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Introducción El universo tiene, innegablemente, un ritmo natural que es marcado por las

estaciones y también algo más cósmico, como por ejemplo las fases de la Luna. La atracción
gravitatoria de la Luna provoca subidas y bajadas previsibles del nivel del mar. Y teniendo en
cuenta que nuestro cuerpo está formado principalmente por agua, las personas también
podemos beneficiarnos de las fases de la Luna a cierta escala. De hecho, solemos descubrir
que cuando alineamos nuestras energías con las energías específicas de la Luna, nos sentimos
más inspirados y productivos. Está de hecho demostrado que sintonizarnos con la naturaleza y
el entorno que nos rodea nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos en un nivel mucho
más profundo. Por ello, personas de todo el mundo participan, por ejemplo, en "rituales de
Luna llena" para alinearse con los ciclos naturales y ganar perspectiva reconectándose con
ellos mismos. Utilizar la magia de la Luna es, en otras palabras, un excelente momento para
potenciar las prácticas espirituales. De hecho, establecer rituales y hechizos en torno a la
energía de la Luna no es en absoluto una práctica novedosa. Aprovechar el poder lunar ha sido
una antigua tradición en todas las culturas durante milenios, originada en lugares como Egipto
y Babilonia. En la antigüedad, esto tenía que ver por un lado con la directa conexión de los
ciclos lunares con la naturaleza, pero sobre todo con los mares y los océanos. Como hemos
visto, las mareas suben y bajan con las idas y venidas de la Luna, y esas masas de agua se
consideraban como la fuente de toda la vida. Los ritmos de la Luna y la marea también
parecían afectar a la vida oceánica. Los mariscos y otras criaturas marinas no sólo desovan y se
aparean según los ciclos de marea, sino que renuevan sus caparazones y escamas de acuerdo
con los mismos. En otras palabras, con la marea alta en Luna llena las ostras abrían sus
conchas, los peces eran más fáciles de capturar, y los camarones eran más abundantes. Como
si eso no fuera suficiente para llamar la atención de las civilizaciones antiguas, la Luna también
parecía tener un cierto efecto sobre los demás animales que no estaban e absoluto
relacionados con el mar. En general, durante la Luna llena, los depredadores salían más a cazar
y muchas especies se volvían más agresivas, activas físicamente y se realizaba un mayor
número de rituales de apareamiento. También se hicieron evidentes otras conexiones
relacionadas con los animales. Los cazadores descubrieron que los animales sangraban más
profusamente cuando la Luna salía en el cielo en toda su plenitud. Esto era de gran valor
especialmente para los antiguos ganaderos que podían realizar los sacrificios provocando una
muerte más rápida y menos estresante a los animales, e incluso obtener un “producto” mejor.
Al mismo tiempo, esto también permitía saber cuándo los animales sangraban menos, algo
muy importante para la salud y la seguridad del ganado durante procedimientos como la
castración. Una perdida de sangra mínima podía evitar que los animales se debilitasen,
enfermaran e incluso murieran. Pero los agricultores también notaron una conexión lunar con
sus cultivos, ya que, al parecer, la plantación de determinadas plantas durante fases
específicas de la Luna llevaba a cosechas más sanas y abundantes. Los cultivos de bulbos y
raíces, por ejemplo, parecían producir más cuando se plantaban durante la Luna llena o
menguante. Por otro lado, las plantas que producían vainas y bayas proporcionaban un mayor
rendimiento cuando se plantaban entre las fases de Luna creciente y de Luna llena. Pero lo
más importante fue descubrir que ningún tipo de cultivo crecía adecuadamente cuando se
plantaba durante el descenso de la Luna menguante a la Luna nueva. Debido a eso, los
antiguos agricultores se dieron cuenta de que este era un momento excelente para deshierbar,
controlar las plagas y realizar tareas de este tipo que antes estaban demasiado ocupados para
atender. Pero para las antiguas civilizaciones, la Luna demostró también ser un eficaz predictor
meteorológico y, en cierta forma y a pesar de los extraordinarios avances de la ciencia, lo sigue
siendo hoy en día. Es un hecho bien conocido, por ejemplo, que se producen más tornados y
huracanes durante los períodos de Luna nueva y Luna llena que en cualquier otro momento.
También se sabe que tiende a llover más a menudo durante el primer cuarto de la Luna y el
cuarto menguante. Al mismo tiempo, otro de los misterios que los antiguos pudieron asociar a
las fases lunares fue la directa conexión entre los ciclos menstruales mensuales de las mujeres
y la Luna. Y aunque parezca que esto no tiene mucha importancia en el mundo actual, no era
así en la antigüedad. ¿Por qué? Porque las antiguas civilizaciones podían llegar a considerar a
sus mujeres como verdaderos seres mágicos. En primer lugar, las mujeres no sólo sangraban
cada mes aunque no estuvieran heridas, sino que las que vivían y trabajaban juntas
generalmente sangraban al mismo tiempo. Además, la suspensión temporal del ciclo de una
mujer joven traía consigo una nueva vida. Y aunque esto ya por sí mismo era algo mágico,
había más. Pronto se hizo evidente que el embarazo humano era el único período de gestación
calculado únicamente por los ciclos lunares -nueve para ser exactos- y la constatación de que
el ser humano era el único “primate lunar” sirvió para solidificar la conexión entre la Luna y la
humanidad. Y luego estaba la magia creada por las mujeres mayores. Sus ciclos menstruales
cambiaban repentinamente de curso para coincidir con la Lluna Menguante, y poco después -
aunque no estaban embarazadas- simplemente dejaban de sangrar para siempre. En el mundo
actual, estos son conocimientos básicos, pero para las antiguas civilizaciones se trataba de
fenómenos misteriosos y, como mínimo, muy peculiares. Fenómenos que, muy
probablemente, sirvieron como catalizadores y llevaron al culto inicial a la Luna en las formas
femeninas de la Doncella, Madre y Crone. Hoy en día sigue siendo muchos los sistemas de
creencias y ritos que toman forma a raíz de la magia de la Luna. El objetivo de este libro es
hacerse eco de las vibraciones y creencias de diferentes filosofías para así desbloquear el
poder mágico de la Luna en toda su fuerza. Por eso trataremos tanto de la aplicación de los
signos astrológicos a las fases de la Luna como de hechizos y rituales en concreto. El porqué es
muy sencillo: por mi propia experiencia, esta es la manera más efectiva de aprovechar
plenamente el enorme potencial de la Luna y así obtener los mejores resultados para tus
trabajos mágicos. En otras palabras: no importan tus creencias. Si, de una forma u otra, tú
también consideras que existe un poder superior a toda la humanidad, respetas el Planeta y el
Universo y quieres realizar tu magia sin intención de causar daño a los demás, este libro te
ofrecerá todas las herramientas para acudir a la Luna como fuente de transformación y sacar la
máxima fuerza para realizar rituales mágicos que cambiarán tu vida a mejor. En definitiva,
confío que en las próximas páginas encontrarás información completa y exhaustiva para
entender y aprovechar de la mejor forma posible todas las mil facetas del enorme potencial
mágico de la Luna. La Luna Con un diámetro ecuatorial de 3474 km, la Luna es el único satélite
natural del planeta Tierra y el quinto más grande de todo el Sistema Solar. La Luna se
encuentra en relación síncrona con la Tierra, mostrando constantemente la misma cara hacia
nuestro planeta. En su hemisferio visible es posible llegar a apreciar profundos mares lunares
de origen volcánico y cráteres de impacto o astroblemas. La Luna, el objeto más brillante y más
grande en el cielo nocturno, hace de la Tierra un lugar más habitable al moderar el bamboleo
de nuestro planeta sobre su eje, lo que conduce a un clima relativamente estable. Es la
atracción de la gravedad de la Luna sobre la Tierra la que mantiene nuestro planeta en su sitio.
Sin la Luna estabilizando su inclinación, de hecho, es posible que la misma variase de forma
salvaje. Pasaría de no tener ninguna inclinación (lo que significa que no habría estaciones) a
tener una gran inclinación (lo que implica un clima extremo e incluso edades de hielo). La
distancia orbital de la Luna, aproximadamente treinta veces el diámetro de nuestro planeta
hace que la veamos en el cielo con el mismo tamaño que el Sol, que además puede cubrir de
manera exacta o casi durante los eclipses solares totales. Tal y como hemos mencionado
antes, en el mundo de la magia la Luna representa una poderosa fuente de energía y un
antiguo símbolo de la Diosa. Las fases lunares, de hecho, corresponden a las diferentes facetas
de ésta: la Luna creciente es la Doncella, la Luna llena es la Madre y la Luna menguante es la
Anciana o Hechicera. Para la religión Wicca, además, el tiempo de la Luna se considera un
momento de espiritualidad y santidad. En general, los rituales de Luna se realizan durante la
noche: tras la formación de un círculo, la Diosa y el Dios son invocados y el trabajo mágico se
lleva a cabo bajo la brillante luz lunar. Las Fases Lunares El primer paso para realizar un hechizo
o ritual lunar efectivo es descubrir cómo las diferentes fases lunares pueden afectar el éxito de
nuestra magia, y cómo podemos utilizarlas a nuestro favor. Aunque tengas cierta prisa, es
importante que esperes la fase adecuada o, sencillamente, podrías no lograr el resultado que
deseas. Puedes saber en qué fase se encuentra la Luna con una simple búsqueda en Google o
consultando cualquier página web lunar. Como ya hemos visto, la Luna se considera el satélite
natural de la Tierra y, además de girar entorno a nuestro planeta, también realiza una rotación
sobre sí misma. La Luna presenta varias fases, con una duración aproximada de 7.4 días.
Dichos cambios son completamente cíclicos y guardan relación con la posición de la Luna con
relación a la Tierra y el Sol. La Luna, de hecho, realiza el mismo recorrido alrededor de la Tierra
mes tras mes, por lo que es posible apreciar todas las fases lunares. Estas son consideradas
como los pilares del calendario judío y musulmán. Un mes lunar o sinódico es el tiempo que
transcurre entre dos novilunios y equivale a 29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos. En
qué Luna estamos también depende del hemisferio donde nos encontramos ya que nos
permite apreciar la misma de forma diferente. Desde el hemisferio norte, podemos observar la
zona iluminada desde la derecha y hacia la izquierda. El fenómeno contrario ocurre en el
hemisferio sur, en el cual la Luna crece de izquierda a derecha y se reduce de la misma
manera. También existen diferentes horarios en los cuales la Luna sale y se esconde. En las
fases de Luna nueva y Luna llena, por ejemplo, tanto la Luna como el Sol realizan este proceso
al mismo tiempo. En cuarto creciente, la Luna sale a primera hora de la mañana y se oculta a
medianoche. Finalmente, en cuarto menguante, sale a medianoche y se oculta a primera hora
de la mañana. ¿Y cómo determinar qué fase lunar es la más adecuada para realizar o crear un
determinado hechizo? Vamos a verlo a continuación. Fase 1: Luna nueva La Luna nueva marca
un nuevo comienzo. Cuando la Luna está en esta fase, apenas se puede ver, y el cielo es
generalmente negro. Con la Luna oculta, nos encontramos en un momento ideal para
reconocer nuestros lados oscuros, esos que normalmente nos gusta mantener escondidos. Por
ejemplo, quizás tengas un lado manipulador que sueles decir que no existe cuando alguien te
llama la atención. Pues bien, ¿Existen formas saludables de utilizar esta particular habilidad,
por ejemplo, para avanzar en tu carrera sin dañar a otros compañeros en el proceso? ¿O
podrías utilizar tu capacidad de leer a los demás para animar a tu pareja a comunicarse contigo
en lugar de controlarla? Las Lunas nuevas son ideales para explorar nuestros lados sombríos y
encontrar formas de trabajarlos de manera positiva. Además, como las Lunas nuevas son
nuevos comienzos, esto es también un momento maravilloso para establecer objetivos e
intenciones para el próximo ciclo. ¿Hay algo que quieres que pase en los siguientes 30 días?
¿Hay algún amante tóxico que estés finalmente dispuesto a eliminar de tu vida para dejar
espacio a la persona de tus sueños? La Luna nueva es el momento perfecto para fomentar los
comienzos, especialmente en el amor. Y ya sabes lo que requieren los comienzos: dejar atrás el
pasado. Si quieres limpiar la mala energía en tu vida amorosa para atraer a la pareja ideal, la
Luna nueva te ofrece justamente esta oportunidad. Los hechizos y rituales de esta fase se
pueden llevar a cabo desde el mismo día de Luna nueva hasta tres días después de la misma. El
color de esta fase es el blanco. Ejemplos de temas a trabajar en esta fase: - Cualquier nuevo
proyecto o tarea - Amor y relaciones - Fijación de metas y objetivos - Salud, belleza y
autocuidado - Búsqueda de trabajo - Nuevos comienzos Fase 2: Luna creciente La fase de Luna
creciente se da cuando la Luna se hace visualmente más grande y brillante, pasando de una
Luna nueva a una Luna llena. Durante la Luna creciente, la misma está creciendo, haciéndose
más brillante, y creando un espacio ideal para la magia simpática en torno al crecimiento.
¿Qué es la magia simpática? La que funciona a través de la semejanza simbólica. La Luna se
está volviendo más brillante, así que es importante utilizar esa energía para que tu carrera, tu
autoestima y tu vida amorosa brillen más también. Los hechizos y rituales de esta fase se
pueden llevar a cabo de tres días y medio a siete días después de la Luna nueva. El color de
esta fase es el blanco. Ejemplos de temas a trabajar en esta fase: - Emociones - Negocios y
trabajo - Cambios y nuevos comienzos - Proyectos e ideas - Preparación de amuletos y
herramientas - Animales Fase 3: Cuarto Creciente Se trata de la fase en la que vemos la mitad
de la Luna. Su nombre se debe al hecho que, con el pasar de los días, la porción iluminada de
la Luna crece cada vez más de tamaño. Es un excelente momento para construir, la mejor fase
para sentar las bases para algo solido y duradero. Si hay aspectos de tu vida que todavía no
logras poner en orden o que no funcionan tal y como te gustaría, el cuarto creciente de Luna,
si te aplicas y te esfuerzas, te ofrecerá una nueva oportunidad. Así que usa todas las
herramientas y todos los recursos mágicos que tengas. Los hechizos y rituales de esta fase se
pueden llevar a cabo de siete a diez días después de la Luna nueva. El color de esta fase es el
blanco. Ejemplos de temas a trabajar en esta fase: - Salud - Buena suerte - Motivación en
general - Amigos y relaciones personales - Fuerza interior y valentía - Proyectos Fase 4: Luna
Gibosa ó Convexa Esta fase se da cuando la Luna está más que medio llena y su superficie
iluminada sigue aumentando. La palabra “gibosa” es de origen latín y significa “joroba”,
termino empleado durante siglos para indicar las formas redondas. La fase de Luna gibosa es
un excelente momento para llevar a cabo cambios importantes y realmente necesarios. Si has
realizado un hechizo que parece no estar teniendo el efecto deseado, no te asustes. En
ocasiones es necesario un período de gestación durante el cual ningún efecto es visible de
inmediato. Así que aprovecha para relajarte y para comenzar la planificación de cualquier otro
ritual mágico que quieras llevar a cabo aprovechando de la energía de la Luna llena. Los
hechizos y rituales de esta fase se pueden llevar a cabo entre diez días y medio a catorce días
después de la Luna nueva. El color de esta fase es el rojo. Ejemplos de temas a trabajar en esta
fase: - Amor y Romance - Sueños - Proyectos creativos - Espiritualidad - Paciencia - Inspiración
Fase 5: Luna llena Con la Luna llena las emociones se disparan y todo se hace mucho más
intenso. Puedes utilizar esta intensidad y aplicarla básicamente a cualquier hechizo que
quieras, con la certeza de que tendrás una increíble bola brillante de poder para ayudarte.
Muchas personas aprovechan para cargar sus cristales durante las Lunas llenas colocándolos
en algún lugar donde estén expuestos a la luz lunar. Otro truco es hacer Agua de Luna,
colocando una copa de agua bajo la luz de la Luna llena (hablaremos de esto con más detalle
en las próximas páginas.) En otras palabras, puedes realizar cualquier magia bajo la Luna llena
con una potencia extra, teniendo en cuenta que esto es también un momento en el que las
habilidades psíquicas se intensifican. Uno de los más simples y mejores usos de la energía de la
Luna llena es meditar bajo su luz para obtener claridad sobre una situación que te preocupa.
Los hechizos y rituales de esta fase se pueden llevar a cabo de catorce a diecisiete días y medio
después de la Luna nueva. El color de esta fase es el rojo. Cada mes del año tiene un tipo de
Luna llena diferente y estos son los nombres a ella asociados: Enero: La Luna del Lobo Febrero:
La Luna de Nieve Marzo: La Luna del Gusano Abril: La Luna Rosa Mayo: La Luna de las Flores
Junio: La Luna de Fresa Julio: La luna de los Ciervos Agosto: La Luna de Esturión Septiembre: La
Luna del Maíz Octubre: La Luna del Cazador Noviembre: La Luna del Castor Diciembre: La Luna
Fría Ejemplos de temas a trabajar en esta fase (aunque la Luna llena es excelente para
prácticamente todo tipo de ritual mágico): - Dinero y trabajo - Amor y romance - Sueños -
Relaciones familiares - Fertilidad - Protección Fase 6: Luna menguante La Luna menguante es el
período de tiempo en el que la Luna se oscurece de nuevo, pasando de una Luna llena a una
nueva. En general, es el momento perfecto para deshacerte de cualquier cosa que te mantiene
atado de forma negativa, por ejemplo, malos hábitos o adicciones. La Luna menguante puede
ayudarte exponencialmente a cortar lazos con un amante del pasado. Sin embargo, esto no
tiene porque significar literalmente que esa persona debe desaparecer de tu vida: el hechizo
más poderoso que puedas lanzar es de hecho el que te permite liberarte de TUS sentimientos
por alguien que sabes que es malo para ti. Empoderarte a ti mismo funciona mejor y es más
ético que tratar de cambiar la voluntad de otro. Este es también un momento excelente para
librarte de sentimientos negativos como la duda y la inseguridad. Los hechizos y rituales de
esta fase se pueden llevar a cabo de tres y medio a siete días después de la Luna llena. El color
de esta fase es el morado o negro. Ejemplos de temas a trabajar en esta fase: - Estrés -
Emociones - Adicciones de todo tipo - Decisiones difíciles - Separaciones y divorcios - Dudas e
inseguridades Fase 7: Luna cuarto menguante Esta fase lunar corresponde a los días en los que
es posible ver a la Luna en el cielo durante la madrugada y la mañana, y se caracteriza por el
hecho de que la mitad de la Luna está iluminada y la otra mitad no. Para el hemisferio norte
está iluminada la parte izquierda, mientras que para el hemisferio sur lo está la parte derecha.
La fase de cuarto menguante es el momento ideal para liberar la negatividad que te rodea y
seguir con el trabajo de destierro que previamente empezaste. Los hechizos y rituales de esta
fase se pueden llevar a cabo de siete a diez días y medio después de la Luna llena. El color de
esta fase es el morado o negro. Ejemplos de temas a trabajar en esta fase: - Sueño - Destierro -
Negatividad - Adicciones de todo tipo - Decisiones difíciles - Dudas e inseguridades Fase 8:
Luna balsámica o menguante cóncava Esta es la última fase visible del ciclo lunar. Es el
momento en el que tu atención debe centrarse en el autocuidado y descanso, para así reponer
todas las energías posibles de cara al siguiente ciclo. Asimismo, también es muy importante
que reconozcas tus esperanzas y sueños y que cultives todo lo posible tu vínculo con lo divino y
espiritual. ¿Qué deberías hacer entonces? En primer lugar, aprovechar la energía de la Luna
balsámica para practicar el perdón y la autocompasión para sanar tus heridas interiores. Esta
fase también favorece el proceso de relajación, y hace posible obtener información importante
de los sueños y de tu inconsciente. En la medida de lo posible, deberías adoptar una actitud de
relajación y recogimiento, evitando iniciar nuevos proyectos o emprender acciones nuevas y
arriesgadas. El color de esta fase es el morado o negro. Ejemplos de temas a trabajar en esta
fase: - Sanación - Relajación - Espiritualidad - Autocuidado - Perdón - Limpieza Fase 9: Luna
negra u oscura Esta fase dura aproximadamente unos dos o tres días durante los cuales la Luna
no está visible en el cielo en absoluto. Este también es un excelente momento para deshacerte
de cosas de tu vida que ya no quieres, al mismo tiempo contemplando todo lo que ya has
logrado y lo que quieres conseguir en el futuro. En caso de tener que tratar con cualquier tipo
de enemigo, es aconsejable empezar en este momento. Se trata también de una fase
excelente para cuidar de ti mismo y encontrar reconforto en la reclusión. Los hechizos y
rituales de esta fase se pueden llevar a cabo teniendo en cuenta que la Luna negra se da una
vez cada 32 meses y que este fenómeno puede alargarse entre un día y medio y tres días y
medio. El color de esta fase es (¡por supuesto!) el negro. Ejemplos de temas a trabajar en esta
fase: - Enemigos - Obstáculos - Logros - Cosas a eliminar - Limpieza - Autocuidado

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