El mito de la caverna es una alegoría filosófica creada por el filósofo griego
Platón. En esta historia, se representa a los seres humanos como prisioneros encadenados en una caverna desde su nacimiento, donde solo pueden ver sombras proyectadas en la pared y creen que eso es la realidad. Platón utiliza esta alegoría para ilustrar el papel del filósofo como guía hacia la educación y la liberación de las personas de sus ataduras. El mito de la caverna se encuentra en el libro VII de la obra de Platón llamada "La República", escrita alrededor del año 380 a.C. Este texto es esencial dentro de la obra de Platón, ya que cuestiona el origen del conocimiento, la representación de las cosas y la naturaleza de la realidad misma. En el mito de la caverna, cada elemento simboliza un nivel del ser y del conocimiento, dentro del dualismo ontológico propuesto por Platón. La alegoría nos invita a reflexionar sobre la diferencia entre la realidad sensible, que percibimos a través de nuestros sentidos limitados, y el mundo inteligible, que es objeto de un conocimiento más profundo y verdadero. Platón utiliza esta alegoría para explicar su teoría de las ideas, en la que sostiene que existe un mundo de ideas perfectas y eternas que son la verdadera realidad, y que el mundo sensible que percibimos con nuestros sentidos es solo una copia imperfecta de esas ideas. El filósofo, según Platón, tiene la tarea de guiar a las personas hacia el conocimiento verdadero y liberarlas de las ilusiones de la caverna. En resumen, el mito de la caverna de Platón es una poderosa alegoría que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del conocimiento, la realidad y el papel del filósofo como guía hacia la educación y la liberación de las personas de sus ataduras