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“1983-2023

Cuadragésimo Aniversario
–Democracia para Siempre”

Provincia de Corrientes
Poder Judicial

*.4P11OF.507204.*
LOF 2008/4

En la ciudad de Corrientes a los ocho (08) días del mes de mayo de dos mil
veintitrés, constituyéndose el Superior Tribunal de Justicia con sus miembros
titulares Doctores, Alejandro Alberto Chain, Eduardo Gilberto Panseri,
Guillermo Horacio Semhan y Fernando Augusto Niz, con la Presidencia del
Doctor Luis Eduardo Rey Vázquez, tomaron en consideración el Expediente
N° LOF 2008/4, caratulado: "LEGAJO DE ANTECEDENTES (CASACION)
LOF 2008/4 (LIF 15368/22 LJU 2008/22) IDE DE JUICIO 2210 11308 1." Los
Doctores Alejandro Alberto Chain, Eduardo Gilberto Panseri, Guillermo Horacio
Semhan, Luis Eduardo Rey Vázquez y Fernando Augusto Niz, dijeron:
¿QUE PRONUNCIAMIENTO CORRESPONDE DICTAR EN
AUTOS?
A LA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO DOCTOR
ALEJANDRO ALBERTO CHAIN, dice:
I.- Introducción.
Contra la Sentencia Nº 50/22, del 20 de diciembre de 2022,
dictada por el Juez de Juicio Unipersonal de la ciudad de Paso de los Libres,
que Condena a Mariano Nicolás Salinas Casado, a la pena de TRES AÑOS Y
SEIS MESES DE PRISION, COMO AUTOR MATERIAL PENALMENTE
RESPONSABLE de los delitos de LESIONES LEVES AGRAVADAS POR LA
RELACION DE PAREJA Y MEDIAR VIOLENCIA DE GENERO (Art. 89, en
función al artículo 92 y su remisión al artículo 80, incisos 1° y 11° del Código
Penal) AMENAZAS SIMPLES (art. 149 bis, primer párrafo y supuesto del
Código Penal), COACCION (art. 149 bis, primer párrafo anteúltimo supuesto
del Código Penal) y DAÑO SIMPLE (art. 183 del C.P.) todo en concurso real, la
defensa técnica interpone Recurso de Casación.
II.- Recurso de casación.
La defensa deduce el presente recurso de casación por
inobservancia de la ley, por falta de fundamentación y por afectación a los
derechos constitucionales del debido proceso legal y de la defensa en juicio
(art. 18 de la CN) a partir de la arbitrariedad del resolutorio cuestionado, ya que
el mismo no ha respetado las exigencias de debida fundamentación que el
Supremo Tribunal Federal establece, a más de mencionar que no se ha
legitimado la imposición de la pena de acuerdo a las prescripciones
garantizadoras emanadas de los arts. 1, 16, 18, 28 y 75 inc. 22, preventiva
ordenada por el Tribunal de Juicio.
En ese sentido, se agravia de las siguientes cuestiones:
a) Sobre la calificación legal.
Entiende que las amenazas, coacciones y daños enrostrados a su
defendido son “inexistentes en la documentación del poder punitivo, son
inidóneas, poco serias, porque tienen la naturaleza de la improvisación.
Demuestra en forma terminante que un problema que pudo solucionarse con el
tratamiento psicológico de los integrantes de la pareja termina en el encierro,
con dos familias en zozobra y con una prisionización.
Por otra parte, refiere que en la relación de pareja de Cortes y
Salinas Casado no hubo dominación de ningún tipo, sea económica o
psicológica, indiferencias, aislamientos, etc. y que ello tampoco fue un aspecto
de la acusación.
b) Concurso de delitos y la fundamentación de la sentencia.
Inicia refiriendo que las lesiones que sufrió la víctima han afectado
en forma efectiva el derecho de la víctima a disponer de su integridad física “no
guardando por tanto la conducta desplegada por el imputado (discusión de
pareja) proporción o nexo con alguna afectación del bien jurídico tutelado por la
norma de reproche a las características de las lesiones. El informe Médico es
elocuente en cuanto a su ilustración de esquema anatómico, la entidad, la
mecánica de producción, el tiempo que estima en curación, y ello al comprobar
que NO PRESENTA SECUELA INCAPACITANTE sea para el trabajo o para la
actividad que desarrollaba. El propio padre de la víctima refiere en su
declaración: “...las lesiones físicas en una persona de 26 años desaparecen
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Por otro lado, señala que se pretende condenar a Salinas Casado
por dos figuras penales que se encuentran en el mismo artículo (149 bis del
CP).
En lo que al concurso de delitos puntualmente se refiere, entiende
que está claro que hubo unidad de hecho por lo que su valoración debe
efectuarse en conjunto. En otras palabras, que hubo una sola lesión al bien
jurídico protegido.
Indica que su pretensión reside en que se valoren correctamente
las lesiones y su significación y se declare la inexistencia de los delitos de
amenazas, coacciones y daños o, en su caso, se los encuadre como un
concurso ideal.
c) Determinación de la pena.
Concretamente indica que la sentencia no explica porque del
monto de la pena. Específicamente expone que: “precisamente, es esa
amplitud la que autoriza su adaptación a las diferentes circunstancias
convergentes en cada caso particular y con ello obliga -para asegurar una
debida defensa- a fundamentar la elección del monto, pues aquél también rige
el principio de que toda operación intelectual, para ser juzgada, tiene que portar
la posibilidad de la razón lógica y experimental. Esto lo hace arbitrario al fallo
en el tratamiento de las circunstancias que determinan el quantum de la pena y
la consiguiente vulneración de las garantías derivadas del artículo 18 de la
Constitución Nacional.”
A mayor abundamiento, destaca que la sentencia no dice ni
permite apreciar que valor se ha dado a cada uno de los elementos que
menciona, ya que ingresa elementos sin demasiada explicación en conceptos
como “...tuve en cuenta la edad del acusado; es una persona joven con arraigo
en esta ciudad, con trabajo, con ejercicio laboral, no tiene causas computables
en su contra, demostró un verdadero arrepentimiento pide disculpa a su familia
y la de su ex pareja y víctima de autos Camila Cortes... ”.
Entiende que la personalidad del imputado debió haber sido
tenida en cuenta como atenuante y elegir y aplicar el mínimo de la pena.
En adición, manifiesta que la sentencia no dijo cuánto incidía cada
una de estas pautas en la pena que se impuso, por tanto, solicita la nulidad de
la cuantificación e individualización de la pena por falta de fundamentación.
d) La prisión preventiva.
Señala que a su criterio existe una errónea interpretación y
aplicación de la prisión preventiva “un error en la interpretación del art 14 del
CPP Ley 6518, art 233 la prueba obtenida, art 234 evidenciar la existencia del
peligro de fuga, justificar con arreglo a las circunstancias del caso incs. a) y b)
todo del CPP Ley 6518 y art 343 del CPP Ley 6518, en orden a la
interpretación que debe dárseles a la luz de las preeminencia interna que
constitucionalmente merecen, a la luz de las disposiciones constitucionales que
rigen la privación cautelar de la libertad en el proceso.
En este sentido, luego de hacer referencia a jurisprudencia de la
CIDH y de la CSJN, enfatiza que su defendido no tiene intención alguna de
obstaculizar la investigación o darse a la fuga. Advierte que su defendido no
está condenado con sentencia firme y que la sentencia no tuvo en cuenta esta
circunstancia y el hecho de que durante el proceso Salinas Casado se
encontraba en libertad, cumpliendo con las medidas de coerción impuestas en
el proceso.
III.- Dictamen Fiscal General.
A la vista corrida, el Sr. Fiscal General, dictamina que: “…En
virtud de los argumentos expuestos, este Fiscal General dictamina por el
rechazo del recurso de casación interpuesto por el Dr. Juan Emilio Vichi, en
representación de Mariano Salinas Casado, por los motivos dados…”.
IV.- Tratamiento de los agravios. Fundamentación:
Alcance de la revisión en casación.
La causa será examinada a tenor de la doctrina emanada del fallo
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“Casal” de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Este criterio es reiterado
en “Martínez de Arecó” Fallos: 328:3741; “Salto” Fallos: 329:530 y “Tranamil”
Fallos: 330: 5187, entre otros.
2. Plataforma fáctica establecida por el tribunal de juicio.
A.- Sobre la calificación legal.
En primer lugar, voy a referirme sobre la construcción de la
plataforma fáctica, que quedo determinada de la siguiente forma: “…Que así, lo
tengo comprobado, y acreditado con el grado de certeza la comisión del
siguiente hecho: “el día 20 de febrero de 2022, a las 06:00 horas
aproximadamente, cuando MARIANO NICOLÁS SALINAS CASADO en uso de
una relación desigual de poder revisa sin autorización el teléfono celular
IPHONE 13 PRO, carcasa color negro, pantalla táctil, propiedad de su expareja
CORTÉS LEAL CAMILA, accediendo indebidamente a la comunicación que
mantenía con sus amigas a través de la aplicación de WhatsApp vinculado a la
línea telefónica 1131068288, ello por suponer que CAMILA estaba en contacto
con otra persona; oportunidad en que aprovechándose de que ambos se
encontraban solos en la vivienda, toma del cuello a CAMILA con sus dos
manos ejerciendo fuerza, posicionando la espalda de CAMILA en la pared
provocándole múltiples lesiones y moretones (hematomas) en la zona de la
nuca, todo mientras le decía que “LA IBA A MATAR A ELLA Y A SU PERRO”
amedrentándola, y la forzaba a que dijera un nombre expresándole “QUE NO
MERECÍA ESTAR VIVA Y QUE NO SE IBA A IR HASTA QUE NO LE DÉ UN
NOMBRE” obligándola a hacer algo contra su voluntad, infundiéndole temor.
Luego de ello continúa ejerciendo violencia física sobre CAMILA, con golpes de
puño por la cabeza generándole chichones, para luego voltearla al suelo,
inmovilizarla colocando su rodilla en el pecho de CAMILA y darle varias
cachetadas, para después patear en su brazos mientras CAMILA le pedía por
favor que parara porque la estaba lastimando. Posteriormente, toma el teléfono
celular de CAMILA - IPHONE 13 PRO, carcasa color negro, pantalla táctil- y lo
arroja con fuerza dos veces contra el suelo, rompiéndolo en su totalidad.
Oportunidad en que CAMILA aprovecha para zafarse y correr hasta el teléfono
fijo situado en la habitación de su padre y simula que llama a alguien; por lo
cual MARIANO CASADO se retira de la vivienda de CAMILA diciéndole QUE
NO SE ARREPENTÍA DE NADA Y QUE SE TENÍA QUE MORIR. Las
agresiones físicas ejercidas por CASADO a CAMILA le ocasionaron lesiones y
heridas en el codo derecho, heridas en el antebrazo derecho, hematomas en:
brazo izquierdo, antebrazo izquierdo, glúteo izquierdo, muslo izquierdo, rodilla
izquierda, pierna izquierda, rodilla derecha, y hematomas en pierna derecha...”.
En esa labor es fundamental el testimonio de la víctima, a ello hay
que agregarle el Informe Pericial psicológico de fecha 24 de febrero de 2022,
efectuado por la Licenciada Acevedo Vilma Raque, integrante del Cuerpo de
Psicología Forense local, sumado a los testimonios de la progenitora de la
víctima Ana Cristina Arrospide Leal, el progenitor Gabriel Cortés y testigo
Dr. Carlos Vizcaino, informa lesiones de la víctima, de fecha 20/02/2022,
expresa: “…al momento del examen médico presenta, contusiones en ambos
pómulos, en zona de cuello, hematoma en zona del codo del miembro superior
derecho, excoriaciones en ambos antebrazos de miembros superiores, refiere
dolor lumbar…”. Que también la testigo Doctora CAROLINA ÁLVAREZ,
(Médica Forense del Cuerpo Médico Forense de Paso de los Libres,
Corrientes), expone y explica las lesiones constatadas a la víctima y del
Informe pericial N° 33/22, efectuado a Camila Cortes Leal. Que este testimonio
es corroborado con la PERICIA N° 33/22, de fecha 21/02/2022, suscripta por la
Dra. Carolina Álvarez, integrante del Cuerpo Médico Forense local, quien
examina a Camila Cortes Leal, e informa: “presentando: …múltiples
excoriaciones lineales, con halo equimotico rojizo, en región cervical, puente
nasal … las lesiones descriptas presentan características de haberse producido
entro los últimos 1 a 2 días del examen realizado, … las lesiones reúnen las
características para encuadrarlas dentro de los considerandos del art. 89 del
C.P. lesión de carácter leve…” Y por último el Doctor ENRIQUE
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VARGAS, (Perito Médico), expone que: …las fotografías extraídas coinciden
con el relato de la víctima. Respeto a la zona del cuello de la víctima, dice que
la equimosis es superficial y no hay acumulación de sangre y en tanto el
hematoma si, generalmente es producido por mayor violencia. Expone que hay
hematoma. Indica que hubo una maniobra con mucha violencia en el cuello de
la víctima. Expone que el reflejo inhibitorio es causal de muerte. Luego expone
sobre las lesiones en los brazos; indica que son maniobras defensivas
generalmente. Expone que constato lesiones en la parte posterior, lumbo
sacra, asimismo en la rodilla. Una gran gama de lesiones de equimosis a
hematomas. Expone que también constató escoriaciones. Indica que examino
a la víctima al otro día del hecho, pero que su informe tiene fecha de abril. Que
la examinó en la casa de la madre, y que la vio más de una vez…”.
Nuestro tribunal se enrolo en la postura jurisprudencial de la Corte
a los fines probatorios con el objeto de erradicar todo tipo de violencia contra la
mujer. “…CSJN, 1-11-2011, en “L., M. C. s/ recurso extraordinario”,
la Dra. Highton de Nolasco expresó […] Que por otra parte, la ley 26.485 de
“Protección Integral de la Mujer (reglamentada mediante el decreto 1011/2010),
que apunta a erradicar cualquier tipo de discriminación entre varones y mujeres
y a garantizar a estas últimas el derecho a vivir una vida sin violencia, declara
que sus disposiciones son de orden público (artículo 1°) […] y finalmente
establece un principio de amplitud probatoria “...para acreditar los hechos
denunciados, teniendo en cuenta las circunstancias especiales en las que se
desarrollan los actos de violencia y quiénes son sus naturales testigos [...],
tanto para tener por acreditados los hechos cuanto para resolver en un fallo al
respecto (artículos 6° y 31).[…]. En este sentido la Ley Nº 26.485, fue adherida
por nuestra provincia por Ley Nº 5.903, publicada en Noviembre de 2009…”
(Sentencia N° 50/2014).
Y referente a la violencia de género, debo decir que no es tan
sencillo el análisis de la problemática, tal como lo expone el defensor, en ese
sentido, no podemos dejar de lado el contexto social y cultural, en que se
desenvuelve el hecho, en ese tipo de relación de supuesto señorío, como si
fuera la pareja que está representada por la mujer -víctima- pasaría a ser una
especie de relación objeto-cosa propiedad del hombre, todo con una fuerte
raigambre cultural, que deviene de nuestra formación patriarcal (en igual
sentido para hombre y mujer), al hombre como jefe de familia, el paterfamilias
que cuando la mujer, se puede posicionar en un pie de igualdad junto a él, ya
significa una afrenta, puede ver menguado su honor o peligra seriamente su
honor, en éste tipo de pensamiento, estaría perfectamente justificado en el
accionar de Salinas Casado, que tal como quedó probado los hechos, tal como
lo refleja en su plataforma fáctica reconstruida por el a quo.
Esta actitud claramente está indicando la supremacía en la
relación del varón sobre la mujer, evitar que se repitan estas conductas es en
parte nuestra labor como juristas, que a la vez, nos están indicando que
debemos ubicarnos en tiempo y espacio, en los tiempos que corren, aunque de
más está decirlo, la mujer desempeña un rol preponderante en el ámbito
familiar, social, cultural, laboral, político, de decisión, etc., no puede seguir
considerándose a la mujer como un elemento accesorio del hombre, está en un
pie de igualdad, con todos los derechos y obligaciones, y como tal debe ser
respetada.
En este orden de ideas, podemos considerar este ataque a la
mujer como una violencia de género, de lo que no se puede descartar que la
mujer se encuentre ajena a un proceso de violentización, en el que ella justifica
y perdona todo lo que hace el hombre, para evitar que se enoje, que en este
contexto, podemos recordar que una de las definiciones más aceptadas es la
aprobada en diciembre de 1993 por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”,
y que indica que este tipo de violencia se refiere a: “… todo acto de violencia
basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico,
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sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación
arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida
privada …” (Asamblea General de la ONU. Resolución 48/104, 20 de diciembre
de 1993).
Según el autor español de Celis Estibalis conceptúa: “…agrupa
todas las formas de violencia que se ejercen por parte del hombre sobre la
mujer en función de su rol de género: violencia sexual, tráfico de mujeres,
explotación sexual, mutilación genital, etc. independientemente del tipo de
relaciones interpersonales que mantengan agresor y víctima, que pueden ser
de tipo sentimental, laboral, familiar, o inexistentes…” (de Celis, Estibaliz
(2011). «Prevención de la violencia de género». En Pérez, Jesús; Escobar,
Ana. Perspectivas de la violencia de género. Madrid: Grupo 5 Editorial. pp. 292,
p. 95) (http://es.wikipedia.org/wiki/violencia).
Así es que en cuanto a la calificación otorgada al hecho: “…Que,
coincidiendo con el Sr. Fiscal de Juicio y el Acusador particular, entiendo que el
hecho anteriormente descripto, cae bajo la calificación legal de lesiones leves
agravadas por la relación de pareja y mediar violencia de género, articulo 89,
en función al artículo 92 y su remisión al artículo 80, incisos 1° y 11° del Código
Penal; amenazas simples, artículo 149 bis, primer párrafo y supuesto del
Código Penal; coacción, artículo 149 bis, primer párrafo, ante último supuesto
del Código Penal; y daño simple, artículo 183 del Código Penal. Todo ello en
concurso real, artículo 55 del Código Penal, y en calidad de autor material,
articulo 45 del Código Penal, delitos estos cometidos en contexto de violencia
de género, siendo MARIANO NICOLAS SALINAS CASADO, autor material del
mismo. […] Que coincidiendo con la calificación dada por el Ministerio Publico
Fiscal y la Querella en su alocución final, esto es lesiones leves previsto y
penado por el art. 89 del Código Penal. Que el mismo prevé expresamente Art.
89. - Se impondrá prisión de un mes a un año, al que causare a otro, en el
cuerpo o en la salud, un daño que no esté previsto en otra disposición de este
Código.[…] Que así Salinas Casado realizo la acción típica consistente en
causar un daño en el cuerpo o en la salud de otro, es decir que altera la
estructura física o menoscaba el funcionamiento del organismo del sujeto
pasivo. Cosa que sucedió en autos, por la conducta desplegada por el
imputado y el resultado de las lesiones producidas en el cuerpo de la víctima,
antes descriptas. […] Que la acción típica desplegada por SALINAS CASADO,
en primer lugar consiste en ocasionar lesiones a la víctima. Que las lesiones
producidas a la víctima, tal como lo tengo por reconstruido en el hecho histórico
desarrollado precedentemente, lo tengo por acreditado con los informes,
suscriptos por el Dr. Vizcaino de fecha 20/02/2022. […] Que esta prueba es
corroborada con la PERICIA N° 33/22, de fecha 21 de febrero de 2022,
suscripto por la Dra. Carolina Álvarez, integrante del Cuerpo Médico Forense
local, quien examina a Camila Cortes Leal. […] Que la conducta del imputado
Salinas Casado de acuerdo al hecho reconstruido en el interrogante anterior
configura la acción típica de Amenazas simples, al haberse acreditado que: “le
decía que “LA IBA A MATAR A ELLA Y A SU PERRO” amedrentándola…”.
Que al respecto el Código Penal prevé expresamente: Art. 149 bis. - Será
reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de
amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas […] Que se
entiende por amenaza cualquier acto por el cual un individuo, sin motivos
legítimos y sin pasar por los medios o por el fin de otro delito, afirma (o
anuncia) deliberadamente que quiere causarle a otra persona algún mal futuro,
debiendo ser éste dependiente de la voluntad del sujeto que realiza aquélla.
[…] Que la Figura Básica del delito de amenazas consiste esencialmente, en
haber querido infundir temor, y en haber realizado con ese fin algún acto que
pueda infundirlo. Comete ese delito, efectivamente, quien con el fin de
atemorizar (“alarmar o amedrentar”), anuncia a otro un mal grave, posible y
futuro, con idoneidad para intimidar , o sea, lograr el efecto de la amenaza, y
que depende de la voluntad del agente causar, por acción u omisión. La
definición más amplia es de CARRARA: “Cualquier acto con el cual alguien, sin
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razón legítima y sin trascendencia a otro delito por los modos o por el fin,
deliberadamente afirma que quiere ocasionar a otro algún mal futuro”. Lo que
es de aplicación al concepto del Código Penal argentino. Aunque no se exige el
real amedrentamiento de la víctima, que puede no lograrse, sí se requiere el
propósito específico de causarlo (dolo especializado: “para alarmar o
amedrentar”: la amenaza a título culposo no es reprochada por nuestra
legislación penal. De igual manera, no se admite el dolo eventual, ni puede
imaginarse el dolus generalis. […] Que en el caso se halla perfectamente
acreditado que el imputado profiere amenazas a la víctima causándole temor a
la misma, configurando de esta manera la acción típica del delito. […] Que por
último, la normativa de género aplicable se halla desarrollado en la figura
anterior, siendo aplicable al respecto. […] Que la conducta del imputado
Salinas Casado de acuerdo al hecho reconstruido en el interrogante anterior
configura la acción típica de Coacciones, al haberse acreditado que le
manifestó expresamente: …QUE NO MERECÍA ESTAR VIVA Y QUE NO SE
IBA A IR HASTA QUE NO LE DÉ UN NOMBRE” obligándola a hacer algo
contra su voluntad, infundiéndole temor… […] El bien jurídico atacado es la
libertad psíquica del individuo que encuentra su expresión en la intangibilidad
de sus determinaciones. De este modo se pierde la seguridad y la tranquilidad.
[…] Que, por último, la conducta desplegada por el imputado encuadra en la
figura típica de daño. […] Que el Código Penal prevé expresamente
Art. 183.:”…Será reprimido con prisión de quince días a un año, el que
destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare una
cosa mueble o inmueble o un animal, total o parcialmente ajeno, siempre que el
hecho no constituya otro delito más severamente penado…” […] Que la Acción
típica es la de dañar produciendo el Resultado que es, justamente, el daño que
incluye cualquier ataque a la materialidad, utilidad o disponibilidad de las cosas,
que elimine o disminuya su valor de uso o de cambio. […] Que así en este
hecho el imputado Salinas Casado: “…Posteriormente, toma el teléfono celular
de CAMILA –IPHONE 13 PRO, carcasa color negro, pantalla táctil- y lo arroja
con fuerza dos veces contra el suelo, rompiéndolo en su totalidad…”
Configurando la acción típica y produciendo el resultado de daño en la
propiedad de Cortes. […] Que coincido con lo expresado por los acusadores,
tanto público como privado, que los delitos concurren materialmente según lo
prescribe el artículo 55 del Código Penal. Disintiendo de esta manera de lo
expresado por la Defensa técnica en su alocución final…”.
El análisis minucioso realizado por el juez al describir las
conductas y la correcta subsunción legal, no permite fisuras dogmáticas de
ningún aspecto, por lo que avizoro más que un conjunto de expresiones de
disconformidad que agravios propiamente dicho.
B.- Concurso de delitos y la fundamentación de la sentencia.
En cuanto al concurso de delitos el tribunal dijo: “…Que si bien el
hecho se realiza en un momento determinado esto es el día 20 de febrero del
2022 a las 6 hs. aproximadamente una vez iniciada se realiza varias conductas
independientes entre sí, que se agotan en sí mismas y que encuadran en
distintas figuras ilícitas. Así el artículo 55 del Código Penal prevé
expresamente: “Cuando concurrieren varios hechos independientes reprimidos
con una misma especie de pena, la pena aplicable al reo tendrá como mínimo,
el mínimo mayor y como máximo, la suma aritmética de las penas máximas
correspondientes a los diversos hechos.” […] En el concurso real hay una
concurrencia de delitos en un proceso, en tanto que en el concurso ideal hay
una concurrencia de tipicidades en una única conducta. Ahora, debe quedar
absolutamente claro (como sostiene Lascano -h-53) que el único caso en que
la pluralidad de hechos se traduce en una pluralidad delictiva es en el concurso
real, pues el agente comete varios hechos independientes. Así, en estos casos
los tipos penales en juego prohíben aspectos diferentes de la conducta, sin
tener elementos comunes, porque no existe repetición alguna de prohibición.
Cuando esos varios hechos independientes llevados a cabo por el agente se
adecuan al mismo tipo penal, estamos frente a un concurso real homogéneo
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(ej., un sujeto mata a su vecino, dos días después mata a otra persona). Por el
contrario, si esos varios hechos independientes se adecuan a distintos tipos
penales, se verifica un concurso real heterogéneo (ej., un sujeto asalta un
banco, al otro día mata a una persona y, posteriormente, accede carnalmente a
una mujer). Entonces, conforme al concepto que venimos analizando, cabe
concluir en que los requisitos que deben verificarse para tener por acreditada la
existencia del concurso real son: a) Que concurran varias acciones
independientes entre sí; es decir, que un mismo sujeto lleve a cabo varios
movimientos que configuren varias conductas que se materialicen en varios
delitos. b) Que exista pluralidad de lesiones a la ley penal: es decir, que deben
ser varios los tipos penales que desvaloren, que prohíban las diversas
conductas llevadas a cabo por el sujeto; o sea, se deben de haber producido
varios resultados reprimidos por la ley penal. c) Que todo ello se juzgue en un
solo proceso penal: ello, porque si alguno de los hechos ya hubiese sido
juzgado con anterioridad, habiendo recaído sentencia firme, dicha circunstancia
descarta la posibilidad del concurso real, al menos con ése hecho; pudiendo
darse el supuesto de la reincidencia si se verificasen los requisitos exigidos por
el art. 50 del CP…”, por lo que, se encuentra debidamente fundamentado, ha
dicho este Superior Tribunal que la revisión es amplia en cuanto y en tanto los
agravios de la defensa así lo permitan, pero si el agravio defensivo se limita a
plantear meras disconformidades, el mismo no cumple con los requisitos
mínimos que habiliten al tribunal de casación a esa amplitud en la revisión.
C.- Determinación de la pena.
Respecto del tema recursivo propuesto se decía que: “…Dentro
de los poderes de valoración jurídica del hecho competen al juez ciertas
facultades para cuyo ejercicio tiene una suerte de poder dispositivo sobre la
norma […] El ejercicio de éstos poderes discrecionales, en principio no puede
ser controlado en casación […] el uso de los poderes discrecionales, o la forma
en que hayan sido usados no autoriza el recurso. Sólo procede el examen
sobre si la norma confería efectivamente al juez, un poder discrecional, o sobre
si el juez lo usó fuera de los límites legales establecidos, o por motivos no
admitidos en la norma (lo que constituirá inobservancia de la ley sustantiva) o
sino indicar las razones de haberlo ejercitado o no cuando lo exija una norma
jurídica (en este caso, el vicio será in procedendo por falta de motivación) […]
Por vía del recurso no se pude discutir su mayor o menor rigor, su falta de
relación con la conducta que tuvo el imputado en ocasión del hecho […] o la
valoración incorrecta del art. 41 del C. Penal. Pero el Tribunal de Casación
puede controlar si el poder de aplicar discrecionalmente la pena ha sido
ejercido dentro de los límites fijados por la ley. Mientras el tipo de pena y la
escala de la norma hayan sido respetados, la determinación de su monto es
incensurable. El fundamento es claro, todo lo relativo a su medida, de acuerdo
a los arts. 40 y 41 del C.P., depende de una serie de elementos y
apreciaciones de hecho, como la educación, costumbres, antecedentes,
medios de vida, etc. del imputado que sólo pueden ser evaluados por el juez de
mérito en el debate…” (Cf. DE LA RUA, FERNANDO, “EL RECURSO DE
CASACION”, ZAVALIA, 1968, págs. 121/122).
En la actualidad, como ya lo tiene dicho este Cuerpo: “… la valla
de la discrecionalidad del a quo, en la imposición del monto de pena, se
encuentra superada por los actuales estándares de controles que se efectúan
en casación, desprendiéndose que aquel segmento de la sentencia, es
susceptible de revisión en esta instancia casatoria en atención a que se debe
dar una respuesta a todos los reclamos del recurrente, pero es necesario que
éste, impugne con fundamento, demostrando la irracionalidad o el error en la
aplicación de las pautas utilizadas por el juzgador para la dosificación de la
pena y por ende, en lo referente a la graduación de la misma, es decir se debe
acreditar que el “a quo” actuó fuera de los lineamientos lógicos de imposición,
aunque lo haya hecho dentro de la escala penal prevista en la ley…”
(SENTENCIA N° 81/2008).
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En tal sentido, y dando respuesta al agravio planteado por el
recurrente en torno a la escala penal y el bien jurídico protegido por esta figura,
este Alto Cuerpo ha referido: “…En principio, el juicio sobre proporcionalidad de
la pena, prevista por la ley con carácter general, con relación a un hecho
punible que es presupuesto de la misma, es de competencia del legislador.
A los tribunales de Justicia, sólo les corresponde, según la Constitución, la
aplicación de las leyes y no verificar si los medios adoptados por el legislador
para la protección de los bienes jurídicos son o no adecuados a dicha finalidad,
o si son o no proporcionados en abstracto. […] la calificación de una pena
como inhumana o degradante depende de la ejecución de la pena y de las
modalidades que ésta reviste, de forma que por su propia naturaleza la pena
no acarree sufrimientos de una especial intensidad o provoquen una
humillación o sensación de envilecimiento que alcance un nivel determinado,
distinto y superior al que suele llevar aparejada la simple imposición de la
condena. […] para que pueda apreciarse una vulneración del principio de
igualdad es preciso que los supuestos de hechos que se comparen sean
iguales…”, (Cita del Fallo del tribunal constitucional español, en la obra
“PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES Y DERECHO PENAL MODERNO”, de
Manuel J. Vallejos, AD-HOC, 1999, p. 85/88)” en Sentencia N° 56/2004.
Es así que el recurrente llega a esta instancia impugnando el
monto de la pena por falta de fundamentación respecto de la pena impuesta en
la sentencia de tres años y seis meses.
Entonces, de la revisión efectuada, en la medida de los agravios
contra la tercera cuestión de la sentencia, que es el segmento donde se
fundamenta la imposición de la pena al condenado, y en los términos del art.
40/41 del C.P., el “a quo” tomó en cuenta los elementos necesarios para dicha
determinación de pena en suspenso.
El fundamento para resolver de esa manera, y que se aplica al
presente también, es que se considera que el Tribunal de Juicio, conserva al
momento de imponer la pena y su forma de cumplimiento, sus facultades
discrecionales y su independencia frente al requerimiento punitivo Fiscal. De lo
que se encuentra impedido en atención a la reiterada jurisprudencia de la
C.S.J.N., es a condenar sin acusación pública o privada.
En efecto, de la sentencia se desprenden los fundamentos del
juez, que abastecen lo decidido respecto de la imposición de la pena al
condenado, la cual si bien fue escueta no obvia la motivación exigida, siendo
válida (así lo tiene dicho este S.T.J., en la sentencia N° 22/09).
Por lo que el convencimiento que se evidencia en la sentencia,
aparece como resultado de una valoración probatoria que responde a las
reglas de la sana crítica racional no advirtiéndose vicios que la invaliden.
Como es sabido, el recurso de casación es un remedio
extraordinario cuya finalidad es la de subsanar errores de derecho sustantivo o
procesal de la sentencia del tribunal de mérito. Así, el Tribunal de juicio,
formula en su decisorio una prudente y lógica construcción jurídica acumulando
una serie de elementos probatorios que no dejan dudas, al sentenciante,
acerca de cómo acontecieron los hechos, teniendo por acreditado de esa
manera la existencia del delito, la autoría del imputado y la calificativa legal
aplicable.
Para ello, este tribunal ha expresado que: “…la sentencia es
considerada como una unidad jurídica que debe reposar en una motivación
lógica. Al respecto se ha dicho: “Se entiende por coherencia de los
pensamientos la concordancia o conveniencia entre sus elementos y por
derivación, el que cada pensamiento provenga de otro con el cual está
relacionado, […]. De la ley fundamental de coherencia se deducen los
principios formales del pensamiento a saber, a) de identidad: cuando en un
juicio el concepto - sujeto es idéntico […] al concepto - predicado, el juicio es
necesariamente verdadero; b) de contradicción: dos juicios opuestos entre sí,
contradictoriamente, no pueden ser ambos verdaderos y c) del tercero excluido:
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Expte. N° LOF 2008/4.-
dos juicios opuestos entre sí contradictoriamente no pueden ser ambos falsos,
es decir uno de ellos es verdadero y ninguno otro es posible. […] de la ley de
derivación se extrae el principio lógico de razón suficiente, por el cual todo
juicio para ser realmente verdadero, necesita de una razón suficiente, que
justifique lo que en el juicio se afirma o niega con la pretensión de que sea
verdad. A estas reglas lógicas está sometido el juicio del tribunal de mérito, si
ellas resultan violadas el razonamiento no existe…” (Ver sentencia N° 68/09).
En consecuencia, el monto de la pena que se impone, no resulta
excesiva ni irracional, ni tampoco importa un rigor innecesario incompatible con
la filosofía de la Constitución Nacional que al igual que la Constitución
Provincial (Art. 185), exige la racionalidad y motivación de las decisiones
judiciales, lo cual se encuentra suficientemente acreditado en la sentencia de
autos.
D.- La prisión preventiva.
En ese marco, contrariamente a lo dicho por el presentante
respecto a la que su defendido se halla cumplimiento una pena anticipada y
que todavía su situación es preventiva, cabe recordar que una de las
características principales de la coerción es que no constituye un fin en sí
misma, sino que es solo un medio para asegurar otros fines, que son los del
proceso.
Estas medidas no tienen el carácter de sanción, ya que no son
penas, sino medidas instrumentales, que se conciben como formas de
restricción imprescindibles para neutralizar los peligros que puede tener la
libertad de la persona que lleven a que se impida el descubrimiento de la
verdad, por una parte, y la actuación de la ley sustantiva por la otra.
Entonces, una condena disminuye a su mínima expresión la
presunción de inocencia del imputado y, además, aunque ésta sea impugnable
aumenta en su máxima expresión el peligro de fuga del encartado.
Así, la sumatoria de ambas circunstancias justifica la
razonabilidad de la continuidad de una medida de coerción, en este caso de la
prisión preventiva, que disminuye la posibilidad de que se frustre la aplicación
de la ley penal.
Este superior tribunal lo tiene dicho en Resolución N° 191, de
fecha 18/10/2022, en el que V.E. dijo: “...el dictado de una sentencia
condenatoria no firme- no cancela en modo alguno el peligro de fuga, sino por
el contrario la expectativa de una pena se volvió concreta y real, ante el
veredicto de culpabilidad con la consiguiente mesura puesto que sin caer en
absolutismos la posibilidad que el imputado se sustraiga a la ejecución de la
pena cuando esta resulta de cumplimiento efectivo en un instituto penitenciario,
se potencia luego de una sentencia condenatoria. Por consiguiente, es mayor
el deber del Estado de velar el cumplimiento de la condena en virtud de los
derechos de las víctimas, independientemente que no esté firme esta última y
asegurar que no se frustre la ejecución de los resultados del juicio. Ahora
entiéndase bien, ello no significa caer en una presunción legal sino entender
que existe una mayor probabilidad a un pronóstico de posible o hipotética de
fuga, que no cancela en modo alguno la obligación del juez de analizar la
adopción de las medidas de coerción, según las características de cada
caso...”.
Siguiendo el razonamiento de la norma, es claro que corresponde
que Mariano Nicolás Salinas Casado —hoy condenado y revisado en
casación— continué privado de su libertad preventivamente, conforme los
principios rectores de idoneidad, razonabilidad, proporcionalidad y necesidad
de la medida.
En este sentido, tal como lo tiene dicho éste tribunal en sentencia
N° 26/2022, cobra singular importancia que se trata de imputado condenado,
por sentencia no firme, sobre el cual siguen incólumes el derecho de inocencia
de los encausados. Sin embargo, resulta innegable que no solo entran en
consideración el derecho de inocencia de los imputados lo que debe ser
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Expte. N° LOF 2008/4.-
conjugado con todo el plexo jurídico, en este sentido destaco los derechos
reconocidos a la víctima.
El juicio sobre la prolongación de la privación de libertad cautelar
debe estar relacionado con las circunstancias concretas del caso para
establecer la "razonabilidad" del plazo del que habla la ley, sin que ello vulnere
lo dispuesto por el Art. 7, inc. 5, de la Convención Americana de los Derechos
Humanos, puesto que lo que la Convención exige es que toda persona sea
juzgada o puesta en libertad dentro de un "plazo razonable", pero no impide
que cada Estado Parte adecúe esos plazos según criterios de política criminal
relacionados fundamentalmente con razones de interés público.
En esa línea, cabe señalar, que el hecho tuvo lugar sentencia en
fecha 20/12/2022, llegando en libertad al juicio que concluyo con la sentencia
condenatoria, desde la que Salinas Casado se encuentra privado de libertad.
Por lo que la disposición que se pretende conjurar es que la
prolongación excesiva de la medida convierta a la privación de la libertad en
una pena anticipada y que si bien en la prisión cumplida a posteriori del dictado
de la sentencia mientras ésta no se encuentra firme —por ejemplo, por
encontrarse pendiente la tramitación de un recurso contra ella— se mantiene
esta naturaleza cautelar, debe reconocerse que la existencia de un
pronunciamiento condenatorio da un cariz distinto a su situación procesal.
V. Sentencia debidamente fundada.
Por todo lo expuesto, la medida recursiva intentada resulta
inconducente en definitiva, conforme la doctrina de la sentencia arbitraria
elaborada por la Corte Suprema, “…Es importante recordar los límites de esta
doctrina: “a) no se aplica para subsanar meras discrepancias de las partes con
los jueces; b) los jueces no están obligados a ponderar una por una y
exhaustivamente todas las pruebas de autos; y c) la arbitrariedad, cuando
versa sobre un elemento de prueba, tiene que aludir a un extremo conducente
o decisivo para la solución del caso…” (Sagües, Néstor Pedro: Derecho
procesal constitucional, Astrea, t. 2, “Recurso extraordinario”, pág. 320 y ss. Y
los numerosos casos que dicho autor cita) Como se puede ver, en un marco
amplio ambos conceptos vienen a coincidir. “…Una sentencia, para ser válida
desde el punto de vista procesal y desde el punto de vista constitucional, debe
respetar el principio de congruencia. La decisión, además, tiene que ser
motivada, lo cual significa que ha de tener fundamentos. Estos fundamentos
deben ser completos: referirse tanto al hecho como al derecho y contemplar
todos los hechos esenciales; deben ser legítimos, o sea, basarse en pruebas
válidas, y no apoyarse en pruebas inválidas o pasibles de invalidez absoluta, y
además no puede prescindir de pruebas válidas y esenciales incorporadas al
proceso, y aun el juez debe producir la prueba esencial que esté a su alcance
cuando de ello dependa el descubrimiento de la verdad del caso; finalmente,
los fundamentos deben ser lógicos, es decir, adecuados a los principios que
presiden el recto entendimiento humano, y basarse en la psicología y en la
experiencia común como pautas de las cuales un juez no se puede apartar en
su decisiones …” (CF: DE LA RUA, FERNANDO “LA CASACION PENAL”, El
recurso de casación penal en el nuevo código procesal penal de la nación,
Depalma, l994, pág. 184), y lógicamente ha inferido de las pruebas legalmente
incorporadas al debate, el acontecimiento de hechos delictivos imputables al
accionar del encartado, brindando los fundamentos que en la sentencia “…
permiten extraer de ella, nos guste o no, las razones lógico-argumentativas que
lo llevaron a tomar la decisión …”, (CF. REVISTA DE DERECHO PENAL,
GARANTIAS CONSTITUCIONALES Y NULIDADES PROCESALES, 200l-l,
RUBINZAL CULZONI, pág. 279).
VI. Conclusión.
Por lo expuesto, arribo a la conclusión que la sentencia se
encuentra debidamente fundada, reuniendo los requisitos mínimos de validez,
por tanto, propongo que se confirme la condena. ASI VOTO.
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Expte. N° LOF 2008/4.-
A LA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO DOCTOR
EDUARDO GILBERTO PANSERI, dice:
Que adhiero al voto del Doctor Alejandro Alberto Chain, por
compartir sus fundamentos. ASI VOTO.
A LA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO DOCTOR
GUILLERMO HORACIO SEMHAN, dice:
Que adhiero al voto del Doctor Alejandro Alberto Chain, por
compartir sus fundamentos. ASI VOTO.
A LA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR PRESIDENTE DEL
SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA DOCTOR LUIS EDUARDO REY
VÁZQUEZ, dice:
Que adhiero al voto del Doctor Alejandro Alberto Chain, por
compartir sus fundamentos. ASI VOTO.
A LA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO DOCTOR
FERNANDO AUGUSTO NIZ, dice:
Que adhiero al voto del Doctor Alejandro Alberto Chain, por
compartir sus fundamentos. ASI VOTO.
En mérito del presente Acuerdo, el Superior Tribunal de Justicia
dicta la siguiente:
SENTENCIA N° 55
1º) Rechazar el recurso de casación interpuesto por la defensa de
Mariano Nicolás Salinas Casado, confirmándose la sentencia N° 50/2022, con
costas. 2º) Insertar y notificar.-

REY Firmado

NIZ Fernando
Firmado digitalmente por NIZ
Fernando Augusto
PANSERI Firmado
digitalmente por
VÁZQUEZ
digitalmente por
REY VÁZQUEZ
Eduardo PANSERI Eduardo
Nombre de reconocimiento (DN):

Augusto
serialNumber=CUIL 23078328029,
c=AR, cn=NIZ Fernando Augusto
Fecha: 2023.05.08 11:00:01 -03'00'
Gilberto Luis Luis Eduardo
Fecha: 2023.05.08
Gilberto Fecha: 2023.05.08
11:23:16 -03'00' Eduardo 11:05:15 -03'00'

SEMHAN Firmado
digitalmente por CHAIN Firmado
digitalmente por
Guillermo SEMHAN Guillermo
Horacio Alejandro CHAIN Alejandro
Alberto

Horacio Fecha: 2023.05.08


11:36:17 -03'00' Alberto Fecha: 2023.05.08
11:53:09 -03'00'

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