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TRES REFLEXIONES PARA NAVIDAD

En estas fechas decembrinas, la mayoría de las personas creyentes o no, se transforman, se sienten
solidarios, van a visitar personas con las que no han hablado durante todo el año, muchos hasta cenamos
con ellas, somos tan bondadosos, honestos, prudentes, respetuosos, etc., que no nos reconocemos.

Por eso la mayoría nos ponemos la mejor ropita que tenemos, nos sentaremos en la mesa a cenar en
familia, hacemos una oración y nos llenamos de buenas intenciones porque llegaron las fiestas
decembrinas y eso nos trae gozo a nuestro; pues esto es lícito, quien puede decir lo contrario; es una
bonita “tradición”, pero también es una oportunidad para hablarle de Jesucristo a nuestros allegados con
discernimiento. Salmo 34:1 “Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán”, Lucas 2:20
“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se
les había dicho”, Lucas 2 28:32 “él {Simeón} le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor,
despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; Porque han visto mis ojos tu salvación, La cual has
preparado en presencia de todos los pueblos; Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo
Israel”.

La palabra dice que: Gálatas 6:9 “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo
cosecharemos si no nos damos por vencidos”; Pues, ¿Es aquí, donde está el detalle?, como lo diría
Cantinflas. ¿Cuántos de nosotros nos cansamos con facilidad? ¿Cuántos vivimos haciendo el bien en todo
momento? Las iglesias están llenas de hijos de Dios que quieren cosechar los buenos frutos, frutos de
prosperidad, salud y bendición, pero… se cansan con facilidad o se dan por vencidos ante dificultad, ¿Por
qué? porque no se quieren convertir; hay algo en su corazón que se lo impide (mundo, carne u oscuridad).

Preguntemos: ¿Quién hizo su promesa de conversión en el Janucá ante el Señor? O ya se le olvidó, ¿En qué
va a trabajar este año y convertirse? Dígalo y no le dé pena… Hechos 3:19-20 “Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos
de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado”; Si usted se convierte verdaderamente al
Señor, nada ni nadie podrá apartarlo de su amor y gloria. Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque
en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me
alegraré en Dios, mi libertador!”.

Para este día de fiestas decembrinas, el Señor nos trajo tres reflexiones, las cuales debemos meditar en
nuestros corazones y aceptarlas porque vienen de lo alto, de su esencia. Iniciemos…

1ERA REFLEXIÓN: NO SE CANSE

Muchos de nosotros escuchamos la palabra todos los domingos y decimos en nuestros corazones: ¡Ahora
sí! De nada sirve llenarnos los buenos propósitos o intenciones si nos cansamos rápido, sino las
acompañamos de acción; no hacer obras dignas de arrepentimiento y conversión es cómo tratar de
competir en una carrera que nunca vamos a terminar.

Cuantas veces de manera irónica hemos escuchado que “De personas con buenas intenciones está lleno el
infierno”, pues no deja de ser una verdad. Piense un momento, qué pasará con aquellos hijos rebeldes,
desobedientes, impíos, que menosprecian la palabra y pisotean la sangre derramada por Cristo en la cruz.
Mateo 22:11-14 “Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de
boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Más él enmudeció. Entonces el rey
dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir
de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”; la palabra es clara!!!
Acordémonos que Dios que es bueno, amoroso y misericordioso, pero también es Justo, y su justicia que es
santa se cumplirá.

Aunque Él no quiere que ninguno de nosotros se pierda, está esperando que nosotros demos el paso firme
de arrepentimiento y conversión sincera, sin incredulidad ni hipocresía, por lo tanto no se canse antes de
iniciar, correr ni finalizar la carrera, ni sea olvidadizo de su palabra y verá su beneficio a la larga, recibiendo
los galardones preparados para los hijos esforzados. Santiago 1:22-25 “Mas sed hacedores de la palabra, y
no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno oye la palabra, y no la pone
por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se
consideró a sí mismo, y se fue, y luego se olvidó qué tal era. Mas el que hubiere mirado atentamente en la
perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la
obra, este tal será bienaventurado en su hecho”.

2DA REFLEXIÓN: NO SE DE POR VENCIDO, SEA PERSEVERANTE

Muchos de nosotros hemos tenido ganas de rendirnos alguna vez, en especial porque no nos creemos
dignos, somos pecadores reiterativos, por el mal testimonio de nuestros líderes, por la ofensas de nuestros
hermanos, etc.

Seguramente, hemos estado tentados a renunciar a un ministerio, a las reuniones, a la oración, a vivir como
cristianos y, a veces, incluso a la vida misma. Pero acuérdese que Cristo no se dio por vencido, Él fue a la
cruz, para morir por nuestro pecado y para que no nos diéramos por vencidos.

Dios es ilimitado, no se cansa ni se desgasta de esperar por nosotros, él ha prolongado el tiempo, dando
chance que nosotros entremos en razón, no nos lo sea revelado por el Espíritu; Entienda hijo de Dios que
apartados de Él nada podemos hacer.

Dios, en su infinita Misericordia, proporciona fortaleza e instrucción cuando tenemos ganas de renunciar,
por eso “No se dé por vencido”. Hebreos 10:36-39 NVI “Ustedes necesitan perseverar para que, después de
haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, «el
que ha de venir vendrá y no tardará. Pero el justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi
agrado». Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen
fe y preservan su vida”.

3ERA REFLEXIÓN: PREPÁRESE PARA EL VIAJE

La palabra dice que había un hombre llamado Simeón, un hombre descrito como justo, piadoso, gobernado
del Espíritu Santo; Lucas 2:25 “Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre,
justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él”; El Espíritu Danto le
había revelado que no vería muerte hasta que viese al Señor, Lucas 2:26 “Y le había sido revelado por el
Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor”; a ¿Cuántos de nosotros, el
Señor nos ha revelado algo? Seguramente a todos, pero de esos ¿Cuántos nos hemos mantenido fieles?

O cómo Simeón, ¿Cuantos de nosotros estamos preparados para el viaje de partida?, hay personas que le
tienen miedo a morir y saben ¿Por qué? porque no conocen al Señor; Hay muchos cristianos, hoy en día
que tienen miedo a morir, no porque no sepan quien los espera, sino porque no quieren soltar este mundo
terrenal, hay una voz que les acusa e incita a pecar y cómo no saben cómo se van a presentar ante el Señor,
prefieren quedarse.
Cuando un hijo de Dios ha sido justo y piadoso, es decir su vida ha sido llena de la presencia del justo y de
su santidad, no tiene miedo a partir con el Señor. Que le importa quien se va a quedar con sus hijos, sus
nietos, su esposa o esposo, su casa, carro o celular, o es ¿No está ¡claro!? Ocúpese más bien de conocer en
¿Dónde va a pasar la eternidad su alma? y ¿Quién está gobernando su vida? Así que el Señor, hoy, les
exhorta a estar preparados, porque los tiempos se acortan y luego ya no habrá más más sacrificio, el último
fue para siempre, el de Jesucristo en la cruz, para nuestra salvación y vida eterna.

Apocalipsis 12:10 “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y
el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”.

CONCLUSIÓN

Que estos tiempos sean propicios para llevar una palabra de reflexión, paz, aliento, esperanza y sabiduría
de parte del Señor a sus familiares y amigos, aquellos quienes no le conocen, a los están débiles en la fe, a
los que hemos olvidado por estar sumergidos en las cosas del mundo; que la voluntad y bendición del
Padre, Hijo y Espíritu Santo les acompañe y permanezca en cada uno de nosotros desde hoy y para
siempre. Amén

Lucas 2:13-14 “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que
alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres!”.

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