De acuerdo al solicitante y al destino
que se le dará al dinero se definirá el tipo de crédito otorgado y las tasas que se le apliquen al
esquema de devolución. Como ejemplo de una asociación virtuosa esta la idea de generar
programas de viviendas y vincularlos con acceso al crédito hipotecario. Pero esta situación
puede funcionar bien en situaciones de pleno empleo, ya que el esquema de las cuotas a
devolver será mucho más estable y el solicitante del crédito podrá devolver lo pedido y no
pone en riesgo su vivienda.
regional. Otros bancos multilaterales que operan en el mundo son: Banco Asiático para
Inversión en Infraestructuras (BAII, AIIB) Grupo Banco Mundial (GBM, WB) Banco Europeo de
Reconstrucción y Desarrollo (BERD, EBRD) Banco Interamericano de Desarrollo (BID, IADB). A
escala regional en Sudamérica está presente el Banco de Desarrollo FONPLATA que esta
conformado por cinco países: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, cuya principal
misión es apoyar la integración de los países miembros para lograr un desarrollo armónico e
inclusivo, mediante operaciones de crédito y recursos no reembolsables del sector público.
Es clave comprender que en el escenario actual es habitual ver asociaciones público privadas
para la intervención urbana, es por ello que se deben crear instrumentos desde la dimensión
económica que alojen esos capitales públicos y privados, para este fin existen diversos
instrumentos. Uno de ellos son los fondos para el desarrollo urbano, herramienta de
gestión urbana que formaliza un acuerdo y define compromisos entre actores del sector
público y el privado para realizar, dentro de un determinado plazo, intervenciones urbanas en
la Ciudad que generen beneficios mutuos. Otra opción que opera de forma similar y responder
con beneficios mutuos por un tiempo limitado son los consorcios inmobiliarios o las
urbanizaciones consorciadas. En este esquema de fusión de capital público y privado también
se ubican las operaciones urbanas, instrumento que vincula capitales de diversa índole, el
ámbito público ofrece cambios de normativas en algunos sectores para promocionar el
desarrollo de un sector junto a mejoras urbanas para atraer al inversor en un polígono
delimitado de actuación, también puede otorgar ciertos beneficios para la adquisición de los
inmuebles y construcción. Aquí el estado en algunos lotes puede participar como desarrollador
también e invertir en el mercado inmobiliario.
Las Operaciones Urbanas Consorciadas, ya sea para la expansión de la ciudad o para la reforma
interior, tienen precedente instrumental con Idelfonso Cerdá en el Ensanche de la ciudad de
Barcelona y con Haussman con la reforma interior de la ciudad de París. En donde en ambos
casos se establecieron criterios para la financiación de la urbanización y el reparto de cargas y
beneficios. En el caso Sudamericano, Brasil ha puesto en práctica este tipo de instrumento en
la ciudad de San Pablo. En la década de 1990 lo utilizó como un instrumento urbanístico para
recalificar áreas de la ciudad que ya tenían infraestructura urbana a través de asociaciones
público-privadas. En 2001, el Estatuto de la Ciudad5 definió como obligatoria la participación
de todos los actores relacionados con cualquier área de intervención para garantizar la mejora
social y ambiental de dicho espacio. Además, determinó que los parámetros constructivos en
las operaciones urbanas fueran exclusivos, independientes de los parámetros municipales
ordinarios.
5
Desde la década de 1980 se ha promovido en Brasil un importante proceso de reforma urbana. En el ámbito
federal se han introducido cambios legales e institucionales significativos, desde la aprobación del capítulo pionero
sobre política urbana en la Constitución federal de 1988 (art. 182 y art. 183), que sentó las bases de un nuevo orden
jurídico-urbanístico. Haciendo suya de forma vigorosa la agenda sociopolítica de la reforma urbana, el Estatuto de la
Ciudad se propuso particularmente dar un amparo jurídico consistente e inequívoco a la acción de los gobiernos y
de la sociedad organizada para controlar los procesos de uso, ocupación, parcelación y desarrollo urbano.
Este informe propuso que los planes de desarrollo local queden sujetos a escrutinio y debate
público total. A pesar de los intentos, estas recomendaciones no fueron seguidas
inmediatamente, sin embargo a largo plazo los principios que planteo el informe fueron más
ampliamente aceptados, instalando en la escena un proceso mucho más democrático de
planificación donde los planificadores, desarrolladores y la sociedad se han vuelto más
proactivos y comprometidos, implicando en el proceso una mediación constante en la toma de
decisiones entre los distintos actores sociales. Esto alcanza su punto culmine recientemente
con la introducción de la Ley de Localismo y con ella el surgimiento de políticas para la
planificación de vecindarios la cual permite que las comunidades locales influyan en la decisión
de: localización, aspecto y licencias de obra a conceder de los nuevos desarrollos.
El continente americano tiene sus aportes, en el caso de América Latina y el Caribe, con la
conformación de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la cual fue establecida
en Febrero de 1948 por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas para colaborar
con los gobiernos latinoamericanos en el desarrollo económico de sus países y en el análisis y
La identificación del universo de actores sociales que se involucran con el territorio es una
primigenia modelización social que puede llevarse a cabo en todas las instancias de la
planificación, tanto en la fase diagnóstica, en la de formulación como en la implementación.
Una utilidad reconocida de la incorporación de la participación, tanto en los procesos de
gestión y planificación, es el aporte que le hacen al diseño de la instrumentación urbanística,
ya que desde instancias participativas se propician entornos de diálogo y concertación capaces
de diseñar herramientas para la intervención que son superadoras, ya que habilitan el
reconocimiento de nuevos conflictos políticos, económicos, sociales y culturales (Yeates,
1977).
Ya sea para monitorear cuestiones del ambiente o bien para dar seguimiento al cumplimiento
de las metas propuestas por la planificación es prioritario contemplar la forma de medición o
los parámetros de evaluación. Una modalidad habitual es la utilización de indicadores urbanos6
como fuentes de generación de información. Existen variadas definiciones de los Indicadores
Urbanos pero todas coinciden en resaltar que es una variable o estimación urbana que provee
información sintética sobre un fenómeno más allá de su capacidad de representación propia.
Esto implica que el indicador profundiza el modo de análisis y comunicación de un fenómeno
urbano otorgándole un significado añadido que a simple vista es intangible (Palenzuela,
1999)7. La medición es el fin de esta construcción compleja, donde indicadores simples se
reúnen según el objeto de medición del indicar sintético o compuesto. Por lo tanto un
indicador urbano se entiende como un variable dotada de un significado añadido con el fin de
6
Entendido como elemento técnico de medición cuali o cuantitativa, no como indicador urbanístico para la
regulación de usos y morfologías urbanas.
7
Palenzuela, Salvador R. “Modelos de Indicadores para ciudades mas sostenibles” Documento del taller sobre
Indicadores de Huella y Calidad Ambiental Urbana. Fundación Forum Ambiental. Departamento de Medio Ambiente
de la Generalitat de Catalunya. 1999.
reflejar de forma sintética una preocupación social con respecto al medio urbano. Y así poder
insertar estas cuestiones dentro del proceso de toma de decisiones.
Desde el ámbito del Monitoreo y Control también hay instrumentos que se aplican antes de
realizar la intervención y están insertos en el propio proceso de gestión de una propuesta.
Estos pueden dotar de consideraciones ambientales a la gestión urbana clásica, es el caso de
los informes o las evaluaciones de impacto ambiental, que pueden prever los impactos futuros
y establecer procesos de mitigación. Dependiendo la legislación de cada país estos
instrumentos se encuentran exigidos en todas las escalas de actuación o en casos
excepcionales. Estos instrumentos desde un enfoque normativo y en el marco de un
procedimiento jurídico-administrativo incorporan en primera instancia herramientas que
evalúan de forma anticipatoria, previendo posibles impactos negativos. Primero surge la
“Evaluación de Impacto Ambiental” a escala de Proyecto, y luego se consolida la utilización de
la “Evaluación Ambiental Estratégica” a escala de Plan. Ya en el siglo XXI se requieren de
instrumentos que superen la anticipación y ofrezcan la posibilidad de seguir y monitorear los
cambios en tiempo real. Dentro de este marco se encuentran a los “Observatorios Urbano
Ambientales”, a las “Agencias de Protección Ambiental” y los “Indicadores de Sustentabilidad”.
8
Frausto, O., Perdigón, T. y Rojas, L. “Sistema de Indicadores de la Riviera Maya” Revista Ciudades Nº 68. México.
2005.
distintas. La clasificación conceptual puede ser bastante genérica en un inicio pero, induce con
sustento teórico al comienzo de una reflexión analítica.
Estos son los encargados de restringir usos, apropiaciones o mercados del suelo, mediante
instrumentos que se enmarcan en el derecho administrativo, rama del derecho público que
estudia primordialmente la organización y la actuación del Estado en sus relaciones Jurídicas
con los particulares. En el campo de la jurisprudencia (derecho) existen dos mundos jurídicos
diferenciados e inconexos. El Derecho Público y el Derecho Privado. Dentro del Derecho
Público se encuentra el Derecho Administrativo, en donde se sitúan los códigos de
planeamiento u ordenamiento territorial (Petrelli;s/f ).
El derecho público es explícito, solo está permitido lo que dicta la norma, en cambio en el
derecho privado (civil) se explicita lo que está prohibido, por ende todo lo que queda por fuera
implícitamente está permitido. No obstante, en el marco del Derecho Administrativo cabe
resaltar que puede haber excepcionalidades, las cuales en los documentos de planeamiento y
ordenación tienen que tener contemplados los procedimientos administrativos para que estas
ocurran. Es el caso de los convenios urbanísticos, los cuales deben estar regulados en cuanto a
los compromisos y obligaciones que ambas partes adquieren al formalizar el acuerdo. Como
todo contrato tiene contraprestaciones recíprocas, y los beneficios mínimos que se debe
aportar a la ciudad por las excepcionalidades de uso y edificabilidad que se obtengan las cuales
no están reguladas (Petrelli;s/f ). En el caso de Argentina los códigos urbanísticos son
explícitos, por corresponder al Derecho Público, y debe prestarse especial atención a las zonas
de renovación, urbanización futura o gestión especial, dado que en ellas puede aplicar la
celebración de un convenio urbanístico para delinear una nueva intervención.
Estos instrumentos han estado orientados a la ordenación del suelo, mediante cuerpos
normativos que dan forma a códigos urbanísticos, de planeamiento o de edificación. La
aplicación de la restricción en la ciudad se dirige en términos generales a afectar tanto a los
espacios públicos como privados, pero en este último caso el dominio de la propiedad privada
se ve limitado, ya que los códigos aplican, con la formulación de sus indicadores, la única
restricción al dominio privado del suelo. En los espacios públicos las restricciones se
determinan por normativa de uso y existe en estos lugares consensos colectivos que conducen
una similar apropiación de estos espacios por parte de los habitantes. Es así como:” Los
deberes y los derechos de los propietarios del suelo varían según la situación de los terrenos
en relación con la ciudad y en función de su proyecto de desarrollo, expresado por el
planeamiento urbanístico, que establece a tal efecto diferentes regímenes de suelo” (Noguera,
2011). El campo temático que se asocia a ellos es el Normativo.
Los instrumentos que se asumen como Postulativos son aquellos que dentro de su formulación
explicitan qué quieren alcanzar y como lo harían, se enmarcan dentro de un marco proyectual
y poseen carácter ejecutivo, indicando estrategias, componentes y actividades determinadas a
desarrollar para alcanzar los objetivos. Demuestran capacidad para generar estrategias o
concretar fines mediante el postulado de ideas o principios, preferentemente en un plazo
Son aquellos que operan de forma tal que logran revertir, mitigar o equilibrar desigualdades en
el territorio. Puntualmente desde el modelo desarrollista (mediados del siglo XX) se encuentra
que estos comienzan a formularse y a operar en situaciones donde existe una conciencia
global de crisis, partiendo de las escenas posbélicas, atravesando crisis económicas, crisis
políticas, crisis ambientales y sociales. Cada instancia crítica se ha visto reflejada en la
instrumentación urbanística.
En este campo vuelven a cruzarse otro tipo de clasificaciones de instrumentos, pero puede ser
entendida muy sintéticamente como todas las iniciativas que procuran revertir asimetrías
territoriales o sociales.
ANEXOS AMPLIATORIOS
ANEXO I
Modelos de Desarrollo: Breve Contextualización
Introducción
A lo largo de la historia, y desde que la planificación urbana es asumida como una política
pública, los instrumentos urbanísticos han operado diversas intervenciones. Desde una
primera mirada ordenadora-normativa del suelo hasta aplicaciones más actuales en marcos
participativos e inclusivos para el desarrollo urbano sostenible.
Por lo tanto desde el enfoque histórico se pueden identificar cuatro cortes que responden a
distintas modalidades de la planificación implementada como política pública. Dicha
clasificación permite poner en contexto los pensamientos de cada época e identificar los
agentes que intervienen con capacidad de gestión en distintos territorios y escalas, y con qué
temáticas.
Periodo que emerge con la segunda guerra mundial en Europa, se consolida con el Fordismo y
Taylorismo en América del Norte y llega a mediados del siglo XX a América Latina. En términos
de generación de excedentes el modelo desarrollista fijo sus metas en la producción industrial.
La economía se sustentaba sobre estructuras industriales, que desde el enfoque urbano
estaban muy relacionadas con el espacio de producción y el circuito que seguían luego las
mercancías para su comercialización. El estado era un actor muy presente en la toma de
decisiones sobre aspectos de planificación y los plazos que manejaban sus propuestas e
intervenciones eran largos. Las grandes obras se financiaban con recursos públicos y se
orientaban todos los esfuerzos a las grandes obras de infraestructura, sobre todo aquellas que
sean articuladoras en el territorio. Transporte, energía y servicios de saneamiento fueron las
Por lo tanto en este periodo fueron intensas las intervenciones desde la normativa de usos del
suelo, la obra pública de infraestructura, la vivienda destinada al proletariado y la
consolidación de intervenciones sectoriales en polígonos delimitados.
varios actores sociales con capacidad de gestión impulsa la revitalización.9 A este concepto se
le asocia uno de carácter similar que se conocido como “Re-dinamización”.
El proceso de “Renovación Urbana o Renewall” da inicio en la década de los 70’ en Europa, una
vez que las ciudades ya se encuentran consolidadas pero con necesidad de intervenir en la
estructura urbana existente reponiendo o renovando elementos, valiéndose de la dimensión
física y social para lograrlo. Si bien ambas dimensiones se combinan en este tipo de proceso se
privilegia a una de ellas por sobre la otra.10 Este proceso se relaciona con el grupo de
transformaciones que se dirigen a la reconversión de un área.
Los cambios de visión sobre las competencias del estado se fueron modificando en este
periodo, un ejemplo de estos cambios se evidencia con la privatización de las operaciones de
los servicios de telecomunicaciones o de energía, dejando de estar a cargo de los estados.
Ahora el actor público comienza a ser un facilitador y regulador de las actividades. Estos
cambios, junto a otros, permitieron que la planificación tradicional o tecnocrática comenzara a
complementarse con una modalidad de planificación emergente, la planificación estratégica.
La cual, mediante un análisis estratégico basado en criterios empresariales, identifica
oportunidades y riesgos, instalando una mirada selectiva en función del grado de oportunidad
que ofrece. A su vez el mercado inmobiliario opera como motor de reproducción del suelo
urbano y de procesos de densificación de algunas áreas de la ciudad. Estas intervenciones
9
Caso de la Ciudad de Glasgow, citada por CECODAHS.
10
Los programas de renovación de la Comisión europea URBAN son referentes de este tipo de experiencias en toda
Europa.
En cuanto a las tipología de transformación urbana que se instala en esta época se encuentran
a partir de la década de los 80´ los procesos de “Redevelopment” en Inglaterra o de “Mejora
Urbana” en España, los de Regeneración Urbana y los de Reforma Urbana.
De los años 80’ en adelante con los inicios de la era global se conllevan procesos de “Reforma
Urbana”, en donde la expansión se articula con la necesidad de nuevos espacios urbanos que
den sitio a nuevas actividades, y a nuevas lógicas de reproducción urbana. Destacándose este
proceso por focalizar su atención en aquellas áreas que son patrimonio histórico, las cuales
requieren de adecuaciones para actualizar y modernizar sus prestaciones. En este tipo se
encuadran las reformas de los Cascos Históricos Europeos. También se asocia a este tipo de
transformación a criterios de reconversión.13
Los procesos de “Rehabilitación Urbana” se dan por primera vez en 1983 en Europa del Sur,
impulsados por la legislación estatal, cuando se supone que algunos edificios o áreas urbanas
debían de ponerse en valor para recuperar su habitabilidad.14
11
La legislación Catalana posee los Planes Especiales PERiS de reforma interior.
12
Programa Europea URBACT.
13
Como antecedente empírico existe el Programa PERiS Catalanes. O el casco Histórico de la Ciudad de Bolonia, en
Italia.
14
En España se ponen en marcha los Programas ARI o Áreas de Rehabilitación Integral, siendo estos procesos una
clave de la urbanística española.
Tal como señala Peter Hall (1996), por motivos vinculados al proceso de globalización, en este
recorte temporal los promotores y desarrolladores comenzaron a interesarse por la
regeneración del espacio urbano mediante la implementación de proyectos espectaculares
que transformarían la imagen de las áreas urbanas deprimidas17, en muchas ocasiones a
expensas de áreas populares. Experiencias paradigmáticas como los Docklands en Londres a
fines de los ochenta hasta la Barcelona Olímpica de comienzos de los noventa, o el frente
costero de Bilbao, dieron lugar a la aparición de nuevos temas urbanísticos y a la promoción de
emprendimientos que generaron nuevas lógicas y reglas de juego entre el sector público y el
privado, relegando en gran medida la preocupación por la calidad ambiental y la equidad
socio-espacial en pro de la aceleración y amplificación de la realización de las inversiones
inmobiliarias que movilizaba el capital global18.
15
Desde el observatorio Metropolitano de Madrid Oscar Muñoz Carrera, en el artículo: “Gentrificación y
Reestructuración del espacio social de Madrid”, conceptualiza la noción de Gentrificación encontrando su primera
utilización por una socióloga británica llamada Ruth Glass en 1964, para describir el proceso de “vuelta al centro”
protagonizado por las clases pudientes y la vieja aristocracia londinense en los años 60.Desde entonces, los estudios
sobre las estrategias residenciales de dicha clase y sobre rehabilitación urbana (sea pública o privada) han retomado
la noción para describir el proceso de sustitución de las clases obreras por clases medias-altas en zonas degradadas
y abandonadas de la ciudad, mismo proceso que se halló muy ligado a políticas públicas de rehabilitación urbana en
los años 70 y 80. Dependiendo del autor pueden encontrarse otros nombres para este fenómeno, como
aburguesamiento o elitización.
16
El primer caso es la transformación del Barrio Crawford-Roberts de la ciudad de Pittsburg, donde en un área
central deteriorada se conforma un asentamiento para Yuppies que vuelven al centro.
17
Dando importancia a la apariencia, al aspecto decorativo y escenográfico de las ciudades, al cuidado de los
grandes espacios públicos centrales, entre otros aspectos.
18
No obstante, Fernando Murillo (2004) hace referencia a algunas experiencias internacionales en las que se han
impulsado algunas acciones relativas a la inclusión social. Por ejemplo en La Haya y en Rotterdam.
La inflexión de siglos da origen a un nuevo periodo, el paso del siglo XX al XXI, comprende una
fase de transición de un quindenio (periodo de 15 años) en donde innovaciones de todo
aspecto se intentaron aplicar. En el contexto latinoamericano, a pesar de las iniciativas
inversoras de la globalización, se detectan en este periodo las limitaciones que el modelo
anterior poseía sobre todo en lo relativo al crecimiento espontáneo e informalidad urbana y
su relación con los procesos de segregación y nociones de sustentabilidad urbana. En la etapa
anterior de acuerdo a informes aportados por la CEPAL se asumía que estas problemáticas se
solucionarían con el devenir de la actuación del mercado, pero transitados los veinte años del
modelo neoliberal (1980-2000) los gobiernos asumen que la informalidad no solo no se estaba
superando sino que se acrecentaba en densidad y extensión en áreas próximas a las ciudades
cabeceras. Esta preocupación instala en agenda el debate y como materia de intervención a los
sectores informales, es así como instrumentos de desarrollo urbano y de financiación
comienzan a gestionarse con visiones fuera del marco de las visiones instituidas, presentando
reversiones de instrumentos de los modelos anteriores. De este modo el proyecto urbano se
reversiona con la figura del proyecto urbano integral, y el financiamiento internacional y local
ahora orienta su mirada hacia estas áreas de ciudad.
La consolidación del cambio climático en agenda y sus efectos globales junto a la afirmación de
la cuestión social como tema a abordar, afianzan prácticas de mecanismos de participación, los
cuales fueron muy selectivos en el modelo anterior. Si bien la planificación presenta aperturas
a nuevos agentes de desarrollo en el modelo neoliberal en el modelo neodesarrollista hay
conquistas sociales que instalan al desarrollo sostenible como meta del nuevo milenio.
Ambiente, sociedad y economía se articulan en este concepto de desarrollo. Es así como los
instrumentos de participación se difunden y comienzan a ser parte de todas las instancias del
proceso de la planificación, desde etapas tempranas en la fase de diagnóstico hasta inclusión
en las fases de implementación y construcción de las propuestas. La autogestión también se
afianza bajo estos criterios.
En este periodo se muestran claros esfuerzos por reemplazar el modelo de ciudad densa por
un modelo de ciudad compacta, ya conociendo los efectos negativos de la técnica del zonning
y rescatando la idea de proximidad del empleo y la residencia. Las buenas prácticas ya
instaladas desde el enfoque de la sustentabilidad urbana apelan a este reemplazo, rescatando
las áreas centrales degradadas, rehabilitando y refuncionalizando a estos sectores de ciudad.
Ya a finales de los años 90´los esfuerzos de los procesos de transformación urbana estaban
orientados a la “Reestructuración Urbana”, en donde se reversionan los procesos de Mejora
Urbana o de Redevelopment iniciales y se trabaja sobre la modernización de algunos
componentes de la estructura urbana de rol clave. Como lo son los ejes viarios o de piezas de
gran valor estructural.19 Son de tipo sectorial y pretenden mejorar las condiciones de calidad
urbana micro-regional. Optimizando el funcionamiento del área metropolitana. Y ampliando
las capacidades de las ciudades “cabecera” 20de recibir población transitoria durante el horario
laboral. La planificación urbana, entrado el nuevo siglo, incorpora ajustes a la modalidad
estratégica implementada a fines de siglo, rescatando los principios del Nuevo Urbanismo
19
La gran Vía es un ejemplo de este tipo de transformación.
20
Los Institutos Geográficos Militares Nacionales entienden a esta unidad territorial como componente organizador
del territorio y tomando una definición del Instituto Geográfico de Colombia se la define como: El área geográfica
que está definida por un perímetro urbano, cuyos límites se establecen por acuerdos del Concejo Municipal. A su
vez corresponde al lugar donde se ubica la sede administrativa de un Municipio.
como ideas fuerza que preparan al planificador para hacerle frente a escenarios de
incertidumbre y falta de recursos. Siendo las más destacadas las siguientes:
Ya transitado el primer quindenio del siglo XXI (primeros quince años) se inicia un nuevo
periodo en definición el cual todavía no posee la perspectiva temporal necesaria para
delimitarlo y definirlo. No obstante, hay cuestiones que si se detectan, sobre todo aquellas que
están relacionadas a la temática del ambiente, el hábitat, la informalidad urbana y laboral.
En lo respectivo al ambiente los efectos globales del cambio climático ya no solo afectan a
aquellas poblaciones que se encuentran en un estado aparente de vulnerabilidad, ya sea por
vivir en ámbitos precarios o sitios de riesgo ambiental, sino que los efectos alcanzan sin
mayores previsiones a todo tipo de población y clase social.
En relación al mercado del suelo, el suelo urbano es de muy alto costo y el acceso a la vivienda
ya no se encuentra asociado a políticas públicas de empleo que permitan sostener
mecanismos de financiación para la adquisición de viviendas. A las nuevas generaciones podría
costarles enmarcarse en políticas públicas de planificación que no reconocen las limitaciones
de los alcances que ellas mismas poseen.
Cabe destacar que a lo largo de todos los periodos se implementó, dependiendo la lógica
recaudatoria de cada país, instrumentos de captación de plusvalías que al día de hoy se fueron
complejizando y alcanzan desde el clásico impuesto predial e inmobiliario hasta los servicios
públicos que se prestan, también lo tributario alcanza a gravar las transacciones de mercado
que se operen, ya sea la compra de bienes y servicios o transacciones en el mercado bursátil.
Dicha acción se basa en la idea de resguardar la captación de plusvalía del agente público, y
evitar que la misma quede en manos del privado.
Un aspecto importante que influye en la forma en que los territorios se han estado habitando
en los últimos tiempos son las tecnologías de la información que en la actualidad son útiles en
diversos campos y permiten que cada individuo posea un rango de selección más amplio para
definir en donde vive y trabaja. Por lo tanto algunas ideas del periodo anterior sobre modelos
de ciudad representadas en el debate entre lo denso y lo compacta hoy, conviven con
ciudades difusas que se expanden en búsqueda de otras opciones del hábitat. Ya sea por la
búsqueda de calidad ambiental o por el grado de acceso que ofrezca el mercado inmobiliario.
El avance tecnológico junto al alto grado de incertidumbre permite que a medida que pasa el
tiempo los cambios se den con mayor celeridad y falta de previsión, esto en gran parte es
fundamento de la duración temporal que han tenido los modelos de desarrollo antes
expuestos. Iniciando con un modelo que podía sostenerse en el tiempo por 40 años, siendo
posible en el enmarcar propuestas a un largo plazo (20años) arribando a un modelo de
desarrollo que posiblemente pueda sostenerse con horizonte temporal de 10 años. Esto obliga
a pensar en propuestas que manejen plazos más cortos y tengan mayor capacidad de gestión.
La anterior contextualización de cada época permite un mejor abordaje de estas herramientas.
Las cuales, por su complejidad, con el fin de clasificarse pueden tener una doble lectura. Por
un lado una primera clasificación en categorías temáticas y por otro una segunda clasificación
en categorías conceptuales que profundizan la reflexión sobre los alcances y las limitaciones de
los efectos de los instrumentos.
ANEXO II
Fichas de instrumentos de gestión urbana municipal - Guía de Gestión Urbana de la
serie de Manuales de la CEPAL.
En las variables de análisis de cada ficha que hacen referencia a los Requisitos Operativos y
Claves de Implementación pueden identificarse en cada uno de ellas cual es la vinculación e
imbricación instrumental que requiere el instrumento para aplicarse, ya que ninguna de estas
herramientas opera en soledad, sino que funcionan en complementariedad con otros. Esta
complementariedad instrumental da cuenta de los fines complejos que poseen las
intervenciones urbanas e indica que para alcanzar en muchos casos la totalidad de las metas
que propone una intervención se requiera de más de un instrumento para lograrlo.
Para mayor información ampliada sobre casos actuales de instrumentos vigentes se puede
consultar la Plataforma urbana y de ciudades para América Latina y el Caribe en:
https://plataformaurbana.cepal.org/es/search/content/planning_instrument
Bibliografía