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Solución elemental del sexto problema planteado por Hilbert

Definición sistémica

Física es la rama de la matemática elemental dedicada a (i) contar y medir el movimiento seguido
por las cosas llamadas cuerpos -entendido como cambio de lugar espacial en razón del paso del
tiempo, cuya magnitud, claro está, es la razón espacio/tiempo o velocidad-; (ii) hallar la proporción
reinante entre sus carreras; y, como resultado, (iii) descubrir la unidad de medida común a todos
los fenómenos y al universo que los conjunta.

Por tanto, es decir, teniendo en cuenta que se trata de verificar la pertinencia absoluta de la antigua
doctrina física de la proporción, el ejercicio demostrativo es axiomático, teorético, elemental; y
comprensible para todos porque se desarrolla paso a paso a la manera de Euclides, con el uso del
lenguaje común simplemente formalizado mediante la definición de las palabras usadas para
representar los objetos de conocimiento del discurso.

Tesis

El axioma a partir del que -y mediante la repetición del cual- se desarrolla la demostración, es la
definición autoevidente más elemental entre las numéricas:

Uno es lo que no tiene partes

Uno o la unidad de medida de la cantidad es, pues, la mínima cantidad indivisible que, en la ausencia
de cantidad o nada representada por el cero, a partir de sí y simplemente mediante la sucesiva
repetición de sí, da orden y lugar a su inagotable sucesión o infinita al cuadrado 1 serie de los
números naturales; así llamados por ser los únicos verdaderamente útiles para contar, medir y
describir a Natura. Entre los que existen2 las cuatro razones matemáticas elementales, que son las
mínimas, suficientes y necesarias para definir3 el movimiento físico, a saber:

Aritmética que es la mínima razón suficiente y necesaria para determinar el paso lineal -continuo
universal y discreto (sucesivamente continuo) corporal- del tiempo;

Geométrica que igualmente es la mínima razón suficiente y necesaria para delimitar el espacio
tridimensional;

Armónica resultante de la combinación -mediante la razón espacio/tiempo o velocidad continua y


constante c- de las dos anteriores razones elementales; que da orden temporal aritmético y, en
simultánea, lugar espacial geométrico a sucesiva radiación esférica de puntos físicos llamados
fotones; y, finalmente,

Oscilatoria armónica seguida por las cadenas de paquetes de onda de materia o cosas llamadas
cuerpos, resultante de la superposición de dos sucesiones de radiaciones esféricas de fotones,

Demostración

1
∞2 es el número de puntos que en el espacio tridimensional distan lo mismo de otro llamado centro.
2
En-ante-por-y-para sí porque no requieren materia alguna a la que referirse.
3
Delimitar en el espacio y en simultánea determinar en el tiempo.
Definiciones

Punto adimensional señalado en el espacio es lo que no tiene partes espaciales. Por tanto, punto es
la mínima cantidad espacial indivisible, y asimismo es la única unidad de medida absoluta del
espacio.

Por el mismo logos, instante atemporal marcado en la línea del tiempo es lo que no tiene partes
temporales. Por tanto, instante es la mínima cantidad temporal indivisible, y asimismo es la unidad
de medida absoluta del tiempo.

Por consiguiente, punto adimensional señalado en el continuo espacio tridimensional ilimitado por
un instante atemporal marcado en la línea creciente con ritmo continuo y constante del tiempo
universal; punto/instante pues, de quietud absoluta (indivisible en el espacio y el tiempo), que
aparece y en simultánea desaparece, es lo que no tiene partes en la razón espacio/tiempo o
velocidad. Por tanto, punto/instante es la mínima cantidad indivisible del movimiento (y asimismo
es su negación).

Ahora bien, la máxima expresión insuperable de la razón espacio/tiempo y, por tanto, del
movimiento; es la inmediata irradiación esférica y asimismo multiplicación por ∞2 del punto que
aparece y en simultánea desaparece; a razón espacio/tiempo o velocidad continua y constante, sin
límite espacial ni término temporal, ilimitada y perpetuamente, pues.

Acto que perfectamente realiza el cuanto de acción o pulso corpóreo, entendido como inmediata
irradiación esférica -y asimismo multiplicación por ∞2 - a velocidad continua y constante 𝑐; de la
mínima cantidad física indivisible y, por esto, indestructible, llamada fotón o constante ℎ de Planck;
a partir de sucesivos puntos/instantes que -según descubrió de Broglie en el movimiento del
electrón- unos tras otros aparecen y simultánea desaparecen separados y asimismo unidos por una
distancia o recta 𝜆 en el espacio y un periodo 𝑇 en el tiempo; distancia y periodo que aun cuando
varían, siempre y en todas partes se conservan dados entre sí por un número entero 𝑘 ≥ 2.

Lo anterior, que corresponde a la ecuación de las cadenas de grupos o paquetes de onda con
amplitud modulada, así como frecuencia y longitud de onda variable descubierta por de Broglie en
el movimiento oscilatorio armónico seguido por el electrón y, en general, por las cosas llamadas
cuerpos (ondas de materia), explica en la forma más elemental entre las inteligibles las
transformaciones corpóreas formuladas por Lorentz y asimismo la incertidumbre de Heisenberg.

Así vistas las figuras llamadas cuerpos, resulta evidente que el cuanto de acción o pulso corpóreo
reúne, mutuamente proporciona o da entre sí en forma indisoluble porque no cambia, los dos
límites/términos verdaderamente extremos (mínimos indivisibles y máximos insuperables) del
movimiento, a saber:

Por la parte menor irreductible, el punto/instante que aparece y en simultánea desaparece; y, por
la mayor parte insuperable, su inmediata irradiación y asimismo máxima multiplicación, a velocidad
continua y constante c, sin límite espacial ni término temporal; es decir, el movimiento ilimitado y
perpetuo del máximo número realizable (∞2 ) de mínimas cantidades físicas indivisibles (fotones),
dadas entre sí en forma indisoluble; lo que verdadera y elementalmente explica la ley de
conservación de la energía.
Entre tales extremos mínimo y máximo del movimiento, se mueven los cuerpos por el principio de
superposición de ondas; es decir, porque cuando dos ondas idénticas -iguales en lo ente, ser o
naturaleza-, se cruzan cada una sigue su camino sin pérdida ni ganancia, en forma tal que, durante
un cierto intervalo espacio/temporal, forman una sola onda (grupo de ondas) cuya ecuación es la
suma algebraica (aritmética en el tiempo y geométrica en el espacio) de las ondas entrecruzadas.

Veamos cómo:

Los cuerpos sucesivamente radian, en todas y cada una de las ∞2 direcciones polares del espacio
tridimensional, unidades de luz o energía en sí (fotones adimensionales) que forman un frente
discreto de onda esférica cuyo radio, inmediatamente a partir del punto/instante de origen, crece a
razón espacio/tiempo o velocidad continua y constante 𝑐, sin límite espacial ni término temporal;
lo que no sólo explica (i) la dualidad onda/partícula exhibida por la luz, (ii) la ley de la conservación
de la energía como ya se señaló y (iii) el decaimiento de su intensidad en proporción inversa al
cuadrado de la distancia al emisor; sino, también, prueba que (i) el espacio físico -escenario universal
vacío carente forma- es continuo, tridimensional e ilimitado; y (ii) la línea del tiempo crece continua
y continuamente, sin término.

Por consiguiente, nuestro maravilloso mundo -visible gracias a la luz y tangible gracias a la solidez-
es uno (compuesto por la combinación de mínimo dos idénticos), ilimitado y perpetuo.

Así las cosas, en un sistema inercial idealmente aislado, compuesto por dos cuerpos de tamaño
notoriamente distinto (como el átomo de hidrógeno o el sistema solar), el cuerpo mayor que ocupa
el centro (núcleo atómico o estrella) sucesivamente irradia frentes esféricos de fotones -con la
frecuencia mayor y asimismo fundamental del sistema- que, en todo conjunto inercial como el
átomo y el sistema solar, son (o se pueden considerar) concéntricos.

Por consiguiente, cada frente esférico de fotones (cuanto de acción) radiado con menor frecuencia
(armónica de la fundamental) por el cuerpo orbital (electrón o planeta), cruza los sucesivos frentes
esféricos de fotones (cuantos de acción) radiados por el cuerpo central; en forma tal que, por el
principio de superposición de ondas, cada cuanto irradiado por el cuerpo orbital agrupa un número
entero 𝑘 ≥ 2 de los sucesivos frentes esféricos de fotones radiados por el cuerpo central; formando
un paquete de ondas cuya elongación, medida en las dos direcciones ortogonales a la recta 𝜆/𝑇 de
su desplazamiento, inmediatamente a partir del punto/instante de origen del cuanto que lo modula
o forma, crece con tasa decreciente hasta alcanzar su amplitud característica (constante) justo en
el punto/instante medio de la recta 𝜆/𝑇; a partir del cual decrece con tasa creciente hasta volver a
ser punto/instante del mínimo choque posible -único puntual e instantáneo, a velocidad constante,
inelástico y, por ende, siempre el mismo- de un fotón con otro; que, por ser indivisibles, en lugar de
dividirse se multiplican ∞2 veces; con la consecuente irradiación del siguiente frente esférico de
fotones que repite el anterior ciclo.

Por tanto, en lugar de describir órbitas elípticas, los cuerpos siguen trayectorias poligonales cuyos
vértices sucesivamente aparecen y en simultánea desaparecen señalados en el espacio y asimismo
marcados en el tiempo por los sucesivos puntos/instantes de pulsación; cuyas curvas envolventes
son elipses o más precisamente vórtices elípticos irrealizables.

QED: como se quería demostrar a la manera de Euclides, el cuerpo de la física es axiomático y


teorético.

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