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Taller Literario y composición

de canciones
SEMANA 1

Introducción

El arte de escribir canciones ha sido desarrollado por el ser humano desde hace muchos años. Esto con la finalidad de
expresar sentimientos, exaltar valores y honrar virtudes.
Se estudiará la importancia de los pequeños detalles en las canciones, así como su función de lograr una conexión
emocional con el oyente. Para lograrlo, se analizarán algunas consideraciones pertinentes. Definiremos el concepto de
canción, y hablaremos de los aspectos que dan lugar a una canción exitosa.

Además, se mencionarán algunas técnicas usadas con la finalidad de mantener la atención de los oyentes durante el
transcurso de la canción. También se hablará acerca de los espacios creativos, y la forma de emplearlos en la creación
musical, así como del uso de la ingeniería inversa. Finalmente se hablará de la inspiración, la manera de trabajar con
ambos lados del cerebro y la importancia de la fijación de metas y la elaboración de planes para lograrlas.

Esto es Taller Literario y Composición de Canciones, por VonKelemen.

La importancia de los detalles

En muchos aspectos, los detalles constituyen la diferencia entre la calidad y la mediocridad. Estudiaremos
la importancia de los detalles en la creación musical, aprendiendo así la influencia que estos pueden tener
en los oyentes.
A lo largo de la vida, el ser humano pasa por diferentes experiencias cuyo recuerdo permanece a través del tiempo.
Puede ser una experiencia traumática de la niñez, o un idilio amoroso de la adolescencia. Si se goza de cierta madurez,
se pudo haber enfrentado la muerte de un ser querido, la desolación de un sueño roto, o la alegría de un logro
alcanzando con grandes sacrificios. Independientemente del lugar ocupado en la carrera de la vida, todos los seres
humanos tienen alguna experiencia que recuerdan. En dichos recuerdos, se encuentran pequeños detalles que, aunque
no tuvieron mucha importancia en el contexto del acontecimiento recordado, permanecen vívidos en la mente.
Por ejemplo: para la persona que de niño sufría burlas en la escuela, el color o dibujo de la camisa que llevaba puesta
puede permanecer insertada en la mente, aunque ya no recuerde la razón de dichas burlas. Para quién haya
experimentado alguna ruptura amorosa, quizás con el tiempo no recuerde la razón de dicha ruptura, pero si recuerde la
canción que estaba puesta en la radio al momento de conversar con la persona con la que terminó su relación.

Este tipo de experiencias pueden ser rememoradas de diversas formas: una canción, una película o una foto, por
ejemplo. Al contemplar estas experiencias de otras personas, enseguida se reviven las propias. Algunas pueden ser
muy parecidas a las que han sido mencionadas. Sea cual sea la experiencia, son los detalles los que transportan al
momento, y evocar recuerdos con cierta emotividad. Se puede decir entonces que son los pequeños detalles los
encargados de establecer una conexión emocional entre lo que se percibe con los sentidos, y las experiencias propias
almacenadas en los recuerdos.

Conexión emocional

Se aprenderá que en el ámbito de la escritura de canciones, lo importante no es lo que se escribe, sino


cómo se escribe. El éxito y el fracaso pueden depender de la comprensión de este concepto. La letra de
una canción resulta eficaz, no por el contenido que presenta, sino por la conexión emocional que
establece con el oyente. En otras palabras, por la manera en cómo se logra que el espectador rememore
diversos momentos de su vida, hasta el punto de tomar dicha canción e identificarla consigo mismo.
Al comprender esto, se podrán usar los principios de la conexión emocional para lograr mayor recepción de parte de la
audiencia.

De esta forma, a través de un conjunto de ideas y técnicas, se podrá armar un mensaje y presentarlo de manera tal que
se genere una experiencia emocional intensa. Esto tiene que estar mezclado con la inspiración de cada persona. Dicho
factor permite que cada creación, o en este contexto, cada letra para una canción, resulte única e inimitable.

Figura 1.1 Conexión emocional


Muchas veces se puede pensar que la voz de un cantante, la ejecución virtuosa de un instrumento o la apariencia
constituyen los únicos motivos por el cual las personas se detienen a escuchar una canción. Estas razones pueden ser
ciertas en algunos casos, pero la razón principal es la conexión emocional que establezca la canción con ellos.

Quizás al presentar una canción en un salón, se note cómo las personas pierden el interés luego del primer coro. La
pregunta que puede llegar a la mente del cantante es: “¿por qué no me prestan atención? Les estoy hablando de
cuando me rompieron el corazón, ¿por qué no me escuchan?” En esos momentos, es probable que estemos pensando
más en lo que se quiere comunicar y no en cómo hacerlo.

Si se habla de expresiones como el dolor que causa una relación rota, se pueden mencionar cosas como el mundo
derrumbándose, la sensación de irrealidad o el calor de las lágrimas emanadas. Esto posiblemente logre que se tenga
más éxito, ya que alguna de estas situaciones habrá sido experimentada por el público, por lo tanto, se habrá
establecido la conexión emocional con ellos. Es decir, la experiencia del oyente coincidirá con la intensidad del tema
presentado.

Consideraciones para establecer una conexión emocional

Con el fin de lograr una mayor conexión emocional con el público, se deben considerar las siguientes
ideas:
Determinar la emoción que se desea despertar: si no se está seguro de la emoción o sentimiento que se desea
transmitir, lo más probable es que no se transmita nada. Para solucionar esto, es útil crear un “inventario emocional”
usando como base las siguientes preguntas: ¿deseo conectarme con mis oyentes? ¿o sólo busco proporcionar música
de fondo para sus vidas?

Ser realistas: una vez que se ha decidido la emoción que se desea transmitir, se debe comenzar a pensar en cómo
recrear dicha experiencia o emoción. Las canciones memorables provocan experiencias intensas. Miles de canciones
“del montón” no causan ninguna experiencia en absoluto. Es importante considerar en cuál de las dos categorías
ubicarse.

Entonces, para atrapar la atención del público, ellos deben sentir algo. Ellos tienen que seguirnos hasta donde se
quiera llevarlos, sentir lo que se desea que sientan, ver lo que se desea que vean y creer lo que se desea que crean.

Figura 1.2 Público emocionado

Con el objetivo de lograr la atención de diferentes tipos de audiencias, se verán enfoques diferentes en la creación de
una letra para una canción. Sin embargo, se debe conservar la esencia propia de cada artista, cosa inmensamente
valiosa y única. Si el compositor de canciones no cree en sí mismo, ¿cómo lo harán los demás?

Una canción de éxito

Todos los compositores desean escribir canciones de éxito. Se definirá entonces qué es una canción de éxito y
aprenderemos los principios que las han convertido en lo que son. Al dominar dichos principios, podrán aplicarse a
cualquier tipo de composición.
Quizás una de las preguntas que todo compositor se hace con frecuencia es, ¿cómo escribir una canción de éxito? ¿qué
hace que una canción tenga éxito? Sin analizarlo mucho, se pueden descubrir dos respuestas obvias: (1) primero, una
canción de éxito tiene altos niveles de rating en la radio, (2) y segundo, vende muchos discos. El problema con estas
respuestas es que ambas se refieren a circunstancias que escapan al control del compositor. Si se escogieran esas dos
respuestas como el enfoque de lo que se debe hacer, posiblemente el compositor se sienta frustrado una y otra vez.
Para ayudar a entender mejor el concepto, se puede pensar en la siguiente pregunta: ¿qué es una canción?

La definición más aceptada con respecto a canción es que se trata de una melodía con letra. Ahora, una partitura o un
cifrado con su respectiva letra, ¿es una canción? La respuesta debe ser un rotundo no. Eso es la representación de una
canción. Por sí solas, un montón de líneas y puntos no tienen el poder de evocar sentimientos en las personas, o de
sacudirlas emocionalmente. Una canción logra hacer más que eso. Es capaz de cambiar el estado de ánimo y la
percepción de la vida, entre otras cosas.

Entonces, se debe tener claro que una canción evoca una reacción emocional. Cuando se piensa en las canciones que
más gustan, se piensa realmente en los sentimientos que producen.

Una canción puede evocar sentimientos de amor, pérdida, alegría y dolor. Puede ser movida, convincente,
satisfactoria, emocionante o seductora. Esto conduce a otra definición de canción, donde se entiende como: un medio
eficaz de comunicar o transmitir emociones.

Figura 1.3 Canciones que evocan sentimientos

Si una canción habla de los sentimientos que puede tener una persona en un determinado momento, entonces esa
canción es emocionalmente eficaz, y causará que sea escuchada una y otra vez. Si una canción habla de los
sentimientos de muchas personas, logrando que todas sean movidas emocionalmente, entonces la gente querrá
escucharla una y otra vez. Esa será una canción de éxito.

De esta forma obtenemos un elemento que, a diferencia del rating en la radio y de las ventas de discos, el compositor
sí puede controlar. A medida que se tomen las ideas y se logre expresar con claridad y eficacia dicha idea o
sentimiento, se puede llegar a los oyentes y proporcionarles una experiencia emocional poderosa: una experiencia que
los llevará a escuchar la canción una y otra vez. ¡Esta es la esencia de una canción de éxito!
El oficio de escribir canciones

El oficio de escribir canciones se refiere a la experiencia que se tenga en dicho oficio. A medida que el

compositor gana experiencia, descubre nuevos métodos para transmitir su mensaje eficazmente. Esto le

proporciona una continua búsqueda de estilos y sonoridades, aumentando su credibilidad y talento como

escritor de canciones.

El compositor puede llegar a pensar que al enfocarse en una emoción, o al describir un pensamiento mientras

escribe su canción, de alguna forma, logrará automáticamente una conexión emocional con el oyente. Esto

puede pasar, sin embargo, no sucede en todos los casos. La razón podría ser que la emoción no está siendo

comunicada de forma que los oyentes puedan entenderla, y más importante aún, sentirla. Es aquí donde el

“oficio de escribir canciones” puede ayudarnos.

Figura 1.4 El oficio de escribir canciones


Los elementos que constituyen el oficio de escribir canciones se ha venido desarrollando durante siglos, es decir,

los compositores, mediante el ensayo y el error, fueron descubriendo qué funcionaba y qué no. Por dicha razón,

no es necesario inventar un nuevo método de escritura en cada canción. Existen diversas técnicas estructurales,

melódicas y líricas que han probado funcionar e involucrar emocionalmente a los oyentes. El uso de estas

técnicas puede lograr que una canción sea más emocionante, conmovedora y memorable.

A continuación, se estudiará un ejemplo que servirá para ilustrar el concepto del “oficio de escribir canciones”.

Muchas veces los oyentes no responden de la forma deseada a una parte en concreto de alguna canción. Se

puede ver que se acerca la parte más importante de la canción, y sin embargo, se ha perdido la atención de los

oyentes. Los compositores se han dado cuenta de que crear un contraste antes de una línea especialmente

importante, ayuda a mantener la atención en los oyentes. Dicho contraste puede crearse con una modulación,

un cambio de ritmo, una extensión en la duración de los acordes, o de cualquier otra forma. Lo importante es

que sea algo que los oyentes reconozcan como nuevo, y de esa forma se pueda captar su atención inmediata.

Una vez que se tiene el interés, estarán atentos para escuchar la línea para la cual se les ha preparado. Este es

un ejemplo ilustrativo acerca de la utilidad del oficio de escribir canciones. Dicho ejemplo ayuda a que el

mensaje de la canción sea más accesible.

Principios para elaborar una canción de éxito

Pese al ejemplo que se ha citado anteriormente, se debe tener en cuenta que lo que se llama “el oficio de

escribir canciones” no sustituye el sentimiento o la emoción. Al comprender los principios para elaborar

una canción de éxito, se descubrirá que en realidad es el mensaje, la historia, y las emociones, las que

impulsan una canción. El “oficio de escribir canciones” está allí para ayudarnos a llevar la canción a donde

se quiere, para que el mensaje sea transmitido. Pero, en última instancia, el mensaje es lo importante, y

proviene de la inspiración del compositor.

Si se tiene un mensaje original, convincente y auténtico, el oficio de escribir canciones puede asegurar que éste sea

escuchado, y de que se experimente la emoción que se desea comunicar.

Se puede resumir lo estudiado en estos dos principios:


 Si se tiene un mensaje que comunicar, pero no hay dominio del “oficio de escribir canciones”,
los oyentes quizá no presten atención al mensaje.

 Si se tiene habilidad con “el oficio de escribir canciones”, pero no se tiene un mensaje que
comunicar, los oyentes no tendrán nada que escuchar.

El oficio de crear canciones está al servicio de la canción, nunca será a la inversa. Es un recurso que existe para

comunicar un mensaje de manera efectiva, no para sustituir la inspiración.

Figura 1.5 Escribiendo una canción

A fin de evaluar lo que el oficio de crear canciones puede hacer por la canción, se pueden revisar las siguientes

preguntas:
 ¿Los oyentes reciben suficiente información en la letra, acerca del sentimiento que quiero
expresar?

 ¿La letra ayuda a los oyentes a comprender mi mensaje?

 ¿Mi melodía es memorable, fresca o convincente?

 ¿Utilizo diferentes contrastes para llamar y mantener la atención de los oyentes?

 ¿Existen suficientes repeticiones para proporcionar una estructura, pero no demasiadas para no
aburrir a los oyentes?

Todas estas preguntas deben tenerse en cuenta en la elaboración de la letra de una canción. A modo de resumen,

se debe recordar que una canción de éxito es aquella que comunica eficazmente una emoción a los oyentes. “El

oficio de crear canciones” facilita las herramientas para lograrlo.

Ingeniería inversa

Es de suma importancia que en el camino para lograr una canción de éxito, se aprenda de aquellos que lo han logrado.

Al escuchar un Top 10 en la radio, el compositor no se debe comparar con la canción que ocupa la décima posición,

sino con la primera, con las mejores. Esas son las canciones que han logrado comunicar eficazmente su mensaje y ser

emocionalmente evocadoras, hasta el punto de llegar a una gran cantidad de oyentes. Allí es a donde se debe apuntar.

Así que al estudiar las canciones, se deben estudiar las mejores, aprender de los mejores. Esforzarnos por ser los

mejores. Esa es una estrategia ganadora.

Ingeniería inversa
Se le llama ingeniería inversa al proceso de seleccionar el mejor producto de la competencia y analizarlo hasta sus

más pequeños detalles, a fin de lograr un producto que compita con el que se estudió. Este proceso se lleva a cabo en

todas las industrias, no importa si se trata de ventas de comidas, neumáticos, insumos médicos o implementos

deportivos. Siempre se realiza un proceso de ingeniería inversa. Esto no quiere decir que se deban robar o copiar los

componentes o la fórmula del producto, eso sería plagio. La finalidad es aprender del éxito del producto para elaborar

o mejorar uno propio. En el ámbito de la composición de canciones, se trata de tomar las mejores y aprender de ellas.

Figura 1.6 Ingeniería inversa


Ahora, a fin de lograr escribir canciones exitosas, se deben desarrollar ciertas habilidades y herramientas, entre las

cuales se pueden mencionar las siguientes:

 Se necesita conocer el oficio de escribir una canción: esto se logra al estudiar aquellas que han
alcanzado el éxito y entender cómo lograron transmitir su mensaje de manera tan poderosa.

 Acceder a las canciones exitosas más recientes: esto permitirá actualizar el oficio de crear
canciones, estando al día con las nuevas técnicas de composición y las exigencias y tendencias
del mercado.

 Registrar ideas: el llevar un registro de las ideas en cuanto a letra, melodía e incluso acordes,
permite realizar un seguimiento de las mismas, con el fin de incorporarlas, modificarlas o
descartarlas en los proyectos en los que se esté trabajando. Es muy importante identificar dichas
ideas con la finalidad de tener un acceso rápido a ellas.

 Acceder a Internet: en una época donde la información puede darle la vuelta al mundo con solo
mover un dedo, el poder acceder a Internet se ha vuelto una necesidad cada vez más imperante.
Gracias a Internet, podemos comprar los últimos éxitos en el mercado, encontrar colaboradores,
subir ideas propias e incluso encontrar ayuda, en cuanto a letra, melodía o acordes.

 Un teclado o una guitarra: esto es muy útil si se desea escribir canciones con una base armónica.
Las guitarras con capo y los teclados que pueden transportar son muy útiles. Si se desea escribir
solo letras, se puede obviar esta habilidad.


 Aprender a tocar seis acordes: ya sea en el teclado o una guitarra, el aprender como mínimo seis
acordes permite tener algunas opciones armónicas que se pueden variar de diferentes formas.
Esta habilidad, así como la anterior, no debe tomarse en cuenta, si el objetivo es solo enfocarse
en la letra.

Todo compositor debe saber qué resultado específico produce cada una de las herramientas que posee. Esto

permite un proceso creativo más eficaz. Sin embargo, ese conocimiento no es una limitante. Es decir, se puede

escribir la letra de una canción, con pocas (o ninguna) de las herramientas que hemos mencionado.

Espacios creativos

Ahora bien, todo proceso creativo necesita de un espacio donde pueda desenvolverse. Al encontrar un espacio ideal, el

compositor puede lograr una mayor fluidez en sus ideas y, por lo tanto, una mayor calidad en sus creaciones.

Este espacio no tiene que ser necesariamente un estudio de grabación. En realidad el concepto de espacio que se

manejará en el curso no se refiere exactamente a un espacio meramente físico. Una laptop con DAW´s, un buen

micrófono y una guitarra o teclado MIDI pueden conformar un espacio creativo, sin embargo, puede ser menos que

eso. Se puede tener un espacio creativo con solo una computadora y un escritorio.

Estos espacios creativos vienen en todas las formas y tamaños. Lo importante, y lo que define un espacio creativo, es

que sea un medio que permita plasmar las ideas musicales. Esto, con el fin de modificarlas, ampliarlas, eliminarlas o

hacer con ellas lo que sea necesario para un proyecto determinado.

Se verán ahora algunos implementos que pueden funcionar como espacios creativos:
 Una libreta: la libreta es uno de los espacios creativos más versátiles. ¿Por qué? Por la rapidez

con que puede registrarse las ideas. Estas pueden llegar en cualquier momento, viendo la TV,
lavando los platos o paseando al perro. En estos casos, en los que sea difícil contar con una
computadora; una libreta o un dispositivo pequeño, como una tablet o un smartphone, sirven
para registrar la idea. Esto es muy útil teniendo en cuenta que las ideas suelen irse con la misma
rapidez con que llegan. Si se escoge una libreta, lo importante es que sea una con la que se pueda
sentir cómodo. Ya sea libreta cosida, en espiral o una carpeta de tres anillos. Lo importante es
que sea cómoda.

Figura 1.7 Libreta

Una grabadora: en realidad, puede servir cualquier dispositivo que tenga función de grabación. Así, al llegar a la

mente una melodía, se puede cantar y guardar en una computadora. Es importante que al guardar la idea, esta sea

identificada y tenga alguna pequeña descripción.


Figura 1.8 Grabando voz

Una mesa y una silla: un escritorio puede convertirse en todo un mini-estudio de grabación, sólo con un dispositivo de

grabación como equipo. Al escribir una canción, es posible grabar las ideas que vengan a la mente, mientras se

ordenan y arman en una hoja de papel. Esta sesión de escritura se establece en pocos minutos. También puede venirse

abajo en la misma cantidad de tiempo.

Figura 1.9 Mesa y una silla


La computadora: si se dispone de una computadora con algún DAW, se puede afirmar que se tiene un estudio de

grabación. En ellos, se graba la voz, una guitarra o un teclado, se crean pistas de instrumentos, ritmos, se organizan

acordes, entre otras cosas. Aquí, se deben realizar copias de seguridad a medida que se trabaja y mantenerlas en un

lugar seguro.

Figura 1.10 Computadora


Aparte de los espacios de los que se ha hablado, más importante aún es recordar que el primer espacio creativo está en

la mente y nos acompaña a todas partes. Está hecho del conocimiento y la inspiración que se tenga. Se compone de las

canciones que más nos gustan. Se trata de la experiencia y la práctica. Todo lo demás es sólo un medio para

exteriorizar las ideas musicales que tenemos en la mente.

Los lados del cerebro y sus aportes en la creación musical

En el oficio de crear canciones, se necesita lo que denominaremos “lado derecho” y “lado izquierdo” del cerebro. A

modo de simplificación, estos “lados” del cerebro se han convertido en sinónimos de dos formas generales de

pensamiento. El lado izquierdo se ha convertido en el pensamiento lógico, verbal, secuencial y juicioso, mientras que

el lado derecho es intuitivo, visual y en general poco juicioso. Para crear canciones exitosas, se necesita pensar de las

dos formas.

Figura 1.11 Los lados del cerebro

La manera ideal sería que al comenzar a escribir una canción, el lado derecho del cerebro predomine. Esto permite la

fluidez de las ideas y la creación de la materia prima para la canción. Luego, el lado izquierdo analizará las ideas y las

ordenará con el fin de que se convierta en una canción que resulte clara para los oyentes. Cuando no se controla el

trabajo de ambos lados, el lado izquierdo juzga demasiado pronto el material, mientras este apenas se está creando. En

cambio, si se da rienda suelta al lado derecho, se puede caer en el letargo de producir cada vez más ideas y no querer

realizar ningún cambio en ellas, sin importar si lo que se está produciendo tiene mucho sentido o no. Por esa razón,

debe existir un equilibrio entre los aportes de ambos lados del cerebro en el proceso de creación musical.

Las siguientes ideas pueden ayudar a encontrar un balance entre ambos lados del cerebro:
 Dejar que el lado izquierdo se relaje para que el lado derecho tome el control, permitiendo la
fluidez de las ideas. En otras palabras, pensar que se está jugando o haciendo un simple ejercicio,
en vez de armando un negocio. Luego de esto, usar el lado izquierdo para que “reescriba” lo que
el lado derecho produjo.

 Permitir cualquier temática o frase tonta. Esto abrirá la puerta de la creatividad.

 Escoger una escena de algún programa televisivo o película. Escribir un título y un coro que
tenga relación con la escena en cuestión. Hacerlo en un plazo de 20 minutos para escribir la letra
y la melodía. Establecer un cronómetro y, ¡adelante! No tiene que ser la canción que
revolucionará la historia de la música, solo es necesario producir el material. El pulimiento
vendrá después.

 Tomar la línea de un periódico y escribir un coro usando toda la línea o parte de ella. Si no nos
gusta, podemos tirarlo luego. Si nos gusta, es tiempo de que el lado izquierdo trabaje.

 Cantar el coro de una canción conocida y cambiar las notas de la melodía. Agregar notas largas o
notas más cortas. Añadir silencios o terminar más rápido las frases. Al tener la nueva melodía,
escribir una letra para ella. Luego de esto, el lado izquierdo puede comenzar a trabajar.

Es muy importante recordar que cuando el lado derecho del cerebro esté en pleno proceso creativo, el lado

izquierdo debe abstenerse de emitir juicios. Estos se pueden reservar para cuando el lado derecho termine su

trabajo. Una vez allí, se puede ordenar el material, tirarlo a la basura o trabajarlo hasta tener una versión

definitiva.
La inspiración: cómo usarla con éxito

Tanto la palabra musa como inspiración son sumamente utilizadas en todo ámbito artístico. Se desglosarán estos

conceptos y su aplicación en la escritura de canciones, con el fin de usarlos eficazmente en la obtención de resultados

satisfactorios.

No se debe pensar en el concepto de musa como algo vago, oscuro o inalcanzable. Esto puede llevar al compositor a

convertirse en ese tipo de músicos que piensan que al romper todas las reglas se demuestra su brillantez. Por supuesto,

esto no es cierto, y el cometer este error puede llevarlos a odiar el negocio de la música y a la audiencia por considerar

que no reconocen su genio. Esto puede opacar el éxito que llegarían a merecerse, ya que mantienen a los oyentes fuera

del mensaje, en lugar de embargarlos con la emoción que desean transmitir. Dicho de otra forma, es como hacer a los

oyentes presenciar un concierto estando fuera del teatro.

Figura 1.12 Inspiración

Se puede tomar la inspiración como una guía o impulso que lleva a crear una obra. Una vez que esta ha comenzado,

entonces viene la disciplina, como un trabajo de fundición, cuya labor es unir las partes en una obra de arte. Esta debe

transmitir claramente lo que se desea comunicar. Cualquier obra de arte, sea una canción, una pintura o una escultura,

pasa por un proceso de dos partes. La primera parte es la inspiración, que se puede definir como una forma de

creatividad. Luego tenemos el oficio, que es diferente a la creatividad. El oficio es lo que ayuda a comunicar el

mensaje, a hacer llegar este al público. Sin embargo, para que la canción cumpla las expectativas de un artista, quien

ama lo que hace, desea seguir haciéndolo y crecer con eso; la inspiración es esencial.

Tipos de inspiración
A continuación, se estudiarán los conceptos de inspiración fuerte e inspiración suave. El estudiarlos permite al

compositor de canciones aprovechar las características de cada uno, a fin de obtener una canción de éxito.

Inspiración fuerte: sucede cuando vienen a la mente secciones completas de una canción o cuando se esboza la idea

de la canción de principio a fin, en cuestión de minutos. Es el tipo de inspiración que resulta más obvia. Luego de que

esta ocurre, sólo queda trabajar con los detalles que hagan falta, apoyados en el impulso inicial.

Inspiración suave: también están los impulsos más cortos, que se pueden encontrar por decenas, en una sola canción.

Existen frases que suenan interesantes, se graban en la mente o evocan pensamientos concretos. Por alguna razón,

dichas frases llaman la atención emocional y son evidencia de esos momentos de inspiración suave. Este tipo de

inspiración no se reconoce fácilmente, por lo que se deben agudizar los sentidos para no perderla. Puede ayudar

muchísimo a elaborar una canción memorable, manteniendo la idea inspirada inicialmente.

Una vez visto esto, ¿cómo se mantiene el contacto con la musa? Para responder a esta pregunta, primero se debe

entender que la musa no significa la primera frase que venga a la mente. Tampoco significa que todo va a ser fácil. La

musa es el proceso de mantenerse dentro de una situación emocional, buscando frases que comuniquen con eficacia

esa emoción. Esas frases podrían ajustarse constantemente, volviendo hacia atrás si es necesario, con el fin de

mantener la conexión con la inspiración original. Mediante las siguientes pistas, se podrá identificar cuando se está

perdiendo la inspiración:

 Cuando se usan clichés o frases muy generales

 Cuando la canción comienza con un enfoque muy general

 Cuando la emoción que inspiró la canción tiene poco desarrollo

Al ver estas señales, se debe encender una alarma que dé a entender que es necesario detenerse y volver atrás en

lo que se haya escrito. Aquí es donde entra la habilidad de reconocer la “inspiración suave”, pues encontrar las

frases clave de una canción ayuda a mantenerse en la dirección correcta.


Se debe recordar que la musa o inspiración puede estar trabajando en muchas ideas a la vez. Va y viene como quiere,

por esa razón, si una idea o una línea no encaja en el contexto de nuestra canción, lo mejor es guardarla, para usarla en

otro trabajo.

Factores que entorpecen la creación musical

Existen algunos factores que pueden entorpecer la creación musical. Identificar estos factores ayuda a

evitarlos, y por lo tanto contribuye a acelerar el proceso creativo.

Durante el proceso de crear una canción, se debe dejar que la creatividad tome su lugar. Quizás se puede pensar que

probar muchas cosas desvirtúe la canción, pero lo cierto es que si se evita realizar cambios por temor a que suene mal,

estaremos tratando nuestra canción como una copa de cristal que puede romperse en cualquier momento.

Ya sea con canciones ya hechas, o al escribir una nueva canción, nunca se debe temer el probar cosas nuevas. A modo

de ejercicio, se pueden incorporar diferentes elementos a varias canciones, sin pensar en el resultado final. Al

terminarlas, se pueden escuchar y así percibir las diferentes sensaciones que cada una trasmite. Al terminar este

proceso se puede comenzar de nuevo y continuar experimentando. En resumen, no se debe tener miedo de innovar en

las canciones, e incluso probar con varios géneros diferentes.

Figura 1.13 Ansiedad por escribir mal


Una de las cosas que el compositor debe evitar es el pensar demasiado durante la creación de una canción. Al hacerlo,

se corre el riesgo de perder la conexión emocional con la misma. Se puede reconocer que se está pensando demasiado

cuando, durante el proceso creativo, ocurre lo siguiente:

 El lado izquierdo del cerebro, es decir, el lado crítico, interviene demasiado pronto.

 Se sustituye el alma de la canción por el oficio de crearla.

 Se reelabora tantas veces la canción que se pierde la perspectiva de la idea general

A medida que aumenta la experiencia como compositor de canciones y se toma el proceso creativo como un

juego de descubrimientos, el oficio mismo nos ayudará a combatir la tendencia a pensar demasiado. Puede que la

canción se vea detenida por un pedazo que no va a ninguna parte, una melodía que no termina de encajar o una

letra sin sentido. Identificar estos problemas ayuda a no caer en ellos nuevamente a medida que se vuelve a

elaborar la canción.

También se puede tomar un tiempo para escuchar canciones de éxito y analizar cómo éstas superaron los problemas.

Una vez que se haga esto, se está listo para proseguir el proceso de creación de una canción, ahora con la mente llena

de nuevas ideas.

Amor vs. Trabajo

Se estudiarán las razones por las cuales el trabajo de un compositor de canciones debe realizarse con

convicción y pasión.

El mejor trabajo es aquel que nos gusta y se hace con pasión.

Por eso, se pueden identificar tres razones por las cuales la mejor obra es aquella que llega a gustar:

 Aquella canción que gusta es a la que se le dedica mayor cantidad de tiempo, ya sea
escuchándola o creándola

 Aquella canción que gusta es la que tiene un significado especial

 La mejor canción es aquella que se realiza con gusto, ¿debería existir otra razón?

Lo importante es sentirse realizado con la canción. Por esta razón, quizás no siempre un compositor estará

complacido de toda su obra. Habrán canciones que no le gusten, pero siempre se debe sentir realizado y a gusto

con lo que hace. Ese es uno de los aspectos de la relación del artista con su obra.

Figura 1.14 Trabajo con amor

En ocasiones, es difícil encontrar un momento para escribir una canción. Aunque sea una actividad gratificante, se

suele pensar que las responsabilidades diarias impiden su realización. Esto no tiene necesariamente que ser cierto. Se

debe tener en cuenta que,para escribir una canción, no es requisito disponer de una tarde completa. Se pueden hacer

ejercicios de 20 a 30 minutos, en los que se van trabajando las ideas. Estos espacios pueden repartirse a lo largo del

día o de la semana. En la vida cotidiana, se pueden escuchar todo tipo de conversaciones sobre una variedad de temas,

las cuales pueden servir de inspiración para una infinidad de temas y títulos.

Cuando se habla de hacer lo que se ama, mucha gente piensa que lo más importante es la palabra amor. Pero no es así,

la palabra más importante es hacer.

Técnicas para lograr el éxito

Hablaremos ahora un poco acerca de la fijación de metas. Estos principios son sumamente útiles en la

composición de canciones, ya que ayudan a lograr los objetivos planteados.


Técnicas para fijarse metas

Se puede lograr una meta mediante algunos pasos que cumplan la función de escalones, es decir, ayudan subir y

aproximarnos a la meta.

Para el planteamiento de objetivos eficaces, se pueden observar las siguientes dos reglas:

 Asegurarse de que sea algo que se quiera hacer.

 Lo que se desea hacer debe ser algo que se maneje, que se pueda controlar. Si no es así, se está
hablando de un deseo, no una meta.

Basándonos en estas reglas, debemos recordar las siguientes pautas:

1.Establecer un objetivo general

Este objetivo es el destino final, el lugar a donde se quiere llegar con la canción. Objetivos como: “escribir una

canción que comunique lo que quiero” puede sonar algo vago, pues no se sabe qué se quiere expresar. Y si ese es el

caso, al final, no se expresará nada. Otro ejemplo de objetivo ineficaz es: “Escribir una canción que se escuche en la

radio”. ¿Por qué no funciona como objetivo? Porque depende de cosas que escapan al control del compositor. Y

recordemos la regla: deben ser cosas que estén bajo control. Quizás algo como “Escribir una canción movida que

suene como un éxito” sea más eficaz, ya que se tiene una emoción concreta que transmitir y los elementos de la

misma están bajo control.

2.Establecer metas de paso

El establecer metas de paso resulta sumamente útil, ya que el objetivo general puede parecer a veces abrumador. Las

metas de paso consisten en tomar el objetivo general, descomponerlo en partes más pequeñas, llamadas metas de paso.

Al cumplir una por una estas metas, se logrará cumplir con el objetivo general. Estas metas de paso no son iguales en

todos los casos y entornos. Es responsabilidad de cada compositor de canciones adecuar las metas de paso a cada

situación. Ejemplos de metas de paso pueden ser: “escribir mis ideas sobre la vida”, “exponer en mi canción las cosas

buenas y las malas”, “buscar una melodía pegajosa”, entre otras.


3.Escribir y organizar las metas

No se puede contar con que el cerebro recordará todas las metas que decidimos hacer. Se deben escribir, tanto el

objetivo general como las metas de paso. Se puede trabajar en una meta de paso o en varias, al mismo tiempo. Esta

lista de metas debe actualizarse a medida que se vayan cumpliendo.

Es importante establecer el tiempo que se va a dedicar a cada meta. El fijar metas sin decidir en cuánto tiempo se

realizarán, es como comprar una entrada para el cine y no asistir a la función. Las metas constituyen la visión de a

dónde se quiere llegar. Al tener en cuenta estos principios, paso a paso, puede cumplirse cualquier meta propuesta.

Conclusión

Hemos visto la importancia que tiene el deseo y la mente en la composición de una canción. Todo nace de

la fuerza de voluntad que el compositor tenga a la hora de plasmar sus ideas en la letra de una canción.

Estas constituyen un medio eficaz de transmisión de emociones. Pero, como sucede a veces en la vida, éstas quizás no

sean comprendidas. ¿Dónde está la razón? Al revisar varias veces las letras de las canciones, se pude determinar si el

mensaje ha sido expuesto con claridad, si los sentimientos han sido explicados de forma detallada.

La inspiración juega un papel muy importante en la composición, sin embargo, no lo es todo. Al reconocer los tipos de

inspiración se puede usar ambas en la elaboración de una verdadera canción de éxito.

Así como existen elementos que fomentan la creación musical, existen otros que la entorpecen. El pensar demasiado

es uno de ellos, y el saber dominar esto permite que el proceso creativo se mantenga controlado.

Todo esto no tendría sentido sin un objetivo claro. Las metas son la visión de lo que se quiere. Los planes se hacen

para determinar cómo cumplir las metas. El dominar las técnicas de la fijación de metas permite que los objetivos se

cumplan, obteniendo así el compositor, un sentimiento de realización por su trabajo.

SEMANA 2

Introducción
En esta lección, estudiaremos algunos aspectos básicos que el compositor debe tomar en cuenta a la hora de escribir
una canción.
La creación de una canción no es muy diferente a pintar un cuadro, o preparar un platillo. En los tres casos se deben
tomar en cuenta los sentidos que participan activamente en la percepción de la obra de arte. En este caso, la canción es
percibida por el oído, la pintura por la vista y el platillo por el gusto. Se analizará, por tanto, la forma en que cada uno
de los sentidos puede ayudar en la apreciación eficaz de una canción.

No sólo se estudiarán los cinco sentidos, sino también los verbos, adjetivos y adverbios. Estos recursos ayudarán al
compositor de canciones a ser más eficaz en sus trabajos.

Al comprender y practicar cada uno de los principios que se estudiarán, el compositor de canciones estará en mejores
condiciones a fin de producir una obra de arte.

Los cinco sentidos

El ser humano está dotado de lo que se conoce como los cinco sentidos: el oído, el olfato, el gusto, la vista
y el tacto. Gracias a esos cinco sentidos se puede percibir el mundo. Debido a esa facultad de percibir el
mundo, la forma de usarlos en la escritura de canciones influye directamente en cómo los oyentes pueden
responder a las canciones. Al dominar el uso de los sentidos en la composición de canciones, se puede
transmitir al oyente imágenes e ideas muy concretas.
En la canción “Mis Ojos” de Maná encontramos un ejemplo claro de la importancia de usar los sentidos para
comunicar un mensaje.

Audición Recomendada: “Mis Ojos” de Maná

La escritura de canciones se relaciona con cada uno de los cinco sentidos que posee el ser humano. Su propósito es
conectar las letras con lo que se ve, se siente, se degusta, se huele y se oye. La forma en la que el cuerpo responde a
determinados impulsos, el aumento del ritmo cardíaco, el pulso, la tensión muscular y la circulación, son experiencias
que proveen a la canción de un sinfín de imágenes a plasmar en palabras.

Una forma de llenar de vida la letra de una canción es involucrar cada uno de los sentidos. El sentido del tacto, el
gusto, el olfato, la vista, el sonido e incluso el movimiento, son factores importantes que ayudan a la canción a lograr
conectarse con los oyentes. De esto se trata escribir con un propósito, es decir, pensando en un lugar, persona u objeto
específico. Para comprender mejor esto, se puede pensar en un fotógrafo que visita un zoológico. Con su cámara, pasa
su tiempo enfocando diversos animales, ya sea en su tamaño normal o haciendo uso del zoom. Pero siempre está
observando, enfocando y dirigiéndose hacia algo específico. De la misma forma pueden escribirse las canciones.

Aunque enfocar detalladamente una imagen sirve para comunicar la esencia de la misma, el alejarse y observar el
panorama que la rodea también puede resultar muy útil. Usando el ejemplo anterior, se puede decir que el fotógrafo en
el zoológico, después de enfocarse en algunos animales, decide tomar un plano más amplio, proyectando detalles
como el clima, cosa que claramente afecta toda la imagen. En la escritura de canciones, el ser detallistas y el mostrar
un panorama amplio son maneras eficaces de comunicar a los oyentes las emociones de la canción.

Figura 2.1. Los cinco sentidos perciben la naturaleza

Logrando una conexión emocional

Se hablará a continuación de las seis claves de conexión. Estas son los cinco sentidos y el movimiento. El
movimiento se logra mediante el uso de verbos que indiquen acción. Todo compositor de canciones
puede, al tener en cuenta estas seis claves, lograr una conexión emocional con sus oyentes, al
transportarlos a cada una de las escenas que desarrolle mediante la percepción de los sentidos.
A fin de comprender la importancia de las seis claves de conexión, analicemos el siguiente texto:

“Llego a la casa a las once de la noche. La calle estaba desierta y todo estaba quieto. Voy sacando mis llaves a medida
que me acerco a la puerta. Al estar frente a ella, inserto una de las llaves por la ranura de la cerradura y consigo
abrirla. Ingreso a mi solitario hogar. Me coloco frente al televisor, tomo el control remoto y me dejo caer sobre el sofá.
No se escucha nada más en la casa, solo mi cuerpo reclinándose en el cojín. Enciendo la televisión y enseguida me
desconecto de la realidad.”

Se observará que, mayoritariamente, se trata de un texto anecdótico. Se puede pensar, ¿existe una forma de que cobre
más vida? ¿O es suficientemente emocionante tal como está? Para responder esas preguntas, se puede recurrir a las
seis claves de la conexión. ¿Existen elementos sobre el sabor, el tacto, la vista, le oído, el olfato o el movimiento en el
texto? Si es así, ¿se puede mejorar? En el siguiente texto se observará una nueva escritura del texto, ahora haciendo
mayor uso de las claves de conexión:

“Son las once de la noche, estoy llegando a mi casa, cansado. La calle estaba desierta y fría, no se escucha ni un solo
vehículo. Al acercarme a mi casa, palpo el frío metal de las llaves a medida que las voy sacando del bolsillo. Una vez
frente a la puerta, inserto una de las llaves en la ranura de la cerradura, girándola. Un característico sonido me indica
que la puerta ya se encuentra abierta. Ingreso a mi hogar con una agradable sensación de calidez en mis mejillas.
Camino rápidamente hacia el televisor, tomo el control en mis manos y me dejo caer en el cómodo y suave sillón.
Emito un bostezo largo, presa ya del sueño, enciendo el televisor y me desconecto de la realidad.”

Figura 2.2 Sala de TV

¿Qué diferencias se pueden observar entre este texto y el anterior? Es más fácil sentir el momento, ¿no es así? ¿Qué
palabras lograron crear una mayor conexión? Precisamente aquellas que evocaban alguna percepción sensorial.
Escuchar, sentir, palpar, todas esas experiencias son conocidas por todas las personas, por lo que al leer un texto en el
que se hace alusión a estas percepciones, el lector u oyente puede sentirse identificado, pues también ha escuchado,
sentido y palpado. De esta forma se logra transmitir mejor el mensaje a los oyentes.

Adjetivos y Adverbios

Se ha visto la importancia de usar los sentidos y los verbos de acción en la trasmisión de un mensaje.
Ahora se analizarán los aportes que elementos como los adjetivos y los adverbios pueden lograr. Al
dominarlos, el compositor de canciones estará capacitado para crear letras con gran contenido emocional,
sin importar el idioma en que escriba.
Una vez se comprendan estos principios, se puede dotar a un texto de la suficiente fuerza para lograr una conexión
emocional eficaz. Veremos ahora el texto que se ha leído anteriormente, ahora con algunos ajustes.

“Esta noche, llego tarde y cansado a mi casa. La calle estaba desierta y muy fría, no se escuchaba ni un solo vehículo.
Al acercarme a mi casa, saco mis llaves lentamente, palpando un frío metálico. Estas se deslizan por mis manos con
suavidad. Al llegar a la puerta, inserto una de las llaves en la ranura de la cerradura, giro la misma y el sonido de un
clic me indica que la puerta ya se encuentra abierta. Ingreso a mi hogar lentamente, con una agradable sensación de
calidez en mis mejillas. Camino hacia el televisor, el cual se encuentra apagado, tomo el control en mis manos y me
dejo caer en mi cómodo y suave sillón. Emito un bostezo largo, presa ya del sueño inminente, enciendo el televisor y,
por el resto del día, me desconecto de la realidad.”

¿Se pueden observar diferentes con respecto al texto anterior? Dichas diferencias radican en el uso consciente de los
adjetivos y los adverbios.

Se debe recordar que un adjetivo es una palabra que determina o califica un sustantivo. Por ejemplo: “el carro es
azul”. En este caso, la palabra “carro” es el sustantivo” y la palabra “azul” es al adjetivo, o sea, la palabra que otorga
una característica concreta al carro. Se puede analizar otro ejemplo: “Erika es muy paciente”. En este ejemplo, el
sustantivo se encuentra en “Erika”, un nombre propio, mientras que el adjetivo es “paciente”, pues expresa una
característica concreta de Erika.

Un adverbio es un modificador del verbo, de un adjetivo, o de otro adverbio. Sirve para indicar diferentes
circunstancias del verbo. Una forma fácil de identificar un adverbio es recordando que su finalidad es añadir a una
palabra alguna circunstancia determinada en cuanto a lugar, tiempo, cantidad, modo o intensidad. Un ejemplo de
adverbio es el siguiente: “El agua está muy fría”. En este ejemplo, el sustantivo es “agua”, el adjetivo es “fría”, y el
adverbio es aquella palabra que otorga una cantidad al adjetivo. O sea, el adverbio es la palabra “muy”.

Se nota ahora que, con unas modificaciones muy sutiles, es aún más fácil imaginarse la situación. El uso de las seis
claves de conexión ha sido evidente, así como los adjetivos y adverbios que ayudaron a “pintar” el cuadro de una
forma que es mucho más fácil ver el panorama completo.

A la luz de lo que se ha estudiado hasta el momento, resulta evidente que las ideas no son las que determinan el éxito
o el fracaso de una letra. Esto reside en la forma en la que se presenta esa idea. Dicho de una forma más resumida: la
manera de escribir una idea es más importante que la idea en sí misma.

De igual forma, se debe recordar lo siguiente: ideas generalizadas provocan emociones generalizadas. Ideas detalladas
y específicas producen emociones específicas.

Generando verbos poderosos

Como responsables del “movimiento” en la letra de una canción, los verbos tienen un gran poder
expresivo. El encontrar el verbo adecuado para una línea es una de las responsabilidades del compositor
de canciones. Al dominar esta técnica, las letras que se produzcan tendrán la capacidad de proporcionar a
los oyentes una verdadera experiencia emocional.
Se estudiará un método eficaz para buscar verbos poderosos y eficaces para la transmisión de ideas concretas. Este
método consiste en realizar una lista de verbos comunes en la vida diaria, y buscar sus sinónimos. A continuación se
puede apreciar un ejemplo:

• Caminar: andar, marchar, pasear, bailar, correr, entre otros.

• Hablar: contar, rememorar, recordar, susurrar, murmurar, chismear, entre otros.

• Darse cuenta: descubrir, encontrar, determinar, desentrañar, revelar, interpretar, divulgar, reconocer, entre otros.

• Brillar: resplandecer, lucir, irradiar, cegar, entre otros.

Al tener esta lista de verbos y sus sinónimos, se pueden escribir letras con una gran expresividad, sin repetir verbos y
causar una impresión monótona.

Figura 2.3. Caminar

Perspectivas del compositor, parte I

A la hora de escribir canciones, la perspectiva es determinante en la forma en que se percibirá la canción.


Una perspectiva es un punto de vista, una manera de observar o asimilar las cosas.
A continuación, se estudiarán algunas perspectivas que el compositor de canciones debe tener en cuenta para producir
una experiencia emocional convincente.

Dónde

Gran parte de lo que se escribe gira en torno a una palabra clave, o un “dónde”. No importa si se escribe desde una
estación de autobuses, un paseo en bote, un viaje en avión o un almuerzo al aire libre, esta palabra clave puede
producir una gran cantidad de material. Esto por causa de las descripciones o sucesos que pueden darse alrededor de
prácticamente cualquier lugar imaginable. Al usar las seis claves de conexión, este material producido puede alcanzar
una gran unidad.

Figura 2.4. Viaje en avión

Quién

Cuando se habla de escribir para alguien, o sea, el “quién”, se suele usar la perspectiva en primera persona, a fin de
lograr una narración más íntima en los detalles. Escribir en primera persona significa describir los acontecimientos
como si uno mismo los estuviera viviendo. Esto logra que, al escuchar la canción, el oyente pueda ponerse en el lugar
del protagonista y sentir lo que se describe en la canción. Por lo que, a modo de resumen, se puede decir que cuando el
destino de la canción es un “quién”, es de mucha utilidad asumir el papel de protagonista en la canción.

El escribir desde el punto de vista del protagonista de la canción no es la única forma de escribir en primera persona.
Si el protagonista de la canción fuera un amor perdido, se puede narrar la historia desde el punto de vista de su pareja,
de un amigo, de un padre o de un completo extraño. Siempre que se escriba usando conjugaciones como “hice”, “vi”,
o “hablé”, se está escribiendo en primera persona.

Se debe recordar que, cuando se escribe el “quién”, se está ayudando a imaginar una acción. Por ejemplo, si en una
canción dice “el libro blanco”, el oyente no sabrá exactamente qué está pasando. Pero “el libro blanco está cayendo”
producirá una imagen mental en la cual se ve claramente la realización de una acción, al mismo tiempo que generará
preguntas.

Diferentes funciones producen diferentes detalles. Los detalles elegidos son el resultado de un retrato íntimo de la
experiencia que se está relatando. La acción que se lleve a cabo en una canción es lo que produce la conexión
emocional con el oyente, ya que éste, en su mente, estará visualizando la realización de dicha acción.

Figura 2.5. Perspectiva en primera persona

Perspectivas del compositor, parte II

Continuaremos estudiando las diferentes perspectivas del compositor, con el fin de ponerlas en práctica y
adquirir la habilidad de escribir desde cada una de ellas.
Cuándo

Existe otra palabra clave cuyo uso es vital a la hora de escribir canciones. Es el “cuándo” o factor tiempo. Este puede
ser usado para recrear detalles específicos y contenido concreto. Aunque no siempre se sea consciente de eso, el
cuándo juega un papel importante en la escritura. ¿La razón? Mientras más corto sea el tiempo transcurrido, los
detalles proporcionados son más específicos. En sentido inverso, mientras mayor sea el tiempo transcurrido en la
historia de la canción, los detalles se tornan más generales. La conexión con el público depende de la capacidad para
causar una experiencia emocional. Los detalles generales hacen muy poco para que esa meta se cumpla.

Se puede pensar en el tiempo y los detalles como un ciclo en el que cada uno alimenta al otro. Cuanto más corto sea el
tiempo, los detalles se vuelven más específicos y el poder de convencimiento aumenta.

Es importante aclarar que, cuando se habla de tiempo, no se habla de la cantidad de tiempo en la que transcurre la
trama de una canción. Existen buenas canciones que describen eventos que tiene lugar durante toda una vida. Cuando
se habla de tiempo, lo que interesa es identificar lo que pasa en una determinada sección de la canción, y cuánto tarda
en pasar. Este tipo de detalles se obtienen al pensar en el “cuándo” al momento de escribir una canción.

Al momento de escribir una canción el compositor debe hacerse la siguiente pregunta: “¿qué experiencia quiero
causar en mis oyentes?”

Canciones-fantasma

El escribir una canción puede volverse una tarea frustrante cuando el compositor duda de la calidad de la
misma. Existe una forma mediante la cual el compositor puede asegurarse de que su canción tenga
equilibrio y coherencia antes incluso de escribirla. Esto se logra por medio del uso de las canciones-
fantasma.
Es una de las técnicas más utilizadas para la composición de canciones. Una canción-fantasma es una canción
contemporánea que ha alcanzado éxito, y puede pertenecer a cualquier género musical. Por ejemplo, si se desea
escribir un Rock, pues se busca una canción que haya tenido éxito dentro del género y se usa como modelo o
referencia con la que se quiere componer. Esto no quiere decir que todos los elementos de la canción deben copiarse,
sino que esta se usa como referencia para la creación propia. Obviamente la estructura puede cambiarse. La función de
las canciones-fantasma se limita a ayudar al compositor a comenzar a escribir su canción.

Razones por las cuales usar canciones fantasmas

La primera razón por la cual es útil utilizar canciones-fantasma es porque proporcionan al compositor la posibilidad
de enfocarse en una sola cosa. Se puede comparar el escribir canciones con andar en bicicleta, es decir, es algo que se
aprende haciéndolo. Al tener una canción-fantasma cuya estructura ayude a tener una idea de lo que es una “buena
canción”, permite al compositor enfocarse en la letra, la melodía, los acordes, o cualquier otra cosa.

La segunda razón, es para asegurarse de que a medida que se perfeccionan las habilidades como compositor de
canciones, no se estén reforzando los viejos hábitos o clichés que todo músico tiene, como transiciones predecibles,
progresiones armónicas familiares, rimas parecidas, verbos demasiado repetidos, puntos de vista usados con mucha
frecuencia, entre otros. La canción-fantasma se usa como una estructura sobre la cual se incorporan nuevos elementos
a medida que las habilidades como compositor de canciones van incrementando. Es una base para la innovación.
La tercera razón es para aprender técnicas específicas de escritura de canciones de acuerdo al género musical. Por
ejemplo, una canción de Pop contemporánea utiliza el ritmo como un factor muy importante en la melodía. Si se toma
una canción de Pop como canción-fantasma y se escribe una letra pensando en esa canción, la melodía puede tomar su
sonido rítmico, precisamente porque se está pensando en la canción-fantasma, una canción de Pop que ya ha tenido
mucho éxito. Incluso, se puede tomar la melodía de la canción-fantasma, e incrustarle la letra propia. Con esto
obtenemos una letra propia con una melodía característica del Pop. Luego, la melodía puede ser alterada conservando
el sentido rítmico de la canción, y así se obtiene una letra con su melodía original de una canción que perfectamente
funciona como Pop.

Estas pautas permiten que el compositor pueda desarrollar al máximo sus capacidades como escritor de canciones.
Como se ha dicho, la finalidad de las canciones-fantasma no es la de copiar otras canciones, sino de proporcionar una
base segura sobre la cual el compositor pueda enfocarse en la letra de la canción, y lograr que esta cumpla su objetivo
de generar una conexión emocional y perfeccionar así sus habilidades.

Pasos para elaborar una canción con base a una

canción fantasma

A continuación, veremos nueve pasos para elaborar una canción nueva usando una canción fantasma. Estos pasos
pueden aplicarse o saltarse según el criterio del compositor. El dominar cada uno de ellos constituye una de las
mejores formas de aprender a escribir canciones exitosas. Al usar estos nueve pasos, se puede elaborar una canción
con una estructura sólida y se habrán entrenado los “músculos” creativos, incorporando nuevas técnicas tanto a nivel
de letra como de melodía.
A fin de usar con éxito estos nueve pasos, se puede escribir la letra primero, para luego darle una melodía.

Veremos entonces los nueve pasos para elaborar una canción nueva usando una canción fantasma:

• Escuchar un éxito reciente hasta encontrar uno que nos guste.

• Seleccionar una de las canciones que se ha escuchado como canción fantasma. Esta debe tener una estructura sólida
que permita la creación de la canción nueva. Si los siguientes pasos no funcionan con la canción que se ha escogido,
se debe intentar con una canción diferente.

• Escribir la letra completa de la canción fantasma con el fin de familiarizarse con la melodía.

• Identificar el “gancho”. El gancho es la línea más memorable de la canción. A menudo se encuentra en la primera
parte del coro. Ahora, una vez que el gancho de la canción fantasma ha sido identificado, se debe crear una melodía
para la canción propia al mismo estilo del gancho de la canción fantasma. No debe repetirse sílaba por sílaba, se trata
de crear una línea que también sea memorable, esta vez usando una letra original y no la de la canción fantasma.
• Completar el resto de la melodía del coro. Una vez que hemos identificado el gancho de la canción fantasma y se ha
creado un gancho en la canción propia, se puede observar el desarrollo de la melodía en el resto del coro. Esto con la
finalidad de tomar las ideas y usarlas en la letra de la canción propia. Por ejemplo: si en la canción fantasma el gancho
se repite, lo mismo puede hacerse en la canción original, completando así el resto del coro.

• Escribir la letra de un verso para la melodía de la canción fantasma.

• Crear la melodía original para el verso que se ha escrito para la canción fantasma. Esto se puede lograr usando la
melodía que ya se encuentra en la letra. ¿Cómo se descubre esa melodía? Se toma la letra y se recita de forma natural.
Al hablar, se evidencian acentos y tonos en diversas partes de la letra. Todo lo que hay que hacer es exagerar esos
acentos y tonos, hasta producir una melodía reconocible.

• Una vez que se tiene la melodía para la primera línea, ubicar los patrones rítmicos y melódicos a fin de usarlos para
continuar la melodía. Si una melodía se repite constantemente en la canción fantasma que se ha escogido, se puede
repetir de igual forma la melodía en la canción propia. Por el contrario, si esta cambia en la canción fantasma,
entonces se pueden introducir variaciones en la melodía original. Esta es una forma de mantener la melodía de una
canción original organizada y coherente.

• Usar la progresión de acordes de la canción fantasma o crear una nueva progresión. Muchas canciones usan
progresiones de acordes similares.

Es importante recordar que las canciones que se usen como canciones fantasmas, están protegidas por derechos de
autor. Por esta razón, no se deben copiar porciones de la melodía o la letra. La función de las canciones fantasmas es
de ser un modelo, una estructura que sirva de base para nuestra canción. No se deben usar para copiar extractos de la
melodía o letra de la misma.

En las canciones que se elaboren posteriormente resultará evidente la experiencia obtenida al aplicar estos nueve
pasos.

Escoger un género

En la tarea de la composición de canciones, es muy importante aprender y practicar a escribir canciones


para un género o estilo a la vez. Esto aumenta la versatilidad y rentabilidad de un compositor, ya que
puede producir gran cantidad de material para públicos totalmente distintos.
Hace un siglo atrás algunos de los géneros que existían eran los siguientes: música religiosa, música académica
europea, canciones folclóricas, entre otras. Hoy día, existe una mayor diversidad de géneros, entre los que
encontramos: música Country, Rock, Dance, Electrónica, Jazz, Alternativo, R&B, Rap, Pop, Soul, Funk, entre otros.

Figura 2.5. Rock


La existencia de tantos géneros es evidencia de la diversidad de gustos entre la gente. Al haber tantos géneros, es
erróneo pensar que uno será mejor que otro. La diferencia radica en los estilos melódicos, armónicos y rítmicos que
presenta cada uno. Características como progresiones de acordes, temática en las letras, velocidad de los tiempos, son
factores que influyen en la separación de un género de otro. Esto permite que cada oyente encuentre, de manera más
exacta, el artista o género que más le guste.

El comprender cómo funciona cada género es sumamente importante, ya que si no se escribe una canción que suene a
algún género en particular, podrían existir dificultades a la hora de promocionarla. Además, si la canción no suena a
ningún género en específico es posible que la radio no tenga interés en emitirla. Las canciones con un género claro
son muy cotizadas por los editores y compañías discográficas. También se debe recordar que cada género representa a
un público específico, por lo que si una canción no suena a un género concreto, tendrá dificultades para llegar a un
público concreto. Claro que siempre es posible que tenga éxito al promocionarse como artista independiente, al crear
un sonido propio, y al buscar su propio público. Pero esta premisa no tiene lugar en todos los casos, las probabilidades
suelen estar a favor de las tendencias principales.

La versatilidad de escribir para diversos géneros es una habilidad que puede obtenerse tras mucho estudio e
investigación, hasta que se logre estar familiarizado con ellos. Al comenzar la labor de escritor de canciones, lo mejor
es que el compositor escriba para los géneros que conozca mejor, aquellos que más le gusten. Esto servirá para
aumentar su habilidad como escritor de canciones. A medida que se vuelva más hábil en el oficio de escribir
canciones, podrá estudiar otros géneros y aplicar el conocimiento de escritura de canciones a los distintos géneros que
se vayan estudiando.

Elementos básicos de una canción, parte I

Es muy importante que el compositor de canciones conozca la estructura básica de una canción. Esto
implica familiarizarse con sus partes esenciales, así como la forma de conectarlas coherentemente. Al
dominar las partes de una canción, puede usarlas de diferentes maneras a fin de lograr un resultado
específico. Estudiemos entonces la estructura básica de una canción.
• Verso: constituye una de las partes más informativas de la canción. Se elabora usando la misma melodía para letras
diferentes. Esta letra cambia en cada verso ayudando al oyente a comprender el tema emocional de la canción. Los
acordes y la melodía de la letra se mantienen iguales, aunque la melodía puede sufrir ligeras variaciones en función de
la letra. De esta forma, al mantener esencialmente la misma melodía en el verso, permite que el oyente pueda
reconocer esta sección al escucharla, ayudando así a definir la estructura de la canción.

Se puede tomar como ejemplo la canción “Jueves”, de La Oreja de Van Gogh. Del verso de esta canción el oyente
obtiene la información que necesita que ubicar los protagonistas, sus características y la relación existente entre ellos.
“Si fuera más guapa y un poco más lista,

Si fuera especial, si fuera de revista,

Tendría el valor de cruzar el vagón

Y preguntarte quién eres.

Te sientas enfrente y ni te imaginas

Que llevo por ti mi falda más bonita,

Y al verte lanzar un bostezo al cristal

Se inundan mis pupilas.”

Audición Recomendada: “Jueves” de La Oreja de Van Gogh

Estudiemos ahora el coro.

• Coro: es el punto culminante de la canción moderna. La melodía es pegajosa y memorable, y la letra es resumida y
centrada en el tema establecido en el verso. Cada vez que el coro se repite, la melodía y la letra son iguales, aunque en
ocasiones pueden ocurrir pequeños cambios. Estos cambios deben manejarse con cuidado, ya que una vez que el coro
es escuchado, los oyentes esperan que este se repita de una forma totalmente reconocible. Esto permite afirmar que el
coro cumple una función de “ancla” dentro de la canción, ya que proporciona al oyente una “base” sobre la cual
cimentar las demás partes de la canción. Ejemplo de esto es el coro de la canción “De Música Ligera” de Soda Stereo.

Audición Recomendada: “De Música Ligera” de Soda Stereo

“De aquel amor de música ligera

nada nos libra, nada más queda”

• El gancho: toda canción debe poseer una línea cuya letra y melodía sean tan pegadizas, que el oyente las recuerde
aún después de terminada la canción. Este gancho puede incluir el título de la canción, o estar conformado por el
mismo. Si el gancho es muy bueno, el oyente querrá escuchar la canción nuevamente. El gancho puede ubicarse en el
coro, en el verso o en el estribillo de la canción. Incluso, podría ser alguna línea melódica ejecutada por un
instrumento, y no por el cantante.

En la canción “Látex” de Desorden Público se encuentra un ejemplo del gancho de la canción. Este consta de una sola
palabra, con una melodía pegadiza en la parte más intensa y memorable de la canción.

Audición Recomendada: “Látex” de Desorden Público


Elementos básicos de una canción, parte II

El puente y el pre-coro son dos de las partes de la canción moderna. El uso eficaz de estas partes en la
estructura de la canción puede lograr que ésta se convierta en un verdadero éxito, produciendo en el
oyente toda una experiencia emocional memorable.
• Puente: suele desarrollarse después de un tercio de la canción, es decir, luego de escuchar el verso y el coro, o el
verso, el coro y el verso. Constituye un “descanso” de las secciones que se han mencionado. Puede presentar
variaciones en cuanto a letra, progresión de acordes u arreglo. Por lo general, las letras de los puentes no incluyen el
título de la canción.

En la canción “La cita” de Jeremías se puede observar un claro ejemplo del puente dentro de una canción. Este puente
se encuentra después del segundo coro. Tanto la progresión de acordes como la melodía de la letra son claramente
diferentes al resto de la canción, con la finalidad de causar una sensación de frescura e innovación.

Audición Recomendada: “La cita” de Jeremías

“Y se nos hizo eterno aquel momento

Celebrando el encuentro de dos náufragos a orillas de la pasión.”

• Pre-coro: este se produce al final de un verso. Su función es incrementar la tensión de la canción, creando un efecto
de anticipación que produce una mayor sensación de liberación emocional en el coro. Como ejemplo de pre-coro, se
recomienda escuchar la canción “Aprendiz” de Alejandro Sanz. Se recomienda analizar también el verso y el coro, a
fin de diferenciar estas partes del pre-coro y analizar la función de cada una.

Audición Recomendada: “Aprendiz” de Alejandro Sanz

Verso:

“Tus besos saben tan amargos cuando te ensucias los labios con mentiras otra vez.

Dices que te estoy haciendo daño, que con el paso de los años me estoy haciendo más cruel.

Y es que yo nunca creí que te vería remendando mis heridas con jirones de tu piel.”

Pre-coro:

“De ti aprendió mi corazón, de ti aprendió mi corazón.

No me reproches niña que no sepa darte amor.”


Coro:

“Me has enseñado tú, tú has sido mi maestra para hacer sufrir,

si alguna vez fui malo lo aprendí de ti.

No digas que no entiendes cómo puedo ser así,

si te estoy haciendo daño lo aprendí de ti”

Se puede observar como en el verso se va desarrollando la historia, la cual se ve reforzada con el uso de adjetivos
como “amargos”, “mentiras” y “cruel”. En el pre-coro la melodía de la letra cambia, dando la sensación de que
llegamos al coro pero no alcanza toda la intensidad necesaria. Hacia el final del pre-coro se hace evidente su rol
preparatorio, dando así comienzo al coro. La intensidad del mismo hace que resulte evidente el hecho de que se ha
llegado al coro.

Estos son los elementos esenciales que componen una canción. Al utilizarlos con eficacia, el compositor puede crear
toda una experiencia emocional en sus oyentes. Estas secciones trabajan y se relacionan entre sí con la finalidad de
generar dicha experiencia.

Es muy importante tener en cuenta que todas las canciones no deben tener necesariamente todas las partes que se han
mencionado, ni el mismo orden en ellas. Hay espacio para jugar y experimentar. Existen muchas buenas canciones
que comienzan con el coro, otras comienzan con un verso. También existen las que carecen de puente o pre-coro. La
forma de emplear estas partes a fin de lograr un objetivo concreto es parte de la responsabilidad del compositor.

Conclusión

Se han estudiado diversos principios de suma importancia para el compositor. Mediante el uso de los cinco
sentidos en la letra de una canción el oyente puede imaginar todo lo que el compositor desea transmitirle.
De igual forma, la ausencia de estos elementos da a la canción un sentimiento de vacío e inexpresividad.
No sólo los sentidos sino algunos recursos literarios como el verbo, los adjetivos y los adverbios, tienen un gran
potencial expresivo, pudiendo “pintar” a los oyentes de manera vívida cualquier situación.

Las canciones-fantasma pueden ser de utilidad a la hora de escribir verdaderos éxitos.

El género también es uno de los aspectos cruciales en la composición de canciones, ya que cada uno de ellos presenta
patrones rítmicos, armónicos y melódicos muy distintivos.

Finalmente, las partes de una canción permiten saber la utilidad de cada una y su aporte en la experiencia que se desea
crear en el oyente.

SEMANA 3
Introducción

Como todo oficio o arte, el componer canciones requiere práctica. Además de la práctica, resulta
interesante el hecho de que no existe una fórmula exacta e infalible para escribir una canción exitosa.
Muchos compositores no han tenido cursos de escribir canciones, sin embargo, mediante la experiencia y
la sensibilidad musical han llegado a componer grandes éxitos.
A continuación, estudiaremos algunas técnicas que pueden ayudar al compositor novato o profesional, a componer
canciones con estructuras estables, buenos títulos, coros pegadizos y versos eficaces.

Tipos de detalles

Una vez que se ha definido el destino de nuestra escritura, es decir, el objeto de la letra en nuestra
canción, se puede explorar cómo los detalles pueden generar grandes oportunidades de crear una
canción exitosa. Al leer cualquier texto lo suficientemente detallista, es posible percatarse de que en cada
frase se utilizan dos tipos diferentes de detalles. Esta diferenciación permitirá organizar el material escrito
y recombinarlo en forma de canción.
Existen entonces dos tipos de detalle: los externos y los internos. Analicemos cada uno de ellos:

• Detalle externo: describe las acciones u objetos que rodean al personaje principal de la canción. El detalle es
concreto y con frecuencia provoca una imagen en la mente del oyente.

• Detalle interno: describe los pensamientos y emociones del personaje principal de la canción. Dicho detalle es
abstracto, a veces metafórico, y no provoca una imagen específica en la mente.

Aunque una canción se compone de frases, y una frase se compone de adjetivos, sustantivos y verbos, no se necesita
ser un experto en gramática para determinar los diferentes tipos de detalle. Todo lo que se necesita es ser capaz de
identificar y aislar los grupos de palabras que crean estas frases, distinguiendo así los detalles externos e internos.
Muchas veces, el detalle útil constará solamente de una palabra, algún sustantivo o verbo específico que ayude a
describir el estado de ánimo o la acción que rodee la escena.

Relación entre detalles internos y externos

Sin la ayuda de los detalles externos, los detalles internos suenan “bidimiensionales” y sin una imagen de
referencia para el sentimiento o emoción que se esté experimentando. Incluso, el usar detalles internos sin
algún detalle externo, puede resultar aburrido y poco interesante. Sin embargo, al preparar el camino del
detalle interno con algún detalle externo, los pensamientos, sentimientos y emociones cobran vida como
un vitral en una exposición de luz solar.
Si tenemos dificultad para identificar una frase con detalles internos o externos, no debemos preocuparnos. Se pueden
repasar las dos indicaciones que evidencian los dos tipos de detalle. Los detalles externos evocan una imagen
específica, y los detalles internos no evocan imágenes, sino sentimientos o emociones. Si una frase determinada no
posee detalles internos realzados por detalles externos, por ejemplo, esto no quiere decir que la letra de la canción
haya fallado.

A medida que se practique la composición de canciones y las ubicaciones de los tipos de detalles, la capacidad de
identificar y usar los detalles internos y externos se agudizará.

Los detalles externos constituyen la mayor parte del material que se convertirá en el verso de la canción. Por esto, es
una herramienta inmediata para lograr la conexión emocional con el oyente y desterrar el aburrimiento. A su vez, los
detalles internos son el material que va a “airear” el verso y proporcionar un objetivo al mismo. Es este el tipo de
detalles, los que constituyen el centro de la canción, resumiendo lo que valió la pena escribir de la canción y
resaltando lo más relevante, es decir, a lo que el oyente debe prestar atención.

El uso de estas directrices relacionadas con los detalles externos y detalles internos, será como una brújula para la
dirección que se desea dar a la canción. Al mismo tiempo ayudará a escribir una canción que suene tan funcional
como natural. ¿Cómo sabemos si suena o no natural y funcional? Pues para esto se debe usar el oído y los instintos.
Sin embargo, existe otra herramienta llamada “peso”. En este contexto, el término peso se refiere a la cantidad de
información esencial que está presente y el ritmo al que esta es transmitida.

Canciones exitosas como canciones-fantasma

Muchas personas piensan que escribir una canción es un proceso inconsciente, producto de la musa que
prácticamente dictó al oído del compositor toda una canción. Aunque ciertamente muchos querrían que
así fuese, la composición de canciones es un arte que no está exento de pistas, modelos y estructuras que
pueden ser muy útiles en el proceso creativo.
El uso de canciones-fantasma constituye una de las maneras más rápidas y efectivas para la composición de una
canción. Como se ha hablando anteriormente de estas canciones, en la presente lección se ofrecerá un repaso de este
concepto tan importante.

Cuando se está un poco apresurado y se desea comenzar a trabajar en la composición de una canción, quizás sea útil
contar con una especie de plantilla exitosa que permita al compositor de canciones, de una forma rápida, prestar
mayor atención a la letra. De esta forma, se recoge lo mejor de las técnicas y herramientas compositivas de las
canciones exitosas, y pudiendo usar estas técnicas y herramientas como base para elaborar canciones propias.
Entonces, la canción-fantasma permite usar los elementos compositivos de una canción exitosa a fin de aplicar los
principios a nosotros mismos.
Una canción-fantasma para una buena estructura

Se puede usar una canción exitosa como canción-fantasma, con la finalidad de elaborar una buena
estructura. En otras palabras, la canción-fantasma proporciona un marco de eficacia comprobada. Las
canciones exitosas se construyen sobre estructuras sólidas. Solo debemos recordar que tanto la letra
como la melodía de aquellas canciones exitosas que se usen como canciones-fantasmas, están
protegidas por derechos de autor. Es decir, debemos usarlas sólo como una especie de plantillas, pero sin
plagiar melodías o letras.
Ahora, estudiemos los pasos para usar eficazmente una canción exitosa como canción-fantasma:

1. Elegir una canción exitosa cuya estructura está claramente definida. Es necesario escuchar la canción completa
unas cuantas veces para estar seguros de la estructura que se va a utilizar. Si no se está seguro de la estructura de la
canción, es mejor escoger otra. Generalmente las canciones exitosas dependen en gran medida de estructuras
reconocibles que les ayuden a capturar grandes audiencias. Por esta razón, es sumamente importante tomarse el
tiempo necesario para decidir cuál canción adoptar como canción-fantasma. Es recomendable no irse por la primera
opción, sino escuchar varias canciones y luego decidirse por aquella cuya estructura sirva más para nuestros fines.

2. Escribir la letra de la canción-fantasma de forma tal que se deduzca claramente la estructura de la canción. Esto
puede lograrse al dejar algunas líneas en blanco entre cada verso y el coro, y antes y después del puente. Una vez
terminada de escribir la letra, la estructura resultante puede indicarnos la duración de las líneas que funcionan en dicha
estructura. Se obtiene así una especie de “marco” con el cual es posible practicar el escribir una canción bien
construida. Es decir, una estructura que sirva para indicarnos la duración de cada uno de los versos de la letra.

3. Escribir una nueva letra a la melodía del coro de la canción fantasma. Se debe tratar de dar con un título que pueda
cantarse tranquilamente con la melodía del título de la canción-fantasma. Una vez que esto se obtiene, se continúa
escribiendo la letra para el resto del coro de la canción, siempre teniendo en cuenta que no debe ser forzada, sino que
debe funcionar naturalmente con la melodía de la canción.

4. Una vez que se tiene la nueva letra para el coro escrita, se debe proceder a escribir la nueva letra correspondiente a
los versos y el puente. La clave está en seguir la melodía de la canción fantasma, ya que ésta nos dará la longitud que
debe tener la letra para que funcione correctamente.

5. Si se está escribiendo solamente una letra, sin melodía, se debe seguir adelante prestando cuidadosa atención a la
longitud de los versos de la canción-fantasma. Esto con la finalidad de tener una idea de que tan largos deben ser los
versos de la nueva letra que se escriba. Esto nos ayuda a percibir qué tan diferente puede ser una letra cuando se
escribe sin el uso de una canción-fantasma, ya que así no hay un marco en la longitud de versos al cual sujetarse.

El seguimiento de estos pasos permite que el compositor incremente su experiencia compositiva, es decir, su oficio.
Así, con la experiencia acumulada, podrá trabajar de manera eficaz, sin importar el género o estilo de producción en el
que se encuentre.
Nueva letra vs. Canción vieja

Repasaremos tanto los conceptos como las técnicas que son de utilidad para escribir una nueva letra para
la melodía de una canción-fantasma. Este ejercicio fortalecerá nuestras habilidades en la composición de
canciones.
¿Cómo encontraremos la manera de ampliar y fortalecer las habilidades de composición de canciones? Muy sencillo,
vamos a “colaborar” con los mejores compositores de la industria. ¿Cómo se logra esto? Tomando una canción exitosa
y cambiando la letra por una nueva. Debido a que tanto las letras como las melodías están protegidas por derechos de
autor, se debe recordar que esta práctica de sustituir letras por otras con una misma melodía se limita a ser un simple
ejercicio. No debe tomarse como componer una canción propia.

Al utilizar la melodía de una canción exitosa para escribir una nueva letra, se pueden lograr varias cosas, entre las
cuales podemos mencionar:

• Escribir una letra que “cante”. ¿Qué quiere decir esto? Como se escribió la letra pensando una melodía pre-
establecida y no sobre el papel en blanco, es posible asegurarse de obtener un ritmo y fraseo característicos.

• Permite enfocarse únicamente en la letra, debido a que la estructura, melodía y acordes de la canción están,
momentáneamente, representados en la canción-fantasma.

• Se sabe cómo suena la letra porque la melodía ya es conocida. Esto puede abrir nuevas posibilidades a nivel
compositivo.

Incrustar algunas técnicas usadas por las canciones exitosas otorga a la composición de un sonido contemporáneo, al
mismo tiempo que se obtiene una idea de la variedad de longitudes que puede tener una línea, junto con los patrones
que caracterizan la música moderna. Es decir, ya podremos escribir versos poderosos, sin utilizar los de algún poema
o alguna tarjeta de felicitación.

Letra original vs. Melodía vieja

Al escribir una letra original a la melodía de una canción-fantasma, se pueden seguir las siguientes pautas:
• Elegir una canción-fantasma correspondiente al género en el que se desea escribir. Escuchar varias canciones del
género mientras se escoge la canción-fantasma. Esta debe tener una estructura claramente definida y utilizar el título
de la canción en el coro.

• Determinar la estructura de la canción. Se debe anotar toda la canción-fantasma a medida que uno se familiariza con
la melodía. Luego, se debe crear un esquema de la canción con la estructura de versos, coros, pre-coros y puentes.
Dicha estructura va a ser utilizada en la letra nueva que se va a escribir. Si no se está seguro de la estructura, se debe
escoger otra canción-fantasma.
• Buscar el título de la canción. A mundo, el título de la canción se encuentra en la primera o la última línea del coro.
Ahora, una vez que se ubica el título en el coro de la canción-fantasma, se debe escribir un nuevo título que se pueda
cantar cómodamente en lugar del título original. La letra no tiene que coincidir sílaba por sílaba con la letra anterior,
pero debe de percibirse natural. Se debe tomar el tiempo necesario para encontrar un título fuerte que se desee
trabajar, y que sea adecuado al gusto, en lugar de algo que no se relaciona con la melodía del título de la canción de
ninguna forma.

• Crear la materia prima. Se elaboran dos o tres preguntas sugeridas a partir del título. Luego, se hace una lista con
palabras, frases e imágenes que están relacionadas con el título. Separadamente, se puede elaborar una lista con
palabras contrastantes.

• Escribir la melodía al coro de la canción-fantasma. Es aquí donde se debe comenzar a cantar o tararear la melodía
del coro de la canción-fantasma y comenzar a trabajar en la letra propia para dicho coro. Si al cantar no nos sentimos
cómodos, se puede recitar la letra al ritmo de las notas. El título ya está fijado, así que se puede seguir adelante. Se
puede tratar de contestar una de las preguntas sugeridas por el título de la canción. De igual forma, resultaría muy útil
echar mano de algunas imágenes y frases de la lista de los detalles internos y externos. La idea de la letra de la
canción nueva debe venir de uno mismo, no de la canción-fantasma.

• Escribir los versos y el puente con la melodía de la canción fantasma. Una vez que ya se tiene el coro escrito, se
pueden hacer preguntas a raíz del coro, y usar los versos y el puente para responder a estas preguntas.

Vocalizar la melodía

El vocalizar la letra mientras se trabaja es muy importante. Si no se puede o desea cantar, es posible utilizar las
palabras recitadas coincidiendo con los ritmos de la canción. Se puede escribir la nueva letra sin escuchar la canción
original. Se debe recurrir a ésta cuando alguna parte de su melodía o estructura se ha olvidado o no ha quedado muy
clara.

En la música contemporánea, existen diversos elementos musicales que son usados en la elaboración de la melodía de
una canción. Algunos de estos elementos son la síncopa, el contraste, patrones rítmicos, longitudes de frase variables y
otros conceptos musicales. Aunque es muy importante conocer estos elementos, es aún más importante saber
utilizarlos en la creación de una melodía. El aprender a utilizar dichos elementos con eficacia requiere una práctica
constante en el oficio de escribir canciones. No sólo la práctica es importante, sino el repetir frases, probar elementos
y pensar en nuevas posibilidades en el momento en que se esté escribiendo una canción.

SEMANA 4

Introducción

El escribir una canción ha sido asociado desde hace mucho tiempo a escribir rimas. Esto no es de
extrañar, considerando que las canciones que cantamos desde niños están compuestas mayoritariamente
de rimas.
El uso de rimas en una canción es natural, dado que tienen la cualidad de sonar agradables al oído, al mismo tiempo
que aportan elegancia y variedad a la canción.

Por esta razón, estudiaremos el concepto de rima y sus diferentes tipos, así como la forma en que se podemos
aplicarlas en una canción. De esta forma, comprenderemos qué tipo de rima se haya presente

La rima

Todas las personas tienen una o varias canciones que, al escucharlas, es inevitable que se detengan un
momento a escuchar, cantar o bailar. Algunas de estas canciones suelen tener letras tan memorables y
bellas que cuesta mucho olvidarlas. Dicho esto, podemos preguntarnos, ¿cómo escribir una letra
memorable? ¿Qué puedo hacer para que mi letra suene bien? ¿Cómo puedo embellecer mi canción solo
con la letra?
Recomendamos escuchar la canción “El Unicornio Azul” de Silvio Rodríguez

Audición Recomendada: “El Unicornio Azul” de Silvio Rodríguez

Las primeras cuatro frases del verso resultan agradables al oído, especialmente las últimas palabras de dichas frases.
¿Por qué sucede esto?

La rima es el recurso literario que ayuda a que la letra de una canción suene agradable al oído, generando
inmediatamente aceptación por parte del oyente. La palabra rima proviene del griego rhytmos, que se puede traducir
como cadencia o movimiento medido y regulado. El vocablo latino rhytmus surgió de dicha palabra griega.

Con base a lo que se ha dicho, es posible afirmar que la rima es la repetición de una serie de sonidos. Esta técnica
suele ser muy empleada en la poesía, donde la repetición por general se encuentra en la finalización del verso a partir
de la vocal acentuada que está ubicada en el último lugar.

Palabras como “carro” y “barro”, o “gata” y “casa” constituyen ejemplos de rima, pues los sonidos de dichas palabras
son idénticos. Este tipo de recurso garantiza un final de frase agradable.

Sin embargo, el mundo de la poesía y las canciones no se componen sólo de carros, barro, gatos y casas. Es decir, las
rimas pueden ser tan variadas como la canción lo sugiera. Estas deben ser naturales, coherentes y significativas.
Debemos recordar que se está escribiendo una canción a fin de lograr una experiencia emocional, por lo tanto, las
rimas deben ser tanto fuertes como creíbles.

Es importante recordar que la primera rima que venga a la mente quizás no sea la correcta. Ésta debe comunicar
eficazmente la idea del texto, así como transmitir una sensación de credibilidad, de modo tal que la persona pueda
sentirse identificada con la palabra empleada como rima.
Tipos de rima

Hay cinco tipos de rimas, estas pueden encontrarse una y otra vez a medida que se trabaje en la
composición de letras de canciones.
Con respecto a los diferentes tipos de rimas, existen algunas consideraciones que se deben tomar en cuenta. Para esto,
hablemos del concepto de cierre. El cierre es el grado de perfección que la rima aporte al final de un verso.
Obviamente, es un concepto subjetivo, y depende en gran medida de la percepción que se tenga de dicha rima.
Generalmente, las rimas perfectas, es decir, aquellas que comparten sonidos y vocales; generan una mayor sensación
de cierre. Como ejemplo de rimas perfectas están las palabras “mar” y “bar”. En cambio, la rima consonante, de la
cual se hablará más adelante, ofrece la menor sensación de cierre.

En ocasiones, cuando se usan sólo rimas perfectas en una canción, la letra puede desvirtuarse y perder fuerza. Cuando
la rima parezca demasiada obvia, el oyente puede llegar a dudar acerca de la veracidad de lo que se cuenta en la
canción. El uso de un tipo específico de rima se ve determinado por el aporte que ésta haga a la canción. Una rima
incorrecta puede hacer que la línea suene muy floja, o torpe, desviando la atención completamente de lo que se quiere
decir. La forma de reconocer si la rima aporta o quita valor a la composición, es la propia percepción que se tenga al
escucharla.

A continuación, veremos una descripción de cada uno de los tipos de rima:

• Rima perfecta: produce el grado más fuerte de cierre. Se tiene una rima perfecta cuando el sonido de las vocales
coincide exactamente, y cuando, si es el caso, la consonante que termina la palabra coincide de la misma forma.
Algunos ejemplos de rima perfecta son: caso - vaso, casco - vasco, y amar – lavar.

• Rima familiar: la rima familiar produce el segundo grado más fuerte de cierre. Se encuentran cuando entre dos
palabras existe coincidencia en la vocal acentuada, y los sonidos de las consonantes se parecen, sin llegar a ser los
mismos. Pueden verse como primas de las rimas perfectas. Algunos ejemplos de rima familiar son: carro – asno, bata
– pala, y gabacha – carcasa.

• Rima aditiva o sustractiva: produce el tercer grado más fuerte de cierre. La rima aditiva se produce cuando, como
su nombre lo indica, se añade al final de la palabra una consonante, sin que se pierda el sonido de rima de la vocal, es
decir, sin que esta pierda su similitud con la palabra con que rima. Una rima sustractiva es cuando la consonante se
elimina de la palabra, conservando el sonido respectivo de la vocal. Un ejemplo de rima aditiva es: mamá-bazar, y un
ejemplo de rima sustractiva es: atlas-daga.

• Rima asonante: produce el cuarto grado más fuerte de cierre en una rima. Consiste en la similitud en el sonido de
las vocales, pero no así en el de las consonantes. Es decir, el sonido que estas últimas causan, puede ser
completamente diferente. Es interesante el hecho de que si estas consonantes producen un sonido muy parecido, se
está creando una rima familiar. Algunos ejemplos de rima asonante son: bruja-musa, capa-ama y lagarto-borracho.

• Rima consonante: es la rima que produce el grado más débil de cierre. Sucede cuando en una palabra las vocales no
coinciden, pero las consonantes en las que terminan son las mismas. Se puede ver como la contraria a la rima
asonante. Algunos ejemplos de rima consonante son: caja-paje, barra-burro y casa-caso.

No todas las rimas posibles caben dentro de estas cinco categorías, o funcionan con un grado específico de cierre. A
final de cuentas, la decisión final la tomará la herramienta más valiosa de la que disponemos: el oído.

Cómo usar rimas con eficacia

Al escribir una canción, todos los compositores desean que la letra sea potente, que transmita bien su
mensaje, y que quede grabada en la memoria de las personas.
Ya se conoce el concepto de rimas, pero quizás no se usen correctamente. Esto es evidente más que todo cuando se
escribe una canción con rimas, pero la letra aún se percibe floja y falta de expresividad. ¿A qué se debe esto? Una
razón puede ser el que las rimas deben usarse con criterio y juicio, y siempre con la finalidad de aumentar o afianzar
la expresividad de una línea o verso. De hecho, el vínculo o enlace que una buena rima puede causar es tan poderoso
que un compositor cambiaría la forma de su verso, o haría los cambios necesarios con tal de que la rima permanezca.

Resulta interesante el hecho de que cuando se entiende la razón de ser de las rimas, el cómo crearlas y el efecto que se
puede lograr con ellas, el compositor puede tomar decisiones con respecto a cómo rimar. Esto pone al compositor en
control de la canción, en lugar de que sea la rima quién controle la composición.

A continuación, estudiaremos algunos consejos que nos permitirán ser más efectivos con el uso de las rimas:

• Las rimas ayudan a la memoria: la rima se utilizada como una fórmula que permite recordar una frase o slogan. Esto
lo entienden muy bien los anunciantes de productos, quienes escogen nombres que generen una rima pegajosa, o un
slogan que combine de la misma forma con el nombre del producto. Esto debido a que, si el par de líneas riman,
existen mayores probabilidades de que los oyentes recuerden su producto, o para efectos de este curso, la canción.

• Las rimas ofrecen un sentido de liberación y realización: una rima consiste en dos líneas, una de configuración y
otra de terminación. La línea de configuración nos da la primera palabra para rimar, y la línea de liberación nos da la
segunda, la cual completa el par de la rima. A medida que se acerca la segunda línea, la anticipación va produciendo
una tensión la cual será liberada en el momento en que la rima se concrete. Por ejemplo, al escuchar A, B, C, D, E, F y
G, lo que esperamos es escuchar una línea cuyo final rime con G. Por eso, al escuchar L, M, N, O y P, respiramos
aliviados, debido a que la expectativa formada por la primera línea se ha resuelto. En cambio, si en la segunda línea se
hubiese escuchado L, M, N, O y X, causaría un efecto sorpresivo, la tensión se mantendría de esta forma hasta que se
resuelva. Es importante destacar que si se deja sin resolver la tensión esto puede sonar incómodo y fatigoso. Una
forma de verlo puede ser cumplir las expectativas del oyente, pero con una ligera variante. En la segunda línea, se
puede extender la rima por lo menos un par de sílabas más, de modo que se produzca más tarde de lo previsto,
retrasando así el sentido de liberación. Esto puede añadir un toque de imprevisibilidad a la canción.

• Las rimas son enfáticas: una palabra que rima llama doblemente la atención sobre sí misma. Primero, está
cumpliendo su rol de palabra que comunica una idea; y segundo, genera una similitud con otra palabra anterior, con la
cual rima. Por su función de añadir peso y liberar la tensión de la línea, las rimas son perfectas para usarlas con
aquellas palabras que se desean remarcar o enfatizar. Entonces, debemos asegurarnos que las rimas sean precisamente
las palabras más importantes, las que se desea que el público retenga y rememore. Si usamos la rima sólo por rimar,
sin enfatizar ningún mensaje, es probable que dicha palabra o rima pierda poder e importancia frente al público. Un
consejo para trabajar en esto es escribir la línea de finalización primero, y luego la línea de configuración.

Romper las cadenas de las rimas

Pese a constituir un recurso eficaz y poderoso para la transmisión de ideas concretas, las rimas pueden
llegar a dominar por completo el arte de un compositor, hasta el punto en que éste no pueda escribir nada
sin usarlas.
Esto se debe, probablemente, al hecho de que desde la niñez, se ha asociado a las rimas con las canciones. Y no es de
extrañar, considerando que casi todas las canciones para niños y que recordamos quizás como parte de nuestra
infancia, usan rimas. Esto es así con la finalidad de lograr captar la atención de los niños, además de proporcionarles
diversión. Entonces, quizás al pensar en una canción sin rima cause un efecto surrealista en nosotros.

Por esto, y para romper la tiranía de las rimas, se debe practicar el escribir canciones sin usarlas en lo absoluto. Esto
puede que no sea sencillo. De hecho, no lo es. Las rimas están tan implícitas en la labor de un compositor de
canciones, que terminar una frase sin que haya rima da la sensación de que dicha frase está mal escrita, o que resulta
chocante. Aun así, se debe ser frio y no dejarse llevar por la emotividad. El escribir sin rimas puede dar buenos
resultados, cuando se tiene experiencia en hacerlo.

¿Cómo lograr escribir sin rimas? Se debe hacer un esfuerzo consciente por evitarlas, ya que si escribimos
inconscientemente casi con toda probabilidad escribiremos una rima. En su lugar, es mejor escribir lo que se sienta, lo
que venga a la mente. El uso de imágenes en la transmisión del mensaje puede ser muy efectivo.

Pese a todas las cosas, se debe recalcar que la decisión de usar o no la rima será siempre, en última instancia, decisión
del compositor.

Escribiendo una verdadera canción

A veces, podemos escribir una canción haciendo uso de las rimas, pero notamos que suena a otra cosa,
por ejemplo: una tarjeta de felicitación. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo podemos evitarlo?
Cuando se escribe con rimas, se suele pensar que las líneas de los versos tienen que tener la misma longitud. Esto
puede ser cierto dentro de algunos entornos, pero causa que la canción se vuelva completamente predecible, con rimas
en lugares predecibles, y por lo tanto, una respuesta predecible por parte del público. Por esta razón, es muy
importante recordar que lo que estamos escribiendo es una canción, y no una tarjeta de felicitación.

Experimentar la diferencia
Probablemente se haya escuchado la frase “un poema no es la letra de una canción”. Podemos entender mejor este
concepto si echamos un vistazo a las canciones del mercado actual. Para comenzar, se recomienda escuchar la canción
“Mi Verdad” de Maná y Shakira.

Audición Recomendada: “Mi Verdad” de Maná y Shakira

En esta canción podemos ver que la letra de la estrofa no tiene una medida fija, sino que parece más bien desarrollarse
en función de la melodía, y no de su métrica. Esto se puede apreciar mejor al ver una parte de la estrofa de la canción:

“Hay mentiras en los labios,

hay mentiras en la piel.

Qué dolor.

Hay mentiras, hay amantes

que por instantes de placer

ponen su vida a temblar”.

Como vemos, en estas líneas no se observa una medida fija. Al final de la primera parte, esta línea se resuelve con un
“qué dolor”. Sin embargo, para el final de la segunda parte, donde dice “ponen su vida a temblar”, la melodía se
resuelve con una frase más larga.

Los patrones rítmicos simples, repetidos, de longitud regular en las líneas de sus versos, es la típica frase de una
tarjeta de felicitación. Estas líneas funcionan bien para crear un ambiente acogedor y hogareño, pero no para
transmitir las revelaciones íntimas y emocionales de la letra de una canción moderna. Para probar esto, se puede tomar
una letra tipo “tarjeta de felicitación” y compararla con las impredecibles melodías de las canciones escritas en la
actualidad.

Para distinguir mejor la diferencia en los conceptos de “letra para una canción” y “letra para una tarjeta de
felicitación”, se puede tomar la letra de cualquier canción de moda. Al leerlas, se verán las diferencias en la longitud
de las líneas, el ritmo impredecible y los patrones de rima que se utilizan. De hecho, al leer las letras sin seguirlas con
la melodía, se puede pensar que no existe un patrón en lo absoluto. Dichas letras fueron, muy probablemente, escritas
para una melodía pre-existente.

Una letra que canta

Se ha hablado acerca de las letras tipo “tarjeta de felicitación”, del efecto que producen y la tendencia que
se tiende a escribir bajo ese estilo. A fin de escribir una verdadera letra de canción moderna, es necesario
escuchar las tendencias más recientes en cuanto a letra, analizarlas y escribir bajo esa estructura. Como
se ha estudiado, estas letras seguramente tendrán longitudes variables en sus versos, patrones rítmicos
diferentes, saltos o extensiones impredecibles y alargamiento de rimas.
A fin de perfeccionar la capacidad de escribir letras de canciones que no suenen a “tarjeta de felicitación”, se puede
poner en práctica cualquiera de las siguientes sugerencias:

• Usar melodías de intercambio, lo cual consiste en escribir una letra para una melodía compuesta por un amigo u otro
compositor. Esta melodía debe ser simple, un verso o un coro, no necesita ser una canción completa. Al escribir la
melodía, intercambiarla con el amigo o compositor, y escribir una letra para la nueva melodía. Esto permite
desarrollar la habilidad de escribir letras para patrones diferentes al estilo propio. Así, se pueden romper los hábitos
que uno mismo tiene como compositor de canciones. Una vez que se escribe una letra que coincida con la melodía de
la otra persona, continuar con el resto de la canción.

• Si no se dispone de un amigo o compositor que pueda proporcionar una letra, usar una canción-fantasma, a fin de
practicar para escribir una letra a esa melodía.

• Cuando no se dispone de ninguna melodía para escribir la letra de una canción, es importante mantener la mente
abierta a cualquier tipo de opciones, con la finalidad de estar preparado, en el caso de ser necesario, para volver a
escribir la letra cuando se tenga la colaboración posterior de alguna melodía. Si se desea escribir una letra más
acabada sin la melodía, se puede añadir un par de sílabas o palabras para alargar una línea o ampliar un pensamiento
más allá del final de la línea. Acortarlas un poco también puede resultar útil. Las líneas también pueden romperse
para generar frases cortas e insertar algunas rimas dentro de ellas. Todas estas sugerencias son características de letras
más contemporáneas.

Consideraciones sobre estructura y forma

Las rimas pueden jugar un papel importantísimo en la escritura de una canción. No solo genera una
agradable sensación de realización o logro, sino que dan realce y sentido a la estructura de un verso, un
coro, o a cualquier parte de la canción en la que se aplique.
Cuando el verso de una canción tiene cuatro líneas, pueden usarse las rimas al final de la primera y la cuarta para dar
esa sensación de terminación, de que las cuatro líneas constituyen un extracto independiente en sí. Si escucháramos
solo dos de las cuatro líneas, seguramente sentiríamos que el extracto no tiene sentido, o que le falta algo. Entonces,
no se trata de que las dos líneas estén mal, se trata de que la rima haya sido utilizada para que la sensación de
conclusión se sienta después de cuatro líneas.

Lo mismo se puede aplicar a las canciones de seis u ocho líneas por estrofa. En las canciones de seis líneas la rima se
suele ubicar al final de la tercera, generando rima con el final de la primera, la segunda, o ambas a la vez. Lo mismo
ocurre con la estrofa de ocho líneas.

Con base a esto, se puede afirmar que las rimas, aunque estén presentes, pueden sonar torpes en función a su
ubicación, tanto en la línea como en la estructura completa. Esto otorga a las rimas el poder de formar hilos
conductores entre las líneas, permitiendo que determinadas palabras y contenidos suenen como si efectivamente
“pertenecieran” a la canción, y no solo como la palabra que usamos para que simplemente rimara.
Conclusión

Analicemos el siguiente extracto de la canción “Hoy Te Toca Ser Feliz” de Mago de Oz.
Audición Recomendada: “Hoy Te Toca Ser Feliz” de Mago de Oz

“Hoy el día ha venido a buscarte

y la vida huele a besos de jazmín,

la mañana está recién bañada,

el Sol la ha traído a invitarte a vivir”.

En este extracto, vemos como la rima se produce en la palabra “jazmín”, ubicada al final de la segunda línea; y “vivir”
la cual está al final de la cuarta. Según lo que se ha estudiado, ésta constituye una rima asonante, pues la vocal
acentuada es la misma en ambas palabas, pero la consonante con la que termina es diferente.

Al ver la rima de esta forma, podemos apreciar también que la estructura se siente completa hasta después de la cuarta
línea. Se puede concluir entonces que, en este caso, la rima también tiene la función de delimitar los finales de frase
en una canción, dando forma y estructura a la misma.

SEMANA 5

Introducción

Todo compositor de canciones requiere experiencia para lograr dominar el arte de escribir canciones. Sin
embargo, existen técnicas y herramientas que puede usar a fin de que sus canciones sean más
profesionales. Al aplicar estas técnicas constantemente, adquirirá tanto experiencia como un banco de
herramientas que le pueden ayudar a resolver sus canciones en entornos diferentes.
Estudiaremos entonces algunas de esas técnicas y herramientas. Para esto, se debe tener claro el concepto de
estructura y frases, ya que una canción se basa mucho en ellas para lograr un efecto específico.

La estructura se ve definida por la cantidad y longitud de las líneas musicales. Existen muchas formas de disponer
estas líneas, todas transmitiendo su propia idea.

De igual forma, estudiaremos cómo crear una melodía memorable, tanto si se cuenta con la letra como si no.

Finalmente, analizaremos la llamada “regla de las vacaciones” a fin de saber cómo crear una sensación familiar y a la
vez innovadora en el oyente.
Reflexiones sobre forma musical y estructura

En la literatura, el escritor tiene cierta libertad para decidir el rumbo que tomará su obra. Puede abocarse a
las rimas y al lenguaje del poema, o decidirse por la prosa de una novela. Para un letrista, ambos aspectos
deben ser dominados y controlados con el fin de producir las líneas y frases adecuadas que establezcan la
conexión emocional con el oyente. Dicha conexión se basa en señales, palabras y frases clave que
constituyen el gancho o foco central de la letra.
Existe una relación interesante entre la letra de una canción y su respectiva música. Del mismo modo que una letra
tiene una estructura compuesta por líneas, la música presenta una estructura compuesta de frases. Las mismas señales
de estructura y rima que están presentes en una letra deben estar presentes en la música. Esto permite que, incluso
antes de componer la melodía de una letra, al leerla nuestra mente pueda irse imaginando la melodía de la misma, a
raíz de la estructura que presente la letra de la canción.

Para conocer las señales de la estructura y rima de una letra es necesario conocer la frase musical. Esto es
especialmente importante para conocer la dirección de la letra. Se debe recordar que la frase es un motivo musical que
constituye una idea en sí misma. La ubicación y atención de las frases, además de entrenar al oído, dota nuestro
cerebro de una sensibilidad artística tal que se pueda escribir letras con frases poderosas.

Se debe tener en cuenta entonces que las melodías no son solamente notas colocadas al azar durante un número
indeterminado de compases. La melodía es una gran idea compuesta de ideas más pequeñas llamadas frases. Estas
frases tampoco son cadenas impredecibles de notas, sino que en ella las notas están relacionadas tanto por el ritmo
como por intervalos determinados. La repetición del ritmo y el uso recurrente de los intervalos dotan a la canción de
una coherencia y unidad propia.

Cuando la longitud de las líneas de una canción se mantiene igual, pero aún así el oído percibe que la estructura no
está correcta, el problema puede estar en la rima. La razón es que el fraseo musical señala la presencia de la rima en
una línea. Dicho en otras palabras, la forma mediante la cual la melodía se desenvuelve, nos dice dónde es adecuada la
rima y de qué tipo específico.

Estructura de cuatro líneas

Las frases musicales actúan como marcadores que indican el lugar donde las rimas están ubicadas. En
una estructura o sección de cuatro líneas se usan profusamente tres esquemas que son típicos de la
canción popular. Dichos esquemas son:
• XAXA: la segunda línea rima con la cuarta.

• ABAB: la primera línea rima con la tercera, y la segunda con la cuarta.

• AABB: la primera línea rima con la segunda, y la tercera con la cuarta.


Cuando estos esquemas descritos no están ocurriendo, se debe buscar una manera musical para acomodar el pasaje y
hacer que tanto la estructura como las rimas utilizadas suenen convincentes. Una forma de hacer esto es mediante la
división en dos partes de la última línea. Estas partes deben rimar entre sí.

Este tipo de esquema se llamaría XAXBB, el cual es con frecuencia confundido con la estructura XAXA. Es
importante recalcar que las últimas dos frases riman al final, dando una sensación de conclusión.

A fin de variar la estructura según la presencia o no de rimas, las frases pueden tanto alargarse como acortarse.
Cuando una frase es muy larga puede partirse en dos partes, las cuales añaden énfasis a la estructura cuando dichas
partes riman entre sí. Lo interesante es que, cuando se acortan las líneas, la rima se produce antes de lo esperado,
produciendo el siguiente efecto: la línea refleja la colocación temprana de la rima, y la rima sugiere la terminación
temprana de la línea.

Dicho esto, se puede resumir que en una estructura de cuatro líneas el alargar o acortar la frase permite que la línea no
suene predecible. Al comprender esto, podemos ver la letra de una canción donde las líneas no tienen igual duración, y
notar como posiblemente se trate de una estructura de cuatro líneas modificada.

Estructura de seis líneas

Otra estructura común y útil para comprender la relación entre la lírica y la música, es la estructura de seis
líneas, la cual es muy común en canciones populares. Puede tener cualquier de las siguientes fórmulas,
donde la letra “T” representa el título de la canción:
• XXAXXA: la tercera línea rima con la sexta.

• AABCCB: la primera línea rima con la segunda, la cuarta con la quinta, y la tercera con la sexta.

• ABCABC: la primera línea rima con la cuarta, la segunda con la quinta y la tercera con la sexta.

• XXTXXT: la tercera línea rima con la sexta.

• AATBBT: la primera línea rima con la segunda, la cuarta con la quinta, y la tercera con la sexta, llevando el título
de la canción en estas dos.

• ABTABT: la primera línea rima con la cuarta, la segunda con la quinta, y la tercera con la sexta, llevando el título
en estas dos.

La estructura de seis líneas se compone de dos partes de tres líneas cada una, las cuales pueden modificarse de
acuerdo a la melodía de la letra, a los acentos de ésta y las rimas. Incluso, pueden unirse dos secciones completas de la
estructura, para dar la impresión de que se está trabajando en cinco o cuatro líneas.

Es importante conocer la estructura, ya sea de cuatro líneas o de seis, porque así podemos identificar y solucionar
problemas relacionados con la longitud de las líneas, las rimas y los acentos, todo de una forma sencilla. Incluso,
podremos simplificar una estructura corrigiendo sus áreas problemáticas. Incluso las melodías más complejas tienen
patrones identificables y cierto grado de previsión que es agradable a los oídos.

El arma secreta del fraseo

En la literatura las comas y los puntos tienen la función de ordenar un grupo de palabras en frases que, si
no los tuvieran, carecerían de sentido. De la misma forma, en la música, las notas de una melodía se
agrupan en frases cortas que pueden crear toda una experiencia memorable en los oyentes. Las frases
melódicas son la clave de las melodías de las canciones exitosas. Por esta razón, debemos comenzar a
pensar en la melodía no solo en términos de las secciones de verso y coro, sino también como frases de
una línea o incluso, frases que abarquen menos de una línea.
La forma más fácil de comprender las frases melódicas es compararlas a las frases habladas. Una frase de palabras o
hablada consta de un grupo de palabras que expresan una idea concreta, y se encuentran separadas por una pausa corta
o una coma. En cambio, las frases musicales constan de un grupo de notas que expresan una idea musical concreta, y
se vale también de silencios o descansos.

Una frase melódica se siente completa en sí misma

Podemos realizar un pequeño experimento a fin de familiarizarnos con el concepto de las frases
musicales. Escojamos la melodía de cualquier canción. Cantemos dicha melodía sin palabras y luego
dejamos de cantar abruptamente en la mitad. Posiblemente escucharemos que la frase se siente como si
hubiese faltado algo, que al cortarla a la mitad no dijo ni expresó la idea completa. Esto sucede porque la
frase está hecha para que en sí misma transmita toda una idea en concreto.
La mayoría de los compositores están de acuerdo en que una frase melódica debe tener un comienzo y un final
definidos, sin embargo, esto no tiene que ser así siempre. A final, todo se resume en una cuestión de feeling. Cuando
el oyente siente donde comenzó y donde terminó una idea musical, ha escuchado una frase.

El ser consciente del concepto de las frases melódicas es vital para que estas puedan ser manipuladas. Pensar, trabajar
y reelaborar frases melódicas puede hacer la diferencia entre una canción aburrida y una canción exitosa. A
continuación, veremos algunos consejos que pueden ser tomados en cuenta para aumentar el impacto, la frescura y la
memorabilidad de nuestra melodía.

• Elaborar una melodía predecible con un sonido fresco y contemporáneo.

• Elaborar una melodía memorable con base a la repetición y variación de una frase.

• Mezclar frases largas y cortas para añadir contraste e interés.

• Desplazar los tiempos y los acentos en cada frase para evitar repeticiones monótonas.
• Crear una melodía que se vea impulsada hacia adelante al eliminar las pausas entre frases.

Es así como se logra imprimir a las melodías de nuestras canciones la forma, el impulso y el contraste necesarios para
competir en la industria musical actual.

Utilizando el ritmo y el tono de la voz para elaborar la

melodía

Sin saberlo, cada vez que hablamos estamos elaborando una melodía. Cuando habla, el ser humano usa
inflexiones, acentos, cambios de tono y otros elementos que le otorgan a la conversación variedad sonora.
Si se quiere confirmar esto, solo se debe hablar sin producir cambios de tono, acentos o algún tipo de
inflexión. ¡Suena totalmente inexpresivo!
La melodía es idéntica al habla en ése sentido. Tiene acentos, inflexiones, ritmo y cambios de tono. La diferencia es
que, en ella, estos elementos están mucho más exagerados. Por esto, cada vez que se habla se canta una melodía.

Usando la melodía para expresar una emoción al hablar

En ocasiones, la melodía hablada puede comunicar más información que las palabras utilizadas. Para ver esto, se
puede probar decir la frase “Oh, no” como si se estuviera haciendo una simple pregunta. Luego, tratemos de decir
“Oh, no” con un tono de incredulidad sarcástica. ¿Notamos que es una melodía totalmente diferente? Existe un
movimiento de notas totalmente distinto en cada una de las frases. Por esto nos damos cuenta de que, con solo
cambiar la melodía del discurso, aunque sean las mismas palabras, el significado será totalmente diferente.

Ahora, probemos a decir la frase “Oh, no” con ansiedad y miedo. Luego se puede probar con más urgencia.
Paulatinamente, podemos ir probando la frase con más emoción hasta que las notas y el ritmo se distingan cada vez
con mayor claridad. Llega así el punto en que la melodía hablada se vuelve exagerada. Para elaborar una melodía, los
elementos del tono y el ritmo del habla deben ser exagerados. Si se continúa aumentando la intensidad de la frase
hablada, la línea entre el habla y el canto se volverá cada vez más difícil de distinguir.

Del texto a la música

Existen compositores que parecen tener un don natural para las melodías. Esto es evidente cuando
escuchamos una canción con una melodía que nos parece genial y nos preguntamos, ¿cómo se le
ocurrió? Si somos de los que tratamos de escribir melodías memorables para nuestras letras, el tema que
abordaremos a continuación será de gran ayuda.
Como se ha visto anteriormente, los procesos de hablar y cantar no son muy diferentes. De hecho, las melodías
pueden crearse mediante la exageración del habla, lo cual procederemos a estudiar en mayor detalle.

El proceso de crear una melodía memorable puede comenzar simplemente hablando. Como se ha señalado
anteriormente, al hablar el ser humano realiza pausas, acentos, cambios de tono y otras variantes que le dan
significado a lo que se esté diciendo. Lo mismo pasa con las melodías. Podemos comenzar a repetir una y otra vez el
coro de alguna letra que hayamos escrito, y poco a poco ir exagerando algunos elementos. Primero, podemos exagerar
el ritmo, luego el tono, luego los acentos, y así sucesivamente. Cuanta más urgencia emocional haya en la
pronunciación de la letra, más comprensible y natural será la melodía resultante.

Letra vs. Melodía

Al comenzar a recitar nuestra letra, puede resultar útil el marcar el tiempo con el pie, o ejecutar un ritmo
sencillo en la guitarra o un teclado. Si se dispone de un software de música o DAW, se pueden usar loops
de batería y guitarra. Una vez que se tiene claro el ritmo y los acordes a ejecutar, al recitar de forma
exagerada la letra de la canción, poco a poco la melodía de la misma irá tomando forma, hasta que
lleguemos a una que resulte agradable. Se recomiendo seguir este proceso con toda la canción para
elaborar la melodía completa de la misma.
Esta melodía resultante no tiene por qué ser la melodía definitiva de la canción. Pero es la materia prima a pulir hasta
lograr nuestra melodía memorable. Recordemos que, una vez que se tiene una melodía sobre la cual trabajar, se
pueden acortar o alargar frases, quitar o añadir palabras, cambiar la dirección de algunas notas, agregar tipos de rima
acorde a la sección que estemos trabajando. En fin, se pueden ajustar los detalles necesarios para que la melodía de
nuestra letra sea memorable y de calidad.

En todo este proceso de crear la melodía con base la recitación hablada, es importante guardar registros de cada etapa
lograda. Por ejemplo, al tener nuestra primera melodía producto de la exageración del hablar, podemos grabarla a fin
de pensar mejor los cambios que haremos sobre ella. Esta primera grabación es muy importante, debido a que es la
materia prima con la que se va a trabajar en la elaboración de una letra memorable y definitiva. Una grabadora, un
DAW, un smartphone, o bien cualquier dispositivo que permita grabar voz, es útil para realizar esta tarea.

Componiendo una melodía sin letra

El proceso de escribir canciones no tiene por qué ser siempre el mismo. Existen compositores que son
muy buenos escribiendo las letras y asignándoles posteriormente una melodía. En cambio, otros prefieren
elaborar primero una melodía que les sirva como base para escribir su letra. El trabajar de ambas formas
puede ayudar a que la composición de la canción sea fluida, ya que, si no sabemos qué escribir, eso no
detendrá el avance de la misma. Esto también ocurre si no sabemos qué melodía usar, no debemos
quedarnos varados pensando en eso, sino que seguiremos adelante con la letra. Lo importante es lograr
un proceso creativo fluido, donde las ideas puedan materializarse correctamente a fin de lograr la conexión
emocional con el oyente.
Cuando se escribe una melodía sin tener la letra, es aconsejable imaginarse al cantante con un determinado estado de
ánimo. Puede estar triste, feliz, emocionado o desesperado. Esto es vital a fin de imprimir a la melodía un sentimiento
definido. Se debe tratar de que la melodía que se elabore sea sencilla, sin muchas complicaciones, a fin de que se
pueda adaptar fácilmente a la letra.

Se debe recordar que el coro es la parte más intensa de la canción. Por esta razón, al escribir una melodía sin letra se
debe recordar que ésta debe ser más intensa en el coro. Se puede lograr esto al:

• Exagerar más los elementos de la melodía.

• Usando un mayor rango de notas.

• Empleando ritmos más enfáticos.

• Incrementando los intervalos entre las notas de las melodías.

• Usar notas más agudas que las de la melodía de la estrofa.

Así, lograremos crear un coro con un nivel adecuado de intensidad e impacto.

Definir la estructura de la canción

Supongamos que escribimos una melodía para una canción. Un amigo nos pide que le cantemos o
tarareemos la melodía sin la letra. Luego de que la escucha, nos dice que le gusta, pero no la entiende
mucho. Esto nos sorprende, debido a que nos parece que la melodía es muy buena. ¿Qué puede estar
pasando?
Lo más probable es que, aunque la melodía sea buena, no defina la estructura de la canción, causando que ésta no se
entienda muy bien.

Como sabemos, las diferentes secciones de la estructura de la canción tienen funciones específicas. Las estrofas son
informativas y dan detalles de la historia, el pre-coro prepara el ambiente para el coro, el cual es la parte más intensa e
importante de la canción. La melodía debe reflejar esto.

¿Dónde es el coro? ¿Cuál es el verso? Si estas preguntas quedan sin respuesta al escuchar la melodía sin letra, es
necesario modificarla con la finalidad de que la estructura quede clara.

El imprimir contrastes en la melodía es un recurso muy útil, debido a que en una canción las estrofas y los coros
suelen ser claramente contrastantes. Si la melodía es así, el oyente podrá ubicarse en qué sección de la canción
estamos, y así comprender mejor el mensaje de la misma.

Debemos recordar: es la melodía la que define la forma de la canción, no la letra únicamente.


Cómo elaborar variedad en las repeticiones

Para nadie es un secreto que después de una larga y ardua temporada laboral, unas vacaciones
constituyen el deseo más apetecido de algunas personas. Y no es de extrañar. La rutina puede llegar a
cansar mucho, así que el irse de viaje a conocer paisajes o lugares nuevos, o simplemente el quedarse en
casa disfrutando de la quietud del hogar, pueden lograr un efecto revitalizante en la persona. Luego de un
agradable período de vacaciones, estamos listos para volver a trabajar con todas nuestras ganas. El
mismo principio se aplica en la composición de canciones.
Cuando se crea una melodía y esta se repite, se crea una impresión de familiaridad, sentimos que estamos en casa. Es
entonces cuando, al incorporar melodías diferentes, se siente como si fuéramos de vacaciones. El efecto producido es
el mismo: se siente como algo nuevo y emocionante. Entonces, al volver a la melodía original, se percibe como si
volviéramos a casa, en un entorno seguro y conocido.

Vamos a la llamar a este truco la “regla de las vacaciones”. Suena simple, pero es algo que funciona realmente en los
oyentes. Parece como si hiciéramos algo varias veces, luego desaparecemos para volver a aparecer nuevamente. El
efecto refrescante será percibido positivamente en los oyentes.

Escribir una letra usando la “regla de las vacaciones”

Como se ha explicado, la regla de las vacaciones consiste en crear dos líneas melódicas similares con la
finalidad de crear familiaridad en el oyente. Tras esto, se crea una línea melódica diferente a fin de dar una
impresión novedosa. Seguido de esto, se vuelve a la melodía original, para terminar de cerrar la sensación
de vuelta al hogar.
A continuación, veremos algunas variaciones de esta regla, las cuales pueden ser aplicadas con éxito en canciones de
cualquier género.

Primero, tratemos de escribir una melodía usando la siguiente variación de la regla de las vacaciones.

• Línea 1: usar una frase melódica corta, que conste de aproximadamente cinco o seis notas.

• Línea 2: repetir la misma frase de la línea 1.

• Línea 3: elaborar una frase melódica diferente a la de las primeras dos líneas.

Esta es la forma más básica de aplicar la regla de las vacaciones en la letra de una canción. A continuación,
estudiaremos otras variaciones interesantes:

Variación 1

• Línea 1: crear una frase melódica corta.


• Línea 2: repetir la frase de la línea 1.

• Línea 3: crear una nueva frase que contraste con la de las primeras dos líneas.

• Línea 4: regresar a la frase de la línea 1.

• Línea 5: repetir la frase anterior.

• Línea 6: crear una nueva frase con notas y ritmo diferente a la de las líneas anteriores.

Variación 2

• Línea 1: crear una frase melódica corta.

• Línea 2: repetir la frase de la línea 1.

• Línea 3: crear una nueva frase que contraste con las primeras dos líneas.

• Línea 4: repetir la frase de la línea 3.

• Línea 5: regresar a la frase de la línea 1.

• Línea 6: repetir la frase anterior.

• Línea 7: crear una nueva frase cuyas notas y ritmos sean diferentes a todas las líneas anteriores.

La repetición de la melodía no quiere decir que la letra deba repetirse. De hecho, el efecto más interesante se produce
cuando se repiten las frases melódicas dando a los oyentes una sensación familiar, pero las letras son diferentes,
otorgando así mayor información acerca del desarrollo de la canción.

La regla de las vacaciones es una herramienta. Esto quiere decir que no se limita a una forma fija, sino hay espacio
para la creatividad. Cada compositor de canciones puede jugar con esta herramienta de la forma en que mejor se ajuste
a su letra, con la intención de lograr la conexión emocional con los oyentes.

Conclusión

La composición de canciones es un campo sumamente interesante y lleno de posibilidades. Se puede


escribir una canción comenzando por la letra o por la melodía. Todo depende de la forma de trabajar del
compositor y de su método para lograr una conexión emocional con el oyente.
El fraseo constituye una de las herramientas más poderosas del compositor de canciones. La calidad del mismo puede
determinar el éxito o el fracaso de una canción. Es muy importante que el compositor pueda reconocer las
implicaciones del fraseo en la forma mediante la cual el oyente percibe sus canciones. A nivel lírico, la calidad de una
canción reside en la calidad sus frases.
Por esta razón, existen herramientas como la regla de las vacaciones, que pueden usarse a fin de que las frases
musicales puedan ser frescas y causar sensaciones tanto de familiaridad como de sorpresa cada vez que escuche la
canción.

SEMANA 6

Introducción

Para escribir la letra de una canción, no se necesita mucho. Pero si deseamos escribir la letra de una canción exitosa,
es conveniente tener un conocimiento formal o autodidacta de algunas técnicas y consejos, las cuales han demostrado
ser fiables a lo largo de los años.
Aprenderemos entonces a elaborar una buena canción en diez pasos sencillos. Analizaremos el concepto de patrones
alternos, y repasaremos la relación existente entre los detalles internos y los detalles externos.

Mediante los patrones, tanto alternos como de detalles, pueden crearse nuevas líneas para la canción, lo cual permitirá
la creación de versos exitosos.

Finalmente, estudiaremos el concepto de triángulo de conexión, y cómo este nos ayuda a escribir una letra realmente
impactante.

Técnicas para una buena canción

Es probable que, al escribir nuestra primera canción, hayamos deseado tener un manual para escribir la
canción perfecta. Aunque este manual no existe, sí se dispone de algunas técnicas que pueden ayudarnos
a lograr nuestro cometido.
Hasta este momento ya se han estudiado las rimas y el fraseo. Incluso hemos aprendido a distinguir detalles externos
de detalles internos. De igual forma, se ha visto como las rimas ayudan a ordenar y dar forma a la estructura de una
canción. Lo ideal es que, en este punto, se hayan ejercitado lo suficiente los puntos hasta ahora mencionados, a fin de
continuar aprendido los elementos básicos de la composición de canciones.

El proceso de la composición de canciones se desarrolla mediante la práctica. Si bien es cierto que las técnicas ayudan
mucho a descubrir lo que de otra forma nos llevaría quizá años, la inspiración y la esencia de una canción provienen
del sentimiento del compositor, y no tanto de las técnicas usadas para componerla.

Sin embargo, debido a la utilidad de estas técnicas, estudiaremos diez pasos que pueden tomarse en cuenta en la
composición de canciones. Quizá descubramos que ya estamos familiarizados con algunos:
• Paso 1: Definir el destino de la letra.

• Paso 2: Encontrar rimas de todos los tipos.

• Paso 3: Elegir un esquema para las rimas, así como para los patrones alternos.

• Paso 4: Añadir preposiciones y conjugaciones.

• Paso 5: Elegir una progresión de acordes.

• Paso 6: Comenzar a escribir sobre el destino que escogimos, usando tanto el pensamiento lógico como el
pensamiento creativo.

• Paso 7: Buscar un título adecuado para la canción y escribir el coro.

• Paso 8: Escribir los versos y el pre-coro.

• Paso 9: Escribir el puente.

• Paso 10: Analizar y cambiar, si es necesario; los verbos, la tensión, los puntos de vista y la calidad de la letra.

Mediante la aplicación de los pasos 3 y 4 se pueden crear secciones eficaces, debido a la relación entre las rimas y la
estructura de la canción.

Patrones alternos

Al escuchar la letra de una buena canción, es posible que nos preguntemos a veces cómo puede sonar
tan bien teniendo la letra tan sencilla. Esta interrogante se acentúa cuando deseamos emular esa letra y
escribimos una propia, con un resultado muy distante al de aquella canción que nos encantó. ¿Cómo
podemos entonces identificar el por qué la letra de una canción exitosa es buena? ¿Qué debo tomar en
consideración para que mi letra también sea muy buena?
Se sabe que las letras de canciones están constituidas por patrones de ritmo, rima y contenido. Estos patrones aparecen
una y otra vez en los diferentes géneros y estilos de música. Dichos patrones pueden usarse como modelos para la
creación de canciones propias, como se ha hecho con anterioridad. Trataremos ahora de elaborar patrones usando una
premisa diferente: elaboraremos patrones mediante el desarrollo del contenido en lugar de la estructura. Este proceso
se llama “alternar”. Alternar es la estrategia usada para organizar el contenido de una canción. Es un medio para
combinar los detalles externos e internos para lograr una sección escrita con habilidad.

En cuanto a estos patrones para alternar, no todos son iguales. Con base al esquema de las rimas y al número de líneas,
estos pueden variar enormemente. Tanto el esquema de rimas como el número de líneas, ofrecen grandes pistas en
cuanto a qué patrón usar. La elaboración de nuestros patrones alternos nos ayuda a lograr importantes resultados, entre
los cuales podemos mencionar los siguientes:
• Una sección adecuadamente estructurada.

• Contraste entre secciones.

• Mayor intensidad.

• Una excelente forma de presentar las mejores ideas.

Par a comprender esto, analicemos la siguiente letra:

Voy conduciendo en mi auto

Esta mañana se ve maravillosa, y se siente cálida

Me hace sentir esperanza

Voy conduciendo en mi auto

Mis manos tiemblan, me embarga la emoción

Al pensar en verla tiembla mi corazón.

Como hemos visto, esta letra tiene una estructura de seis líneas y un esquema de rimas de ABBACC. ¿Cómo sabemos
el esquema de rimas? Notemos que la primera línea rima con la cuarta, de hecho, es la misma. De esta forma ambas
líneas se representan con la letra A. La segunda y la tercera línea producen otra rima, por lo cual le asignamos la letra
B. Finalmente, la quinta y sexta línea producen una nueva rima, asignándole así la letra C.

Cómo lograr el equilibrio de toda buena canción

Si al escribir una canción, no nos sentimos conformes con alguna línea en específico, posiblemente sea
porque el equilibro entre los detalles internos y externos no se esté dando. ¿Cómo puedo lograrlo?
Tanto los detalles externos como los internos deben someterse a un balance a fin de que la línea no pierda fuerza.
Cuando existe un exceso de detalles externos, la línea se siente pesada. Cuando existe un exceso de detalles internos,
la línea se siente frágil. Entonces, analicemos cada una de nuestras líneas a fin de percibir cómo se sienten. Si las
sentimos frágiles, entonces podemos añadirle pesadez y equilibrio con un detalle externo. Por el contrario, si la línea
se escucha demasiado pesada, entonces un detalle interno aliviará dicha sensación y le otorgará suavidad y equilibrio a
la frase.

A pesar de que se puede comenzar el patrón de muchas maneras, si la culminación de la letra se resume toda en la
última línea, el contenido pierde fuerza y propósito.
Existen diferentes patrones alternos que han demostrado ser eficaces en diferentes esquemas de rimas. Pese a esto, la
efectividad de un patrón alterno específico depende más que todo del feeling que tenga. Es decir, a final de cuentas
todo se resume en cómo se siente el patrón. Lo que debemos hacer como compositores, es abrir nuestros ojos y oídos
y tomar conciencia de los patrones que vamos trabajando en nuestras letras. Entonces, si sentimos en una canción que
una línea podría fortalecerse mediante la sustitución de un tipo de detalle, hagámoslo. De hecho, estas sustituciones
deben hacerse siempre que se puedan. Esta forma de trabajar define el profesionalismo del compositor, así como
provee una manera de lograr líneas con un peso y expresividad adecuados.

Líneas que faltan en la canción

En oportunidades, cuando estamos usando patrones alternos nos encontramos con que falta una línea, ya
sea con detalle externo o interno, para completar el esquema de la rima. Si en el paso 1, es decir, en la
definición del destino de nuestra composición, no se han definido todas las rimas o contenido a emplear
para escribir la canción, solo se tienen que conectar las frases que ya se tienen y así escribir una nueva
línea. Mientras se respete el patrón alterno en la nueva línea, la idea va a funcionar, no importa lo que se
escriba.
Para comprender esto, imaginemos que tenemos una letra de cuatro líneas. Las primeras tres líneas son detalles
externos, más no tenemos la cuarta. Evidentemente, la cuarta línea debe enfocarse en un detalle interno. De esta
forma, se obtiene el siguiente patrón: externo, externo, externo e interno.

Realmente no importa la clase de detalle interno que usemos en la cuarta línea, lo importante es que refleje ya sean los
pensamientos o los sentimientos del personaje. Recordemos, dicho detalle debe ser abstracto y no concreto, a fin de
otorgar el debido equilibrio a la letra.

Los detalles externos de las primeras tres líneas también pueden sustituirse con resultados óptimos. Lo que se debe
conservar es el nivel de originalidad del resto de la sección o canción.

Mediante el uso de preposiciones y conjugaciones se pueden ensamblar las diferentes frases a fin de que la letra suene
como un todo y no como un rompecabezas.

El triángulo de la conexión, parte I

Imaginemos que nuestro mejor amigo viene a contarnos que acaba de romper con su novia. El sólo hecho
de que nos revele tal noticia causa sin duda un impacto en nosotros, sin embargo, no nos sentimos
totalmente identificados con su experiencia. Entonces le hacemos algunas preguntas con el fin de
entender mejor la situación. ¿Cuándo ocurrió? ¿Dónde ocurrió? ¿Por qué ocurrió? Al ir contestando cada
una de estas preguntas, los detalles comienzan a florecer y la empatía va naciendo en nosotros. Cada vez
que ofrece un detalle de su rompimiento, recordamos experiencias o sentimientos parecidos que tuvimos
en nuestra vida. Para cuando terminó de contarnos, ya nos sentimos totalmente identificados con él.
Lo mismo sucede con la composición de canciones. Cuantos más detalles se ofrezcan respecto al dónde, al cómo y al
quién en nuestra canción, más personal la sentirá el público. Entonces, debemos dar al público la misma relación
personal que le damos a un amigo al contarle nuestras experiencias.

A continuación, estudiaremos entonces otra gran característica de una canción exitosa. Una vez que, como
compositores de canciones, seamos conscientes de esta herramienta de trabajo, podremos decidir cómo las canciones
que elaboremos se beneficiarán con la aplicación de esta técnica.

Entonces, un aspecto sumamente importante del contenido de nuestras letras es el “quién”, “dónde” y “cuando”.
Llamaremos a estos tres elementos el triángulo de la conexión. ¿Por qué este nombre? La razón es muy sencilla. Si
descuidamos estos tres elementos, nuestra canción puede perder totalmente la conexión con el público. Por esta razón,
aunque en la mayoría de las canciones estos tres elementos pasan desapercibidos, es importante que les demos el lugar
que se merecen dentro de nuestras herramientas de composición.

El triángulo de la conexión, parte II

El triángulo de la conexión es uno de los elementos que expresan, de manera clara y concisa, el mensaje
que se quiere transmitir con la canción. A continuación, veremos la misma letra que hemos usado
anteriormente, para ubicar donde está el “quién”, el “dónde” y el “cuando”:
Voy conduciendo en mi auto

Esta mañana se ve maravillosa, y se siente cálida

Me hace sentir esperanza

Voy conduciendo en mi auto

Mis manos tiemblan, me embarga la emoción

Al pensar en verla tiembla mi corazón.

En esta letra, encontramos claramente el “quién” desde la primera palabra. Esto puede resultar útil cuando se desea
dejar en claro desde el primer momento la perspectiva de la canción. En este caso, queda claro que la letra se ha
escrito en primera persona.

En la primera línea también podemos identificar el “dónde”. La acción se desarrolla en el auto, con lo cual el oyente
comienza a imaginarse los elementos típicos del conducir un auto: el asiento, el volante, el espejo retrovisor, el
cinturón de seguridad, la carretera, entre otros.

Para escuchar el “cuando” debemos esperar un poco más, específicamente la segunda línea. Resulta interesante el
hecho de que el “cuando” se ve reforzado por un adjetivo y un detalle interno. Estos tres elementos combinados
ofrecen al público una imagen clara tanto del “dónde” como del “cuando” se está desarrollando la canción
Sumergir al público en la canción

Desde siempre, los versos de las canciones han servido para contar historias. Las canciones populares
hacían memoria de grandes hechos y acontecimientos, los cuales registraban verso tras verso. Por
supuesto, hoy día sabemos que los versos no consisten exactamente en cuentos épicos que se narran
con rimas. Sin embargo, si preguntamos a un compositor moderno la manera de escribir el verso de una
canción, la respuesta quizás no sea muy clara. La razón es muy sencilla: los versos de una canción
moderna ya no se enfocan tanto en contar una historia, sino en desarrollar una situación o sentimiento.
Existe una diferencia entre desarrollar una situación y contar una historia. Las historias cuentan un evento o una serie
de eventos que tienen lugar durante un lapso definido de tiempo. El desarrollar una situación, por el contrario, nos
sumerge más profundamente en un único evento o emoción, ofreciendo incluso varios puntos de vista al mostrarnos
como se ve afectado el personaje principal. De esta forma, dentro de un verso todo está ligado entre sí por la
experiencia reflejada por el cantante.

Dando vida a nuestra letra

No existe nada más reconfortante que hacer que el público sienta lo que nosotros queremos que sientan y
entiendan. Como ejemplo de esto, podemos acercarnos a una persona y decirle: “¿Sabe? Los sueños son
posibles”. Lo más probable es que la otra persona le responda un: “¿Y?”. Si nos preguntamos por qué nos
responde así a nuestra letra más hermosa, la razón no es nada sorprendente. Usamos una declaración
genérica, abstracta e impersonal, es decir, algo que poco o nada tiene que ver con la persona a quién se
lo dijimos. Nuestras frases deben ser tan directas y personalizadas, al punto de provocar un impacto en
quien las escucha.
Se debe tener en cuenta que, en la letra de una canción, cada línea trabaja para personalizar el tema y lograr una
conexión profunda con los oyentes.

A continuación, veremos un ejemplo de verso y puente que nos puede servir para tener una idea de cómo debe
plantearse el verso a fin de que tenga tanto emoción como credibilidad:

• Línea 1 del verso: en esta línea se propone e intensifica la motivación del protagonista. También aporta detalles
acerca de quién es. Sin esto, no se lograría generar empatía.

• Línea 2 del verso: en esta sección se pueden desarrollar los sueños e ideales del cantante, dándonos así una idea de
lo que quiere lograr. De esta forma, no tendremos que adivinar su meta.

• Puente: en esta parte de la canción, se puede ser un poco más realista. Si en las líneas del verso se habló de
conquistar grandes sueños, acá se puede enfatizar lo difícil del mismo, conectado así su historia con la vida real del
público, quien también tiene metas y sueños los cuales en ocasiones ve difíciles y lejanos.
Cuando la canción está en primera persona, es como si el cantante se convirtiera en el protagonista de la canción,
experimentando en sí mismo todos los sentimientos y emociones que la letra refleja. Aquí el público comienza a
conectarse con su mundo, y a sentir lo que él siente. El tema de la canción se vuelve real para nosotros porque estamos
siendo invitados a contemplar la vida emocional de alguien que la está viviendo en el momento.

Nunca quedarse sin cosas que decir

Usualmente, cuando en una canción se repite la misma línea en el primer verso y luego esa misma línea
se usa en cada pre-coro y más adelante en el puente, el compositor se está privando a sí mismo de una
magnífica oportunidad de revelar una situación o establecer un carácter. Ya de por sí hay algunos
elementos de la canción que son repetitivos, como el coro, por lo que el resto de la canción debe
aprovecharse para dar a los oyentes suficiente información para entender el tema y sentir empatía con lo
que está sucediéndole al personaje principal.
Las siguientes pistas pueden ayudar a utilizar mejor la estructura de una canción a fin de no repetir líneas
innecesariamente:

• Mostrar el problema o la situación.

• Explicar cómo afecta la situación al protagonista.

• Si el contexto es apropiado, dar algunos antecedentes del problema o situación.

• Trasmitir la personalidad del protagonista a través del cantante.

• Explicar quién está involucrado, qué pasó y por qué.

Es un hecho que a las personas les gusta ver sus propias experiencias reflejadas en sus canciones favoritas. Los versos
deben utilizarse para precisamente eso: abrir la situación y dar vida a nuestro tema. Entonces, debemos sacar de la
mente e inspiración todo tipo de detalles, ideas y revelaciones que nos ayuden a lograr nuestro objetivo. Llevar al
público hasta lo más profundo de nuestra situación, y ayudarle a vivirlo.

Resumen

Se pueden seguir diez pasos para lograr escribir una buena canción. El orden de estos pasos no es
relevante, pero si el conocimiento de cómo funciona cada uno de ellos.
Los patrones alternos constituyen elementos no muy evidentes en una canción que, sin darnos cuenta, contribuyen a
que la misma esté llena de fuerza y expresividad. Al dominarlos, podemos dotar a nuestras letras de verdadera fuerza
y madurez musical. Mediante el estudio de estos patrones, se puede incluso rellenar partes de la canción con líneas de
relleno que la doten de mayor fuerza y expresividad.

Los detalles externos reflejan un hecho o una acción. Los detalles internos reflejan un pensamiento o sentimiento. La
forma de equilibrar nuestras líneas se basa en un equilibrio entre ambos tipos de detalles.

No debemos olvidarnos, por supuesto, de explicar el “quién”, el “cómo” y el “dónde”, ya que con estos detalles
nuestro público podrá conectarse con la canción y disfrutarla.

Por esta razón, nuestros versos deben enfocarse en desarrollar el pensamiento o emoción, más que en solo contar una
historia. Así, podremos llegar a sumergir a nuestro público en la canción.

Finalmente, mediante un estudio concienzudo de cada línea de la canción, podemos analizar la utilidad de cada una, y
usarlas eficazmente a fin de llenar de vida nuestra letra.

Conclusión

La escritura de canciones puede ser una labor llena de satisfacciones, aunque en ocasiones también
puede llegar a ser frustrante. Y no es para menos, el mantener la atención de todo un público solo con
nuestras palabras puede parecer una tarea intimidante, pero no tiene por qué serlo una vez que se tienen
una buena idea, y las técnicas adecuadas para plasmarla de forma impactante.
Las técnicas y consejos estudiados son producto de muchos años de ensayo y error, y han demostrado tener efectos
reales en la percepción de las canciones. A medida que se pongan en práctica cada una de ellos, y que se establezca
una rutina de escritura, y se siga con disciplina, el compositor adquirirá el fogueo y la experiencia necesaria para
escribir una buena canción, en prácticamente cualquier género musical.

SEMANA 7

Introducción

La composición de canciones es un arte que se encuentra en constante evolución. Y no es para menos,


vivimos en un mundo cambiante, donde las tendencias van y vienen, a veces, de un día para otro. Las
canciones que han de inmortalizar todas estas tendencias no se quedan atrás, y reflejan cambios a una
velocidad vertiginosa.
Pese a esto, existen técnicas que ayudan a que la canción resalte, no importa la época o el tiempo en que nos
encontremos.

Estudiaremos a continuación el papel del coro, su importancia dentro de la canción y la forma de elaborarlo.
Aprenderemos los conceptos de coro abstracto y coro tipo lista.

El título es una de las cosas más importantes de la canción, pues se trata de su imagen, lo primero que una persona
conoce de una canción. Gracias al título, la persona puede decidir escuchar una canción, o pasar a la siguiente en su
reproductor.

Los títulos y los coros pueden alcanzar gran poder expresivo por medio del uso de imágenes. Estudiaremos entonces
cómo las imágenes pueden ayudarnos a crear coros y títulos memorables para nuestras canciones.

Hablemos del coro

Hemos escrito una canción, pero no sabemos cómo lograr que el coro sea memorable. ¿Cómo podemos
lograrlo? Al aprender el propósito del coro, sabremos cómo usarlo a fin de transmitir el mensaje de nuestra
canción de una forma clara y directa.
Hasta el momento, nos hemos centrado en el “qué” de la escritura. Ahora, vamos a hablar de la razón por la que
escribimos canciones. Esta razón consiste en otorgar un propósito a la canción, una razón de ser. Una canción sin
propósito es como una broma que no provoque ninguna gracia. Resulta sorprendente la frecuencia con la que pueden
escribirse canciones que no contestan la pregunta más importante: el “por qué”.

Podemos afirmar que, hasta este momento, nos hemos centrado en los detalles. Se ha dejado claro que, cuando se trata
de escribir una canción, no importa tanto el mensaje que se desea dar, sino la forma en que este mensaje es
transmitido. La experiencia causada en el oyente indicará si fue eficaz la forma en la que el compositor de canciones,
presentó su mensaje.

A continuación, exploraremos los pasos seis y siete de los diez que ya se han mencionado para la composición de
canciones. El propósito de esto es conseguir enfocarnos en la imagen grande. A final de cuentas, en esto podemos
resumir el concepto de un buen coro: se trata del panorama general de la canción.

Vamos a repasar los diez pasos sugeridos para la composición de una buena canción:

• Paso 1: Encontrar un tema sobre el cual escribir. Esto es la escritura de destino.

• Paso 2: Encontrar rimas pares.

• Paso 3: Elegir el esquema de rimas y los patrones alternos a usar.

• Paso 4: Añadir preposiciones y conjugaciones.

• Paso 5: Elegir una progresión.

• Paso 6: Usar los sentimientos y pensamientos para describir el tema que se ha escogido.

• Paso 7: Buscar un título adecuado, y escribir el coro.

• Paso 8: Escribir los versos y pre-coros.

• Paso 9: Escribir el puente.


• Paso 10: Escribir y analizar los verbos, las tensiones, las perspectivas y la calidad del mensaje transmitido.

Imaginemos por un momento que el verso de una canción es como el primer plano de una hoja. Al analizarla,
podemos observar y describir las características físicas de una hoja: las venas, los poros y lo verde de la clorofila. Si
vamos más allá, podemos describir la superficie fresca y sentir los bordes dentados en nuestra mano. Ahora, si nos
desplazamos hacia atrás poco a poco el panorama se irá incrementando. Ahora veremos, no solo la hoja sino todo un
árbol frondoso lleno de hojas y frutos. El árbol se ubica en una pequeña colina, detrás de la cual se hunde lentamente
el sol. Esta escena de la colina y el sol constituiría el coro de la canción, puesto que nos lleva al detalle y experiencia
más importante de toda la canción.

Por esto, debemos recordar lo siguiente: la función del coro es dar a cada pequeño experiencia, el propósito o valor
que merece.

Dos formas de decir lo mismo

Estamos escribiendo nuestro coro y nos damos cuenta de que no decimos todo lo que queremos en él.
Hacen falta más sentimientos y pensamientos. Lo intentamos de nuevo y escribimos el coro de una forma
diferente, menos directa y con más detalles internos ¿Cómo saber cuál es verdaderamente el coro?
¿Cómo crear un coro que funcione según el mensaje que deseo transmitir? ¿Cómo crear un coro que
funcione según la forma en la cual deseo transmitir mi mensaje?
Basándonos en el “por qué” de la canción, podemos afirmar que existen dos tipos de coros.

El primero de ellos se relaciona con los detalles internos, y se llama el coro abstracto y metafórico. El mismo consiste
en un desarrollo de los pensamientos y sentimientos del protagonista. Por esta razón, un coro abstracto o metafórico es
rico en detalles internos, con muy pocos o ningún detalle externo.

En un coro abstracto, no se tiene un sentido claro del “dónde” ni del “cuándo”. Ambas preguntas pueden estar
desprovistas de respuestas, o bien, ofrece una muy vaga. En lugar de usarse como recurso para determinar el tiempo y
el lugar, el detalle sirve como una conclusión general a los contenidos del verso.

Por otra parte, tenemos los coros tipo lista. Los coros tipo lista tienen una función muy diferente a los coros
abstractos. El propósito y el valor se obtienen de los detalles externos, los cuales ilustran los aspectos más destacados
de la historia.

Se les llama coros de lista porque proporcionan una lista de imágenes concretas, mientras que los coros abstractos
utilizan los sentimientos, los pensamientos y las metáforas para conducir al público hacia el propósito del coro.

Tanto en el caso de los coros abstractos como los coros tipo lista, se puede aumentar la capacidad expresiva al
practicar asiduamente la escritura de coros. Lo más importante de ambos tipos de coros, es que a menudo la fuerza de
los mismos se reduce a un único punto central: el título.
Pautas para escoger un buen título

Quizás una de las cosas más importantes de una canción es escoger un buen título. El título debe causar
impacto, provocar que la persona quiera escuchar la canción. ¿Cómo logramos esto? A continuación,
estudiaremos algunos conceptos que nos ayudarán a lograr con nuestros títulos el efecto deseado.
Lo más importante que debemos comprender, es que los títulos no son señales que saltan en la canción diciéndonos:
“Estoy aquí, soy muy obvio”. A veces, los títulos pueden ser difíciles de conseguir, especialmente aquellos que son
muy originales y específicos.

Sin embargo, no tenemos que andar a ciegas por nuestra canción, escogiendo cualquier palabra o frase al azar para que
sea nuestro título. Al analizar la lista de los diez pasos, el tema o propósito de nuestra canción puede ayudar a
encontrar el título justo.

El tema, o propósito de la escritura de un coro es diferente al tema de la escritura de un verso. Mientras uno puede
enfocarse en los detalles internos, el otro se enfoca en los detalles externos. Si lo comparamos a un platillo, se puede
decir que el verso es el arroz y el coro la carne. Ambos se complementan, sin embargo, el coro condensa o resume la
esencia de la canción en unas pocas frases significativas.

Algo que resulta muy útil para dotar al coro de un nivel creíble de detalles internos es escribirlo en primera persona.
¿Quién sino el afectado puede describir correctamente sus sentimientos? Cuando se describen los sentimientos de
alguien desde una perspectiva en tercera persona, dicha descripción nunca será tan intensa o profunda, como si lo
hiciera la persona afectada.

Otro factor a considerar es el tiempo. ¿Por qué? Porque no se puede describir a cabalidad lo que se siente caminar en
una mañana soleada, sino hasta después de que se hizo. Hablar de situaciones o experiencias que aún no se han tenido
puede producir líneas menos expresivas que aquellas que se escriben posterior a la vivencia. En resumidas cuentas, las
emociones serán más fuertes cuando se escribe después de vivir la experiencia respectiva.

Entonces, a modo de resumen, podemos decir que:

• El escribir desde una perspectiva de primera persona añade al coro una mejor percepción de los detalles internos.

• El escribir después de vivir la experiencia sobre la cual se narra, produce líneas más expresivas y poderosas.

El mejor título jamás creado

Estamos escribiendo nuestra canción, y ya hemos estudiado algunas pautas para escoger un buen título.
Sin embargo, ¿nuestro título debe estar ubicado en el coro? ¿O en el verso? ¿En qué parte de la canción
deben estar ubicados los títulos?
Para encontrar el título de nuestra canción, debemos conocer muy bien el propósito de la misma, y luego de esto leer
la letra que tengamos escrita. Es un hecho que muchos títulos originales y poderosos se encuentran en las frases
menos comunes u obvias de la canción. Incluso se puede dar el caso de encontrar títulos de canciones que sólo se
repitan una o dos veces en toda la canción. También es cierto que esto no tiene por qué ser así siempre, los títulos
también suelen ser la frase más obvia y repetitiva de la canción. Lo importante en ambos casos, es que al analizar
nuestra letra y pensar en el propósito de la canción, podemos encontrar algunas grandes líneas que nunca hubiéramos
encontrado de otra forma, ya sea que las usemos como títulos para nuestra canción, o no.

Ahora, se pueden barajar muchas frases para escoger el título, pero todavía estamos buscando la forma de organizar
nuestras ideas y construir un coro eficaz, ya sea externo o interno. Podemos crear nuevas columnas con ideas y
material para el mismo, o podemos basarnos en las columnas y el material elaborado antes de comenzar a trabajar en
nuestra canción.

Lo importante es lograr llegar a un punto en que tanto el esquema de rimas como los patrones alternos estén definidos,
tal como lo hemos hecho con nuestros versos.

¿Donde debe ir el título de una canción?

Ya hemos escrito la primera parte de nuestra canción, es decir, el verso, el pre-coro y el coro. Incluso ya
tenemos el título de la misma. Ahora, ¿dónde podemos colocar el título de nuestra canción para que suene
poderosa? ¿En qué parte de la canción ofrece una experiencia emocional más fuerte? A continuación,
hablemos un poco sobre las posiciones poderosas de un título en una canción.
Antes de comenzar a alternar el coro en búsqueda de un buen sitio para nuestro título, debemos recordar y nunca
olvidar que el título es lo más importante de una canción. Es la razón por la cual escribimos una canción, es lo que
hace que un chiste sea gracioso. En cada coro, hay ciertas posiciones que confieren poder y expresividad a un título.
Esto es muy importante ya que, aunque hayamos escrito una buena letra y tengamos una buena música, si no
colocamos el título en el sitio justo de la canción corremos el riesgo de que la gente deje de seguir cada línea de la
canción, y comience a distraerse con otras cosas.

Las líneas de un verso o coro son poderosas declaraciones, ya sea a través de declaraciones metafóricas o fuertes
sentimientos que llegan directamente al corazón. Pese a esto, muchas veces el valor de una línea es determinado por la
forma en que la línea anterior preparó el ambiente. Dicho de otra forma, la intensidad con que la que se perciba un
coro, depende muchas veces de la forma en la que el verso y el pre-coro fueron preparando dicha intensidad. Si
analizáramos cada línea por separado, lo más probable sería que no presenten la misma expresividad.

Entonces, como se ha venido hablando, el coro ofrece tres posiciones que son perfectas para lograr ese momento de
“oro”, las cuales son:

• La última línea del coro.

• La primera línea del coro.


• La línea intermedia del coro.

De todas estas, la última línea del coro es la que casi siempre se lleva el premio de la línea más indicada para colocar
el título de la canción, ya que es la que mejor logra captar la atención del público.

Entonces, se debe tener la habilidad de cortar, añadir, acortar, alargar y reorganizar las líneas de un coro a fin de
ajustarlo al título de la canción, y que este cause un efecto favorable en el púbico.

Alternando secciones del coro

Las mismas técnicas que se han usado para crear patrones en el verso, se pueden aplicar a los coros. De hecho, los
patrones que se han elegido para el coro a menudo se verán un poco a la inversa o más pequeños que el coro. Por
ejemplo, si el esquema de rimas en el verso es AAXBBX, en el coro puede ser solamente AXBX.
Es importante recordar que los coros abstractos y metafóricos son más pesados, por la cantidad de detalles internos
que manejan. Por esta razón, los detalles externos pueden resultar útiles a fin de otorgar relevancia a los detalles
internos. Incluso, cuando los detalles internos se vuelvan demasiado generales o vagos, un detalle externo puede
ayudar a centrar cualquier detalle interno. Esto permite que, cuando sea necesario, el coro contenga los elementos del
dónde, quién y cuándo, siempre que se requiera de ellos para alcanzar un coro equilibrado.

Entonces, para resumir, se puede decir que el coro puede ser visto como una segunda mitad del verso, sólo que más
corto y conciso. Esto quiere decir que las mismas técnicas y elementos que se usen en el verso pueden ser usados en el
coro, con el fin de lograr uniformidad y equilibro en nuestra canción.

Escoger un título

Analicemos las siguientes frases y pensemos: ¿qué línea suena más interesante?
• ¡Vamos a divertirnos!

• ¡Vamos a elaborar una sopa de berro con champiñones!

Ahora, de las siguientes líneas, ¿cuál nos hace querer saber más?

• He cambiado mi vida y ahora me siento mejor.

• Me puse una camisa nueva y ahora siento que es lo correcto.


De las siguientes líneas, ¿cuál es más creíble?

• Puedo tomar el sol sumergido en una piscina congelada.

• Puedo manejar la tristeza.

De las siguientes líneas, ¿cuál exalta más nuestro ánimo?

• Es necesario vivir la vida con optimismo.

• Sonríe a la vida.

Las respuestas a estas preguntas, son un indicador de la clase de línea que escogeríamos como título para nuestras
canciones. Mediante este tipo de preguntas podemos conocer cuál es nuestra tendencia a la hora de colocar un título a
nuestra canción.

Crear líneas poderosas

Cuando se trata de escribir líneas para un coro o un verso, el éxito o el fracaso de la misma se puede
determinar con base a las imágenes usadas. Las imágenes pueden comunicar con éxito una idea
abstracta. De hecho, cuando se usa una imagen, cada par de líneas se trasmite la idea abstracta con un
alto nivel de impacto.
Las imágenes se forman en el cerebro, transmitiendo un hecho concreto. Esto permite que el cerebro participe de una
forma activa. Las ideas abstractas no son tan eficaces para esto. Por ejemplo, si decimos “tristeza”, la palabra por sí
sola es muy general y abstracta y no genera un impacto realmente potente en la persona. Pero si decimos “la chica está
llorando, su corazón está roto”, la imagen completa que se forma en nuestra mente nos transmite una sensación de
completa desolación, ¡la tristeza nos embarga completamente! Todo nuestro cuerpo reacciona ante esa línea.

Ahora, ¿cómo aplicamos esto a una composición? De la misma forma en que se ha visto. El escribir “en esta noche
vacía el frío me corta como cardos y espinas” es mucho más eficaz que escribir “frío”. Es evocador, memorable,
realmente involucra nuestros sentidos y mediante un detalle externo nos sentimos envueltos por toda una atmósfera.
Las imágenes tienen el poder en enviar señales directamente al cerebro, las cuales transmiten un sentimiento en
específico. Es decir, no es necesario decirle al cerebro “estoy feliz”. Solo con hacerle ver la imagen de una sonrisa, el
cerebro ya puede asimilar el sentimiento.

De esta forma, el elaborar toda una imagen puede aportar gran poder expresivo a una línea. Entonces, no nos
conformemos con expresar un sentimiento en específico, ¡pintemos todo un cuadro hasta sumergir a nuestro público
en el!
Tres tips para escribir una canción exitosa

A nivel de composición de canciones, todos deseamos saber cuál es la mejor forma de trasmitir un
sentimiento. Las razones son muy obvias, no deseamos que el público se duerma o se distraiga
escuchando nuestra canción, ¡queremos que contenga el aliento desde que comienza hasta que suene el
último acorde!
A continuación, a fin de ayudarnos a lograr captar su atención y la conexión emocional adecuada, estudiaremos tres
sugerencias a fin de que nuestras líneas sean más vívidas:

• Utilizar imágenes para reemplazar ideas generales: esto se refiere a lo que hemos analizado con anterioridad. En
lugar de decir “te amo”, podemos señalar los signos físicos y visuales que comúnmente utilizamos para expresar y
reconocer esa emoción.

• Tratar de añadir más imágenes para emociones similares: las imágenes se parecen a los detalles, en el sentido de que
cuantas más imágenes tenga una línea, será mejor. Por ejemplo, si se desea transmitir más imágenes acerca del amor,
de la emoción o del deseo, el decir que se va a “caer en el amor” es eficaz, al mismo tiempo que usamos cualquier
cosa que se relacione con el concepto de una caída, de un desequilibro o de un vértigo causado por el amor.

• Utilizar imágenes para describir situaciones o acontecimientos: esto consiste en pintar un cuadro para que el oyente
sepa que está pasando, en vez de solamente decir que algo pasó. De esta manera, se crea una experiencia similar a
cuando una persona ve una película donde la escena se va mostrando poco a poco, causando que el espectador vaya
descubriendo poco a poco cada uno de los detalles.

Usando estas sugerencias, podemos dar a nuestras líneas el vigor que necesitan para que, tanto los versos como el
coro, se transformen en secciones llenas de gran expresividad.

Resumen

El coro es la parte más importante de una canción. Tiene la función de transmitir la idea principal de la
misma, es decir, el “por qué”, la razón por la que dicha canción existe.
El coro puede ser escrito de dos formas: el coro abstracto que se basa en sentimientos y pensamientos, o el coro tipo
lista, el cual ofrece una lista de imágenes para que el oyente sepa lo que está sucediendo.

El título debe condensar en pocas palabras toda la esencia de la canción. Su ubicación en la misma puede determinar
su éxito o fracaso. Existen ciertos sitios del coro donde es eficaz colocar el título de la canción. Dichos sitios son: el
comienzo del coro, el final del coro o la parte intermedia del mismo.

Los títulos y las líneas de nuestra canción deben ser interesantes, motivar a la acción y exaltar nuestro ánimo. Deben
ser declaraciones poderosas, las cuales nos veamos inspirados a seguir.
Esto lo podemos lograr mediante el uso de imágenes en nuestras líneas. Las imágenes logran que el cerebro descubra
un determinado sentimiento, y ayudamos al oyente a disfrutar de una experiencia emocional memorable.

Conclusión

La composición de canciones es un arte lleno de fórmulas y detalles que permiten causar en las personas
verdaderas experiencias emocionales. Tanto el coro como el título deben de tener la capacidad de
transmitir la esencia de la canción, razón por la cual es importante manejar las imágenes que se requiere
para evocar un sentimiento o emoción.
Todas estas técnicas incrementan nuestra habilidad compositiva, ayudándonos a crear canciones para situaciones,
géneros, cantantes y temas muy diferentes.

En la industria musical actual, esta diversidad es muy importante, ya que el mundo se diversifica cada vez más y es
necesario escribir canciones que reflejen todos estos cambios que la sociedad está experimentando.

SEMANA 8

Introducción

Todos deseamos escribir canciones que sean el deleite del público. Esto no tiene que ser un secreto de
artistas consumados. De hecho, mediante la práctica y la observancia de ciertas técnicas, todos podemos
lograr escribir canciones que mantengan la atención del público.
Por esta razón, estudiaremos el concepto del contraste, y como puede contribuir a que una canción aburrida se
convierta en una canción sumamente entretenida.

El contraste no es el único elemento presente en una canción que puede enriquecerla. Las repeticiones son elementos
muy usados en las canciones contemporáneas. Aprenderemos entonces a crear repeticiones eficaces, que contribuyan
al desarrollo de la canción y no a la simple repetición de palabras.

Aburrido vs. Divertido

Imaginemos lo siguiente: cada mañana nos levantamos, nos alistamos y nos preparamos para las
actividades del día, la cual puede ser trabajar o estudiar. Cuando comenzamos el trabajo o la universidad,
usualmente, estamos emocionados con eso. Hasta el trayecto que recorremos para llegar al lugar de
trabajo o de estudio se torna emocionante. Detallamos el lugar donde tomamos el bus, reparamos en los
edificios ubicados a ambos lados de la calle y procuramos observarlo todo. En fin, es una experiencia
nueva y nos resulta entretenido el experimentarla. Luego de un tiempo, la misma parada de buses y el
mismo trayecto ya no nos parecen tan interesantes, hasta que al final nos termina aburriendo. Ahora,
podemos preguntarnos, ¿por qué terminamos aburriéndonos?
En la composición de canciones sucede algo parecido. Podemos escribir el primer verso de una canción, el coro, el
segundo verso y un puente. Tomamos una guitarra o un piano y comenzamos a cantar nuestra canción. Al principio
nos gusta mucho, pero luego del primer coro la melodía ya no nos parece tan original, y la letra nos suena predecible.
¿Qué puede estar sucediendo? ¿Cómo puedo crear letras que no aburran ni suenen predecibles?

Para comprender esto, es necesario recordar que cuando escribimos una canción, consciente o inconscientemente, lo
hacemos con base en un determinado esquema. Anteriormente hemos hablado del esquema de rimas, pero este
esquema se relaciona más con la longitud de las líneas, y no con las rimas que esta contenga. Lo más común al
escribir una canción, es que busquemos que la longitud de nuestras líneas suene cómoda, es decir, que tengan más o
menos la misma duración, creando una sensación de armonía y concordancia.

Entonces, para resumir, al escribir nuestra canción usualmente nos guiamos por una estructura que suene bien. Ahora,
¿qué se puede hacer cuando la canción no suena bien? ¿Qué se puede hacer cuando, al escribir nuestra canción,
sintamos que las líneas se acortan o extienden sin ningún patrón fijo? ¿Cómo puede afectar esto a mi público?

El elegir un esquema de longitud no tiene por qué ser algo casual. De hecho, es mejor si no lo es. Cuando se toma el
control sobre la estructura, la letra también toma el control de su “individualidad”. Con esto nos referimos a la esencia
y significado que cada línea tiene en sí misma. Como compositores de canciones, debemos poseer el control en cuanto
a qué estructura o esquema de líneas usar.

Es posible optar por hacer que los esquemas, tanto de líneas como los de rimas, suenen idénticos, o bien por
diferenciar estos esquemas. La variación entre los diferentes aspectos de una canción genera frescura, y resulta
motivador para los oyentes con la finalidad de que presten atención. Esta diferencia de estructura o de esquemas se
llama contraste. El contraste impide que una canción se vuelva aburrida.

Generando Contrastes

Pensemos por un momento cómo nos sentiríamos si en cada uno de nuestros cumpleaños, nos regalarán
exactamente las mismas cosas, año tras año. ¿No sería eso aburrido? Algo parecido sucede cuando una
canción tiene el mismo número de líneas, el mismo esquema de rima, el mismo ritmo y el mismo patrón
alterno. En el mejor de los casos, podríamos decir que sería enormemente predecible. Entonces, ¿cómo
podemos crear canciones que no sean aburridas? ¿Cómo crear canciones equilibradas, interesantes y
refrescantes? Esto lo logramos a medida que utilizamos diferentes técnicas para alternar cada una de los
aspectos mencionados. De esta forma, podemos crear el contraste que nuestra canción necesita incluso
antes de escribir las primeras palabras, sólo mediante la alternancia entre los patrones de la misma.
Existen muchas formas de crear contraste. Para conseguirlo, es necesario tener en mente los cuatro factores que nos
permiten crear contraste en una canción de manera eficaz:

• Cambiar el esquema de la rima.


• Cambiar el ritmo.

• Cambiar el número de líneas.

• Cambiar el patrón alterno.

Hablemos del coro. Es la parte de mayor intensidad en una canción. ¿Por qué razón? Es allí donde la melodía suele
llegar a su punto más alto, donde los acordes se tocan en su forma más sencilla, y es el punto donde nos ha estado
dirigiendo la propia canción. Cualquiera que sea el ritmo de la letra, siempre parece conducir hacia el coro. Por esta
razón, al momento de elegir patrones alternos y esquemas de rimas para nuestro coro, podemos elegir deliberadamente
que dicho coro, contraste con otras secciones de la canción, como por ejemplo, el verso y el pre-coro.

Entonces, se puede optimizar un coro de la siguiente forma: si mi coro consta de cuatro líneas, puedo generar
contraste haciendo el verso de seis, o haciéndolo de cuatro líneas y añadiéndole dos por el pre-coro. Si al contrario,
nuestro coro es de seis líneas, entonces se puede lograr el contraste haciendo versos de cuatro u ocho. Lo importante
de este cambio es que imprime frescura y una renovada atención para la canción.

¿Cómo repetir sin aburrir?

Todos nos hemos reído alguna vez con un chiste. Es parte de la naturaleza del ser humano hallar
graciosas ciertas situaciones. Por supuesto, esto no quiere decir que a todos nos haga gracia el mismo
chiste, depende mucho del gusto de cada quién. Sin embargo, lo que sí suele ser un hecho, es que
conforme pasa el tiempo, un chiste no nos parece tan gracioso como la primera vez. Es difícil que nos
sorprenda algo que ya sabemos que va a pasar, por lo que es normal que los chistes pierdan su gracia
conforme pasa el tiempo. Lo mismo pasa con las líneas que usamos en nuestras canciones, cada vez que
se repiten suenan menos impactantes. Sin embargo, existen maneras de lograr que dichas repeticiones no
aburran, sino que mantengan la atención del oyente. ¿Cómo logramos esto?
Lo primero que debemos saber es que las repeticiones suelen ser una parte integral de la canción. Ya sea para crear un
ritmo pegajoso, o para enfatizar una idea, las canciones pueden llegar a repetir una misma línea muchas veces.
Nuestro trabajo como compositores de canciones es lograr que esas repeticiones sean productivas e interesantes, de
manera que se pueda mantener la atención del público.

Para logra esto, puede resultar útil pensar en las líneas repetidas como una pila de cajas que se conectan entre sí. La
primera caja corresponde a la primera línea que posteriormente será repetida. Esta primera caja contiene una idea
específica. Luego viene la segunda caja, la cual contiene la misma idea, pero contemplada desde un ángulo diferente.
Entonces tenemos la tercera caja, la cual contiene la misma idea pero presentada de diferente forma, construida a
partir de las perspectivas de la primera y la segunda. Cada una de estas repeticiones añade peso a la anterior,
resultando en un verdadero aporte a la canción, y no sólo en una repetición vacía.

Entonces, cuando nos encontremos en plena labor compositiva, la idea en su estado más crudo y directo constituye la
primera línea, a partir de la cual se desarrollarán las repeticiones. Cada una de estas repeticiones aportará una nueva
perspectiva a la canción, logrando así generar la sensación de que la canción gana peso y forma, con cada repetición
que escuchamos.

Repeticiones diferentes

Como hemos estudiado anteriormente, al agregar un elemento nuevo a las líneas repetidas, estas cobran
mayor importancia. Si estancamos nuestras líneas con las mismas palabras e ideas, nuestra canción
sonará igualmente estancada.
Volviendo al ejemplo que se ha usado, comparemos las líneas de la canción con cajas. Se supone que, al apilar las
cajas, cada una debe ser mayor que la anterior, para que así aporte mayor peso y forma a la estructura. Si nuestras
líneas se repiten de manera idéntica, y no solo eso, sino que también expresan la misma idea, sin incorporar algún
elemento nuevo o ampliar la visión, viene a ser como apilar cajas del mismo tamaño y peso. No hay cambio alguno, ni
desarrollo o frescura alguna. Teniendo esto en mente, entonces podemos decir que nuestra canción gana peso e
impacto cuando, al repetir una línea, esta introduce un nuevo ángulo o una nueva interpretación de la misma.

Observemos el siguiente ejemplo:

“En esta mañana todo canta

Al ritmo del sol de la montaña

En esta mañana todo canta

Mientras las flores se levantan

En esta mañana todo canta

Con jazmín como fragancia”.

Tenemos entonces un conjunto de seis líneas, entre las cuales tenemos tres que se repiten. Ahora, analicemos un poco,
¿qué expresan las primeras dos líneas? Hablan de la mañana, del sol y de la montaña. Claramente está expresando un
paisaje campestre, con un sol despejado y una temperatura agradable. Luego, la tercera y quinta línea constituyen una
repetición exacta de la primera línea, con una cuarta y sexta línea a modo de complemento. La pregunta es, ¿estas
líneas añaden algo nuevo al concepto de una mañana soleada y agradable? ¿O se percibe la misma sensación al
leerlas? Si es así, ¿las repeticiones fueron eficaces para darle peso a la canción?

Veamos el mismo ejemplo de esta manera:

“En esta mañana todo canta

Al ritmo del sol de la montaña

En esta mañana todo canta

Ya tengo que despertar y vivir la magia


En esta mañana todo canta

Ése empleo es mío, nadie me lo arrebata”.

En este ejemplo vemos un desarrollo de las líneas totalmente diferente. Mientras en el primer ejemplo las tres líneas
sólo servían para repetir la idea de la mañana veraniega, en el segundo ejemplo cada repetición añadía información y
una perspectiva totalmente nueva. En la primera y segunda línea se establece el ambiente, exactamente igual que el
primer ejemplo. Pero con la tercera y cuarta líneas se hace evidente la perspectiva de la canción, la cual es en primera
persona. La quinta y sexta línea terminan de formarnos un panorama totalmente diferente al que nos imaginamos con
sólo leer la primera letra. ¡El protagonista tiene una entrevista de trabajo, y se dirige a la misma con todo el ánimo y la
confianza de que el empleo será suyo!

De esta forma, aprendemos a usar las repeticiones de una forma eficaz, logrando mantener la atención del oyente y de
esta forma, incrementando las posibilidades de crear y mantener una conexión emocional.

¿Cómo hacer una canción más interesante?

Son muchos los elementos que, al escribir una canción, contribuyen a que esta suene interesante o suene
totalmente aburrida. ¿Qué elementos pueden volver una canción interesante? Uno de ellos es el contraste.
Mediante el contraste podemos escribir líneas verdaderamente impactantes, las cuales será imposible que
nuestros oyentes pasen por alto.
El contraste se refiere a algo que no es similar, es decir, diferencias. Al asociarse entre sí, estas diferencias son
fácilmente distinguibles. A continuación veremos unos ejemplos de contraste:

• Fuerte – suave.

• Alto – bajo.

• Rápido – lento.

• Delicado – Tosco.

El contraste puede tener diferentes niveles. Por ejemplo, al hablar de colores, podemos decir que existe un contraste
entre el azul y el verde, sin embargo, este contraste jamás será igual al que existe entre el blanco y el negro. Debido a
la magnitud de las diferencias, los contrastes pueden ser utilizados para organizar nuestra letra y armar o realzar la
estructura de nuestra canción.

Esto lo podemos ver al leer cualquier anuncio o al analizar la portada de cualquier libro. Si se trata de un anuncio o
una portada eficaz, los contrastes estarán presentes. Entonces, las palabras más importantes estarán en letras grandes,
mientras que la información secundaria permanecerá en letras más pequeñas. Posiblemente exista entre las líneas
grandes y las pequeñas espacio suficiente para que nuestros ojos tengan una sensación de descanso. Los gráficos que
sean empleados conducirán la atención hacia la siguiente cosa importante que el anunciante quiere que veamos. De
esta forma se usa el contraste para crear organización y estructura.

Definir la estructura

A continuación, hablaremos de la forma en que el contraste puede definir la estructura de una canción.
En un salón de clases, el profesor comienza a hablar a sus alumnos de manera agresiva, alzando la voz. Apenas lo
haga, sin duda llamará la atención de toda la clase. Sus comentarios son cortos, directos e incisivos. No se dirige a un
estudiante en específico, sino que agita los brazos en dirección de toda la clase. Llamemos a esto el “coro”. Luego de
un rato, el profesor se calma. Comienza a hablar suavemente, camina entre los pupitres, se acerca a los alumnos y les
revela información de todo tipo. Todo esto crea un clima de expectación e interés en el profesor, el cual lleva un
mensaje tal que todos hacen silencio para que se acerque y se los comparta. Podemos llamar a esto “verso” o
“estrofa”.

Como nos hemos podido percatar, mientras el profesor se encontraba gritando, toda la clase le prestaba atención, por
razón de este cambio repentino. Luego, el profesor disminuyó la intensidad de su intervención, logrando llamar
nuevamente la atención debido a que la mayoría de los alumnos pensaba que seguiría gritando. Y entonces, cuando los
alumnos pensaban que dejaría de hablar, comienza a gritar nuevamente de una forma muy parecida al principio. Esto
los sobresaltó y los mantuvo atentos a cada una de sus palabras.

De esta forma, hemos creado una experiencia estructurada, dirigida a mantener la atención del oyente una y otra vez.
Cuando el profesor estaba gritando, es claro que esa era una parte específica de su presentación. Al bajar la voz, nos
estaba comunicando que nos encontramos en otra parte de la presentación. Este contraste entre secciones es típico de
una canción. El coro suele ser la parte más intensa y explosiva, mientras que el verso es más meditabundo. Por esta
razón, tal cual como lo vimos en el ejemplo del profesor, el contraste nos ayuda a crear estructuras claramente
definidas y con un mensaje directo. En este caso se usó la fórmula “fuerte-suave” para crear nuestro contraste.

Sin embargo, existen otras maneras de crear contraste en una canción además de la fórmula “fuerte-suave”. Se pueden
usar el rango de notas de la melodía, el ritmo de las líneas, la longitud de las frases, entre otros.

La medida perfecta

Cuando estamos escribiendo una canción puede suceder que tengamos demasiadas palabras y nuestra
melodía se quede corta. También puede pasar lo contrario, que las palabras se queden cortas para la
melodía que hemos compuesto. ¿Cuál es la medida perfecta de una canción? ¿Cómo podemos lograr que
la línea y la melodía tengan la medida perfecta?
Hoy día, existe cierta discrepancia en cuanto a longitud de las líneas según la sección de la canción que se esté
trabajando. Algunas tendencias, ciertamente complicadas, señalan que en las canciones contemporáneas un verso o
estrofa, puede ser de ocho líneas de dieciséis compases cada una, los pre-coros van de cuatro a ocho compases y los
coros pueden extenderse desde ocho compases hasta catorce o dieciséis. Esto, sin duda, es una respuesta complicada.

La tendencia más útil es la que señala que una sección debe ser tan larga o corta como tiene que ser. Sin embargo,
¿qué significa esto?

Esto significa que las líneas de una canción no tienen una duración estándar, sino que las mismas pueden sonar muy
largas o muy cortas dependiendo de cómo se exprese el mensaje, y no por la longitud del mismo.

Dicho de otra forma, si tenemos un mensaje que comunicar, nos estamos moviendo a un buen ritmo, mantenemos al
oyente involucrado con la canción, entonces no importa el tiempo que se extienda el verso o el coro, la longitud es la
correcta. Sin embargo, si nos estancamos, si se repite lo mismo que se ha dicho desde el principio, si la dirección del
mensaje es clara, no importa cuán breve sea la sección que esté trabajando, siempre se escuchará demasiado larga y
los oyentes se aburrirán en algún momento. Es importante tener en cuenta este detalle: cuando los oyentes se aburren,
hasta una línea muy corta puede sonar interminable.

Entonces, lo que se debe hacer, es que en lugar de pensar en términos de longitud, pensemos en términos de
presentación eficaz del mensaje. ¿Cuánto tiempo me tomará dar a los oyentes la información necesaria para entender y
conectar emocionalmente con mi canción? ¿Cuándo estoy diciendo demasiado? La respuesta a estas dos preguntas nos
dará la longitud correcta para cada sección de una canción que estemos trabajando.

Resumen

Una canción puede resultar aburrida o entretenida. En la composición de canciones, esto no depende
totalmente del feeling que el cantante tenga al interpretarla, sino de la forma en cómo la canción fue
escrita.
Cuando repetimos frases, melodías o ritmos en nuestra canción, el oyente desarrolla una familiaridad con esa frase o
melodía que estamos repitiendo. Sin embargo, al abusar del recurso de la repetición, el oyente puede llegar a
fastidiarse y perder el interés en la canción.

El contraste es, por lo tanto, la variación entre dos secciones de la canción. Puede verse caracterizada por una sección
fuerte y la otra suave, o una sección rápida y la otra lenta.

El contraste puede darse por generar diferencias en el esquema de rimas, en los patrones alternos, en las rimas o en las
longitudes de las líneas.

El coro es considerado la parte más importante de la canción. Gran parte de su intensidad y relevancia se da por el
contraste que presenta, tanto lírica como musicalmente, con otras secciones de la canción como el verso y el pre-coro.

Las repeticiones son usadas para enfatizar un mensaje, sin embargo, el agregar una nueva perspectiva o interpretación
de la situación en cada repetición, ayuda a que las mismas ganen peso y no se trate de una simple repetición. Esto
permite que la canción se vuelva más eficaz y no resulte en una palabrería redundante.

De igual forma, el crear contrastes permite definir la estructura de la canción. Un ejemplo clásico de esto es la relación
verso-coro. Lo que define a dichas secciones suele ser con frecuencia precisamente el contraste: el uno es más suave y
el otro más fuerte.

Conclusión

Una de las premisas más importantes del compositor de canciones es escribir una letra que mantenga la
atención de los oyentes. Esto puede darse de forma natural dejándonos llevar por la inspiración. Pero
también se puede lograr mediante la observancia de algunas técnicas compositivas.
Mediante el uso de las repeticiones afianzamos un mensaje en particular, o formamos un estribillo memorable. Pero,
¡cuidado! Las repeticiones pueden aburrir al oyente si no se manejan bien. Agreguemos algo nuevo con cada
repetición, así el oyente descubrirá nuevas cosas con cada una de ellas.

Al fin y al cabo, todo se trata de crear el contraste. De esta forma, se puede concluir que el contraste es un factor de
sorpresa e innovación en la canción. De modo que, si deseamos causar sorpresas en nuestras canciones, e innovar con
cada letra que escribamos, debemos tomar en cuenta los factores de la repetición y el contraste.

SEMANA 9

Introducción

Aunque la composición de letras de canciones es una labor que debe mucho a la inspiración, el
conocimiento de ciertas técnicas y recursos literarios ayuda a lograr la reacción deseada en el público.
Por esta razón estudiaremos la metáfora: ¿qué es? ¿Qué tipos de metáforas existen? ¿Para qué me sirve? De esta
forma, al incluirla en nuestro arsenal de herramientas se pueden producir letras eficaces y de calidad literaria.

De igual forma, analizaremos como los momentos de tensión y relajación pueden determinar el éxito o el fracaso de
nuestra canción.

Metáforas

En la industria musical actual, existen canciones que destacan no solo por la calidad de arreglo o la
técnica del intérprete, sino también por su letra. Es un hecho que la letra de una canción contribuye
enormemente al éxito de la misma. Seguramente nosotros mismos guardamos en la memoria canciones
cuyas letras nos han cautivado. Sin embargo, como compositores de canciones, quizás nos preguntemos,
¿cómo crear letras memorables? ¿Qué técnicas puedo implementar a fin de transmitir mis ideas una forma
elegante e interesante?
Existen recursos literarios que pueden dotar a nuestras letras de una gran expresividad. Uno de estos recursos es la
metáfora. La palabra metáfora viene del latín metaphora, y éste término viene a su vez de una palabra griega que,
traducida, quiere decir traslación. Para efectos de este curso, podemos definir metáfora entonces como la descripción
no directa de un objeto o una cosa. Dicho de otra forma, consiste en comparar algo con otra cosa a fin de establecer
una descripción más acertada.

Los detalles cobran una especial importancia cuando se habla de metáforas. Gracias a los detalles, se ha aprendido a
abordar el quién, el qué, el dónde y el cuándo de una forma eficaz. Todo sería más interesante si los detalles que se
usan en una letra no sean lo que parece. Es decir, usando los detalles para decir lo mismo de dos maneras diferentes,
desde dos perspectivas diferentes o con dos significados diferentes.

Podemos comparar la metáfora a una colisión de ideas. A fin de hallar una analogía, pensemos en dos autos
impactando en la calle. Seguramente las partes desprendidas de uno se mezclarán con las del otro formando una única
y accidentada escena. Las metáforas actúan de la misma forma: es decir, las palabras colisionan para formar una única
imagen.

Las metáforas se usan todo el tiempo, en cualquier tipo de situaciones. Al decir, por ejemplo: “Éste calor está para
morirse” se está usando una metáfora, pues se usan dos ideas completamente distintas: el calor y la muerte.

De esta forma, al usar las metáforas en las letras que escribimos, podemos descubrir nuevas maneras de decir lo
mismo, creando así sensaciones totalmente nuevas.

Tipos de metáforas

A medida que se practica en la elaboración de metáforas, podemos darnos cuenta de que existen muchas
maneras de usarlas. A continuación, estudiaremos los tipos de metáforas y la forma como estás pueden
funcionar en las letras que estemos escribiendo.
• Metáfora de identidad: este tipo de metáfora establece o afirma la identidad de dos sustantivos. Dicho de otra
forma, hace uso de dos sustantivos para formar una imagen concreta o transmitir la cualidad de alguno de los
sustantivos. Por ejemplo: el carro es una nave. Con base a este ejemplo, se puede decir la metáfora de dos maneras:
“el carro es una nave” y “la nave del carro”.

A modo de ejercicio, podemos tomar la palabra viento y combinarla con río, perro y carretera a fin de formar tres
metáforas. El resultado podría ser algo como: “se lo llevó el río del viento”, “esto me supo a perro comiéndose al
viento” o “el avión avanza sobre la carretera del viento”.

• Metáfora calificativa: este tipo de metáfora tiene la función de calificar sustantivos mediante el uso de adjetivos, o
de adverbios calificando verbos. La fricción o colisión existente entre estas combinaciones es lo que forma la
metáfora. Un ejemplo de este tipo de metáfora lo encontramos en la frase “verde como una rana”, la cual es un
ejemplo de sustantivo siendo calificado por un adjetivo. La frase “corriendo como un loco” es un ejemplo de adverbio
calificando un verbo.

• Metáfora verbal: este tipo de metáfora se forma por el conflicto o colisión entre el verbo y el sujeto. Las siguientes
frases son ejemplos de metáforas verbales: “el caballero andante” y “la niebla llorosa”.

Aristóteles llegó a decir que la capacidad de ver una cosa como si fuera otra es un acto verdaderamente creativo del
ser humano. La mayoría de la gente tiene la chispa creativa de hacer metáforas, requiriendo solamente del debido
entrenamiento y la forma de dirigir su energía y atención correctamente.

Las grandes metáforas parecen venir en un destello de inspiración. Esto no quiere decir que la preparación y la
práctica no puedan generar metáforas igualmente geniales. Lo más importante es saber ubicar las palabras adecuadas
para que, al combinarlas, produzcan una imagen verdaderamente impactante.

Combinaciones de palabras

Si bien es cierto que a la hora de escribir una canción podemos decir las cosas de una manera
simple y directa, también es cierto que mediante la combinación de ciertas palabras se puede
lograr un lenguaje elegante y eficaz. ¿Cómo se crea este lenguaje? ¿Cómo podemos transmitir
ideas de una forma elegante pero eficaz?
Musicalmente hablando, existen muchos tipos de canciones en la industria musical. Los distintos géneros
juegan con diferentes ritmos, conjuntos e instrumentos. Al nivel lírico, es decir, a nivel de escritura de
canciones; también existen muchos tipos de canciones. Existen letras muy realistas y directas, como las que
usan las canciones de rap. Otras letras son más “azucaradas” con expresiones cotidianas y líneas sentimentales,
por ejemplo, las Baladas modernas y la música Pop en general. Otras letras enfatizan más el uso de distintos
recursos literarios, con la finalidad de generar elegancia y sobriedad. Estas letras suelen caracterizar las
historias épicas y fantásticas de géneros como el Heavy-Metal y el Power-Metal. Por esto vemos que la forma
como usemos los distintos recursos literarios, puede definir el “género” de nuestra letra.

El usar sustantivos junto con adjetivos permite la creación de una imagen mental específica, además de que
otorgar un aire “literario” a nuestra letra. La idea de generar esta combinación es que nuestra idea adquiera
mayor fuerza o personalidad. Esto quiere decir que la selección tanto del adjetivo como del sustantivo tiene que
ser correcta y reflejar de manera eficaz lo que se desea transmitir. Dicho de otra forma, si quiero hablar de la
noche, cualquier adjetivo que use va a transmitir una idea muy diferente. Por ejemplo, decir “la noche fría” no
es lo mismo que decir “la noche loca” o “la noche plácida”. Entonces, no se trata de escoger cualquier adjetivo
solo para rellenar una frase o completar la melodía de una línea. Se trata de buscar el adjetivo correcto, en el
orden correcto, con la finalidad de transmitir una idea concreta. Cuando no tenemos mucha experiencia como
compositores de canciones, esto puede tomar un tiempo, pero luego conseguiremos hacerlo cada vez más
rápido.

A continuación veremos dos columnas, una de sustantivos y otra de adjetivos, que se puede probar combinar de
diferentes maneras a fin de obtener una imagen concreta:

Sustantivos

• Pelo

• Noche
• Playa

• Perro

• Olla

• Montaña

• Guitarra

Adjetivos

• Grande

• Caliente

• Hermosa

• Alta

• Sucio

• Oscura

• Brillante

Hemos visto entonces varias palabras que, al probarlas en diferentes tipos de combinaciones, resultan en una
cantidad sumamente variada de imágenes que podemos usar en nuestra labor compositiva. Usando algunas
palabras de las columnas podemos elaborar las siguientes combinaciones: “El pelo grande”, “el pelo caliente”,
“el pelo sucio” o “el pelo brillante”. ¿Qué combinaciones formarías?

¿Por qué las personas escuchan una misma canción

una y otra vez?

Uno de los propósitos de la banda sonora de una película es causar en los espectadores una sensación
específica. En el caso de que las imágenes por sí solas causen alguna emoción, la finalidad de la música
es acrecentar dicha emoción. Como ejemplo de esto, se puede tomar la película “Tiburón” y darnos cuenta
de que antes de que se vea el tiburón o cuando el animal está a punto de atacar, comenzamos a escuchar
la ya famosa melodía de dos notas repitiéndose constantemente, como muestra del peligro inminente.
Como compositores de canciones, podemos crear atmósferas o sensaciones con nuestra letra, sin
depender de la música. ¿Cómo lograrlo? Mediante el uso correcto tanto de la tensión como de la
relajación.
Esto no quiere decir que cada canción que escribamos deba ser una secuencia constante de tensión y ansiedad. La
finalidad es crear interés o atención del público por medio de momentos de tensión, ansiedad o estrés. Claro está que
estos sentimientos no son los más agradables para tener, pero al momento en que se resuelven en su respectivo estado
de relajación, es innegable que producen una sensación muy plácida. De hecho, esto es precisamente una de las
razones por las que la gente escucha una canción una y otra vez, por la tensión y relajación que causan. Podemos
comparar este proceso al montar una montaña rusa.

Entre colinas y valles

Si pensamos en qué es lo que hace que una canción suene intensa, lo más probable que pensemos es
que se trata de la música. Si bien es cierto que el arreglo instrumental puede lograr grandes aportes en
materia de tensión y relajación, no es lo único que puede hacerlo. La letra tiene un gran potencial para
crear momentos de tensión y relajación en una canción. ¿Por qué? Porque en la letra está contenido el
mensaje o historia de la canción, por tantos, los elementos del arreglo instrumental estarán sujetos al
mensaje o historia que está plasmada en la letra. ¿Cómo, entonces, se puede crear una letra que refleje
grandes momentos de tensión y de relajación? ¿Cómo puedo escribir una canción que la gente quiera
volver a escuchar?
Para responder esta pregunta resulta de gran utilidad pensar en la estructura de nuestra canción como una serie de
montañas muy altas y valles profundos. Cada vez que nos encontramos ascendiendo una montaña se reflejan esos
momentos de la letra en los cuales la tensión va en aumento. Al llegar a un clímax de tensión significa que estamos en
la cúspide de la montaña. Luego podemos, ya sea lanzarnos al vacío hasta el profundo valle y generar un momento de
relajación instantáneo, o bajar la montaña gradualmente hasta llegar a la apacibilidad del valle, generando así una
relajación gradual.

Dicho esto, podemos tomar la estructura de nuestra canción y asignarle una “montaña” o “valle” en específico, según
la sensación que se desea causar. Por esta razón, podemos pensar en nuestra canción de la siguiente manera:

• Al comenzar el primer verso, imaginemos el principio de nuestro camino. A medida que vamos caminando se va
levantando la primera colina, por lo que vamos en un ligero ascenso. Nuestro verso debe reflejar ese ligero ascenso,
como muestra de que el paisaje está cambiando.

• Al llegar al pre-coro tenemos un suave respiro, para descansar, y luego continuamos andando durante la parte final
de la colina, la cual descubrimos que es muy empinada, por lo que nuestra tensión va en aumento hacia su punto
máximo.

• De esta forma, al lograr llegar a la cima de la colina contemplamos el paisaje en su máximo esplendor,
correspondiendo esta parte a la explosión de coro, en el cual se libera toda la tensión acumulada durante el verso y el
pre-coro.
• Luego de la explosión del coro, la energía va disminuyendo mientras bajamos la colina, hasta que nos encontramos
nuevamente en el valle, listos para comenzar a caminar el trayecto correspondiente al segundo verso.

Al ver la estructura de una canción de esta forma se pueden generar ambientes de gran tensión y relajación. Incluso, se
puede jugar con ambos conceptos con el fin de mantener a los oyentes cautivados y no aburrirlos en una serie de
secciones predecibles. Por ejemplo, se pueden alargar los momentos de tensión para resolverlos en un momento que el
oyente no se lo espera. O podemos pasar de una sección tensa a una sección relajada inmediatamente, generando así
diversidad en la canción.

Construyendo tensión según el género, parte I

El arte puede llegar a ser muy subjetivo. Dependiendo de la visión de cada artista, la imagen que se quiera
plasmar puede resultar muy diferente una de otra. Por ejemplo, pensemos en el campo de la pintura.
Supongamos que convocamos a los siguientes seis grandes pintores: Rembrandt, El Greco, Monet,
Picasso, Kandinsky y Pollock. A cada uno de ellos se le pide que, por separado, pinte un árbol. Nada
complicado, sino un sencillo y solitario árbol. Al término de las encomiendas, encontramos que cada árbol
pintado resultaba enormemente diferente al resto. De igual forma, en la música el generar momentos de
tensión y relajación puede diferir dependiente del género que se esté trabajando. ¿Cómo podemos crear
eficazmente momentos de tensión y relajación en cualquier género musical?
Sigamos con nuestro ejemplo de los pintores, y analicemos brevemente el estilo de cada uno.

• Rembrandt: su estilo se caracteriza por un uso casi obsesivo de la técnica del claroscuro. Al mismo tiempo, la
confección de los cuerpos resulta enormemente realista. Como ejemplo de esto veamos su obra “Lección de
Anatomía”. Seguramente su árbol estaría ubicado en una colina lúgubre, incluso en medio de una tormenta, siendo
iluminado por un solo rayo de luz, creando un claro contraste entre la luz y la oscuridad.

Figura 9.1. Lección de Anatomía de Rembrandt

• El Greco: su estilo está caracterizado por un uso de los colores de una forma más viva que Rembrandt, al mismo
tiempo que presenta la tendencia de que sus personajes resulten alargados. Como ejemplo de esto veamos su
“Autorretrato”. Seguramente su árbol resultaría también sombrío, y muy alto.

Figura 9.2. Autorretrato de El Greco

• Monet: pintor francés conocido por su estilo impresionista. Sus obras se basan en una mezcla de puntos y trazos que
forman una imagen borrosa vista de cerca, pero que adquiere gran detalle y riqueza cromática conforme vamos
alejando la vista. Probablemente su obra más conocida sea “Impresión”. Probablemente su árbol sería una mezcla de
puntos y trazos de colores que, al verlo a un metro y medio de distancia, distinguimos como tal.

Figura 9.3. Impresión de Monet

• Picasso: su obra se caracteriza por un uso de líneas gruesas para delinear sus personajes, además de la
representación grotesca de alguno o todos los rasgos de la obra. Veamos su “Autorretrato”. El árbol de Picasso
posiblemente tendría los frutos muy grandes, en comparación con el árbol. Tampoco resultaría extraño que el mismo
estuviera torcido, a semejanza de un bonsái.

Figura 9.4. Autorretrato de Picasso

Construyendo tensión según el género II

Continuemos entonces con nuestro estudio de los diferentes estilos plásticos, con la final de comprender
como crear momentos de tensión y relajación según los diferentes géneros musicales.
• Kandinsky: este artista ruso gusta de usar la geometría en sus composiciones, por tal razón no es extraño encontrar
círculos, triángulos, líneas y de más figuras geométricas entrelazándose. Como muestra de esto veamos su
“Composición Ocho”. Su árbol estaría formado probablemente por muchos triángulos sobre un rectángulo vertical. Es
posible incluso que no distingamos su forma de árbol.

Figura 9.5. Composición Ocho de Kandinsky

• Pollock: conocido por el uso “accidental” que hace de las pinturas, el estilo de Pollock es sin duda un hito. Tanto la
estructura como la perspectiva no tienen importancia, formando así un espectáculo caótico. Como ejemplo de este
observemos su “Convergencia”. El árbol de Pollock posiblemente no se vería como un árbol.

Figura 9.6. Convergencia de Pollock

Como hemos visto, según la visión de cada artista es posible crear versiones enormemente diferentes de una misma
imagen u objeto. Esto nos enseña que la tensión y la relajación, musicalmente hablando, no se construyen igual de un
género a otro.

Por ejemplo, géneros como el Pop y el Rock dependen en gran medida de la formación de tensión durante el verso y
el pre-coro, y la liberación de este durante el coro. Esta tensión puede formarse tanto por el arreglo instrumental como
por la letra en sí. Sin embargo, algunos géneros urbanos como el R&B, el Soul y el Urban Dance se basan más en los
cambios de ritmo del arreglo instrumental, además del ritmo de la melodía para construir y liberar tensión. Es decir, a
nivel de letra, lo que proporciona tensión es el ritmo de la melodía, más no así el contenido de la letra.

Consideraciones finales

Hablaremos ahora de algunas consideraciones en cuanto a la tensión y la relajación en la melodía o letra.


En una canción pegajosa, los oyentes escuchan la misma melodía en el coro unas tres o cuatro veces, incluso más.
Repetir tantas veces la misma melodía debe ser aburrido, sin embargo, resulta interesante que en las canciones
exitosas los oyentes esperan estas repeticiones una y otra vez. De hecho, cuando no sucede, suele causar decepción y
pérdida de interés. La pregunta es, ¿por qué el obviar unas repeticiones puede decepcionar a los oyentes? La razón es
muy sencilla. Durante los versos, pre-coros y puentes el compositor va creando una línea ascendente de tensión. Esta
tensión puede verse reflejada en la letra, en la melodía de la letra, en el arreglo instrumental o en todos estos aspectos.
Una vez que la tensión ya alcanza un clímax, se vuelve imperativo proporcionar la forma liberar toda esa tensión.

Esta es precisamente la función del coro. Podemos decir entonces que el coro depende en gran medida de la cantidad
de energía y la anticipación que construye la melodía. Por esta razón es necesario saber ubicar estos momentos de
tensión y relajación, para proporcionar así toda una experiencia emocional a nuestro oyente.

Resumen

La metáfora es la descripción no directa de un objeto. Se asemeja al símil en el sentido de que ambos


recursos usan la comparación como fórmula para resaltar las características de un objeto o situación.
Existen tres tipos de metáforas, las cuales son:

• De identidad: establece o afirma la identidad de los sustantivos.

• Calificativa: califica los sustantivos.

• Verbal: se forma por la combinación del verbo con un sustantivo.

No solo mediante la combinación de verbos y adjetivos se forman imágenes interesantes, sino que los adjetivos
también cumplen una función muy importante en la creación de imágenes concretas en la mente de los oyentes.

La tensión y la relajación son conceptos que permiten que una canción sea escuchada una y otra vez. De acuerdo a la
forma en como el compositor maneje estos conceptos, puede crear canciones de gran éxito en la industria musical
moderna.

Conclusión

Se puede concluir que mediante el uso de las metáforas se pueden crear letras de gran calidad literaria,
así como de gran eficacia musical. No es necesario que las letras sean verdaderos sonetos, o que tengan
mayor calidad literaria que la obra de Shakespeare, pero si se espera que se pueda hacer un uso correcto
y eficaz de la metáfora a fin de crear en la mente de la persona una imagen concreta. Esto ayuda a crear
una experiencia emocional poderosa en la persona, por lo que las probabilidades de que esa persona
quiera escuchar nuestra canción aumentan exponencialmente.
Lo mismo puede decirse de la tensión y la relajación. Constituyen dos elementos importantísimos en la composición
de una canción. Es llenar a nuestros oyentes de experiencias hasta llevarlos a un momento de tensión máxima para
luego proveerles la manera de liberar toda esa tensión y relajarse. ¡Esto es sumamente importante! Si dominamos
esto, podemos asegurar la composición de una gran cantidad de canciones exitosas.

SEMANA 10

Introducción

Para componer canciones no se necesita tener mucha experiencia. Tampoco es fundamental poseer
amplios conocimientos en teoría musical. Lo más importante es tener un mensaje que contar, y desarrollar
la forma adecuada de contarlo.
Para ayudarnos a lograr este propósito, estudiaremos algunos aspectos que se deben tener en cuenta para crear la
melodía idea según nuestra letra. Analizaremos algunas técnicas basándonos en el tono, la densidad de las palabras,
los acentos y los patrones reincidentes.

También analizaremos nuevas formas de generar contrastes, el cual se produce debido la tensión y la relajación.

De igual forma, echaremos un vistazo al lenguaje poético y al lenguaje directo, al mismo tiempo que aprenderemos
como usarlos ambos para la producción de una letra efectiva.

¿Cómo crear una buena melodía? Parte I

Se ha enseñado anteriormente la importancia de crear momentos de tensión y relajación en una canción.


Dicha importancia radica en la forma de mantener la atención de los oyentes en nuestra canción. Y no solo
eso, sino que también se busca crear y aumentar la tensión emocional en la persona, para luego liberarla,
generando así una experiencia agradable para nuestro público. Sin embargo, ¿cómo generamos dicha
tensión? ¿Qué elementos se deben tener en cuenta para generar la tensión y relajación adecuadas?
Para responder estas preguntas, estudiaremos a continuación algunas formas de crear tensión y relajación y así dotar
nuestra canción de momentos emocionantes.

Tono

Cuando hablamos de tono, nos referíamos a las notas de la melodía de la letra. Cuando dicha melodía se mueve de
forma gradual y ascendente, se crea la sensación de que se nos está llevando a alguna parte, o dicho con otras
palabras, se genera una anticipación para una sección de mayor intensidad. Ese movimiento gradual y ascendente
puede transcurrir durante toda la sección de la canción o limitarse a solo una línea. Entonces podemos colocar ese
movimiento ascendente a lo largo de todo nuestro verso, o guardarlo para las líneas del pre-coro.

Lo mismo se aplica en el caso de que el movimiento de la melodía sea descendente. La diferencia radica en que,
mientras el movimiento ascendente de la melodía va generando tensión, el movimiento descendente de la misma
genera resolución y liberación de energía. Pese a esto, no se debe considerar que cada línea debe ser una sucesión
constante de notas crecientes y decrecientes. Otra forma de generar la sensación de tensión y anticipación es cuando la
nota más alta de una línea es más alta que las de la línea anterior. Esto causa tensión aunque la melodía de la línea no
sea precisamente ascendente en sí misma. Lo mismo se puede decir de las notas en sentido descendente. Cuando la
nota de una línea es más baja que aquellas que conforman las líneas anteriores, entonces la canción toma una
dirección descendente, por lo tanto, la liberación de la tensión se produce de forma gradual.

¿Cómo crear una buena melodía? Parte II

Continuaremos nuestro estudio de las formas para generar tensión en una canción.

Densidad de notas

La densidad se notas se refiere a usar varias de ellas en un espacio de tiempo muy pequeño. Cuando se dicen las notas
muy rápido, se crea tensión y suspenso, debido al impacto rítmico del fraseo. Un ejemplo de esto son las canciones de
rap, donde escuchamos una gran cantidad de palabras dichas muy rápido, creando una tensión que no se resuelve sino
hasta que se llega a un descanso o coro.

Acentuar tiempos y repetición de patrones

La mayoría de las canciones se escriben usando una métrica de cuatro por cuatro. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir
que en cada compás debe haber cuatro tiempos. ¿De qué nos sirve saber esto para crear momentos de tensión y
relajación en nuestra canción? Pues sirve de mucho. En una métrica cuatro por cuatro, los tiempos fuertes están
ubicados en el primer y el tercer tiempo, mientras que los tiempos débiles los tenemos en el segundo y cuarto tiempos.
Aplicando este conocimiento a la composición de nuestra canción, al momento de asignar melodía a nuestra letra, si
se hace hincapié en que las sílabas coincidan con los tiempos fuertes del compás, la canción tendrá una sonoridad
equilibrada, asentada y “relajada”. En cambio, cuando en nuestra melodía enfatizamos las sílabas que caen en el
segundo y cuarto tiempo creamos una sensación de tensión. Esta tensión se produce porque se están acentuando
palabras ubicadas en sitios donde naturalmente no se esperaría un acento. En otras parabas, estaríamos haciendo algo
que no se espera, y por ese motivo otorga sorpresa, frescura y ritmo a nuestra letra.

Lo mismo se puede decir cuando se aplica algún otro tipo de compás. Ya sea que nuestra canción tenga métrica de tres
por cuatro o seis por ocho, siempre que se acentúen las palabras en los tiempos fuertes, esta sonara estable y generará
la sensación de estabilidad y resolución. De la misma forma, cuando se acentúen los tiempos débiles, la letra sonará
movida, interesante y fresca, generando así tensión en la misma.

De la misma forma, aunque no se trata de realizar acentos, la repetición de patrones rítmicos y melódicos concretos
contribuye a generar tensión en nuestra canción, la cual es liberada al momento que interviene un patrón diferente.

Elaborando melodías frescas e interesantes

Se ha estudiado con anterioridad la forma de llamar la atención mediante el uso de contrastes. Sin
embargo, se habló de dicho contraste a niveles muy generales de la canción. ¿Cómo puedo generar
contraste en mi melodía? ¿Cómo puedo lograr que la melodía llame la atención y se escuche interesante?
Captar la atención de las personas es uno de los objetivos más importantes de la canción. Si bien es cierto que el
arreglo instrumental juega un papel importante para lograrlo, no es la única forma. La letra de la canción es
sumamente importante para esto, sobre todo en canciones donde siete poco o ningún acompañamiento instrumental.

Teniendo esto en cuenta, estudiemos las maneras de lograr contraste en nuestra melodía basándonos en las notas de la
misma:

• Una forma de generar contraste y sorpresa es alterando la distancia que existe entre un intervalo determinado. Un
salto hacia un intervalo más agudo puede llenar de tensión nuestra línea melódica. El tamaño del intervalo es
proporcional a la cantidad de tensión causada. Es decir, si el intervalo es pequeño, se genera poca tensión; mientras
que si el intervalo es amplio se genera mucha tensión.

• También es posible generar tensión cuando usamos una frase ascendente que gradualmente nos va conduciendo a un
nuevo rango de notas. Por ejemplo, si tengo mi melodía en un nivel intermedio, puedo hacer en ella algunos saltos de
intervalos que me lleven a un sitio más agudo. Luego que estamos en esta parte más aguda, movemos nuestra melodía
con los sonidos ubicados en un registro más agudo.

• Luego de esto, el regresar gradualmente a nuestro rango de tonos original permite resolver la tensión en un momento
de paz.
• Otra forma de generar tensión y relajación de una forma interesante y poderosa es la siguiente: conforme la melodía
vaya avanzando, incrementar la tensión mediante saltos de intervalos. Luego, cuando se llega a un punto muy alto,
dicha tensión se deja caer abruptamente en las notas del registro original. Esta caída abrupta resuelve la tensión
acumulada de una forma tan abrupta que se asemeja al momento previo en que el vagón de una montaña rusa se
precipita poderosamente en un ángulo casi recto.

• Una de las formas más comunes de incrementar la tensión en una melodía repetida es interpretarla una octava más
alta. Una gran cantidad de canciones llevan su verso en un rango de notas específico, y el segundo verso las mismas
notas se interpretan una octava más arriba. Esta fórmula es muy efectiva porque, aunque los elementos del arreglo
instrumental no cambien en lo absoluto, solo con cambiar la altura de la melodía se percibe un nuevo nivel de tensión.

• En géneros “urbanos” como el Soul, el R&B y el Urban Dance, es común encontrar que, para generar tensión, se
generan pequeños cambios en las notas de la melodía a medida que esta se repite. Dicho cambio es muy sutil, pero es
suficiente para generar un incremento en la tensión de la canción.

• Por último, se genera contraste al usar un rango de notas distinto para las melodías de diferentes secciones de la
canción. Por ejemplo, si el primer verso tiene su melodía en un rango de notas específico, el pre-coro en otro y el coro
en otro, se genera un aumento de tensión. Lo mismo puede decirse del resto de las estructuras de una canción.

De esta forma, podemos componer melodías interesantes y frescas.

Hablemos de ritmo

Uno de los aspectos más importantes relacionados por el impacto que una canción o una letra puedan
causar se relaciona con el ritmo. Es necesario aclara que, dentro del contexto de la composición de
canciones, cuando hablamos de ritmo no nos referimos a tiempo o ritmo subyacente de los instrumentos
que acompañan de la canción. Nos referimos solo a la letra y a la melodía de la misma. Aclarado esto,
¿cómo podemos usar la relación palabras-tiempo para lograr una letra impactante?
Mediante las diferentes secciones de una canción se puede crear contraste en cuanto al ritmo de la letra. Por ejemplo,
se puede tomar el verso de la canción y escribir una letra donde el ritmo sea muy rápido. Se pueden decir tres o cuatro
palabras por compás. Esto generará una auténtica “ametralladora” lírica. Seguidamente cuando se llega el verso,
podemos escribir la letra de una forma totalmente distinta. Bajamos la intensidad y escribir una melodía larga con
pocas palabras, a fin de dar un descanso a los oyentes. Cuando este descanso comienza a hacerse pesado y aburrido,
volvemos a la fórmula de las palabras rápidas para llenar de intensidad la canción. De esta forma, jugando con las
diferentes velocidades o ritmos de la melodía, se puede generar tensión y relajación, para felicidad de los oyentes.
Esto ha sido demostrado a lo largo de la historia de la música. La canción exitosa crea interés y mantiene a los oyentes
sintonizados.

Para resumir, a fin de mantener a la audiencia interesada, un verso rápido con un pre-coro de ritmo moderado y un
coro lento causarán sin duda una buena impresión.
Finalmente, podemos decir que no solo se trata de elaborar versos rápidos, pre-coros intermedios y coros lentos, sino
que también resulta útil añadir cambios de ritmos en una determinada sección de la canción. Para probar esto, se
puede escribir una melodía para el verso con dos o tres palabras por compás. Esto será sin duda algo rápido. Luego
podemos contrastar creando una melodía con dos o tres notas por compás, independientemente del número de
palabras. O incluso podemos hacer el mismo proceso de manera invertida.

Existen muchas formas de generar interés en una melodía. Combinar estas técnicas con nuestra propia creatividad
puede dar muy buenos resultados en nuestra labor como compositores de canciones.

El sentimiento de una melodía

Una de las diferentes preocupaciones del compositor de canciones no solo es escribir la letra adecuada,
sino otorgarle la melodía adecuada. Y no es para menos. Quizás logre escribir dos versos llenos de
tristeza y fatalismo, pero solo se le ocurren melodías rítmicas y pegajosas. ¿Cómo se puede encontrar una
melodía adecuada según el sentimiento de la letra?
Es un hecho que, al hablar con las personas, no se habla en un solo tono. Sería muy extraño. Cada frase que decimos
tiene una serie de tendencias o direcciones. Por ejemplo, cuando se formula una pregunta la tendencia de la frase es
terminar hacia arriba, por motivo del signo de interrogación, ¿no es así? En cambio, al hacer una simple declaración,
la frase generalmente presenta la tendencia a descender, lo cual da la sensación de finalidad. Dicho de otra forma, al
dirigir el tono de la voz de diferentes maneras, se producen diferentes sensaciones. Cuando se dirige la frase hacia
arriba esta puede transmitir incertidumbre, esperanza, vulnerabilidad o anhelo. Cuando se dirigen hacia abajo
trasmiten decisión, confianza, tristeza o resignación. Claro está que esta explicación puede resultar demasiado
simplista, sin embargo, estas melodías “naturales” pueden ser útiles cuando se quiere reflejar el carácter emocional de
una línea importante en nuestra canción.

¿Qué debe hacer un buen letrista?

El escribir una canción es una tarea sencilla, pero también puede convertirse en una tarea titánica. ¿Por
qué razón? Debido a que cada persona es un mundo, por lo tanto, nuestra canción debe ser capaz de
lograr una conexión emocional con todas ellas. Ahora, ¿es mejor decir las cosas directamente o usar
muchas metáforas? ¿Cuál es la forma correcta de hacer saber algo? ¿Cómo se puede lograr que la
canción sea bella y comprensible?
A nivel de composición de canciones, el letrista tiene dos grandes tareas por cumplir:

• Debe lograr evocar distintos recuerdos y emociones con la canción. Esto puede lograrse mediante el uso de un
lenguaje vivo, imágenes frescas e ideas interesantes.

• Debe asegurarse de que los oyentes entiendan lo que sucede en la historia, lo que sucede a los protagonistas y la
forma como se desenvuelve la acción. Como se ha dicho anteriormente, no importa que tengamos el mejor mensaje
del mundo para transmitir, si no lo hacemos correctamente el público puede no entenderlo.

Una vez que se han fijado las dos tareas del letrista, se debe lograr un equilibro entre ambas. ¿Qué quiere decir esto?
Es muy sencillo. Si las explicaciones son demasiado duras y directas, la canción viene a ser como una piedra plana.
De otra forma, cuando se lleva el lenguaje poético demasiado lejos, los oyentes terminan ahogándose entre tantos
símbolos, metáforas y demás; llegando así a perder de vista el verdadero mensaje.

Lenguaje directo vs. Lenguaje poético

Una vez que se comprende la importancia de mezclar un lenguaje directo con un lenguaje poético, podemos
preguntarnos, ¿cuál es la forma de mezclar ambos tipos de lenguaje? Según el género que trabaje, ¿a cuál se le debe
dar prioridad?
Para evitar ambas cosas, existen algunas técnicas que permiten la combinación de un lenguaje directo y un lenguaje
poético, las cuales describiremos a continuación:

• Escribir líneas vívidas junto a líneas que expliquen lo acontecido: se pueden usar ciertas imágenes poéticas para
reflejar una idea, al mismo tiempo que esta se combina con una línea explicativa, de forma que el oyente pueda
imaginarse la situación por el lenguaje vívido, y al mismo tiempo saber los sentimientos del protagonista.

• Combinar poesía con frases directas: es algo que no se debe tener miedo de hacer. El combinar líneas poéticas con
líneas explicativas directas puede generar un contraste interesante y atraer mucho la atención de los oyentes.

• Darle tiempo a los oyentes a seguir la historia: si se comienza una canción hablando de los pájaros y dos palabras
después se habla de las redes tecnológicas, el oyente puede perderse entre las líneas de la canción. Cada vez que se
escribe algo se forma una imagen mental. Cuando se usan demasiadas imágenes contrastantes muy rápido el cerebro
del oyente puede desconcertarse y finalmente perder el interés por la canción. Por esta razón, se recomienda que se
dediquen dos líneas por imagen, a fin de no perder el hilo conductual de la canción.

• Usar una “paleta” de imágenes relacionadas y contrastantes: las imágenes son la fuerza propulsora detrás de muchas
de las grandes letras de hoy. Sin embargo, esto no quiere decir que se obtiene una buena letra al usar una imagen
cualquiera. Se debe pensar en las imágenes como el artista plástico piensa en su paleta de colores. Dicha paleta
incluye toda una gama de colores, ordenados en grupos los cuales están relacionados entre sí de alguna manera. Lo
mismo sucede con las letras de las canciones, lo cual se puede explicar de la siguiente manera: si se está escribiendo
una canción de Rap, por ejemplo, se usan imágenes urbanas como aceras, plazas, barrios, edificios, estacionamientos,
entre otros. Se debe tener cuidado de no incluir imágenes que no tienen nada que ver con el contexto, como dragones,
hadas, elfos, hechizos y demás cosas por el estilo. Claro que si existe una razón concreta para incluir alguno de los
elementos anteriormente citados debe hacer. Sin embargo, se debe proporcionar al oyente la explicación necesaria
para comprender dicha relación.

Mediante el uso de estas técnicas la mezcla del lenguaje poético y el lenguaje directo contribuirá a crear letras más
exitosas.

Resumen

La tensión y la relajación son elementos sumamente importantes en la composición de canciones. Sin


embargo, muchas veces podemos no saber cómo generar estos dos elementos. Por esta razón se debe
prestar atención a algunos aspectos a fin de crear la melodía perfecta. Entre estos elementos tenemos:
• El tono: la forma en cómo se desarrolla una melodía es similar a la forma como hablamos. Si dirigimos el tono
hacia arriba nuestra frase sonará a interrogante. Si lo dirigimos hacia abajo sonará a conclusión. De la misma forma
sucede con la melodía de una canción.

• Densidad de notas: mientras más palabras se digan por compás, más intensa será la canción. Este elemento de las
palabras rápidas puede ser muy eficaz cuando se contrasta con otras secciones con muy pocas palabras. Por ejemplo:
un verso rápido con muchas palabras y un coro lento con pocas palabras.

• Acentos: cada tipo de compás tiene sus tiempos fuertes y débiles definidos. Cuando la melodía enfatiza los tiempos
fuertes del compás, se escucha estable y firme. Cuando acentúa los tiempos débiles de un compás, se escucha
interesante, sorpresiva y bastante rítmica.

• Patrones: cuando se repite mucho un determinado patrón lírico o melódico se crea un sentido de familiaridad.
Luego al introducir un patrón diferente, este llama inmediatamente la atención, logrando así un contraste.

El contraste es importante dentro de una canción, se puede lograr tanto con elementos pertenecientes al arreglo
instrumental como con líneas especialmente escritas para eso. Una de las formas, a nivel lírico, más eficaces para
crear contraste es cantar una melodía en un rango de notas específico y luego cantar la misma melodía una octava
arriba. Este recurso es muy utilizado en las canciones de la actualidad.

Como escritor de canciones, el compositor debe plasmar en su letra un lenguaje apropiado. Esto se puede lograr
mediante la combinación de un lenguaje directo y un lenguaje poético.

Conclusión

La composición de canciones es una tarea que amerita de mucha práctica. Mediante la práctica se
realizan descubrimientos que nos ayudarán a conocer más a nuestro público, y a nosotros mismos.
Muchas de las técnicas de composición estudiadas han sido producto de años de experiencia de
compositores consagrados, las cuales han probado tener éxito.
Por esta razón, el factor de experimentación debe estar presente en la vida cotidiana del compositor. Su labor debe ser
contemplada como un laboratorio, donde la fusión de muchos ingredientes puede dar lugar verdaderas obras de arte.
SEMANA 11

Introducción

La composición de canciones es un oficio sumamente completo, donde tanto la inspiración como la técnica
pueden lograr mucho.
A continuación, estudiaremos los siguientes conceptos:

• La prosodia.

• El cliché.

• Patrones melódico-rítmicos para crear una melodía memorable.

• El uso de la síncopa en la creación de una buena melodía.

• El uso de las pausas para darle variedad a una melodía.

• Los cinco elementos de la composición de canciones que están relacionados entre sí.

Al aplicar cada una de las técnicas estudiadas aumentará la capacidad de escribir letras poderosas y con melodías
memorables, factor de alta demanda en la industria musical actual.

Prosodia

La música es una de las artes sobre las que más se ha escrito, y una de las que tiene mayor alcance en la
sociedad actual. Como todo arte, consta de varios elementos cuya relación armoniosa o poco armoniosa
puede afectar el resultado final.
Aristóteles decía que toda obra de arte contiene una característica especial: la unidad. ¿Qué quería decir con esto? Que
todo en la obra pertenece o existe para apoyar a los demás elementos. Musicalmente hablando, el período clásico
ostentaba principios similares. En aquel tiempo, la música de calidad debía ser sobria, equilibrada, ordenada y
sencilla. La melodía se mantenía como el elemento más importante. La armonía debía ser sencilla y sostener la
melodía, no competir con ella. El ritmo era claro, sencillo y muy repetitivo. La cantidad de compases que duraba la
melodía era generalmente un número par. La función de los instrumentos de la orquesta estaba claramente delimitada:
agudos con melodía, intermedios con armonía y graves con ritmo. La tonalidad mayor representaba momentos
alegres, así como la tonalidad menor representaba momentos tristes. Todo guardaba relación entre sí.

Dentro del contexto de la composición de canciones, la palabra que equivale a unidad sería prosodia. La prosodia es la
relación adecuada entre los diferentes elementos de una canción. Algunos ejemplos de prosodia en las canciones
pueden ser los siguientes:

• Prosodia entre las palabras y la música: esta se da cuando la armonía o el ritmo resultan congruentes con el texto
de la canción. Por ejemplo, si se habla de una situación triste lo más congruente sería usar una tonalidad menor. De la
misma forma, si el tema es optimista y alegre, lo ideal son las tonalidades mayores.

• Prosodia entre sílabas y notas: se produce prosodia cuando existe una relación adecuada entre las sílabas
acentuadas de una palabra y los tiempos fuertes de la canción, según el compás que se esté implementando. Por
ejemplo, si se tiene la frase “Cuándo voy a merecerte”, se produce prosodia cuando las sílabas “cuán”, la cual cae en
un primer tiempo de compás cuatro por cuatro, y “cer” de merecerte, la cual cae en el tercer tiempo del mismo
compás.

• Prosodia entre ritmo y significado: es similar a la prosodia entre palabras y música, solo que aquí se toma en
cuenta el ritmo de la melodía y del acompañamiento, y no la armonía de la canción. Si una letra dice algo como: “Me
voy corriendo ya no aguanto, tengo que apurarme, ya no hay tiempo, ya no hay tiempo”, pero la melodía de dicha
letra es muy lenta, no existe relación entre la letra y el ritmo, por lo tanto, no hay prosodia.

De esta forma, los elementos se unen para apoyar una idea central. Tanto la intención como la emoción de la obra
deben encajar. Esto es la prosodia: la relación apropiada entre los elementos de una canción.

Cinco elementos en una canción

Al comprender el concepto de prosodia, comenzamos a analizar mejor qué tan estable o inestable es la
canción que escribimos. Todos los elementos son analizados: el mensaje central, la melodía, el ritmo, los
acordes, la estructura lírica, todo. Mediante la práctica se obtiene un criterio acerca de lo que es estable y
lo que no lo es. De esta forma se obtiene un estándar para la producción de nuevas canciones.
Una de las cosas más importantes relacionadas con la estabilidad o inestabilidad de una canción son los elementos que
la conforman. Cuando se escribe una canción, cada sección de la misma usa siempre cinco elementos en su estructura.
Estos elementos se relacionan para actuar como banda sonora, y a la vez crear una sensación de movimiento. Esto
causa que se genere emoción, porque una canción movida siempre emociona. La estructura ideal de una canción
establece que se genere la prosodia por la concordancia entre los diferentes elementos, incluso la letra, alcanzando así
un potente grado de expresividad.

Los cinco elementos de la estructura de una canción a los cuales se les debe prestar especial atención son:

• El número de líneas.

• La longitud o tamaño de las líneas.

• El ritmo de las líneas.

• El esquema de las rimas.


• El tipo de rima.

Así, al prestar atención a estos cinco elementos, estaremos dotando a la letra de nuestra canción de mayor equilibrio y
fuerza expresiva.

Qué hacer con los clichés, parte I

La composición de canciones es quizá una de las labores que más está sujeta a copias. ¿Cómo podría no
ser así? ¿Cuántas canciones son escritas por año en todo el planeta? No tenemos el número, pero deben
ser miles o millones de ellas. No solo aquellos que se dedican a la música profesionalmente, sino que una
cantidad inmensa de personas que se dedican a cualquier campo, se sientan constantemente a componer
una canción. Esta gran cantidad sugiere la dificultad de escribir algo totalmente original, es decir, algo que
no se haya escuchado antes.
El cliché es una frase que en su origen expresó una gran verdad o un sentimiento importante, pero a través de un uso
excesivo ha perdido su impacto emocional. Es muy fácil ser tentado por una frase cliché, debido a que lo que
transmite suele ser muy cierto, pero si es un cliché, carecerá de la fuerza expresiva que la canción busca tener.

Para ver un caso de cliché, veamos el siguiente ejemplo:

Nuestro amor es eterno.

Siempre estaré para ti.

Oh, el amor es ciego.

Si bien es cierto que cada una de las líneas del ejemplo tiene un significado importante, se han repetido tantas veces en
otras canciones que han perdido parte o todo su significado real.

Esto no quiere decir que aquellas frases consideradas como clichés deban evitarse por completo, pero sí pueden
desarrollarse mejor a fin de transmitir la idea de una forma más interesante. Por ejemplo, usando la frase “el amor es
ciego” es bueno no detenerse allí, sino usar dicha frase como un punto de partida para la letra. Las siguientes
preguntas pueden ayudar a desarrollar la frase: ¿Por qué quiero decir esto? ¿Qué palabra puedo usar que guarde
relación con la ceguera? ¿Cómo es el mundo con oscuridad? ¿Qué relación existe entre la luz y la oscuridad? Una vez
que se piense en esto, es posible anotar imágenes e ideas relacionadas. Al realizar esto, las frases vendrán a
complementar la canción. Al final la frase “el amor es ciego” se puede convertir en “el amor es un callejón sin salida”,
lo cual resultaría mucho menos repetitivo y más interesante.

Qué hacer con los clichés, parte II

Un aspecto importante que se debe recordar en cuanto a los clichés, es que cuando escribimos una frase
de este tipo, en realidad, estamos escribiendo la canción de otra persona. ¿Por qué? Porque muy a
menudo los clichés son las primeras cosas que vienen a la mente cuando se quiere escribir sobre un tema
específico. Esto origina frases repetidas en canciones sobre temáticas similares. Por esto se puede pensar
así: cuando se escribe un cliché, realmente es la canción de otra persona.
Una de las razones por las cuales se escriben demasiados clichés, es porque no se tiene realmente claro lo que se desea
expresar. Por esta razón, es importante dedicar un tiempo a escribir y poner en orden los pensamientos y sentimientos
que se tengan sobre un tema en concreto. Una vez que esto se lleve a cabo, se deben buscar aquellos conceptos que
son originales y que podrían ofrecer a los oyentes una visión fresca sobre el tema.

Otra razón por la cual pueden generarse frases clichés en una canción es porque se está abordando el tema de una
forma muy superficial. Cuando se escribe sobre una emoción o acontecimiento, se debe hacer un esfuerzo por
realmente sentir lo que se está escribiendo. ¿A qué se refiere esto? Se refiere a que no se tiene que hablar de la
situación, sino estar y vivir en la situación. Imaginarla tan vívidamente como se pueda. Al estar allí, observar todos los
pequeños detalles, las vistas, los olores y los sonidos. Esos detalles son importantísimos para la canción, crean una
conexión emocional con los oyentes. Cuando se escribe una canción sobre algo que ya pasó o que se espera que pase
en el futuro, ambas situaciones deben ser recordadas o imaginadas de tal forma como si estuvieran aconteciendo en el
presente. Los oyentes tienen que saber qué se siente, por lo que es necesario mostrarles lo que es importante, incluso
cuando se trata de algo muy pequeño.

Para resumir, debemos recordar las siguientes consideraciones para no escribir clichés:

• Meterse emocionalmente en la situación.

• Ser observador.

• No tener miedo.

• Ser honesto.

Al seguir estos principios, las probabilidades de escribir un cliché disminuyen exponencialmente.

Patrones ritmos en una melodía

Parte de la labor de un compositor de canciones es crear, según el género, melodías pegajosas que
permanezcan en la memoria de los oyentes. Para lograr esto el compositor debe ser consciente los
patrones melódicos que usa en su letra.
Los patrones rítmicos están presentes en la melodía de cualquier canción. Al escuchar una canción se puede reconocer
dicho patrón. Estos patrones suelen ser usados en la composición de forma instintiva más que conscientemente. Esto
no quiere decir que esté mal, ya que los patrones rítmicos más eficaces suelen crearse basándose en el feeling y no a
una norma específica.

Todas las melodías se componen de lo mismo: una serie de notas. Esto es bastante simple. Lo que no es tan simple es
agrupar esas notas de tal forma que se capte la atención de los oyentes. Para comprender esto, imaginemos que nos
sentamos al piano y tocamos una escala. Al hacerlo, estamos tocando una serie de notas, pero, ¿captamos la atención
de alguien al hacerlo? ¿O hicimos que incluso el gato se durmiera? Quizás esto último sea lo más probable, ya que una
cadena constante de notas ascendentes y descendentes es predecible y no llama mucho la atención.

En vista de esto, ¿cómo se puede convertir una escala en una melodía interesante? Existen varias formas: se puede
tomar una nota que va en sentido ascendente y volverla en sentido descendente. También se puede dividir la melodía
en una frase que tenga sentido descendente y otra ascendente. Independientemente de los cambios introducidos
siempre habrá una secuencia constante de notas.

Lo que contribuye a que una melodía sea pegajosa son las notas y el ritmo. Así que, de la misma forma en que ya
trabajamos las notas se puede trabajar el ritmo hasta lograr uno que sea indudablemente pegajoso.

Otra forma de formar una melodía interesante es la siguiente:

• Se canta una escala cualquiera.

• Se canta cada nota de la escala con una duración diferente, por ejemplo: las primeras dos notas largas, las siguientes
tres cortas, las siguientes dos largas y la última corta.

• Se incluyen algunas pausas en la secuencia de notas, quedando de la siguiente forma: largo, largo, pausa, corto,
corto, pausa, corto, largo, largo, pausa y corto.

• En este punto, la melodía se comienza a distanciar de la sonoridad de una escala. Ahora hay que realizar algunos
cambios, como que las últimas dos notas no vayan en dirección ascendente sino descendente, cambiar los intervalos.

• En este punto, podemos modificar la altura de las notas y el ritmo a fin de encontrar una melodía memorable.

Por lo tanto, mediante la experimentación con patrones rítmicos es posible crear tensión o relajación, dependiendo del
mensaje que se quiera expresar.

Síncopa

Cuando se habla de la melodía de una canción, la memorabilidad no es lo mismo que la emoción. Es


decir, el que una melodía sea memorable no quiere decir que es emocionante o pegajosa. Las canciones
de cuna son un claro ejemplo de esto. Se construyen con melodías memorables y fácilmente reconocibles,
pero ciertamente no son muy emocionantes.
Dicho esto, ¿cómo se puede convertir una melodía simple en una melodía memorable? Mediante el uso de las
síncopas. Las síncopas proporcionan a la melodía un giro fresco, inesperado y pegajoso, lo cual convertirá nuestra
letra en una letra ciertamente más emocionante.

Para comprender cómo funciona la síncopa se deben estudiar algunos conceptos de teoría musical. Un compás es una
pequeña sección de tiempo. La música se divide en compases. La métrica determina el tipo de compás que se usa. La
métrica más común en la música es la de cuatro por cuatro, la cual quiere decir que un compás debe tener cuatro
tiempos. En todo tipo de compás se tienen tiempos fuertes y tiempos débiles. En un cuatro por cuatro, el primer y
tercer tiempo corresponden a los tiempos fuertes, mientras el segundo y el cuarto corresponden a los tiempos débiles.

Aquí es donde entra la síncopa. Esta se produce cuando se ataca o acentúa una nota en el tiempo débil, lo cual produce
un cambio fresco y sorpresivo. ¿Por qué? Porque como el primer y el tercer tiempo del compás son los tiempos
fuertes, la tendencia natural es esperar que los acentos de las palabras caigan en el primer o tercer tiempo. Pero cuando
interpretamos una canción de forma tal que el acento de las palabras de la letra coincida con el segundo y cuarto
tiempo, se logra captar la atención del público por algo que no se esperaban.

Para que la melodía de nuestra letra presente síncopa y así captar el interés de todos, consideremos las siguientes
ideas:

• Comenzar la frase en el tiempo débil del compás en lugar del tiempo fuerte.

• Colocar la nota más alta de la melodía en un tiempo débil.

• Acentuar las notas que caigan en un tiempo débil. ¿Cómo podemos hacer? Colocando una palabra importante para la
línea y que se sostenga.

Podemos saber si alguna de estas ideas funciona solamente al ponerlas en práctica, y escuchar el resultado.
Dependiendo de la velocidad de la canción, del género musical, y del mensaje, cada idea mostrada puede tener éxito,
o no.

Síncopas y pausas

Siguiendo con la idea de lograr melodías más interesantes, contemos mentalmente del uno al cuatro: Uno,
dos, tres, cuatro. Ahora, después de cada número digamos la palabra “y”, como indicando que viene otro
número. Sonaría así: uno y dos y tres y cuatro y… Esta es la cuenta que generalmente lleva un músico
cuando va a comenzar a tocar una canción. Repitamos el último ejercicio.
Es posible darse cuenta que el nombre de los números se produce en un momento del tiempo y el “y” en otro. Cuando
se cuentan los números del uno al cuatro de forma consecutiva, claramente se está marcando un compás cuatro por
cuatro. Entonces cada número cae en cada uno de los tiempos del compás. Lo interesante es que cuando usamos el “y”
los números caen en cada tiempo del compás, mientras que el “y” se canta como respuesta a ese número, pero sin caer
en el siguiente tiempo. Es decir, cada tiempo se subdivide en dos: el primer sonido que se produce al mismo tiempo de
la caída del tiempo, y el segundo sonido o “y” que se produce después de la caída del tiempo. Al “y” que se produce
después de la caída del tiempo llamaremos “upbeat”. Cuando comenzamos una frase o colocamos las notas más altas
en los tiempos débiles del compás o en el upbeat, la melodía se torna mucho más fresca y original. Por esta razón, es
importante conocer la forma de usar la sincopa y el upbeat para crear buenas melodías.

Con respecto a las pausas, se debe recordar que estas son tan importantes como las notas. La melodía no se compone
solo de notas, sino que el ritmo es también uno de los factores que deben ser tomados en serio. Por ejemplo: las pausas
inesperadas pueden crear una sensación de sorpresa e imprevisibilidad. Veamos a continuación algunas sugerencias en
cuanto al uso de las pausas:

• Añadir una breve pausa en medio de una frase melódica. Cuando se desea conservar la longitud original de la frase,
se deben acelerar una o dos palabras para compensar el tiempo invertido en la pausa.

• Colocar una pausa en cualquier tiempo fuerte, ya sea el primero o el tercero, y construir la frase alrededor de eso.

• Si una melodía finaliza con pausas de dos o tres tiempos, al repetirse éstas sonarán muy predecibles. Sería ideal
alargar el final de la melodía con la finalidad de llenar alguna de las pausas y de esta forma crear líneas contrastantes.

Conclusión

La prosodia es la concordancia entre todos los elementos de la canción. Dicha concordancia puede
presentarse entre:
• Las palabras y la música: esto quiere decir que, si se está hablando de una tragedia, la música debe ser congruente
con esa situación.

• Sílabas y notas: cuando los acentos de las palabras coinciden con los tiempos fuertes del compás.

• Ritmo y significado: es parecido al primer ejemplo. Se produce prosodia cuando el ritmo de una canción es
congruente con el contenido de la letra. Por ejemplo, cuando la letra se trata de un funeral y el ritmo es un merengue,
no se produce prosodia.

La música, como todas las artes, consta de elementos que están íntimamente relacionados entre sí. En el caso de la
composición, existen cinco elementos cuya relación entre sí debe ser tomada en cuenta, los cuales son:

• Número de líneas.

• Longitud o tamaño de las líneas.

• Ritmo de las líneas.

• Esquema de las rimas.

• Tipo de rima.

Los clichés constituyen frases o temáticas que se han usado infinidad de veces, por lo que su verdadero significado se
ha ido perdiendo. Una forma de no escribir clichés es escribir la idea que se desea transmitir y entonces buscar un
enfoque original de presentarla.

Los patrones rítmico-melódicos son muy importantes para crear una buena melodía. La memorabilidad de una
melodía no se basa solo en las notas que la forman, sino también en el ritmo que tengan. Las síncopas y las pausas son
elementos que contribuyen a dar memorabilidad de una melodía.
SEMANA 12

Introducción

Cada sección de la canción existe por una razón, no solamente para llenar los cuatro minutos que debe
durar la misma. Cuando las secciones están bien delimitadas y usadas, la estructura total otorga a la
canción de unidad y propósito.
Por esta razón, aprenderemos la función del segundo verso de las canciones, así como la forma de escribirlos con
destreza y acierto. De la misma forma, este estudio del segundo verso se hará en comparación con el primero, para
observar allí como se complementan y funcionan.

De la misma forma, el puente juega un papel crucial en la generación de interés en la canción. Por esto se estudiarán
diversos tips o maneras de lograr crear un puente memorable. Los principios aplicables a la creación de un puente
pegajoso sirven para cualquier otra sección de la canción.

La función de los segundos versos

Muchos compositores de canciones han expresado la dificultad que les conlleva escribir un segundo verso
o un puente. Otros son conocidos por conscientemente evitar el uso de puentes, a pesar del importante
aporte que puede realizar dicha sección. Sin embargo, como compositores de canciones, debemos
conocer las opciones que tanto los segundos versos como los puentes ofrecen, ya que ambas estructuras
se necesitan con mucha frecuencia en una canción. De hecho, el segundo verso después del coro casi
nunca es algo opcional.
Una de las ventajas del segundo verso es que, debido a que casi nunca se dice todo en el primer verso, se tiene todo un
mundo de probabilidades a disposición del compositor. Es normal que el segundo verso incluya elementos que no
estuvieron presentes en el primero, como nuevas perspectivas acerca de un tema, o la continuación de una historia.
También es normal que el segundo verso toque temas que ya se mencionaron en el primero, pero enfatizando en los
detalles y diferentes sentimientos que dicha situación produce.

Regularmente, las primeras líneas de un segundo verso enfatizarán el “quién” y el “cuándo”. Esto preparará el camino
para que el segundo coro tenga un significado más profundo. Este significado más profundo no se logra por alguna
descripción específica, sino que viene a raíz de los pensamientos y sentimientos internos que amplían así el propósito
de la canción. De esta forma, como compositores, quizás resulte útil desligarnos un poco de los detalles externos en el
segundo verso. Estos ya se usaron en el primero para establecer un marco y un sentido del “quién”, del “dónde” y del
“cuándo”. A partir de dicho marco, podemos avanzar en la exploración de algunos detalles a fin de lograr que el
oyente se comprometa más con los personajes o con la acción de la canción.

Dicho esto, podemos resumir que el segundo verso profundiza en el tema dejando de lado los detalles externos usados
más que todo en el primer verso, y prepara el ambiente para que el segundo coro disfrute de un nuevo significado.
Función de los puentes

Cuando se trata de ofrecer una nueva perspectiva o un nuevo aire en la canción, el puente es la sección
ideal para ello. Su estructura está diseñada para llevar al siguiente coro a un nuevo clímax musical. Otras
funciones atribuidas al puente de una canción son: el cambiar el color, reavivar el interés, redescubrir
nuevos conceptos y desentrañar los misterios que pueda tener una canción.
De esta forma, analicemos algunas de las características comunes en los puentes:

• Proporcionan contraste modificando el esquema de rimas, el ritmo, el número de líneas y los patrones alternos con
respecto a otras secciones de la canción.

• Proporciona un nuevo significado al segundo coro. Esto se relaciona directamente con el primer y el segundo verso.
¿Por qué razón? Por la razón de que el primer verso marca la pauta para el primer coro. El segundo verso da un nuevo
significado para el segundo coro y el puente añade un nuevo matiz a la canción, sintiéndose así el tercer verso con una
intensidad diferente.

• Resuelve un problema o evento dentro de la canción. A menudo es el puente la sección donde se responden las
numerosas interrogantes generadas durante los dos primeros versos y coros.

Sea cual sea la historia que se esté trabajando en la canción, el mensaje general del puente puede superar al del coro y,
ciertamente, de los versos. Como se ha dicho, esto causa una nueva sensación en el oyente al momento de escuchar el
tercer coro.

Rutas en una canción

Cuando se escribe una canción, se debe tener en cuenta que el oyente necesita percibir una dirección
clara en la misma a fin de no aburrirse. Por esta razón, como compositores de canciones, debemos
encargarnos de mantener las cosas en movimiento, siempre hacia adelante.
Al escribir versos y puentes, estos se deben mantener en una dirección clara. De igual manera, la forma como se
desarrolla la acción y los pensamientos o sentimientos de los protagonistas deben transmitir esa sensación de
movimiento en los oyentes.

Puede ser difícil también encontrar un equilibrio entre la cantidad de información a manejar. Quizás se ofrezca
demasiada información muy rápido, sin dar suficiente espacio para la repetición de las líneas. Por esta razón, conviene
tener una idea general del mensaje de la canción y del cómo cada sección desarrollará dicho mensaje, a fin de saber
ubicar en qué sección de la canción se proporcionará tal información de la misma.

A continuación, estudiaremos algunas maneras o rutas en que se puede desarrollar una canción. Cabe destacar que
estas rutas que veremos son solo ejemplos que pueden tomarse para desarrollar nuestra propia canción, con las
modificaciones que consideremos sean de beneficio para ella:

• Ruta 1 - ¿Cómo hacer frente a un problema?

Verso 1: éste es el problema.

Coro: así me siento al respecto.

Verso 2: esto es lo que he hecho al respecto.

Coro: así me siento al respecto.

Bridge: así es como espero resolver el problema.

Coro: así me siento al respecto.

• Ruta 2 – Contar una historia

Verso 1: recordar el comienzo.

Coro: así me siento.

Verso 2: las cosas cambiaron, ahora es diferente.

Coro: así me siento.

Puente: ¿se puede volver a como era antes?

Coro: así me siento.

• Ruta 3 – Construir en ascenso

Verso 1: me arriesgué a cambiar.

Coro: ahora mi vida ha cambiado.

Verso 2: arriesgué todo para ser feliz.

Coro: ahora mi vida ha cambiado.

Puente: puedo decir que valió la pena.

Coro: ahora mi vida ha cambiado.

Hay muchas canciones que usan estas rutas para su desarrollo. Sin embargo, el camino es personalizado por cada
compositor, por lo que se hace único y fuerte. Estas rutas son solo el contorno de una canción. Lo que esta canción sea
o no sea depende del compositor, de que lo encierre en dicho contorno. Este camino específico se crea mediante el
manejo de detalles y situaciones específicas.
¿Cómo escribir un buen puente?

A continuación, hablemos un poco más con respecto a la forma de elaborar un buen puente.
En los versos, hemos tenido la oportunidad de desarrollar las características de los personajes, o de la historia que se
relate. Los puentes constituyen una magnífica oportunidad para desarrollar aún más los versos o generar un momento
de clímax en la canción. Una de las formas de crear este momento de clímax es desarrollar el tema desde una
perspectiva diferente. Se debe recordar que el puente es una de las últimas líneas para el coro final, por lo tanto, es el
responsable de darle al oyente una nueva forma de percibir un coro que ya se ha repetido con anterioridad.

Veamos entonces algunas técnicas para aprobar al máximo todas las potencialidades líricas del puente:

• Ofrecer una perspectiva diferente: el puente es un buen momento para dar a los oyentes otro ángulo del tema que
se esté tratando. Cuando se escriba el puente es bueno preguntarse: ¿existe una manera diferente de afirmar lo que
expongo en mi canción? Si los versos ofrecen muchos detalles los puentes tienen que enfocarse en un punto de vista
más filosófico o abstracto. Dicho de otra forma, si los versos se enfocan en detalles externos, usar el puente para los
detalles internos.

• Convertir el puente en una revelación: existen oyentes a quienes les gusta sentir que han conseguido una especie
de libro de verdad del corazón del cantante. El puente es un buen lugar para personalizar la canción y que el cantante
exprese sus pensamientos y sentimientos personales.

• Explotar la canción al límite: consiste en desarrollar los versos y coros de forma tal que no se llegue totalmente al
grano, para que así el puente sea aprovechado para esto.

Mediante la experimentación con estas sugerencias, puede hacerse del puente una experiencia memorable.

Escribiendo un puente

Los puentes de las canciones modernas ofrecen la oportunidad de añadir un momento emotivo a la
canción, crear contraste dinámico y efectuar un giro total a la forma de llevar la temática. Este giro puede
resultar en una melodía pegajosa. Sin duda, estos elementos son enormemente deseables para cualquier
compositor.
El puente ayuda al oyente a mantenerse atento a la canción, a no perder el hilo. Precisamente por eso la mayoría de los
puentes se encuentran a dos tercios de camino en la canción. Porque después de un segundo verso y un segundo coro
el público se encuentra preparado para escuchar algo nuevo.

Al igual que en un verso o coro, la melodía del puente también puede construir y liberar tensión. Por ejemplo, un
puente puede llevar su melodía en una dirección ascendente y mantener dicha dirección hasta el momento de la
liberación en el coro, usando una frase descendente. El comienzo del coro se ubicará al mismo rango donde el puente
dejo su melodía para ir aumentando en tensión gradualmente. Un puente bien elaborado puede llamar poderosamente
la atención y constituir un maravilloso e inesperado toque de maestría.

Otra manera de crear un buen puente es que el mismo tenga un tono conversacional y, justo antes del coro, salte una
octava arriba, generando así un momento de gran tensión, ideal para comenzar el coro con mucha energía.

Ambos enfoques sirven para crear un momento que sorprenda a los oyentes, de capturarlos con la guardia baja. Lo
que se debe buscar es generar esa sensación de frescura y sorpresa que ayude al último coro a ganar un mayor realce.

Cuatro formas de crear un puente asombroso

A continuación, estudiaremos cuatro formas de crear un puente moderno y asombroso:


• Subir el nivel de intensidad: para construir o mantener la energía después de un gran coro, se debe mantener el
puente en el mismo rango de notas del coro, o buscar un rango superior.

• Crear un momento íntimo: el contraste en un puente puede crear un momento de intimidad en la canción. Por
ejemplo, si toda la canción se ha desarrollado de una forma fuerte e intensa, el puente puede refrescar a los oyentes
con un movimiento suave, delicado, y una letra igualmente relajante. El usar rangos de notas inferiores al coro puede
ayudar en esto. Si se desea complementar el puente insertando pequeños grados de tensión se pueden usar frases
cortas repetidas con mucho éxito.

• Construir tensión: si la melodía del coro tiene un montón de saltos de intervalos, el puente puede basarse en dos
notas adyacentes o vecinas dentro de cualquier rango. Restringir la gama de notas construye tensión la cual puede
liberarse en el coro final.

• Más contraste: alterar los patrones rítmico-melódicos es una buena idea para generar contraste y, por lo tanto,
interés. Si el coro consta de líneas largas y suaves, el puente puede llevar sonidos cortos y fuertes.

Mediante la aplicación de estos sencillos trucos, se pueden lograr puentes eficaces y con una gran memorabilidad.

Consejos para una melodía memorable

La música es un arte sujeto a innovación constante. Es responsabilidad del compositor de canciones


mantenerse en la vanguardia en sus composiciones, para que así estas puedan mantenerse vigentes
aunque las tendencias del mercado vayan cambiando.
Es importante resaltar que si, al componer una canción, nos damos cuenta de lo anticuado y predecible que es nuestra
melodía, debemos sentirnos bien, porque hemos llegado al punto en que, como compositores, somos capaces de
reconocer los errores y mejorarlos. Cuando se llega a este punto, es la oportunidad ideal para experimentar con
algunas técnicas para mejorar la melodía.
Por esta razón, estudiaremos algunas maneras de darle a nuestra melodía un sonido fresco e impredecible:

• En la década de los setenta y ochenta era común dejar al final de cada línea un espacio de entre tres y cuatro tiempos
sin letra. Hoy día ya no es tan común. La tendencia es tratar de alargar las líneas para llenar la pausa creada al final de
la misma. Esto se logra añadiendo unas cuentas palabras, o simplemente extendiendo las que ya están. Otra forma de
hacerlo es mediante el uso de melismas, es decir, cantar varias notas con una misma sílaba o sonido. Se pueden probar
diferentes opciones, desde alargar un poco la frase y dejar un corto espacio de silencio, hasta prácticamente llevar el
final de una línea al comienzo de la siguiente.

• Es común y predecible el que todas las líneas de una canción tengan la misma longitud. Como lo que estamos
buscando es causar sorpresa, podemos alterar la longitud de las líneas o la duración de estas para dar una sensación de
frescura. Se pueden probar varias soluciones. Por ejemplo, si mi verso consta de cuatro líneas de igual duración,
puedo modificar la tercera línea para hacerla más corta. También se puede tomar cada línea y que la primera mitad de
ellas sea larga y la segunda mitad corta, o viceversa. Esto no tiene por qué alterar la letra, sino que se debe buscar la
manera de que esta se ajuste satisfactoriamente a la melodía de la canción.

• Otra de las cosas que puede causar que la canción se vuelva predecible es el comenzar las líneas de una misma
manera. Las canciones modernas mantienen a los oyentes interesados llevando la melodía de cada línea de forma
diferente, aunque sea la misma melodía. Por ejemplo, una línea se puede comenzar a cantar coincidiendo con el
tiempo fuerte el compás. La siguiente línea se puede entrar un medio tiempo antes, lo cual requerirá que se alargue
alguna nota de la melodía para compensar la entrada prematura. Después, la tercera línea comienzo después de la
caída del tiempo, por lo que habrá que cantar más rápido algunas notas de la melodía para compensar la entrada tardía.
Estos pequeños cambios en la letra constituyen un elemento de suma importancia para que las melodías sean
impredecibles y divertidas.

• Cuando todas las líneas tienen el mismo ritmo, la canción se vuelve predecible. Esto no sería un problema si se está
escribiendo una tarjeta de felicitación, pero para una canción de éxito el ritmo debe ser diferente. Cuando se escriba
una buena letra, no debemos preocuparnos por las rimas. El mensaje ya se ha dicho y se ha dicho bien, así que solo es
necesario encontrar el ritmo adecuado para el mismo. Este ritmo debe ser emocionante, tener sus momentos de tensión
y de relajación, así como pausas generadas de forma natural. Quizás sea conveniente repasar varias probabilidades
melódicas antes de decidirse por una melodía la letra.

• Relacionado con el punto anterior, el observar con atención la relación entre las notas largas y las cortas en la
melodía puede derivar en melodías memorables. Puede ser conveniente realizar diversas combinaciones entre notas
largas y cortas hasta conseguir la melodía deseada para el género que se esté trabajando.

Consejos para una canción emocionante

Finalmente, repasaremos algunas ideas claves para darle ese toque emocionante que toda canción de
éxito tiene. Con decir emocionante no quiere decir que tenga que ser una canción movida o rápida, sino
sencillamente tener el poder de despertar diferentes emociones en los oyentes.
El dar a los oyentes una buena canción es como encerrarlos en una amplia habitación llena de todo tiempo de
entretenimiento y placeres. Pueden experimentar multitud de emociones debido a esas distracciones que tienen a su
alcance. Por esta razón, ya sea en el coro o el en verso, nuestra canción deben crear el suficiente espacio para que el
oyente la disfrute. Las siguientes ideas nos ayudarán a lograr esto con éxito:

• Cantar diferentes secciones de la canción en diferentes rangos de notas.

• Usar intervalos en la melodía para salir de rangos de notas estrechos.

• Contrastar el ritmo de la melodía en las diferentes secciones.

• Jugar con la síncopa para añadir un interesante toque rítmico.

Al aplicar esos consejos nuestra canción pasará de sonar anticuada y aburrida, a ser interesante y moderna.

Conclusión

En los segundos versos se tiene la oportunidad de desarrollar aún más los temas que se expusieron en el
primero. También es una sección ideal para generar contraste con respecto al segundo verso. Por
ejemplo, si el primer verso se basó en detalles externos para contar la historia, el segundo verso se puede
enfocar en los detalles internos para ilustrar los efectos de esa historia.
Los puentes son secciones de la canción que deben proporcionar frescura y un renuevo para la canción. Después de un
primer verso y coro, y un segundo verso y coro, el oyente puede aburrirse a menos que se cree una sección interesante
y diferente. Esta diferenciación es generada por el puente. Además, el puente provee una nueva perspectiva desde la
cual interpretar el coro final. Algunas de las funciones del puente son: ofrecer una nueva perspectiva, llevar la canción
al límite y el escribir una sección totalmente reveladora.

Algo muy importante para que la canción pueda ser percibida y disfrutada a cabalidad es el fijar la ruta que ésta va a
seguir. Cuando no se tiene claro qué se quiere escribir o a donde se quiere llegar con la canción, es muy posible que el
oyente tampoco comprenda cuál es el mensaje central, generando así un entorpecimiento para la conexión emocional.

Para crear una melodía memorable se requiere de cierto feeling, según el género que se esté trabajo. Pero aun así,
independientemente del género, las buenas melodías siempre buscan generar interés y sorpresa, volviéndose así poco
predecibles. Esto es sumamente importante en la industria musical actual.

SEMANA 13

Introducción

La estructura estándar de una canción se basa en versos, pre-coros, coros y puentes.


En esta lección, estudiaremos el pre-coro: su función e importancia, así como diferentes maneras de crear el pre-coro
perfecto.

De igual forma, analizaremos numerosas técnicas a fin de producir en una melodía los cambios necesarios para
hacerla atractiva, moderna y memorable.

Echaremos un vistazo a diversas formas de llamar la atención sobre una línea o palabra específica. El salto de
intervalos es una de las herramientas que tiene esta finalidad. Su uso se ha extendido a lo largo de la industria musical,
y es sumamente eficaz para mantener a la gente enfocada en una parte específica de la canción.

La inspiración es sumamente importante en la composición de canciones. Sin embargo, esto no quiere decir que la
primera melodía que se nos ocurra es la melodía perfecta. Se puede someter la melodía inspirada a una serie de
cambios, haciendo así que la melodía funcione en el género respectivo que se esté trabajando.

Por último, estudiaremos cuáles son las líneas más importantes de la canción, y cómo aprovecharlas a fin de componer
una canción exitosa.

El pre-coro

El pre-coro es una de las partes más interesantes de la canción. ¿Por qué razón? Porque se encarga de
preparar a los oyentes para sumergirlos en el coro. Por esta razón, el pre-coro tiene el poder de producir
una gran cantidad de sensaciones, entre las que se pueden nombrar: el estar suspendido en el aire, el
contener la respiración antes de sumergirse en el coro. También puede significar un impulso, una
intensificación de energía a partir de un verso poco emocionante hacia un coro emocionante.
No importa realmente cómo se maneje el pre-coro, este debe cumplir un objetivo definido: crear expectación. La
finalidad de dicha expectación es que el oyente sienta que algo importante está a punto de suceder. En otras palabras,
se encarga de decir: ¡El coro se acerca!

A continuación, se presentarán algunas ideas a fin de elaborar buenos pre-coros:

• Utilizar una serie de frases cortas y repetidas: el realizar un pre-coro de esta forma añade tensión, la cual es
importante para crear la expectación previa al coro.

• Utilizar frases ascendentes: otra de las formas más comunes y eficaces de escribir un pre-coro es recrear un
sentimiento de anticipación mediante el uso de melodías ascendentes.

• Otra forma muy común y eficaz de crear un buen pre-coro consiste en utilizar más notas o palabras por
pulso: Esto quiere decir que se deben eliminar algunas o todas las pauses e ir aumentando el ritmo de la melodía.
Todo eso causa una sensación muy clara de energía, la cual tiene su punto culminante en el coro.

Otro aspecto que debe tomarse en cuenta a la hora de elaborar un pre-coro exitoso es manejar adecuadamente la
energía que genera. ¿A qué se refiere esto? Una de las cosas a las cuales todo compositor de canciones debe prestar
atención es a dejar que la energía creada por el pre-coro falle. Esto pasa cuando la tensión se libera demasiado pronto,
incluso antes de llegar al coro. Esto causa que el impacto del mismo se pierda.

Cuando un pre-coro se siente predecible, se debe considerar acortarlo. La idea es que la liberación de energía del coro
se dé antes de que el pre-coro pierda su intensidad. Si se tiene un pre-coro de cuatro líneas, una de las opciones que
existe es cortar dichas líneas por la mitad, dejándolo en dos líneas. No es extraño que un pre-coro conste de una sola
línea o la mitad de esta.

¿Toda canción debe llevar pre-coro?

La ausencia de un pre-coro no significa que una canción sea mala. De hecho, existen muchas canciones
exitosas que carecen totalmente de un pre-coro como tal. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya
preparación para el coro. En lugar de usar un pre-coro separadamente, se usan las últimas líneas o notas
del verso a fin de preparar el coro. Por lo tanto, el compositor de canciones no debe sentirse obligado a
usar un pre-coro en todas sus canciones.
Otro factor que se debe tener en cuenta es que un buen pre-coro no garantiza un coro fenomenal, si este último pierde
su fuerza e ímpetu. Pese a este, un pre-coro bien construido crea la anticipación necesaria para que el coro pueda
comenzar con fuerza y personalidad. Esto logra aumentar las probabilidades de que el coro sea una grandiosa
oportunidad de lograr una conexión emocional con los oyentes.

Consideraciones para variar la melodía de la letra

En la industria musical actual, existe una gran cantidad de referencias de diferentes géneros. Esto causa
que nuestros oyentes tengan más opciones con las cuales asemejar o relacionar nuestra letra. Por esta
razón, el dar variedad a una canción es necesario para que un compositor no suene totalmente a otro. A
continuación, se estudiarán algunas formas de darle variedad a la línea melódica de cualquier canción.
• Cada frase tiene una o varias palabras o notas que son importantes, además de palabras y notas de enlace. Cuando
una palabra importante cae en el primer tiempo del compás, allí se considera que comienza la frase,
independientemente de donde comienzan las frases o notas de enlace. Una forma de dar variedad a la frase melódica
es alargar las frases de enlace o acortar las palabras importantes, a fin de crear un efecto sorpresa en el oyente. Para
entender el concepto, veamos la siguiente frase: “La esencia de mi vida se resume en el brillo de una sonrisa”. En esta
frase, las palabas importantes son “esencia”, “vida”, “resume”, “brillo” y “sonrisa”. El resto de la frase son notas o
palabras de enlace, o conectivos. Se considera que comienza la frase cuando se dice la palabra importante. Entonces,
al acortar estas palabras, y alargar los conectivos, produce una melodía interesante e innovadora.

• Las melodías de las canciones actuales tienen la particularidad de que cada una de sus líneas, aun cuando se basan
en un mismo ritmo, comienzan de diferentes maneras. Por ejemplo, supongamos que tenemos una melodía escrita
para nuestra letra. Al repetir la misma melodía para las cuatro líneas ya tenemos un verso. Ahora, se sigue la misma
melodía para las cuatro líneas pero en cada una comienza de manera diferente. Esto produce que algunas palabras
tengan que ser alargadas o apresuradas.
Trucos para lograr melodías interesantes

Una de las características de las canciones exitosas de hoy día es la energía contenida tanto en la letra
como en la música. Otra de esas características es la forma en que se desarrolla la melodía principal,
tomando la atención de los oyentes y llevándolos desde el verso al pre-coro y al coro. Para crear una
sensación de impulso hacia adelante en la melodía que se utilice, se necesita sugerir la idea de que hay
algo más adelante, o de que algo está a punto de suceder. Existen algunos buenos trucos que nos
ayudarán a crear este efecto:
• Las canciones modernas muy pocas veces, y dependiendo del género, tienen pausas largas. De hecho, cuando se
utilizan pausas, estas no suelen exceder los dos tiempos. Las excepciones se dan para incrustar secciones de relevancia
instrumental. Cuando las líneas están cerca una de otra la sensación de movimiento es sumamente palpable, así como
la energía transmitida a los oyentes.

• El siguiente truco tiene que ver con los tiempos fuertes del compás. Como la mayoría de las canciones se escriben
usando una métrica de cuatro por cuatro, los tiempos fuertes están ubicados en el primer y tercer tiempo. De la misma
forma, tenemos los tiempos débiles en el segundo y cuarto tiempo. Una forma de mantener el interés, al mismo tiempo
que se refleja una sensación de movimiento es acentuando los tiempos débiles, es decir, el segundo y el cuarto.
Cuando se enfatizan el primer y tercer tiempo del compás, la música se siente firme, arraigada y muy equilibrada. Esto
no es algo necesariamente incorrecto, pero cuando es busca generar movimiento e interés, no es la mejor opción, ya
que con el tiempo suena predecible. Cuando se acentúan los tiempos débiles, la melodía se vuelve inestable, dando la
sensación al oyente de que más adelante estará el momento de estabilidad. De esta forma el oyente es llevado con
cada línea de la canción.

El usar ambas o una de estas técnicas puede resultar confuso cuando se hace por primera vez. Por esta razón, se deben
practicar ambas. El resultado que producen es sumamente palpable. Nuestras letras serán más interesantes
rítmicamente e irán acompañadas de melodías interesantes. Por esta razón, la inversión de tiempo para aprender a
dominar estas técnicas es importante. Incluso, se pueden analizar canciones que usen estas técnicas y usarlas como
canciones-fantasmas. De esta forma se practica en el uso de las técnicas estudiadas hasta la total incorporación a
canciones originales.

Saltos de intervalo, parte I

Otra de las formas más comunes y efectivas para llamar la atención con la melodía es el uso de saltos de
intervalos. Es un recurso sumamente sencillo, pero aun así, potente. El salto de intervalo consiste en
pasar de una nota grave a una más aguda saltándose varias de estas. El salto también puede ser de una
nota aguda a una nota grave. No existe un intervalo definido para este salto, en realidad puede ser
cualquier tipo de intervalo. Lo importante es el efecto producido en la melodía. Se puede pasar de la nota
grave a la aguda, sosteniendo esta última; o sencillamente pasar a la nota aguda y luego volver
rápidamente a la nota grave. Cualquier forma en la que se haga debe corresponder a un efecto específico.
A continuación, se explicarán más detalladamente diferentes efectos producidos al usar el salto de intervalo:

• Imaginemos que mantenemos una conversación casual con otra persona. El tema es sumamente trivial. Por esta
razón, nuestra voz mantiene un tono estable y no demasiado llamativo. Mientras mantenemos esta conversación,
alguien se acerca a nuestra espalda y nos pincha fuertemente con una aguja de coser. Lo más probable es que nos
sorprendamos del dolor, al mismo tiempo que lanzamos una fuerte exclamación con un tono mucho más agudo que el
que manteníamos en la conversación. Nuestro interlocutor, que no sabe nada de la aguja, se sorprende enormemente
por el cambio tan drástico que dio nuestro tono de voz en repuesta al pinchazo de la aguja. En la música pasa lo
mismo, cuando una melodía se mantiene en un rango de notas cercano, y repentinamente produce un cambio drástico
en ella, los oyentes tendrán una sensación de sorpresa, lo cual les llevará a mantenerse interesados y conectados a la
canción.

• El uso de saltos de intervalo puede funcionar muy bien cuando se quiere enfatizar una palabra importante de la línea.
Por ejemplo, supongamos que nuestra línea dice “La vida es como el viento”, y la palabra viento es la más importante.
Entonces se puede llevar las notas de la melodía en un determinado rango y, al llegar a “viento”, efectuar un poderoso
salto de intervalo. De esta forma, estamos dando énfasis a dicha palabra, al mismo tiempo que llamamos la atención
en dicha melodía.

• El efectuar un salto hacia una nota superior o inferior produce una sensación de movimiento, al mismo tiempo que
trasmite una gran cantidad de energía, dependiendo del intervalo usado.

• Otro de los efectos producidos por el salto de intervalo es imitar o evocar un sentimiento de vulnerabilidad. Esto
quiere decir que, cuando un cantante efectúa un salto a una nota más aguda, puede llegar a sonar como un niño u otro
tipo de persona vulnerable. Según la letra que corresponda a uno de estos saltos, se llega a comunicar un fuerte
sentimiento de delicadeza y vulnerabilidad.

• Finalmente, dependiendo del cantante se pueden efectuar saltos de intervalo de incluso una octava generando un
gran efecto dramático. Esta técnica es sumamente eficaz para producir la atención requerida, pero necesita de un buen
cantante que pueda efectuar al salto de manera limpia, afinada y expresiva.

De esta forma, podremos usar esta herramienta en la elaboración de melodías emotivas y memorables.

De la inspiración a la realización

Ahora estudiaremos el proceso de llevar la melodía desde su concepción hasta un resultado final.
Es un hecho que existen momentos en los que una melodía viene a la mente totalmente elaborada. De la misma forma,
en ocasiones solo llegan retazos de la misma. De hecho, estas melodías “elaboradas” que vienen a la mente mientras
se escribe la letra o en mitad de la noche parecen tan ideales y completas que se puede pensar que sería absurdo
cambiarla o forzarla en detrimento de la inspiración. Sin embargo, con frecuencia estas melodías “inspiradas” son
predecibles, carentes de cambios y giros interesantes. Por esta razón, las melodías “inspiradas” realmente son ideas
con el potencial de ser una melodía genial.

Estudiaremos entonces algunas estrategias de ayuda para conseguir que nuestra melodía pase de su etapa de
“nacimiento” hasta un estado más desarrollado. La idea de estas sugerencias es preservar la esencia de la melodía
original, mientras se desarrollan ciertos conceptos cruciales para conseguir un efecto.

Cuando se escribe una canción, es importante identificar y fortalecer la estructura de la misma. Las melodías
“inspiradas” a menudo carecen de contraste entre las secciones, tendiendo a sonar demasiado repetitivas. Por esta
razón, la melodía debe revisarse para determinar a qué parte de la canción pertenece. Si se tiene una sección con un
sonido similar, se puede añadir variedad e interés cambiando el ritmo de las notas o moviendo una parte de la canción
a otro rango de notas. Al sospechar que una idea melódica pertenece al verso, entonces la idea melódica del coro debe
ser contrastante.

Un factor a considerar con las melodías “inspiradas” es que muchas veces se trata de una melodía que ya se ha
escuchado antes, y que ha permanecido grabada en la memoria. Por esta razón es imperativo trabajar las melodías que
surgen “de la nada” insertando los cambios que hemos descrito. Cuando se sospeche que una melodía “inspirada” sea
en realidad una melodía escuchada hace mucho tiempo, se puede tocar o cantar la canción a un grupo de familia o
conocidos, ya que de ser efectivamente una melodía ya compuesta, es bastante probable que alguna persona nos diga
que nuestra canción suena a otra.

Las líneas más importantes de una canción

A continuación, estudiaremos la importancia de algunas líneas específicas de la canción. El tener


conciencia de esto permitirá usarlas eficazmente y producir así el efecto deseado en la audiencia.
• La primera línea del coro: todo compositor de canciones debe asegurarse de llamar la atención sobre esta línea
mediante la creación de un contraste, o bien liberando la tensión. Se puede probar un salto de intervalo al principio de
la misma o un cambio de ritmo interesante e inesperado con respecto al patrón rítmico de la melodía del verso.

• La última línea del coro: tiene una gran importancia lírica, ya que agrega un recuerdo memorable o una frase
concluyente a la canción. A menudo, esta frase también puede actuar como un puente que conecte la idea del coro con
la idea del siguiente verso o puente. Cuando se trata de la última línea de un último coro, puede dar a la canción un
sentido de realización adecuado. Lo ideal es probar diferentes formas de terminar esta línea, buscando un resultado
fresco y contemporáneo.

• La primera línea de los versos: esta línea tiene la función de atraer a los oyentes a la historia que se va a contar, a
los sentimientos y emociones que se van a exteriorizar. En ocasiones, tiene un matiz íntimo y conversacional. También
es común que esta línea ofrezca un contraste con la sensación más urgente y emocional del coro. Por esta razón, el
compositor de canciones debe asegurarse de que existe suficiente distinción entre las melodías del coro y el verso.

• El pre-coro: las líneas del pre-coro son importantes porque producen y aumentan paulatinamente la tensión
mediante el ritmo de las notas, o las notas utilizadas en la melodía.

Además de estas líneas, se debe prestar atención cuando la melodía este cayendo en patrones rítmico-melódicos muy
recurrentes. Cuando esto pase, se deben realizar cambios como los sugeridos en este curso, a fin de producir una
melodía original y exitosa.

Conclusión

El pre-coro es una de las partes más interesantes de la canción, porque se encarga de generar e
incrementar la tensión requerida para que la audiencia se vaya preparando para el coro. Por esta razón,
tiene el poder de generar una gran cantidad de sensaciones. La forma de crear el pre-coro, o la cantidad
de líneas que este debe tener no es importante, siempre y cuando se cumpla el objetivo: crear
expectación. Algunas maneras de crear un pre-coro que cumpla eficazmente con su rol son:
• Utilizar frases cortas y repetidas.

• Usar frases ascendentes.

• Usar más palabras o notas por tiempo.

Es importante saber que una canción no necesita obligatoriamente tener un pre-coro para ser exitosa. Igualmente, el
uso de pre-coro no desmerece o desprestigia una canción específica.

La creación de una melodía es una de las partes más importantes de la composición de canciones. Existen muchas
sugerencias para crear una línea eficaz e interesante. A continuación, resumiremos algunas de ellas:

• Cuando las líneas de una canción comienzan de igual manera, se produce una sensación predecible. El comenzar
cada línea de manera diferente, aunque sean la misma melodía, produce un efecto interesante e impredecible.

• El enfatizar las palabras más importantes de una línea, ya sea acentuando las palabras, marcándolas en un tiempo
débil o haciéndolas coincidir con un salto de intervalo.

• El uso de pausas cortas entre líneas permiten que estas tengan una sensación de movimiento, la cual es importante
para mantener a los oyentes sintonizados con la canción.

• Los saltos de intervalos, es decir, pasar de una nota grave a una aguda, o viceversa, permite llamar la atención sobre
una palabra específica de la línea.

Toda canción tiene algunas líneas que son más importantes que otras. Al conocerlas y usarlas eficazmente, se produce
una canción que logre establecer una conexión emocional con los oyentes.

SEMANA 14
Introducción

La estructura estándar de una canción se basa en versos, pre-coros, coros y puentes.


En esta lección, estudiaremos el pre-coro: su función e importancia, así como diferentes maneras de crear el pre-coro
perfecto.

De igual forma, analizaremos numerosas técnicas a fin de producir en una melodía los cambios necesarios para
hacerla atractiva, moderna y memorable.

Echaremos un vistazo a diversas formas de llamar la atención sobre una línea o palabra específica. El salto de
intervalos es una de las herramientas que tiene esta finalidad. Su uso se ha extendido a lo largo de la industria musical,
y es sumamente eficaz para mantener a la gente enfocada en una parte específica de la canción.

La inspiración es sumamente importante en la composición de canciones. Sin embargo, esto no quiere decir que la
primera melodía que se nos ocurra es la melodía perfecta. Se puede someter la melodía inspirada a una serie de
cambios, haciendo así que la melodía funcione en el género respectivo que se esté trabajando.

Por último, estudiaremos cuáles son las líneas más importantes de la canción, y cómo aprovecharlas a fin de componer
una canción exitosa.

El pre-coro

El pre-coro es una de las partes más interesantes de la canción. ¿Por qué razón? Porque se encarga de
preparar a los oyentes para sumergirlos en el coro. Por esta razón, el pre-coro tiene el poder de producir
una gran cantidad de sensaciones, entre las que se pueden nombrar: el estar suspendido en el aire, el
contener la respiración antes de sumergirse en el coro. También puede significar un impulso, una
intensificación de energía a partir de un verso poco emocionante hacia un coro emocionante.
No importa realmente cómo se maneje el pre-coro, este debe cumplir un objetivo definido: crear expectación. La
finalidad de dicha expectación es que el oyente sienta que algo importante está a punto de suceder. En otras palabras,
se encarga de decir: ¡El coro se acerca!

A continuación, se presentarán algunas ideas a fin de elaborar buenos pre-coros:

• Utilizar una serie de frases cortas y repetidas: el realizar un pre-coro de esta forma añade tensión, la cual es
importante para crear la expectación previa al coro.

• Utilizar frases ascendentes: otra de las formas más comunes y eficaces de escribir un pre-coro es recrear un
sentimiento de anticipación mediante el uso de melodías ascendentes.

• Otra forma muy común y eficaz de crear un buen pre-coro consiste en utilizar más notas o palabras por
pulso: Esto quiere decir que se deben eliminar algunas o todas las pauses e ir aumentando el ritmo de la melodía.
Todo eso causa una sensación muy clara de energía, la cual tiene su punto culminante en el coro.

Otro aspecto que debe tomarse en cuenta a la hora de elaborar un pre-coro exitoso es manejar adecuadamente la
energía que genera. ¿A qué se refiere esto? Una de las cosas a las cuales todo compositor de canciones debe prestar
atención es a dejar que la energía creada por el pre-coro falle. Esto pasa cuando la tensión se libera demasiado pronto,
incluso antes de llegar al coro. Esto causa que el impacto del mismo se pierda.

Cuando un pre-coro se siente predecible, se debe considerar acortarlo. La idea es que la liberación de energía del coro
se dé antes de que el pre-coro pierda su intensidad. Si se tiene un pre-coro de cuatro líneas, una de las opciones que
existe es cortar dichas líneas por la mitad, dejándolo en dos líneas. No es extraño que un pre-coro conste de una sola
línea o la mitad de esta.

¿Toda canción debe llevar pre-coro?

La ausencia de un pre-coro no significa que una canción sea mala. De hecho, existen muchas canciones
exitosas que carecen totalmente de un pre-coro como tal. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya
preparación para el coro. En lugar de usar un pre-coro separadamente, se usan las últimas líneas o notas
del verso a fin de preparar el coro. Por lo tanto, el compositor de canciones no debe sentirse obligado a
usar un pre-coro en todas sus canciones.
Otro factor que se debe tener en cuenta es que un buen pre-coro no garantiza un coro fenomenal, si este último pierde
su fuerza e ímpetu. Pese a este, un pre-coro bien construido crea la anticipación necesaria para que el coro pueda
comenzar con fuerza y personalidad. Esto logra aumentar las probabilidades de que el coro sea una grandiosa
oportunidad de lograr una conexión emocional con los oyentes.

Consideraciones para variar la melodía de la letra

En la industria musical actual, existe una gran cantidad de referencias de diferentes géneros. Esto causa
que nuestros oyentes tengan más opciones con las cuales asemejar o relacionar nuestra letra. Por esta
razón, el dar variedad a una canción es necesario para que un compositor no suene totalmente a otro. A
continuación, se estudiarán algunas formas de darle variedad a la línea melódica de cualquier canción.
• Cada frase tiene una o varias palabras o notas que son importantes, además de palabras y notas de enlace. Cuando
una palabra importante cae en el primer tiempo del compás, allí se considera que comienza la frase,
independientemente de donde comienzan las frases o notas de enlace. Una forma de dar variedad a la frase melódica
es alargar las frases de enlace o acortar las palabras importantes, a fin de crear un efecto sorpresa en el oyente. Para
entender el concepto, veamos la siguiente frase: “La esencia de mi vida se resume en el brillo de una sonrisa”. En esta
frase, las palabas importantes son “esencia”, “vida”, “resume”, “brillo” y “sonrisa”. El resto de la frase son notas o
palabras de enlace, o conectivos. Se considera que comienza la frase cuando se dice la palabra importante. Entonces,
al acortar estas palabras, y alargar los conectivos, produce una melodía interesante e innovadora.

• Las melodías de las canciones actuales tienen la particularidad de que cada una de sus líneas, aun cuando se basan
en un mismo ritmo, comienzan de diferentes maneras. Por ejemplo, supongamos que tenemos una melodía escrita
para nuestra letra. Al repetir la misma melodía para las cuatro líneas ya tenemos un verso. Ahora, se sigue la misma
melodía para las cuatro líneas pero en cada una comienza de manera diferente. Esto produce que algunas palabras
tengan que ser alargadas o apresuradas.

Trucos para lograr melodías interesantes

Una de las características de las canciones exitosas de hoy día es la energía contenida tanto en la letra
como en la música. Otra de esas características es la forma en que se desarrolla la melodía principal,
tomando la atención de los oyentes y llevándolos desde el verso al pre-coro y al coro. Para crear una
sensación de impulso hacia adelante en la melodía que se utilice, se necesita sugerir la idea de que hay
algo más adelante, o de que algo está a punto de suceder. Existen algunos buenos trucos que nos
ayudarán a crear este efecto:
• Las canciones modernas muy pocas veces, y dependiendo del género, tienen pausas largas. De hecho, cuando se
utilizan pausas, estas no suelen exceder los dos tiempos. Las excepciones se dan para incrustar secciones de relevancia
instrumental. Cuando las líneas están cerca una de otra la sensación de movimiento es sumamente palpable, así como
la energía transmitida a los oyentes.

• El siguiente truco tiene que ver con los tiempos fuertes del compás. Como la mayoría de las canciones se escriben
usando una métrica de cuatro por cuatro, los tiempos fuertes están ubicados en el primer y tercer tiempo. De la misma
forma, tenemos los tiempos débiles en el segundo y cuarto tiempo. Una forma de mantener el interés, al mismo tiempo
que se refleja una sensación de movimiento es acentuando los tiempos débiles, es decir, el segundo y el cuarto.
Cuando se enfatizan el primer y tercer tiempo del compás, la música se siente firme, arraigada y muy equilibrada. Esto
no es algo necesariamente incorrecto, pero cuando es busca generar movimiento e interés, no es la mejor opción, ya
que con el tiempo suena predecible. Cuando se acentúan los tiempos débiles, la melodía se vuelve inestable, dando la
sensación al oyente de que más adelante estará el momento de estabilidad. De esta forma el oyente es llevado con
cada línea de la canción.

El usar ambas o una de estas técnicas puede resultar confuso cuando se hace por primera vez. Por esta razón, se deben
practicar ambas. El resultado que producen es sumamente palpable. Nuestras letras serán más interesantes
rítmicamente e irán acompañadas de melodías interesantes. Por esta razón, la inversión de tiempo para aprender a
dominar estas técnicas es importante. Incluso, se pueden analizar canciones que usen estas técnicas y usarlas como
canciones-fantasmas. De esta forma se practica en el uso de las técnicas estudiadas hasta la total incorporación a
canciones originales.
Saltos de intervalo, parte I

Otra de las formas más comunes y efectivas para llamar la atención con la melodía es el uso de saltos de
intervalos. Es un recurso sumamente sencillo, pero aun así, potente. El salto de intervalo consiste en
pasar de una nota grave a una más aguda saltándose varias de estas. El salto también puede ser de una
nota aguda a una nota grave. No existe un intervalo definido para este salto, en realidad puede ser
cualquier tipo de intervalo. Lo importante es el efecto producido en la melodía. Se puede pasar de la nota
grave a la aguda, sosteniendo esta última; o sencillamente pasar a la nota aguda y luego volver
rápidamente a la nota grave. Cualquier forma en la que se haga debe corresponder a un efecto específico.
A continuación, se explicarán más detalladamente diferentes efectos producidos al usar el salto de intervalo:

• Imaginemos que mantenemos una conversación casual con otra persona. El tema es sumamente trivial. Por esta
razón, nuestra voz mantiene un tono estable y no demasiado llamativo. Mientras mantenemos esta conversación,
alguien se acerca a nuestra espalda y nos pincha fuertemente con una aguja de coser. Lo más probable es que nos
sorprendamos del dolor, al mismo tiempo que lanzamos una fuerte exclamación con un tono mucho más agudo que el
que manteníamos en la conversación. Nuestro interlocutor, que no sabe nada de la aguja, se sorprende enormemente
por el cambio tan drástico que dio nuestro tono de voz en repuesta al pinchazo de la aguja. En la música pasa lo
mismo, cuando una melodía se mantiene en un rango de notas cercano, y repentinamente produce un cambio drástico
en ella, los oyentes tendrán una sensación de sorpresa, lo cual les llevará a mantenerse interesados y conectados a la
canción.

• El uso de saltos de intervalo puede funcionar muy bien cuando se quiere enfatizar una palabra importante de la línea.
Por ejemplo, supongamos que nuestra línea dice “La vida es como el viento”, y la palabra viento es la más importante.
Entonces se puede llevar las notas de la melodía en un determinado rango y, al llegar a “viento”, efectuar un poderoso
salto de intervalo. De esta forma, estamos dando énfasis a dicha palabra, al mismo tiempo que llamamos la atención
en dicha melodía.

• El efectuar un salto hacia una nota superior o inferior produce una sensación de movimiento, al mismo tiempo que
trasmite una gran cantidad de energía, dependiendo del intervalo usado.

• Otro de los efectos producidos por el salto de intervalo es imitar o evocar un sentimiento de vulnerabilidad. Esto
quiere decir que, cuando un cantante efectúa un salto a una nota más aguda, puede llegar a sonar como un niño u otro
tipo de persona vulnerable. Según la letra que corresponda a uno de estos saltos, se llega a comunicar un fuerte
sentimiento de delicadeza y vulnerabilidad.

• Finalmente, dependiendo del cantante se pueden efectuar saltos de intervalo de incluso una octava generando un
gran efecto dramático. Esta técnica es sumamente eficaz para producir la atención requerida, pero necesita de un buen
cantante que pueda efectuar al salto de manera limpia, afinada y expresiva.

De esta forma, podremos usar esta herramienta en la elaboración de melodías emotivas y memorables.
De la inspiración a la realización

Ahora estudiaremos el proceso de llevar la melodía desde su concepción hasta un resultado final.
Es un hecho que existen momentos en los que una melodía viene a la mente totalmente elaborada. De la misma forma,
en ocasiones solo llegan retazos de la misma. De hecho, estas melodías “elaboradas” que vienen a la mente mientras
se escribe la letra o en mitad de la noche parecen tan ideales y completas que se puede pensar que sería absurdo
cambiarla o forzarla en detrimento de la inspiración. Sin embargo, con frecuencia estas melodías “inspiradas” son
predecibles, carentes de cambios y giros interesantes. Por esta razón, las melodías “inspiradas” realmente son ideas
con el potencial de ser una melodía genial.

Estudiaremos entonces algunas estrategias de ayuda para conseguir que nuestra melodía pase de su etapa de
“nacimiento” hasta un estado más desarrollado. La idea de estas sugerencias es preservar la esencia de la melodía
original, mientras se desarrollan ciertos conceptos cruciales para conseguir un efecto.

Cuando se escribe una canción, es importante identificar y fortalecer la estructura de la misma. Las melodías
“inspiradas” a menudo carecen de contraste entre las secciones, tendiendo a sonar demasiado repetitivas. Por esta
razón, la melodía debe revisarse para determinar a qué parte de la canción pertenece. Si se tiene una sección con un
sonido similar, se puede añadir variedad e interés cambiando el ritmo de las notas o moviendo una parte de la canción
a otro rango de notas. Al sospechar que una idea melódica pertenece al verso, entonces la idea melódica del coro debe
ser contrastante.

Un factor a considerar con las melodías “inspiradas” es que muchas veces se trata de una melodía que ya se ha
escuchado antes, y que ha permanecido grabada en la memoria. Por esta razón es imperativo trabajar las melodías que
surgen “de la nada” insertando los cambios que hemos descrito. Cuando se sospeche que una melodía “inspirada” sea
en realidad una melodía escuchada hace mucho tiempo, se puede tocar o cantar la canción a un grupo de familia o
conocidos, ya que de ser efectivamente una melodía ya compuesta, es bastante probable que alguna persona nos diga
que nuestra canción suena a otra.

Las líneas más importantes de una canción

A continuación, estudiaremos la importancia de algunas líneas específicas de la canción. El tener


conciencia de esto permitirá usarlas eficazmente y producir así el efecto deseado en la audiencia.
• La primera línea del coro: todo compositor de canciones debe asegurarse de llamar la atención sobre esta línea
mediante la creación de un contraste, o bien liberando la tensión. Se puede probar un salto de intervalo al principio de
la misma o un cambio de ritmo interesante e inesperado con respecto al patrón rítmico de la melodía del verso.

• La última línea del coro: tiene una gran importancia lírica, ya que agrega un recuerdo memorable o una frase
concluyente a la canción. A menudo, esta frase también puede actuar como un puente que conecte la idea del coro con
la idea del siguiente verso o puente. Cuando se trata de la última línea de un último coro, puede dar a la canción un
sentido de realización adecuado. Lo ideal es probar diferentes formas de terminar esta línea, buscando un resultado
fresco y contemporáneo.

• La primera línea de los versos: esta línea tiene la función de atraer a los oyentes a la historia que se va a contar, a
los sentimientos y emociones que se van a exteriorizar. En ocasiones, tiene un matiz íntimo y conversacional. También
es común que esta línea ofrezca un contraste con la sensación más urgente y emocional del coro. Por esta razón, el
compositor de canciones debe asegurarse de que existe suficiente distinción entre las melodías del coro y el verso.

• El pre-coro: las líneas del pre-coro son importantes porque producen y aumentan paulatinamente la tensión
mediante el ritmo de las notas, o las notas utilizadas en la melodía.

Además de estas líneas, se debe prestar atención cuando la melodía este cayendo en patrones rítmico-melódicos muy
recurrentes. Cuando esto pase, se deben realizar cambios como los sugeridos en este curso, a fin de producir una
melodía original y exitosa.

Conclusión

El pre-coro es una de las partes más interesantes de la canción, porque se encarga de generar e
incrementar la tensión requerida para que la audiencia se vaya preparando para el coro. Por esta razón,
tiene el poder de generar una gran cantidad de sensaciones. La forma de crear el pre-coro, o la cantidad
de líneas que este debe tener no es importante, siempre y cuando se cumpla el objetivo: crear
expectación. Algunas maneras de crear un pre-coro que cumpla eficazmente con su rol son:
• Utilizar frases cortas y repetidas.

• Usar frases ascendentes.

• Usar más palabras o notas por tiempo.

Es importante saber que una canción no necesita obligatoriamente tener un pre-coro para ser exitosa. Igualmente, el
uso de pre-coro no desmerece o desprestigia una canción específica.

La creación de una melodía es una de las partes más importantes de la composición de canciones. Existen muchas
sugerencias para crear una línea eficaz e interesante. A continuación, resumiremos algunas de ellas:

• Cuando las líneas de una canción comienzan de igual manera, se produce una sensación predecible. El comenzar
cada línea de manera diferente, aunque sean la misma melodía, produce un efecto interesante e impredecible.

• El enfatizar las palabras más importantes de una línea, ya sea acentuando las palabras, marcándolas en un tiempo
débil o haciéndolas coincidir con un salto de intervalo.

• El uso de pausas cortas entre líneas permiten que estas tengan una sensación de movimiento, la cual es importante
para mantener a los oyentes sintonizados con la canción.

• Los saltos de intervalos, es decir, pasar de una nota grave a una aguda, o viceversa, permite llamar la atención sobre
una palabra específica de la línea.

Toda canción tiene algunas líneas que son más importantes que otras. Al conocerlas y usarlas eficazmente, se produce
una canción que logre establecer una conexión emocional con los oyentes.

SEMANA 14

Introducción

El proceso de escribir una canción es un proceso creativo y agotador. Por esta razón, es importante
conocer el momento adecuado de tomarse un descanso. Estudiaremos así algunos efectos positivos de
incluir tiempos de descanso en nuestra rutina como compositores de canciones.
Además, abordaremos algunas preguntas que todo compositor de canciones debe hacer a fin de elaborar un chequeo
final, asegurándose así de que la versión final sea una obra de calidad y alta competitividad en el mercado.

Para lograr el éxito como compositor, se deben estudiar los géneros musicales, a fin de escribir letras convincentes
para cada uno de ellos. Realizando algunas preguntas, se puede entender y aplicar la premisa de cada género para
producir letras de gran calidad.

Estudiaremos también el concepto de colaboraciones, su importancia y algunas pautas que guiarán al compositor a
realizar una colaboración de forma eficaz y exitosa.

Finalmente, analizaremos los aspectos que el compositor de canciones debe vigilar tanto en su melodía como en la
letra en función del cantante, para que la canción tenga el máximo poder posible.

Importancia de los descansos

Cuando se está componiendo una canción, una de las cosas que el compositor debe tener claro es la
importancia de tomar los descansos en los momentos adecuados. Más que un simple consejo, esto evitará
horas de frustración. Cuando se trabaja durante mucho tiempo en una línea, un verso o un coro, el oído se
cansa y la creatividad se ve mermada por dicho cansancio. Al tomarse un respiro y volver con oídos
frescos, permite continuar con el trabajo y, muchas veces incluso, ayuda a ver o escuchar algo que antes
no había sido detectado, resolviendo así un pasaje o letra. Además, cuando se trabaja en una letra y se
repite mucho una melodía, esta suena tan familiar que se buscará incesantemente que suene diferente,
aunque siempre sonará familiar por la cantidad de veces que es repetida. Obviamente, esto puede llevar a
que una línea pierda totalmente la esencia o perspectiva que tenía en un comienzo.
La decisión de en qué momento descansar de una canción corresponde a cada compositor. Una señal es el hecho de
sentirse cansado y sin ideas. Cuando se llega a este punto, es momento de considerar tener un descanso. Por esta
razón, y ya cuando se va a descansar, se debe registrar el progreso obtenido hasta el momento: tener lo que se tenga de
la letra correctamente escrita y grabar la voz en caso de que se tenga ya una melodía lista. Esto último es muy
importante. Un error que se suele cometer es el pensar que la melodía que creamos será recordada todo el tiempo, y
que al volver del descanso se tendrá igual de fresca en la mente. Casi nunca es así, por lo que debe grabarse para tener
así un registro exacto de la melodía elaborada. A su vez, esto permite el interesante efecto de que al volver,
escucharemos la melodía con oídos frescos, como si se estuviese escuchado por primera vez.

Un aspecto interesante con respecto al descanso es que durante el mismo no se debe pensar en la canción. De hacerlo,
no se estaría realmente descansando. Al volver del descanso, y leer la letra que se tiene escrita, o escuchar lo que se
tenga grabado, es conveniente pensar en las siguientes preguntas: ¿el sonido es demasiado complicado o demasiado
predecible? ¿La letra desarrolla la situación de una forma ordenada, o es difícil de saber qué está pasando? ¿Existe
suficiente contraste entre las secciones de la canción?

Un chequeo final

Cuando se termina de escribir una canción, es conveniente someterla a un “examen” para ver si existe
algún elemento o sección que pueda ser pulida. Esto es particularmente importante si se desea que la
canción tenga la fuerza necesaria para abrirse paso en el mercado. A continuación se verá una lista de
preguntas bajo las cuales examinar la canción y así poder encontrar de una forma directa y sencilla,
aquellas partes que necesiten ser pulidas.
Con respecto a la estructura de la canción, se debe pensar en las siguientes preguntas: ¿la estructura de mi canción
permite que está se convierta en un clásico? ¿Las secciones están claramente definidas? ¿Las transiciones son frescas
e interesantes?

A nivel de letra, se debe analizar lo siguiente: ¿el tema o la situación se define de forma clara? ¿El título es fuerte? ¿El
coro es conciso y definido? ¿La letra desarrolla su contenido a lo largo de la canción? ¿Las líneas claves son fuertes?
¿Se utilizan nuevas imágenes, detalles y verbos para que oyente se meta más en la historia?

A nivel de melodía, se debe analizar lo siguiente: ¿existe suficiente variedad melódica para mantener la atención? ¿La
melodía es memorable? ¿Existe contraste melódico entre las secciones? ¿La tensión es liberada de forma efectiva?

A nivel de género, se debe pensar lo siguiente: ¿el estilo de la melodía y la letra está dentro del género?

Al considerar estas preguntas se pueden pulir aquellos detalles que permanezcan más ocultos de la canción. Luego de
un último chequeo, ¡nuestra canción estará lista para colarse en las primeras posiciones de todas las estaciones
radiales!

Escribiendo para distintos géneros

Cada género musical provee a la canción de una percepción o “sabor” distinto. Tenemos géneros movidos como el
Rock y el Jazz, así como otros más lánguidos como la Balada y el Soul. También existen géneros con sonidos
tropicales como el Merengue y la Cumbia, y otros con una fuerte presencia comercial como el Pop y el R&B. El
escribir canciones para cada género es aprovechar el sabor de cada uno para transmitir mejor un determinado mensaje.
Una de las principales razones por las cuales es conveniente aprender a componer buenas canciones para varios
géneros es el hecho de que se abarca una mayor cantidad de gustos. Existe mucho público para el Country, así como
para el Jazz. Por esta razón, el componer bien para Country y Jazz permite que nuestras canciones puedan colocarse
en el gusto de aquellos seguidores de estos géneros.

A fin de familiarizarnos con el género para el cual escribiremos una canción, puede ser de utilidad escuchar varias
canciones representativas y responder las siguientes preguntas:

• A nivel de letra: ¿qué temas aborda la canción? ¿Qué tipo de lenguaje utiliza? ¿Es directo, jergal o poético?
¿Existen muchas imágenes concretas, ejemplos y detalles? ¿Cómo se desarrolla la trama? ¿Qué tipo de protagonista
tiene la canción? ¿Cómo la interpretaría el cantante?

• A nivel de melodía: ¿Cómo se crea contraste entre las secciones? ¿Cómo se construye la tensión? ¿Cuánta tensión
se utiliza? ¿Cuántas repeticiones utiliza? ¿Dónde las utiliza? ¿Hay mucha o poca síncopa? ¿En qué tiempos
comienzan las frases? ¿Las líneas tienen igual duración?

• A nivel de estructura: ¿Cuál es la estructura predominante? ¿Existe otro tipo de estructuras?

A nivel de progresión armónica: ¿Cuáles son las progresiones básicas usadas por el compositor? ¿Qué otro tipo de
progresión está presente? ¿Cada cuánto se repiten los acordes?

La respuesta a estas preguntas abrirá las puertas del género que se esté estudiando. Es obvio que nadie quiere sonar
igual a otros, pero cada género tiene un sonido característico que estará presente en la canción. Lo importante es usar
las características musicales necesarias para encajar en un respectivo género.

Colaboraciones

Una de las formas mediante la cual una canción puede beneficiarse grandemente es por medio de
colaboraciones o featuring. Es muy común hoy día revisar las listas de los sencillos más vendidos o
escuchados en la radio. No resultaría extraño que alguna de esas canciones exitosas sea una
colaboración.
Incluso cuando se tenga un gran talento como compositor de canciones, y se piense que no se necesita más para que
tanto la letra como la música sean excelentes, una canción puede obtener mucha más fuerza o interés mediante la
ayuda de un colaborador. A continuación, analizaremos algunas razones por las cuales puede resultar conveniente
trabajar con un colaborador:
• Un colaborador da nuevas ideas y aportes sobre el mensaje transmitido por la canción.

• Cuando una línea nos guste mucho, el colaborador puede tener la objetividad necesaria para darle el toque que
necesita para ser más fluida. Cuando uno está “enamorado” de una línea es más reacio a cambiarla en beneficio de la
canción en general.

• Trabajar con un colaborador añade motivación y un objetivo en común que cumplir.

• Es probable que un compositor de canciones domine bien un área, la letra por ejemplo, y presente debilidad en otra,
como la parte musical. El trabajar con un colaborador fortalecer las partes donde se es débil.

A continuación, se hará mención de algunos entornos útiles para encontrar colaboradores:

• Escuelas de música: es la manera más fácil y obvia de encontrar colaboradores. Puede resultar útil publicar un
aviso en alguna cartelera o tablón, algo como “Se busca colaborador para canción”. Se puede incluir el género y
alguna forma de establecer contacto, ya sea teléfono o correo electrónico.

• Tiendas de música: algunas tiendas de música ofrecen también clases. En esas clases pueden encontrar profesores y
estudiantes que puede estar interesados en escribir canciones. Se puede hablar con un profesor de guitarra o piano y
explicar que se está buscando un colaborador para escribir una canción.

• Clubes y otros locales de música: en los clubes también se pueden encontrar colaboradores. Se puede escuchar
algún artista o banda cuyo género sea el que se busca, y luego proponerle la colaboración. Lo más probable es que
respondan que ellos mismos producen su propio material y no necesitan un colaborador, más eso no debe ser un
impedimento. Se puede explicar que las canciones están listas para ir a una editorial, lo cual puede abrirles a ellos una
nueva ruta.

• Internet: el uso de la Internet ha llegado a impactar todos los aspectos de la vida. La composición de canciones no
tiene que ser la excepción. Mediante el uso de la web es posible la colaboración a larga distancia. Para esto, es
necesario realizar cierta investigación. Existen foros y sitios web donde los compositores se reúnen para compartir
canciones, obtener retroalimentación y encontrar colaboradores. Por lo que se debe tomar un tiempo para escuchar las
diferentes opciones, y cuando se piense en alguno en específico, contactarlo.

Al buscar colaboradores, conviene saber la experiencia de cada uno, así como los géneros que domina. De esta forma,
nuestra búsqueda será fructífera, al encontrar las personas exactas que necesitamos para nuestro proyecto.

Realizando una colaboración

Llegado a este punto, quizás se pueda pensar en cuál es la forma correcta de realizar una colaboración.
Lo cierto es que no existe una forma “correcta” o “única”. Esto se debe a que existen muchísimas formas
de escribir una canción con otro compositor. Lo más recomendable es, antes de iniciar la tarea, conversar
con el colaborador para saber la forma más agradable de trabajar para ambos. Se pueden formular entre
sí las siguientes preguntas: ¿Quieres comenzar a escribir por separado y luego juntamos ideas?
¿Prefieres comenzar a escribir juntos? ¿Escribo una letra y luego la pules? ¿O viceversa? Lo importante
es que ambos estén claros en la forma de trabajar para que así la tarea fluya de una manera óptima.
El comprometerse y fijar metas es un recurso de gran utilidad. Se ha comprobado que el rendimiento mejora cuando
se mide y cuando se establecen fechas de entrega. Realicen un plan de cómo van a lograr la meta en el tiempo
estipulado. Cuando se trata de mantenerse en contacto, asegúrense de no faltar a las citas, de estar constante
comunicación ya sea en persona, por teléfono o vía Internet.

Siempre que se trabaja en una colaboración, se deben tener dos cosas en cuenta:

Si uno es el que escribe la letra, se le debe dar al colaborador la mayor cantidad de información que se pueda sobre las
ideas que se tienen para la letra. Si escuchamos un ritmo o melodía junto con la letra, conviene grabar una primera
versión mientras se aplaude o se marca el tiempo de alguna forma. El colaborador puede usar o no la melodía, pero al
menos tendrá una idea de lo que se busca reflejar con la letra.

Si uno es el que escribe la melodía, es necesario asegurarse de que la melodía define claramente la estructura de la
canción. De esta forma, el letrista no tendrá que adivinar donde es el verso o donde es el coro. Si se desea ser más
obvio, se puede indicar con una etiqueta o subtítulo donde es el coro y donde son los versos.

Cantante vs. Melodía

Como parte de la revisión final de la canción, es conveniente revisar algunos aspectos de esta, por
ejemplo, la melodía. Si la persona que va a cantar la canción no es la misma que quien la compone, la
obtención de un buen sonido y una melodía para el lucimiento del cantante debe ser la meta del
compositor. Cuando la finalidad del compositor sea pegar en la radio, pues la melodía debe ser
memorable. Por esta razón, antes de grabar un demo final, se debe escuchar con atención la melodía y
evaluar qué tan pegajosa puede ser para el público meta.
Otra de las cosas que se deben comprobar es el rango de notas cubierto por la melodía. El rango de notas se refiere a
la distancia que existen entre la nota más baja y la más alta. Dicho rango de notas debe corresponder al que sea mejor
para el cantante, donde pueda lucir su timbre y su potencia vocal. Se debe tener cuidado con las notas que estén fuera
de un rango cómodo para ellos, ya que no se les debe pedir que la mantengan durante mucho tiempo. Otro aspecto a
considerar es el hecho de que los cantantes desean guardar lo mejor para el final, por lo que no es conveniente
explotar todo su potencial vocal desde el comienzo de la canción.

Cuando se escribe una canción para un artista en particular, es conveniente considerar las siguientes pautas:

• Estudiar las canciones que dicho artista haya grabado recientemente.

• Buscar la nota más grave y más alta en cada canción.

• Identificar las fortalezas y las debilidades que presentan, haciendo hincapié en las fortalezas.

• Identificar los trucos o recursos vocales usados por el artista, tales como: grupetos, portamentos, fiatos, voces
guturales, falsetes, melismas, entre otros.

• Identificar el ritmo de las melodías, si es rápida o lenta.

Otro aspecto a considerar es el hecho de que las emisoras radiales tienen siempre un estándar en las canciones que
emiten. Aun cuando un artista escriba las ocho canciones que integran su álbum, las emisoras siempre se decantarán
por colocar aquellas canciones cuyo estilo ha probado tener éxito. Por esta razón, al escribir canciones que gusten a la
radio, puede atraer también a los artistas que quieren figurar en ella, haciendo que estos busquen incluir más canciones
en sus discos, aparte de las propias.

Cantante vs. Letra

Un pequeño retoque en la letra antes de grabar puede ser la diferencia entre una canción perdida en los
catálogos de un editor y una canción exitosa lista para ser grabada.
A nivel lírico, el cantante debe resultar creíble. Al igual que un actor, debe convencer a la audiencia de que cada línea
de la canción realmente ha ocurrido, y que el sentimiento que expresa proviene directamente del corazón.

Al escoger palabras y frases que reflejen la edad, la experiencia y la educación del cantante se crea una situación
convincente. Por ejemplo, si se escribe para géneros como el Pop, términos como “inconmensurable” no son
apropiados, y posiblemente no sean dominados por una parte del público meta. Además de que no suena
contemporáneo, es decir, no es una palabra propia de la generación de la audiencia, posiblemente suene falsa viendo
de un grupo de jóvenes. Los oyentes terminarían desconfiando rápidamente de ellos, afectando así la conexión
emocional que es tan necesaria para el éxito de la canción. El cantante debe dar el tipo de intereses, relaciones y rango
social con el que el público desea relacionarse. Por supuesto, esto no tiene por qué escribirse directamente, pero se
puede implicar en la letra.

Otra consideración que se debe tomar en cuenta es que la letra debe reflejar la atmosfera o color del género. Por
ejemplo, el metal es un género pesado y oscuro, lo cual debe ser reflejado en la letra de la canción. De no ser así, la
audiencia podría ser confundida y la canción podrá no tener éxito.

Conclusión

El tomar un descanso mientras se escribe una canción ayuda a refrescar la mente y así obtener nuevas
ideas para elaborar la canción que queremos. Una señal de que el cerebro está cansado y es hora de
tomar un descanso, es cuando ya no se producen más ideas.
Antes de producir una “versión final” es conveniente someter a nuestra canción a un pequeño chequeo, con el fin de
asegurarnos que los objetivos musicales de la misma se cumplan. Este chequeo puede constar de algunas preguntas
entre las cuales se pueden citar las siguientes: ¿Las secciones están claramente definidas? ¿Las transiciones son
frescas e interesantes? ¿El coro es conciso y definido? ¿La melodía es memorable? ¿La tensión es liberada de forma
efectiva? ¿El estilo de la melodía y la letra está dentro del género?
Para escribir adecuadamente una canción para cualquier género, estos deben ser estudiados. Algunas preguntas que
nos ayudarán a estudiar la lírica de cualquier género son: ¿qué temas aborda la canción? ¿Qué tipo de lenguaje utiliza?
¿Es directo, jergal o poético? ¿Existen muchas imágenes concretas, ejemplos y detalles? ¿Cómo se crea contraste
entre las secciones? ¿Cómo se construye la tensión? ¿Cuál es la estructura predominante?

Las colaboraciones son habituales en el mundo de la música. Existen colaboraciones entre letristas, entre letristas y
músicos, y entre solo músicos. La importancia de las colaboraciones radica en la posibilidad de fortalecer aquellos
puntos en los que presentamos debilidad. Obviamente, esto enriquecerá la canción y aumentará las probabilidades de
éxito.

Finalmente, tanto la melodía como la letra de una canción deben ser revisadas para evaluar qué tan bien cumplen los
estándares radiales o los propósitos de la misma. Esto puede marcar la diferencia entre una canción del montón y un
éxito destinado a convertirse en un clásico.

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