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David Buesa
19 Enero 2024
Epigrafia y Numismática
Grupo E
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3
ESTATUS JURÍDICO DE LAS MUJERES DE LA ÉPOCA 4
EL SACERDOCIO Y EL ROL POLITICO PARA LA MUJER ROMANA 6
EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN DE LA PROVINCIA BÉTICA Y EL PAPEL DE
LA MUJER 9
EVERGETISMO Y SUMMA HONORARIA 11
IUNIA RUSTICA 14
CONCLUSIONES 16
BIBLIOGRAFÍA 17
INTRODUCCIÓN
La contraparte de este periodo de la Pax Romana, es que durante este largo periodo
de tiempo se gozó de una gran estabilidad, tanto interna como externa y se vivió un
gran crecimiento económico, no solo en Roma, sino en todas las provincias del
Imperio, apareciendo nuevos centros urbanos y creciendo los asentamientos ya
preexistentes a través de una mayor actividad económica en el territorio, mejora y
aumento del comercio y asimilación cultural y legal de los ciudadanos de estos
territorios.
Hay autores como Colombani quienes consideran que las dos fuentes principales
para construir el modelo de lo femenino en Occidente son: a) el discurso mítico
griego, de raíz hesiódica, donde la mujer nace como un castigo a partir de la
transgresión de Prometeo, la mujer trampa o el mito de Pandora y b) la mujer en el
relato clásico, cuya figura paradigmática es la esposa de Iscómaco2
Desde el inicio del Económico, Jenofonte menciona entre los peores vicios a la
pereza (ἀργία), la molicie (μαλακία) y la negligencia (ἀμέλεια), por eso propone un
modelo de mujer trabajadora, semejante a la abeja reina. Aunque la mujer ideal pasa
todo el tiempo en su hogar, esto no quiere decir que permanezca sin hacer nada; por
el contrario, siempre está ocupada. Mientras la mujer en verdad bella se parece a la
abeja, la moralmente fea es similar a los zánganos, seres inútiles que les roban a las
abejas el alimento reunido con mucho esfuerzo3
Este modelo patriarcal fue reproducido y sirvió de modelo legitimador en los siglos
posteriores y entre otros muchos “herederos” de esta “sistema” tenemos a Columela, 4
de la misma región y época de la que data la inscripción de Iunia Rustica.5 Hay una
base ideológica, moral, cultural, social, jurídica y biológica que justifica este
patriarcado en las sociedades clásicas. Por lo tanto, en la sociedad romana, como en
la griega, se establece una equivalencia entre lo inferior, lo subordinado con el
género femenino mientras que la virilidad, la racionalidad y por tanto superior se
equipara al hombre. Ejemplos de ellos son Séneca, que contrapone lo muliebris a lo
virilis o Cicerón, que contrapone el instinto al raciocinio vinculándolo el primero a la
Los hombres, al ser los protagonistas en las relaciones jurídicas familiares a través
del concepto del pater familias delegaban a las mujeres a una posición de
subordinación y aunque este modelo seguirá vigente durante todas las etapas
históricas de Roma, a finales de la de República e inicios del Imperio las mujeres
empezarán a obtener mayores derechos, aunque sea de forma limitada, pudiendo
salir a la palestra dentro de la esfera pública, sin tener la igualdad con los varones, y
“distanciándose” del hogar, aunque obviamente esto les resultó más fácil a las
aristócratas que a las mujeres más humildes.
Hay que tener en cuenta que para realmente ser independiente según el derecho
romano se deben cumplir con tres status: status libertatis, status civitatis y status
familiae,9 y que su organización familiar es no solo patriarcal, sino que extiende todo
el poder legal y de autoridad en el pater familia, el cual no es necesariamente el
progenitor de todos los miembros, sino el cabeza de familia. Por tanto, la inmensa
Este hecho se agrava en el caso de las mujeres, que casi siempre están sujetas al
alieni iuris, venga este del pater familias, del marido en los matrimonios cum manu,
donde el marido obtiene la potestad sobre su mujer o en caso de fallecimiento de
ambos, del hijo varón que deviene en el nuevo pater familias en caso de ser mayor
de edad. E incluso durante gran parte de la historia de Roma, estas recibían un tutor
que ejercía la tutela mulieris el cual daba su aprobación (auctoritas) a los procederes
que ésta ejercía por sí misma ya que como hemos comentado previamente, la
sociedad patriarcal romana consideraba que las mujeres estaban limitadas por su
sexo y carecían de conocimientos sobre el proceder de los diferentes espacios
públicos, los cuales tenía vetados ya que su lugar era el hogar.
Cierto es que esta tutela se fue reduciendo a lo largo del tiempo hasta convertirse en
muchos casos en una simple formalidad y que en los aspectos patrimoniales estas
disfrutaban de libertad para la administración y disposición de sus bienes sin
necesidad alguna de autorización de su tutor. Al igual que progresivamente se va
perdiendo la tradición por el matrimonio cum manu que se fue sustituyendo por el
matrimonio sine manu, el cual permitía mantener su “parentesco” y sus bienes de
forma independiente a sus maridos.
Aunque en un inicio la única figura sacerdotal femenina eran las Vestales, con la
llegada del Principado y la aparición del culto imperial cambiará enormemente el
esquema de todos los tipos de culto y ámbitos de la sociedad, y en el caso de las
mujeres estos cambios se verán reflejados en tres aspectos fundamentales:
o Como diosas, ya que al igual que los emperadores, ellas y algunas princesas
de la familia imperial serían divinificadas tras su muerte o asimiladas a diosas ya
existentes del panteón romano.
o Como sacerdotisas, ya que serán las encargadas de llevar a cabo los rituales
de culto a estas emperatrices divinificadas en todos los niveles administrativos
(estatal, provincial y local).
o Como devotas10.
.
Asistiremos por primera vez a un inicio de igualdad entre mujeres y hombres, que
también compartían estos aspectos fundamentales, aunque será más pronunciado a
nivel local. Estás nuevas sacerdotisas, dedicadas al culto imperial, se denominan
flaminicas (flamines en el caso de los varones) y se organizan por niveles según su
ámbito administrativo, que podrá ser provincial, conventual o local, teniendo una
participación desigual según la epigrafía recopilada hasta el momento.
17 CL II 1958
EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN DE LA PROVINCIA BÉTICA Y EL PAPEL DE
LA MUJER
Bética fue una de las provincias más ricas y dinámicas, y cuyo proceso de
romanización, junto al resto de Hispania, sucedió con bastante rapidez y sobre todo,
con mucha fuerza, absorbiendo gran cantidad de libertos y a las élites locales.
Consiguieron de forma progresiva este estatus legal ya desde la época de Cayo Julio
Cesar, aunque se considera el edicto ius Latii minor de Vespasiano del año 74 d.C.
(fecha más aceptada por los historiadores) como fecha de consolidación de la
ciudadanía latina para toda Hispania y fecha aproximada de la datación de la
inscripción de Iunia Rustica.
En Malaca encontramos la Lex Flavia Malacitana (LIX) que hace de Júpiter el primero
de los entes divinos, junto a los emperadores divinizados (Augusto y los miembros de
la dinastía Flavia, Vespasiano y Tito, no así Domiciano, que sigue rigiendo y aún no
ha sido divinizado) ante los que han de jurar los magistrados electos de la ciudad. Al
mismo tiempo que en Irni encontramos la Lex Irnatana que hace mención a las
multas de 10.000 sestercios que se establecen para quien no jure el cargo siguiendo
estas fórmulas juramentales, y que regula las subvenciones de los asuntos religiosos,
18 PLINO EL VIEJO, Naturalis Historia III, 30
obligando a los dunviros del municipio a elevar un presupuesto de gastos a los
decuriones o que marca el gasto en la seguridad de los templos. 19 Deducimos que
Malaca, Irni y Cartima deben de tener una organización muy similar sino idéntica,
pues las nuevas instituciones reproducen un diseño propio de Roma.
Junto con Júpiter encontramos en la región a Venus y Marte, este último casi siempre
con epítetos de Augusto como el de la instrucción testamentaria de Lucio Porcio
Victor de Cartima20 siendo la única localidad de la región que nos da pruebas
fehacientes de la existencia de una estatua dedicada a Marte, además de
encontrarnos con un pequeño bronce del tipo Mars Ultor.21 Aunque nos pueda
confundir la fuerte presencia de la deidad de la guerra en una región ya pacificada y
fuertemente agraria, el mismo Catón describe el rito de la suovetaurilia, en el que se
consagraba a Marte Silvano (in silva, en el bosque) y se le ofrecía en un triple
sacrificio, un toro, un cordero y un cerdo mientras se recitaba la siguiente oración:
Padre Marte, te suplico y te ruego que seas benevolente y propicio para mí, mi
familia y nuestra casa; con esta intención he hecho pasear a tres víctimas alrededor
de mi campo, mi tierra y mi heredad, para que tú apartes, alejes y desvíes las
enfermedades visibles e invisibles, la esterilidad y la destrucción, las calamidades y
las inclemencias del tiempo; que permitas que mis cosechas y mis trigos, mis viñas y
mis plantaciones florezcan y lleguen a la sazón; que guardes a mis pastores y
rebaños y que des salud y fortaleza a mí, a mi casa y a mi familia; con esta intención,
para purificar y hacer un sacrificio expiatorio en favor de mi heredad, mi tierra y mi
campo, como ya he dicho, dígnate aceptar la inmolación de estas tres víctimas
lactantes; Padre Marte, con esta intención, dígnate aceptar la inmolación de estas
tres tiernas víctimas.22
La palabra tiene su origen etimológico de la unión del verbo griego εύεργετέω y del
sustantivo ευεργετισμός, cuyo significado sería hacer el bien, y fue introducido por los
historiadores André Boulanger y Henri-Irénée Marrou a principios del S. XX.27
Este consiste en que los ciudadanos acaudalados, mediante el uso de sus fortunas,
lleven a cabo proyectos públicos que mejoren la calidad de vida de sus urbes. Pero
para poder afirmar que un acto es evergético se deben cumplir tres características.
Esta práctica de origen griego fue adquirida por los romanos, los cuales la
transmitieron al resto del imperio a medida que se fue expandiendo, por tanto no se
dan casos en Hispania previas a la conquista y romanización del territorio y su
establecimiento es desigual en tiempo y cuantía en el territorio, siendo en la Bética
más temprana y con mayor número de casos que otros territorios debido a su rápida
y fuerte romanización.
Por lo tanto, que las mujeres pudieran llevar a cabo estos actos evergéticos fue
debido a la progresiva posibilidad de obtener y hacer uso de forma independiente su
patrimonio y de entrar en lo público a través del sacerdocio, siendo estas prácticas
evergéticas un afianzamiento en sus localidades de su poder económico y político,
además de conseguir un reconocimiento de sus conciudadanos, tanto para ellas
como sus familias.
Cabe destacar que no todos estos actos son estrictamente evergetas, algunos son
summa honorarium que responden a las obligaciones asumidas con el cargo, sea
magistratura o sacerdocio. Las diferenciamos de las evergías ya que estas son
“libres” mientras la summa honorarium son pagos ob honorem de obligado
cumplimiento, por ejemplo encontramos en Hispania la Lex Coloniae Genetivae
Iuliae Ursonensis que establece en los capítulos LXX y LXXI que los duunviros y
ediles de la urbe debían pagar dos mil sestercios para la organización de juegos
escénicos o munera de cuatro días de duración mientras en Italia encontramos un
epígrafe procedente de Pompeii, que data de la época de su fundación (80 a.C.), que
hace referencia a una ley que obligaba a gastar ciertas sumas en espectáculos o en
construcciones. Por lo tanto en un inició se trataba de una aportación que debía ser
destinada en la organización de juegos, aunque la epigrafía, sobre todo africana de
los siglos II y III d.C, nos muestra que progresivamente este pudo permutarse por la
realización de obras públicas o pagos numerarios que iban directamente a las
cuentas de la ciudad, desapareciendo a mediados del siglo I d.C. la fórmula pro ludis,
que indicaba que la summa honorarium destinada a la celebración de un espectáculo
había sido “desviada” a otros fines, demostrándonos la normalización de este hecho
y que dejara de ser necesario apuntar tal distinción. Esta normalización explicaría
porque las leyes municipales flavias dejan de recoger disposiciones tan concretas
como en la lex Ursonensis
Podemos diferenciar dos tipos de evergetismos, uno ob honorem que amplía las
obligaciones de la summa honoraria y otro ob liberalitatem en el cual el acto evergeta
es de libre elección del magistrado o sacerdote.
También va apareciendo con el tiempo las promesas ob honorem realizadas durante
la “campaña electoral” o al asumir la magistratura o el sacerdocio, esta obra evergeta
es denominada pollicitatio. La obligatoriedad de la summa honoraria llevó a que los
aristócratas y oligarcas buscarán distinguirse a través de la pollicitatio, la cual al
acabar también normalizando-se dio lugar a la ampliatio para que estos evergetas
pudieran seguir destacando su munificencia.32
IUNIA RUSTICA
31 CL II, 2100
32 MARTINEZ MAZA, CLELIA, “Summae honorarie y donaciones ob honorem en la
Hispania romana” Mainake XXIX, 2007, Madrid, 357-395
dice:
Iunia Rustica procedía de una familia acaudalada, los Iunii del ordo equester ya que
su padre, Decimo Iunius Melinus fue un destacado miembro de este, la cual basó su
riqueza en la posesión y explotación de tierras, al ser Cartima primordialmente una
urbe agrícola, aunque no podemos dictaminar si la totalidad de esta riqueza provenía
por herencia, matrimonio o ambas, ya que sabemos que contrajo matrimonio con
Caius Fabius Fabianus, el cual la emparentó con la familia Fabio Fabiano, familia de
gran poder y estatus en la Bética y de la cual quedó viuda como recoge la inscripción
epigráfica en la estatua que hizo erigir en su honor. De este matrimonio tuvo el único
hijo del que tenemos constancia, Caius Fabius Iunianus, cuya onomástica nos indica
algo de gran relevancia, que es el interés de este en recoger ambas líneas dinásticas
que le vinculaban a estas dos destacadas familias, cosa que no era habitual en la
sociedad romana donde solo se solía recoger solo el cognomen paterno y que nos
indica la gran importancia que tuvo Iunia Rustica en la sociedad cartimensa. También
apreciamos en ella la gran iniciativa de algunas mujeres de armonizar las virtudes
que debía de mostrar una matrona romana con la participación de lo público,
consiguiendo promoción e influencia social en el transcurso de esta.
Parece ser que llevó a cabo una gran acción evergeta que queda detalladamente
recogida en esta inscripción donde se nos indica que sufragó la reconstrucción de los
antiguos pórticos públicos deteriorados por el tiempo, cedió parte de sus terrenos
Por otro lado, es destacable que el caso de Iunia Rustica sea el único caso
conservado en el Occidente romano en el que una mujer se hacer cargo de la
vectigalia publica, una tipología de impuestos indirectos que ha sido ampliamente
estudiado en sus diferentes casuísticas y se aplicaba, entre otras a rentas de
propiedad estatal tales como la tierra pública, las minas, salinas. Existían también
otras tasas indirectas sobre la manumisión y la venta de esclavos, sobre la
transmisión de herencias y sobre operaciones comerciales. los vectigalia
proporcionaban una buena parte de los ingresos estatales y su tasa se incrementó
mediante la extensión de la ciudadanía34.
Por último, añadir que no podemos afirmar que todas estas acciones fueran
puramente actos evergetas. La discusión se centra en si la totalidad de estas
CONCLUSIONES
II Estos cambios sumados a la llegada del culto imperial con el Principado, les
permitió entrar por primera vez en la vida pública entendiéndose esta como política,
aunque fuera en menor número y relevancia que los varones. En Roma religión y
política estaban fuertemente relacionadas y su entrada al sacerdocio les permitió
tener voz en lugares que antes tenían vetados, como el foro.
III La llegada del culto imperial y por tanto la ampliación de cargos religiosos ligados
a estos tuvo un efecto homogeneizador y estabilizador en el Imperio, tanto por la
unificación religiosa en las figuras divinificadas de los emperadores y sus esposas
como por la entrada de las elites locales a estos nuevos cargos, lo cual sustentó e
incrementó su poder a la misma vez que hicieron de transmisores para el resto de
sus conciudadanos no solo de estos nuevos rituales, sino de la totalidad de la cultura
romana. El hecho de que estos cargos no solo se limitaran a los hombres incidió en
la rapidez y eficacia de este proceso de romanización del territorio.
V El caso de Iunia Rustica es excepcional, tanto por la inmensa riqueza y tierras que
llegó a poseer y administrar de forma independiente, como por los numerosos y
onerosos actos evergetas que llevó a cabo, siendo incluso el único caso recogido
donde una mujer se hace cargo de la uectagilia publica de su urbe. Esto queda
reflejado tanto en el título de perpetua que le otorgó su ciudad como en el interés de
su hijo en recoger también su filiación materna.