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MORENTE, UN GENIO ENTRAÑABLE

Balbino Gutierrez
INDICE

-PROPÓSITO pag. 4
-I PARTE
(Últimos años 2006-2010) “ 7
1.-DIEZ CONCIERTOS Y UN DISCO “ 8
2.- ÚLTIMOS DISCOS “ 28
3.-TRES PASEOS CON ENRIQUE MORENTE
POR MADRID Y GRANADA “ 40
4.-VIAJE A ARGENTINA DEL 17 AL 27 DE FEBRERO 2009 “ 43
5.-CUATRO ESCRITOS SOBRE ENRIQUE MORENTE “ 50
6.-DECLARACIONES DE ENRIQUE MORENTE “ 66
7.-MORENTE Y MAIRENA
(UNA BUENA RELACIÓN MEDIATIZADA Y MALINTERPRETADA) “ 85
8.- TRES CONFERENCIAS “ 88
(I. La pasión por las artes) “ 89
(II. Enrique Morente, Un paradigma
de creatividad musical) “ 105
(III. Enrique Morente, cantaor) “ 131

-II PARTE. EPÍLOGO “ 150


1. -SEMANA TRÁGICA “ 151
2.-EPITAFIOS “ 161
3.-ESCRITOS IN MEMORIAM “ 168
4.-CUARTA CONFERENCIA “ 182
“A Enrique Morente, un genio entrañable” “ 183
5.-90 COPLAS POPULARES Y 4 POEMAS “ 208
APÉNDICE “ 240
1.-RELACIÓN DE LA OBRA COMPLETA “ 241
2.-EL GRAN ADAPTADOR DE POESÍA CULTA “ 252
3.-PRINCIPALES O SIGNIFICATIVAS ACTUACIONES
(Nacionales e internacionales) “ 255
4.-PREMIOS Y HONORES “ 259
5.-ARCHIVO GRÁFICO “ 261
BIBLIOGRAFÍA “ 286
…Sí, en ese baño árabe de Granada canté con Riqueni. Ese día llegó muy
temprano por la mañana y a mí me extrañó porque todos los días teníamos que ir a
buscarlo al hotel. No sé siquiera si se había acostado. Y sacó la guitarra en El
Bañuelo, que es un baño árabe de la Carrera del Darro. Allí no se suele cantar, pero
pedí el permiso porque allí empecé a grabar una cosa sobre Picasso: “Prohibido
escupir en el suelo o los guardianes del bien”, en imagen, que no la he continuado
todavía. Empiezo muchos proyectos, pero luego se me quedan estancados… Digo que
ya los terminaré, que ya los continuaré y este todavía lo tengo parado…
ENRIQUE MORENTE

Nota trágica
El lunes 13 de diciembre de 2010, aproximadamente a las cinco de la tarde, nuestro
amigo y maestro Enrique Morente, tras siete días de inconsciente agonía, dejó de
existir. Se ponía así trágico final a una auténtica semana de pasión para la familia del
cantaor y, todas las proporciones guardadas, también para algunos de los amigos que
vivíamos a pie de clínica durante horas y días a la espera de una recuperación que no
se produjo.
PROPÓSITO

El fallecimiento inesperado y dramático del cantaor Enrique Morente me ha


producido una gran conmoción personal, a la vez que me ha colocado ante la
contingencia moral de cerrar por ahora el círculo de su extensa obra, empresa que
inicié a principios de los años 90 del pasado siglo. No ha sido fácil ni placentero para mí
decidirme a proseguir la tarea, esta vez con la ausencia definitiva del protagonista,
pues se mezclaban el rubor de trabajar sobre la herida abierta por la muerte del gran
amigo y la necesidad de rendir justicia al genial artista.
Puesto en el dilema de callar y dejar incompleta la obra existente o continuar el
camino ya recorrido, he creído más justo optar por la segunda solución, consciente de
la responsabilidad que me asigno libremente. No voy a justificarme poniendo a
Enrique Morente por testigo afirmando que él desearía verme proseguir con mi labor.
Eso significaría atribuirme un papel que no me ha sido explícitamente otorgado, pero sí
estoy convencido de que nadie puede culminar el trayecto ya andado por mí y que lo
fue con la colaboración y conformidad en vida del personaje que lo protagonizó.
Tras la primera y segunda edición de Enrique Morente, la voz libre, la amistad y
trato que me unían al cantaor no sólo no sufrieron merma alguna, sino que fueron
reforzándose con el paso de los años. Tuve la inmensa satisfacción de que Enrique
Morente me considerase siempre como su amigo y el honor a veces de que me
presentara a terceras personas como a su “biógrafo”, y ello a pesar de que el maestro
no fue nunca aficionado a ningún tipo de retóricas…me hizo partícipe de numerosos
momentos de su vida - en su sola compañía y en la de su familia-, así como de su
carrera profesional. En el año 2009 viajé con él a la Argentina, poco después nos
embarcamos en la única empresa que se le resistió, y me hizo depositario de
documentos de mucho valor…
Así pues, desde hace varios meses he venido ordenando este libro nuevo -que
no el último como espero- sobre el gran artista y hombre desaparecido, y con el fin de
honrar y recordar el primer aniversario de su fallecimiento. Morente, un genio
entrañable está compuesto de materiales míos anteriores al fatal desenlace y de otros
que he escrito o reproducido tras el mismo. Son un conjunto variado y razonable de
textos que van desde el rigor de los datos objetivos a otros de carácter literario, desde
el análisis a la evaluación, y que entre todos reflejarán su personalidad artística y
humana, y mostrarán el catálogo de la obra, la sorprendente y perdurable obra del
llorado maestro Enrique Morente.
En la inauguración de la nueva sede de la Peña Enrique Morente, Oviedo 2009
I PARTE
(Últimos años 2006-2010)
1.-DIEZ CONCIERTOS Y UN DISCO
Los once textos que siguen comprenden una entrevista y diez recitales, los
últimos del maestro que reseñé para el diario La Razón, en el que colaboré de manera
irregular a lo largo de dos años, junto a otros inéditos para mi propio uso y recuerdos
(de los que he rescatado una señalada actuación conjunta de padre Enrique e hija
Estrella). Salvo un texto que recoge la participación de Morente en el homenaje
colectivo in memoriam Miguel Candela, los demás hablan de las frecuentes
comparecencias en solitario del maestro en Madrid entre el 2008 y el 2009:
presentación del disco Pablo de Málaga, Sumas Flamencas, Los Veranos de la Villa, el
Festival Flamenco de CajaMadrid, el XXV aniversario de las Jornadas de Fuenlabrada,
los 40 años de actividad del Colegio Mayor San Juan Evangelista, y la segunda
presentación del disco Omega en la Sala Riviera de Madrid. Se trata pues de un grupo
de conciertos de enorme relevancia y trascendencia, con un cantaor si no en la cima de
sus facultades vocales sí, de seguro, pletórico de recursos técnicos y escénicos y
conocimiento y maestría del cante jondo. He omitido voluntariamente la ficha técnica
de algunos de los recitales con la intención de destacar la presencia siempre gigantesca
del maestro desaparecido. De justicia es, sin embargo, señalar el nombre de los
tocaores que le acompañaron en cada uno de esos conciertos, y que son: su eterno
compadre Pepe Habichuela, una jovencísima revelación, Juan Habichuela (nieto), su
fiel Paquete y David Cerreduela -el último gran fichaje del maestro-; sin olvidar a sus
cantaores y músicos habituales Ángel Gabarre, Antonio Carbonell, Bandolero, El Popo,
etc. A todos ellos los dejó desconsolados.
Y, cerrando el capítulo, la postrema entrevista (¿cómo podía sospecharlo?) que
le hice al maestro con motivo de la publicación de su trabajo Pablo de Málaga.
1

“Homenaje a Federico”
Celebrado el 5 de junio de 2006

El “5 a las 5” en Fuentevaqueros cantaron Enrique y Estrella en la plaza


principal del pueblo ante unos cuantos miles de personas de todas las clases sociales y
edad, que abarrotaron el espacio al aire libre destinado al acto.
Enrique hizo de “telonero” de su hija. Estuvo soberbio con las cabales de El Planeta y
de Silverio. La primera: Le dije a la luna/la del alto cielo…era la única vez que se la
había escuchado. Tras la actuación bellísima de Estrella y folclore granadino, volvieron
a salir juntos para ofrecer un recital improvisado, o al menos así me lo pareció, de una
voluntad como de catástrofe. Cantaron en unos tonos altísimos casi al borde del
desastre. Pero lograron lo que parecía una locura: hacer que la muchedumbre se
sintiera atenazada por la fuerza y la grandeza de su entrega conjunta.
2

Morente, repertorio inagotable


6 de junio de 2008

III Suma flamenca

Auditorio Villa de Vallecas (entrada libre).

Primera de las cuatro citas en Madrid del maestro granadino para este mes de
junio. Cita popular y a cielo raso con el viento -fresquito- y sonido en contra, pero
público a favor, parte del cual le jaleó y le tocó bien las palmas a compás de tangos y
bulerías. Morente bromea a mitad de concierto diciendo que ha venido a Vallecas a
cantar cantes flamencos y no rock y otras cosas. Y cumple sobradamente en un recital
de cerca de hora y media de duración. Comenzó con su grupo habitual en una rueda de
bulerías por soleá con dos jóvenes bailaores y sin acompañamiento de guitarra.
Después siguieron nueve estilos más en los que salvo en las soleares, exclusivamente
con coplas populares, fue alternando letras propias, populares y otras de poesía culta.
Su repertorio es tan extenso que le permite no repetirse. En las alegrías cantó a Rafael
Alberti y a Bergamín, en las primeras bulerías a Antonio Machado. A Federico García
Lorca lo cantó por cabales, malagueñas, tangos y fandangos de Huelva; en estos
introdujo además una bellísima copla que tiene su fuente en los temas del Amor
Cortés de Jorge Manrique: Por ti me olvidé de Dios /mira qué gloria más grande perdí...

En las letras populares recorrió un amplio abanico de las atribuidas a maestros


del pasado: Frijones, Chacón, Frasquito Yerbabuena, Niña de los Peines, Varea,
Marchena...Con los melismas y tonalidades aplica el mismo criterio: no repetirse
nunca. Y así consigue que cada uno de sus conciertos sea distinto. El cantaor jugó con
los tonos y tesituras; unas veces sosegaba la voz, otras le imprimía un fuerte
dramatismo. Con el acompañamiento de José Suárez Paquete y la percusión de
Bandolero en los tangos se vivió el punto más cálido y Morente hizo que el público
vibrara a pesar de la fría noche. Al final, no faltó el homenaje a los ya populares versos
de Pedro Garfias en nuevas bulerías, durante las que volvieron a aparecer los
bailaores. En la propina, Enrique Morente, Ángel Gabarre y Enrique Morente
Carbonell, cantaron su turno de martinetes que luego fueron cruzando con ritmo en
aumento, que se detuvo bruscamente y dejó al aire y a espectadores maravillados.
3

Presentación del disco Pablo de Málaga

En el auditorio de las 400 del Museo Reina Sofía,

11 de junio de 2008 (inédito)

Invitados ilustres llenaron la sala. El concierto comenzó con 20 minutos de


retraso sobre el horario previsto. Morente aparece acompañado por David Cerreduela
y Paquete, guitarras; Bandolero, percusión; Ángel Gabarre y Enrique Morente
Carbonell, palmas y coro; El Popo y Alfonso Losa, baile. Enrique se sienta ante una
mesita baja en la parte izquierda del escenario. Comienza cantando el primer tema del
disco ‘Gern-Irak’...Siguen otros temas del disco como ‘Silencios y compases’ . Aquí,
Enrique prolonga los finales de la saeta con ayeos atonales, como en el disco, pero más
logrados. La malagueña y los verdiales los transforma en fandangos de Huelva. No está
muy seguro de las letras ni de los guitarristas...Cambia de tercio y canta flamenco
clásico: soleares, nuevos fandangos naturales. Aquí se rebela y canta a lo
salvaje...Luego viene el ‘Pastor Bobo’ del Omega y termina por bulerías con sus versos
de Garfias... La voz de Enrique suena poderosa y afinada en todo momento. A poco
más de la mitad del recital se dirige al público y cuenta anécdotas. Por cierto, él que
siempre fue tan parco en palabras hasta parecer hosco, viene conectando
últimamente con los espectadores y contando o comentando historias. Esta vez contó
la aventura de Pegalajar, pueblo de Jaén, con un cantaor desconocido al que llamó
Pegabichos o algo así. Dijo que como aquél, él venía al Reina Sofía con los números
“medio amontaos”…
4

Morente el coloso
21 de junio de 2008
Morente y Lagartija Nick.
Sala La Riviera. Madrid

Para los nostálgicos o los que creían que la re-presentación de Omega en


Madrid 10 años y tres semanas después de la primera -que tuvo lugar el 28 de mayo
de 1998-, sería algo así como un revival o una ceremonia protocolaria para
incondicionales de los artistas, la velada les deparó una maravillosa decepción.
Morente se encargó de hacerlo desde el primer instante de pisar el escenario. Pasadas
las diez de la noche y ante una auténtica multitud de espectadores que llenó la sala
hasta impedir que cupiese un alfiler más, el cantaor arrancó en un estado de forma
visiblemente, o mejor, audiblemente extraordinario. Comenzó con la ya clásica ronda
de martinetes a cuyo final estallaron los primeros aplausos y ovaciones que iban a
sonar en el aire a lo largo de toda la actuación. Ésta la dividió en dos partes
diferenciadas como viene siendo habitual en sus conciertos, una de flamenco puro
morentino, lo que significa el mejor cante flamenco que existe en la actualidad.
Para desarrollarla echó mano de una pequeña porción de su extensísimo
repertorio incluyendo cantes del último Pablo de Málaga, (aquí volvió a reinventar lo
que yo llamo las saetas dodecafónicas o atonales, tras el concierto le dije que las había
cantado de forma distinta a la del Reina Sofía, y me contestó: Si todavía no me la sé),
más soleares apolás y otras de diferentes denominaciones, fandangos, ‘El pastor bobo’
y tangos. En estos, con el sello inconfundible Morente y la colaboración de un
numeroso coro mixto puso a bailar al personal de manera gozosa. Morente hizo un
mutis momentáneo mientras sus acompañantes seguían con la suite de tangos, que
fueron algo así como un pequeño homenaje a su creador, quien reapareció al cabo de
unos minutos con Los Lagartija, recibidos todos por los espectadores con atronadores
gritos de júbilo.
Comenzaron con el tema ‘Omega’: “Se cayeron las estatuas”, ‘Aleluya’, y le
siguieron ‘Manhattan’, ‘Asesinado por el cielo’, y ‘Ciudad sin sueño’, casi todos
coreados por el patio. Morente los interpretó con una inspiración, belleza y potencia
superiores a las de otros muchos recitales. La batería de Eric y las guitarras eléctricas
de Antonio Arias y Victoria Lapido sonaron con extraordinaria contundencia y
elegancia. Las luces, los efectos técnicos, los intérpretes, incluidos los dos bailaores,
cumplieron su papel a la perfección. El público casi en estado de trance. La noche
parecía un sueño, pero no, era una realidad viva. La realidad creada por Enrique
Morente, el coloso.
5

Morente, íntimo y por derecho


5 de Agosto de 2008
Los veranos de la villa

Tras su reciente gira en olor de multitudes flamencas y rockeras en compañía


de Lagartija Nick, el cantaor granadino regresó a Madrid para ofrecer un concierto de
flamenco «por derecho», como dicen los ortodoxos. Con los Jardines de Sabatini llenos
hasta la bandera, el maestro del cante no ofreció el programa previsto Morente sueña
la Alhambra, algo habitual en el carácter del cantaor, que suele ser imprevisible. Sí en
cambio cantó once estilos diferentes, incluidas dos propinas: alegrías, soleá por
bulerías, soleá petenera, tientos, fandangos...
Improvisación

En estos temas Morente fue alternando letras populares con otras de sus
poetas predilectos, los Machado, Alberti, García Lorca y también textos de Picasso.
Igualmente fue alternando fragmentos de su repertorio popular clásico con otros de su
discografía significativa: Morente Lorca, también Morente sueña La Alhambra, Pablo
de Málaga, y, cómo no, Omega. Aunque en algún momento del concierto surgieron
problemas técnicos de sonido que restaron brillantez a la intervención del maestro,
una vez subsanados estos el recital fue adquiriendo tintes cada vez más jondos, más
profundos y Morente pudo demostrar que es un especialista en la improvisación y
demostró su capacidad de afrontar las dificultades.
De los temas interpretados por fandangos, hizo un recorrido por su repertorio
más antiguo, incluyendo fandangos de El Gloria. Naturalmente no podía faltar a su
disco emblemático Omega, que ha vuelto a presentar en las últimas semanas, con la
interpretación de ‘El pastor bobo’ por bulerías, que dio un sesgo de interés al
concierto. Continuó con ‘Guern irak’, el primer tema de Pablo de Málaga, derivando a
un cante por seguiriyas absolutamente prodigioso, terminadas en ritmo de bulería. El
público reaccionó de manera entusiasta, solicitando la presencia en el escenario de los
artistas una vez que lo habían abandonado.
Morente recurrió entonces a ‘La aurora de Nueva York’ y terminó con un
‘Aleluya’ laico, como él mismo dijo en un momento. Y lo hizo alejado de lo que podía
ser una interpretación rockera, imprimiéndole por el contrario una gran flamencura.
Morente no hizo soñar a La Alhambra, sino al Palacio de Oriente.
6

Noche para la historia


17 de Octubre de 2008
40 años de flamenco
Morente y Pepe Habichuela hicieron vibrar al público que abarrotaba el San Juan
Evangelista
Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid

Se cumplían 40 años desde el inicio de las primeras actividades en torno al


flamenco en la universidad madrileña. Para celebrarlo, un concierto con las dos figuras
que más veces actuaron en el San Juan. Enrique Morente -que es junto al desaparecido
Tete Montoliu socio honorario de la institución- cantó ya en 12 ocasiones y en cuatro
de ellas acompañado por el guitarrista de Granada.
Los estilos más duros
Para presentarlo, los cuatro primeros socios fundadores del Club de Música,
que imprimieron mucha emoción a sus breves intervenciones. La actuación conjunta
de Morente y Habichuela -la pareja flamenca idónea en opinión muy extendida-
despertó además de emoción una extraordinaria expectación y congregó a una
multitud de aficionados de fuera y dentro del Colegio. Comienzan el recital -muy
semejante al último ofrecido en Sevilla- por los estilos más arduos: soleás apolás y
cabales, una de éstas la de «El planeta». Se trata de cantes primitivos que Enrique
Morente y Pepe Habichuela logran que suenen nuevos. Continúan con malagueñas,
alegrías, tientos, soleares diversas, y el entendimiento es perfecto, y no resulta fácil
seguir las cambiantes tonalidades y melismas del cantaor. Éste, reinventándose y
reiventando nuevas coplas populares junto a versos de San Juan de la Cruz por tangos:
Oh lámparas de fuego... Al finalizar, tras hora y media, cantaor, guitarrista y
acompañantes reciben el homenaje de la emblemática sala con todo el público puesto
en pie…
(inédito)
Tras este histórico concierto, conocí en camerinos a Juan Ramón Rodríguez J,
vocalista de Los Planetas. En una agradable y animada conversación, me elogió mi libro
Enrique Morente, la voz libre y afirmó que lo había leído dos tres veces. Luego, afirmó
igualmente que él consideraba a Enrique Morente como uno de los más grandes
creadores musicales mundiales a la altura de Bob Dylan, Lou Reed, Leonard Cohen, etc.
7

Cantando a “José Luis Borges” (inédito)


5 de marzo de 2009. Fuenlabrada

Llegó cansado de su viaje de Argentina, sin embargo, salvo los que sabíamos de
su largo trayecto hacia Madrid, no podrían adivinarlo porque se entregó a tope en
numerosos momentos y estuvo cantando durante más de hora y tres cuartos, sin
aliviarse siquiera con las guitarras. Comenzó cantando por granaínas y en medio de la
primera copla y de la segunda, sacó una cuartilla del bolsillo de su chaqueta y cantó
leyendo el texto escrito siempre por el mismo estilo. Luego, Enrique, que en los
últimos meses es mucho más locuaz y conversa con el público, explicaría: He sacado
un papel y algunos habrán pensado que me he vuelto un intelectual, pero no, aunque
ya me gustaría serlo. Es que no quería traicionar la poesía de José Luis Borges que me
he traído de Buenos Aires. Sí ya sé que no es José Luis sino Jorge Luis Borges, pero es
que cuesta tanto trabajo al pronunciarlo, Jorge Luis Borges, que me hago polvo la
garganta y luego no puedo cantar... (risas). Aunque sí pudo cantar: malagueñas,
soleares, alegrías, siguiriyas, cabales, ‘Bulerías del círculo’ y del ‘Pastor Bobo’, y tangos
en dos bises. Introdujo letras nuevas por soleares: Debajo tierra me meto/para que no
me dé el sol/no habrá nadie en el mundo/que te quiera más que yo. Y......amarrao a
una columna/hasta que Dios dispusiere (faltan los dos primeros tercios. Por cabales:
mañana me llevan/ya no hay remedio/si no hay una voluntaíta/de Undevel del cielo, y
A la luna, le pío/la del alto cielo/que pusiere a mi madre donde yo la viere. Por tangos:
La luna y el sol/me daban en la cara... Tuvo momentos flamenquísimos ligando los
tercios con afinación y con esa voz de minotauro sabio que se le ha puesto en los
últimos años.
8

Brilló Candela
13 de mayo de 2009
Sala A de los Teatro Canal
(Texto inédito)
Cerca de tres horas duró el gran Festival por Miguel Candela que inauguró el
lunes la Suma Flamenca 2009 en Madrid. Con entradas agotadas y ni una sola butaca
vacía de la sala grande, el extenso espectáculo se desarrolló con fluidez y tuvo
momentos muy brillantes y emotivos como la intervención de Enrique Morente, al que
le bastaron los escasos minutos que le correspondían sobre el escenario para incendiar
el ambiente y poner de pie a una gran parte del teatro. Enrique cantó por soleares,
doliéndose como pocas veces y con coplas elegidas para la ocasión. Cerró las soleares
con una malagueña con letra dedicada a Miguel: El amigo del arte no ha muerto
/Aficionaos, no llorad/, Miguel Candela no ha muerto /Que está en el corazón de los
artistas flamencos /Miguel Candela no ha muerto.

Después del recital, nos trasladamos con Enrique a la sala Cardamomo, donde
cantó benévolamente en un homenaje a Ramón El Portugués, al que ha admirado y del
que es admirado. Enrique cantó, también acompañado del joven Juan Habichuela,
nieto, el mismo repertorio del Canal al que añadió unos fandangos preciosos. Las salas
del Cardamomo estaban atestadas de gentes, principalmente gitanos, y llenas de
humo y ruido. Cuando Enrique comenzó se hizo un silencio casi total, y los pocos
parlanchines que aún quedaban fueron silenciados por los “chiss” de algunos. Morente
fue jaleado y aplaudido al finalizar, y antes de entregar al Portugués un retrato
abstracto que le habían pintado, dijo que siempre había querido al cantaor extremeño
y que él, Enrique Morente, había admirado y aprendido sólo de dos cantaores de su
generación: de Camarón y de Ramón. Estas palabras fueron saludadas con aplausos y
oles del público, que, como ya he escrito, era mayoritariamente gitano. Ramón sufre
una dolencia grave de la rodilla derecha, pero anda, bastante bien, con muletas. Yo fui
a saludarlo, y me estuvo comentando su gran afición por algunos artistas flamencos
payos como Chacón, Marchena y el propio Morente
9

Morente y el organista
13 de Junio 2009
IV Suma Flamenca
Teatro Auditorio. San Lorenzo de El Escorial. Madrid

Enrique interrumpió su recital, comenzado con bastante puntualidad a las 8 de


la tarde, recordando a un tal Paulino, abstemio y organista (en otros tiempos) de la
basílica del Monasterio con el que había recorrido algunos bares de El Escorial y al que
la habría cantado algunas letras por malagueñas, no precisó si en la iglesia y
acompañado al órgano por Paulino, o si durante su recorrido por algunas tabernas de
la ciudad.
Un aspecto destacable del concierto fue ver a Enrique Morente admirando al
joven guitarrista de apenas 19 años, Juan Habichuela, nieto, dejándole suelto para que
se explayara en falsetas diversas y expusiera ante el magnífico auditorio, el talento que
sin duda posee y del que cabe esperar un desarrollo pleno en los años venideros. Pero,
también el maestro se sintió a gusto con el alumno y cantó por palos o tercios que no
suelen escuchársele con frecuencia. Por ejemplo la granaína, ‘Asesinado por el cielo’
con letra de García Lorca, o esta otra letra popular por alegrías: Si quieren saber,
señores,/lo que valen los chavales/ se lo pregunten a Francia/que los franceses lo
saben, en clara referencia a los hechos acaecidos durante las guerras contra Napoleón.
Morente hizo un recorrido amplio, por su repertorio, a excepción de las siguiriyas, pero
sí cantó por cabales que, aunque derivadas de las anteriores, hoy se han
independizado completamente de aquellas en la forma y en el fondo gracias a la
creación morentina. En todos los demás estilos que interpretó el cantaor: malagueñas
fandangos, soleares, martinetes... hubo momentos en los que se apreció el sello único
de su genialidad, y el público, puesto en pie, arrancó dos propinas, la última de las
cuales por bulerías, a las que Morente da un tratamiento en profundidad y cuyo
reconocimiento comienza a aflorar a la superficie.
10

Discografía obliga (inédito)


20 de febrero de 2010
Clausura del XXIV Festival Flamenco Cajamadrid
Enrique Morente. Teatro Circo Price Madrid

Una de las características diferenciales de Enrique Morente con el resto de


artistas de su profesión es la inclusión en sus recitales de una gran parte de su
repertorio discográfico. Dependiendo de las épocas hemos podido escuchar en los
escenarios muchos temas de sus discos sobre Miguel Hernández o Lorca, la Misa
Flamenca, la Fantasía y Alegro-solea, Omega, El pequeño reloj, Morente sueña la
Alhambra, y así hasta llegar al Pablo de Málaga en el extenso recital multitudinario -
con reventa incluida- en el recinto del nuevo Price, en el que el cantaor desgranó un
bloque del disco dedicado a Picasso, un bloque duro y compacto de especial dificultad
técnica, lírica y musical, que Morente supo resolver con su entrega, talento y sus
excepcionales cualidades de voz y forma, tanto más sorprendentes por cuanto ha
entrado en una edad en la que muchos periclitan fatalmente. Pero no solo cantó
piezas de su penúltimo trabajo como ‘Autorretrato’, ‘Guern-irak’, ‘Bulerías del Pan
tostao, etc... Hubo también soleares y siguiriyas, bulerías, granaína/malagueña,
alegrías, fandangos, martinetes, y el recuerdo de su ultimísimo disco, el recientemente
premiado Morente Flamenco, con esa joya flamenca de la serrana y la siguiriya de
cambio de María Borrico-Matrona: Señor cirujanito, desengáñeme osté…, que a pesar
de ser un cante primitivo, casi en olvido, Morente supo revitalizar y embellecer. El
sonido excesivo, no muy limpio no pudo restar grandeza a la actuación del genial
cantaor.
Mi última entrevista a Enrique Morente
2 de junio de 2008
“Quiero homenajear a Pablo Picasso y el simbolismo del Guernica”
Pablo de Málaga, nuevo disco del artista granadino, pone en flamenco la prosa
surrealista del genial pintor español.
El álbum número veinte de las obras discográficas extensas de Enrique Morente
saldrá a la calle en los primeros días de junio. Para celebrarlo el cantaor -que actuará
en la Suma Flamenca el día 6 en la Villa de Vallecas- ofrece un concierto muy especial
para 300 personas el 11 en el Museo Reina Sofía de Madrid, y el 14 presentará el
álbum en abierto en el frontón Jai Alai de Guernica, Vizcaya. Un auténtico revuelo
informativo de los medios de prensa escritos, audiovisuales y digitales está
precediendo el nacimiento del disco, hasta el punto de que se hace casi imposible
poder hablar con Enrique Morente. Al final lo localizamos tras una ronda de
entrevistas en la sede de RTVE y una visita de reconocimiento al auditorio del “Reina
Sofía”, donde tendrá lugar el primer recital.

Maestro, ¿es usted consciente de las expectativas que está suscitando su nuevo disco
con textos de Pablo Picasso?
Pues sí, la verdad es que no me lo esperaba, y le estoy muy agradecido a todos los
que se interesan por Pablo de Málaga y por mí.
Escuchando atentamente los temas del álbum, se me ocurre que no es sólo un tributo
al Picasso pintor y escritor, sino que en él hay muchos más homenajes y recuerdos.
Bueno es posible. Esa es su interpretación, pero yo lo que he pretendido ante todo es
hacer un homenaje al Picasso escritor de textos maravillosos y a lo que representa su
pintura y en especial el Guernica, que ahora acabo de ver otra vez.
A usted parece fascinarle la figura de Picasso. Y ya hizo con anterioridad un disco con
textos del pintor.
Sí, un disco que se llamaba Canto y cante a Picasso, que fue un encargo del Museo
Picasso de Málaga con motivo de su inauguración en octubre de 2003. Pero se
trataba de una pequeña tirada de unos 500 ejemplares, que permaneció
prácticamente inédita. Allí había un esfuerzo y un material que no podía
desaprovecharse, y que ahora he vuelto a retomar.
¿Se trata de algo así como el núcleo central del nuevo disco?
De alguna manera sí, pero no está puesto en el nuevo sin más. Se han cambiado
muchas cosas, se han incorporado nuevos instrumentos y nuevos arreglos de voces .
Y lo que era un tema que duraba casi quince minutos sin interrupción lo hemos
adaptado en varios cantes.
El primer corte que abre su álbum, que recibe el nombre de ‘Guernirak’, usted lo
describe con una serie de ideas alusivas y sobre todo de elementos literarios y
musicales diversos que aparecen como yuxtapuestos...
Yo creo que los escritos de Picasso más que ser surrealistas son cubistas y he
pretendido también hacer cubismo, que mi trabajo sea cubista. No sé si lo habré
conseguido. Poner aquí un pregón , allí una siguiriya, luego el caos... y acabar con
una canto que hacen sin acompañamiento de instrumentos una mujer y una niña. Es
una saeta de Pinos Puente, Granada, el pueblo de donde era mi madre.
Los creadores de cualquier orden van dejando siempre huellas de sus obras anteriores
en las nuevas. En el tema que usted se refiere aparecen recuerdos del disco
Despegando o del tema ‘Ciudad sin sueño’ del disco Omega.
Bueno, parece ser que El Omega me persigue.
No, si no se trata de un reproche, sino todo lo contrario; en la verdadera creación se
vierten elementos que forma parte de la sustancia del artista...En su nuevo disco
también aparece algo del Pequeño reloj.
Claro, es inevitable, y todos los que conocen mi obra discográfica anterior lo
interpretarán así probablemente.
En ese primer tema, también de manera explícita, usted canta: “gritos, de mujeres,
gritos de niños, gritos de pájaros...”
Ese trozo es del “Sueño y mentira de Franco”, que Picasso escribió directamente en
francés (songe et mensonge de Franco).
Usted ya cantó hace tiempo a Brassens en Francés, ¿no se le ha ocurrido cantar
también ahora un texto de Picasso en este idioma?
Bueno sí, precisamente canté en francés esas palabras, esas frases, que usted señala;
pero por diversas circunstancias se quedaron en el disco duro del ordenador. Igual un
día las canto en algún directo.
En otro corte central del disco, una soleá sin guitarra y con percusiones, al final usted
apunta una saeta que acaba con unos sorprendentes ayeos atonales y seriales nunca
cantados ni escuchados antes en el flamenco.
Lo que he tratado ahí es reflejar los horrores de las guerras del mundo moderno. La
guerra de Irak, por ejemplo, cuando he visto en televisión a esas madres y a esas
abuelas que encuentran a sus hijos muertos, destrozados y lanzan esos gritos de
desesperación desgarradores.
No todo en el disco es dramático. Usted ha volcado en el mismo también dosis líricas o
satíricas.
Hay dos temas que se diferencian de los demás. El primero es una como una nuba o
canto andalusí, en el que he unido a la Orquesta Chekara de Tetuán -con la que he
colaborado en muchísimas ocasiones- y a la rondalla del Albaicín a la que llamo
Orquesta de Cuerda del Albaicín, mi barrio. Y en ese tema canto un soneto de
Góngora...Al otro corte, ‘Buzón de voz’, le he puesto letra mía. Va en ritmo de tangos
y de rumba-rap. Y es como una denuncia de la incomunicación a la que hemos
llegado los seres humanos en los tiempos de la comunicación, aunque eso sí, contado
y cantado en clave de humor...
Usted ha dicho anteriormente que hubiera sido más fácil cantar las páginas amarillas
que los escritos de Picasso, pero es que además pone en cante jondo hasta los
números
Si se refiere al tercer cante por soleá del disco, pues sí, por que es también un texto de
Picasso que me pareció oportuno y tras los números parece que se refleja una cierta
angustia del hombre.
A usted le ha salido un disco flamenco casi cien por cien: siguiriyas, soleares, bulerias,
granaínas, malagueñas, verdiales, etc.
Yo siempre he cantado cante flamenco, cante jondo, a mí lo que más me gusta es el
cante flamenco clásico.
Incluso en los tientos del segundo corte, ¿no aparece como una especie de homenaje a
Manolo Caracol.
Estoy totalmente de acuerdo. Siempre he sentido una gran admiración por ese
artista extraordinario que fue Manolo Caracol.
El disco lo termina usted con un “Adiós Málaga la bella”, y lo cierran formando un dúo
-confundidas las voces - sus dos hijas, Estrella y Soledad, pero, que es como un canto
de optimismo y confianza en el futuro.
Sí, claro, son mujeres y muy jóvenes y cantan muy bien. ¿Cómo no?
La explicación al título Pablo de Málaga tal vez se encuentra en las palabras del
propio pintor malagueño que se pueden escuchar en el comienzo del tercer tema del
disco, en las que da fe de su españolidad y orígenes andaluces.
2.- ÚLTIMOS DISCOS

Breve análisis de Pablo de Málaga

El nuevo trabajo discográfico de Enrique Morente se enmarca en la línea


innovadora, revolucionaria para muchos, que el maestro granadino adoptó en varios
trabajos antiguos y especialmente a partir del ya mítico Omega, que grabó en
compañía de la banda de rock duro Lagartija Nick. Línea que continuó en El Pequeño
Reloj y Morente sueña la Alhambra. Pablo de Málaga, además de la escritura
automática de Pablo Ruiz Picasso, mezcla coplas populares y del mismo Morente
junto al soneto del poeta cordobés don Luis de Góngora, que se incorpora a la ya
extensa lista de más de treinta poetas cantados por Enrique Morente. En la parte
musical, la fusión no es menos creativa. Junto a los ecos más clásicos de las seguiriyas,
soleares, tangos, malagueñas o bulerías, se superpone música electro-acústica, tecno,
polifónica, desdoblamiento de voces, efectos sonoros, etc. El resultado global es
típicamente morentino
Pablo de Málaga, que tuvo su embrión en Morente, Canto y Cante a Picasso, de
2003, comenzó a desarrollarse en el otoño de 2006. Desde entonces el cantaor ha
trabajado sin interrupción en el estudio de grabación que tiene en su casa del Cerro de
San Miguel, en Granada. Ha contado con la participación de guitarristas como Pepe
Habichuela, David Cerreduela, Paquete y de los bailaores Juan Andrés Maya e Iván
Vargas, y Estrella y Soledad, sus hijas, entre sus principales colaboradores. Tras
negociaciones sin éxito con Isabela Mora y madame Anne Baldassari, Directrice du
Musée National Picasso. Hôtel Salé 5, rue de Thorigny 75003 Paris, que en principio
iba a patrocinar el nuevo trabajo y otras también si resultados con diversas
discográficas multinacionales, Morente optó por publicar Pablo de Málaga en el sello
que él mismo creó en 1994 con el equívoco nombre de “Discos Probeticos”, y en el que
publicó su Fantasía para Cante Jondo y el Alegro-Soleá, entre otros. De esta manera,
Enrique Morente ha hecho honor a su reconocida fama de hombre y de artista libre.
Enrique Morente presentará su nuevo disco en Guernica
El 14 de junio a las 21 horas en el frontón Jai Alai de la histórica villa vizcaína
presentó el maestro granadino su nuevo disco, Pablo de Málaga, con textos escritos
por el pintor Pablo Picasso. La elección de Guernica como lugar de presentación del
nuevo trabajo de Morente -71 años después de la destrucción de la ciudad por los
aviones de la Luftwaffe- es de “reconocimiento y homenaje por el significado que tiene
la citada población en la obra pictórica y literaria del genio malagueño”, según fuentes
promotoras. En éste CD, Morente ha cantado 13 temas con algunas letras populares
pero, sobre todo, con letras de la prosa automática surrealista, principalmente, que
Picasso comenzó a escribir en español y francés de manera indistinta a partir de los
años 20 y hasta finales de los 50 del siglo pasado. En este sentido, Enrique Morente
tuvo la intención de cantar y grabar en su estudio un fragmento en francés alusivo al
bombardeo de Guernica, fragmento que por diversas razones no se recogió finalmente
en el CD. Él me pidió que le ayudara en la pronunciación y en la elección del texto en
francés, para lo que me entregó por unos días un grueso volumen de la editorial
Gallimard que le habían regalado y donde se reunía toda la poesía escrita en francés y
español por Picasso
El nuevo CD de Morente hace el número 20 de sus grandes obras discográficas.
Tuvo un precedente más reducido y convencional en otro álbum, Morente canto y
cante a Picasso, que fue editado sin fines comerciales con motivo de la inauguración
del Museo Picasso de Málaga en octubre de 2003. Pablo de Málaga, que cuenta
igualmente con el apoyo del Museo malagueño, llega acompañado de una gran
expectación en medios de prensa (he recopilado más de 60 títulos entre noticias,
reportajes y entrevistas) y círculos cercanos al cantaor granadino, desde los que ha
trascendido la singularidad del nuevo álbum, no sólo por la materia de su contenido
lírico, sino igualmente por el contenido musical que se señala más rupturista que el de
sus dos discos anteriores, El Pequeño Reloj y Morente sueña la Alhambra. La nueva
entrega de Enrique Morente coincide con un periodo de gran actividad del cantaor,
quien prepara la reedición de su mítico Omega, así como una extensa gira por varias
ciudades españolas, con tres recitales en Madrid los días 6 , 9 y 21 de junio.
Complemento mis opiniones anteriores con otras traducidas, extraídas de la
reseña en idioma francés de Claude Worms, estudioso del flamenco y morentiano
inteligente.
Enrique Morente : Pablo de Málaga CD : Discos Probeticos y El Caimán CDDG
102 (2008):
“Quitarse el sombrero y guardar silencio, Señores. Superado el trauma de la
primera audición de este disco extraordinario e inaudito (en el sentido literal de los
términos), solo el silencio podría estar a la altura del evento…”. Así dice Claude Worms
en el comienzo de su magnífico estudio sobre Pablo de Málaga. Tras afirmar que cada
disco de Morente es el mejor hasta el siguiente, el musicólogo francés estima
acertadamente que fue con la composición en estudio de la compleja banda sonora
para la película de Currito de la Cruz, como Morente abrió y manipuló la caja de música
en la que cabrían todos sus discos posteriores desde el Omega a Morente sueña la
Alhambra:
“…A partir de Currito de la Cruz de 1992, Morente concebirá el flamenco
no como un repertorio de formas fijas, sino como un material musical”, y concluye que
la génesis de este último disco constituye la suma de la obra discográfica de Enrique
Morente.
“Además del material flamenco de Pablo de Málaga, el otro fundamento
musical del disco es el trabajo sobre la materia vocal. En este sentido, el compositor es
indisociable del intérprete. Enrique Morente no ha perdido nada de su domino de
todos los parámetros de la vocalización flamenca. Pero él moviliza aquí todos los
recursos conocidos (y desconocidos) de la voz humana: para el timbre, desde los
armónicos más diáfanos a los roncos más apagados; y en lo que respecta a la
enunciación: la salmodia, el scat, y el rap flamencos. Añádasele a eso la respiración, el
soplo, el suspiro, el grito…y el silencio (efecto vocal rítmico reivindicado como tal en
los créditos de ‘Malagueña de la campana’ y en Compases y silencios’.
El análisis de Claude Worms concluye comparando los recursos vocálicos de
Morente con los recursos plásticos de la pintura en acertado paralelismo con relación a
la naturaleza del disco: “…las voces de Enrique Morente componen contrastes,
textura, materias, espesores y claroscuros de la pintura a la es pátula o a la acuarela…”.
Agradezco a Claude Worms sus préstamos que entiendo en correspondencia
con los que él mismo toma de mi Enrique Morente, la voz libre, obra que tiene la
lealtad de citar como referencia principal en su magnífico artículo, en el que concluye
categórico:
“Enrique Morente es un inmenso compositor, de valor universal (el concepto
tan a menudo utilizado de “universalidad del flamenco” no se ha empleado nunca de
manera tan pertinente como para este músico). Del mismo modo que “París 1919”
(John Cale), “Rock bottom” (Robert Wyatt), “Lennie Tristano” (Lennie Tristano),
“Spitual unity” (Albert Ayler), “Deserts” (Edgar Varèse), y “Coptic light” (Morton
Feldman)…Pablo de Málaga es una obra mayor de la música contemporánea en el
sentido de trascender los géneros”.

Posdata a Pablo de Málaga


Las saetas que yo llamo “dodecafónicas” o “atonales” que se escuchan en el
mencionado corte “Compases y silencios” y que me llamaron tanto la atención desde
el momento que las escuché por primera vez, pueden estar inspiradas casi con toda
certeza -además de en la saeta “quinta” que conocía el genial Pepe Marchena- en las
saetas antiguas de finales del siglo XVII y principios de XVIII que componen la rica
tradición musical de la ciudad de Marchena, Sevilla. La pista de su posible origen me la
proporcionó el músico, director de orquesta y compositor Ekhi Ocaña. Este joven
artista navarro, de origen andaluz, tuvo la gentileza de enviarme una grabación de
finales de los 90 del programa “Nuestro Flamenco” de José María Velázquez,
programa en el que el poeta y flamencólogo gaditano comentó e hizo escuchar a la
audiencia de RNE las saetas referidas a las que definió como pre flamencas y cuyas
notas y tonalidades sorprendentemente, modernas y arcaicas a un tiempo, hubieron
sin duda de llegar a los oídos-esponja del maestro Morente…
Tres discos en directo y uno en estudio

Tras la publicación del disco Omega en 1996 y en conversación distendida un


día con el maestro, le dije con todo respeto que yo creía que ahora era la ocasión de
poner en práctica la consigna de Matrona de los “pasos adelante y atrás” y que a mí
me gustaría que sacara un disco o varios discos con palos clásicos de sus recitales, y
que yo estaba dispuesto a trabajar en el tema. Sin mucho entusiasmo Enrique me
respondió que le parecía bien y que pidiera a algunos amigos de Madrid: Juan Verdú,
Miguel Espín, y Antonio Benemargo cintas o masters que ellos habían grabado de sus
conciertos. Sólo Antonio Benamargo respondió con algo a la petición que le hice a los
tres. Con sus materiales, cuyos detalles he olvidado, y las cassettes que yo
coleccionaba, elaboré un dossier de 23 páginas en el que recopilé una serie de
actuaciones desde los años 70 hasta mediados de los 90. Indicaba los palos y las letras
cantados, y las acompañaba de observaciones acerca de la calidad de ejecución y del
soporte, y datos concretos sobre la reacción del público asistente a los diversos
recitales, etc. Ese dossier, del que conservo una copia, se lo entregué en su casa al
maestro en el verano del 98.
Diez años más tarde me entero por Enrique, de manera inesperada y
tangencial, de la existencia de un disco que está preparando con grabaciones en
directo para presentar en febrero de 2009 en la I Bienal de Flamenco de Buenos Aires,
Argentina, un disco del que me dio una copia original con deficiencias técnicas. Fue por
casualidad al visitarlo a su Carmen de San Miguel, como tantas veces, y él trabajaba en
su estudio de grabación con Pablo Sánchez o de Peligros. Pero ni entonces ni más tarde
cuando publicó otros dos discos de grabaciones en directo con la Universal, yo le hice
ni él me hizo la más mínima alusión o recordatorio de mi propuesta y colaboración de
años atrás…Sí hubo una invitación personal del propio maestro a la audición del
segundo disco en unos estudios de grabación madrileños, y una justificación, que yo no
le pedí ni tenía la intención de pedirle, de porqué le habían encargado a José Manuel
Gamboa el texto de presentación para el libreto de este segundo directo, Morente
Flamenco: “Es que como Gamboa trabaja para la casa discográfica Universal…”, fue la
explicación que Enrique me dio.
Morente+Flamenco (2010)
De los tres discos en directo cuyas grabaciones se encontraban en una “caja de
zapatos de Aurora” (Según numerosas declaraciones irónicas del maestro en diversas
entrevistas), el tercero, Morente+Flamenco, de 2010, recoge diez cantes, siete de los
cuales corresponden a recitales de mediados y finales de los ochenta: ‘Soleá de la
Cumbre’, de 1984, así llamada por haber sido registrada, con el toque de Paco Cortés,
en la actuación de la I Cumbre Flamenca de Madrid; ‘Malagueñas del Canario’ y la
‘Caña y el polo’, ambos de 1989 en Guadalajara; martinetes y tonás, rondeñas y
jaberas, de 1989, con el toque de Montoyita, en la participación extraordinaria de los
dos en Chambao Flamenco, celebrado en el Teatro de la Villa de Madrid, y en cuya
concepción y organización colaboré con el director del ciclo, Antonio Benamargo; los
tientos del ‘Poema del tiempo’ en los Jardines de Cecilio Rodríguez 1989, y soleares de
Triana con el acompañamiento de Pepe Habichuela, en la primera parte del concierto
excepcional que los dos granadinos brindaron en los Reales Alcázares de Sevilla, con
motivo de la VI Bienal de Flamenco sevillana de 1990. Estas siete grabaciones son las
más antiguas de los tres discos en directo y nos permiten apreciar el gran momento de
forma en que se encontraba Morente por aquellos años, con una potencia de voz y un
dominio ya indiscutible de su estilo que sentaría las bases de la maestría posterior de
su cante.

El disco Morente+ flamenco se completa con tres cortes, unas cabales de 1994,
grabadas en los Jardines del Generalife, en las que Morente pone su voz al baile de
Mario Maya y acompañando a ambos nada menos que la guitarra de Manolo
Sanlúcar, ¡una conjunción histórica sin lugar a dudas! Los dos toques restantes
corresponden al terreno mixto del directo y el estudio: una nueva versión de las ‘Nanas
de la cebolla’, con letra de Miguel Hernández, como homenaje al amigo Jose Antonio
Bernicola, que acababa de fallecer; y, por último, atención, unas bulerías de cuatro
minutos y medio de extensión, ‘Bulerías de la Plaza Larga’, con ocho coplas populares y
diversos registros musicales y rítmicos con inclusión de cuplé final. Un verdadero
alarde flamenco – con pedigrí de Pastora vía Mairena, bajo mi punto de vista- de
Morente con sabor rancio y festero, para desmentir a todos aquellos que dijeron que
al “cantaor de Graná” no le gustaba cantar por bulerías.
Morente Flamenco (Argentina)
Si las ‘Bulerías de la Plaza Larga’ me recordaban a la Niña de los Peines y a
Antonio Mairena, las de este disco, llamadas ‘Bulerías del círculo’ (Orihuela 2007)
tienen en parte el sabor a otro grande del cante del siglo XX, Manolo Caracol, y por el
cual Enrique me confesó en algunas ocasiones sentir una grande admiración. Y
recuerdan a Caracol no sólo porque cuatro de las coplas cantadas por Morente
pertenecen al repertorio por zambras del maestro sevillano, entre ellas ésta tan
hermosa que comienza diciendo: Yo tengo un reloj de plata…sino porque yo escucho
en el eco de Morente el eco ese bronco y gitano de Caracol…luego, en las dos coplas
finales de estas bulerías, que no llevan guitarra, Morente se va hacia la de Los Peines,
por la que sentía verdadera pasión. De manera que el genio del Albaicín nos ha dejado
dos grabaciones por este palo, tan mitificado en las últimas décadas, a las que nadie
que tenga oído podrá poner objeciones o permanecer insensible al escucharlas.
La edición de este disco no estuvo exenta de problemas por la inclusión del
toque del gran Pepe Habichuela en la caña y el polo del segundo corte, grabado en
1992, en un recital que los dos amigos brindaron en el Teatro Falla de Cádiz.
Conociendo solamente la versión del cantaor sobre la causa de las desavenencias,
considero oportuno no exponerlas, pero sí añadir que Morente, ni corto ni perezoso,
recurrió a sustituir en el toque a Pepe por un sobrino, Juan Habichuela -nieto de su
hermano Juan- un jovencísimo guitarrista del Sacromonte, perfectamente desconocido
del gran público y que comenzó a dejar de serlo a partir de entonces. Enrique me hizo
escuchar el estilo en cuestión antes de decirme quien lo acompañaba y cuando me lo
dijo no pude sino manifestarle mi asombro por el resultado, resultado muy positivo al
que Morente contribuyó pues me comentó que él guió y orientó el toque y el arreglo
en estudio de las falsetas del precoz guitarrista.
El disco contiene otros dos cortes procedentes del recital mencionado antes,
granaínas y malagueñas en las que el toque corresponde a don Juan Carmona
Habichuela, también acompañante, quien no planteó obstáculo alguno para que su
nombre apareciera en este trabajo destinado a ser presentado en Argentina con
motivo de la I Bienal de Flamenco, de la que ya se habla in extenso en otro capítulo de
este libro. De los cuatro cortes restantes que completan el CD destacan por su belleza
los tientos ‘Hojitas del limonar’, grabados el 2008 en el recinto enduendado de El
Bañuelo (unos antiguos baños árabes de Granada), y en donde Enrique se hizo
acompañar por el toque de Rafael Riqueni. Son unos tientos muy pausados, ejecutados
con mimo y dominio por la pareja de artistas tan singulares y que se inician y finalizan
con unos acordes de guitarra impregnados de melancolía y romanticismo. La primera
audición de este tema que tuvo lugar en la casa de Enrique, me dejó tocado por una
emoción que le expresé al maestro, quien me comentó con orgullo que él también
había intervenido para conseguir que Rafael creara esos acordes mágicos.
Completan los ocho cortes del Morente Argentina, ‘Tangos de la vida’,
cantados en el Festival La mar de Músicas de Cartagena en 2008, con Morente y su
grupo habitual; cabales del Festival de Almuñecar 2006, con la guitarra del que fue
durante unos años su guitarrista habitual Manuel Parrilla, y por último una versión del
‘Aleluyah’ del disco Omega, llena de entrega y énfasis, como no podía ser menos, en
homenaje a Mario Maya durante la clausura de la Bienal de Flamenco de Sevilla 2008,
y para ir abriendo boca con la vista puesta en la otra Bienal de Buenos Aires.
Morente Flamenco (2009)
El primero de los álbumes editados en España “encontrados en la caja de
zapatos de La Pelota”, es como una versión corregida y muy aumentada del llevado a
Argentina. De sus once cortes, cuatro de ellos: tangos, tientos, granaína y malagueñas
se encuentran en el anterior. Repiten toques y acompañantes como Juan Habichuela
y Rafael Riqueni, aunque éste suma a los tientos una serrana (con el remate de la
siguiriya de cambio de María Borrico) grabada también en El Bañuelo, llamada del
‘Maestro Matrona’, que resulta ser otra maravilla en la voz de Morente y en la
ejecución del toque: ¡Qué manera de modernizar cantes tan rancios!, el talento y la
sensibilidad de los dos artistas reelaboran una palo tan antiguo y casi postergado y lo
convierten en una obra llena de contemporaneidad que servirá de referencia y estudio
a profesionales flamencos presentes y futuros.
Escuchamos tres nuevos palos de otro concierto en el Teatro Falla, éste de
2003: dos por soleares, la de los ‘Cañaverales’ y la del ‘Pilarico’ y uno por fandangos
naturales, con la inconfundible guitarra de Pepe Habichuela, ya superados los
desacuerdos habidos; y para demostrarlo, un tercer cante por alegrías también con el
toque del amigo y “hermano” en el arte y en la vida. Se grabó en el concierto
memorable que los dos ofrecieron en abril del 2008 en el Palacio de Carlos V de
Granada, una verdadera pasada de profesionalidad, sensibilidad artística y flamencura,
un concierto que se podía editar completo en disco, incluidas las parrafadas inusuales
en otros tiempos, que Enrique largó entre cante y cante.
Y Morente Flamenco se cierra del mismo modo que se abre, un corte añadido,
grabado en estudio con el título de ‘Nanas de oriente’. Se trata de un tema
programático en el que participó la familia Morente al completo, incluyendo a los
nietos: Curro y Debla. Es polifónico y compuesto musicalmente, con la base melódica
de la marcha de Semana Santa, ‘Amargura’, que aparecía en el disco Maestros con la
guitarra de Riqueni y la voz del propio Morente. A esa base se añaden otros
fragmentos de nanas cantadas por Estrella, Soleá y Enrique y el coro familiar que repite
la palabra “mare” de manera reiterativa. Morente aclaró que estaba dedicado a todas
las madres del mundo que ven morir a sus hijos en las guerras. Una nana al revés,
cantada por los niños a la madre. Decía que se cerraba del mismo modo que se
iniciaba, pero, solo en apariencia porque entre el primer corte y el último hay
diferencias de calado y forma: la duración, que pasa de 4 minutos 34, a 10 minutos 30;
los temas musicales, Morente añade la segunda rondeña de ‘El pequeño reloj’ del
disco homónimo de 2003, y lo canta –igual que en los fragmentos iniciales - en ritmo
de bulerías, es decir cambia el compás binario de la taranta y los tangos originales por
el ternario, y al final del todo termina con un canto desgarrado por siguiriya a palo
seco que se convierte en toná, al perder todo acompañamiento. ¡Ah!, los niños no
miden el tiempo con el tic tac del abuelo sino con un gracioso y más suave “din dan”.
Llanto
Y llegamos a la que sería la última producción discográfica en estudio del
maestro. Una obra que podríamos titular “Réquiem por un cantaor”, réquiem por
Enrique Morente. Me pregunto si él no sentiría o presentiría algo indefinible al
componer esta obra. Obra conmovedora en el contenido y en la forma. El contenido
literario: el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” de Federico García Lorca, no en toda
su extensión sino en el primero y cuarto poema: ‘La cogida y la muerte’ y ‘alma
ausente’. Versos terribles que por ser muy conocidos y escuchados no dejan de ser
menos perturbadores y trágicos. El contenido musical: apuntes de cante jondo y
recitados con voces graves, profundas y henchidas de seriedad
Los textos se disponen en tres partes musicales que van de lo complejo a lo
elemental y a lo desnudo. En la primera parte Morente desgrana íntegramente los
versos de ‘La cogida y la muerte’ en una pieza elaborada con elementos diversos que
recuerdan otras composiciones anteriores, como ‘Martinete’ y ‘La última carta’ de
Morente sueña la Alhambra, pero especialmente al tema ‘Compases y silencios’ del
disco Pablo de Málaga. De los tres recupera los ecos polifónicos naturales o sintéticos
que sirven de contrapunto a la línea melódica de su cante o recitados. Del tercer tema
recupera, además, el compás por soleares que marcan continuamente los nudillos de
Morente, la percusión electrónica y los golpes de batería Eric Jiménez que lo subrayan.
En la segunda parte se acompaña con guitarra Morente mismo - y esto es una
auténtica novedad en toda su carrera- en apuntes leves por soleares y fandangos. El
toque lo ejecuta con los acordes básicos de la soleá para cantar y recitar las estrofas
de ‘Alma ausente’. El resultado intencionado nos desvela un esquema primario del
flamenco, del cante jondo. En la tercera parte vuelve a los versos de ‘La cogida y la
muerte’, pero ahora se despoja de todo aditamento instrumental y deja en cueros su
voz, una voz herida que grita, musita y tantea por soleares, siguiriyas y saetas: “A las
cinco de la tarde…”. Y la voz herida de Enrique Morente se apagó para siempre casi a
las 5 en punto de la tarde en un húmedo día del mes de diciembre, pero seguirá viva
en sus discos…
3.-TRES PASEOS CON ENRIQUE MORENTE POR MADRID Y GRANADA

En realidad podría referir más paseos con Enrique Morente por estas dos
ciudades nuestras, y otros paseos y ratos por ciudades como Jaén, Cartagena, Tarifa,
Zahara de los Atunes, etc., pero muchas más cosas permanecen escritas en mi diario
personal y aún no corresponde el momento de sacarlas a la luz…

Paseo con Enrique por el Albaicín, el 28 de septiembre de 2007, (cumpleaños de La


Pelota)
Nos trasladamos en coche, creo que era su viejo Peugeot 205 blanco, desde su
casa de Carril de San Miguel a la casa de la Plaza de San Nicolás. Enrique conduce como
un loco a través de las callejuelas y callejones, a veces se da golpes traseros y laterales
con los muros que flanquean el laberinto de calles. Conoce y lo reconoce todo el
mundo: los taxistas, los camareros, los viandantes e incluso una turista de Madrid,
llamada Olga, rubia y de ojos azules, en consonancia con su nombre eslavo. A todo el
mundo trata con sencillez y todos le devuelven el saludo con simpatía y admiración
reflejada en los ojos. El motivo de la salida es el de fijar un mosaico con la cara de
Estrella en la fachada oeste del “pabellón” de San Nicolás. Enrique quiere seguir
fijando en esa fachada los retratos de artistas de flamenco granadinos. En la plaza hay
dos jóvenes interpretando flamenco. El cantaor es un pegavoces desafinado. Enrique
lo escucha y se enfada. Yo le digo que es una forma de desprestigiar el flamenco, y él
asiente. No se le pasa el enfado. Comentamos que el concejal de Cultura de Granada,
Juan García Montero, debía tomar cartas en el asunto e impedir esa cutrería de lo
tipicale spanis en un lugar de la belleza, significado y frecuentación del Mirador de San
Nicolás. Enrique va a pegar también en la fachada de su casa el nombre que esta
recibirá: “Casa de la tradición y la traducción”, que es un concepto acariciado por él
para definir el arte. Nada más terminar el pegado del mosaico de Estrella, estalla una
fuerte tormenta de truenos y lluvia que nos obliga a refugiarnos en uno de los dos
bares que hay detrás de la plaza de San Nicolás…
Segundo paseo, por el Albaicín
No sabría decir la fecha exacta, pero sí que tuvo lugar entre el 2007 y el 2008,
antes de comenzar la segunda gira Omega de Morente con los Lagartija Nick y tras el
periodo de distanciamiento entre ellos que se había reflejado sobre todo por el
plantón del grupo en la película de José Sánchez-Montes, Morente Sueña la Alhambra.
Después de almorzar en su casa, Enrique me pidió que lo acompañara a Casa Pasteles,
una cafetería-pastelería situada en la parte oeste de la Plaza Larga del Albaicín, junto al
antiguo arco árabe de las Pesas. Su objetivo era hablar con Antonio Arias, con el que
había quedado citado. El líder de Lagartija estaba esperándolo cuando llegamos al
local. Hablaron sobre las condiciones generales de la gira en un tono de total
entendimiento y recuerdo que Antonio le dijo varias veces a Enrique: “Como tú lo veas,
maestro, como tú digas…”.
Yo me pregunté por qué Enrique me había pedido acompañarle a una cita tan
decisiva para él y los Lagartija, y me respondí que tal vez se debía al hecho de que el
maestro quería que fuera testigo de su reconciliación con el grupo, toda vez que él me
había abroncado por teléfono, creo que injustamente, por la larga entrevista con
Antonio Arias que incluí en la segunda edición de Enrique Morente la voz libre,
entrevista en la que los Lagartija se atribuían un papel muy importante en la creación
del disco Omega y que disgustó mucho a Enrique Morente.

Tercer paseo, por Madrid

La sonrisa de Miguel (Texto publicado en la revista Boronia) (insertar foto)


Fue durante el invierno de 2008. Enrique actuaba en una gran ciudad de la
periferia madrileña, al suroeste; de esas que han crecido como las setas tóxicas, pero
en las que viven buenas gentes y se han construido magníficos teatros. En uno de ellos
cantaba Enrique, y allí nos desplazamos con toda la ilusión del mundo puesta ya desde
por la mañana, como siempre que íbamos a ver y a escuchar al maestro. Terminado el
recital, quizás no uno de los mejores aunque ya quisieran muchos cantar sólo
aproximadamente del modo que lo hizo Morente esa noche, lo visitamos en camerinos
y tras los abrazos y comentarios de rigor sobre la actuación, le ofrecí mi coche para
regresar a Madrid. “¿A dónde vamos?”, preguntó. “¿A la Mi Venta?”, le respondí
interrogante. Sabía que a él le gustaba mucho ese lugar, situado en frente del edificio
del Senado y semiesquina con Bailén y muy cerca de la sala Caripén y del Chinitas,
donde Morente trabajó de muchacho.
Los dueños lo trataban como a un príncipe (“también a la hora de pasarme la
visa”, comentaba con sorna). Bueno no solamente esos dueños, sino los de los bares y
tabernas de Madrid donde él solía recalar tras los conciertos: El Pairón, La Giralda o la
Tacita de Plata (no estoy seguro del nombre), Viña P…, que era donde se relajaba con
la familia, músicos y amigos después de las tensiones de un concierto. Esta vez,
Enrique venía solo y a eso de las tres de la mañana, salimos de la Mi Venta. Pasamos
por el aparcamiento de la Plaza de España para recoger el vehículo. El cajero
automático se tragó mi tarjeta y me puse a buscar a un empleado que no apareció
hasta el cabo de un cuarto de hora. Mientras, dejé a Enrique con Marylène, mi mujer,
esperándome impacientes. “¿Te llevamos a casa, Enrique?”. Mi pregunta era ociosa,
porque presentía que no le apetecía para nada retirarse ya. “Déjame en Ca Miguel, si
no te importa”. Estaba casi seguro de su preferencia.
Al llegar con el coche ante el Candela, Miguelito se encontraba en la puerta
bajo los focos, junto a los dos porteros eslavos. Al verme me sonrió con alegría, pero
cuando reconoció que el pasajero que se bajaba por la puerta trasera era Enrique, su
rostro se transfiguró y su sonrisa reflejó la imagen de la auténtica felicidad.
Siempre los recordaré…
4.-VIAJE A ARGENTINA DEL 17 AL 27 DE FEBRERO 2009

Día 17, llegada a Córdoba con recepción calurosa de miembros de la colonia de


“gallegos”. Esa misma tarde encuentro en el hall del hotel a Enrique y a la Pelota, por
la noche vamos todos a cenar a un restaurante situado en un extenso parque de
Córdoba, nos invita el cónsul general de España, Rafael Soriano y su mujer, una joven
búlgara muy bella, llamada Nicoletta. El ambiente y el trato del restaurante es idéntico
cualquier español de sus mismas características.
A la mañana siguiente bajo a la piscina del hotel y me encuentro a Aurora,
Enrique y Soleá en bañador. Unas horas más tarde asistimos a la recepción que da la
municipalidad de Córdoba y el Consulado español a las autoridades y participantes en
el I Festival flamenco de Córdoba. Voy con Antonio Sánchez y los guardias de
seguridad no nos dejan pasar de la verja de entrada. Nos identificamos, pero no hay
modo de que estén dispuestos a dejarnos entrar porque no figuramos en una corta
lista de invitados que consultan. Vienen los dos jóvenes (cámara y sonido) que filman
y graban el reportaje de Morente de Antonio Oliver y hablan con los guardias
confirmándoles quiénes somos, pero estos se niegan amable y firmemente. Son mucho
más estrictos y protocolarios que aquí, incluso diría que mucho más autoritarios.
Finalmente vemos llegar al Cónsul español, Rafael Soriano y yo lo paro y le cuento
nuestra situación. Inmediatamente se resuelve el incidente y entramos en los salones
del Palacio Ferreyra, un bello edificio de estilo francés, rodeado de jardines, que
perteneció a una rica familia de gallegos, estos sí auténticos. Aparece Enrique con
chaqueta sobre los hombros y se sienta en la mesa junto al embajador de España, el
gobernador de la provincia de Córdoba y alguien más de importancia. La informalidad
del atuendo de Enrique contrasta con la uniformidad de las autoridades y mayoría de
invitados. Cuando terminan las charlas de bienvenida y parabienes. Ofrecen un
pequeño show de flamenco-tango, a cargo de un grupo local, que consigue
emocionarme, especialmente por el sonido del bandoneón y por constatar las
similitudes que existen entre el tango argentino y nuestro flamenco. Después hay
cóctel y canapés, todo muy parecido a cualquier recepción española...
El 19 paseo mañanero por Córdoba con un calor sofocante. Por la tarde, a la
hora de la siesta, entrevista al alimón con Morente en la radio local de mayor
audiencia; el estudio es muy reducido y cutre, y en el mismo trabajan sudorosos cinco
periodistas a la vez. A las 20 h. tiene lugar la presentación de los discos de Enrique y de
mi libro en la sede del Centro Cultural Córdoba-España. Se celebra al aire libre en una
especie de patio tipo andaluz con lleno completo. Enrique está a gusto y tras las
presentaciones se anima a cantar fuera de programa. Lo hace a las mil maravillas, y el
acto termina con el calor y entusiasmo de los asistentes que nos agobian y sobre todo
al maestro que sufre una lipotimia y tiene que retirarse a descansar unos minutos. Por
la noche cena en otro restaurante de lujo con presencia del cónsul y del Embajador de
España, Rafael Estrella (granadino).
Al día siguiente viajamos hasta la localidad cercana de Villa Carlos Paz, donde
Enrique va dar su primer recital del Festival. Villa Carlos Paz es una ciudad principal de
veraneo a unos cuarenta kilómetros al oeste de Córdoba, está rodeada de montañas y
a la orilla de un gran pantano. El paisaje es muy parecido al de algunas zonas de la
sierra de Madrid, pero el pueblo es como uno español de los años 50. El concierto,
gratuito, es seguido con un gran silencio y respeto por los asistentes que llenan el
recinto y no lo abandonan a pesar de unas cuantas gotas de lluvia caídas de manera
inoportuna. Terminado el recital, otra invitación a cenar en un enorme restaurante
popular y permanecemos allí hasta las 3 de la mañana. Enrique compra todos los
muñequitos que lleva en la cesta un vendedor ambulante, casi un niño.
Por la mañana del 22, ya de regreso a Buenos Aires, nos trasladamos al
Castelar Hotel que se encuentra en la misma Avenida de Mayo, unos doscientos
metros más al oeste. El hotel es decimonónico con un lujo decadente que le da un
encanto literario que hace soñar. No es extraño que en él se alojara ( Habitación 704)
Federico García Lorca durante la estancia de 6 meses que pasó en la ciudad. Pido una
buena habitación con vistas y nos dan la 1004, tres plantas por encima de la del poeta,
desde la que se contempla la avenida de Mayo y la del 9 de Julio, pues el hotel hace
semi esquina entre las dos. La avenida de Mayo es conocida como la de los españoles,
o la más española. Además del hotel Hispano, existe un buen número de bares,
cafeterías y restaurantes con nombres españoles: Asturias, Iberia, Ávila, El Escorial, La
Moncloa...también, hacia la Plaza de Mayo, el café Tortoni, fundado por un francés en
1850, que es el café más antiguo de Buenos Aires y mantiene el ambiente y estilo de
esos años y cuenta con un montón de camareros de elegante atuendo, y, amables,
cosa extraña en un santuario de ese tipo. Tiene una cola permanente de clientes y
turistas en la puerta que aguardan su turno para entrar... Ese día van llegando de
vuelta los compañeros de Córdoba, incluido Enrique y La Pelota.
Por la tarde del mismo día a la 19h00 aunque con retraso de una hora tuvo
lugar la presentación de los discos de Morente y del libro de Miguel Mora y el mío en
la residencia oficial del embajador de España. Situada en el barrio más rico y elegante
de Buenos Aires, la embajada ocupa un palacete de principios del XX, rodeado de un
cuidado jardín. A pesar de nuestro retraso, nos esperaba una nutrida y selecta
representación de personalidades y periodistas. Nos piden que seamos muy breves, y
yo, ateniéndome a la petición fui casi telegráfico. Enrique sacó a relucir su ironía, un
tanto enredada, cuando le tocó opinar sobre Enrique Morente, la voz libre. Unas
semanas más tarde, ya en España, me llamó por teléfono para disculparse por su
actitud. Del acto se hicieron eco multitud de diarios y cadenas de televisión de todas
las Américas, incluida la del norte. El País publicó una reseña de Soledad Gallego Díaz
llena de imprecisiones y con una fotografía escandalosa: en la misma me habían
eliminado a mí así como al embajador: sólo Miguel Mora y Morente, el primero
llenaba la parte izquierda a mucha más altura que el maestro, a la derecha, y como en
una actitud de subordinación ante el periodista del citado medio. Protesté de esto
mediante Carta al Director que no vi publicada.
El día 25, hacia las 12h nos trasladaron en una furgoneta a todo el grupo de
flamencos alojados en el Castelar Hotel, hasta el típico barrio de La Boca, cuna del
tango y reducto del género para turistas. Es decepcionante pues se trata de un espacio
acotado por dos calles - una la “Caminito”- que es como una pequeña reserva artificial
llena de restaurantes a cual más cutre y con dos o tres tiendas aún más cutres
atestadas de souvenirs baratos. Como el tiempo lo permitía a la puerta de cada
restaurante había terrazas llenas de mesas y extranjeros que, mientras comían, podían
ver shows tangueros o de música folclórica argentina. Con relación a las parejas de
tango, me dio la impresión de monotonía y saciedad en los movimientos de baile,
todos muy exagerados especialmente el de las partenaires femeninas. Naturalmente
se invitaba a los turistas a servir de pareja a los dos profesionales, y así invitaron a
Enrique y señora, que se marcaron unos pasitos de tango con el pibe o la piba
correspondiente o se dejaron fotografiar en esas siluetas grotescas en las que se mete
la cabeza. Teníamos reservado un restaurante, el principal del barrio, cuyo dueño de
nombre italiano no dejó de obsequiar y agasajar a Morente a lo largo de todo el
almuerzo -a base de pizzas y empanadas criollas- dentro del más puro estilo italiano
“côté” mafioso. Le dedicó un poema elogioso y le regaló un cuadrito espantoso con la
representación del interior de su local, saturado con las fotos de los personajes que
pasaron por él. El resto más extenso del barrio de La Boca, que recorrimos en el
microbús a nuestro regreso al hotel, me pareció un espacio muy degradado y rayando
en el chabolismo.
5.-CUATRO ESCRITOS SOBRE ENRIQUE MORENTE

Siguen textos para glosar la figura y personalidad del maestro a petición de


diversas personas e instancias y con motivo de determinadas circunstancias de gran
relieve en la carrera del cantaor.
Enrique Morente, libertad y creación.

(Texto publicado en el libro dedicado a los Premios de Honor de la SGAE y editado en


2006)

El cantaor granadino, recién cumplidos sus 63 años de vida se encuentra en el


momento más dulce de su larga carrera, libre y creadora. En los últimos tiempos, y tras
haber recorrido anteriormente un camino sembrado a veces de espinas, se ha
convertido en un coleccionista de premios y elogios. De los primeros posee algunos de
los más importantes que se conceden en España dentro de la música en general y en el
flamenco en particular: Premio Nacional del Ministerio de Cultura, Compás del cante,
Galardón Calle de Alcalá, Premio de Honor de la SGAE, el Pastora Pavón Niña de los
Peines, El Castillete minero de la Unión, la Medalla de Andalucía...A este respecto, el
poeta Luis García Montero, su amigo y exegeta circunstancial, señalaba en 1995 a
propósito del acto de entrega a Morente de la medalla al mérito artístico de la
Fundación Rodríguez Acosta de Granada: “...En los últimos meses Enrique Morente ha
recibido numerosos pre mios. Las condecoraciones y los homenajes son ya una
costumbre, que él acepta con timidez agradecida, pero con los dedos cruzados. En los
ojos de Enrique hay siempre un pudor penetrante, una segunda sabiduría. Guarda
silencio, mira, se toma la molestia de escuchar, sonríe, deja que pase el tiempo, se
limita a seguir con su copa, y su silencio, lo mismo que el decoro de su mirada, no
significan falta de opinión, sino toda una experiencia de la vida, una respetuosa
seguridad en sí mismo, la lección de todo lo que ya sabe, de todo lo que ha visto...”.

La actitud sinceramente humilde de Morente ante los honores, que describe el


poeta granadino -también Premio Nacional-, se corresponde a la perfección con la
personalidad libre del hombre, que nunca fue eclipsada por la del artista: “Nuestro
arte nos hace independientes, no hace falta que seamos independentistas, porque
nuestro arte nos hace independientes“, declaró Enrique Morente en la entrega del
Premio Pastora Pavón a la mejor trayectoria en el ámbito del flamenco, y en respuesta
a la entonces Consejera de Cultura, Carmen Calvo, quien había dicho previamente:
“Este premio se le otorga por su amor al clasicismo y por su rebeldía, todo ello desde el
andalucismo”. En otras ocasiones, así comentaba el cantaor los últimos premios
recibidos : “En esta vida hay que ser agradecido, y yo lo soy, pero no puedo evitar sentir
que todo eso le está sucediendo a otro. Los premios se los dan a una persona, a un
Enrique Morente que es como fue hace uno, cinco o diez años. Pero aquel ya no soy
yo... Los premios me sirven de estímulo, pero a mí me mueven otras cosas”.

Las “cosas” que mueven a Enrique Morente son aquellas por las que lucha y ha
luchado a lo largo de su carrera y han hecho de él un artista imprescindible, “todo un
lujo para nuestra época”; y, citando nuevamente a Luis G. Montero, éste afirmaba:
“Enrique Morente supone más que una figura del flamenco, significa una manera de
estar y vivir en el arte, un modo de situarse en las encrucijadas de la creación...”. Sí,
creador de uno de los repertorios más extensos y posiblemente el más importante
desde el punto de vista ético y estético de toda la historia del Flamenco. Creador e
intérprete de sinfonías flamencas, de bandas de música para el teatro, cine y
televisión; actor, autor, poeta, productor; adaptador al flamenco del mayor número de
poemas y textos diversos, compositor de sus ‘morentinas’... “Una vez le puso música a
Las Arrecogías del Beaterio de Santa María Egipciaca, y ahora le está cantando a Edipo
coplas que huelen a tierra de Tebas y a los vinos de Chipre", dijo de él, el desaparecido
Adolfo Marsillach, que añadía emocionado: “...En Zambra (el tablao) enpezó a mi jicio,
la bonita historia de un hombre tímido y luminoso al mismo tiempo, que canta como
los ángeles . O mejor, porque no sé yo si los ángeles serían capaces de cantar con tanta
filigrana, no fuera a ocurrir que el altísimo se encelara al escucharlos”.

Decía al principio que Enrique Morente coleccionaba también elogios. Elogio


blasfemo como el publicado en el mes de febrero de 2006 en La Vanguardia por su
crítico musical Mingus B. Formentor: “Gloria a ti en las alturas”. O elogio patriótico
como el de Carles Torra en 1997, lanzado igualmente desde La Vanguardia: “Gracias
Morente, muchas gracias. Tu presencia en nuestros escenarios nos hace más catalanes
y muchísimo más universales”. O este otro de entrega total como el de Ángel Álvarez
Caballero tras el último paso del cantaor por el Teatro Albéniz de Madrid: “Morente se
confirmó una vez más como un creador de excepción en el cante flamenco de esta
época...Tiene grandeza, tene duende, tiene jondura. Pocas veces un cantaor nos deja
una sensación tan plena de conformidad, de aplauso sin límites en nuestro interior...En
esta época tan avara de auténticos valores del flamenco es evidente que los cantaores
del tipo de Enrique Morente brillan por su ausencia. Sólo hay éste y debemos mimarle
para que dure, a ver si en el ínterin surgen otros que ocupen su lugar”. Entrega
incondicional que no estuvo ausente de agravios en el pasado, como el crítico citado
no tuvo reparos en reconocer valientemente hace ya algunos años: "…Y cuando surgió
un cantaor con vocación y verdadera capacidad inventiva, casi, casi, lo crucificamos.
Hablo de Enrique Morente, una figura absolutamente singular en la panorámica del
cante actual. Excelente conocedor e intérprete del cante clásico, llegó un momento en
que la ortodoxia 'pura y dura' dejó de ser suficiente para él y fue cambiando,
intentando cosas nuevas… Todo esto le costó a Morente, sangre, sudor y lágrimas …”.
Y también risas. Morente no ha dejado nunca de sonreír. Su proverbial ironía. Y como
decía Borja Casani, editor del disco Omega: “Pero dejemos las palabras por respeto a
su imbatible sentido del humor”.

Sentido del humor y generosidad. Nada más llegarle la noticia de su Premio


Nacional de Música, Morente declaró que se lo brindaba a todos los compañeros de la
profesión. Y la noche del 16 de abril de 1999, en que recibió el Premio de Honor de la
SGAE 1998, en la gala que se celebró en el Palacio de Congresos y Exposiciones de
Madrid, y presentada por el Gran Wyoming, Enrique estuvo celebrándolo luego con el
que fuera su joven guitarrista Manzanita, que también se le fue para siempre, como
Camarón, como Luis Habichuela. Seguro que a todos ellos y a cuantos estuvieron
alguna vez a su lado, Enrique Morente volverá a brindar el homenaje y los honores que
a él, con grandes merecimientos, se le tributan.
Texto para solicitar firmas a la candidatura de Enrique Morente al Premio Príncipe de
Asturias de las Artes 2009, candidatura presentada por la Asociación cultural
“Enrique Morente” de Oviedo

Si en el año 2004, la “Fundación Príncipe de Asturias” reconoció, con justicia y


acierto, la importancia del flamenco como arte musical al conceder su Premio de las
Artes a un excepcional guitarrista de flamenco, Paco de Lucía; para la edición 2009 de
los Premios “Príncipe de Asturias”, consideramos como merecedor de tan prestigioso
galardón a un cantaor, Enrique Morente, quien desde la libertad creativa no sólo ha
llevado a su género a las más altas cimas de reconocimiento nacional e internacional,
sino que lo ha trascendido con una obra sin parangón alguno de invención musical y
artística.
De su intensa y extensa labor como cantaor a lo largo de más de cuarenta años,
se desprende el repertorio popular más extraordinario de todos los cantaores vivos
actuales y uno de las más importantes de toda la historia del flamenco. Enrique
Morente ha grabado o cantado en recitales la práctica totalidad de los palos del
género, es decir, unos 48 estilos diferentes. En los aspectos meramente cuantitativos
destacan las cifras elevadísimas de cantes por soleares, siguiriyas, tangos, fandangos,
bulerías, alegrías, malagueñas y tientos; lo que significa el dominio exhaustivo de los
estilos considerados básicos. En los aspectos cualitativos, observamos la variedad y
calidad de las fuentes tradicionales del flamenco ya sea de tipo musical o coplístico.
Enrique Morente ha sido capaz de asimilar lo más valioso del legado flamenco, que
conoce como nadie, para crear un cante radicalmente moderno, vanguardista, en más
de un sentido, pero que conserva al mismo tiempo, el sabor de la vieja escuela..
El magisterio de Enrique Morente -considerado como “cantaor de cantaores” o
“artista de artistas”- ha ejercido una influencia señalada en profesionales flamencos de
su generación y posteriores
Enrique Morente y el arte
Enrique Morente ha declarado en varias ocasiones: “Yo creo que no hay
músicas aparte ni artes aparte”. Con esas palabras ha querido expresar la pasión por
el arte que recorre su obra. Una labor única en toda la historia del flamenco que le ha
llevado a poner su voz o a componer para teatro, cine, televisión, música clásica,
música contemporánea, música de rock, artes plásticas, y, paralelamente, a la
adaptación de la poesía culta al flamenco. Morente está considerado no sólo como el
más importante artista flamenco vivo, sino como uno de los principales músicos de
nuestro país y al nivel de las más prestigiosas figuras españolas e internacionales. Sirva
como ejemplo la inclusión de su nombre en el currículum oficial de la Orquesta Ciudad
de Granada junto a otros nombres ilustres: Plácido Domingo, Narciso Yepes, Victoria
de los Ángeles, Motserrat Caballé, Carlos Álvarez, Yehudi Menuhin, Christian Zacharias,
Krzysztof Penderecki, Christopher Hogwood, Fabio Biondi, Rinaldo Alessandrini,
Joaquín Achúcarro, Frans Brüggen, Orfeón Donostiarra, Orfeó Català, Cor de Cambra
del Palau de la Música Catalana, British Choral Academy, The King's Consort.

El texto precedente lo redacté, junto a un currículum vitae de Enrique Morente,


para colaborar con el presidente de la Peña “Enrique Morente” de Oviedo, Guillermo
Pérez de Castro, al que no tenía el gusto de conocer personalmente. Mi colaboración
con la peña asturiana se inició a raíz de la petición expresa que me hizo el propio
Morente para que les ayudara en la difícil y casi imposible empresa en la que la
asociación se había embarcado. Enrique no lo tenía muy claro porque se temía que los
esfuerzos para lograr el resultado apetecido fueran vanos, dada la magnitud de los
obstáculos que había que vencer y la naturaleza tan politizada de los Premios Príncipe
de Asturias.
No obstante, tanto los socios, el presidente de la peña, desde entonces el
amigo Willy, como yo, nos empleamos a fondo para conseguir el prestigioso galardón
para el maestro. Removimos Roma con Santiago y enviamos solicitudes de firmas y
apoyo a la candidatura a los cuatro vientos: personas e instituciones culturales,
flamencas y políticas. La respuesta fue espléndida. Sin prisa, pero sin pausa, fueron
llegando los apoyos, muchos inesperados. Unas veces respondían parafraseando
alguno de los párrafos que componen el escrito que se les enviaba, pero otras veces,
muchas, acompañaban su firma con textos personales de defensa de Morente. Con
todos ellos se compuso un voluminoso dossier que se remitió a la Fundación Príncipe
de Asturias…No pudo ser, porque el premio recayó en el multimillonario arquitecto
Norman Foster.
La competencia fue muy dura. Los de la peña supieron que entre las numerosas
candidaturas presentadas al galardón figuraban los nombres de Carlos Saura, (él
mismo ignorante de haber sido propuesto, según me comunicó), Joan Manuel Serrat y
Cristobal Halfter. La existencia de estas tres candidaturas originó sin lugar a dudas la
división de los apoyos y justificaría el que algunos morentianos confesos -cuyos
nombres no me es posible publicar, según voluntad del maestro- le negaran su firma
pese a habérsele sido solicitada de manera particular. Una vez terminada la tormenta.
Enrique pasó página sin pestañear y no quiso que se volviera a hablar más del tema.
El espejo de Fuenlabrada y Enrique Morente (texto para conmemorar las XXV
Jornadas flamencas de Fuenlabrada y destinado a un libro colectivo que no llegó a
editarse por causa de la crisis económica)

El maestro granadino Enrique Morente manifiesta nuevamente y ha


manifestado a lo largo de su dilatada carrera profesional el afecto especial que
siempre sintió por Fuenlabrada, afecto plasmado de forma particular en los
componentes de la asociación El Planeta: aficionaos extraordinarios y “personas todas
maravillosas”, según sus propias palabras.
La relación del cantaor con Fuenlabrada, propiciada gracias al apoyo y
admiración que siempre le profesaron Eduardo Pedrero, Manuel Valenzuela y Bruno –
los miembros principales de la asociación-, presenta por sus características una
naturaleza excepcional, desarrollada a lo largo de más de un cuarto de siglo y
sustentada, por un lado, en las cuatro Jornadas Flamencas -las II, IX, XVIII y XXII- en las
que participó como figura destacada, y por otro, a través de tres citas memorables con
la afición, en 1982, 1989 y 1998. Las dos primeras fueron significativas en la carrera
profesional del artista, una, por la influencia posterior que probablemente tuvieron en
determinados ámbitos y personas algunos de los juicios publicados en una reseña de la
actuación, y la otra por tratarse del estreno en España de uno de las obras más
creativas de toda la producción artística de Enrique Morente.

De cal y de arena
El 30 de abril de 1982 se celebró el primer recital de Morente en la localidad,
que tuvo lugar en el cine Avenida, actualmente reconvertido en salón de bodas. En
dicha cita, organizada ya como siempre por los jóvenes Planetas, el cantaor,
acompañado por la guitarra esplendorosa de Juan Habichuela, ofreció un recital de los
más clásicos que solía hacer por entonces. Comenzó con siguiriyas de El Mellizo,
Chacón y cabal grande de Silverio, malagueñas de El Canario y La Rubia de Málaga -
interrumpidas por los aplausos de una entusiasta audiencia que jaleaban sin cesar a
cantaor y tocaor-, soleares de Frijones, Mairena y Niña de los Peines, siguió por
fandangos, siempre dentro del más puro clasicismo y terminó por tientos-tangos. Y sin
embargo, a pesar de esa fidelidad a la tradición y a la pureza flamenca, recibió una
crítica de Ángel Álvarez Caballero, probablemente la primera, en la que, dentro del
tono respetuoso del veterano crítico de El País, se vertió una serie de conceptos y
valoraciones que otros recogieron después e iban a colgarse a Morente como un
sambenito en diversos momentos de su carrera:
"…Enrique Morente, por último. Su inquietud creadora le lleva a buscar nuevos
caminos para el cante, lo que es siempre peligroso en el flamenco, pues ocurre que las
siguiriyas no suenan a siguiriyas y, a veces, el cantaor no conecta con el público. Pienso
que Morente reelabora demasiado los cantes, en una tarea puramente intelectual que
le hace perder frescura, espontaneidad. No cabe duda que esta búsqueda de Morente
es interesante, aunque nos deje algo fríos…".
¡Cuántas veces se han repetido en prensa y opiniones personales los conceptos
anteriores!

Tras su presentación en la abadía francesa de Fontfroide (por cierto otra


Fuente), Morente trajo a España su ejemplar Misa Flamenca para que fuese estrenada
en Fuenlabrada, e inaugurase en 1989 el primero de los conciertos anuales
organizados por El Planeta que, desde entonces, se vienen celebrando todos los
diciembres en la monumental iglesia de San Esteban con el nombre de Navidad,
templo y música. Grabada posteriormente en disco en 1991, esta obra representa una
de las más altas cimas de toda la discografía de Morente. La estructuró en las partes
tradicionales de la misa tridentina: Kyrie, Gloria, Credo, Introito, Sanctus, Agnus Dei y
Salve, que cantó por tangos, rumba, siguiriyas, soleares, malagueñas y ayeos tonales.
En el Kyrie que la abre, Morente introduce polifonía coral, instrumentación con
sintetizadores y elementos de composición que se desarrollaron más ampliamente en
todas sus obras posteriores desde Omega a Pablo de Málaga, pasando por El pequeño
Reloj y Morente Sueña la Alhambra. Además, en ese momento el cantaor se
encontraba en la plenitud de sus facultades vocales, y en toda la maestría del
conocimiento y de los recursos flamencos.
El estreno de Fuenlabrada, en la noche del 22 de diciembre de 1989, estuvo
acompañado por una expectación e ilusión extraordinarias. El cantaor llegó rodeado
por un numeroso grupo de músicos y amigos, madrileños y granadinos. Cuando
subieron al altar mayor de San Esteban, la iglesia se encontraba abarrotada y en la
misma no cabía ya ni un alma más.
“…He hecho también la Misa Flamenca, con textos de los clásicos del Siglo de Oro. La
Nochebuena pasada se emitió en televisión una grabación realizada en Fuenlabrada,
Madrid”. Dijo Morente en declaraciones a la revista La Caña
Se produjeron problemas de sonido de cara al recinto sacro, debido a
cuestiones técnicas derivadas de la grabación efectuada por TVE. Sin que se sepa por
qué, la megafonía interior falló al poco tiempo de iniciarse el recital y ya no volvió a
restablecerse. Esto restó brillantez al desarrollo del concierto que había sido
preparado con la ilusión y el esmero característicos de todas las producciones de El
Planeta. Restó brillantez, pero no emoción, que se trasladó también a los medios de
difusión
De esos inconvenientes, así como de otros más o menos subjetivos dio cuenta
Joaquín Albaicín, desde su tribuna de ABC, haciendo gala de su peculiar estilo. El
contrapunto formal lo puso la entusiasta reseña de A. A. Caballero en El País: “... Como
corresponde a su talento creador, siempre personalísimo, Morente ha evitado el
molde habitual de la misa flamenca convencional, para ofrecernos en realidad un
concierto sacro inspirado en los momentos culminantes de la misa: Introito, Agnus Dei,
kyirie, etc...Es una obra hermosa, compleja y pródiga. Es una lástima que un extraño
problema impidiera que gran parte de la concurrencia recibiera en buenas condiciones
el sonido. Porque lo que se oyó fue realmente excepcional y emocionante. El coro de
voces tuvo por momentos entidad de coro sacro y por momentos la voz de Morente
alcanzó cumbres de una grandeza sobrecogedora...Fue un gozo ver la dignidad con que
se producía este arte jondo de excepción delante del hermoso retablo churrigueresco
del templo”.
Resta añadir para la crónica social que entre los cientos de asistentes y fieles se
encontraban diversos artistas y colegas de Enrique Morente: Miguel Ríos, Amancio
Prada, Juan Diego y Ouka Lele.

El tercero de los días señalados fue el del 12 de septiembre de 1998. Vino para
presentar Omega, en compañía de Lagartija Nick. Hasta ese momento, el mítico disco
había sido presentado en concierto, con éxito rotundo, en decenas de escenarios
principales internacionales y nacionales. Dentro de estos últimos no podía faltar el de
Fuenlabrada. El multitudinario concierto se celebró en la carpa municipal levantada
con el fin de acoger los distintos eventos de las fiestas patronales de la ciudad. De los
previos aparecidos en prensa destaca por su tono a contracorriente el breve párrafo
que le dedicó el poeta, periodista y crítico, Manuel Ríos Ruiz, en el diario “ABC” de
Madrid: “Es una auténtica temeridad la del artífice flamenco, que intenta la formación
de un flamenco nuevo, un rebujo musical que parte de la juventud le aplaude y la
afición clásica le critica y reprocha”. A don Manuel, morentiano de la primera época y
de siempre, se le atragantó el ya legendario disco. Sobre gustos no hay nada escrito.

Jornadas de oro
Año excelente, año 1986, crucial en la carrera ya espléndida de Enrique
Morente, hasta el punto de que pueda hablarse de un antes y un después de 1986. El
hecho de referencia fundamental, fue el estreno de la Fantasía de Cante Jondo para
Voz Flamenca y Orquesta, el 16 de mayo en el Teatro Real de Madrid. Pero antes,
participó, por primera vez, en las II Jornadas Flamencas de Fuenlabrada, acompañado
sólo por la guitarra de José Carbonell Montoyita. De este recital nos dio su reseña
nuevamente Ángel Álvarez Caballero, a quien podría muy bien considerarse como
cronista principal de las Jornadas, por su fidelidad y asiduidad a las mismas a lo largo
de los años y en casi todas las ediciones: “Y entre las dos fronteras (el cante de
Gabriel Moreno y Ketama) mencionadas, Enrique Morente, un cantaor siempre difícil
de clasificar, porque conociendo perfectamente el cante tradicional, viene desde hace
años adentrándose por términos de búsqueda y renovación. Evidentemente, Enrique
es uno de los pocos creadores del momento. A veces se equivoca pero es un riesgo
que debe correr quien quiera salir de los caminos trillados. En Fuenlabrada no se
equivocó. Enrique Morente es un músico de registros y tonalidades increíblemente
versátiles que puede sorprendernos con soluciones totalmente imprevisibles en cantes
absolutamente convencionales. En todo lo que hizo, hubo algo nuevo, inédito,
enriquecedor...”.

Y recién llegado de Cuba, Morente participo el 25 de marzo en las IX Jornadas


Flamencas de Fuenlabrada (1993), Casa de la Cultura, con Juan y Pepe Habichuela, un
trío de honor que tanta gloria han dado y dan al flamenco. Realizaron una breve
intervención; breve comparada con la del San Juan del mes anterior, pero de una
excepcional perfección cantaora.
El “Desencanto“ fue el título que Á. Álvarez Caballero puso a su crónica de la
actuación:
"Los seguidores de Morente que acudieron en bloque a Fuenlabrada se sintieron
frustrados. El cantaor, que probablemente no se encontraba en las mejores
condiciones, estuvo cuarenta minutos en el escenario y pegó casi una espantada, pues
ni siquiera volvió a saludar pese a las insistentes reclamaciones de un público afecto y
que esperaba más".
"Y sin embargo, Morente cantó bien, aunque no llegara al grado de excelencia al que él
nos tiene acostumbrados. Hizo su cante personalísimo, aun en los estilos más fieles a
un hipotético clasicismo flamenco. Todo lo que hizo estuvo en esta línea, sin
aventurarse en sus más arriesgadas exploraciones musicales. El solo acompañamiento
de los Habichuela, impecable como siempre, obligaba quizás a ello. Pero aun así, todo
lo que hizo Morente tuvo su marca, su sello personal e intransferible".
"Los tangos lentos fueron una maravilla de delicadeza e intimismo, las siguiriyas nos
trajeron el escalofrío del grito desolado. Es el cante de Morente, vibró el cantaor e hizo
vibrar a una audiencia al final desencantada por lo breve de su actuación".
“¿Desencantada?”. No creo que esa fuese la situación de la afición, tal vez
contrariada por no poder sentirse partícipe durante más tiempo del momento mágico
que se vivió en esa añorada sala de la cultura, donde se podía comulgar con los artistas
gracias a la proximidad y al calor de un espacio íntimo que muchos recordaremos
siempre.

El 3 de marzo de 2002 participó en las XVIII Jornadas flamencas con Paquete y


El Negri. en el Teatro Nuria Espert, en el programa de mano del concierto de Enrique
Morente, los amigos de la Asociación El Planeta nos descubrieron que el cantaor había
compuesto también música para la serie de televisión Los ladrones van a la oficina. Y
también se describía un perfil breve pero exacto del cantaor: “...maestría,
conocimiento, riesgo, pasado, presente y porvenir, confianza en la grandeza del
flamenco y dueño de su versatilidad: Enrique Morente”. El cambio de escenario no
alteró el espíritu de los ciclos ni el ritual que acompañaba a cada velada: las cálidas y
emocionantes palabras de Manuel Valenzuela, el entusiasta vídeo amateur del señor
Valenzuela, padre, la atenta y afectuosa acogida de Juan Francisco Bruno, y la invisible
presencia eficaz de Eduardo en bambalinas.

En las XXII Jornadas flamencas de 2006, regresamos al centro de Fuenlabrada


desde el barrio de Loranca, y Enrique Morente llegó acompañado de otros jóvenes y
grandes músicos, el guitarrista Niño Josele y el percusionista Bandolero. Era la primera
vez que el maestro de Granada pisaba el impresionante auditorio del Centro Cultural
Tomás y Valiente. Ríos Ruiz le dedicó un previo más extenso que el anterior y esta vez
sin reparos: “En esta edición abre las jornadas el granadino Enrique Morente, genio y
figura. Un cantaor que puede considerarse de los más representativos de nuestro
tiempo desde su aparición en los últimos 60, con una trayectoria triunfal donde las
haya y una capacidad creativa fuera de serie. Lo hace con la espléndida guitarra de
Niño Josele y con la percusión de Bandolero”. Como sin reparos fue la elogiosa reseña
del crítico de El País: “Enrique Morente rompió el cuadro. Cantando por derecho, con
todas las de la ley. Hizo una tanda de siguiriyas cabales que fue una maravilla;
siguiriyas aceleradas a un ritmo muy rápido, que en su voz se convirtieron en una
maravilla (sic). Hizo otras muchas cosas y todas muy bien. La malagueña, sin ir más
lejos, en las que puso sentimiento a raudales. Por no hablar de las dos secuencias que
hizo a palo seco, para empezar y terminar el concierto, que fueron sendos hallazgos
musicales. Cosas así sólo se le pueden ocurrir a Morente, un hombre que investiga
constantemente y que saca cosas bellísimas allí donde otros no hubieran hallado más
que un cante convencional.” Punto y seguido en la carrera de un cantaor que ha
tenido en los distintos escenarios de Fuenlabrada un espejo en el que mirarse, y en el
que se ha reflejado la imagen siempre idéntica y cambiante a la vez de uno de los
artistas españoles más geniales de nuestra época.

Conclusión
Eduardo Pedrero, en una brillante entrevista a Morente para el programa de
flamenco que junto a los otros dos miembros de la asociación llevaban a cabo en la
radio local, tocó varios puntos clave de la carrera y filosofía de Morente: “Filosofía
aperturista que nos influyó en gran medida y que nosotros llevamos a la práctica en la
organización de todas nuestras actividades flamencas en Fuenlabrada”, declaraba
recientemente Pedrero. En la citada entrevista se habló entre otros de los siguientes
temas: El papel de la crítica flamenca, la intuición como guía ineludible del artista, el
reconocimiento a los maestros del cante, consejos a los jóvenes cantaores. Los
cambios en el mundo del flamenco, predicciones sobre la evolución del flamenco, los
recuerdos de la estancia en México y la importancia y estima a Pedro Garfias, Luis Rius
y a otros personajes españoles exiliados en el país azteca a los que Morente conoció y
trató. Pero el cantaor terminaba su entrevista con este recuerdo al pueblo y a los
aficionados de Fuenlabrada:
“Quiero enviar un saludo muy cordial a toda la afición de Fuenlabrada. Para mí
es un sitio que recordaré siempre, gracias a vosotros de El Planeta, a vuestra iniciativa,
agradecérselo al público y a vosotros daros las gracias. Un abrazo muy fuerte.”
Fuenlabrada marzo de 2009
40 años en el Colegio Mayor San juan Evangelista (2009)
“Enrique Morente, la voz libre”

El día tres del mes de agosto de 2008, la agencia EFE difundió una crónica,
publicada por diferentes medios nacionales, sobre el recital ofrecido por Enrique
Morente la noche anterior en los Jardines de Sabatini. En dicha crónica, su redactor,
basándose en la información del programa de mano, afirmaba que Morente había
cantado temas con textos de Luis Cernuda y San Juan de la Cruz del disco Morente
sueña la Alhambra. ¡Qué poco conocía el incauto y confiado periodista al maestro! En
realidad éste sólo cantó una copla que pudiera atribuirse a dicho disco y además con
letra de jaleos extremeños: “Le quise cambiar y no quiso...”
Esta anécdota reciente- existen otras muchas más antiguas- pretende ilustrar la
intención de este escrito para proclamar la incorruptible libertad que ha presidido y
preside la carrera artística de Enrique Morente. Una libertad que ha sido en el pasado,
e incluso en el presente, causa de inquinas y antipatías de determinados personajes de
la crítica, la flamencología e incluso la misma profesión; inquinas y antipatías que no
han conseguido doblegar la firme voluntad de Morente de mantenerse fiel al principio
de “que no puede haber creación artística sin afrontarla con el espíritu libre de tópicos,
recelos y servilismos”. Escribió con acierto y sentido clarividente el empresario
mejicano Juan Ibáñez, en la carátula del disco Homenaje flamenco a Miguel
Hernández, de 1971, que Enrique era un artista porque no era un cantaor sirviente. ¡Y
cuánta razón tendría!
En los 37 años transcurridos desde entonces hasta hoy Enrique Morente ha
construido una de las obras más flamencas y revolucionarias de toda la historia de este
arte. Ya, la aparición de aquel disco dedicado al poeta mártir de Orihuela, fue
interpretada por periodistas influyentes como una transgresión a los sagrados cánones
que estipulaban que las letras del flamenco habían de ser las coplas de la tradición
popular. Años más tarde, Morente recreó en un álbum antológico los principales
cantes de don Antonio Chacón en una etapa en la que reinaba el mairenismo más
militante y excluyente. Antes y después de 1977 aparecieron otros cantes y discos que
llevaron y llevan la semilla de la innovación y la creación flamencas.
El San Juan Evangelista ha sido testigo privilegiado a lo largo de sus cuarenta
años de existencia, de la formación y desarrollo de este inmenso artista libre que se ha
convertido, a fuerza de ser flamenco, en una de las figuras más prestigiosas no sólo de
su género sino también del panorama de la música nacional e internacional.
6.-DECLARACIONES DE ENRIQUE MORENTE
(A diversos medios de prensa y a mí a título privado, a lo largo de los últimos cinco
años de su vida, 2006-2010)

1.- OMEGA
No hay duda de que hubo un antes y un después en la carrera de E. Morente
con la aparición del disco Omega. Yo presencié los inicios de su gestación en un
estudio de música de Madrid, y asistí 11 años más tarde al encuentro de reconciliación
entre Enrique Morente y el líder de Lagartija Nick, Antonio Arias; encuentro que tuvo
lugar en una cafetería-pastelería de la Plaza larga del Albaicín granadino. Allí fui testigo
de cómo Morente expuso (o impuso) las condiciones que tenían que darse para la
nueva gira de conciertos con los Lagartija, tras la ruptura que se había producido con el
grupo, condiciones que fueron aceptadas sin objeción alguna por Antonio Arias. Las
desavenencias entre cantaor y Lagartija Nick se manifestaron, como ya queda dicho, a
raíz de la incomparecencia de estos para la filmación de la escena final del documental:
Morente Sueña la Alhambra, y que fueron motivadas en gran parte por cuestiones de
protagonismo sobre la autoría del Omega. Entretanto, se habían publicado
declaraciones en prensa en las que se cuestionaba el papel principal de Morente, y
hasta surgió una leyenda sobre Omega que yo llamo “Omega apócrifo” desde las
páginas de un blog titulado Exxon Valdez, bajo el que se encontraba el nombre de
Jesús Arias, hermano de Antonio, periodista granadino que se atribuía el papel de
inspirador destacado de gran parte de Omega.
El disco y las dos giras de Omega propiciaron un verdadero alud de noticias en
prensa a través de cientos de páginas con entrevistas y reportajes en varios
continentes. Nos quedamos sólo con algunas declaraciones de Morente entre los miles
de palabras que le hicieron pronunciar sobre la obra más mediática de toda su
discografía, y sobre la que pronto saldrá a la luz un trabajo monográfico en la editorial
Lengua de Trapo, firmado por Bruno Galindo*.
-¿Se puede describir «Omega» como el trabajo más original y arriesgado de su carrera?
-No lo sé, sinceramente. Lo que sí puedo decir es que es un trabajo en el que
pusimos toda la ilusión del mundo. Aunque me gustaría dejar claro que nunca
tuvimos la intención ni de revolucionar ni de reinventar nada. Sólo hicimos un Lorca,
porque eso es «Omega», un Lorca por seguiriyas. Pero no pretende ser una
renovación del rock o del heavy metal, nada de eso. La idea de este disco surgió
cuando estaba haciendo el «Pequeño Vals Vienés» de Lorca, inspirado en la versión
de Leonard Cohen, me di cuenta que estaba frente a «Poeta en Nueva York», y
entonces me dije que tenía que aprovechar mi amistad con Lagartija Nick, que en
este disco es decisiva, porque en aquel momento era un atrevimiento que un cantaor
hiciera un trabajo con un grupo de rock. Fue todo un acierto unirme a ellos.
Entre los puristas del flamenco no hizo tanta gracia este acercamiento al
rock...Fue un escándalo. La crítica y los palos me llovieron de todas partes, hasta de
los árboles. Pero era normal en ese momento. Hoy no se habrían asustado.
El rechazo inicial a Omega se produjo hasta en el ámbito familiar del primer
editor del disco, Borja Casanis. Enrique me comentó que cuando éste lo escuchaba en
casa, su hija le decía: “’Papá, ¿quieres quitar esa mierda?’. Más tarde, a medida que
el disco fue consiguiendo imponerse, el editor se tranquilizó y todo empezó a
cambiar…”
Vino el éxito, la fama y la popularidad y la reconciliación con los Lagartija Nick,
que por boca de su responsable habían llegado a decir en una entrevista de 2007:
“Acabamos jugando papeles secundarios en una película de la que éramos
protagonistas”, a los que Morente elogiaría siempre públicamente por su papel y
participación:
-Procuro estar siempre rodeado de buenos artistas para ver si se me pega
algo. La relación entre Lagartija y yo es magnífica, y viene de lejos. Ya antes de la
grabación del disco éramos amigos de la noche y de la música. Juntos tuvimos la
osadía de crear «Omega». Lo cierto es que de no haber sido por Lagartija Nick este
disco habría sido otro disco más, mejor o peor, pero no tan especial. Es un grupo
valiente. Aunque también he de decir que ellos lo tenían más fácil, porque en el
mundo del rock la libertad existe por naturaleza.
Morente también recordaría al tercer protagonista de Omega, Leonard Cohen.
–Claro que sí. Apenas salió se lo mandamos, y me envió un ramo de flores. Lo
que pasa es que enseguida se metió a budista, y no supe más de él. Por suerte, su
manager le dejó la cuenta corriente a cero y ha tenido que volver a cantar y nos
vimos el año pasado en el festival de Benicassim, donde tuve el honor de compartir
cartel con él, escuchar su concierto entre bastidores y darnos dos o tres abrazos.
El concierto me dejó impresionado. Salí a cantar después y estaba temblando
como una papeleta, muy emocionado. No me podía concentrar, porque pensaba que
estaba haciendo su ‘Aleluyah’, y él ya lo había hecho antes... ¡y de manera genial!
Fue increíble este hombre, con el sombrerillo que se puso, que yo creo que lo compró
en Buenos Aires, porque era como el de Carlos Gardel…

*
Declaraciones mías a Bruno Galindo el 27-01-2011 sobre el disco Omega para su
libro homónimo.
El libro ha sido publicado por la editorial Lengua de Trapo en mayo de 2011 y en el
mismo sólo aparecen breves fragmentos de mis respuestas.

¿Cuál es tu valoración general de Omega?

Cuando escucho casi diez años después de su aparición el disco Omega


compruebo, no sin cierta sensación de sorpresa, que ha perdido aquel carácter de ‘cosa
rara’ y se he convertido en un clásico, un clásico esencial del flamenco del siglo XX que
se escuchará e influirá con toda seguridad en el siglo XXI. Porque aunque algunos sean
duros de oído, hoy está perfectamente claro, para el que sepa escuchar, que la mayoría
de los temas del disco o tienen una base flamenca inconfundible o son genuinos estilos
flamencos. Así el tema principal ‘Omega’, una auténtica morentina, está recorrido por
el martinete, la siguiriya y la soleá; el ‘Pastor bobo’ es una magnífica bulería, ‘La
Aurora de Nueva York’, una soleá por bulerías; ‘Sacerdotes’, unos tangos; ‘Adán’, unas
espléndidas soleares; ‘Niña ahogada en el pozo’, unos jaleos; ‘Vuelta de paseo’, se
inicia por granaínas bellísimas antes de pasar al rock duro; ‘Vals en las ramas’, son
unos originales tanguillos; ‘Norma y paraíso de los negros’, unos fandangos de nuevo
cuño, y ‘Ciudad sin sueño’, una caña original con complementos musicales
contemporáneos no menos originales. El resto de piezas de Leonard Cohen son
canciones, naturalmente con el rajo siempre flamenco de Enrique o de su hija Estrella.
Concluyendo y contrariamente a algunas afirmaciones del propio maestro en las
que dijo que Omega era un diálogo esencial entre flamenco y rock, mi opinión es que va
más allá y logra en la casi totalidad de temas la fusión perfecta entre los dos géneros

¿Qué aspectos te interesan más y menos del álbum?

Si se trata de mi gusto personal, diré que hay temas que me gustan mucho y
otros que me gustan mucho más.

¿Lo ves como el mejor disco de Morente? ¿Uno entre los mejores? ¿Uno más?

Todos los discos de Morente son mejores, aunque alguno lo sea más. Omega
está en la primera categoría.

¿Dirías que Omega es un disco influyente? ¿A quiénes y cómo ha influido?

Sin lugar a dudas es el disco de Morente que más ha influido a todo tipo de
aficionados, ya sea al flamenco, a la música, o al arte en general.

En tu libro (E. M., la voz libre) haces una extensa recopilación de las reacciones de la
prensa frente a Omega. ¿Realmente crees que está justificado decir que fue atacado
por los puristas? (Se aprecian mucho los ejemplos concretos) ¿Crees que tenían al
menos alguna parte de razón?
Morente ha sido denigrado, escarnecido y despreciado por parte de aficionados
anónimos, críticos y artistas del flamenco. Es muy difícil imaginar esto en los últimos
meses y días, pero su carrera lo fue de obstáculos y los fue superando todos. Tras el
Omega hubo hasta uno, un crítico y flamencólogo, que lo había apoyado desde el
principio de su carrera, que se rasgó las vestiduras y llegó a escribir la barbaridad de
que Morente se dedicaba hacer esas cosas a lo mejor para no tener que competir con
otros cantaores en los festivales... Y no me refiero al “botarate de Écija”, en palabras
del maestro... ¿Tenían razón los puristas de la clásica en rechazar la ‘Gran fuga’ de L.V.
Beethoven? Mi respuesta es No.
El crítico de flamenco Alfredo Grimaldos dice que Morente se puso a experimentar
solo cuando ya había hecho bien todos los palos del flamenco. ¿Coincide con esa
percepción? ¿Fue la experimentación una especie de extra en su carrera?

Me extraña que un conocedor de la dialéctica haya podido afirmar eso. Yo creo


que la experimentación de Morente estaba en la base de su estilo y personalidad desde
el principio de su carrera y antes de haber llegado a la maestría que alcanzó con el
paso de los años. El aprendizaje de Morente fue continuo gracias a su talento e
intuición. Si se escucha el disco Obsesión que hizo en colaboración con Antonio Robledo
en 1985, o A la vida, al dolor con Gualberto en 1975, de menor entidad, se puede
entender lo que digo. Morente creó una siguiriya que grabó en su disco Se hace Camino
al andar, también en 1975, y todavía no era el maestro que llegaría a ser muchos años
más tarde. Omega es el eslabón más visble de una cadena de “experimentos” que
comenzó con la siguiriya referida, siguió con la “Misa Flamenca” y se continuó en todos
los últimos trabajos discográficos.

Dices en tu libro que Omega fue escogido disco del año por Libération. ¿No tendrás
por ahí el recorte?

No, Yo no lo digo, sino el crítico sevillano Manuel Bohórquez al que cito


entrecomillas. Ignoro la fuente de prensa en la que se basó.

¿Qué más noticias tienes de la repercusión internacional de Omega?

Nueva York en la BAM (2003) con la presencia de la hija de Leonard Cohen y del
propio Lou Reed en uno de los tres conciertos ofrecidos por Morente y Lagartija Nick.
Bruselas, Chauen (2002), Londres (2006), México (2008) Buenos Aires (2009) Supongo
que me falta alguna otra actuación internacional. Enrique Morente tiene su perfil en
inglés en Wikipedia, la BAM y en el National Geographic...
¿Crees que en general Omega ha servido realmente para acercar el público al
flamenco o bien que ha sido un disco que ha creado su propio público entre los que
buscan emociones musicales extremas y diferentes?

La pregunta facilita la respuesta. Ha habido de las dos cosas. Gentes que no


podían imaginar que un cantaor de flamenco pudiera interpretar y componer una
música como la del Omega y que por consiguiente se han sentido impulsados a conocer
más flamenco. Otras que se han quedado solo con la música del disco, y una tercera
clase de gentes que añado: los ortodoxos, que se han sentido reafirmados en sus
prejuicios y rechazo a Morente.

¿Situarías Omega como un eslabón más dentro de la cadena de acercamiento entre


flamenco y rock que pasa por Lole y Manuel, Veneno, La Leyenda del Tiempo,
etcétera…?

Tengo mis dudas sobre si los eslabones que mencionas forman parte de una
misma cadena, ya que en cada uno de ellos inciden elementos musicales y culturales
bastante distintos a mi entender. En cualquier caso, Omega es el resultado de una
composición mucho más abstracta, compleja y profunda de otros elementos musicales
y artísticos muy diferentes de cada uno y de todos los comparados.

Bruno Galindo/Balbino Gutiérrez

2.-Innovador
-Desde el principio de su carrera a Morente se le considera un innovador, ¿Pero se
siente él identificado con este calificativo?
-No me molesta, pero lo cierto es que procuro rehuir de las etiquetas. Cuando
veo que lo estoy haciendo demasiado revolucionario, hago un concierto entero por
malagueñas.
Yo nunca he dejado ni dejaré el cante jondo antiguo y clásico, pero tampoco
dejaré de intentar estar en el momento en que vivimos. Porque hay que evolucionar,
es que me tocó vivir una época muy dogmática y muy sectaria, demasiado observada
por expertos y por una afición que en unas cosas estaba acertada, pero en otros
conceptos estaba perdiendo. Era una mentalidad que no me gustaba. Eso me hizo
tirar por más sitios. Realmente casi nunca nos vamos de los sitios. Nos echan. Y claro,
ante este planteamiento, intentar innovar e introducir nuevos elementos en el
flamenco tiene sus riesgos.
Pero no me ha importado mucho, porque me ha servido para escaparme del
hermetismo y la visión cerrada que había en la flamencología. Un cantaor era muy
observado desde una visión muy académica. Querían encorsetar todo esto, que lo
que ellos decían fuese la palabra de Dios. Y, pa' que nos vamos a engañar, yo soy un
poco más del demonio.
La verdad es que se pasa mal, lo pasamos mal. Me acuerdo en el Teatro
Albéniz, (febrero 96) en el Festival Flamenco de Cajamadrid, hice un concierto de
cante clásico con Tomatito. La gente, entusiasmada, pidió un bis con mucha
insistencia. Lo tenía preparado. Bajó una cortina de tul, salió el grupo Lagartija Nick
e hicimos Omega. Claro, todavía no había salido el disco y nadie conocía el trabajo. A
los flamencólogos y a los críticos casi les da algo. Muchos de los que hacía unos
minutos me habían aplaudido se volvieron contra mí. La gente hizo corrillos en el hall
para comentarlo.
Sin embargo: "Puedo hacer un disco nada más que cantando a la Virgen de las
Angustias y entonces habré roto otra vez con todos los Morente anteriores…

3.- Premios

Su carrera musical siempre ha sido reconocida, pero en los últimos años llegan otros
premios como la Medalla de Oro de Andalucía, de las Bellas Artes o el Pozo de Oro,
¿cómo se reciben?
-Son maravillosamente molestos. Ante esos reconocimientos, la única postura
es ser agradecido y valorar lo que uno recibe. Realmente, prefiero dar un paseo por
el campo-

4.- Opiniones sobre temas diversos

En un mundo como el actual, ¿qué aporta la cultura?


Soy muy infantil y siempre he pensado que la esperanza del mundo es la
cultura, el conocimiento al alcance de todos. Es lo que abre a la sensibilidad, la
comunicación, la que hace sentirnos más iguales a todos los hombres.
Maestro: es un placer hablar con usted. Sé que ha escuchado con placer a algunos de
los compositores más innovadores de la actualidad: Luigi Nono, Helmut Lachenmann,
Mauricio Sotelo...¿Sigue haciéndolo? ¿En qué medida le influyen?.

A Luigi Nono lo he conocido a través de mi amistad con Mauricio Sotelo y mi


preferencia actual está al lado del maestro Sotelo porque me une una relación de
trabajo con él. Algún día volveré a trabajar con él. Es un músico al que admiro.
¿Cuál es su canción que le ha hecho emocionarse hasta llorar o más le pone los pelos
de punta?
No hay una sola canción. Ha habido más de una que me ha emocionado. Me
han emocionado interpretaciones geniales de Janis Joplin,

Enrique, qué le parece el camino abierto por J. y los Planetas con 'La Leyenda
del Espacio', un hito en el camino del mestizaje entre rock y flamenco o bien una moda
pasajera?

Los Planetas tienen mucho talento, han hecho y van a hacer trabajos muy
interesantes. Granada ha dado grandes artistas dentro del mundo del rock,
empezando por Miguel Ríos y pasando por Lagartija Nick con Antonio Arias y Los
Planetas con J. Son personas de mucha valía.

Tan moderno como le veo, ¿tendrá una opinión sobre Michael Jackson?
Un genio. Lo mejor de lo mejor. Además, siempre defendí su inocencia y jamás
creí todas esas acusaciones horribles que le amargaron los últimos años de su vida.
Una maravilla de músico que debió sufrir enormemente con su vida.

La música, como cantaba Paco Ibáñez que decía Celaya, ¿es un arma cargada de
futuro?
¡Sin lugar a dudas! Y aprovecho para pedir más reconocimiento para Paco
Ibáñez, porque le adoro. Y ahí está lo que ha hecho con Góngora, Quevedo... Hay
que agradecerle habernos enseñado a todos a musicar la poesía castellana.

-Sigue teniendo conciencia de clase. Incluso la tenía en el franquismo, cuando los


cantaores pasaban de puntillas.
Toda la culpa la tienen Miguel Hernández y Lorca. Aunque izquierdas y
derechas se han desfasado un poco. Debería prevalecer la claridad de las gestiones
políticas y la defensa de los derechos humanos.

-¿Es verdad que cuando Garzón empapeló a Pinochet fue a cantarle un fandango en
privado?
¡Sí, señora! Le di las gracias, no con un fandango, sino con varios.

“La nana de Oriente” es especial por el tema, por quienes cantan contigo…
Es un tema especial porque los niños le cantan la nana a la madre, no la
madre a los niños. Y trata sobre la soledad de los niños, unos por una razón y otros
por otra. Unos por los aparcamientos hoy necesarios; no hay más remedio porque las
madres tienen que salir a trabajar. Y también por otra series de sufrimientos que no
voy a citar por no ser demagógico con el tema. Es un juego sobre el canto de las
madres, sobre la palabra ‘mare’ con la mar, con el mare nostrum, con las olas, con la
mamma italiana que es igual en el mundo árabe y aquí en muchos pueblos nuestros.
Bueno, una idea algo surrealista. Lo importante es que cantan los niños con mucha
ingenuidad y mucha inocencia… como únicamente pueden cantar los niños.

¿Qué recuerda de la primera vez que vio el Guernica?


Lo vi cuando lo trajeron por primera vez a España, hace muchos años. Estaba
en Nueva York, y lo trajeron a un edificio que estaba al lado del Museo del Prado,
que se llamaba el Caserón del Buen Retiro. La verdad que cuando lo vi tan
aparatoso, tan grande, trataba de interpretarlo, pero no lo hice bien. Hasta que
vi los bocetos, donde está plasmada la desesperación de los llantos y los gritos de
las madres en una guerra, en un genocidio.

Hola Enrique, usted que tanto ha admirado y cantado a Lorca, qué opinión le merece la
exhumación de la fosa de Alfacar.
Eso es una decisión de los familiares principalmente, pero también es importante
que se sepa dónde están los restos de un genio de la literatura como es Federico
porque si no cuando pasen 400 años la gente va a querer saberlo, También me
gustaría saber dónde están los restos de Sócrates. como hoy queremos saber dónde
está Velázquez o Shakespeare, para poderles rendir tributo. De todas formas es un
debate entre Ian Gibson y la familia Lorca, creo.

Sobre el arte religioso


El arte sacro es, probablemente, el que más me gusta. Creo que los valores y
sentimientos religiosos han inspirado muchas de las obras artísticas (tanto pictóricas,
como musicales, literarias o arquitectónicas) más excepcionales de la historia de la
humanidad. En cualquier caso, con independencia de que yo sea creyente o no,
considero que la afición por el arte religioso no se contradice con una sólida y activa
defensa del laicismo y de los derechos civiles. Ahora bien, cuando publiqué el disco de
la Misa Flamenca en 1991, llegué a temer que hubiera gente que pensara que yo era
un "capillita”.

En una ocasión, dijo que el flamenco debía servir para denunciar las injusticias y en su
nuevo disco y en esa línea hay una canción titulada 'Gern-Irak', en recuerdo al
bombardeo vasco y a la guerra de Irak...
Sí, desafortunadamente ahora podríamos trasladar la misma idea a Gaza y a
otros muchos sitios. El ser humano parece que no aprende muy rápido, somos
limitados.
-Entonces, si estuviera en sus manos, ¿saldríamos de la crisis por bulerías?
-Bueno, bulerías y alegrías y pensando en la sobriedad y arrimando todos el
hombro. Los banqueros sobre todo porque son los que han organizado el
endeudamiento. Lo que no entiendo es por qué si reciben pa' dar, no dan.

-¿Cómo se consigue el maridaje entre sus textos, su pintura y el flamenco?


-Eso sólo se consigue gustándote mucho la pintura. Las artes, en general. Y a
mí me gustan, claro.

5.- Los amigos y los maestros

Mientras trabajaba en ese tributo, ¿qué es lo que más ha recordado de Mario Maya?

–Ha habido muchos momentos con Mario, hemos recorrido muchas noches de
conversación. Nunca olvidaré cuando le canté en el Generalife [en 1994, dentro del
programa Cien años de cante], con Manolo Sanlúcar a la guitarra. Era un gran artista
y un gran amigo, y se da la circunstancia de que ha fallecido en Sevilla y en medio de
una Bienal. Lo menos que puedo hacer es cantarle esta noche.

–Otro buen amigo suyo fallecido este año es Miguel Candela, dueño del legendario
Candela de Madrid, que no ha sido aún objeto de homenaje oficial en Andalucía, que
sepamos.
Miguel Candela ha sido decisivo en el flamenco actual. Cuando no había nada,
absolutamente nada, él creó ese núcleo, ese ambiente, el sitio donde nos reuníamos,
nosotros y músicos de todas partes del mundo. El flamenco le debe muchísimo a
Miguel. Mi último disco, el de Picasso [Pablo de Málaga, 2008], está dedicado a su
memoria.

-Para muchos aficionados, el cartel soñado de la Bienal es desde hace ya varias


ediciones Enrique Morente con Paco de Lucía. ¿Es eso una quimera?
–Hombre, será difícil, porque, aunque somos muy amigos, Paco vive lejos y
sería difícil preparar algo juntos. Estamos siempre deseando vernos, lo cual no quita
que él tiene su propia carrera y yo tengo la mía. Por mi parte, desde luego, sería una
maravilla subir con él a un escenario en una Bienal de Sevilla.

-A lo largo de la conversación también sale a relucir Camarón, que siempre estuvo


interesado por el trabajo de Morente y con quien el cantaor granadino mantuvo una
relación muy cariñosa:
No perdía comba, era un ‘magnetofón viviente’, afirma Enrique. La primera
vez que escuché unos fandangos míos cantados por él y tocados por Paco de Lucía,
me quedé loco. Los habían hecho suyos; una obra de arte genial.

-En "La voz libre", la recomendable biografía tuya escrita por Balbino Gutiérrez, se
cuenta pero solo por encima que en tus primeras grabaciones no le cuadraba mucho a
Pepe de la Matrona lo de las malagueñas de La Peñaranda. ¿Qué es lo que te dijo?
Me estaba esperando con un vaso de vino una noche, y me dice: "Vamos a
ver, ¿Quién te ha dicho que son malagueñas de La Peñaranda?". Le dije: "Yo se lo he
escuchado a usted". "Vale, pero ¿Quién te ha dicho que son de La Peñaranda?".
"Bueno, yo le oí decir usted a veces que creía que era de La Peñaranda". "¡Ah, que
creía que era ! ¡ Pero dije que creía, no que era !". Entonces, yo le puse, atrevida
juventud, malagueña de La Peñaranda. Ahora hasta mis enemigos hablan de esa
malagueña como de La Peñaranda, y el título se lo puse yo. Jajaja. A ver ahora qué
hacemos con esa malagueña.
Al maestro Matrona le debo mucho. Le debo el concepto del cante jondo, el
rigor y la exigencia en las letras, la afición a la investigación del cante… Hay
muchísimo cante, hay que investigarlo, hay que preguntar. Hoy en día está todo
grabado, pero antes había que hacerlo directamente, de persona a persona. El
gramófono era tu oreja.

-A usted le ha salido un disco flamenco casi cien por cien, “Pablo de Málaga”:
siguiriyas, soleares, bulerías, granaínas, malagueñas, verdiales, etc.
Yo siempre he cantado cante flamenco, cante jondo, a mí lo que más me
gusta es el cante flamenco clásico.
Incluso en los tientos del segundo corte, ¿no aparece como una especie de homenaje a
Manolo Caracol?.
Estoy totalmente de acuerdo. Siempre he sentido una gran admiración por ese
artista extraordinario que fue Manolo Caracol.

6.- El flamenco actual


Creo que vivimos un momento muy óptimo, hay muchísimos artistas jóvenes y
no tan jóvenes haciendo cosas buenísimas. Mira, sólo en mujeres, nada más que en
Sevilla hay una cantidad de cantaoras que me pregunto si hemos conocido un
momento mejor: Aurora Vargas, La Susi, Esperancita [Fernández]... De guitarristas,
no digamos. Y todo el mundo sabe que están saliendo extraordinarios cantaores.
Creo que despreciar lo que hay es, entre otras cosas, una falta de respeto.

¿Qué ha cambiado en esos casi 30 años en el Flamenco; para mejor y para peor?
Para mejor ha cambiado que la técnica es extraordinaria, el nivel musical y de
la danza es extraordinario. Para peor, quizá tal vez, lo que sucede con la música hoy:
se estandariza más que nunca.

¿Cantaores que me gusten?:


Arcángel, Poveda, Joselito de Lebrija, Fernando Terremoto, Duquende y
muchos otros más. Y en el baile está ese loco maravilloso que es Israel Galván. Si
seguimos enumerando me voy a dejar otros muchos .

Siempre fue en contra de los clichés del flamenco.


Yo creo que hay que procurar sacar la personalidad de uno, no ser un mero
imitador de los demás, ser sincero con uno mismo y cantar lo que se considere
oportuno y lo que se tenga ilusión de cantar en cada momento. Todo tiende a
estandarizarse, con los CD y con la música grabada se parecen mucho unos a otros. Y
en el flamenco es más preocupante que en otros géneros. Lo que sí recomiendo, por
supuesto, es no tener miedo a hacer música. Que no tengan miedo con los
atrevimientos, pero que los atrevimientos no se hagan ni para ser más interesante ni
para ver si se triunfa más, aunque todo esto dicho entre comillas, pues es lícito. Claro
que es lícito que un chico o una chica joven pretenda ser más interesante y quiera
triunfar. Pero que el primer móvil y el fondo de la cuestión sea hacer arte, hacer
música. Yo lo veo así, pero tampoco soy quien para decirle a nadie cómo tiene que
hacer las cosas. El tema es delicado y en arte más.

En relación a las adaptaciones de poetas cultos al flamenco hechas por Morente


Creo que habría que replantearse la separación tajante que se suele hacer
entre poesía popular y culta. Yo estoy convencido de que muchísimas letras históricas
del cante jondo, fueron realizadas por escritores cultos. Y a la inversa, esto es, hay
muchos textos de origen popular dentro de la poesía culta. También creo que el
futuro del flamenco pasa por su capacidad de abrirse a otras sensibilidades
musicales. Si no lo hiciera, si los cantaores y tocaores actuales se limitaran a repetir
lo que han hecho sus antecesores, el flamenco terminaría siendo una manifestación
folclórica más, tan bella como fosilizada. Y que conste que a mi encanta el folclore.
Pero el flamenco, a día de hoy, está muy vivo, sigue siendo un mundo en el que
abunda la imaginación y la creatividad. No es una música de museo.

7.- Sobre el flamenco en general

Para hacer flamenco no hay que ser sufrido


El flamenco siempre ha estado en una especie de gueto, es un ambiente un
tanto cerrado, y eso siempre me angustió bastante, porque nunca hacía las cosas
bien y a gusto de las exigencias de los conservadores. Tal vez de ahí venga mi
rebeldía, mi afán de dialogar con otras músicas.

¿Y el flamenco? ¿No fue un bastión de resistencia al franquismo?


No, éramos apenas dos o tres los flamencos que teníamos conciencia política.
Y yo tampoco puedo enseñar un historial de mártir.
Hay gente que sólo vive para demostrar que el cante flamenco es de su
pueblo; y de su pueblo su barrio, porque lo de los otros barrios no vale nada; y de su
barrio su casa; y de su casa nada más que él, porque sus hermanos han sido todos
muy malos. Como comprenderás son teorías que son un poco… Tiene mucha gracia
pero es totalmente ridículo… El flamenco se hará más grande cuanto más se expanda
y cuanto más lo conozca la gente fuera de España.

Cuando le preguntaron que qué opinaba sobre la declaración de parte de la UNESCO al


flamenco como patrimonio inmaterial de la humanidad, respondía que él pensaba que
La humanidad era patrimonio del flamenco

Los flamencos pueden haber sido tradicionalmente más artistas en vivo que
“enlatados”, o por lo menos se les supone…
Ahora ya creo que no. El mito de que los flamencos como estaban bien es en
el cuarto de los cabales, de fiesta, solitos, sin grabaciones…bueno, no, ya no. Yo
quiero desmitificar esa idea de que el flamenco auténtico está en el cuarto de los
cabales. Hay cierta parte de verdad en eso, pero el estudio te permite la creación, te
permite la afinación, la creatividad.
Aquí no hay que olvidar que algunas de las obras más grandes de la Historia
reciente del Flamenco se han hecho, y se harán, en el estudio. “Zyriab”, de Paco de
Lucía o “Tauromagia” de Manolo Sanlúcar…salieron del estudio y son lo que son
gracias a que se pudieron pulir y perfeccionar como debían donde debían.
Nunca me ha gustado la etiqueta que dice que para cantar flamenco hay que
ser sufrido. La vida es sufrida para todos y alegre para todos. Es verdad que es un
género en el que el sentimiento y el quejido tienen que predominar. Pero en todas las
músicas tiene que estar el sentimiento. Si no, no hay arte.

A la vez, lucha también contra la idea de que basta con poner el corazón:
Esa etiqueta tampoco me gusta. Este es un género que necesita muchas
horas, mucha entrega, y se aprende muy tarde, luego de mucho trabajo. Se dice que
es una música que viene del pueblo, y es bien cierto. Pero para hacerlo bien requiere
dedicación. Es un género de profesionales.

¿Y hasta qué punto existe un peligro de que las imposiciones de la actual industria
musical (con las discográficas convertidas en "fábricas de temitas") acaben
exterminando el flamenco?
En el mundo actual la dimensión comercial de la música es inevitable. Y
tampoco creo que haya que rasgarse las vestiduras por eso. Es algo que, de una u
otra forma, siempre ha ocurrido. No podemos engañarnos. Un cante por seguiriya
nunca se va a programar en los 40 principales, donde se pondrán siempre músicas
más asequibles para el público joven. Además, hay mucha gente dentro del flamenco
que no está por los "temitas", que quiere hacer (y hace) cosas de calidad. Aunque,
por supuesto, también existe, como en todos los ámbitos de la creación artística,
aprovechados que sólo buscan el beneficio económico, sin importarles lo que haya
que hacer para conseguirlo. En cualquier caso, creo que no hay razones para el
pesimismo, pues existe un público, tanto en España como en el extranjero, para el
cante, el baile y el toque de calidad.
Este disco, Morente Flamenco, es una consecuencia de todo el cante que yo le
he escuchado a los anteriores. Hoy en día tenemos todo el archivo del cante flamenco
grabado y digitalizado, todos los discos de pizarra y de vinilo están pasados a CD y
están a disposición de cualquier joven que quiera aprender los cantes. Sin embargo,
como entonces no teníamos ni tocadiscos, todos estos cantes yo los aprendí de viva
voz, de ellos mismos y en directo trabajando, por las noches en las fiestas

8.- ¿Cómo es el cante de Morente?

Ni los aficionados más críticos con la heterodoxia de Enrique se atreven a discutir el


enorme conocimiento del flamenco que el artista granadino atesora, y él mismo
reivindica su condición de cantaor por encima de todo
Antes, los viejos decían de un artista joven, cuando creían en él, que tenía
sentido cantando y era muy aficionado. Como un galardón y una aceptación. Pues
eso es lo que yo he intentado ser siempre, un aficionado al flamenco. Ni al antiguo ni
al moderno; al flamenco. Eso sí, lo he hecho con mi propia expresión.
La mayoría de mis cosas las he empezado a sacar cantando por la calle,
Recuerdo que, cuando trabajaba en Zambra, me iba todas las noches andando a mi
casa, desde Neptuno hasta Carabanchel. Un día llegué al tablao y canté una
seguiriya nueva, y Rafael Romero, que era tremendo para los cánones del flamenco,
me preguntó de quién era aquello. Para que no me regañara, le contesté: 'Eso se lo
escuché a un viejo de Granada'. No le dije que era mío, claro. Pero esta forma de ser
mía, inseguro, también me ha hecho equivocarme. Eso sí, yo siempre digo que es
mejor arriesgarse a todo antes que aburrirte tú y aburrir al personal. Apoltronarte en
un sillón no es sano para el arte.
(Se refería a la siguiriya que grabó en el disco Se hace camino al andar de 1975: ‘Voces
doy al viento’, que fue la precursora de la que canta en el film Flamenco de Carlos
Saura, que está considerada como el non plus ultra de la innovación en este estilo tan
tradicional y rígido)

¿Buscas con Morente Flamenco reivindicar esa faceta del Morente más puro, del
cantaor tradicional?
No es que me haya planteado esa justificación. No debe hacer falta porque
cualquier aficionado debe de conocerme y saber que yo soy un cantaor de los palos
del cante flamenco de toda la vida. Así ha sido, soy y será. Todo lo que he hecho en
cuanto a mestizaje e innovación ha sido siempre desde el concepto de cantaor de
cante flamenco. Absolutamente todos mis trabajos están hechos desde la perspectiva
del cante jondo.
-“Tuvo momentos flamenquísimos ligando los tercios con afinación y con esa voz de
minotauro sabio que se le ha puesto en los últimos años”. (Comentario sobre uno de
sus últimos recitales en Madrid .)

¿Qué papel juega la guitarra en su cante?


Es decisiva, porque la guitarra es la armonía de lo que se canta.

¿Y el baile?
El baile es el ritmo y el tiempo. Alguien me ha preguntado que qué le
aconsejaba a una persona que quisiese iniciarse como cantaor. Y le he respondido
que escuchar a todos los cantaores, todo lo que hay grabado y a los que están
cantando en vivo, y también apuntarse a una academia de baile para aprender el
ritmo y el tiempo.

Los guitarristas que te acompañan son muy diferentes. ¿Te lleva cada uno a cantar de
una manera?
Claro, claro. Canto con Juan y con Pepe Habichuela, que son hermanos, dos
extraordinarias guitarras. Como cada persona es un mundo, con cada uno canto de
una manera. Y luego está Rafael Riqueni, que se levanta por la mañana con los pelos
de punta y es un guitarrista genial. Con él canto de otra manera. Ahí tengo cantes de
lobo hambriento. Lo que me salva es la guitarra de Rafael, que es extraordinaria.
Personalmente, lo que más me gusta es la mezcla de lo antiguo con lo
moderno, de lo ancestral con lo contemporáneo. Por ejemplo, el otro día estuve en
un hotel que acaban de inaugurar en pleno Barrio Gótico de Barcelona. Está
rehabilitado con un gusto muy moderno, pero se integra a la perfección en ese
espacio urbano de origen medieval. Me encantó la combinación.

El maestro es una de las figuras que más ha hecho para ensanchar el territorio del
flamenco. Pero vuelve y vuelve a las raíces:
Sí, siempre vuelvo al cante jondo, mejor, no lo dejo nunca, porque yo soy
cantaor y todo lo que hago, aunque sea innovación siempre lo hago desde la
perspectiva del cante jondo». Todo lo que hago, por muy innovador que sea, lo hago
desde la perspectiva del cante jondo.

Sin embargo, lo más habitual en el flamenco es el cantaor que interpreta siempre el


canon…
Yo eso lo respeto y lo admiro. Además, yo he estudiado cómo son los cantes.
Pero yo los cantes los hago como me salen, no sigo las reglas esas de hacer el cante
como es o como se dice que es. Hay que respetar al que lo haga así, pero yo me la
tengo que jugar en cada tercio si no, prefiero el desastre. Si canto cinco letras y me
salen tres malas pero dos muy buenas es genial… dentro de lo que yo hago. Bueno,
merecen respeto todas las formas de hacer música, la mía es la que tengo, no tengo
otra y no tiene ningún mérito.
7.-MORENTE Y MAIRENA (UNA BUENA RELACIÓN MEDIATIZADA Y
MALINTERPRETADA)
A propósito de la soleá apolá del disco Despegando. Del Festival de Mairena del
Alcor de 1969, y de la carta en la que Enrique Morente habla del maestro Antonio
Mairena.

El jueves 21-4-94, después de la breve y brillante participación de Morente y


Pepe Habichuela en un festival musical omni géneros a favor del pueblo cubano,
organizado bajo el nombre-objetivo “100 toneladas de leche en polvo para Cuba”, fui
con ellos hasta Casa Patas donde actuaban algunos miembros de la familia Carmona,
Carlos Habichuela y su sobrino Pepe Luis. Allí coincidió Enrique con Juan Antonio
Muñoz, el guitarrista y aficionado madrileño, íntimo amigo de Antonio Mairena, y
testigo de cargo de la famosa historia de la soleá apolá de Morente, o ‘soleá de
Charamusco’, como la llamó el maestro de Mairena del Alcor.
Yo, que tenía la idea de que José Antonio Muñoz era una persona de más edad,
tuve ocasión inesperada de conocerlo y de conocer datos sobre el tema nada menos
que de los dos principales protagonistas del asunto, al que los críticos Manuel Martín
Martín y Agustín Gómez habían estado magnificando en absurda polémica.
Juan Antonio Muñoz me afirmó que él había contado toda la verdad de los
hechos al periodista onubense Onofre López, y volvió a recordar que Antonio Mairena
le había regañado amablemente diciéndole textualmente: “No me gusta que dejes las
cosas que me has grabado a la gente, pero no me importa que hicieras escuchar ese
cante (la soleá de Charamusco) a Enrique, porque es un buen muchacho”.
Yo le dije a Juan Antonio Muñoz que de las dos primeras letras de la soleá que
grabó Morente existían referencias que no aludían a Mairena: Tú vienes vendiendo
flores…(la primera) se cantaba por tangos del Camino (en Granada) y también la había
cantado Manolo Caracol como un pregón, y en cuanto a la segunda copla: Y hasta que
la noche llegue…, se encontraba en el cancionero de Rodríguez Marín, “El alma de
Andalucía en sus mejores coplas amorosas” con el número 1281. Él me confirmó que
Mairena no las había cantado y que lo que Enrique había cogido de la soleá era
solamente el aire, la música…
Morente no quiso ni oír hablar del tema cuando yo le pregunté a él y a Muñoz
si conocían el artículo de Agustín Gómez en la revista Candil, en el que el periodista
cordobés atribuía la paternidad de la polémica “soleá” a Pepe Marchena…Muñoz me
respondió que no lo conocía ni quería conocerlo, pero que en todo caso era rizar el rizo
y que además era imposible que Marchena hubiese cantado esa soleá, ya que no sabía
cantar palos rítmicos de ese tipo.
En cuanto a la relación Morente-Mairena, Juan Antonio Muñoz reiteró que
Enrique siempre había sido muy respetuoso con el maestro fallecido, y que éste
siempre habló con simpatía de Morente. Muñoz le dijo que entre otras muchas cosas
inéditas de Mairena guardaba unas siguiriyas “estremecedoras” de don Antonio y que
le gustaría sacarlas a la luz con fines benéficos para alguna sociedad flamenca. Enrique
le respondió inmediatamente que si quería podían grabarlas en el sello “Discos
Probeticos” que él estaba tratando de crear, y Juan Antonio le respondió que le
parecía estupendo que así fuese.
Por otro lado, Juan Antonio Muñoz me comentó, aparte, la gran amistad que
tenía con Enrique Morente y que se remontaba a finales de los años sesenta, y que
incluso lo había acompañado en algunos festivales andaluces como el de Mairena del
Alcor, en 1969. Le comenté la crítica adversa que Manuel Barrios había hecho de la
actuación de Enrique en ese festival, y Muñoz se quedó extrañado porque se acordaba
perfectamente que el público de Mairena había aplaudido mucho los cantes de
Morente, especialmente los cantes por fandangos y por granaínas. También me habló
del calor insoportable que habían sufrido durante su estancia en el pueblo sevillano, y
de las ínfimas condiciones de la pensión en la que Enrique y él se habían alojado por
falta de medios económicos. Igualmente, me confirmó lo que José María Velázquez ya
me había dicho: “que el que repartía el bacalao en el Festival de Mairena era don
Antonio y que sin su consentimiento Morente no hubiera podido entrar en ese
festival.”
Carta de Enrique Morente a José Manuel López Mohíño, un buen aficionado de
Sevilla, en respuesta a la petición de éste para que le hiciera “una breve referencia
de Antonio” con el objeto de incluirla en el libreto de una conferencia-recital de
Antonio Mairena, ofrecida en la Peña El Taranto de Almería en febrero de 1977.

Estimado López Mohíño:


He recibido el CD con los dos temas que canta Antonio Mairena en la peña el Taranto
de Almería. Esta peña ha hecho por el flamenco una gran labor porque ha creado
una gran calidad de afición. Seguramente la afición de Almería puede presumir de
ser una de las mejores, de las más abiertas y más amigables con los cantaores, por
eso Antonio Mairena daría un gran recital esa noche en ese aljibe árabe del casco
viejo de la ciudad. También daría un buen recital porque ha sido un gran cantaor que
ha marcado unas décadas e influyó de gran manera a los cantaores que éramos
buenos aficionados.
Dentro de lo paradójica que es la vida, el gran Antonio Mairena que con tanto ahínco
defendió el cante grande, gitano y andaluz, tuvo más admiradores payos que
gitanos. En la posteridad seguimos respetándolo y la prueba está en estos dos cantes
inéditos que me envías. Desafortunadamente, al menos en este CD, con mal sonido,
aunque estoy seguro de que tú como buen aficionado vas a trabajar en la limpieza de
esta grabación y va a sonar debidamente dentro de lo que es una actuación grabada
en directo en esos años.
Como aficionado te doy las gracias y te estimulo a seguir honrando el trabajo y las
obras de los grandes cantaores como Antonio Mairena.
Un fuerte Abrazo
Enrique Morente.
8.- TRES CONFERENCIAS

En esta primera parte se recogen tres conferencias de las seis que he


pronunciado sobre el maestro en diversos foros y desde la década de los 90: La pasión
por las artes según Enrique Morente (2004), Paradigma de creatividad musical (2008) y
Enrique Morente, cantaor (2009). Dos anteriores en el tiempo a éstas, que
permanecerán inéditas, llevan por título: La poesía culta en la obra de Enrique
Morente (Casa Patas) y Enrique Morente, el transgresor (anfiteatro del Colegio Oficial
de Médicos de Madrid). La sexta, A Enrique Morente, un genio entrañable, es posterior
a su fallecimiento y la leí el 13 de abril de 2011 por invitación de la Universidad de
Navarra y como homenaje que allí se le tributó. Se recogerá pues en la segunda parte
de este libro o Epílogo. Entre todas ellas configuran un apartado de reflexión y análisis
sobre la casi totalidad de la obra de Morente a la vez que nos permiten adentrarnos en
el retrato de su personalidad humana.
He creído conveniente ofrecer los textos originales correspondientes a la fecha
de su preparación y lectura, con el fin de mostrar la atención que he mantenido a lo
largo de las últimas décadas por la figura y la carrera del cantaor amigo. El resto de la
obra de Enrique Morente no expuesta en estos trabajos se presenta en otros capítulos
de este volumen, completando así mi análisis e inventario de su obra. Soy consciente,
sin embargo, de que no agoto ni mucho menos el campo de la investigación de la
producción morentina, pero sí pienso que aporto una amplísima base de información y
estudio de la misma, que servirá de acicate y ayuda a actuales y futuros investigadores
del inmenso legado artístico del maestro granadino.
I. “La pasión por las artes según Enrique Morente”
Conferencia impartida en el 44 Festival Internacional del Cante de las Minas, 2004.

La pasión por las artes se manifiesta a lo largo de toda la obra de Morente. Una
pasión única en la historia del flamenco. No por afán de originalidad y de estar a la
moda, sino por la necesidad de Morente de unir aquello que más ama en la vida, que
es el flamenco; de unirlo al teatro, al cine, a las músicas, a la poesía llamada culta, a
todas las artes, al arte, en definitiva, porque como él mismo ha declarado en muchas
ocasiones: Yo creo que no hay músicas aparte, ni arte aparte. Cuando digo unir, no
me estoy refiriendo exclusivamente al término de fusión, de fusionar, sino también al
diálogo y al encuentro con otras artes. También me refiero a adaptar. Adaptar música,
ecos, sonidos y soniquetes flamencos a las empresas artísticas para las que se solicita
la extraordinaria capacidad creativa de Morente, a la manera como se solicita a un
compositor de música la banda sonora de una película, o los efectos sonoros que
acompañan a un espectáculo determinado.

Para ir descubriendo su pasión recorramos la insólita trayectoria de Morente en


la que con su inventiva y su personalidad de cantaor de prodigiosa voz libre, ha
contribuido a realzar incluso las artes plásticas: flamenco para una exposición en
Ámsterdam del pintor José Antonio Sicilia, y flamenco para cantar una receta de
borrachuelos de Málaga de Picasso, y flamenco también para cantar a las manos del
genial pintor malagueño. En estos últimos días, está juntando en la Alhambra su voz a
la de Ute Lemper, una popular y extraordinaria cantante alemana.

Teatro
Comencemos por la relación de Enrique Morente con el teatro. Dicha relación
tiene su origen en la temprana afición de Morente por este arte, en sus primeros
tiempos de cantaor cuando frecuentaba el C. M. San Juan Evangelista de Madrid, no
sólo para cantar, sino para participar en los montajes de actores amateurs que se
representaban en ese Colegio. Más tarde, en la década de los setenta, trabajó ya como
profesional con el autor y director jienense Jesús Campos García, un prolífico escritor y
personaje anárquico que obtuvo el Premio Lope de Vega en el año 1974.
Con él colaboró en 7000 gallinas y un camello, estrenada en abril de 1976. En
ella Morente era cantaor y además representó un papel doble: el director de orquesta
y el de un pícaro dicharachero, llamado Tijeretas. Entre los efectos escénicos
extravagantes se encontraba el propio cantaor, que era descolgado del techo cabeza
abajo por una maroma para ponerse a dirigir una orquesta de cámara. En 1980 se
repitió la actuación de Morente como cantaor y actor en un ciclo de obras del autor
amigo antes citado, que tuvo lugar en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Pero dejando atrás estos escarceos, sin duda interesantes y curiosos, de
nuestro cantaor dentro del mundo de la farándula, abordemos la parte esencial de la
creación morentina para el teatro, que se manifiesta en varias direcciones, con dos
apartados principales. Estos son:

1º. Colaboraciones para obras de teatro de tema andaluz,


2º colaboraciones para tragedias griegas.

La primera de las obras del primer apartado se estrenó en 1981, en el Teatro de


la Comedia de Madrid. Se trató de Las Arrecogías del Beaterio de Santa María
Egipciaca, del poeta y dramaturgo granadino, José Martín Recuerda. Y cuyo director
fue Adolfo Marsillach. Aquí, la música que Enrique elaboró no la cantó él mismo, sino
una muy joven Carmen Linares. En una entrevista por escrito que el gran actor y
director catalán tuvo la amabilidad de enviarme, decía refiriéndose a Morente:
“Nuestro trabajo conjunto en la obra resultó muy agradable y profundamente
enriquecedor. Hasta que conocí a Enrique, siempre me había acercado al flamenco con
una irritante mezcla de ignorancia y curiosidad. Con Morente me asomé a ese
insospechado balcón del duende y del misterio...”.
Las otras obras de tema andaluz en las que trabajó el cantaor fueron de
Federico García Lorca y con la dirección de Miguel Narros. En primer lugar, Yerma,
representada en 1986 en el Teatro Español para conmemorar el estreno de la tragedia
lorquiana en 1934, con la gran Margarita Xirgu; y en segundo lugar Así que pasen cinco
años, estrenada en 1989, también en el Teatro Español. Las colaboraciones para estas
dos obras fueron la base del disco En la Casa-Museo de Federico García Lorca, de 1990,
y en ellas encontramos asimismo la materia que ha constituido la esencia de tantos y
tantos recitales extraordinarios de Morente.

En relación al apartado temático de la tragedia griega, Morente trabajó con el


citado Miguel Narros y José Luis Gómez. Para éste hizo de actor y cantaor en Edipo
Rey, de Sófocles, estrenada en 1982, en el Festival de Teatro Clásico de Mérida y he
aquí lo que el propio José Luis Gómez decía hablándome de la labor de Morente:
“Se trataba de interpretar la música para esta tragedia, compuesta por un gran
compositor griego actual. La música está inspirada en los cantos modales de la liturgia
ortodoxa. Pensamos entonces en las concomitancias de esa música con el flamenco,
por cuanto éste se origina, en parte, en los cantos de la música bizantina, según don
Manuel de Falla. Necesitábamos encontrar la persona idónea dentro del mundo del
flamenco, cosa que no era fácil. Así que pensamos en Enrique Morente. Su trabajo
consistió en “vehicular” los textos de la obra, en traducción de Agustín García Calvo, a
través del eco flamenco de la voz de Morente. Se puede hablar pues de una fusión
entre la música griega y el espíritu del cante flamenco. El resultado fue espléndido. Y
gustó mucho al público y a la crítica”.
Fedra fue la otra gran tragedia griega para la que Morente compuso su música.
Con dirección de Miguel Narros y el baile de Manuela Vargas, en el papel de la heroína,
la obra fue estrenada igualmente en el Festival de Mérida en julio de 1990 y luego
llevada al teatro Albéniz de Madrid en el mes de septiembre. “Fedra por peteneras”,
era el título de la reseña que de la obra escribió A. A. Caballero, quien decía:
“...Después de su cantatata con orquesta sinfónica (se refería al Alegro-Soleá) y del
concierto para una Misa Flamenca, sin duda Morente aportará a esta Fedra una nueva
muestra de su talento creador. Ha compuesto un ballet muy moderno, pero sin perder
de vista la inspiración flamenca en estilos claramente distinguibles, entre otros la
soleá, la bulería y, sobre todos ellos, la petenera...”.
Y, con anterioridad, para la temporada 88/89 del Teatro Español, coordinada
por Miguel Narros, Morente cantó la música, compuesta esta vez por Rafael Riqueni,
para la obra titulada La Reina andaluza, en una producción del Centro Andaluz de
Teatro. De esta obra queda una preciosa soleá en la que Morente da unos tonos
realmente originales.
Y para glosar la pasión de Morente por el teatro no puedo terminar sin
comentar una empresa singular que vio la luz en abril de 1988, en Santa Fe, cerca de
Granada. Me estoy refiriendo a lo que se podía denominar el musical de Morente. Me
refiero a El Loco romántico. Aquí Morente reunía todas las artes que le apasionan: el
cante, el baile, la música, la poesía y el drama:
“...Se trata de un montaje escénico basado en la novela más universal de
nuestra literatura, Don Quijote de la Mancha, y fundamentado musicalmente sobre los
llamados cantes de ida y vuelta... Está dedicado a Luis Rius, poeta español de
México...”.
Les comunico algunas de las consideraciones que el periodista Andrés Molinari
escribió tras asistir a la única representación que se hizo de este curioso montaje, que
muy pocos pudimos ver:
“De plausible y acertada hay que calificar la idea de E. Morente de hacer ese
gazpacho entre flamenco de altos vuelos, cantes de ambos mares y teatro de ancho
sentido. Por supuesto dejando cada cosa en su sitio...Nunca vi el teatrito de Santa Fe
parecido a un corral de comedias. Era de esperar que un andaluz entendiera aquella
forma de hacer del sevillano Lope de Rueda, cuando divertía a la concurrencia con sus
pasillos cómicos destinados a los entreactos de los dramas serios. Porque sólo en el
corral de comedias y en el espectáculo flamenco está permitida la intervención del
público con sus interjecciones y adverbios. Y porque sólo por rumbas puede terminar
la discusión de Don Quijote y Sancho y la intervención del barbero y el cura.
Ingenuidad de los actores, morcillas a diestra y siniestra, carcajada mal contenida en el
escenario, auténtica comedia de la que, entre sofisticaciones y bambalinas de altos
voltios, está tan sustraída del teatro popular.”
Y en esta obra, que fue un precedente, sin duda, del Rinconete y Cortadillo de
Javier de la Torre, contó con la participación de El Güito, que se encargó de la
coreografía, y de la cantaora Rosario Muñoz, además de otros conocidos nombres del
flamenco, algunos de ellos ya fallecidos, como Montoyita (padre) y Diego Pantoja.
Cine
Con respecto al trabajo de Morente para el cine, en 1988, Morente compuso la
música para la serie de televisión de Pedro I el Cruel, realizada por Paco Abad. No era la
primera vez que el cantaor había trabajado para el cine. Ya en 1979 prestó unos jaleos
y unas sevillanas para que Ángela Molina las cantara en La Sabina, bellísima película de
José Luis Borau, para quien Paco de Lucía compuso también una magnífica pieza
instrumental. Con anterioridad, en 1975, Morente había participado también en la
Carmen de Julio Diamante, junto a Manuel Agujetas, al actor Julián Mateos, fallecido, y
otros artistas flamencos, entre ellos, los también fallecidos, Rafael de Córdoba y
Enrique el Cojo. (Desgraciadamente, cuando se da un repaso a unos cuantos años de la
historia del flamenco, la charla se parece mucho a un obituario).
La serie se emitió en televisión española durante enero y febrero de 1989. Así
comentaba Morente su colaboración en Pedro I el Cruel:
Pensaron en un cantaor porque este rey de Castilla, y andaluz en el fondo, era
amante de lo judío y lo árabe, y de la cultura. El director quería algo con
desgarramiento y con entronque en la música de España. Le busqué una música
basada, como toda la música que yo hago, en el cante jondo. Lo que he compuesto
lleva percusión, voces, guitarra, violines, flauta, algo de órgano, y también un coro
gregoriano. He querido juntar lo místico con lo oriental. Bueno esa es la inspiración.
He manejado mi música original, algunas cantigas de Alfonso X el Sabio y dos cantos
gregorianos.
Es preciso resaltar que Morente puso después Canto Gregoriano en su Misa
Flamenca, sólo que mucho antes de que aquél triunfara en USA y nos lo pusieran de
moda por un tiempo en España.

Y esta era la manera entusiasta con que el realizador Paco Abad comentaba el
resultado de su experiencia con el cantaor:
“...Después de haber hecho juntos Yo Canto, también para TVE (obra de la que
sinceramente no he tenido más referencia hasta el día de hoy), nos pusimos con esta
otra serie que para mí fue una experiencia imborrable y fabulosa...Morente se había
empapado de Pedro I El Cruel más que ninguno y se metió de lleno en su historia,
parecía que se transportaba a la época en la que el rey vivió y a los lugares que
frecuentó. Y así salían luego unas músicas y unos gritos andalusíes, que costaba trabajo
creer que hubiera podido hacerlos un español del siglo XX. Morente demostró ahí su
inmensa talla de creador y de intelectual. Yo escucho frecuentemente en casa la cinta
sonora de la serie, habría que intentar sacar un disco de esa obra maravillosa”. (Paco
Abad).

La ilustración sonora de Currito de la Cruz, fue la otra gran obra para el cine de
Morente. Tuvo su estreno en Sevilla en mayo del 92 con motivo de la Exposición
Universal.
“Para crear la banda sonora de Currito de la Cruz, Morente ha querido recoger
la tradición musical del pueblo sevillano y andaluz...La composición de más de cuatro
horas de música, se ha inspirado tanto en el cante flamenco de la época como en la
tradición clásica española. Recopilaciones de don Antonio Chacón, La Niña de los
Peines, Manuel Vallejo. Ambientes recogidos y grabados personalmente por Morente
en la plaza de toros de la Maestranza y en las calles de Sevilla. Ambientes de la Semana
Santa Sevillana de 1991, con voces en la calle, marchas, músicas, etc...". Leíamos en el
programa de mano de la obra.
De su estreno al público el 29 de mayo en el cine al aire libre de la Cartuja nos
dio cuenta en una elogiosa y apasionada reseña Manuel Bohórquez:
“Enrique Morente le ha dado voz al silencio. El pasado viernes tuvimos la
oportunidad de presenciar un acontecimiento que va a tener una gran importancia en
la historia del flamenco...En lo que respecta a la música, Enrique Morente, creo que
absolutamente consciente del valor documental de la película no se ha limitado a una
mera ilustración de las escenas, logrando una banda sonora con momentos
francamente apoteósicos, bellos y emotivos...Su voz tiene tal calidad que en muchos
momentos cerramos los ojos para no perdernos ni uno solo de sus prodigiosos
melismas. ¡Este cantaor es un verdadero genio!...”. Y concluía el crítico del Correo,
valiente defensor de Morente durante toda su carrera profesional: “...Pese a la lluvia
los aficionados aguantaron el chaparrón y la cosa terminó con el público en pie
aplaudiendo un buen espectáculo: nada menos que dos horas de imágenes de la
Sevilla que se nos fue, con música del más importante cantaor del momento” (todavía
vivía Camarón) “y del músico más brillante desde los tiempos del gran Silverio hasta
nuestros días... Morente le ha dado voz al silencio”, terminaba repitiendo el periodista
sevillano.

Músicas
Mayor aún que para el teatro y el cine es la variedad de caminos musicales que
Morente ha transitado con su espíritu y voz de cantaor y artista flamenco. Morente ha
querido y sigue queriendo dialogar con otras músicas, yo diría que con casi todas las
músicas. Y ha dejado su sello y sus huellas desde en la llamada música clásica a la
techno, pasando por el canto gregoriano, la polifonía, el jazz, el pop, el son cubano, el
bolero, y hasta en la propia música flamenca hecha por otros creadores.

No resulta fácil agrupar la enorme tarea realizada por este genial artista
flamenco, aunque lo intentaremos con una pequeña dosis de simplificación. Para mí
aparece claro que Morente ha llevado a cabo de manera magistral, inequívoca, y
rotunda la tan proclamada, y denostada a veces, fusión del flamenco con otras
músicas. Y eso lo consiguió dentro de la música clásica con dos obras bellísimas y
complejas: en La Fantasía de Cante Jondo para voz flamenca y orquesta sinfónica, y en
el Alegro-Soleá.
La primera de las obras fue estrenada el 16 de mayo de 1986. en el Teatro Real
de Madrid, y fue el resultado del trabajo que venía realizando en colaboración con el
músico alemán Armin Janssen-Robledo, y que ya había dado fruto con el disco
Obsesión y volvería a darlo cinco años después con el Alegro-Soleá. De la gran cantidad
de opiniones y reseñas que levantó La Fantasía destacamos los comentarios del
programa de mano del citado estreno, que señala la idea de la fusión entre música
clásica y flamenco que antes he subrayado:
“Plenamente conscientes de su compromiso, por primera vez en la historia del
flamenco y la música sinfónica, un cantaor, Enrique Morente, y un compositor, Antonio
Robledo, que ha dedicado la mayor parte de su vida profesional al estudio del
flamenco y la música española en general (como Romance de Carmen y don José y La
Celestina), se han unido sin ningún tipo de prejuicios ni discriminaciones para crear
una obra con el criterio común de que las formas musicales del flamenco son, por su
gran riqueza y profundidad, adaptables a un tratamiento sinfónico que en ninguna
medida destruye su propio sentimiento...”.
¿Cómo lo consiguieron? Veamos algunas breves explicaciones de los dos
protagonistas:
“Es una obra de carácter vanguardista en la que hay influencias no buscadas de
la música de Igor Stravinsky...Enrique cantaba letras que él mismo había seleccionado y
yo componía y armonizaba a partir de sus tonos y melismas...” , decía Robledo.
... Habíamos tenido un trabajo previo muy largo entre Antonio Robledo y yo;
y, entonces, las tesituras y todo eso con mi guitarra y mi entonación, primero yo las
llevé al piano, al pianista se las llevé yo; las entonaciones, el trabajo gordo previo
estaba hecho antes con Robledo... Los ensayos con la orquesta fueron pocos, decía
Morente.
Las críticas fueron muy elogiosas en general, pero lo fueron más todavía con la
segunda obra de los dos músicos, el Alegro-Soleá, estrenada en Sevilla en septiembre
de 1990.
“...Fue hermoso, muy hermoso, en la VI Bienal de Arte Flamenco oír al público
acoger con cerrados olés algunas de las flamenquísimas falsetas del piano de
Robledo... Y la voz de Enrique Morente, un auténtico prodigio de intensidad expresiva,
de identificación con las exigencias de una vía de creación musical nueva, que está
comenzando a explorarse. Este Alegro-Soleá es un nuevo hito en la historia del
flamenco de nuestro tiempo...este Alegro-Soleá es absolutamente memorable...”.
(escribió A. A. Caballero).
“...A Enrique Morente le ha costado trabajo conquistar el alma de los sevillanos,
pero al fin lo ha logrado con este Alegro-Soleá...”. (Manuel Bohórquez).
Otra experiencia más insólita con la llamada música culta contemporánea se
produjo en marzo de 1993 en la Iglesia San Pablo de Cuenca. Allí tuvo lugar el estreno
del Tenebrae Responsoria de Tomás Luis de Victoria, en versión del joven y brillante
compositor madrileño, Mauricio Sotelo. Junto al famoso saxofonista Marcus Weiss,
Morente cantó flamenco y recitó en latín. De aquel estreno mundial nos decía lo
siguiente el musicólogo Faustino Núñez, presidente de la Fundación Antonio Gades:
“...Fue un éxito total, sobre todo en los círculos de la música clásica donde
destaca Mauricio Sotelo. Recuerdo que Tomás Marco, que estaba allí, y todas las vacas
sagradas de la música contemporánea, se quedaron impresionados, porque se temían
que el cantaor no estuviera fundido, y realmente se consiguió una fusión bastante
buena y original...”. Y el propio Mauricio Sotelo afirmaba de Morente: “...Infinita paleta
de calidades de sonido...Un uso mágico de la memoria. Morente es uno de los archivos
vivos más extraordinarios de la música...”.

El segundo camino transitado por Enrique Morente lo constituye el del


“diálogo” con otras músicas de otras culturas, algunas de ellas tan cercanas como la
andalusí o la cubana y otras más lejanas como la brasileña o el mismo Jazz. Todo ello
se refleja en los siguientes encuentros:
El primer tuvo lugar el 18 de abril 1983, con Macama Jonda (Encuentro Jondo
de las músicas de las dos riberas del Mediterráneo, la andalusí y el flamenco), en el
Teatro Alcalá Palace de Madrid. Con la dirección escénica y argumental del poeta
granadino José Heredia Maya y la participación de la Orquesta de Música Andalusí de
Tetuán, director Chekara Abdessadaq, y un grupo de artistas flamencos a la cabeza de
los cuales, Enrique Morente y La Negra, madre de Lole. Morente ha repetido
recientemente la experiencia durante el verano del 2000, esta vez con el hijo y sucesor
de Chekara, al haber fallecido éste.
El segundo y el tercer encuentro, basados en los elementos rítmicos y
percusivos principalmente tuvieron lugar en Madrid y en Sevilla. El primero, con el
Grupo de percusión brasileño Uakti con motivo del Festival de jazz de Madrid de 1987,
en el Teatro Albéniz. Morente cantaba incluso en portugués una especie de rumba
bayao. El segundo, e1 17 de septiembre 1992, en el Teatro de la Maestranza sevillano,
ahora, con motivo de la VII Bienal Sevillana, encuentro con el grupo percusionista de
jazz M’Boom, presidido por el gran percusionista septuagenario Max Roach. En el
programa de mano del evento aparecían sendos escritos de Morente y Roach
explicando el sentido del mismo:
“...La cultura flamenca siempre me ha fascinado. Su forma de crear música es
muy similar a como lo hace M’Boom. Los sonidos que emanan de los músicos
flamencos tienen una estructura muy sofisticada, y en el campo de la improvisación
son tan libres como Charlie Parker, Kenny Clark, Thelonius Monk, Dizzy Gillespie,
etc....Los de M’Boom tenemos muchas ganas de hacer esa colaboración con Enrique
Morente, porque sentimos que tenemos mucho en común con el gran arte flamenco”.
(M. Roach)

...Creo que las músicas que han tenido paralelismo en el tiempo pueden
continuar escuchándose entre sí, para convencernos de que no hay más que una sola
música: la de nuestro propio mundo interior, en el sentido más íntimo y universal de
la palabra. Para nosotros los flamencos es un honor poder estrechar la mano musical
y amistosa de Max Roach, pues somos conscientes de que estamos ante el sonido
puro del jazz...Manuel Torre dijo una vez que la música que no tiene sonidos negros,
no tiene pellizco, y, sin querer poner fronteras ni diferencias, quiero afirmar que sólo
hay una música que es la que se expresa poniendo el corazón, con sonidos como los
de Charlie Parker, Niña de los Peines, Miles Davis, Manolo Caracol, Billie Holiday,
Pepe Marchena, Camarón de la Isla y Max Roach. (Morente).

El último, por ahora, de estos encuentros ha tenido lugar más recientemente


en el 2002 (20 de julio), en Mallorca. Africa-Cuba-Cai. Espectáculo multicultural
estrenado en el anfiteatro Costa Nord de Valldemossa. Producido por el Centro
cultural de Michael Douglas. Según el cronista de prensa, “se concretó en un ritual
disperso y emocionante, en una carambola en diálogo de fusión y complicidades entre
raíces musicales muy distintas". Morente lo definió como una odisea. Secuencias y
diálogos compartidos con músicos de Senegal, Cuba y flamencos. Fue posible la
convivencia y el mestizaje del grupo de percusionistas de Senegal, Djanbutu Thiossane,
de Reynaldo Crag, de la Vieja Trova Santiaguera, del octogenario pianista cubano
Pepesito Reyes, y de Morente y grupo. (se grabó disco para Virgin). (Andreu Manresa,
El País).
La última vía explorada por Morente ha quedado toda recogida en grabaciones
discográficas, por lo que, al contrario de lo que sucede con muchas otras
colaboraciones suyas anteriores, tenemos un fácil acceso a la misma. Estas
grabaciones nos ofrecen una diversidad apabullante de músicas que conviene ir
descubriendo con cierto detalle.
En la Misa Flamenca de 1991 escuchamos canto gregoriano y auténtica
polifonía flamenca. En el disco Negra, si tú supieras, encontramos las tres rumbas
cubanas, con textos de Nicolás Guillén, en las que Morente da una extraordinaria
lección de sincretismo musical de los sones y ritmos de las dos orillas del Atlántico.
Mención especial merece el año 1996. Omega ha sido el trabajo de Morente
que reafirmó a muchos de los antimorentianos en su rechazo al cantaor, pero al mismo
tiempo ha sido el disco que más ha difundido su nombre en el mundo de la música en
general y de la cultura. Algunos lo consideran un genio sólo por este trabajo que
incluso ha servido de consuelo para los moribundos (caso de Internet). Analizando el
Omega desde el punto de vista musical, distinguimos tres apartados: En el primero,
Morente versionea cuatro canciones de Leonard Cohen, en dos de las cuales, ‘El
pequeño vals vienés’ y ‘Manhatttan’, se deja oír más el eco flamenco, mientras que en
el resto conserva más el estilo pop de su creador. En el segundo, de cinco temas,
destaca especialmente la presencia del grupo de rock duro Lagartija Nick, aunque
también el tratamiento flamenco inconfundible de Morente. En el tercero, que ha sido
el menos observado por oyentes y crítica, sobresalen los temas más flamencos del
disco con músicas del propio cantaor (cuatro temas), pero también, y esto es necesario
recalcarlo con músicas o arreglos de hombres del flamenco: un tema de Juan Antonio
Salazar, que compuso temas también para Camarón, en Potro de rabia y miel (solo de
‘El pastor bobo’, por bulerías), un tema de Vicente Amigo (‘La Aurora de Nueva York’,
en soleá por bulerías), otro de Juan Manuel Cañizares (‘Niña ahogada en el pozo’,
jaleos), y nada menos que tres temas compuestos por Isidro Muñoz hijo (‘Adán’,
impresionante soleá; ‘Vals en las ramas’, tanguillos; y ‘Norma y Paraíso de los Negros’,
por fandangos de Huelva). Con ser estos diez temas los más flamencos de Omega,
repito, no dejan, sin embargo de llevar un sello vanguardista y heterodoxo, que unidos
al resto de los temas en los que predominan otras músicas, pop y trash metal,
constituyen la razón de que este disco sea considerado como el más evolucionado e
innovador de la historia del flamenco. Sobre el Omega se han escrito ríos de tinta y se
han dicho miles y miles de palabras. Un estudio completo de esta obra exige todo un
tratado aparte y el espacio y tiempo de una conferencia serían absolutamente
insuficientes.
Con el Morente-Lorca, Morente, que ya había practicado la polifonía en
recitales, y en el disco de la Misa Flamenca, vuelve a la carga en compañía de ese
grupo maravilloso de mujeres que componen las “Voces Búlgaras”, y lo hace para
darnos una nueva versión de los versos de San Juan de la Cruz, en ‘Cantar del alma’, y
en un homenaje fúnebre a G. Lorca en el tema ‘Campanas para el poeta’. En este
mismo disco encontramos también una nueva versión de ‘Leyenda del tiempo’, de G.
Lorca, cantada por Morente y “sus” mujeres, en ritmo de bolero.

Y un bolero canta igualmente Morente, en una parte del tema Caramelo de El


Pequeño Reloj, aparecido el año pasado, última por ahora de sus grabaciones, que
tampoco deja de sorprendernos desde el punto de vista musical, al constituir otra
vuelta de tuerca de la inagotable creatividad del artista granadino. En El pequeño reloj
podemos escuchar una gama variada de géneros musicales que van del bolero
señalado, a la música culta del Claro de luna beethoveniano, con parada en la música
techno del tema titulado ‘Reloj molesto’. Pero junto a estas innovaciones
“degenerativas”, como ha dicho el cantaor en más de alguna entrevista, parafraseando
al Pollito de California, Morente se acuerda también de su mayor pasión, la mejor
música flamenca, para dejarnos tres auténticas joyas, metiendo su voz a la antológica
rondeña de Ramón Montoya, y a una soleá y a la caña del Tío José el Granaíno, de
Manolo de Huelva. En fin, Morente, más Morente, si cabe, tal como la crítica ha
señalado de manera unánime.

La poesía
Pero con ser inmensa la variedad y calidad de la obra ya comentada, es en este último
terreno de adaptación al flamenco de la poesía culta, donde estriba mi juicio la labor
de creación más importante que Morente ha realizado a lo largo de su carrera (al
margen, claro está de su esencia de cantaor de coplas flamencas populares). Podemos
llamarlo con toda propiedad El gran adaptador, (Adaptator). Pero escuchemos
nuevamente sus palabras explicando su empeño:

Y cuando no he tenido o se me ha agotado la inspiración del repertorio


popular de letras, que son las que siempre más me han apasionado, pues lo mismo,
porque también leo a San Juan de la Cruz, y, ¿por qué no cantarlo, si es que
apetece?...Soy un apasionado de la poesía y siempre procuro poner en cada disco un
poeta nuevo.

Recordándole yo los reproches que sufrió en más de una ocasión cuando


comenzó a cantar en flamenco los poemas de Miguel Hernández y F. G. Lorca,
Morente se rebelaba y respondía:

Precisamente, yo he cantado a poetas del habla nuestra. Nosotros hablamos


castellano, ¿no? Yo no sé por qué el flamenco se ha hecho tan hermético, y la crítica
se ha hecho tan extraña y ha tomado una forma de observar tan enfermiza. ¿Cómo
es posible que cualquier aficionado medianamente culto, medianamente bien
intencionado hacia la música y hacia el arte, pueda extrañarse de que un cantaor
flamenco español, cante a un poeta de habla castellana y andaluz? Cuando yo creo
que lo raro es que no hubiese habido gente que diga: ¡cómo no cantan los cantaores
flamencos a los poetas andaluces! ¿no? Yo creo que se debe cantar la poesía y hasta
llegando al punto de vista que...¡vamos, que en el arte se puede hacer lo que al
artista le dé la real gana!

Luis García Montero escribió para el prólogo de mi libro sobre Enrique: “...Es un
artista que se ha empeñado desde los años sesenta en protagonizar un viaje de ida y
vuelta. Los músicos cultos y los poetas se habían acercado al flamenco para enriquecer
sus tonos. Morente decidió que el flamenco, como impulso creativo y fuerza central,
se podía acercar a la música clásica y a los poetas para abrirse nuevos caminos, en
busca de una libertad indispensable en el arte y en la vida. Consiguió así completar
definitivamente el diálogo iniciado por Manuel de Falla y Federico G. Lorca y otros
nombres de llamativa calidad, tal vez menos populares, pero importantes para los
verdaderos conocedores de la poesía. Es muy notable que un cantaor de flamenco se
haya empeñado en ir más allá de lo evidente, homenajeando a poetas como Pedro
Garfias, Bergamín, José Hierro o Luis Rius...”.
Y a esto me gustaría añadir: Por eso es justo que Enrique haya cantado también
a Leonard Cohen en castellano, que había cantado a Federico García Lorca en inglés.
Las adaptaciones de poesía culta se encuentran en 15 de los 18 álbumes que
Morente ha grabado hasta la fecha, más en algunas colaboraciones en otros discos, así
como en diversos recitales. Y son 25 los poetas cantados aproximadamente: Esta es la
larga nómina, sorprendente por algunos casos poco conocidos : Alberti (Negra, si tú
supieras). Damaso Alonso (Cruz y Luna). Bergamín (Fantasía de Cante Jondo, Negra, si
tú supieras). San Juan de la Cruz (Cruz y Luna, Fantasía, Misa flamenca, Morente-
Lorca). Juan del Encina (Misa Flamenca). Francisco García Lorca (Morente-Lorca en una
emocionantísima granaína-taranto). Luis García Montero (recitales). Pedro Garfias
(Alegro-Soleá y Misa Flamenca). Nicolás Guillén (Negra, si tú supieras). Ibm Hazm
(Alegro-Soleá). Miguel Hernández (Homenaje Flamenco a Miguel Hernández, Poetas
para el cante, Negra, si tú supieras, Despegando, Morente en vivo). José Hierro
(Fantasía). Santa Teresa de Jesús (Obsesión). Fray Luis de León (Misa Flamenca).
Antonio Machado (Despegando). Manuel Machado (Sacromonte, Esencias Flamencas,
A mi niño, de Nina Corti). Al Mutamid (Cruz y Luna). Luis Rius (Fantasía). Lope de Vega
(Misa Flamenca). Leonard Cohen (Omega). León Felipe, Bécquer y Quevedo (El
Pequeño Reloj). Pablo Neruda (con motivo de un disco colectivo para celebrar el
centenario de su nacimiento). De todos ellos, Morente ha “musicado” 84 poemas, uno
más uno menos. Todo el mundo conoce que la obra de Federico García Lorca ha sido la
más socorrida y que la lírica de su paisano ha sido la base letrística de tres discos y de
numerosas colaboraciones para el teatro (En la Casa-Museo de F.G.L., Negra, si tú
supieras, Morente en vivo, de 1974, Omega, Morente-Lorca. Los poemas de Miguel
Hernández fueron los primeros que Morente cantó y grabó. En esto, se adelantó varios
años al disco que Joan Manuel Serrat dedicó al poeta mártir de Orihuela. San Juan de
la Cruz ha sido otro de los poetas preferidos y de él nos ha dejado las adaptaciones
maravillosas por tangos del ‘Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios’, o el
‘Super flumina Babilonis’ y ‘El Pastorcico’ ambos por bulerías. En la Misa Flamenca se
recoge un ramillete de poemas místicos del Siglo de Oro y le añade un poema
contemporáneo: ‘Dulce, María, dime’ de un poeta andaluz en el exilio, Pedro Garfias,
casi ignorado, al que Morente conoció en México en una fase de su existencia en la
que Garfias, destrozado por la tragedia de su vida, ligada a la tragedia de la España
republicana, iba por las calles de Monterrey “tambaleándose, borracho de amor, o
borracho de alcohol, quién sabe!” ¿“Qué tiene Pedro Garfias de flamenco?”, le
preguntaron a Morente en una entrevista. Y él respondió con aplomo: “Antes de que
yo lo cantara, nada, pero después, todo”. Y en efecto, la estrofa antes citada que
Morente canta en el final del Alegro-Soleá, se ha convertido en poco tiempo en un
tercio por bulerías que hemos escuchado, ya casi hasta la saciedad, a muchos
cantaores de atrás en un sin fin de actuaciones para el baile. Y sucede que es el propio
cantaor con su gran versatilidad quien se encarga de aflamencar los poemas cultos.
Entre muchos ejemplos más que podía ofrecer, me limitaré a los versos de la
“malagueña” de Manuel Machado: “Yo pensaba haber cogido la naranja y el azahar/
con hacer leña del tronco me tuve que conformar”, que Morente cantó primero por
rumbas en el disco Sacromonte, y más tarde como soleá apolá en el disco Esencias
Flamencas. Pero todo esto es historia. Lo que resulta más raro es descubrir que
Morente ha cantado en Francés, en un disco con fines benéficos: ‘Le petit joueur de
flûteau’, una canción de Georges Brassens, y hasta en inglés, una pequeña estrofa de
tres versos del gran poeta estadounidense Walt Whitman: “One hour to madness and
joy/ Oh furious!/ confine me not”. “Una hora para la locura y la alegría/ oh furias,/ no
me encadenéis”. Se acordaría Morente al introducir estos versos en el último tema del
Omega, ‘Ciudad sin sueño’, de lo que escribió en la contraportada del disco de
Homenaje a Miguel Hernández, Juan Ibáñez, el dueño de un tablao de Ciudad de
México, llamado El Matapechos, donde Enrique estuvo trabajando a principio de los
setenta:
“Morente no es un cantaor sirviente, Morente es un artista”
Epílogo primero.
El 2 de diciembre de 1994, todos los grandes poetas granadinos se reunieron en la
peña de la Platería para rendir homenaje a Enrique Morente: Luis García Montero,
Javier Egea, José G. Ladrón de Guevara, Rafael Guillén, José Herdia Maya, Juan de Loxa,
Álvaro Salvador, etc.
Epílogo segundo
...Fue a principios de octubre de 1994 en un estudio de grabación madrileño, donde
Enrique trabajaba en una maqueta sobre tres temas de Leonard Cohen (para el
Omega). Escuchando al maestro en ensayo interpretar la música íntima del cantante
judío-canadiense, con fragmentos de un texto desgarrador de poeta en Nueva York:
“en Viena hay diez muchachas/ un hombro donde solloza la muerte/ y un bosque de
palomas disecadas/ Hay un fragmento de la mañana/ en el museo de la escarcha/ Hay
un salón con mil ventanas/ Ay, ay, ay,...entonces comprendí cabalmente cuál había
sido el verdadero significado y valor de la pasión heterodoxa de Enrique Morente. Él
nunca diluyó el flamenco en otras músicas y en otras letras, sino que supo en todo
momento integrar a éstas, sin violentarlas, dentro de su inquebrantable sentimiento y
eco de artista flamenco.
Agradecimientos:
-Al público
-A la organización del Festival por haberme invitado a contribuir al homenaje Enrique
Morente.
-Dar la enhorabuena a los organizadores por dedicarle esta cuadragésimo cuarta /XLIV)
edición del Festival de Cante de las Minas a Enrique Morente: un cantaor, un músico y
un artista que pasa a la historia del flamenco, y la música, y el arte.

II.“Enrique Morente, Un paradigma de creatividad musical”


(Leída el 6-3-2008 en la Sede de la Universidad de Alicante) Apenas un año después,
falleció repentinamente el amigo José Antonio Bernicola, de cuya hospitalidad
guardaba un recuerdo de gratitud.

Introducción
Se suele afirmar que la importancia social de un hombre se mide por la
importancia de sus amigos y también de sus enemigos. Igualmente podemos afirmar
que la importancia de un artista se mide por el nivel de adhesiones que levanta y
también por el nivel de rechazo. Así ha sucedido con todos las grandes figuras
artísticas innovadoras y así sucede en el caso de Enrique Morente. Porque Enrique
Morente es más que un cantaor. Esa es su grandeza reconocida generalmente y
también la causa de la oposición a veces feroz de que fue objeto y lo es aún hoy dentro
del mundo del flamenco.
Cualquier otro cantaor flamenco que sólo hubiera grabado discos con Félix de
Utrera (Cante flamenco), Niño Ricardo (Cantes antiguos del Flamenco), con Sabicas
(Morente Sabicas) o el disco Homenaje a Don Antonio Chacón con Pepe Habichuela,
gozaría de un prestigio indiscutido, pues con estas obras habría demostrado de
manera sobrada su conocimiento más cabal de la ortodoxia flamenca, categoría ésta
que resulta sacrosanta para una gran parte de la afición flamenca. Pero Morente –que
se ha hecho acreedor del conocimiento ortodoxo con esos trabajos y otros más,
además de en infinidad de recitales a lo largo de su carrera- ha tenido que soportar las
peores descalificaciones e incluso los insultos hasta el punto de que podamos hablar
de un concepto a contrario, el concepto de antimorentismo.
Pero a la personalidad libre y creadora de nuestro artista no le bastaba con
encasillarse en el papel de cantaor puro y duro, esto no era sino la base de partida
esencial y necesaria para poder desarrollar una de las obras más extraordinarias que se
conocen no sólo en el arte flamenco, sino también en el arte de la música. Pienso que
huelga a estas alturas recordar la trascendencia actual de la figura de Enrique
Morente. A mí me corresponde ahora analizar y recorrer los puntos y las etapas que
han ido configurándola, y de este modo podré justificar el título de esta charla:
Enrique Morente, como modelo o paradigma de creatividad musical.
Acabo de decir que Morente es más que un cantaor. Con esto no quiero significar que
yo minusvalore la importancia de semejante cometido, al contrario, existen toda clase
de cantaores, algunos admirables y dignos de todo nuestro respeto y elogio. Lo que
trato de significar es que el profesional del cante suele ser y tener en la mayoría de los
casos unas facultades y comportamientos previsibles, y a menudo demasiado
previsibles. Además muchos de los cantaores no llegan a alcanzar el grado de artistas,
pues no siempre logran superar unos estrechos límites de profesionalidad.
En el caso de Enrique Morente, puedo afirmar que es todo menos un cantaor
previsible, una de las cualidades que más se le reconocen es su capacidad de hacer
distinta cada una de sus actuaciones (entre otros muchos no deja de repetirlo en todas
sus reseñas sobre el artista el veterano crítico de El País), y otra que casi nadie le niega,
es que logra convocar a las musas del arte en sus actuaciones o grabaciones. Y esto lo
ha conseguido por su excepcional capacidad interpretativa y por su no menos
excepcional capacidad de compositor, de creador e innovador del flamenco y de
músicas. Gracias a estas dos cualidades se ha ido forjando la carrera de Morente, diría
más, el prestigio y la leyenda de Morente.

2) Compositor innovador:
La labor compositora e innovadora de Morente es el resultado de varios
factores. En primer lugar el conocimiento profundo de la más extensa tradición
flamenca, tanto del cante jondo como el de la lírica que lo sustenta. Tuvo la suerte de
comenzar a profesionalizarse en una etapa de transición, en la que pudo conocer de
viva voz a grandes figuras del cante que entroncaban con la denominada época de oro
del flamenco. Por supuesto Sus viejos maestros proclamado tantas veces: Matrona,
Aurelio de Cádiz o Bernardo de los Lobitos, pero también Caracol, Marchena, Mairena,
Valderrama, Juan Varea y un largo etcétera de grandes profesionales que se daban cita
en Madrid, o a los que Morente iba a escuchar allí donde vivieran. Es proverbial su
gran afición y su infatigable curiosidad para aprender de unos y de otros, de grandes y
de chicos, en todas las fuentes.
Además de su inquietud flamenca, Morente poseía y posee la personalidad
característica del autodidacta, es decir, una sed de aprender por sí solo los estudios
culturales y artísticos, a los que dada su humilde condición social no había podido
acceder en las escuelas o universidades. Comenzó a hacer teatro como aficionado en
el Colegio San Juan Evangelista, e incluso trabajó como profesional en obras de Jesús
Campos García, estrenadas en teatros de Madrid (7000 gallinas y un camello y
Nacimiento, Pasión y muerte de por ejemplo Tú). Se hizo un lector apasionado de
poesía española, Generación del 27, Siglo de Oro, y poetas contemporáneos, entre los
que tenía y tiene buenos amigos (Javier Egea, L. García Montero). (El gran poeta Ángel
González al que conocía desde que Enrique Estuvo en México, pensaba verse con él en
Granada pocos días antes de su reciente fallecimiento). La pintura es otra de las
aficiones constantes del cantaor, y contó y cuenta igualmente con amigos pintores,
como Antonio Saura, Viola, Ignacio Meco, Juan Vida o Alexanco, quien declaraba en
una entrevista de Miguel Mora lo siguiente: “Yo con quien mejor he hablado de arte en
mi vida ha sido con Enrique. Tiene una intuición tremenda, un talento natural
enorme...”. Y como prueba de esa intuición ahí están las dos exposiciones-montajes de
José María Sicilia, para las que éste pidió la música y la voz de nuestro cantaor, y a las
que más tarde me volveré a referir. El cine también interesa profundamente a
Morente y no son pocas las cintas a las que ha prestado igualmente, como al teatro y a
la televisión, su colaboración y sobre las que luego ampliaré detalles. Y cómo no, la
música, las otras músicas. Clásica, jazz, étnicas, pop, tango, etc.
A mí me gusta el arte en general. Antes, a los flamencos sólo les interesaba el
cante, pero eso ya ha cambiado, declarará el propio Morente. “Morente no es un
cantaor sirviente, es un artista”, escribió de él Juan Ibáñez (dueño del tablao mexicano
en el que estuvo cantando Enrique varias temporadas) en la contraportada del disco:
Homenaje a Miguel Hernández. Y glosando la faceta compositora e innovadora de
Morente valgan las opiniones autorizadas que siguen: “La interpretación de Morente
no tiene la forma clásica del flamenco, es una auténtica renovación de los elementos
tradicionales sin derribarlos, audaz, atrevida, que originará el desprecio de los que se
las saben todas y el interés de quienes sienten la llamada del flamenco con la mente
libre de prejuicios formales”, escribió Agustín Gómez, el crítico de Córdoba al que ante
mencioné y, por cierto, “antimorentiano”, al principio de la carrera de Enrique.
“Sólo un artista como Enrique Morente que lo sabe casi todo sobre los cantes
clásicos y lo puede decir con una voz antigua de viejo maestro, podía embarcarse en la
aventura de buscar y encontrar nuevos caminos para el cante jondo, sin perderse en el
bosque de la confusión o en los arenales de la esterilidad...”. (José G. Ladrón de
Guevara) en Ideal. Y Blas Vega: “Sobre todo, Enrique cuenta con una gran condición,
que creo que es una de las razones por las que ha prevalecido sobre otros muchos: y
es la gran afición...Y ha sido siempre un gran estudioso. Como aficionado se conoce
todo el cante antiguo, y luego sobre esas bases, esa inquietud, él ha ido desarrollando,
ha ido aportando y ha llegado a convertirse en un cantaor que los mismos cantaores
respetan y admiran: es cantaor, como en otros casos, para artistas..” Más opiniones:
“Enrique Morente no sólo domina y canta los palos fijos del flamenco sino que los
utiliza como materia para componer otras músicas” (Claude Worms). “ Este artista, de
una envergadura excepcional, ha sabido dar una base metafísica al flamenco, con toda
modestia, con toda humildad, casi a pesar suyo, se podría decir, como quien no quiere
la cosa. Se sitúa en el punto de cruce incesante entre las artes, las culturas y todas las
formas de expresión. Se desenvuelve en el encuentro, en el momento artístico, en el
desmayo del tiempo dentro de un instante eterno: En el hecho musical por excelencia”
(Cathérine Peillon, que ejerce la crítica musical en revistas culturales francesas). Y por
ahora, para no cansar con la mención de tantas y tantas opiniones distintas y
coincidentes sobre la capacidad compositora e innovadora de Morente, una última
opinión, la de un cantaor flamenco tan racial como Juan Peña El Lebrijano: “Yo creo
que en esta época, en la época mía, ha habido tres revolucionarios: Camarón, Morente
y yo...en el caso de Morente, que hace los cantes a su forma, y eso no quiere decir que
no esté basado en los cánones, hace lo que le sale. Le sale y lo hace...” (No andaba
descaminado El Lebrijano en lo concerniente a Morente. Personalmente yo lo califiqué
de “Clásico revolucionario”, en una crítica publicada en el diario El Sol de Madrid en
1991)
3) Corredor de fondo
El apartado de conciertos es inabarcable por su magnitud e importancia: cientos de
recitales en salas de los cinco continentes a excepción creo de Australia, por lo que
prefiero detenerme en el tipo de actuación morentina o más bien en los tipos de
actuaciones, pues el artista ha ido variando el modelo de sus conciertos a lo largo de
las sucesivas etapas de su carrera.
Desde el momento en que Morente comenzó a hacer sus actuaciones en
solitario, renunciando a presentarse en festivales colectivos, no por miedo a tener que
competir con otros compañeros, como sugirió en artículo de prensa Manuel Ríos Ruiz,
(en otros tiempos su permanente exegeta), sino por estar totalmente en desacuerdo
con la fórmula y las condiciones de dichos festivales, Morente ofrecía (y sigue
ofreciendo) actuaciones de dos horas aproximadamente de duración, divididas en dos
partes. En la primera parte de 60 minutos siempre se ha ceñido a interpretar el
flamenco más clásico, más jondo: soleares, siguiriyas, malagueñas, tientos, tangos,
fandangos alegrías, etc.
En la segunda parte el contenido ha ido variando en función de las querencias y
composiciones musicales innovadoras del cantaor en cada una de las etapas de su
carrera. Por ejemplo, a principios de los ochenta, cantaba tandas de cantes
americanos: colombianas, guajiras, vidalita, milongas, otras veces, tandas de
fandangos de Huelva, de Lucena. Luego tandas de los cantes con poesía culta: de la
Romería de Yerma o cantes con letras de los Machado, San Juan de la Cruz, Alberti,
etc. A mediados de los 80, la segunda parte la consagraba a la Fantasía de cante jondo
o más tarde a interpretar El Alegro-Soleá siempre en conciertos de relieve. En los
primeros 90 introducía temas de sus discos: Misa flamenca, y Negra si tú supieras. A
mediados se atrevió con temas sueltos de Omega, y todos recordamos el revuelo que
se formó en el festival CajaMadrid del 96 en el Albéniz de Madrid, cuando después de
haber hecho su concierto más clásico irrumpió en el escenario con los Lagartija al
completo y en plena forma...En otros momentos de esa década y la actual Morente se
ha presentado con la orquesta andalusí de Tetuán o las mujeres de las Voces Búlgaras,
a raíz de la participación de estas en el disco Morente-Lorca de 1998. Desde entonces
hasta hoy Morente ha interpretado total o parcialmente los temas de sus dos últimos
grandes discos, o ha ido tirando de repertorios, según convenía en cada ocasión.
4) Discografía
De los 19 álbumes propios grandes más otros de menor extensión que More nte
ha publicado hasta febrero 2008, me atrevo a afirmar que no hay ninguno que sea
superfluo. Mi propósito no es el de enumerar y analizar cada uno de ellos pues eso lo
dejamos para otra ocasión, sino el de destacar algunas de las características principales
que a mi juicio se desprenden del conjunto de su discografía. En primer lugar creo que
dividiendo su número entre los años de carrera profesional de Morente, nos da una
frecuencia de producción muy razonable, a pesar de que a veces hubo entre la
aparición de algunos de ellos mayor espacio de tiempo. Por ejemplo entre Despegando
y Sacromonte pasaron 5 años de silencio discográfico, y posteriormente, otros 5 más
entre Cruz y Luna y Esencias flamencas o Essences Flamencas, que fue el título original
de ese trabajo. Y cinco más entre Morente-Lorca y el Omega
Otro punto importante y que lo distingue de muchos de los trabajos
discográficos de otros artistas que ponen primero el carro antes que los bueyes, es que
Morente interpretaba, rodaba en los recitales los temas que después iba a grabar unos
años más tarde. Baste como ejemplo mencionar que los cantes con textos de Miguel
Hernández o de Morente-Lorca los estuvo cantando en directo muchos años antes de
que aparecieran en discos. Y consecuentemente Morente seguirá cantando los temas
de sus discos años después de publicados estos, y eso contrasta, así ha sido observado
por profesionales de la crítica musical, con el procedimiento de otros artistas que
hacen discos en estudio y luego se olvidan para siempre de sus contenidos en el
directo.
El tercero y más importante es el punto relacionado con la naturaleza de los
contenidos, punto en el que me detendré más detalladamente en el siguiente
apartado que dedico al repertorio o mejor dicho a los repertorios de Morente, pero
que adelanto de manera esquemática:
La esencia de la discografía de Morente la clasifico en cinco apartados a los que
llamaré conceptos: un grupo de discos con cantes clásicos y letras populares: Cante
Flamenco, Cantes antiguos del flamenco, Homenaje a don Antonio Chacón, Essences
Flamencas y Morente-Sabicas. Un segundo concepto más innovador tanto en la de
factura de los cantes como por la aparición, amén de las populares, de letras de
Morente y cultas: Se hace Camino al andar, Despegando y Sacromonte. Un tercer
concepto de cantes clásicos y letras populares junto a otros con canciones
aflamencadas y con letras de poetas cultos: Morente En vivo, Homenaje flamenco a
Miguel Hernández y Cruz y Luna. Un cuarto con cantes clásicos o “modificados” y
letras exclusivamente de poetas cultos: En La Casa Museo de Federico García Lorca,
Misa flamenca, Negra si tú supieras y el posterior Morente-Lorca. Y un quinto
concepto, el más alejado de la ortodoxia, en el que Morente altera los cantes y mezcla
letras populares con letras de poetas cultos: Obsesión y la Fantasía, más el Alegro-
soleá, con Robledo; Omega, El Pequeño Reloj, Morente sueña la Alhambra, y el
próximo dedicado a Picasso con letras del pintor malagueño.

5) Repertorios:

Volcándome en el estudio de esta vasta obra, he recogido y publicado 4


repertorios de cantes, temas y letras: un repertorio popular, repertorio moderno,
repertorio culto, y un cuarto repertorio de “morentinas”. Para ello he rastreado
prácticamente toda su discografía, incluido un gran número de colaboraciones, y un
conjunto de conciertos, entre 1970 y 2005, distribuidos estratégicamente a lo largo de
los años. Con esto no pretendo ni mucho menos haber agotado completamente toda
la producción artística del Morente intérprete o compositor. Primero, porque queda
una gran tarea de recopilación de las obras que cantó o compuso para el teatro y la
televisión, o las músicas de Mauricio Sotelo. Sus contenidos se encuentran perdidos o
dispersos en manos particulares y no fueron grabados en soportes para su difusión.
Segundo y en lo relativo a los recitales, hubiera sido preciso asistir a todos,
absolutamente a todos los recitales de Morente, pues en cada uno de ellos introduce
casi siempre nuevas letras populares o sorprende con algún texto culto de poetas no
siempre fáciles de identificar. “Este hombre no tiene fin”, me dijo en una ocasión Pepe
Habichuela, refiriéndose al hecho de que Morente introducía nuevos giros de cantes o
coplas con los que le sorprendía en cada actuación conjunta.
El repertorio popular
Es sin duda el más extenso y uno de los más largos de cualquier cantaor de
cualquier época del flamenco. En el mismo he recogido 460 cantes con otras tantas
coplas populares, repartidas en 42 palos (desglosando las variantes de fandangos y
cantes sin guitarra o libres). De ese elevado número de cantes, 154, aproximadamente
un tercio del total, son versiones originales de Morente, es decir, se trata de nuevas
adaptaciones flamencas de coplas populares andaluzas o del resto de España del siglo
XIX y principios de XX, que vienen a sumarse al acervo del cancionero flamenco. Como
decía el propio Morente: Son coplas que yo he recogido y cantao y de las que no
exitía ningún registro en el cante. Ello representa una de las mayores aportaciones
enriquecedoras y bastaría por sí sola para otorgar a Enrique Morente, un papel
destacadísimo entre las escasas figuras renovadoras del flamenco. El orden y número
de sus creaciones, de las que ofrecí pruebas documentadas y contrastadas son estas:
12 alegrías (34 alegrías en total), 2 bamberas (3 bamberas total), 19 bulerías y bulerías
por soleá (37 bulerías y 11 bulerías por soleá), 1 caña (8 cañas), 3 colombianas (8
colombianas), 3 martinetes (14 cantes sin guitarra), 1 taranto (4 tarantos), 15
fandangos (41 fandangos), 2 jaberas (3 jaberas), 3 jaleos (5 jaleos), 1 petenera (4
peteneras), 3 rondeñas (4 rondeñas), 6 rumbas (6 rumbas), 4 sevillanas (4), 9 siguiriyas
(39 siguiriyas), 18 soleares (72 soleares), 38 tangos (61 tangos), 3 tangos-rumba (6
tangos-rumba) y 10 tientos (27 tientos).

Repertorio moderno:
Se trata de 11 cantes o temas que se mantienen dentro de los estilos
convencionales del flamenco, y de los que Morente es tanto el autor, ya sea de los
textos, de las músicas, o el adaptador de las letras que le brindaron varios compañeros
de profesión, cantaores y guitarristas. Quiero destacar unos verdiales muy clásicos, con
letra de Morente y que aparecieron en el mini disco de encargo Canto y cante a
Picasso con motivo de la inauguración en 2003 del Museo Picasso de Málaga: Nacieron
para volar/los pajarillos del cielo/ y las manos de Picasso/pa pintar y dibujar. También
una toná con letra de Morente igualmente: Me veía contento/tenía yo el alma como el
pecho/de un amor herío que llora y canta (Fantasía...). El resto de los cantes llevan
letras de Manolo Sanlúcar, de Isidro Muñoz, padre del anterior; Diego Carrasco, Pedro
Peña; temas musicales de Juan Carlos Romero, adaptados por Morente; Isidro Muñoz,
hijo; así como letras y músicas de otros profesionales.

Repertorio culto:
Si no el pionero en adaptar poesía culta a los cantes flamencos, Morente es el
primero tanto por la cantidad como por la calidad del trabajo realizado, sin parangón
posible en el presente o pasado. Yo le dediqué un capítulo con el título de El gran
adaptador, de manera que juzguen ustedes si me equivoqué. Morente se interesó al
principio de su carrera por dos poetas: Miguel Hernández y F. García Lorca. Los dos
tenían en común y tienen el haber sido dos enamorados absolutos de la poesía y la
música popular. Así que la intención primera de Morente para cantarlos en flamenco
fue la de agradecerles esa pasión que ellos habían sentido. Como dijo el poeta Luis
García Montero, Morente hace el camino de vuelta que antes habían emprendido
algunos poetas españoles hacia el flamenco. A M. Hernández y a F. G. L, le seguirían en
las preferencias de Morente, y en toda lógica, los Machado, Antonio y Manuel, hijos
nada menos que del folclorista Machado y Álvarez, Demófilo. Luego vendrían otros
muchos ya más alejados del espíritu de estos primeros hasta componer la lista que
sigue y repartidos en casi toda las grabaciones de Morente.
Este repertorio está formado por 84 cantes correspondientes a igual número de
poemas o estrofas, repartidos en un amplio abanico de palos clásicos, más una serie de
canciones flamencas (por bulerías, rumbas, tangos, tientos y zambra), a lo largo de 16
discos mayores, amén de otros menores, o en colaboraciones, o cantados en diversos
recitales.
Creo que como no corren tiempos felices para la poesía, aún no se le ha
reconocido a Morente el extraordinario valor de su empeño. Confiemos en que más
pronto que tarde, se le rinda el homenaje que merece quien tantos honores ha hecho
a los poetas.

Repertorio de Morentinas:
Di el nombre de morentinas en mi libro: “Enrique Morente, la voz libre”, (2º
volumen) a las composiciones y cantes de Morente que no podían ser clasificados de
manera convencional, ni por las letras ni por los estilos clásicos, y que constituyen una
parte muy importante de su producción creadora o interpretativa de los últimos doce
años. Las morentinas representan unas composiciones de amalgama de letras, ritmos y
músicas que Morente ha elaborado como reflejo de su madurez, dominio y
conocimiento del cante flamenco más tradicional. Consideré que todo el disco de
Omega está configurado con morentinas y que estas se encuentran igualmente en los
dos últimos discos publicados: El pequeño reloj y Morente sueña la Alhambra, y,
también en el aún inédito, pero que no tardará en salir a la luz, basado en textos de
Pablo Picasso. Estas morentinas sientan las bases de la futura evolución de un
flamenco nuevo, que ya no podrá ser nunca como el anterior al tiempo y a la línea
trazada por Enrique Morente, y su influencia ya ha comenzado a hacerse notar en la
obra de otros artistas flamencos (Arcángel, Poveda, Israel Galván). Son 36 las
morentinas que yo recogí y publiqué, y sobre las que no encontré el modo de
establecer un índice de estilos, a causa de la complejidad de sus estructuras tanto de
letras como musicales.

6) Un clásico revolucionario. De la ortodoxia a la fusión


Ya dije antes que califiqué a Morente de clásico revolucionario.
En esta última parte de mi lectura trataré de mostrar mediante ejemplos concretos los
pasos del camino recorrido por Morente desde el flamenco más clásico o jondo hasta
llegar a sus innovaciones y experiencias (como lo denominan algunos) más audaces y
rompedoras.
Con el disco Homenaje a don Antonio Chacón (1977), Morente nos demostró
dos cosas fundamentales: La primera su conocimiento del flamenco más tradicional
que entroncaba con el siglo XIX, a través del gran sucesor de Silverio Franconetti,
Antonio Chacón. Y la segunda cosa, su inconformismo. Eran años de mairenismo
excluyente, y aunque Morente siempre respetó al personaje, Antonio Mairena (luego
veremos como en su repertorio se encuentran múltiples influencias del gran cantaor
sevillano), no estaba dispuesto a amoldarse a las imposiciones de unos seguidores y
de una escuela que se pretendía la única verdad del cante flamenco de entonces y de
siempre.
En el disco comentado, que recibió un premio de un millón de pts. del
Ministerio de Cultura, Morente dio una lección magistral del cante de Chacón, a su
manera, naturalmente, como dijo Pepe Habichuela, su acompañante al toque. En
dicho disco, Morente cantó por siguiriyas, 3, por soleares, por malagueñas, 5, por
cartageneras, 2, y por mineras, tientos, peteneras, mirabrás, caracoles, tonás y
granaínas.
Pero no era Chacón la única fuente clásica de la que bebió Morente, ni mucho
menos. Analizando su repertorio popular, del que ya dije que comprendía
prácticamente todos los palos del flamenco, y centrándonos sólo en los cinco estilos
fundamentales: fandangos, malagueñas, siguiriyas, soleares y tientos tangos,
encontramos, además de una gran cantidad de cantes en cada uno de ellos: 41 por
fandangos, 18 por malagueñas, 39 por siguiriyas, 72 por soleares, y 98 por tientos
tangos, las nóminas más completas e ilustres de artistas que pudieron influir
principalmente en Morente. Así por fandangos: El Niño Gloria, Corruco de Algeciras, El
Carbonerillo, Marchena, Jorge Manrique, de Poemas del amor Cortés (Por ti me olvidé
de Dios/mira qué gloria más grande yo perdí...) Jacinto Almadén, Matrona, Manuel
Torre, Porrinas de Badajoz, Isabelita de Jerez, Paco Isidro, Paco Toronjo, Frasquito
Yerbabuena, Cojo de Málaga, Bernardo de los Lobitos, Chocolate...
Por malagueñas: Matrona, El Canario, Chacón, La Trini, Manuel Torre, Vallejo,
La Rubia de Málaga, Enrique el Mellizo, Bernardo de los Lobitos, Aurelio Sellés o de
Cádiz.
Por siguiriyas: Enrique el Mellizo, Francisco la Perla, Silverio Franconetti,
Chacón, Vallejo, Mairena, Curro Durse, Niña de los Peines, Matrona, Loco Mateo, Luis
del Cepillo, Tomás Pavón, María Borrico, el Viejo de la Isla.
Por soleares: Mairena, Manuel Torre, Juan Varea, Chacón, Niña de los Peines,
Matrona, Marchena, Paquirri el Guanté y Curro Durse: (Los pájaros son clarines entre
los cañaverales... Aurelio Sellés, Tomás Pavón, Bernardo de los Lobitos, La Rubia de
Cádiz, Curro Frijones, Fernanda de Utrera, Manolo Caracol, Silverio y Chacón: (Los
lamentos de un cautivo/no pueden llegar a España/porque está la mar por medio/ y se
ahogan en el agua).
Por tangos-tientos: Chacón, Niña de los Peines, Caracol, Cayetano Muriel (Niño
de Cabra), Sordera, Pericón, Matrona, Silverio Franconetti, Jacinto Almadén Antonio
Chaqueta, Fosforito, Mairena, y el propio Morente, pues son de su factura nada menos
que 48 tangos-tientos. Y con ser realmente apabullante la lista de nombres que le
influyeron, es preciso añadir que no están todos los cantaores de los que Morente
aprendió, o como se dice en jerga flamenca, trincó algo, pues saberlo con certeza sólo
él lo puede decir, si es que lo quiere decir.

Poesía culta para el flamenco.


Con semejante bagaje del flamenco tradicional, no resulta extraño que
Morente se embarcara en la tarea de poner flamencos a los poetas cultos.
Y aquí se produjeron los primeros resultados innovadores y también los
primeros rechazos que iba a sufrir Morente en su carrera y que él no comprendía. Y
hablo de innovaciones porque la tarea no es tan sencilla como ahora se puede creer,
cuando ya hoy parece casi banal (y a veces extravagante) tirar de poetas cultos por
parte de muchos profesionales del flamenco. Había y hay una dificultad enorme en
introducir textos libres en métrica y versificación como los de la poesía culta en los
rígidos límites de los palos flamencos, para eso hacía y hace falta mucho conocimiento,
talento e intuición...Pero había también que saber descubrir la música propia de esos
textos y eso ya es una cuestión de genio. La profesora de la Universidad de Zaragoza,
Irene Mainer, escribía con respecto al disco de Omega:
“No hay nada forzado o artificial en todo el Omega y la música discurre
suavemente por entre las palabras de los poemas. Morente ha hecho en este caso
como haría un escultor, tallando en la piedra para sacar de dentro la figura.
Escuchando los poemas para extraer su melodía y poderlos cantar con su voz tan
flamenca. Por eso ha respetado tanto la forma de los poemas de Lorca, porque en vez
de superponer una música al texto, ha dejado fluir la música que llevan las
composiciones del poeta granadino.”.
Y yo añado, también del resto de los poetas a los que Morente ha cantado. Me
ocurre que cuando vuelvo a leer cualquiera de esas poesías no puedo disociarlas de las
melodías que el cantaor les insufló. En la reciente comparecencia en Madrid de
Morente, con un recital de flamenco clásico, se acordó de la elegía a Ramón Sijé de
Miguel Hernández que figuraba ya en el disco Despegando de 1977. La cantó con el
toque de Pepe Habichuela, como en el disco, y el Teatro Albéniz al completo se puso
en pie cuando finalizó la interpretación de los dos compañeros.
Conocimiento y riesgo:
El riesgo se añade al conocimiento. En este sentido todo el disco Omega
significa el momento cumbre de la capacidad innovadora –de la osadía dirán algunos-
de Morente. Pero hubo un antes y un después de Omega. Ese antes y después lo
vemos en dos niveles de creación, un primer nivel dentro de los límites plenamente
reconocibles de los estilos tradicionales flamencos, y un segundo nivel en la relación
del flamenco con otras músicas, simplificando diré en el nivel de la fusión.

a) Dentro del flamenco


En se hace camino al andar, Despegando y Sacromonte, aparecen temas que
llevan el añadido de “Morente”: tangos, siguiriyas, tientos, fandangos, alegrías (de
Enrique). En todos esos temas el cantaor introduce algo más que su nombre. Introduce
nuevas tonalidades y ritmos distintos a los habituales de esos palos, que muchos otros
cantaores observarán con interés e incluso admitirán su influencia, como en el caso
máximo de Camarón de la Isla, que versionó siguiriyas, soleares, alegrías, tientos y
fandangos de Morente, después e incluso antes de que este los llevara a sus
grabaciones (esto ha sido señalado por numerosos especialistas y artistas flamencos,
Faustino Núñez, Gamboa, Manazanita, Pepe Habichuela, Juan Habichuela, y el propio
Morente). Pero al margen de las numerosas influencias sobre extraños, yo quiero
señalar la influencia que sobre la propia obra del cantaor tuvieron las siguiriyas de
‘Voces doy al viento’, de Se hace Camino al andar. Aunque sin salirse de la ortodoxia,
Enrique dio a este cante unas entonaciones y un soplo que sorprendieron por su
“rareza” a cantaores como Rafael Romero el Gallina, a quien, según Morente, tuvo que
mentir humildemente diciendo que se las había escuchado a un viejo cantaor de algún
sitio indeterminado, ante las insistentes preguntas del veterano artista acerca de la
procedencia de semejante pieza original. Estas siguiriyas prefiguraban las cantadas por
Morente con la guitarra de Cañizares en la película de Carlos Saura, Flamenco, y que al
oírlas hacía preguntarse extrañada a doña Pilar López: ¿Pero, qué está cantando
Morente?
Al disco Despegando pertenece uno de los pocos temas “comerciales” de
Morente, quizás el único, pero de gran frescura y musicalidad, la canción por tangos
‘La Estrella’, que dio al cantaor el dudoso privilegio de que sus cintas se vendieran en
los bares de carretera de toda España, y que a pesar del tiempo transcurrido desde su
creación no ha perdido un ápice de calidad. No hay más que escuchar la versión para
guitarra que de ella hizo no ha mucho tiempo Riqueni, quien supo sacar las mejores
virtudes rítmicas y musicales de la canción, que por cierto lleva texto del propio
Morente y fragmentos de coplas encontradas en cancioneros populares del s. XIX. Por
último, no quiero pasar por alto la influencia que ejercieron los tangos y rumbas del
disco Sacromonte, sobre artistas y grupos del flamenco madrileño y especialmente de
la escuela de Caño Roto.

b) En el nivel de la fusión
O mejor en el de las fusiones, Morente ha mantenido una relación estrecha,
sucesiva y permanente a lo largo de su carrera con músicas y músicos de otros géneros
alejados del flamenco. De esa relación y de la pasión del cantaor por la música, por
todas las músicas ha surgido el cuerpo de obra más heterodoxa de toda la historia del
flamenco, el que más quebraderos de cabeza ha proporcionado a Enrique dentro del
mundo de la afición flamenca y, paradójicamente, el que más fama y prestigio le ha
dado fuera, aunque también dentro, de él. “¿Fusión?”, se pregunta Morente. Los
nombres son siempre etiquetas perecederas, pero es verdad que ahora la
comunicación y el entendimiento con los músicos es más fácil que nunca, y es muy
bonito intercambiar sentimientos con músicos de un sitio y de otro. Yo creo que no
debemos ser ajenos a ningún sonido que nos importe o que tenga sentimiento.
Y el primer “sonido con sentimiento” al que se acercó Morente fue al de la
música clásica o contemporánea. Y ello a través de un músico y compositor alemán
que antes se había acercado al flamenco, Armi n Janssen o Antonio Robledo, marido de
una bailaora alemana llamada Susana, y a la que el joven Enrique el Granaíno cantaba
atrás en sus actuaciones. (En sus comienzos, Enrique también le cantó a otras
bailaoras, entre ellas, a la suiza Nina Corti y a la sevillana Manuela Vargas,
recientemente fallecida). Con Armin Janssen, Morente grabó tres obras absolutamente
innovadoras, en donde por vez primera en la historia la voz de un cantaor flamenco era
el instrumento solista de la orquesta: la Fantasía, y el Alegro-Soleá para orquesta
sinfónica y Obsesión para orquesta de cámara. Comentaré brevemente las
características de esta última por ser prácticamente desconocida para la mayoría.
Obsesión, grabada en Alemania en 1985, es una pieza experimental de unos 25
minutos de duración, basada en variaciones sobre tonos de bamberas, con letra de
Santa Teresa y San Juan de la Cruz. La voz de Morente sirve de hilo conductor a la
intervención de diversos instrumentos, órgano, flauta, tamboril, arpa, piano, así como
almireces, carrañacas y una rondalla de cuerda. El ritmo lento de las bamberas se va
acelerando in crescendo hasta concluir con un aire de milonga o tango argentino. El
resultado, a mi juicio, es de gran belleza y originalidad, y sería de desear que el disco
consiguiera ser reeditado y distribuido convenientemente.
El segundo sonido con sentimiento al que se acercó Morente fue al de la
música andalusí. Ya mencioné anteriormente Macama Jonda, en cuya grabación no
pudo participar nuestro cantaor. Sin embargo este trabajo fue el inicio de la larga
colaboración que ha durado décadas con el director de la Orquesta Andalusí de
Tetuán, Abdessadak Chekara, al que tras su muerte sucedió su sobrino Llalal, y con
quienes Morente ha ofrecido multitud de conciertos sonados en escenarios de España
y de otros países.
El jazz, sus percusiones y su música, también han interesado a Morente,
habiendo participado en varios festivales del género y trabajado con grupos como el
brasileño Uakti y músicos de la talla de Max Roach y Pat Me theny. De su colaboración
con Uakti en el Festival de Jazz de Madrid de 1987 nos queda el recuerdo de un
Morente cantando una balada en portugués y adelantando una primera versión de la
rumba de los ‘Dos Abuelos’, que grabaría unos años después en el disco Negra, si tú
supieras. Con Max Roach ofreció un concierto memorable en la VII Bienal de Sevilla del
92. Y con el gran guitarrista Pat Metheny, con quien volverá a vérselas en un concierto
conjunto, anunciado en la programación venidera del Palau de la Música de Barcelona,
nos ha dejado esas piezas maravillosas, dos auténticas morentinas, ‘Generalife’ y
‘Donde habite el olvido’, que escuchamos en el disco Morente Sueña la Alhambra. Y
en su anterior disco, El pequeño Reloj, Morente recurrió esta vez a jazzistas caribeños:
el pianista Caramelo, el percusionista Horacio el Negro, el bajista Alain Perez y el
trompetista Jerry Gonzáles para componer ‘Caramelo de Cuba’, otra auténtica
morentina, (tal como podrán comprobar en la copia que luego proporcionaré).
La música polifónica también ha seducido a nuestro cantaor y dentro de ella ha
creado algunos de sus temas más rupturistas. Todo comenzó en su fascinación por el
canto gregoriano, del que puso unas gotas en la banda sonora que compuso para la
serie de Pedro I el Cruel, en 1988, y antes de que esa música religiosa tuviera un
importante boom en España. Pero fue en su Misa Flamenca ¿dónde mejor si no? en la
que Morente introdujo grandes dosis de cante gregoriano, especialmente en el corte
del ‘Kirie’. Con esta parte de su Misa, con este tema del ‘Kirie’, Morente abriría un
panorama espectacular en su trayectoria creadora como compositor, pues en él se
encuentran ya las claves básicas de composiciones posteriores tan importantes como
la introducción al tema ‘Omega’, morentina cien por cien, que abre el disco de
Omega, y su ya mítico martinete, con el que se inicia y cierra el Morente sueña la
Alhambra. Y música polifónica es la que nos brindó en varios temas de su Morente-
Lorca, gracias a esas maravillosas mujeres de las Voces Búlgaras Angelite haciendo eco
a la voz de Morente en el ‘Cantar del Alma’, sus tangos con el sublime poema de San
Juan de la Cruz: ‘Aunque es de noche’, que estrenó en Cruz y Luna. También usó la
polifonía para la composición del último tema del Morente-Lorca, ‘Campanas por el
poeta’, una pieza larga de 7 minutos de duración y muy compleja, en la que se mezclan
o superponen sonidos ambientales del Albaicín, tañer de campanas, las Voces
Búlgaras, y las voces de Estrella Morente y del propio Morente.
Pero ha sido el encuentro, o, más bien, el choque con una banda de rock duro
inclasificable, granadina, Lagartija Nick de los 90, la experiencia más sonora de
Morente hasta la fecha, la que ha hecho correr ríos de tinta, la que más ha difundido
su nombre en todos los ámbitos y, también la que ha llegado hacer creer a un cierto
número de aficionados al flamenco que Morente era ya irrecuperable para este arte.
Por supuesto no sólo disiento de estos sino que estoy convencido de que el disco de
Omega, a excepción de ‘Peqeño Vals Vienés’ y ‘Manhattan’, que son dos versiones
aflamencadas de las mismas canciones de Leonard Cohen, representa la expresión
más evolucionada del flamenco hasta nuestros días.
Como para hablar de Omega se necesitaría todo el tiempo de otra conferencia,
me limitaré a destacar los cinco temas de la obra en los que interviene Lagartija Nick:
‘Omega’, ‘Niña ahogada en el pozo’, ‘Vuelta de paseo’, ‘Aleluyah’, y ‘Ciudad sin sueño’.
Yo recogí como morentinas todos los cortes del disco, porque son difíciles de clasificar
dentro de los palos tradicionales del flamenco, pero son los cinco temas señalados los
que se ajustan plenamente a mi definición del principio. Veamos la estructura musical
del primero de ellos, Omega (ver morentina 1)
He encontrado en el mismo las siguientes partes diferenciadas. A) Se abre el
tema con un martinete con la voz de Morente, con polifonía y bajo electrico; B)
continúa con un grito lamento de Morente para dar paso a un solo obsesivo de batería
y con él la voz de Morente cantando en bulerías por soleá. C) Le sigue una siguiriya,
acompañada por la batería eco polifónico fúnebre y terminada por samplers con las
voces de Chacón, Niña de los Peines, Caracol, etc; D) sigue el coro en bulerías por
soleá, E) vuelve el grito lamento de Morente, precedido por golpes de batería y
acompañado por palmas e instrumentos desaforados, F) para dar paso a unos tangos
estilizados, G) y todo termina bruscamente con guitarra flamenca, instrumentos y las
voces de Morente y coro en las bulerías por soleá de antes. Las letras que sirven de
soporte son por este orden: fragmento del poema de F. G. L., ‘Luna y panorama de los
insectos’, de Poeta en Nueva York, /’Omega poema para muertos’, /siguiriya popular
con pedigree de Manuel Torre: “A queos, a queos....” /letra del ‘Omega poema para
muertos’, copla popular, pero que Morente ha cantado por soleares, bulerías y tangos:
‘Tú vienes vendiendo flores...’, /fragmento de ‘Omega, poema para muertos’.

‘Niña ahogada en el pozo’, ‘Vuelta de paseo’ y ‘Aleluyah’, con textos de F. G. L.


Los dos primeros y texto de Leonard Cohen el tercero, los desarrolla Morente por
jaleos, granaínas, y canción-soleá con remate de soleares, estas puras y ortodoxas. No
puedo añadir nada más ahora. El quinto tema con Lagartija Nick, ‘Ciudad sin sueño’
resulta también de infarto como el primero: escuchar a Morente gritando por
siguiriyas en su inglés suis generis, unos versos de Walt Whtiman a golpes sonoros de
batería, no es para menos. Pero antes ha desarrollado una caña antigua o polo natural,
según él, donde en lugar de los ayeos convencionales del estribillo, Morente canta los
versos de Lorca: no duerme nadie/por el cielo nadie/nadie, no duerme nadie. El tema
se termina por siguiriyas a ritmo de bulerías frenéticas, con voces e instrumentos
eléctricos y percusivos en una mescolanza intencionadamente caótica.

7) Moviendo el flamenco y la música


Me dijo Pepe Habichuela en una ocasión hace mucho tiempo: “Enrique mueve
el flamenco”. ¡Y cuánta razón tenía! Cuando parecía que tras el Omega no era más
posible seguir creando, innovando, aparecieron los últimos dos discos El Pequeño Reloj
y Morente sueña la Alhambra, en los que Morente no sólo va a mover el flamenco sino
también las músicas. No me es posible entrar en el detalle de cada uno de los temas
que componen estos dos álbumes, entonces trato de dar a mi charla un giro acelerado
y sintético con el que pretendo reflejar la caótica armonía flamenca y musical que
Morente ha logrado con sus últimos trabajos. Fiel a ese trasiego continuo entre
tradición y vanguardia, Morente nos ofrece una visión vertiginosa del flamenco del
pasado, del presente y del futuro: rondeñas, soleares, cañas, alegrías, antiguas y
modernas. policaña de nunca o del povernir. Porque se tenían referencias de ese palo,
pero al parecer nadie sabía cómo era, y Morente nos lo sirve mirando al mañana.
Letras de soleares que se cantan por tangos y viceversa, fandangos y tientos
amalgamados, coplas populares y versos cultos de León Felipe y Quevedo que se
mezclan con algunos de cosecha morentina sin solución de continuidad, ritmos que se
aceleran o se pausan confundiendo a los especialistas (la gran versatilidad de
Morente). Montoya, Manolo de Huelva y Sabicas -los tres muertos- tocando para el
cantaor. Niño Josele, Tomatito y Pepe Habichuela, vivos afortunadamente, que
también le tocan. Rimas de Bécquer por bulerías jamás ante escuchadas. Boleros,
guajiras, milongas: morentinas, morentinas. Hasta el propio Beethoven (oh herejía) se
pone flamenco por gracia de la voz de Morente.
Y se acerca de nuevo a la música electrónica o electro acústica que escuchamos
en el último corte de El Pequeño Reloj y que continúa en el martinete de Morente
sueña la Alhambra cantado parcialmente en latín, y se termina con la postrera carta de
Cervantes al Conde de Lemos. Y en medio de los dos, cante jondo con las guitarras
acústicas de Cañizares, Paquete y Tomatito y la eléctrica del Pat Metheny, una perfecta
morentina, siguiriyas, soleares, muchas soleares: “Si me descuido hago una antología
de la soleá”, diría Morente. Con versos excelsos de San Juan de la Cruz, Cernuda,
María Zambrano, anónimos castellanos...Y un tango argentino de Astor Piazzola.
También cante jondo y música electrónica o electro acústica con textos de
Pablo Ruiz Picasso, que escucharemos en el próximo disco dedicado al genial pintor. Yo
quería haber terminado hablando del mismo, pero ya saben que no se debe contar el
argumento a quien no ha visto todavía la película. Sólo adelantaré que Morente canta
y compone con la escritura automática salida de la pluma del gran malagueño.y que
habrá sorpresas. Morente nunca ha dejado de sorprendernos.

Esquemas a paradigma

Resumen 1

Discografía de Enrique Morente (conceptos):

1. Cantes clásicos y coplas populares. Discos: Cante Flamenco (1967), Cantes


antiguos del flamenco (1968), Homenaje a Don Antonio Chacón (1977), Essences
Flamencas (1988), Morente-Sabicas (1990).
2. Innovación tanto en la factura de los cantes (aún convencionales) como por las
letras de Morente y cultas. Discos: En vivo, Enrique Morente (1974), Se hace camino al
andar (1975), Despegando (1977), Sacromonte (1982).
3. Cantes clásicos y canciones aflamencadas con coplas populares y letras de
poesía culta. Discos: Homenaje flamenco a Miguel Hernández (1973), Cruz y Luna
(1983).
4. Cantes clásicos o “alterados” y letras mayoritariamente de poesía culta. Discos:
En la Casa- Museo de Fedrico García Lorca (1990), Misa Flamenca (1991), Negra, si tú
supieras (1992); Morente-Lorca (1998).
5. Cantes “alterados” (Morentinas) y mezcla de coplas populares con letras de
poesía culta. Discos: Obsesión (1985), Fantasía de cante Jondo y Alegro-soleá(1995),
Omega(1996), El pequeño Reloj (2003), Morente sueña la Alhambra (2005, Pablo
Picasso, malagueño (inédito) (2008)

Morentina 1
Tema ‘Omega’ (10 minutos apr.) del disco Omega (año 1996)
Martinete Como la noche es interminable
Cuando se apoya en los enfermos
Y hay barcos que buscan ser mirados
Para poder hundirse tranquilos
Si cada aldea tuviese una sirena
Mi corazón tendría la forma de un zapato
(Fragmento de ‘Luna y panorama de los insectos’
de Poeta en Nueva York, de F. G. L.)

Grito lamento las yerbas, las yerbas

Bulería por soleá Que no lo sientan, que no lo sientan


Tengo un guante de mercurio
Y otro de seda y otro de seda
Se cayeron las estatuas
Al abrirse la gran puerta
Yo me cortaré la mano
Me cortaré la mano derecha
Con un guante de mercurio
De mercurio y otro de seda
Se cayeron las estatuas ay que
Al abrirse la gran puerta
(‘Omega’ Poema para muertos, de F.G. L.)

Siguiriya A quéos los golpes


A quéos por Dios
Que se le arrancan las alas
Que se le arrancaban de fatigas
Las alas a mi corazón...
(Samplers cantaores) Como doblaron las campanas
(Siguiriyas del repertorio de Manuel Torre)

Bulerías por soleá No solloces silencio


(coro) Que no lo sientan que no lo sientan
Tengo un guante de mercurio
Y otro de seda y otro de seda
Se cayeron las estatuas
Y al abrirse la gran puerta.

Grito lamento Las yerbas las yerbas las yerbas

Tangos estilizados Tú vienes vendiendo flores


(Morente y coro) Las tuyas son amarillas
Las mías de tós colores
(Repertorios de Morente por soleares, bulerías y tangos)

Bulería por soleá No solloces silencio


(Morente y coro) Silencio que no lo sientan
Se cayeron las estatuas
Al abrirse la gran puerta
Músicos: Morente, Lagartija Nick, Miguel Ángel Cortés (guitarra flamenca) y coro.

Morentina 2
‘Caramelo de Cuba’ ( 9 minutos) El Pequeño Reloj (año 2003)
Bolero Anda, que te anda
Que te anda, reloj
Anda que parece
Que tienes alma
Hiere como el viento
Como el viento frío
Corre que te corre
Anda que te anda
Que te anda reloj.
Algunos morirán por nada
(Popular versión de Morente)
Mira que no soy de hierro
(Variación en el primer tercio de soleares pop.)

Canción-soleá En la cumbre, mare


Canta un ruiseñor
Si él canta de amores
Yo, lloro de amor
(Popular versión de Morente)
Van y vienen las olas, mare
A la orilla del mar
Mis penas con las que vienen
Mi bien con las que se van
(Referencia analógica también en Rodríguez Marín como seguidilla del siglo XVII:
“Parecen mis penas olas de la mar/ porque vienen unas /cuando las otras se van”.
Versión de Morente)
Puñalaítos doraos son mis dos luces
Que los llevo clavaos hasta las cruces
(Popular versión de Morente)

Rumba Tu pena y mi pena son dos penas


(Referencia soleares de Curro Frijones)
Son, son, son, soniquete. Son...
(Versión de Morente)
En una cierta reunión
En una fiesta que había
Allí se partió un melón
Única fruta que había
Yo partí una sandía
Se la ofrecí a una casada
Me contestó desconsolada
Muchas gracias, caballero,
Que estoy de luto y no puedo
Comer fruta colorada.
(Letra de milonga de Pepe Marchena)
Son, son, son, soniquete. Son
(Letra de Morente)
Cuba, perla del Caribe,
Cuba, linda te venero
Por tu belleza sin par.
(Letra de guajira de Marchena)

Bolero Anda, que te anda, que te anda, reloj

Soleá por bulerías En un tiempo era yo


La alegría de mi casa
Y ahora no me pueden ni ver
Porque he caío en desgracia
(Soleares del repertorio de Niña de los Peines y Matrona)

Morentina 3
‘Reloj Molesto’ arreglo musical tecno ( 8 minutos) En El Pequeño Reloj, año 2003
Fandangos-tientos Aire, vida, conciencia, patio
Sentencia a las doce en la audiencia
(Cantos Populares Españoles 7.772
Con variaciones. Versión de Morente)
En lo que yo me entretenía
Cuando yo estaba en prisiones
En contar los eslabones
Que mis caenas tenían
(Letra en C. P. E. 7.727. Versión de Morente
por fandangos en repertorio popular)
Qué tienes que contar, que contar
Reloj molesto
(Letra de Francisco de Quevedo)
Que yo me entretenía
En contar los eslabones
Que mis caenas tenían
Ay...
Y hasta el reloj de la audiencia
Tiene venganza conmigo
Que me cuenta los minutos que
Y las horitas que paso contigo
Hasta el reloj de audiencia
Tiene.....
(Versión de Morente por tientos en repertorio
Popular)

Tangos Déjame pasar las horas


(Morente y coro) Al ritmo de tango
Déjame pasara las horas bailando
Al ritmo de tango
Déjame pasar las horas bailando
Al ritmo de tango
(letra de Morente)
Qué tienes que contar, que contar
Reloj molesto
(F. de Quevedo)
(Morente) Ritmo de esperanza en Brasil
Ritmo de esperanza en Brasil
(Letra de Morente)
Es un soplo de vida desdichada
Que se pasa tan presto
Qué tienes que contar, que contar
Reloj molesto.
(F. de Quevedo)
Tangos
(Coro y Morente) Déjame pasar las horas bailando
Déjame pasar las horas
Ay, al ritmo de tango
Aires de samba Lula, Brasil, Lula, Brasil
(Morente Lula, esperanza de Brasil
(Letra de Morente)

Morentina 4
‘La Alhambra lloraba’ ( 6 minutos) en Morente sueña la Alhambra
Caña “al golpe”
o bulerías Hasta las personas reales
viene la muerte y se lleva
Ay,
Y conmigo no ha podío
Cuando la llamo
(coros, Estrella) Ay que, ay que, ay que
De veras
(Letra popular por cañas con variación)
Bulerías por soleá
(Morente) Le quise cambiar y no quiso
Que yo le quise cambiar y no quiso
Un pañuelo de lunares
Por otro de fondo liso
(Coro, Estrella)
Jaleos un pañuelo de lunares
Por otro de fondo liso
Ay...
(Morente y coro) Eran clarines, eran clarines, eran clarines
Los pajaros son clarines
Entre los cañaverales
(coro) Que le dan los buenos días
Al divino sol que sale
(Repertorio popular, versión de Morente por
soleares y jaleos)
Si unos ojos te llaman
Mira primero
donde pones el alma
no llores luego
(Repertorio popular por jaleos)
Bulerías al golpe Y cantar y repetir
A quien escuchar se debe
Cuanto a penas
Y cuanto a pobre
Cuanto a tierra se refiere
(Fragmento de “Sentado sobre los muertos”, de Miguel Hernández. Repertorio culto
de Morente por romances)
Jaleos
(Estrella) Vengo de mi Extremadura
Que de ponerle a mi caballo
De plata las herraduras
(Copla popular de jaleos extremeños)
Bulerías por soleá
(Morente y coro) Las mimbres del río
Iban con Bernarda
La Alhambra lloraba
Cantando a Fernanda
Las mimbres del río......
(Letra de Morente)
III. “Enrique Morente, cantaor”
( Extractos de la conferencia leída el 19 de noviembre de 2009 en el Club de Prensa de
Oviedo, con motivo de la celebración del 25 aniversario de la Peña Flamenca Enrique
Morente de Asturias)

Introducción

La figura de Enrique Morente en 2009, tras cerca de 45 años de carrera


profesional dedicada al cante flamenco, aparece envuelta en una serie de facetas
creativas que van desde la adaptación de la poesía y prosa de los autores llamados
cultos a la composición para música clásica o a la fusión con las músicas caribeña,
andalusí, rock, pop, tecno, etc. pasando por la composición de bandas sonoras para
cine y teatro, como en el caso reciente de la música flamenca compuesta para la
segunda versión de Fedra de Miguel Narros, obra que está recorriendo las principales
plazas de España tras su estreno en Nápoles, en la primavera de este año. Este trabajo
colosal le ha valido al maestro de Granada ser considerado por especialistas y prensa
nacional e internacional como alguien más que un cantaor, como un músico de talla
universal que trasciende las barreras de su género comparable a figuras como Bob
Dylan, John Cale, Robert Wyatt, Lennie Tristano, Edgar Varèse....Pero si todas esas
valoraciones y comparaciones son ciertas, se debe sencillamente al hecho fundamental
de que Enrique Morente ha sido y es ante todo y sobre todo un cantaor de flamenco,
un cantaor al que se coloca en la galería de las figuras históricas como Chacón,
Marchena, Niña de los Peines, Mairena o Camarón de la Isla.

Y este es el objetivo y el contenido de esta charla en la que quiero resaltar y


destacar la figura del maestro granadino como Cantaor.
1. Cantaor para la historia

Enrique Morente Cotelo nació en Granada el 25 de diciembre de 1942, en el


seno de una familia humilde del popular barrio del Albaicín. Comenzó a cantar a la
edad de 16 años en festivales por diversos puntos de España y en tablaos de Madrid:.
En 1967 y 1968 respectivamente grabó sus dos primeros discos, Cante flamenco y
Cantes antiguos del flamenco, en los que dejó constancia de un gran conocimiento del
cante jondo clásico así como de una personalidad vocal original. Varios de los estilos
que aparecieron en dichos discos fueron recogidos posteriormente en las históricas
antologías de Hispavox por: Soleares, Siguiriyas, Malagueñas, Tonás-Deblas y
Martinetes, Romances y Alboreás. Desde aquellos primeros años hasta hoy la obra
discográfica de Enrique Morente se completa con 21 trabajos posteriores, Además de
la extensa discografía propia con 23 títulos, Enrique Morente ha prestado su voz para
una larga lista de recopilaciones y colaboraciones en obras de músicos flamencos u
otros géneros como música contemporánea, jazz, rock y música pop:
Enrique Morente ha recorrido España, la mayoría de los países europeos,
América del norte y del sur, el norte de África y Medio Oriente, La India, Japón y ha
dado recitales en los principales teatros de innumerables ciudades del mundo. Resulta
imposible aventurar el número de sus actuaciones, pero sí, en cambio, afirmar que
desde los primeros años ochenta se ausentó de los festivales y que sus intervenciones
revistieron el formato de concierto ya fuera en solitario o haciéndose acompañar por
su grupo, o ambas cosas a la vez.
De su intensa y extensa labor como cantaor a lo largo de los años, se desglosa
el repertorio popular más extraordinario de todos los cantaores vivos actuales y uno
de las más importantes de toda la historia del flamenco. Enrique Morente ha grabado
o cantado en recitales la práctica totalidad de los palos del género, es decir, unos 48
estilos diferentes. En los aspectos meramente cuantitativos destacan las cifras
elevadísimas de cantes por soleares, siguiriyas, tangos, fandangos, bulerías, alegrías,
malagueñas y tientos; lo que significa el dominio exhaustivo de los estilos
considerados básicos. En los aspectos cualitativos, observamos la variedad y calidad de
las fuentes tradicionales del flamenco ya sean de tipo musical o poético. Enrique
Morente ha sido capaz de asimilar lo más valioso del legado flamenco, que conoce
como nadie, para crear un cante radicalmente moderno, vanguardista, en más de un
sentido, pero que conserva al mismo tiempo, el sabor de la vieja escuela..
El repertorio culto de Enrique Morente constituye una hermosa antología de la
poesía española de diferentes épocas. Son treinta y siete (37) los poetas y escritores
cuyos textos, en menor o mayor número, han sido cantados en flamenco por la voz y la
música del cantaor.

El magisterio de Enrique Morente -considerado como “cantaor de cantaores” o


“artista de artistas”- ha ejercido una influencia señalada en grandes figuras flamencas
de su generación y posteriores: Camarón de la Isla, Guadiana, Ramón el Portugués,
Carmen Linares, Maite Martín, José Mercé, El Moro, Pepe Habichuela, Rafael Riqueni,
Gerardo Núñez, Niño Josele, Javier Latorre, Belén Maya, Eva Yerbabuena, Sara Baras,
Israel Galván, Miguel Poveda, Arcángel, Esperanza Fernández, Gemma Caballero, y,
naturalmente, su hija, Estrella Morente, entre otros artistas más de la guitarra, el cante
o el baile.

2. ¿Cómo canta Enrique Morente?

Un artista de renombre y su obra son objeto de opinión y crítica unas veces


negativas y amargas y otras amables y constructivas. Con Morente ha habido sectores
de la crítica periodística y de algún tipo de aficionados que produjeron de las primeras,
Aquellas y aquellos son hoy una minoría prácticamente insignificante. La gran mayoría
se ha rendido al genio del maestro. He recogido una buena cosecha de opiniones que
reflejan el perfil complejo de nuestro cantaor y su significación como artista. Opiniones
de personalidades de dentro y fuera del flamenco, de periodistas, poetas, también de
personas anónimas o que firman con su alias en las páginas de internet, y,
naturalmente, los propios juicios de Enrique sobre su oficio. Todo ello constituye un
rico, diverso y matizado muestrario de ideas, historias y datos que van de la
subjetividad a la objetividad, desde lo escueto a lo prolijo, desde los prosaico a los
poético, desde la templanza a la pasión. Ninguno nos deja indiferentes, del mismo
modo que el cante de Enrique Morente, nunca nos dejó indiferentes...
Capacidad interpretativa
Morente fue dotado por la naturaleza de unas excelentes facultades físicas de
voz: fuelle, es decir, gran potencia torácica para emitir la voz durante largos espacios
de tiempo sin tener que inspirar. Gran dominio de registros sonoros: graves, medios y
agudos. Intuición y un oído privilegiado para mantener siempre la afinación en cada
uno de esos registros. Memoria retentiva fuera de serie. A la pérdida lógica de fuelle
con el paso del tiempo, Morente ha sustituido su maestría moduladora que le permite
impostar la voz en una gama variada de tonalidades, en una gran variedad de recursos
musicales.

Las numerosas opiniones, variadas y coincidentes sobre su cante y personalidad


las he agrupado en distintos apartados. Comenzaré por las declaraciones de Morente
repetidas en entrevistas de periodistas publicadas en diversos medios.
El proceso evolutivo de mi cante se debe, quizás, a las influencias recibidas de
otras personas, de otras músicas. He recorrido un poco de mundo, he conocido a
mucha gente y esto ha tenido que hacer mella en mí, para bien o para mal. No quise
circular como una maleta, facturado como un paquete. Tomé conciencia de muchas
cosas que ocurren en la vida, y por eso mismo, aprendí más a valorar la raíz del
flamenco, la obra de los cantaores viejos.
Me di cuenta de mi realidad y tuve necesidad de explicarla. Por supuesto, mi
línea de evolución tiene varios aspectos. Hubo momentos de politización que me
llevaron por otros derroteros. Hoy he vuelto a ver las cosas de otra forma. Quiero
cantar lo más flamenco posible, siempre dentro de lo que yo sé y entiendo.
Realmente yo aprendí a cantar en Méjico. Estuve viviendo allí un año y medio,
y la lejanía da muchas veces más inspiración y te hace amar más lo que no tienes en
ese momento a mano. Esto es así de disparatado, pero te aseguro que existen casos
más extraños que el mío. Sabicas enseña a tocar por correspondencia a todos los
guitarristas de su tiempo. Fue como una universidad a distancia. Desde Nueva York a
través de sus amigos y artistas enviaba sus discos a Madrid, Sevilla o Cádiz, para que
aprendieran los demás. Ejemplos como este rompen los moldes y los esquemas de
cómo tiene que ser el arte, de cómo se debe aprender, de si se hereda o no se hereda,
de dónde viene. En Nueva York no había fraguas ni comarcas ni escuelas cantaoras.
De todas formas, volviendo al principio de la pregunta y aparte bromas, yo soy
andaluz nato y mi sentido de cante siempre ha sido la campana de la Torre de la Vela
de Graná. Esa ha sido mi inspiración de metal de voz y de sonido. El cante es un
instrumento que sale de dentro, y mi inspiración viene, por supuesto, porque mi
madre canta como todas las madres de cantaores.
No me considero un innovador. No, no me gustan los innovadores en el cante
porque en el fondo soy un clásico. Lo que lleva la etiqueta de la innovación es
siempre pasajero...Cuando yo canto ortodoxo clásico, no creo que nadie pueda decir
que lo hace más ortodoxo que yo. Las primeras partes de mis conciertos son siempre
clásicas.

Enrique se compara
Yo me siento cerca de Pepe de la Matrona, lo que sucede es que mi voz está
muy lejos de la suya, son dos mundos muy diferentes, desde luego. Pero, por
ejemplo, los cantes por siguiriyas y cuando cojo y hago cosas por soleá, su concepto
está en mí. Si yo hago un cante, una malagueña o todas esas cosas, que a lo mejor
sea una malague ña de Pepe, que el cante por malagueñas yo lo aprendí de Pepe. Los
cantes de Chacón, la mayoría, también los aprendí de Pepe, y tarantas de Chacón y
todo eso.
Y otras veces cojo detalles de Bernardo, hay momentos en que hago una cosa
que lleva la idea de Bernardo, algunas cosas por siguiriyas que hago, y cuando
bajo la voz, voy más a la forma de Pepe. Aurelio me ha servido para comprender el
carácter del cante de Cádiz, la forma de cantar flamenco en Cádiz, aprender a
saborear el cante de Cádiz, que lo trasmite muy bien. Yo puedo imitar el cante de
Aurelio y de Bernardo también, pero el cante de Pepe no lo puedo imitar; pero sí
estoy más influenciado por él que por ninguno.

Nunca me he planteado demasiado dónde estoy.


Soy un aficionado al flamenco más clásico, más rancio, pero me aburre estar
siempre pensando que el cante debe estar en un museo. Hace muchos años
intentamos empezar a romper y a hacer barbaridades. Me ha tocado jugar una
papeleta más dura de lo que yo quería: ser el revolucionario del flamenco, en un
tiempo en el que España estaba política y culturalmente bastante anquilosada. Llevo
veinte años en esto. Empiezas aficionándote al cante, que es por donde hay que
empezar. Luego pasa el tiempo, vas viajando, vas perdiendo pureza en un cierto
sentido (la pureza y la ingenuidad primeras), pero si tienes sensibilidad vas ganando
otras formas de pureza…
Eso influye para bien o para mal. Surgen nuevas ideas, y tomas conciencia de lo
que es ser profesional. Y eso es indispensable. Todo lo que hago está basado y
entroncado en los cantes clásicos, pero nunca pretendo imitar o repetirme. Si tengo
que cantar a un poeta, lo canto, pero modifico también la música hasta donde intuyo
que se puede, sin desvirtuar la raíz, respetando la profundidad y el sentimiento que
lleva el flamenco.

¿Por qué no seguir construyendo?


Llevas razón cuando mencionas la necesidad de innovar, eso es en efecto: una
necesidad. Pero no es que me venga estrecho lo que está hecho, es que lo hecho,
hecho está, y muy bien, por cierto. Si te parece recojo tu propia pregunta: ¿Por qué
no seguir construyendo? ¿Por qué no elaborar temas nuevos? Que la historia juzgue:
ahí está mi soleá, mis fandangos, mis alegrías; ¿qué tienen de incompatible esas
creaciones mías con las que grabé, acompañado por el desaparecido Niño Ricardo,
en el disco Cantes Antiguos del Flamenco, donde interpreto ciñéndome a toda
ortodoxia una gama de estilos clásicos? ¿No se puede trabajar lo uno y lo otro?
La cuestión está en la calidad que imprimas a tus innovaciones. Piensa que a
excepción del fandango, los demás cantes –soleá, siguiriya, alegrías…– permanecen
inmutables desde hace, por lo menos, medio siglo. Eso a mí me parece una
barbaridad. No podemos repetirnos continuamente, por muy bien que nos
repitamos. ¡Que no! Que se pueden hacer cantes nuevos por alegrías, por caña, por
siguiriyas, y que eso en nada estorba al Nitiri, ni a Curro Durce; que –por otra parte–
el cante sobre el que se ha escrito y comentado ha sido circunscrito sistemáticamente
a la Andalucía baja y también podemos hacer cosas por aquí. Créeme, a mí me
encantaría, a todos los niveles –incluido el discográfico– dedicarme a los cantes
flamencos de siempre, pero sin menosprecio en absoluto de lo clásico, innovando,
recreando, como en mi disco Despegando, o en el que grabé con Manzanita. No hay –
repito– que seguir cantando necesariamente la malagueña de La Trini, o
necesariamente la malagueña de Chacón.

Interrelación aficionao-cantaor:
“Yo he entendido siempre el flamenco como una interrelación aficionao-
cantaor; así, tanto como cantaor, como cuanto aficionao, he perseguido el cante
donde quiera que estuviese: me han hablado de un Aurelio de Cádiz, de cualquier
cantaor que interpreta tal o cual cosa de manera interesante y he ido a escucharlo, a
preguntar, a aprender. En definitiva, he dedicado gran parte de mi vida a recoger, a
estudiar mucho el flamenco; esa es la base de mi inspiración y el trasfondo de mis
creaciones, y de mis cantes clásicos, se entiende. Por dar algunos datos: la
malagueña del Canario que grabé en Cantes Antiguos del Flamenco, la recogí
directamente de Bernardo de los Lobitos; de Pepe el de la Matrona tomé la
malagueña de la Peñaranda –ni uno ni otro las habían grabado entonces–.”.
…Tal vez yo no tenga eso que se llama carisma popular, pero en todo caso hay
mucha gente que estima el valor de lo que hago, la ‘Estrella’ me abrió muchos
sectores, algunos de ellos, incluso, no específicamente vinculados al flamenco; a
través de la ‘Estrella’, se han aficionado al flamenco y a Enrique Morente. No lo digo
en tono masoquista. Yo suelo ser problemático, polémico en cualquier lugar donde
cante, y la verdad es que no me desagrada que sea así; el hecho de ir contra corriente
te ofrece la posibilidad de salir de ti, de ir contra ti mismo y estudiarte desde fuera:
creo que esa condición hay que valorarla positivamente.

No era aceptado
En la época de mayor auge de los festivales flamencos –con Mairena, Fosforito,
Chocolate, Terremoto, Lebrijano, Menese… todos esos extraordinarios cantaores en
pleno vigor– en absoluta reivindicación de la pureza y recuperación del cante, yo
hacía los palos, desde el punto de vista de la flamencología al uso, con mucha más
seriedad que hoy… y no era aceptado; ¿por qué?: porque cantaba de una forma
diferente incluso lo tradicionalmente clásico; no ponía ese eco, que todos querían
escuchar, por una razón muy sencilla: porque ya lo hacían los demás; yo ejecutaba
los cantes dándole el sentimiento que a mí me apetecía.

3. Opiniones de diversas personalidades de dentro y ajenas al flamenco

Adolfo Marsillach:
"En Zambra empezó, a mi juicio, la bonita historia de un hombre tímido y
luminoso al mismo tiempo, que canta como los ángeles. O mejor, porque no sé yo si
los ángeles serían capaces de cantar con tanta filigrana, no fuera a ocurrir que el
altísimo se encelara al escucharlos".

Alfredo Kraus a un auditorio:


"Me atrevo a decir que los flamencos cantan mejor que los cantantes de ópera,
porque se entregan más. No es cuestión de chorro de voz, sino de gusto, y eso los
flamencos lo hacen como nadie, y Enrique Morente más”.

Agustín Gómez, periodista:


"La interpretación de Morente no tiene la forma clásica del flamenco, es una
auténtica renovación de los elementos tradicionales sin derribarlos, audaz, atrevida,
que originará el desprecio de los que se las saben todas y el interés de quienes sienten
la llamada del flamenco con la mente libre de prejuicios formales". “...Solemnidad. Su
eco, que parece más desahogado y amplio con la edad, tiene la solemnidad de los
rituales de iglesia. Clava las notas con una seguridad sobrecogedora. Elucubra siempre
aun en las formas más tradicionales, dejando bien matizada su personalidad y su
vocación creadora. Enlaza sobreañadidos en unidad temática tanto de música como de
letra. Hasta su pose escénica es sacerdotal, paradójicamente, en su sencillez y
naturalidad. Su repertorio coplero es muy cuidado; atina en la sutileza y fina gracia,
profundidad y capacidad de síntesis de la letra flamenca; de ello hace la mejor
antología. Su expresión tiene la grandeza y solemnidad del barroco, de retorcido y
magistral formalismo, que obedece con exactitud a un enrevesado plan para
sorprender con intención poética...”.
José G. Ladrón de Guevara.
"Sólo un artista como Enrique Morente, que lo sabe casi todo sobre los cantes
clásicos y lo puede decir con una voz antigua de viejo maestro, podía embarcarse en la
aventura de buscar y encontrar nuevos caminos para el cante jondo, sin perderse en el
bosque de la confusión o en los arenales de la esterilidad. Con el tacto y la delicadeza
del cirujano que pretendiera trasplantar el corazón de una mariposa a un grillo real,
Enrique Morente tiene entre manos las resonancias de los viejos cantes flamencos
para expresarlos, ahora, con una voz y un sentimiento nuevos, renovados,
demostrándonos algo evidente: que el cante, como la vida, no pueden sujetarse a la
inmovilidad de un momento de piedra”.
“Quizá sea Morente uno de los primeros –y sin duda el más perseverante–
artistas flamencos que trabajan en el difícil, pero necesario, empeño de revitalizar y
actualizar el cante, procurando situarlo a la altura de nuestro tiempo, sacarlo de
museos arqueológicos y echarlo a vivir al aire libre, a la calle, con el pueblo".

José Blas Vega: "Enrique es un cantaor para artistas".


"Conozco toda la evolución de Enrique, y han sido muchísimas veces de haberlo
escuchado en la intimidad, y es un artista que a mí me ha hecho emocionarme; me
gusta su forma de expresión, su sentido del desarrollo de los cantes, aunque pueda no
estar de acuerdo en algún matiz de algún momento. Pero veo, sobre todo, en relación
con otro tipo de artistas, veo que Enrique ha sido importante precisamente en esta
época en que el cante se está perdiendo en que el cante se está anquilosando. Los
artistas de generación mediana, digamos, ya han demostrado su arte y no van a
desarrollar nada más, mientras que Enrique ha seguido una constante evolución, con
una base clásica muy importante”.
"Cuando canta Enrique, los mismos artistas lo escuchan ... Enrique está ahora
en un momento importante, cumbre de su carrera; que está dando frutos y la prueba
es que sus giros se están imponiendo hacia una línea moderna de cante, y la prueba
está en que el mismo Camarón estaba constantemente detrás de Enrique, diciéndole
que le cantara cosas y cogiéndole muchas cosas que luego a lo mejor las popularizaba
Camarón: sí, muchas cosas de tangos, giros de tangos y cosas de esas se las oía a
Enrique…".

Ángel Escobar, profesor universitario:


“Morente o el arte de la sorpresa: ...rompe, como Mozart, los pentagramas y,
como Picasso, las perspectivas... Crea, efectivamente, notas y cadencias nuevas. Ha
renovado desde su esencia el ‘quejido’ –que convierte a veces en un puro grito
‘catártico’– y no ha dudado en utilizar los recursos técnicos de su tiempo de las más
variadas maneras, haciendo de su propia voz una caja de sorpresas, capaz de doblarse
a sí misma en un momento determinado, o, de aflorar con autoridad en un estribillo
arrebatado al coro usurpando, o, mejor, enriqueciendo así su función. Para advertir,
en fin, el alcance de la innovación morentina en el ámbito de la forma basta con
escuchar tres de sus trabajos más complejos y comprometidos: Misa Flamenca,
Alegro-Soleá y Fantasía de Cante Jondo y, últimamente, Omega ... La sorpresa, en fin,
puede ser exhibida como una realidad mostrenca, que se agota en sí misma y que no
interesa, en el fondo, ni siquiera a sus protagonistas, o, por el contrario, convertirse en
un arte, mediante el que el ser huma no ejerce una de sus facultades más
extraordinarias: la de fascinar enseñado (enseñando, además, lo que todos saben o
sabían...)”.

Gerhard Steingress, flamencólogo:


“Morente representa a los que superaron el mairenismo y se independizaron.
Es un puente entre la tradición y la vanguardia”.

4. Declaraciones de Morente a:
F. Gutiérrez Carbajo:
Me aburre lo fácil
Quizás esta falta de complacencia mía se deba a la mala fondinga de Graná…
Pero aparte de eso, cada vez que he visto que iba a tener asegurado el aplauso antes
de empezar a cantar, cambiaba de cante, de letra y de programa sobre la marcha,
porque, si no, es como engañarte a ti mismo, y eso no es ni honesto con los demás ni
contigo mismo; y además, me aburre, esa idea me aburre.
Yo me acuerdo cuando empecé a cantar la siguiriya ésta de Manuel Molina, de
los tercios estos ligados, difíciles. Claro, como son tercios difíciles, en el momento en
que te encontrabas un poquito en forma, de voz de pulmones, cuando terminabas el
tercio sin respirar, la gente se entusiasmaba y tenías el aplauso ya ganado de
antemano. Eso puede ser útil en algunos momentos, pero no se puede emplear como
costumbre. En el escenario, en el cante, hay que salir a jugársela”.

Nacho Sáenz de Tejada:


Me di cuenta de que no valía para cantar siempre igual.
En México empecé a dominar un poco lo que llaman el duende, la inspiración.
El sentimiento para comunicar puede dominarse, y uno de los secretos es aprender a
estar tú. Estar una gran cantidad de veces al año. Tienes que aprender a entregarte y
a canalizar la entrega con sinceridad y sentimiento, para que la expresión sea
artística y la gente te dé las gracias.
Siempre he sido muy inquieto, muy travieso. Pero no para ser más interesante y
más novedoso, sino por una condición innata, sin mérito o demérito. Mi estilo ha
salido andando por la calle, en los trenes, donde he cambiado mucho de cerebro. Me
ha gustado viajar solo y no he tenido pereza en pasar por la estación de Atocha,
darme por coger el tren e irme a Cádiz o Granada.
Andando por la calle, después de trabajar empezaba a cantar y a veces salían
cosas que me gustaban hasta a mí mismo. Eran caminos hacia otras tonalidades,
otros sitios que no eran los que acababa de oír la noche anterior. Las cosas más
acertadas casi siempre salen solas. No es por una gran reflexión ni por un hallazgo
inteligente, porque en el flamenco no existen las grandes armonías ni las
complicaciones matemáticas de la música. Lo nuestro es la expresión y es intuitivo.
Cuando sale una cosa que te ha gustado, la aprovechas, la metes en tu ordenador
interior y vas transformando el estilo, poco a poco, sin darte cuenta.
Me gusta emborracharme con el sonido poco a poco, para irme calentando. No
soy un cantaor que salgo y al primer trallazo… No lo sé hacer. Me gusta mucho lo
sencillo y lo susurrado, tanto como los grandes quejíos. La preparación y la afinación,
el ir lentamente hacia el cante, jugando mucho con los detalles pequeños.
Me di cuenta que no valía para cantar siempre igual y muy bien, que los hay.
Cuando hacía tres veces el mismo tercio y la gente me decía olé, en vez de alegrarme
me cabreaba. Y a la vez siguiente hacía esa siguiriya de otra manera, buscando casi
la hecatombe. Era como una forma de suicidio. Empecé a sacar el cante de Manuel
Molina, de tercios largos, que popularizó Vallejo, y que siempre que tengas fuerzas y
fuelle, el público responde. Y cuando la gente esperaba que iba a tirar para arriba sin
respirar, entonces respiraba, hacía otra cosa, y a tomar por el culo; ya no hay oles
donde lo esperas y hay que buscarlos de otra manera. Son formas de ser.
Soy un enfermo mental de la tradición, porque he entregado mi vida a
enterarme y a investigar sobre eso. Pero cuando lo sabes, tienes que utilizarlo para
expresarte, no para ser más novedoso. Lo que me hubiese gustado es ser un buen
banderillero o un buen cantaor de cuadro, y haberme dejado de tanta investigación,
de tanta pasión, de tanta locura por este arte…

A Jorge F. Pinamonti y Gabriel Vaudagna, (periodistas argentinos):


En el fondo soy un cantaor clásico...
... Yo llevaba muchos años cantando como profesional. Sí es verdad que la
libertad para mí era decisiva, porque me ha decidido en muchas cosas... Y una vez
que metes la pata ya tienes que seguir adelante. Pero sí es verdad que cada vez amas
más lo antiguo, lo tradicional y recuerdas la memoria de la tradición del cante jondo.
Prácticamente ningún trabajo mío ha estado fuera del cante jondo. En el fondo soy
un cantaor clásico... No recuerdo ninguna actuación mía, excepto alguna
colaboración especial en alguna obra, donde no haya cantado por soleá, siguiriya o
por tarantas”
Yo no trato de enriquecer el flamenco, ese no es mi propósito inmediato. Trato
de hacer las cosas bien para, al menos, no empobrecerlo...
5. Las opiniones vertidas a continuación las recogí personalmente de sus
respectivos autores:

Camarón de la Isla:
"¿Además de Camarón…? hay muchos que cantan, que tienen personalidad y
cantan muy bien, como Enrique Morente y Panseco. Son gente que tienen un cante
muy largo".

Pepe Habichuela:
“Enrique siempre ha tenido mucho carisma”.
"A mí me recuerda en el fuelle, en la manera de aguantar y de respirar y de todo
eso, me recuerda mucho a Juan Varea. En un momento determinado Enrique remeda
a Pepe de la Matrona, y lo hace bien, pero es que el otro, inconsciente, sale el chorro
de voz ese, y ¡cómo frena esto (el pecho), cómo saca la voz, cómo la maneja, cómo
manda en ella!; que no es que se enreda a chillar, y que manda: de momento, ¡quieto
aquí, de momento, saca! Me recuerda a Varea, pero me refiero en la cosa
inconsciente, y hasta el eco de voz es de Varea. Ahora, cambia la voz, Enrique cambia
cada dos por tres".
"Enrique siempre ha tenido mucho carisma, mucha personalidad, y ha sabido
mucho de cante, por eso ahora se permite el lujo de hacer cosas. Yo le he escuchao
por granaínas veinte veces diferentes; y por malagueñas treinta veces, y por soleá lo
he escuchao dos horas: ¡ese hombre no tiene fin! Por eso tiene la calidad que tiene
hoy. Sabe todo lo de atrás, porque es muy buen aficionao; ha aprendío mucho con los
gitanos, con los payos, con todo el que ha sido monstruo se ha juntado. Ha tenío ese
rollo, esa cosa bonita e inteligente, y a la vista está que la juventud está con él ahora
mismo".
"Está Enrique en un momento grandioso y cantando mucha gene cosas de él,
mismamente Camarón. Unos fandangos hizo de él, unos fandangos, detalles, muchos
detalles que yo sé. Fandangos de Enrique, sí, grabó Camarón, y muchos detalles que
sabemos los flamencos que vienen de ahí. Y mucha más gente ha cogido cosa de
Enrique, lo que pasa es que les da vergüenza 'cantarlas'; pero mucha gente canta cosas
y no lo dicen, pero mucha gente canta cosas de Enrique".
Félix de Utrera:
"Yo veo a Enrique con una voz muy singular".
"Le puede gustar a uno más, le puede gustar a uno menos, pero él tiene una voz
que no suena a nadie. Tiene la ventaja sobre casi todos los demás. Unos suenan a
Mairena, los que son un poquito mayores; o suenan a Camarón, sobre todo los de 40
años para abajo. Puede gustar más o puede gustar menos, pero lo importante es tener
la personalidad en la voz, y Enrique la tiene: él se distingue de todos".

Miguel Candela:
"Es un cantaor de cuarto y de escenario".
"Canta muy espontáneamente, y cuando una persona canta con naturalidad y en
el momento adecuado, pues me gusta mucho. Y cuando canta por soleá, canta
flamenco; y cuando canta por siguiriyas, lo mismo; e incluso cuando canta otras cosas
más innovadores que no son, digamos, el flamenco tradicional, también suena
flamenco.
Te voy a decir una cosa, Enrique Morente, aquí y sin comparar es un cantaor de
cuarto. Está en un cuarto y te gusta escucharle, por lo menos a mí, ¿no? Y aparte, es un
cantaor de escenario, ¡claro, y eso es muy difícil!; es que parece que eso no es nada,
porque es que hay muchos que en un cuarto dices: ¡joder, qué bien! y te dejan así, y
luego los ves arriba y bajan mucho".

Juan Habichuela: "No sabe tangarse"


"Enrique es cantaor de cantaores. Canta por siguiriyas muy bien, y hace siete u
ocho cantes por siguiriyas perfectos (que esté modulando y esté haciendo un tercio
nuevo en la siguiriya, que está aportando pa bien pa el flamenco. Eso es admisible; lo
que no es admisible es cuando hay un tono que no va, o un trozo que le ponen a una
siguiriya que no tiene nada que ver con la siguiriya, ¿me entiendes lo que te digo?
"Enrique es un cantaor completísimo: canta por siguiriyas extraordinariamente
bien, por soleá, hasta ¡por bulerías. Yo he hecho una bulería con él, en el disco último
que hemos hecho (Negra, si tú supieras), ¡que cuadra más bien… que si fuera de Jerez,
vamos! Y ahí está la bulería, y que la mire el que quiera. ¡Que la mire cómo está hecha
musicalmente! ¡A ver cómo cantan en Granada por bulerías! Porque dicen que no
sabemos en las bulerías. Bueno, eso me trae sin cuidado, que cada uno es cada uno.
¡Pero que ha hecho una bulería Enrique de ritmo extraordinaria!
"¡Y ahí está, cómo está hecha musicalmente y guitarrísticamente, y cómo canta
Enrique ahí! Eso, lo que cree la gente que no sabe hacer Enrique, ¡ahí queda hecha!
Enrique hace todos los palos, y que cualquiera venga a decirme a mí que no es verdad.
Porque a mí me gusta más el cante que la guitarra, yo sé más de cante que de
guitarra… Y ése pasa a la historia, ése tiene que pasar a la historia, forzosos porque es
un creador, un músico extraordinario; y, además, toca la guitarra, y él sabe. No digo
que sea… pero le gusta y hace los tonos y los descubre. Enrique descubre al guitarrista,
como no sea un guitarrista un poco listillo y que le guste el cante, lo descubre
rápidamente y lo deja en ridículo.
"Enrique no sabe, como decimos nosotros los flamencos, tangarse. No sabe darle
al público cosas fáciles, los cantes más facilones, ¿me entiendes? Porque hay una
segunda parte detrás que hizo conmigo siete cantes. En los espectáculos que vamos,
hace seis o siete, y en la segunda parte otros seis o siete: o sea, que es una barbaridad.
Entonces, Enrique que canta a viva voz, con la boca abierta, ¡es muy difícil! Porque si
tuviera falsetillo Enrique, que cantara como no sé qué, podía cantar 40 cantes.
"Enrique canta con toda la fuerza del mundo, y cuando sale en la primera parte
se entrega de una forma que se toca. Que es que yo le digo muchas veces: '¡Enrique,
no sabes tangarte, hijo! No sabes hacer cosas que te cuesten menos trabajo'. Es que
hay que ver las siguiriyas que tú las escuchaste en el San Juan el año pasado. Es que lo
coge todo, lo echa todo. Todo lo que tiene dentro lo echa ahí".

José María Velázquez: "Enrique no se ha aburguesado"


"Es una persona que no se ha aburguesado en el cante, y a pesar de que tiene
sus 50 y pocos años, ha continuado avanzando y ha continuado evolucionando y
buscando su propia música y sus propios sonidos, sus propias tonalidades, y su propio
camino en el flamenco; y eso es muy importante, porque tú sabes que hay algunos
cantaores que encontraron su tono, ¿no?, y, bueno, con eso se sintieron satisfechos y
no continuaron la búsqueda".
"Enrique es un hombre que, a pesar de todo, continúa, y, además, es un hombre
que arriesga siempre, es un torero que expone, que no se echa pa atrás, sino que es un
hombre que torea con mucho valor. Y, claro, esa es un arma de doble filo, siempre se
está en la cuerda floja, porque esa actitud lleva a errores, errores garrafales en muchos
momentos. Pero, bueno, es el precio que se paga por tener un talante de persona
progresista y progresiva dentro de la música: o sea, que yo lo definiría como un
hombre consecuente consigo mismo, y que no se ha estancao, no se ha quedao
aburguesao, sino que ha continuado buscando, y eso a mí me parece una virtud de
Enrique, que deberían aprender muchos flamencos".

Armín Janssen-Robledo:
"El registro tonal de Enrique es muy amplio y según que cantes, amplísimo; en la
Fantasía canta divinamente. Siempre trata de improvisar. No hacer ningún
concierto igual al anterior. Su intuición musical es genial y en Obsesión estuvo divino".

Antonio Benamargo: "Enrique es grande por bulerías".


"Teniendo en cuenta, además, que Enrique es una persona que si canta por
bulerías no es como el cantaor que hace… que habla, que simplemente habla: ¡él canta
por bulerías! Él canta, por lo tanto es mucho más difícil meterse en el lío, meterse en la
vía del tren, es mucho más difícil cantando. Es una persona que no solamente cumple
con lo mínimo que necesita para el flamenco, sino que canta, o sea, que es una voz,
una voz flamenca, no es alguien que canta flamenquito, sino que es flamenco, y al
mismo tiempo es una voz que está por encima del flamenco, de esto y de lo otro: es la
voz. Es una voz absolutamente afinada, y que se la juega muchísimo más que alguien
que simplemente canturrea".

Manzanita (José ortega Heredia) (fallecido en 2004)


"Morente es un artista y muy profesional, él nunca falta a sus recitales, y si no se
encuentra bien los suspende, pero nunca deja mala impresión"
"Enrique es una fuente de creación y de él han aprendido muchos, aunque no
quieran reconocerlo. El propio Camarón le cogió algunos detalles".
6. Opiniones de músicos y artistas flamencos en diversos medios

Aurelio de Cádiz o Sellés:


“Eso, la siguiriya ‘En contra, en contra’, lo hace mejor este muchacho, cómo se
llama, Morente, Morente eso lo hace como que quita el sentío. Eso lo hace Enrique
muy bien, tiene mucha afición, tiene muy buena edad...”.

Manolo Sanlúcar
“...Enrique es una catedral, consciente de lo que hace y del género que
representa, no se limita a leer lo que otros han escrito. Es un creador y pedirle que se
limite a ejercer de mensajero es pedirle que se niegue a sí mismo. No es esclavo de su
condición de cantaor. En él están mis viejos; en él está Andalucía”.

Carmen Linares:
“Pienso que Morente, Camarón y Paco de Lucía han significado la libertad para
el flamenco”.

Juan Peña El Lebrijano:


“Yo creo que en esta época, en la época mía, ha habido tres revolucionarios:
Camarón, Morente y yo...Nosotros somos de la antigua generación, aunque yo, quizás
por mis innovaciones continuas, como en el caso de Morente, que hace los cantes a su
forma, y eso no quiere decir que no esté basado en los cánones, hace lo que le sale. Le
sale y lo hace. A mí me pasa algo parecido. Morente lo hace de una forma y yo lo hago
de otra. Pero somos de la misma generación, de la antigua, y creo que seguimos
siendo actuales”.

José Mercé:
“...Todo evoluciona en la vida, ¿Por qué no va a evolucionar el flamenco?
Pregunto. Ahora, si estos señores que creen que el flamenco es sota, caballo y rey, y de
ahí no salirse y que sigamos pasando hambre y miseria y que ellos con su plumita vivan
a costa de nosotros, pues vale. Yo creo que las innovaciones como hace Enrique
Morente y el arriesgar está muy bien, a mí, me parece enorme, ¿no? ...”

Rafael Amargo:
“Yo escucho a Morente de arriba abajo. Omega con Lagartija Nick me parece
una obra maestra. Morente es un maestro de maestros, me parece al cantaor más
contemporáneo y más actual. Eso sí que es innovar, él sí ha hecho cosas que no se
habían hecho antes con una raíz innovadora...”

Antonio Mairena a Alfredo Grimaldos:


"Todos esos artistas que tú acabas de nombrar (Chiquetete, Turronero, Lole y
Manuel), poco se ocupan de buscar el flamenco puro, parten del flamenco, pero
intentan crear o encontrar las condiciones para que ellos puedan estar en primera
línea. Luego, lo que dure ha durado. Y vendrá otra moda que les quite el puesto.
Un caso diferente es el de Enrique Morente, que hace un cante futurista,
intentando marcar la línea de lo que puede ser el flamenco de mañana. Puede ser así y
no ser, pero al menos trabaja con honestidad".

Y deseo cerrar esta comunicación con la escueta, objetiva e inspirada opinión de


Estrella Morente no cegada por su amor de hija y en la senda genial del padre.

Estrella Morente:
“Como cantaor es el más sensible que conozco. Representa la transición del
flamenco a otro nivel donde empieza a ser más que un estilo musical, una
manifestación más completa y profunda”...Quiero agradecerte como aficionada y
como admiradora todo lo que has hecho por la música y por el arte. Gracias por ser tan
grande, papa.”

En Internet están apareciendo chats y blogs sobre Enrique Morente, centenas


de comentarios admirativos en su inmensa mayoría. He aquí algunos:
David Sorroche
“Es un fenómeno como artista y como persona. Sabéis lo que me dijo cuando
yo le dije que estaba estudiando flamenco...Me dijo que todos somos alumnos y que
todos estamos estudiando; ole, ole y ole!!!!. Morente es un crack y con él se puede
estudiar. Hay muy pocos que conozcan los cantes de Chacón como él. Cuídate,
fenómeno!!!!”)

Miguel:
“Único e incomparable. D. Enrique Morente, si segnor, auténtico genio de los
genios, dominador e innovador de todo. Inigualable con sus tonos morentinianos que
nadie es capaz de imitar. Es amigo de los grandes poetas y cantantes como Lorca y
Leonard Cohen. Rey en su tierra, y en Madrid, y finalmente en Sevilla (ya se sabe lo que
cuesta entrar ahí...) Enrique, siempre admirándote”

Sergio:
“Admirador y admirado. Maestro de los maestros, D. Enrique Morente ha
sabido avivar la chispa de nuestro flamenco; sin miedo a experimentar, fiel a sus
creencias, supo compartir su arte con otras generaciones (dígase Lagartija Nick).
Siempre admirador y admirado por sus amigos y por su cante, y consigue que sintamos
el flamenco. Gracias por hacer ver al mundo las raíces de este arte. Tu fiel admirador”.

Alejandro:
“Referencia. Desde que murió Manolo Caracol hay que tener a Enrique
Morente como referencia artística del flamenco. Su forma de entender la plasticidad
del cante me sobrecoge... Es un testimonio vivo de la vigencia del flamenco, de su
supervivencia sobre las formas desvirtuadoras de las modas y el mercado. Es la
vanguardia dentro de la jondura, la libertad en el cante y en la vida... Me quito el
sombrero ante el desgarrador legado que nos deja del flamenco vivo, del flamenco que
viene.”.
Y con esta última y lúcida opinión pongo punto final a mi charla.
Muchas Gracias
II PARTE. EPÍLOGO
1. SEMANA TRÁGICA

Lunes 6 de diciembre de 2010, 14h06 de la tarde. Llamada de Aurora


sollozante: “Que Enrique está muy grave, que le ha dado un infarto y está muy mal”.
“¿Cómo, en Granada”? pregunto anonadado. Respuesta: “No en Madrid, estamos en
la clínica de La Luz, llama a José Manuel (Gamboa), yo no puedo hablar”. Siento un
mazazo en el cuerpo, empiezo a dar vueltas por la habitación sin conciencia de lo que
hago. Una garra de alambre me oprime el pecho. Siento una opresión angustiosa que
dura todavía. No podía imaginarme la muerte de Enrique y su desaparición inesperada,
repentina y cruel provoca en mí un gran vacío doloroso que no desaparece con los días
y que se acentúa por momentos. El reloj de pared de mi cocina se paró a las 14h20,
justo cuando yo salí de mi casa camino de la clínica.

He llorado mucho estos días, más de lo que había llorado en 30 o 40 años. He


llorado con los amigos: J. M. Gamboa, José Antonio Soler, gran amigo de Enrique en
Granada, con las hijas de Enrique, Estrella y Soleá y con su mujer, Aurora, irreconocible
cuando llegué a la clínica de la mala luz. “¿Dónde está La Pelota?” me dije. Estaba
rodeada de mujeres en el bar del hospital. Se levantó al acercarme a ella y nos
abrazamos dolientes durante un rato muy largo. Luego vinieron noticias optimistas y
contradictorias de parte del personal de la clínica; “Que no había tenido un infarto y
que cabía la posibilidad de que Enrique se recuperase...”. Pasamos de la desesperación
a la esperanza, aunque ésta inconsistente.

La pérdida de Enrique me es tan íntimamente dolorosa que no puedo hablar de


ello con la familia ni con extraños. Sólo con algunos amigos cercanos a él puedo
compartir mis sentimientos. Rechazo a los que no lo quisieron o no han llorado su
desaparición. También rechazo a aquellos que sólo conocieron al Morente artista y
pretenden llorar a Enrique y se arrogan una relación con él que nunca tuvieron. El alto
directivo de una importante casa discográfica me dijo a las puerta de la Mala Luz:
“Enrique ha sido para mí como un padre...”, y no le respondí nada.
Yo pensaba que Enrique debía suavizar su ritmo de trabajo y le repetí en varias
ocasiones: “Maestro, ¿cómo puedes aguantar esa tralla que le metes al cuerpo?”, y se
sonreía por toda respuesta. Sabía que sufría de molestias digestivas desde hacía
mucho tiempo y hacía varios meses que había dejado de beber en las comidas vino
tinto que tanto le gustaba, pero ni él ni nadie, me dijo que tenía que operarse de una
manera urgente. Así que la noticia de Aurora fue como una puñalada trapera.

El dolor por la muerte de Enrique no me permitía hablar de Morente.

Ni siquiera por el desgarro de la tragedia perdió su elegante belleza Estrella. Mi


trato con ella se hizo más estrecho. ¡Cuántos abrazos en esos días horribles! Me dijo:
“No se me olvidará el momento en que tomabas solo el té. Ha sido el té más triste que
he visto en mi vida”, o “esto lo tiene que contar la pluma de Balbino Gutiérrez”. En el
primer caso se refería a la tarde del lunes 6 en que sentado solo a la barra de la
cafetería de la clínica, tomaba a sorbos un té con leche, ensimismado y cabizbajo,
cuando me encontré con la mirada de Estrella, sentada a una mesa en compañía de
otras dos personas. Me lanzó una sonrisa y yo levanté el pulgar de mis dos manos para
transmitirle ánimo y el deseo ferviente de que su padre se restableciera.

La otra frase fue cuando el lunes 13 por la mañana me pidió que me sentara a
la mesa con un grupo de mujeres, entre ellas su madre y Soleá. És ta y Estrella se
lamentaban de las terribles circunstancias que estaban viviendo y contando que les
habían asaltado y robado la casa de Granada. En medio de ese estupor y espanto las
dos lloraban y se reían a la vez y todavía tenían espíritu para objetivar la situación: “¿A
quién ha matado esta familia, que daño hemos hecho para que nos pase esto?”, se
preguntaba Estrella, y luego repetía: “Esto es picassiano”, esto es surrealista. Y
escuchando el resto de su conversación y de sus gestos, les dije: “Si vuestro papa
estuviera ahora aquí se reiría de ver el ángel y el valor que tenéis”.

Las dos se levantaron de la mesa para subir a ver a su padre a la UCI, y yo que
llevaba días dudando si me atrevía a verlo también, le pregunté a Aurora Carbonell si
me daba su autorización para hacerlo. Y La Pelota me contestó que si quería podía
subir pero no me lo aconsejaba, que era mejor que me quedara con el recuerdo de
cuando estaba bien, y contó que la última imagen de su marido que quería conservar
era la del rato antes de entrar en quirófano, vestido con una bata azul y “que estaba
muy guapo”. Yo le dije entonces que prefería esperar a que mejorara para visitarlo y
ella me respondió con una frase que me causó otra conmoción y nunca olvidaré: “Pero
si es que Enrique no va a mejorar, si es que Enrique ya está muerto, tiene el cerebro
muerto y lo mantienen en vida artificialmente”, y sus terribles palabras fueron
confirmadas por una amiga doctora sentada junto a ella. “¿Y las niñas lo saben ya?”,
pregunté. “No, todavía no lo saben”, me respondió Aurora. Esa misma tarde, a las
cinco aproximadamente, el corazón del maestro dejó de latir para siempre.

Salvo el miércoles 8, fecha de mi cumpleaños que celebré tristemente con mi


familia, me acerqué a la clínica, calle del General Rodrigo, metro Guzmán el Bueno,
para seguir noticias y prestar mi apoyo a los Morente-Carbonell. Allí estaban en todo
momento Javier Conde, marido de Estrella, más serio y circunspecto que nunca, y Pepe
Carbonell, Montoyita, que quiso tomar las riendas del grupo, La Globo, llorando: “Mi
cuñado es muy bueno y no se puede morir”, su marido, Ángel Gabarre, fumando
cigarro tras cigarro y cariacontecido en todo momento. En mi primera llegada a eso de
las tres menos cuarto de la tarde del día 6 me encontré con Gamboa y su mujer
Marisé: abrazos y lágrimas. Lo mismo con Juan Verdú, muy afectado. En la puerta,
sentado en un banco y bajo la lluvia fina que comenzó a caer, José Antonio Soler, el
amigo íntimo de Enrique en Granada. Lo llamé para que se refugiara bajo cubierto.
Llevaba sus gafas negras, que no se quitó en ningún momento durante todos los días
que permaneció a la espera. Nos abrazamos e intercambiamos apenas unas palabras.
No nos era posible hablar. Durante la tarde llegaron Arcángel y El Pele*, procedentes
de Sevilla.

Mi teléfono móvil comenzó a sonar. Paco Paredes, discreto y alarmado en


nombre de los amigos de La Unión, más tarde, Francisco Bernabé, el alcalde, que me
pediría varias veces que transmitiera sus sentimientos a la familia de Morente, ya que
no podía comunicar directamente con ella. Lo mismo de parte del amigo Guillermo
Pérez de Castro, presidente de la Peña Enrique Morente de Asturias. Al día siguiente
recibí la llamada de Israel Galván queriendo saber noticias y pidiéndome que
transmitiera a la familia su apoyo pues no podía venir a Madrid ya que se encontraba
trabajando por una temporada en Lausanne, Suiza. Antes y después, mi móvil se llenó
de mensajes y llamadas, tantas que me era imposible responder.

En los días sucesivos fueron llegando amigos y colegas de Morente, Estela


Arauzo y Antonio Solera, Marina Heredia y su padre, Jaime El Parrón. Manolete,
Felipe, el arquitecto amigo y constructor del carmen de San Miguel de Enrique, que
permaneció varios días a pie de clínica. Antonio Sánchez y Nani, en cuya casa de La
Zubia, Granada, se celebraban matanzas anuales a primeros de diciembre a las que
Enrique y Aurora nunca faltaban. También, Juan Habichuela que se mostraba muy
emocionado aunque esperanzador y elogioso: “No ha habido otro ni habrá otro que
cante mejor que Enrique, y cuando se ponga bueno tenemos que dar quince o veinte
conciertos...” Carmen Linares y Miguel Espín, ella muy afectada. La tarde en que murió
el maestro, alguien le dijo: “Ahora sólo nos quedas tú”, y Carmen le respondió
conteniendo las lágrimas: “Sí ¿pero a mí, quién me queda ahora?”. Es imposible
acordarme de todos y todas las personas, artistas o amigos de Morente, que acudieron
a la clínica antes y después de su fallecimiento. Naturalmente no podía faltar ninguno
de los miembros de su grupo o tocaores: Pepe Habichuela con rostro descompuesto y
su mujer Amparo que sufrió un pequeño desmayo y tuvo que ser atendida por
personal de la clínica. David Cerreduela, que me dijo: “Si se muere, es que no hay
justicia”. Bandolero, Paquete, El Negri, todos hechos polvo. No puedo dejar de
mencionar a Rafael Riqueni, Antonio Benamargo y Joaquín San Juan, La Tati, que
llegaron juntos como en delegación flamenca de la academia Amor de Dios. Juan
Carmona El Camborio, creo que fue el único que subió a la UCI para ver al enfermo,
después, me dijo que sólo lo mantenían con el suero y la respiración artificial a mi
pregunta de si seguía intubado.

El lunes 13 por la mañana, todas las radios y cadenas de televisión difundieron


la noticia extraoficial de que Enrique Morente se encontraba en estado de muerte
cerebral. A partir de ese momento fue ya una avalancha de personas o personajes los
que llegaron a la clínica de La Luz. José Sacristán, Alejandro Reyes, Miguel Poveda,
Dieguito el Cigala, Pitingo, Agapito Pageo, Mauricio Sotelo, Laura García Lorca, José
María Velázquez-Gaztelu, Teddy Bautista, con otros miembros de la SGAE, institución
por cierto que se hizo cargo de todos los gastos de la operación y estancia del
enfermo, gastos que se elevaban a muchos miles de euros y que la familia hubiera
tenido que abonar, al no contar con ningún tipo de seguro médico que pudiera
cubrirlos en esa clínica.

El seguimiento de la prensa fue discreto y respetuoso, aunque parece ser que


hubo una periodista de campanillas que se adelantó a dar la noticia del fallecimiento
de Morente antes de que se produjera realmente. Morbo aparte, la pequeña
explanada frente a la clínica se fue llenando de micros, cámaras de televisión y
fotógrafos a medida que iban transcurriendo las horas y el estado del paciente se
agravaba. Los zooms enfocaban el hall en el interior de la clínica y alrededores a la
búsqueda de rostros famosos o de familiares que quisieran hacer declaraciones.

Tras producirse el óbito a las 5 de la tarde aproximadamente del lunes 13, el


cadáver de Enrique Morente fue llevado al Instituto Anatómico Forense a petición de
la familia para que se determinaran las causas exactas de la defunción, y acto seguido
se interpuso una querella judicial contra la clínica por existir sospechas fundadas de
que se había producido algún tipo de negligencia médica ya fuera de parte del cirujano
Enrique Moreno o del personal de la institución hospitalaria. Las informaciones que sus
responsables proporcionaron a la familia fueron confusas y contradictorias en todos
los días que duró la agonía del maestro.

La capilla ardiente con los restos del cantaor se instaló en el salón de actos de la
SGAE, el mismo lugar donde apenas cinco años antes habíamos presentado la segunda
edición de este libro. Para entonces la noticia de la muerte se había propalado por
infinidad de medios de prensa, la red y el boca a oreja: un verdadero tsunami
informativo, un despliegue como no se cree que haya existido nunca acerca de un
artista de flamenco. Antes de abrirse la capilla ardiente a las 15 horas del martes 14
(día de San Juan de la Cruz, en el calendario católico) ya había decenas de personas
aguardando en la cola para decir su último adiós a Enrique Morente. Con el paso de las
horas y hasta el cierre de la capilla mortuoria a las 21 horas fueron miles los que
quisieron rendir su homenaje al gran artista fallecido. Cuando llegaba hasta la sede de
la SGAE la primera persona a la que saludé fue al Pollito de California, que estaba
triste, muy emocionado y casi sin palabras. Después fueron otros muchos amigos y
artistas flamencos entre los cuales recuerdo a Joselito Soto y a su hermano Vicente
Soto. Paco Cortés y Miguel Ángel Cortés, quien ya había visitado la clínica para
interesarse por la salud de Morente, Segundo Falcón, Toni Maya, El Yeyé de Cádiz,
Ángel Rojas. Carmen Linares, Salmerón.

Cuando quise regresar a casa, después de decir adiós a mi amigo y maestro y


recogerme unos instantes ante su féretro cerrado. Vi que el bar “Lo Siguiente” situado
justo enfrente de la SGAE estaba a tope de gente, eché una mirada y vi que allí estaban
de cañas los Verdú, Gamboa, Pepe Habichuela, Agapito Pageo, Vicente del Mago,
Liñán, Carlitos el taxista, Cristóbal, entre otros muchos amigos del cantaor cuyos
nombres no retengo. Al principio experimenté una especie de disgusto puritano al
sentir que aquel ambiente se parecía más a las concentraciones animadas y alegres
que se producían tras un concierto de Enrique que a un funeral. Pero en lugar de
alejarme crítico, pensé que al maestro le hubiera gustado estar allí dentro, en realidad
sólo faltaba él, y decidí entrar para saludar a Nicolás Dueñas, a quien no había visto en
los días anteriores.

No tuve fuerzas para asistir al entierro de Morente en Granada el día 15, Me


sentía muy afectado y con los nervios a punto de romperme por las emociones
intensas vividas durante toda la semana. Vi por televisión la sobrecogedora despedida
que Estrella dio a su padre en el Teatro Isabel La Católica cantándole fragmentos de la
Habanera Imposible de Carlos Cano y la cabal del Llanto de la guitarra. Nunca he visto
una escena de duelo más desgarradora y más digna que la que Estrella Morente
protagonizó para despedir a su “papa” de cuerpo presente. Ya sabía que le había
cantado al oído en la UCI y me parecía sublime, pero esto era la declaración pública de
amor más dramática y poética que se le puede hacer a un padre adorado que se
acababa de ir.

Enrique fue inhumado el 15 de diciembre en el patio de San Antonio en el


cementerio San José de Granada. Su tumba provisional, cedida por el ayuntamiento de
la ciudad para enterrar a granadinos ilustres, no tiene el nombre del finado. La
descubrí por un detalle, alguien había dejado una copilla de vino a la cabecera de la
lápida de mármol. Las flores en coronas y sueltas no se habían marchitado todavía...
Tsnami mediático . La noticia sobre la muerte de Enrique Morente fue el enlace más
visitado en los medios de comunicación digitales de toda España.( 850 entradas en
internet a finales de marzo 2011)

El seguimiento de la enfermedad y fallecimiento de Enrique Morente por los


medios de difusión ha sido con toda seguridad el más importante de todos cuantos se
hayan producido en España y el mundo sobre un artista flamenco. Resulta casi
imposible detallar y cuantificar los espacios y horas que tanto la prensa escrita,
radiofónica televisiva le dedicaron ya fuese en programas informativos habituales
como en programas especiales. A estos medios hay que añadir la enorme cantidad de
páginas de la prensa digital especializada Flamenco-world, deFlamenco.com, más los
blogs de internautas. Dentro del carácter elogioso respetuoso y doliente de la inmensa
mayoría de estos no faltaron algunos pocos comentarios miserables e indignantes,
amparados en el anonimato cobarde que propicia la red. Pero ya sabemos que siempre
hay gente para todo...

Siendo imposible de todo punto reflejar el contenido y autoría de los artículos y


reportajes consagrados a la agonía y muerte de Enrique Morente, a partir del 6 de
diciembre y hasta bien entrado el mes de enero de 2011, tarea que por sí sola
requeriría un volumen independiente, me limitaré a recordar el nombre de los
principales diarios nacionales y regionales: La Vanguardia, El País, ABC, EL Público, El
Periódico de Cataluña, la Razón, El Mundo, El Correo de Andalucía, Sur de Málaga,
Ideal de Granada, La Verdad de Murcia y Alicante, Norte de Castilla, El Correo gallego y
vasco, La Nueva España de Asturias, El Diario de Navarra, El Heraldo de Aragón. Las
Cadenas de televisiones estatales y regionales. TVE, (último espacio de Informe
Semanal del 11 de diciembre), Antena 3, Telecinco, La 4, CNN +, La Sexta, Tele Madrid,
Canal Sur, Canal catalán de TVE. Radios estatales: Radio 1, radio clásica, 3, 4, 5, con
programas especiales, La SER, Onda Cero, Cadena Cope, etc. etc. Todas las emisoras de
radio, regionales y provinciales.

La prensa extranjera se hizo igualmente eco de la noticia hasta en diarios


regionales como es el Ouest-France, que publicó un recuadro informando del
fallecimiento del “icono español del flamenco”, Le Monde, Le Figaro. Libération , The
Times, The Guardian, Fankfurter Allgemeine Zeitung, Il Corriere della Sera, La Tribune
de Geneve, The New York Times, All Bronx News, El Universal de Venezuela, Excelsior
de México, Clarín y La Nación de Argentina, que lo recordaban a su paso por la I Bienal
de Flamenco de Buenos Aires, y así hasta en la prensa de las antípodas: el Sydney
Morning Herald.

Los contenidos de la información fueron más o menos coincidentes en todos los


medios y variaron con relación al diagnóstico de la enfermedad: de úlcera de estómago
a cáncer de esófago y muerte cerebral. También, muchos se hicieron eco de la querella
interpuesta por la familia al equipo médico que había operado y tratado al cantaor.
2.-EPITAFIOS

Fueron cientos las declaraciones de pésame y sentimiento de personas


anónimas, personalidades de la cultura y el arte, instituciones oficiales y privadas,
compañeros de profesión, amigos (y enemigos) que recogió la prensa. Reflejo un
puñado bajo el epígrafe que encabeza este apartado.

Pepe Habichuela

Era como un hermano, el mejor maestro que jamás existió

Tomatito

Nos enseñó que sólo se puede ser artista si se es inquieto, curioso e innovador, pero
que al mismo tiempo hay que estudiar la ortodoxia para conocer lo que ya está creado
y poder recrearlo, aportar algo a la música".

Marcos Escánez (periodista y autor de la página Web Enrique Morente):

Ha sido el mayor creador de la historia del flamenco.

J. M. Caballero Bonald

Morente siempre fue capaz de reunir en un insuperable arquetipo flamenco la


maestría y el duende, el conocimiento y la pasión.

Miguel Mora

Su humor y su generosidad han abierto cabezas; su mezcla de compromiso, genio y


bohemia ha enseñado a muchos a resistir, creer y crecer; y su heterodoxia de enorme
precisión quedará como un modelo de libertad.

Lagartija Nick (Antonio Arias)

Habría que renacer dos veces para parecerse a Morente

Bruno Delaye, (embajador de Francia)


Francia llora la pérdida del cantaor flamenco. Uno de los mayores artistas de nuestros
tiempos por esa voz única que sabía expresar todas las facetas, la riqueza y las
sutilezas del alma flamenca. Siempre fiel a sus raíces.

Manuel Chaves

El mejor cantaor en la actualidad, el más innovador, con una gran fuerza y sobre todo
una gran persona con un fondo cultural muy sólido.

David Cerreduela (su último guitarrista habitual):

Todos los días le pido a Dios que me haga ser como él y Él haga que me parezca a
Enrique Morente

Anónimos

-Siempre te recordaremos y con tu cante nos sentiremos un poco más libres. HASTA
SIEMPRE MAESTRO

-Se ha ido el último genio que quedaba vivo.

-Yo también lloro con la brisa por los olivos.

-El hijo de Granada más importante desde Federico.

Juan Manuel Cañizares

Maestro, ¿Me escuchas? Tengo una deuda contigo, que saldaré cuando te vea de
nuevo algún día. Te debo aquel acorde que no te di porque tu voz enmudeció mi
guitarra.

José Manuel Gamboa

Ni lo vimos partir cuando en la lejanía ya se difuminaba. Él iba solo tambaleándose. Te


daba mi vida, amigo, porque tú mucho más a la existencia de los demás darías.

La Shica

Fue tan moderno que nunca estuvo de moda.


Cayo Lara

Una gran persona, reconocida por todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerle,
además de un genio fundamental del flamenco.

Ayuntamiento de Barcelona

Un ejemplo para todos los artistas de todas las disciplinas, por su apuesta por la
innovación respetando siempre la tradición.

Ayuntamiento de Granada

Albaicinero con un arte universal

Ángeles González-Sinde,( ministra de Cultura):

La muerte de Enrique Morente es un mazazo de dimensiones descomunales para el


mundo del flamenco, no sólo porque era un genio musicalmente, sino porque deja un
vacío. Ha hecho más grande la cultura de este país, no solo el flamenco.

Juan Carmona Habichuela:

Se ha ido don Enrique, el mejor de la historia como artista y mejor como persona. Esto
es una catástrofe.

Manuel Moreno Maya "El Pele":

Enrique Morente ha sido uno de los genios más grandes de todos los tiempos y
"siempre lo será".

Antonio Fernández Díaz, Fosforito:

El flamenco ha perdido al "creador inquieto" que era Enrique Morente, con su "visión
amplia" y su "especial sentido", que le hicieron "único" e "irrepetible".

Alejando Sanz:

Hasta siempre, maestro., Hoy El maestro Morente ha muerto… Hoy estoy triste… Hoy
me duele el duende, me duele el pensamiento y la emoción.. Ahora que eres espíritu
serás espacio maestro. No te olvidaré jamás.
José Sacristán:

Cantaba, investigaba y trabajaba día a día por el flamenco. Eso en lo profesional,


porque en lo personal era un fuera de serie. Es una pérdida terrible e irreparable.

José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía:

El fallecimiento de Enrique Morente supone la pérdida de un artista imprescindible, no


sólo para el flamenco, sino para la cultura andaluza y la música española.

Javier Arenas, presidente del PP andaluz:

No tengo dudas de que las próximas generaciones sabrán aprovechar su legado y


hacerlo presente día a día.

Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes:

Enrique Morente encarnaba la elegancia del flamenco en su máxima expresión. Fue


"un maestro que supo unir la alta cultura con la tradición popular.

Bibiana Aído, secretaria de Estado de Igualdad y ex directora de la Agencia Andaluza


para el Desarrollo del Flamenco:

Era una leyenda, un gran compositor, un referente que abrió el camino para la gente
joven. Ha sido, sin duda, uno de los grandes y le echaremos muchísimo de menos.

Carmen Calvo, ex ministra de Cultura:

Enrique Morente era del Olimpo del flamenco. Pensaba que el flamenco era de todo el
planeta. Su muerte es una pérdida verdadera.

Enrique Ponce, torero:

El maestro era un genio. No hay palabras para describir su grandeza artística.

Victoriano Valencia, empresario y apoderado taurino:

Dominaba todos los palos del cante y era enormemente creativo. Tenía además tanta
afición que estaba continuamente estudiando. No es fácil describir lo que representó
en el cante, aunque en su caso vale decir que se va uno de los grandes de ahora y de
siempre.

Domingo González, director de la Bienal de Sevilla:

Con su desaparición todos nos sentimos hoy un poco huérfanos.

José Mercé:

La muerte de Enrique Morente deja una profunda huella en el arte nacional, que ha
perdido a un gran innovador del flamenco. Afrontaba cada disco arriesgando mucho y
echándole valor.

Pastora Galván:

Con la muerte del granadino Enrique Morente se ha ido un monumento grande del
flamenco. Era una pedazo de persona, de artista y de genio que ha hecho mucho por el
flamenco y que ha demostrado y enseñado lo que era este arte al mundo entero.

Carmen Linares

Era de una calidad humana excepcional. .. todavía no me lo puedo creer". es "una


pérdida irreparable, porque era un artista único, un genio. Ha abierto caminos nuevos,
pero siempre con gran sabiduría y calidad.,

Alfredo Arrebola:

Uno de los grandes “Maestros “ del Cante, que acaba de dejarnos huérfanos de su voz,

El director de cine Carlos Saura, que le dirigió en “Flamenco” cantando una seguiriya
estremecedora, y también en “Iberia”, no ha querido hacer declaraciones, porque se
encontraba “muy afectado” por la noticia, al igual que la cantaora Marina Heredia.

Israel Galván:

Ha marcado un antes y un después en la historia del flamenco.

Asunción Demartos, La presidenta de la Asociación Andaluza de Artistas Flamencos:

Era una gran figura del flamenco, los artistas están de luto.
Cristina Hoyos:

En estos momentos todo el mundo del flamenco siente gran dolor por el fallecimiento
de un gran creador y un magnífico cantaor que ha marcado una época, haciendo cosas
maravillosas.

Mariquilla:

"TE MARCHASTE PARA EL CIELO/ Y LO HICISTE DE REPENTE/ PERO NOS DEJASTE LA


FUENTE/ DE TU ARTE VERDADERO/ MAESTRO ENRIQUE MORENTE".

Es un ser extraordinario, un cantaor emblemático, revolucionario, buena gente, es


completo y estamos destrozados.

Enrique de Melchor:

Su muerte ha sido un palo muy gordo para todo el mundo del flamenco al ser una
bellísima persona. Muy innovador y un grandísimo cantaor.

Zahra Ramdán, presidenta de AMSE:

Todas y cada una de los miembros de la Asociación de Mujeres Saharauis en España


(AMSE) manifiestan su más profundo dolor por la pérdida irreparable del cantaor
andaluz, Enrique Morente.

Tato Rébora (Director del Festival Internacional del Tango y del café La Tertulia, de
Granada):

Morente alteró la vida cultural del país y la vida personal de muchos de nosotros.

L. García Montero:

Su elegancia natural en la vida, que fue su gran maestra y la que le enseñó la dignidad,
solidaridad, humildad y sencillez.
Paco de Lucía:

El más derecho y decente de los maestros, cuya muerte nos ha dejado hechos polvo y
muy tristes. No sólo se nos ha ido un artista genial sino, sobre todo, una de las
personas más derechas y decentes que ha habido nunca en el flamenco.

Alberto Ruiz-Gallardón:

Muchos de nosotros hemos tenido la inmensa fortuna de poder disfrutar muy de cerca
el extraordinario talento de Morente...El enorme vacío que deja, que tan
maravillosamente supo llevar a escenarios tan distintos como el cine, el teatro, las
manifestaciones litúrgicas y, por supuesto la poesía, será siempre un espacio de
recuerdo a su figura...

Guillermo Pérez de Castro, presidente de la peña flamenca “Enrique Morente” de


Oviedo:

Morente es un símbolo de libertad dentro y fuera del mundo del flamenco. Tímido y,
sin embargo afable, respetuoso y amigo de los amigos.
3.-ESCRITOS IN MEMORIAM

Se trata de textos míos publicados en Internet para recordar y honrar al amigo,


al “hermano” y al artista desparecido de manera tan brutal e inesperada.

Carta abierta a E. M. al cumplirse un mes del día que entró en estado de coma del
que ya nunca iba a salir…

Querido amigo y maestro Enrique

Mi pena es muy mala/porque es una pena/que yo no quisiera que se me quitara...


(Letra de Manuel Machado cantada por Enrique Morente)

Ahora que ya se están acallando los ecos fúnebres por tu muerte, se están
secando las lágrimas sinceras y han cesado los llantos de las plañideras y plañideros de
oficio. Ahora que la pena ya deja fluir las palabras, quiero recordarte y recordar los
momentos y circunstancias de la amistad con que me favoreciste a lo largo de casi
cuarenta años.

Nos conocimos en Madrid -seguro que te acuerdas pues tu memoria


prodigiosa guarda la huella hasta de los hechos más nimios- a principio de los 70 en la
Cervecería Alemana de la Plaza de Santana. Nos había presentado Paco Almazán. Tú
estabas en compañía de una mujer morena vestida con un poncho mejicano y de dos
muchachos extranjeros, Humberto El Paillo y Vicente, o Vincent, Pradal, dos jóvenes
guitarristas, holandés y francés, respectivamente, a los que tu cante había seducido en
Amsterdam y Toulouse.

Debimos congeniar por diversas circunstancias de edad, paisanaje y gustos ya


que al poco tiempo de relacionarnos, aceptaste la invitación a una reunión en mi piso
con un grupo de amigas y amigos universitarios, uno de los cuales nos produjo cierta
vergüenza ajena a la vez que simpática, al acercarse impulsivamente a ti gritando:
“Déjame que te toque, déjame que te toque”, cuando supo que tú eras Enrique
Morente, el autor del disco Homenaje Flamenco a Miguel Hernández, que tanto
impacto positivo causó entre los jóvenes progresistas de aquella época.

Dos años después, en mayo o junio del 75 y a petición mía quisiste ir a cantar
en compañía de Pepe Habichuela a la Facultad de Filosofía de la Universidad
Autónoma de Madrid, a un recital frustrado por la impuntualidad flamenca y lo
intempestivo de la hora. A partir de ahí me convertí espontáneamente en un
morentiano asistiendo siempre que podía a todas tus actuaciones. Diez años más
tarde, organicé otro recital tuyo -éste sí que se celebró- en el Instituto de Enseñanza
Media del que yo era profesor, un recital que quisiste ofrecer por una cantidad muy
modesta de dinero que repartiste entre un joven Paco Cortés, tu guitarrista de
entonces y otros dos acompañantes a los coros y palmas: Miguel y Antonio Zahíra,
fallecidos después dramáticamente. Recuerdo que fui a buscarte a la casa de tu madre
Encarna, a la que adorabas, que vivía en la calle Álvarez Avellán de Carabanchel.

Luego me fuiste abriendo las puertas de tus casas de Madrid y Granada que tú
ganaste con tu infatigable trabajo de cantaor flamenco. El piso de la plaza del Campillo
del Mundo Nuevo, en la periferia del Rastro madrileño, las casas de Montes Claros,
plaza de San Nicolás y Carril de San Miguel cuando te trasladaste a vivir a tu Granada,
nuestra Granada. Me hiciste el honor de poder ir a verte sin tener que avisar
previamente, aunque casi siempre yo lo hiciera, y me sentaste numerosas veces a tu
mesa con La Pelota y toda tu familia. En el último almuerzo con vosotros no quisiste
probar el vino de Burdeos que yo solía llevar y que tanto te gustaba: “Me han
prohibido el vino tinto por los taninos”, me dijiste. En otra ocasión anterior me
enseñaste a escanciarlo, enseñándome que había que imprimir medio giro a la botella
con la muñeca para evitar que cayeran unas gotas fuera de la copa.

Fue en el piso de la plaza del Campillo del Mundo Nuevo, a finales de los 80
donde te comuniqué mi intención de escribir un libro que contara tu obra y
proclamara tu arte frente a los que te denostaban, que por aquellos años fueron
muchos: Ah, sí, ¿me quieres hacer famoso?, me respondiste con tu ironía
acostumbrada y te callaste. Fueron varios años más tarde, a la puerta del Teatro
Alcalá, donde nos encontramos por casualidad, cuando me dijiste escuetamente:
Adelante, y yo comprendí que me dabas tu consentimiento para que yo me pusiera a
trabajar en el proyecto.

En tus casas de Madrid y Granada vi crecer a tus hijas Estrella y Solea y a tu hijo
Enrique, el Quiqui. Te hice entrevistas profesionales para diversos diarios nacionales y
entrevistas sin límite para la redacción de mi libro, tu libro, nuestro libro. También
pasé ratos entrañables de celebración y conversaciones sobre toda clase de temas. Me
comentabas tus conciertos, tus proyectos y te presté mis modestas colaboraciones y
opiniones sobre los trabajos que ibas realizando. Me hacías oír primicias de discos
como El pequeño reloj, Morente sueña la Alhambra, Morente Flamenco o Pablo de
Málaga. Para este último estuvimos trabajando fonéticamente unos versos en francés
de Picasso: “Cris d’enfants, cris des femmes, cris d’oiseaux...” que tenías la intención
de introducir en la grabación. Me diste tu entera confianza contándome tus simpatías
y también tus trifulcas y enfados con el mundo del flamenco: crítica, representantes,
así como tu opinión sobre otros cantaores, bailaores o guitarristas con los que habías
tenido problemas profesionales, o piques por culpa de la sempiterna vanidad del
medio artístico.

Recuerdo con nostalgia infinita hoy esas sobremesas del carmen del cerro de
San Miguel, sentados en la terraza desde la que se contempla la panorámica única de
la Sierra, la ciudad y la Vega, o acomodados alrededor de la mesa de camilla del
inmenso salón con óleos de pintores amigos, puerta monumental de iglesia y
artesonado de taracea. Tú, a veces, te quedabas dormitando en tu sillón favorito junto
a la chimenea tras beberte un gran vaso de café de puchero que te preparaba Aurora.
Mientras, yo fumaba mis puritos que nunca, nunca quisiste aceptar: Eso es tabaco
para hombres, me decías siempre, y ojeaba alguno de los numerosos libros
amontonados sobre la mesa, libros de arte en su mayoría, entre los cuales uno sobre el
arte de los Hititas, que me maravilló encontrar. Otras veces agarrabas una de tus
magníficas guitarras y desgranabas con sordina unos acordes por malagueñas o
soleares. El teléfono sonaba frecuentemente y saltaba el buzón de voz que dejaba oír
mensajes de amigos o de propuestas de trabajo. Llamadas a las que no solías
responder de inmediato. En el estudio de grabación que habías montado en el sótano
del carmen te vi trabajar en sesiones interminables que podían acabar a altas horas de
la madrugada. Era un gozo y un privilegio oírte cantar y repetir de manera infatigable
algunos trozos de tus discos últimos que ya han quedado para los anales del cante y de
la música.

Amigo y maestro Enrique, así te decía cuando hablábamos por teléfono o salías
abrirme -casi siempre en chándal y con barba incipiente- el portón exterior de tu
hermoso carmen. Siempre me impresionaba estar contigo sobre todo en los últimos
tiempos en los que te habías convertido en un gran personaje público. Pero tú no te lo
creías. Siempre mostrabas la misma sencillez, la misma naturalidad de cuando nos
conocimos en los tiempos lejanos. Maestro de arte y de vida. Paseamos juntos por las
calles de Madrid y Granada, del Albaicín o del centro de la ciudad. Entrábamos en
bares o tabernas y los camareros se deshacían en saludos afectuosos y respetuosos. Te
pagaban con el calor y respeto que a todos les mostrabas. Te paraban continuamente
por las calles y a todos atendías o les firmabas autógrafos que te pedían, incluso los
niños, con esas grandes letrazas con las que escribías algunas palabras de simpatía.

En los últimos meses pude verte menos de lo que hubiera deseado debido a tus
continuos desplazamientos de trabajo. En varias ocasiones te comenté que no
comprendía cómo podías resistir el ritmo que llevabas y me atreví a sugerirte que
debías descansar más, pero tú te limitabas a esbozar una media sonrisa y no
respondías. Tal vez presentías... Mi última conversación contigo fue por teléfono. Me
decías lo satisfecho que estabas por la concesión de las insignias de Caballero de la
Legión de Honor y quedamos en que nos reuniríamos para perfeccionar unas palabras
en francés que querías pronunciar el 17 de diciembre, día fijado para el acto de la
embajada de Francia.

No me hablaste del empeoramiento de tus problemas crónicos. No supe que


iban a operarte. Por eso, cuando el día 6 a las 14h06 exactamente recibí la angustiosa y
angustiante llamada de La Pelota, tu mujer, diciéndome entre sollozos que estabas
ingresado muy grave en la UCI de la clínica de La Luz, de la mala luz, sentí como un
fuerte mazazo en la nuca y se me paró materialmente el reloj de pared de mi casa, un
reloj que funcionaba perfectamente y que siguió funcionando correctamente cuando
volví a ponerlo en hora...

Luego vino una semana de espera desoladora en el hall de la clínica, una semana de
calvario para tu familia que ha sufrido con gran dignidad y entereza de espíritu. Allí
estaban también tus amigos más cercanos de Granada y Madrid. Después fueron
llegando muchos y muchos más a medida que se difundían las noticias alarmantes de
tu estado de salud.

Amigo y maestro Enrique, te has marchado cuando más se te quería, cuando


más te queríamos. No nos has dejado darte esos oles de complicidad que decías que
no te gustaban cuando cantabas y que al escucharlos cambiabas los tonos “buscando
la hecatombe”. Tu muerte ha creado una gran ola de solidaridad en una buena parte
de la sociedad española. A tus capillas ardientes de Madrid y Granada han acudido
miles de ciudadanos anónimos apenados que intercambiaban sus condolencias como
si fueras alguien de los suyos. También acudieron grandes figuras del arte y la cultura,
e incluso figurones que se han apresurado a expresar con palabras su pesar y a
reconocer tu valía, seguro que para compensar sus públicos silencios mientras estabas
vivo y coleando o su negativa a apoyarte con su nombre cuando lo necesitaste
recientemente. Querido amigo y maestro Enrique, tu muerte ha producido una gran
conmoción en las personas y un auténtico tsunami mediático. Si hubieras podido
observarlo, es muy posible que hubieras declarado con tu fina y proverbial ironía:
“Debería uno morirse dos o tres veces para que acaben teniéndote en cuenta”.

¡Hasta siempre!

Tu amigo y admirador que lo fue


Dedicatoria al alimón para una amiga común en la presentación de un libro del
autor: La última noche del ingeniero Santa Cruz. Madrid, mayo de 2000
Enrique Morente, el afrancesado

17 de enero de 2011

Pasados los días preceptivos de duelo durante los cuales me ha resultado


imposible e impúdico verbalizar públicamente mis recuerdos y sentimientos sobre mi
amigo y maestro Enrique Morente, rompo el silencio para recordar que hoy día 17 de
diciembre a las 20 horas iba a imponérsele en la Embajada de Francia de Madrid las
insignias de Chevalier dans l’Ordre National de la Légion d’Honneur. La noticia de tan
importante distinción me la comunicó el maestro mediante conversación telefónica –
desgraciadamente la última vez que pude hablar con él- y se mostraba especialmente
contento por la concesión del galardón. Le pregunté el porqué de su satisfacción
cuando en otras ocasiones con importantes premios se había manifestado más
moderada, y me respondió con su proverbial ironía lo siguiente: seguramente porque
siempre he sido bastante afrancesado.

La realidad es que además de su afición por la cultura, el arte y la lengua de


Francia -le gustaba pronunciar y utilizar algunas frases usuales, adoraba la pintura de
Renoir entre la de otros maestros impresionistas, o el réquiem de Gabriel Fauré-, una
parte sustancial de la carrera de Morente ha tenido lugar en Francia. Sus recitales en el
Olympia, el Théâtre de la Villette o en el de Chaillot, en Paris. Sus numerosas giras por
ciudades como Lyon, Toulouse, Nimes, Marsella, Burdeos, etc... En Francia grabó uno
de sus discos más ortodoxos Essences flamencas, en el sello galo Auvidis auspiciado
por la Asociación Flamenco en France, y también estrenó su magnífica Misa Flamenca
en la abadía de Fontfroide, y en Normandía, y más tarde en la Basilica de Saint Dénis.
Morente cantó en compás de solea por bulerías y aire de vals, y en francés, una
canción de Georges Brassens, ‘Le petit joueur de flûteau’ en un disco para una
asociación benéfica, grabado en Granada, en el que participaba un coro de niños y
niñas franco-españoles, entre los que se encontraba su hija Estrella.

La última demostración de cariño a la afición de Francia del genial cantaor


fallecido, ocurrió -según me contó su amiga hispano francesa Christine Reverte- el 16
de abril de este mismo año 2009 en el Festival de “Banlieues Bleues”, en el sur de París
-que tuvo el valor de incluir ya en su programación de 1997 un concierto con el
Omega-. Las cenizas del volcán islandés, de nombre impronunciable, impidieron a
Miguel Poveda, también en el cartel de la noche y a los músicos habituales de
Morente llegar a París, pero no al maestro granadino que se desplazó hasta allí en
coche e hizo su concierto en solitario con dos guitarristas españoles residentes en la
capital francesa.

A Enrique Morente que es un auténtico caballero, según pensamos muchos de


los que lo tratamos, le ilusionaba el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor
y tenía la intención de pronunciar unas palabras en francés para agradecer la
distinción. La fatalidad traidora no se lo ha permitido.

Postdata:

Ayer, 31 de mayo de 2011, se le entregó a título póstumo a “Monsieur Enrique


Morente”, la insignia de Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa. Tras
las palabras protocolarias y calurosas del embajador francés, Señor Bruno Delaye,
intervino la viuda de Enrique Morente, Aurora Carbonell. Su actitud y sus palabras
fueron breves pero llenas de dignidad y nobleza. Subrayó el hecho de que ese alto
honor se le hubiera concedido al maestro estando en vida y afirmó orgullosa que
había sido un privilegio poder compartir la vida con una persona como él…Y los
asistentes, profundamente emocionados.
Llanto por Enrique Morente

Hoy, día 13 de junio, casi a las cinco en punto de la tarde se cumple medio año desde
que Enrique Morente dejó de existir. El tiempo, ese gran anestesista de la pena, ha
hecho ya en parte su trabajo; lo que no podrá, sin embargo, hacer nunca es cerrar la
herida, la profunda herida que nos deja la persona que queremos y admiramos
cuando se marcha para siempre.

Han pasado seis meses y parece que fue tan sólo ayer cuando recibimos el
impacto del “hachazo invisible y homicida”. Durante este tiempo hemos conocido y
transitado por diferentes estados de ánimo: estupor dolor, rabia, mucha rabia contra
el destino que nos privó de su voz, su genio, su arte, convirtiendo este mundo en algo
un poco más feo de lo que a veces es.

Durante este tiempo hemos tenido la ocasión de hablar con muchos amigos y
compañeros de Enrique Morente, gentes que lo quisieron y admiraron sinceramente, y
en todos hay palabras coincidentes acerca de la orfandad fraternal y artística en la que
nos ha dejado el gran maestro del cante flamenco, del cante jondo; el gran maestro de
la vida y el arte.

Otra coincidencia (paradójica con la anterior) entre las gentes que lo quisimos
está en la opinión de que Morente sigue vivo. Y, en efecto, lo seguirá mientras
hablemos con afección y respeto de él, y, sobre todo, lo seguirá mientras recordemos
su obra. Y hay una de la que yo al menos no podía hablar cuando la costra de la llaga
estaba todavía blanda . Me refiero al último trabajo discográfico en estudio de Enrique
Morente: Llanto.

Se trata de una obra realizada para la Casa-Museo Federico García Lorca de


Fuente Vaqueros, que Enrique entregó a principios del fatídico 2010, y de la que me
hizo escuchar unas primicias, cuando aún no estaba terminada. Decía que durante
estos últimos meses no me apetecía hablar de ella y hasta me era penoso volver a oírla
por la carga sentimental que me producía escuchar a Enrique Morente entonando su
propio réquiem...
¿Pues qué otra cosa si no podía sugerir su audición? En Llanto, el maestro
alcanza el límite soportable de la emoción, como si presintiera o temiera que no sólo
estaba cantando los versos que Lorca dedicó a la muerte del torero Ignacio Sánchez
Mejías, sino que estaba cantándolos también para su propia muerte, ‘La cogida y la
muerte’ y ‘Alma ausente’, la primera y cuarta parte respectivamente de la genial elegía
del poeta de Granada sirvieron a Morente de soporte literario y literal. Luego, el
cantaor de Granada puso todo lo demás con su no menos genial invención musical en
tres cortes repletos de angustia y sabiduría.

Para la composición del primero - un austero lamento fúnebre- recurre a sus


procedimientos complejos de construcción, mostrados anteriormente en temas como
‘Omega’ del Omega, o ‘Martinete’ y ‘La última carta’ de Miguel de Cervantes, ambos
del disco Morente, sueña la Alhambra. En el segundo corte se despoja de los
elementos electrónicos y vocales utilizados antes, para acompañarse a sí mismo con
los solos y sencillos acordes de su guitarra por aires sutiles de soleares, que dan paso a
otros no menos sutiles de fandango con remotos ecos de Caracol, al que Morente
recordó en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera.

El tercer corte, en el que vuelve a los versos de “La cogida y la muerte”, estos
los va encadenando a base de la alternancia de recitativos con tonos de siguiriyas y
saetas, pero ahora sin acompañamiento alguno, con el único eco de su voz, con esa
voz hiriente y poderosa que fue ganando en los últimos años de su vida , una vida que
Morente perdió casi a las cinco en punto de la tarde -como escribió su venerado
Federico-, hace exactamente seis meses, seis, un 13 de diciembre de 2010
4.-CUARTA CONFERENCIA

El aula de actividades culturales de la Universidad de Navarra, a través de sus


amables responsables, Marta, Beatriz y Ekhi, me llamaron para pedirme si quería
participar en un homenaje a Morente dentro de su IV ciclo dedicado al flamenco:
Pensar el flamenco. Todavía estaba viva la herida causada por la muerte del amigo y
maestro y accedí a su petición bajo condiciones que no viene al caso exponer y que
luego por razones exclusivamente administrativas una de ellas no pude cumplir. Me
horrorizaba la idea de hablar de Enrique muerto, porque aún no había encajado
anímicamente esta fatalidad, pero al mismo tiempo me sentía agradecido porque tan
lejos de Granada se acordaran y quisieran recordar al maestro. Pensé que era un
tributo exento de afán de protagonismo, oportunismo e inspirado sólo por el interés y
el respeto al artista desaparecido. La conferencia tuvo lugar en un centro cultural
municipal del ensanche de Pamplona, con un auditorio escaso pero que como dije,
podía multiplicarse por diez, dado la entrega y el interés que mostró de principio a fin
de mi lectura. Siempre recordaré a los organizadores y ese público entrañable que
escuchó hablar del genio con un fervor cuasi religioso.

Del contenido de la conferencia que ahora se ofrece he omitido la ‘Carta’ antes


expuesta y que abrió mi intervención, y he de confesar que sentí y apenas supe
controlar un claro ahogo emocional durante su lectura y conclusión…
“A Enrique Morente, un genio entrañable”

(Conferencia en la Universidad de Navarra, leída el 13-04-2011 en el Centro Cultural


Civivox de Pamplona)

Introducción

Amigas y amigos

La enfermedad y muerte, ocurridas en circunstancias clínicas pendientes de


esclarecimiento, de Enrique Morente, produjeron una conmoción en la esfera
mediática de proporciones nunca contempladas anteriormente. No sólo toda la prensa
española e infinidad de páginas webs se hicieron eco de las trágicas noticias sino que
éstas fueron reflejadas igualmente en los principales diarios y televisiones del mundo
entero, y hasta el Sidney Morning Herald de Australia publicó una reseña anunciando
el fallecimiento del cantaor. Muchos se dieron cuenta entonces de que había dejado
de existir una personalidad extraordinaria del mundo del flamenco y de la música.
Muchos nos dimos la triste cuenta de que había fallecido un genio.

Pero no se trataba de la muerte de un genio desconocido y lejano, sino de un


genio cercano y amigo. Por eso, nuestros corazones se llenaron de estupor y
desconsuelo. Para algunos de los que hoy estamos aquí, la desaparición de Enrique
Morente no sólo ha significado la pérdida de un artista único al que admirábamos y
respetábamos, sino igualmente la de una persona excepcional con la que tuvimos la
gran suerte de compartir y vivir horas inolvidables. Para recordarla y honrarla le
dedicamos y celebramos este sincero homenaje, a través de algunos textos elegidos,
urgidos por las dramáticas circunstancias que conocemos; un homenaje emocionado y
transido de afecto, en el que he querido incluir unas imágenes inéditas y unos cantes
que pertenecen a “Llanto” el último trabajo discográfico de Enrique Morente y que
harán el oficio de réquiem hacia su persona.
Paradigma de superación

Enrique representa un paradigma de superación contra la adversidad de sus


orígenes familiares y de sus circunstancias sociales. Y en lo profesional debió superar el
“antimorentismo” que lo persiguió desde el inicio y a lo largo de su carrera y hasta
después de su fallecimiento.

a) De los orígenes familiares y sociales

Nace en diciembre de 1942 en el seno de una familia muy humilde de


“castellanos”, que es como los gitanos granadinos denominan a los payos. El padre,
Juan Morente, la abandona dejando a la esposa Encarna Cotelo sola con dos niños:
Enrique con unos meses de edad y una hermana, también llamada Encarna, pocos
años mayor que él. Enrique no conocerá nunca a su padre, del que le llegan sólo
noticias por las que sabe que tiene un hermanastro, y volcará todo su amor en su
madre y su hermana, fallecidas ambas en el 96 y en el 92, respectivamente. La madre
tiene que ganarse la vida trabajando de cocinera, una magnífica cocinera, en algunas
casas de ricos granadinos como la de Rodríguez Acosta, banqueros y mecenas de la
ciudad. Nace y vive su infancia en el bajo Albaicín, entonces un barrio marginal y
castigado duramente por la Guerra Civil y durante la larga posguerra que se vive en
Granada. Realiza sólo estudios primarios y entra como monaguillo de la Catedral
cantando en el coro de niños de la misma o seises.

Se viene a Madrid a la edad de 16 o 17 años y trabaja en distintos oficios


aunque no en todos los que se le atribuyen. Vendedor a domicilio, albañil, zapatero y
hasta de gancho de la madre de un amigo que ejerce de adivina en el rastro madrileño.
Se libra de la mili por su situación familiar y comienza a frecuentar algunos círculos
flamencos de la capital como la peña Cha rlot. El resto es historia y pertenece a otro
capítulo que no corresponde hoy desarrollar.

Sin formación académica salvo la elemental, Enrique Morente se va a ir


dotando con el paso de los años como autodidacta de una cultura enciclopédica que ya
la quisieran para sí muchos de los que llegan a completar estudios universitarios. Esto
va a ser posible gracias a su insaciable curiosidad y a la frecuentación de toda clase de
intelectuales y artistas, músicos, pintores, actores de teatro y cine, poetas, escritores,
etc. entre los que se contará a muchos de sus amigos. Cuando Enrique iba a cantar a
alguna ciudad europea o del mundo no se quedaba sin visitar monumentos o museos
importantes de esas ciudades. Así, conocerá el Louvre, el British Museum, el
Hermitage, el Moma, o el Gugenheim tanto de N.Y. como el de Bilbao, etc. Recuerdo
que comentándole una exposición monográfica sobre el retrato del Renacimiento que
yo había visitado en El Prado de Madrid, me dejó asombrado al detallarme un cuadro
determinado (Anciano con niño de Ghirladajo) que a él le había gustado mucho y
sobre el que coincidíamos.

Aunque a veces daba la impresión en las entrevistas de que carecía de facilidad


de palabra, suplía su falta de locuacidad por la inteligencia e ingenio de sus
observaciones, comentarios o reflexiones como se dice hoy en día. Enrique con el paso
de los años ha acumulado un fondo de ideas y opiniones que constituyen lo que
podíamos llamar un tratado filosófico sobre la vida, el arte, la sociedad y la cultura. Y
será parte de este legado suyo el que vamos a recorrer en el tramo final de esta charla.

Otro de los aspectos de superación personal y cultural de Morente lo podemos


encontrar en su aprendizaje y uso de la escritura. Enrique publicó varios textos en
prensa, sobre todo a la muerte de personajes como Camarón, Manzanita y Lola Flores,
el prefacio del libro de un catedrático de francés y doctor en filosofía: José Gelardo
Navarro, “Antonio Grau. Rojo el Alpargatero hijo”; pero también un texto de apoyo a
una entrevista mía a Paco de Lucía, publicada en el diario El Sol, en octubre de 1990:

A nuestro amigo Paco

Por Enrique Morente

Yo creo que la persona más querida y admirada dentro del mundo del
flamenco de nuestros días es, sin duda, Paco de Lucía. Y aunque ni mucho menos
quisiera rebajar al resto de la profesión, ya que nadie es más que nadie, es curioso
que, echando un repaso rápido a la historia del flamenco, sólo recuerdo dos casos
iguales a Paco, artistas que fueron respetados y queridos como personas, y al mismo
tiempo, admirados hasta lo sublime por su obra. Estos fueron: don Antonio Chacón y
Carmen Amaya.

Casualmente, uno representa al cante, otra, al baile, y Paco de Lucía, a la


guitarra. Es como si fuera un edificio sostenido por tres columnas, y si una de las tres
se quita, el edificio se caería.

Pero el flamenco, este arte a la vez tan supermoderno y con sonidos


milenarios, que se ha hecho en la noche como arte de buscar la vida, entre humo y
leyendas de navajas, ha tenido y tiene la suerte de que le broten hombres y mujeres
que han roto con los tópicos y que han llevado por el mundo entero, con la máxima
dignidad, el corazón de nuestra música clásica española que es el flamenco.

En este punto también Paco es hoy líder, porque se encuentra casi siempre en
el extranjero, y lo escuchamos menos de lo que quisiéramos en España. Pero el
sacrificio tal vez merezca la pena, para que extienda por esos mundos de Dios
nuestra música y se la enseñe a esos maravillosos perros lobos que él conoce, como
los Chick Corea, los Mclaughlin y otros, y se los traiga aquí para que podamos
aprender de ellos con arreglo a nuestras luces.

Querido amigo Paco: en nombre de todos los compañeros te envío nuestros


mejores deseos y aprovechamos para felicitarte...

¡Ah, recuerdos del Pollito de Graná!

Lo triste de la historia es que a la inversa, las únicas palabras que yo he podido


encontrar en prensa de Paco de Lucía dirigidas a Enrique Morente han sido sólo las
pronunciadas tras su fallecimiento...

La carta que escribió y envió al crítico sevillano MMM, “Crítica a la crítica”, es


una pieza paradigmática en el arte de refutar y luego leeré alguno de sus párrafos más
certeros. Enrique mantuvo correspondencia epistolar con infinidad de personas del
mundo del flamenco y de la cultura. Desgraciadamente, el saqueo infame que sufrió su
casa durante los días de su agonía ha hecho que se pierdan esos escritos con el robo
de su ordenador. Pero con el tiempo, los destinatarios de esa correspondencia irán
sacándola a la luz, me atrevo a suponer. Yo mismo fui testigo directo en su casa de
Granada del dictado de cartas a su hija Soleá, que ejercía de secretaria circunstancial,
alguna de las cuales, relacionadas con el flamenco, me las entregó el propio maestro
para que yo las conservara. También conservo un documento inédito de gran valor que
él me dio y que algún día se hará público. Se trata de un divertido guión para un corto
cinematográfico del que Morente era autor y cuya filmación tenía la intención de
dirigir él mismo…

b) De la hostilidad profesional

El otro de los capítulos de superación de Enrique Morente es el de la lucha, cual


Sísifo flamenco (ya en el año 1970 en el programa de TVE “Rito y Geografía del cante
afirmaba: Me llaman el asesino del cante flamenco, en declaraciones a J.M. Velázquez
Gaztelu) que tuvo que afrontar contra la oposición constante de que fue objeto desde
los inicios de su carrera por parte de personas y sectores del flamenco, oposición que
yo llamé en “E. M. la voz libre”, el antimorentismo.. Consistió en negar la autenticidad
de la esencia cantaora del maestro -como él mismo llegó a señalar- o en despachar sus
actuaciones, obra o algunas de sus creaciones más significativas con descalificaciones
ofensivas y humillantes. Valgan los siguientes ejemplos:

“Pero es lo que estamos hablando, quieren vender y no saben cómo. No venden el


auténtico flamenco y venden mierda. Y eso me rebela. Soy el papá de Poveda y
Arcángel, los únicos que estamos intentando hacer algo. Estaba Morente, pero
últimamente se ha venido abajo, le está haciendo más daño al flamenco que otra cosa.
Las fusiones son confusiones y engañan a la gente... ( El Pele. Diario de Jerez 16-11-08,
disco: 8 guitarras y un piano)

Otras veces se le descalificaba por omisión:

“El flamenco tiene vitalidad y raíces profundas, pero se halla en un proceso de


desertización paralelo al sistema ecológico…atraviesa un periodo de confusión y, salvo
excepciones?, está perdiendo sus referencias. Camarón fue el último exponente de un
modelo de cantaor. …”. Kiko Veneno, El País 4-9-2005.
Estas declaraciones no impidieron que el mismo personaje dedicara el día 15 de
diciembre también en El País un poema fúnebre, bastante malo en mi opinión, a
Morente... Como escribió muy acertadamente el cantaor jerezano José Mercé el día
anterior en las páginas del citado diario: “Hoy le lloran, ayer le criticaban”.

Un antimorentismo que no se ha extinguido ni tan siquiera tras su fallecimiento,

“Acerca de la verdadera evolución en el cante, hablaremos todo lo que sea menester


en próximos programas. No obstante, apuntaré someramente que discos como
"Omega" o "Pablo de Málaga" son pura basura y un insulto a la inteligencia.” (Conrado
Medina en su programa radiofónico, titulado “Oído al cante”, el 16-12-2010).

Se podría aplicar el refranero a este obtuso personaje objetándole que no hay peor
sordo que el que no quiere oír o recordándole que no ofende quien quiere sino quien
puede…

Sabiduría

a) personalidad humana y artística

A pesar de este y otros detractores peores, Enrique Morente se ha ganado a


pulso una fama casi indiscutible de hombre sabio, de maestro como artista y como
persona. Destacaré esta última vertiente a través de opiniones de terceros, de
anécdotas y recuerdos míos y sobre todo de sus propios actos y palabras. He limitado a
dos capítulos la gran variedad de asuntos que han ido ocupando y preocupando al
maestro durante los últimos cinco años. En estos he recogido unos contenidos
posteriores al año 2006.

Crítica a la crítica

Decía anteriormente que Morente llegó a alcanzar un gran dominio del arte de
la escritura y lo podemos comprobar de nuevo reflejado en la carta abierta que dirigió
al crítico de flamenco sevillano Manuel Martín Martín, al que llegué a llamar enemigo
público nº 1 de Enrique, por su ensañamiento permanente contra el cantaor desde las
páginas de Diario 16 de Andalucía, primero, y luego de El Mundo, también en su
edición andaluza. Esa persecución no impidió que le dedicara durante media hora los
mayores elogios y ditirambos con motivo de la presentación de un recital de Enrique
Morente y Juan Habichuela en Almería en el verano del 94, presentación para la que
fue contratado inexplicablemente por la peña El Taranto de la localidad. Harto un día
de los ataques injustos y difamatorios, no sólo contra él, sino también contra su hija
Estrella y otros artistas flamencos, todos ellos no gitanos ni mairenistas, Morente
publicó en octubre del 2007 un extenso escrito, en el cual no solamente replicaba a las
agresiones verbales del individuo mencionado sino que también señalaba algunas de
las contradicciones y corruptelas en que había incurrido de manera sistemática el
aludido y una buena parte de los críticos de flamenco en Andalucía y Madrid...

A raíz de dicho escrito -que fue firmado por numerosos artistas y profesionales
relacionados con el flamenco entre los cuales, Miguel Poveda, Arcángel y Paco de
Lucía-, el crítico interpuso una querella judicial contra Morente, cuya vista pública
debía haberse celebrado hace unas semanas (a principios de 2011) en la Audiencia de
Sevilla, de no haber ocurrido el fallecimiento del cantaor.

Seguiré abundando en los rasgos que caracterizan la personalidad humana,


aunque a veces es imposible separarla de su personalidad de artista.

Le preguntaron una vez a Estrella si no había sentido la necesidad de “matar al


padre”. Esto en correspondencia con una anécdota que contaba Enrique de su amigo
el profesor de la Universidad de Alicante José Antonio Bernicola, también fallecido
hace dos años escasos, cuando este lo llamó un día por teléfono diciéndole que se
fuera para Alicante a comerse una paella y a “matar al padre”, a lo que Morente le
respondió que para el arroz estaba de acuerdo pero que esperara tres años para matar
al padre porque sus niña (Estrella) era todavía pequeña y no estaba bien dejarla
huérfana....

¿Usted no ha sentido nunca la necesidad de matar al padre? Le preguntan a Estrella


“Pero es que Enrique Morente no es un padre ni un productor ni un artista normal. Él
siempre se sale, no quiero decir de la lógica, porque él la tiene, sobre todo en cuanto a
la parte artística, pero me refiero a que consigue aciertos indiscutibles y que le llegan a
la gente de manera inmediata y de una forma muy profunda. Me conoce como artista,
como cantaora. En él busco siempre, porque encontrarte con él es como abrir el grifo,
y nadie desperdiciaría eso. Y no es sólo mi trabajo. A mí también me apetece mucho
involucrarme en lo que él está haciendo, en su submundo de textos, de músicas
nuevas, de intentos nuevos, con aparatos que de pronto le llevan nuevos sonidos y a
mí me produce mucha curiosidad. Es una golosina para cualquiera que le interese el
arte. No es porque sea mi padre, es que es la bomba...”.

Uno de los rasgos más destacados de la personalidad de Morente fue su trato


amable hacia toda clase de personas y especialmente hacia los jóvenes artistas.
Encontramos numerosos testimonios de estos en los que le reconocen su ausencia de
autoritarismo o le agradecen su actitud generosa siempre en sus relaciones con él.
Pedro Sierra, un joven y notable guitarrista nacido en Barcelona, pero residente en
Sevilla nos contó el siguiente episodio:

“Estaba yo metido en el estudio de música grabando mi disco Nikelao y recibo una


llamada telefónica de Morente: Sí, ¿quién es? Soy Enrique. ¿Enrique, qué Enrique?...
Enrique de Graná... ¿Enrique de Graná? Yo no conozco a ningún Enrique en Graná...
¡Ah, no! ¿Quieres que te cante un fandanguillo?”.

El tocaor fijo de Morente durante los últimos tres años, el guitarrista gitano de
Madrid, David Cerreduela, muy afectado por la desaparición del cantaor, afirmaba que
con su muerte él creía que no había justicia en la tierra. También afirmaba que nunca
nadie lo había tratado de manera tan legal como Enrique y repetía: “Me gustaría
acabar pareciéndome a él…”.

Retrato de Enrique de paisano

Con el paso de los años y su afición a la buena comida y bebida tenemos la


visión de un hombre recio, de cuello, tórax y estómago prominente, pero desde su
juventud y hasta bien entrado en la madurez Enrique tenía lo que se dice todo un
tipito. Se vestía con informalidad - nunca se ponía corbatas que no le gustaban- pero
de manera elegante y moderna, es decir a la moda, aunque con gusto original. En el
escenario solía gastar botines un tanto extravagantes, particularidad que muchos han
observado y fotografiado en detalle. Vestido de calle y en invierno, le recuerdo un
gesto inveterado usando durante años un chaquetón marrón de piel vuelta, con solapa
forrada con la que se tapaba invariablemente el cuello y la boca cuando salía de un
local cerrado al frío de la calle…

Retrato de Morente en el escenario

PALACIO DE CARLOS V. Enrique Morente y Pepe Habichuela ofrecieron un recital


inolvidable. 5-4-08

INMENSO. Enrique Morente cada día canta mejor y sorprende más. Anoche el
público abandonó el Palacio de Carlos V con el alma completamente conquistada por
esta garganta de voz áspera y aguardentosa que ha creado su propia y exquisita forma
de interpretar el flamenco. La noche era fría, ya lo anunció el maestro, que con mucha
gracia pidió perdón por no tener estufas para la ocasión, pero el respetable acabó de
pie y encendido. No había espacio para el frío. Ya estaba muy inspirado cuando
empezó con las alegrías, en las que rió con esa mueca que hace que sus ojos
desaparezcan de su cara. Después de unos tangos, sonó un móvil. Morente paró y dijo
con toda la naturalidad del mundo: «Ese es otro tono»..

Retrato de entrevista

Enrique Morente habla con una voz suave, da una impresión de timidez y
sensibilidad, modestia y sencillez. Su voz es débil, lejos del chorro de pasión que regala
desde el escenario.

El tiempo

El pope del quejío y el cante jondo es el mejor y el más grande por su caudal de
sabiduría, su impenitente curiosidad y su innegable bondad. Las vigilias le han
desordenado el pelo y le han acuchillado la voz.... Dueño de una erudición catedralicia,
sabe que el mundo se mueve, aunque haya visto a gentes negarlo.
-Usted afirmó que el tiempo juega a su favor...

Y otras veces en contra

-Da la impresión de que el paso del tiempo le obsesiona...

El tiempo es muchas veces angustioso. Hoy vivimos todos en un mundo


ajetreado: demasiados viajes, demasiados compromisos, y uno tiene tantos
proyectos, tantas cosas por hacer. Al final estamos más solos que nunca.

Bondad

Durante el viaje a Argentina en Febrero 2009 compartí muchas horas con el


maestro. Entre varios detalles que recuerdo, Enrique compró todos los muñequitos,
muchos, que llevaba en una cesta un vendedor ambulante, casi un niño, que se acercó
a nuestra mesa en un restaurante de la ciudad de Villa Carlos Paz, cerca de la ciudad de
Córdoba, donde Morente acababa de ofrecer un recital gratuito. Todos los numerosos
invitados a la cena nos fuimos con nuestro correspondiente muñeco.

¿Cómo entiende la tradición?

Se trata de traducir la tradición. La tradición es nuestra memoria, nuestros


antepasados, los sonidos que no existen porque sólo están en el oído de quien los ha
escuchado de quienes ya no viven. ¿Cómo traduces eso a un tiempo como el que
vivimos? Ése es el proceso, una cosa muy angustiante.

Premios

La Peña flamenca Enrique Morente de Oviedo propuso la candidatura de Enrique


Morente al Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009. No pudo ser, pero el
maestro recibió innumerables apoyos de instituciones oficiales y de personas. (Aunque
no de algunas que se apresuraron a participar en los primeros homenajes que se le
hicieron tras su muerte) He seleccionado esta carta al director de la peña del señor
Amable Liñan, premio Príncipe de Asturias de las ciencias 1994 :
“Me complace saber que hay un movimiento de apoyo a la candidatura de
Enrique Morente para el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año 2009. Me
uno con estas líneas de apoyo entusiasta a esta candidatura”.

“Yo, con una actividad profesional ligada al mundo de la enseñanza e


investigación en las ciencias aeronáuticas, por estar atento a las creaciones literarias y
artísticas que enriquecen nuestra vida intelectual, tengo una deuda de gratitud con
Enrique Morente por lo que contribuyó a enriquecer la mía”.

“Mi admiración por Enrique Morente creció posteriormente con sus


aportaciones tan personales al Arte Flamenco y, en particular, con aquellas creaciones
de sus tan frecuentes homenajes a los poetas españoles, en los que resalta la íntima
relación entre el Arte Flamenco y la Poesía”.

“Agradezco muy especialmente las circunstancias personales que me otorgaron


el privilegio de su amistad y con ella del conocimiento de sus cualidades humanas
excepcionales, que complementan a sus cualidades artísticas convirtiéndole, a mi
juicio, en la figura cumbre actual del Arte Flamenco”.

Solidaridad

Enrique Morente ofreció un concierto en Orihuela dentro del centenario de


Miguel Hernández, porque le debo tanto que ni con cien conciertos le voy a pagar. Lo
que no es común es que los honorarios íntegros fueran para Amnistía Internacional,
por si con esta pequeña aportación se evita que alguien, aunque sea una persona,
sufra los atropellos que Miguel sufrió.

Rostro humano

-Por cierto, Enrique ya es abuelo.

Tengo dos nietos de Estrella, y digo yo que me irán llegando más.

-¿Los maleduca?
La generación de ahora son grandes aparcadores, y la justificación es que los
abuelos maleducamos; no se dan cuenta de que el amor nunca hace daño. Ni de que
la mala educación está en la deshumanización.

-¿Tiene arreglo el mundo?

Como no lo arreglen los niños…

-¿Qué es la amistad?

Una herramienta imprescindible para andar por la vida.

- Un mensaje para los internautas.

Que tenemos que aprender a convivir. Que la inmigración es imprescindible,


aunque sólo fuera para reparar tantos siglos de injusticia. Y que hay que tener
conciencia, y ponerse de la parte que se tiene uno que poner.

¿Conoce el proyecto urbanístico del Cabanyal?

Lo suficiente como para apoyar a la asociación de vecinos que defiende la


supervivencia de uno de los barrios con más sabor de la ciudad. Estoy informado y
tengo plena conciencia de lo que está pasando en el barrio. El Cabanyal, como el
Albaicín o Lavapiés son corazones importantes de las ciudades. A mí me mueve ver
que la gente sufre injusticias inmobiliarias que siempre benefician a los ricos, a unos
pocos, mientras los que menos tienen pagan el pato y se les destroza para el resto de
su vida. Tirar el Cabanyal es una barrabasada, como también lo sería tirar la Lonja o
la iglesia del Carmen.

Sobre la política

El mundo está viviendo unos momentos muy duros. La crisis más profundas no
son las nuestras, hay otras. Nuestra clase política está en una lucha feroz por el
poder y esto angustia al ciudadano en el que crece la desconfianza. Yo no tengo
carné político; yo pertenezco al partido de la libertad y de la democracia, pero me
preocupa la corrupción, que cada vez crece más, y que a los jueces que la combaten,
como Garzón, se les ataque. Esto es malo para la derecha y para la izquierda. Tengo
confianza y esperanza en que el pueblo sepa elegir y acertar.

Sobre sus discos

En un corte central de Pablo de Málaga, una soleá sin guitarra y con


percusiones, al final usted apunta una saeta que acaba con unos sorprendentes ayeos
atonales y seriales nunca cantados ni escuchados antes en el flamenco.

Lo que he tratado ahí es reflejar los horrores de las guerras del mundo
moderno. La guerra de Irak, por ejemplo, cuando he visto en televisión a esas madres
y a esas abuelas que encuentran a sus hijos muertos, destrozados y lanzan esos
gritos de desesperación desgarradores.

No todo en el disco es dramático. Usted ha volcado en el mismo también dosis


líricas o satíricas.

Hay dos temas que se diferencian de los demás. El primero es como una nuba
o canto andalusí, en el que he unido a la Orquesta Chekara de Tetuán -con la que he
colaborado en muchísimas ocasiones- y a la rondalla del Albaicín a la que llamo
Orquesta de Cuerda del Albaicín, mi barrio. Y en ese tema canto un soneto de
Góngora...Al otro corte, Buzón de voz, le he puesto letra mía. Va en ritmo de tangos y
de rumba-rap. Y es como una denuncia de la incomunicación a la que hemos llegado
los seres humanos en los tiempos de la comunicación, aunque eso sí, contado y
cantado en clave de humor...

Sensibilidad

Después de la entrega del Premio Especial del Ojo Crítico 2009, a Enrique, nos
contó esta anécdota que dice tanto de su rica personalidad humana y artística.

Mi último recital de Chicago con Tomatito (2005) fue uno de los mejores que
había dado en mi vida y que Tomatito me aseguraba sinceramente que había sido un
monstruo. Yo creía que se había debido al hecho de que por la tarde, antes del
concierto estuve visitando una exposición de pintura impresionista, en un museo
cercano a la sala de conciertos, y me había sentido muy emocionado por la
contemplación de un cuadro de Renoir. Un cuadro “muy burgués, muy clásico”, pero
que sin embargo me produjo una fuerte emoción, y que era esa emoción la que me
inspiró ese recital.

También contó que por causas inexplicables ese concierto no se grabó y que
había agarrado un cabreo monumental. En cambio, tras su finalización, se le acercó un
desconocido que le entregó una cinta grabada de un recital que él había dado también
en Chicago, sólo que 40 años antes, en un lugar perdido del que no se acordaba ni del
nombre...

Compromiso social

Cuando me planteo un disco nuevo me cabrea no implicarme en nada de lo


que pasa.

Nana de Oriente" es un canto de paz y reconciliación. Va dedicada a la


conflictividad que hay, que sufren los niños, en Oriente Próximo y que vemos todos
los días en el telediario. Pero es un asunto difícil porque no quiero ahondar
demasiado en el tema para no caer en la demagogia barata y en el oportunismo de
jugar con la guerra y estas cosas. Es un asunto delicado. Si lo haces puedes resultar
un tipo asqueroso demagógico y si lo dejas de hacer eres un despreocupado al que no
le importa nada y que no piensa más que en sí mismo. No es fácil, creo que la clave
es hacer las cosas lo más sinceramente posible.

Su concepto de patria

En el disco “Pablo de Málaga” se escucha la voz de Picasso diciendo que se


siente muy español, pero más de una vez Morente ha dicho que no entiende el
concepto de patria de manera chauvinista...

Claro que no, porque las patrias y las banderas han costado mucha sangre,
mucha barbarie y sufrimiento. Pero Picasso dijo eso en un momento del exilio,
cuando llevaba mucho tiempo fuera de España y no podía volver a los lugares que
recordaba y donde había vivido. Aunque estoy seguro de que él se sentía más cerca
de las ciudades y los rincones y los barrios que de las patrias.

El futuro del flamenco

Creo que el futuro del flamenco pasa por su capacidad de abrirse a otras
sensibilidades musicales. Si no lo hiciera, si los cantaores y tocaores actuales se
limitaran a repetir lo que han hecho sus antecesores, el flamenco terminaría siendo
una manifestación folclórica más, tan bella como fosilizada. Y que conste que a mi
encanta el folclore. Pero el flamenco, a día de hoy, está muy vivo, sigue siendo un
mundo en el que abunda la imaginación y la creatividad. No es una música de
museo.

b).- Ingenio y sentido del humor

Y ahí vuelve a sacar otra vez el "genio" de Pericón

-Enrique se ríe de sí mismo

¿Lo de “El Ronco del Albaicín” fue idea de un periodista determinado? Lo he leído en
un diario gratuito de Madrid, y la verdad es que fuera de contexto queda un poco feo…

Sí, eso son tonterías mías, es para quitarme importancia.

En la Casa de América de Madrid. Festival de Poesía y antes de cantar “El ángel caído”
de Antonio Vega

…No me gusta decir lo que hago, pero como hoy estamos así en sitios íntimos de
poesía, me vuelvo un poco parlanchín. Me he tomao un whisky ahí, pero no estoy
borracho, estoy fresco, pero no me gusta ser parlanchín en el escenario…

Cuando le dio por nacer un día de Navidad ¿Fue que ese día le dio un punto
mesiánico?

La verdad es que me ahorro en cumpleaños, porque como están todos


borrachos de la nochebuena el día anterior, sale barato...
Una curiosidad. ¿Por qué ilustra su recital del Palau con un dibujo, un retrato suyo, y ya
no deja que le hagan fotos?

Porque estoy un poco gordo. De hecho, procuro que ahora me fotografíen de


espaldas.

El primer cantaor que recuperó la costumbre de sentarse en la silla. ¿Por qué?

Es que antes no había AVE y llegabas derrengado de los trenes. Y luego


descubrí que si te sentabas podías tener dos cosas a mano: a la izquierda, la guitarra,
más cerquita del oído, y a la derecha el vasito de whisky. Solucionaba lo de
agacharse p’a echar un traguito.

-A usted la noche y la mala vida no han conseguido fastidiarle la garganta.

Cada día la tengo más estropeada, pero no le hago caso y canto con el
corazón y la cabeza.

¿Es verdad que tiene 25 hermanos o es una leyenda urbana?

Cada vez que cojo un taxi me sale un hermano. A mi padre le llamaban


«carajo de romana», pero no está bien hablar de los muertos.

-¿Cómo es el marido, el padre Morente?

Pues soy muy vago. Aunque siempre me veáis en proyectos, tengo un sofá
muy viejo que lo tengo «derrengao» de usarlo. Allí leo, y pongo la tele para dormir.

-Entonces no se jubila ni a tiros.

¡Yo voy a durar más que un martillo «enterrao» en paja! Además, aunque
quisiera parar no tengo más que encargos, y si no, me lío yo solo. Hay que
aprovechar lo que viene, que he tenido temporadas de colgar la quijada del techo.

¿No tiene sangre gitana?

A veces sí soy muy gitano... cuando me da la gana.


Primero fue Estrella, Estrella Morente, una de las más grandes y carismáticas cantaoras
actuales. Pero ahí no acaba la cosa. Porque en este álbum, Pablo de Málaga, se
incorpora a la saga otra voz y otra presencia, la de su hija Soleá, que canta como los
ángeles (flamencos, claro) en la emotiva «Nanas de Oriente».

Sí, claro que estoy orgulloso, pero como me sigan saliendo cantaoras y
cantaores voy a tener que poner una tienda del cante. Lo hacen bien, sí, sí, si es que
ése es el problema, que lo hacen bien, si lo hicieran regulín, un poquillo por aquí, otro
poquillo por allá, podría decirles que no, pero de la manera en que cantan, sus
padres tenemos que ayudarlos en todo lo que podamos.

-¡Ni que tuviera sobornadas a las musas!

Si me acuesto tarde, las musas acuden. Si madrugo, es cuando desaparecen.


La noche es para tomar copas e inspirarte.

Y eso que cuando leí lo del cante «p’atrás y p’alante» que dicen que hace, creí que iba
a ser como hablar con un físico de partículas.

Eso lo dicen porque me gusta el cante antiguo, recordar el camino andado,


pero al tiempo me apasiona lo más vanguardista, y avanzar hacia ello.

También he oído decir que hace flamenco torcío. ¿Eso es bonito o feo?

Llevan bastante razón. A mí me gustaría ser un chico más recto y más formal,
pero no me sale.”.

-Dígame una cosa, ¿por qué un ronco suena tan bien?

En el flamenco hay una cosa rara y es que un cojo puede bailar muy bien.

Durante años Morente no hablaba nunca en los recitales. Era un poco mala follá de
Graná. Llegaba, saludaba, cantaba, daba las gracias y se iba, pero en los últimos meses
se volvió bastante locuaz, decía que se acordaba de Chano Lobato…

Cantando a “José Luis Borges” 5-3-2009 Fuenlabrada


Llegó cansado a Fuenlabrada a la vuelta de su viaje de Argentina en marzo del
2009…Comenzó cantando por granaínas y en medio de la primera copla y de la
segunda, sacó una cuartilla del bolsillo de su chaqueta y cantó leyendo el texto escrito
siempre por el mismo estilo. Luego, Enrique, explicaría:

“He sacado un papel y algunos habrán pensado que me he vuelto un


intelectual, pero no, aunque ya me gustaría serlo. Es que no quería traicionar la
poesía de José Luis Borges que me he traído de Buenos Aires. Sí ya sé que no es José
Luis sino Jorge Luis Borges, pero es que cuesta tanto trabajo al pronunciarlo, Jorge
Luis Borges, que me hago polvo la garganta y luego no puedo cantar...”

En el concierto de Morente y Lagartija Nick, 21-6-2008. Sala La Riviera de


Madrid

Aquí volvió a reinventar lo que yo llamo las saetas dodecafónicas o atonales del
tema Compases y silencios del disco Pablo de Málaga. Tras el concierto le dije que las
había cantado de forma distinta a la de la presentación disco en el Reina Sofía, y me
contestó:

Si todavía no me las sé

También, en la Sala Riviera, 10 años antes, en la primera presentación del


Omega, durante los ensayos previos al concierto, se le acercó Joaquín Cortés y le dijo
que quería llevarse a Estrella para su compañía de baile. Enrique le contestó que la
niña estaba estudiando dos o tres carreras y que cuando las terminara, volviera a
preguntárselo.

¿Y en la retirada ni pensar?

Me la he planteado muchísimas veces a todas las edades, cada vez que tenía
un fracaso. Pero mientras me quede un poco de voz, ¿para qué me voy a retira?

-Voz y corazón. Porque lo conserva igual que a los veinte años.

Con un poco más de whisky.


Morente es objeto de estudio continuo. Se filosofa y teoriza mucho sobre su
idea y concepto del flamenco ¿Hasta qué punto se identifica con lo que lee por ahí?

Pues, mira, hay de todo. Algunas veces no me conozco ni yo mismo con lo que
leo, otras veces aciertan algo, otras dan en el clavo y entienden qué es lo que yo
hago…incluso yo mismo doy definiciones de mí mismo que no tienen nada que
ver…qué difícil.

En el libro gordo de Balbino, ¿todo lo que cuenta es cierto o se ha inventado


muchas cosas? Le preguntaron:

Hombre, no todo es cierto, yo soy gran discípulo del Pericón. Cuando Rafael
Romero "El Gallina" se quería meter conmigo, llegaba al tablao Zambra y gritaba:
"¡Un momento! ¿Quién es el más embustero del flamenco?". Decían todos:
"Pericón". Y decía El Gallina: "No, el más embustero es este, señalándome a mí".
Jajaja. Porque cuando faltaba, le decía yo al dueño de Zambra barbaridades por
teléfono. Una vez le llamé que estaba en Guadix, que había llovido y un torrente muy
grande con la rambla llena de agua, no me podía meter, que no podía salir del
pueblo. Era mentira…

De su perro

¿Qué tiene de especial su perro, que lo nombra tan amenudo? ¿Es que es un gran
flamenco también?

La verdad es que está cada día mejor de la voz. Está de la voz últimamente
genial, jejeje. Yo, realmente, al perro lo contraté para un tema y grabé una bulería
de broma que nunca la he sacado y canta el perro ahí ¡más bien! Cuando se lo he
puesto a algún amigo han mirado alrededor preguntando que dónde estaba el perro.
Y les he dicho, no, no, ¡si es un cantaor más!

Es cierto. A mí me lo hizo escuchar en una ocasión y los ladridos entraban muy bien
por bulerías, y me dijo que era para enviárselo a MMM. Yo le disuadí de que lo
hiciera...
Sobre últimos discos en directo

Por fin un directo oficial de Enrique Morente. ¿Por qué ahora?

Debajo de la mesa camilla o debajo de la cama, no sé exactamente dónde


encontró Aurora (su mujer) una caja con cintas y eso. El último disco que hice fue el
de Picasso (Pablo de Málaga) y un día mi mujer va y me dice: ‘como hagas otro disco
de Picasso nos tenemos que ir fuera de España. Haz algo muy flamenco, algo de
flamenco clásico’.

La culpa de esto la ha tenido Aurora. “Me dijo: 'A ver si grabas un disco bueno
ya, que la tarjeta está tiritando’.

El directo es necesario, como el estudio. En el directo te llevas sorpresas


agradables…como en el “Etnosur” de Alcalá la Real de hace dos años. Miles de
hippies allí, todos muy cívicos y tal viéndome. Todos con sus perros, y no veas lo bien
que se portaron los perros, el mejor público que he tenido... para que luego digan
que si maleantes y tal…y no había ni policía…

¿Compromiso social?

A pesar de haber sido un rebelde y un luchador contra las adversidades de su vida,


tiene la humildad y lucidez para confesar:

No sé, yo sé que soy un arreglador de mundos frustrado. La verdad que no nos


hemos cansado ni nos vamos a cansar nunca de arreglar el mundo, pero hay muchas
veces que pienso que es el mundo el que nos está arreglando a nosotros…
Cierre súbito

Y quería terminar con un resumen de la praxis y filosofía de Enrique Morente –antes


de que nos la manipulen- que ha quedado reflejada en su obra y en su pensamiento.
Se trata en síntesis de los 5 puntos siguientes que titulo, de manera paradójica como
“Decálogo de ortodoxia morentina”:

1) libertad y rebeldía frente a toda imposición, dogma y autoritarismo.

2) sinceridad frente a hipocresía

3) Pureza frente a puritanismo

4) ironía frente a afectación

5) Transgresión frente a repetición y convencionalismo


E. Morente comentando un cuadro y el autor
5.-90 COPLAS POPULARES Y 4 POEMAS

Las coplas populares recogidas en este capítulo pertenecen por un lado a la última
discografía de Morente a partir de Pablo de Málaga, y por otro a una serie de recitales
y actuaciones diversas del maestro, que van desde sus inicios profesionales y primeras
apariciones en televisión hasta sus postreros conciertos. Son coplas nuevas que no
aparecen en mis otros trabajos sobre el cantaor y que al añadirse a las anteriores
publicadas por mí configuran, si no el repertorio popular total de Enrique Morente, sí
desde luego, el más completo de cuantos se hayan podido ofrecer hasta la fecha. El
repertorio popular total del genio sólo podría ser conocido el día que alguien fuese
capaz de rastrear toda su obra impresa, es decir todos sus discos más todas sus
colaboraciones para otras artes, y además, todos, absolutamente todos, los recitales
que ha dado en su larga carrera, y esto es así porque en casi cada uno de esos
conciertos Morente ha debido de interpretar alguna copla nueva no cantada con
anterioridad. Naturalmente se trataría de una tarea prácticamente imposible de llevar
a cabo por la dificultad insalvable de reunir grabaciones de todos esos centenares de
conciertos, pues en muchos casos no se registraron, o, si se llegó a hacer, a saber
dónde se encuentran…Podría decirse –como ya mencioné y dijo Pepe Habichuela- que
el repertorio popular de Morente es infinito y ¿quién puede medir lo que no tiene fin?

Con toda certeza, debo afirmar que afortunadamente es mucho más lo que
conocemos que lo que nos queda por conocer, al revés de los que sucede con los
icebergs: la parte visible es muy superior a la que resta invisible.

Rastreando el origen de estas 90 coplas me he llevado sorpresas. Algunas las


creí de procedencia culta, de autor; pero eran populares, y otras, que las creía como
tales resultaron ser cultas. Y ratificaciones en cuanto a la calidad de las mismas y a las
fuentes de inspiración. Morente mantiene su compromiso ético y estético de no cantar
cosas banales, lo que no significa que siempre sea grave o solemne: ahí está la de “mi
burro” o la del “valor de los chavales”, como ejemplos…Ratificación en las fuentes
escritas y cantadas. Con relación a las primeras, sigue desempolvando maravillosas
coplas del magno cancionero del insigne Rodríguez Marín. Sus Cantos Populares
Españoles (C. P. E.) le nutren de savia lírica y él la transforma en materia flamenca
creando versiones originales morentinas for ever. De los cantaores del pasado, se
alimenta como antes con los grandes maestros: Matrona, Vallejo, Caracol, Pastora…no
para remedarlos servilmente sino para revitalizar que nunca empobrecer sus cantes.

Debo confesar humildemente que han permanecido unas cuantas coplas sin
“identificar”. Mis conocimientos actuales no me lo han permitido y no he podido
acudir como en el pasado a preguntarle al maestro (esta es una de las muchas
conversaciones con él que se han quedado pendientes por nunca jamás). Solicito la
indulgencia de mis lectores y apelo a su interactividad por si me quieren orientar:
todos saldríamos ganando…

En cuanto a la adscripción de cada una de las coplas del repertorio y como era
de esperar son mayoría las pertenecientes a los palos básicos: soleares, tangos-tientos
y siguiriyas. Pero, atención , el mayor número de las mismas entra por bulerías (23), ¡y
qué bulerías! “¡Para que luego digan que Enrique Morente no sabe cantar por
bulerías!”, como me dijo hace mucho tiempo don Juan Carmona Habichuela.
Alegrías

Cantada en Flamenco de ayer y de hoy, 1975 TVE, presentaba Fernando Quiñones

1. El saber no te ha valío

Tú te tienes porque sabes

Yo me he burlao de ti

Y tú no lo has comprendío.

(Del repertorio por alegrías de Antonio Mairena)

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Peña Joselito Téllez, Fuente Palmera, Córdoba, 1984

2. Pa las cuestas arriba

Cojo mi burro

Que las cuestas abajo

Yo me las subo.

(Refranero español. Sobre el burro. Canta la Niña de los Peines por fiestas: En el burro
mando yo/yo soy el ama del burro/cuando quero digo arre/cuando quiero digo so)

-------

Festival Cajamadrid. Teatro Albéniz 2006

3. Que murmuraítos son

Los pasitos que yo doy

Otros tropiezan y caen

Y no los murmuraba yo

(Del repertorio de Manuel Vargas y Pepe Marchena)


-------

Teatro Carlos III, San Lorenzo de el Escorial, 13-06-2009

4. Si quieren saber, señores

Lo que valen los chavales

Se lo pregunten a Francia

Que los franceses lo saben

(No he encontrado referencia ni cantada ni escrita de esta copla. ¿Versión original de


Morente?)

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Teatro Campoamor, Oviedo 21-11-2009

5. La señá Mariquita

La confitera

Me daba dulces pa que la quiera.

(Del repertorio por alegrías de Antonio Mairena)

Bulerías

XV Bienal de Sevilla 11-10-08

1. Si yo encontrara la estrella

Que me guiara, yo la metería…

(La ‘Estrella’ por bulerías. No me consta otra referencia de que Morente haya
cantado ‘La Estrella’ - cante original por tangos- en compás de bulerías)

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Las ocho coplas que siguen son de ‘Bulerías del círculo’ del disco Morente flamenco
2009 (Argentina). Grabadas en el Festival de Orihuela de 2007

2. Dijites que me querías

Y olvidándome tú estabas

Cuando tú me lo decías.

3. Válgame dios, compañera

Fatigas de muerte siento

Cuando te vas de mi vera.

4. En la torre estaba haciendo

Por la noche y por el día

Están los gitanos locos

Bailando por bulerías.

Ya, ya que me estoy cayendo

Que de la borracherita de vino que tengo

5. Yo tengo un reloj de plata

Que se atrasa si no vienes

O si vienes se adelanta.

(Las cuatro coplas anteriores son del repertorio por Zambras (con orquesta) de Manolo
Caracol)

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6. (Cantaba la de los Peines

Que en la esquinita estaba parao)

Quién será aquel soldadito


Que en la esquinita estaba parao

Con sus botitas de montar

Y el pantalón colorao.

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7. Ay, mamá, que me gusta a mí el son

De ese militar

Con el son tan marcial que llevaba

Con el son tan marcial ran tan plan.

(Las dos coplas anteriores son del repertorio por bulerías o fiestas de la Niña de los
Peines)

Las ocho coplas que siguen son de ‘Bulerías de la Plaza Larga’. Disco
Morente+flamenco 2010

(Fiesta por bulerías)

8. Le pedí a mi Dios

Si Dios no te perdona

Lo que t’ he perdonao yo

(Repertorio por bulerías de la Niña de los Peines)

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9. Si lo callo reviento

Y si lo vengo a publicar

Me muero de sentimiento

(Popular. ¿V. o. de Morente?)


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10. Amanece el sol

Y se manifiestan las penas

Que tiene mi corazón

(Del repertorio de la Niña de los Peines: Amarillo sale el sol...)

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11. Serán unos delirios tan grandes

Verte y no poderte hablar

(Popular, soleá nº 36 en Enrique Morente, la voz libre. Del repertorio de Tomás Pavón)

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12. Donde pongas el pie

Pon primero tus sentíos

Porque te puedes caer

(Popular, ¿v. o. de Morente?)

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13. Esta flamenca valiente

Y en su boquita catorce llaves

Por el interés del dinero

Comió de sus mismas carnes

(Popular, ¿v. o. de Morente?)

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14. Te dejo en el mundillo


Me vengo llorando

Si no me quieres, flamenquita mía

Me vengo llorando.

(Popular. ¿versión original de Morente?)

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(Cuplé por bulerías)

15. En el medio de la Plaza Larga

Yo vi una mocita flamenca y juncal

Si me dieras un beso, morena,

Yo te lo devuelvo y estamos en paz

Pero a mí me dijo que no puede ser

Que porque estamos en medio del día

Y es la bulería que de los calés

(Pastora Pavón, Niña de los Peines, grabó en 1932 esta ‘Fiesta creación’: En el barrio de
la Macarena, me dijo un mocito en gracioso ademán/si me dieras un beso, morena/yo
te lo devuelvo y estamos en paz/pero yo le dije esto no pué ser/porque de devolvérselo
usted no querría/y yo ‘prefiría’ quedarme sin él

(Estribillo)

16. Bulerías, venga bulerías

El ritmo de hoy que quieren bailar

El ritmo de hoy de la actualidad.

Y esta es la verdad

De mi corazón.
(De la misma intérprete y grabación: Bulerías, vengan bulerías/que toquen las
parmas/que quiero bailar/y bulerías, vengan bulerías/que me pide el cuerpo juerga y
alegría)

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Auditorio Príncipe de Asturias, Oviedo 3-3-2005

17. Grandes duquelas las mías

Que yo quería ponerle guardia

A un viñita perdía.

(Popular, varios intérpretes)

---------

Recitales del Auditorio Príncipe de Asturias, Oviedo, 2005, y Teatro Campoamor,


Oviedo, 21-11-2009.

18. Esta noche voy a ver

La voluntad que tú me tienes

Si no te vienes conmigo

Es verdad que tú no me quieres.

(Popular, Antonio Mairena por bulerías. En el libro Mundo y formas del flamenco, del
anterior y Ricardo Molina, la clasifican como letra por alegrías de Córdoba)

-------

Oviedo 21-11-2009

19. Si María no hubiera tenido

Un niño tan bello como fue Manuel

No alumbraría el sol como alumbra


Ni la estrella clara del amanecer

Y poned atención esta es la verdad

Que María es más pura que el agua

Y que las estrellas que en el cielo están.

(Canción por bulerías del repertorio de Antonio Mairena)

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Flamenco de ayer y hoy TVE 1975 F. Quiñones y Miguel Espín. Grupo Guadalquivir y
Diego Carrasco, al toque.

20. Ama, antes que al hombre

Antes que al alba

Ama al sol de los cielos

Al de la palabra.

El sol ama a la tierra

La regala un arco iris

De claveles y de rosas

Ay mi niña, pa que te lo pongas

(Canción por bulerías de la que no encontré referencia ni escrita ni cantada ¿v. o. de


Morente?)

Las tres coplas siguientes las cantó en la Peña flamenca Joselito Téllez de Fuente
Palmera, Córdoba, 1984

21. Dios mío, qué me haré

El crédito lo tengo perdío


Cómo lo recobraré

(De los repertorios del Niño Medina, Pepe de la Matrona y Niña de los Peines por
bulerías)

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22. Por ver a mi mare diera

Un deíco de mi mano

El que más falta me hiciera

(La Niña de los Peines por tangos. V. o. de Morente)

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23. Quién ha visto una pastora

Vestía con ricas pieles

De coronita le han puesto

Una matita de laurel verde

Verde, verde, verde

(Del repertorio de la Niña de los Peines por bulerías)

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Cantada en Teatro Campoamor, Oviedo, 13-2-88

24. Qué pena es quererte tanto

Y tenerte que olvidar

Esto si que es un quebranto

(repertorio de la Niña de los Peines)


Cabales

Cantada en Fuentevaqueros el 5-06-2006, en el Teatro Albéniz 29-01-2008 y Oviedo


2009

1. Le pido a la luna

La del alto cielo

Que me ponga, que me la pusiere, a mi mare

Donde yo la viere

(Cabal conocida como la de El Planeta)

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Teatro Tomás y Valiente, Fuenlabrada 5-3-2009)

2. Mañana me llevan

Ya no hay remedio

Si no hay una voluntaíta

De Undevel del cielo

(Popular, ¿v.o. de Morente?)

Fandangos

( Banlieues Bleues, abril 2010 (París) y diversos recitales en España)

1. Me perdí en la serranía

Viniendo de contrabando

Saliste alegre y cantando

Y a mí me sirvió de guía
El aire de tu fandango

(Repertorio por el mismo estilo de Pepe Marchena)

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Cantada en el cumpleaños de Antonio Carmona en la cueva del Candela 21-05-2010

(Fandango por Huelva)

2. Tiene tu mismo color

Blanca como una “amapola” (una paloma)

El aroma de tu pelo

Permanece de esa flor

Tú eres la reina del cielo.

(Del repertorio por fandangos de Manolo Caracol)

------------

Teatro Campoamor, Oviedo, 21-11-2009

3. To aquel que dice yo soy

(se lo dicen los refranes)

Es porque no tiene a nadie

Que le diga a él tú eres

Su compañía es el aire

(De una frase reiterativa de Paco Toronjo escuchada por Morente a su amigo Rafael
Arjona, con añadido en el segundo tercio)

------------------

Cantada en “Flamenco ayer y hoy” de TVE en 1977, con el toque de Pepe Habichuela y
la presentación de Fernando Quiñones
4. Que pa olvidarla

yo me ausente

m’aconsejaban a mí los doctores

sin comprender esos señores

que a veces cuesta la muerte

separar dos corazones

(Del repertorio por fandangos de Juan Varea)

Granaína

Letra cantada por este palo en el recital del Festival de la Guitarra de Córdoba, 2009, y
Oviedo 21-11-2009)

1. En los brazos de la noche

Por vivir quise morirme

Que el que vive como yo

Solo cuando duerme vive.

(Referencia por bulerías 10 en E. M. La voz libre (C. P. E. 5.360). Una vez más se
manifiesta la maestría de Morente para adaptar las coplas a diferentes estilos rítmicos)

Jaleos

Flamenco de ayer y hoy. TVE 1975 Fernando Quiñones y M. Espín, y Oviedo 21-11-
2009

1. El amor no tiene llave

Ni se le puede poner
Que las murallas más fuertes

Las atraviesa el querer.

(Niña de los Peines por soleares. V. o. de Morente)

----------

2. Corazones partíos

Yo no los quiero

Que cuando doy el mío

Lo doy entero.

(Rodríguez Marín, El alma de Andalucía nº 618. V. o. de Morente)

Malagueñas

(Recital en Granada con Juan Habichuela, hacia 1980)

1. Yo no me he muerto de pena

Porque no supe sentir

A mi corto entendimiento

Le agradezco yo el vivir.

(Referencia por soleares 8 en E. M. La voz libre, 2006. Del repertorio por soleares de
Juan Varea).

Homenaje a Miguel Candela en la suma flamenca 2009 como cierre de soleares

2. El amigo del arte no ha muerto

Miguel Candela no ha muerto

Que está en el corazón


De los artistas flamencos

(V. O. de Enrique Morente)

---------

Oviedo, 23-11-2009

3. El maestro del cante no ha muerto

Aficionaos, no llorad

Porque está en el corazón

De los aficionaos al flamenco

El cante no había muerto

(Interesante variante de la anterior, ¿para quién la cantaba Enrique?

(V. o. de Morente)

Martinetes

Auditorio Príncipe de Asturias, Oviedo, 3-3-2005

1. Si me partieran los huesos

Como parten los piñones

No me dolerían tanto

Como tus malinas acciones

(C.P.E. 3.951: Si la carne de mi cuerpo/la hicieran cuarterones/no la sentiría yo tanto


como siento tus razones. Antonio Pozo El Mochuelo cantó por soleares: Si la sangre a
cuarterones/la echara yo por la boca/no la sentiría yo tanto/como tus malas razones
V. o. de Morente)

---------
Oviedo, 21-11-2009

2. A mí me llamaban el loco

Porque yo vivía equvocao

Llamarme poquito a poco

Porque soy un loco de cuidao.

(Del repertorio de El Borrico de Jerez)

-----------

Ante el Guernica de Picasso en el Museo Reina Sofía, noviembre 2010

3. A mi lengua le eche un nudo

Quieren que me esté callao

Estas gentes son capaces

De hacerle hablar a un mudo

(En C.P.E. nº 4.235. Como se sabe esta conocida letra del maestro la cantó
originalmente por tangos. V. o. de Morente)

Peteneras

Cantadas en el programa “Fiebre del sur”, Canal Sur en 1993

1.Llorando y en penitencia

A buscarte un día me fui

Pa ver si con tu presencia

Te adolecías de mí

(También del repertorio de Naranjito de Triana)


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1. Ni aun durmiendo puedo tener

Tranquilo mi pensamiento

Porque yo tengo un continuo padecer

Alma vida y de los dos

Que va comiendo mi cuerpo

Por culpa de tu querer

(Del repertorio de la Niña de los Peines, con ligeras variaciones)

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2. Quisiera yo renegar

De este mundo por entero

Volver de nuevo habitar

Alma vida y de los dos

Por ver si en un mundo nuevo

Encontrara más verdad

(Del repertorio de la Niña de los Peines)

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Polo

(Festival Flamenco de Lisboa, 2010)

1. Todos le piden a Dios

La salud y la libertad
Y yo le pido la muerte

Y no me la quiere dar

(Popular, varias intérpretes)

Serranas

Del disco Morente Flamenco, grabada en el Bañuelo el 2008

1. A la orilla de un río

Yo me voy solo

Y aumento la corriente

Con lo que lloro

(Del repertorio del maestro Matrona)

Siguiriyas

Las dos coplas son del recital del Teatro del Liceu de Barcelona 2010)

1. Están tocando a misa

En San Agustín

Como le pido a la madre de mi alma

Que ruegue por mí

(Siguiriya con variaciones a la atribuida al sr. Manuel Molina)

Festival de jazz de Vitoria Gasteiz 2006


2. Y no me des más penas

Que yo seré un esclavito tuyo

Hasta que me muera

(Como remate por siguiriyas)

(Atribuida al sr. Manuel Molina, del repertorio de la Niña de los Peines)

La copla siguiente la cantó en la Peña de Fuente Palmera 1984 y XV Bienal de Sevilla


11-10-08

3. A qué tanto he dormío

Se han llevao a la mare de mi alma

Y no lo he sentío

(C.P.E. 3.423: Qué tanto he dormío/como se ha ío la mía compañera/y no la he sentío.


Del repertorio de José Vargas el Mono, con variaciones)

XV Bienal de Sevilla 11-10-08

4. Ay, por aquella ventana que al campo salía

Voces le daba a la mare de mi alma

Y no me respondía.

(Atribuida al Nitri y del repertorio de Antonio Mairena)


Soleares

Las dos letras siguientes son de 1977 en “Flamenco ayer y hoy” de TVE con Pepe
Habichuela al toque, y Fernando Quiñones como presentador

1. Por qué si no yo estuviera

Amarrao a una columna

Hasta el día en que me muera

(José Cepero cantó por soleares: En el querer no hay locura/si no yo loco


estuviera/amarrao a una columna/hasta que me consumiera)

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2. Se lo pido a Jesús mío

Por lo que pasó en el huerto

Te borre de mi sentido

(Bernarda de Utrera y varios intérpretes)

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En disco Pablo de Málaga y varios recitales de los últimos años

3. El cante no es alegría

El cante es decir las penas

Que se tienen escondías

(V. o. de Morente )

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Las dos que siguen: del Festival Caja Madrid 2008 con Pepe Habichuela

4. Antes que Dios nos aparte

Los dos tendremos que ir


Tú detrás y yo delante.

(Granaína de don Antonio Chacón y Celestino Cobos Cobitos. El Carbonerillo la cantó


por soleares)

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5. La tierra con ser la tierra

Se comerá mi dolor

Ay, no se comerá mi dolor

Al pie del almendro estuve

Y no le corté la flor

Referencia en E. M. la voz libre por soleares nº 62. El maestro comenzó a introducir la


variante negativa en el tercer tercio. “no se comerá mi dolor”, cuando se dio cuenta de
que la “tierra” era una metáfora de la muerte, según le dije una vez- y me respondió:
“Claro, pero cantaré las dos formas ‘se comerá y no se comerá’”)

Las cuatro coplas siguientes son del recital del T. Campoamor, Oviedo 21-11- 2009

6. Si yo pudiera ir tirando

Mis penitas a los arroyuelos

El agua de todos los mares

Iban a llegar al cielo.

(Repertorio de Manolo Caracol: ‘soleares de Joaquín el de la Paula’)

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7. Que te den los sacramentos

Porque tú no le tenías ley


Ni a la carita del muerto

(Demófilo, soleares de 4 versos nº 38, con variaciones: …ni a la camisa de tu cuerpo.


V.o. de Morente )

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8. Me querías, me llamabas

A mi corazón lo tengo en viva llama.

(En el cancionero de Rodríguez Marín, “El alma de Andalucía”, copla 664: Si no me


querías/pa qué me llamabas/para quemarme mi corazón /en vivitas llamas. V. o. de
Morente).

------------

9. De la Isla, Camarón

Por el barrio el Albaicín

Te llamaban el mejor.

(Como cierre de soleares en recitales y en recuerdo y homenaje a Camarón de la Isla.


V. o. de Morente)

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Homenaje a Miguel Candela. Suma Flamenca 2009

10. Las campanas redoblaron

Las sepulturas se abrieron

Los muertos resucitaron

(Del repertorio por soleares de Pepe de la Matrona y El Culata)

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11. Con la pena que yo llevo


No vivían las criaturas

Que la pena que yo tengo

Me lleva a la sepultura

(Del repertorio por soleares de Juan Talega)

La copla que sigue la cantó Morente en recital de los Reales Alcázares de Sevilla en
septiembre 1990

12. La noche del barrio cayó

Y en vez de salir desnúa

Salió vestida de raso

(Estrella Morente en Mi cante y un poema)

Flamenco de ayer y hoy. TVE. 1975, de Fernando Quiñones y Miguel Espín)

13. Mentira

Que en este mundo to es mentira

No hay más verdad que la muerte

No hay quien me lo contradiga.

(Círculo Revista de Cultura, vol. 31-32. La Niña de los Peines por peteneras. V. o. de
Morente)

Las dos siguientes en la Bienal de Sevilla XV 11-10-08

14. Yo le quise cambiar

Y no quiso
Que un pañuelo de lunares

Por otro de fondo liso

(Demófilo como soleá de 3 versos nº 245. Referencias por jaleos de Morente. V. o. de


Morente)

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15. Vengo de Feria de Ronda

Traigo camuesas y peros

Y batatitas redondas.

(Del repertorio de Pepe de la Matrona)

Las dos siguientes son del Teatro Tomás y Valiente, Fuenlabrada 5-3-2009

16. Debajo tierra me meto

Para que no me dé el sol

No habrá nadie en el mundo

Que te quiera más que yo.

(C. Cobos Cobitos con variaciones)

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17. por qué si no yo estuviera

amarrao a una columna/

Hasta que Dios dispusiere

(Variante de la número 1)
Cantada en la Peña Joselito Téllez, Fuente Palmera, Córdoba, 1984

18. Se lo pedí esta mañana

Al señor del Baratillo

Que me quiera esta gitana

(Varios intérpretes, entre ellos Antonio Mairena)

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Del disco Pablo de Málaga

19. Si en vendiendo yo mis carnes

Tuviera alivio mi pena

A la voz de un pregonero

Mis carnes yo las vendiera

(En C.P.E. 2.703: si con vender yo mis carnes/tuviera alivio tu pena/a la voz de un
pregonero/mis carnes yo las vendiera. V. o. de Morente)

--------------

Disco Pablo de Málaga

20. Sentaíto en la escalera

Esperando el porvenir

Y el porvenir nunca llega

(Antonio El Chaqueta por tangos. V. o. de Morente)

Tangos

(De un recital en el Patio de Lindaraxa, Alhambra) a mediados de los 80, con Paco
Cortés y Montoyita de guitarristas y Antonio y Miguel Zahira de palmeros)
1. Yo a ti te pondría

Un puentecito pa que tú pasaras

De tu casita a la mía.

(Del repertorio por tangos de Chaquetón…)

De los discos Pablo de Málaga y Morente en directo (Argentina) 2009

2. La luna y el sol

Me daban en la cara

Esperando y mirando

Y viendo las llamadas

Cuando advertí que el sonido de tu voz

De limón verde pasaba a gris.

(¿Popular. V. o. de Morente?)

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Del disco Morente en Directo (Argentina) y recital de Oviedo 3-3-2005

3. Dicen que la villa vale

La villa vale dinero

Tus ojos son dos caudales

(Demófilo, como soleares de 3 versos nº 88. V. o. de Morente)

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Cantada en la XV Bienal de Sevilla 11-10-08 y en el último recital del Teatro del Liceu,
Barcelona, 2010
4. La vida solitaria

Y la luna solitaria

Baila en el cielo

Como de amor la llama arde en mi pecho

Y es que la luna pasa

Y el amor se queda

(C. P. E. 2.268. V. o. de Morente)

Las dos siguientes: en Morente flamenco (Argentina) y Oviedo 21-11-2009

5. Dices que no me querías

Con una mano me echabas

Con otra me arrecogías

(El Cojo de Málaga como ‘Fiesta andaluza’)

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6. Dices que no me pues ver

Y a la carita te sale

Que la raíz de mi querer.

(Popular, tangos del Camino, Granada)

Teatro Carlos V, Granada, 5-4-2008

7. Si me miraras el rostro

Y me abrieras el corazón
De tanto como te quise

No tiene palpitación.

(C. P. E. 2.263. V. o. de Morente)

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En el tablao de Chinitas, Madrid, mediados de los setenta

8. Te lo dije en una broma

Tan en serio lo tomaste

Que ni a la puerta te asomas

(Popular)

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Tarantos

En el tablao de Chinitas, Madrid, mediados de los setenta

1. Un veneno

Pa que yo me muera

Dices que me vas a dar

Y luego te va a pesar

Cuando me coma la tierra

Y no me veas más

(Referencia por granainas nº 1 (Bernardo de los Lobitos la cantaba por granaínas. V. o.


de Morente)

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Tientos

Las dos letras siguientes: XV Bienal de Sevilla 11-10-08

1. Que te camelo

Si tú me vieras el cuerpo por dentro

Lo tengo más negro

Que el terciopelo.

(Popular, repertorio de A. Chacón y Mairena)

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2. Mi pare y mi mare

Porque bien me quieren

Grandes tormentos me daban

Porque camelan de que no te quiera

Y yo te estoy queriendo más.

(Del repertorio de la Niña de los Peines)

Las dos letras que siguen son del disco Morente Flamenco 2009 (Argentina) y Morente
Flamenco 2009 (España), grabadas en el Bañuelo, Granada 2008.

3. Aquél que le pareciere

Que mis penitas no eran na

Mis duquelas no eran na

Siquiera por un momento

Que se pusiere en mi lugar


(Manolo Caracol por martinetes. V. o. de Morente)

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4. Haga usted el favor rey moro

De decirle a su vasallo

Si porque me ve cautivo

Trata de darme mal pago

(Del repertorio de la Niña de los Peines con ligeras variaciones)

Las dos siguientes: recitales de Oviedo 3-3-2005 y 21-11-2009

5. A un pocito me fui a echar

Y no cogí más que estrellas

Y hojitas del limonar

(La cantó Morente por tonás en el montaje A Oscuras y en el Colegio de Médicos de


Madrid el 27 de nov. De 1999. Popular con la variante: a un pocito fui a pescar)

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Recital del Teatro Campoamor, Oviedo 1-11-1998

6. Hice un hoyito en la arena

Y enterré mi pensamiento

Por no darle cuenta a nadie

Martirio le di a mi cuerpo.

(Copla cantada por tangos por Sebastián Muñoz El Pena, y Fernando Terremoto,
padre, con variaciones)
Oviedo T. Campoamor 23-11-2009

7. De su nido la cogí

Una paloma blanca yo te traigo

Su marecita se quedó llorando

Como yo lloro por ti

(Fandangos de Manuel Torre)

Toná

Del disco Morente flamenco, final de las ‘Nanas de oriente’

1. Oleaitas de la mar

Qué fuertes venéis

Os habéis llevao a la mare e mi alma

Y no me la traéis.

(Popular atribuida al Loco Mateo. V. o. de Morente

Y 4 POEMAS

He querido recoger sólo cuatro letras de autor de las puestas en flamenco por el
maestro en sus últimos discos. Son varias las razones de mi limitación, pero la principal
estriba en destacar la originalidad de las versiones morentinas y la rareza de los textos
y ocasiones en que fueron cantados, como es el caso de la nueva estrofa de Pedro
Garfias. El hermosísimo soneto de don Luis de Góngora está repleto de simbolismo por
su significado y época en la que Morente lo eligió… Los poemas en prosa de Picasso y
los dos fragmentos del ‘Llanto por Ignacio Sánchez-Mejías’ de Federico García Lorca,
quedan suficientemente explícitos en los libretos y a ellos remito a los lectores y
lectoras…
Cantado por bulerías durante unos ensayos en el año 89

1. Ni una hoguera en la noche

Para mi pobre pecho aterío

Mi corazón iba de pecho en pecho

Como un pájaro en su nío

(Variante de un poema de Pedro Garfias: Ni una hoguera en la noche/para mis pobres


sueños ateridos/Mi corazón iba de pecho en pecho/pájaro herido)

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Avilés dic 2007 y Oviedo 21-11-2009

(Toná flamenco-asturiana)

2. Otro tiempo vendrá

Distinto a este

Y alguien dirá

Hablaste mal debiste contar

Y debiste haber contado

Otras historias

Violines estirándose indolentes

En una noche de perfumes

Danza de perfumes

Bellas palabras calificativas

Para expresar amor ilimitado


Amor al fin sobre las cosas

Sobre todas las cosas

Sobre las cosas todas

Pero hoy

Cuando en la luz del árbol

Como la espuma sucia de

Un día anticipadamente inútil

Estoy aquí insomne fatigado

Velando mi alma derrotada

Y canto todo lo que perdí

Y por lo que muero.

(Poema de Ángel González, con gaita de José Manuel Tejedor)

Cantado por tientos el 11-10-08, XV Bienal de Sevilla

3. La noche se está muriendo

En el filo de la piedra

Pájaros de la mañana

Por los árboles se quiebran

(Leonardo en Bodas de Sangre de Federico García Lorca. V. o. de Morente)

Cantado en el disco Pablo de Málaga, 2008.

4. Mientras por competir con tu cabello


Oro bruñido al sol relumbra en vano

Mientras con menosprecio en medio el llano

Mira tu blanca frente el lirio bello

Mientras a cada labio por cogerlo

Siguen más ojos que al clavel temprano

Y mientras triunfa con desdén lozano

Del luciente cristal tu gentil cuello

Goza cuello, cabello, labio y frente

Antes que lo que fue en tu edad dorada

Oro, lirio, clavel, cristal luciente

No sólo en plata o viola troncada

Se vuelva, mas tú y ello juntamente

En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada,

en nada, en nada…

(Soneto de don Luis de Góngora, cantado en una especie de nuba, canción


arábigo-andaluza. V. o. de Morente)
APÉNDICE
1.-RELACIÓN DE LA OBRA COMPLETA

A) Álbumes originales

1-Cante Flamenco - Hispavox HH 10-324/ HH 16-630/31/32- 1967 – reeditado en cd en


1996.

2-Cantes antiguos del Flamenco - Hispavox HH 10-355- 1969 - reeditado en cd en 1996.

3-Homenaje Flamenco a Miguel Hernández - Hispavox -1971 – reeditado en cd en


1996.

4-Morente en Vivo - Díscolo - 1974 es un disco considerado pirata Este disco lo grabó
Arie Sneew en Amsterdam

5-Se Hace Camino al Andar – Clave/Hispavox 18-13425- 1975 - reeditado en cd en


1996.

6-Homenaje a D. Antonio Chacón (dos elepés) – Clave/Hispavox 18-1380 S - 1977 –


reeditado en cd en 1996.

7-Despegando - CBS - 1977 - reeditado en cd en 1996.

8-Sacromonte - Zafiro - 1982 - reeditado en cd en 1991

9-Cruz y Luna - Zafiro - 1983 - reeditado en cd en 1992 con otra portada y sin título.

10-Essences Flamencas - Auvidis - 1988

11 -Morente-Sabicas, Nueva York / Granada (dos elepés)- Ariola - 1990

12-Enrique Morente en la Casa Museo García Lorca de Fuentevaqueros" - Diputación


Provincial de Granada - 1990 – Bing Bang lo reedita en cd en 2001
13-Misa Flamenca - Ariola – 1991

14-Negra, si tú supieras - Nuevos Medios – 1992

15-Alegro, Soleá y Fantasía de Cante Jondo - Discos Probeticos - 1995 - reeditado en


2008 por Marcos Escánez.

16-Omega – El Europeo/Discos Probeticos - 1996 - reeditado en 2008.

17-Morente-Lorca - Virgin – 1999.

18-El pequeño reloj - Virgin/Emi Music – 2003.

19-Morente. Canto y cante a Picasso. Museo Picasso de Málaga 2003.

20-Morente Sueña la Alhambra - Virgin/Emi Music – 2005.

21-Pablo de Málaga - El Caimán/Discos Probeticos – 2008.

22-Morente directo para Argentina. Acqua Records SRL- 2009

23-Morente flamenco- Universal – 2009.

24-Morente + flamenco - Universal – 2010.

25-Morente Llanto - Patronato Cultural Federico García Lorca/Absolut Ambient - 2010


B) Colaboraciones discográficas

1. La Celestina. Susana y José EMI 1966 ¡Primera grabación de Enrique! (2 bulerías y un


martinete). Ballet creado por Susana y José, Antonio Robledo y Alberto Cárdenas”
(1966). [BB]: Susana y José. [P]: Antonio Robledo. [C]: Enrique Morente y La Talegona.
[G]: Andrés Batista. Odeón/Emi MOAL 119

2. Berrocal 1974 (Guitarra Curro de Jerez, que lo sacará en “Guitarra suena” de


Alía/Flamenco en el Foro 2002)

3. A la vida, al dolor. Gualberto” Movieplay/Gong 1975

4 .A duras penas. “Carlos Cano.” Movieplay/Gong 1976

5. Soleá. Juan Carlos Calderón” CBS 1978. –Seguiriya.

6. Andaluces de Jaén que apareció en España en el disco “Himno de Andalucía”


Hispavox 1978, y tan solo salió en el “Homenaje Flamenco a Miguel Hernández” de
Gamma en México.

7. Obsesión 1985. Con Antonio Robledo –Bambera, soleá y seguiriya. [Ballet para la
compañía Flamenco en route, coreografía estrenada por el Ballet Nacional de Canadá]

8. Manolo Sanlúcar. Azahares RCA 1985. –Mare.

9. Nina Corti. A mi niño” Alegria Music. Zurich 1985. –Sevillanas, alegrías, rumba,
seguiriyas (en compañía de Ramón El Portugués y Guadiana).

10. El Bola Nuba Records 7701, 1989. –Improvisación en seguiriya.

11. Rafael Riqueni. Maestros Probeticos 1994.

12. Malgré la nuit. Éditions Enfance et Musique 1994 (tres temas con Pepe
Habichuela, Yerbita y niños franceses y españoles)
13.“La Barbería del Sur”. Túmbanos si puedes Nuevos Medios 1995. –El sueño va
sobre el tiempo. (¿en “Algo pa nosotros”, del mismo sello y grupo y de 1997 colabora
Enrique?)

14. Perico Sambeat. Ademuz Dahiz Productions 1995. –A free K, martinete.

15. Flamenco de Carlos Saura 1995. Juan Lebrón Producciones 11421 –distribuido por
Universal. (Interpreta con Juan Manuel Cañizares, “Siguiriya” –de Isidro Muñoz)

16. Juan Carlos Romero. Azulejo CPS 97001CD, 1997 (reedición WV498017)

17. Algo Pa Nosotros Barberia del Sur. Nuevos Medios 1997 (Tema 4 ‘Cuando el poeta
llega a la Habana’. Se trata de un corto recitativo-cantabile de Enrique, pero muy
bueno).

18. Lagartija Nick. Val del Omar Sony 4892862, 1998. –Celeste.

19. “Federico García Lorca. ‘De Granada a la luna’” Junta de Andalucía/Ático


7/Sombra Records SRCD002, 1998. ‘El regreso’; ‘Llanto de la guitarra’ (guitarra:
Cañizares)

20. Chano Domínguez. Imán Nuba Records 1999

21. Juan Manuel Cañizares. Punto de encuentro EMI 2000. –‘Fragua, yunque y martillo’,
rondeñas.

22. Pepe Habichuela. Yerbagüena Nuevos Medios 15788CD, 2001. –‘Se la llevó Dios’,
malagueñas

23. Juan Habichuela. Campo del Príncipe Mercury 004400179882, 2002. –‘Negro como
el terciopelo’.

24. Taller de Compás de Almanjáyar. Calé, calé. The Green Tree CDN036, 2002. –Por
fandangos.

25. Doñana. Música del agua 2002. Sony ERE70002 (Interpreta: “RUMAIKHIYA” de
Cayuela/Drago)

26. Niño Josele BMG 2002. –‘Las cosas de amores’, soleá y bulería.
27. La luz que se apaga SGAE 2002. Con Niño Josele y producido por Javier Limón.
Edición limitada no venal. Trabajo en colaboración con el pintor José María Sicilia

28. Neruda en el corazón Factoría Autor/BMG 82876632022CD, 2004. –‘¿Quiénes se


amaron como nosotros?’

29. “…y todo es vanidad. Homenaje a Javier Krahe” Nuevos Medios C41118 (Doble
cedé. Canta: “Abajo el alzheimer”.

30. Himno de Andalucía. Agencia para el Desarrollo del Flamenco/Szena 2005 (con
Diego del Morao)

31. Omar Faruk Tekbilek. Árbol de la paciencia (The tree of patience) Alif Records
Music/Resistencia RESCD157, 2005. –Ole aman.(Voces doy al viento/Sentaíto en la
escalera)

32. Oscar Herrero. Abantos Acordes Concert AC170605, 2005. –Abantos.

33. Sr. Chinarro. El fuego amigo El Ejército Rojo/BMG 82876677662, 2005. –‘El rito’.

34. Amaral. Pájaros en la cabeza EMI 2005. –‘No soy como tú’.

35. “Djambutu. Nitt” (grupo senegalés) Polyamida Records DJ001CD, 2005.

36. Miguel Ochando. Memoria. Ámbar Producciones Discográficas 2007. –‘La reina del
blús’ –tema de Carlos Cano que canta con Estrella.

37. La Mari. Con otro aire. Sony 88697190092, 2007. –‘Respira’.

38. Vicente Amigo. Paseo de Gracia. Sony 2009.

39. Juan Ramón Caro. Rosa de los vientos. La Luz Producciones/Discmedi Blau
DM128902, 2009 y 2010 –primero en soporte informático lápiz de memoria; segunda
en cedé. ‘Chicago’, seguiriya

40. Los Planetas. La leyenda del espacio. Sony 8869708625200, 2007. –‘Tendrá que
haber un camino’ (basado en la caña).

41. “5 Duros. 12 cortes” 2009. –‘Eres parte de mi’ (cedé y videocplip, “con el maestro
Morente”)
42. Los Planetas. Una ópera egipcia. El Volcán, 2010. –‘La pastora divina’, seguiriya.

43. Los Planetas. Una ópera egipcia (edición en vinilo). El Volcán VOLCAN043, 2010. –
‘La pastora divina’, siguiriya; ‘Que me van aniquilando’ –versión del instrumental La
Llave, incluido en el álbum.

44. Fraskito. Tierra y sangre, un homenaje a Miguel Hernández. Colaboración especial


Enrique Morente” 2010. –A Josefín.

45. Dorantes (colaboración para el espectáculo Sin muros –grabado durante el verano
2010 en estudio).

(La lista precedente la elaboré conjuntamente con José Manuel Gamboa)


C) Recopilaciones

-Descubre el Flamenco Hispavox 1995 (CD posterior) Tema 16: Nanas de la cebolla.
Guit. Perico el del Lunar

-Quejío (19 cantes de discos de Hispavox). Hispavox 1997 (Emi)

- La Estrella - edición especial - Discos Probeticos – 1996.

-Enrique Morente, “Estrella”. 2000 Sony Music. Entertainement Spain S. A. Ediciones


Altaya-

D) Antologías

De la Magna Antología del Cante Flamenco (Hispavox):

1. Por Malagueñas. Hispavox 1986

2. Por siguiriyas. Hispavox 1987

3. Por Tonás, deblas y martinetes. Hispavox 1987

4. Por Romances y alboreas Hispavox 1990

5. Por Soleares. Hispavox 1992

6. Antología de cantaores flamencos, vol. 30 EMI 1991

7 Jóvenes Flamencos, vol. II, (vinilo) corte d 4 ‘Tangos de la plaza’. Nuevos Medios.
1992

8 Jóvenes Flamencos vol. III, CD corte 10, El vaporcito’. Nuevos Medios, 1994

9 Jóvenes Flamencos, vol. V, CD corte 1 ‘El sueño va sobre el tiempo’ (Barbería del Sur)
Nuevos Medios. 1996

10 Flamenco y Son 2. Virgin Records 2002 (dos CDs.)

11 Mucho Flamenco. Virgin Records – Hierbabuena 2002 (2CDs)


12 Poetas para el cante, año 1992, guitarra, Perico el del Lunar.

E) Colaboraciones flamencas para otros géneros: teatro, cine, televisión, ballet, DVD,
música contemporánea.

Teatro

1. “7000 gallinas y un camello”, de Jesús García Campos. Teatro Español de Madrid 18-
4-1976.

2. La Casa de Bernarda Alba 18-9-76 Estrenada en el Teatro Eslava de Madrid,


(Dirección de Ángel Facio que ya hizo otra versión de la misma obra en 1971. No sé
cuál fue el nivel de colaboración. En los artículos que he encontrado de Monleón y
Pablo Corbalán no se cita a Morente, pero me consta que sí figuró en la música.)

3. Ciclo de obras de Jesús García Campos. Teatro María Guerrero, Madrid, 4-2-80

4. Las Arrecogías del Beaterio de Santa María Egipciaca, de J. Martín Recuerda.


Dirección Adolfo Marsillach. Teatro de la Comedia, Madrid 1981

5. Edipo Rey. Dirección José Luis Gómez. . Estreno verano 1982 en el Teatro Romano de
Mérida y gira por varias ciudades españolas. (Música griega + flamenco de Morente)

6. Macama Jonda . Dirección Juan Heredia Maya. 18-4-83 Teatro Alcalá Palace, Madrid.

7. Yerma. Dirección Miguel Narros. Febrero 1986 Teatro Español, Madrid.

8. “El Loco Romántico”. Abril 1988. Teatro de Santa Fe, Granada

9. La Reina andaluza. Música de R. Riqueni, cante Morente. Directores: Carlos


Gandolfo para el CAT, y Miguel Narros para el Teatro Español, Temporada 1988-1989.

10. Así que pasen 5 años. Director Miguel Narros. Abril 1989. Teatro Español de
Madrid.
11. Fedra. Manuela Vargas Director M. Narros. Estrenos en T. R. de Mérida, 5-7-90 y
Teatro Albéniz, Madrid, 9-10-90.

12. Fedra. Lola Greco, M. Narros. Estreno en Teatro Romano de Mérida 1-7-2009

Cine

1. Carmen, director Julio Diamante, 1975. con Julián Mateos y además el cante de
Morente, Agujetas, y al baile Enrique el Cojo y Rafael de Córdoba.

2. La Sabina, dirección José Luis Borau. 1979. Angela Molina canta las sevillanas
de Enrique que luego éste grabó en el disco de Nina Corti.

3. Currito de la Cruz. Cine Expo de Sevilla 2-5-92

4. Flamenco, 1995, y “Iberia” de Carlos Saura 2005, ‘Granada’ de Albéniz, con Alfredo
Lagos. Disco de la Deutsche Grammophon

5. “El Universo de Lorca” documental con guión de Juan Mata, Granada, 2000.
Morente canta ‘La aurora de Nueva York’

6. Morente sueña la Alhambra. Director José Sánchez-Montes. Estreno en


Granada cines Kinépolis el 20-10-2005.

7. Bajo las Estrellas, film de Félix Viscarret (jun 2007). Enrique canta en Inglés la
canción de Frank Sinatra ‘Stella by starlight’.

8. Morente en Argentina (I Bienal de flamenco de Buenos Aires 2009). Director del


documental Antonio Oliver) Filmación permanente del viaje, recitales, ensayos, ocio
etc. etc. (inédito)

9. El Barbero de Picasso, 2010. De Emilio Ruiz Barrachina. Seguimiento de


Morente en los últimos meses de su vida, con inclusión de varios recitales.

10. Guión inédito de su autoría: Se prohíbe escupir en el suelo, o los guardianes del
bien
Televisión

-Yo canto: documental biográfico artístico de Enrique Morente en 1975, con el


acompañamiento de Pepe Habichuela. TVE, director Paco Abad

-Serie para TVE Pedro I el Cruel. Pepe Habichuela a la guitarra. Director Paco Abad.
Enero y Febrero de 1989.

-Los ladrones van a la oficina, director Tito Fernández, producción de TVE para Antena
3, emitida en varias temporadas, entre el 93 y el 96. Enrique compuso y cantó una de
las dos canciones de la serie

Ballet

-El Sur. De Víctor Ullate. Dirección Mario Gas. Música de la rondeña y Alegato contra
las armas del Pequeño reloj, también temas de Calle del aire, de Estrella. Estreno en
Zaragoza el 15-9-2005.

DVD Vídeo

-ARENA Israel Galván . XIII Bienal de Sevilla. T. Maestranza 3-10-2004

Música contemporánea

-Mauricio Sotelo. Grabado por RNE-2, TENEBRAE RESPONSORIA, Cuenca, abril 1993

-Mauricio Sotelo. Festival Sibila. Sevilla Teatro Central 12-3-1996 con Cuarteto Arditti.
“La Expulsión de la Bestia” de la ópera “El Teatro de la Memoria!
Otros montajes

1. La luz que se apaga, con José María Sicilia. Estreno en La Haya, Floriade 2002.

2. Africa, Cuba Cai. Anfiteatro Costa Nord de Valldemosa, 20-7-2002

3. Los Caminos de Lorca, coautor con Carmen Linares. Granada, 19-7-2004. Festival
Internacional de Música y Danza de Granada.

4. Las Mil y una noches, J. M. Sicilia. Estreno el 1-12-2005 en el Centro Atlántico de Las
Palmas. (Concierto grabado en DVD)

5. Estrella 1922. Teatro Español de Madrid, octubre 2005.


2.-EL GRAN ADAPTADOR DE POESÍA CULTA

No ha habido en toda la historia del flamenco un cantaor que haya fusionado su


actividad profesional con la obra de los poetas llamados cultos, como lo ha hecho
Enrique Morente. Esta asociación es de tal naturaleza que si se disolviera, se mutilaría
gravemente su obra hasta el punto de volverse irreconocible.

El repertorio culto de Enrique Morente constituye una hermosa antología de la


poesía española, principalmente, de diferentes épocas. Su repertorio suma unos 90
cantes de treinta y ocho (39) los poetas cuyos textos, en menor o mayor número, han
sido puestos en flamenco por la voz y la música del cantaor.

Relación por orden alfabético de poetas, y discos o recitales en los que se cantan sus
poemas:

1-Rafael Alberti. Negra, si tú supieras y en innumerables recitales.

2-Dámaso Alonso (cancionero anónimo). Cruz y Luna. Morente sueña la Alhambra, y


recitales

3-Gustavo Adolfo Bécquer. El Pequeño reloj y recitales

4-José Bergamín. Negra, si tú supieras. Fantasía de Cante Jondo y numerosos recitales

5- Jorge Luis Borges. Cantado en el Teatro Tomás y Valiente de Fuenlabrada (2009)

6-Georges Brassens. Disco no comercial Malgré la nuit (cantado en francés)

7-Carlos Cano. Miguel Ochando. Memoria (colaboración), y recitales.

8-Luis Cernuda. Morente sueña la Alhambra y recitales

9-Miguel de Cervantes (prosa). Morente sueña la Alhambra y recitales

10-Leonard Cohen. Omega y numerosos recitales

11-San Juan de la Cruz (en 8 discos). Cruz y Luna. Obsesión. Fantasía de Cante Jondo.
Negra, si tú supieras. La Luz que se apaga. Misa Flamenca. Morente-Lorca. Morente
sueña la Alhambra, e innumerables recitales.
12-Javier Egea. Fes tival Internacional de Tango de Granada 2000

13-Juan del Encina. Misa Flamenca

14-León Felipe. El pequeño reloj y recitales.

15-Horacio Ferrer. Morente sueña la Alhambra

16-Federico García Lorca. (Teatro: Yerma, Así que pasen cinco años). (En 6 discos):
Morente en vivo. En la Casa-Museo de Federico García Lorca (monográfico). Morente-
Lorca (cuasi monográfico). Negra, si tú supieras. La luz que se apaga. Omega (cuasi
monográfico). Llanto. Algo pa nosotros (colaboración). Constantemente en recitales.

17-Francisco García Lorca. Morente-Lorca

18-Luis García Montero. Diversos recitales.

19-Pedro Garfias. Alegro-Solea. Fantasía de Cante Jondo. Essences flamencas e


innumerables recitales.

20-Luis de Góngora. Pablo de Málaga

21-Ángel González. Recital Auditorio de Avilés diciembre 2007 y Teatro Campoamor,


noviembre 2009.

22-Nicolás Guillén. Negra, si tú supieras y recitales.

23-Rafael Inglada. Pablo de Málaga

24-Ibn Hazm. Alegro-Solea y recitales.

25-Miguel Hernández. Homenaje flamenco a Miguel Hernández. Morente sueña la


Alhambra. Negra, si tú supieras. Morente en vivo. Despegando y Poetas para el cante
(colaboración) y numerosos recitales.

26-José Hierro. Fantasía de cante jondo

27- Santa Teresa de Jesús. Obsesión

28-Fray Luis de León. Misa Flamenca.


29-Antonio Machado. Despegando y numerosos recitales.

30-Manuel Machado. Fantasía de Cante Jondo. Sacromonte. Essences Flamencas. Niño


Josele (colaboración) y constantemente en recitales.

31-Al-Mutamid. Cruz y Luna.

32-Pablo Neruda, disco colectivo, año 2004

33-Pablo Ruiz Picasso. Canto y cante a Picasso. Pablo de Málaga y recitales.

34-Francisco de Quevedo. El Pequeño reloj.

35-Luis Rius. Fantasía de cante jondo y numerosos recitales.

36-José Val del Omar. Celeste (colaboración)

37-Lope de Vega. Misa Flamenca.

38-Walt Whtiman. Omega y recitales.

39-María Zambrano. Morente sueña la Alhambra.

(Esta lista se elaboró el 13 de septiembre de 2011 y puede considerarse como la


definitiva. El hecho de que aparezcan en este libro otras listas con un número de
poetas no coincidente con ésta, se debe simplemente a que se insertan en trabajos
previos y fragmentarios de la obra de Enrique Morente.
3.-PRINCIPALES O SIGNIFICATIVAS ACTUACIONES (NACIONALES E INTERNACIONALES)

Internacionales:

-Feria Mundial de Nueva York, EEUU, 1964

-Lincoln Center, Nueva York, 1973, 1996

-Lisner Auditorium, Washington, 2003

-Boston Sanders Center, Boston, 2003

-Brooklyn Academy of Music, Gilman Opera House, Nueva York, 2003

-Carnegie Hall, Nueva York, 2005

-Symphony Center, Chicago, 2005

-Teatro Bellas Artes, México, 1971

-Festival de México en el Centro Historico, Ciudad de México, 2008

-Festival Internacional de Tango Argentina-Granada, 2000

-Festival Flamenco de Rosario, Argentina, 2002

-I Bienal de Flamenco de Buenos Aires, Argentina, 2009-01-31

-La Habana, Jornadas Culturales de Hermandad España-Cuba, 1993

-Palacio de la Unesco, París, Francia, 1971

-Teatro Olympia, París, 1981

-Abadía de Fontfroide, Francia, 1988

-Cité de la Musique, París, 1999

-Théâtre National de Chaillot, París, 2003

-Jardines de la Villa Medici, Roma, Italia, 1992.


-Sala Petrasi, I Festival Flamenco de Roma, 2005

-IX Seminario Internacional de Jazz Max Roach, Casteldefells, 1990

-I Seminario Internacional de Flamenco Carmen Amaya, Bagur, 1989

-Encuentros Internacionales fundación Nyemeyer, Avilés, 2007

-Exposición “Everstill”, Huerta de San Vicente, Granada, 2008

-Museo Fran Hals, Haarlem, Holanda, 2002

-Flamenco Festival London, Inglaterra, 2006

-Centro Cultural Al-Hussein, Amman, Jordania, 2006

-Opera House, el Cairo, Egipto, 2006, 2009

-Instituto Cervantes, Argel, Argelia, 2007

-Festival Internacional de jazz de Nancy, Francia, 1985

-Festival Internacional de Música de Galicia, Santiago, 1999

-Exposición Universal de Hannover, Alemania (Misa Flamenca), 2000

-Festival Internacional de Música y Danza de Granada, 1992, 2000, 2003, 2004, 2008

-Festival Internacional de Jazz de Vitoria-Gasteiz 2006

-Cumbre Mundial del Tango, Teatro Lope de Vega, Sevilla, 2005

España:

-Reales Alcázares, Sevilla, 1990

-Recinto de La Cartuja, 1992

-Teatro Maestranza, Sevilla, 1992, 1997, 2002, 2003, 2004, 2008

-Mezquita de Córdoba, Córdoba, 1987

-Iglesia de San Esteban, Fuenlabrada, Madrid, 1990


-Catedral de Toledo, 2000

-Plaza de la Catedral, Barcelona, 1997

-Catedral de Alicante, 2002

-Auditorio Manuel de Falla, Granada, 1994, 1999, 2000, 2003, 2005

-Teatro Romano de Mérida, 1982, 1991, 2008

-Teatro Real de Madrid, 1986

-Auditorio Nacional de Música, sala grande, Madrid, 1997

-Teatro de la Zarzuela, Madrid, 1970,1995, 1999, 2003

-Centro Cultural de la Villa, Madrid, 1989, 1995

-Teatro Alcalá Palace, Madrid, 1983, 1984, 1985, 1994

-Teatro Español, Madrid, 2005

-Auditorio Museo Reina Sofía, Madrid, 2008

-Colegio de Médicos, Madrid, 1999

-Auditorio San Juan Evangelista, (15 comparecencias anuales desde 1969 a 2008)

-Festival Cajamadrid, Teatro Albéniz, Madrid, 1987, 1990, 1992, 1993, 1996, 1999 2008
(circo Price).

-Palau de la Música, Barcelona, 1990, 2000, 2010

-Liceu de Barcelona, 2007

-Palau de la Música de Valencia, 2000

-II Bienal de Flamenco de Málaga, 2007

-Homenaje a Miguel Hernández, Orihuela, Alicante, 2008

-Teatro Arriaga, Bilbao, 2008


-Teatro Campoamor, Oviedo, 2009

-El Molino. Barcelona 24 de noviembre de 2010: último concierto de Enrique Morente.


4.-PREMIOS Y HONORES

-1964 Premio Málaga Cantaora en Madrid

-1972 Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología, Jerez

-1994 Premio Nacional de Música, que por primera vez se concedió a un artista
flamenco

-1995 Medalla de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada

-1995 Medalla Ideal de Granada

-1996 Compás del Cante de Sevilla

-1998 Galardón de Honor de los Premios de la Música SGAE –

1989 Socio de Honor del Colegio Mayor San Juan Evangelista

-1999 Galardón Flamenco Calle de Alcalá del Festival Flamenco Caja Madrid

-2003 Premio Niña de los Peines (bianual)

-2003 Premio Bienales de la Cultura

-2004 Premios PEMOC de la crítica musical

-2004 Premio Extremadura de la Creación

-2004 Homenaje del Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión-

-2005 Se concede la Medalla de Andalucía

-2006 Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes

-2009 Medalla de Oro de Granada

-Premio Especial El Ojo Crítico 2009

-2009- El cantaor recibió el Pozo de Oro en reconocimiento a su labor divulgativa de la


obra de Lorca

-2010- Castillete de Oro en premio a toda una carrera. La Unión


-2010 Insignias de Chevalier de la Légion d’Honneur de la República Francesa,
concedida en 2010 y recibida a título póstumo el 31-5-2011 por su esposa, Aurora
Carbonell...

-2011 Gran Cruz del 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid (a título póstumo)


Portada del dossier elaborado para la candidatura de Enrique Morente al Premio de
las Artes Príncipe de Asturias en 2009
BIBLIOGRAFÍA

-Isaac Delgado Sanromán. Los cantes flamencos en el siglo XX. Edición de autor. Ávila.

-Federico García Lorca. Obras completas. Ediciones Aguilar. 1969

-José María Gutiérrez de Alba. El Pueblo Andaluz. Gaspar Editores. Madrid. 1860

-Balbino Gutiérrez. Enrique Morente, la voz libre. Libro 1 SGAE (1996) y libro 2
Fundación Autor (2006). Madrid

-Antonio Machado y Álvarez, ‘Demófilo’. Cantes flamencos. Ediciones Demófilo.


Madrid. 1975

-Ricardo Molina. Cante flamenco. B. de cultura andaluza. Sevilla. 1981

-Guillermo Núñez de Prado. Cantaores Andaluces. Biblioteca de cultura andaluza.


Sevilla. 1986

-Francisco Rodríguez Marín. Cantos Populares Españoles (C. P. E.) (1882) Ediciones
Atlas. Madrid. 1981

-Varios autores. A Morente. Edic. La Platería, Diputación Provincial de Granada. 1994

-José Blas Vega, Manuel Ríos Ruiz, Diccionario Flamenco. Editorial Cinterco, Madrid
1988

-Internet: 200.000 páginas en Google, Enrique Morente,

-Wikipedia (Enrique Morente)

-National Geographic (Enrique Morente)

-Brooklyn Academy of Music 2007 (Enrique Morente)

Índice de artículos consultados:

Otoño 2004 conversaciones con José Luis Ortiz Nuevo (UNIA)

30-10-07 ‘Crítica a la crítica’ espacio de Flamenco

14-12-07 Georgina Fernández. La Voz de Asturias


14-12-07 S. Fernández. La Nueva España, Oviedo

6-4-08 Ángeles Peñalver. Ideal de Granada

03-06-08 Balbino Gutiérrez. La Razón

06-06-08 Balbino Gutiérrez. La Razón

Boletines mensuales de Jondoweb, Marcos Escánez, Almería

05-07-08 “Estoy convencido de que todo viene de África” El Periódico de Aragón

11-10-08 Alejandro Luque. El Correo de Andalucía

11-10-08 Francisco Camero. Diario de Sevilla

09-07-09 Agustín Gómez. ABC

07-08-09 Ángeles López. La Razón

5-11-08 Ángeles Cáceres. La Opinión de Granada

24-11-09 El Mundo (encuentros digitales)

25-11-09 Alfredo Grimaldos. El Mundo

08-05-09 Amable Liñán. Carta al Presidente de la Peña flamenca de Asturias

8-12-09 Juanjo Castillo. Esflamenco.com

14-3-09 Málaga Hoy. Pablo Bujalance

6-6-09 Ideal digital

25-2-09 EFE

16-2-09 El refugio de los músicos

19-12-09 Hortensia García Valencia. Levante

13-3-09 Nuria Martorell. El Periódico de Catal

5-11-09 Cristobal G. Montilla. El Mundo (Andalucía)


2-10-09 Ana Guardiola. La Opinión de Murcia

26-11-09 Pablo San Nicasio. Deflamenco.com

2-10-09 Ana Guardiola. La Opinión de Murcia

24-11-2009 Manuel de la Fuente. ABC Sevilla

25.11.09 Ana Salas El comercio digital

06.02.09 Leticia Álvarez. El Comercio

16-02-2009 Gaspar Zimerman Clarín

10.12.2009 Antonio Paniagua rtves.es

Noviembre 2009 Silvia Calado. Flamenco-world.com

01-12-09 Jacinto González. Aire flamenco

05-10-2009 Ángel Sopena. La Opinión de Murcia

25-11-10 Miquel Jurado El País (última reseña del último recital en vida del maestro)

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