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Esta ecografía del tercer trimestre es una prueba sencilla, indolora y totalmente inocua. Los objetivos de esta
ecografía son:
Estudio de la posición y los movimientos fetales.
Evaluación del crecimiento fetal.
Revaluación de la anatomía fetal para poder destacar anomalías de aparición tardía.
Valoración de la placenta, líquido amniótico y cordón umbilical.
Cuando existan factores de riesgo o alteración en el crecimiento fetal, se requiere un estudio más especializado
llamado Ecografía Doppler.
Además, esta ecografía ayuda a establecer la frecuencia de controles posteriores y planificar el
parto. La ecografía es una técnica diagnóstica que debe ser realizada por exploradores
capacitados con experiencia acreditada. El uso de la ecografía sin las competencias necesarias,
para entender la prueba que se realiza, puede generar confusión en los padres, falsa seguridad,
e incluso errores o retrasos diagnósticos.
Esta ecografía valora el crecimiento fetal adecuado, ayudando a establecer futuros controles y
planificar el parto
¿Cuándo se realiza la ecografía del
tercer trimestre?
Se realiza entre las semanas 32 y 36. Es la tercera de las ecografías
recomendadas, después de la de la 12 y de las 20 semanas. No requiere un
grado de especialización tan alto ni un equipo de alta calidad, como la de la
semana 20.
¿Cómo se realiza?
La ecografía del tercer trimestre se realiza por vía abdominal, pero hay
alguna circunstancia que puede requerir evaluación por vía transvaginal. La
medición de la longitud cervical es más precisa por esta vía. En algunos casos
de sospecha de placenta previa, la ecografía vaginal puede ayudarnos a
confirmar el diagnóstico o a descartarlo. Por último, puede ser útil para
valorar con mayor precisión alguna estructura fetal que se encuentre en la
parte inferior del útero: recordemos que la sonda vaginal tiene mayor
resolución, pero menor alcance que la sonda abdominal.
¿Qué información nos proporciona la ecografía del
tercer trimestre?
Número de fetos. Casi siempre existirán
ecografías previas donde ya se ha establecido el
número de fetos.
Viabilidad fetal. Saber si el feto está vivo o no y
conocer si su frecuencia y ritmo cardiaco son
adecuados.
Estática fetal. Conocer la colocación del feto dentro del útero. Ya estamos cerca del final del
embarazo. Saber cómo se encuentra el feto puede ser importante a la hora de planificar la finalización del
embarazo y el tipo de parto.
Anomalías fetales. La ecografía más
adecuada para el estudio anatómico del feto es la
de la semana 20. En el tercer trimestre existe
menos cantidad de líquido amniótico, el feto se
mueve con menos libertad y además las estructuras
óseas están más calcificadas. Todo esto hace que la
evaluación anatómica sea peor que en la semana
20. No obstante, puede detectarse alguna anomalía
de aparición tardía o no detectada en la ecografía
de la semana 20. En esta ecografía se presta
especial atención a los órganos en los que es más
probable que aparezcan anomalías tardías.
Placenta. Se estudia el grado de madurez
placentaria, ya que si la placenta envejece de manera
prematura puede acarrear problemas de oxigenación y
nutrición al feto. Una placenta joven es lisa y homogénea;
una placenta vieja está muy segmentada y tiene muchas
calcificaciones y lagunas vasculares También es muy
importante constatar su localización, para descartar que su
implantación tape total o parcialmente el cuello del útero,
que como sabemos debe dilatarse para permitir el paso del
feto. Si la placenta es previa el parto vaginal no es posible y
las contracciones pueden desencadenar una hemorragia que
puede comprometer la salud de la madre y del feto.
Cordón umbilical. Es
necesario conocer el número
de vasos que tiene: en
condiciones normales consta
de dos venas y una arteria. Se
debe evaluar la zona de
inserción en la placenta. Lo
normal es que se inserte en la
zona central, en casos de
inserción muy periférica o a
través de las membranas que
forman la bolsa puede haber
problemas de crecimiento
fetal o hemorragias.
Circulares de cordón. También se
debe evaluar si existen, lo más frecuente en el cuello.
Conocer esta circunstancia puede ayudar a valorar
cambios en la gráfica de monitorización y estar un poco
más alerta en el transcurso de la dilatación, pero no
debe constituir un motivo de preocupación, ya que las
circulares de cordón son muy frecuentes,
aproximadamente en el 15 por ciento de los partos y rara
vez existen complicaciones por este motivo
Cantidad de líquido amniótico. El
líquido amniótico está formado
fundamentalmente por orina fetal. Su
disminución constituye siempre un signo
de alarma. Puede estar disminuido en
casos de pérdida del bienestar fetal,
como manifestación de una situación de
retraso de crecimiento. Su disminución
o ausencia también puede deberse a
rotura de la bolsa. En otros casos puede
estar aumentado, muchas veces sin
causa aparente, pero en otros debido a
diabetes o determinadas anomalías
fetales.
Longitud cervical. La longitud del cuello del útero es
un factor que ayuda a predecir la posibilidad de un parto prematuro. El
cuello del útero es una estructura en forma de cono truncado, que durante
el embarazo mide unos 3-4 centímetros. Cuando se inicia el parto, en una
primera fase, el cuello se acorta hasta llegar a desaparecer, es decir pasa
de medir 3-4 centímetros de longitud a convertirse en una fina membrana
de unos 3 milímetros de espesor. A partir de aquí, comienza la dilatación.
En algunos casos, el cuello se puede acortar de manera prematura,
aumentando el riesgo de parto pre término. En mujeres con contracciones
antes de tiempo o antecedentes de partos prematuros, la medición de la
longitud del cuello nos permite predecir el riesgo de parto prematuro y en
caso afirmativo tomar las medidas oportunas para evitar el
desencadenamiento del parto (reposo, pesario cervical, medicamentos que
disminuyen las contracciones...).
En caso de embarazo gemelar nos permite conocer la situación de cada
gemelo dentro del útero y programar el tipo de parto más adecuado a cada
circunstancia.
•Evaluación de masas
pélvicas. Algunas tumoraciones pélvicas, en
particular miomas de gran tamaño pueden estar
localizados en la parte baja del útero impidiendo el
descenso de la cabeza fetal. En estas circunstancias es
necesario programar una cesárea.
La ecografía es el mejor método para evaluar el crecimiento del feto en el segundo y tercer trimestre. Se debe
realizara cuando, en función de la historia clínica y examen físico, hay sospecha de anomalías.
La ecografía es un método diagnóstico seguro y bien tolerado sobre todo si se toma la precaución de permitir a
la embarazada recostarse sobre el lado izquierdo con el objeto de evitar compresión de la vena cava inferior.
La ecografía en el segundo y tercer trimestre, entre otras, permite determinar la edad gestacional, evaluar la
presencia de placenta previa, evaluar la posibilidad de incontinencia cervical o cuello uterino corto, determinar
causas de aumento del tamaño de útero como: embarazo múltiple o líquido
amniótico excesivo.
. Por último, permite evaluar el latido cardiaco
ESTIMACIÓN DE EDAD GESTACIONAL
La estimación de la edad gestacional nos sirve de guía para guiar y planificar el manejo de la embarazada. La edad
gestacional se estima teniendo en cuenta el primer día de la última menstruación.
El momento óptimo para estimar con precisión la edad gestacional mediante ecografía es el primer trimestre (antes
de la semana 13 de edad gestacional) a través de medición de la longitud cráneo – rabadilla discutida en el capítulo
anterior.
En el segundo y tercer trimestre (semanas 14 hasta 42) la estimación de edad gestacional es más imprecisa con
variaciones en el rango de entre dos y tres semanas (por encima y por debajo) debido a fluctuaciones normales en
el crecimiento fetal.
En la semana 14 de gestación, el desarrollo del feto es suficiente como para permitir visualizar y medir partes
fetales que nos sirven para determinar la edad gestacional. Con práctica y entrenamiento, estas medidas se pueden
realizar de forma sencilla y fiable.
Para el estudio ecográfico en el segundo y tercer trimestre de embarazo se debe utilizar una forma convexa y la
paciente debe colocarse de forma cómoda en decúbito supino o recostado hacia el lado izquierdo
Lo primero que se debe determinar es la orientación del feto dentro del útero para hacerse una idea de la posición
de la cabeza, corazón, abdomen y extremidades inferiores.
El software de la maquinas requiere que se obtengan varias medidas para que la estimación de edad gestacional sea
lo más precisa posible: diámetro biparietal (DBP), circunferencia craneal (HC), circunferencia abdominal (AC) y
longitud del fémur (FL)
DIAMETRO BIPARIETAL
Para medir diámetro biparietal (DBP), se debe
congelar la imagen ecográfica en el plano axial
(transverso) de la cabeza fetal de manera que se
puedan identificar las siguientes estructuras: tercer
ventrículo, talamos y los huesos del cráneo. La
medida se debe realizar perpendicular a la lineal
media en el eje longitudinal de la cabeza fetal desde
el margen externo del hueso parietal hasta el
margen interno del hueso parietal opuesto