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Rev. Fil. Univ. Costa Rica, XXII (&&y &6). 63-71. 1983.

LA CRITICA DE HERBERT MARCUSE A LA


RACIONALIDAD INSTRUMENTALlST A
y SU RECEPCION POR CORRIENTES IZQUIERDISTAS

H.C.F. Mansilla

Resumen: La relevancia de Herbert Marcuse tes, demostrando que no son, en sentido cuali-
resideen su visión globalizante de los problemas tativo y humanístico, mejores que los infiernos
contemporáneos, incluido una crítica de la socie- capitalistas. La crítica a Marcuse cubre, por lo
dadaltamente tndustrtatizada y de los presupues- tanto, una gama muy amplia de problemas, y sus
tos científico y comportamiento social es uno de
censores izquierdistas se ven obligados a defender
lospilarescentrales del corpus teórico de Marcuse,
el análisisa los países del bloque socialista lleva a tanto un sistema socio-económico real como un
Marcusea concluir que su configuración no es corpus teórico, en torno a los cuales existen bien
cualitativamentediferente de la del mundo capita- fundadas dudas referentes a su capacidad de
listaen Occidente. Marcuse ha cuestionado igual- brindar libertad y bienestar a sus súbditos o de
mente la validez de progresos centrales como aprehender adecuadamente la problemática de
progresohistórico y desarrollo hacia la industriali- nuestra época. La impugnación de Marcuse se
zacióncomo meta normativa, lo que hace impor- convierte, en el fondo, en la apología de las
tante su crítica vista desde el Tercer Mundo. La condiciones imperantes en aquellos países y en el
critka izquierdista a Marcuse tiende necesariamen- intento de "salvar" a toda costa un conjunto de
te apasarpor alto sus puntos más originales (como teorías simplificado y superado por el desarrollo
su debate con la racionalidad instrumental) y a histórico.
insistir en que Marcuse se habría alejado del 2. La teoría crítica expuesta por la Escuela de
marxismo. Frankfurt en general y por Herbert Marcuse en
particular ha llamado enfáticamente la atención
La crítica que desde posiciones de la izquierda sobre dos problemas descuidados o tratados super-
se ha hecho a Herbert Marcuse tiene, con algunas ficialmente por los representantes más conspicuos
excepcionesmuy notables, una significación ente- del pensamiento izquierdista, descuido que no fue
ramente diferente de la que se propusieron origi- de ninguna manera casual:
nalmente sus jueces: no contribuye a un mejor
conocimiento o a un análisis más profundo de la a. la relación muy compleja entre conocimiento
obraincriminada, sino a sacar a luz los esquemas, científico y comportamiento social, que ha
prejuiciosy métodos de trabajo de los autores de cobrado especial importancia en nuestro actual
talesjuicios. Un análisis somero de estos esfuerzos universo tecnológico, y
resultanecesario por dos motivos: b. el cuestionamiento crítico de los conceptos
1. La obra teórica de Marcuse ha tenido una omnipotentes de progreso y desarrollo, lo que
enorme resonancia precisamente porque ofrece adquiere una especial significación para la pro-
una visión de los problemas contemporáneos fun- blemática del Tercer Mundo, donde estos con-
damentalmente diferente de la brindada por los ceptos tienen entre tanto un carácter casi mági-
representantes del marxismo-leninismo ortodoxo, co.
del existencialismo y de otras corrientes en boga.
Ademásde esclarecer las aporías del capitalismo El conjunto de la obra de Marcuse (1) ha sido
tardío contemporáneo, Marcuse ha extendido su revalorizado a partir de la publicación de El
análisistambién a los regímenes socialistas existen- hombre unidimensional en 1964, ya que este
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estudio es el intento de esbozar una teoría global convierte al proletariado en uno de sus pilares.
de la época presente, un estudio en el cual Los censores ortodoxos niegan todo aspecto de
confluyen las hipótesis, apreciaciones y teoremas verdad a este análisis de Marcuse y lo acusan, a su
de todas sus obras anteriores (2). Una crítica al vez, de creer en el poder mágico de teorías y
conjunto de esta obra es ciertamente imprescindi- recetas de política económica derivadas de Keynes
ble y ha tenido ya lugar desde posiciones conserva- y de descuidar todas las tendencias divergentes, el
doras (3), social democráticas (4) y marxistas; par- material empírico concreto y las antinomias que
ticularmente relevante ha sido la crítica seria, libre perduran en el "sistema capitalista" (6). El teore-
de obligaciones hacia líneas partidistas y dedicada ma de la sociedad unidimensional se reduce, según
al análisis desapasionado de problemas concre- el pensamiento ortodoxo, a tomar en serio las
tos (5). ideas apologéticas que el capitalismo tardío ha
En el mismo grado en que se hace necesaria una elaborado sobre su propio sistema, adornándolas
crítica objetiva y profunda del corpus teórico de con una fraseología dialéctica y con un barniz de
Marcuse, aparece como improductivo y superficial pesimismo cultural; la obra de Marcuse sería, en el
(pero en ediciones muy elevadas) el enjuiciamiento fondo, una "dialéctica de la acomodación" y una
proveniente de la ortodoxia marxista, que parte de "reconciliación con las relaciones imperialistas de
una compresión tradicionalista y superada hace dominación" (7).
mucho tiempo en torno al marxismo y que Más adecuada al pensamiento de Marcuse es la
reprocha a Marcuse principalmente el abandono de presunción de que su teoría se basa, en cierta
importantes posiciones marxistas, es decir infideli- medida, sobre una apreciación sobria de la evolu-
dad con respecto a la ortodoxia. Marcuse mismo, ción socio-económica de los centros rnetropolita-
sin embargo, nunca ha pretendido ser un marxista nos en los últimos decenios y que ha sacado de ella
ortodoxo, y esta acusación de herejía se dirije, las consecuencias que se imponían, pero que el
entonces, a un destinatario equivocado. De paso se marxismo ortodoxo no lo ha hecho hasta hoy
debe recordar que el marxismo, de acuerdo a su encandilado por imágenes como "la crisis definiti-
propia concepción estrictamente histórica, debería va del capitalismo" y otras ideas catastrofistas que
sufrir una serie de transformaciones y ampliaciones llenan en todas partes literalmente millones de
teóricas según la evolución histórica; resulta necia toneladas de papel y el cerebro de muchísima
la actitud de tratar al marxismo como si en los gente. A pesar de lo que pueda decirse en contra,
últimos cien años no hubiese sucedido nada es un hecho que el capitalismo contemporáneo es
importante que no estuviese contenida en los cualitativamente diferente de aquel existente hacia
libros sagrados del dogma. la mitad del siglo XIX y que los análisis marxistas,
Según sus críticos marxistas ortodoxos, el error referidos teóricamente a este último, no pueden
principal de Marcuse consiste en haber elaborado ser aplicados sin más a los fenómenos actuales. El
un diagnóstico equivocado del capitalismo tardío. mérito de Marcuse reside en haber expresado con
Marcuse habría sobrevalorado la facultad estabi- toda decisión las conclusiones que resultan de los
lizadora del capitalismo contemporáneo y adopta- cambios cualitativos sufridos por el "sistema" en
do acríticamente las teorías económicas actuales los últimos cien años y en haber usado estas
de proveniencia "burguesa" y de índole "apologé- consecuencias heurísticamente para una refor-
tica". Esto se refiere a la tesis marcusiana de que el mulación de la teoría dialéctico-crítica de la
sistema del capitalismo tardío ha logrado desarro- sociedad. El ámbito limitado de El hombre unidi-
llar técnicas que posibilitan un cierto dominio de mensional y el enfoque primordialmente filosófico
las crisis económicas cíclicas y que regulan el de los escritos marcusianos conllevan un cierto
crecimiento de la economía, eliminando en grado esquematismo en el tratamiento de problemas
considerable las antinomias tradicionales del capi- sociológicos y poi íticos, de modo que no es fácil
talismo liberal. Mediante la extensión de un cierto sacar deducciones inequívocas de carácter prácti-
bienestar material a las llamadas clases explotadas, co-político a partir de la obra de este pensador.
el "sistema" tuvo éxito en integrar al proletariado, Una ambivalencia fundamental atraviesa, además,
que originalmente era la negación de la sociedad su libro más importante, que él mismo la describió
burguesa y portador del fermento revolucionario, así: "El hombre unidimensional oscilará continua-
integración que hace obsoleto el concepto de mente entre dos hipótesis contradictorias: 1. que
contradicción principal dentro del "sistema" y que la sociead industrial avanzada es capaz de detener
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la posibilidad de un cambio cualitativo para el el sencillo esquema basis/super-estructura (y ya se


futuro previsible; 2. que existen fuerzas y tenden- sabe con qué éxito).
cias que pueden romper esta contención y hacer La cuestión no diluciada del todo en torno a la
estallar la sociedad. Yo no creo que pueda darse integración de las capas inferiores en la sociedad
una respuesta clara (8). moderna no es, evidentemente, un fenómeno de
Los marxistas ortodoxos, sin embargo, argu- equiparación de clases que se refiere únicamente a
mentan con la suposición confesa o, a veces, la esfera de consumo (11), sino un asunto muy
implícita, de que el análisis original de Marx acerca complejo y estrechamente relacionado con la
del capitalismo es aún completamente válido y que función de la ciencia y la tecnología en la sociedad
debe ser modificado sólo ligeramente de situación industrial avanzada. Marcuse ha mostrado que el
en situación. [oochtm Bergmann, por ejemplo, progreso técnico, como elemento constitutivo de
concede meramente que las contradicciones so- las fuerzas productivas, no está más en contradic-
cio--económicas dentro de la sociedad capitalista ción con las relaciones de producción (como en el
han quedado "suspendidas" desde el fin de la modelo clásico de Marx), sino que se ha convertido
Segunda Guerra Mundial (9). H.H. Holz va aún en un punto afirmativo de apoyo a las relaciones
más allá y considera el grado alcanzado de estabili- existentes de producción. Marx había supuesto
dad como una guantité négllgeable, de la cual que el desarrollo de las fuerzas productivas, sobre
brotaría un margen muy limitado para las posibili- todo el de la ciencia y la técnica, adoptarían el
dades de manipulación de conciencia y de integra- carácter de fuerzas "encadenadas" bajo relaciones
ción de la clase trabajadora. En un estilo argumen- de producción invariables y que estas fuerzas
tativo muy difundido entre los intelectuales de productivas maniatadas, como motor del desarro-
esta tendencia y que revela algo de la cientificidad llo social, representarían simultóneamente un po-
de los marxistas ortodoxos, Holz fundamenta sus tencial de liberación y la condición posibilitante de
posiciones en testimonios muy pobres, como ser una superación del orden social existente. En
notas de prensa de periódicos oficiales de los contraposición a ésto, empero, se puede afirmar
partidos comunistas o en artículos de colegas suyos que el incremento continuado de las fuerzas
de la misma línea, quienes a su vez se apoyan en productivas ha dependido del progreso científi-
citas suyas (10). Holz reprocha a Marcuse creduli- co-técnico, el cual toma a su cargo también la
dad con respecto a las teorías "burguesas" de la función de legitimizar la dominación políti-
estabilidad, pero con mucho mayor derecho se le ca (12).Lo cualitativamente nuevo que ha surgido
puede reconvenir por adoptar como propia la muy del capitalismo tardío es, según Marcuse, el hecho
difundida tesis sobre el carácter profundamente de que "el método científico que lleva a la
descompuesto del capitalismo occidental y el dominación cada vez más efectiva de la naturaleza
hundimiento inminente del "sistema" (siempre llega a proveer así los conceptos puros tanto como
postergado por un pequeño plazo más), tesis los instrumentos para la dominación cada vez más
surgida de la central moscovita y de los otros efectiva del hombre por el hombre a través de la
lugaressagrados de la revelación marxista. dominación de la naturaleza. (... ) La racionalidad
A pesar del tenor resignativo de la obra de tecnológica protege así, antes que negaría, la
Marcuse, ésta posee la facultad de brindar un legitimidad de la dominación, y el horizonte
aporte heurístico al conocimiento de la sociedad instrumentalista de la razón se abre a una sociedad
industrial avanzada, de lo que es incapaz el racionalmente totalitaria" (13).
optimismo decretado desde arriba que caracteriza Habermas, en coincidencia con Marcuse, indica
a todos los matices del marxismo-leninismo orto- que el teorema del potencial tecnológica excedente
doxo; esta contribución atañe a temas como la que no es agotado dentro de un marco institucio-
integración de las capas subprivilegiadas, la mani- nal mantenido represivamente (Marx habla de las
pulación masiva de las conciencias, la nueva fuerzas productivas "encadenadas"), no está ade-
función de la ciencia y la tecnología y la indeter- cuado al capitalismo actual regulado estatalmen-
minación del sujeto revolucionario en las socieda- te (14). Aun cuando la problemática de la ciencia
des metropolitanas, es decir, a problemas socialpsi- y la tecnología como factores de integración y
cológicos, sociológicos y crítico-ideológicos, que consolidación del orden capitalista no esté del
han sido totalmente ignorados por la ortodoxia o todo clarificada por Marcuse y Habermas (15), se
que han sido tratados de manera mecanicista según puede constatar el absoluto desinterés del marxis-
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mo ortodoxo por esta cuestión; el rol de la ciencia mente superados, y teoréticos progresistas que
en la manipulación de las masas y, en vista de la critican los mismos fenómenos, pero en vista de
crisis ecológica, la necesidad de una redefinición de sus posibilidades trascendentes. Aquellas concor-
las relaciones entre el quehacer científico-tecnoló- dancias parciales atañen a los aspectos caractensti-
gico y la naturaleza representan dos temas de cos del orden social actual, pero que no se encontra-
importancia central para la construcción del socia- ban (o en grado menor) o no se debenan hallar en
lismo, pero que, paradójicamente, no son tratados los modelos paradigmáticos del pasado o en los
por los marxistas ortodoxos ni reconocidos en su proyectos anhelados del futuro respectivamente.
relevancia a largo plazo. No han faltado ejemplos de este tipo en la historia
Ciertamente, las ideas de Marcuse sobre las de la filosofía.
repercusiones prácticas de la civilización tecnológi- Dos ideólogos de la Restauración, los católicos
ca no son del todo claras ni satisfactorias, pero le reaccionarios joseph de Moistre y el vizconde de
corresponde el mérito (y la originalidad) de haber Bonald, anticiparon en su crítica de la Revolución
planteado esta cuestión en forma más o menos Francesa y del liberalismo algunos aspectos de la
sistemática y de indicar, aunque de manera some- crítica de Marx al carácter de mercancía de las
ra, la posibilidad de una concepción diferente de relaciones humanas y la alienación bajo el capitalis-
racionalidad, cuyo marco trascendental no sen'a mo. Esto no habla en contra de los críticos
más el nivel de la actuación instrumental y de la socialistas del capitalismo, sino a favor de la
disposición técnica, sino el de una reconciliación clarividencia de Maistre y Bonald.
entre /0905 y eros y del apaciguamiento de la Por otra parte, hay que señalar que Marcuse no
productividad represiva de la razón (16). No es sostiene que la estructura dominacional de la
inútil el reiterar que los marxistas ortodoxos, los moderna sociedad industrial puede ser estudiada
grandes adalides de la racionalidad instrumentalis- exclusivamente en términos de la racionalidad
ta, del principio de rendimiento y eficacia y del técnico-administrativa; según él, esta problemáti-
realismo más prosaico, no han tenido más califica- ca debe ser analizada también mediante el empleo
tivo que el de "utópico" y "m ístico" con respecto de una teoría sociológica sobre clases y capas
al teorema de una nueva racionalidad no instru- sociales. Tanto Marcuse como otros representantes
mentalista (17). de la Escuela de F rankfurt se han manifestado en
De acuerdo a algunos textos de Marcuse, la contra de una hipostazación de la omnipotencia
burocracia y la tecnología no toman a su cargo ya tecnológica, reconociendo la dependencia de la
la salvaguardia de los intereses particulares en técnica con respecto a metas ulteriores no técnicas.
forma parcial, sino que se convierten directamente Subrayando a veces la neutralidad poi ítica de la
en instancias dominacionales. "En lugar de ser sólo técnica, es decir, su carácter primordial de medio,
un potencial de poder 'neutral', la racional idad Marcuse retorna a la determinación clásica del
abstracta se ampl ía hasta llegar a ser un aspecto nexo entre fuerzas productivas y relaciones de
constitutivo de la totalidad social; la constitución producción. Ha confirmado en otros escritos (20)
tecnológica dominante no puede ser atribuida que la moderna sociedad industrial de los Estados
concluyentemente a los intereses de determinados Unidos es una sociedad clasista, en la que predomi-
grupos o clases sociales" (18). Por lo tanto, la na un alto grado de concentración de poder
tecnología misma se convierte en dominación y, al económico y político en las manos de pocos
mismo tiempo, en control de esta dominación. propietarios de medios de producción.
Los críticos izquierdistas de Marcuse le han Esta determinación de la función de la tecnolo-
reprochado una identificación de tecnología con gía en la obra de Marcuse no es constante, o dicho
poder proveniente de un espíritu esencialmente más precisamente, la complejidad de la sociedad
conservador. C/ous Offe, por ejemplo, censura un industrial izada actual no permite una comproba-
"determinismo tecnológico" en Marcuse y una ción simple y definitiva de la relación existente
cercan ía inquietante y sorprendente con pensado- entre racionalidad técnica y estructura dom inacio-
res conservadores como Hons Freyer , Arnold nal en las circunstancias presentes. El teorema de
Gehlen und Helmut Schelsky 19). Empero, es la tecnología en Marcuse ha sido desarrollado más
posible y hasta probable que aparezcan concordan- específicamente por jürgen Hobermas y conforma
cias fragmentarias entre pensadores de tendencia uno de los temas más intensamente discutidos en
regresiva, que se orientan por modelos histórica- las ciencias sociales hoy en día. Según el pensa-
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miento de la Escuela de Frankfurt, paulatinamente industrial izada. Uno de sus jueces izquierdistas,
se ha establecido una interdependencia creciente }oachim Bergmann, sostiene que la idea de una
entre investigación científica y aplicación econó- integración de ciencia y técnica como primera
mico-práctica de la tecnología, lo que hace de la fuerza productiva en el sistema capitalista tardío es
ciencia la primera fuerza productiva. Esta tenden-
insostenible, porque las indagaciones contemporá-
cia, juntamente con la actividad intervencionista
del Estado, han destruido la constelación típica del neas conllevarían la prueba empírica y teórica de
capitalismo liberal, en la cual el marco institucio- que un aprovechamiento óptimo de las fuerzas
nal (las funciones estatales) estaba separado de los productivas disponibles sería imposible bajo las
subsistemas de actuación racional+instrumentalis- circunstancias actuales en la sociedad capitalis-
ta (los procesos económicos autónomos). Esta ta (23). Otro crítico, Claus Offe, ha señalado que
evolución implica que las condiciones de aplica- el sistema de las necesidades, el punto obligatorio
ción más importantes de la teoría marxista clásica de partida de toda teoría crítica, incluyendo la de
en economía política quedan fuera de lugar y que Marcuse, cambia de óptica desde el recinto de la
las categorías fundamentales del marxismo -gana- economía política al del psicoanálisis, y que esta
das a lo largo de un laborioso examen de un mudanza tiene lugar porque Marcuse ya no puede
sistema socio-económico básicamente distinto del localizar socio=est.ucturalmente el lugar de los
actual- no corresponden más a la conformación antagonismos objetivos existentes como conse-
de los hechos sociales en la sociedad de nuestros cuencia de la tesis de la integración del proletaria-
días. Aparece, entonces, la necesidad de crear un do mediante manipulación y extensión del consu-
marco teórico nuevo capaz de aprehender una mo masivo. La teoría crítica se vería entonces
situación, en la cual la ciencia y la técnica han obligada a asegurar la objetividad de sus enuncia-
tomado a su cargo también la función de justificar dos en los terrenos psicológico y antropológico;
la dominación poi ítica (21). La ciencia y la técnica este cambio de la perspectiva sería el resultado
toman el rol de una ideología, para llenar la ineludible de un pensamiento que concibe su
necesidad de legitimación de la moderna sociedad objeto como "sociedad industrial o tecnológica" y
industrial; esta necesidad deja abierta la forma no como sistema capitalista (tardío). El conflicto
específica del poder poi ítico, ya que el orden fundamental no tendría lugar en el antagonismo de
político se basa en la suspensión de la praxis en clases, sino en la contradicción entre la racionali-
sentido tradicional, en la despolitización de las dad enajenada y las necesidades humanas latentes.
masas y en pautas de consumo y gratificación que Las consecuencias prácticas de una teoría que no
hacen llevadera esa despolitización. puede señalar los intereses sociales y la estrategia
La tesis de que la ciencia y la técnica se hayan poi ítica de la sociedad actual serían o la contem-
convertido en la primera fuerza productiva hace plación resignativa o el llamado a la violencia
sencillamente obsoleta la posibilidad de aplicar anómica, la guerra civil permanente y la anarquía
hoy en día la teoría del valor del trabajo de Marx. institucionalizada (24).
Desarrollando un teorema de Marcuse, Habermas Las nuevas posibilidades de la manipulación de
llega a la conclusión de que hoy ya no tiene más las conciencias basadas en las técnicas de persua-
sentido el calcular los montos de capital requeridos ción, en el consumo masivo y en la utilización de
para inversiones en investigación y apl icación los medios de comunicación han conformado un
tecnológica tomando como base el valor de la importante aporte a la estabilidad del "sistema
fuerza sencilla y no cualificada de trabajo; el capitalista tard ío", problema al cual Marcuse le
porqué de ésto residiría en el hecho de que el atribuye una relevancia decisiva. Sus críticos mar-
progreso científico-técnico se ha convertido en xistas le han reprochado estereotipadamente una
una fuente independiente de la plusval ía, en "sobrevaloración" de fenómenos "superestructura-
comparación con la cual la fuerza de trabajo de los les" por investigar las consecuencias derivadas de
producentes inmediatos (la única fuente de plusva- aquella manipulación, ya que, según ellos, "el"
lía considerada por Marx) pierde cada vez más en proletariado, fiel a su heroica misión histórica no
importancia (22). puede ser víctima de un tal manejo; además los
Tomando el conjunto de su voluminosa obra se fenómenos de la superestructura tienen, obviamen-
puede afirmar que Marcuse deja hasta cierto pu~to te, una dignidad ontológica muy inferior, y la
indeterminada la relación entre racionalidad técni- preocupación por ellos testimonia una mentalidad
ca y antagonismos estructurales de la sociedad "revisionista" o "burguesa". La posición de Marcu-
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se denota, empero, una cierta diferenciación: no ción relativa -muy difícil de probar empíricamen-
ha postulado la probabilidad de una manipulación te- no puede fundamentar, de todas maneras, la
total, sino ha indicado la dependencia de ésta de la refutación de la tesis marcusiana de la manipula-
mantención de un elevado bienestar económico ción de conciencias; el deterioro de la personalidad
para las masas, que suministre a la lucha por la puede, en muchos casos, conducir a una negación
existencia la apariencia de una cierta satisfacción y del orden social existente, pero queda en pie la
que haga aparecer como superflua la acción revolu- probabilidad de que la sociedad industrial
cionaria. Por otra parte, Marcuse ha resaltado la avanzada integre a estos "casos rebeldes" y los
importancia de estratos y grupos inmunes a la aparte de la revolución por medio de una elevación
manipulación de conciencia, como ser los intelec- del consumo masivo, de la gratificación bien
tuales, los subprivilegiados en los centros metropo- aplicada y de doctrinas conservadoras puestas al
litanos y las masas explotadas en las periferias día.
mundiales, entre los cuales permanece vigente un Uno de los puntos centrales de toda la teoría
sentimiento de repulsa a la sociedad de consumo. crítica de la Escuela de Franskfurt reside en
La crítica a Marcuse se basa en una redefinición tematizar las repercusiones sociales derivables del
del concepto de pauperización (25). Esta nueva hecho de que no han tenido lugar ni la pauperiza-
versión sostiene que la pauperización en la socie- ción absoluta ni la polarización de clases, y que
dad industrial moderna no es idéntica con miseria ésto ha posibilitado tanto la conformación de una
económica creciente, sino que engloba tanto el estructura social diferente de la prevista por los
aspecto económico como la evolución espiritual clásicos marxistas como el surgimiento de las
del hombre. Se admite que en los centros metropo- técnicas modernas de manipulación masiva. No es
litanos no ha ocurrido un empeoramiento absoluto mera casualidad que estos cuestionamientos no
del nivel salarial de las masas dependientes; la hayan sido tratado por el marxismo ortodoxo, y
pauperización consistiría, en cambio, en que la que los marxistas críticos del Occidente europeo
cuota del proletariado en el crecimiento general de los hayan descubierto en parte gracias a los
la sociedad se habría reducido relativamente, planteamientos de la Escuela de Frankfurt. Los
manifestándose en el deterioro gradual de la críticos marxistas de Marcuse repiten argumentos
personalidad proletaria. Evidentemente, este con- para salvar la imagen heroica del proletariado y la
cepto de una pauperización relativa, medida con concepción del desarrollo tecnológico como un
respecto a las posibilidades intrínsecas de la factor exclusivamente progresivo en la evolución
evolución social, corresponde más adecudamente a histórica. H.H. Holz, por ejemplo, cree que el
la realidad que las letanías de los marxistas modo de producción de la sociedad industrial
ortodoxos acerca de la explotación salarial de la exige un nivel creciente en la formación profesio-
clase obrera en el régimen capitalista. Marcuse, nal de los trabajadores, nivel que eleva los valores
empero, se ha mostrado escéptico ante la introduc- personales y las expectativas por el contenido de la
ción del concepto de la pauperización relativa, vida y que representa, por ende, un contrapeso a la
señalando que la idea de pauperización (y, por manipulación de la conciencia (27). La sociología
ende, la de proletariado en sentido estricto) no crítica y numerosos estudios empíricos, sin embar-
puede separarse de un cierto grado de miseria go, han demostrado que la formación especializada
física inmediata (26). La no existencia de una y tecnificada del mundo industrial da como
pauperización absoluta y material trae consigo la resultado más bien una destreza técnica muy
formación de nuevas capas, de necesidades diferen- competente en un campo de acción estrictamente
tes y de otras imágenes poi íticas, que no pueden delimitado, pero no lleva a desarrollar talentos
ser asimiladas sin más a la concepción clásica de críticos, humanistas e interdisciplinarios, los úni-
"proletariado" o explicadas por medio del recurso cos que servirían efectivamente para contrarrestar
de la pauperización relativa. Justamente este pro- las posibilidades modernas de manipulación men-
ceso ha sido, según Marcuse, el que ha generado las tal.
nuevas capas sociales de la sociedad de consumo, al Estas cuestiones, que pertenecen al repertorio
no haberse dado la polarización de clases prevista de la sociología y psicología social críticas, no son,
por Marx, y no haber tenido incidencia la pauperi- evidentemente, desconocidas en el mundo socia-
zación pronosticada por los clásicos del socialismo lista, pero la visión apologética de los marxistas
científico. La posible existencia de una pauperiza- ortodoxos les impide reconocer que también allí
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existen manipulación de conciencia y formación encima de la cabeza de la población" (29). En este


profesional alienante. Una posición crítica, como caso, Marcuse ha medido la praxis soviética según
la de la Escuela de Frankfurt, produciría un los parámetros de la teoría marxista original y
(necesario) desencanto en torno al pretendido constatado el déficit emancipatorio existente.
carácter positivo y promisorio del progreso mate- Sus censores, empero, se atreven a afirmar que
rial y a la realidad del campo socialista, por lo que la autogestión de los producentes inmediatos y la
se explica la dureza con que es combatido todo participación generalizada en los asuntos políticos
aporte crítico que ponga en duda las verdades ya son logros ya alcanzados en el mundo socialista.
establecidas, las que, después de todo, brindan una "El desplazamiento de las competencias hacia
grantranquilidad intelectual. Consecuentemente, y abajo representa uno de los aspectos elementales
a pesar de los esfuerzos teóricos de los últimos cien del desarrollo soviético en los últimos quince años.
años y de la praxis histórica, un representante del (oo.) Este camino largo y penoso ha recorrido la
marxismo ortodoxo, en su refutación de Marcuse, Unión Soviética consecuentemente y sin desviarse
sostiene que el sujeto del progreso social sólo un palmo" (30). Aquí es inútil buscar una palabra
puede ser la clase trabajadora que llega a la crítica acerca del conformismo político propagado
conciencia de sí misma, es decir, a la conciencia de por los medios de comunicación, o sobre la
clase, porque únicamente ella se halla en la base situación en el ámbito del arte y la cultura, o sobre
del poder económico y porque exclusivamente la ética oficialista, esa prédica interminable de
ella, como masa organizada en sindicatos y parti- valores edificantes y tradicionales. En las obras de
dos, puede adquirir conciencia, opinión y voluntad estos críticos se reproduce una visión apologética y
críticas (28), -una idea en la que, ciertamente, no sin ningún aspecto negativo de la realidad soviéti-
creen los que la proclaman cada día, los dirigentes ca. Holz, por ejemplo, menciona una sola vez el
de los partidos consagrados al marxismo oficialista. stalinismo (un así llamado stalinismo, naturalmen-
La dureza de estos ataques a Marcuse y a la te), para afirmar cínicamente que en ese período
Escuela de Frankfurt queda algo más esclarecida se fomentó la educación completa del ciudadano,
en la discusión del marxismo soviético. Se le ha la actividad de la iniciativa individual y la transi-
imputado a Marcuse el abandono de la exigencia ción a la democracia efectiva (31).
marxista de la propiedad social en los medios de En lo que tienen razón sus censores es en
producción como criterio decisivo de un sistema
mostrar la debilidad y las contradicciones del
socialista y el haber adoptado el criterio "abstrac-
concepto de la "gran negación", que Marcuse
to" del control de dichos medios. Según esta
opinión, Marcuse habría postulado una convergen- esboza como alternativa a la sociedad unidimensio-
cia fundamental entre el capitalismo tard ío y el nal. "Una teoría crítica tiene que ofrecer algo más
socialismo soviético. Sin menoscabar la importan- que una negación total y abstracta en el horizonte
cia de la estatización de los medios de producción, de una alternativa igualmente total, abstracta y
Marcuse ha tratado de demostrar que la mera utópica; ella debería indicar la dirección de los
estatización de la propiedad privada representa un próximos pasos. Sólo el camino es concreto e
medio para alcanzar un orden social en el cual no histórico, aunque sea importante e indispensable
subsista ya la explotación del hombre por el que la meta, la alternativa total, no quede olvidada
hombre, en el que la autodeterminación de cada durante la marcha; para recordarnos ésto Marcuse
individuo no sea una frase vacía, en la que haya
seguirá siendo significativo y de gran ayuda,
desaparecido la predominancia de la ética del
principio de rendimiento y en la cual los derechos aunque no sepa el camino. La Gran Negación tiene
humanos no resulten letra muerta de las constitu- un objetivo, sin conocer la ruta" (32). La obra de
ciones. Por lo tanto, el control de los medios Marcuse es pobre en pasos intermedios, en media-
estatizados de producción adquiere la categoría de ciones entre la situación actual y la meta lejana de
un criterio ineludible para juzgar la calidad de los una sociedad emancipada. En lugar de proyectar
regímenes socialistas. Es por esta causa que algu- una estrategia terrenal, Marcuse concibe la nega-
nos pensamientos marcusianos aparecen a los ojos ción total, que se pierde en lo utópico e indefini-
de los marxistas ortodoxos como la quintaesencia do. "En lugar de disputar el mundo a sus señores
de la herejía: "La estatización, la abolición de la actuales, Marcuse esboza un segundo mun-
propiedad privada de los medios de producción no do" (33). La discrepancia entre la facticidad nega-
significa en sí misma una diferencia fundamental si tiva del presente y "lo totalmente otro" del reino
la producción es centralizada y controlada por de la libertad es llenada con desesperanza, la que
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puede convertirse en una falsa praxis existencialista o La contribución más seria de Marcuse reside,
anarquista. Habermas ha señalado que la intención seguramente, en llamar la atención sobre los
de Marcuse es, en realidad, la articulación de lo aspectos regresivos e inhumanos de la sociedad
insoportable en la sociedad actual, y que sus industrial avanzada, que en una u otra forma, sigue
críticos han confundido la articulación de esa siendo el paradigma de progreso tanto para capita-
experiencia humana con el análisis concreto del listas, socialistas como para tercermundistas (36) y
fenómeno que está detrás de ella (34). Marcuse en haber descrito lo intolerable en medio de la
mismo ha precisado algo la imagen de la "gran sociedad de la abundancia: un mérito no desprecia-
negación", indicando que no se trata de la revuelta ble en una época, que casi ha logrado eliminar la
ahistórica de los fracasados y miserables margina- conciencia de la verdadera felicidad. Sus esquema-
dos por la sociedad de consumo, y ni siquiera del tismos, sus ataques infundados a la democracia
levantamiento del Tercer Mundo contra la socie- representativa (37) y sus alternativas maniqueístas
dad opulenta (aunque todos estos grupos personifi- (socialismo o fascismo) se deben, en último térmi-
quen una preparación necesaria para la negación de no, a que permanece obligado hacia la teoría
lo existente), sino de la abolición de todas las marxista, a pesar de haber criticado con gran
formas de alienación por parte de todos los sujetos lucidez la debilidad teórica de algunas de sus
conscientes (35). presunciones centrales (38).

NOTAS

(1) Bibliografías de los escritos cte Marcuse y de la gen zur Spekulation H. Marcuses, (La liberación total.
literatura secundaria en torno a su obra se encuentran en: Anotaciones a la especulación de H. Marcuse), en: DIE
Stefan Breuer, Die Krise der Revotutionstheorie. Negative NEUE GESELLSCHAFT, vol. 15 (1968), Nr. 1, pp.
Vergesellschaftung und Arbettsmetaphysik bei Herbert 3-10; Franz Marek, Perspektiven der Industriegesellschaft.
Marcuse (La crisis de la teorfa de la revolución. La H. Marcuses politisches Weltbild (Perspectivas de la
socialización negativa y la metaflsica del trabajo en sociedad industrial. La visión poi ítica de H. Marcuse), en:
Herbert Marcuse), Frankfurt: Syndikat 1977, pp. WEG UNO ZIEL, vol. 24 (1967), pp. 464-473.
294-308; Heinz [ansohn, Herbert Marcuse. Philoso- (5) Wolfgang Lipp, Aoparat und Gewalt. Uber das
phische Grundlagen seiner Gesellschaftskritik (Herbert Denken H. Marcuses (Aparato y violencia. Sobre el
Marcuse. Fundamentos filosóficos de su critica social), pensamiento de H. Marcuse), en: SOZIALE WELT, vol.
Bonn: Bouvier 1974, pp. 243-251; Martin jav, The 20 (1970), Nr. 3, pp. 274-303; Helmut Holzhey,
Diatectical Imagination. A History of the Frankfurt Psychoanalyse und Gesellschaft. Der Beitrag von H.
School and the lnstitute of Social Research 1923-1950, Marcuse (Psicoanálisis y sociedad. El aporte de H.
Boston/Toronto: Little Brown 1973, pp. 355-370; Ro- Marcuse), en: PSYCHE, vol. 1970, Nr. 3, pp. 188-206.
bert Steigerwald, Herbert Marcases Dritter Weg (La (6) Hans Heinz Holz, Utopie und Anarchlsmus. Zur
tercera vra de Herbert Marcuse), Colonia: Pahl-Rugens- Kritik der Kritischen Theorie Herbert Marcuses (Utopía y
tein 1969, pp. 357-362; Jurt H. Wolff/Barrington Moore anarquismo. Critica de la teoría critica de H. Marcuse),
(comps.), The CriticalSpirit. Essays in Honour of Herbert Colonia: Pahl-Rugenstein 1968, p. 17; Wolfgang Fritz
Marcuse, Boston: Beacon 1967, pp. 427-433. Haug, Dos Ganze und dos ganz Andere. Zur Kritik der
(2) Han salido a luz varias exposiciones de la obra reinen revolutioniiren Transzendenz (El todo y lo total-
conjunta de Herbert Marcuse, que hacen especial referen- mente diferente. Critica de la pura trascendencia revolu-
cia a su teorla de la unidimensionalidad. Cf. Heinz cionaria), en: Jürgen Habermas (comp.), Antworten auf
Jansohn, op cit., pp. 25-89; Jean-Michel Palmier, Herbert Marcuse (respuestas a Herbert Marcuse), Frank·
Présentation d'Herbert Marcuse (Sur Marcuse), Paris: furt: Suhrkamp 1968, p. 53.
Union général d'éditions 1968, pp, 103-136; Gian Enrico (7) Rolf Bauermann/Hans-Jochen Rótescher,
Rusconi, Lo teoría critico delta societá, Bologna: Mulino Dialektik der Anpassung. Die Aussohnunq der "Kritlschen
1968, p. 370 ss; André Vergez, Marcuse, Buenos Aireas: Theorie " mit den imperialistischen Herrschaftsverhiiltnis-
Paidós 1973. sen (La dialéctica del acomodo. La reconciliación de la
(3) Günter Rohrmoser, Dos Elend der kristischen "teor ia crítica" con las relaciones imperialistas de domi-
Theorle (La miseria de la teoría crítica), Freiburg: nación), Berlin/ROA: Akademie 1972, p. 18 ss.
Rombach 1970, pp. 64-88; Gerd Klaus Kaltenbrun- (8) Herbert Marcuse, El hombre unidimensional. En-
ner/Manfred Riedel, Der Denker Herbert Marcuse (El sayo sobre lo ideología de lo sociedad industrial avanzada,
pensador Herbert Marcuse), en: MERKUR, vol. XXI México: Mortiz 1970, p. 17.
(1967), Nr. 236, pp. 1078-1090; Lothar Zahn, Herbert (9) Joachim Bergmann, Technologische Rationalltiü
Marcuses Apotheose der Negation (La apoteosis de la und spiitkapitalistiche Okonomie (Racionalidad tecnológi·
negación por Herbert Marcuse), en: PHILOSOPHISCHE ea y economía capitalista tardía), en: J. Habermas
RUNOSCHAU,vol. 16,Nr.3/4,pp. 167-184. (comp.), op. cit., p. 91.
(4) Michael Hereth, Die totale Befreiung. Bemerkun- (10) Holz, op. clt., p. 17 s.
RACION ALIDAD INSTR UMENTALISTA 71

(11) Cf. Paul Mattick, Kritik an Herbert Morcuse. Der ISCHAFT, vol. 1 (1974), pp. 52-78, Y vol. 1 (1975),
elndimensiono/e Mensch In der Ktassenqesetlschait (Críti- pp. 122-160.
ca a Herbert Marcuse. El hombre unidimensional en la (23¡ J. Bergmann, op. cit., p. 9S s.
sociedad de clases), Frankfurt: EVA 1969, passim; Robert (24 C. Offe, op. cit., p. 78. Sobre las consecuencias
Steigerwald, op. clt., p. 302 ss. prácticas de la teoría marcusiana cf. W. Lipp, op. clt.,
(12) jürgen Haberrnas, Technik und Wissenschoft ats pp. 293-303; M. Hereth, op. clt., p. 8; L. Zahn, op,
"/deologie" (Técnica y ciencia como "ideología"), Frank- cit.,pp. 180-184; Eliseo Vivas, Contra Morcuse, Buenos Ai-
furt: Suhrkamp 1968, p. 92. res: Paidós 1973,passim.
(13) H. Marcuse, op. clt., p. 175. (25) La elaboración marxista más sofisticada del con-
(14) Habermas, ibid., p. 99. cepto se debe a Werner Hofmann, Vere/endung (Pauperi-
(15) La racionalidad técnica en cuanto dominante en
zación), en: Folgen elner Theorie. Essays uber "DosKopi-
los sistemas sociales conforma un teorema propuesto
tal" von Karl Morx (Consecuencias de una teoría. Ensayos
primeramente por Mox Weber. Cf. la crítica a Marcuse a
causa de una dependencia del pensamiento weberiano: sobre "El Capital" de Karl Marx), Frankfurt: Suhrkamp
András Gedo, Diolektik der Negotion oder Negotion der 1967,p.27 ss.
Diolektik (Dialéctica de la negación o negación de la (26) H. Marcuse, Orgonisotionsfroge un revotutiondres
dialéctica), en: Die "Franskturter Schule" im Lichte des Subjekt (Cuestiones de organización y sujeto revoluciona-
Morxismus (La "Escuela de Frankfurt" a la luz del rio), en: Marcuse, Zeit-Messungen (Mediciones del tiem-
marxismo), Frankfurt: VMB 1970, pp. 12-17; Gertraud po), Frankfurt: Suhrkamp, 1975, p. 57.
Korf, Ausbruch aus dem "Gehdúse der Horiqkeit''? Kritik (27) H.H. Holz, op, clt., p. 88.
der Kutturtheorlen Mox webers und Herbert Morcuses
(28) Ibid., p. 121.
(l Escape del "recinto de la servidumbre"? Crítica a las
teorías culturales de Max Weber y Herbert Marcuse), (29) H. Marcuse, Die Gesetlschattsiehre des
Berlin/RDA: Akademie 1971, passim sowietischen Morxismus (La teoría social del marxismo
(16) Marcuse, op. clt., p. 183. Sobre la reconciliación soviético); Neuwied: Luchterhand 1964, p.89 s.
entre logos y eras of. Helmut Holzhev, op. cit.; Lucien (30) Holz, op, clt., p. 108, 110. En la misma direc-
Goldmann, Dos Denken Herbert Morcuses (El pensamien- ción: R. Steigerwald, op. cit. p. 252 ss.
to de H. Marcuse), en: SOZIALE WEL T, vol. 20 (1970), (31) Holz, ibid., p. 110.
Nr. 3, pp. 257-273. (32) Ibid., p. 68.
(17) N. Motrosilova/1. SamoSkin, Morcuses Utopie (33) W.F. Haug, op. clt., p. 63. Este aspecto ha sido
der Antigesellcshoft (La utopía marcusiana de la
destacado también por: jindrich Filepeo, Die Sackqasse
antisociedad}, Berlin/RDA 1971. Cf. críticas no ortodo-
und der Weg der Theorie zur Wirklichkeit (El callejón sin
xas: S. Breuer, op. clt., 203-239; Michael Hereth, op,
cit., p. 3 ss; F. Marek, op. clt., p. 464 ss. salida y el camino de la teoría a la realidad), en: Die
(18) Claus Offe, Technik und Eindimensionolitiit. Eine "Frankturter Schute ••..., op, cit., p. 112 ss; H. [ansohn,
Version der Technokratlethese ? (Técnica y unidimensio- op. cit., p. 169 ss.
nalidad. ¿ Una versión de tesis tecnocrática?), en: J. (34) J. Haberrnas, Zum Geleit (Introducción), en:
Habermas (comp.), op, clt., p. 74. Habermas (comp.), Antworten ouf Herbert Morcuse, op.
(19) Ibid., p. 81. Sobre el origen de la teoría "tecnlcis- cit., p. 14.
ta" de la sociedad y la influencia de Max Weber, Freyer y (35) H. Marcuse, Ziele, Formen und Aussichten der
Schelsky cf. Wolfgang Lipp, op, clt., p. 281 s.
Studentenopposition (Metas, formas y perspectivas de la
(20) H. Marcuse, Befreiung von der Uberflussge-
oposición estudiantil), en: DAS ARGUMENT, vol. 1967,
sellschait (Liberación de la sociedad de la abundancia),
en: KURSBUCH nr. 16 (marzo 1969), p. 189. Nr. 5/6, c. 45, p.406.
(21) j.Habermas, Technik ... ,op.cit., pp. 74-79. (36) Cf. W.R. Beyer, Die Sünden der Fronkfurter
(22) Ibid., p. 79. Sobre el complejo tecnología/fuerza Schule (Los pecados de la Escuela de Frankfurt),
de trabajo/fuerza productiva cf. Hans-Dieter Bahr, Kritik Berlin/RDA: Akademie 1971.
der "potitischen Technologie ", Eine Auseinondersetzung (37) H. Marcuse, Die Linke anqesichts der Konterrevo-
mit Herbert Morcuse und ¡ürgen Habermas (Crítica de la lution (Las izquierdas frente a la contrarrevolución, en:
"tecnología política". Una disputa con Herbert Marcuse y Marcuse, Konterrevolution und Revolte [Contrarrevolu-
jürgen Habermas), Frankfurt: EVA 1970; jürgen
ción y revuelta), Frankfurt: Suhrkamp 1973, p. 67.
Ritsert/Claus Rolshausen, Der Konservatlvlsmus der
(38) Marcuse, Natur und Revolution (Naturaleza y
krftischen Theorie (El conservatismo de la teoría crítica),
Frankfurt: EVA 1971; S. Breuer, op. cit., p. 174 ss; revolución), en: ibid., p. 76; su profesión de fe marxista a
Hans-Georg Backhaus, Moterio/ien zur Rekonstruktion pesar de todo, en: Marcuse, Orgonisotionsfroge ... , op. cit.,
der Morxschen Werttheorie (Materiales para la reconstruc- p.59.
ción de la teoría marxista del valor), en GESELL·

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