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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

DIRECCIÓN GENERAL DE ESCUELAS PREPARATORIAS

Unidad Académica Preparatoria Guamúchil


Nombre del alumno: Jesús Leonardo
Cervantes Romero.
Grupo: 3-14
Nombre del maestro: Silvia Elena Sainz Aguilar

ASIGNATURA: LITERATURA 1

ACTIVIDAD: PIU-1

LIBRO: EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE CÓLERA

Guamuchil, Sinaloa, a 04 de Octubre de 2023.


Este es el resumen de hasta dónde voy del libro. En el inicio de la novela se nos
presenta al doctor Juvenal Urbino, un médico de renombre y avanzada edad, el
cual recibe la noticia de que su amigo con quien compartía la pasión por el
ajedrez, Jeremiah de Saint-Amour se había suicidado. Jeremiah se Saint-Amour
era un inválido de guerra, fotógrafo de niños y el adversario de ajedrez más
compasivo. Murió por un sahumerio de cianuro de oro. Su cadáver estaba cubierto
sobre una manta en el catre donde había dormido siempre, amarrado al catre se
encontraba el cuerpo sin vida de un gran danés y junto a él estaba el par de
muletas. El doctor Juvenal Urbino trata de ocultar la causa de muerte y ordena a
todos los periódicos decir que Jeremiah había muerto de manera natural. El doctor
antes de irse se detuvo a observar el tablero de ajedrez con la partida inconclusa,
a pesar de su prisa por estar a punto de perder la misa de Pentecostés. El doctor
no resistió la tentación de estudiar la partida, se podía saber que era de la noche
anterior pues Jeremiah de Saint-Amour jugaba todas las tardes de la semana y
con adversarios distintos, pero este siempre jugaba hasta culminar la partida.
Después de observar y analizar el tablero se pudo dar cuenta de que este iba ser
derrotado pronto, pues jugaba con las fichas blancas. Para el doctor Juvenal
Urbino haber conocido a Jeremiah de Saint-Amour fue un encuentro milagroso,
cuando el ajedrez se había convertido en una pasión indomable y ya no le
quedaban oponentes dignos, apareció el. Jeremiah de Saint-Amour era conocido
por cualquiera que supiera mover un alfil, porque nadie había podido ganarle tan
siquiera una partida.

Se nos cuenta que el doctor Juvenal Urbino tenía una rutina repetitiva. El doctor es
ordena y no quiere dejar de trabajar, se levantaba temprano con el cantar de los
gallos y a primera hora de la mañana empezaba a tomar medicinas para combatir
la vejez, siempre a escondidas, pues en todos sus años como médico y maestro
fue siempre contrario a recetar medicina contra esta. Para él era mucho más fácil
soportar los dolores ajenos que los suyos propios. Este tenía miedo. Siempre tenía
una hora determinada para preparar la clase de clínica general que dictaba en la
Escuela de Medicina. La rutina del doctor Urbino era tan fácil de seguir que su
esposa sabía a donde mandar un recado si sucedía algo urgente.
El comisario que se encontraba en la triste escena de la muerte de Jeremiah de
Saint-Amour había descubierto durante el registro, un sobre dirigido hacia el
doctor Juvenal Urbino, protegido con tantos sellos que fue necesario despedazarlo
para sacar la carta. El médico echo un vistazo rápido a la carta, y desde que leyó
el primer párrafo logro comprender que había perdido la misa de pentecostés.
Este estaba pálido, temblaba y se encontraba exaltado. Apenas pudo guardar la
carta en su bolsillo del chaleco. Desesperado subió a su coche, uno de los pocos
que todavía usaba un caballo. En vez de seguir su rutina y regresar a casa, como
lo tenía previsto después de ratificar la muerte de su amigo, se dejó seducir por la
curiosidad y las ansias. Ordeno al cochero dirigirse a una ubicación difícil en el
antiguo barrio de esclavos. Un barrio humilde, con casas hechas de maderas
descoloridas y techos de zinc. El exterior de la casa a la que se dirigían no tenía
nada que lo distinguiera excepto la ventana con cortinas de encaje y un portón
desmontado de una iglesia. Dentro de la casa se encontraba una mujer madura,
vestida de luto y con una rosa roja colocada en la oreja, ella era la amante de
Jeremiah de Saint-Amour.

Ella había estado con él, hasta muy pocas horas antes de la muerte que este
habría de sufrir. Se habían conocido en un hospital de caminantes donde él había
pasado sus primeros años como fugitivo, y ella lo siguió hasta aquí. La noche
anterior a la muerte, estos habían ido al cine. Vieron una película sobre la guerra.
Luego se reunieron en el laboratorio, pero ella lo encontró con la mirada dispersa,
perdido y nostálgico, y pensó que tal vez era por las brutales escenas de guerra
observadas durante el largometraje. Buscando distraerlo le incentivo a jugar una
partida de ajedrez, pero jugaba sin prestar atención, no movía las piezas con amor
y cuando descubrió que estaba destinado a la derrota antes de que ella se diera
cuenta, este cedió, se rindió. ¿Qué sentido tenía continuar?. La amante revelo que
Jeremiah había decidido no llegar a la vejez y suicidarse al cumplir los sesenta
años. Desolado decidió morir junto su fiel amigo, pidiendo a su amada amarrar a
Mister Woodrow Wilson en la pata del catre y recordarlo con una hermosa rosa
roja. Ella fingió amarrar al perro esperando que este decidiera por sí mismo, pero
todos sabemos cómo termino esta historia. La muerte de Jeremiah despierto en
Juvenal los terrores por la muerte.

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