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El puertorriqueño José Luis De Jesús, se hace llamar el sucesor del apóstol San Pablo y
ofrece la cobertura espiritual de su apostolado a toda persona que acepte unirse a su
causa y las revelaciones exclusivas que dice haber recibido de parte de Dios. Entre
estas, la revelación de que la existencia de Satanás es un mito, de que los creyentes
tenían preexistencia antes de nacer, la doctrina de los pequeños dioses, el rechazo a las
ordenanzas de la cena del Señor y el bautismo, la doctrina sobre la capacidad creadora
de la confesión positiva, y la negación de la validez de las cartas de Juan y Santiago
como verdaderamente inspiradas y doctrinalmente sanas.
No obstante, hay incautos que optan por adherirse a este movimiento, y se ven
paulatinamente expuestos a doctrinas totalmente heréticas y contrarias a las verdades
fundamentales de la Palabra de Dios, algunos conceptos vagos sobre la gracia son
mencionados y utilizados como “caballo de Troya”. Pero aún estos conceptos como la
naturaleza doble del creyente y la perseverancia de los santos, son sacados totalmente de
su enfoque balanceado y sano, creando un antinomianismo (contra la ley) o negación
total a las disciplinas cristianas y a la santificación progresiva del redimido. En adición
a eso, el líder y fundador de Creciendo en Gracia, José De Jesús reclama ser el elegido
por Dios como apóstol de los gentiles para continuar el ministerio apostólico y traer
consigo una nueva reforma, asumiendo una posición de autoridad espiritual
incuestionable sobre cualquier otro creyente.
HISTORIA:
En 1988, la agrupación llamada “Ministerio Creciendo en Gracia” empezó en la ciudad
de Miami, Florida, EE.UU., en donde actualmente se encuentra su sede internacional. El
grupo, fue fundado por el puertorriqueño, José Luis de Jesús.
En 1993 en Puerto Rico. Durante la tercera convención anual, José Luis de Jesús fue
proclamado “Apóstol” por sus adeptos. El grupo cuenta con iglesias en los siguientes
países: Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, R. Dominicana, Perú,
Puerto Rico, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela
DECLARACIÓN DE FE:
Este grupo afirma lo siguiente:
El Ministerio Internacional Creciendo en Gracia es un Centro Educativo levantado por
Dios, para enseñar en estos tiempos el evangelio de la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, revelado al apóstol Pablo.
Creemos que Dios es el padre de los espíritus y que los creó antes de la fundación del
mundo. Creemos que Dios conoció, escogió y predestinó a sus hijos antes de la
fundación del mundo. Creemos que Dios hizo vasos para destrucción y vasos para
salvación. Creemos que sus hijos participamos de carne y sangre. Creemos que Satanás
se encarnó en la persona de Adán. Creemos que Dios también se encarnó en la persona
de Jesucristo.
Creemos que Jesucristo es Dios sobre todas las cosas. Creemos que Cristo destruyó al
diablo por medio de su muerte en la cruz. Creemos que el creyente está libre de la ley de
Moisés por la muerte de Cristo. Creemos que Cristo quitó de en medio el pecado en su
muerte. Creemos que Cristo con una sola ofrenda nos hizo perfectos para siempre.
Creemos que la iglesia de Jesucristo está sin mancha, sin arruga, santificada y
justificada por su sangre.
Creemos que el creyente está bendecido con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo Jesús. Creemos que Cristo se hizo pobre, siendo rico, para que
nosotros por su pobreza fuésemos enriquecidos. Creemos que la salvación dada por
Jesucristo al creyente no se pierde, es salvo siempre salvo. Creemos que la salvación es
un acto soberano de Dios hacia sus hijos y no un acto donde lo inicia el libre albedrío
del hombre hacia Dios.
Creemos que el creyente está llamado a dejar los rudimentos de la doctrina de Cristo e ir
a la perfección. Creemos que el creyente está llamado a vivir por la fe y no por las obras
de la ley. Creemos que el creyente fue bautizado ya en la muerte y resurrección de
Cristo.
Creemos que el creyente está llamado a hacer morir las obras de la carne por el Espíritu.
Creemos que Dios, al que toma por hijo, disciplina, corrige y azota. Creemos en el
ministerio angelical puesto por Dios para el servicio a favor de los herederos de la
salvación.
Creemos en una fe, un Señor y un bautismo. Creemos que el creyente fue librado del
presente siglo malo y trasladado al siglo venidero donde Cristo es sumo sacerdote de los
bienes venideros. Creemos en la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en
todas las naciones.
CRECIENDO EN GRACIA EN
COLOMBIA:
La siguiente es la lista de Iglesias de esta secta en Colombia y sus respectivos
“pastores”:
DOCTRINAS DISTINTIVAS:
La Preexistencia:
Estas personas enseñan que los seres humanos: “Antes de ser formados en carne en el
vientre de nuestra madre, fuimos creados en espíritu antes de la fundación del mundo”,
a esto le llaman “la preexistencia”. Algunos de los versículos que citan para apoyar la
preexistencia es Hebreos 12:9, en donde la Biblia hace mención que Dios es “el Padre
de los espíritus” (RV). Ellos concluyen que Dios “es nuestro Padre espiritual y nuestro
papá y mamá son nuestros padres terrenales”. Otro versículo es Jeremías 1:5 “Antes que
te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a
las naciones” (RV). A este pasaje lo explican de la siguiente manera: “Lo que Dios
conoció fue su espíritu. . . Dios creó muchos espíritus (ángeles) antes de la fundación
del mundo.
Luego, esos ángeles fueron tomando cuerpo mientras pasaban por el vientre”. El verso
de Hebreos de ninguna manera enseña que existimos como espíritus antes de nuestra
existencia como seres humanos. La frase “Padre de los espíritus” simplemente está
señalando que Dios es el Creador, tanto de nuestro cuerpo como de nuestro espíritu
humano. La preexistencia de espíritus es claramente antibíblica. Zacarías 12:1 dice que
Dios: “forma el espíritu del hombre dentro de él”, no que lo formó antes de que el
hombre existiera. El pasaje de Jeremías tampoco se refiere a la preexistencia del
hombre, sino a la omnisciencia (todo lo sabe) de Dios. Antes de que Jeremías naciera,
Dios sabía que él iba a llegar a ser un profeta. Dios . . . llama las cosas que no son,
como si fuesen (Rom. 4:17).
Si Adán fue la serpiente, esto significaría que la serpiente fue creada conforme a la
imagen y semejanza de Dios (Gén 1:26a).
Si Adán fue la serpiente, entonces esto significaría que Dios le dio la potestad para que
señoreara a todo animal, incluyendo “a todo animal que se arrastra sobre la tierra”, a
otros de su misma especie (Gén. 1:26b).
Si la serpiente fue Adán, esto significaría que él mismo se dio el nombre de “serpiente"
porque Dios le dio la responsabilidad de darle nombre a todos los animales (Gén. 2:19-
20).
Si Adán hubiera sido la serpiente, entonces todos los humanos se arrastrarían para andar
y comerían polvo, ya que este fue el castigo que Dios le dio a la serpiente por haber
engañado a Eva (Gén. 3:14).
La Biblia de ninguna manera enseña que Adán pudo haber sido la serpiente antigua, el
Diablo, Satanás.
El Apostolado:
Creciendo en gracia anuncia que su “apóstol” llegó al mundo en un tiempo de
desesperación, en donde toda la creación se preguntaba: “cuándo sería el tiempo en que
se levantaría el ‘otro’ que edificaría sobre el fundamento dejado por el Apóstol Pablo . .
. Ese hombre se llamaría José Luis de Jesús, a quien Dios preparó para creer, entender y
explicar los misterios de Dios”. Este suceso no se daría a conocer hasta 1993 (cinco
años después que José Luis de Jesús formó el grupo), cuando sus adeptos lo
proclamarían “Apóstol”. Los adeptos son enseñados que el suceso del “otro” que se
levantaría y “edificaría sobre el fundamento dejado por el apóstol Pablo” es José Luis de
Jesús y fue profetizado por el mismo Apóstol Pablo en 1Corintios 3:10.
En el capítulo tres, Pablo trata con la idea falsa que tenía la iglesia de Corinto acerca del
ministerio (v. 5). También habla acerca de la división que estaba ocurriendo como
resultado del malentendido del ministerio cristiano, señalando que los ministros son
simplemente servidores; es Dios el que hace el trabajo (v. 5-9). El versículo diez, al
igual que todo el capítulo, nada tiene que ver con la llegada de José Luis de Jesús como
el “otro apóstol” en 1993.
La palabra “otro” en el verso diez de ninguna manera puede estar refiriéndose a una
persona específica que llegaría en el futuro y edificaría sobre el fundamento de Pablo.
Por la siguiente razón: la frase “otro edifica” (está en el tiempo presente, no en el
tiempo futuro) se refiere al trabajo de Apolos (v. 6) y a los otros ministros en general,
como en los versos 12-15. La manera en que esta agrupación intenta explicar 1Corintios
3:10 es un caso clásico de cómo el grupo tuerce las Escrituras para su propia perdición
(2 Ped. 3:16).
La Trinidad:
Este grupo, así como muchas otras sectas, rechaza la doctrina bíblica de la Trinidad.
Tienen el mismo concepto modalista que tienen los Unicitarios (sólo Jesús). Ellos
afirman: “Dios es uno, pero él tiene diferentes manifestaciones”.“. . . El Hijo es el
Padre, pero cuando nació de María se llamó ‘Hijo’ ”. “El Espíritu Santo en nosotros es
Cristo...” El concepto herético que tiene este grupo acerca de la naturaleza de Dios se
conoce como el modalismo. Esta herejía se introdujo por el año 200 d.C., la cual ha sido
rechazada y refutada centenares de veces a través de los siglos por la cristiandad. Esta
herejía enfatizaba la unidad radical de Dios, enseñando que el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo son solamente diferentes modos o expresiones de la manifestación de
Dios, en lugar de tres distintas personas; las cuales son la misma sustancia al mismo
tiempo.
También es cierto que al principio, a los apóstoles que anduvieron con el Señor se les
hizo difícil aceptar que los gentiles pudieran ser incluidos en el plan de Dios. Por esto
vemos en el libro de los Hechos cómo el Señor permitió que los gentiles que venían al
evangelio experimentaran inmediatamente ciertos dones, del mismo modo que lo
hicieron los creyentes judíos. La Biblia nos muestra que hubo conflicto entre algunos
cristianos de origen judío, llamados los judaizantes, y el apóstol Pablo; éste entendía
que la fe en Cristo era suficiente y no era ya necesario imponer mandamientos a los
gentiles creyentes de guardar el sábado o la circuncisión.
Pablo mismo nos dice que tuvo que reprender al apóstol Pedro cara a cara porque se
dejó arrastrar en la hipocresía de los judaizantes y cuando llegaban los creyentes judíos
ya no quería juntarse con los creyentes gentiles (Gál. 2:11-16). El Señor hasta tuvo que
hablarle por visión al mismo Pedro cuando vio aquel lienzo que descendía del cielo
repleto de animales considerados inmundos por la ley de Moisés, y Dios le ordenó que
los matara y se los comiera porque lo que él limpió ya no es inmundo (Hch. 10:9-15).
Con esta visión Dios quería mostrarle al apóstol que lo que es limpiado por la sangre de
Cristo ha sido purificado de toda inmundicia.
Finalmente, cuando las conversiones de los gentiles en Asia y Europa sobrepasaban el
número de los creyentes judíos, los apóstoles decidieron convocar a los ancianos a un
importante concilio en Jerusalén. Allí el apóstol Pablo tuvo la oportunidad de aclarar su
posición y en aquel concilio quedó claramente establecido y aceptado, aun por Santiago
y Pedro, que no era necesario imponer ninguna carga ceremonial de la ley a los
creyentes. Sólo se exhortó a que los gentiles se abstuvieran de lo sacrificado a los ídolos
y las ceremonias de sangre típicas de las culturas paganas donde ellos vivían. El mismo
apóstol Pablo aceptó esta exhortación entendiendo que era necesaria, no porque el
creyente se pudiera contaminar con esos alimentos, sino para guardar el testimonio y
evitar ser piedra de tropiezo a los débiles en la fe (Hechos. 15:24-29; 1 Cor. 8:1-9).
A pesar de que San Pablo se dedicó mayormente a llevar el mensaje del Reino de Dios a
los pueblos gentiles, conforme a su llamado, siempre sintió una carga por los de su
nación, los israelitas. En cada lugar que visitaba, entraba en la sinagoga y buscaba
hablarles del Señor a sus compatriotas. Muchas veces fue rechazado por esos judíos
incrédulos y constantemente Pablo les decía que por cuanto habían desechado la Palabra
de la Cruz, el Señor llamaría a un pueblo que, aunque antes estaba separado y alejado de
toda esperanza, ahora por la gracia de Dios sería injertado en el nuevo pacto.
Sin embargo, Pablo siempre aclaró que Dios no había desechado a su pueblo
(Rom.11:1-5), porque él mismo era descendiente de los israelitas. De esa manera Pablo
dejó establecido que la salvación no era ni es algo nacional, sino por elección. Que la
verdadera Israel de Dios está constituida por todos aquellos judíos y gentiles que han
creído en Jesucristo (Rom. 9:1-4). La Israel verdadera de Dios es una Israel espiritual y
no nacional; como siempre lo ha sido aun desde el Antiguo Testamento.
Con el tiempo los demás apóstoles entendieron todo esto de manera clara y un análisis
serio de los escritos de éstos nos muestran que entendían a plenitud la gracia de Dios.
De manera que cuando Pedro hace referencia a los escritos de Pablo como difíciles de
entender, no está diciendo que él mismo no los entiende, sino que hay indoctos e
inconstantes que los tuercen como también las demás Escrituras (2 Ped. 3:16). Por el
contrario, Pedro reconoce la legitimidad de los escritos paulinos. Creciendo en Gracia
exagera esta pugna que realmente no fue entre Pablo y los demás apóstoles de Jerusalén,
sino entre los cristianos judaizantes que (como ocurre hoy en día con algunos hermanos
sin entendimiento) se dedicaron a juzgar a los gentiles porque no practicaban las
ceremonias judías.
Tanto Pedro como Santiago aclaran que esos que llegaron a las iglesias a estorbar no
iban de parte de ellos. Así lo dice en Hechos 15:24:
“Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos
orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando
circuncidaros y guardar la ley.”
Es sabido que en el caso de los evangelios, enseñan por ejemplo que el Sermón del
Monte no era para la iglesia, sino para los judíos, y que Cristo vino a traer un mensaje
de ley y no de gracia. Por eso algunos hasta niegan la ordenanza del bautismo, alegando
que fue instituido al principio por Juan el Bautista y Jesucristo, pero San Pablo no lo
practicaba (basándose en el texto de 1Cor 1:17 donde dice que el Señor no lo envió a
bautizar sino a predicar el evangelio), si bien el mismo fue bautizado y bautizó a
muchas personas. Estos grupos sólo emplean las cartas paulinas como la única fuente
sana de enseñanza para la iglesia gentil.
El Dilema de Santiago:
Como hemos explicado anteriormente, Creciendo en Gracia le resta credibilidad a los
apóstoles que ejercían su ministerio entre los judíos: Pedro, Juan y Jacobo o Santiago.
Pero de estos tres, Santiago es el más aborrecido por este movimiento. La epístola de
Santiago es considerada por Creciendo en Gracia como un ejemplo de legalismo y falsa
enseñanza. ¿Cómo entonces se coló la misma en el canon de las Escrituras? La
explicación que tuve la oportunidad de oír de labios del mismo “apóstol” José Luis De
Jesús (fundador y líder de la agrupación), es que Dios quiso incluirla porque leyendo las
aberraciones de Santiago, podemos apreciar las verdades de Pablo. De esta manera la
inerrancia de las Escrituras y la utilidad de toda ella para instruir y enseñar queda en tela
de juicio.
La epístola de Santiago causa dificultad a muchas personas indoctas que tuercen las
Escrituras. Santiago es un libro sumamente práctico cuyo tema central es el testimonio y
el fruto del creyente como evidencia de una fe genuina. Santiago está confrontando
precisamente esa fe sin sustancia, de boca solamente, pero sin fruto, sin la evidencia de
una vida realmente transformada. El segundo capítulo de Santiago ha sido interpretado
erróneamente por algunos, pretendiendo que Santiago estaba afirmando que la salvación
viene por las obras.
Obviamente esta es una mala exégesis del texto. Santiago afirma “Pero alguno dirá: Tú
tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis
obras.” La frase que resume la exposición de Santiago es que la fe sin obras es fe
muerta. ¡Y no hay verdad más real que esta!
Pero el rechazo a Santiago va mucho más allá de una mala exégesis del texto. Las
palabras de Santiago son estacas clavadas en la arrogancia de toda persona que busca
vivir una gracia sin compromiso, una gracia barata.
¿Afirma Santiago que la justificación es por las obras y no por la fe? Por supuesto que
no. ¿Por qué entonces afirma en Santiago 2:24 que el hombre es justificado por las
obras y no solamente por la fe? Cuando se saca este verso del contexto de todo el
capítulo dos, parece ser que Santiago está en desacuerdo con Pablo, pero es todo lo
contrario. El verso 22 nos da la clave de lo que está diciendo el apóstol: La fe se
perfeccionó por las obras. En otras palabras, la fe vino primero, pero las obras como
resultado de esa fe la perfeccionaron y la confirmaron.
Los cristianos que creemos en la verdadera gracia bíblica sabemos que la salvación es
sólo por la fe. Pero a la misma vez sabemos que esa salvación produce obras piadosas,
fruto de arrepentimiento. El mismo apóstol Pablo lo reconocía cuando evitaba imponer
las manos para ordenar al ministerio a personas neófitas o que no tuvieran un testimonio
sano o cuando en la mayoría de sus epístolas habló de hacer morir lo terrenal, de
practicar una vida piadosa y de combatir en contra de los apetitos carnales. El mismo
Jesús lo enseñó claramente cuando dijo que todo árbol que no da fruto es cortado y
echado al fuego (Mat. 3:10; 7:19). El mismo Señor fue el que dijo: Por sus frutos los
conoceréis (Mat. 7:20).
La Confesión Positiva:
Este grupo ha sido influenciado por lo que se conoce como el Movimiento de la Fe.
Ellos, al igual que el Movimiento de la Fe y las sectas metafísicas, creen que el creyente
puede crear su propia realidad a través del pensamiento positivo o la confesión positiva.
Cuando los feligreses están pasando por problemas económicos o enfermedades físicas,
sus maestros recomiendan que le hablen al Señor y a la situación de la siguiente manera:
“... Señor no recibo esto, recibo que esto se arregla, digo que esta situación cambia
ahora mismo. Habla a tu carne que le encanta enfermarse y resfriarse. . .dile, mira,
sánate que no tengo tiempo para eso, sánate, te declaro sana, . . . Hable duro, con poder,
tu tienes la vida en tu boca”.
Esta clase de pensamiento ofrece una idea equivocada acerca de la manera que Dios
obra en la vida del cristiano en tiempos de necesidad. Nosotros no somos dioses para
poder ordenar que venga a la existencia cualquier cosa que queramos (a pesar de que
esta agrupación sí lo cree) para poder crear nuestra propia realidad. Además, el hablar
positivamente a las circunstancias o a nuestras enfermedades, deja de ser una fe en Dios,
desviándose en una fe o confianza en nuestras propias palabras, en nuestra propia fe.
Nuestro entendimiento de la oración debe estar siempre basado en todo lo que la Biblia
dice. Por ejemplo, nos dice que debemos permanecer en Cristo y tener Su Palabra
permanente en nosotros (Jn. 15:7). No debemos pedir con malos motivos (Santiago 4:3)
y lo que pidamos debe ser siempre conforme a Su voluntad (1 Jn. 5:14). Dios es un
Padre soberano, personal, que nos ama, que sabe mejor que nosotros lo que es mejor
para nosotros, y obra misteriosamente aun a través de las malas circunstancias para
traernos bendiciones como las trae a otros (Rom.8:28). No podemos torcer el brazo de
Dios para que él haga lo que le ordenamos. Somos hijos de Dios y debemos depender de
Dios para todo y confiar en Dios aún cuando nuestras oraciones parezcan no ser
contestadas.
- Creciendo en gracia:
Vamos a leer ahora, en el libro del profeta Isaías, capítulo 14, verso 12; 14, verso 12,
Isaías. ¿Lo tienen todos? Dice: "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!
Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones." Fíjate lo que el profeta dice:
"¡Cómo caíste del cielo! Cortado fuiste por tierra". La tierra no corta a nadie, ahí lo que
dice es "formado fuiste de tierra".
- Pastor: Cárdenas:
Cuando formulé al Pastor de Jesús la pregunta: En que se basa para hacer esta
afirmación: Ahí lo que dice es: Formado fuiste de tierra. Textualmente respondió: En
referencia a su inquietud sobre el termino "cortado fuiste por tierra ", queremos
compartirle que el Apostolado de Gracia tiene como fundamento doctrinal el evangelio,
es decir las catorce epístolas dadas al Apóstol Pablo y a partir de ellas nuestro Apóstol
explica los misterio de Dios.
- Creciendo en gracia:
Ustedes saben que Dios hizo, el primer hombre fue hecho del polvo de la tierra, él hizo
un muñeco de tierra. Ahora, a ese muñeco de tierra, que es el primer Adán, había que
darle vida. Pero para darle vida a ese muñeco había que meter un espíritu y entonces,
Dios sopló a Satanás en ese cuerpo. Y entonces, ahí lo cortó por tierra y vino a ser el
hombre un ser viviente.
- Pastor Cárdenas:
En Génesis 2:7 leemos: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y
sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”. La Escritura dice que
Dios sopló en su nariz aliento de vida. No sopló en Adán a Satanás, pues de acuerdo a la
enseñanza del Pastor de Jesús, Satanás fue la vida de Adán.
- Creciendo en gracia:
Pues la Escritura dice, que Lucero ese de la mañana, Dios lo creó y entonces, entró en
contrataciones y en maquinaciones. Entonces, cuando Dios lo creó, que lo vio con
contrataciones él ahora necesitaba pecar, pero para tú pecar necesitas un cuerpo físico.
Él cometió iniquidad en el estado querubín, él fue un querubín precioso, entonces
cometió iniquidad. Pero para pecar necesitaba cuerpo físico porque no se puede pecar si
no hay carne.
- Pastor Cárdenas:
El Pastor de Jesús afirma que: para pecar necesitaba cuerpo físico porque no se puede
pecar si no hay carne. Pero cuando leemos en Ezequiel 28:16 pasaje paralelo al de Isaías
leemos: A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad Y
PECASTE; por lo cual yo te eché del monte de Dios, y te arroje de entre las piedras de
fuego, oh QUERUBÍN PROTECTOR.
Aquí encontramos que la Escritura afirma que lucero, a quien se le llama "querubín
protector" "pecó" estando aún en el cielo y por lo tanto sin tener ningún cuerpo físico ya
que era un espíritu.
- Creciendo en gracia:
Por eso es que nuestra carne, tú has notado que Pablo dice, que los designios de la carne
no se sujetan a la ley de Dios. ¿Has visto las luchas que tú pasas? Es porque vino de la
carne de Satanás, por eso es que nuestra carne es género diablo. Entonces, qué sucede,
que una vez Adán tiene a Eva, pues, Adán engendra en Eva un hijo, pero al mismo
tiempo que Adán engendró un hijo en Eva, Dios también engendró un hijo en el mismo
vientre, un parejita, gemelos. Por eso es que dice que nació Caín y luego Abel, no dice
que nació Caín, y luego que el nene creció y era hermoso, luego tuvieron otro varón,
nacieron los dos de momento.... Lo que sucede, que en la mujer no es así, pero Dios,
cuando engendró a Adán, engendró Dios, y de ahí salieron dos hijos, que son las dos
simientes.
- Pastor Cárdenas:
En el anterior párrafo se afirma que Eva tuvo gemelos pero mientras uno pertenecía a
Adán (a esa altura supuestamente el diablo), el otro fue engendrado por Dios y de esta
forma se formaron en Eva las dos simientes.
Leamos Génesis 4:1-2. Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a
Caín y dijo. Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano
Abel, y Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador de la tierra.
Como podemos notar nada se dice respecto a un engendramiento sobrenatural de Abel.
Pero especulando, supongamos que la simiente del bien vino por medio de Abel y la del
maligno por medio de Caín. La historia bíblica nos dice en Génesis 4:8. Y dijo Caín a su
hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se
levantó contra su hermano Abel y lo mató.
¿Qué pasó entonces con la simiente supuestamente engendrada por Dios en Eva?
SIMPLEMENTE PERECIÓ CUANDO MURIÓ ABEL Pero claro suponiendo que se
busque la salida de que el tercer hijo, es decir Set, fue el reemplazo de la simiente de
Dios. Leemos en Génesis 4:25. Y CONOCIÓ DE NUEVO ADÁN A SU MUJER, la
cual dio a luz un hijo y llamó su nombre Set. Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido
otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.
Claramente leemos que conoció de nuevo Adán a su mujer, fue Adán quien tuvo
relaciones sexuales con Eva y el resultado fue que dio a luz otro hijo, Set.
Pero si Adán era el diablo, entonces Set al igual que Caín representarían la simiente del
mal y nadie la simiente del bien pues Abel quien era su representante, murió. Por lo
tanto la teoría del pastor José Luis de Jesús carece de fundamento bíblico.
- Creciendo en gracia:
¿Tú le estás dando ejercicio a tus sentidos? ¿Ustedes están pensando? Sí, porque fíjate
que inmediatamente que nacen esos dos hijos viene una voz del cielo y dice: "Pondré
enemistad entre esta simiente y esa simiente". Dios dijo que habían dos simientes,
quiere decir que los dos no eran hijos de Adán.
- Pastor Cárdenas:
En este caso es necesario simplemente el leer con detenimiento, el pastor de Jesús
afirma: Sí, porque fíjate que inmediatamente que nacen esos dos hijos viene una voz del
cielo. Dios si dice estas palabras pero no luego de nacer Caín y Abel, sino en Génesis
capítulo 3:15, cuando Adán y Eva aún estaban en el huerto y por ende no habían nacido
Caín y Abel.
- Creciendo en gracia:
Fíjate lo que dice: "Pero los que han alcanzado madurez son los que han participado del
alimento sólido, porque ellos tienen sus sentidos ejercitados en el discernimientos del
bien y del mal". Imagínese, llamarle a Adán que Adán fue el diablo, hay gente que se
escandaliza. Se escandalizan por una forma tan sencilla.
- Pastor Cárdenas:
No cuestiono estas afirmaciones por falta de madurez de mi parte sino por la
incoherencia teológica que se encuentra en ellas.
Sería de mucha bendición para todos los pastores del Ministerio Creciendo en gracia y
para su feligreses que se revisaran estos conceptos, para la edificación verdadera.
El líder de Creciendo en Gracia debe corregir lo deficiente y afirmar lo bueno.
CONCLUSIÓN:
Después de analizar algunas de las doctrinas extrañas y antibíblicas que enseña el
Ministerio Creciendo en Gracia, podemos con toda certeza concluir que este ministerio
no es apto para “enseñar a todos los pastores del mundo” la sana doctrina, como ellos
aseguran. Además, niegan doctrinas esenciales del cristianismo, tales como la doctrina
de la Trinidad. Desde ese punto de vista, se les puede considerar, bajo la definición
teológica, como una secta.
“la fe que obra por el amor” (El Apóstol Pablo, Gálatas. 5:6)
La epístola del apóstol Santiago, aparentemente es una carta controversial, sin embargo,
cuando la sometemos a un análisis, todas las nubes que dificultan la visión desaparecen,
y vemos tanto en Santiago como en Pablo y el resto de apóstoles una armonía completa.
Santiago dice:
«¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo
Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se
perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y
le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el
hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. » Santiago 2:21-24
«Estos son dos aspectos de una misma verdad. Pablo escribe [Rom. 4:2] de aquello que
justifica al hombre delante de Dios; es decir, la fe sola, completamente aparte de las
obras; Santiago se refiere a la evidencia de la fe delante de los hombres; esto es la
evidencia de que la fe que justifica es en realidad la posesión del que profesa tenerla.
Pablo trata de los que Dios ve: la fe; Santiago de lo que el hombre ve: las obras, como la
prueba visible de la fe. Pablo obtiene su ilustración en Génesis 15:6; Santiago en
Génesis 22:1-19. La frase clave de Santiago es “vosotros veis” (Santiago 2:24); porque
los hombres no pueden ver la fe excepto en la manifestación que de ella se hace por
medio de las obras.»
Es decir, la fe que salva o justifica también se ve por lo que se hace. Una persona que no
procede o actúa conforme a su fe, no tiene una fe que justifica, su fe es menos que eso
es una fe muerta. Las obras deben hablar o dar testimonio de la fe del verdadero
creyente. Jesucristo dijo:
«El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también» Juan 14:12
Podemos ver, por los propios labios de Jesús, que las buenas obras es el resultado de
creer en él. La fe que no expresa buenas obras, es menos que una fe salvadora, es una fe
muerta. La fe salvadora produce espontáneamente frutos de buenas obras. A través de
los siglos, todo cristiano verdadero, salvo, nacido de nuevo, cree que su salvación el
resultado solamente de haber creído en él. Todas las buenas obras son estériles para
salvación, sino son el fruto o el resultado de haber creído en Jesucristo como Salvador
personal, por la gracia de Dios. Pero todavía es la fe, no las obras, lo que salva.
«Pues aunque no confiamos en las buenas obras, sabemos que la fe siempre engendra
buenas obras. La fe engendra la santidad. Y no se tiene al que engendra si no se ama al
Hijo. Las bendiciones de Dios son dadas con ambas manos, son dobles. Con una mano
Él otorga el perdón. Con la otra mano siempre da la santidad. Y ningún hombre puede
tener una bendición sin la otra.»
El llamado apóstol José Luis de Jesús trata de presentar una rivalidad que no existe
entre Pablo y el resto de los apóstoles. Él trata de dividir el cuerpo de Cristo, creando
confusión, además tergiversa la verdad de los hechos históricos, y da la impresión que
ellos son los únicos que enseñan “la salvación por gracia solamente”. Desde los
comienzos, los cristianos nacidos de nuevo hemos creído que el único medio de
salvación es la fe en Jesucristo solamente, aparte de las obras.
Esta fe salvadora, nos impulsa a la renuncia del yo, o sea un rendimiento total de sí
mismo al Señor. San Pablo lo expresa con estos términos:
«Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.» (Filipenses 1:6 NIV)
Y esta buena obra, no es de nosotros, es la buena obra del Señor en nosotros ¡Gloria a
Dios!
«Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombre, Jesucristo
hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos» (I Timoteo 2:5-6)
En el Antiguo Pacto los sacerdocio levítico actuaban como mediador entre Dios y el
pueblo, solo podía cruzar el velo y entrar al lugar Santísimo el sacerdote en
representación del pueblo. En la cruz ese velo fue rasgado, tenemos libre acceso, en el
Nuevo Pacto ya no tenemos necesidad de una cobertura sacerdotal o especial.
«Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley
y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que
creen él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús» Romanos 3: 21-24