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2007, Vol.16, Nº 1, 77-89 ISSN 0717-0297

Estrategias de Autocuidado en Equipos Profesionales que Trabajan


en Maltrato Infantil

Selfcare Strategies in Professional Teams That Work


in Child Maltreatment
Alejandra Isabel Santana Chamarrita Farkas
Universidad Santo Tomás Pontificia Universidad Católica de Chile

Trabajar profesionalmente en maltrato infantil, implica asumir múltiples impactos, asociados a la temática y a la
organización de la tarea. Esto ha llevado a crear Estrategias de Autocuidado para enfrentar esta situación. El objeto
del estudio fue identificar las estrategias de los profesionales, a nivel individual y de equipo, y conocer la percep-
ción de efectividad de éstas. Se utilizó una metodología cualitativa. La muestra de este estudio estuvo conformada
por equipos interdisciplinarios y profesionales. Se utilizaron entrevistas y el análisis de los datos se realizó según
la Grounded Theory. Los participantes han desarrollado las siguientes estrategias: individuales extra-laborales y
laborales; de equipo, recreativas y laborales. En la percepción de efectividad, éstas se reconocen efectivas en su
mayoría. Aún cuando la percepción de ineficacia se sustenta en la autocrítica de éstas.

Palabras Clave: autocuidado, maltrato infantil, equipos profesionales.

Working professionally in child maltreatment, implies to assume multiple impacts, associate to the thematic and
the organization of the task. This implies the creation of Self-care Strategies to face this situation. The aim of
this study was to identify the strategies of professionals of this area, at individual and team level, and to
investigate the perception of effectiveness of these. A qualitative methodology was used. The participants were
professional teams. Interviews were used and the analysis of the data was carried out according to the Grounded
Theory. They have developed the following strategies: individual extra-labor and labor strategies; team, recreational
and labor strategies. Most of the strategies used are perceived as effective. However, the perception of inefficiency
of these strategies is supported in the self-criticism of those.

Keywords: selfcare, child maltreatment, professional teams.

Antecedentes Morales & Lira, 2000). Estos equipos, se constituyen


como tales en cuanto responden a un trabajo
1. Equipos de Trabajo Interdisciplinarios interdependiente, actuando como “equipo de tareas”
en Maltrato Infantil buscando desarrollar un estado de cooperación de-
nominado “trabajo en equipo”. Es decir, un grupo
En Chile (Sename, 2002), al igual que otros países cooperativo en contacto regular que realiza una ac-
del mundo (Australia, Bélgica, España), la interven- ción coordinada (Hidalgo & Aylwin, 1992).
ción en maltrato Infantil ha sido organizada a través Por su parte, el adjetivo “interdisciplinario” hace
de equipos de trabajo interdisciplinarios1 , cuyo abor- referencia a la especialización de algunas discipli-
daje generalmente, responde a intervenciones eco- nas y el aumento de la complejidad de los fenóme-
sistémicas de carácter psicosocial (Barudy, 1999; nos sociales, lo que ha llevado a la necesidad de
abordar ciertas problemáticas, desde una mirada
Alejandra Santana López, Escuela de Trabajo Social, Uni- holística que vea más allá de las parcialidades, es
versidad Santo Tomás, Chile. decir, interdisciplinariamente.
Chamarrita Farkas, Escuela de Psicología, Pontificia Uni- Barudy (1998, 1999) hace referencia a los distin-
versidad Católica de Chile.
tos niveles de especialización de estos equipos, plan-
La correspondencia relativa a este artículo debe ser dirigi-
da a Alejandra Santana, Gaspar de Orense 465, Quinta teando la organización en red de los sistemas profe-
Normal, Santiago, Chile. E-mail: asantana@uct.cl sionales, en lo concerniente a prevención y trata-
miento del maltrato. A partir de esto, “propone un
1
Disponible en Servicio Nacional de Menores, 1 de Junio
modelo piramidal de organización de una comuni-
2002. Maltrato infantil (En línea). En http: //www.sename.
cl/maltratol/ dad, donde el primer nivel corresponde a la mayor
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especialización y el quinto, al menos especializado fortalecimiento de las capacidades y competencias


en la gestión de casos de maltrato2 ” (Barudy, 1999, parentales, los recursos familiares, sociales y comu-
p. 182). nitarios, con el objetivo de lograr su bienestar
Para efectos de este estudio, resulta interesante psicosocial3 .
especificar la organización del primer nivel. Este, co-
rresponde al Equipo Especializado: 2. Impacto del Trabajo con Casos de Maltrato
encargado de la formación y coordinación de los Infantil en los Equipos de Trabajo
niveles dos y tres, con el fin de movilizar los Interdisciplinarios
recursos profesionales de esos niveles para la
gestión de situaciones de maltrato y acciones Asumiendo que el maltrato infantil es una de las
preventivas. El equipo especializado tiene como expresiones de la violencia, tanto intra-familiar como
misión específica la validación y el tratamiento de otros ámbitos sociales, es posible señalar que los
de las consecuencias del maltrato en sus dife- equipos interdisciplinarios que intervienen con ca-
rentes formas, ya sea en sus aspectos médicos, sos de maltrato infantil, al igual que en otras inter-
psicológicos, relacionales y sociales que, por su venciones con distintas expresiones de violencia,
complejidad y gravedad, no puedan ser tratados que implican alta carga emocional, viven desde sus
en otros niveles. Por su grado de especializa- procesos grupales ansiedades características de la
ción, este nivel tiene además la responsabilidad intervención en violencia.
de desarrollar investigaciones sobre las causas Pues, trabajar con las distintas manifestaciones
y consecuencias de los diferentes tipos de mal- de la violencia implica, en quienes interactúan direc-
trato, así como sobre la eficacia de los modelos tamente con los implicados –sean estos víctimas o
de tratamiento y prevención. (Barudy, 1999, victimarios– desgaste profesional, aún cuando el
p.182) abordaje de la problemática sea como equipo y éste
Este modelo piramidal se complementa con la constituya un soporte para los profesionales en tér-
organización de atenciones en maltrato infantil, a minos individuales; puede llegar a desgastarse tam-
través de circuitos de atención. Distinguiendo, cir- bién, dadas las temáticas abordadas y las dinámicas
cuitos de atención directa y circuitos de atención que se generan al interior de éstos (Morales & Lira,
indirecta o asociada. 1996).
El circuito de atención directa se define por las De hecho, “quienes trabajan con víctimas de
funciones públicas asociadas, legal y directamente, cualquier tipo de violencia están expuestos a un ni-
a uno o más aspectos de la atención al maltrato in- vel de desgaste profesional, que puede llegar al ago-
fantil. Por su parte, el circuito de atención indirecta tamiento profesional o burnout4 y ser la causa de
dice relación con las instituciones públicas que, por trastornos psicológicos graves, del abandono de la
sus funciones con niños, tienen un rol importante profesión o del abandono del campo de trabajo (...)
ya sea en la prevención del maltrato infantil o en su estas tendencias impactan a los grupos de trabajo,
detección y rehabilitación (Larraín, Vega & Delga- erosionándolos con graves consecuencias para su
do, 1997). supervivencia como equipo, para sus integrantes y
A través de acción sincronizada de los circuitos, para quienes los consultan” (Arón, 2001, p. 67).
la política de infancia en el área de maltrato infantil Los efectos producidos en el profesional que
se propone llevar a cabo un conjunto de acciones interviene en violencia, incluyen aspectos dados por
orientadas a restituir los derechos que han sido vul- la relación misma de persona atendida y profesional,
nerados a niños, niñas y adolescentes y contribuir pues las personas que han experimentado vivencias
al proceso reparatorio de una grave vulneración de traumáticas provocan –en el caso particular de los
derechos de la niñez. Dicho accionar, además de la terapeutas– un fuerte impacto subjetivo-
intervención directa con los niños y niñas afecta- contratransferencial. En relación a éste, cabe seña-
dos por la vulneración de derechos, considera el
3
Disponible en Servicio Nacional de Menores, 15 de Julio
2
Niveles de la organización: nivel 1, equipo especializado de 2004. Maltrato infantil (En línea). En http: //
facilitador y coordinador del proceso; nivel 2, profesio- www.sename.cl/maltratol/
nales de equipos pediátricos, salud mental y psicología 4
Término que nace desde el vocablo popular, haciendo
escolar; nivel 3, profesionales de la salud atención prima- metáfora al “fundimiento o queme profesional”, la perso-
ria; nivel 4, recursos de la comunidad; y nivel 5, la comu- na llega a un punto culminante de agotamiento, sin poder
nidad. volver atrás (Maslach, 1982).
ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO EN EQUIPOS PROFESIONALES 79

lar que es un aspecto poco estudiado y escasamen- ción en el trato con las personas a quienes beneficia
te abordado, “como si el hecho de trabajar con los a través del trabajo. Esta condición se presenta,
efectos de experiencias de agresión, violencia y ame- fundamentalmente en personas que trabajan en áreas
naza no dejara huellas” (Kovalskys & Gómez, 2000, de ayuda y que viven en contacto directo y conti-
p. 317). nuo con personas necesitadas de apoyo (Maslach,
Este impacto en los profesionales ha ido reci- 1982).
biendo diversas denominaciones, así algunos auto- Farber (1991) plantea que un elemento esencial y
res hablan de: estrés traumático secundario, burnout común del concepto de burnout, es el hecho de apli-
profesional o riesgos de equipo. carse sólo a trabajadores de servicios de ayuda, a
El estrés traumático secundario, es un fenómeno aquellos que se utilizan a sí mismos como herramienta
de aprendizaje de otros traumas (...) el natural com- en el trabajo con otros; un segundo elemento distin-
portamiento y emociones generado por conocer tivo, es la “inconsecuencia” percibida por los profe-
eventos traumáticos experimentados por otros sig- sionales cuando sus esfuerzos por ayudar a otros
nificativos (...) estrés resultante de ayudar o querer han sido ineficaces, dada la falta de retroalimenta-
ayudar a personas traumatizadas o sufrientes (Figley, ción por parte de los sistemas asistenciales. De he-
1995 citado en Cornille & Meyers, 1999). Es recono- cho, Giberti (2003) identifica como primera zona de
cido como un proceso a través del cual experiencias riesgo de burnout: “el ingreso en la actividad profe-
internas de los terapeutas son transformadas nega- sional incorporándose en diversas instituciones
tivamente a través de un compromiso empático con dedicadas a la atención, el cuidado y la defensa de
el material de trauma de los clientes (Cornille & los seres humanos, a partir de una ilusión redentora
Meyers, 1999). impulsada por la idealización de dicha práctica pro-
Este concepto permite nombrar el estrés post- fesional” (Giberti, 2003, p. 230).
traumático5 sufrido por terapeutas o cualquier otro Una de las conceptualizaciones que dan cuenta
profesional o trabajador involucrado en el manejo de este impacto específicamente en los equipos, es
de situaciones altamente estresantes y/o la de Riesgos de Equipo, entendiéndolos como aque-
traumatizantes, “englobando todas las manifestacio- llos elementos de la dinámica grupal que ponen en
nes que pueden sufrir las personas relacionadas di- riesgo al equipo en el desarrollo de la tarea constitu-
recta o indirectamente con sujetos víctimas prima- yente, que se expresan en ansiedades que emergen
rias de trauma y pueden contener en su proceso de en el vínculo con los grupos hacia los cuales se
desarrollo algunas formas de contratransferencia6 , dirige la intervención (Morales & Lira, 1996). Se aso-
trastornos de estrés post-traumático, burnout y cian fundamentalmente a las constelaciones polares
victimización vicaria7 ” (Paggi & Gens, 2003, p.209). de sentimientos y a los mecanismos de defensa
Otra conceptualización que aborda los riesgos grupal.
laborales asociados al trabajo en situaciones de ayu-
da, es la de Burnout. Éste es entendido como un 3. El Autocuidado de los Equipos
cansancio físico y emocional, que involucra el desa- Interdisciplinarios
rrollo de una desvalorización del autoconcepto y el
surgimiento de actitudes negativas hacia el trabajo, El autocuidado (en adelante AC) se entiende
así como también pérdida de preocupación o emo- como “el conjunto de estrategias de afrontamiento
que pueden implementar...(psicoterapeutas) ... para
prevenir déficit y propiciar o fortalecer su bienestar
5
Entendiendo por Estrés Post-traumático “el desarrollo de integral (...) en las áreas: físicas, emocionales y
síntomas característicos que siguen a un acontecimiento
psicológicamente traumático que por lo general se en-
psicoespirituales” (Murillo, 2001, p. 2).
cuentra fuera del marco normal de la experiencia huma- Orem (1930 citada en Tapia & Iturra, 1996), en el
na” (Paggi & Gens, 2003, p. 202). ámbito de la responsabilidad personal por la salud,
6
Entendiendo por Contratransferencia “el conjunto de re- sin distingo de profesión, centra el AC en la iniciativa
acciones inconscientes del analista frente a la persona del
analizado y, especialmente frente a la transferencia de
propia de quienes lo requieren, entendiéndolo como
éste” (Paggi & Gens, 2003, p. 206). “la práctica de actividades que los propios individuos,
7
Entendiendo Traumatización vicaria como una “tensión inician y desarrollan en su propio beneficio, en la
permanente padecida por quienes están expuestos de ma- mantención de su vida, salud y bienestar” (p. 6).
nera crónica y aguda al trauma, a la congoja y a otras
reacciones que son comunes en las víctimas” (Giberti,
El AC tiene que ver con estrategias protectoras
2003, p. 232). –sean éstas individuales, de equipo o institucio-
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nales– desplegadas por quienes trabajan directamen- de equipo, los grupos informales y hasta los jefes.
te con víctimas de violencia; quienes ya han logra- En el contexto laboral es importante diferenciar la
do reconocerse como profesionales y equipos en red de apoyo que conforman los otros miembros de
riesgo (Arón, 2001). la organización con quienes el profesional comparte
Barudy (1999) considera que la noción de AC el espacio de trabajo cotidiano, de los amigos con
posee dos niveles, el primero centra la responsabili- quienes pudiera contar.
dad en las instituciones, siendo éstas quienes pri- Esta forma enuncia estrategias generales para
meramente protegen a sus recursos profesionales; abordar el problema del burnout, las cuales se sus-
el segundo nivel, se refiere a la capacidad de los tentarían en la conceptualización de apoyo social y
profesionales de autocuidarse. su operativización a través de las redes de apoyo
Cualquier programa que se declare adecuado en social, concretamente laborales (Gil Monte & Peiró,
relación a la protección infantil debe tener en su in- 1997 citado en Tonon, 2003):
terior un dispositivo para despertar, promover, man- - Revisar las modalidades de trabajo cotidiano.
tener y proteger la implicación, ética y política de los - Rediseñar las tareas.
profesionales. Esto, como el mejor antídoto “al sín- - Distanciamiento mental del trabajo fuera del ho-
drome del queme profesional” (...) todo programa o rario laboral.
institución incapaz de proteger a sus profesionales, - Contar con momentos de descanso en el trabajo.
ejerce una doble violencia: a las personas de los - Fijarse objetivos de trabajo reales y posibles de
profesionales y, por ende, a los niños que protege. alcanzar.
(Barudy, 1999, p.215) - Aumentar la competencia profesional a partir del
desarrollo de la capacitación.
Modelos de Autocuidado
Modelos de AC de Morales y Lira. En relación a
Modelo de AC desde la perspectiva del afron- los equipos psicosociales que abordan el maltrato,
tamiento a través del apoyo social. Tonon (2003), Morales y Lira (2000) han sistematizado una expe-
desarrolla este modelo como una forma de afrontar riencia en Chile que intenta dar cuenta de una “rece-
el síndrome del burnout en profesionales dedicados ta de AC” formulada desde estos mismos equipos,
a servicios y ayuda a otros a través del Apoyo So- aplicando un taller de trabajo a cuarenta personas
cial en el trabajo. Entendiendo por Apoyo Social representantes de diversas regiones del país. Cabe
“todo proceso de transición interpersonal prove- destacar que ya se había realizado esta misma expe-
niente de los recursos sociales naturales o redes riencia en contextos institucionales y culturales muy
sociales de pertenencia, que potencian y favorecen distintos, tales como Perú (1997), Turquía (1996) y
el bienestar de los agentes implicados” (Martínez, Angola (1998).
García & Maya, 2000 citado en Tonon, 2003). Es po- En base a la recopilación de Talleres de Trabajo
sible identificar tres tipos de apoyo: emocional, ins- en los distintos contextos señalados, se logran iden-
trumental e informacional. El primero, se expresa en tificar cuatro Modelos de AC (Morales & Lira, 2000):
el sentimiento de ser amado, de poder contar con a. Modelo de Reivindicación Institucional: este
alguien, de poder ser escuchado. El segundo, con- enfatiza en las condiciones institucionales en que
siste en la prestación de ayuda directa o de algún se desempeña la labor del equipo. Dentro de éstas
servicio; y finalmente, el tercero, consiste en brindar se encuentran: déficit de condiciones institu-
información, consejo y/o guía para la resolución de cionales, escasa infraestructura física, inestabilidad
los problemas. laboral, bajos salarios, ausencia de previsión y sa-
El apoyo social se materializa en el trabajo en las lud para los trabajadores de los equipos.
redes de apoyo social. Las redes sociales confor- b. Modelo de Identidad Social: éste se refiere a to-
man el principal sistema de apoyo natural que tiene dos aquellos aspectos que hacen referencia al
una persona. rol adjudicado y/o adjudicable, tanto a los pro-
El apoyo social en el trabajo aumenta la realiza- gramas que trabajan en situaciones de violencia
ción personal en el trabajo, disminuye el agotamien- como a las identidades gremiales y/o profesio-
to emocional y mejora las actitudes y conductas nales de sus componentes. Dentro de éstas se
negativas del sujeto hacia los demás (Gil Monte & encuentran las necesidades de diferenciación y
Peiró, 1997 citado en Tonon, 2003). Este apoyo pue- reconocimiento del valor de la labor realizada del
de provenir de diferentes fuentes: los compañeros programa frente a la institucionalidad, la diferen-
ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO EN EQUIPOS PROFESIONALES 81

ciación al interior de los equipos por profesión y - Coherencia interna: Mantención de su coheren-
experiencia. cia como organismo complejo, a pesar de las
c. Modelo de Impacto Emocional: se refiere a todos múltiples dificultades que la tarea le impone.
aquellos aspectos transferenciales y contratrans- - La plasticidad estructural: La flexibilidad permite
ferenciales del trabajo con personas afectadas por seguir desarrollando la tarea en forma coheren-
la violencia, que implica el manejo y cuidado res- te, a pesar de la complejidad y heterogeneidad
pecto de las emociones de los terapeutas. Dentro de las situaciones de maltrato, así como la de las
de éstas se encuentra la necesidad de legitimar familias que lo producen.
los sentimientos rabiosos hacia los pacientes, dar - Capacidad de asociación: El ser humano es ca-
cuenta de las agresiones que los pacientes ejer- paz de crear comportamientos asociativos, que
cen hacia los terapeutas y equipos, las dificulta- organizados en forma ritualizada permiten man-
des de contención del sufrimiento y los límites de tener esta asociación en forma permanente y, al
ésta, y todo aquello que algunos han llegado a mismo tiempo, lograr producir palabras y discur-
denominar traumatización secundaria. sos destinados a crear un sentido de pertenen-
d. Modelo de Sociabilidad: este se refiere a los as- cia y cohesión, generando a sí un sentimiento de
pectos lúdicos, sociales y recreativos de los equi- equipo y permitiendo mantener al grupo organi-
pos. Dentro de estos se encuentran la necesidad zado a largo plazo alrededor de una tarea.
de establecer espacios y ritos de esparcimiento
y fundamentalmente de pertenencia grupal a la Método
vida informal del equipo, como participación en
los cumpleaños, apoyo en situaciones sociales Participantes
o de salud de familiares del profesional, celebra-
ciones, que a veces gatillan la disolución de lími- Los participantes de este estudio fueron profesionales y
equipos pertenecientes a cuatro Centros de Atención Infanto
tes o las autolimitaciones.
Juvenil de la Corporación OPCIÓN9 ubicados en la Región
Metropolitana, dos de ellos denominados Centro de Protec-
Modelo organizativo de programa de AC de ción Infanto Juvenil (CEPIJ) y los otros dos, llamados Cen-
profesionales. En términos operativos, Jorge Barudy tro de Diagnóstico Ambulatorio (CODA).
En relación a los Centros, cabe destacar que:
(1999) hace mención a este modelo, generado a par-
- Los CEPIJs 10 están conformados por equipos profesio-
tir de su participación en experiencias de equipos nales interdisciplinarios, los que trabajan en la repara-
que han generado EAC8 . Este tipo de Programa se ción del daño psicosocial que afecta a niños y niñas
basa en dos recursos fundamentales: víctimas de abuso sexual y situaciones de maltrato grave
y leve de acuerdo a los criterios establecidos por el Mi-
a. El altruismo social. La protección y el cuidado de
nisterio de Justicia.
los niños no es sólo el resultado de la competen- - Los CODAs11 están conformados por equipos profesio-
cia parental, sino el producto del esfuerzo de los nales interdisciplinarios, su labor se centra en la elabora-
padres, la familia y toda la sociedad. ción de diagnósticos e intervenciones psicosociales, si
bien, abordan una amplia gama de problemáticas fami-
b. La organización en redes. La eficacia y la compe-
liares vinculadas a la vulneración de los derechos de la
tencia profesional depende de la capacidad de infancia, se reconocen dentro de sus logros los avances
éstos de organizarse en redes. en el abordaje terapéutico en maltrato infantil y abuso
El desarrollo de redes profesionales sanas debe sexual en sectores de extrema pobreza.
En relación a los profesionales participantes en este
ser considerado también como instrumento básico
estudio, éstos fueron mayoritariamente, asistentes sociales
para evitar la fatiga profesional. (8 a través de las entrevistas individuales y 13 en las entre-
Las características de una red profesional que ga- vistas grupales de los equipos) y psicólogos (8 a través de las
rantiza el AC de sus miembros son: coherencia interna, entrevistas individuales y 11 en las entrevistas grupales de
los equipos, participando eventualmente 2 educadoras co-
plasticidad estructural y capacidad de asociación.
munitarias (ambas en las entrevistas grupales).

9
OPCIÓN es una corporación privada sin fines de lucro que
8
En Programas como: Colectivo de Prevención del Sufri- trabaja en el ámbito de los Derechos Humanos, diseñando,
miento Infantil (COPRES) en Bruselas; Servicio de la In- ejecutando y sistematizando programas de atención a la
fancia de la Diputación de Guipúzcoa, San Sebastián; Pro- infancia adolescencia en las áreas de promoción y protec-
grama desarrollado por la Coordinación Social de ción de derechos e infracción de la ley penal (http://
Waremme, Bélgica; Programa del Departamento de Bien- www.opcion.cl/presentacion1.html)
estar Social Foral de Alava, Vitoria; y Programa de la 10
OPCIÓN (2002).
Asociación Vínculos, Andalucía. 11
OPCIÓN (2002).
82 SANTANA

Respecto a los participantes se puede evaluar como una yéndose en una limitación metodológica. En el diseño del
limitación del estudio que esta investigación se centró en estudio se había planteado un muestreo teórico, sin embargo,
cuatro centros pertenecientes a la Corporación OPCIÓN, la dificultad para llevar a cabo en rigor este tipo de muestreo,
entidad que posee un marco valórico explícito, en el cual se llevó a cambiarlo por un muestreo intencionado a través de
revelan los derechos de las personas y el respeto por los criterios de inclusión. Lo anterior por razones de viabilidad,
profesionales en su calidad de trabajadores, lo que podría limitaciones en los recursos temporales y humanos.
aparecer como un facilitador a la hora de implementar y La forma en que se llevó a cabo la recolección de datos,
formalizar acciones de AC. Por lo tanto, no es posible gene- contempló un primer momento en que la investigadora tuvo
ralizar que este tipo de desarrollo en AC se encuentre en un acercamiento a los equipos profesionales interdisciplinarios,
otros equipos que aborden maltrato desde otros referentes presentando el proyecto de investigación e invitándolos a
valóricos. participar.
Se tendió a realizar primeramente la entrevista grupal,
con la finalidad de –a partir de sus contenidos– aportar te-
Materiales e Instrumentos mas más precisos a las entrevistas individuales que se realiza-
rían posteriormente.
Los instrumentos utilizados en este estudio fueron: En-
El análisis de datos se realizó por medio de un proceso
trevista en profundidad individual y Entrevista en profundi-
inductivo que permitió construir categorías generales a par-
dad grupal.
tir de datos particulares. En este estudio, se realizó un análi-
La entrevista cualitativa en profundidad corresponde a
sis de significados y contenidos siguiendo los procedimientos
“reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los
de la Grounded Theory de Glasser y Strauss (1969, citado en
informantes, encuentros dirigidos a la comprensión de las
Valles, 1999).
perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vi-
El método de análisis establece que se analiza palabra
das, experiencias o situaciones, tal como las expresan con
por palabra, frase por frase las entrevistas realizadas, siem-
sus propias palabras” (Taylor & Bogdan, 1998, p. 101).
pre teniendo en cuenta la pregunta de investigación. El aná-
Las entrevistas individuales fueron dirigidas a los profe-
lisis de las entrevistas permitió elaborar categorías de diver-
sionales y estuvieron guiadas por las preguntas directrices del
sos niveles de abstracción a partir de los datos, las que a
estudio.
medida que avanzó la investigación fueron observadas en
Las entrevistas en profundidad de carácter grupal, co-
relación a su nivel de generalidad para distintas entrevistas,
rresponden a una variación de la entrevista en profundidad,
también se consideró cómo dichas categorías se modifican
y cuentan con la riqueza adicional de permitirle al investiga-
conforme aparecían nuevos datos, etc. En la medida que el
dor en un espacio y tiempo común, entrevistar a varios
análisis de los datos se fue realizando y se fueron generando
participantes, esto implica captar las dinámicas de las
nuevas categorías y se detallaron relaciones entre éstas, lle-
interacciones de ellos y sus posiciones respecto a los temas
gando a elaborar dos tipos de modelos de análisis: la codifica-
que en la sesión se traten.
ción abierta y la codificación axial.
Cabe destacar que las guías temáticas que condujeron
ambas entrevistas fueron chequeadas a través de la realiza-
ción de dos entrevistas (una individual y una grupal) de prue- Resultados
ba a un equipo profesional que trabaja en una temática seme-
jante. Permitiendo clarificar las preguntas y mejorar la orga-
Análisis Cualitativo
nización del tiempo.

¿Qué es el AC?
Diseño y Procedimiento
En el presente estudio se optó por un diseño descripti-
“Es el espacio para estar atento de cuidar la
vo-analítico de carácter cualitativo, privilegiando una aproxi- propia integridad, lo que al individuo le está suce-
mación a las cualidades del objeto de estudio más que a sus diendo con ese trabajo...” (VI, 2).*
cantidades, pues este enfoque “produce datos descriptivos: Uno de los elementos que reportó mayor
las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la
conducta observable” (Krause, 1996, p.2).
recurrencia, fue el responsabilizarse a sí mismo como
Específicamente la presente investigación corresponde principal agente de desarrollo del AC:
a un Estudio exploratorio-descriptivo relacional, utilizando he sido responsable en el autocuidarme, fui capaz
en su realización un Diseño emergente. de poner límites... si no me habría quemado hace
En relación a los procedimientos, se utilizó un muestreo
intencionado a través de criterios de inclusión. Estos fueron:
tiempo” (XIX, 26)...estar bien consigo mismo para
Centros de atención a la Infancia en Maltrato Infantil: leve, poder estar bien con los demás, con el equipo y
moderado, grave y/o abuso sexual; ubicados en la Región con las personas que uno atiende (XVII, 34).
Metropolitana; que contaran con más de tres años de exis- El AC se vincula a la acción de cuidarse, prote-
tencia; y que estuvieran dispuestos e interesados en partici-
par de una estudio cuya temática fuera el AC. No obstante, se
gerse y prevenir el daño ocasionado por el material
estableció preconcebidamente el número de Centros a abor-
dar, bajo el criterio de viabilidad del estudio, al igual que el * Las siglas que acompañan las viñetas adjuntas a los discur-
establecimiento un número mínimo de entrevistas indivi- sos de los informantes corresponden a: el número romano
duales (4 por centro) y grupales (1 por centro). identifica el número de Entrevista en que se extrajo la cita
Cabe destacar, que el tipo de muestreo se modificó res- y el número arábigo señala el párrafo preciso de la cita al
pecto a cómo estaba contemplado inicialmente, constitu- interior de esa entrevista.
ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO EN EQUIPOS PROFESIONALES 83

con el cual trabajan. En este caso, se asocia a la intervenir en maltrato, ésta ya resulta violenta por
labor en maltrato infantil, pues se reconoce como un su propia naturaleza, pero también les exige relacio-
espacio laboral desde donde han surgido acciones narse de una manera no menos estresante, lo que
específicas de AC, “el AC lo hemos desarrollado los muchas veces lleva a deteriorar las relaciones
equipos de maltrato para poder tener un espacio en intraequipo; “implica tener una relación mejor con el
donde podamos ver todos los casos que atendemos resto del equipo, que aporte en todo sentido, que
y que nos van afectando” (VIII, 2). aporte el equilibrio...” (I, 2). Se destaca la voluntad e
Esta protección –generada desde la experiencia– iniciativa de los equipos por trabajar el AC como tal.
no sólo surge desde la motivación personal por cui- El tercer ámbito de acción, lo institucional, se
darse, sino que también está mediada por el interés reconoce de suma importancia, pues –desde la pers-
de proteger el recurso que se posee para intervenir. pectiva de los participantes– hasta ahora ha estado
Así, al indagar sobre qué los moviliza a preocuparse superficialmente implicado en el AC profesional,
del AC, es posible reconocer motivaciones persona- pese a ser considerada una dimensión clave, releva-
les a la base, asociadas a: querer realizar un trabajo da a nivel de los discursos institu-cionales, traduci-
de calidad y cuidarse a sí mismo en ese espacio. da en intenciones de proveer de condiciones míni-
Algunos profesionales ven el AC como proce- mas para desarrollar el AC en los equipos. “...hay
so, donde surgen acciones que trascienden la res- una cierta idea de que es importante a nivel de la
ponsabilidad personal, y lo vinculan a las institución, sin embargo no es una política...” (V, 69),
interacciones dadas en los equipos y a las relacio- “... no hay plata destinada para esto” (V, 71).
nes establecidas con la institución; así, se conside-
ra que “el AC no debería ser responsabilidad de una Estrategias de Autocuidado Según el Ámbito de
persona, debería ser de todos...” (X, 45). Acción en que Surgen
Cabe destacar, que los profesionales otorgan al AC
no sólo un valor “reparatorio” del daño al que se expo- Para referirse a los tipos de EAC según ámbito
nen en su trabajo, sino que también es validado como de acción en que surgen, se abordaran dos grandes
una instancia de prevención del queme profesional. tipologías: aquellas de carácter personal y aquellas
grupales.
Ámbitos de Acción Para el AC: Personal, Grupal Estrategias de AC personal. Las EAC de carácter
e Institucional personal se pueden subclasificar en Extralaborales
(referidas a: Cuidado Personal, Actividades Sociales,
El ámbito de acción personal del AC, es el más Actitudes hacia la vida y/o trabajo, y Recreativas pro-
reconocido, lo que es coherente con la responsabili- piamente tal) y Laborales. En términos generales, se
dad personal que se asignan en esta tarea, éste esta- caracterizan por ser implementadas individualmente
ría mediado por las características personales del pro- por el profesional y pudiendo o no desarrollarse en el
fesional, así como por su propia historia de vida, “dar- espacio de trabajo.
se cuenta en qué estás, porque uno está aquí, tam- Estrategias de AC personal extralaborales. Al
bién porque elegí este tema y no otro, porque llevo interior de la Estrategias Personales Extralaborales,
tanto tiempo acá” (II, 8). Lo que sustenta este ámbito, destacan aquellas referidas al cuidado personal, en-
estaría dado por una base valórica, donde cada cual tre ellas: realizarse algún tipo de psicoterapia, referi-
asigna un valor distinto al trabajo, siendo para algu- da a lo menos por la mitad de los participantes, “...lo
nos sólo una dimensión de la vida y para otros, as- pude superar, con mucho trabajo, psicoterapia, con
pecto central de sus existencias. De esta dimensión tratamiento medicamentoso...eso me ayudó a pre-
dependerá gran parte de las Estrategias de AC (en ocuparme de mí...” (II, 34). Cabe destacar que el uso
adelante EAC) que los profesionales manifiestan para de la psicoterapia no sólo tiene una función “curati-
seguir desempeñándose en esta área laboral. va”, es decir, no sólo es buscada cuando el profe-
En el ámbito de acción grupal del AC se debe sional se siente dañado sino que también se utiliza
tener presente un antecedente imprescindible: la como proceso de ayuda permanente.
toma de conciencia de la posición de profesionales Otra estrategia, es el Darse Tiempo para sí
de alto riesgo, dada la exposición a una mayor vul- Mismo(a), que está estrechamente relacionada con
nerabilidad, por condiciones propias de la tarea. la señalada anteriormente, pero asume no sólo la
Dentro de este ámbito, también se consideran las dimensión psicológica del profesional sino que pue-
Relaciones Intraequipo, pues al asumir la tarea de de aborda otras esferas.
84 SANTANA

En las Estrategias Personales Extralaborales re- siempre con mi dupla después de las sesiones (...)
feridas a Actividades Sociales, principalmente aque- no es un sistema, sino que en el fondo si yo la veo
llas vinculadas a las redes sociales más próximas, mal, le pregunto...” (VII, 28).
destacan: el compartir en familia y la reactivación de Otra estrategia de esta tipología, la constituyen
redes sociales personales, donde los amigos asu- el mejorar o hacer agradable el entorno físico en el
men un rol central, asociándolo también a otros es- cual se trabaja, “... me gusta preocuparme por las
pacios recreativos, como salidas a comer y/o bailar. cosas del ambiente, concretamente que esté bonito,
Estas instancias han sido un apoyo en lo referente a que sea agradable, que haya buenos materiales y
evitar contaminar esos espacios con temáticas labo- hacer tareas físicas en las horas de trabajo, ya sea
rales, “... ya no hablo de trabajo en otros espacios... reparar juguetes o preparar materiales...” (IV, 32). En
vas a una reunión social y dices, por favor que no te este sentido, según lo señalan los participantes, el
pregunten por tu trabajo, a lo más dices, trabajo en hacer del ambiente de trabajo un espacio grato de-
un centro de orientación familiar y chao...” (XI, 12). pende de los profesionales y es misión de ellos que
Esta última estrategia está estrechamente ligada a esto ocurra, siendo una tarea cotidiana, que permite
actitudes hacia la vida y/o el trabajo, donde lo ma- distraerse del trabajo en maltrato, y a la vez, da cuen-
yormente reportado y con mayor significación para ta de cuánto se valora el lugar de trabajo, en tanto,
los profesionales resultó ser el “evitar hablar de tra- agradable para sí y para los otros.
bajo fuera de este ámbito”. Una Estrategia Personal Laboral asociada a nu-
Ahora bien, dentro de las Estrategias Recreati- trirse en pro de mejorar las intervenciones es el reci-
vas propiamente tales, una de las más reconocidas bir capacitación en el tema de maltrato infantil.
es la práctica de algún deporte, “... una práctica que he Resulta interesante señalar cómo el hecho de tra-
tenido ha sido la actividad física, siempre hago depor- bajar simultáneamente en otros lugares, con otras
te, especialmente gimnasia, que en un período difícil temáticas, lo que ha simple vista podría identificarse
me sirvió mucho (...) en cuanto a relajarme, a botar ten- como una sobrecarga más, pasa a ser reconocida
siones a través de la actividad física...” (I, 48). Este como una EAC.
espacio, posee la riqueza de favorecer la desconexión Cabe destacar, que gran parte de los profesiona-
de las preocupaciones propias del trabajo, descar- les incluyó en sus EAC Personales Laborales, aque-
gar tensiones y reportar un bienestar físico asocia- llas que son compartidas con el equipo. Las que
do a su práctica. serán abordadas a continuación.
Estrategias de AC personal laborales. Al interior
de las Estrategias Personales de carácter Laboral, aque- Estrategias de AC Grupal
lla que posee mayor mención, es el establecimiento
de límites entre el trabajo y la vida personal, manifes- Otro tipo de EAC, son aquellas de carácter grupal,
tado en “tomándome el trabajo como un trabajo no las cuales son llevadas a cabo por el equipo profe-
como un apostolado... uno está aquí para reparar y sional, y pueden vincularse a la tarea directamente.
mientras yo pueda hacer este trabajo voy a estar Para los equipos participantes, las EAC grupales,
bien...” (III, 22). A este respecto, el establecimiento de poseen como características centrales: el no ser
límites no se circunscribe a determinar qué es parte de estructuradas, tendientes a la recreación, financia-
la vida laboral y qué es parte de otras dimensiones, das con recursos de los propios equipos y que in-
sino que también aborda la delimitación de funciones tenten dar respuesta a necesidades sentidas por el
y tareas dentro de la institución. Es interesante recor- equipo.
dar, que para muchos de los entrevistados esto sería Estrategias de AC grupal recreativas. Dentro
una acción constituyente del concepto de AC. de las EAC grupal, sobresalen aquellas tendientes a
Siguiendo con las Estrategias Personales Labo- la recreación en conjunto, para esto se destinan ho-
rales, existen un conjunto de éstas que se involucran ras al mes, éstas pueden usarse en actividades
directamente con la tarea, teniendo como elemento netamente recreativas o al abordaje de temáticas
común el usar la comunicación como sustento, den- asociadas a la tarea y al AC. Uno de los contenidos
tro de ésta: el establecer temas de discusión, el reci- posibles de las horas de AC, son aquellos de carác-
bir supervisión de los casos de los propios pares, ter lúdico, donde el juego es reconocido como una
tocar el tema del AC explícitamente, abordar diferen- de las EAC fundamentales, “... trabajamos juntos,
cias en las relaciones del equipo, comunicarse per- nos quedamos acá y a veces trabajamos ciertos te-
manentemente con la dupla, “... lo otro es conversar mas, pero básicamente hacemos actividades de
ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO EN EQUIPOS PROFESIONALES 85

descompresión...” (XX, 10). También se identifica el son las EAC que se utilizan en la actualidad, son las
compartir espacios recreativos. Éstos pueden o no percepciones de índole personal y de equipo res-
situarse en el contexto laboral, pues incluirían la ce- pecto a las manifestaciones concretas del nivel de
lebración de cumpleaños, el salir a comer o el salir eficacia.
fuera de la ciudad. Percepción de eficacia de las EAC a nivel indivi-
Otro espacio de recreación son los desayunos dual. En relación a las EAC Individuales, se reportaron
colectivos previos a la realización de la reunión téc- expresiones de eficacia, siendo las principales mani-
nica o contemplados dentro de la rutina semanal de festaciones de ella: el sentimiento de bienestar
trabajo, “... yo recuerdo que una de las primeras co- vivido...en términos de como me levanto en la mañana
sas que se instauró fue el desayuno colectivo que para venir al trabajo, mucho más animosa, no como una
era previo a la reunión técnica, como un espacio de tortura...” (III, 35) “...me han funcionado (...) yo creo
distensión, de compartir, de fraternizar...” (V, 54). que en términos personales está bien, o sea, yo salgo
Estrategias de AC grupal asociadas a la tarea. de acá y estoy bien, me desconecto, y lo hago de ver-
Uno de los contenidos posibles a trabajar, dentro de dad, no me engaño...” (XI, 24) ; la motivación por el
las horas destinadas a AC, son aquellos vinculados trabajo, “... yo tengo una motivación permanente por
directamente con la tarea de intervenir en maltrato. trabajar con la gente, el trabajo en sesiones, en ir a
En este ámbito, se identifica: la supervisión de los terreno, en estar con la gente, su medio, en compartir
casos, el tratar temáticas referidas al AC –temas emer- más que intervenir, siento que estoy con ganas, no me
gentes o vinculados a la descompresión– intentan- siento derrotado, sin ganas de ir a trabajar... (II, 56) y el
do guiarse por ciertos objetivos concretos. Una es- reconocer las estrategias como una ayuda.
trategia grupal, que tiene que ver con el espacio dis- Las estrategias individuales de carácter laboral,
ponible para autocuidarse, lo constituyen las reunio- expresaron su eficacia a través de no seguir pensan-
nes técnicas, do en el trabajo fuera del horario de éste, “... cada
... también tenemos un supervisor (...) es un vez más, se ha ido estructurando para darle efectiva-
profesional que nos da su apoyo, es externo al mente el rol de AC, que te proteja más. Yo no me
proyecto, a la institución, que se financia con quedo cargada con los casos, no me voy a mi casa
plata del proyecto y que viene dos veces al mes, pensando en ellos...” (XII, 12). Sin embargo, tam-
participa en la reunión técnica y en algunas acti- bién se señala una manifestación de ineficacia ex-
vidades de las que hacemos de AC, él además presada en el reconocimiento de la falta de desarro-
nos nutre desde su experticia y nos apoya...”. llo de este tipo de estrategias, “... se requieren pro-
(IX, 18) cesos más metódicos, más orientados al AC propia-
Existen un grupo de EAC utilizadas por el equipo mente tal, como equipo, como proyecto, y tomando
que se vinculan a la tarea pero no necesariamente se en cuenta las temáticas porque concretamente yo
dan en las horas contempladas para AC, sino más soy parte de este equipo...” (I, 52), “... te dicen tienes
bien, se despliegan en la medida que surge la necesi- medio día al mes de AC pero no te dicen nada más, o
dad de hacerlo, principalmente el descomprimirse con sea, qué hacer, qué herramientas o dinámicas, qué
sus pares, ésta tiene un carácter eminentemente temas, no es una necesidad para ellos, no siento que
comunicacional y por lo tanto, relacional. Algunas haya disposición de ponerse frente al tema y otor-
expresiones de esto son: preocuparse por el otro si se gar personas que sepan del tema y que nos apo-
ve mal, escuchar al otro, contenerse si es necesario, yen...” (XI, 24).
construir el espacio para desahogarse después de la Percepción de eficacia de las EAC a nivel
sesión, socializar acerca del trabajo. grupal. En las percepciones de eficacia señaladas
Al intentar indagar si los profesionales recono- por el equipo se reconocen variadas y recurrentes
cen algunas EAC asociadas a algún riesgo específi- expresiones de eficacia, entre éstas: favorecimiento
co, se evidenciaron, relaciones particulares, conclu- de la integración, “...es poco lo que podemos hacer
yendo básicamente en que no existe tal relación. por el tiempo y los recursos, pero yo creo que los
carretes, las salidas, los desayunos y todo lo que
¿Cuán eficaces son las EAC desde la perspectiva hacemos permiten harta integración del grupo, har-
de los participantes? to conocerse en otras instancias...” (XVII, 28), mejo-
ra en las relaciones del equipo, especialmente a ni-
Un elemento crucial, a la hora de intentar evaluar vel comunicativo y fortalecimiento de elementos
–partir de los propios participantes– cuán eficaces asociados directamente con la tarea, “... tenemos un
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buen nivel relacional, que podemos ver las señales este tema, probablemente en distintos niveles de
en el otro de que están pasándole cosas...” (X, 8). En desarrollo; algunos recién en la toma de conciencia
síntesis, se reconocen cambios positivos al interior de la situación de vulnerabilidad dada por la posi-
de los equipos gracias al desarrollo de EAC. ción laboral y otros, pensando en programar accio-
Quienes señalan expresiones de ineficacias co- nes dentro de un plan formalizado de AC.
rresponden a relatos particulares, y por tanto, no Lo anterior, permite que los profesionales sean
recurrentes. capaces de aportar una mirada crítica al trabajo rea-
lizado en torno al AC, generando algunas propues-
Análisis Relacional tas de acciones. Si bien, éstas se pueden reconocer
como demandas formuladas a una esfera que tras-
ciende lo grupal, ya que la mayoría de las propues-
Relación AC y Estrategias de AC
tas apuntan a destinar mayores recursos, contar con
El AC como noción está elaborado por la totali- apoyo externo, implementar espacio de resguardo
dad de los profesionales que intervienen en maltrato laboral para los profesionales en su condición de
infantil y se caracteriza por dar cuenta de una trabajadores, entre otras.
intencionalidad, de querer llegar a ese concepto cons-
truido por cada uno, con los matices que cada cual Relación de Estrategias de AC y Percepción de
aporta; aún cuando la mayoría lo asocia a responsa- Eficacia
bilidad consigo mismo, con el establecimiento de lími-
tes, con la tarea de protegerse, visualizándolo como Para los participantes las acciones implementadas
proceso y poseedor de dimensiones que lo constitu- en pro del AC han resultado eficaces, lo que se ha
yen, aparece más bien, como una aspiración. reflejado en los indicadores que ellos mismo han
Este concepto, no cobra vida hasta que es identificado; en términos personales el sentimiento
operacionalizado a través de acciones, pues el AC de bienestar, el seguir motivado y con ánimo para
es por sobre todo acción y pro acción, es decir cui- trabajar; y a nivel grupal, dando evidentes signos
darse de lo que daña en el trabajo y protegerse de de fortalecimiento e integración del equipo, princi-
aspectos vulnerables a los que es posible anticipar- palmente a través de la mejora en la comunicación.
se. De este modo, el AC de despliega a través de Pese a esto, un número significativo señaló que
estrategias, o sea, buscando distintos caminos que éstas no son plenamente eficaces pues evalúan que
conduzcan al bienestar laboral. aún queda camino por recorrer en lo que a desarrollo
No cabe duda, que todo los profesionales parti- de AC se refiere, principalmente en la formalización
cipantes, han desplegado EAC, aún cuando quizás y organización de las acciones tendientes a
–en momentos– no hayan tenido conciencia de lo autocuidar a los profesionales, de tal modo que no
que hacían, presentándose como acciones espontá- sólo se centren en lo recreativo, sino que aborden
neas que permitían afrontar la tarea y mantenerse en de manera integral la persona del profesional.
sus trabajos. Destaca que los principales indicadores de efec-
Para los participantes, el AC es un tema explícita- tividad percibidos por los profesionales y equipos,
mente abordado como equipo, por tanto, son capa- los constituyan elementos intrínsecos a ellos mis-
ces de identificar las estrategias particulares que han mos o que se vinculen a la forma y calidad de comu-
utilizado, y a la vez tienen la capacidad de analizar- nicación dada entre ellos, dejando fuera aquellos
las, emitir juicios de valor acerca de cómo se han elementos propios de las condiciones de trabajo. Lo
conducido y proponer cambios que llevaría a una anterior es coherente con lo abordado en el aparta-
mejora. do anterior, donde los profesionales y equipos no
Las EAC, al igual que el AC, tienen ámbitos de se vislumbran como protagonistas del cambio en
acción, personales y grupales, manifiestas en los los riesgos asociados a las condiciones laborales.
espacios laborales y extralaborales, pero que apun-
tan a un mismo objetivo: estar bien íntegramente Discusión
consigo mismo, con el entorno inmediato y realizar
una labor de reparación en maltrato infantil sin el Para los equipos participantes, el AC es un pro-
costo de autodestruirse en este intento. ceso tendiente al logro de bienestar físico y emocio-
El que sean identificadas las EAC, permite darse nal, enfocado en la prevención del queme o en la
cuenta que los profesionales han estado trabajando reparación una vez que éste ya ha dado algunas
ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO EN EQUIPOS PROFESIONALES 87

señales; cuya responsabilidad recae directamente Moreira, 2000; Morales & Lira, 2000) y que posean
en la persona del profesional, aún cuando también una crítica subyacente a las condiciones laborales
poseen una cuota importante los equipos e institu- macro en que se insertan los equipos. Situación, que
ciones donde se lleva cabo el trabajo con maltrato no es mencionada en las EAC de los estudios norte-
infantil. La referencia a la responsabilidad ya era americanos y australianos referidos anteriormente. Si
enunciada por Barudy (1999), aún cuando éste sitúa bien, los equipos de este estudio están abordando
la responsabilidad institucional en primer lugar, y a EAC particulares, recreativas y asociadas a la tarea
continuación la personal. cotidiana, sin embargo existe un malestar de fondo,
Las estrategias concretas de AC, desde lo per- latente, implícito, que podría mermar las iniciativas de
sonal, pueden clasificarse como extralaborales y la- AC desplegadas en la actualidad, con una suerte de
borales. Las primeras, se enfocan al cuidado perso- “desesperanza”, con el riesgo de quedarse a un nivel
nal del profesional, la activación de sus redes socia- aparente y no de profunda responsabilidad por el
les más significativas – generalmente familia y ami- cuidado de la integridad profesional.
gos – y la realización de actividades recreativas pro- Respecto a la eficacia de estas EAC, destaca que la
piamente tales. Las segundas, abordan principalmen- metodología utilizada permitió acercarse a estas apre-
te la capacidad de establecer limites entre trabajo y ciaciones sin referentes preconcebidos de “eficacia”
vida personal, el dar y recibir supervisión por parte centrándose en lo que desde la percepción de cada
de los pares, favorecer una comunicación fluida con cual, resultaba eficaz y en la manifestación de esto.
el resto del equipo, tender a hacer agradable el espa- Tanto para los profesionales como para los equi-
cio físico de trabajo, recibir capacitación en el área, y pos, las EAC utilizadas han resultado efectivas en
dentro de lo posible, tener otro trabajo paralelo en relación a las necesidades que le dieron origen. De
algún área distinta a la de maltrato infantil. esta forma para los profesionales –desde lo perso-
Las EAC señaladas por los profesionales se pre- nal– esta eficacia se manifiesta en: sentirse bien, mo-
sentan muy similares a las aportadas por Pearlman tivados y animados para seguir trabajando, pese a
(1999) y sus estudios referentes a estrategias de esto, reconocen la necesidad de seguir trabajando y
enfrentamiento de profesionales que laboran en vio- evolucionado estrategias de acuerdo a las particulari-
lencia doméstica y otras áreas de salud mental dades de cada cual. Aquellas EAC personales
(Gamble, Pearlman, Lucca & Allen, 1999; Follette, extralaborales, resultaron totalmente efectivas, sin
Polusny & Milbeck, 1994; Schauben & Frazier, 1999 reportarse manifestaciones de “ineficacia”; por su
citado en Pearlman, 1999), principalmente en las EAC parte, las EAC personales laborales, también fueron
extralaborales. Sin embargo, en estos estudios no se ampliamente eficaces, salvo quienes se centraron en
hace una valoración explícita por lo grupal como una la “ineficacia” como falta de desarrollo de este tipo de
EAC en sí misma, de contención, cooperación y co- estrategia, es decir, más que encontrar estrategias
municación permanente, al contrario de lo asumido “malas” se remiten a una “falta de desarrollo”.
por los equipos participantes de este estudio. De Como equipos reconocen la eficacia reflejada en
hecho, sólo en uno de ellos (Illiffe & Steed, 2000) se la integración y fortalecimiento de elementos
hace mención al “apoyo de equipo” como una EAC, comunicacionales al interior del grupo; por su parte,
apuntando a evitar el aislamiento profesional. la ineficacia es expresada como “falta” de herramien-
Para los equipos participantes, las EAC desple- tas, recursos y políticas de salud mental laboral, aun
gadas a nivel grupal pueden clasificarse en recreati- cuando se presentan en menor numero y recurrencia.
vas y asociadas a la tarea. Dentro de las estrategias Resulta importante señalar, que la percepción
recreativas destacó: compartir espacios recreativos, evaluativa de los equipos también se reflejó al ubi-
jugar, desarrollar un amplio sentido del humor y com- car el desarrollo de EAC en distintos momentos del
partir desayunos colectivos. ciclo vital grupal, siendo capaces de discriminar es-
Las estrategias grupales asociadas a la tarea, trategias inoperantes o que respondían a necesida-
implican trabajar con horas destinadas al AC, las des de contingencia en un tiempo pasado, y asumir
cuales pueden contener: supervisones de casos, nuevas estrategias, con otras características en un
abordaje explícito de algún contenido de AC propia- momento actual. Por ejemplo, estrategias tendientes
mente tal, como por ejemplo, la descompresión. a fortalecer el equipo en un momento de creación de
En relación a las EAC grupal, destaca el hecho éste o de renovación casi total, y estrategias que
que éstas cobren relevancia en el contexto latinoame- apunten a co-construir objetivos transversales de
ricano con mayor fuerza (Arón, 2001; Hidalgo & AC para el equipo, en un momento posterior.
88 SANTANA

Cabe destacar, que si bien, es posible identificar maltrato infantil, donde los tribunales como una red
eficaces EAC en equipos que trabajan en maltrato en sí misma funcionarían con criterios distintos a los
infantil, hay que ser cauteloso al creer que los equi- de los profesionales interventores; a su vez, la red
pos que trabajan en otras intervenciones social de infancia no contaría con la suficiente pro-
psicosociales podrían asumirlas. Principalmente, moción de sus instancias de protección para los ni-
porque las estrategias de equipo están estrechamente ños, señalando algunos profesionales el descono-
relacionadas a los procesos grupales, entendiendo cimiento de alternativas de derivación, a los esca-
al grupo como un suprasujeto de un sistema (Mora- sos centros residenciales para niños en riesgo vital,
les & Lira, 1996), donde la voluntad, la dinámica in- con la idoneidad requerida, sin que sean nuevos
terna, su estructura, su historia y sus crisis vitales, espacios de maltrato y vulneración. De esta forma
determinarán si se despliegan o no EAC y de qué no se estaría contando con las características de la
características poseen éstas en caso de desplegar- red que garanticen el AC de sus miembros, es decir,
las, sin olvidar que para estos equipos la tarea resul- se contaría con un nivel deficiente de: coherencia
tará el eje de su condición grupal (Pichón-Riviere, interna, plasticidad estructural y capacidad de aso-
1985 citado en Morales & Lira, 1996). Por lo tanto, ciación.
no se puede dar una “receta” de AC para todos los De los Modelos de AC presentados, aquel que
equipos que intervengan en maltrato, sino que se mejor refleja lo realizado en la práctica por los equi-
requerirá un primer momento de “diagnóstico de pos interdisciplinarios, es el de Apoyo Social
equipo”, el cual debiera ser participativamente, de (Tonon, 2003). Fundamentalmente son emociona-
manera tal de sintonizar con sus prioridades y nece- les e informacionales, aún cuando se demandaría –
sidades movilizadoras. por los participantes– un mayor apoyo experto y
Al ubicar los equipos participantes y sus nece- externo al centro. De acuerdo a este mismo Mode-
sidades de AC insatisfechas, en los Modelos de AC lo, el equipo como grupo (Hidalgo & Aylwin, 1992)
señalados por Morales & Lira (2000), se puede decir constituye una red de apoyo. De esta forma, la apre-
que éstos poseerían más satisfechos elementos de ciación de efectividad de las EAC grupales, sería
los Modelos de Impacto Emocional y Sociabilidad, coherente con lo planteado por Gil Monte & Peirós
en tanto, ámbitos que ya han sido abordados y tra- (1997) reconociendo el apoyo social como fuente
bajados con cierta frecuencia. No obstante, los de realización personal, factor que permite dismi-
Modelos insatisfechos o menos desarrollados se- nuir el agotamiento emocional y mejora las actitu-
rían, fundamentalmente el de Reivindicación des hacia los demás.
Institucional e Identidad Social. El primero, expresa- Las experiencias que estos equipos poseen de
do recurrentemente en la sobrecarga laboral, sala- AC, dan pie a considerar que el trabajo sistemático
rios no acordes a la tarea encomendada e inseguri- de AC en los contextos laborales es viable, y que
dad laboral. El segundo fue abordado, como una para esto requieren: la voluntad de los actores impli-
desventaja de trabajar en duplas psicosociales, te- cados y recursos para ello. Por su parte, el rol
miendo perder la diferenciación entre profesionales. institucional debe orientarse a dar el espacio, y con-
Además, las críticas y necesidades insatisfechas tar con la convicción de valorar este accionar como
apuntan a condiciones laborales (modelo una inversión en valiosos equipos que se han con-
reivindicativo), las cuales son manifiestas con ma- solidado a través de formación y de la experiencia
yor potencia a través de los equipos en instancias cotidiana en maltrato. De esta forma, no sólo basta
grupales, lo cual también deja entre ver elementos con dar “horas a AC” sino también es importante
identitarios (modelo de identidad social) como pro- dar contenidos a ellas, lineamientos generales, pues
fesional del área psicosocial y como equipo inter- ya se decía que cada equipo posee necesidades par-
ventor en maltrato infantil. ticulares; monitorear qué se está haciendo en AC,
Ahora bien, desde lo operativo, Barudy (1999) con qué resultados, idear formas de difundir las ex-
ya proponía el trabajo en red como condición básica periencias y los aprendizajes generados a través de
del AC de los profesionales. Sin embargo, de acuer- ellas, y por cierto evaluar la incidencia de un equipo
do a este estudio, el trabajo en red poseería vacíos “cuidado” en el desempeño de la tarea.
que lo hacen en ocasiones inoperantes y por tanto, Ahora bien, otro elemento que permitiría y desa-
frustrante desde la perspectiva profesional. Dichos rrollo de EAC pertinente y sostenido en el tiempo,
vacíos serían explicados, en parte, por las es considerar las particularidades de cada equipo,
implicancias legales que poseen muchos casos de fundamentalmente: la etapa del ciclo grupal en que
ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO EN EQUIPOS PROFESIONALES 89

se encuentran, las experiencias previas en maltrato tiago: Departamento de Psicología, Universidad de Chile.
Iliffe, G. & Steed, L. (2000). Exploring the counselor’s
y las necesidades sentidas en cuanto a AC. Para
experience of working with perpetrators and survivors of
esto sería recomendable que el desarrollo de domestic violence. Journal of Interpersonal Violence,
lineamiento de AC fuera desarrollado por los mis- 15(4), 393-412.
mos equipos a través de una instancia participativa; Kovalskys, J. & Gómez, E. (2000). Cultura de la violencia:
Su impacto invisible en el paciente y en el vínculo tera-
lo que no significa que ellos mismos deban
péutico. En O. Vilchez (Ed.), Violencia en la cultura:
implementarlo, pues en ocasiones esta tarea se per- Riesgos y estrategias de intervención. Santiago: Ediciones
cibe como una carga más en el trabajo. Sociedad Chilena de Psicología Clínica.
El presente estudio pone en evidencia la necesi- Krause, M. (1996). Apuntes primer curso de capacitación
en técnicas cualitativas para equipos de alcohol y drogas
dad de los equipos por darle espacio a la salud men-
del Ministerio de Salud. Santiago: Ministerio de Salud de
tal laboral, y desplegar acciones concretas a favor Chile.
del bienestar de la persona del profesional, resguar- Larraín, S., Vega, J. & Delgado, I. (1997). Relaciones fami-
dando su integridad en el desempeño de la labor. liares y maltrato infantil. Santiago: UNICEF & Universi-
dad de Chile.
También pretende motivar futuras investigacio-
Maslach, C. (1982). Understanding burnout: Definitional
nes ligadas a la salud mental de profesionales que issues in analyzing a complex phenomenon. Job stress
se desempeñan en el área psicosocial, dejando múl- and burnout. Sage: Beverly Hills.
tiples interrogantes. Ante todo abre la inquietud por Morales, G. (1996). El equipo de intervención psicosocial
como un grupo de alto riesgo. Salud y cambio. Revista
implementar Programas de AC que recojan las nece-
Chilena de Medicina Social, 22, 38-45.
sidades básicas de los equipos y profesionales y Morales, G. & Lira, E. (2000). La “receta” del autocuidado:
que considere modificaciones al contexto de apari- Los riesgos de equipos en programas de trabajo con vio-
ción y a las condiciones intervinientes generales. lencia. En O. Vilchez (Ed.), Violencia en la cultura: Ries-
gos y estrategias de intervención. Santiago: Ediciones
Sociedad Chilena de Psicología Clínica.
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