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Todo a nuestro alrededor está hecho de materia y posee cierta cantidad de energía.
¿Qué son la materia y la energía?
Nuestro universo entero está compuesto por materia y energía, en sus numerosas
formas, presentaciones y capacidades. De hecho, las dos disciplinas básicas con las
que intentamos comprender las leyes fundamentales que lo rigen, la física y
la química, se ocupan de las relaciones entre estos dos elementos: la sustancia que
compone las cosas y su capacidad de transferir calor o realizar un trabajo.
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Desde un punto de vista intuitivo, comprendemos la materia como aquello que
podemos tocar, que es concreto y ocupa un lugar en el universo. En cambio, no
puede tocarse la energía, que sólo se percibe en sus distintas
manifestaciones: calor, luz, movimiento, etc. Las cosas a nuestro alrededor poseen
a la vez una masa propia y una cantidad variable de energía, dependiendo en gran
medida del estado en que se encuentran.
Materia
La materia es lo que constituye los seres vivos, los objetos, el aire y más.
La materia se define como aquello que se extiende en una determinada región del
espacio-tiempo, que posee una cantidad determinada de energía y que está sujeto
a cambios en el tiempo. Su nombre proviene del latín mater, “madre”, dado que se
trata de la sustancia matriz de las cosas, o sea, de aquello que las origina o que las
compone.
Esta idea se rescató mucho más adelante, en el auge racionalista del siglo XVII, y
fue fundamental en el campo de estudio de la química, heredera a su vez de
la alquimia medieval.
Según los modelos de estudio de la física actual, apenas alrededor del 5% del
universo apreciable está compuesto por materia ordinaria, mientras que la
llamada “materia oscura” cuyo funcionamiento aún se desconoce, ocupa un 23%.
Esta última se supone que es una forma de materia no-másica, o sea, desprovista de
masa, cuya presencia sólo puede intuirse por el modo en que afectan los astros y la
energía a su alrededor.
Energía
La energía sólo puede percibirse a través de sus manifestaciones.
En física, la energía se define como la capacidad para realizar un trabajo, es
decir, para obrar, surgir o poner en movimiento. Absolutamente todos
los cuerpos poseen una cantidad de energía determinada, relacionada con su estado
de reposo, movimiento o vibración, por ejemplo, pero que se manifiesta de formas
muy diferentes.
La palabra energía proviene del griego enérgeia, “actividad”, término que apareció
por vez primera en los escritos de Aristóteles (384-322 a. C.) en el siglo IV a. C., y
retomado por los naturalistas modernos y del Medioevo tardío.
Se le han dado muchos otros nombres a lo largo de la historia, como “fuerza viva”
(vis viva), “potencia” o incluso “espíritu”, dependiendo del contexto. Esto se debe en
gran medida a que el estudio de los distintos tipos de energía tuvo su origen por
separado, conforme se iban descubriendo más y más formas de energía presentes en
el universo.
También debemos considerar que la cantidad de energía en los sistema tiende a ser
constante, de modo que no puede crearse ni destruirse, únicamente
transformarse. De hecho se halla en continua transformación todo el tiempo: la
energía química almacenada en los alimentos se convierte en energía mecánica
cuando nos movemos, o en energía eléctrica en nuestro sistema nervioso.
Materia y energía
Las relaciones entre materia y energía son objeto de estudio de los físicos desde hace
siglos. Sabemos que un cambio en los niveles energéticos de la materia inciden
en su forma y su estado de agregación, cosa que comprobamos desde que
aprendimos al fundir los metales.
Todo ello fue posible gracias a las teorías de Albert Einstein (1879-1955) y otros
físicos de importancia, y en especial de su fórmula de la equivalencia entre masa y
energía (E = mc2), conocida como la Teoría de la relatividad.
Origen de la materia
Te explicamos todo sobre el origen de la materia, las teorías actualmente
aceptadas y su proceso hasta la formación de la vida.
El Big Bang establece que el universo se formó a causa de una gran explosión.
¿Cuál es el origen de la materia?
Para explicar cuál es el origen de la materia hace falta remontarse a las teorías
actualmente aceptadas respecto al origen del universo, pues dadas las leyes de
la física, la cantidad de materia y energía en el universo ha de ser constante.
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Esta teoría sobre el origen de lo que existe es la del llamado “Big Bang” (La
Gran Explosión), y explica que el universo fue originalmente una partícula
hiperconcentrada que contenía toda la energía y la materia que conocemos muy
densamente acumulada.
Este punto era de por sí tremendamente inestable y hace 13.798 millones de años se
produjo en él una gigantesca explosión que liberó una cantidad enorme
de calor (que se estima en 1032 °C) y que inició el proceso se expansión y, por lo
tanto, de enfriamiento del universo.
Inicialmente, los únicos elementos creados fueron el hidrógeno y el helio, los más
simples conocidos, en gigantescas nubes de gas suspendidas en el vacío.
Los átomos empezaron a atraerse entre sí debido a la gravedad de su propia masa
y se fueron formando nubes cada vez más densas de
gas cuyo peso y presión interna empezó a ascender al punto tal que sus núcleos
atómicos empezaron a fusionarse, liberando gigantescas cantidades de energía,
como ocurrió con las bombas atómicas o en el interior de los reactores nucleares,
pero a mucha mayor escala. Así nacieron las primeras estrellas.
Estas estrellas eran masivas (entre 3 y 16 veces el tamaño de Sol), por lo que su
gravedad descomunal era la suficiente para forzar a los núcleos atómicos, cada vez
mayores (y por lo tanto con mayor carga eléctrica), a fusionarse a pesar de las
fuerzas de repulsión que los alejan, generando más y más energía y calor.
Esa misma gravedad es la que impide que las estrellas se disipen en su propia
explosión, manteniendo junto el material generado en una gran bola de fuego
espacial.
Energía nuclear
Te explicamos qué es la energía nuclear y cómo se obtiene. Además, para
qué sirve, ventajas, desventajas y algunos ejemplos.
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La energía atómica es dentro de todo segura, bastante eficiente y versátil.
¿Qué es la energía nuclear?
La energía nuclear o energía atómica es la resultante de las reacciones que
ocurren en los núcleos atómicos o entre ellos, es decir, es la energía liberada en las
reacciones nucleares. Estas reacciones pueden ocurrir de manera espontánea o
artificial.
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Las reacciones nucleares son procesos de combinación o fragmentación de los
núcleos de los átomos y partículas subatómicas. Los núcleos atómicos pueden
combinarse o fragmentarse, de manera que liberan o absorben grandes cantidades
de energía en el proceso. Cuando los núcleos se fragmentan, el proceso se conoce
como fisión nuclear, y cuando se combinan se denomina fusión nuclear.
La fisión nuclear ocurre cuando un núcleo atómico pesado es fragmentado en varios
núcleos de menor peso, pudiendo también producir neutrones libres, fotones y
fragmentos del núcleo. La fusión nuclear ocurre cuando varios núcleos atómicos con
cargas similares se combinan para formar un nuevo núcleo de mayor peso. Estas
reacciones ocurren en los núcleos de los átomos de ciertos isótopos de elementos
químicos como el uranio (U) o el hidrógeno (H).
E = mc²
Donde:
E: energía
m: masa
c: velocidad de la luz
El uso controlado de la energía nuclear se emplea con fines benéficos. Es una fuente
de energía muy importante pero también, lamentablemente, se usa con fines
bélicos para la producción de armas nucleares de destrucción masiva.
La fisión del uranio-235 (235U) es una reacción exotérmica, es decir, libera mucha
energía. La energía liberada calienta el medio en que se encuentra ocurriendo la
reacción, que podría ser agua, por ejemplo.
Por otra parte, la fusión del par deuterio-tritio (2H-3H) es el proceso de fusión
nuclear más simple que existe. Para que ocurra esta fusión es necesario lograr que
se acerquen dos protones (uno proveniente del 2H y otro del 3H) de manera que las
fuerzas de interacción nuclear fuerte (fuerzas que unen a los nucleones, es decir, a
los protones y neutrones, y que deben superar a la fuerza de repulsión entre
protones, pues poseen la misma carga) superen a las fuerzas de interacción
electrostáticas, pues los protones tienen carga positiva, por lo que tienden a
repelerse. Para lograrlo, se aplican determinadas presiones y descompresiones, así
como temperaturas muy específicas. Este proceso de fusión produce un núcleo
de 4He, un neutrón y gran cantidad de energía.
De forma general, las reacciones nucleares producen átomos inestables, que para
estabilizarse emiten el exceso de energía al medio ambiente durante un tiempo
determinado. A esta energía emitida se le llama radiación ionizante, que tiene
energía suficiente para ionizar la materia que esté a su alrededor, razón por la que es
una radiación extremadamente peligros para todas las formas de vida.
Fuente: https://concepto.de/energia-nuclear/#ixzz8FBke3nPL