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Edificando un Orador

Para hablar de orador, siempre se tendrá que hacer mención de la


comunicación, pues este el medio que tiene que utilizar para deleitar a su
público.
La comunicación se ha dado desde la naturaleza del hombre por la necesidad
de querer decir, informar, compartir o cualquier otra cosa, contar a una persona
o de manera grupal.

El orador tiene que estar cociente o conocer bien los componentes de la


comunicación (la fuente o codificador, el emisor, receptor, y el canal), ya que
manejar de manera adecuado los componente ya citado, le permitirá llevar el
mensaje de manera apropiado.
Es de gran importancia que el orador debe hablar con claridad, saber
prenunciar, entonar y deleitar a su público a cuál se dirige.
También como orador se tiene que ir desarrollando o cultivar algunas
características:
Hablar con entusiasmo, eficacia y persuasión, debe saber escuchar, tener claro
el fin de su discurso, su apariencia física, tener capacidad de memoria,
controlar el miedo y los prejuicios, entre otras.

Sin duda alguna la oratoria nos permite a cercanos más con los nuestros, en
los distintos ambientes que nos desarrollamos en el día a día, permitiendo
incremental nuestra relación interpersonal, así como en grupo, multitudes o de
una sola persona.
De acuerdo con, según Rodríguez Saráchaga: Pensar primero y hablar
después, Prepararse y entrenar, Ensayar lo que vamos decir, y siempre pesar
en lo que nuestro interlocutor quiere escuchar.
Tomando en cuenta todo lo anterior, podemos abril nos nuevos horizontes,
ganarnos los clientes, conectamos más, aumentamos nuestra confianza,
mejoramos nuestras habilidades comunicativas y lingüísticas, etc. Sin importa
el tipo de profesión o que desempeñamos.
Roberto Uribe

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