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En este capítulo que lleva por nombre "Lima y sus costumbres" , la autora narra su

experiencia en la capital peruana, por medio de sus observaciones y reflexiones, es así que
la autora Flora Tristan describe los aspectos de la vida social, política, cultural, religiosa de
la capital. Estos hechos se ubican durante el siglo XIX, el relato comienza con la interacción
con su tía Manuela, quien la sitúa en la alta sociedad de Lima, la autora la describe como un
personaje de inteligencia y sarcasmo. Tristan nos muestra su visión crítica de las
costumbres de Lima, realizando una comparación con París, como la falta de desarrollo en
las instituciones de formación, que son escasas y superficiales, dominadas por la
ignorancia.También destaca el clima y la geografía, que tiene un impacto en la salud de sus
habitantes. La arquitectura de Lima, el reflejo del pasado colonial y el actual gobierno
republicano, incluyendo las figuras del Presidente Orbegoso, el general inglés Miller, el
coronel francés Soigne, entre otros. La política y el gobierno de Lima, en el que la autora
nos describe que estos son inestables, corruptos y las ambiciones de los caudillos. La
situación de las mujeres, la presencia limitada que se observa en la casa de su tía. La
religión y la moral de la capital, las describe como falsas e hipócritas, sinónimo de dominio y
manipulación. El relato de la visita a un convento y su impresión sobre la administración de
la moneda y su descripción de la prisión y las sentencias de la Inquisición después de la
Independencia del Perú. Las costumbres y los modos de vida de las diferentes clases
sociales, desde la aristocracia hasta el pueblo, y que hace realce en el uso de la saya de las
mujeres. Además, se hace referencia a una señora que lleva por nombre de la Riva-Agúero,
aquella mujer holandesa casada con un hombre del país, en el que la autora elogia y hace
realce su virtud, dignidad y cuya historia de esta mujer ejemplifica los desafíos que enfrenta
para sostener su hogar, a pesar de las adversidades.

En conclusión, Flora Tristan, escribe estos relatos con un estilo claro y persuasivo junto a la
narración, descripción y argumentación. Así mismo utiliza un tono de indignación y de
compasión porque denuncia las atrocidades que ella presencia. La visión que nos muestra
la autora es realista y crítica puesto que describe la realidad tal como es, cuestionando sus
defectos, y a la vez como podría ser, proponiendo soluciones para la mejora de la situación.
Con el fin de dar a conocer este ensayo de gran valor histórico y el pensamiento de una
mujer, que luchó por la emancipación de los oprimidos y por la construcción de un lugar
más justo y humano para todos.

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