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Hipersensibilidad
Dra: Bachilleres:
Zorina Lanz #21 Scarlet Martínez 29.700.741
#4 Mitchell Bello 28.429.058
#7 Elisabeth Cañizalez 29.916.861
✔ Tipo 1: mediada por anticuerpos IgE, incluye alergias a polen, ácaros, polvo y reacciones de
anafilaxia.
✔ Tipo 2: se produce por la unión IgG o IgM a la superficie de células del huésped, incluye
anemia hemolítica.
✔ Tipo 3: mediada por complejos antígenos anticuerpos depositados sobre las células de
huésped que inducen a una respuesta inflamatoria resultante, incluye al lupus eritematoso y
la glomerulonefritis.
✔ Tipo 4: producida por la activación inapropiada de células T, el ejemplo mas característico
es la tuberculosis.
Hipersensibilidad tipo I
Estas van a ser iniciadas por una interacción de un anticuerpo tipo IgE con un antígeno multivalente
que puede ser un antígeno muy común como por ejemplo el polvo, el polen de las plantas o hasta el
epitelio de los animales (el pelo de los animales) entre otros muchos agentes (poner el cuadro), esta
interacción va a generar la triada atópica que caracterizan a los individuos con este tipo de
Hipersensibilidad incluyen:
✔ Asma
✔ Dermatitis atópica
✔ Rinitis
A qué nos referimos con estos individuos a tópicos, los individuos sanos normalmente generan
anticuerpos IgE solamente en respuesta a infecciones parasitarias, sin embargo, estas personas que
llamamos atópicas están predispuestas a generar anticuerpos tipo IgE contra antígenos ambientales
comunes anteriormente nombrados.
A partir de este momento, si vuelves a entrar en contacto con ese alérgeno, las inmunoglobulinas E
lo reconocerán y activarán la desgranulación de los mastocitos: o sea, los mastocitos liberarán los
gránulos que contienen en su interior y, con ellos, todo tipo de sustancias que incluye a los mediadores
de inflamación como aminas vasoactivas y mediadores lipídicos que provocarán los síntomas de las
personas con este tipo de hipersencibilidad. Este paso se conoce como degranulación o reacción. Es
como si los mastocitos llevasen en su interior las “balas” a disparar, y las inmunoglobulinas E
apretasen el gatillo al detectar el enemigo.
De todas las sustancias que liberan los mastocitos, la molécula protagonista por excelencia y que
tenemos que conocer si o si es la histamina. La histamina tiene distintos efectos en nuestro cuerpo;
entre otras cosas, aumenta la secreción nasal y salival; produce una dilatación de nuestros vasos
sanguíneos (para que nuestras células inmunitarias accedan con más facilidad al lugar de la infección),
lo cual causa un enrojecimiento; aumenta la permeabilidad de los vasos sanguíneos (es decir, que
salga agua y otras moléculas hacia afuera de los vasos), lo que produce hinchazón en la zona; y
estimula los nervios sensitivos, causando picor; estos tres últimos síntomas, es decir, el
enrojecimiento, el hinchazón y el picor se manifiestan en la piel en forma de las típicas ronchas de
urticaria. En otras palabras, la histamina es en parte responsable del cuadro clínico como el goteo
nasal, tos, estornudos, ojos llorosos, picor o la inflamación de las membranas mucosas. Con todo esto,
la histamina tiene un objetivo muy claro: expulsar lo más rápido posible al alérgeno del cuerpo.
Aunque esto sea una buena causa, lo cierto es que en algunas ocasiones la respuesta alérgica que
desencadena nuestro cuerpo puede irse de las manos y extenderse por todo el organismo, pudiendo
llegar a producir la muerte. Esto es lo que se conoce como anafilaxia.
En la anafilaxia, se produce una reacción alérgica muy fuerte que se extiende más allá de la región
que entró en contacto con el alérgeno, afectando a otras zonas del cuerpo. En las reacciones
anafilácticas se libera de forma masiva histamina y otras sustancias que causan síntomas como
prurito, inflamación, dolor de estómago, náuseas, vómitos, confusión o somnolencia; pero también
síntomas potencialmente mortales, como una constricción de las vías respiratorias, lo cual puede
impedir la respiración; y una caída repentina de la presión arterial, lo cual es muy peligroso porque
puede dar lugar a lo que se conoce como shock.
El shock se trata de una situación en la que no llega suficiente sangre y oxígeno a los tejidos del
cuerpo, pudiendo dar lugar a la muerte si no se trata de forma rápida. Porque al final la anafilaxia
ocurre de forma muy rápida, apenas unos minutos después de entrar en contacto con el alérgeno, por
lo que es de vital importancia actuar lo más rápido posible y tratarla de forma urgente.
Las reacciones de hipersensibilidad de tipo dos o hipersensibilidad citotóxica son mediadas por
anticuerpos IGg e IgM dirigidos contra antígenos diana específicos en superficies celulares o tejidos
determinados del hospedero. Los antígenos pueden ser intrínsecos (parte inherente de la célula del
hospedero) O extrínsecos (incorporados a la superficie celular después de la exposición a una
sustancia extraña o un agente infeccioso). Así, los tejidos que expresan los antígenos diana determinan
las manifestaciones clínicas de las reacciones de hipersensibilidad de tipo dos. Estos antígenos se
conocen como antígenos específicos del tejido. Existen cuatro mecanismos generales por lo que
puede propagarse la reacciones de hipersensibilidad de tipo dos, pero independientemente de la vía
siempre inician a partir de la unión de un anticuerpo igG o igM antígenos específicos del tejido. Éstos
mecanismos incluyen destrucción celular activada por el complemento, cito toxicidad celular
mediada por anticuerpos, inflamación mediada por complemento y anticuerpo, y modulación
dependiente de anticuerpos de los receptores de superficie celular normales
Cuando los antígenos que normalmente se expresan en las paredes vasculares o circulan en el plasma,
bse depositan en la superficie de las células endoteliales o los tejidos extracelulares las
manifestaciones son consecuencia de la inflamación localizada y no de la destrucción celular. La
presencia de anticuerpos en los tejidos activa la cascada del complemento, lo que conlleva la
liberación de las proteínas activadas del complemento C3a y c5a , que a su vez atraen a los neutrófilos
hacia el área y estimulan el depósito de la proteína del complemento C3B, pero más que destruir las
células mediante fagocitosis, inducen degranulación y liberación de los mediadores químicos
involucrados en la respuesta inflamatoria. La inflamación mediada por anticuerpos es responsable de
la lesión tisular que se presenta en la enfermedad de Good pastor, caracterizada por la presencia de
auto anticuerpos contra el dominio del colágeno de tipo cuatro, una proteína esencial en las
membranas Basales de riñones y pulmones.
En algunas reacciones de tipo dos, la unión del anticuerpo a receptores celulares diana hace que la
célula muestra alguna disfunción en vez de desencadenar el proceso de destrucción celular. El
complejo anticuerpo-receptor que se forma modula la función del receptor al impedir o intensificar
sus interacciones con los ligandos normales, al reemplazar al ligando y estimular de manera directa
los receptores o al destruir por completo al receptor. Los síntomas de la reacciones de
hipersensibilidad de tipo dos que derivan de la difusión celular mediada por anticuerpos dependen
del receptor o receptores específicos afectados. En la enfermedad de Graves existen autoanticuerpo
conocido como Ig inhibidora de la unión de tirotropina, que se unen a los receptores de la hormona
estimulante de la tiroides en las células tiroides y los activan, con lo que estimula la síntesis de tiroxina
y el desarrollo de hipertiroidismo. En contraste, en la miastenia grave, los anticuerpos se dirigen
contra los receptores nicotínicos de acetilcolina que se ubican en la placa motora terminal de la unión
neuromuscular, donde bloquean la acción de la acetilcolina y estimulan la destrucción de los
receptores; lo anterior determina una disminución de la función neuromuscular.
La enfermedad del suero es un síndrome clínico que deriva de la formación de complejos inmunitarios
antígeno-anticuerpo insolubles en presencia de un exceso de antígeno y el depósito generalizado
subsecuente de los mismos en los tejidos blanco, como vasos sanguíneos, articulaciones, corazón y
riñones. Los complejos inmunitarios depositados activ an la cascada del complemento, incrementan
la permeabilidad vascular y estimulan el reclutamiento de células fagocíticas. El resultado neto es el
daño tisular y el edema generalizados. Entre sus manifestaciones clínicas se encuentran exantema,
fiebre, linfadenopatía generalizada y artralgias, que suelen iniciar alrededor de 1 o 2 semanas después
de la exposición inicial al antígeno y ceden tras el retiro del agente ofensor. En personas con
sensibilización previa, se refieren reacciones graves y que ponen en riesgo la vida. La enfermedad del
suero fue descrita por primera vez en personas que recibían suero extraño, como suero de caballo,
para el tratamiento de la difteria y la fiebre escarlatina. Esta carga antigénica era capaz de estimular
la producción de grandes cantidades de complejos inmunitarios que se depositaban en los tejidos y
generaban la activación de células cebadas, monocitos, leucocitos polimorfonucleares y plaquetas.
En la actualidad, la infusión de grandes volúmenes de proteínas ajenas rara vez se encuentra indicada,
pero distintos fármacos, entre otros, los antibióticos ß-lactámicos y las sulfonamidas, son capaces de
inducir reacciones similares.
La reacción de Arthus es una reacción localizada por complejos inmunitarios; se relaciona con
necrosis tisular discreta, por lo general, en la piel. Es causada por la exposición local repetida a un
antígeno, donde existen concentraciones elevadas de anticuerpos circulantes preformados. Los
síntomas suelen comenzar en el transcurso de 1 h después de la exposición y alcanzan un máximo en
un lapso de 6 h a 12 h. En forma característica, las lesiones se observan eritematosas, elevadas e
inflamadas. Es frecuente la formación de úlceras en el centro de éstas por efecto de la liberación de
citosinas inflamatorias. El mecanismo del que deriva la reacción de Arthus no se conoce por
completo, pero se piensa que resulta del contacto localizado del antígeno inyectado con anticuerpos
de IgG circulantes. Esta reacción es el prototipo para el desarrollo de la vasculitis localizada que se
asocia con ciertas reacciones farmacológicas en el humano.
Hipersensibilidad tipo IV: trastornos de hipersensibilidad mediada por células
Las reacciones de hipersensibilidad tipo IV difieren de las de tipo I a III en el sentido de que son
mediadas por células y tardías, más que mediadas por anticuerpos e inmediatas.
De manera habitual, la respuesta inmunitaria mediada por células es el principal mecanismo de
defensa contra diversos microorganismos, incluidos patógenos intracelulares como Mycobacterium
tuberculosis y virus, así como agentes extracelulares como hongos, protozoarios y parásitos. Sin
embargo, puede causar muerte celular y lesión tisular en personas sensibilizadas en respuesta a la
administración tópica de antígenos químicos (dermatitis por contacto), la exposición a antígenos
sistémicos o como parte del proceso autoinmunitario.