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DE: JAIME DÍAZ PAGE -MÉXICO-


OCTUBRE 2019
ESCRITO 141

PREGUNTAS Y RESPUESTAS ESPIRITUALES


ESCLARECIMIENTO ESPIRITUAL

Amados hermanos y hermanas, estudiantes y lectores de la Revelación de El Libro


de Urantia, los saludo afectuosamente. En este trabajo presentamos preguntas y
respuestas espirituales con el propósito de acrecentar nuestra comprensión sobre las
verdades reveladas por Cristo Miguel (Jesús) y los Reveladores Celestiales.

1 ¿Qué debemos comprender por la religión del espíritu que enseñó Jesús?

Una religión nueva y superior en la que nos dirigimos principalmente al Espíritu


Divino del Padre que mora en la mente humana, basada en nuestra relación íntima,
sincera y personal con Dios Padre. La religión, es la experiencia real de la divinidad en
nuestra conciencia humana. Es una revelación progresiva de realidades divinas de Dios a
nosotros y que nos llama siempre a obtener logros más elevados y santos en ideales
espirituales y en realidades eternas. Es la verdadera experiencia con las realidades
eternas en nuestra vida humana. Una experiencia espiritual y viviente que nos permite
explorar los niveles espirituales reales en nuestra experiencia religiosa personal,
conociendo la verdad divina y recibiendo el alimento divino en el alma para la
sobrevivencia eterna. 1729:7; 1731:2; 1104:4

2 ¿Qué nos brinda la Religión del Espíritu en la comunión con Dios por la fe?

La salvación del alma cuando nuestra conciencia moral alcanza un estado de


sobrevivencia mediante la alianza eterna con el espíritu divino (Ajustador) que reside en
nuestra mente. El descubrimiento real de Dios, comulgando con él. El conocimiento de la
Verdad divina. La apropiación de las cualidades divinas. El nacimiento desde el espíritu,
tornándonos divinamente conscientes de Dios. La espiritualización y ennoblecimiento del
alma que alcanza la salvación eterna. La adquisición de conciencia divina. El
discernimiento espiritual verdadero. La autorrealización espiritual y eterna. La posesión
de fe viviente. La fusión con Dios. 1478:5; 2052:3; 1574:6; 1758:6; 1621:4, 1174:7;1219:2

3 ¿Qué factores intervienen en la práctica de la religión del espíritu?

La participación activa de la mente, el alma, la chispa divina o Ajustador del


Pensamiento, el ministerio real del Espíritu de la Verdad y el Espíritu Santo. La
verdadera religión es la actuación de un alma en sus relaciones conscientes con el
Creador. 1729:3; 1616:4
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4 ¿Cuando debemos practicar la Religión del Espíritu?

Nuestro amado Maestro y Padre Creador Jesús, desea que manifestemos verdadera
constancia en la práctica de la religión. Jesús nos insta a buscar la comunión diaria con el
espíritu. A escapar de la rutina diaria de la vida por un tiempo, revitalizando el alma,
inspirando la mente y renovando el ánimo en la comunión de adoración. 1640:3; 1739:7

5 ¿Qué técnica ilustró Cristo Jesús para realizar la Religión del Espíritu?

La oración-adoración, que es una técnica para apartarse voluntariamente de la


rutina diaria de la vida, es una vía para acercarse a la autorrealización espiritualizada. La
adoración es la Contemplación de lo Espiritual. 1739:7; 1640:4: 1618:6; 1621:4; 1616:5

6 ¿ Qué realidades experimentamos en el ámbito de la adoración al Padre?

La realidad de la experiencia religiosa, el reconocimiento de los valores divinos, la


seguridad de la sobrevivencia eterna de nuestra alma, la ascensión desde el estado de
siervos de Dios al estado de regocijo y libertad de hijos de Dios. La adoración nos provee
del amor divino del Padre Universal. Tornándonos compasivos y comprensivos,
produciendo así una clase elevada de personalidad espiritual. 192:4

7 ¿Qué necesitamos para progresar en la práctica de la religión del espíritu?

Requerimos de: esfuerzo, determinación, sinceridad, constancia, lealtad, fe y amor


supremo a Dios al buscarle para adorarle y glorificarle. Anhelar verdaderamente a Dios
en nuestra vida y confiar plenamente en él. Obteniendo el descubrimiento progresivo de
las realidades divinas. 1729:6

8 ¿Porqué es necesaria la presencia de la fe en Dios en la religión del espíritu?

Porqué la fe en Dios es el método de la religión del espíritu. La fe es la llave de la


puerta del Reino. La fe es el precio que pagamos para entrar en la familia de Dios. La fe
nos introduce en el mundo de la divinidad. La fe persistente nos lleva a descubrir o
encontrar a Dios en el alma; nos conduce a las verdades divinas. La verdad salvadora del
evangelio del reino es la filiación con Dios por medio de la fe. Mediante el ejercicio de la fe
o fe experiencial sabremos que somos hijos de Dios. 1861:9, 1862:1

9 ¿ La sinceridad y el amor para con Dios Padre son realmente importantes?

Sí, son pilares para el progreso espiritual. El Padre nunca olvida la sinceridad. El
creyente de corazón sincero es guiado a la verdad, porque el Padre es la verdad. La
inmortalidad es la meta de la sinceridad. El Padre divino atribuye un gran valor a la
sinceridad, al corazón puro. La real sinceridad de una oración asegura que ella será
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escuchada. Jesús nos enseña que el amor es la regla del vivir dentro del reino, una
devoción suprema a Dios, amando al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. El
amor para Dios y para el hombre constituye el deber para el hombre. Este amor provee el
campo para nuestro crecimiento religioso. 1443:2; 1447:4; 1596:6; 1094:2;1639:1; 1582:1

10 ¿Qué es el reino de Dios en la mente humana?

La presencia espiritual del Padre Universal, su espíritu divino, el Ajustador del


Pensamiento. Jesús nos pide que primero busquemos el reino de Dios, y que cuando lo
hallamos encontrado (nacimiento del espíritu), todas las cosas esenciales para la
sobrevivencia eterna del alma estarán aseguradas por añadidura. 1569:2

11 ¿ Cuales serían las cosas necesarias a las que se refiere nuestro Maestro Jesús?

La recepción del amor del Padre, los valores espirituales y divinos, el conocimiento
de la verdad, el discernimiento espiritual, la adquisición de la conciencia de Dios, la
adquisición de una fe viviente, la producción de los frutos del espíritu, el aumento de
habilidad para sentir la presencia de Dios, conocer la voluntad de Dios, ser transformados
por el Espíritu de la Verdad, el crecimiento en la gracia y en el conocimiento de la verdad,
la recepción del poder espiritual para hacer obra espiritual, la adquisición de sabiduría
divina, la adquisición de voluntad divina progresiva, la dotación de santidad progresiva
del alma y la mente, la coordinación de nuestra personalidad con la verdad divina, la
liberación de hacer el mal, etc..

12 ¿Cómo somos habilitados para recibir estas cosas divinas?

Mediante la adoración sincera y amorosa a Dios Padre. Nuestra mente se pone en


contacto con el espíritu divino que mora en ella. Así, nuestra mente alcanza los elevados
niveles espirituales de la comprensión de la divinidad en la conciencia de la comunión con
Dios. De esta manera funcionamos en los elevados niveles supramateriales de la
conciencia de Dios. 1949:4,5

Las realidades divinas y los valores espirituales los percibimos en los niveles más
elevados, interiores o supramateriales de nuestra experiencia religiosa -adoración-. Sólo
en los niveles más elevados de nuestra mente supraconsciente (nivel de contacto con el
espíritu) en la medida que ella se introduce en el reino espiritual durante la experiencia
religiosa (adoración), encontramos las realidades espirituales más elevadas del reino del
espíritu, por obra y gracia del Espíritu Divino y el Espíritu de la Verdad. 1220:4

Los valores divinos del Paraíso, la verdad, la belleza y la bondad se encuentran


ocultos dentro de los hechos de los fenómenos de la realidad universal. Pero se requiere
del ojo de la fe de un ser humano nacido del espíritu para detectar y discernir estos
valores espirituales. Las realidades y los valores del progreso espiritual no son
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proyecciones psicológicas de nuestra mente humana; estas cosas son los aportes
espirituales de nuestro Ajustador divino y el Espíritu de la Verdad. 1104:6; 2078:7,8

13 ¿Qué significa nacer del espíritu?

Respondemos a esta pregunta con las palabras-invitación de Jesús que les son
relativas: “Os he llamado para que nazcáis de nuevo, para que nazcáis del espíritu... y
entréis en la luz trascendental de la comprensión, donde tendréis la posibilidad de hacer
por vosotros mismos el mayor descubrimiento posible que el alma humana puede hacer:
la experiencia celestial de encontrar a Dios por vosotros mismos, en vosotros mismos y
para vosotros mismos, y de hacer todo esto como un hecho de vuestra propia experiencia
personal”. Buscando a Dios mediante los asaltos persistentes de la fe viviente en la
adoración somos conducidos al descubrimiento de Dios y al reino de Dios. 1731:1; 1829:2

Las palabras de Jesús del párrafo que sigue, son el resultado de haber aceptado su
invitación, habiendo entrado por la fe en la luz trascendental de la comprensión del
espíritu (en los niveles elevados de la conciencia de la divinidad) mediante la adoración al
Ajustador del Pensamiento que mora en nuestra mente, con regularidad, con persistencia.

“Cuando por la fe viviente os tornáis divinamente conscientes de Dios, entonces


'nacéis del espíritu' como hijos de la luz y de la vida, de la misma vida eterna en la que
ascenderéis el universo de universos y lograréis la experiencia de encontrar a Dios Padre
en el Paraíso”. 2052:3

Las palabras de Jesús de los párrafos anteriores se refieren al Bautismo del


Espíritu o nacimiento del espíritu. El Espíritu de la Verdad entra en el alma del creyente;
el creyente recepciona conscientemente este hecho y mediante su mente reconoce esta
nueva realidad y poder espiritual. 2061:8; 1660:7

Entonces, nacer del espíritu significa descubrir o encontrar a Dios mediante la


práctica de la fe viviente, mediante el camino de la adoración divina al Espíritu del Padre
Eterno. Es verdad que sin esfuerzo, sin lucha, no podemos progresar en el universo.

14 ¿ Que cosa previa e importante debo hacer para nacer del espíritu?

Aceptar de buena voluntad ser guiado y enseñado por el espíritu interior o


Ajustador del Pensamiento. Sometiéndose a hacer la voluntad del Padre en cada día,
realizando la oración y la adoración divina con constancia para que el espíritu divino nos
guie y enseñe trabajando con nuestra mente y alma para recibir las cualidades divinas, los
valores espirituales. Nuestra fe, constancia y confianza en la adoración divina al Padre
eterno traerá para nosotros el nacimiento del espíritu más temprano que tarde. El
regocijo y la felicidad que se experimentan están más allá de toda comprensión. Jamás
ninguna felicidad terrenal superará la gloria y la felicidad que el espíritu divino otorga a
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los hijos de fe, sinceros, y de corazón puro.

15 ¿Es necesario nacer del Espíritu?

Jesús nos responde: “A menos que nazcáis de nuevo, que nazcáis del espíritu, no
podréis entrar en el reino de Dios”. “El nuevo nacimiento, el bautismo del espíritu, es
esencial para liberarse del mal y necesario para entrar al reino del cielo”. “Para producir
los frutos del espíritu, debéis haber nacido del espíritu. Debéis ser enseñados por el
espíritu y debéis ser guiados por el espíritu”. 1829:4; 1660:7; 1738:1

16 ¿Alguna enseñanza más relativa al nuevo nacimiento?

Jesús exigía y exige un cambio en nuestra mente por la fe: el nuevo nacimiento que
él requería como el precio de admisión en el reino. 1545:9

17 ¿Algún aporte de las Personalidades celestiales?

Un Mensajero Poderoso nos dice: los hijos del tiempo y del espacio que han
adoptado la enseñanza y la guía del Ajustador residente, son los que vardaderamente han
nacido del espíritu, los hijos de Dios por la fe. Los que han recibido y reconocido la
presencia interior de Dios, han nacido del espíritu. Los hombres y mujeres que conocen a
Dios, han nacido de la experiencia personal con el espíritu. 380:5; 381:1;383:1

Un Melquisedek de Nebadon nos dice: Las convicciones sobre Dios pueden


alcanzarse a través de un sabio razonamiento, pero, el individuo de torna consciente
(conocedor) de Dios solamente por la fe, a través de la experiencia (religiosa) personal
(adoración). 1124:7

Un Melquisedek de Nebadon nos dice: Al principio el alma es totalmente morontial


pero tiene gran capacidad de desarrollo espiritual que invariablemente alcanza el nivel
de 'verdadero espíritu' con valor de fusión con el Espíritu Ajustador que inició la
transformación del alma en la mente de la criatura. 1219:2

18 ¿Qué nos enseña Jesús sobre el alma morontial?

Nos enseña lo siguiente: “La simiente oculta del alma humana es un espíritu
inmortal”. 1459:6. Cabe decir que el alma es la simiente morontial de un espíritu
inmortal. El alma es un Espíritu potencial, nuestra joya suprema después del Espíritu.

COMENTARIO: A mi modo de ver, el alma es un vehículo otorgado por el Espíritu


divino, que logrando la afinidad o semejanza con el espíritu puede fusionarse. El alma
está contenida en nuestra mente humana. El alma puede transformarse o no de acuerdo a
las decisiones y determinaciones de nuestra voluntad humana. El alma es un vehículo que
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puede recibir las cualidades de la divinidad, los valores duraderos y significados divinos. i
esto sucede, logra la sobrevivencia eterna y vive para siempre. En caso contrario, el alma
se destruye para siempre y la persona no vuelve a aparecer jamás en ningun lugar del
universo. El enlace funcional de la mente humana y el espíritu divino produce un valor
con potencialidad eterna que se llama ALMA. Mediante la sobrevivencia del alma, la
identidad de nuestra personalidad sobrevive en ella y con ella. 1217:6; 1218:1; 9:1; 195:9

19 ¿Qué debemos entender por hacer o vivir la voluntad de Dios?

La voluntad de Dios es el camino de Dios; la elección de Dios, asociándonos con


Dios. Entonces, hacer o vivir la voluntad de Dios es la experiencia progresiva con Dios que
nos hace semejantes a Él en nuestra alianza con Él. Jesús nos pide que realicemos una
dedicación entusiasta a hacer la voluntad de su Padre, que demos el buen combate de la fe
mediante la adoración al espíritu divino y conozcamos las cosas divinas. Las cosas divinas
deben ser amadas por nosotros para que podamos conocerlas. Un Mensajero Solitario nos
dice que hacer la voluntad de Dios es la disposición de una criatura de compartir su vida
interior con Dios. Hacer la voluntad de Dios es el secreto para lograr la sobrevivencia del
alma. Jesús nos dice: “Siempre debe ser supremo en el alma y en la mente, el deseo de
hacer la voluntad del Padre”. 1431:2; 1829:1, 1118:4; 1221:2,3; 1434:2

Hacer o vivir la voluntad de Dios es el pasaporte eterno a la posibilidad sin final de


la infinidad misma. El éxito al explorar el infinito es proporcional al logro de la semejanza
con el Padre divino. En la presente edad universal, las realidades del Padre se revelan en
las cualidades de la divinidad. Las cualidades de la divinidad pueden ser apropiadas en
forma personal por todas las criaturas sinceras mediante la experiencia de vivir
divinamente (adoración); vivir divinamente significa en verdad: vivir la voluntad de Dios.
1174:7

Una vida basada en vivir la voluntad del Padre nos llevará al logro de la
supremacía del espíritu; comprendiendo cada vez más al Padre Infinito. Este vivir para el
Padre está basado en la verdad, es sensible a la belleza y dominado por la bondad. La
persona que conoce a Dios, que ha nacido del espíritu, está iluminada interiormente por
la adoración y exteriormente se dedica al servicio sincero de la hermandad universal; un
ministerio de amor y misericordia. Estas cualidades de vida se unifican en las
personalidades evolutivas en los niveles de constante ascensión de sabiduría cósmica,
autorrealización, encuentro con Dios y adoración al Padre divino. 1175:1

20 ¿Que significa recordarse a si mismo (oración) y olvidarse de si mismo


(adoración)?

Jesús dijo, “la oración es recordarse a sí mismo: un pensamiento sublime; la


adoración es olvidarse de sí mismo: un superpensamiento”. Pág. 1616:9
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Recordarse a sí mismo.- En la oración personal nuestro yo realiza peticiones al


Padre mediante sublimes pensamientos, o presenta al Padre sus anhelos espirituales con
amor, fe y respeto. La oración es un sostén espiritual para nuestra alma que busca y
anhela a Dios. La oración incluye el elemento del -autointerés- de aquel que se recuerda a
sí mismo orando y pidiendo a Dios. 1616:9; 65: 5,6

Antes de hablar de olvidarse de sí mismo, veamos lo que nos dice un Melquisedek


de Nebadon al respecto: “La religión debe laborar continuamente bajo una necesidad
paradójica: la necesidad de hacer uso eficaz del pensamiento (oración), descartando al
mismo tiempo la utilidad espiritual de todo pensamiento (adoración)”. 1121:3

Olvidarse de sí mismo.- Después de orar seguimos con la adoración. Jesús nos


enseña que “la adoración es una atención cómoda, el verdadero descanso ideal del alma,
una forma de esfuerzo espiritual relajado”. Que la adoración es un superpensamiento
(super: por encima) porque la mente va más allá por encima del pensamiento, trasciende
el pensamiento. La adoración o contemplación a Dios es lo mismo que la receptividad
silenciosa que Jesús nos pide. En la adoración nos olvidamos de nosotros mismos, no
hacemos más peticiones personales al Padre, no generamos más pensamientos,
contemplamos sentados y a ojos cerrados la presencia espiritual del Padre en silencio
mental, es decir, permanecemos un tiempo en un estado de receptividad silenciosa para
que el Padre divino pueda trabajar con nuestra alma. Ojo, si durante la adoración
surgen pensamientos (es normal), no los alimentamos, no les hacemos caso, ponemos la
atención mental en el espíritu del Padre. Mediante la práctica diaria de la receptividad
silenciosa, de manera natural trascenderemos los pensamientos disciplinando la mente
que producirá menos y menos pensamientos personales. La mente siempre está activa, no
podemos pararla, pero sí podemos disminuir su actividad mental alcanzando espacios
mentales (minutos) cada vez más amplios de no pensamiento, alcanzando así, mediante la
práctica sostenida un gran espacio o más (varios minutos) de no pensamiento. La fe revela
a Dios en el alma. La adoración es divinamente creativa. 1616:9; 1641:1; 1616:7; 1106:9

En la adoración al Padre, no realizamos ninguna autodemanda, no esperamos


recibir nada por la veneración o contemplación a la divina presencia de Dios. Rendimos
devoción y adoramos al Padre al reconocer su incomparable personalidad, su naturaleza
amorosa y adorables atributos. Cuando en la adoración incluimos el -autointerés- la
adoración se convierte en oración. La experiencia de la adoración o contemplación,
representa el intento de nuestro Ajustador Divino de comunicar al Padre en el Paraíso los
anhelos y aspiraciones espirituales de nuestra alma. En la adoración la mente consciente
en adorar o contemplar a Dios en silencio, el alma anhela e inicia la adoración, el
Ajustador dirige el culto adorador en nombre de la mente y alma. 65:5,6; 66:4

Gracias amados hermanos (as) por su atención a este trabajo. Que las palabras de
este escrito nos ayuden a captar algo más sobre los contenidos Revelados. Reciban mi
amor y un abrazo fraternal. Su hermano Jaime Díaz. FUENTE: EL LIBRO DE URANTIA.

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