Fecha: 22/05/22 Las Enfermedades Parasitarias. Profilaxis
1. En que consiste el parasitismo
Un Ejemplo de un parasito frecuente del instinto del hombre, Teania Solium, su ciclo biológico y las reglas higiénicas o profilaxis para impedir su entrada al organismo. A) Morfología y anatomía de Taenia Solium La forma adulta de este gusano vive en el intestino del hombre. Alcanza una longitud de 2 o 3 metros. Su cuerpo s de color blanco amarillento, aplanado, en forma de cinta, dividido en segmentos, El primer segmento se llama escólex; el segundo, cuello, y los siguientes, proglótides. El conjunto de proglótides se llama estróbila y puede estar formada de setecientos a mil segmentos. El escólex o la “cabeza”, es un órgano piriforme de un milímetro de diámetro, presenta formaciones que fijan al parasito a la pared del intestino. Ellas son las ventosas y los ganchos; las ventosas rodean la parte superior del escólex, son cuatro y tienen forma de copa; al producir vacío se pega firmemente a la pared del intestino. En la punta del escólex, se observa una saliente llamada rostelo, en ella se implantan de veinte a veinticinco ganchos y forman un anillo que se hunde en la mucosa intestinal. La anotomía de Tenia es muy sencilla. Posiblemente como consecuencia del parasitismo se ha atrofiado muchos de su organos. El cuerpo este forrado por una capa llamada cutícula, resistente a los jugos digestivos: bajo ella se encuentra una membrana y una doble capa de fibras musculares dispuesta en bandas circulares y longitudinales que permiten moverse al parasito. Todos los proglótides o segmentos presentan estructura semejante: Sistema nervioso, en el escólex existen dos masas o ganglios nerviosos de los que parten cordones laterales, que recorren todo el cuerpo. Carece de organos de los sentidos. No presenta aparato respiratorio, el intercambio gaseoso se hace por difusión a través de las paredes del cuerpo. Carece de aparato digestivo, las sustancia de que se nutre penetra, ya digeridas, del intestino del hombre al interior del parasito. No presenta aparto circulatorio. El aparato experto está constituido por dos canales que recorre las partes laterales del cuerpo y terminan en el ultimo anillo; en ello desemboca los canales trasversales que en cada segmento colectan los productos de desecho. Aparato reproductor. Esta función esta muy desarrollada en todos los parásitos. En Taenai Solium, en cada proglótide existe un aparato reproductor masculino y otro femenino, por o que son hermafroditas. El aparato reproductor masculino está formado por numerosos testículos que producen los espermatozoides o células sexuales masculinas, mismo que son conducidos por una serie de canales, hasta el órgano que se encarga de la fecundación. El aparto sexual femenino esta formado por dos ovarios que producen óvulos o células sexual femeninas y una serie de conductos que llevan los óvulos hasta el punto en el que son fecundados. Cuando los óvulos están maduros se efectúan la fecundación o unión con los espermatozoides; esta no se lleva a cabo entre las células masculinas y femeninas del mismo segmentó, se realiza cuando, al moverse el animal, su cuerpo se dobla y se pone en contactos proglótides situados a diversa altura. B) Ciclo Biológico Cuando los embriones u oncosferas eliminados con los excrementos de las personas parasitadas no contaminan el agua o los alimentos, el ciclo biológico del parasito se interrumpen y se evita que haya mas personas y animales infestados. Cuando hay contaminación del agua o alimentos utilizados por el hombre o los animales, el ciclo biológico continua: Los “huevos” ingeridos por el hombre y por el cerdo se abren por el intestino, dejando en libertad a los embriones Estos atraviesan la pared y penetran a los capilares sanguíneos y linfáticos por los que son conducidos a los diversos tejidos del cuerpo; en ellos, Los embriones continúan su desarrollo y uno o dos meses después se forman los cisticercos. Cada cisticerco se compone de un escólex, semejante al de un adulto, un cuello corto y una vejiga llena de líquido. Los cisticercos son frecuentes en el tejido muscular pero también pueden invadir a otros tejidos. En el hombre la cisticercosis es muy peligrosa. Los cisticercos causan lesiones debidas a la presión que ejercen sobe los tejidos que invade; en consecuencia, su gravedad depende de su localización. Así, en el tejido conjuntivo y en los músculos no son peligrosos, pero en los ojos y en el cerebro causan lesiones graves: Alteraciones en la visión, ataques, etc. Si el hombre ingiere carne de cerdo infestada con cisticercos, el escólex se fija en las paredes del intestino y se desarrolla en este órgano una Taenia adulta. Unos dos meses después de la infección empiezan a eliminarse con los excrementos los proglótides grávidos cargados de “huevecillos”