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OBRA : “ROMEO Y JULIETA”

DE WILLIAM SHEAKESPEARE

DIRECTOR(A):

GUIONISTA :

ESCENOGRAFIA

MAQUILLAJE:

VESTUARIO :

PERSONAJES:

NARRACIÓN

BENVOLIO :

TIBALDO :

CAPULETO :

SRA. CAPULETO. :

PRINCESA :

MONTESCO. :

SRA. MONTESCO. :

ROMEO :

JULIETA :

PARIS :

NODRIZA :

MERCUCCIO :

SIRVIENTE BALTASAR :

FRAY LORENZO. :
ACTO I
CUADRO 1: EN LA PLAZA DE LA CIUDAD.

Narrador: En la bella ciudad de Verona, cuatro aceros se cruzaban bajo el sol,


un odio antiguo y seco era la única explicación de aquella pelea. La enemistad
entre los Montescos y los Capuleto se remontaba a tiempos lejanos, hasta los
criados más viejos de las dos casas se peleaban cada vez que se encontraban
y allí estaban esa mañana dos criados de Montesco y dos de Capuleto
batiéndose por el honor de sus amos, pero el pueblo ya estaba harto de
aquellas batallas callejeras.

(En escena 4 personajes pelean con espadas cortas. Gente mirándolos. Entra
Benvolio)

Benvolio:¡Necios!(saca la espada)....¡deténganse!¿Cuál es para ustedes el


sentido del combate? (trata de separarlos cuando aparece Tibaldo).

Tibaldo: Pero ¿qué es esto?(hacia Benvolio)¿Luchas contra unas gacelas?¡En


guardia Benvolio!¡Llegó tu hora!.

Benvolio: (Seguro y tranquilo) Solo trato de poner paz, guarda tu espada y


ayúdame a separar a estos hombres.

Tibaldo: ¿Paz?¿Quién habla de paz con una espada en su mano? Odio esa
palabra y odio a los Montescos ¡en guardia!
(Entran más ciudadanos con palos y piedras)

CIUDADANO1: (grita) ¡duro con ellos!

CIUDADANO2: (grita) ¡mueran los Capuleto y los Montescos!

(Llega el sr. Montesco, la Sra. Montesco, el Sr. Capuleto y la Sra. Capuleto.


Mientras los otros ciudadanos curiosos se acercan a los que combaten).

Sr. Capuleto: ¡Mi espada de combate!

Sra. Capuleto: (Irónica) Mejor pide tu muleta ¿para qué una espada?

Sr. Montesco: ¡Qué nadie me detenga¡

Sra. Montesco: (burlona) Pero si no puedes dar un paso…

(Entra el príncipe y su séquito, los ciudadanos se callan le abren paso con


temor y comienzan a hacerse comentarios entre ellos)

Príncipe: (Enérgico) ¡Enemigos de la paz! Resulta patético tratando de apagar


el fuego de la furia con ríos de sangre que brotan de sus propias venas.
Viejos Capuleto y Montesco, si siguen provocando peleas en las calles,
pagaran caro, y a quien se quede aquí ahora se le condenara a pena de
muerte, marchaos! (la gente huye)
(El Príncipe y su séquito dan media vuelta y se marchan. Todos se retiran
menos los señores Montesco y Benvolio)

(Sr. Y sra. Montesco junto con Benvolio se dirigen al centro del escenario).

Sra. Montesco: ¿Dónde está mi hijo, Romeo?, Es una suerte que no haya
participado en esta pelea.

Benvolio: En realidad, señora, no anda bien en estos días, lo vi temprano


paseándose por una arboleda al oeste de la ciudad, y cuando notó mi
presencia corrió a esconderse.

Sra. Montesco: Sí, de día traba la puerta y los pestillos de su cuarto, y vive
envuelto en una noche artificial. A veces lo oigo sollozar. Si supiéramos de
donde nace su tristeza, podríamos ayudarlo.

(Caminan hacia un lado lentamente)

(Entra Romeo)

Benvolio: Ahí viene Romeo, quizá si nos dejan solos, pueda yo averiguar que
es lo que oscurece su corazón.
(Asienten. Se retiran el Sr. y Sra. Montesco)

Romeo: ¡Benvolio! ¿Pero, esos que van allá son mis padres?

Benvolio: Si, tenían apuro… Están preocupados primo por el aislamiento en


que te encuentras (Romeo suspira)

Benvolio: ¿Enamorado?

Romeo: Privado…

Benvolio: ¿del amor?

Romeo: del favor de la que amo

Benvolio: ¿y quién es? si se puede saber…

Romeo : no me preguntes eso, seria como pedirle a un enfermo que hiciera su


testamento.

Benvolio: debe ser bella.

Romeo: muy bella, pero ha jurado no amar nunca.

Benvolio:¿quebraría ese juramento una flecha tuya bien dirigida?

Romeo: las flechas de amor nunca podrán alcanzarla. Ese es mi dolor.


Benvolio: ¿te puedo dar un consejo? Dale a tus ojos la oportunidad de mirar
otras bellezas.

Romeo: seria como leer un poema, cualquier belleza me haría solo recordarla.
(Salen Romeo y Benvolio. Aparecen sr. Capuleto y Paris conversando)

Sr. Capuleto: creo que Montesco, al igual que yo, está atado a un antiguo
rencor.... a esta altura de nuestros años ya no podríamos vivir en armonía.

Paris: señor, me debe aún la respuesta de la proposición que le he hecho

Sr. Capuleto: solo repetiré lo que ya dije, mi hija Julieta tiene apenas catorce
años, es muy temprano para casarla.

Paris: pero hay otras de su misma edad, que ya son madres y felices.

Sr. Capuleto: también pierden precoces su frescura, pero sea… si tu deseo es


noble, te permito que la cortejes y ganes su corazón. Tienes una oportunidad
esta noche en la fiesta que ofrezco.

(Se despiden el sr. Capuleto y Paris. Luego entra un criado, y se dirige a donde
el sr. Capuleto)

Sr. Capuleto: ¡!Criado!! (entra criado sin hablar) toma esta lista y recorre con
ella la hermosa Verona. (sale de escena)

(entra Romeo y Benvolio, el criado se acerca a ellos)

Criado : (a Romeo) ¿sabe leer?

Romeo: Sé leer mi futuro y mi actual miseria. (toma el papel y le lee el


contenido al criado. El papel dice “La familia Capuleto tiene el agrado de
invitarlos a un baile...”, el criado da las gracias y se retira)

Romeo: (a Benvolio) los Capuleto ofrecerán una fiesta esta noche, en su casa.

Benvolio: iremos también, ocultémonos detrás de unas mascaras, te mostraré


unas bellezas que tu cisne, te parecerá un cuervo.

(Salen)

CUADRO 2: En el cuarto de Julieta esta presente Julieta, su madre y la


nodriza.

Nodriza: te veo tan grande, que no puedo dejar de emocionarme. Recuerdo


como si fuera ayer, el día en que dejé de amamantarte, me puse aloe en el
pecho y tú al probar el gusto amargo te pusiste tan rabiosa…pronto tal vez te
veré casada.
Sra. Capuleto: mmm...casada... De eso quería hablarte Julieta, dime que
piensas ¿No deseas casarte?.

Julieta : (no muy interesada) ese es un honor que nunca pensé.

Sra. Capuleto: deberías pensarlo, aquí en Verona hay mujeres más jóvenes
que tú, mujeres distinguidas, que ya son madres. Es mi caso a tu edad, tú ya
eras mi hija... bueno... para abreviar, el conde Paris quiere tu mano.

NODRIZA: es un hombre al que todas querrían (sra. Capuleto mira con


desaprobación a la nodriza)

Sra. Capuleto: hoy estará en la fiesta, podrías pensarlo, es un buen partido.

Julieta: lo miraré, quizás mirarlo me lleve al amor

(salen las tres)

CUADRO 3: En la fiesta. Romeo, Mercuccio y Benvolio conversan a la


entrada. Hay criados y criadas sirviendo, gente bailando vals, Julieta y Paris
bailando al centro, Tibaldo y Sr. Capuleto adelante.

Mercuccio: ¡a bailar!

Romeo: no estoy con ánimos, vayan ustedes, los pies me pasan como plomo.

Mercuccio: ¿Por qué? el enamorado tiene alas que lo hacen más ligero

Romeo: acabo de tener un presentimiento extraño. Lo que comience en esta


fiesta terminara con mi muerte, vayan ustedes… yo los alcanzo.

(Mercuccio y Benvolio entran a la fiesta)

(Romeo se coloca cerca para ver quién baila. Mira a Julieta que ya está
bailando con el conde Paris)

Romeo: (deslumbrado, preguntándole a un sirviente)) ¿Quién es esa dama?

Sirviente: (sin poder contestar pues está ocupado) No lo sé, señor.

Romeo: Es como una paloma blanca que avanza entre los cuervos, no le
quitaré los ojos de encima hasta que termine la música y vea donde se coloca
para que el roce de su mano bendiga la mía, ahora me doy cuenta que nunca
antes amé(camina al otro extremo, lejos de los Capuleto)

(Tibaldo reconoce la voz de Romeo y con furia dice)

Tibaldo: Ese infame con su máscara de comediante es Romeo Montesco


(diciendo al oído del sr. Capuleto) por el honor de mi raza voy a matarlo sin
culpa porque ha venido a burlarse de nosotros.
Sr. Capuleto: ¿pretendes manchar con sangre mi casa esta noche? Por otra
parte ¿Qué hay con él? Verona esta orgullosa de ese muchacho virtuoso y
buen vasallo.

Tibaldo: (furioso) ¡no tolerare…!

Sr. Capuleto: (solo mira desafiante) ¡TOLERARÁS!

(Romeo se acerca a Julieta y le toma la mano. Se miran)

Romeo: Sé que con mi mano indigna estoy profanando un altar sagrado. Pero
mi devoción es más fuerte y no pude resistirlo.

Julieta: no deberías valorar en tan poco tu mano, que tan humilde se muestra y
tan devota como la de un peregrino.

Romeo: también mis labios querían limpiar sus pecados con los tuyos

Julieta: a los labios de los peregrinos solo los mueven las plegarias.

Romeo: deja que llegué mi plegaria....(la besa en la mejilla)

Julieta: vino a mi mejilla el pecado que tenían los tuyos

Romeo: un pecado de mis labios devuélveme el pecado entonces


(la besa de nuevo, llega la nodriza)

NODRIZA: (muy preocupada por lo que ve) ¡tu madre quiere hablarte, Julieta!
(Julieta sale corriendo)

Romeo: ¿quién es su madre?

Nodriza: ¡Cómo muchacho! ¿Qué no lo sabes? su madre es la dueña de esta


casa.

(Romeo impactado, se retira hacia una esquina... Julieta y la nodriza y hacia la


otra esquina)

Romeo: ¡una Capuleto! Que alto es mi precio, mi enemigo ahora es dueño de


mi corazón(los invitados se retiran y entre ellos Romeo)

Julieta: ¿quién es ese el que sé esta yendo, que no bailo en toda la noche?

Nodriza: Es Romeo, hijo único de Montesco, el peor enemigo de tu padre.

Julieta (asombrada, luego muy triste) Mi único amor nació de mi único odio
¡rara fuerza que me obliga a amar a mi enemigo! (saliendo Mercuccio, Benvolio
y de la mansión de los Capuleto)
Benvolio:¿Dónde está Romeo?

MERCUCCIO: ¡Romeo! ¿Por qué no apareces para hacerme feliz aunque sea
un momento? en nombre de Rosalinda , por sus labios rojos , sus finos pies te
pido que vengas

Benvolio: vámonos quizás se ha ido en mitad de la fiesta


ACTO 2
CUADRO 4

Escena del balcón.

(Julieta se asoma al balcón, está pensativa y melancólica)

Julieta: ¡Ay! Romeo como quisiera que no fueras un Montesco que renegaras
de tu padre... o si juraras amarme yo dejaría de ser Capuleto. Solo tu nombre
es mi enemigo pero ¿Qué es un nombre? no es la mano, ni el pie ,ni ninguna
otra parte del cuerpo... como una rosa no importa que nombre le pongan nunca
cambiara su perfume o si renunciaras a tu nombre y me tomaras a mi entera...
(aparece Romeo desde debajo del balcón. Julieta asombrada, no lo ve)

Romeo: Tomo tu palabra, desde ahora dejo de ser Romeo ahora soy solo “tu
amor”. Detesto mi nombre porque sé que es tu enemigo, si fuera solo una
palabra escrita la rompería

Julieta: ¿Romeo? ¿dónde estás?¿es cierto que tu apellido es Montesco?

Romeo: no soy Romeo ni Montesco, si eso no te gusta

Julieta: ¿Cómo llegaste aquí? el muro del jardín es alto y difícil de escalar si
alguno de los míos te encontrara, te mataría.

Romeo: para el amor no hay límites de piedra y tus parientes no pueden


intimidarme.

Julieta :oíste mis palabras sin que yo lo supiera y no las negare, soy sincera y
desconozco el arte de las palabras que parecen esquivas pero no creas que mi
amor es liviano como las sombras de la noche ¿y tú?¿Podrías jurarme tu amor
aquí y ahora?

Romeo: juro por la luna que nos alumbra…

Julieta: Por la luna no, que es inconstante, no jures por nadie salvo que lo
Hagas por Romeo, el dios que adoro. Pero no encuentro goce en este pacto
nocturno, tan repentino y sin aviso, como un relámpago… prefiero que nos
digamos “buenas noches”

Romeo: ¿así de insatisfecho debo quedar? (la nodriza llama a Julieta)


Julieta: Si tu deseo es que yo sea tu esposa, mañana enviaré a alguien para
que le digas dónde y cuándo va a hacer la ceremonia. En cambio si tu amor es
deshonesto te pido que nunca más me hables.

Romeo: esperaré tu mensajero entonces… (desaparece Julieta)

Romeo: solo temo que esta noche sea un sueño demasiado dulce para ser
verdad

Romeo: iré a la celda de mi cura confesor y le hablaré de este encuentro

CUADRO 5

(Está en escena Fray Lorenzo orando y ve que entra Romeo. Lo confiesa.)

Fraile: No puedo creer que olvidaras tan rápido a Rosalinda, tu amor el día de
ayer…

Romeo: nunca aprobaste mi amor por Rosalinda.

Fraile: era el delirio el que censuraba, no el amor. Te ayudaré muchacho


veleidoso porque esta unión puede ayudar a apagar el fuego entre las dos
familias

CUADRO 6
(Mercuccio le cuenta a Benvolio que a Romeo le llegó una carta de Tibaldo
retándolo a un duelo de espadas)

Mercuccio: ¡pobre Romeo, está muerto!

MERCUCCIO: Tibaldo es el mejor espadachín en Verona, pero…ahí viene tu


primo, con cara de ser el mismo que lloraba por los rincones
(Romeo se acerca, llega la nodriza de Julieta)

MERCUCCIO: atención, una alcahueta, atención, atención (se separan Romeo


y la nodriza para hablar en privado. Mercuccio y Benvolio se despiden de
Romeo y se alejan)

Romeo: Dile a tu ama que invente una excusa para ir a la celda de Fray
Lorenzo, que allí será la boda y quédate detrás del muro del convento para que
mi criado te dé cuerdas en forma de escaleras. Las llevaras a casa para que yo
pueda subir al cuarto de Julieta.

NODRIZA: Mi señora es la más dulce de las mujeres, el conde Paris está listo
para el abordaje pero ella preferiría besar un sapo en vez que a él. Yo la hago
enojar de vez en cuando porque le dije que el conde es el mejor de los
hombres entonces se pone blanca como una sábana y solo dice “Romeo”.
( Él le sonríe, se abrazan y se van ambos).
Julieta en escena

(Julieta desesperada porque aun no llegaba la nodriza. La nodriza entra y dice)

NODRIZA:¡que manera de correr! ¡mis pobres huesos! No doy mas, me falta el


aliento.

Julieta: ¿Cómo es que no te falta el aliento para decirme que te falta el aliento?
Sería más breve darme la noticia que espero con tanta ansiedad. ¿Es buena o
mala noticia?

NODRIZA: La tuya es buena elección, debo reconocerlo. Es tierno como un


cordero. ¿Ya comiste?

Julieta: (impaciente) No, no, ya sé que es tierno. ¿Qué dijo Romeo? Es lo


único que me importa.

NODRIZA: ¡Ay, que dolor de cabeza! ¡Como si se me fuera a partir en mil


pedazos!

Julieta: ¡Basta de tonterías!.¿Que mensaje te mandó mi amor?

NODRIZA: Que vayas a la celda del fraile, que allá te espera. Esta misma tarde
será la boda. Yo tomaré otro camino, y procuraré una escalera para que tu
amor suba a tu nidito esta noche. Yo soy, por ahora, la que suda para que
disfrutes. (Salen abrazadas).

(Entran Romeo y el fraile)

Romeo: Desde ahora, cualquier dolor que venga no podrá compararse al


placer de un corto momento con ella. Que la muerte, destructora del amor,
actúe: me alcanza con poder llamarla mía.

Fraile: Te aconsejo que seas prudente y calmo, al placer violento suele


seguirle un final violento. Muere el placer en pleno fervor, como el fuego y la
pólvora que se consumen al tocarse.
(Entra Julieta. Romeo la abraza, se miran con ilusión. Se arrodillan y el cura los
casa).

(Se encuentran Mercuccio, Benvolio y Tibaldo)

Mercuccio: (con tono de burla) ¡Por mis cordones, que miedo! ¡Son los
Capuleto!
(Mercuccio trata de pelear con Tibaldo pero él no le hace caso, entra Romeo)

Tibaldo: Aquí está mi hombre. Romeo, solo quiero que sepas que te considero
un villano.
Romeo: (ignorándolo) Tengo una buena razón para amarte y perdonarte la
violencia. Adiós, por lo tanto. Tu nombre me es tan querido como el mío,
quédate contento.

Mercuccio: Oh!, que vil sumisión (hacia Tibaldo) ¡tú, cazarratas, rey de los
gatos! ¿Quieres bailar conmigo?.

(Tibaldo ataca a Romeo. Romeo y Tibaldo comienzan a pelear. Tibaldo lanza


una estocada que hiere a Mercuccio, quien trató de proteger a Romeo) (Tibaldo
escapa)

Mercuccio: ¡Estoy herido! Y él ¿se fue sin ningún rasguño? ¡Que la peste
caiga sobre las dos familias! ¡llamen a un médico…!

Romeo: Va a estar bien la herida, tranquilo.

Mercuccio: No es tan profunda como un pozo, ni tan ancha como el portal de


una iglesia, pero claro que está bien. Benvolio, llévame a casa. ¡malditas sean
las dos familias! (Mercuccio y Benvolio se retiran, Romeo se queda en el lugar)

Romeo: (desesperado) Mi mejor amigo, y pariente del príncipe, herido de


muerte por mi enemigo, y ahora también primo, Tibaldo. ¡Ay, Julieta, tu belleza
me vuelve débil y ablanda mi espada! (llega Benvolio)

Benvolio: Romeo, Mercuccio está muerto y viene Tibaldo furioso.

Romeo: Calma mía, ¡Vete al cielo! El alma de Mercuccio vuela sobre nuestras
cabezas. ¡Uno de los dos ira a hacerle compañía! (llega Tibaldo) (pelean y
Tibaldo cae muerto… se oye la guardia real)

Benvolio: ¡Escapa! (Romeo sale corriendo).

(Aparecen el príncipe, señor Capuleto, señora Capuleto y la nodriza junto al


cadáver, llega Montesco y su señora, Benvolio explica lo sucedido)

Sra. Capuleto: ¡Miente Benvolio!, el afecto le hace mentir, ya que Romeo es


uno de los suyos. Sé que en la contienda participaron más de veinte. Romeo
mató a Tibaldo. Yo digo que ahora él debe morir.

Príncipe: Es cierto que Romeo lo hirió, pero Tibaldo hirió a Mercuccio ¿Quién
pagara por eso?.

Sr. Montesco: No será Romeo, él era amigo de Mercuccio.

Principe: Aunque por esto haya resultado muerto alguien de mi propia sangre
decido que, aunque Romeo haya vengado a Mercuccio, debe ser desterrado de
la ciudad.
(la nodriza se separa del grupo y corre a avisarle a Julieta). Salen todos de
escena.
(aparece Julieta sola. Entra nodriza.)

NODRIZA: Tibaldo tu primo está muerto, Romeo lo mató y ha sido desterrado.

Julieta: ¡Ángel y demonio!¡serpiente oculta detrás de un bello rostro!¡cuervo


disfrazado de paloma!¡lobo y cordero! (hace una pausa, se tapa la cara con las
manos…y dice arrepentida) Me retracto de estos insultos. Estoy hablando de
mi esposo, del que más amo en el mundo. Lloro por la muerte de Tibaldo, pero
mil veces más lágrimas derramo por el destierro de Romeo. No puedo creer
que esté pasando esto, ¡nodriza, ve a buscar a Romeo para darle mi adiós!..
Salen.

(en la celda de fray Lorenzo se esconde Romeo y llega la noticia del destierro)

Romeo: ¡Exilio! Mucho peor que la muerte. Es como cortarme la cabeza con
una sonrisa aún en la cara.

Fraile: No seas ingrato, tu falta merecía la muerte, pero el Príncipe, dejando de


lado su propia ley, cambia la palabra muerte por exilio.

Romeo: No hay vida para mí lejos de Julieta.(tomando su espada y dirigiéndola


hacia su pecho)

Fraile: ¿No es suficiente con una muerte?. Si te matas no te matarías solo a ti,
sino que también a tu esposa Julieta. ¿Por qué no vas a la casa de tu amada
para darle consuelo? Pero no te quedes hasta el amanecer, o no saldrás vivo
de la ciudad. Y luego, cuando todo se calme, anunciaremos tu boda con Julieta
y podrás vivir feliz. (salen de escena)
( Julieta y Romeo en escena. Romeo ha ido a despedirse de ella. Se abrazan y
se toman las manos, el narrador habla).

Narrador: Las manos y los brazos de Romeo y de Julieta parecían imantados.


La despedida era cruel. Finalmente Romeo sale velozmente y enseguida la sra.
Capuleto entra, se sorprendió al ver que su hija ya estaba levantada, pero no le
sorprendió ver sus ojos inundados de lágrimas, pensaba que sufría por la
muerte de su primo Tibaldo.

(sale narrador. Entra señora Capuleto)

Sra. Capuleto: No llores tanto por Tibaldo, si no es porque el villano que lo


mató, Romeo, sigue vivo.

Julieta: (mintiendo) no estaré contenta hasta ver muerto a Romeo y si es


necesario vengaré a mi primo, si alguien me proporcionara el veneno, yo
misma me encargaría de que el Montesco lo tomara.

Sra. Capuleto: el jueves, en la iglesia de san Pedro, será tu boda con el conde
Paris (espantada con la noticia)

Julieta: ¡Prefiero mil veces casarme con Romeo, a quien odio, que con Paris!
Sra. Capuleto: Dile esto mismo a tu padre, que viene detrás de mí.

(entra el sr. Capuleto)

Sr. Capuleto: ¿Qué? ¿Le diste la noticia?¿No se siente agradecida?¿No está


orgullosa?.

Julieta: Orgullosa, no… pero sí agradecida.

Sr. Capuleto: ¿Qué es esto? Sea como sea prepara tus piernas para ir el
jueves a la iglesia con Paris o te arrastraré por los pelos hasta allí.

(Julieta se pone de rodillas en el suelo y suplica a su padre que no la case)

Sr. Capuleto: Faltan tres días, si no cambias de opinión, juro que vas a morir
en la calle, y yo mismo me voy a preocupar de que nadie te asista.

(El sr. Capuleto sale del cuarto)

Narrador: La señora Capuleto tampoco quiso escuchar los ruegos de su hija, a


Julieta solo le quedaba la buena nodriza. Tal vez el fraile Lorenzo podría evitar
el matrimonio con Paris.

En escena el fraile. Entra Julieta y llora. El fraile la consuela y le dice.

Fraile: Quizás podrías fingir la muerte

Julieta: Prefiero cualquier cosa antes de casarme con Paris... (Dejan espacio
al narrador. Los actores siguen representando lo que el narrador dice)

Narrador: El Fraile hizo un plan con Julieta, ella debía volver a su casa y fingir
la aceptación de su boda con Paris, y en la noche bebería un liquido con el que
sentiría un frió soporífero y su pulso se detendría por dos días, parecería
muerta.

Fraile: Vas a despertar como en un sueño pero antes estarás vestida de gala
en la antigua cripta de los Capuleto. Mientras tanto le mandaré un mensaje a
Romeo contándole nuestro plan. Cuando estés sola en la cripta, Romeo y yo
iremos a buscarte y así nadie los molestara por el resto de sus vidas.
( Se va Julieta más tranquila. Luego se va el fraile).

Narrador: Al día siguiente, la nodriza entró al cuarto de Julieta para


despertarla, pero como Julieta no respondía, creyó con horror que Julieta
estaba muerta. Al gritar la nodriza, llegaron los srs. Capuleto, Fraile Lorenzo y
Paris, los srs. Se arrodillaron junto a la cama de su hija y tomaron su mano,
entre sollozos.
NODRIZA: ¡Oh, día funesto, día lamentable, él más triste que he vivido! ¡Día
funesto, funesto, funesto!

Sra. Capuleto: ¡Oh, muera yo contigo!

Paris: ¡Oh, decepción, soledad, tortura, muerte!

Sr. Capuleto: ¡Oh, desprecio, odio, horror, tormento, muerte!

Fraile: ¡Silencio pido! ¡Vergüenza! El consuelo para el dolor no está en el


llanto, sino en el Cielo. Sequen esas lagrimas, cubran este hermoso cuerpo y
llévenlo al templo.

Sr. Capuleto: Campanas, cantos, flores, destinados a celebrar su boda,


sonarán de otro modo y adornarán su cara para el rito fúnebre. (lloran y se van)

Narrador: hasta allí el plan iba bien, pero la noticia del entierro cundió por la
ciudad, Baltasar, el criado más fiel de los Montesco, galopó para contarle la
noticia a Romeo.

Romeo: ¿Noticias de Julieta?

Baltasar: Julieta duerme en la tumba de los Capuleto. Perdóname por traerte


esta horrible nueva.

Romeo: (gritando) ¡Desafío a las estrellas! ¡Eso no puede ser cierto!, Prepara
los caballos para ir a Verona. Pero antes tengo que ir a comprar un veneno
capaz de matar a mil caballos.

Criado: está bien.

Romeo llega donde el boticario.

Romeo: Necesito un veneno...

Boticario: Tengo ese veneno, pero la Ley condena a quien lo vende.

Romeo: Toma este oro, el peor veneno (puso sobre la mesa un puñado de
monedas)

Boticario: Esta bien, te lo vendo.


(sale Romeo con el veneno en las manos)

Narrador: El fraile le envió una carta a Romeo informándole el plan. Esa carta
nunca llegó a su destino. Fatal desgracia estaba ocurriendo. Era la noche del
segundo día y Romeo llegó a la cripta con Baltasar, forzó la puerta para entrar
a la cripta. Entonces Paris que iba a la cripta a llevarle flores a Julieta,
interrumpió a Romeo.

(Romeo y Paris en escena. Julieta yace dormida)

Paris: ¿Quieres llevar tu venganza más allá de la tumba, Montesco?. Has


matado a Tibaldo, y la que iba a ser mi esposa murió de tristeza por ello.
Entrégate.

(Paris desenvainó su espada y también Romeo. Romeo logró atravesar a Paris


de una estocada. Abrió la cripta y contempló a su amaba por ultima vez y la
besó suavemente.)

Romeo: Ni la muerte logró arrebatarte la belleza. Que este beso sirva para
sellar un pacto de amor eterno. (la besa en la mejilla)

(Romeo bebió un trago del veneno mortal, mientras el fraile llegaba corriendo
por entre las tumbas del cementerio y se detuvo ante la cripta)

Fraile: ¡Dios! (gritando) ¿Qué sangre es la que tiñe la entrada de piedra del
sepulcro?

(Julieta abre los ojos)

Fraile: ¡Vamos Julieta! Sal ya de este lugar contranatural de putrefacción y


sueños. Sígueme.

( el fraile sale de la cripta con Baltasar)

(Julieta quedó paralizada al ver muerto a Romeo, con la botella de veneno en


la mano, besó los labios aún calientes del Montesco, se escuchaban unos
pasos que resonaban en la cripta, eran los guardias del Príncipe)..

Julieta: Oh! Mezquino. Ni una gota me has dejado (llora).

(Julieta tomó el puñal que Romeo llevaba en la cintura)

Julieta: ¡Oh, dulce acero, soy tu morada! (exclamo hundiéndose el puñal en el


vientre. Muere).

Narrador: casi al instante supo toda Verona la tragedia que había ocurrido,
detrás de los guardias llegaron los Montesco , los Capuleto y el Príncipe. Ante
sus ojos, los cuerpos muertos contaban una historia que todos ellos habían
ignorado.

Príncipe: Ahora quiero que me escuchen los enemigos, Montesco y Capuleto.


Ya ven la maldición que cayó sobre el odio que arrastran desde hace años.
Romeo y Julieta murieron por haberse amado. Yo mismo perdí a mi familia,
Mercuccio y Paris. Todos sufrimos el castigo.
Sr. Capuleto: Dame entonces tu mano, viejo Montesco nada más puedo pedir.

Sr. Montesco: Pero yo puedo darte más. Voy a erigir una estatua de oro en
honor a tu hija, para que, mientras Verona exista, ninguna otra imagen sea tan
honrada como la de ella.

Sr. Capuleto: Con igual esplendor, y junto a Julieta, yacerá Romeo. ¡Pobres
victimas de nuestro odio!

Príncipe: Vamos, que tenemos que hablar de estos hechos tristes. Algunos
serán perdonados, otros recibirán su castigo. Nunca hubo una historia tan
trágica, como la de Romeo y Julieta.
(Salen todos de escena, quedan Romeo y Julieta)

Fin

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