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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

RECTORADO
DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y
POSTGRADO
CENTRO LOCAL METROPOLITANO

CARÁTULA ACTIVIDAD ORGANIZACIÓN Y ENTORNO


ACTIVIDAD Tercera X
(Marque con una X)

ASIGNATURA: ORGANIZACIÓN Y ENTORNO


POSTGRADO
CENTRO LOCAL METROPOLITANO

POSTGRADO AL Maestría en Administración de Negocios


QUE APLICA:

NOMBRES Y Miriam Arriechi


APELLIDOS:

CÉDULA DE 23.529.532
IDENTIDAD:

CORREO miriamarriechi.20@gmail.com
ELECTRÓNICO:

FECHA DE 27/08/2021
ENTREGA:

FIRMA: Miriam Arriechi


Resumen de lecturas
La era de los puentes digitales
Es en momentos de adversidad cuando el ser humano y su ingenio dan vida a cosas
maravillosas. Así sucedió con Internet, cuyo nacimiento tuvo lugar al calor de un enfrentamiento
de dimensiones mundiales que enfrentó al bloque comunista de la URSS contra el bloque
capitalista, encabezado por Estados Unidos. Este conflicto fue denominado como Guerra Fría.
Las tensiones tuvieron lugar sobre un trasfondo político e ideológico que se extendió a otras esferas
como la economía o la ciencia. Y fue en este último campo donde se alcanzaron avances
trascendentales para la humanidad. La rivalidad tecnológica entre ambos bloques bélicos era más
que evidente y se focalizó en torno a tres grandes objetivos: la carrera espacial, el armamento
nuclear e Internet.
Así nació Internet, a finales de los años 60 en el contexto de La Guerra Fría como una
herramienta que garantizase las comunicaciones estatales en caso de amenaza nuclear. Su creación
fue obra de ARPA, la Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada a cargo del
Departamento de Defensa de Norteamérica. La función de ARPA, nacida en 1958, era y continúa
siendo acompañar el desarrollo de nuevas tecnologías con fines militares.
Tras varios años de investigaciones con la meta de establecer una red de comunicación segura para
transferir documentos o datos entre los diferentes sistemas, los avances se fueron haciendo
patentes. En 1965, una computadora ubicada en el Estado de Massachusetts, al este de EE. UU.
logró enlazar con otra situada en California, en el extremo oeste del país, mediante los protocolos
conocidos como “conmutación de paquetes”.
La llegada del nuevo siglo trajo consigo la evolución hacia la llamada Web 2.0, también
conocida como “web social”. En aquel momento, Internet dejó de ser algo estático para permitir
al usuario interactuar con el contenido. Ya no solo podía acceder y consultar la información, sino
también crearla y enviarla a los servidores para obtener información más concreta e incluso obtener
resultados de contenido generado por el usuario o UGC (User Generated Content).
Esta interactividad transformó los servicios de software. Fue la era del boom de los blogs
y el intercambio multimedia. También fue el momento del nacimiento de las Redes Sociales. De
hecho, la primera Red Social había nacido rayando el final del siglo XX. Concretamente fue en
1997 cuando apareció sixDegrees.com, que consiguió acumular cerca de un millón de usuarios
antes su desaparición.
Hot or Not Hot, Friendster o MySpace fueron las siguientes Redes Sociales en aparecer en escena
entre el año 2000 y 2003 cosechando altos niveles de popularidad. Tal es así que MySpace llegó a
concentrar a 25 millones de usuarios en 2005. Un año antes había comenzado a caminar la Red
Social por excelencia: Facebook.
Lo que empezó como un proyecto universitario en Harvard intentando imitar la experiencia
de Hot or Not, se ha acabado transformando en una de las empresas más potentes de todo el mundo
liderada por Mark Zuckerberg. Actualmente cuenta con más de 2.449 millones de usuarios en todo
el mundo.
Otra de las compañías que domina del mundo online actual es Google, que dio sus primeros
pasos poco tiempo después, en 1998. también como un proyecto universitario a manos de Larry
Page y Sergey Brin. A día de hoy es el buscador más utilizado en todo el planeta superando el 90
% de la cuota de mercado.
Al calor de esta revolución fueron desarrollándose un nutrido grupo de plataformas
sociales, algunas de las cuáles continúan liderando el panorama del Marketing Digital actual
como Flicker, Twitter, WordPress o YouTube.
Esta última Red Social, se ha convertido en el segundo motor de búsqueda más potente del
mundo detrás de Google y acapara más de 2.000 millones de usuarios a nivel mundial. Por detrás
de YouTube se sitúa la archiconocida red de mensajería WhatsApp, creada en 2009.
En 2006, Internet ya contaba con 1.100 millones de usuarios en todo el mundo. Ese mismo año
apareció por primera vez el concepto de web semántica o Web 3.0, una evolución de la anterior
donde la inteligencia artificial tiene mucho que decir.
En todo momento nos hemos referido a Internet como una revolución porque eso es lo que
ha supuesto para la sociedad actual. La también conocida como Red Mundial ha derribado las
barreras geográficas para conectar a las personas desde cualquier punto del planeta. Este hecho ha
transformado por completo nuestros modos de comunicación.
El cloud computing o informática en la nube, las Redes Sociales, el eCommerce o los
servicios de mensajería instantánea como WhatsApp, con más de 1.500 millones de usuarios en
todo el mundo, ya forman parte de nuestro día a día. Internet también ha cambiado la forma en la
que trabajamos, nuestros hábitos de ocio y hasta nuestras rutinas de compra, facilitándonos en gran
medida este tipo de transacciones. Es un sector en auge con elevada demanda de profesionales
cualificados con habilidades como las que se desarrollan en el Master en Marketing Digital de la
Cámara de Valencia. El plan de estudios ofrece a los participantes formarse para adquirir
competencias avanzas en el diseño de estrategias y gestión de acciones comerciales y/o
publicitarias que se realizan a través de canal online.
Y lo más importante, Internet ha democratizado el acceso a la información mundial. Esta
disponibilidad de conocimientos tan económica e inmediata a un solo clic de distancia ha abierto
nuevas oportunidades para la cultura y el saber; sin olvidar que constituye un altavoz inigualable
para la sociedad que puede exponer y publicar sus ideas y opiniones como nunca antes lo había
hecho.
la economía digital es la actividad conectiva, económica que se produce como resultado de
nuestra sociedad operando en un entorno digital o utilizando tecnología digital. Muchas personas
confunden este motor económico en línea con la actividad transaccional diaria que ocurre en todo
el mundo. Aunque, por supuesto, esta actividad juega un papel importante, internet afecta la
economía de manera más directa.
La economía digital va más allá de los bienes adquiridos y abarca la infraestructura y los
dispositivos que utilizamos para conectarnos con esta red global. O más sucintamente, es una
revolución industria moderna.
Tal como está hoy, la economía digital está en su infancia. A medida que crece, también lo hará el
nivel en el que los usuarios – tanto individuos como empresas interactúan entre sí y las plataformas
que existan y crecen dentro de las redes.
Independientemente de si usted es un usuario de Apple o no, ellos ofrecen un buen modelo
en cuanto a lo que la economía digital más amplia se parece y como puede evolucionar también.
Al comprar un iPhone, usted se une al ecosistema de Apple y tiene acceso a todas las herramientas
que ponen a disposición en esa plataforma-iCloud, iTunes, iMessage, y sus otros programas
propietarios y aplicaciones.
Más allá de eso, sin embargo, también tiene acceso a la multitud de empresas y sus
productos y servicios a través de las aplicaciones que crean para la plataforma de Apple.
Puedes buscar en internet usando el navegador Google Chrome. Puedes hacer compras a través de
las aplicaciones de la tienda para Amazon, Wal-Mart, y Target.
Puedes acceder a servicios de contenido como Netflix, XM Radio O YouTubeTV.
Puedes llamar a los servicios de transporte compartido como Uber o hacer reservaciones para el
Alquiler de vacaciones a través de HomeAway.
Se trata simplemente de funciones e instrumentos en el nivel básico de interconectividad. Las
actividades de los consumidores se hacen sin problemas por los canales proporcionados por una
organización que busca la participación. Si subimos un poco de escala, la amplitud de la economía
digital se verá más a la vista. Usando nuestro ejemplo de Apple de nuevo, usted puede vincular su
tarjeta de crédito o débito en ApplePay, creando una integración perfecta entre su método de pago
preferido y la Institución bancaria.
En casa, su iPhone sirve como principal dispositivo de control para gadgets y tecnologías
de IoT, Internet de las cosas. Aunque para aquellos que han adoptado el Amazon Alexa o los
asistentes digitales de Google, usted sabe que un nivel de conocimiento aún más profundo existe
entre estos dispositivos.
No hay duda de que podríamos continuar nuestra lista de ejemplos, ampliando
completamente la escala de usabilidad de Apple, pero la idea debe ser evidente. Esto es sólo un
ecosistema. Impresionante por supuesto, pero palidece cuando reconoces que cada uno de los
ejemplos que enumeramos, desde Google Chrome hasta Target o HomeAway, todos tienen sus
propios ecosistemas y canales de múltiples capas fuera del ámbito de Apple.
Internet permite la exportación productos a más mercados, a menudo por empresas más jóvenes.
Con un aumento del 10 % del uso de internet en el país exportador, el número de productos
comerciados entre dos países aumenta un 0.4 %. Un aumento similar del uso de internet en dos
países incrementa en un 0.6 % el valor promedio por producto del comercio bilateral entre ambos.
En el otro extremo del espectro, las empresas comercian en sitios de comercio electrónico
a nivel mundial tales como Alibaba en un mercado en línea que podría llegar a más de 6 billones
de dólares en los próximos cinco años. Las plataformas en línea superan los problemas de
confianza e información mediante el uso de sistemas de comentarios y calificaciones, y el
ofrecimiento de mecanismos de garantía y resolución de disputas. La facilitación del comercio de
productos intermedios fomenta aún más la “desagregación” de los procesos de producción, no solo
en los mercados de bienes sino también en los de servicios.
Tal vez la mayor contribución al crecimiento proviene del hecho que internet reduce los
costos y, en consecuencia, aumenta la eficiencia y la productividad de la mano de obra en
prácticamente todos los sectores de la economía. Una información más adecuada ayuda a las
empresas a utilizar mejor la capacidad existente, optimiza la gestión del inventario y de la cadena
de suministro, reduce el tiempo de inactividad de los bienes de capital, y disminuye el riesgo. En
el rubro del transporte aéreo, complejos algoritmos para las reservas de billetes y la fijación de
precios aumentaron los factores de carga en alrededor de un tercio en los vuelos internos de los
Estados Unidos entre 1993 y 2007. La empresa de entrega de paquetes UPS es reconocida por el
uso inteligente de algoritmos en la determinación de las rutas para evitar los virajes a la izquierda,
con el consiguiente ahorro de tiempo y de aproximadamente 4.5 millones de litros de gasolina al
año. Muchas tiendas ahora integran a sus proveedores en la gestión de las cadenas de suministro
en tiempo real para mantener bajos los costos de inventario.
Cuando los servicios basados en Internet totalmente automatizados reducen los costos
marginales de transacción prácticamente a cero, las consecuencias para la estructura del mercado
son un tanto ambiguas. Costos marginales bajos implican grandes economías de escala, que
favorecen los monopolios naturales. En el mundo fuera de Internet, dichos sectores —por ejemplo,
el de producción de electricidad— suelen requerir algún tipo de regulación para proteger los
intereses de los consumidores. Sin embargo, las características de los servicios basados en internet
también podrían alentar la competencia. Por ejemplo, los sitios web de comparación de precios
deberían reducir los precios para los consumidores, pero los datos disponibles muestran la
persistencia de la dispersión de precios en Internet, en parte debido a que las empresas se están
poniendo más astutas en la discriminación de precios, al ofrecer precios diferentes a diferentes
consumidores sobre la base de su historial de búsquedas, su ubicación geográfica u otra
información recabada acerca de los compradores.
Las empresas en línea pueden iniciar actividades y crecer con rapidez y con relativamente
poco personal o poca inversión de capital. Los servicios de informática y almacenamiento de datos
que se pueden arrendar en la nube reducen los costos de inicio de actividades y permiten a las
empresas agregar capacidad a medida que se hace necesario, lo que también reduce el riesgo para
los inversionistas. Aunque muchas firmas de Internet parecen funcionar en mercados separados,
la mayoría de ellas, si no todas, compiten con firmas que no operan a través de Internet.
Las aplicaciones de mensajería instantánea compiten con las empresas de telecomunicaciones; los
motores de búsqueda y los sitios de los medios sociales compiten con los medios tradicionales por
obtener ingresos en concepto de publicidad; las empresas de comercio electrónico compiten con
las empresas que tienen establecimientos físicos, y el dinero móvil compite con los bancos
tradicionales. Las innovaciones que crea esta competencia entre firmas que operan a través de
Internet y las que no lo hacen generalmente benefician a los consumidores, sobre todo cuando los
mercados fuera de Internet están distorsionados.
Referencias
Lectura 9. Castells, Manuel (s/f) Internet y la sociedad red, Barcelona,
UOC, 23 p.
Lectura 10. González, Isabel (2008) Entorno Siglo XXI: La Sociedad de
la Información y El Conocimiento. Caracas, UNA, 9 p.

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