INTRODUCCIÓN A LOS CONTENIDOS Albert Einstein, una de las mentes más brillantes de los últimos siglos, es nuestro invitado de honor para iniciar este recorrido por los hitos históricos de la enseñanza y del aprendizaje humano. Einstein nos dice que “la mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original”. Los invito a que leamos esta frase examinando su significado para la vida de un estudiante, fuente inspiradora en la construcción de conocimientos. El creador de la teoría de la relatividad habría dicho otra frase que abriga su frase que abriga su pensamiento científico y matemático: “Lo maravilloso es que el ejercicio moderno de la enseñanza no haya ahogado por completo la sagrada curiosidad por investigar, pues esta delicada plantita, además de estímulo, necesita, esencialmente, de la libertad, sin la cual perece de modo inevitable” (AGEAC, 2019). Presentamos a continuación una anécdota que vivió un profesor universitario hace algunos años en el desierto de la Tatacoa (Huila, Colombia), quien fue invitado a observar un eclipse parcial de luna por parte de un equipo de astrofísicos alemanes que habían venido a registrar tal acontecimiento. Él tuvo la oportunidad de contemplar un instante de universo a través del telescopio, y cuenta que esa noche, donde sus ojos fueron bañados por primera vez por una lluvia de estrellas, planetas y constelaciones, su conocimiento estelar dejó de ser solo un estímulo de la abstracción y de razones algorítmicas; a partir de esa observación descubrió una verdad no revelada por la realidad de un aula tradicional, que solo bajo la luz de lo observado cobra significado, y solo atinó a pronunciar con su voz silenciosa: “ahora sí reconozco la fascinación de lo externo a este globo terráqueo que me atrae con las fuerzas de la gravedad”. Desde ese instante aumentó la curiosidad por las complejidades del universo. En ese espectáculo de luminosidades escuchó la voz de uno de los visitantes científicos, convertido tal vez en un forastero inconsciente de la didáctica que dijo: “Podrán darse cientos de horas de enseñanza libresca sobre el universo, pero jamás existirá para la mente humana el placer del aprendizaje que brinda la mirada del universo a través de los telescopios, a través de la tecnología, a través de una herramienta de última generación construida por los humanos”. En efecto, la didáctica tiene la misión de trabajar para que los niños tengan la oportunidad por lo menos, una vez en la vida de contemplar el universo de manera real, a través de un telescopio de última generación; ahí está la magia de la curiosidad que desborda el cerebro de los niños y brota la comunicación que responde a sus necesidades personales y sociales, y ofrece el fortalecimiento de su capacidad de concebir todo lo que lo rodea.
El niño posee un supercerebro que, al contacto visual con el
universo, a través de un telescopio, se embebe contemplando el firmamento. “Jamás la idea del firmamento volverá a ser del mismo tamaño que la idea inicial que él tenía; la visión del universo ha cambiado en el cerebro del niño de manera dramática porque la experiencia real es más fuerte que la imaginación que descubre a través de la curiosidad de la abstracción”. Al presentar esta especialización sobre innovación didáctica se proponen algunas preguntas que orientan la importancia de la reflexión en torno a la didáctica como lo son:
¿Qué es didáctica?
¿Se pueden construir estrategias didácticas a partir de las
preguntas de investigación de los estudiantes?
¿Cómo se construirían ambientes que propicien la
autonomía del estudiante en su aprendizaje?
¿Qué significa innovar en didáctica?
Bienvenidos al fascinante mundo de la innovación didáctica.
UNIDAD UNO Visiones generales sobre la didáctica
La mirada de Comenio La mirada
Concepto de Generalidades y la Didáctica didáctica de Ángel didáctica magna en Europa Díaz Barriga Generalidades La didáctica es una disciplina viva, en movimiento, que para los propósitos de este diplomado la llamaremos Minerva, diosa romana de la sabiduría y de los artesanos del cono- cimiento, creadora de ambientes de aprendizaje. Ella está en el corazón del acto educativo; allí nació, se desarrolla, crece y se multiplica de manera exponencial en los nuevos lenguajes. Minerva, siendo la fuente de inspiración de todo conocimiento, trae consigo una capa que protege a los mortales con un discurso de cómo pensar y cómo transmitir entre generaciones esos acervos y saberes que desarrollan la naturaleza humana y sus civilizaciones. Esa capa que a lo largo de la historia ha cambiado de forma, de estilo y de material, se llama la didáctica. La didáctica bebe los conocimientos de cada época histórica; es interesante encontrar cómo la curiosidad del ser humano por conocer el universo ha sido una constante desde el hombre de las cavernas hasta el hombre de las sondas y los vuelos espaciales; el conocimiento humano al materializarse se convierte en tecnología que se hace evidente desde las obras de piedra diseñadas con alta precisión matemática, como lo demuestran sus hallazgos, hasta la más compleja naturaleza del mundo nano electrónico. En el planeta existen, a pesar de los siglos, centenares de pirámides, templos, coliseos y murallas construidas por el hombre de esas épocas inmemoriales, que dejan sus huellas acerca de las visiones de lo sobrenatural, el esplendor de las civilizaciones y sus formas de percibir la vida, que como resultado de la adquisición del conocimiento se aprendían de manera natural bajo la trasmisión de saberes de una generación a otra. Así puede leerse desde Engels (1884/2017), cuando nos muestra cómo la especie humana tuvo un salto radical al adquirir una posición bípeda que le permitió asir el mundo con sus manos, lo que a su vez desarrolló la independencia digital y posteriormente el desarrollo del lóbulo prefrontal, mediante el cual se enriquecieron las posibilidades de comunicar y transmitir el legado cultural a través de las generaciones, modificándolo y ampliándolo para construir tecnología, en un bucle permanente que se retroalimenta. Tendemos a pensar que esos aprendizajes fueron meramente imitativos; no obstante, poseían un proceso lógico en la construcción de los saberes propios de la cultura y se transmitían a partir de ciertos medios didácticos de aprendizaje: ahí se encuentran los embriones de la didáctica, derivados de la enseñanza y aprendizaje de los saberes de cada cultura y de las estrategias cognitivas diseñadas para proteger la sociedad.
Regresemos a nuestro telescopio alemán en el desierto de la
Tatacoa y tratemos de imaginar el conocimiento astrofísico creado en el último siglo que permite acercar la distancia de observación del universo a nuestros ojos; entre el hombre de las cavernas y el hombre de la sociedad del conocimiento se marca una distancia muy significativa para ver el universo o una parte de él, trillones de veces más cerca del rango del hombre de las cavernas. El telescopio con tecnología de frontera es una extensión de nuestro cerebro a través de los ojos; en los últimos setenta mil años ha habido un prodigioso desarrollo de la inteligencia humana, que hace que nuestros cerebros evolucionen de manera acelerada. La revolución que está produciendo la computación cuántica hace inimaginable el desarrollo de la inteligencia humana a través de algoritmos matemáticos para tratar de contemplar, investigar, explicar, predecir, e incidir en la complejidad del universo, una hazaña titánica para los próximos siglos. La didáctica tiene ante sí el tremendo reto de hacer a p re h e n d i b l e s l a s c i e n c i a s e n l a f ro n te ra d e l conocimiento y los avances tecnológicos que formarán parte de los retos de Minerva, quien con su sabiduría abrirá nuestra inteligencia para construir ambientes formativos y didácticos como estrategia de aprendizaje de nuestros estudiantes para conocer, trasformar o mantener la realidad. Concepto de didáctica Una primera vía para descubrir los orígenes del concepto de didáctica es acercarnos a los inicios del aprendizaje del hombre de las cavernas. Para realizar una actividad racional, ellos tenían que organizar momentos, pasos o secuencias que les indicaban un orden y un proceso para llegar al fin determinado. Cuando las comunidades primitivas salían de caza, existía una organización tribal para identificar, perseguir, acorralar y atrapar una presa que por tamaño, fuerza o agilidad podría ser más fuerte que los mismos cazadores; esa secuencia extraordinaria de sucesos la podríamos llamar de manera primitiva, la “secuencia didáctica para la caza”, que históricamente se ha venido perfeccionando. Los grandes avances del hombre en la humanidad han tenido que ver con esa capacidad de organizar situaciones de supervivencia que indican un “orden” mental. Al respecto, Vigotsky y la psicología soviética han dado aportes significativos, mostrando cómo la acción humana pasa de ser inicialmente física, mediante herramientas naturales, para convertirse posteriormente en mental, a través de la función simbólica o, en otros términos, a través de la representación del mundo en nuestras mentes, bajo ciertas pautas para interpretar y darle sentido a la realidad. Así, todo proceso humano tiene que ver con la capacidad de organizar los elementos cognitivos, afectivo-emocionales y físicos que se requieren para solucionar una situación, y la didáctica permite generar ese discurso que se comparte entre unos y otros sobre el cómo aprender a vivir; la didáctica configura la acción educativa porque analiza el cómo transmitir aquellos saberes desarrollados en una cultura en pro de su supervivencia y de la consolidación de una civilización. Los grandes avances del hombre en la humanidad han tenido que ver con esa capacidad de organizar situaciones de supervivencia que indican un orden mental.
Sintetizando, la palabra didáctica se refiere al cómo enseñar,
cómo aprender y qué herramientas existen para aprender mejor. Esta disciplina define el éxito de todo acto educativo, al igual que cómo se concibe la función del docente y cuáles son las herramientas que utiliza para llegar a una enseñanza pertinente, en función del contexto histórico y sociopolítico de cada época. Por ejemplo, en la Edad Media la misión sagrada de la didáctica mantuvo el espíritu de la educación en el aula física donde el maestro enseña y el discípulo escucha, repite y aprende: “un maestro sabio y un discípulo ignorante”. Pasaron varios siglos para que el creciente reconocimiento de los derechos de la infancia, desde finales del siglo XIX, abriera el campo para cambiar la concepción del aprendizaje y de la enseñanza y, por supuesto, de la didáctica, para hacer énfasis en aspectos como las necesidades de los estudiantes, su acción directa sobre la realidad como principio básico del aprendizaje y las diferencias individuales como elementos que determinan las formas y los ritmos de aprendizaje.
Sintentizando, la palabra didáctica se refiere al cómo
enseñar, cómo aprender y que herramientas existen para aprender mejor. Fue en el siglo XX en el que el espectro de la revolución científica y tecnológica tocó las puertas de la pedagogía y la didáctica, gracias al fortalecimiento de las ciencias sociales y humanas, campo en el que algunos de los grandes intelectuales del siglo XX hicieron aportes significativos, base de las propuestas que hoy se mantienen. Hagamos una breve revisión de algunas de estas aristas.
A partir de la conceptualización de la génesis humana, y con el
reconocimiento de los niños como niños, y no como adultos en miniatura, al igual que como crítica al estudiante pasivo y en general a la escuela tradicional, surgió desde finales del siglo XIX la escuela nueva, con pedagogos como Dewey y Montessori, para postular al estudiante como el centro del proceso educativo, quien aprende haciendo para adquirir las habilidades que le permitan vivir en su sociedad. En el mismo ambiente de discusión de la modernidad en Europa surgen otras fuentes de conceptualización sobre la educación, partiendo desde la epistemología y la psicología, especialmente, tales como las propuestas de Piaget y Vigotsky.
Jean Piaget, biólogo y científico, desde la teoría de la evolución
darwiniana y del estructuralismo se dedicó a estudiar la evolución del hombre desde su nacimiento: su larga vida solo le alcanzó para dar luces sobre la infancia. Al igual que la escuela nueva, hizo énfasis en la acción humana como fuente necesaria para el aprendizaje y el desarrollo, y en la génesis progresiva de las estructuras de conocimiento a través de fases sucesivas de asimilación de las nuevas experiencias para adaptarlas a las estructuras de conocimiento y posterior acomodación de las estructuras para adaptarlas a la realidad, en juegos eternos de procesos de desequilibrio entre lo que sabemos y lo que nos muestra la realidad, y equilibrios temporales, rotos cuando enfrentamos nuevos problemas que activan nuevamente el desequilibrio.
Estos principios del desarrollo progresivo, la acción como
fuente de aprendizaje y el conflicto o desequilibrio como mecanismo básico fueron retomados en planteamientos didácticos que transformaron los entornos educativos para hacer énfasis, igual que la escuela nueva, en los estudiantes activos que autorregulan su proceso de aprendizaje, por lo que las actividades, lejos de ser simple repetición y memorización enciclopédica, deben partir de problemas que generen desequilibrio en los estudiantes y ofrecer las herramientas para que puedan solucionarlos.
Desde la en otrora Unión Soviética Vigotsky, por la misma
época de Piaget (de hecho, nacieron el mismo año: 1896), pero en el contexto de la revolución bolchevique y la imposición de hacer ciencia desde los principios del comunismo, partió de la sociedad y la cultura para entender al individuo como producto histórico y cultural de los grupos humanos. En este contexto, el lenguaje era el medio que permitía a los niños interiorizar el legado cultural desde las herramientas e instrucciones provenientes de los adultos y el exterior, hasta su interiorización como instrumentos artificiales para pensar. Esta línea inauguraría el constructivismo social desde el que se entiende que el mundo se reconstruye en la mente de los aprendices gracias a la interacción simbólica. Así las cosas, tampoco en este caso servía tener a los estudiantes sentados oyendo interminables discursos y memorizando obligaciones, sino que debe partirse del estado de conocimiento de cada niño para ofrecer los medios con los cuales avanzar en su propio proceso: la didáctica retomó estos planteamientos para favorecer el aprendizaje de un estudiante activo en camino de la autorregulación en contextos culturales y sociales enriquecidos. Otros autores como Jerome Bruner y David Ausubel, entre muchos otros, jugaron con estas ideas para revolucionar en la segunda mitad del siglo XX las teorías educativas, seguidos por otros pensadores que aplicaron sus argumentos en el campo de la didáctica.
La didáctica actual, la didáctica de la diosa “Minerva”, ha tenido
como obsequio la innovación. De la Torre (1993) afirma que la “didáctica como cualquier ciencia, ha de ser innovadora, no sólo por su carácter científico, sino por las exigencias de cambio que demandan las necesidades e intereses de los contextos socioculturales y educativos en los que se desarrolla”. La innovación didáctica, vista desde la prospectiva, es quizás la apuesta más fascinante para los docentes del siglo XXI; ya se están presentando caminos inéditos en la relación enseñanza-aprendizaje con el apoyo de la trasposición didáctica, las secuencias didácticas, el modelo TPACK, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABPr), el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) y el Aprendizaje Basado en Casos (ABC), lo que lleva a desarrollar impacto en la calidad de la educación, en el aula y más allá del aula. La mirada de Comenio y la Didáctica magna en Europa Quien quiera contarse entre los buenos, te honrará, Comenio, y honrará a tus esperanzas y sueños. Leibniz (Abbagnano y Visalberghi, 1957/1992)
Volvamos a las bases a Comenio como fundador de la
didáctica para seguir rastreando las fuentes de esta disciplina. Fue en los albores del siglo XVII cuando aparece el checo Juan Amós Comenio por las calles de Ámsterdam dando a conocer su obra, la Didáctica magna. Este querido teólogo, filósofo y pedagogo arriesgó su vida por poner en el centro de la educación al niño. Para entender las dificultades, riesgos e ideologías con las cuales tuvo que lidiar Comenio, vayamos por un instante al siglo XVII: vemos una Europa gris, pestilente por los muertos insepultos de las guerras y las aguas negras, disputando los desperdicios de la muerte por calles empedradas, enfermedades, hambrunas, epidemias y guerras, y los sobrevivientes con las caras tensionadas por las disputas religiosas, la lucha por la verdad de la existencia cae en el poder de la reforma y la contrarreforma que hizo temblar a sus pueblos en una época de profundas convulsiones religiosas. La audacia de Comenio fue presentarse en ese convulsionado escenario a reivindicar el papel de los niños en la educación, en una época en que a los adultos pobres los trataban como sirvientes; su máximo atrevimiento fue presentar la idea de que el centro de la educación era el niño y no el maestro (paido-centrismo). Este hecho es un hito en la historia de la didáctica porque crea las condiciones para el nacimiento posterior de una escuela nueva que, como se mencionó, abogará por el aprendizaje activo del estudiante, una postura contraria al estudiante pasivo que había caracterizado a la educación feudalista de siglos anteriores. Imaginen una época oscurantista, calles lóbregas con antorcha de aceite de tártago y Comenio, con su cara bondadosa, escribiendo críticas a los métodos de enseñanza por repetición, propia de la época de la inquisición, de las monarquías y de las verdades absolutas; él afirma con total seguridad que al niño había que educarlo para la creatividad, como se desprende de la siguiente cita:
Criticó los métodos de enseñanza basados en el castigo y la amenaza, que
solamente despertaban el terror de los muchachos para con el conocimiento e impedían la creatividad y el ingenio. Comenio plantea un método práctico de aprender en el que los conocimientos se infiltren suavemente en las almas, llevando al entendimiento la verdadera esencia de las cosas e instruir acerca de los fundamentos, razones y fines de las principales cosas que existen y se crean. Insta a formar primero el entendimiento de las cosas, después de la memoria y por último la lengua y las manos (Gutiérrez, 2014). Comenio retoma la proclama de Lutero, uno de los líderes de la reforma protestante, quien en uno de sus discursos dijo “que se creen escuelas en todos los pueblos y que a ellas acudan todos los niños, sin distinción de sexo ni de origen”. Resulta interesante que hoy en día esa máxima luterana propicie espacios de reflexión, como el Foro Mundial sobre educación para todos del año 2000, gestado por la Organización de las Naciones Unidas cuatrocientos años después, donde se lanza una declaración para el planeta que simplemente cita la idea original: “que se creen escuelas en todos los pueblos y que a ellas acudan todos los niños, sin distinción de sexo ni de origen”. Observen: en nuestro tiempo sigue siendo una necesidad no satisfecha que en “todos” los pueblos acudan “todos” los niños a los centros educativos. Aunque muchos escritos de Comenio se extraviaron o se incineraron producto de la violencia, el desplazamiento y las guerras, existen obras que alcanzaron la validación científica en casi toda la Europa del siglo XVII, en especial aquellas que analizaban la educación del ser humano y proponían el cambio de la instrucción memorística a una visión del desarrollo de las capacidades del ser humano desde su motivación y sus necesidades.
Comenio instiga a la transformación de las prácticas
educativas y critica rigurosamente el aprendizaje que se da en la vía de la lectura de interpretaciones filosóficas y la memoria, por lo que propone un aprendizaje basado en ejemplos, experiencias reales y prácticas manuales: Así pues, lo que el hombre necesita es la educación, lo que ciertamente, no significa negar la gracia divina, sino más bien afirmar que nos llega a través de la educación, o sea, a través de oportunas experiencias, porque todo conocimiento, afirma Comenio, incluso el de los ángeles, es experimental. Comenio tiene pues confianza en la máxima latitud potencial de la gracia divina, lo que en el plano educativo significa que todos necesitan de la educación y que en todos una educación apropiada produce buenos frutos. (Abbagnano y Visalberghi, 1957/1992, p. 304). Como se puede comprender, el ideal didáctico de Comenio es el de retomar la necesidad de la educación de todos los seres humanos para obtener una mejor sociedad, sin distinciones de género, de credo o de riquezas; todos los seres humanos necesitan educación y en la educación está el reflejo de la gracia divina: Y en verdad las creaturas racionales se deben guiar no a fuerza de gritos, prisiones y garrotazos, sino con medios racionales. Quien no actúa así ultraja a Dios que encarnó en toda su imagen y toda la vida estará dominado, como lo está, por la violencia y el descontento. […] La meta de la educación se halla en el más allá: así como la meta del feto es salir a la luz rompiendo la bolsa amniótica, así la del hombre es salir a una más esplendorosa luz, la luz eterna, rompiendo la envoltura del cuerpo. […] La educación no debe ser un “ensacar” ni un “comprimir” datos en la memoria, sino el arte de hacer germinar las semillas interiores, que se desarrollan no por incubación, sino cuando se estimulan con oportunas experiencias, suficientemente variadas y ricas y sentidas como siempre nuevas, incluso por quien las enseña (Comenio recoge asimismo el argumento de San Agustín de que enseñar es aprender mejor lo que se enseña). (Abbagnano y Visalberghi, 1957/1992, p. 305) Comenio propone una educación por grados o niveles; dada la naturaleza y la complejidad del conocimiento a aprender, esta gradualidad busca establecer las fronteras entre el comportamiento cognitivo del niño, dada por su edad y desarrollo, y la rigurosidad de las experiencias sensibles que serán presentadas por el docente. La didáctica propone la organización de actividades de práctica, donde se comprenda inicialmente el todo y luego las partes, donde existan diferentes formas y maneras de enseñar; eso es motivar, eso es enseñar, esa es la didáctica de Comenio. La mirada didáctica de Ángel Díaz Barriga Ya detenidos en Comenio, e identificadas las bases iniciales de la didáctica, podemos analizar lo que queda de ellas y cómo se aplican en el contexto actual de la sociedad del conocimiento.
El Dr. Ángel Díaz Barriga, profesor de la Universidad Nacional
Autónoma de México, refiriéndose a la didáctica afirma que la importancia de su desarrollo es tal que, a la par de las innovaciones en la formulación de preguntas en la ciencia, ocurre una transformación de la metodología empleada para enseñar (UNAM, 1998), “es decir, que los avances de las ciencias deben formar parte del aprendizaje actual de los estudiantes del siglo XXI”. Él nos precisa que para entender los modelos de investigación en el campo de la didáctica es conveniente una cuidadosa mirada histórica sobre el desarrollo de la teoría didáctica, desde su surgimiento formal en el siglo XVII con Juan Amós Comenio —como lo leímos en la narrativa anterior— hasta la actual sociedad del conocimiento, que significa comprender el pensamiento científico, tecnológico, humanista y artístico en contexto, en cada época histórica de la producción didáctica, y comenzar a construir nuestras innovaciones desde la computación, el desarrollo de la inteligencia artificial, los big data y los algoritmos matemáticos. En los cuatro siglos que lleva la didáctica como concepto educativo han surgido distintas teorías, interpretaciones y experiencias referidas a los problemas de la enseñanza y del aprendizaje en el aula, con el consecuente desarrollo de diversas estrategias conceptuales y metodológicas.
Contreras (1990, citado por Barriga, 1998) afirma que
existen tres perspectivas para realizar la investigación didáctica: el enfoque positivista, el enfoque interpretativo y como ciencia aplicada. El enfoque de la didáctica como una ciencia aplicada se vale de las distintas disciplinas teóricas para explicar los fenómenos del aula.
El enfoque positivista estudia los problemas del aula con el
manejo matemático de variables, categorías, indicadores y la experimentación. Se basa en los postulados del aprendizaje por refuerzo y castigo y en las relaciones entre causas, conductas y consecuencias: por ejemplo, si se investiga la eficiencia de una propuesta didáctica para mejorar el cuidado del medio ambiente, el diseño puede implicar que al lanzar basura al río (antecedente) un estudiante sea obligado a limpiar una zona de ese río (castigo), por lo que se esperaría que sea menos probable que el estudiante vuelva a ensuciarlo (consecuencia). Al contrario, si un estudiante por iniciativa propia recoge basura del lecho del río (antecedente) puede recibir una felicitación pública (refuerzo), y ese estudiante puede estar más motivado y dispuesto a repetir la conducta (consecuencia).
El enfoque interpretativo busca describir los procesos de la
interacción educativa en el aula desde una perspectiva cualitativa. Aquí los conceptos de probabilidad, objetividad y generalización no son importantes. Más que los hechos mismos, lo relevante es cómo son interpretados por el investigador a partir de las herramientas científicas. El enfoque de la didáctica como una ciencia Perspectiva Perspectiva interpretativa interpretativa aplicada se vale de las distintas disciplinas teóricas para explicar los fenómenos del aula. De esta manera, es frecuente que se formen grupos interdisciplinarios para planear, implementar y evaluar propuestas didácticas en áreas Investigación Investigación didáctica didáctica específicas, con lo que se puede hablar de didáctica de las ciencias sociales, didáctica de las matemáticas o didáctica del lenguaje, por Perspectiva Perspectiva Perspectiva Perspectiva ejemplo. positivista positivista científica científica En estas investigaciones la psicología del desarrollo ha acompañado la solidez científica de la didáctica. Llega para fortalecer la extraordinaria intuición de Comenio, cuando dijo: “Solo enseñar una cosa a la vez, solo pasar a otro tema cuando el anterior ha sido comprendido, o solo enseñar lo que puede ser comprendido en determinada edad” (Díaz, 1998).
En la sociedad del conocimiento, las teorías psicológicas han
sido fundamentales para la comprensión de los procesos de aprendizaje y enseñanza. Por ejemplo, se ha propuesto que el docente, como mediador, facilita el andamiaje propuesto por Vigotsky; Ausubel centró su propuesta en el aprendizaje significativo; Aebli enfatizó en el papel de la problematización como eje del aprendizaje; Piaget mostró el aprendizaje como un proceso evolutivo en el que se busca el conflicto cognitivo como desencadenante del aprendizaje; el interaccionismo explicó el papel de las redes neuronales de aprendizaje y el constructivis- mo ha puesto en el relieve la reorganización permanente de las estructuras de conocimiento. Más recientemente se ha hablado de modelos que intentan incluir la perspectiva de la educación virtual, como el caso del conectivismo. Existe una vertiente que promueve la investigación didáctica y es la investigación-acción, cuyo objeto es estudiar posiciones educativas que tienen importancia para los sectores sociales y la promoción de la participación comunitaria en sus propios problemas. Su aplicación al ámbito de la educación se dio cuando se entendió que los docentes podrían participar en la investigación-acción con el fin de examinar de una manera hermenéutica los problemas de enseñanza. La figura del docente investigador se fue estableciendo en las instituciones educativas debido a sus diseños didácticos aplicados, enriquecidos y teorizados para continuar el ciclo permanente de transformación en el aula y más allá del aula. Los aportes en didáctica tienen efectos en la calidad de vida de los estudiantes, a partir de situaciones de aprendizaje de la realidad, que articulan la dimensión científica, tecnológica y artística, los saberes y características de los estudiantes, así como el perfil del docente y el liderazgo institucional.
Por tal motivo, es necesario pensar la didáctica como la
reflexión rigurosa frente al cómo pueden aprender mejor los estudiantes y qué herramientas, tanto físicas como virtuales, permiten activar el desarrollo cognitivo del estudiante para la comprensión de conceptos y la construcción de significados que el individuo aplicará en situaciones específicas. La didáctica depende de los fines de la educación y de la posición que el ser humano adquiere en la sociedad. En la actualidad hay múltiples recursos didácticos, algunos de ellos están inmersos en el contexto de la escuela, otros en la experiencia cultural y otros más en el acceso a la información desde la tecnología y la conectividad. El éxito de una actividad educativa depende de la facultad del maestro para formular secuencias didácticas que incluyan estos tres recursos bajo el objetivo fundamental de enseñar un concepto específico, así como la de formar para la ciudadanía y el desarrollo del pensamiento.
La escuela está diseñada para evolucionar de acuerdo con las
necesidades de la sociedad y para cumplir con el propósito de acercar el conocimiento a los seres humanos; no podemos seguir pensando que la escuela es solo una institución física; es, además, el lugar donde se avizora el mundo del conocimiento, con cimientos lógicos y objetivos, con interpretaciones teóricas y con construcciones colaborativas. Innovar es estar delante de la misión de la escuela, es investigar sobre cómo se construye el futuro del mundo a partir de los saberes del tiempo presente.
El reto es que cada uno de los maestros se posicione como un
intelectual innovador, protagonista de la transformación social, que tiene en cuenta el conocimiento disciplinar de su área de enseñanza, pero, además, investiga sobre las estrategias para enseñar mejor. La innovación didáctica es una amalgama de conocimientos específicos articulados a actividades educativas pertinentes en la vida actual de los individuos.
En este ensayo de las dos obras que se da Dentro de uno de los libros encontramos el primer cuento Espuma y nada más que es en el que nos centramos para hacer un análisis que entenderemos o nos damos decuenta de diferentes
Pensamiento Crítico: Utiliza modelos mentales para desarrollar tomas de decisiones efectivas y habilidades de resolución de problemas. Supera los obstáculos cognitivos y las falacias en los sistemas para pensar con claridad en tu vida cotidiana.