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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN PENAL - SALA DE DECISIÓN DE TUTELAS


ID : 711164
M. PONENTE : EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : T 112809
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STP8351-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Penal de Buga
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 06/10/2020
DECISIÓN : CONFIRMA CONCEDE TUTELA
ACCIONADO : FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN
ACCIONANTE : ROGELIO NARVÁEZ LUNA
VINCULADOS : UNIDAD NACIONAL DE PROTECCIÓN,
COMITÉ DE EVALUACIÓN DE RIESGOS
Y RECOMENDACIONES DE MEDIDAS
CERREM, PERSONERÍA DISTRITAL DE
BUENAVENTURA, DEFENSORÍA DEL
PUEBLO, PROCURADURÍA GENERAL DE
LA NACIÓN, POLICÍA NACIONAL,
COMANDANTE ESPECIAL DEL DISTRITO
ESPECIAL DE POLICÍA DE
BUENAVENTURA, EJERCITO NACIONAL,
TERCERA BRIGADA DEL EJÉRCITO
NACIONAL, ARMADA NACIONAL,
FUERZA NAVAL DEL PACÍFICO DE LA
ARMADA NACIONAL, PRESIDENCIA DE
LA REPÚBLICA, MINISTERIO DEL
INTERIOR, MINISTERIO DE HACIENDA,
MINISTERIO DE DEFENSA, ALCALDÍA
DISTRITAL DE BUENAVENTURA,
GOBERNACIÓN DEL VALLE DEL CAUCA,
CASA DE JUSTICIA DE LA VEREDA DE
SAN JOAQUÍN Y A TODOS LOS
HABITANTES DE LA ZONA RURAL DE
AGUADULCE DEL MUNICIPIO DE
BUENAVENTURA, FISCALÍA 41
SECCIONAL, FISCALÍA 27 LOCAL DEL
GRUPO CASOS EN AVERIGUACIÓN,
FISCALÍA 38 LOCAL DE LA UNIDAD DE
HURTOS, ESTAFAS Y USURPACIÓN DE
TIERRAS, TODAS DEBUENAVENTURA,
DIRECCIÓN SECCIONAL DE FISCALÍAS
DE CALI Y BUGA, DIRECTORES DEL
CUERPO TÉCNICO DE INVESTIGACIÓN
DE CALI Y BUGA Y COORDINADOR DE
LAS FISCALÍAS ESPECIALIZADAS DE
BUGA
ACTA n.º : 210

ASUNTO:
PROBLEMA JURÍDICO: ¿«(...)determinar si las autoridades accionadas
vulneraron los derechos fundamentales del actor y de la comunidad
afrodescendiente de la vereda de San Joaquín zona rural de Aguadulce del
Municipio de Buenaventura al no atender las denuncias formuladas por el
delito de amenazas y los ataques que han recibido por parte de grupos
armados»?

TEMA: ACCIÓN DE TUTELA - Facultades extra y ultra petita del juez


constitucional

Tesis:
«Cierto es que el juez de tutela en el marco de sus competencias y facultades
oficiosas a efectos de menguar las violaciones o amenazas de los derechos
constitucionales puede disponer de una amplia gama de facultades oficiosas
extra y ultra petita, todas ellas dirigidas a la protección de las garantías
fundamentales, incluso cuando no ha sido solicitado por el accionante.

Justamente en materia constitucional, la labor del juez no debe


circunscribirse únicamente a las pretensiones de la demanda de tutela, sino
que su labor debe estar encaminada a garantizar la vigencia y la efectividad
de los preceptos constitucionales relativos al amparo inmediato y necesario
de los derechos fundamentales, así, en el marco del Decreto 2591 de 1991
dotó a este mecanismo de una mayor laxitud, en comparación con el resto
de las acciones jurídicas.
La Corte Constitucional ha reiterado la posibilidad que tienen los jueces de
tutela de fallar un asunto de manera diferente a lo pedido. Por ejemplo, en la
sentencia SU-195 de 2012, la Sala Plena indicó:

«En cuanto a la posibilidad de que los fallos puedan ser extra y ultra petita
en materia de tutela, esta Corte de manera pacífica ha señalado que el juez
de tutela puede al momento de resolver el caso concreto conceder el amparo
incluso a partir de situaciones o derechos no alegados, atendiendo la
informalidad que reviste el amparo y además quien determina los derechos
fundamentales violados. Así, desde los primeros pronunciamientos se ha
sentado esta posición, toda vez que conforme a la condición sui generis de
esta acción, la labor de la autoridad judicial no puede limitarse
exclusivamente a las pretensiones invocadas por la parte actora, sino que
debe estar encaminada a garantizar el amparo efectivo de los derechos
fundamentales.” (Subraya fuera de texto)

4.2. Lo anterior, reiterando lo señalado en la sentencia SU-484 de 2008[29],


en donde la Corte, al referirse a la aplicación de la facultad extra petita,
señaló:

“En consideración a la naturaleza fundamental de los derechos amparados


por la acción consagrada en el artículo 86 de la Carta Política, el régimen de
la tutela está dotado de una mayor laxitud que el resto de las acciones
jurídicas. En efecto, mientras que el pronunciamiento judicial ultra y extra
petita está vedado en materia civil, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 305 del Código de Procedimiento Civil[30], al juez de tutela le está
permitido entrar a examinar detenidamente los hechos de la demanda para
que, si lo considera pertinente, entre a determinar cuáles son los derechos
fundamentales vulnerados y/o amenazados, disponiendo lo necesario para
su efectiva protección. No en vano la Corte Constitucional ha sostenido que:

“(…) dada la naturaleza de la presente acción, la labor del juez no debe


circunscribirse únicamente a las pretensiones que cualquier persona
exponga en la respectiva demanda, sino que su labor debe estar encaminada
a garantizar la vigencia y la efectividad de los preceptos constitucionales
relativos al amparo inmediato y necesario de los derechos fundamentales.
En otras palabras, en materia de tutela no sólo resulta procedente sino que
en algunas ocasiones se torna indispensable que los fallos sean extra o ultra
petita. Argumentar lo contrario significaría que si, por ejemplo, el juez
advierte una evidente violación, o amenaza de violación de un derecho
fundamental como el derecho a la vida, no podría ordenar su protección,
toda vez que el peticionario no lo adujo expresamente en la debida
oportunidad procesal. Ello equivaldría a que la administración de justicia
tendría que desconocer el mandato contenido en el artículo 2o superior y el
espíritu mismo de la Constitución Política, pues -se reitera- la vigencia de
los derechos constitucionales fundamentales es el cimiento mismo del
Estado social de derecho.”[31] (Subraya fuera de texto)
Lo anterior permite concluir que el juez de tutela está facultado para emitir
fallos extra y ultra petita, cuando de la situación fáctica de la demanda
puede evidenciar la vulneración de un derecho fundamental, aun cuando su
protección no haya sido solicitada por el peticionario.».

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Ejecutiva -


Ministerio del Interior: funciones que desempeña dentro del marco de
protección de los derechos fundamentales

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Ejecutiva -


Ministerio del Interior: funciones

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Ejecutiva -


Ministerio del Interior: competencia del Ministerio del Interior para adoptar,
coordinar, dirigir y ejecutar la política pública de derechos humanos y
derecho internacional humanitario, sus planes, programas y proyectos y la
integracion de la Nación con las entidades territoriales, la seguridad, la
convivencia ciudadana y los asuntos étnicos

ACCIÓN DE TUTELA - Legitimación en la causa por pasiva: competencia del


Ministerio del Interior para dar cumplimiento a las órdenes de tutela,
relacionadas con la protección de la población afrodescendiente de la vereda
de San Joaquín, zona rural de Aguadulce de Buenaventura, y responder a
los riesgos que ha identificado para la comunidad la Defensoría del Pueblo

Tesis:
«En primer lugar, dentro del marco de la protección de los derechos
fundamentales cuya misión esta radicada, entre otras, en el Ministerio del
Interior, a esta cartera le concierne la coordinación de las instituciones
competentes y organismos internacionales, la protección y defensa de los
derechos humanos de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales,
palenqueras y acompañar el seguimiento a las medidas que se adopten en la
materia. Todo en coordinación con la dirección de derechos humanos de ese
Ministerio.

Precisamente, en relación a la competencia que detenta el Ministerio del


Interior el Decreto Ley 2893 de 2011 en su artículo 2º subrogado por el
artículo 2º del Decreto 1140 de 2018, establece, entre otras funciones:

(i) Articular la formulación, adopción, ejecución y evaluación de las políticas


del Sector Administrativo del Interior,

(ii) Diseñar e implementar políticas públicas de protección, promoción,


respeto y garantía de los derechos humanos, en coordinación con las demás
entidades del Estado competentes, así como la prevención a las violaciones
de éstos y la observancia al Derecho Internacional Humanitario, con enfoque
integral, diferencial, social y de género.
(iii) Dirigir y promover las políticas tendientes a la prevención de factores
que atenten contra el orden público, así como tomar las medidas para su
preservación, en coordinación con el Ministerio de Defensa Nacional, las
autoridades departamentales y locales en lo que a estas corresponda.

(iv) Formular, promover y hacer seguimiento a la política de atención a la


población en situación de vulnerabilidad, para la materialización de sus
derechos, con un enfoque integral, diferencial, social y de género, en
coordinación con las demás entidades y competentes del Estado.

Así las cosas, compete al Ministerio del Interior adoptar, dirigir, coordinar y
ejecutar la política pública, planes programas y proyectos en materia de
derechos humanos, derecho internacional humanitario, integración de la
Nación con las entidades territoriales, seguridad y convivencia ciudadana,
asuntos étnicos, entre otros.

Es así que a partir de los anteriores presupuestos, es que debe considerarse


la competencia y legitimación en la causa por pasiva del Ministerio del
Interior cuando actúa en sede de tutela ya que prima facie existe una
vinculación del Estado en la protección de las comunidades afro
descendientes, que encuentra sustento en el artículo 13 de la Constitución
Política, cuando dispone «el Estado protegerá especialmente a aquellas
personas que por su condición económica, física o mental, se encuentre en
circunstancias de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos
que contra ellos se cometa».

Dicha vinculación, a partir del contenido del Decreto 2893 de 2011, le


asignó a esa Cartera Ministerial, a través de la Dirección de Asuntos para
Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras; «en
concreto, el deber de velar por los derechos y la integridad de las personas
pertenecientes a estas comunidades», si bien el argumento es que dicha
dirección es la encargada de acatar la orden de tutela, no es menos cierto
que la misma hace parte de ese órgano y por ende depende de las políticas
que para el efecto trace el Ministerio en materia de protección de derechos
humanos.

Igual situación ocurre con la articulación institucional para dar respuesta y


reacción a los riesgos identificados por la Defensoría del Pueblo, no solo
frente al accionante sino respecto a la comunidad de la vereda San Joaquín
Zona Rural de Aguadulce del municipio de Buenaventura, pues de lo que
fue probado no se conocen las actividades desplegadas para garantizar la
seguridad de la mencionada población, motivo por el que se requiere de una
respuesta intersectorial a fin de coordinar a impulsar las medidas
preventivas y de reacción rápida ante los factores de riesgo advertidos por la
Defensoría del Pueblo (alertas 079-18 y 007-19) a efectos de prevenir y
conjurar los riesgos y amenazas en que vive la comunidad.

Por estas razones se deberá de confirmar la tutela en lo que respecta al


Ministerio del Interior».
DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Ejecutiva -
Ministerio del Interior - Unidad Nacional de Protección: objetivo y funciones

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Ejecutiva -


Ministerio del Interior - Unidad Nacional de Protección - Valoración del
riesgo: finalidad

deber de realizar la evaluación del riesgo, con miras a salvaguardar los


derechos a la vida, la libertad, la integridad y la seguridad personal de los
asociados

ACCIÓN DE TUTELA - Legitimación en la causa por pasiva: competencia de


la Unidad Nacional de Protección para dar cumplimiento a la orden de tutela
de realizar una nueva valoración de nivel del riesgo del accionante

Tesis:
«(...) en lo que atañe a la orden dada a la Unidad Nacional de Protección, a
partir del 1º de noviembre de 2011, el Ministerio del Interior trasladó el
programa de protección que lideraba a dicha Unidad Administrativa
Especial, cuya creación tuvo lugar con el Decreto 4065 de 2011 y cuyo
objetivo primordial es:

« … articular, coordinar y ejecutar la prestación del servicio (…) que por


virtud de sus actividades, condiciones o situaciones políticas, públicas,
sociales, humanitarias, culturales, étnicas (…) se encuentren en situación
de riesgo extraordinario o extremo de sufrir daños contra su vida,
integridad, libertad y seguridad personal o en razón al ejercicio de un cargo
público u otra actividad que pueda generar riesgo extraordinario, como el
liderazgo sindical, de ONG y de grupos de personas desplazadas , y
garantizar la oportunidad, eficiencia e idoneidad de las medidas que
otorgan.

Desde luego, son funciones de la Unidad Nacional de Protección:

«1. Articular y coordinar la prestación del servicio de protección con las


entidades competentes a nivel nacional y territorial.
2. Definir, en coordinación con las entidades o instancias responsables, las
medidas de protección que sean oportunas, eficaces e idóneas, y con
enfoque diferencial, atendiendo a los niveles de riesgo identificados.
3. Implementar los programas de protección que determine el Gobierno
Nacional, de competencia de la Unidad, dirigidos a salvaguardar los
derechos a la vida, la libertad, la integridad y la seguridad personal.
4. Hacer seguimiento y evaluación a la oportunidad, idoneidad y eficacia de
los programas y medidas de protección implementadas, así como al manejo
que de las mismas hagan sus beneficiarios y proponer las mejoras a que
haya lugar.
5. Brindar de manera especial protección a las poblaciones en situación de
riesgo extraordinario o extremo que le señale el Gobierno Nacional o se
determine de acuerdo con los estudios de riesgo que realice la entidad.
6. Realizar la evaluación del riesgo a las personas que soliciten protección,
dentro del marco de los programas que determine el Gobierno Nacional, de
competencia de la Unidad, en coordinación con los organismos o entidades
competentes.
7. Realizar diagnósticos de riesgo a grupos, comunidades y territorios, para
la definición de medidas de protección, en coordinación con los organismos
o entidades competentes.
8. Apoyar y asesorar técnicamente a las entidades del nivel territorial, que
tienen competencia en la materia de protección, en el diseño e
implementación de estrategias para salvaguardar los derechos a la vida, a la
libertad, a la integridad y a la seguridad de personas, grupos y
comunidades, en especial, en situación de riesgo extraordinario o extremo.
9. Aportar la información necesaria a la Dirección de Derechos Humanos del
Ministerio del Interior para la formulación de los lineamientos generales
para el diseño e implementación de la política en materia de prevención y
protección a cargo del Ministerio del Interior.
10. Apoyar al Ministerio del Interior, con recursos humanos, técnicos,
logísticos y administrativos, en la implementación de las acciones de
prevención, a fin de salvaguardar los derechos a la vida, a la libertad, a la
integridad y a la seguridad de personas, grupos y comunidades, que se
encuentran sujetas a la jurisdicción del Estado colombiano, siguiendo las
directrices que para tal efecto brinde el referido Ministerio.
11. Administrar el sistema de información de protección.
12. Las demás funciones asignadas que correspondan a la naturaleza de la
entidad.»

Dentro del componente asignado a esta entidad, se encuentra la evaluación


del riesgo, con miras a salvaguardar el derecho a la vida, libertad, integridad
y seguridad personal de los asociados.

No se discute por demás la calidad que ostenta el demandante y las


especiales circunstancias que conllevaron a esta institución en el año 2018
evaluara la necesidad de otorgarle medidas de protección que
comprendieron un medio de comunicación, un chaleco blindado y medio de
transporte fluvial, sin embargo, el actor fue reevaluado por temporalidad y
se consideró la disminución en el riesgo mediante Resolución N.º 1909 de 06
de abril de ese año.

De manera alguna se puede predicar que, el juez de tutela se hubiere


excedido en la competencia o que usurpara la posición de la autoridad
técnica -administrativa, esto es el Comité de Evaluación del Riesgo y
Recomendaciones de Medidas - CERREM, pues ineludiblemente la orden
dada estuvo dirigida frente a una nueva evaluación del nivel de riesgo y la
determinación de las medidas de protección, sin que ello comporte una
adjudicación precisa del componente que debe ser asignado, sino que por
demás comporta es una garantía de evaluación de las particularidades que
expuso el accionante en su demanda constitucional relacionadas con
problemas de orden público en la comunidad donde reside y amenazas en
su contra por la condición de líder social.

Recuérdese que el precitado ciudadano ha interpuesto dos denuncias ante


la Fiscalía General de la Nación por el delito de amenazas dentro de los
radicados 2018 00157 la que, por tratarse de los mismos hechos, el 19 de
abril de 2018 se conexó con el radicado 2018 00059 siendo asignada a la
Fiscalía 41 Seccional de Buenaventura el 14 de mayo de 2018, estando en
etapa de indagación.

Luego en atención a la grave situación que expone el accionante esto es que


ha sido víctima de amenazas por las labores que desempeña en la vereda
San Joaquín zona rural de Aguadulce del municipio de Buenaventura y por
ende con el fin de evitar la consumación de las mismas y mitigar el peligro
latente en el que esta su vida e integridad personal, se emitió la decisión que
hoy censura la Unidad Nacional de Protección, sin que esta Corporación
encuentre que la misma haya desbordado las competencias propias del juez
de tutela, pues como ya se explicó en el marco de sus competencias y
facultades oficiosas a efectos de menguar las violaciones o amenazas de los
derechos constitucionales puede disponer de una amplia gama de facultades
oficiosas extra y ultra petita, todas ellas dirigidas a la protección de las
garantías fundamentales, incluso cuando no ha sido solicitado por el
accionante.

Por las anteriores razones se deberá de confirmar la decisión en lo que


respecta a la Unidad Nacional de Protección».

DERECHO A LA VIDA Y A LA INTEGRIDAD PERSONAL - Protección


constitucional para ordenar a la Armada Nacional - Fuerza Naval del
Pacifico, hacer presencia permanente en la vereda San Joaquín, zona rural
de Aguadulce de Buenaventura, con base en la situación actual que
atraviesan los líderes sociales y la zozobra que enfrentan, por la aparente
disputa territorial entre el sector privado y el consejo comunitario

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Fuerzas militares -


Armada nacional: función constitucional

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Ejecutiva -


Ministerio de Defensa: acciones en el marco del programa de prevención

DERECHO A LA VIDA Y A LA INTEGRIDAD PERSONAL - Competencia de


la Infanteria de Marina de preservar el orden público y garantizar la guarda
y el respeto de los derechos humanos de la población como fines únicos del
Estado, en la zona rural del corregimiento de San Joaquín muelle de
Aguadulce, en virtud de los principios de concurrencia y corresponsabilidad
institucional

Tesis:
«Por último, el comandante de la Fuerza de Tarea contra el Narcotráfico
“Poseidón” con traspaso de las funciones y atribuciones de Mando y
Administrativas de la Fuerza Naval del Pacifico, discrepó de la orden dada
en el numeral octavo del fallo, relacionada con la presencia permanente en
el lugar y en caso de ser necesario la concertación con la comunidad de la
instalación de una unidad o puesto fijo en la zona de posible despojo de
tierras.

La orden que fue emitida en primera instancia, contenida en el numeral


octavo de la sentencia y, de la que no discrepa esta Sala, estuvo orientada
por el escenario actual, en especial de los lideres sociales y del temor y
zozobra ante la aparente existencia de una disputa territorial entre el sector
privado y el consejo comunitario de la comunidad afrocolombiana por
aproximadamente 260 hectáreas, por lo que al parecer estos han sido
víctimas de amenazas por negarse a abandonar el territorio, dicho
panorama fue expuesto por la Defensoría del Pueblo.

En atención a dicha situación tal entidad emitió dos alertas tempranas con
destino al Ministerio del Interior de las cuales se desconoce el trámite
impartido.

No resulta ser una descontextualización de la respuesta emitida por la


unidad militar ante la orden impartida. La Armada Nacional tiene como
función constitucional contribuir a la defensa de la Nación mediante la
aplicación del poder naval a efectos de consolidar y garantizar la seguridad
del territorio, de los ciudadanos y del Estado dentro de la jurisdicción.

Además de sus funciones de seguridad y defensa, es evidente que las Fuerza


Militares mediante el cumplimiento de sus fines constitucionales tiene el
deber de desarrollar operaciones militares garantizando la integridad del
territorio nacional, el ejercicio soberano del mismo bajo el respecto
irrestricto a la Constitución y la Ley defendiendo la institucionalidad e
independencia, bajo estas premisas las Fuerzas Armadas están llamadas a
realizar operaciones enfocadas a lograr una mayor percepción de seguridad
y tranquilidad a la población y desde luego esta llamada a realizar apoyos en
materia de permanencia del orden público en coordinación con los distintos
órganos institucionales.

Ahora, de conformidad a lo dispuesto en el Decreto 1066 de 2015 por medio


del cual se expidió el Decreto Único Reglamentario del Sector Administrativo
del Interior, en el marco del capítulo 2 relacionado con la prevención y
protección de los derechos a la vida, libertad, integridad y seguridad de
personas, grupos y comunidades, en su artículo 2.4.1.2.18 denominado
«Responsabilidades del Ministerio de Defensa Nacional, en el marco de la
estrategia de prevención» indica que dicha cartera Ministerial, las Fuerza
Militares y de Policía desarrollaran las siguientes acciones en el marco del
programa de prevención:
«Implementar, la política integral de derechos humanos de la fuerza pública
en las zonas focalizadas para la elaboración de los planes de prevención y
protección.
2. Participar, a través de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, en el
proceso de Identificación, análisis y advertencia de riesgo y hacer
seguimiento permanente a la evolución de los actores que generan amenaza
en la zona.
3. Contrarrestar, de acuerdo con sus competencias internas, los factores
amenazantes en el territorio.
4. Participar en la formulación de planes de prevención y de contingencia.
5. Generar espacios de acercamiento entre las comunidades y la fuerza
pública.
6. Evaluar en conjunto con el programa de prevención y con la mesa
territorial los avances en la implementación de las acciones de prevención,
enmarcadas en los planes formulados, que son de su competencia y los
resultados obtenidos.
7. Definir, en coordinación con el Programa de Prevención y Protección y las
autoridades civiles nacionales y territoriales, estrategias preventivas para
situaciones particulares de riesgo. (Decreto 4912 de 2011, artículo 18)

Coetáneamente el artículo 2.4.1.3.2 contempla como uno de los principios el


de coordinación, conforme al cual las autoridades competentes del programa
especial de protección integral, actuarán en forma ordenada, sistemática,
coherente eficiente y armónica, para la prevención, protección y superación
de las situaciones de riesgo, amenaza y vulnerabilidad de su población
objeto; entendiéndose que el objeto superior de la Fuerza Pública es el
mantenimiento del orden público y las condiciones necesarias para el
ejercicio de los derechos de la comunidad jurídicamente tutelados.

Conforme a lo anterior y en atención a los principios de concurrencia y


corresponsabilidad institucional de acuerdo a los alcances y capacidad
institucional en observancia de la presencia de las Fuerza Militares
(Infantería de Marina) en la zona rural del Corregimiento de San Joaquín
muelle de Aguadulce, corresponde a sus integrantes preservar el orden
público y garantizar el respeto, garantía y guarda de los derechos humanos
y la seguridad de la población como fines únicos del Estado.

Todo lo anterior para significar que de manera alguna se incurrió en una


errónea interpretación de la respuesta ofrecida a la acción de tutela, pues, si
bien no existe una relación causal entre los hechos denunciados y el amparo
dispuesto, si se hace necesario salvaguardar los derechos que se
denunciaron como vulnerados por el accionante y que comprende a los
miembros de su comunidad, cuya responsabilidad indiscutiblemente recae,
entre otros, en la Fuerza Militar- Armada Nacional- Fuerza Naval del Pacífico
en articulación con las demás instituciones que deban garantizar el goce de
los derechos humanos.

Son estas las razones por las que esta Corporación confirmará la decisión
objeto de censura».

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