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La cadena de custodia es un proceso fundamental en el ámbito legal que busca

garantizar la integridad y autenticidad de las evidencias físicas y documentación


relacionada en un proceso penal. Se compone de diversas etapas de control, desde la
obtención de las evidencias hasta su disposición final. Su objetivo principal es asegurar que
las evidencias no sean modificadas, alteradas o contaminadas desde su recolección hasta su
presentación ante la autoridad competente. La importancia del uso de este proceso radica en
que proporciona garantías legales tanto para quienes llevan a cabo el proceso como para los
implicados en un proceso judicial. Para aquellos que realizan la cadena de custodia, les
permite asegurar la validez y confiabilidad de las evidencias físicas, fortaleciendo la
integridad de su trabajo y proporcionando una base sólida para la investigación y el análisis
forense. Además, garantiza que se sigan los procedimientos adecuados, lo que evita la
posibilidad de impugnaciones legales y protege la credibilidad del sistema de justicia.

Por otro lado, para los implicados en un proceso judicial, la cadena de custodia es de
vital importancia. Permite que las partes involucradas conozcan con precisión y
transparencia cómo, cuándo y quién obtuvo, peritó y resguardó la evidencia. Esto les otorga
confianza en el proceso, ya que se asegura que la evidencia presentada sea auténtica y no
haya sido manipulada de manera inapropiada. Asimismo, brinda la oportunidad de
impugnar cualquier irregularidad en el manejo de las pruebas, garantizando el respeto a los
derechos legales y la equidad procesal. En términos legales, la cadena de custodia es
relevante porque se considera un elemento probatorio crucial en un proceso penal. La
correcta aplicación de este proceso asegura que las evidencias físicas sean admisibles en un
juicio, cumpliendo con los requisitos de autenticidad, integridad y trazabilidad. Esto
fortalece la solidez del caso presentado por las partes y contribuye a la imparcialidad y
justicia del sistema legal. En resumen, la cadena de custodia de evidencias físicas es un
proceso legalmente definido que busca garantizar la integridad y autenticidad de las
pruebas en un proceso penal. Su importancia radica en brindar garantías legales tanto para
quienes realizan el proceso como para los implicados en un proceso judicial. Asegura la
validez de las evidencias, evita impugnaciones legales, protege la credibilidad del sistema
de justicia y contribuye a la equidad y justicia del proceso.
Un proceso legal de alta relevancia que se desarrolla de manera organizada y
sistematizada según sean los requerimientos. La cadena de custodia de evidencias físicas se
puede seguir a través de los siguientes pasos:

Obtención de las evidencias: Se recopilan las evidencias físicas de diferentes formas,


como técnicas, aseguramiento, consignación o derivación. Durante este proceso, se aplican
procedimientos de protección para evitar modificaciones en el lugar y se realizan
observaciones preliminares para planificar el abordaje y la búsqueda de evidencias.

Fijación: Se registran las condiciones y características del lugar y las evidencias


mediante métodos como la fijación escrita, fotográfica, planimétrica y videográfica. Estos
registros servirán para futuras investigaciones y análisis.

Colección de evidencias: Se recolectan manualmente o utilizando equipos


especializados las evidencias físicas relevantes para su posterior análisis. Durante este
proceso, se deben seguir pautas importantes, como manipular las evidencias solo lo
necesario, utilizar equipo de protección personal, clasificar y separar las evidencias según
su naturaleza, entre otros.

Colección por reproducción: En casos donde la evidencia no es transportable desde su


lugar de origen, se pueden realizar reproducciones fotográficas, por modelado o digitales
(videos). Estas reproducciones también deben registrarse y estar sujetas a la cadena de
custodia.

Embalaje y rotulación: Las evidencias se envuelven y etiquetan adecuadamente para


garantizar su preservación y manipulación segura durante el transporte y almacenamiento.
Se enfatiza el precintado para evitar manipulaciones indebidas y se proporcionan pautas
para el embalaje secundario.

Registro y traslado seguro: Se realiza el registro de la cadena de custodia en una


planilla que incluye información detallada sobre las evidencias y su manejo. Luego, se
procede al traslado seguro de las evidencias desde el lugar de obtención hasta el área de
resguardo o laboratorio.

Designación y peritaje: Se designa un forense para analizar la evidencia y se realiza el


peritaje mediante métodos, técnicas y procedimientos específicos. Se llevan a cabo pasos
como valoración, descripción, análisis, interpretación de resultados, conclusión y
elaboración de un dictamen pericial detallado.

Remisión: Una vez concluido el análisis, el laboratorio entrega el dictamen pericial,


junto con las evidencias y su correspondiente Planilla de Registro de Cadena de Custodia,
al despacho solicitante. En caso de análisis complementarios en otros laboratorios, se
realiza la remisión correspondiente.

Proceso de resguardo judicial y exhibición en audiencia: La evidencia se entrega al


Poder Judicial una vez admitida la acusación, y posteriormente se presenta en una
audiencia. Se siguen procedimientos de ejecución y cierre de la Planilla de Registro de
Cadena de Custodia en cada caso.

Estos pasos garantizan la validez y la integridad de las evidencias físicas en un


proceso penal, asegurando que no sean modificadas, alteradas o contaminadas desde su
obtención hasta su presentación ante la autoridad competente. Finalmente el proceso de
resguardo temporal de evidencias y los procedimientos asociados a cada etapa. El análisis
crítico del párrafo revela su importancia por las siguientes razones:

Protección y preservación de la evidencia: El proceso de resguardo temporal asegura


la autenticidad e inalterabilidad de la evidencia mientras está bajo custodia. Esto es crucial
para garantizar que la evidencia se mantenga intacta y no sufra modificaciones que puedan
afectar su validez en un proceso legal.

Cumplimiento de estándares y lineamientos: El párrafo establece una serie de


lineamientos y procedimientos para el ingreso, depósito, egreso, traslado y transferencia de
evidencias. Estos lineamientos aseguran que se sigan estándares adecuados en cada etapa
del proceso, lo que contribuye a la integridad y confiabilidad de la cadena de custodia.

Seguridad de las evidencias: Se hacen hincapié en la seguridad física de las


evidencias. Esto implica garantizar que las instalaciones de resguardo cuenten con
infraestructura adecuada, mecanismos de seguridad, restricciones de acceso y medidas de
prevención contra daños o pérdidas.

Responsabilidad y control: El párrafo destaca la importancia de mantener un registro


detallado de cada etapa del proceso de resguardo. La documentación adecuada, como la
Planilla de Registro de Cadena de Custodia, es esencial para establecer la trazabilidad de la
evidencia y responsabilizar a las personas involucradas en su manejo.

Cumplimiento legal: El proceso de resguardo temporal cumple con los requisitos


legales establecidos para la manipulación y conservación de evidencias en procesos
penales. El cumplimiento de estos procedimientos contribuye a garantizar la validez y
admisibilidad de la evidencia en un tribunal de justicia.

En resumen, el proceso de resguardo temporal de evidencias es de gran importancia


porque asegura la integridad, autenticidad y trazabilidad de las evidencias, cumpliendo con
estándares legales y garantizando un control riguroso sobre su manejo y custodia. Esto es
fundamental para mantener la confianza en el sistema de justicia y asegurar la validez de
las pruebas presentadas en un proceso legal.

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