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Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña

Licenciatura en lengua española y literatura orientada a la educación secundaria

Estudiante:
Yerfina Arisbel Feliz Medina

20231-0112

Introducción a la lingüística

Prof. Marcos Blonda


Introducción

En resumen, el análisis lingüístico se erige como una herramienta esencial para


descomponer y comprender la estructura intrincada de una lengua. La segmentación,
clasificación y conmutación se revelan como procesos interdependientes que trabajan en
conjunto para revelar las complejidades semánticas y estructurales de la cadena hablada.
Además, los niveles de análisis, como el fonológico y morfológico, permiten una
comprensión más profunda de las unidades lingüísticas que constituyen el tejido de la
comunicación verbal. Este informe no solo destaca la importancia de estos
procedimientos y niveles de análisis, sino que también ofrece una visión detallada de
cómo se aplican a través de ejemplos concretos, demostrando su relevancia en el estudio
de la lengua y la comunicación.
¿Qué es el análisis lingüístico?

El análisis lingüístico es un procedimiento general que consiste en segmentar, definir y


clasificar las diferentes unidades lingüísticas que componen un texto de lengua dado.

En la práctica para comprender en que consiste y como procede el análisis lingüístico


hemos de tener bien claro que la cadena hablada es un continuum (una sucesión de
sonidos) en el cual todo es transición. La existencia de segmentos, tal como lo plantea
Rodríguez Adrados, (1974) es algo que se advierte en la primera articulación de la
lengua.

¿Qué procedimientos metodológicos se toman en cuenta para llevar a


cabo el análisis lingüístico y en qué consisten?

Para llevar a cabo el análisis lingüístico normalmente se toman en cuenta tres


procedimientos básicos:

a) Segmentación
b) Clasificación
c) Conmutación

La Segmentación es el procedimiento que consiste en dividir o separar la cadena


hablada en unidades o segmentos que cumplan con una función o una significación. En
otros términos, se realiza mediante la sustitución de un segmento o trozo fónico por otro
en el interior de la cadena hablada y la observación de si cambia el sentido, es decir,
presupone un análisis semántico. Si esto ocurre estamos ante la presencia de un trozo
fónico segmentable. Sólo así puede asegurarse la equivalencia o diferencia funcional de
determinados segmentos de la lengua en el acto comunicativo: fonema, morfema.
palabra, sintagma, oración.

La Clasificación consiste en agrupar las diferentes unidades lingüísticas segmentadas,


atendiendo a sus características comunes, según las cuales están organizadas
jerárquicamente dentro del sistema en una serie de subsistemas. Cuando agrupamos las
unidades que contiene la lengua, además de las características comunes que las unen,
otras características que permiten separarlas o distinguirlas unas de otras dentro del
circuito cerrado del cual forman parte, establecemos una subclasificación.

La Conmutación consiste en buscar aquellos segmentos que hacen que, si se sustituyen


por otros de su misma naturaleza, el segmento lingüístico al que pertenecen ya no sea el
mismo. Es decir, la conmutación se produce cuando dentro de un signo lingüístico
sustituimos un segmento por otro y tenemos como consecuencia un signo lingüístico
diferente. Por ejemplo, en gatito, si sustituyo el segmento gat- por el segmento perr-,
tengo un signo lingüístico diferente: perrito. Igualmente, si sustituyo el segmento –it-
por el segmento –er- tengo gatero. Por último, si sustituyo el segmento -o por el
segmento -a tengo gatita.

Finalmente, es importante aclarar que estos tres procedimientos analíticos anteriormente


descritos (Segmentación, Clasificación y Conmutación) no pueden verse ni practicarse
aisladamente. En la práctica, en el análisis mismo, se recubren y se efectúan juntos, es
decir, se presuponen y se complementan.

¿Cuáles son los niveles de análisis de la lengua?

Por otra parte, existen diferentes niveles de análisis, es decir, el análisis lingüístico se
puede llevar a cabo en diferentes niveles que responden a la jerarquización de las
unidades de la lengua. Estas unidades, por la naturaleza de las relaciones que guardan
entre sí y con las demás dentro del sistema, forman los subsistemas a que hicimos
referencias más arriba.

Para el análisis lingüístico podríamos tomar en cuenta los siguientes niveles:

• Fonológico; cuya unidad básica es el fonema.

• Morfémico o Morfológico o Morfemático: unidad básica, el morfema.

• Sintáctico y Sintagmático: unidad básica, el sintagma.

• Semántico o Sémico: unidad básica, la lexía y el semema.

Defina el nivel morfológico.

El análisis fonológico consiste en descubrir o determinar los fonemas que contiene un


texto de lengua realizada dado; determinar cuántos y cuáles fonemas han sido
empleados en la elaboración del texto en cuestión.

¿Qué es el fonema? Es la unidad más pequeña aislable de la lengua; es una unidad


distintiva y sucesiva de carácter discreto que existe en un número limitado en cada
lengua. Es una entidad abstracta acuñada en el cerebro de cada hablante y su soporte
material es el sonido. Por eso normalmente tendemos a identificar el fonema con el
sonido; esto es erróneo por cuanto un mismo fonema puede ser representado por varios
sonidos que entonces reciben el nombre de alófonos.

¿Cómo llevar a cabo el análisis fonológico?


Ya hemos indicado que se recomiendan tres procedimientos generales diferentes:
Segmentación, Clasificación y Conmutación.
Ante la presencia de un continuum lingüístico o texto de la lengua realizada dado, el
hablante interpreta y convierte ese continuum de la cadena hablada en un discontinuo,
en una serie de unidades mínimas que se organizan en un mismo nivel de la lengua:
nivel fonológico. Apunta Rodríguez Adrados (1974) que cada segmento que se va
interpretando da claves para la interpretación de los que siguen, tanto por las leyes de
distribución que hacen una combinación más posible o probable que otras (una /m/
española final de silaba hace prever una /p/ o una /b/), como por los hechos de
coarticulación donde un sonido ejerce influencia sobre otro próximo trasmitiéndole sus
características más salientes. Por ejemplo, la /s/ que es un sonido sordo recibe la
influencia del sonido sonoro /d/ y del sonido sonoro /m/ en contextos como /desdén -
dezdén/, /mismo - mizmo/, es decir, se sonoriza.

En general, el análisis fonológico se inicia con la identificación de los segmentos


mínimos perceptibles y aislables de la cadena hablada que reciben el nombre de
fonemas. La identificación de los fonemas se puede lograr estudiando la distribución
complementaria de los alófonos. Un texto segmentado nos suministra con facilidad el
inventario de alófonos que contiene. Son alófonos aquellos segmentos fónicos de la
cadena hablada que permutados entre sí no alteran el sentido del signo del cual forman
parte, pero conmutados por otros hacen variar el sentido de la unidad significativa a que
pertenecen (morfema, palabra, etc.)

Veamos un ejemplo de distribución complementaria y de alofonía. Si estudiamos los


alófonos del español veremos que los sonidos fricativos [ _b, _d, _g] aparecen en una
posición determinada, por ejemplo, la intervocálica, en que también pueden aparecer las
oclusivas p, t, k, pero no la serie sonora b, d, g, también oclusivas. De aqui se infiere
que las fricativas sonoras [(b, _d, _g)] son alófonos de éstas y están en distribución
complementaria con ellas por cuanto en el contexto en que aparecen unas no aparecen
las otras y viceversa. Es decir, ambas series [(b, _d, g)] y [(b, d, g)], las fricativas
sonoras y las oclusivas sonoras, se asocian para producir los fonemas /b/, /d/. /g/. Estos
aparecen en iguales distribuciones que /p/, /t/, /k/; luego son fonemas diferentes y basta
conmutar o sustituir /b/ por /p/, por ejemplo, para obtener un signo lingüístico distinto:
bata/pata, beka/peka, bela/pela, bala/pala, etc.

De este modo se puede apreciar cómo se distingue un segmento fónico de todos los
demás que pueden aparecer en el mismo contexto, en el mismo punto del sintagma. Para
ello se han realizado conmutaciones usando pares mínimos como los ejemplos dados
más arriba, a los cuales podemos añadir los siguientes: deja/teja, gasa/kasa, etc., que
permiten llegar a las diferencias fónicas no analizables en unidades más pequeñas: los
rasgos distintivos o relevantes. En este caso se trata de la oposición de los rasgos
sonoro/sordo. Estos son los rasgos que permiten distinguir a /b/ de /p/, a /d/ de /t, a/g/ de
/k/, respectivamente.
Cada lengua posee un número determinado de estas unidades; el promedio oscila entre
20 y 40 fonemas. Mientras el inglés norteamericano posee 38 fonemas (14 vocales y 24
consonantes), el español general tiene 22 fonemas (5 vocales y 17 consonantes), el
árabe sólo posee 16 fonemas.

Ejemplos de análisis fonológico:


Dada la siguiente frase:
“Chozas y enramadas desperdigadas cubrían la tierra fértil de la vieja y lluviosa
campiña cibaeña”

Encontramos que en ella se han empleado los siguientes fonemas:


_(ch)- o – s – a – i – e – n – _r (rr) - m – d – p
r – g- k- u- b- l – t – f – h (j) - y – n - (ñ)

Es decir, se han empleado los 22 fonemas del español.

Obsérvese que las letras que no corresponden a sonidos realizables, pronunciables en


nuestra lengua, y que por tanto no corresponden a fonemas (como es el caso de la v, la
c, la Il, etc.) no aparecen en el análisis fonológico. Obsérvese también que los fonemas
no se repiten en el inventario. Cuando aparece un mismo fonema varias veces en la
cadena hablada, para el inventario sólo se toma en cuenta la primera vez que aparece en
la cadena lineal; las repeticiones de un mismo fonema deben olvidarse para los fines del
inventario que se levanta mediante el análisis.

Pero el análisis fonológico no termina con la identificación y segmentación de cada


fonema. El trabajo se completa con la clasificación de los fonemas encontrados en el
texto analizado. Esta clasificación puede ser tan exhaustiva como se desee.

¿Qué características posee un morfema?

Las características del morfema:

1) Es recurrente: Cuando tiene un significado, es recurrente en éste y en el


significante; cuando es puramente distintivo, sólo en el significante; cuando es
puramente distintivo, sólo en el significante.

2) Puede comprender varios alomorfos: Esto sucede cuando está formado por una
clase de fonemas o grupos de fonemas diferentes dotados de igual valor distintivo.

3) Puede ser polisémico o multifuncional: Se manifiesta cuando hay varios


significados expresados por un mismo morfema. Es lo opuesto a la alomorfia y se llama
sincretismo.

4) No admite escisión interna: Se trata de una unidad indivisible en otras unidades más
pequeñas de su misma categoria.

Ofrezca una clasificación de los morfemas atendiendo a:


· Su naturaleza.
· Su capacidad de aparecer solos o no.

Este tipo de unidad lingüística puede ser objeto de una doble clasificación:
Atendiendo a su naturaleza:

a) Lexema si designa una realidad conceptual, un concepto, como árbol, mar, amor,
verdad, casa, etc.

b) Gramema si designa una accidencia gramatical, como


-es, -s, y, pero, -ación, des-, etc., en palabras como árbol-es, casa-s, ador-ación, des-
cortés, etc.

Atendiendo a su capacidad de aparecer solos o no (separabilidad):

a) Libres o independientes: si pueden aparecer solos, como formas independientes,


como árbol, sol, mar, casa, tierra, orden, y, pero, ayer, etc.

b) Trabados o dependientes: si son incapaces de aparecer solos en la cadena hablada


como am-, trabaj-, sat-, perr-, -es, -s, des-, -anza, etc. Estos también reciben el nombre
de ligados.

La segmentación morfemática normalmente se presenta en forma lineal, separados (los


morfemas) por guiones:

Re - elabor -á -ba –mos

Pero tambien se puede representar de forma arbórea:

Como se ve, reelaborábamos es una palabra formada por cinco morfemas, de los cuales
uno (elabor-) es del tipo lexema y los cuatro restantes son del tipo gramema (re-, -á,
-ba-, -mos). Todos son ligados o dependientes.

Finalmente, aplicado el análisis morfemático al texto utilizado para la segmentación


fonológica o análisis fonémico encontramos que contiene los siguientes morfemas:
Choza-s - y - en- ram - ad - a -s - desperdig-ad-a-s/ cubr- ía- n- l- a- tierra- fertil- de- l- a
– viej-a- y- lluvi-os-a - camp-iña - ciba - eñ - a.

¿Cómo se diferencian el análisis sintagmático y el análisis sintáctico?


Lo primero que debemos señalar es que no debe confundirse el análisis sintagmático
con el análisis sintáctico. En el primero se determinan sucesiones o agrupaciones de
palabras en la cadena hablada coherentemente relacionadas entre sí, donde se hace
aplicación de la teoría de los componentes o constituyentes inmediatos, por ejemplo, en
la frase:

“El equipo económico del gobierno amenaza la estabilidad de la democracia.”

Existen dos grandes sintagmas que son los componentes inmediatos de la oración entera
y que coinciden con las nociones de Sujeto y Predicado.

El equipo económico del gobierno / amenaza la estabilidad de la democracia


SUJETO / PREDICADO

Cada uno de estos se segmentan a su vez en otros sintagmas:

Sujeto: el equipo económico / del gobierno.

Predicado: amenaza / la estabilidad / de la democracia.

En la teoría generativista cada uno de estos sintagmas recibe un nombre distinto según
sus características, específicamente según cuál sea la categoría formal que funcione
como núcleo del sintagma. Así, el Sujeto "el equipo económico del gobierno" es un
Sintagma Nominal (SN) porque su núcleo es un nombre, el sustantivo equipo; el
predicado "amenaza la estabilidad de la democracia" es un Sintagma Verbal (SV) por
cuanto el núcleo es el verbo amenaza. Pueden haber también otros sintagmas opcionales
como Son: sintagma prepositivo, sintagma adjetivo, sintagma adverbial.

En cambio, el análisis sintáctico consiste en determinar las funciones y relaciones de


cada una de las unidades del tipo palabra que concurren en una unidad oracional
determinada. Por ejemplo, en el siguiente esquema aparecen indicadas la función de
cada palabra y la relación, es decir se indica con que otra palabra se relaciona cada una:

Donde:

MD = Modificador directo.
NS = Núcleo de sujeto.
INT = Introductor.
MI = Modificador indirecto.
NP = Núcleo de predicado.
OD = Objeto directo.

Por otra parte, es preciso que hagamos algunas consideraciones sobre la concepción
teórica del sintagma como unidad lingüística.

¿Cuáles son las tres concepciones más generalizadas de sintagma y a


quiénes se les atribuyen?

Actualmente podemos distinguir las tres concepciones más generalizadas que del
sintagma conocemos:

1) La de Ferdinand de Saussure para quien el sintagma es:

"Toda sucesión coherente de unidades significativas”

“El sintagma se compone siempre, pues, de dos o más unidades consecutivas”

Ejemplos:

• Re-leer
• Contra todos
• La vida humana
• Dios es bueno
• Si hace buen tiempo, saldremos

2) La de André Martinet para quien el sintagma consiste en:

"Toda combinación de monemas"

Ejemplos:

• El año pasado
• En coche
• Con mis maletas
• Con placer
• Con el mayor placer

Es decir, es cualquier asociación de dos o más unidades significativas mínimas del tipo
monema. Según esta definición, también son sintagmas las palabras formadas por más
de un morfema o monema:

• Sal-i-r
• habl-a-re-mos
• dolor-es,
3) La de Noam Chomsky para quien el sintagma es:

"Toda cadena de elementos consecutivos"

"Cualquier secuencia o subcadena de elementos o mortemas que funciona como unidad


en una construcción (cadena) más larga"

Ejemplos: En "los dos pájaros cantan bien" son sintagmas:

a) los dos pájaros


b) cantan bien

En "cantan bien" son sintagmas: cantan, y bien

Es decir, para Chomsky un sintagma es cualquier constituyente que forme parte de un


constituido más amplio, observando siempre la teoría de los componentes inmediatos.

Así, en "Nini canta" hay dos sintagmas: SN = Nini, y SV = canta.

Si observamos los ejemplos dados por los tres autores, encontramos que, aunque hay
algunas diferencias en los criterios, en general, el sintagma es concebido como una
unidad lingüística producto de la capacidad combinatoria de las palabras en el discurso.
De ello se desprende, pues, que los sintagmas son segmentos de la cadena hablada
formados normalmente, aunque no siempre ni necesariamente, por dos o más unidades
del tipo palabra. Así, tenemos que en el texto que hemos utilizado para el análisis
fonetológico y para el mor fémico existen los siguientes sintagmas:

• chozas y enramadas.
• chozas y enramadas desperdigadas.
• enramadas desperdigadas.
• cubrían la tierra.
• cubrían la tierra fértil.
• la tierra.
• la tierra fértil.
• tierra fértil.
• la tierra fértil de la vieja y lluviosa campiña.
• la vieja y lluviosa campiña.
• lluviosa campiña.
• la vieja y lluviosa campiña cibaeña.
• campiña cibaeña.
• la tierra fértil de la vieja y lluviosa campiña cibaeña.

Obsérvese que en la segmentación de los sintagmas y la combinación de las palabras


que los forman se respeta la relación sintáctica (la sintaxis) con que vienen dadas en el
texto original objeto de la segmentación sintagmática. Es decir, todos los sintagmas que
figuran arriba aparecen textualmente en el discurso ofrecido. Por ejemplo, el sintagma
"la fértil campiña cibaeña" no aparece en ese mismo orden, es decir, con esa misma
relación sintáctica en el texto dado, luego no es un sintagma de ese texto.

¿Qué dificultades presenta el análisis lexicosemántico?

En este nivel de análisis se presenta la necesidad de diferenciar previamente tres


dificultades:

1) No existe una unidad, única y formal, que corresponda a dicho nivel.

2) Es pertinente y necesario distinguir entre las cosas o cualidades designadas y las


unidades denominadoras.

3) En este nivel operan, a través de las mismas unidades, dos tipos de valores:

a) los valores formales expresados a través del significante.

b) los valores conceptuales que constituyen las características del concepto contenido
en el significado.

Con respecto a la primera dificultad cabe aclarar que, aunque tradicionalmente se


atribuye a la palabra el carácter de unidad mínima, desde el punto de vista lingüístico,
en el interior de ésta, por lo regular, se articulan otras unidades menores y con
frecuencia también aquellas se articulan con otras bajo los procesos de derivación,
composición, parasíntesis locucional y de formación de lexías, dando lugar a unidades
más complejas en su estructura y su contenido.

No obstante, estas observaciones, la costumbre de asociar las palabras, (captadas


oralmente, y las porciones de escrito entre blancos o pausas) con porciones de la
realidad o características de los conceptos, hace que aún cuando en lingüística la unidad
formal mínima significativa es el morfema, en los procedimientos de la segmentación y
la conmutación practicados en la cadena hablada regularmente se parta de la palabra.

La naturaleza compleja de la palabra hace que, al propio tiempo, sea objeto de varias
disciplinas lingüísticas. En este trabajo nos interesan dos de sus características:

1) La de significante o conjunto fónico que se refiere a un objeto o concepto, o con


que se denomina una determinada realidad.

2) La de forma a través de la cual se manifiesta un conjunto de características


semánticas, los semas, que constituyen el significado.
Vista de esa manera, la palabra es a la vez una unidad lexical que pertenece al
vocabulario de la lengua y una unidad semántica que forma parte del conjunto de
conceptos o valores de dicha lengua.

En razón de la unicidad entre la función de la denominación (aspecto lexical) que


cumple la palabra y los valores que expresa (aspecto semántico), una de las
posibilidades de análisis recomendable consiste en abordar conjuntamente los dos
aspectos.

Defina campo léxico y campo semántico

Desde Saussure y robustecido por Hjelmslev, Coseriu y otros, se tiene claro que las
unidades lingüísticas se organizan en dos tipos de órdenes, en dos direcciones distintas:
la sintagmática y la paradigmática.

Las estructuras organizadas paradigmáticamente, a nivel lexical, constituyen un


conjunto ordenado de palabras relacionadas por su sentido: andar, pasear, caminar, etc.
Este tipo de organización constituye un campo léxico.

Un campo léxico, pues, es un paradigma léxico unido origina en la distribución de un


continuum del contenido léxico en diferentes unidades, las cuales están dadas en la
lengua como palabras que están recíprocamente en oposición inmediata a través de los
rasgos distintivos de contenido simple. En otras palabras, el campo léxico es el
paradigma que se utiliza para denominar una determinada porción de la realidad. Por
ejemplo, el campo léxico "trans- portar" está formado por los nombres de todos los
vehículos que sirven o cumplen está función.

Muy relacionado con el campo léxico está la noción de campo semántico, de modo tal
que algunos autores los consideran como idénticos, pero en la tónica de esta explicación
el campo semántico se refiere sólo al conjunto de relaciones conceptuales o de
significados que se manifiestan e la expresión lingüística.

Contrario al campo léxico, el campo semántico, las relaciones semánticas que lo


integran, se organizan en la dirección sintagmática, en la cadena hablada o discurso.

Otra distinción que nos parece pertinente consiste en establecer que la unidad del campo
léxico es la lexía, en tanto que la del campo semántico es el semema, que a su vez
comprende a los semas, las unidades mínimas de significado.

Por otra parte, el análisis semántico tradicional agrupaba las palabras según su
significado en los siguientes tipos:

1) Polisémicas que abarca todas aquellas palabras con la posibilidad de expresar


significados diversos, referirse a objetos o realidades distintas según el contexto. En
estos significados diversos de las palabras interviene en unos casos una evolución
diacrónica, en otros, un uso o empleo metafórico del término.
Ejemplos:
• La plancha caliente desarruga la ropa (objeto o aparato de hierro).
• La plancha de zinc cuesta 250 pesos (objeto de metal zinc bauxita).
• La plancha dental protege las encías (dispositivo protético).
• La plancha que me hiciste no tiene perdón (dejar esperando).

2) Monosémicas son las palabras a cuya expresión fónica (significante) corresponde un


significado único. Lingüísticamente este es un concepto muy vulnerable y
prácticamente imposible.

3) Sinónimas son aquellas palabras lexemáticas cuyos se-memas comparten en común


varios semas y por lo tanto pueden ser empleadas en los mismos entornos
Contextuales.

En el tratamiento tradicional se entendía como sinónimas las palabras que expresaban


idénticos significados y así se sigue entendiendo hoy.

También ha habido la posición de que no existe sinónimos absolutos; que siempre hay
algunas diferencias.

Por ejemplo, en grupos de palabras como: burro / asno /pollino / jumento, se advierte
que, aunque estas palabras coinciden en su semema general, hay ostensibles diferencias
relativas a los usos regionales, estilísticos, de grupos sociales, ubicación histórica de los
términos, etc.

Lo mismo se puede decir del grupo de palabras formado por: viejo / añejo / anciano.

La postura tradicional sostiene que sí hay sinónimos y que tienen que ser absolutos.
Ejemplos: iniciar, empezar comenzar.

4) Antónimas son aquellas palabras lexemáticas que expresan sentidos contrarios. Es


decir, implican una oposición y se distinguen por lo menos tres tipos o grupos:

a) Oposición contradictoria que se manifiesta entre dos términos cuya oposición


semántica es absoluta: vida/muerte.

b) Oposición contraria revela en pares de términos como preguntar/responder;


comprar/vender, etc.

c) Oposición complementaria expresada a través de términos como esposo/esposa,


masculino/femenino, etc.

Análisis Semántico

El análisis semántico es el procedimiento que consiste en determinar los diferentes


rasgos semánticos (semas) que presenta el contenido semántico o sémico (semema) de
una unidad léxica dada en una lengua dada.
El morfema, como signo lingüístico mínimo, consta de dos caras o planos: el contenido
(significado) y la expresión (significante). El contenido o significado está representado
o constituye el contenido sémico o semema de una unidad léxica. Por ejemplo, el
morfema lexical o lexema hombre posee un semema, el cual está formado por un
conjunto de rasgos semánticos o semas:

animado
hombre macho
adulto
humano

Es decir, el significado del morfema hombre es el producto de los componentes macho,


adulto, humano, etc. De igual modo, el significado del morfema yegua es el producto de
la combinación de los componentes animal, hembra, adulto, equino, etc.

Los semas son las unidades últimas del análisis semántico; son los componentes
atómicos (indivisibles) del significado de un lexema dado.

Podemos establecer una relación de proporcionalidad entre el sema y el rasgo


fonológico diciendo que el sema es al semema lo que el rasgo es la fonema.

El conjunto de los semas que caracterizan a un lexema dado se integra en el semema. Es


decir, cada semema contiene varios semas: semal, sema 2, sema 3, sema 4... sema n

Por ejemplo, los semas que constituyen el semema del morfema silla son:

• superficie plana (sema 1)


• por encima del suelo (sema 2)
• para sentarse con respaldo (sema 3)
• con respaldo (sema 4)
• sin brazos (sólo en oposición a sillón) (sema 5)

Tomemos este análisis sémico como modelo para analizar algunos de los morfemas
lexicales o lexemas de la frase que hemos estado analizando en los niveles anteriores:
Lexema Análisis semántico o sémico

Choza = cabaña (tipo de vivienda)


= con estacas
= cubierta de ramas

Enramada = cobertizo
= de ramas de árboles
= al ras del suelo
= para sombra o abrigo
Campo semántico:
Conclusión
En resumen, el análisis lingüístico se erige como una herramienta esencial para
descomponer y comprender la estructura intrincada de una lengua. La segmentación,
clasificación y conmutación se revelan como procesos interdependientes que trabajan en
conjunto para revelar las complejidades semánticas y estructurales de la cadena hablada.
Además, los niveles de análisis, como el fonológico y morfológico, permiten una
comprensión más profunda de las unidades lingüísticas que constituyen el tejido de la
comunicación verbal. Este informe no solo destaca la importancia de estos
procedimientos y niveles de análisis, sino que también ofrece una visión detallada de
cómo se aplican a través de ejemplos concretos, demostrando su relevancia en el estudio
de la lengua y la comunicación.
Referencia

• González, R., & Benavides, J. (2022). Introducción a la lingüística general. Madrid:


Cátedra.

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