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vez más a Max Aub para ir llevando a cabo su cometido de poner en circulación
el exilio republicano. La repetición está justificada, siendo Max Aub una estrella
indiscutible entre ese corpus además de uno de los autores más extraordinarios
recoger una antología de sus escritos que tratan el tema del exilio. Es ya lugar
común entre los conocedores de la cultura del exilio republicano afirmar que, de
entre todos sus ilustres representantes, Aub fue quién más y mejor trató este
tema. Pero nunca hasta la publicación de este libro, fruto de la sabia recopilación
sobre el exilio.
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Publicado en El correo de Euclides, 3, 2008, pp. 233-235.
Aznar Soler ha recogido, en dieciocho textos diferentes, algunos
que Aub adoptó para hablar del tema del exilio, como quien lee puede,
realmente y con conocimiento de causa, encontrar sentido a ese lugar común del
dominio formal que Aub tiene sobre las formas del cuento y el teatro breve,
y temáticas. Así, sus Diarios, donde amalgama rasgos de todos los géneros al
así también su discurso “El Teatro Español…” donde Aub, con osadía
hubo una guerra civil. Haciendo aún más rica y entretenida esta antología, a la
experiencia del exilio. Del amargo, y a veces trágico de los fragmentos de los
Diarios (incluida La gallina ciega), y las obras teatrales “Tránsito” y La vuelta, 1964
hasta el irónico de “De los beneficios de las guerras civiles”, y el humorístico del
nuestro tiempo”.
sobre el exilio. A medida que fueron pasando los años y fue haciéndose más
por la perspectiva crítica del margen exílico que Edward Said ha reconocido
crítica que son imprescindibles, no solo para la literatura exiliada que antologa la
Biblioteca del Exilio, sino para toda la historia de la literatura en español del siglo
XX.
a un Aub que comparte con otros muchos la escritura del dolor provocado por la
expulsión forzada del país que ha hecho suyo. Conocida también con respecto a
exilio republicano y también revisitados por Aub está la denuncia de los horrores
conserve memoria de ellos para vengarlos, por mucho que en una España
dominada por la Historia de los vencedores esa posibilidad no puede por menos
menos habituales. La critica a los exiliados y sus miserias cotidianas, por ejemplo.
los refugiados, como “De cómo Julián Calvo se arruinó por segunda vez”,
“Entierro de un gran editor” o incluso en cierto sentido “La verdadera historia
Historia, es decir, contra esa narración dominante del devenir colectivo que ha
podrían ser o haber sido las cosas. Dos ejemplos espléndidos de este enmarañar
las fronteras entre ficción y realidad tan característico de Aub los tenemos en “La
las consecuencias para España de la pérdida y el olvido del exilio, es decir, del
las entradas más tardías de sus diarios de todo el exilio. Producidos por el shock,
sus ciudadanos que iluminan, no solo este periodo, sino el curso de la entonces
en forma de sus exiliados. “No hay nada que hacer, nada” (379), sentencia Aub
junio de 1972 y muy cercana a su muerte el 22 de julio del mismo año. Y sin
por el editor para mantener una pequeña puerta abierta a la esperanza (y que
aparece también al final del cuento “El remate”). Se trata de una ilusión que el
mismo Aub no podía compartir pero que nosotros, desde la ventaja que nos
proporciona la atalaya de los treinta y siete años transcurridos desde su escritura,
podemos apreciar. Si la penúltima frase del libro es la que un poco más arriba
cercano a la verdad que nadie sabe cómo fue.” (379). Pues bien, no podemos
dejar de reconocer que, desde que eso escribiera Aub, en lo que para él fue
para restablecer esa verdad, o esa versión de ella que el autor defendió y que el
régimen escamoteó a los españoles que vivieron bajo Franco. El debate sobre la
los que Aub constató en su viaje a España de unos pocos años antes. En esta
siempre hizo gala Aub, tanto por su contenido como por su forma, ve reconocida
es una contribución más que pone al alcance del lector de hoy algunas claves de
un pensamiento que es ejemplar para comprender, valorar y sentir como propio