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El escritor y orador cuencano Luis Cordero Dávila, dice: ¡Los héroes no murieron para que
nosotros tengamos epopeyas que cantar, sino ejemplos de virtud y patriotismo que seguir!,
por ello hoy renovamos nuestra admiración a los protagonistas de la gesta del 24 de Mayo de
1822 y con su recuerdo instamos a mantener vigente la trascendencia de su obra cívica.
En este día de profundo significado patriótico, podemos decir con certeza que: “Cuando se
tiene fe en los grandes designios de la Patria, se ama el bendito lugar que nos dio la vida y
caminamos los insospechados lugares en donde se transpira, en donde vive, en donde se
nace y se muere con libertad”
La historia del Ecuador está profundamente ligada a la historia de sus Fuerzas Armadas. La
historia de sus valerosos hombres, jóvenes soldados, indomables patriotas que desde
tiempos inmemorables, con proezas épicas y hazañas heroicas como las de Atahualpa y
Rumiñahui, indiscutiblemente constituyen la herencia de sangre, que gracias a Dios y a la
vida, corre por nuestras venas.
En este histórico escenario y en los albores del nacimiento de nuestra nación, se destaca
sobremanera la indescriptible victoria de las fuerzas independentistas del Gran Mariscal
Antonio José de Sucre, cuyos valerosos soldados provenientes todos los rincones de la
Patria, conquistaron un espléndido triunfo, necesario para mantener la dignidad nacional, de
la bendita y siempre indeleble Libertad.
De esta manera el destino a través de la historia guardaba para nuestro glorioso ejército otras
espléndidas victorias. Ejemplos de coraje y de arrojo como las del Portete de Tarqui, partida
de nacimiento de nuestra identidad; Paquisha y Machinaza nombres legendarios para los
ecuatorianos, donde murieron esforzados soldados salvaguardando nuestra heredad
territorial; y por sobre todo en el alto Cenepa, donde los celosos guardianes de nuestra
inmaculada soberanía, supieron repeler a fuego de metralla el ataque del desenfrenado
enemigo, amenaza continua de nuestra acrisolada Libertad.
Aunque su vida haya sido el precio por defender Pichincha, Portete de Tarqui, Paquisha,
Porotillo, Jambelí, Coangos, Twinza, destacamento Hugo Ortiz, los soldados que allí
inmolaron sus cuerpos, como Abdón Calderón, soldado Pilco, Chimborazo, Yuqui, y otros son
ejemplos contundentes de la valentía del soldado ecuatoriano.
Fechas como éstas y hombres como aquellos, son la más amplia evidencia de la grandeza de
nuestras Fuerzas Armadas, conformadas por hombres y mujeres comunes, con sufrimientos y
alegrías, con éxitos y reveses, pero que gracias a sus acciones heroicas han sido y serán
siempre el sostén moral de la Patria.
Por eso, hoy quiénes somos y nos sentimos ecuatorianos de corazón, rendimos homenaje a
esa fragua imponente del Pichincha, donde se forjó la verdadera identidad nacional. En
nuestro ejército, los soldados aprendieron y continúan aprendiendo la consigna romana de los
héroes de siempre “Dulce et decorum est ro patria mori” “Dulce y honroso es morir por la
Patria”.
Señoras y señores
La historia cívica del Ecuador señala el 31 de octubre, de todos los años, como Día del
Escudo Nacional. El poeta y patriota José Joaquín de Olmedo dibujó el primer Escudo de
Armas Nacional de acuerdo con las orientaciones de la Convención, reunida en Cuenca,
establecida luego del triunfo del 6 de marzo de 1845 sobre el general Juan José Flores.
El cóndor, emblema de poderío, mira a los lados. El sol de oro se ubica en el centro de la
cinta, con los signos del zodíaco: Aries, Tauro, Géminis y Cáncer, correspondientes a los
meses de marzo, abril, mayo y junio, tiempos que salvaguardan las hazañas de libertad de los
ecuatorianos.
En la parte inferior, cortando el horizonte, está el Chimborazo, una de las más altas montañas
de los Andes. De sus nieves, nace el río Guayas y este caudal baja por las tierras fértiles de la
costa. Una embarcación surca la parte ancha del río. Es una alusión al primer buque a vapor
construido en Guayaquil, en 1841, y tiene por mástil un caduceo, símbolo de la navegación y
el comercio.
En el año de 1900, cuando el general Eloy Alfaro ocupaba la Presidencia, se adoptó
oficialmente el Escudo de Armas. El Congreso Nacional de aquella época transcribe la
disposición de 1845, pues la única modificación era utilizar los tricolores colombianos
(amarillo, azul y rojo), “en lugar de las banderas bicolores”.
Diversas fuentes, entre ellas el folleto didáctico ‘Los Símbolos de la Patria’, señalan que el
diseño artístico del escudo actual pertenece al maestro Pedro Pablo Traversari.
El Escudo Nacional guarda significativas figuras de fulgor y de riquezas materiales. Invita a
recordar la historia y a valorar a los héroes que lucharon por sus ideales. Además, aporta al
conocimiento de los recursos naturales, impulsando su conservación y defensa.
Descripción y significados del Escudo del Ecuador
El Escudo de Armas del Ecuador, se oficializa en el gobierno de Eloy Alfaro, con esta representación:
Cóndor: Con las alas desplegadas y levantadas en actitud de vuelo, es símbolo de energía y esfuerzo.
Laurel: Representa la gloria de la nación.
Óvalo: Su contorno es de doble borde de color café con uniones del mismo color arriba y abajo.
Sol Dorado: Significa el oro, importancia para nuestros primeros pobladores, está en el centro, con
los signos del zodíaco.
Signos del zodíaco: A la izquierda Géminis y Cáncer, a la derecha Aries y Tauro, los que
representan los meses de marzo, abril, mayo y junio, en los que ocurrieron importantes hechos que
reafirmaron la nacionalidad ecuatoriana.
Chimborazo: El volcán más alto, de cuyas nieves perpetuas nace el río Guayas.
Banderas Nacionales: Son cuatro, dos a cada lado, anteriores y posteriores, que se aglutinan bajo
las fases consulares.
Palma: Representa la paz en la nación.
Listón: Cinta de seda
Astas: Son cuatro y coronan cada uno de los pabellones, se presentan inclinadas con puntas
metálicas romboidales.
Caduceo: Coronado por dos alas y rodeado por dos serpientes, atributo de Mercurio. Es un símbolo
de lanavegación y el comercio.
Río Guayas: El cual se ensancha progresivamente hasta ocupar toda la parte baja del óvalo. Hacia los
costados se incluyen orillas de exuberante vegetación, expresión de la agricultura nacional.
Buque a vapor Guayas: Fue el primero que se construyó en América del Sur, en 1841 en los astilleros
de Guayaquil. El buque tiene por mástil un caduceo. Los colores del buque y su pabellón ubicado en
la proa, son los de la bandera nacional.
Fasces consulares: Insignia de los cónsules de Roma, símbolo de autoridad y dignidad.
Hacha: (Segur) Hacha grande que formaba parte dejada de una de las fasces de los lictores romanos.
Hoy 27 de febrero se celebra el día de El civismo que en latín significa: ciudadano o ciudad con sus
respectivas pautas, que nos permiten convivir en colectividad, basándose en el respeto al prójimo, en
una buena educación y cortesía. Como recordaremos en esta fecha se realizaba el juramento a la bandera
el mismo que mediante decreto ejecutivo se traslada a otra fecha, pero sin embargo en este día no
dejaremos de expresar el amor y respeto a los símbolos patrios.
El civismo somos todos, es la forma de actuar de cada persona, es el comportamiento que emplea un
individuo y con relación a la Batalla de Tarqui, es la actitud ante la vida, la forma de ser y actuar, es por
eso que la formación cívica es algo importante de la vida de los hombres, pues no solo se nos tiene que
enseñar a ser simples hombres si no también, a ser buenos ciudadanos, buenos ecuatorianos.
Recuerdemos qué, nuestra actitud cívica será la carta de presentación a lo largo de la existencia, y de
ello dependerá que tu mundo se amplié o se cierre, según tus obras te juzgarán las demás personas, o
con quienes te desarrollas diariamente ya sea en la escuela, en el trabajo y en la vida misma. Siempre
llevemos al civismo como nuestro emblema, recordando con gratitud a estos grandes héroes,
fortaleciendo nuestros valores manteniendo la lealtad y sintiéndonos orgullosos de ser ecuatorianos.
Es por ello, que en los institutos educativos como este, la patria se fortalece y se proyecta con toda la
fuerza hacia un futuro promisorio, que la divina providencia le tiene deparado. Es en los institutos
educativos donde el amor a la patria tiene sus altares, porque cada aula es un recinto sagrado, en el cual
la energía de una nación busca su identidad e integración.
Es en los institutos educativos donde el maestro siembra en el alumno las semillas de coraje,
abnegación, creatividad y civismo, virtudes necesarias para trascender y buscar objetivos cada vez más
altos y nobles para la patria. Es en los institutos educativos donde la tarea iniciada por los padres es
continúa por los profesores, para propiciar la madurez de genios, militares, santos y héroes, los cuales
serán útiles en las entidades de cualquier tipo.
Sin lugar a dudas, el 27 de febrero es en una de las fechas cívicas más importantes para todos los
ecuatorianos, puesto que se celebra el “Día del Civismo,” la “Batalla de Tarqui,” el “Día del Ejército
Ecuatoriano, ” Día de la Unidad Nacional.”
Por ello, es oportuno que el pueblo ecuatoriano reflexionemos, que el Civismo no es solo uno de los
valores más importantes de la ciudadanía para demostrar el amor y respeto a la Patria, sino también un
modo de comportamiento basado en actitudes de respeto y tolerancia hacia el ejercicio de los derechos y
libertades, al cumplimiento de las obligaciones y deberes como buenos ciudadanos, aun cuando todos
seamos diferentes en etnias, costumbres, moral o religión.
También, se debe resaltar que la actualidad el Civismo está vinculado con el proceso de transformación
que vive nuestro país, con el sentimiento del rescate de la identidad, con la valoración de nuestros
saberes culturales, y por sobre todo, con la vivencia diaria de los valores cívicos para motivar a nuestros
niños y jóvenes el amor a la Patria, la veneración a la Bandera, el respeto al Himno Nacional, la
evocación al Escudo y el tributo al Patriotismo de nuestros héroes.
Recordemos que cada amanecer representa una nueva esperanza, para que cada uno de nosotros, como
buenos ecuatorianos, pongamos la mirada fija en la meta, la mente lista para el combate, el corazón
palpitante de emoción y las manos dispuestas al trabajo, para transformar todos los problemas en
oportunidades, las debilidades en fortalezas, la pobreza en abundancia, la tristeza en alegría, y los
fracasos en éxitos.
Sin embargo, es trascendental mencionar que es imposible luchar por algo que no se ama, o no se
conoce, puesto que el Civismo, al igual que el Patriotismo y Nacionalismo, es mucho más que entonar
el Himno Nacional, jurar la Bandera, o marchar en los desfiles.
El Civismo, como un valor auténtico, también nos obliga a convertirnos en héroes, desde nuestras
pequeñas trincheras, en el trabajo o en el estudio, al dar lo mejor de nosotros mismos, por nuestras
familias, instituciones y país en general. Sólo así podremos emprender en la construcción de una Patria,
grande, altiva y soberana. ¡VIVA EL ECUADOR!