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EL DESARROLLO DE
DULCINEA Y LA EVOLUCIÓN
DE DON QUIJOTE
La gran paradoja del personaje es que se desenvuelve en el ámbito del relato con
la soltura de una persona sin que jamás pueda identificarse con ninguna. “El
personaje come, duerme, habla, se encoleriza o ríe, opina que le ha tocado vivir y,
sin embargo, las claves de su comprensión no residen ni el al biología, la
psicología, la epistemología o la ideología, sino, en las convenciones literarias que
han hecho de él un ejemplo tan perfecto que la realidad objetiva que el lector
tiende a situarlo inevitablemente a situarlo dentro del mundo real” (Foster. 1927,
61-62). Por si fuera poco, bastantes personajes tienen una gran trascendencia
social y el lenguaje los incorpora para aludir a ciertos tipos de personas que
coinciden con los rasgos característicos de aquél, por ejemplo Quijotes o Sanchos
en el preciso caso de esta obra literaria.
Según M. Bal, quien en su enfoque actancial introduce lo hace aparecer asociado
al plano de la historia y es definido como un actor dotado de rasgos humanos
diferenciadores. Así, pues, mientras el actor se remite al nivel funcional de la
estructura (plano abstracto), el personaje se presenta “como una unidad
semántica completa, rodeado de atributos que lo acercan a las personas reales.
Este parecido es el responsable de que con mucha frecuencia se haya acudido a
categorías de la persona para dar cuenta del personaje, haciendo inviable una
teoría comprehensiva de éste” (M. Bal: 1977, 87 - 88).
<<Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín
y confirmándose así mesmo, se dio a entender que no le faltaba una cosa sino
una dama de quine enamorarse […] Y fue, a los que se cree, que en un lugar
cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él
anduvo buen tiempo enamorado, aunque según se entiende ella jamás lo supo ni
se dio cata dello. Llamábase Aldonza Lorenzo y a ésta le pareció ser bien darle
título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no dijese mucho
del suyo y que tirase y se caminase al de la princesa y gran señora, vino a
llamarle Dulcinea del Toboso.>>
Hasta terminar el primer tomo Don Quijote sigue creyendo que su Dulcinea sigue
siendo esa hermosa mujer a la cual ideó desde el primer día de viaje. A partir del
segunda parte Don Quijote cambiara drásticamente haciendo, de esa forma
también, cambiar la idea de Dulcinea.
Aunque Don Quijote sigue siendo igual de loco que en la primera parte, es notable
su cambio sobre lo que piensa de dulcinea y también lo que siente al expresar que
sería capaz de morir a manos del Caballero de la Blanca Luna por afirmar la
supremacía de Dulcinea del Toboso, ello se ve como algo más que una locura sin
sentido, se ve como un notable desarrollo del pensar y sentir hacia Dulcinea.
Bibliografía