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La inmigración y sus consecuecias (para

emisor y receptor)
Inmigración, cambio de residencia de una persona o grupo de una
región o país a otro, desde el punto de vista del lugar de destino de
los desplazados. La inmigración es interna si las personas cambian
de territorio en un mismo país, y es externa si provienen del
extranjero.

Fenómeno universal, al parecer los primeros inmigrantes fueron los


asiáticos que se desplazaron por el estrecho de Bering hacia el
continente americano. Más modernas son las migraciones que se
sucedieron a partir del siglo XIX desde Europa hacia América y
Oceanía, y que provocaron importantes modificaciones en la
realidad social de muchos países. Después de la I Guerra Mundial
se impusieron restricciones de tipo informal o establecidas por ley.

En los últimos años el fenómeno se ha invertido y hoy las


migraciones van desde los países en vías de desarrollo hacia
aquellos más avanzados. Factores que incentivan la inmigración
son la existencia de niveles más altos de bienestar o mejores
servicios sociales en los países de destino.

Desde mitad del siglo XIX ha sido considerado el derecho a


emigrar como algo que deriva de la propia concepción del hombre
como ser racional y libre. Y así aparece consagrado en la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre, en la Carta
Social Europea y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. Las constituciones y leyes nacionales reconocen el
derecho de los ciudadanos a salir del territorio y consideran
emigrantes a quienes fundamentan o justifican su desplazamiento
en razones laborales o profesionales.

Sin embargo, examinada la cuestión desde el punto de vista del


país de acogida, los derechos de los inmigrantes no son en realidad
los mismos que los derechos de los nacionales, dada la existencia
en numerosos Estados de normas restrictivas en materia de
inmigración. En determinados países occidentales resultan
emblemáticas las leyes de inmigración, resultantes de los conflictos
laborales que conlleva la masiva afluencia de trabajadores de otros
países, y así también por una forma sesgada de entender los
problemas de orden público, que degenera en auténticas
situaciones de gueto y en actitudes racistas o xenófobas asumidas
por algunos sectores sociales.

Hay una enorme proliferación de legislación y de tratados y


convenios internacionales, tanto bilaterales como multilaterales, que
regulan aspectos laborales, familiares, educativos, asistenciales y
otros sobre esta materia. La existencia de organizaciones como la
Unión Europea supone la misma consideración de un trabajador
nacional y de otro que sea ciudadano de otro Estado de la Unión,
dado el principio de libertad de trabajo y de circulación en cualquier
Estado miembro.

Aunque puede responder a muchos tipos de causas, la emigración,


así como la inmigración, están normalmente originadas por la
necesidad o deseo de alcanzar unas mejores condiciones
económicas y sociales. La emigración forzosa y la aparición de
refugiados es, en la mayoría de los casos, consecuencia de
fenómenos como la guerra, el hambre, la intolerancia racial y
religiosa, y la persecución política.

La emigración es uno de los componentes básicos del cambio


demográfico y, sin duda, el más difícil de medir y de analizar. Las
fuentes estadísticas sobre este fenómeno presentan graves
deficiencias, por dificultades que van desde su diferente
conceptuación hasta la existencia de un flujo importante de
migraciones irregulares o indocumentadas. Las dificultades de su
análisis se centran en la tremenda complejidad de sus causas, que
implican desde decisiones individuales respecto a los motivos de
elección del punto de destino, pasando por la existencia de
dificultades o facilidades geográficas o de transporte, hasta las
políticas de acogida y rechazo de los países emisores y receptores.

La importancia del fenómeno migratorio va mucho más allá del


impacto demográfico del mismo. Gran parte de los cambios sociales
más trascendentes de la historia tienen su origen en procesos de
emigración. Desde el éxodo rural y el consiguiente proceso de
urbanización, por ejemplo, hasta la progresiva conversión de las
sociedades desarrolladas en sociedades multiétnicas y
multiculturales.

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