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Claudia R.

de Castellanos
2005©Claudia R. de Castellanos.
Publicado por G12 Editores.
2620 Hollywood Blvd.
Hollywood, Fl 33020
Teléfono (954) 921-2626

sales@g12bookstore.com

ISBN 1-932285-59-8

Segunda Edición

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escrita de la casa editorial.

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Impreso en Colombia
Printed in Colombia
Contenido
Int
roducción

¿Hija o esclava?
Capítulo 1

13

Determine que tendrá una familia Sacerdot


al
Capítulo 2

29

Aprendiendo a escuchar la voz de Dios


Capítulo 3

47

Lo que Dios puede hacer a t


ravés de una mujer
Capítulo 4

61

Renovando nuest
ra vida a t
ravés de la Palabra
Capítulo 5

87

Dios quiere sanar su corazón


Capítulo 6

105

Ocupando su lugar en el ministerio


Capítulo 7

123

Este es el t
iempo de la genuina Adoración
Capítulo 8

139

Siendo guiadas por el Espírit


u Sant
o
Capítulo 9

163

La Mujer en el propósit
o divino
Capítulo 10

183

La Mujer en la visión de G12


Capítulo 11

203

El Dios de Abraham de Isaac y de Jacob


Capítulo 12

231
Int
roducción

P or muchos años preferí permanecer detrás del


ministerio de mi esposo, pues el solo hecho
de enfrentarme al público era algo que me espantaba,
pensaba que la gente me compararía con él, como
siempre ha sido un hombre muy carismático, yo sentía
que él me llevaba mucha ventaja. Para mi era más fácil el
poder fluir en cualquier otra área, más cuando tenía que
enfrentarme a lo que tuviera que ver con el ministerio,
por lo general siempre me estresaba. Me tomó varios
años descubrir que dentro de mí había un espíritu de
temor, y cuando lo identifiqué y me determiné renunciar
a ese espíritu, ordenándole en el Nombre de Jesús que
saliera de mí, pude experimentar que el Señor cambió
esa debilidad en una gran fortaleza y por eso he podido
dar pasos importantes, uno de ellos fue conquistar el
área política de mi nación y esto lo logré gracias a que
fui libre del temor.

Al crear Dios a la primera pareja los hizo


completamente diferente el uno del otro; a las mujeres
nos hizo con sentimientos y emociones mucho más
fuertes que la de los hombres; para nosotras son
muy importantes las palabras, actitudes y el trato que
recibamos de aquellos que están a nuestro alrededor.
Tengo el privilegio de gozar de una hermosa familia,
Dios me dio un precioso esposo y unas hijas maravillosas;
siempre hemos podido compartir momentos agradables
y muy bendecidos. Cuando una mujer se siente amada
viene un sentimiento de valor en sí misma, y al sentirse
valorada, florece toda la belleza interna que hay en ella.
Esto lo he podido ver en cada una de mis hijas; Johanna,
la mayor, siempre ha sido linda, pero cuando se sintió
amada su rostro adquirió un resplandor especial, se
puso aún más bella y eso es lo que nos pasa a todas las
mujeres cuando nos sentimos verdaderamente amadas.
Algo similar sucede cuando llegamos al ministerio, lo
primero que tenemos que sentir en nuestra vida, es
que hemos sido aceptadas por el Señor para esta labor
que Él nos ha confiado y tener la certeza que no hay
otra mujer en el mundo como cada una de nosotras.
Por lo tanto no tiene que estar comparándose con otra
persona, porque sí Dios la acepta tal como es, usted
también debe aceptarse así misma.

Durante muchos años solía fijarme en todo aquello


que me faltaba para llegar a ser una persona de éxito,
hasta que me di cuenta que sólo tenía que enfocarme en
aquello que Dios me había dado y debía desarrollarme
en aquello que mejor hacía. Debemos estar agradecidas
por todos los recursos que Dios nos ha otorgado, por
la bendición espiritual, familiar y por la provisión que
a diario da a nuestra vida, y trabajar sobre ello para
crecer aun más. Dios, en este tiempo está llamando a
cada mujer para que alcance un desarrollo pleno en el
ministerio. Si ponemos atención a las cosas especiales y
únicas que hemos recibido de Su parte, estaremos listas
para desarrollarlas aún más y así crecer en fortaleza.

Salomón dijo: “El que es sabio tiene gran poder, y el que


es entendido, aumenta su fuerza” (Proverbios 24:5 NVI).

Al alcanzar ese punto de fuerza, empezaremos a ser


de influencia motivadora para muchas personas, y esto
es lo que hace una líder. El mejor ejemplo de liderazgo
que he tenido ha sido mi esposo. El líder es aquella
persona que no sólo está constantemente motivada, sino
que siempre está motivando a aquellos que están a su
alrededor. Todo líder tiene la capacidad de levantar el
espíritu e impulsar a las personas a alcanzar los resultados
deseados. Por eso digo que mi esposo siempre ha sido
un gran líder; Dios le ha dado la capacidad de motivar
a hombres y mujeres a comprometerse fielmente con
el Señor; siempre conté con la bendición de su apoyo
y respaldo, y fue él quien más me motivó a desarrollar
el ministerio. Entendí que Dios nos quiere usar de
acuerdo a nuestro temperamento y personalidad y a
medida que somos formados por Él, será Dios quien
quitará las debilidades y las irá transformando una a una
en fortalezas. La motivación es esa fuerza interior que
la convierte en una mujer de fe, dinámica y recursiva,
pero esto sólo se puede obtener cuando se tiene una
íntima comunión con el Espíritu Santo.
Usted debe saber que quienes servimos a Dios
no somos personas fracasadas. Es interesante ver el
término “fracaso” en las vidas de grandes hombres de
éxito en la historia de la humanidad. Uno de ellos fue
Abraham Lincoln, a quien en una ocasión se le acercó
un periodista para decirle: “¿Usted no se ha cansado
de fracasar? Se lanzó como candidato a diputado y no
llegó, como candidato a senador y tampoco lo logró,
en las nueve elecciones que se ha presentado nunca ha
ganado”.
La respuesta de Lincoln a este periodista fue: “Yo no
he fracasado, lo que sucede es que aún no he obtenido
los resultados deseados”.

Querida amiga, si hasta el momento no ha logrado


conquistar sus sueños, no acepte la idea que ha
fracasado. Simplemente ha luchado y aún no ha logrado
sus objetivos, pero mantenga el ánimo muy alto porque
la victoria está mucho más cerca de lo que se imagina.
Le animo a que tome un nuevo aliento y se lance a
la conquista, pues sé que vale la pena intentarlo. No
permita en usted ningún sentimiento de fracaso, sólo
reciba experiencias que la lleven al éxito. Las personas
de éxito son personas constantes, no le temen a
nada porque confían plenamente en Dios; tienen un
compromiso absoluto y permanente con el ministerio.
Recuerdo que en mi primera reunión con el segundo
grupo de doce de mujeres que estaba formando en la
ciudad de Bogotá, había invitado a mi esposo para que
nos acompañara y nos compartiera la Palabra del Señor.
Estando allí, él preguntó: Queridas hermanas, en la escala
de uno a cien, ¿Cuál sería su grado de compromiso con
la visión? Algunas dijeron el cincuenta, otras el sesenta y
otras el ochenta por ciento, pero también varias estaban
comprometidas el cien por ciento con la visión, y éstas
eran las que habían crecido rápidamente y se estaban
multiplicando en gran manera. Las que llegaban a un
setenta u ochenta por ciento, les era difícil ver la unción
de multiplicación.

Es importante que usted tenga un compromiso absoluto


del cien por ciento con el Señor y con la visión si anhela
experimentar la multiplicación en su ministerio. Porque
sucede como el agua, que estando en el fuego a una
temperatura de noventa y nueve grados aún no entra en
ebullición, porque se requiere de un sólo grado centígrado
más para que esto suceda. Tal vez usted necesita añadir un
cinco por ciento en asumir esa responsabilidad, y así tener
ese compromiso total con el Señor. Debe comprometerse
a ser la mejor cristiana y la mejor líder del año, a conocer
muy bien la visión y a desarrollarla. Que usted pueda
decir: “Nadie en la iglesia va a ser tan experta como yo en
el tema de la visión. Voy a estar todo el tiempo sirviendo
al Señor y poniendo en práctica lo que aprendí”.
Sé que este libro le ayudará a alcanzar ese compromiso
pleno con Dios; al leer estas páginas su corazón será
sanado, su espíritu fortalecido, recibirá enseñanzas que
la llevarán a grandes victorias y podrá alcanzar aquellos
sueños que Dios ha depositado en su corazón.
Capítulo 1

¿Hija o
Esclava?
“ Echa a esta sierva y a su hijo,
porque el hijo de esta sierva no
ha de heredar con Isaac mi hijo”
(Génesis 21:10).

13
D ias atrás, nos encontrábamos con mi esposo
ministrando en una conferencia de pastores
en Estados Unidos. Compartíamos ciertos principios
con un matrimonio, y al preguntarles cómo se sentían
dentro del ministerio, la respuesta que nos dieron
nos sorprendió, especialmente porque esta pareja se
destacaba dentro de la iglesia, disfrutaba de una estrecha
relación con los pastores principales y siempre habían
tenido libertad para desenvolverse en lo suyo, además
de ser muy admirados por las personas que trabajaban
con ellos. Mientras todos los que estaban a su alrededor
los veían como tremendos líderes, ellos no se sentían
así. Lo que nos manifestaron fue que no se percibían
así mismos como hijos sino como esclavos, por la gran
responsabilidad que pesaba sobre sus hombros. Gracias
a que fueron sinceros con nosotros, pudimos aclararles
algunos conceptos que les ayudaron a abrir los ojos y
a comprender el gran honor que Dios les había dado al
designarlos para el ministerio.

Sé que Dios desea traer esa misma revelación a su


vida, para que experimente la plena convicción que
usted es hija y no esclava.

15
La Mujer en el Ministerio

El privilegio de ser hijas

La conversación con aquella pareja nos brindó


la oportunidad de explicarle la gran diferencia que
existe entre un hijo y un esclavo. El hijo se siente en el
mismo nivel de condiciones que sus padres, y puede
desarrollarse con gran libertad y ampliar su esfera de
conquista; mientras que el esclavo está convencido que
no pertenece a ese lugar y que está trabajando para
aumentar los bienes materiales de otros. Alguien que
se sienta esclavo jamás trabajará con plena libertad; su
corazón será voluble y cambiará de parecer en cualquier
momento.

Aquel día también participamos a esta pareja del


testimonio de nuestra hija mayor Johanna, quien en
ese entonces nos reemplazaba en Bogotá juntamente
con su esposo. Mi hija nos contaba que desde las cinco
de la mañana estaba en pie para iniciar las actividades
del ministerio, volviendo generalmente a las once
de la noche a su casa para descansar. Ella me decía:
“Mami, aquí en Bogotá no tenemos prácticamente nada
de tiempo libre, porque el trabajo requiere mucho
esfuerzo”; pero en ningún momento expresó sentirse
esclava.

16
¿ Hija o Esclava ?
Una muestra de que somos hijos se refleja en el
grado de responsabilidad que Dios nos ha confiado.
Otra diferencia entre una hija y una esclava es que la
hija trabaja con alegría, mientras que la esclava no,
porque siente que lo que hace no es para su propio
beneficio sino para el de otros. Jesús dijo: “Y el esclavo
no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda
para siempre” (Juan 8:35). Con esto, el Señor Jesús da
a entender que todo aquel que no se siente hijo, en
el momento menos pensado abandonará la casa. Por
lo general, son muchas las personas que nos visitan y
algunos de ellos, al hablar con nosotros, manifiestan
su deseo de ser parte activa de este ministerio. Pero la
primera pregunta que mi esposo les hace es: “¿Cuál es
su visión?”. De acuerdo a la respuesta que ellos dan,
podemos discernir fácilmente si tienen corazón de hijos
o están tratando de impulsar sus propios ministerios.

Acepte el espíritu de adopción

Mientras estábamos hablando con esta pareja, mi


esposo les mencionó la importancia de aceptarse a
sí mismos como hijos adoptivos de Dios, lo cual los
colocaba a la par de un hijo legítimo. Les recalcó la
necesidad de entender que los pastores principales
los estaban tratando y amando como hijos, y no como
esclavos. Esto podía observarse claramente por las
tareas ministeriales que se les habían encomendado,

17
La Mujer en el Ministerio
las cuales nunca podrían confiársele a un esclavo.
Pablo escribió: “Pues no habéis recibido el espíritu
de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el
cual clamamos: “¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15). El
apóstol Pablo asocia el espíritu de esclavitud con el
espíritu de temor, y el espíritu del hijo con el espíritu
de poder. Mientras el esclavo vive temeroso que en
cualquier momento lo muevan de su lugar, el hijo se
siente seguro, confiado en el poder de Dios, clama y
confiesa sus metas de conquista, sabiendo que el Padre
le respalda en todo lo que emprende.

Cuando una persona es adoptada, adquiere los


mismos derechos que el hijo legítimo. El adoptivo es
partícipe de la misma herencia, de la misma familia, del
mismo trato y de los mismos privilegios que los hijos
legítimos.

¿Cómo era nuestra vida al llegar al Señor? Creo que


la mayoría se acerca a Dios en un estado bastante
lamentable, como si no tuviese padre ni madre;
desamparados, desnutridos y desnudos espiritualmente.
Al ver tanta suciedad y fealdad en nosotros, el Señor
podría pensar: “Pero si yo ya tengo un pueblo, tengo
a mi querido Israel, y con él estoy más que satisfecho”.
Él podría mirarnos y tratarnos como a extraños, pero
no es ese su proceder. Aunque nosotros no teníamos

18
¿ Hija o Esclava ?
esperanza de redención, Él extendió su misericordia
y nos amó por pura gracia. Y nosotros, al igual que
un bebé desnutrido, alzamos a El nuestros brazos,
moviéndolo a misericordia. A pesar de que no éramos
su pueblo, nos hizo pueblo Suyo.
Y aunque no éramos sus hijos, nos adoptó como
tales. Le plació darnos los mismos derechos y privilegios
que concedió al pueblo de Israel.

Sentirnos hijas nos da


seguridad y confianza

Veamos el caso de Agar y Sara. Agar nunca se sintió


como una hija. Aunque Sara había depositado toda su
confianza en ella, aquella no la supo valorar y permitió
que su manera de pensar cambiara. Sara siempre se
comportó como una verdadera madre, y cada palabra
que salía de los labios de Agar era para ella como el
clamor de una hija, no como la queja de una esclava.
Sara se apoyaba tanto en Agar, la apreciaba tanto, que
la escogió para que a través de ella, su esposo Abraham,
consiguiera heredero. Pero cuando Agar se descubrió
embarazada, su corazón se desvió y nunca más volvió
a ser la misma. Abraham Lincoln lo hubiese dicho del
siguiente modo: “Si quieres conocer el corazón de
alguien dale algo de poder”. Cuando Agar supo que
iba a tener un hijo, pretendió ponerse al nivel de Sara,
cambiando su actitud para con ella.

19
La Mujer en el Ministerio
Luego, se llenó de miedo al pensar que podría perder
a su hijo y por causa de su comportamiento, perdió todos
los privilegios que Dios había preparado para ella y su
descendencia dentro del hogar de Abraham y Sara, a tal
punto que el Señor tuvo que decirle a Abraham: “Echa
a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva
no ha de heredar con Isaac mi hijo” (Génesis 21:10).
Mientras Agar se convirtió en una mujer especuladora y
temerosa, Sara siempre se condujo como una persona
segura de sí misma, tanto que le confió su joven sierva
a su esposo para que tuviera intimidad con ella. Esa
es una de las principales características de una hija de
Dios, la confianza y la seguridad en ella misma.

El peligro de la culpabilidad

Comúnmente, dentro del ministerio, la persona que


se siente culpable se comporta como esclava y no como
hija, admitiendo pensamientos erróneos hacia sus líderes.
Satanás utiliza la culpabilidad para condenar a esa persona,
o para acusar a aquellos que tienen autoridad sobre
ella. Mientras que Sara creía en Agar, Agar desconfiaba
totalmente de Sara. Le sucedió exactamente lo que a
Ananías y Zafira, quienes prometieron una ofrenda a
Dios, y cuando el dinero estuvo en sus manos, resolvieron
quedarse con una parte y dar la ofrenda incompleta. Agar
había prometido a Sara que le entregaría su hijo, había
aceptado que éste sería contado como fruto suyo. Pero

20
¿ Hija o Esclava ?
permitió que Satanás llenara su mente de argumentos
y cambió de parecer en el transcurso de su embarazo.
De igual forma sucede con algunos que deciden trabajar
bajo la cobertura de un ministerio y, cuando ven algo de
fruto, cambian de parecer.
Creen que el ministerio es de ellos, empiezan a mirar
con otros ojos a aquellos que se hallan en autoridad sobre
ellos, permiten pensamientos impropios del pasado y
los usan como mecanismos de protección, levantando
murallas para que los demás ni siquiera detecten la
verdad detrás de su apariencia. La culpabilidad es una
vocecita que suele parecer inofensiva, pero que una
vez aceptada en la mente, causa grandes estragos en la
persona. Esa voz interna también funciona como alarma,
alertándonos de que hay un argumento negativo que
surge por causa de algún evento del pasado.

Una persona no puede experimentar bendición


plena si no ha pasado por el arrepentimiento. Muchas
personas desean los beneficios de Dios pero sin haber
arreglado las cuentas del pasado con Él. Piensan que
Dios tiene la obligación de darles y proveerles todo lo
que ellos necesitan, pero se les olvida que es nuestro
deber experimentar un genuino arrepentimiento para
poder mover la mano de Dios y recibir de Él la bendición
completa.

21
La Mujer en el Ministerio
Como hijas tenemos la unción profética

Abraham estaba pasando por un momento muy


difícil en su vida, pues Sara, su mujer, había tomado
una determinación y ya no quería seguir viviendo con
aquella ingrata mujer en su misma casa. Instó a su
esposo para que la echara junto con su hijo.
Más Abraham pensaba que él no podía hacer
eso, porque aquel jovencito era de su propia sangre.
Entonces, Dios le habló: “No te parezca grave a causa
del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere
Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada
descendencia” (Génesis 21:12).

Dios ha puesto en los labios de cada mujer una unción


profética. Nuestras palabras, o dan vida, o dan muerte.
Salomón dijo: “La mujer sabia edifica su casa, mas la
necia con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1). Dios
ha confiado a cada mujer el gran privilegio de edificar
una descendencia para Él. Por ese motivo, el Señor le
dijo a Abraham: Escucha a Sara tu mujer en todo lo que
ella te diga. Lo hizo por causa de su descendencia, Dios
estaba protegiendo toda la descendencia de Israel a
través de la palabra profética de Sara.

Doy gracias a Dios por la vida de mi esposo, pues


no sólo me permitió desarrollarme dentro del ministerio,
sino que siempre me motivó para que yo lo pudiera hacer.

22
¿ Hija o Esclava ?
El hecho de que durante todos estos años pudiera estar
involucrada en el servicio a Dios, trabajando hombro a
hombro con él, me ha hecho comprender que la mujer
posee en sí misma una palabra específica que determinará
el futuro del ministerio. Le escuché decir a mi esposo, en
una reunión que tuvo con sus discípulos en Bogotá, que
no nos debe preocupar el medio que Dios utilice para
hablarnos, lo importante es que lo haga.
Y una vez recibida Su dirección, debemos obedecerle
en todo lo que nos mande. Abraham tuvo que aprender
esta gran lección; Dios le enseñó que la voz femenina
es tan importante como la voz masculina.

Sólo los hijos tienen derecho


de la herencia

Agar, por sentirse esclava, perdió su herencia y


casi la vida. Dios tuvo que intervenir soberanamente
para preservarla de la muerte, a ella y a su hijo. Sara
logró mantener su posición como heredera y por ello,
Dios la honró extendiendo su bendición hasta mil
generaciones. Cuando Pablo escribe a los romanos, les
habla de su posición en Cristo, diciéndoles: “Y si hijos,
también herederos, herederos de Dios y coherederos
con Cristo, si es que padecemos juntamente con él,
para que juntamente con él seamos glorificados”
(Romanos 8:17). En este pasaje podemos destacar que
lo que nos da el derecho de participar de la herencia

23
La Mujer en el Ministerio
celestial es la manera en que nos relacionemos con
Jesús. Cuando dice “si padecemos juntamente con
él”, estoy convencida de que se refiere a algo mucho
más allá de sufrir persecución por causa de nuestra
fe, o padecer necesidades económicas, o atravesar
dificultades matrimoniales. Creo que a donde el apóstol
quiere remitirnos es a la experiencia de la revelación
de la Cruz. Es muy importante entender que todas las
riquezas que Dios reservó para cada uno de sus hijos
están escondidas en la revelación de la Cruz. Aunque
por dieciocho años caminé al lado de César como
“la esposa del pastor”, no fue sino hasta que Dios
quebrantó mi corazón y doblegó mi voluntad que pude
oír Su voz diciéndome: “Hija, lo que has vivido, sólo
ha sido una simple preparación; tu ministerio ahora
comienza”. Después de esto, Dios me fue conduciendo
paso a paso por Su senda, hasta darme la revelación de
Su sacrificio. Después de ello, mi ministerio entró en
otra dimensión, comencé a ser testigo de los milagros
más extraordinarios en un plazo muy breve.

Viva como una hija

La herencia la obtienen aquellos que han padecido


juntamente con Él. Dios le hizo a usted partícipe de la
misma herencia de Jesucristo. Él ha planeado muchas
bendiciones espirituales y materiales para su vida, y
si aún no las ha obtenido es porque posiblemente le

24
¿ Hija o Esclava ?
falta el elemento de la fe. El Señor quiere darle grandes
cosas, pero sin fe es imposible agradar a Dios.

El mismo dijo: “Pídeme, y te daré por herencia las


naciones, y como posesión tuya los confines de la
tierra” (Salmos 2:8).

El apóstol Santiago dijo: “Pedís, y no recibís,


porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”
(Santiago 4:3).

El apóstol Juan dijo: “Amados, si nuestro corazón no


nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera
cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque
guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas
que son agradables delante de él” (1 Juan 3:21, 22).

El adversario sembró astutamente en el corazón de


algunos creyentes la idea de que pedir cosas materiales
es ostentación. Y por este tergiversado concepto
muchos han tenido que batallar contra el espíritu de
pobreza. El enemigo sabe que entre menos recursos
monetarios tengan los creyentes, menor será el impacto
evangelístico en el mundo, porque las iglesias no
tendrán los bienes suficientes para penetrar en los
medios de comunicación. Por eso es tan importante
que los creyentes entendamos nuestros privilegios y los
reclamemos ante el Señor, porque sólo de esa forma

25
La Mujer en el Ministerio
podremos causar un gran impacto en las naciones de
la tierra y lograrlo en muy corto tiempo. Dios anhela
colmar de bendiciones su vida, su casa, su familia, su
iglesia y su nación. Pablo dijo: “El que no escatimó ni a
su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”
(Romanos 8:32). Dios no retuvo a su Hijo, no negoció,
sino que lo entregó, lo dio por el rescate nuestro. El
precio de nuestra salvación fue muy alto, y Jesús lo hizo
para que usted y yo nos podamos sentir como hijas de
Dios y disfrutemos Su herencia en cada una de las áreas
de nuestra vida.

26
Amado Dios: Hoy he descubierto el gran
privilegio que tengo de llamarte Padre.
Aunque sabía que pagaste un gran precio
por mi redención, aún vivía como esclava.
Te pido perdón por haber creído a las
mentiras del diablo, las cuales me llevaron a
vivir una vida de temor, angustia y soledad.
Te pido que hoy me des la revelación del
espíritu de adopción, pues anhelo servirte
con gozo y alegría, sabiendo que tienes un
gran propósito con mi vida. Por medio de tu
Sangre, purifícame de toda culpabilidad y
todo pensamiento que me ha limitado frente
a la maravillosa herencia que has dispuesto
para mí. Espíritu Santo, enséñame a andar
en esa unción profética que tuvo Sara para
disfrutar mi herencia plena en Ti. Declaro
con gozo que desde este día ¡vivo como
una hija de Dios! Gracias, Padre mío, en el
Nombre de Jesús. Amén.

27
La Mujer en el Ministerio

Reflexión 1
“Cuando usted es hija de Dios, puede desarrollar
sus sueños, sus metas y proyectos con mayor
libertad, ya que es partícipe de la herencia y de los
privilegios que el Señor le da”.

Por esta razón es importante que reflexione en los


siguientes aspectos:

1. Cuando somos esclavas nos sentimos temerosas


de que en cualquier momento nos muevan del lugar
donde estamos (líderes, madres, esposas, hijas, trabajo,
etc). De los aspectos mencionados anteriormente en
cuál se siente esclava.
2. El enemigo por mucho tiempo quiso culparla de
los errores y situaciones del pasado. ¿En que área de su
vida se siente aún culpable?
3. Dios extendió Su misericordia a nosotras, por Su
gracia nos amó y nos adoptó como Sus hijas aún a pesar
de nuestros pecados. ¿Siente en su vida la adopción de
nuestro Padre Dios? Reflexione el por qué.
4. Cuando somos adoptadas, adquirimos los mismos
derechos de una hija legítima. Como hija de Dios cuáles
son los derechos que ya adquirió y cuáles le faltan
adquirir.

28
Capítulo 2

Determine
que tendrá
una Familia
Sacerdotal
“Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que
haga conforme a mi corazón y a mi alma;
y yo le edificaré casa firme, y andará
delante de mi ungido todos los días”
(1 Samuel 2:35).

29
E ste es un verso muy especial para mí, pues fue
el primero que le hice memorizar a mi hijas
cuando ellas eran pequeñas. En cierta ocasión, mientras
predicaba en California acerca del mismo, el Espíritu
Santo me mostró que cuando ellas eran sólo unas niñas,
el hacerles repetir esta promesa, estaba marcando su
naturaleza y su futuro. Sé que todo lo que han podido
lograr en Dios, y aún que lo harán por Él, será el fruto
de esta declaración. Cuando ellas lo proclamaban era
un decreto que se levantaba en el cielo y Dios hizo que
se hiciera realidad.

Luego el Espíritu Santo me reveló lo que Ana, la


madre de Samuel, hizo para que esta promesa fuera
efectiva. A pesar de que hubo un tiempo cuando se
practicaba la separación entre madres e hijos, ella
pudo, desde que su hijo era pequeño, pronunciar y
profetizar sobre él. Por eso aunque luego Samuel vivía
en un lugar y Ana en otro, ella tenía paz y él fue ungido
todos los días de su vida. Ore con su esposo al Señor
y pídanle que les revele, cuál es la palabra rhema para
cada uno de sus hijos. Luego profetícenla sobre ellos y
así estarán marcando un futuro de bendición para cada
uno de ellos.

31
La Mujer en el Ministerio

Sin resentimiento en el corazón

Todas las mujeres pasamos por circunstancias donde


aparentemente sentimos que algunas personas son
injustas con nosotras. Todos los seres humanos somos
vulnerables a esto. Tal vez exista alguien que nos
traiciona, que nos decepciona, que nos atropella con
palabras, o alguien que nos hiere constantemente, por
lo que nos sentimos decepcionadas y llenas de rencor
haciéndose difícil el perdonar. Pero quiero decirle que
la primera causa por la cual se puede llegar a perder
toda la bendición que Dios tiene para la mujer, es por
el resentimiento y la segunda cuando se tienen en el
corazón heridas, uno dice que perdona pero no olvida
(la realidad es que no se ha perdonado). Cuando una
mujer aún tiene dolor en su corazón no puede heredar
estas bendiciones, por eso debe cuidarse de no guardar
resentimiento, su corazón debe estar totalmente sano,
para así poder heredar cada una de las promesas que
Dios tiene para su vida.

La sobreprotección a los hijos

Elí perdió el fruto porque sobreprotegió a sus


hijos, pues aunque veía sus faltas nunca los disciplinó
(1 Samuel 2:29). A veces uno tiene una venda en los
ojos y justifica las malas acciones de un hijo, debemos

32
Determine que tendrá una familia Sacerdot
al
pedirle al Señor que imparta un criterio de justicia y que
quite la venda para que tengamos un amor completo
y equilibrado, en el cual se refleje el cariño, pero que
junto a él esté la corrección y la disciplina la cual se
debe ejercer con amor.

Cuando hay un espíritu de sobreprotección, se


pierde el fruto. En el caso de Elí, aunque tenía profecías
de bendición, todas fueron invalidadas y la bendición
que tendría que haber reposado sobre su casa pasó a la
vida de Samuel.

Muchas veces, nuestros padres o abuelos han


permitido la sobreprotección y esto ha traído maldición
a nuestra vida. Debemos orar para que Dios cancele
estos argumentos y así poder ver gran fruto en nuestra
vida y ministerio.

Dios quiere darnos una nueva naturaleza

Leí en estos días la biografía de la reina de Jordania, una


norteamericana que se casó con el rey de ese país. Cuenta que
cuando se comprometió con su esposo, él le hizo muchos
regalos, pero el más especial fue el cambio de nombre. Ella
se llamaba “Lisa”, pero cuando se casó, el rey le cambió el
nombre por “Noor” que significa: “Luz”. Esta mujer comentaba
que en su mente y en sus sueños fue transformada en otra
mujer conforme al nombre que se le había dado.

33
La Mujer en el Ministerio
Algo similar quiere hacer Dios con usted. No es
necesario que se case con un rey de determinada nación
para que el cambio de nombre ocurra, porque usted
se ha casado con el Rey de reyes y Señor de señores,
y el Espíritu Santo es quien le regala dones que son
joyas cuyo valor sobrepasa cualquier precio, los cuales
no pueden ni siquiera compararse con el diamante
más valioso en la tierra. Dios es el que hoy cambia su
nombre. Él cambia la naturaleza de su vida, porque el
nombre marca la naturaleza. Por eso, esta mujer que
se casó con el rey, al recibir el cambio de nombre fue
mudada en otra mujer.

Todos los que hemos tenido la oportunidad de


ser aceptados por Dios, lo primero que llegamos a
experimentar es nuestro cambio de nombre. Los nombres
tienen un gran significado, pues están muy relacionados
con el carácter de las personas. Un ejemplo sencillo:
Todos los centros comerciales tienen un nombre que
los identifica, y por el nombre uno relaciona la clase de
producto que tienen, pues los almacenes a través de los
nombres han logrado determinar la naturaleza de sus
productos.

Algo que aprendemos a lo largo de las Sagradas


Escrituras es la importancia que Dios les daba a los
nombres, pues ellos estaban relacionados con la
personalidad y la naturaleza de cada uno. Abel, el hijo

34
Determine que tendrá una familia Sacerdot
al
mayor de Adán, en relación a los de su época, vivió
muy corto tiempo, ya que muchos llegaban hasta los
setecientos años en aquel entonces. Al ver el significado
de su nombre: “Soplo”, entendemos por qué su vida
fue tan breve. Abraham, quien antes se llamaba Abram
(padre enaltecido) era un hombre que no había tenido
hijos. Su esposa Sara era estéril, pero a pesar de ello él
manifestaba la naturaleza de padre enaltecido y un día
Dios le dijo: Ahora no te llamarás más padre enaltecido,
sino que te llamarás “padre de muchedumbres de
gentes”; Dios le cambió el nombre porque quería que
su marca fuera: Padre de multitudes.

El significado de Isaac es “risa”; cuando él nació


muchos se reían porque Sara siempre dijo: Soy anciana
y si a mi edad tengo un hijo a todo el mundo le dará
risa, éste fue un hijo que trajo mucha alegría y gozo a
su hogar.

Sara antes se llamaba Saraí, lo cual significa: Princesa


triste. Ella era una mujer muy triste porque no podía
concebir hijos, era estéril, pero Dios cambió su nombre
y le dijo que ya no sería más una triste princesa, sino
que desde ahora sería Sara, princesa; el Señor le quitó la
palabra tristeza y la convirtió en una princesa radiante.

Jacob, hijo de Isaac, desde el vientre de su madre


peleó con Esaú, ambos luchaban por su primogenitura.

35
La Mujer en el Ministerio
Esaú se adelantó y nació primero y al hacerlo Jacob lo
tomó del carcañal, como deseando detenerlo para salir
él primero. Rebeca llamó a su primer hijo: Esaú, que
quiere decir: “rojo”, y al segundo lo llamó Jacob lo cual
significa: “El que toma del calcañal o el que suplanta”.
Todos lo llamaban el suplantador o el que quiere tomar
el lugar de su hermano.
Toda su vida él fue así, cuando tuvo un encuentro con
Dios en Peniel, y durante una noche de oración peleó
con el ángel y antes que rayara el alba, él le dijo: Tu te
llamas... y él le contestó: Me llamo Jacob, suplantador
y el ángel agregó: -A partir de hoy tendrás otro nombre
“Un príncipe de Dios” y al ser cambiado su nombre fue
cambiada su naturaleza (Génesis 32: 26-28).

Dios quiere cambiar nuestra


debilidad en fortaleza

Cada una de nosotras tenemos que batallar con


diferentes clase de temores, muchas veces nos espanta
el tener que enfrentarnos a ellos, pero he podido
entender que en las manos de Dios nuestra debilidad
es transformada en una gran fortaleza. Pablo dijo:
“Se siembra en debilidad, resucitará en poder”
(1Corintios 15:43b). Cuando uno muere a su debilidad,
va a resucitar en poder, y eso que era su flaqueza se
convertirá en su mayor fortaleza. Por ejemplo, si su
debilidad era la esterilidad ministerial, en las manos de

36
Determine que tendrá una familia Sacerdot
al
Dios, usted será transformada en una mujer con fruto
abundante para Él, pues el Señor en un momento le
dará las multitudes. Aunque Abraham y Sara no podían
tener hijos, Dios los hizo padres de naciones. Así, la
debilidad de ellos se convirtió en su mayor fortaleza.

Cuando llegamos a Jesús, experimentamos el milagro


que nos hace nacer de nuevo y Dios cambia nuestra
debilidad, convirtiéndola en fortaleza. Yo era una
mujer muy temerosa que no podía hablar en público,
tenía mucho miedo a enfrentarme a los desafíos y a las
conquistas, pero cuando tuve un encuentro maravilloso
con el Señor y nací al ministerio, el temor se fue
disipando y nació el don de la fe. Yo no sé cuál sea su
debilidad, pero Él la hará desaparecer y usted tendrá un
corazón puro como el de un niño. Si su debilidad era
la duda, ésta se extinguirá y nacerá una fe genuina, la
cual le permitirá alcanzar grandes cosas en su relación
con Dios.

Mi madre es un gran ejemplo para mí y una tremenda


líder. Ella hizo un mural en la pared de mi casa (antes
que papá se comprometiera con Dios y que mis
hermanas fueran pastoras) el cual decía: “...Yo y mi casa
serviremos al Señor” (Josué 24:15) y hoy en día tanto
mis padres como mis hermanos, somos una familia que
servimos al Señor. Las circunstancias no la detuvieron,
ella creyó y le cambio el rostro al hogar, aunque vivía

37
La Mujer en el Ministerio
en medio de dificultades y muchos disgustos. Mi mamá
decía que ella y papá eran como el agua y el aceite,
pero el Señor cambió la naturaleza de su matrimonio
y ahora son agua pura. A ella le tomó cuarenta y cinco
años darse cuenta que ambos eran diferentes pero uno
en Dios; a usted puede tomarle sólo un momento.

Hoy el Señor cambia su naturaleza y la transforma


en una mujer firme en la fe y en Su Palabra. Usted
será como una esponja que absorberá cada bendición
preparada por Dios, y Él la verá como una persona que
nunca ha traspasado la ley. Su oración será tan sincera,
que tocará el corazón de Dios y El le dirá que, aunque
tenía un saldo en rojo, su deuda está cancelada.
El Señor entrará en pacto con usted y levantará una
nueva generación que le glorificará, no sólo formada
por sus hijos naturales, sino también por sus discípulas
porque Él quiere darle una familia sacerdotal.

Rut determinó que tendría


una descendencia para Dios

Si estudiamos la vida de Rut, podemos preguntarnos:


¿Por qué la naturaleza de Rut fue cambiada? La respuesta
es: Porque estaba muy cerca de Noemí; llegaron a ser
tan unidas, que la nuera vino a ser verdaderamente
como su hija.

38
Determine que tendrá una familia Sacerdot
al
“Y dijeron todos los del pueblo que estaban a
la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová
haga a la mujer que entra en tu casa como Raquel
y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú
seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén”
(Rut 4:11).

Aquí habla acerca de la misma bendición de Sara, de


Rebeca y de Raquel; Raquel y Lea significan los doce,
es decir la unción ministerial. Rut tenía la unción para
construir una descendencia para Dios y también la tiene
usted. Por eso es tan importante entrar en el ministerio,
porque sumado al propósito que usted ya tiene en su
vida, también hereda estas bendiciones. Ore al Señor
para que le dé la bendición de Raquel y Lea para edificar
casa para Él, sabiendo que todo lo que usted sea y haga
marcará la naturaleza de sus hijos. Cuando un rey era
bueno, su madre era alabada; cuando era malo, ella era
la mala; vemos que de tal madre, tal hijo. La mujer tiene
una tremenda influencia sobre la familia.

1. Rut fue una mujer de pacto

Usted debe ser una mujer de pacto, debe tener


un pacto de amor con Dios, no importa su edad, su
nacionalidad o su posición económica. Este pacto,
cuando es hecho de corazón, influye en todos los
aspectos de la vida. Si es una mujer de pacto en su

39
La Mujer en el Ministerio
matrimonio, nunca pensará en otra persona que no sea
su cónyuge, sabiendo que el día que se casó, formó una
familia para toda la vida. Si es una mujer de pacto en su
trabajo, dará lo mejor de usted en ese lugar y trabajará
no como para el hombre sino como para el Señor. Si es
madre de pacto, enseñará a sus hijos en el camino de
Dios. Ser una mujer de pacto es serle fiel a Dios en el
lugar donde Él la ha puesto.

Muchos cristianos cambian de Iglesia muy a menudo,


no se comprometen, por lo cual sus vidas ministeriales
carecen de propósito. Si usted hoy decide ser una
mujer de pacto, verá a su Iglesia como el lugar donde
recibe un excelente alimento espiritual, un lugar donde
anhela que sus hijos crezcan, un lugar donde puede
echar raíces. Rut era una mujer de pacto y aunque su
esposo había fallecido, tomó la decisión de acompañar
a su suegra Noemí, quién había quedado desamparada
y sin familia. Ser una mujer de pacto le abrió la puerta
de mayor bendición para su vida.

2. Rut fue una mujer que trabajaba


con determinación (Rut 2:2)

Rut y Noemí tuvieron que regresar a las tierras de


Moab, a Israel, la cual era la tierra de origen de Noemí.
En aquel momento había gran hambre en esa tierra y
ambas estaban muy empobrecidas.

40
Determine que tendrá una familia Sacerdot
al
Rut, al llegar, decidió hacer trabajo de sierva.
Trabajaba desde muy temprano sin descansar en todo
el día, para llevar a su casa el sustento para Noemí y
para ella, sabía que esa era la voluntad de Dios para ese
momento de su vida.

Siempre lo primero que el Señor pide es obediencia


antes que cualquier sacrificio, Dios tuvo que desechar
a Saúl, por su falta de determinación en obedecer
plenamente Su palabra y luego fue reemplazado por
David. Dios se agradó de Rut, porque ella sabía en lo
profundo de su corazón, que toda la bendición que
ella necesitaba estaba dentro del pueblo de Dios; y por
tal motivo ella determinó que el Dios de Noemí, sería
también su mismo Dios.

Es importante que cada mujer que lee este libro, se


determine a servir a Dios con todo su corazón y aplique
correctamente los pasos de la visión, comprometiéndose
con ella en un cien por ciento, pues el tamaño de su
ministerio, será el resultado del equipo de doce que
usted haya logrado conformar. El éxito de nuestras
discípulas es también nuestro; si ellas crecen, también
crecemos nosotras.

He observado que una de las características más


importantes de las personas que alcanzan el éxito en la
vida, es porque trabajan con determinación.

41
La Mujer en el Ministerio
3. Rut fue sabia en la decisión que
tomó al elegir a su compañero

El deseo del corazón de esta mujer era solamente


levantar una descendencia para Dios. Al leer el Antiguo
Testamento descubrirá que el deseo del corazón de
Dios, siempre fue levantar familias enteras que le sirvan,
y Rut sabía esto.

Ella era una mujer joven y hermosa, pero sabemos


que Rut no había llegado a aquel lugar a buscar esposo.
Muchas personas asisten a la Iglesia para ver si allí
encuentran a alguien decente con quien compartir
su vida. Éste no debería ser el motivo por el cual nos
acercamos a Dios, sino que debemos buscarle a Él de
todo corazón, sabiendo que todo vendrá por añadidura.

Rut propuso en su corazón ser de bendición a


Noemí, al tener el enfoque correcto, tomó la decisión
correcta. Es muy importante que usted no se equivoque
en la elección de su compañero. Las personas que han
logrado el éxito son aquellas que han sabido elegir bien
a nivel sentimental. Rut eligió a un hombre llamado
Booz. Aparentemente era un hombre mayor, pero era
un hombre que tenía una bendición y una herencia
sacerdotal. Booz juntamente con Rut concibieron un hijo
llamado Obed, de cuya descendencia nació el Mesías.

42
Rut llegó a ser una mujer que marcó la historia,
porque fue una mujer de pacto, y esto trajo grandes
riquezas y bendiciones a su vida.

Quizá años atrás hizo un pacto con el Señor, el cual


aún no ha cumplido. Hoy puede renovar su pacto de
consagración y entrega a Él. Si aún no ha hecho pacto
con Dios, puede hacerlo ahora mismo. Prométale que
le será fiel, que le servirá, que le amará y levantará
una generación santa para Él. Haga pacto con Dios
diciéndole que será fiel a su llamado y a su Iglesia, que
le será fiel en sus diezmos y ofrendas y al hacerlo, se
sorprenderá de las puertas de bendiciones que se abren
para usted.

43
La Mujer en el Ministerio

Amado Señor: Una vez más me acerco


a Ti reconociendo cuánto te necesito.
Anhelo, de todo corazón, ser como Ana,
quién supo profetizar vida sobre su hijo
Samuel. Reconozco que no siempre he
hablado lo correcto respecto de mis hijos,
pero hoy, la revelación de tu Palabra me
ha transformado. Cambia, oh Dios, mis
debilidades en fortalezas, dame un nuevo
nombre y enséñame a vivir según mi
nueva naturaleza en Cristo. Padre mío,
quiero ser como Rut, una mujer de pacto,
determinada, de firmes convicciones,
sabia y humilde. Quiero ser una mujer
que levante una descendencia para Ti.
Dios mío, anhelo ser esa mujer que Tú
has soñado que yo sea desde la eternidad.
Recibe todo mi amor y mi gratitud, en el
Nombre de Jesús. Amén.

44
Reflexión 2
“ Como mujer, tiene una gran responsabilidad
frente a su familia, ya que a través de sus palabras
le dará el rostro a sus generaciones naturales y
espirituales”.

1. Reflexione qué tipo de palabras ha hablado sobre


sus hijos naturales o espirituales, y pídale al Espíritu
Santo que le ayude a profetizar sobre ellos bendición.

2. La corrección y la disciplina deben hacerse con


equilibrio y amor, algunas veces sentimos temor de
ejercerla y nos volvemos sobreprotectoras para con
nuestros hijos, trayendo como consecuencia la perdida
del fruto ministerial y la destrucción de ellos. Reflexione
en qué ha sido permisiva con sus hijos y qué actitud
debe tomar frente a sus discípulas.

3. Muchas veces nos espanta el tener que enfrentarnos


a nuestros temores, pero es muy importante que
entienda que en las manos de Dios nuestra debilidad es
transformada en una gran fortaleza. Escriba una lista de
cuáles son sus temores y, junto a ella, cuál es la fortaleza
que le gustaría que se manifestara en su vida.

45
La Mujer en el Ministerio
4. Ser una mujer de pacto es serle fiel a Dios en el
lugar donde Él nos ha puesto. Como madre enseñará a
sus hijos en el temor de Dios, será la esposa que respeta
a su marido en todo, en su trabajo entregará lo mejor
de usted y en el ministerio el fruto será su fortaleza. ¿Se
considera una mujer de pacto permaneciendo fiel en el
lugar donde Dios la ha colocado?

46
Capítulo 3

Aprendiendo a
escuchar la voz
de Dios
“ Entonces les tocó los ojos, diciendo:
Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Y los ojos de ellos fueron abiertos”
(Mateo 9:30a).

47
Dios quiere abrir nuestros ojos y oídos

U no de los mayores milagros que el Señor anhela


hacer en nosotras es abrir nuestros ojos y oídos.
Usted dirá: “Pero si yo veo y escucho perfectamente, no
tengo ningún problema con ello”. Sin embargo, usted
necesita otros ojos y otros oídos. Durante veintidós años
de mi vida cristiana, Dios me permitió ver solamente a
través de mis ojos físicos y le doy gracias porque no
nací ciega ni sorda. Yo conocía de las historias bíblicas,
cualquier pasaje que alguien compartiera de la Biblia,
yo más o menos tenía idea acerca de él. Si era de Moisés,
sabía que era el que había sido salvado de las aguas; si
mencionaban a Abraham, conocía que era el padre de
la fe; si compartían de la conversión de Pablo, sabía que
era quien persiguió a la iglesia. Pero durante veintidós
años, no vi milagros extraordinarios en mi vida. Era
una mujer aparentemente cristiana pero no vivía en lo
sobrenatural.

Cuando viajamos de Bogotá a la ciudad de Houston,


después del atentado, mis hijas salían a estudiar y
yo quedaba en casa. Rápidamente hacía los oficios
en el hogar lo cual me dejaba tiempo suficiente para
entregarme de lleno a la oración, esto me ayudó a crecer
en mi intimidad con el Espíritu Santo. Durante uno de
esos momentos especiales con Él, me dijo:

49
La Mujer en el Ministerio
“Hija, quiero mostrarte algo. Amada hija, a partir de este
instante abriré tus ojos y tus oídos espirituales para que
puedas contemplar Mis maravillas y puedas oír Mi voz.
Tú ves el mundo natural pero no puedes ver el mundo
espiritual, sabes de la Biblia como si fuera historia, como
si se tratara de la historia de Colombia, de la historia de
Norteamérica, de la Segunda Guerra Mundial... pura
información. Pero no tienes oídos para escuchar mi voz.
Yo nunca he hablado que quien sólo lee la Biblia tendrá
fe. Yo he dicho en mi Palabra que quien oye mi voz por
medio de mi Palabra, tendrá fe”. Yo nunca había pensado
que era ciega, pero en esa ocasión, tuve que admitir mi
condición.

Si para usted no ha sido real el mundo espiritual, quiero


advertirle que muy probablemente sea porque sólo ha
estado viendo el mundo natural. La buena noticia es que
a partir de ahora, Dios quiere abrir sus ojos espirituales
para que pueda ver los más grandes milagros que sólo
Él puede realizar. Usted verá lo que vio Moisés: La tierra
prometida. Usted experimentará lo que enfrentó Josué:
Una ciudad fortificada llamada Jericó. Delante de ésta
exclamó: Esas murallas caerán. Y ante la vista de todo el
pueblo, las murallas se derrumbaron y el pueblo tomó
posesión de aquello que el Señor les había prometido. Al
conocer a Jesucristo, nos fueron concedidas infinidad de
promesas junto con la salvación, pero a lo mejor usted
no ha podido ver muchas de ellas cumplirse aún.

50
Aprendiendo a escuchar la voz de Dios

La fe nos ayuda a apropiarnos


de las promesas

El Señor ha prometido que usted y su casa serían


salvos (Hechos 16: 31) pero quizás aún no tenga un
esposo comprometido que verdaderamente viva en el
camino de Dios, o tal vez tiene un hijo rebelde que le
ha hecho sufrir demasiado. La Biblia nos dice que la
prosperidad es para el justo, pero tal vez usted vive
en la esclavitud de dos o tres trabajos, y todavía no
tiene la bendición plena en el área financiera. Lo que
hoy necesita es escuchar la voz de Dios. En la Biblia
podemos observar dos tipos de significados para el
vocablo “palabras”: Uno “rhema” y el otro “logos”.

Yo puedo hablar el logos de Dios (que es la Palabra


escrita), sin embargo eso no traerá la fe. Pero para
obtener la rhema implica algo más, estar horas y horas
en la presencia de Dios. Uno cree que tiene una vida
productiva cuando se la pasa corriendo de un lado al
otro, cuando tiene muchas cosas para hacer, porque se
nos ha dicho que aprovechemos muy bien el tiempo.
Para redimir ese tiempo han sido de mucha utilidad la
creación de los productos instantáneos como: El café
instantáneo, la leche instantánea, la sopa instantánea y
muchas otras cosas más.

51
La Mujer en el Ministerio
Hoy en día todo es instantáneo. Pero con la oración
no puede ocurrir lo mismo, pues Dios nos responde
sólo cuando perseveramos en ella.

La oración no puede ser instantánea

Si usted quiere oír la voz de Dios, debe invertir tiempo


en ello. Esto es muy importante pues al escuchar la voz
del Señor, la semilla de fe es impartida a nuestra vida.

Durante siete meses estuve orando, y fue en ese lapso


que, por primera vez, pude alcanzar la verdadera fe en
mi corazón. Considerando que llevaba más de veinte
años de cristiana y más de dieciocho años casada con
un hombre de Dios, nunca había obtenido la semilla de
la fe que opera milagros. Pero cuando escuché la voz
del Señor que me dijo: “Hija, no vas a conformarte con
saber lo que pasó con Pedro en la Biblia, lo vas a vivir.
Él fue testigo de la multiplicación de los panes y los
peces y fue protagonista de la pesca milagrosa. Si crees,
tú también vas a verlo, porque en este momento te daré
vista y vas a ver miles de mujeres en una sola reunión.
Lo que tú no has logrado durante toda tu vida, en una
sola reunión lo verás, te daré una nación de mujeres”.
Si a través de mi testimonio había ganado en aquel
tiempo diez o veinte mujeres, creo que era mucho. Las
hubiera podido contar con los dedos de mi mano. Pero
oí la voz de Dios y eso cambió mi vida.

52
Aprendiendo a escuchar la voz de Dios
Dios quiere abrir nuestros oídos

Miremos lo que dice Isaías “Jehová el Señor me


dio lengua de sabios, para saber hablar palabras
al cansado; despertará mañana tras mañana,
despertará mi oído para que oiga como los sabios.
Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde,
ni me volví atrás” (Isaías 50: 4-5). Usted necesita oír la
voz de Dios, necesita que sus oídos sean abiertos para
escuchar Su voz. Cuando yo aprendí a oír la voz del
Espíritu Santo, descubrí una intimidad mayor con Dios.
Él comenzó a hablarme por medio de Su Palabra, y uno
de los mayores testimonios que tengo al respecto, es la
promesa que me dio para la primera pesca milagrosa,
la cual se encuentra en el libro de Lucas capítulo cinco.
Gracias a que escuché Su voz y creí a Su Palabra, pude
ver veinte mil mujeres reunidas en el Coliseo, de Bogotá,
de las cuales tres mil entregaron su corazón a Dios. Fue
como ver una nación toda para Dios, una nación de
mujeres.

Necesitamos ver

Ver es poseer, y esto sí que lo sabe el diablo, por eso


siempre está tratando de poner imágenes inapropiadas
ante nuestros ojos. Cuando las revistas pornográficas llegan
a manos de un joven, esa semilla cautiva su mente y luego
se transforma en el fruto de la promiscuidad sexual.

53
La Mujer en el Ministerio
Dios creó el matrimonio para que dentro de él
podamos disfrutar de una vida sexual sana y santa,
acorde con lo que enseña la Biblia. Pero, cuando el
enemigo pone imágenes inadecuadas, está sembrando
lascivia, adulterio y fornicación. Podemos ver entonces
que las imágenes y las visiones se aplican tanto para el
bien como para el mal.

¡Usted hoy necesita ver lo que el Espíritu Santo


quiere revelarle! Él fue enviado para mostrarnos lo que
debemos ver, para lo cual es muy importante saber
escuchar Su voz. A través del profeta Isaías, el Señor
dijo: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de
la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más” (Isaías
45:22). Cuando pasamos tiempo delante de la presencia
de Dios, El nos revela las verdades del mundo espiritual.
Debemos entender que por la fe en Jesús recibimos una
nueva naturaleza, la cual es espiritual, y se fortalece a
medida que nos relacionamos íntimamente con Dios, Él
pondrá Su deseo dentro de nuestro corazón por medio
de imágenes, para que nosotras por medio de la fe nos
apropiemos de ellas, y en oración las veamos hechas
realidad en cada una de nuestras circunstancias.

Creo que hay algo peor que el no ver, esto es creer


que uno ve, pero en realidad estar completamente
ciego. Si usted vive una vida religiosa, si no ama
apasionadamente a Jesús, si no ama la oración, si no ve

54
Aprendiendo a escuchar la voz de Dios
milagros día a día, si es esclava del trabajo, si maldice, si
tiene amargura en su corazón, no está viendo lo que el
Espíritu quiere que vea. Si sale el domingo de la iglesia
llena de fe, pero ya el lunes esa fe coge alas y se va, no
está viendo con sus ojos espirituales.

Hoy necesita ver y escuchar

En este día usted necesita un doble milagro: Recibir


la vista y la audición espirituales para poder ver los
milagros divinos y para escuchar la voz del Espíritu
Santo.

Cuando fui a Seúl, en una reunión donde habían


cien mil mujeres, entendí que ver es poseer, por eso
declaré: “Ya poseo cien mil mujeres”. Pero era necesario
ganarlas primero en oración, para que luego se vieran
en lo natural.

Yo no sé cuál es el milagro que usted necesita hoy,


pero le sugiero que pida dos cosas: Que sus ojos puedan
tener visión y que sus oídos sean abiertos. Ciertos
ciegos se acercaron a Jesús, y lo único que Él les dijo
fue: “¿Creen que puedo hacer esto?”. Todo dependía de
la respuesta de estos dos ciegos. Hoy yo le pregunto:
“¿Cree que Dios puede darle la vista? ¿Cree que su oído
será abierto?”. Si cree, así será. Conforme a su fe será
hecho.

55
La Mujer en el Ministerio
Cuando usted ve lo que Dios quiere que vea, se
convierte en una persona extraordinaria. Cuando
escucha la voz del Espíritu Santo, recibe la fe que
mueve montañas, visualiza a la gente venir, visualiza las
sanidades, visualiza la liberación, ve cómo la rebeldía
sale del corazón de las personas. Pida al Señor que
abra, mañana tras mañana, su oído para que oiga como
los sabios Su voz, entonces no tendrá que acudir al
Internet o a la televisión (que muchas veces nos quitan
la poquita fe que tenemos), sino que irá a la Palabra
de Dios, al logos, que luego el Señor transformará
en rhema. Ese rhema le impartirá la semilla para que
los milagros ocurran. Luego tendrá una palabra para
su esposo, para sus hijos, para las discípulas, porque
tendrá la lengua como de sabio.

Debemos activar nuestra fe

Ponga sus manos sobre los ojos y diga:

“ Dios, te pido perdón porque he tenido la vista


muy corta, porque no he visto milagros en mi vida
ministerial. Soy ciega y hoy te pido que me des la
vista. Quiero ver, quiero conquistar, quiero poseer.
Dame la vista para tener la visión y la provisión, te
lo pido, Señor, en el Nombre de Jesús. Amén.”

56
Aprendiendo a escuchar la voz de Dios
El Espíritu Santo le estará tocando, estará abriendo sus
ojos para que vea lo que Dios quiere hacer en el mundo
espiritual, traerá aquellas imágenes que usted necesita
ver: De multiplicación, de sanidad, de liberación, de
abundancia y de restauración familiar. Podrá ver con
claridad todas las promesas que hay en Su Palabra para
usted y verá la salvación de su nación.
Ahora, allí donde se encuentra, ponga sus manos
sobre los dos oídos y repita esta oración:

“Dios, hoy te pido perdón porque no he escuchado


Tu voz, y por eso no he tenido fe. Mi vida ha sido
difícil. He andado en la lógica, he dudado de
Tus promesas y de Tu protección. Te pido que me
perdones y que hagas un milagro en mí. Abre
mis oídos para escuchar Tu voz. Cada mañana,
despierta mi oído para que oiga como los sabios. Lo
pido, Señor, en el Nombre de Jesús. Amén”.

Permítame ahora orar por su vida, para que Dios


haga el milagro.

“Dios, con la autoridad que Tú me has dado,


reprendo toda oposición espiritual, todo aquello
que ha impedido que esta mujer obtenga tu rhema.
Reprendo de su vida espiritual todo obstáculo
que no ha permitido que sus oídos oigan; hoy
éstos son abiertos en el Nombre del Señor Jesús.

57
La Mujer en el Ministerio
Proclamo que la semilla de fe estará en ella y
conquistará. Mañana tras mañana oirá Tu voz y
no estará mendigando en sus oraciones, ni dudará
ya más de Tu Palabra, sino que verá milagros
extraordinarios. Verá la tierra prometida y también
la poseerá. Es a través de la fe en Cristo Jesús, Señor
nuestro que lo pido. Amén y amén”.

Cuando hay visión, hay provisión. Si usted ha estado


luchando en el área económica, es porque no tuvo visión.
Pero hoy la ha recibido del Señor. Repita en voz alta:
“Si yo tengo visión, tengo provisión”. En este momento
cierre sus ojos físicos y abra los espirituales y visualice
el milagro que necesita: Vea que su jefe le asciende
en el puesto, vea que va al banco y que allí descubre
que le aumentaron el sueldo, vea que recibe un trabajo
mejor, vea que paga todas sus deudas, visualícese sana,
veáse libre, vea que su familia va con usted a la iglesia...
¡vea el milagro que necesita! La visualización es muy
importante. Es imprescindible que esa imagen clara
ruede en su mente, porque eso ayudará a su fe. Esto es
algo que debe hacer todos los días.

58
Reflexión 3
“ Seguramente asiste a la iglesia todos los domingos,
conoce acerca del Señor hace ya varios años y
concurre fielmente a su célula, pero tal vez no ha
logrado ver los milagros extraordinarios que Dios
tiene para su vida. Recuerde que el Espíritu Santo
quiere abrir sus ojos y oídos para que pueda entrar
en el mundo de lo sobrenatural”.

Para ello es importante que tome un tiempo para


analizar lo siguiente:

1. Para tener una comunión más íntima con el


Espíritu Santo es necesario que reconozca que necesita
dos milagros: Recibir ojos y oídos que le permitan ver
el mundo espiritual, y esto sólo se obtiene mediante
la oración y la lectura de la Palabra. ¿Cuánto tiempo
invierte a diario en ello?

2. Al leer este capítulo encontrará lo que significa


“rhema” y “logos”. A partir de hoy, hágase el propósito
de buscar la palabra de fe (el rhema), en su vida, para
que la semilla de fe opere los milagros que tanto
anhela.

59
La Mujer en el Ministerio
3. Que sus ojos puedan tener visión y que sus oídos
sean abiertos, depende de su respuesta. ¿Cree que Dios
puede darle la vista y que sus oídos serán abiertos?”. Si
cree, así será. Conforme a su fe será hecho. En oración
entregue esas áreas en que se ha sentido ciega y quizás
sorda, clame a Dios diciéndole que anhela escuchar Su
voz y que desea ser una mujer con visión.

Ahora: Active su fe.

60
Lo que Dios
Capítulo 4

puede hacer a
través de una
Mujer
“ En el amor no hay temor, sino que el
perfecto amor echa fuera el temor”
(1 Juan 4:18a).

61
E s muy importante que cada mujer llegue a
comprender que dentro de ella existe una
riqueza puesta por Dios, la cual sólo puede ser revelada
y manifiesta por medio de la fe. La fe se encuentra
dentro de nuestro espíritu y podemos llegar a conocer
nuestro ser espiritual por medio del conocimiento de
las Escrituras, pues Ella nos revela quiénes somos y
quiénes podemos llegar a ser para Dios. Sé muy bien
que la estrategia del enemigo es que la mujer ignore el
potencial que Dios ha puesto en su interior, pues si lo
logra, es el medio que tiene para mantener a la mujer
con un concepto bajo de sí misma, lo cual hará que
sea más fácil para el adversario doblegar su voluntad,
anulándola de tal manera que no se levantará contra él
en guerra.

Dios dijo que la mujer haría guerra contra el


adversario, pero muchas mujeres están en una guerra
desigual, pues ignoran a su adversario, mientras que
él sabe muy bien quienes son ellas; pero Dios ha
establecido que a través de la simiente de la mujer
llegué la derrota del adversario.

63
La Mujer en el Ministerio
En la época de los jueces Débora le profetizó a
Barac que debía enfrentarse contra el ejército de
Sísara, y éste le respondió: “Si tú fueres conmigo, yo
iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Ella dijo: Iré
contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada
que emprendes, porque en mano de mujer venderá
Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con
Barac a Cedes” (Jueces 4:8,9). Dios levantó en Israel a
una mujer llamada Débora, la cual tenía una poderosa
unción profética, esto le permitió juzgar a la nación de
Israel. Ella reafirmó lo que Dios ya había decretado en
la antigüedad, cuando dijo a la serpiente: La simiente de
la mujer “...te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar” (Génesis 3:15b). Por esta razón el adversario
siempre ha tratado de anular a la mujer, para que ésta
no se levante con fuerza para vencerlo.

Cuando iniciamos la obra en Miami, nos tocó


aplicar nuevamente todos los principios que habíamos
enseñado a nuestro liderazgo anteriormente. Fue algo
tan hermoso volver a tener nuestra primera célula, volver
a soñar con las multitudes, pues a veces lo especial y
emocionante de esos momentos se nos olvida, es como
cuando la mujer tiene ya sus hijos grandes y de nuevo
queda embarazada, tiene que volver al ABC de la
crianza. Algo similar nos sucedió cuando nos mudamos
a la Florida; tuvimos que iniciar con el ABC de la visión
y cuidar de cerca a cada persona.

64
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
Al poco tiempo de establecernos allí me enfermé,
lo cual fue consecuencia del atentado que habíamos
sufrido en Colombia, en el que recibí un disparo, que
entró a través de mi brazo izquierdo y se alojó a dos
centímetros de mi corazón. Cuando me hacían las
curaciones sin anestesia, el dolor era tan insoportable
que un gran resentimiento surgía en mí, preguntándome
por qué esa adversidad había llegado a mi vida. Un
día concurrí a un consultorio médico en la ciudad de
Miami, pues tenía fiebre, dolor y algo de infección
en una de las cicatrices del seno. El doctor mandó
llamar a dos señoras bastante corpulentas para que me
ayudaran. No veía la necesidad, hasta que el doctor les
dijo: “Sujétenla mientras le sacamos la materia”. En ese
momento, sentí uno de los dolores más grandes que
jamás había experimentado, pues esto no se podía tratar
con anestesia. Sé que aquello fue un ataque contra mi
salud. Pero al pasar por esta prueba, el Señor me llevó
a comprender las diferentes etapas que vive el siervo de
Dios, y me dijo: “Mi perfecta voluntad es que mis hijos
sean bendecidos en todas las áreas de su vida”.

Hacer la voluntad de Dios, nos hace sentir satisfacción,


es algo indescriptible, uno siente paz porque sabe que
está en el centro de Su voluntad; esto se transforma en
una muralla de protección que Él pone alrededor de
nuestras vidas. Nadie en este mundo, por más santo
que sea, quiere pasar por el sufrimiento.

65
La Mujer en el Ministerio
Nadie quiere beber la copa de la enfermedad, ni
de la opresión, ni de un hogar destruido. Cuando uno
entiende que a veces Dios usa el sufrimiento para traer
una gran bendición, le ayuda a soportar cada prueba
con paciencia y amor. Debemos discernir cuándo es
el ataque del enemigo y cuándo Dios está usando una
prueba para madurarnos. Por eso, entendemos que el
hacer la voluntad de Él implica soportar todo tipo de
pruebas; pero también implica preparación.

Dios quiere bendecir cada


área de nuestra vida

Este es un principio muy importante que como mujer


usted debe grabar con fuego en su corazón y en su
mente, aunque la realidad o las circunstancias muestren
lo contrario. La única verdad es que Dios quiere
bendecirla en todas las áreas de su vida. El apóstol
Juan dijo: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado
en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma” (3 Juan 2).

Cuando visité al médico, en Miami por causa de la


infección, fue en la misma fecha que teníamos nuestro
primer Encuentro, al cual no pude asistir por causa del
dolor y una alta fiebre, pero el Señor en esta ocasión
me hizo ver que toda sierva de Dios debe pasar por la
prueba.

66
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
Las pruebas, peldaños para
alcanzar las bendiciones

Para una creyente, las pruebas se transforman en


peldaños para conquistar las bendiciones, esto sucede si
se toma una actitud correcta frente a ellas. Usted puede
tener una actitud de queja, o puede reprocharle al Señor
que le está fallando, pero si toma la actitud correcta
frente a la adversidad, ésta puede tornarse beneficiosa.
El Señor me hizo ver que, aunque queremos conocerle,
Él no se revela en Su totalidad, porque Él es un Dios
velado, se revela por medio de las circunstancias.

Si queremos conocer a Dios como Jehová Rafa (el


Señor que sana) tal vez Él permita una enfermedad para
lograr esta bendición. Esto fue lo que Dios me hizo
entender. El me dijo: “Hija, Yo permití esa enfermedad;
Yo permití el dolor porque quiero que me conozcas
como el Dios que sana, el Dios Rafa” (Exodo 15:26).

Nunca había sentido tanto dolor físico en mi vida,


ni siquiera cuando tuve a mis hijas. Fue un sufrimiento
indescriptible, como una llaga en carne viva, una llaga
que me hizo recordar las heridas de Jesús. ¡Cómo debió
haber sufrido Él! Por mucho tiempo yo no oré por
milagros de sanidad, ni visualicé a los enfermos siendo
sanados. Pero, desde la experiencia de la cirugía a este
momento, le he pedido al Señor que siempre en las

67
La Mujer en el Ministerio
reuniones envíe Su unción de sanidad, pues sé cuán
terrible es la enfermedad.
Gracias a Dios, ahora estoy sana. Jehová Rafa era una
faceta de Dios que no conocía, tenía el conocimiento
bíblico, el logos de Dios, pero no tenía el rhema, no lo
había experimentado aún.

Debemos sentirnos amadas

Usted hoy puede sentirse amada por Dios, como


nunca antes. El primer paso para lograrlo es aceptarse
tal como es; para ello, debe perdonarse a sí misma en
aquellas áreas donde dio lugar a la culpabilidad. Hay
mujeres que les resulta fácil perdonar a otros, pero no
pueden perdonarse a sí mismas.

Una mujer que fue a uno de nuestros Encuentros me


dijo que a partir de ese momento su vida cambió por
completo, pues había logrado perdonarse a sí misma.
Luego de estar viuda por quince años, se enamoró de
otro hombre. Siempre había sido una mamá que dio
buen ejemplo a sus hijas, pero empezó a sentirse enferma
y tenía hemorragias continuas. Un día decidió ver al
médico, y para su gran sorpresa, el dictamen fue que
estaba embarazada. Ella me decía que ése fue el peor día
de su vida, hasta deseó morirse. Pensaba en la reacción
que tendrían sus hijas, en lo que murmuraría la familia,
pues una cosa es que la hija fracase sentimentalmente,

68
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
pero otra es que lo haga la mamá. Esta mujer, en medio
de su desespero, fue a una clínica de abortos, allí le
dijeron que no podían practicárselo, porque ya tenía
seis meses de embarazo y hacerlo pondría en riesgo
su vida. Esta mujer prefería morirse antes de tener que
soportar la vergüenza frente a sus hijas, pero cuando vio
en el monitor el bebé, se despertó en ella el sentimiento
materno y desistió de la idea de practicarse el aborto.
Hoy, ese bebé tiene ya diez años, es una hermosa niña,
pero a pesar de todas las satisfacciones que su hija le
había traído, esta mujer no se podía perdonar. Mientras
estaba en el Encuentro y empezaron a hablar de cómo
el Señor Jesús fue rechazado para que ella fuese
aceptada, pudo entender que su fracaso y su vergüenza
Jesús ya los había llevado en la Cruz y que Él había
muerto especialmente por ella. Al comprender esto y
despojarse de toda su carga, pudo perdonarse y aceptar
el perdón de Jesús. En nuestra conversación, ella me
aseguró que era una persona antes y otra después del
Encuentro, ahora estaba feliz porque podía sentirse
aceptada por el Señor.

Siéntase usted también amada por Él, este es un


sentimiento que podrá experimentarlo en su tiempo de
oración. Si le pide al Señor sentirse amada, mimada y
estar en Sus brazos, seguramente no querrá bajarse de
ellos.

69
La Mujer en el Ministerio

Debe buscarse una verdadera unidad


en la familia y el equipo

En Florida, Estados Unidos, había un principado que


pude detectar a los seis meses de haber llegado. Era uno
de división y disensión entre los hermanos (naturales y/
o espirituales).

Sé por experiencia que cuando se quiere formar un


equipo sólido, aparecen circunstancias para que haya
roces entre las personas, porque el diablo no quiere
que la unidad se alcance.

En el punto anterior hablábamos acerca de la importancia


de que usted se sienta amada por Dios. Él comienza su
obra en nosotros primeramente y luego trae la revelación
a nuestro grupo, Él es un Dios de orden. No importa en
qué equipo de doce estemos, el Señor comienza a ordenar
la casa desde la cabeza (los doce) y luego continúa con
todos sus hijos los cuales son miembros de la iglesia.

Debemos pedirle al Espíritu Santo que traiga una unidad


proveniente de Él. Sabemos que en el grupo hay diferentes
personalidades y algunas personas son más efusivas que
otras. De pronto, al principio a uno no le interesa que su
compañera de equipo cumpla con las metas, sino que uno
las alcance.

70
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
La esencia de la naturaleza humana es un poco
egoísta, pero el Espíritu Santo en el transcurso de los
Encuentros, Reencuentros, tribulaciones y más pruebas,
va quitando el egoísmo de nuestro corazón.

Cuando uno llega al momento del desprendimiento


total de esa semilla de egoísmo, es cuando Dios puede
usarnos grandemente. Él nos ayuda a aceptarnos
verdaderamente las unas a las otras.

En el trabajo pastoral vemos a discípulos que se van


pasando de una célula a otra, pero no podemos permitir
que esto afecte al equipo, uno tiene que saber que lo
más importante es mantener buenas relaciones entre
nosotras. Algunas personas no toman un verdadero
compromiso, sino que están un tiempo con una líder
y otro tiempo con otra, pero lo primordial es guardar la
relación entre las consiervas. Al analizar la oración que
Jesús hizo por su equipo de doce, nos damos cuenta de
que Él pidió que seamos uno entre todos los hermanos,
así como Él y el Padre son uno (Juan 17:22).

En Colombia, Dios nos ha permitido ver el fluir


de una gran unción, porque hemos logrado llegar
a la unidad después de mucho trabajo. Al principio
cada uno trabajaba por su propio ministerio y no se
relacionaba mucho con los demás, pero el atentado
fue una adversidad que unió a todo el cuerpo pastoral.

71
La Mujer en el Ministerio
Un líder de otra iglesia de Colombia llamó a César para
felicitarlo, asombrado del crecimiento tremendo que
estaba sucediendo en la iglesia, porque acudian ríos de
gente que no cabian en el Coliseo; todo porque en la
unidad está la fuerza.

Es muy importante que aprendamos a aceptarnos


entre nosotras, esto no quiere decir que no podamos ser
sinceras con alguna hermana frente a una actitud que no
nos haya agradado, pero es muy importante que todo lo
que hagamos o digamos sea hecho con mucho respeto.
Esta es una verdad que también debemos aplicar no
sólo con nuestras discípulas, sino también con nuestros
hijos. Siempre debemos hablarles en amor, respetarlos
y tener mucho cuidado en el trato.

Debe ser muy respetuosa


con sus consiervas

Es imprescindible que usted se sienta aceptada en


el equipo y que a la misma vez acepte a los demás tal
como son. Para lograrlo es importante el amor, porque
cuando una se siente amada, también empieza a sentirse
aceptada. Al desarrollar una verdadera amistad en el
equipo, empezamos a comunicar sentimientos y aprecio
hacia la gente a un nivel más profundo. El equipo de
doce tiene que llegar a un nivel de comunicación más
íntima, (no sólo de información) a nivel espiritual y

72
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
personal en donde siempre hayan sentimientos de
consideración y respeto por cada una.

Todo esto es el resultado de un proceso de siembra


y cosecha, porque primeramente es usted la que tiene
que sembrar. Si se siembra amor, recibirá amor y al
sentirse amada se sentirá aceptada.

Nunca permita un espíritu de competencia entre


las consiervas, sino que cada una actúe con humildad.
Cuanto una más crece, más humilde debe ser, dando
siempre toda la gloria a Dios.

Debemos entender que las ovejas que pastoreamos


no son nuestras, sino del Señor. Ninguna puede
sentirse dueña de las personas, sino que somos simples
instrumentos que Dios usa para bendecir sus vidas. El
apóstol Pablo enseña que somos cartas abiertas leídas
por todo el mundo. La gente no mira tanto lo que usted
predica, sino las actitudes que tiene cuando no está detrás
del púlpito, cuando está en el Encuentro o en la Escuela
de Líderes. Por eso es muy importante que usted siempre
trate a todos con mucho respecto, con palabras suaves, sin
levantar la voz, interesándose genuinamente por cada una
de sus necesidades. Cuando el amor de Dios brota en su
corazón, usted puede enseñarle a la gente que se aleje del
pecado y se consagre a Dios; cuando ellas perciben ese
amor verdadero, comienzan a sentirse parte del equipo.

73
La Mujer en el Ministerio
Debe tener victoria sobre el temor

Cuando seamos libres del temor es cuando


verdaderamente podemos sentirnos aceptadas. Yo no
había comprendido claramente el mensaje del libro
de Job y tenía el sentir que Dios enviaba las pruebas
a Su parecer, pero cierta vez, mientras César estaba
predicando, tuve la revelación de que el origen de todas
las pruebas de Job fue precisamente el temor. Satanás
sembró la semilla del temor, y ésa fue la puerta abierta
para que el enemigo entrara. “Porque el temor que me
espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que
yo temía” (Job 3:25).

Cuando pisé por primera vez suelo norteamericano


y fui a Orlando observé que habían muchas personas
obesas, y confieso que me asusté. Pensé que tal vez
todos los que vienen a este país se engordan, esta
fue una semilla que acepté, -¿qué cree que sucedió?-,
empecé a engordar. El temor es el origen de todos los
males. El temor activa la fe negativa y trabaja de manera
opuesta a la fe en Dios, que es la que produce vida. El
temor es no percibir lo bondadoso y lo bueno que es
Dios, es no comprender la naturaleza divina.

El libro de Génesis, en su primer capítulo, habla de


cada uno de los pasos de la creación de Dios; cada vez
que nombra lo que Él creó, dice que era bueno en gran

74
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
manera. El temor se disipa cuando una tiene la certeza
de que Dios es tan bueno que nunca mandará ninguna
prueba, enfermedad, ruina, esterilidad, porque Él es un
buen Padre. Jesús dijo: “¿Qué padre de vosotros, si su
hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado,
en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si
le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas
a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial
dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas
11:11-13) Tenemos que conocer y estar seguros que
está en la naturaleza de Dios el ser bueno y Él desea lo
mejor para nosotras siempre.

El temor causa estragos

El temor es lo opuesto a la fe y el libro Hebreos


declara que sin fe es imposible agradar a Dios. Yo fui
víctima del temor, muchas cosas me producían pánico,
por eso sé que el temor paraliza, que no nos deja ser
nosotras mismas, nos hace sentir que no somos capaces
de salir adelante en lo que emprendemos. El temor nos
hace percibir cosas que no son ciertas y es un demonio
que hay que echarlo fuera en el Nombre de Jesús. El
temor le roba la belleza a la mujer, le quita el liderazgo
que posee, le quita sabiduría, porque cuando hay
temor, ella se angustia y actúa diferente, lo hace de una
manera exagerada.

75
La Mujer en el Ministerio
El temor se vence con el amor

El verdadero amor echa fuera el temor (1Juan 4:18).


Las mujeres que estamos en el ministerio debemos tener
el sello del verdadero amor, porque Satanás ha enviado
el dardo del temor, y esa es la semilla que trae las más
grandes tribulaciones.
Si uno permite el temor en su vida, puede llegar a perder
su esposo, sus hijos, sus mejores líderes, el ministerio y
todo lo demás. El temor hace que una se sienta insegura y
sola en todo lo que emprenda (es un mal consejero y es un
predicador que le habla negativamente a cada instante).

Una de las cosas que más he admirado de César, es


que nunca ha permitido el temor en su vida y Dios lo ha
bendecido por ello. Él capacita a la gente, delega y confía,
porque dice que la obra es del Señor. Usted también
debe aprender a confiar en su gente y a desarrollar una
confianza mutua con sus consiervas, siempre siendo muy
sinceras. Pueden haber momentos en que haya diferencias
entre algunas, pero inmediatamente se debe hablar y
dialogar, si aún las cosas no se esclarecen, se llama a la
pastora para arreglar las cosas entre las tres; no deje para
mañana lo que hoy puede arreglarse. Si usted no se siente
amada y aceptada, no podrá entrar en la prosperidad, y la
prosperidad nos habla de la multiplicación, de conquistar
territorios, de tener sabiduría, de poseer una casa linda, un
auto y mucho más.

76
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
Estoy segura de que en el corazón de nuestro Padre
Dios están las mejores cosas para usted. Cuando mi
esposo predicó sobre este tema, entendí el libro de Job.
Fue él quien había abierto la puerta y no que Dios le
había enviado las pruebas, porque el temor es una fe
negativa que como un imán atrae el mal.

“El que no escatimó ni a su propio hijo, sino que


lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32).

Cuando se levante y abra los ojos cada mañana,


crea que todo lo que va a vivir ese día será muestra
de la bondad de Dios, y que aún si vienen pequeñas
adversidades, esté segura que todas las cosas ayudan a
bien a los que aman a Dios.

Debemos tener una imagen correcta


de nosotras mismas

La fe “...llama las cosas que no son como si fuesen”


(Romanos 4:17b), es decir, que antes de que usted vea
una realidad en lo natural, la debe conquistar primero
en el mundo espiritual, y al hacerlo ve todo desde
otra perspectiva. Aunque su esposo sea iracundo o
indiferente, usted debe verlo como un siervo de Dios.
Si su hijo está alejado de la presencia de Dios, usted
debe verlo cumpliendo el propósito divino en su vida.

77
La Mujer en el Ministerio
Esto se logra teniendo una imagen clara de las personas,
muriendo a su vieja naturaleza en la Cruz del Calvario. Lo
primero que debe hacer es pintar un cuadro con imágenes
bien nítidas de cómo desea que sea esa persona, al hacerlo
no debe mirar las circunstancias, porque si lo hace su fe se
debilitará. Debe alcanzar también una correcta imagen de
usted misma, descubrir el valor que tiene para Dios y lo
importante que es para Él.

Saúl fue el primer rey que gobernó Israel, era un


hombre al que aparentemente la vida le había sonreído.
Se lo consideraba el hombre más hermoso de todo su
pueblo, tenía riquezas y gozaba de todos los privilegios
de un mandatario, pero él no se veía ni joven, ni
hermoso, tampoco elegido o privilegiado. Su historia
es muy triste, ya que por causa del concepto errado y
negativo que tenía de sí mismo no alcanzó a cumplir el
propósito de su vida.

Saúl había permitido que el temor entrara a su vida,


ésta es una semilla que forja una imagen incorrecta.
Cuando él aceptó esta semilla, comenzó a deteriorarse;
aunque era el más alto, se sentía poca cosa y durante el
transcurso de su reinado, cada vez que iba a la batalla
sentía temor de lo que podría llegar a decir la gente.

78
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer
Tiene que ser libre del temor

El temor ata, paraliza, no nos permite desarrollar


el potencial que Dios puso dentro de nosotros.
“Él temor del hombre pondrá lazo; mas el que
confía en Jehová será exaltado” (Proverbios
29:25). Hace tres años nos encontrábamos en
Buenos Aires, Argentina, en una Convención que
realizaron varias iglesias. Una de esas mañanas me
levanté emocionada, porque mientras estaba orando
el Espíritu Santo me dijo: “Hija, hoy hay una unción
especial de liberación”. Cuando César se levantó le
comenté: “Mi amor, el Señor me acaba de revelar la
unción que se manifestará en esta convención. Es una
unción de liberación”. Él, me respondió: “Sí mi amor,
tienes toda la razón, y esa unción va a comenzar
a manifestarse en ti, porque el Espíritu Santo me
mostró que aún tienes temor debido al atentado y
debes ser libre”. Aquel día, al ser liberada comprendí
que el temor no le permite a la mujer creer en sí
misma, tampoco la deja avanzar cuando emprende
algo. Dios tiene grandes planes para su vida, yo sé
que usted crecerá en Dios a tal punto que no sólo
predicará el evangelio y conducirá células, sino que
dirigirá Encuentros y aún Reencuentros, pero cuando
esté por hacerlo, el temor tratará de detenerla, si
usted hoy no es libre, se sentirá incapaz, pensará que
otras pueden hacerlo mejor que usted, pues el temor

79
La Mujer en el Ministerio
siempre trata de hacerle creer que usted no es digna
ni merece el lugar de autoridad que Dios le ha dado.
Nunca debe usted aceptar esta mentira del enemigo.

El temor conduce a la desobediencia

El temor viene por causa de un corazón herido,


bloquea a la persona para que no pueda dar fruto; este
acompañó a Saúl durante toda su vida. Él tenía la misión
de destruir a todo el pueblo de Amalec, sin embargo
por temor no obedeció; sino que hizo a un lado la
voz de Dios y prefirió escuchar la voz del pueblo, ya
que tuvo miedo de la manera como éste podría llegar
a reaccionar. Perdonó la vida al rey de dicho pueblo,
también lo mejor del rebaño. Este rey era un prototipo de
lo que es un poder demoníaco. El Señor le había dicho
que destruyera todos los principados que existían y que
lo habían atormentado, pero Saúl no quiso hacerlo por
causa del temor; su obediencia era parcial, no era radical
en su conducta. El temor abrió una puerta al enemigo
y un poder demoníaco comenzó a atormentarlo, no lo
dejaba dormir y lo tenía impaciente. Dentro del ejército,
Saúl tenía un líder destacado llamado David, pero se
sentía intimidado por él porque el éxito de ese joven no
le caía bien. Cuando David tenía grandes victorias, Saúl
se sentía incómodo.

80
Lo que Dios puede hacer a t
ravés de una Mujer

El temor abre la puerta a los demonios

Tal vez en el ministerio hay una hermana que ha


prosperado abundantemente en su labor ministerial, es
la que más células abre, la que lleva más personas a
Encuentro, y esto la incomoda. Esto es por causa de
un espíritu de temor que ha tratado de indisponerla
respecto a esa persona, para que usted la mire con otros
ojos. Usted no puede permitir los celos, pues éstos son
demoníacos. Saúl sentía celos porque tenía temor, no
confiaba en sí mismo, pero al mismo tiempo no podía
concebir en su mente que alguien tuviera más éxito que
él. Por celos persiguió a David y quiso matarlo en varias
ocasiones; luego dio lugar a un espíritu de vulgaridad
en su vida y usaba palabras soeces contra su propio hijo
e hizo cosas totalmente inaceptables, como matar a los
sacerdotes de Dios cuando ayudaron a David.

Como el Espíritu de Dios se había apartado de él,


sintió miedo del futuro y consultó a una adivina y lo
único que logró fue precipitar su desgracia. Cuando
se sintió derrotado en batalla, sintió temor de que sus
enemigos lo mataran y dijo a su escudero que le quitara
la vida, pero como éste también estaba lleno de miedo,
no se atrevió a hacerlo; entonces prefirió suicidarse
(1Samuel 31:4-5). La vida de Saúl es un gran ejemplo
de los estragos que puede llegar a hacer el temor en
una vida.

81
La Mujer en el Ministerio
El temor pasa a la descendencia

Uno de los nietos de Saúl se llamaba Mefiboset.


Este había quedado lisiado de los pies a los cinco años
de edad. Cuando David asumió el trono como rey de
Israel, decidió tener misericordia de este joven y mandó
que lo llevaran al palacio. “Y le dijo David: No tengas
temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia
por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las
tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.
Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que
mires a un perro muerto como yo?” (2 Samuel 9:7-8).

Mefiboset es el prototipo de la persona que ha


heredado una maldición. Su abuelo se había suicidado
lleno de temor, su padre Jonatán murió también en esa
misma batalla, y esto dio un viraje total a su vida. En poco
tiempo perdió todos los privilegios de los cuales gozaba.
El temor se apoderó completamente de él, llevándolo
a un estado de frustración total, convirtiéndose en una
persona amargada, desconfiada, insegura y temerosa.
Lo primero que David le dice es: “...No tengas temor...”
Este hombre no conocía lo que era la misericordia, pero
David le extendió la mano e hizo misericordia con él,
restauró su dignidad, y lo trató como a un príncipe.
Algo similar es lo que Dios quiere hacer con cada una
de nosotras. Una vez que seamos libres del temor, Dios
restaura nuestra dignidad con El.

82
Padre Celestial: Gracias por traer una
revelación tan clara a mi vida. Anhelo
ser una mujer de fe, que Tú me uses
para vencer al enemigo. Te agradezco
por cada prueba que has permitido
en mi vida, las cuales han forjado Tu
carácter en mí. Hoy, reconozco que el
espíritu de temor ha sido parte de mi
vida, siempre he temido enfrentar los
desafíos, nuevos retos y las conquistas.
Pero sé que este es el día de mi
liberación. Yo renuncio a todo espíritu
de temor, que entró a mi vida, el cual
ha querido paralizarme y detenerme
en el desarrollo ministerial. Me declaro
libre de toda influencia del mal y creo
que hoy, una nueva valentía viene
sobre mí. Recibo ahora, a través de la
fe, la capacidad de lograr una imagen
correcta de mí misma para caminar en
la victoria que Tú ya has planeado para
mí. Gracias, Señor amado, en el Nombre
de Jesús. Amén.

83
La Mujer en el Ministerio

Reflexión 4
“Como mujer debe comprender que dentro de usted
existe una riqueza puesta por Dios. La estrategia
del enemigo es que ignore el potencial que el
Señor ha puesto en su interior, pues si lo logra, la
mantendrá con un concepto bajo de usted misma,
doblegará su voluntad y de esta manera podrá
evitar que sea una mujer exitosa”.

1. Sabemos que las pruebas se transforman en


peldaños para conquistar las bendiciones, si se asume
una actitud correcta frente a ellas; queja, reproches al
Señor, desánimo y culpa entre otras, son las reacciones
negativas que normalmente tomamos. ¿Cuál es su
posición frente a las pruebas?

2. El anhelo de toda mujer es sentirse amada y en


especial manera sentirse amadas por el Padre Celestial,
el primer paso para lograrlo es aceptarse tal como usted
es. Reflexione en que área no ha podido perdonarse
aún. Recuerde que por muy grave y dolorosa que haya
sido la situación, Dios ya la perdonó.

3. Si quiere alcanzar la unidad en su familia y


ministerio, es importante que trabaje en mantener
relaciones armónicas.

84
Reflexione cómo es su relación con su familia y
los miembros de su iglesia (pastores, discípulas y
consiervas).

4. El temor paraliza, no le permite desarrollar el


potencial que Dios puso en usted, trata de detenerla y
hacerle creer que no es digna, ni que merece el lugar de
autoridad que Dios le ha dado. ¿A qué le teme? Luego
de hacer una lista, lleve cada uno de esos temores a la
Cruz calvario, sabiendo que Jesús allí, conquistó para
usted completa libertad.

85
Renovando
Capítulo 5

nuest
ra vida a
t
ravés de la
Palabra
“ Por la fe también la misma Sara, siendo estéril,
recibió fuerza para concebir.... Por lo cual
también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron
como las estrellas del cielo en multitud, y como la
arena innumerable que está a la orilla del mar”
(Hebreos 11:11a,12).

87
L os milagros de Dios ocurren en nosotras cuando
Sus pensamientos son revelados, por medio
del Espíritu Santo a nuestra vida, pues a través de
ello llegamos a conocer Su perfecta voluntad; el velo
se corre y el mundo espiritual nos es revelado. Como
consecuencia de ello se nos hace fácil comprender que
en la Biblia, no encontramos simplemente palabras, tinta
negra impresa en hojas blancas, sino que esa Palabra se
convierte en espíritu y en vida. Al escudriñar las Escrituras
los pensamientos de Dios comienzan a penetrar nuestra
mente y queda trazado el camino para que todo el fracaso
del pasado desaparezca, toda incapacidad producida
por nuestras limitaciones sea transformada en una vida
completa de bendiciones, no solo para nosotras sino
también para nuestra descendencia. Salomón dijo:
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es
él” (Proverbios 23:7a) Por tal motivo, quienes sueñan
con una vida mejor deben programar sus mentes sólo
de acuerdo con la Palabra de Dios.

89
La Mujer en el Ministerio
Sacando fuerza de la debilidad

“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril,


recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del
tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo
había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése
ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en
multitud, y como la arena innumerable que está a la
orilla del mar “(Hebreos 11:11,12).

Mantener viva nuestra fe implica perseverar en la


fidelidad a Dios (que es lo que Él nos ha prometido)
aún más allá de las circunstancias. Sara, sin lugar a duda,
fue una mujer ejemplar en este aspecto pues a pesar
que no debería haber albergado la mínima esperanza
de que quedaría embarazada, no se debilitó en la fe
y fortaleció su naturaleza interior luchando hasta
transformar las circunstancias conforme a lo que Dios le
había prometido. Esta extraordinaria dama se convirtió
en una de las mujeres más importantes de la Biblia,
Dios la escogió para reemplazar a Eva quién por causa
del pecado cayó de la gracia, por lo cual Dios decretó
que levantaría una mujer de una manera extraordinaria,
la cual haría guerra con el adversario y saldría victoriosa
(Génesis 3:15).

Uno de los momentos más difíciles de mi vida fue


cuando tuvimos que enfrentar el atentado en al año
1997.
90
Renovando nuest
ra vida a t
ravés de la Palabra
Al sentir que perdía a mi esposo, me estremecí;
estaba perpleja mientras miraba cómo su cuerpo se
desplomaba después de haber recibido cinco impactos
de bala, todo lo que contemplaba me decía que no
había esperanza de vida para él. Pero yo me rehusé a
aceptar esa situación, pues no quería quedarme viuda;
en esos momentos saqué fuerza de la debilidad, y a
pesar de que yo había recibido un impacto de bala
también, puse mi mano sobre el brazo de mi esposo
y le dije: ¡César no te mueras! Él alcanzó a oír mi voz y
al mismo tiempo escuchó la voz de Dios que le decía:
“¿Crees que te mueres o te salvas?” Doy gracias a Dios
que César comprendió que su misión en la tierra aún
no había culminado, por eso luchó por vivir. Recuperó
rápidamente el conocimiento y lo llevamos a una clínica
que estaba a diez minutos de distancia, sin saber que lo
más difícil lo viviría los próximos diez días.

Al mirar su cuerpo, su estado inconsciente, su cabeza


y cuello completamente hinchado, lleno de tubos que
lo mantenían conectado a una máquina, todo trataba
de debilitarme en la fe. Pero en medio de ese gran
dolor y angustia el Señor me dio una Palabra que se
transformó en una promesa de restauración “... y de ése
ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo
en multitud, y como arena innumerable que está a
la orilla del mar (Hebreos 11:12a).

91
La Mujer en el Ministerio
Después de estar diez días en la clínica el Señor
milagrosamente lo levantó dejándolo completamente
sano. El rhema que Dios me había dado en Hebreos,
fue el que me fortaleció y mantuvo enfocada en medio
de la tribulación, como viendo lo invisible, lo grandioso
que Dios iba a hacer.

Usted tiene la capacidad


de pensar positivamente

Usted debe creer que el poder creativo de Dios


está en usted. Desde el momento que tomé la decisión
de servir al Señor Jesús con todo mi corazón, me he
esforzado por mantener un contacto diario con Su
Palabra, sé que gracias a ello he podido ajustar mi
vida y mis pensamientos a Sus enseñanzas. De lo que
uno ha atesorado en el corazón es lo que expresa en
los momentos de prueba, pues de la abundancia del
corazón habla la boca (Lucas 6:45b).

Antes de que como familia sufriéramos el atentado, mi


esposo había negociado la compra de un apartamento,
dejando todo listo para que nos lo entregaran en muy
poco tiempo, pero aún faltaban firmar unos pagares, lo
cual debía hacerse justo los días en que él se encontraba
en la clínica. En esos momentos la situación de mi esposo
era muy incierta, la infección se había propagado en su
cuerpo y los médicos luchaban por controlarla.

92
Renovando nuest
ra vida a t
ravés de la Palabra
A pesar de todo lo que pasaba por mi mente, decidí
no mirar las circunstancias, sólo mantenía mis ojos en
la promesa que Dios me había dado, que César viviría y
se multiplicaría como las estrellas del cielo. En un acto
de fe decidí cerrar la negociación, porque sabía que él
se recuperaría, y mi deseo era que cuando él saliera
de la clínica el departamento estuviera listo para él.
Doy gloria a Dios que todo salió como lo había creído.
Salomón dijo: “Sobre toda cosa guardada, guarda
tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios
4:23). En aquellos días tuve que guardar mi corazón
pero vi como Dios obró grandes milagros.

Debemos aprender a guardar nuestra mente y


nuestro corazón, como a nada en el mundo. Jesús dijo:
“Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho”
(Juan 15:7). Él también dijo: “Yo soy la vid, y vosotros
los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él,
éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer” (Juan 15:5).

Sé que hay personas a quienes les es difícil guardar


el corazón y los pensamientos, esto es por la falta de fe,
la cual no viene por casualidad, sino que viene por el
oír atentamente la Palabra de Dios. Pruebe desde hoy
abrir su mente a los pensamientos de Dios y verá qué
diferente es el resultado y cuan grande es el fruto de

93
La Mujer en el Ministerio
bendición que trae a su vida. No hay límites para los
logros que pueda llegar a realizar, pero todo depende
de usted. Debe comenzar a plantar en su mente las
semillas de la Palabra de Dios, debe creer firmemente
lo que Ella declara, pues sabemos que la Biblia es la
verdad divina revelada a la mente del hombre. Usted,
hoy, es la suma de sus pensamientos, pues ellos son
los que determinan su modo de vida, su manera de
enfrentar los problemas.

Cuando usted se transforma en una mujer de fe, con


una mente renovada y positiva, tiene la seguridad que
Dios está a su lado, que los cielos están abiertos, pues
lo que nunca había podido conquistar y aquellas metas
que parecían imposibles de alcanzar las verá hecha
realidad en muy corto tiempo.

Las bendiciones están a nuestro alcance

Algo importante que cada mujer debe entender es


que el bienestar de su familia depende de ella; Dios
ha puesto un gran poder en nuestros labios para
bendecir a nuestro esposo y a nuestra descendencia.
El patriarca Abraham al llegar a Egipto reconoció la
belleza de su esposa, por eso le imploró que dijera que
era su hermana, “Ahora como pues, di que eres mi
hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y
viva mi alma por causa de ti” (Génesis 12:13).

94
Renovando nuest
ra vida a t
ravés de la Palabra
Abraham entendió que de la confesión de su esposa
dependía el bienestar integral de su vida. El rey Salomón
dijo: “La mujer sabia edifica su casa; más la necia
con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1). Como
ya lo expresé, la sabiduría de la mujer se manifiesta en
las palabras que ésta confiese acerca de su familia y el
futuro de la misma.

Lamentablemente muchas mujeres han dejado que


sus mentes se llenen de pensamientos negativos, los
cuales fueron concebidos en circunstancias adversas, y
esto las llevó a confesar palabras cargadas de amargura
o resentimiento; quizá sin saber que cada palabra necia
que sale de sus labios hoy, se convertirá en su alimento
mañana. El proverbista dijo: “El hombre será saciado
de bien del fruto de su boca; y le será pagado según
la obra de sus manos” (Proverbios 12:14). Podemos
ver que la obra de las manos es el resultado de lo que
nuestros labios han confesado. Mujer, el futuro de su
familia está en la confesión que haga con sus propios
labios, no permita que el enemigo le haga pecar con
ellos.

Nosotras como mujeres también podemos darle un


rostro diferente a nuestra vida. Dios le dio a Adán la
habilidad para ponerle el nombre a cada uno de los
animales que Él había creado, y el nombre que Adán les
dio, fue el que permaneció.

95
La Mujer en el Ministerio
Cuando Adán le dijo al león: “Tu nombre será león”,
marcó su naturaleza y lo que llegaría a ser. Dios, por
medio de este principio, le da la capacidad de ponerle
un nombre a cada uno de los trescientos sesenta y cinco
días del año. Lo que usted determine que será cada día,
ése será el resultado. Usted puede darle un nombre al
año, al mes, a la semana. Los días serán el resultado de
lo que usted confiese de ellos. Así como determina los
nombres de los días, también determine el nombre de su
familia, o de su ministerio. De acuerdo con lo que crea,
visualice y confiese, ese será el resultado que obtenga.
Usted es la única que podrá determinar la situación y
el futuro de su casa. “Del fruto de su boca el hombre
comerá el bien; mas el alma de los prevaricadores
hallará el mal” (Proverbios 13:2). La mujer debe evitar
el juzgar basada en las circunstancias, pues la palabra
que usted confiese sobre su familia, se convierte en
un decreto en el mundo espiritual. La mujer tiene la
habilidad de influenciar en su marido o en sus hijos;
Eva influenció incorrectamente en Adán y por esto
perdieron el paraíso. Dios nos ha llamado a bendecir, y
es importante que nuestros labios pronuncien palabras
de esperanza, fe, afecto y ánimo, tanto acerca de nuestra
persona o de aquellos que nos rodean.

Dios anhela bendecir su descendencia, usted hoy


debe determinarse a creer que Él le dará los mejores
hijos del mundo, los más inteligentes y comprometidos;

96
Renovando nuest
ra vida a t
ravés de la Palabra
si así lo cree, Dios lo hará. He podido ver que cada
una de mis hijas es como una estrella, cada una con su
brillo propio y con una poderosa unción de Dios, pues
le aman de todo corazón. Yo decidí marcar el futuro de
mis hijas, por eso desde pequeñas les decía que serían
como Rut, Ester o Débora; comencé a orar por el esposo
de mi hija Johanna desde que ella era niña; un día le
dije: “El esposo que Dios tiene para ti, será un siervo
de Dios como lo es tú papá y se conducirá contigo de
la misma manera que tú padre lo hizo conmigo”. Ella
lo creyó, y ahora al verla con su esposo, sentimos que
es un hijo más ya que es muy parecido a mi esposo en
su trato con Johanna, en su compromiso con Dios y en
otros muchos aspectos. Este joven fue formado por el
Padre Celestial por medio de la oración.

En su mente es donde se
originan los sueños

La iglesia que pastoreamos en la actualidad fue


fundada con base en una promesa: “Y haré de ti una
nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición” (Génesis 12:2). Vivir sin
un sueño es estar rodeado de toda clase de limitaciones,
pero aprendí a depender del Espíritu de Dios cuando
empecé a soñar. Cuando comencé a soñar cambió mi
proyección, mi forma de ver las cosas. Comprendí que
era útil en las manos de Dios; porque cuando tengo un

97
La Mujer en el Ministerio
sueño, veo con los ojos del Señor. Gracias al siervo de
Dios con quien estoy casada, César, pude conectarme con
el Padre Celestial y concebir los sueños del Espíritu en mi
propia vida.

En un principio mi vida giraba en torno a mi profesión,


mi iglesia y mi familia, y pensaba que con no descuidar
ninguna de estas áreas todo estaría bien. Me sentía
muy cómoda en mi rol de “esposa de pastor”, porque
la carga del ministerio no estaba sobre mis hombros,
pensaba que eso era obligación de mi esposo y aunque
le ayudaba en las diferentes áreas de la iglesia, yo no
había nacido aún al ministerio. Surgió dentro de mí
una gran compasión por las almas, y el ministerio se
convirtió en parte fundamental en mi vida. Ya me era
muy fácil ver la multiplicación que Dios traería a las
mujeres; en mi mente podía ver la manera rápida como
ellas se reproducirían.

Recientemente estuvimos en la ciudad de Lima, Perú,


junto a tres iglesias que allí aplican la visión; luego de
meses de oración e intercesión se lanzaron a una pesca
milagrosa, la cual dio como resultado un estadio lleno
con sesenta mil personas. Mientras celebrábamos el
triunfo de lo que Dios había hecho ese día, solté un
nuevo desafío a la red de mujeres: “Que ellas solas
llenen el estadio”; también me comprometí a asistir y
ministrar la Palabra el día que lo llevaran a cabo.

98
Renovando nuest
ra vida a t
ravés de la Palabra
Estas pastoras trabajaron arduamente por lograr sus
metas, y las alcanzaron casi en su totalidad, nuevamente
estas tres iglesias unidas pudieron congregar cincuenta
mil mujeres en el estadio, de las cuales doce mil
entregaron su vida a Jesús por primera vez. Dios me
había llevado a enseñarles a estas tres mujeres a soñar,
y al hacerlo, alcanzaron sus sueños.

El Señor le dijo a Abraham: “¡Mira la tierra!”, y esto


mismo le dice hoy. Usted debe visualizar y proyectar
en la pantalla de su mente lo que Dios anhela darle,
tanto en el área personal, como familiar y ministerial.
Debería tomar un lápiz y un papel y decirle a Dios en
oración: “Señor, quiero ver con Tus ojos...”. Luego,
empiece a anotar aquello que Dios le ministra. “Señor
de acuerdo a Tu Palabra, veo a mi familia transformada
en una familia sacerdotal, que te sirve...”, y a partir de
allí visualice lo que quiere para usted y para su familia.
“También veo que a mi empresa Tú la estás prosperando
de una manera increíble... Veo que mi ministerio está
creciendo en proporciones sin precedentes...”, de esta
manera continúe detallando todo aquello en lo que
anhela que Dios la bendiga.

También debe fijarse metas a corto y a largo plazo;


metas trimestrales, semestrales y una meta anual. Algo que
le ayudará a planear sus metas es preguntarse ¿Cómo me
estoy visualizando en un año? ¿Cuál es la meta que tengo?”

99
La Mujer en el Ministerio
Quizás es alcanzar la excelencia aun en las cosas
más insignificantes: Mejorar como ama de casa, como
esposa, como líder. Si tiene sólo seis en su equipo de
doce, debe ponerse la meta de completar su equipo
antes que termine el año.

Podemos hacer declaraciones de fe

El éxito radica en que usted tenga muy en claro lo


que desea alcanzar. Tener una meta es dar un nombre
a cada paso que estemos tomando, pues las metas son
declaraciones de fe. También es importante que cumpla
sus metas por día, por semana, por trimestre y año, pues
es lo que la llevará a una gran conquista. Un domingo
cuando me levanté, dije: “Hoy le pongo rostro a este día.
Te llamarás prosperidad, salud y éxito, todo lo que yo
haga durante este día me traerá estas bendiciones”. Sabía
que la predicación que diera traería prosperidad al pueblo
de Dios, los enfermos obtendrían salud, y si hubiera
semillas de fracaso en la mente de las personas, éstas
serían completamente desechadas en el nombre de Jesús,
porque serían llevadas a la Cruz del Calvario. Luego pude
ver que todo lo que había decretado sobre ese día había
ocurrido exactamente, había cumplido mi meta.

El Señor la invita a que mire la tierra prometida, pues


ver es poseer. El deseo de Dios es que usted derribe todos
los gigantes, aquellos argumentos que se han levantado

100
en sus pensamientos, pues la primera batalla que tendrá
que liberar es la conquista de su mente. Si usted hoy logra
vencer estos gigantes, les estará cerrando la puerta para
que no vengan a golpear sus pensamientos tratando de
deprimirla o robarle la fe, podrá resistir toda clase de duda
y de temor que se levanta contra su vida y obtendrá la
victoria de Dios en todas sus áreas.

Padre Celestial: Reconozco que necesito


renovar mi vida por medio de Tu Palabra.
Hoy tomo la determinación de creer, de
todo corazón, cada una de las promesas
que has dejado para mí. Enséñame a
meditar en Tu Palabra, porque Ella es
la que renovará mi manera de pensar,
haciendo de mí una persona victoriosa.
Espíritu Santo, enséñame a ejercitar la
capacidad de pensar positivamente para
dar a cada día un rostro de bendición,
crecimiento y prosperidad, en lo personal,
familiar y ministerial. Quiero soñar Tus
sueños, oh Dios mío; así como Abraham
se atrevió a confiar en Ti, a pesar de las
circunstancias y puso su fe ti, quiero yo
vivir también esa experiencia que me
transforme definitivamente. Quiero ver
tus milagros. Obra en mí, te lo ruego en el
Nombre de Jesús. Amén.

101
La Mujer en el Ministerio

Reflexión 5
“Cuando escudriñamos las Escrituras los
pensamientos de Dios comienzan a penetrar
nuestra mente, quedando atrás el fracaso y la
incapacidad producida por nuestras limitaciones;
haciendo que nuestra vida se transforme en un
mudo de bendiciones para nosotras y para nuestra
descendencia”.

1. Usted es hoy la consecuencia de la suma de los


pensamientos que ha permitido en su mente, pues ellos
son los que determinan su manera de vivir. Plantando
semillas de la Palabra de Dios, será la única manera en
que podrá ser transformada en una mujer de fe, con una
mente renovada y positiva. Comience hoy a sembrar
esas semillas de fe en su mente, tomando la decisión de
leer a diario las Escrituras.

2. Mantener viva nuestra fe implica perseverar en


la fidelidad a Dios. Recuerda lo que dice la Palabra de
Dios “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho”
(Juan 15:7). Analice cómo ha sido, en estos últimos
tiempos, su permanencia en Dios y en Su palabra.

102
3. Los sueños son el lenguaje del Espíritu Santo,
sin ellos perdemos toda capacidad de descubrir el
anhelo del corazón de Dios para nuestras vidas. Estos
desaparecen como producto de malas experiencias o de
haber perdido la comunión con Dios. En este momento
cual es su actitud frente a los sueños.

4. Abraham tuvo que contemplar las estrellas del


cielo y la arena del mar para ver su descendencia. Es
importante que haga cuadros con imágenes y fotografías
de aquellas cosas que anhela conquistar (espirituales,
personales, familiares, ministeriales y laborales),
colóquelos en un cuaderno o fólder y ore por ellos a
diario; pues ver es poseer.

103
Dios quiere
Capítulo 6

sanar su
Corazón
“ Por un breve momento te abandoné,
pero te recogeré con grandes
misericordias” (Isaías 54:7).

105
E l atentado que sufrimos como familia en
Colombia, nos enseñó grandes lecciones
espirituales. Cuando recurrí al doctor en Miami para
tratar la infección en mi seno (como ya comenté en los
capítulos anteriores), aunque todo el tratamiento fue
muy doloroso, más tarde comprobé cómo mi cuerpo iba
sanando. Esta experiencia física me llevó a comprender
que cualquier adversidad en las manos de Dios, se
convierte en la más grande bendición. El atentado, en
las manos de Dios, se convirtió en una gran fortaleza
en la vida de mis hijas, de mi esposo y especialmente
en la mía.

Todos los seres humanos tenemos que vivir algunos


momentos aparentemente de tragedia, momentos
que nos dejan impresiones muy desagradables, nos
producen traumas y nos causan heridas. Pero he
podido entender que, así como hay heridas físicas que
necesitan ser tratadas para traer sanidad, del mismo
modo, las heridas emocionales necesitan un proceso
especial para ser cicatrizadas y para poder convertirnos
en canal de bendición para otros.

107
La Mujer en el Ministerio
Días atrás, Dios nos dio la oportunidad de compartir
con una familia que conocimos en Guatemala. En el
momento del almuerzo, la señora nos contó cómo
ellos también fueron víctimas de una gran adversidad.
Su padre había sido secuestrado en la misma fecha
en que nosotros fuimos agredidos, pero su suerte
fue completamente diferente. A los pocos días, los
secuestradores le dieron muerte. El corazón de esta
mujer había quedado deshecho, dado que era muy
unida con su padre, y siempre en sus pensamientos
le reprochaba no haberse despedido. Un día, ella
tuvo un sueño donde su papá venía hacia ella y la
abrazaba, diciendo: “Hija, no te preocupes por mí,
porque estoy muy bien”. Y ella le contestaba: “Papá
¿por qué no te despediste?”. Y él la miraba, le sonreía
y le repetía: “Yo estoy muy bien”. Aquella experiencia
trajo sanidad plena a su alma pues, después de ese
día, nunca más volvió a sentir aflicción por lo que
había sucedido.
Todos debemos enfrentar diferentes tipos de
adversidades pero, si tenemos a Dios y confiamos en
Él, Él nos ayudará a salir victoriosos de cada prueba.

La importancia de la paternidad

El Señor siempre delega responsabilidades sobre


las personas. Él tuvo que usar la semilla de un
hombre para traer vida. No obstante, ningún padre

108
Dios quiere sanar su Corazón
humano, por bueno que sea, puede suplir el amor,
la comprensión y las necesidades emocionales de los
hijos como lo hace nuestro Padre Celestial.

Dios le dio al hombre la capacidad de ser padre, aunque


Él es el Padre por excelencia, delegó esta autoridad al
hombre. ¿En qué consiste la autoridad delegada? Dios
puede ser directamente el Padre de todos nosotros, pero
confió esta gran responsabilidad a los seres humanos.
Cada padre se debe esforzar por sembrar en los corazones
de sus hijos las semillas de amor y comprensión, pues esto
les trae seguridad y los ayuda a crecer de una manera sana
y estable, motivándolos a conquistar el éxito.

Cuando un hombre maltrata a la mujer, ya sea con


palabras o físicamente, y los hijos perciben la situación,
esto deja heridas muy profundas en ellos. Posiblemente
por esta razón los hijos llegan a odiar a los padres, no tanto
por lo que les hicieron, sino por la manera cómo trataron
a su mamá o a sus propios hermanos. He entendido
que si usted no ha conocido a Dios como su verdadero
Padre, entonces no ha habido una sanidad completa en
su corazón. Usted tiene que experimentar el profundo
amor de su Padre Dios. Un buen padre da protección y
provisión, ayuda en la autoestima, marca el camino, da
buen ejemplo, y muchas cosas más. Usted necesita conocer
a Dios como el Dios que la ama, Aquel que la protege y le
da provisión.

109
La Mujer en el Ministerio
Muchos hombres y mujeres han crecido con el
alma herida, llena de resentimiento, al ver el maltrato
o la irresponsabilidad de sus padres en el hogar.
Particularmente, en mi casa, mis hijas nunca han visto
algo de lo que nos tengamos que avergonzar, pues
siempre hubo mucha armonía y comprensión con
César, y él es muy respetuoso y amoroso con ellas.
Tratamos de llevar un hogar que agrade el corazón de
Dios; siempre nos esforzamos por no herir a nuestras
hijas y tampoco darles un castigo injusto.

La sanidad interior nos permite perdonar

Perdonar es olvidar, y olvidar es ver a la persona que


nos hizo daño sin sentir rencor. Si usted quiere abrir la
puerta para recibir su sanidad interior, debe tomar la
decisión de perdonar. Perdonar es una decisión y no
un sentimiento. Usted no puede esperar que venga el
deseo de hacerlo, porque nunca llegará. Cuando alguien
está herido no quiere perdonar, pero al dar el paso de
hacerlo es una actitud de obediencia a la Palabra y es
una decisión voluntaria.

Cuando aquella preciosa hermana me compartió la


experiencia que había tenido con su padre, me hizo
recordar los momentos similares que vivimos como
familia, una de las decisiones más difíciles que tuvimos
que tomar en aquel momento, fue la de perdonar a

110
Dios quiere sanar su Corazón
aquellos que habían atentado contra nuestras vidas;
gracias a Dios pudimos hacerlo y en un acto de fe las
bendijimos, por medio de ello arrancamos de nuestros
corazones toda clase de resentimiento y esto trajo
mucha paz a nuestros ser.

Al preguntarle a esta señora si habían llegado a saber


quiénes fueron los culpables. La respuesta de ella fue
afirmativa. Era una banda de criminales en Guatemala,
que se habían dedicado por ese entonces a secuestrar y
dar muerte a empresarios y hombres de negocios. Esto
trajo un fuerte resentimiento y amargura, pero fueron
libres cuando lograron perdonar de todo corazón.

Conociendo a Dios como nuestro Padre

Siempre hubo dentro de mí una gran curiosidad


por saber cómo era Dios como Padre, pues le había
conocido por lo que mi esposo me compartía acerca
de Él pero yo no había tenido ninguna experiencia
personal. Por más que me esforzaba en conocerlo de
ese modo, me era muy difícil y siempre le preguntaba a
mí esposo: “¿Cómo es que Dios te habla?”, “¿Cómo oyes
la voz de Dios?”. Aunque César me lo explicaba muy
pacientemente, no alcanzaba a comprenderlo, porque
a Dios Padre sólo podemos conocerlo por revelación;
revelación que surge solo cuando hemos pasado por el
quebrantamiento.

111
La Mujer en el Ministerio
Luego de ser quebrantada, pude oír claramente
la voz de Dios hablando por primera vez a mi vida:
“Hija, lo que tú has vivido ha sido simple preparación;
tu ministerio ahora comienza”. Después de esa
experiencia, la relación que tengo con mi Padre Dios
ha sido permanente. He podido comprobar que es el
Padre más amoroso de este mundo y que Él revela los
deseos de Su corazón a nosotros, sus siervos.

Arrójese en Sus brazos de amor

Abraham pudo corroborar esto por experiencia


propia. Cuando Dios decidió traer juicio sobre Sodoma
y Gomorra, Él dijo: “¿Encubriré yo a Abraham lo que
voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación
grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él
todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que
mandará a sus hijos y a su casa a que guarden
el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio,
para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que
ha hablado acerca de él” (Génesis 18:17-19). Cuando
Dios se revela como Padre es porque quiere que
nosotras reproduzcamos Su carácter, enseñando a cada
uno de nuestros hijos en el temor de Dios. Siempre he
admirado de César la seguridad que tiene en sí mismo,
aunque su padre partió de este mundo cuando él
tenía sólo diez años de edad. A los pocos meses de
la conversión de mi esposo, Dios se le reveló de una

112
Dios quiere sanar su Corazón
manera sobrenatural. Mientras estaba una noche en su
cuarto, orando con la luz apagada, él se dirigía a Dios
con mucho temor porque pensaba que era un Dios
bravo, sentado en un trono con un látigo en la mano,
listo a castigarlo cuando hiciera algo incorrecto. De
pronto, escuchó una voz que le dijo: “¿Por qué oras de
esa manera? ¿Quién te dijo que Dios es así? ¿Acaso no
sabes que Él está con Sus brazos extendidos para que
tú te arrojes en ellos?”. Cuando recibió esta revelación,
en un acto de fe, se arrojó a los brazos del Padre Dios.
Y en ese momento, desaparecieron todos los vacíos
emocionales que tenía debido a la ausencia de su
padre biológico. Inmediatamente se llenó de seguridad
y confianza, sintiéndose un hijo de Dios y un heredero
de Sus promesas. Esta experiencia le ayudó mucho a
ser una persona segura de sí misma. Además, le aportó
como padre, pues nunca ha herido a sus hijas ni a sus
discípulos, y puedo decir que César tiene un corazón
amoroso.

Conociendo a Dios como


su verdadero esposo

Hay otra área de Dios como Ser pleno, Quien todo lo


llena en todo, que suple en nuestra vida, guiándonos a
una sanidad emocional completa: El de esposo. Para que
usted entre en el camino de la sanidad, debe conocer a
Dios no solo como su Padre sino también como esposo.

113
La Mujer en el Ministerio
El solo hecho de tener un hombre a su lado no la hará
sentirse bien; he conocido a mujeres casadas que son
desdichadas, pero también a mujeres solteras que han
conocido al Señor y son felices.

El profeta Isaías, en el capítulo 54 de su libro, nos


da pautas de cómo conocer a Dios como su esposo.
No hay ningún marido en la tierra, por más perfecto
que parezca, que pueda suplir las necesidades íntimas
de la mujer como lo hace el Señor. Para conocer a
Dios como esposo también se precisa una revelación
divina. Cuando tuve esta experiencia, sentí que en Él
realmente estaban suplidas todas mis necesidades. Dios
trajo tanta seguridad a mi vida que tuve la plena certeza
que nunca me fallaría. Aunque Dios me ha bendecido
mucho en el matrimonio, y mi relación con César es
excelente, no obstante, después de conocer al Señor
como mi esposo, tuve que hacerle una confesión a
César, cuando llegó ese día a casa le dije: “Amor, tengo
que decirte algo. A partir de ahora serás el número dos
en mi vida, porque he decidido que el Señor Jesús sea
el que tenga el primer lugar”. Esta noticia produjo una
gran alegría en su corazón.

Es interesante la manera en que el Señor se manifiesta


ante su amada: “No temas, pues no serás confundida;
y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino
que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y

114
Dios quiere sanar su Corazón
de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los
ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de
Israel; Dios de toda la tierra será llamado” (Isaías
54:4,5). De una manera maravillosa, el Señor presenta
la condición de las mujeres abandonadas, divorciadas,
separadas y viudas, mostrándoles Su restauración. El
temor comienza a dirigir la vida de la mujer que ha
tenido que atravesar alguna de esas adversidades; su
confianza pasada ahora está ausente, ya que se basaba
en la persona de su esposo y en su mente se desata una
guerra de pensamientos que la hace prever un futuro
incierto.

El Espíritu Santo, su esposo

El temor va ligado a la confusión, la vergüenza está


unida a la afrenta, la separación o la viudez tienen que
ver con la dignidad; en un divorcio, la dignidad es
pisoteada y quedan tremendas heridas en el corazón.
Muchas mujeres temen iniciar una nueva relación
porque no quieren volver a ser heridas. Todas estas
situaciones van unidas a la memoria. Es por ello que el
Señor promete liberación del pasado y asegura que los
malos recuerdos quedarán atrás; la mujer será redimida
y rescatada de esa triste situación. Una nueva etapa
llega para ella, donde aprenderá a conocer a Dios como
su esposo y Él traerá tal restauración que proporcionará

115
La Mujer en el Ministerio
completa alegría al corazón: “Por un breve momento
te abandoné, pero ahora te recojo con grandes
misericordias” (Isaías 54:7).

Usted tiene que conocer al Espíritu Santo como su


verdadero esposo, aunque esté casada con un siervo
de Dios. Si es divorciada, tiene que perdonar a su ex-
esposo y saber que no necesita físicamente un hombre
a su lado, porque esa necesidad será suplida por el
mismo Dios.

Si está pasando por un momento de crisis en su vida


y se pregunta por qué le sucede algo así, es porque tiene
que conocer al Señor como su verdadero esposo. Una de
las mujeres que trabaja dentro de mi equipo de doce en
la ciudad de Bogotá, Colombia, cuando nació su única
hija, sintió que su vida sufría una gran crisis al recibir la
noticia de parte de los médicos que la niña nunca sería
una persona normal. Pero esta mujer decidió hacer frente
a la situación para sacar a su hija adelante.

Años después, su esposo la abandonó dejándole toda


la carga de la niña, pero ella ya había conocido a Jesús
como su esposo y se aferró a la promesa de que Él las
sacaría adelante. Esta mujer ahora es un gran ejemplo
de fe, es una de las que más fruto tiene, disfruta cada
momento que pasa con su hija y nunca la niña ha sido
una carga para ella.

116
Dios quiere sanar su Corazón
Con el marido, una mujer tiene la experiencia
extraordinaria y emocionante de la intimidad. La
Palabra de Dios, siempre que habla de la relación de
intimidad de la Iglesia con el Señor, pone el ejemplo de
la intimidad del hombre y la mujer.
A las mujeres casadas nos es fácil comprender que
necesitamos una intimidad con el Señor para conocerlo
como esposo, y esa intimidad se da en el lugar secreto,
donde los pensamientos son sometidos a la Palabra
(no se puede estar divagando porque, de lo contrario,
ese momento no puede disfrutarse plenamente). Es
un tiempo en el que la Palabra es revelada y la voz
del Espíritu Santo llega a la mente y al corazón. Es
tiempo de alegría y regocijo. ¡Usted debe conocer a su
verdadero esposo! Mi verdadero esposo es el Espíritu
Santo. Él es quien me ha dado provisión, protección y
sanidad. Soy muy feliz en mi matrimonio; hace más de
veintiocho años que estamos casados con César, y creo
que por eso Dios nos ha dado autoridad para hablar
acerca del matrimonio; estoy enamorada de mi marido,
y no hay nada más hermoso. Ello hace que cada día
sea una experiencia nueva y emocionante. Así mismo
sucede con el Espíritu Santo.
Si usted anhela experimentar sanidad interior:
- Debe decidir perdonar.
- Debe conocer a Dios como su Padre.
- Debe conocer al Espíritu Santo como su
verdadero esposo.

117
La Mujer en el Ministerio
Beneficios de tener un corazón sano

Hay tres beneficios fundamentales que he podido


experimentar en mi propia familia:

1. Sus hijos serán enseñados por


el Espíritu Santo

“Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se


multiplicará la paz de tus hijos” (Isaías 54:13).

Esta verdad, se ha cumplido en la vida de cada una


de mis hijas. A pesar de la prueba que tuvimos que
enfrentar en 1997, cuando vivimos el atentado, veo
la mano de Dios sobre ellas, pues no quedó ninguna
secuela de esa difícil experiencia. Creo que una de
las mayores bendiciones de habernos trasladado a
la Florida, Estados Unidos, es haber visto cómo mis
hijas se desarrollaron en el ministerio. Cada una ha
recibido del Señor un corazón de pastora, aman a Dios
profundamente y lo que más anhelan es servirle con un
compromiso del cien por ciento.

2. Ninguna amenaza prevalecerá


contra su vida

“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y


condenarás toda lengua que se levante contra ti en

118
Dios quiere sanar su Corazón
juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su
salvación de mí vendrá, dijo Jehová” (Isaías 54:17).

Cuando usted recibe la sanidad interior, el Señor le


da la promesa de que eso difícil que vivió, eso que algún
día la traumatizó, no va a experimentarlo nunca más, ni
usted ni su descendencia. Esta fue una de las promesas
que el Señor nos dio luego del atentado. Después de
que la recibimos, todo temor se desvaneció.

3. Será una líder de multitudes

“Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta


canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de
parto; porque más son los hijos de la desamparada
que los de la casada, ha dicho Jehová. Ensancha el
sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones
sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y
refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano
derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia
heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”
(Isaías 54:1-3).

Cuando uno no experimenta la multiplicación,


por lo general es porque carece de sanidad interior.
La invitación que nos hace el Señor es para que nos
regocijemos. De una manera directa dice a aquellas
mujeres que no han tenido fruto en su ministerio que

119
La Mujer en el Ministerio
deben regocijarse, deben cantar en voz alta. En otras
palabras, el Señor está diciendo que deben ponerse
en evidencia y proclamar en fe el milagro de la
multiplicación que Dios traerá a sus vidas; pero también
deben buscar discípulas que abran las puertas de sus
casas para que puedan recibir en sus células la gran
cosecha que el Señor quiere darles. Cuando dice “no
seas escasa”, nos insta a que renovemos nuestra mente
y hagamos a un lado todo pensamiento del pasado
que nos hubiese marcado con escasez en el ministerio;
nos motive a pensar en grande. Debemos creerle a
Dios, creer que nos extenderemos a los cuatro puntos
cardinales y que nuestro ministerio será un ministerio
de impacto, un ministerio de multitudes.

Dios Todopoderoso: Hoy acepto que es


Tu deseo sanar mi corazón; te pido que
te reveles como mi Padre Celestial y mi
verdadero Esposo, porque sé, que al recibir
esta revelación me será fácil perdonar a
quienes me han herido. Quiero alcanzar
el gozo de vivir con un corazón sano para
que mis hijos, conforme a Tu promesa,
sean enseñados por Ti, para que ningún
arma forjada en contra de mí prospere y
para que pueda ser esa líder de multitudes
que Tú anhelas que yo sea. Lo pido con
gratitud, Señor, en el Nombre de Jesús.
Amén.

120
Reflexión 6
“ Es importante que experimente el profundo amor
de Dios. Un buen padre da protección y provisión,
ayuda en la autoestima, marca el camino, da
buen ejemplo y muchas cosas más. Usted necesita
conocer a Dios como el Dios que la ama, Aquel que
la protege y le da provisión”.

1. Las circunstancias del pasado pudieron dejar


huellas profundas en su corazón, ¿Qué heridas no han
sido sanadas aún en su vida?

2. Para recibir completa sanidad de las heridas de


su corazón, es importante que tome la decisión de
perdonar a aquellas personas que le hicieron daño. Hoy
en un acto de fe determine en su corazón perdonarlas y
de esta manera abrirá la puerta a su libertad.

3. No sé si usted es casada, soltera, separada o viuda,


pero es muy es importante que conozca a Dios como su
esposo y que pida esta revelación al Espíritu de Dios;
pues cuando lo conoce en esta faceta logrará entender
que quien suple todas sus necesidades es Dios.

121
La Mujer en el Ministerio
4. Hay tres beneficios fundamentales de tener el
corazón sano: Primero, sus hijos serán enseñados por el
Espíritu Santo. Segundo, ninguna amenaza prevalecerá
contra su vida y tercero, será una líder de multitudes.
Estos aspectos serán un termómetro para saber si su
corazón está realmente sano o no. ¿ Cuáles son los
beneficios de tener un corazón sano ?. Tome un tiempo
para reflexionar acerca de ellos.

122
Capítulo 7

Ocupando su
lugar en el
Ministerio
“ La mujer sabia edifica su casa; mas la
necia con sus manos la derriba”
(Proverbios 14:1)

123
C onsidero que ser parte del ministerio es un
privilegio tan grande que se puede comparar
con estar en el paraíso. La mujer que entra en él,
puede tomar del fruto de la Palabra de Dios, comer y
luego compartirlo con su marido e hijos. Cada día al
levantarse usted tiene dos frutos a su disposición: Uno
de ellos proviene de la Palabra de Dios, donde están
las promesas para su vida; el otro viene a través de las
circunstancias que traen pensamientos negativos que la
inquietan. El enemigo, todas las mañanas le ofrecerá su
fruto, pretendiendo que usted coma de él, pues ese fruto
le trae temor, inseguridad, tristeza y melancolía. Usted
debe saber que cualquier pensamiento de melancolía
y tristeza no proviene del Espíritu Santo, porque el
pensamiento que es del Espíritu la llevará a crecer en la
fe y en el optimismo, verá un futuro grande y glorioso.
Todas las mujeres tenemos la habilidad de decidir qué
fruto daremos a los nuestros. Pero aquella mujer que
está en el ministerio tiene un mayor discernimiento para
extender su mano y alcanzar el fruto del Espíritu, pues
ella tiene la habilidad de discernir el reino espiritual
de una manera extraordinaria y puede captar muchas
cosas que a los hombres se les pasa por alto. Días atrás
el Señor me ministró diciéndome que las mujeres que
están en el ministerio disciernen fácilmente cuando el
tentador se les presenta.

125
La Mujer en el Ministerio
Dios nos dio la capacidad de pensar

La bendición más grande que nuestro Señor nos


ha confiado es la capacidad de pensar. Si miramos los
avances de la ciencia, el transporte aéreo y todo el
adelanto que ha alcanzado el ser humano ha sido fruto
del pensamiento, aún el mismo universo es el resultado
del pensamiento de Dios.

El Creador nos hizo a Su imagen y semejanza, y la


gran diferencia que existe respecto a los demás seres
vivientes, es que usted posee la capacidad de pensar. El
poder creativo de Dios está en usted, en su mente; pero
también allí en su mente, es donde se libran las más
grandes batallas espirituales. Por eso Pablo le enseña a
la iglesia en Filipos: “Por lo demás, hermanos, todo lo
que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre;
si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto
pensad” (Filipenses 4:8).

El campo de batalla del tentador


es la mente

Cuando Eva estaba en el huerto del Edén, tuvo la


oportunidad de tomar del árbol de la vida, pero no lo
hizo, sino que se inclinó por tomar el fruto del árbol del
conocimiento de lo bueno y de lo malo, del cual Dios

126
Ocupando su lugar en el Ministerio
les había prohibido comer. Personalmente creo que ese
árbol vendría a ser como el árbol de la duda, pues esa
es la estrategia con la que trabaja el adversario en las
mentes de las personas, especialmente en las mentes
de las mujeres, pues se aprovecha de que éstas son
vasos frágiles.

El tentador viene a sus mentes con pensamientos


que le hacen dudar de su llamado, les hace pensar
mal de ellas mismas para que coman del fruto de la
duda, y luego todo ese veneno que el enemigo logró
poner en sus mentes, lo trasmiten al esposo y esto los
lleva a salirse de la perfecta voluntad de Dios. Por lo
general, todo lo que atormenta a la mayoría de mujeres
viene como resultado del trabajo que el enemigo ha
hecho en sus mentes. Por eso es tan importante que
la mujer entre en el ministerio, porque rápidamente
podrá discernir cuándo viene a ella el tentador con sus
artimañas y podrá vencerlo fácilmente en su vida. El rey
Salomón dijo: “La mujer sabia edifica su casa; mas
la necia con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1).
Cuando la mujer sabia se decide a comer del fruto del
Espíritu Santo, da a su marido e hijos del buen fruto
que ella eligió. Lo mismo sucede en lo natural: ¿Quién
compra los alimentos en el supermercado? En su gran
mayoría son las mujeres; como resultado, lo que los
hijos encuentren en la alacena, eso es lo que comerán.

127
La Mujer en el Ministerio
Usted no puede preguntarse ¿Por qué mis hijos
comen tantos dulces?, pues es usted quien los compra.
Pero hay un alimento más importante que cualquier
otro, el cual debe dar a su marido e hijos: El fruto que
proviene del Espíritu. Cuando usted en las mañanas
comparte con ellos lo que ha leído en la Palabra, les
está dando de ese fruto, éstos son frutos de fe, de amor,
de esperanza, de visión, de confianza. Cuando la mujer
entra al ministerio, el fruto que da a su familia es el que
proviene del Espíritu Santo.

Eva fue seducida por un pensamiento

Satanás tentó a Eva por medio de un pensamiento,


le habló a la mente diciendo, si tomas este fruto no
morirás sino que serás como Dios conociendo lo
bueno y lo malo. Ella creyó a la mentira del enemigo,
aceptó ese pensamiento, que se convirtió en parte de
su personalidad por lo cual se rebeló contra Dios. El
enemigo usando la astucia, la intriga y la seducción
habló a la mente de la mujer, procurando indisponer a
ésta contra Dios. Sembró la semilla de la desconfianza
y también la de la duda, respecto a aquello que Dios ya
había ordenado.

El primer error de Eva fue que se acercó a observar


el árbol; éste le llamó la atención de manera especial,
no soportó la curiosidad de ir a ver qué tenía de

128
Ocupando su lugar en el Ministerio
raro ese árbol para que Dios le hubiera prohibido
comer de su fruto. Debemos entender, que detrás de
todo aquello que Dios nos prohíbe, está la serpiente
con toda su astucia para tratar de atrapar a todos los
inocentes. Lo otro que hizo Eva, fue que se detuvo a
observar con mucha atención el árbol; ella no lo miró
superficialmente, sino que se detuvo a observarlo por
un buen tiempo, tanto el árbol como a su fruto.

Eso fue lo mismo que le sucedió a la esposa de Lot;


Dios les había dicho no mires tras de ti. Pero cuando
estaban saliendo de Sodoma, la mujer de Lot, no pudo
vencer su curiosidad y se volteó, posiblemente para dar
una última mirada y quedó convertida en estatua de
sal.

La curiosidad de Eva la llevó a ver el árbol y mientras


lo observaba, se despertó en ella un gran deseo por
degustarlo; ya había pisado el territorio del enemigo y
éste la había fascinado haciéndole creer que Dios era
injusto con ella, que les había prohibido comer de ese
fruto porque si lo comían llegarían a ser tan poderosos
como Él. Al hacerlo descubrieron que estaban desnudos;
sus ojos se abrieron a la realidad, pues habían sido
despojados del manto de la santidad y tuvieron
que enfrentar el juicio de Dios al ser expulsados del
paraíso.

129
La Mujer en el Ministerio
Debemos entender que cuando una persona tiene
su mente llena del Espíritu de Dios siempre se esforzará
por obedecer todo lo que Dios le haya encomendado.

Usted debe caminar en lo sobrenatural

La Palabra de Dios es espíritu y es vida, cuando


creamos verdaderamente cada una de sus promesas,
podremos caminar por la senda de lo sobrenatural. Al
leer Su Palabra, los pensamientos de Dios comienzan a
penetrar en lo mas íntimo de nuestro ser y comenzamos
a ver como Él cambia toda circunstancia adversa.

El enemigo de nuestras almas, el diablo, es muy astuto,


todos los días querrá proyectar en la pantalla de nuestra
mente pensamientos negativos, destructivos, de duda,
de incertidumbre, de caos, de divorcio, pensamientos
de desesperanza, los cuales son contrarios a la Palabra
de Dios; porque él sabe que si usted acepta el espíritu
del mundo y la duda ellos podrán oprimir su vida.

Eva, cuando estuvo en el paraíso y la serpiente salió


a su encuentro, no supo discernir el engaño y se dejó
seducir comiendo del fruto del enemigo (que son los
pensamientos de duda hacia la Palabra de Dios), por
eso desobedeció y se rebeló contra su Creador.

130
Ocupando su lugar en el Ministerio
Usted debe aprender a discernir las artimañas del
enemigo y nunca enredarse en su juego. El diablo
siempre crea circunstancias para hacerla sentir que
las cosas no están saliendo bien, él lo hace con el
propósito que usted comience a confesar palabras que
no edifican y levante argumentos en su contra. El plan
del enemigo es que usted primero sienta que su esposo
no la comprende, para luego llevarla a decir que se
equivocó al casarse con él. Él quiere que usted vea la
necesidad a su alrededor para que comience a confesar
que lo que gana no le alcanza, que nunca podrá salir de
las deudas para así frenar la bendición sobre su vida. La
mujer que está en el ministerio no cae fácilmente en la
trampa del adversario, pues por medio de la fe, en el
lugar secreto, toma del fruto de la vida y cambia toda
circunstancia adversa en bendición.

Usted determina el destino de los suyos

He podido comprender que las madres por medio


de sus palabras, acciones y decisiones marcan la
naturaleza de sus hijos. Eva, por medio de su elección,
determinó el destino de la humanidad, pues lo que
hizo afectó toda su descendencia, pero Dios intervino y
revertió esa maldición al declararle a la serpiente que la
simiente de la mujer le aplastaría la cabeza y él le heriría
el calcañar (Génesis 3:15). Cada día que Dios nos regala
está lleno de ilimitadas oportunidades para alcanzar el

131
La Mujer en el Ministerio
éxito, pero todo depende de la clase de semilla que
se ha plantado. Si usted cree de corazón en cada una
de las promesas que se encuentran en Su Palabra, su
fe crecerá y alcanzará la victoria en su familia, en su
trabajo y en el ministerio. La fe le permite ver un mañana
de bendición y abundancia. Dios desea que usted sea
de bendición a su descendencia y marque un futuro
de éxito para ellos. Sara no sólo marcó la naturaleza
de su descendencia sino que también determinó el
crecimiento de su simiente:

“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril,


recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera
del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel
quien lo había prometido. Por lo cual también, de
uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas
del cielo en multitud, y como la arena innumerable
que está a la orilla del mar” (Hebreos 11:11,12).

Dios le ha dado a la red de mujeres la habilidad de


disponer el ritmo de crecimiento en la iglesia, seguida
por la red de jóvenes y luego por la red de hombres.
Sara fue la que determinó cuál era el límite, o la tasa de
crecimiento de sus descendientes.

El enemigo siempre ha tratado de erradicar el


ministerio de la mujer, ya que ella es una herramienta
clave para impulsar el crecimiento de la iglesia, pues

132
Ocupando su lugar en el Ministerio
cuando las mujeres se lanzan a conquistar sus ciento
cuarenta y cuatro, los hombres alcanzan sus setenta y
dos. Este es un hermoso regalo que el Señor les otorgó
a las mujeres, el cual deben cuidar en humildad.

La mujer marca la naturaleza


de su descendencia

Rebeca tuvo dos hijos: Esaú y Jacob. El primero fue


desechado porque en su corazón no estaba el deseo de
construir una generación para Dios, esto lo demostró
tomando dos mujeres cananeas para sí (Génesis 26:34).
Sabiendo que la mujer marca la naturaleza de los hijos,
Rebeca inmediatamente se dio cuenta que Esaú no
podía recibir la bendición de su padre. Cuando uno
mira a esta madre, se pregunta ¿Cómo pudo engañar
a su esposo? Lo que muchos no comprenden es que
ella estaba luchando por tener una descendencia pura
y bendecida por el Señor. Génesis nos relata que Jacob
era calmado y le gustaba compartir tiempo con su
mamá, mientras ella cocinaba se hicieron muy amigos
y este contacto marcó su naturaleza como la de un
hombre más bien espiritual. Rebeca lo veía como la
gran esperanza para preservar su descendencia, por
eso cuando Isaac basado en la lógica, sin discernir, iba a
bendecir a Esaú, Rebeca se interpuso porque anhelaba
levantar una descendencia para Dios.

133
La Mujer en el Ministerio
El Señor me habló acerca de la importancia que
la mujer esté participando a diario del ministerio,
pues ella es testimonio en su propio hogar al leer la
Palabra, al enseñar en una célula, al dirigir la alabanza;
aunque no esté incentivando constantemente a sus
hijos a involucrarse en la iglesia, su sólo ejemplo hará
que hasta su niño más pequeño, la vea como la más
grande predicadora. Sin que usted inste a sus hijos a
ser ministros del evangelio, ellos tomarán e imitarán el
testimonio que ven en usted (es tan tierno ver a veces
a los más pequeños jugando a ser predicadores). Como
mujeres marcamos la naturaleza de nuestros hijos, sean
naturales o espirituales.

Podemos entrar a la tienda de Sara

El Señor le ha dado a la mujer características muy


especiales e importantes. Le otorgó fe, para ver el
crecimiento; habilidad, para conquistar las metas y motivar
a los que están a su alrededor; y la capacidad de marcar la
naturaleza de aquellos que serán sus hijos. Al estudiar la
vida de Isaac, vemos que lo primero que hizo al unir su vida
a la de Rebeca, fue traerla a la tienda de Sara, su madre, la
cual ya había fallecido. El Señor me reveló que así como
Rebeca obtuvo la naturaleza de Sara cuando tomó posesión
de esa tierra, yo también debía tomar posesión de ella. Si
queremos ser como Sara y tener la fe que ella tuvo para ver
su descendencia, debemos orar entrando a esa tienda.

134
Ocupando su lugar en el Ministerio
¿ Qué habrá tenido aquella tienda ? Siempre que uno
entra al hogar de una mujer puede sentir su fragancia,
su estilo y toque personal a través de un cuadro, de un
espejo, de los colores y detalles que forman parte de la
casa. Si en oración entra en la tienda de Sara, tomará
de su naturaleza; pedirá al Señor fe para engendrar
hijos, reclamándole que aunque esté fuera de tiempo
le otorgue la fuerza para conquistarlo, tal como la tuvo
Sara.

Ella era una hermosa mujer; usted también debe


orar para tener su misma belleza. Una mujer nos es
bella por la clase de nariz o rostro que tenga, sino
por la belleza interior que se refleja en lo externo. No
se trata de ciertas facciones, sino que la belleza es la
hermosura que Dios da. Recuerde que lo que sucedió
en el mundo espiritual hace cuatro mil años, en fe, es
como si sucediera ahora. Sara fue una mujer que tuvo
amor, tuvo fruto, tuvo fe para el crecimiento; su esposo
fue riquísimo en bienes, por lo tanto ella no sólo tenía
un camellito como propiedad, sino que poseía gran
cantidad de riquezas. El hogar donde Sara vivía era un
palacio, porque ella era una princesa de Dios. El Padre
Celestial anhela darle un hermoso hogar donde vivir, el
cual pueda decorar y adornar a su gusto. Sólo pida al
Espíritu Santo que la lleve a esa misma tienda (Génesis
24:67). Usted es hija y heredera de Sara, por lo tanto
debe poseer y disfrutar todo lo que ella poseyó.

135
La Mujer en el Ministerio

Amado Padre Celestial: Te doy tantas


gracias por iluminar mi entendimiento,
enseñándome la senda de Tu verdad.
Gracias por haberme creado con la
capacidad de pensar, te pido que
me ayudes a guardar mi mente y no
sucumbir como Eva que fue seducida
por un pensamiento contrario a
Ti. Espíritu Santo, mi dulce Amigo,
enséñame a caminar en lo sobrenatural
y condúceme de Tu mano a la tienda
de Sara. Porque allí quiero entrar para
apropiarme, a través de la fe, de todo lo
hermoso que ella poseyó y le permitió ser
la gran mujer que fue. Quiero ser una
princesa Tuya, Señor, que bendice y
engrandece el destino de su familia.
En el Nombre de Jesús. Amén.

136
Reflexión 7
“ Como mujeres debemos ser concientes de las
ventajas que tenemos al ocupar un lugar dentro
del ministerio. Cuando estamos involucradas en
la obra del Señor viene un mayor discernimiento
del reino espiritual y podemos distinguir fácilmente
cuando el tentador se acerca a nosotras”.

1. Recuerde que usted tiene la capacidad de decidir


qué fruto va a comer; el que provine del Señor que es
de paz, amor, seguridad, etc; o el fruto del temor, de
la tristeza, de la depresión y el de las circunstancias
que provienen del enemigo. Tome un tiempo en la
presencia del Señor para reflexionar cuál es el fruto con
el que se alimenta.

2. El deseo de satanás, es hacer que dude de su


llamado con el fin de sacarla de la perfecta voluntad
de Dios. ¿ Ha dudado del llamado que el Señor le dio o
siente temor de involucrarse en el ministerio ?.

3. Recuerde, usted es la que marca la naturaleza y el


destino de su familia y ministerio. Establezca aquellos
parámetros que le gustaría ver en estas áreas de su vida
(los cuales estén de acuerdo a la Palabra) y profetice a
diario sobre cada uno de ellos.

137
La Mujer en el Ministerio
4. Tome un tiempo hoy para ir de compras, entre a
la tienda de Sara y reclame los derechos que Dios le dio
por ser Su hija.

138
Este es el
Capítulo 8

tiempo de
la genuina
Adoración
“ Mas la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren”
(Juan 4:23).

139
E sta enseñanza no se la dio el Señor a ninguno
de sus apóstoles, sino a una mujer que la misma
sociedad había calificado de conducta dudosa. Pero
Jesús conocía que detrás de esa imagen de proyección
negativa existía una persona luchando con un gran vacío
emocional, el cual había tratado de llenar buscando el
amor de los hombres, mas su verdadera necesidad era
el hambre de Dios.

El Señor hizo algo que ni por la mente de sus discípulos


hubiera podido pasar, ministró a la necesidad espiritual
de aquella samaritana. Después de unos minutos de
conversación, la mujer logró manifestar una de sus
mayores inquietudes: “Nuestros padres adoraron en
este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el
lugar donde se debe adorar” (Juan 4:20). Con mucha
paciencia Jesús decide aclarar los pensamientos de la
mujer, enseñándole que la adoración no depende de un
lugar en particular. Aunque sí enfatiza que de los judíos
ha venido la salvación: “Vosotros adoráis lo que no
sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la
salvación viene de los judíos” (Juan 4:22).

Surge entonces una pregunta: Si los judíos tienen la


enseñanza de la genuina adoración, ¿cómo podemos
conocerla? La respuesta es muy sencilla, a través de Sus
enseñanzas registradas en la Biblia.

141
La Mujer en el Ministerio

La adoración de sacrificio

Hay un ejemplo hermoso en el Antiguo Testamento,


es el de Abraham, el padre de la fe, cuando Dios le
pide que ofrezca a su hijo en sacrificio (Génesis 22:3-
19). La Biblia nos enseña que no se requiere un lugar
específico para adorar a Dios, sino simplemente una
actitud correcta, tal como la que tuvo Abraham. Él debió
demostrar que amaba a Dios por encima de todo; tuvo
que manifestarle al Señor que la devoción que le tenía era
más grande que el amor a su propio hijo. Es interesante
notar que Abraham dijo a sus siervos: “Esperad aquí
con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y
adoraremos, y volveremos a vosotros” (Génesis 22:5).

¿ Cómo podemos nosotras hoy convertirnos en


adoradoras? Cuando Abraham tenía el deseo de adorar
a Dios, llevaba consigo varios elementos: La leña, el
holocausto y el fuego; si no se encendía la leña y se
consumía el sacrificio, él no podía acercarse a Dios.

El primer elemento es la leña, leño o madero, el cual


representa la Cruz. El segundo elemento es el holocausto,
el cual representa el sacrificio. Y el sacrificio que Dios pide
es nuestra vida entregada en Su altar, como ofrenda viva,
santa y agradable (Romanos 12:1). El tercer elemento es
el fuego, el cual simboliza al Espíritu Santo.

142
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
Así vemos que de todo hecho acontecido en la
antigüedad, podemos obtener una enseñanza práctica
para nuestros días.

El poder de la Cruz

Para ser una adoradora, para entrar en la presencia


de Dios, el único camino es la Cruz. La primera pareja
creada por Dios cedió rápidamente a los engaños de
Satanás. El mismo Señor debió entonces decretar una
sentencia de guerra entre la mujer y la serpiente, entre
su descendencia y la descendencia de la serpiente. Fue
una de las primeras profecías que Dios dio acerca de la
redención de la humanidad, dirigida al enemigo: De la
mujer que sedujiste y engañaste nacerá uno que te aplastará
la cabeza, y tú le herirás el talón (Génesis 3:15). Por una
persona nacida de la mujer, la cabeza de la serpiente sería
completamente aplastada; y a la serpiente se le permitiría
sólo herir su talón. Esto fue lo que sucedió al culminar
el ministerio del Señor Jesús en la Cruz del Calvario, Su
cuerpo fue completamente molido con el látigo de Roma.

Cuando el Señor me permitió experimentar la


revelación de Su Cruz, pude ver que el rostro de Jesús
era la representación de la humanidad sentenciada a
destrucción; mas el Señor aceptó tomar nuestro lugar y
soportar el castigo que nos merecíamos.

143
La Mujer en el Ministerio
A Isaías también le fue dado el contemplar este
cuadro, por eso exclamó: “Desde la planta del pie hasta
la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón
y podrida llaga” (Isaías 1:6). Para este profeta, el velo
fue corrido, alcanzando a ver el rostro de la maldición
de la humanidad reflejada en una sola persona: Jesús de
Nazaret. Isaías percibió con nitidez la obra redentora del
sacrificio de Cristo; entendió que la Cruz del Calvario
fue el secreto de la redención. Él vio a Jesús llevar
en Su cuerpo todos nuestros pecados y rebeliones,
toda enfermedad y dolencia, sin merecerlo. Cristo era
el único que tenía derecho a decir a sus adversarios:
“¿Quién de vosotros me redarguye de pecado ?” (Juan
8:46). Nadie pudo acusar a Jesús de un solo mal que
hubiese cometido. Él era la imagen viva de Dios, quien
vino a la tierra con la misión de redimir a la humanidad
y se mantuvo en santidad e integridad todo el tiempo
que estuvo aquí, cumpliendo su meta: Liberarnos de la
maldición de la muerte y acercarnos al Padre.

Si usted fuera capaz de ver a Jesús el día que fue


crucificado, sería testigo de que a pesar de ser las
tres de la tarde, toda la tierra oscureció, cubriéndose
de tinieblas. ¿A qué se debió eso? A que todos los
demonios y maldiciones que habían controlado la
humanidad estaban recayendo sobre la sola persona
de nuestro Redentor. El sumo sacerdote Caifás lo dijo
proféticamente: “Entonces Caifás, uno de ellos, sumo

144
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis
nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre
muera por el pueblo, y no que toda la nación
perezca” (Juan 11:49-50). La muerte de Jesús estaba
liberando a toda la humanidad de la tragedia eterna.
En el momento en el que Jesús moría, los truenos y
relámpagos comenzaron a estremecer los cielos; fue
un día temible y espantoso. El salmista David tuvo
una apreciación con otra óptica, mostrando la angustia
que Cristo estaba padeciendo en esos momentos. Las
palabras salidas de la boca de Jesús ya habían sido
profetizadas miles de años antes por David, “Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado, por qué
estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de
mi clamor?” (Salmo 22:1). El salmista estaba revelando
el profundo dolor del corazón de Jesús en el momento
más angustioso de su vida. Colgado allí, en la Cruz, Él
sabía que estaba tomando el lugar de todo ser humano
bajo juicio, y aún así, aceptó morir por su redención.
Pablo dice que Jesús se humilló hasta lo sumo, pero
que luego Dios le exaltó. La misma humillación de Jesús
en la muerte, en la Cruz del Calvario, lo llevó a que el
Padre lo sentara en el lugar celestial más encumbrado.
Jesús tomó ciertamente su lugar y mi lugar en aquella
Cruz. Piense por un momento en esto: Jesús colgado de
la Cruz y la gente escarneciéndolo, burlándose de Él, y
diciendo: “Se encomendó a Dios, que Dios le libre si
es tan poderoso” (Mateo 27:41-45).

145
La Mujer en el Ministerio
Aún el que estaba crucificado a su lado, vociferaba:
“Vamos, si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y
sálvanos a nosotros” (Lucas 23:39). La gente le gritaba
todo tipo de barbaridades, y hasta sus propios discípulos
le dieron la espalda. Pedro mismo, luego de asegurarle
que jamás lo dejaría, negó ser su discípulo cuando tres
veces le hicieron la pregunta. Jesús estaba solo; su única
confianza era el Padre, pero Él también le dio la espalda.
Por eso se escuchó desgarradoramente de sus labios:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
(Mateo 27:46). La Biblia dice que hay una cosa que Dios
aborrece, el pecado, y Jesús en ese momento estaba
cargando el pecado de toda la humanidad. Si usted
es capaz de creer que Jesús llevó su pecado, también
debe creer que llevó su enfermedad, toda su opresión,
su ruina o escasez, y toda maldición familiar, material
y espiritual.

Jesús fue entregado en manos de los verdugos, atado


a un madero, castigado injustamente con treinta y nueve
latigazos que le desollaron la piel y dejaron una llaga
abierta en su cuerpo. Por ello es que Isaías dice: “Por su
llaga fuimos curados”. Luego, Pedro, en el capítulo dos
de su libro, lo ratifica: “Por cuya llaga fuisteis curados”. A
nuestro Señor le pusieron una corona de espinas sobre
la sien, las cuales hirieron su cabeza provocándole
infección e hinchazón, llevándola al doble de su tamaño.
La corona de espinas representaba la ruina.

146
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
Cuando Adán y Eva pecaron, Dios dijo: “Espinos y
cardos te producirá, porque la tierra quedó bajo
maldición por tu causa” (Génesis 3:17,18). Adán,
con su mal proceder, permitió la existencia de los
espinos; por eso Cristo debió llevar sobre las sienes la
corona de espinos, para manifestar que Dios quitaba
la maldición de la ruina y de la pobreza de la tierra.
De este modo, testificaba que en Su cabeza cargaba
nuestra maldición económica y nos redimía de ella. Si
usted está en ruina es porque lo ha aceptado, porque
la Biblia le concedió un cheque escrito liberándolo de
la deuda y de la pobreza; y ese cheque fue firmado en
la Cruz del Calvario. Pablo dijo: “Yo podría llegar a
vosotros con palabras de mucha sabiduría, pero no
lo hice porque propuse en mi corazón no saber otra
cosa, sino a Cristo, y a Cristo crucificado” (1Corintios
2:1,2). Debemos entender que la muerte de Jesús no fue
por algún pecado que Él hubiese cometido; tampoco se
sacrificó para que la gente se compadeciera de Él, o
para sobrevivir a la historia como un mártir. La muerte
de Jesús se convirtió en nuestro pase a la vida eterna;
fue en la Cruz donde Él pagó por nuestras rebeliones.
La Cruz tiene un esplendor que disipa las tinieblas de
la maldición, de la enfermedad, de todo dolor, de toda
angustia, de todo trauma, de toda ruina, de toda miseria.
¡Hay un tremendo poder en la Cruz del Calvario! Si usted
entiende esto, las cadenas de opresión caerán de su vida
y podrá experimentar las más grandes bendiciones.

147
La Mujer en el Ministerio
Sabemos que la muerte de Jesús se constituyó en el
mayor beneficio para toda persona, porque fue el medio
que Dios usó para rescatar del dominio del adversario a
toda la humanidad, atrapada por su engaño y sagacidad.
A través de Su muerte en la Cruz, Jesús aplastó la cabeza
de la serpiente, completa y definitivamente.

Partícipes del sufrimiento de Cristo

Para que podamos ratificar la victoria que Jesús nos


dio, necesitamos comprender el mensaje de la Cruz,
pero solamente lo podremos hacer por medio de la
revelación divina. Aunque por muchos años escuché
a mi esposo predicar sobre el mensaje de la Cruz
del Calvario, esta verdad aún no había sido revelada
a mi vida. Yo creía tenerla, pero recién después de
experimentarla, entendí que hasta ese entonces no había
vivido la revelación de la Cruz de Jesús. A partir de ese
momento, mi percepción cambió de una manera radical.
Pude sentir que estaba verdaderamente crucificada
junto con Jesús. Pude sentir que Dios me había dado
el privilegio de participar del mismo sufrimiento de
Cristo; y quienes somos partícipes de Su dolor, también
lo seremos de Su bendición. Mi mente se abrió y pude
darme cuenta de las inmensas riquezas que yacen a
los pies de la bendita Cruz: Los tesoros de sanidad,
restauración familiar, nuestra salvación y la de nuestra
familia, la prosperidad económica y la plenitud de

148
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
nuestro desarrollo ministerial. Hace dos mil años, Jesús
hizo el gran sacrificio de la Cruz, único e irremplazable;
hoy día, también nosotras debemos entregarnos como
sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

La bendición de la mansedumbre

Jesús ha sido la persona de mayor autoridad que


haya existido en este mundo, pero Juan el Bautista lo
identificó como el Cordero de Dios. En una ocasión Jesús
dijo a los discípulos: “Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
(Mateo 11:29).

¿Queremos ser genuinos corderos, sacrificios vivos?


Busquemos la mansedumbre y humildad de corazón;
aprendamos de Jesús y sus maravillosas enseñanzas;
imitémosle. Ante diversas circunstancias, usted puede
preguntarse: “¿Qué haría Jesús en mi caso?”. Este
interrogante es lo que le dará la respuesta cuando
necesite definir una norma de conducta. Pregunte a
su cónyuge, a sus padres, a su líder: “¿Cómo me ves?
¿Soy mansa y humilde?”. Ellos van a ser muy sinceros
con usted. ¿Tiene problemas con su temperamento?
¿Fácilmente se ofusca y se sale de sus casillas? Permita
hoy al Señor que haga de usted una sierva mansa y
humilde.

149
La Mujer en el Ministerio
Recuerdo hace unos tres años, cuando estaba
formando mi tercer equipo de doce en Bogotá,
Colombia. Una de las mujeres era mi hermana mayor,
Cristina; asistía a la iglesia los domingos, pero nunca
durante la semana. Era muy detallista y afanada por el
orden, siempre limpiando la casa y dejándola como
una “copa de plata”, una mujer muy ordenada, pero
con poco compromiso con Dios. Solamente iba los
domingos y se la pasaba mirando el reloj para salir
corriendo cuando terminara el culto. Fue cuando la
llamé para que se integrara como parte de mis doce.
Tuvimos nuestra primera reunión, la invité a un club
con otras amigas, donde les hice una propuesta: “Vamos
a utilizar un puntaje de uno a cien. Tú misma darás el
porcentaje de cuán comprometida estás con la causa de
Jesucristo”. Cada una debía darme la respuesta y todas
fueron muy sinceras. Esa reunión cambió la vida de mi
hermana, porque dijo: “Hice un análisis y puedo decir
que estoy comprometida con el Señor solamente en un
cuarenta por ciento. En mis prioridades, tal vez el Señor
ocupe el último lugar”.

Uno se da cuenta de la actitud de la gente cuando


asiste a la iglesia simplemente como un requisito.
Podríamos establecer un paralelo del compromiso
cristiano con el matrimonio. Cuando una mujer se casa,
muere a todos los demás hombres que hay en la tierra,
o por lo menos ¡así debería ser! El único hombre que

150
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
existe desde ese momento para la mujer es su esposo.
Se trata de una entrega total. Por eso, no creemos que
las parejas deban convivir antes de casarse. Cuando
una camina hacia el altar es porque va a entregarse a
su esposo, dejando atrás a todos los demás hombres.
Cuando venimos a Jesús, también debemos tener una
entrega de la misma magnitud.

El compromiso trae bendición

La misma pregunta que le hice a mi equipo, se


la transmito a usted en este momento. Tómese un
tiempo y medite honestamente en qué porcentaje está
comprometida con el Señor. ¿Cómo lo puede analizar?
Elabore una lista con todas las cosas que hace durante
la semana, o aún mejor, durante el día: Supermercado,
limpieza de la casa, trabajo, cuidado de los niños,
tiempo con ellos, almuerzo, cena, reunión con amigos,
la telenovela y todo lo demás. Fíjese en esas actividades
diarias y luego haga un balance. ¿Qué lugar ocupa
Dios? ¿Abre las Escrituras para leer Su Palabra? ¿Tiene
un compromiso del cien por ciento con la visión? La
entrega implica sacrificio. Aunque trabaje muchas horas,
tal vez tenga que dormir un poquito menos y levantarse
más temprano para orar. Sé que vale la pena, pues con
sacrificio llegará a reunir las características para ser una
genuina adoradora; pero hay que pagar un precio.

151
La Mujer en el Ministerio
Algunas personas que fueron a Colombia dicen: “Qué
linda iglesia, ¿cómo lo hicieron? Denme el secreto”.
Creen que la fórmula es dos por dos, igual a cuatro, que
si hacen un Encuentro y luego un Reencuentro, la iglesia
crecerá rápidamente. Lamento decirle que no es así.
Hay muchas cosas detrás de una iglesia en crecimiento:
días de ayuno, horas lejos de la familia para preparar
los Encuentros, madrugadas de oración y mucho más.
Solíamos llegar a las cinco de la mañana todos los días a
la iglesia para la intercesión, que duraba hasta las nueve;
teníamos que estar todos los días con los grupos, con
los discípulos, en consejería, comenzando una célula,
multiplicándonos. El trabajo es realmente arduo, pero
le aseguro que es fuente de gran satisfacción. Usted
necesita comprometerse hoy un cien por ciento con la
causa de Jesús, con la visión y con su iglesia.

Ahora le toca a usted

Pablo existió, pero ya murió. ¿Será usted quien


alcance un lugar prominente, como este apóstol? Juan
era conocido por ser el discípulo amado de Jesús y por
estar siempre a su lado. ¿Será usted quien lo haga ahora?
Propóngase como meta ser una ganadora de almas, una
destacada líder de células, una excelente adoradora.
Usted necesita convertirse en sacrificio vivo para Dios.
Mi hermana Cristina me dijo: “De aquí en adelante, mi
compromiso será de un cien por ciento”.

152
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
Actualmente, ella es una gran sierva de Dios. Todos
los días se levanta a las cuatro de la mañana para
interceder por otros; hizo ese pacto el año pasado.
Me decía: “Ni un día he dejado de estar a las cuatro
de la mañana orando por mi familia”. Aunque ha
tenido ataques y ha atravesado varias pruebas, se ha
mantenido fiel y es toda una pastora. Me alegro de verla
cómo está ahora, porque tenía problemas de carácter
y muchas dificultades en su vida. Pero aprendió a
convertir las adversidades en bendiciones, porque se
rindió totalmente a Dios. Ahora es la primera que asiste
a mis reuniones, está en la iglesia, tiene su célula, va a la
Escuela de Líderes y tiene varias discípulas. Me mandó
un regalito hace unos días, y me escribió: “Hermanita,
ora por mi ministerio”. Puedo ver la diferencia, ahora sí
es un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

El fuego

Dijimos anteriormente que el fuego simbolizaba la


presencia del Espíritu Santo. ¿Cómo se inició la iglesia
cristiana en el mundo? “Y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada
uno de ellos” (Hechos 2:3). Las últimas palabras de Jesús
a los discípulos fueron: “Pero recibiréis poder cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo...”
(Hechos 1:8a). Sin la presencia del Espíritu Santo no
podemos ser adoradoras.

153
La Mujer en el Ministerio
¿Qué hace el fuego? Quema la escoria, quema el
sacrificio, lo consume. ¿Quiere ser una adoradora?
Cuando entre en oración, debe sentir literalmente que
el fuego viene sobre usted y la consume. Allí se inicia el
proceso, la adoración sube a los cielos, el Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo comienzan a percibir olor grato, y dicen:
“Es verdadera adoración”. Es cuando puede estar mucho
tiempo delante de Dios, diciéndole simplemente: “Santo,
Santo, Santo”. O cuando empieza a cantar canciones de
adoración, sintiendo que es trasladada al trono de Dios,
y ante Su misma presencia, allí donde puede verle. Jesús
dijo: Porque el Padre anhela tales adoradores. Lo dijo a la
mujer samaritana: El Padre está buscando en toda la tierra
adoradores que le adoren en espíritu y en verdad (Juan
4:23b). Y no es que usted deba ir a tal o cual monte, no
se trata de que vaya a Jerusalén para adorar a Dios, no es
que tenga que ir a Corea del Sur, o que adore en Bogotá;
puede hacerlo en su cuarto, si usted pasa a través de la
Cruz. Si es ese sacrificio vivo, santo y agradable a Dios,
la presencia del Espíritu Santo descenderá donde quiera
que usted vaya.

Concibiendo las multitudes

Cuando mediante la Cruz usted logra convertirse en un


sacrificio de olor grato ante Dios, consumido por el fuego
de Su Espíritu, recibe las mismas cuatro bendiciones que
tuvo Abraham.

154
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
1. De usted saldrá una gran nación

Esto sucede cuando se engendra la visión de las


multitudes en su vida, no antes. Alguien que no sea
adorador no puede atraer las multitudes. La primera
bendición del Señor fue la sanidad de la esterilidad,
porque Abraham era estéril. Tal vez usted sea estéril
ministerialmente, yo lo fui. Aunque tenía cuatro hijas
preciosas, no tenía hijos espirituales. Toda la bendición
y la unción estaban sobre César, porque era un siervo
de Dios, un ungido; siempre lo ha sido. Cuando me
decía que predicara, le respondía que no, que mejor
lo hiciera él porque era él quien tenía la unción. Yo
prefería solamente ayudarle en la alabanza. Pero tuve
que pasar por todo esto hasta que en mí se concibió
una gran nación. Pude visualizar una generación de
mujeres que amarían a Dios con todo su corazón. En
Colombia, si nos reuníamos doscientas mujeres, era
mucho. Cuando concebí las multitudes en mi espíritu,
la primera reunión después de esa experiencia tuvo
una concurrencia de veinte mil mujeres en un Coliseo,
¡todas adorando a Dios! El Señor le dijo a Abraham: “De
ti saldrá una gran nación”. Y esa palabra está dirigida
no sólo a Abraham, sino también a usted y a mí. Puede
comenzar con una célula, luego se multiplicará, llevará
a sus discípulas a los Encuentros, y más tarde, ¿por qué
no?, será una mujer que impacte los cinco continentes
del mundo. Tal vez piense: “No, yo no he servido

155
La Mujer en el Ministerio
nunca para nada”, o “mire la edad que tengo, ya me
están saliendo las canas”, o “jamás he podido realizar
mis sueños”. Si es una verdadera adoradora, será madre
de multitudes.

2. Tendrá un nombre nuevo

Seguidamente, Dios le dará un nuevo nombre. Tal


vez la nombran como Patricia, Susana o Marta, pero en el
fondo usted se llama “fracasada”, “amargada”, “pobre”,
“débil”, “estéril”. Tal vez su vida haya sido marcada con
palabras negativas, propias o de terceros. Pero quiero
decirle que si es una adoradora, Dios le cambiará el
nombre. Le llamará “hija”. Será una “princesa” de Dios.
Él le dirá: “Te sentarás a la mesa Conmigo, y Yo voy a
hablar a tu corazón y tú vas a hablar al Mío. Seremos
amigos”. Como Abraham fue el mejor amigo de Dios,
usted será la mejor amiga de Dios. Su nombre será
cambiado cuando entre en la práctica de la genuina
adoración.

3. Dios será su proveedor

En tercer lugar, debemos saber que Dios siempre ve


nuestra necesidad. La adoración hace que Jehová Jireh
actúe a través del Espíritu Santo, dándole la provisión,
porque Él está con usted. Tal vez había pensado:
“No, Señor, me conformo con un empleo, con un

156
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
vehículo pequeño, con una casa modesta, con ciertas
comodidades, lo mínimo para vivir decorosamente”. Yo
pensaba así hace unos veinte años. Pero el Señor me
dijo: “No, hija, Yo voy a darte la provisión, serás un
árbol grande, lleno de frutos; miles de familias van a
estar debajo de ese árbol, y aun serán alimentadas por
ti”. Antes, yo no tenía ni para el bus, y mi papá tenía
que pagarme la universidad. Pero ahora somos un gran
árbol y miles de familias viven de la Misión Carismática;
yo diría que más de trescientas familias trabajan tiempo
completo en nuestra institución, porque aprendimos
a ser adoradores. Si usted es una genuina adoradora,
verá la provisión; no una a cuentagotas, sino de las
que hay que cargar con grandes palas. A través de
nuestra genuina adoración, mediante nuestro corazón
entregado sin reservas a Dios, conoceremos a Jehová
Jireh obrando en nuestras vidas.

4. Dios le dará protección

En cuarto lugar, está el cuidado y la protección. La


Biblia dice: “En el mundo tendréis aflicción” (Juan
16:33b). En este mundo convivimos a diario con distintos
peligros. Por ejemplo, las Escrituras nos advierten de la
mujer extraña, que ronda buscando llevarse al hombre
que vale. Cuando usted es una adoradora, la protección
de Dios rodea su casa y a cada uno de los miembros de
su familia.

157
La Mujer en el Ministerio
El Señor librará a su esposo de la mujer extraña. Tal
vez él sea tentado pero con la protección divina, la mujer
extraña no se lo llevará. Quizás existan malas amistades
alrededor de sus hijos, pero si usted es una adoradora,
ellos recibirán la cobertura de Dios. La protección
de Cristo levantará murallas en derredor de sus seres
queridos y de su propia vida. ¡-Vea qué importante
es ser una mujer adoradora-! Abraham percibió esto y
dijo: Iré allá a adorar a Dios. Y su adoración fue en
obediencia, en sacrificio. Si la iglesia entiende estos
principios de la adoración, la multiplicación vendrá,
nuestros nombres serán cambiados, y la provisión y
la protección tendrán lugar en nuestro medio. Todos
deseamos vivir y experimentar el verdadero significado
del cristianismo, el cual no consiste en cambiarse de
religión, donde antes iba a la misa y ahora va al culto,
¡no! Implica mucho más; se trata de una relación
personal con el Señor.

Comience ahora

Le invito a elevar confiadamente esta oración:

“Señor, quiero ser una adoradora. Que lo que


Tú hoy me estás enseñando, pueda recibirlo en
mi interior. Quiero comprender el verdadero
significado de la Cruz. Gracias porque has hablado
a mi vida. Eres hermoso, Señor.

158
Este es el t
iempo de la genuina Adoración
Renuncio ahora mismo a todo pensamiento
negativo, todo argumento en mi mente que impida
entrar al lugar santísimo, y lo hago a través de la
Cruz. He creído en Jesús. Él murió, resucitó y está
sentado a la diestra del Padre.
Sus llagas testifican que hay salud, y el madero,
que es símbolo de maldición, me dice que Tú
llevaste en él mi pecado, mi abandono, mi rechazo,
mis angustias, mi amargura y todo lo malo.
En este momento entro al lugar santísimo a través
de la Cruz. Te adoro Jesús, y te doy gracias por tu
sacrificio por mí. Mediante él, me has entregado
tu justicia, y me has regalado las bendiciones
que heredaste por Tu obediencia, porque fuiste
al Calvario obedeciendo, con mansedumbre y
humildad de corazón.
Gracias porque hoy he creído en Ti, y la Cruz
me abre el camino para entrar a la verdadera
adoración. Hiciste Tu parte Señor; Tu sangre está
fluyendo y limpiándome de todo pecado y de toda
maldad; ahora, yo haré mi parte, Señor. Seré ese
cordero con corazón puro, seré mansa y humilde
de corazón. Hoy me entrego sin reservas a Ti. Me
pongo en Tu altar como sacrificio vivo, santo y
agradable.
Recibe, Señor, mi adoración. Ven, dulce Espíritu
Santo, y consume el holocausto, así como lo hiciste
con Abraham.

159
La Mujer en el Ministerio
Bendíceme, porque sólo quiero tu bendición.
Hoy la obtendré porque entro en el camino de la
adoración. Gracias Jesús.

Siento tu fuego Señor. Ven Jesús, mi dulce pastor.


Consúmeme cual sacrificio. Estoy en tu altar, toma
mi vida, toma mi mente, mis pensamientos, toma
mi pasado, la motivación de mi corazón y todo lo
que soy. Lo pido en el Nombre de Jesús. Amén”.

160
Reflexión 8
“ Recuerde: para ser una genuina adoradora,
para entrar en la presencia de Dios,
el único camino es la Cruz”.

1. Sin lugar a duda en cada uno de nuestros


corazones está el deseo de llegar a ser una verdadera
adoradora. En el libro de Génesis capítulo veintidós,
encontramos el ejemplo de Abraham. Identifique a
través de esta lectura cuáles son los elementos para ser
una verdadera adoradora.

2. Aunque conozca al Señor por mucho tiempo, es


posible que aún no haya experimentado la verdadera
revelación de la Cruz; esta es una vivencia maravillosa
pero tiene que ser personal. Si no la ha experimentado
aún, entre en su lugar secreto y pídale al Señor recibirla.
Recuerde, es muy importante esperar la respuesta de
Dios en oración.

3. ¿Tiene problemas con su temperamento?, ¿Cómo


son sus reacciones en momentos de presión?, ¿Cómo
son sus reacciones cuando su esposo, padres o líder
quieren corregirle o enseñarle algo?

161
La Mujer en el Ministerio
De acuerdo a su respuesta sabrá si en su corazón hay
falta de mansedumbre y humildad.

4. Dios busca adoradores que le adoren en


Espíritu y en verdad, y para ello es importante conocer
al Espíritu de Dios. Él es más que una persona, es el
mismo Dios. Durante este período de reflexión tome
un tiempo extenso para pedirle al Espíritu Santo que le
enseñe a ser una verdadera adoradora.

162
Capítulo 9

Siendo guiadas
por el
Espírit u Sant
o
“ Pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra”
(Hechos 1:8).

163
E s muy importante que cada una de nosotras
tenga una relación íntima con el Espíritu
de Dios; Él es real, es una persona y quiere habitar
dentro de nuestra vida, pero espera hasta que nosotras
voluntariamente lo invitemos. Él no puede relacionarse
con alguien sino hasta que ha podido entrar en su vida.
Así como la relación de la mujer con su esposo se hace
fuerte porque los dos pueden compartir de una manera
personal e íntima dentro de la misma casa, el Espíritu
Santo no siente que le pertenezcamos sino hasta cuando
le hayamos permitido morar dentro de nuestra vida.
Debemos entender que el Espíritu Santo es todo un
caballero y nunca entrará a la fuerza en ninguna persona,
tampoco forzará la voluntad de alguien para que le abra
el corazón. Siempre respeta nuestra voluntad y no hace
nada para forzarla.

El Espíritu de Dios vino y


permaneció en Jesús

No es que fuera una paloma, sino que vino en forma


de paloma. El Espíritu Santo fue quien guió a Jesús. Lo
llevó al desierto y lo primero que hizo fue que Jesús
enfrentara al tentador. A quien venció por medio de la
Palabra porque tenía la unción del Espíritu Santo.

165
La Mujer en el Ministerio
Muchas de nosotras después de haber pasado un
genuino encuentro con Jesús vamos a experimentar la
llenura del Espíritu de Dios, pero también vamos a tener
que enfrentarnos a la tentación; pero la venceremos
en el Nombre de Jesús, porque hoy el Señor le dará la
unción del Espíritu de Dios.

Fue a partir del desierto que empezó el ministerio de


Jesús. Todo lo que Él hizo fue sobrenatural. Convirtió
el agua en vino, levantó a los muertos, dio vista a
los ciegos, abrió los oídos de los sordos, consoló los
corazones; Él oraba y se multiplicaban los panes y
los peces, anduvo sobre el mar, dijo al viento: calla,
enmudece. Él pasaba entre la multitud enfurecida, pero
no le podían tocar; voluntariamente dio su vida, y no
porque no pudiera defenderse, porque en Él habitaba
la plenitud de la deidad de Dios. Todo lo que hizo
Jesús fue extraordinario; Su amor, el fluir de la sabiduría
cuando hablaba, la gracia; ninguno sobre la tierra ha
hablado como Él. A veces nos muestran a un Jesús
religioso, muy místico en las películas, pero Él no era
así. Era alegre, gozoso, tenía a los niños a su alrededor
para bendecirlos, les decía a sus discípulos: dejen a
los niños venir a Mí; se compadeció de la viuda, del
hombre que estaba perdiendo a su hijo; cuando vio a
un endemoniado que estaba desnudo, tuvo compasión
y le ministró liberación; era un ejemplo de vida.

166
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
El Espíritu Santo quiere que seamos
muy especiales con El

Todo lo que hizo Jesús fue glorioso y sobrenatural.


Poco antes que Él dejara este mundo, dijo a sus discípulos:
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría
a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré” (Juan 16:7).

Todos anhelamos tener una relación íntima con


Jesús. Si alguien hoy nos dijera que Jesús se encuentra
en Jerusalén, sé que tomaríamos el primer vuelo para
poder ir a verlo. Pero el Señor dijo: “... os conviene que
yo me vaya...” El sabía que la presencia del Espíritu
Santo se haría manifiesta cuando Él ascendiera a los
cielos. Muchos de nosotros conocemos acerca del
Espíritu Santo, pero hoy Dios quiere que recibamos una
nueva revelación de Su persona.

Tuve una experiencia maravillosa hace algunos


años, al dar comienzo a una de nuestras convenciones
anuales que realizamos en el mes de enero en la ciudad
de Bogotá. Esa mañana tuve una diferencia con César y
él comenzó a castigarme con el látigo de la indiferencia
(a tratarme con indiferencia). Aunque no discutimos, no
habíamos podido ponernos de acuerdo en un punto,
y su actitud hacia mí fue dejar de prestarme atención,
comportándose como si yo no estuviera allí.

167
La Mujer en el Ministerio
Mi esposo suele ser muy expresivo, muy cariñoso,
pero ese día era hielo frente a mí. Más tarde, nos
dirigimos a la reunión de apertura de la convención
- en el Coliseo -, y nos ubicamos en la plataforma.
Entre los invitados, se encontraba un saxofonista
norteamericano, y cuando él comenzó a tocar, vino a mi
mente la interpretación divina y mientras aquel hombre
ministraba con su melodía, Dios me estaba mostrando
una gran revelación, era algo completamente nuevo
para mí.

El Espíritu Santo comenzó a decirme: “Hija, he


permitido lo que acabas de experimentar con César
porque quiero darte una lección a través de este hecho.
¿Te ha dolido el que tu esposo haya sido indiferente
contigo?”. Yo le respondí: “Sí, Señor, claro que me ha
dolido”. Entonces, me dijo: “Yo he permitido todo esto
porque quiero mostrarte que en este tiempo mi iglesia
ha sido muy indiferente Conmigo también y por ello,
hoy quiero que le comuniques esto a la iglesia”

Los miembros de la iglesia vivimos nuestra vida


cristiana como si el Espíritu Santo no existiera, es como
si estuviera en casa con su esposo y fuera totalmente
indiferente con él, entra y no saluda; come, duerme,
y no le dirige la palabra. ¿Será que un matrimonio
puede perdurar así? No, ya que lo más importante para
fortalecer el matrimonio es la comunicación.

168
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
Mientras asimilaba lo que el Señor me estaba
ministrando, mi esposo, que estaba dirigiendo la
reunión, me invito para que continuara con el servicio.
Cuando tomé el micrófono, me hallaba bastante
quebrantada, y lo primero que dije a la congregación
fue: “Hoy tuvimos un disgusto con mi esposo y, por
causa de esto, él ha estado muy indiferente conmigo, y
esto me ha dolido mucho. Pero Dios me dio un mensaje
profético a través de la ministración del saxofón...”, y les
compartí lo que el Señor me había mostrado. Cuando
les dije que debería haber un genuino arrepentimiento
por toda nuestra indiferencia con el Espíritu Santo, vino
un quebrantamiento sobre todo el auditorio. La gente
se postraba en el piso y le suplicaba a Dios misericordia
y las personas se empezaron a pedir perdón unas con
otras. Luego, mi esposo se acercó a mi lado y me abrazó.
Ambos nos pedimos perdón. Aquel día, la atmósfera
fue cargada de la gloria celestial. Después de aquella
reunión, entendimos que Dios había permitido esto
que vivimos como pareja para enseñarnos a todos a
cuidar de nuestra relación con Él. Lo que usted debe
comprender hoy que así como Jesús estuvo en persona
caminando sobre esta tierra, también es una realidad
que el Espíritu Santo está hoy aquí también. Es muy
importante que usted comience a relacionarse con Él
íntimamente; Jesús enseñó que sin la presencia y la
plenitud del Espíritu Santo, no podríamos tener una
vida victoriosa.

169
La Mujer en el Ministerio
Pude conocer al Espíritu Santo
a través del quebrantamiento

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre


vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hechos 1:8).

El Pedro que semanas atrás había negado al Señor,


es totalmente diferente al Pedro que se levantó después
del Pentecostés. El libro de Hechos de los Apóstoles
lo presenta como un hombre enérgico y firme en su
fe, valiente, que estuvo dispuesto a morir por el Señor
Jesús. Esto llegó a ser posible, cuando Pedro atravesó
el quebrantamiento.

¿Qué es el quebrantamiento? Es cuando usted


reconoce que ha ofendido a Dios y siente un profundo
dolor que la lleva a llorar amargamente por el error
cometido. El Espíritu Santo siempre busca habitar en
corazones quebrantados. Pedro, que había negado
a Jesús en tres ocasiones, experimentó un genuino
quebrantamiento que le permitió al Espíritu Santo venir
y morar en él.

Gracias a Dios mi niñez fue bendecida, no sufrí


ningún trauma, siempre conté con el amor de mis
padres, no conocí ni vicios, ni pecado, ni el mundo.

170
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
En mi conversión no hubo ninguna experiencia
sobrenatural, pues cuando inicié mi vida cristiana pude
ver que los creyentes eran muy similares a como yo
siempre había sido. Mi conversión fue como si hubiese
pasado de una iglesia a otra. Por eso, cuando César
hablaba de lo dramático de su testimonio, yo le decía:
“No todos tienen que vivir lo que tú viviste”.

Durante dieciocho años de cristiana, aunque hablaba


en otras lenguas, leía la Biblia y no faltaba ningún
domingo a la iglesia, no disfrutaba de una íntima relación
con el Espíritu Santo, Él no venía sobre mí porque aún
no había sido quebrantada. Durante todos esos años no
tuve fruto, era una mujer llena de temores; si veía que
las circunstancias eran difíciles, sólo me apoyaba en mi
esposo, pero no en el Señor. Mis ojos espirituales no
habían sido abiertos, al igual que mis oídos espirituales.
Cuando César decía: “El Señor me está ministrando, me
está hablando...” y yo decía: “¿Cómo te habla? ¿Es una
voz de ultratumba que viene y te dice: César, César?”
Y él decía: “No, yo sé cuando Dios me habla, es en el
corazón”. En ese tiempo, cuando me tocaba estar frente a
la congregación, sólo decía dos o tres frases y me callaba,
porque no veía que mis palabras tuvieran sentido. Por
eso siempre creía que era mejor que hablara otro.En el
año 1995 experimenté un dolor muy profundo al perder
la campaña electoral en Colombia (por la cual había
luchado y me había sacrificado en gran manera).

171
La Mujer en el Ministerio
Hoy entiendo que Dios utilizó esa circunstancia
para que yo pudiera nacer al ministerio. Durante ocho
meses sentí un quebrantamiento intenso, lloraba por la
mañana, lloraba por la tarde y lloraba aún por la noche,
no anhelaba salir de mi casa y no quería involucrarme en
ninguna actividad, sólo me encerraba en un cuarto, me
postraba en el piso y agonizaba delante de la presencia
de Dios. Cuando uno se siente fracasado, sin esperanza,
cuando ve que su futuro es incierto, cuando siente que
el piso se le mueve, cuando siente que el dedo acusador
apunta, entonces viene un profundo quebrantamiento
interior y un gran deseo de buscar a Dios.

Luego que Pedro negó al Señor, sintió que Dios tenía


que obrar en él de una manera profunda. Cuando las
Escrituras dicen que Pedro lloró amargamente (Mateo
26:75) demuestran su genuino arrepentimiento, quizá
sus palabras eran: Señor, simplemente soy polvo, soy
carne, soy el más vil pecador; soy aún más pecador que
Judas, porque él por treinta piezas de plata te vendió,
pero yo también te he vendido cuando te negué.

Así como Pedro, usted debe llegar a sentirse la más


vil pecadora, pues esto le permitirá experimentar un
verdadero arrepentimiento.

172
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
Compromiso total

Tres cualidades deben caracterizar la vida de una


mujer: Pureza, mansedumbre y entrega del cien por
ciento.
Cuando pasa días enteros postrada delante de Dios,
y su corazón está quebrantado frente a Su presencia,
usted puede experimentar lo mismo que Jacob en
Peniel, puede ver a Dios cara a cara. Cuando Jacob
luchó con el ángel, estaba pasando por uno de los más
angustiosos momentos de su vida; él sentía las pisadas
de su hermano detrás suyo. Esaú había prometido
que cuando lo volviera a ver, lo mataría. Aquella
noche de Peniel, en que Jacob sentía los terrores de
la muerte rondando su casa, decidió refugiarse en la
oración. Pero en esta ocasión, su manera de orar fue
completamente diferente; se aferró a Él y no lo soltó
hasta haber obtenido su bendición plena. Esta situación
es muy similar a cuando uno se encuentra entre la vida
y la muerte, cuando la sombra del fracaso rodea nuestra
vida o nuestra familia; oramos y clamamos al Señor
intensamente, pero al mismo tiempo decidimos hacer
un compromiso con Él de entregarle toda nuestra vida
y disponer nuestro corazón para servirle. Entonces el
Señor nos escucha y lo primero que hace es mostrarnos
las semillas de iniquidad que hay en nuestro corazón;
luego nos permite ver nuestro egoísmo, altivez, envidia,
venganza, autosuficiencia, falta de fe, duda, orgullo y

173
La Mujer en el Ministerio
tantas otras cosas que dominan nuestras vidas. Dios
comienza a limpiar nuestro corazón para transformarlo
en un vaso puro, en habitación santa. Gran parte de
este proceso comienza en el Encuentro. Luego, el Señor
comienza a tratar con su carácter y le dice: “Hija, tienes
que dejar la ira y la venganza; debes tener una actitud
humilde de total dependencia hacia Mí”.

El quebrantamiento del carácter de Pedro fue algo


muy difícil para él. Su temperamento lo hacía una
persona autosuficiente, pero el Señor lo llevó al punto
que se sintiera totalmente impotente. El cambio en
su vida fue tan grande, que lo llevó a estar dispuesto
a morir por Jesús, esto nos habla de una entrega del
cien por ciento. El Señor dijo: “El que halla su vida, la
perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la
hallará” (Mateo 10:39). Esta declaración del Maestro nos
habla de una entrega completa, total.

En el aposento alto, Pedro junto al resto de los


discípulos habían estado perseverando en oración por
diez días, según las instrucciones que habían recibido
de parte del Señor de que no se movieran de Jerusalén
hasta haber recibido la llenura del Espíritu Santo. Dios
también les había dicho que recibirían poder cuando
esto sucediera y le serían testigos (Hechos 1:8). Dios ya
había preparado la vida de aquellos que se encontraban
en el aposento alto. Sus corazones habían sido limpiados

174
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
y estaban listos para recibir lo nuevo que Dios tenía
para ellos: la unción del Espíritu Santo. Si usted es una
mujer que le ha permitido a Dios tratar con su corazón,
si hoy Él encuentra mansedumbre en usted, y su entrega
a Él es total, podrá experimentar el fluir de Dios de una
manera plena en su vida desde este momento. Será
transformada en una persona llena de gracia y unción,
libre de todo temor. Si hoy, abre su corazón, el Espíritu
Santo descenderá, así como lo hizo sobre Jesús y sobre
Pedro. Cuando el Espíritu vino sobre el apóstol, hubo
evidencias claras de ello. La Palabra declara que vinieron
como lenguas de fuego sobre cada uno de los presentes
y comenzaron a hablar en otros idiomas. El temor de
perder la vida, que había hecho que Pedro negara a
Jesús, ya no era parte de su naturaleza. Su corazón
cobarde se convirtió en uno valiente y comenzó a adorar
a Dios en otras lenguas. Fue tan poderosa la unción
que se manifestó aquel día, que las multitudes fueron
atraídas por este acontecimiento. Pedro aprovechó esta
oportunidad para dar su primer discurso y como tres mil
judíos decidieron seguir a Jesús. Luego, en su segunda
exposición, cinco mil más fueron añadidos a la iglesia,
sin contar los más numerosos: las mujeres y los niños
(pues en la antigüedad sólo se contaban los hombres).
Era tan evidente la transformación que se había operado
en la vida de este apóstol que no había quedado ni una
secuela de temor del pasado.

175
La Mujer en el Ministerio
Era tan obvio el cambio en su vida que al abrir Pedro
la primera célula, en la casa de Cornelio, su mensaje
se centralizó en la promesa que había recibido de
Jesús: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hechos 1:8).

¿ Qué significa la unción ?

La unción significa la misma presencia de Dios. Esta


es como la gracia que la puede transformar a usted en
otra mujer. Pedro llegó a ser lo opuesto de lo que era,
se convirtió en una piedra viva, fuerte y sólida. Antes
era sólo una caña, fácilmente el viento doblegaba su fe.
Pero luego que la unción del Espíritu Santo vino sobre
él, testificaba en todo lugar donde iba. Dios lo usó
como la puerta para que los gentiles le conocieran. Fue
un apóstol que experimentó extraordinarios milagros,
y aún de su sombra fluía poder divino que sanaba a
los enfermos (Hechos 5:15). Querida mujer, hoy puede
cumplirse en su vida una profecía declarada en las
Escrituras: “...Derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán...”
(Hechos 2:17).
Este es el deseo de Dios para su vida; Él está
restaurando el ministerio de la mujer. Quizá por muchos
años no pudimos predicar ni ministrar a las multitudes,

176
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
no pudimos sanar a los enfermos, ¡pero ahora, añore
los milagros! Ore por los que necesitan un milagro en
su célula; ministre sanidad a los corazones heridos,
porque a través de su boca, el Espíritu Santo hablará.
Esta unción que Dios está derramando sobre usted es
para predique el evangelio. Quizá antes solo compartía
algo muy pequeño, pero ahora sus palabras tendrán
autoridad y poder.

¿Cómo sabe usted que la unción del Espíritu Santo


posa sobre su vida? Cuando la unción llega, una gran
compasión por la gente se apodera de nuestra vida.
Y tratamos de llevar sanidad a las personas que han
sido heridas, pues viene de parte de Dios un manto
de consolación que trae profunda sanidad a través
suyo. Cuando la unción del Espíritu Santo está sobre
usted, tiene la palabra específica para que la gente
sea libre de la ruina, para llevarla a la dimensión de la
fe, para ayudarla a alcanzar la prosperidad en Dios; a
través de la revelación de la Cruz sus manos y su boca
serán como las de Jesús. Al poner las manos sobre los
enfermos podrá decir: “Eres libre de tu enfermedad”.
Dios respaldará cada palabra de vida que pronuncie. Al
orar por los panes y los peces, verá la multiplicación.

En mi experiencia personal, luego que el Espíritu


Santo vino sobre mí, experimenté el verdadero
crecimiento.

177
La Mujer en el Ministerio
En Bogotá, sólo contábamos con cuarenta células de
mujeres cuando comencé en el ministerio sobrenatural.
Y hoy, tenemos más de veinticinco mil. Si usted
realmente desea una unción fresca del Espíritu, Él la
derramará sobre su vida. La mansedumbre, la pureza de
corazón y el carácter de Cristo serán visibles en usted,
y se convertirá en una mujer entregada a Dios al cien
por ciento.

Debemos anhelar los milagros

La gente quiere ver milagros, quiere ver vidas cambiadas,


quiere ver corazones sanados y liberados. Esto solo ocurre
cuando usted entra en el ministerio de lo sobrenatural.
Alcanzaremos las mujeres del mundo entero a través de
los milagros y prodigios que Dios haga en las células. El
deseo de mi corazón es experimentar milagros en cada
una de las reuniones que tengamos; quiero que los ciegos
reciban la vista, que los sordos oigan, que los enfermos
sean sanados y que los hogares sean restaurados.

Cuando Jesús recibió la unción del Espíritu de Dios,


tomó el libro del profeta Isaías y leyó: “El Espíritu del
Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para
dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a
sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en
libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable

178
Siendo guiadas por el Espírit
u Sant
o
del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y
se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban
fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido
esta Escritura delante de vosotros” (Lucas 4:18-21).

Usted debe desear que Dios la use de la misma


manera como usó a Jesús, para que también sea canal
de salvación e instrumento de sanidad, liberación y
esperanza a tantos corazones que en este momento
están sufriendo y nada en este mundo los ha podido
llenar.

Hermoso Espíritu Santo: Ven a mí y


llena cada parte de mi ser con Tu
santa presencia que trae paz y gozo
a mi corazón. Quiero conocerte
más y aprender a distinguir Tu
voz entre todas las voces. Guíame
a toda la verdad de Dios para mi
vida y que una unción fresca y
poderosa repose en mí, para que
pueda así entrar en el ministerio de
lo sobrenatural. Tómame y úsame,
en el Nombre de Jesús. Amén.

179
La Mujer en el Ministerio

Reflexión 9
” Así como la relación de la mujer con su esposo
se hace fuerte porque los dos pueden compartir de
una manera personal e íntima dentro de la misma
casa, el Espíritu Santo siente que le pertenecemos
cuando le permitimos morar dentro de nuestra
vida”.

Seguramente ya habrá leído esta afirmación, pero en


este momento reflexionará acerca de algunos aspectos
que le ayudarán a conocer al Espíritu Santo más
íntimamente.

1. Después de haber pasado por nuestro encuentro


con Jesús, sentimos la llenura del Espíritu Santo. ¿Ese
fuego sigue aún en su vida o ha permitido que éste se
apague?

2. Cuando nos quebrantamos delante de la


presencia del Señor, sentimos un dolor profundo por
haberle fallado. El Espíritu Santo morará en nuestras
vidas siempre que tengamos corazones quebrantados.
¿En qué área de su vida no lo ha experimentado aún?

180
3. Tres cualidades deben caracterizar la vida de
una mujer para que su compromiso sea total: Pureza,
mansedumbre y entrega del cien por ciento. Reflexione
cuál es su posición frente a cada una de ellas.

4. Usted es un instrumento en las manos de Dios


para sanidad, milagros y prodigios, Él quiere usarla.
¿Qué debe hacer para que esto sea una realidad en su
vida?

181
Capítulo 10

La Mujer en
el propósit
o
Divino
“ ¿Y quién sabe si para esta hora
has llegado al reino? ”
(Ester 4:14b).

183
D etrás de este mundo visible, existe otro mundo
que no podemos percibir con nuestros ojos
físicos, pero que por ello no deja de ser real, es el
mundo invisible. En él encontramos el Reino de Dios,
pero también el de las tinieblas, el cual es gobernado
por Satanás. El diablo se introdujo astutamente en el
mundo visible a través de la serpiente, para intentar
seducir a la primera pareja. Sabemos que detrás de
cada conflicto familiar hay un accionar del enemigo,
buscando continuamente sembrar semillas de discordia,
produciendo así heridas y resentimientos que llevan a
la destrucción de los hogares.

Años atrás, le pregunté a una mujer que apreciaba


mucho: “¿Por qué abandonaste a tu familia?”, y casi no
supo qué responderme. Ella había dejado a su esposo e
hijos por lanzarse tras una aventura extramatrimonial. En
situaciones como esas, nuestra primera reacción como
cristianos es dejar todo en manos de Dios, pensando
que nada podemos hacer desde nuestro lugar. Pero
el Señor me mostró que sí podemos hacer, y mucho.
Entendí que Él nos ha entregado a cada una de nosotras
una llave, la oración. Con esta llave podemos abrir el
Reino de los cielos y traer bendición a familias enteras.

185
La Mujer en el Ministerio
Dios puso en mí una carga fuerte por esta mujer y su
familia, por lo cual comencé a orar para que el Señor
hiciera un milagro y ella volviera a reunirse con sus
hijos.

Mientras pasaba tiempo en oración, mi mente se vio


bombardeada con pensamientos negativos hacia esta
mujer, oía una voz que la acusaba y la condenaba, mas
me rehusé a aceptar cualquier engaño del adversario.
Entendí que la fe debería ir acompañada de imágenes
restauradoras que yo misma debía traer a mi mente. Y
así fue como comencé a visualizar claramente cómo
ella se reunía de nuevo con sus hijos y compartían
la vida en familia. En la medida que perseveraba en
oración, aquellas imágenes se iban tornando cada vez
más nítidas, cada vez más reales, hasta tener la plena
certeza de que el milagro había acontecido. En cada
ocasión que me encontraba con ella, le hablaba con tal
convicción de su propia restauración que ella misma se
sorprendía.

A los pocos meses, el milagro fue un hecho; se


arrepintió de su mal obrar y le pidió a Dios que le
diera la oportunidad de rehacer su vida sentimental y
de restaurar la relación con sus hijos. Todo lo que ella
pidió, Dios se lo concedió. Hoy en día, juntamente con
su esposo, ministran en la misma área donde superaron
las dificultades, en la restauración familiar.

186
La Mujer en el propósit
o Divino
Contra quién es nuestra lucha

Debemos comprender que nuestra lucha no es contra


las personas sino contra fuerzas espirituales de maldad,
dirigidas por el adversario. Lucifer es un ser espiritual
creado por Dios, y a quien Dios le asignó la dirección
de la alabanza en los cielos. Lucifer gozaba de respeto
a causa de su autoridad y de su vida de santidad, pero
no supo valorar todo lo que Dios le había confiado y,
dando lugar al orgullo y a la altivez, se propuso derrocar
a Dios, tomar el control sobre todo y ser receptor de la
gloria. Su mayor frustración fue que no sólo no logró
hacerlo, sino que también perdió todos sus privilegios
y fue expulsado del reino celestial. De esta manera, se
convirtió en un enemigo oculto de la obra de Dios, razón
por la cual llegó al huerto del Edén vestido de serpiente
y logró convencer a la mujer para que desobedeciera el
mandato divino.

La mujer no discernió contra


quien se enfrentaba

La sagacidad de Satanás sorprendió a la mujer y


no le dio ni tiempo de reflexionar, la llevó a actuar
rápidamente, movida por sus propios impulsos. Mientras
sostenía su diálogo con la serpiente, la mente de Eva
fue cautivada, quedando atrapada completamente en
las artimañas y el encantamiento del enemigo.

187
La Mujer en el Ministerio
Satanás logró que la mujer dudara de Dios y pensara
que Él no había sido suficientemente generoso con
ellos; le hizo creer que al prohibirles comer de ese
fruto tan apetecible, les estaba negando el derecho
de llegar algún día a ser semejantes a Él. La estrategia
del adversario no ha cambiado; hoy en día continúa
utilizándola. Cuando le pregunté nuevamente a mi
amiga por qué había abandonado a su esposo para
irse a vivir con otro hombre, me contestó que había
dejado de admirar a su marido. Podemos notar que algo
similar sucedió con la primera pareja. Cuando la mujer
creyó a las mentiras del adversario, se decepcionó de
Dios y dejó de admirarlo. Entonces, ya no le importaba
desobedecerle en cuanto a lo que Él les había advertido.
Esta amiga me estaba dando la respuesta a uno de
los interrogantes actuales: ¿Cuál es la causa de tanto
divorcio? La pérdida de admiración al cónyuge.

Sabemos que por naturaleza las mujeres viven de


sueños, tienen tantos ideales en sus mentes que piensan
que ni todos los años venideros de matrimonio serán
suficientes para poderlos alcanzar. Mas esa montaña
de fantasías comienza a desmoronarse inmediatamente
después del primer disgusto, de la primera llegada tarde
o de haber recibido un comentario negativo por parte
de su esposo. Satanás usa todas esas circunstancias
para sembrar discordia y, de este modo, desmembrar
la familia.

188
La Mujer en el propósit
o Divino
El adversario odia la familia porque ésta representa
la imagen y semejanza de Dios. Dios es trino; el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo siempre están en perfecta
armonía. Podría decirse que la familia también es
tripartita: hombre, mujer e hijos. Las tres partes deben
vivir en perfecta armonía. Por eso, lo que el enemigo
más ataca es la relación de pareja, porque la pareja
unida dará dirección sabia a los hijos.

La mujer, el instrumento de Dios

Por causa de esto el Señor decretó guerra permanente


entre Satanás y la mujer, advirtiéndoles que la simiente
le aplastaría la cabeza y él le magullaría el calcañar
(Génesis 3:15). Esta profecía se convirtió en uno de los
principales motivos por el que el diablo ha perseguido
a la mujer a través de los tiempos, tratando de reducirla
a la más mínima expresión. No obstante, Dios, de una
manera soberana, la ha guardado y protegido, a tal
grado que ningún hombre llegó a dignificar tanto a la
mujer como Jesús. Siempre encontramos al Maestro
defendiendo a la mujer, como lo hizo con aquella que
había cometido adulterio, Él le dijo: “Ni yo te condeno,
vete y no peques más” (Juan 8:11b); lo hizo también
con la mujer samaritana, se abrió al diálogo con ella,
y a través de ella llevó salvación a toda la ciudad de
Samaria.

189
La Mujer en el Ministerio
Usted puede ver el contraste. Por un lado, la
serpiente dialoga con Eva y la conduce al dolor, a la
enfermedad y a la muerte. Por otro lado, Jesús dialoga
con la mujer Samaritana, y en esa misma conversación
ella puede beber de la fuente de salvación, que es el
mismo Jesús. No sólo ella bebe sino que puede darle
de beber a su familia y también a la gente de su misma
ciudad. Cuando los discípulos vieron a Jesús hablando
con una mujer, se sorprendieron (no era algo común
en aquella época). El Señor quería darles una gran
lección a sus discípulos a través de este hecho: Que
la mujer también estaba dentro de Sus planes para
llevar redención a otras vidas. Dios continúa usando
a la mujer para derrotar las fuerzas del enemigo, cuyo
propósito primordial es sacar a Dios del corazón del
hombre y bloquear su mente para que el mensaje de
salvación no sea predicado a la humanidad. Pablo dijo
que si nuestro evangelio está encubierto, entre los que
se pierden está encubierto; que el dios de este siglo
cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les
resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo,
el cual es la imagen de Dios (2 Corintios 4:3-4).

Cuando aquella mujer logró llevar a muchos de


Samaria a Jesús, ellos dijeron a la mujer: “Ya no creemos
solamente por tu dicho, porque nosotros mismos
hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es
el Salvador del mundo, el Cristo” (Juan 4:42).

190
La Mujer en el propósit
o Divino
El Señor dijo: “O haced el árbol bueno, y su fruto
bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo;
porque por el fruto se conoce el árbol” (Mateo 12:33).
La primera pareja, al tomar del fruto prohibido, se
convirtió en árbol malo. No sólo se perjudicaron ellos,
sino que afectaron también a su descendencia. Por ello,
Dios tuvo que expulsarlos del paraíso. Pero, por otro
lado, la mujer que vivía en la ciudad de Samaria decidió
acercarse a Jesús -el árbol de vida-, y tomar de Su fruto,
el cual da vida a todo aquel que de él come. De esta
forma, ella se volvió un árbol bueno, para su propio
beneficio y para bendición de su familia y de toda una
ciudad.

¿ Dónde está usted ?

¿Por qué Dios no encuentra a esta pareja dentro del


huerto? Da la impresión que Dios buscaba a Adán y a Eva
por todo el jardín pero no podía hallarlos, hasta que le
pregunta al hombre: “...¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:9).
Debemos reconocer el lugar donde nos encontramos.
Nuestra posición teológica y ministerial la hemos recibido
de diferentes fuentes, y hoy nos encontramos donde
nuestros antiguos líderes nos guiaron doctrinalmente.
Es importante estar en el lugar donde Jesús quiere que
estemos. La primera pareja se hallaba frente al árbol
del conocimiento del bien y del mal, y debido a que
se detuvieron a contemplarlo, fueron enredados en

191
La Mujer en el Ministerio
las artimañas del adversario. Eva visualizó lo que no
debía, desviando su mirada de Dios y centrándola en
sus propios deseos. El enemigo sabe cuáles son esos
deseos que agradan a los ojos y trata de llamar nuestra
atención, usando elementos que seducen a la carne, para
que nos distanciemos completamente de la voluntad
divina. Mientras Eva contemplaba el fruto, lo hacía de
una manera incorrecta, observándolo vez tras vez hasta
sentir una fuerte codicia en su corazón. Eso la llevó a
acariciar el fruto y cuando le pareció aparentemente
inofensivo, lo arrancó del árbol y lo hizo suyo. Algo
similar sucede hoy en día, el enemigo pone un vivo
deseo por el hombre prohibido, por un hombre casado,
por un varón que ya pertenece a otra mujer. Su astucia
le vende la idea a muchas mujeres que eso no es tan
malo, y poco a poco las va llevando a una visualización
indebida, hasta que deciden arrancarlos de sus hogares
para hacerlos suyos. Después de esto, tienen que
soportar el rechazo, la vergüenza y la humillación, y
todo porque fijaron la atención en aquello que no les
pertenecía.
¿Dónde quedó el amor romántico del matrimonio?
Actualmente en muchos matrimonios sólo se observa
resentimiento por los problemas que tuvieron que
atravesar, la alegría ha desaparecido completamente
de muchos hogares, sólo se ven las diferencias del uno
para con el otro y muchos sienten que el amor se ha
desvanecido.

192
La Mujer en el propósit
o Divino
¿Dónde está usted? Posiblemente en la soledad, o
en un pozo depresivo, o tal vez llevando una vida de
incertidumbre. ¿Dónde se fue ese fuego que antes tenía
por servir a Dios? ¿Se encuentra en el terreno sólido de
la fe o en el lodo cenagoso de la duda y del temor donde
siente que cada vez se va hundiendo más y más?

¿ Donde podrá estar ?

“Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la


tierra, porque yo soy Dios, y no hay más” (Isaías 45:22).
Esta es la invitación que el Señor hace a cada uno de
Sus hijos. Él nos insta a tener una visualización correcta,
a mirar con los ojos de la fe la misma gloria y presencia
del Señor. De la misma manera que lo hizo Jacob cuando
luchó con el ángel y pudo cambiar las circunstancias
positivamente, también cada una de nosotras podemos
lograrlo si aprendemos a mirar solo al Señor, y al fruto
que Él nos ha dado, el cual se halla en cada una de las
promesas de Su Palabra. En la medida que recordemos las
promesas una y otra vez, en la medida que las arraiguemos
en nuestros corazones y las hagamos nuestras, los milagros
irán tomando su lugar en nuestra vida y familia. Pablo dijo:
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en
corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para
los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por
el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo
profundo de Dios” (1 Corintios 2:9-10).

193
La Mujer en el Ministerio
¿Cómo podemos ver todas las promesas que Dios
tiene para nosotras? Las podremos obtener sólo por la
revelación del Espíritu de Dios a nuestras vidas. Porque
el fruto que Dios tiene para sus hijos jamás será ganado
por la vista o a través del pensamiento humano, sino
por medio de la fe.

¿ Quién es su maestro ?

¿Quién le enseñó? Dios estaba tan sorprendido con


el comportamiento que había tenido esta pareja, que
decide preguntarles: “¿A quién le abrieron sus mentes
y corazones para recibir una enseñanza diferente a la
que Yo les di?” ¿Quién sembró en ustedes doctrinas
diferentes a mis palabras? ¿Quién puso la semilla de
duda y de temor en sus corazones? Dios está interesado
en saber de qué fuente nosotros nos estamos nutriendo
espiritual y ministerialmente.

Desde el momento en que iniciaba mi vida cristiana,


tomé la decisión de que mi maestro sería el Espíritu Santo.
Y tuve testimonio de Él en mi corazón respecto a que
César era la persona que tenía destinada para mí. Durante
estos veintiocho años que llevamos juntos en matrimonio,
podemos decir que cada paso que hemos dado ha sido
con Su guía y dirección. Él mismo nos ha conducido a
los libros que debíamos leer, y nos ha manifestado a qué
pastores o maestros de la Biblia escuchar.

194
La Mujer en el propósit
o Divino
Porque hemos entendido que Dios busca que cada
uno de Sus hijos tenga la mente como de niño, y que
crean cada una de Sus enseñanzas de todo corazón.
Algo sorprendente al estudiar las Escrituras es ver que
ellas mismas tienen su propia interpretación. Cuando se
reciben las enseñanzas bíblicas en el poder del Espíritu,
ellas transforman nuestro ser.

Dios se reveló al pueblo de Israel como a ningún


otro. Él quería ser Su guía y Su Dios. Pero el pueblo no
lo oyó a causa de la congoja y de la dura servidumbre
(Exodo 6:9). Hay momentos en que la opresión, la
angustia y las pruebas tapan los oídos de las personas
y esto les impide recibir las enseñanzas que Dios desea
darles. Como resultado, el pueblo de Israel dejó que su
maestro fuera la duda, permitió que su educador fuese el
temor y esto los llevó a quejarse y a murmurar. Por ello,
estuvieron cuarenta años dando vueltas en el desierto.
Gracias a que puedo contar con el Espíritu Santo como
mi Maestro, he sido útil para ayudar a tantas mujeres
necesitadas. Una de las estrategias que Él nos ha dado
ha sido la de los Encuentros, a través de estos retiros
de tres días, podemos llegar a las necesidades de las
mujeres. No dejo de maravillarme al ver los resultados
en cada una de las que participan de estos eventos. Uno
puede observarlas el primer día cargando el espectro del
fracaso y del dolor, pero al cabo de los tres días parecen
completamente diferentes y la seguridad de que Dios

195
La Mujer en el Ministerio
les otorgó respuesta a cada una de sus necesidades las
ha levantado por las nubes. Debido al éxito que han
llegado a tener estos Encuentros, tuvimos que entrenar
mujeres en diferentes lugares del mundo a fin de cubrir
la necesidad de ellos.

¿ Qué es lo que ha hecho ?

Muchas de nosotras vivimos en este mundo como si


nunca tuviésemos que dar cuentas a Dios de nuestros
hechos. Pero no es así, pues todos tendremos que
comparecer ante el tribunal divino por lo que hayamos
hecho mientras vivimos en este cuerpo, sea bueno o
sea malo. Dios ha confiado a sus siervos el privilegio
de cuidar Su obra. Por tal motivo debemos hacerlo
con amor, compasión y mucha diligencia. El Señor
le preguntó a Eva: “...¿Qué es lo que has hecho?...”
(Génesis 3:13). Y también nos cuestiona a nosotras:
“Muéstrame tu fruto”.

Lo bueno de la visión del Gobierno de los Doce es


que cada año uno muestra su fruto. En cada una de
las convenciones que tenemos anualmente, se da la
oportunidad para que cada persona que se halla dentro
del liderazgo muestre el fruto de lo que ha hecho.
Dentro del ministerio, hemos aprendido a trabajar con
metas. Siempre les enseño a mis discípulas que las
metas requieren un esfuerzo.

196
La Mujer en el propósit
o Divino
Si las metas que ellas planean las pueden lograr
en sus propias fuerzas, no van a necesitar de la ayuda
divina. Si Dios ve que usted puede lograr sus propias
metas, Él no necesitará intervenir para ayudarle. Más
si sus metas son un verdadero desafío de fe e implican
un esfuerzo más allá de su capacidad, para alcanzarlas
necesitará de la ayuda de Dios. Cuando usted reconoce
que no puede lograrlo en sus propias fuerzas, entonces
el Padre Celestial sale a su encuentro y le da Su total
respaldo, trasladándola a la cima de la victoria.

Una meta se puede cumplir si logramos mantener


nuestros ojos puestos en Jesús. Pero si dejamos que la
duda domine nuestros sentimientos, el sueño de ver
alcanzadas nuestras metas se disipará. Sé que la motivación
que les doy a mis discípulas les dura muy poco. Por ello,
continuamente me comunico con ellas y les presento
desafíos de fe. Y gracias a este contacto permanente, la red
de mujeres se ha ido fortaleciendo cada vez más y más.
Mujer, ¿qué ha hecho con su matrimonio? ¿Qué ha hecho
con su familia? El proverbio dice: “La mujer sabia edifica su
casa, mas la necia con sus manos la derriba” (Proverbios
14:1). Cada una de nosotras somos responsables por la
manera en que hemos construido nuestro hogar. Esto
tiene que ver con la manera como hacemos frente a los
problemas. Creo que la mayor victoria que podamos
tener sobre el enemigo es cuando controlamos nuestras
palabras, nuestras reacciones y nuestro comportamiento.

197
La Mujer en el Ministerio
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el
que se enseñorea de su espíritu que el que toma una
ciudad” (Proverbios 16:32). Es importante que cada
mujer decida en su corazón mantener siempre la calma,
esto le ayudará en los momentos más trascendentales
de su vida. No trate de culpar a otros por su situación,
antes bien, reconozca sus propios errores y arrepiéntase,
proponiéndose ser mejor cada día. Si hace un breve
repaso de las mujeres de la Biblia, notará que cada una
de ellas logró llegar a un lugar de privilegio, porque
supieron mantener la calma en los momentos más
difíciles y, de este modo, fueron capaces de tomar las
decisiones más acertadas. Por ejemplo, Ester; lo que la
llevó a convertirse en una gran figura femenina no fue el
hecho de ser reina de una nación pagana, sino el haber
comprendido su misión dentro del reino, es decir, darle
protección a todo el pueblo judío. Su tío Mardoqueo
le había dicho: “Porque si callas absolutamente en
este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna
otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu
padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has
llegado al reino?” (Ester 4:14).
La advertencia de Mardoqueo fue profética: Ella no
podía callar en ese momento, porque la redención de
su casa y de su nación dependía de lo que confesara
con sus labios. Ella había entrado en la casa real en el
momento justo, y si lo pasaba por alto, se perdería la
gran oportunidad de su vida.

198
la Mujer en el propósit
o Divino
Si ella se hubiese rehusado a cumplir su misión, Dios
habría levantado a otra mujer para que la llevara a cabo.
Si hubiese sido negligente, Dios la habría exterminado
a ella y a toda su descendencia.

Cada una de nosotras somos como la reina Ester,


Dios ha puesto poder en nuestros labios para comunicar
palabras de esperanza y de vida a los nuestros. Este
es el mejor momento de nuestra vida, porque estamos
en el tiempo correcto de Dios. Debemos tomar nuevas
fuerzas y lanzarnos con fe y entusiasmo a cumplir la
misión que Dios nos ha confiado; esto traerá protección
total, tanto para nosotras como para nuestra casa.

Permanecer en Jesús nos da protección

Hubo una anécdota que le escuché contar a un


conferencista y que quiero compartirle. Tres cazadores
estaban en medio del bosque y un incendio venía hacia
ellos. Uno pensó en subirse a un árbol para que el
fuego no lo tocara. El otro pensó en correr, escapando
en sentido contrario al fuego. Y el tercero pensó en
hacer una fogata a su alrededor para que su fuego se
extendiera en dirección al gran incendio que venía.
Cuando el fuego empezó a avanzar, el primer hombre
murió quemado porque las llamas consumieron el
árbol.

199
La Mujer en el Ministerio
El que estaba corriendo fue alcanzado de todos modos
por el fuego, muriendo incinerado. Pero el hombre que
estaba parado sobre la tierra quemada se salvó, porque
el fuego no se extiende en tierra quemada. El fuego del
infierno recayó sobre la vida de Jesús. Al permanecer
en El, el fuego no podrá alcanzarnos, porque Jesús todo
lo sufrió por nosotras.

El apóstol San Juan dijo: “Y ellos le han vencido por


medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta
la muerte” (Apocalipsis 12:11).

Amado Jesús: Quiero permanecer en Ti


cada momento de mi vida. Quiero andar
con la seguridad de Tu protección porque
mi corazón te ama y te busca con denuedo
cada día. Quiero ser, Señor, como la Reina
Ester, a quién tu levantaste para salvar
toda una generación. Anhelo ser una
mujer valiente y decidida a no rehusar
el compromiso Contigo; una mujer que
no calla Tu verdad porque está segura
del llamado divino sobre ella; una mujer
decidida a vencer grandes dificultades,
siempre guiada por Tu Espíritu. Una mujer
con un nombre nuevo dado por Ti.
Te lo pido en el Nombre de Jesús. Amén.

200
Reflexión 10
“En las Escrituras encontramos dos tipos de
mujeres, unas que cumplieron el propósito de Dios
y escucharon Su voz, como la Mujer Samaritana, y
otras que escucharon la voz del adversario que las
llevó a desviarse de la bendición de Dios, como lo
fue Eva”.

1. Recuerde que nuestra lucha no es contra las


personas sino contra fuerzas espirituales de maldad,
dirigidas por el adversario. Evalúe cómo son las
relaciones en su hogar y con sus familiares; recuerde
que el enemigo quiere desmembrar a la familia y debe
estar muy atenta ante cualquier situación.

2. Como mujer usted es influencia frente a las personas


que la rodean (cónyuge, hijos, amigos, discípulas) y
puede -mediante las palabras y actitudes- hacer que
ellas se acerquen o alejen del propósito divino. ¿Cuál
ha sido su nivel de influencia?

3. Es importante que ocupe el lugar donde Dios la


ha puesto. Lo está haciendo o le ha cedido espacio al
enemigo mirando el fruto incorrecto.

201
La Mujer en el Ministerio
4. Antes de conocer del Señor pensábamos que no
teníamos que darle explicaciones a nadie de nuestros
actos, pero descubrimos que a Dios si, ya que somos
administradoras de todo lo que poseemos. Por esta
razón es importante que haga un balance de lo que ha
hecho de su vida y si está cumpliendo con su llamado.

202
Capítulo 11

La Mujer en
la visión de
G12
“ A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la
mies, que envíe obreros a su mies”
(Mateo 9:37-38).

203
U n pastor amigo nuestro se había esforzado por
conocer cada aspecto de la visión, a fin de
implementarla cuidadosamente dentro de su iglesia. Sin
obtener los resultados esperados, buscó fervientemente
a Dios llegando a una conclusión: La base fundamental
de la visión de G12 es la compasión. Lo que movió a
Jesús a establecer una estrategia para reclutar al mayor
número de personas posibles fue la compasión por la
gente. Él sabía muy bien que era el Hijo de Dios, pero
también era consciente de que mientras estuviera en
esta tierra estaría limitado por un cuerpo humano, y que
la responsabilidad de la iglesia debería ser compartida
con otras personas. La mejor forma de hacerlo era a
través del Gobierno de los Doce.

Diferencia entre G12 (Grupo de doce)


y la célula

Existe una diferencia entre la célula y la reunión del


equipo de doce. La célula se refiere a un grupo abierto
y cualquier persona puede asistir a él. En cambio, la
reunión de G12 corresponde a un grupo cerrado. Mi
mejor equipo de doce en Bogotá, lo inicié con una
célula evangelística, en la cual gané a las personas,
las consolidé, las envié a Encuentro y a la Escuela de
Líderes.

205
La Mujer en el Ministerio
Durante ese año, observé el comportamiento de sus
integrantes para determinar quiénes habían crecido en
la fe, hice una selección y formé mi grupo de doce.
En todo este proceso, siempre aplico la Escalera del
Éxito, porque si en mi célula dejara de ganar almas
y multiplicarme, el concepto celular se desfiguraría.
Cuando se establece bien la visión, uno aprende a ser
un verdadero guía, recibiendo la unción evangelística
para ganar almas, la unción pastoral para enviar a la
gente al Encuentro, la unción del maestro para enseñar
en la Escuela de Líderes y la unción apostólica para
conformar un grupo de doce personas, las cuales dirigen
sus propias células.

En G12 enseño temas de liderazgo. Los temas que


hablo son especialmente aquellos relacionados con la
formación del carácter y la visión. Cuando uno alcanza
su propio G12, deja de ser encargada de célula para
convertirse en una supervisora de doce células. Cuando
usted logra tener su G12, algo sucede en el mundo
espiritual, el Señor le proporciona una autoridad especial
sobre los principados de su ciudad. En la época de Elías,
el pueblo tenía el corazón dividido; por un lado, seguía
a Baal, por el otro, a Jehová. Estaban tan confundidos
espiritualmente que no sabían cuál era el verdadero
Dios. En estos tiempos, no diferimos mucho de aquel
pueblo; la gente aún sigue preguntándose cuál es la
verdadera religión y a qué dios debe adorar. De aquí la

206
La Mujer en la visión de G12
importancia del G12. Elías realizó un acto profético al
juntar doce piedras que representaran las doce tribus de
Israel. Cuando él oró, cayó fuego del cielo. Lo mismo
sucederá cuando usted alcance su G12.

Dentro de la iglesia, al comienzo, todos son parte


de una célula. Pero a medida que recorren la Escalera
del Éxito se vuelven parte de un G12. Su meta debe ser
transformar su célula en un G12.

La oración específica,
Implementando la oración de tres

Un elemento fundamental dentro del G12 es la


oración específica. En un principio se ora de una manera
general pero, a medida que uno se va introduciendo
en la visión, la oración también sufre transformaciones.
Antes de comenzar su propia célula, se aplica la oración
del “tres por tres”. En la época del profeta Daniel, sus
enemigos procuraban que él abandonara su oración de
treinta días para que le sobreviniera la muerte. Esta era
una estrategia negativa, la cual, por supuesto también
funciona en forma positiva. Cuando usted ora por una
persona, por una familia o por una situación específica
durante treinta días la inunda de vida. Por eso, cuando
alguien desea abrir una célula, se necesita la oración de
tres por tres.

207
La Mujer en el Ministerio
Esta consiste en que cada una de las tres personas
aporta el nombre de otras tres personas y oran por ellas
durante treinta días, en preparación para la apertura de
una nueva célula.

Las metas, declaraciones de fe

Otro pilar dentro del G12 es proponernos metas


específicas. Dividimos el año en trimestres para alcanzar
objetivos acotados a esos períodos y al concluir cada
uno de ellos, evaluamos los avances del grupo. Este
proceso es muy revelador en cuanto al real progreso del
ministerio y el afianzamiento de la visión. Gracias a él,
hemos podido notar que a veces ciertas circunstancias
no contribuían a nuestro propósito.

Cada mujer, una líder

Otro punto a tener en cuenta es ver y tratar a la gente


como futuros líderes. La persona acepta a Cristo, luego
va a un Encuentro y automáticamente pasa a la Escuela
de Líderes para conocer las enseñanzas del Maestro. A
través de los Encuentros, de la Escuela de Líderes, la
célula, la gente comienza a integrarse y a sentirse parte
de la iglesia. En nuestra congregación, todo está tan
integrado que ya no se dan más anuncios preguntando,
quién quiere asistir a Escuela de Líderes, a una célula o
a un Encuentro.

208
La Mujer en la visión de G12
Se creó una atmósfera tal que hace que esto surja de
forma natural, como parte de la vida de la iglesia.

Aplicando la visión en su célula

Debemos entender que la célula es como la columna


vertebral de la visión. En Hechos capítulo diez, el
Doctor Lucas nos muestra el ideal de una célula. Del
mismo modo en que lo relata la Biblia, en su célula
podrá encontrar un Cornelio, un Pedro, así como amigos
hambrientos de Dios. El centro de la predicación siempre
es el Evangelio, el cual nos lleva al conocimiento de
Cristo.

En la célula siempre aplicamos


la Escalera del Exito

La Escalera del Exito consiste en ganar, consolidar,


discipular y enviar las almas. Todas las células son en
sí evangelísticas. Si en una célula no se está ganando,
tal vez sea porque la misma se halla enferma. La célula
debe ser el medio para alcanzar a los perdidos. Tal
vez, el presidente de Colombia no se sentiría muy
cómodo asistiendo los domingos a la iglesia, pero el
Señor permitió que abriéramos una célula en el Palacio
de Gobierno para que, en un círculo más pequeño e
íntimo, él pudiera encontrarse a gusto.

209
La Mujer en el Ministerio
La célula debe ser evangelística

En la célula estamos pendientes para que la persona


que viene por primera vez se sienta bien y a gusto. La
predicación siempre es sencilla y práctica para que
pueda entenderse.
Basados en Lucas 5:5b, obtuvimos la palabra rhema
para abocarnos a las pescas milagrosas. Cuando Pedro
había pasado toda la noche intentando pescar y no vio
el fruto de su trabajo, se sintió frustrado. Al leer el relato,
el Espíritu Santo me preguntó si me sentía frustrada
también. Mi respuesta fue: “Si”, pues evaluaba que en
dieciocho años de ministerio al lado de mi esposo no
había alcanzado el fruto que anhelaba. El Señor me dijo
que eso cambiaría si yo podía creerle. Y le dije: “Señor,
deseo la misma pesca milagrosa que obtuvo Pedro,
la cual parecía romper las redes. Eso es lo que quiero
ver”.

Hoy puedo testificar que lo he hecho. En nuestra


primera campaña de pesca milagrosa, asistieron veinte
mil mujeres, como ya compartí, tres mil fueron ganadas
para Cristo las cuales fueron afianzadas por medio de
la consolidación a fin de retener la mayor cantidad
posible.

210
La Mujer en la visión de G12
La consolidación

Consolidar es el trabajo que se hace inmediatamente


después de que la persona llega a una célula, o asiste
a una reunión de la iglesia y ha aceptado a Cristo.
Tratamos de establecer un contacto telefónico no más
allá de las siguientes veinticuatro horas de que esto
sucede. A través de esa primera llamada se intenta
concretar una visita durante esa misma semana. Pero,
el objetivo primordial de la consolidación es poder
llevar al “nuevo” a un Encuentro. La palabra rhema
para nuestros Encuentros fue tomada del pasaje que
menciona el episodio en que Moisés le dice a Faraón:
“Jehová, el Dios de los hebreos, nos ha encontrado;
por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres
días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios
a Jehová nuestro Dios” (Exodo 3:18). A través de esta
escritura bíblica, entendimos que sólo necesitamos tres
días para que la gente sea libre de la opresión que el
enemigo ha ejercido sobre ella.

El discipulado

La Escuela de Líderes fue instituida con la idea de que


durante nueve meses la gente aprenda los principios
básicos de la Biblia y de la visión. Los asistentes,
miembros de una célula, se vuelven receptores de
cambios imprescindibles en sus vidas durante ese

211
La Mujer en el Ministerio
período. Podemos decir que sufren cierta metamorfosis,
convirtiéndose luego en parte de un grupo de doce.

Los grupos de G12

Admiramos al Pastor Cho, pues su iglesia de Corea


enseñó al mundo el sistema celular. Pero Colombia
también fue precursora en demostrar cómo una célula se
puede transformar en un grupo de doce. Antes teníamos
células, pero ahora las células deben convertirse en
grupos de doce. Esto se hace en los meses en que las
personas están en Escuela de Líderes.

El objetivo es que al año, de una célula salgan doce


más, a eso llamamos unción de multiplicación. Cuando
una iglesia se duplica, el crecimiento es lento, mas
cuando se multiplica, haciendo que de una célula salgan
doce, eso es verdaderamente un hecho poderoso.

Debemos tener nuestro propio fruto

Yo empecé el ministerio con las mujeres hace siete


años. Me gozaba de ver a mi esposo predicar, pero yo
nunca intenté hacerlo. Hoy puedo compartir con él esta
hermosa responsabilidad y comprender mejor por qué
nací. Lo más importante es que el día que me encuentre
delante del Señor podré mostrarle mi fruto.

212
La Mujer en la visión de G12
Agradezco a César la oportunidad que me brindó
de desarrollarme ministerialmente. Doy siempre este
testimonio a los pastores para que concedan a sus
esposas el lugar que ellas necesitan y merecen. Dios
anhela usar a las mujeres y a los hijos de los pastores
como familias sacerdotales.

Cuando empecé a conformar la red de mujeres, tan


solo tenía unas cuarenta células. Fue entonces cuando
apliqué por primera vez la visión en una de ellas,
haciéndolo tal cual lo enseñan los libros y fui testigo de
lo poderosa que la visión puede resultar. Hoy día, hemos
crecido a más de veinticinco mil células de mujeres y
esa sí que es una verdadera unción de multiplicación.
Dios me ha regalado un hermoso equipo allí; Dios
sanó sus corazones y esto les permitió alcanzar un gran
crecimiento, son tremendas predicadoras y maestras de
la Palabra. Todo esto ha llenado de alegría mi corazón.

Es importante que la líder tenga su equipo

Jesús, al ver las multitudes pudo percibir la


necesidad. Él sabía que solamente a través del
Gobierno de los Doce las personas podrían ser
pastoreadas. Aquel en Quien habita la suprema
sabiduría, el Autor de la vida, el Ser compasivo por
excelencia nos dio un perfecto ejemplo del trabajo
en equipo. Jesús se apiadó de las multitudes y dijo,

213
La Mujer en el Ministerio
tengo que escoger a doce personas que me ayuden
con el cuidado de las almas. Luego, fue conformando
su grupo de trabajo. Gracias al equipo que logró
reunir, el evangelio fue extendido por toda la tierra,
de generación en generación, hasta nuestros días,
confirmándose así el éxito de Su ministerio.

Pero en este tiempo, somos usted y yo quienes


debemos evangelizar al mundo. Querida amiga, usted
tiene que empezar a formar desde ahora su equipo de
doce mujeres para extender de una manera eficaz la
obra de Dios.

Dios quiere que usted crezca

He visto que algunas líderes crecen y otras no,


y me he podido dar cuenta que las que no lo hacen
es porque incurren en dos errores. El primero, es la
falta de entrenamiento, no capacitan adecuadamente
a su equipo. El segundo, está dado por una actitud
inapropiada hacia sus discípulas: como el dar lugar a
pensamientos negativos, al temor, a los celos, y a la
duda, entre otros, lo cual detiene el crecimiento de la
iglesia.

Una de las mujeres que llamé para que integrara uno


de los equipos de doce en Bogotá me dijo: “Tengo un
deseo grande de servir al Señor, pero ¿cómo hacerlo? yo

214
La Mujer en la visión de G12
veo en el ministerio que una tiene cinco mil células, otra
tiene mil, otra líder tiene quinientas. ¿Qué puedo hacer
yo si hasta ahora ni he comenzado?”. Cuando esta mujer
se comparaba con las demás se desalentaba a sí misma.
Pero, desde que la conocí, supe en mi espíritu que ella
tenía la unción para levantar un ejército de mujeres. Me
dediqué a formarla y, en un corto lapso, logró ponerse
al mismo nivel de sus compañeras. Actualmente, es una
de las discípulas que más fruto está dando dentro de la
obra.

Del trabajo en equipo depende


nuestro éxito

He podido entender que quienes se encuentran cerca


de una líder son determinantes para el éxito o fracaso
de ésta. Ellas pueden levantarla o desmoronarla. Por
eso, es importante que el equipo se esfuerce en cumplir
con las metas propuestas y que sea diligente para con
su líder.

Como pastora, siempre quiero que todas mis


discípulas tengan éxito, pero aun así, ¿por qué hay
algunas que crecen más rápido que otras? Primeramente,
debemos hacer una auto evaluación de la manera en
cómo forjamos a esas líderes para la obra del ministerio.
¿Usted tiene una estrategia para que alcancen el éxito?
¿Están ellas creciendo de acuerdo a esa estrategia?

215
La Mujer en el Ministerio
¿Han sido capaces de ayudarle en la carga pastoral, o
simplemente son espectadoras? Podemos tener líderes
en proceso de formación, pero ellas pueden ser activas
o pasivas. Hemos llegado a la conclusión de que lo que
queremos son líderes activas en la obra de Dios.

Sin embargo, nunca debemos dejar de destacar que


todas son importantes en la iglesia y en el ministerio.
Cada ser humano es único, y con sus dones y talentos
enriquece su entorno. Sólo que debemos concentrarnos
en aquellas que parecen más pasivas, a fín de que
puedan dar el fruto que Dios quiere; porque la mies es
mucha, mas los obreros son pocos (Mateo 9:37-38)

Competencia o trabajo en equipo

El presidente John F. Kennedy dijo que la mejor


manera de salir adelante es llevarse bien con los demás.
Usted debe escoger doce amigas, tener personas a su
alrededor que le transmitan absoluta confianza. Uno
puede trabajar en la iglesia por competencia o puede
trabajar en equipo.
El trabajo por competencia ocasiona heridas y roces
entre personas del mismo ministerio. Cuando lo hago
por competencia y observo que alguna de mi equipo está
surgiendo y prosperando más que yo, ya no la percibo
más como una amiga sino como alguien que quiere
quitarme el liderazgo; la veo como una oponente. Si no

216
La Mujer en la visión de G12
me consultara todas sus decisiones, me sentiría incómoda,
y hasta podría llegar a pensar que está detrás de mi cargo.
Obviamente que estas situaciones generan actitudes y
respuestas que causan roces, y a la larga, provocan heridas.
Cuando usted trabaja por competencia, sus discípulas no
pueden surgir como líderes por sus celos manifiestos. En
cambio, cuando se trabaja en equipo, cuando se actúa
armónicamente con ellas, sus doce se evidencian como
un gran equipo.
Las que hemos tenido amigas en la niñez y juventud,
sabemos que una amiga es aquella que nos da confianza
y no hay lugar para pensar que luego ella pueda llegar
a traicionarnos, ya que una amiga es más unida que
una hermana. Nuestras doce deben llegar a ser nuestras
mejores amigas.

Estrechando lazos de amistad


con el equipo

Una iglesia celular que trabaja a través de los doce


es una iglesia de relaciones. Los doce tienen que ser
amigos. Por eso, creo que es mejor trabajar con grupos
homogéneos, donde yo tenga doce amigas y mi
esposo doce amigos, para promover afinidad en cada
ministerio. La homogeneidad se da cuando trabajamos
con personas del mismo sexo, o de edades próximas.
De esta manera, podemos hacer que los objetivos sean
los mismos.

217
La Mujer en el Ministerio

Cuando se trabaja en equipo, hay un esfuerzo para


que todas las discípulas tengan éxito en el liderazgo;
nos olvidamos de nosotras mismas para buscar
que las otras cumplan sus metas; les facilitamos los
recursos espirituales y materiales, invirtiendo en ellas
nuestro tiempo, dándoles consejería y ministrándoles
continuamente para que puedan sanar cualquier herida
del pasado. Las discípulas entonces alcanzan a ver que
tienen un gran potencial en Dios, y dan el paso en fe
para crecer en el ministerio.

Como líderes, podemos ayudar a nuestras discípulas


a vencer los temores y a sacar a relucir toda esa
riqueza espiritual que hay dentro de ellas. Luego, se
verán capacitadas para trasmitir fe, llegando a ser un
instrumento poderoso en las manos de Dios. Usted
podrá ver como sus discípulas logran transformar
las circunstancias positivamente, como utilizan sus
habilidades y destrezas en el desarrollo eficaz de las
metas del grupo. Usted podrá ver que esta unidad, que
el trabajar en conjunto las lleva a una gran victoria, y
todas disfrutarán de mucha alegría, porque verán que
Dios las respalda en todo; hará que todas ellas sean
mujeres de conquista y que contribuyan a la extensión
del Reino de Dios.

218
La Mujer en la visión de G12
Podemos tener doce consejeras

Al levantar las doce, en determinado momento,


además de amigas también podrán ser nuestras
consejeras, porque contarán con la misma sensibilidad
hacia el Espíritu Santo y nos ayudarán a discernir ciertas
situaciones.

En el equipo, llegamos a estar muy compenetradas


las unas con las otras. Muchas veces la pastora tiene
que enfrentar problemas, opresiones por el trabajo, o
padece de alguna enfermedad; pero las doce la rodearán
con su apoyo, su amor y sus consejos.
Algo que he podido notar a través de mi trabajo
pastoral es que cuando selecciono una mujer para
que sea una de mis doce, en ella se produce una gran
transformación y logra salirse de lo común. Ahora dice:
“Ya soy del equipo de la pastora”, y aunque todavía no
tenga ni una célula, ya comienza a pensar como una
líder de muchas mujeres. Y cuando se establecen las
metas de toda la red, ella se compromete en dar un
gran aporte para alcanzar su cumplimiento. Sabemos
que si esta mujer logra cambiar su manera de pensar,
el milagro ya está hecho. Yo creí en ser una pastora de
multitudes cuando solamente teníamos ocho personas,
y ¡ya estaba el milagro! Por eso es muy importante que
todas las mujeres animen a sus discípulas para que
tengan su equipo de doce.

219
La Mujer en el Ministerio
Debemos concentrarnos en
la conformación del equipo

Cuando usted selecciona una líder potencial, una


con una gran proyección, ella traerá otras líderes como
ella y enriquecerá la célula. De allí, podrá escoger sus
doce. Le decimos a la líder que está comenzando su
ministerio que escoja tres personas más, tres líderes, ya
sean amigas o personas integrantes de la iglesia. Como
ya lo mencioné, entre ellas deben comenzar haciendo
la oración de tres por tres, durante treinta días, donde
cada una aporta los nombres de otras tres personas.
De esta manera se da el primer paso para iniciar la
conformación de la primera célula. La iglesia no es el
conjunto de paredes, sino que tiene su fundamento
en el liderazgo. La iglesia es el grupo de personas que
estamos capacitando, las vidas comprometidas, los
líderes en preparación. La iglesia no es el grupo que
viene y se sienta a escuchar una predicación. Si usted
quiere tener una gran congregación y quiere tener una
visión amplia, necesita muchos líderes. Esa es la clave.

Conociendo las necesidades del equipo

Hay una historia del gran líder político, Napoleón


Bonaparte. Haciendo un análisis de por qué este
hombre tuvo éxito, llegaron a la siguiente conclusión: Él
empezó a conocer las necesidades de sus hombres para

220
La Mujer en la visión de G12
luego hacer todo lo posible por ayudarles a suplirlas,
a raíz de ello, su ejército le fue fiel. Su primer paso no
es llenar un gran auditorio, sino contar con su propio
equipo de doce discípulas. Una vez constituido, debe
procurar conocer sus necesidades de manera personal.
Si tienen problemas familiares, les dará consejería; si
tienen traumas de infancia, las llevará a obtener sanidad
interior; si se entera de que estuvieron relacionadas
con prácticas ocultas, las conducirá a un proceso de
liberación; si tienen problemas económicos, tratará de
inyectarles la fe necesaria para generar riquezas. Usted
tiene que conocer la necesidad de su gente y tiene que
satisfacerla. De esta manera, con la ayuda del Señor,
podrá contar con un equipo fiel. La amarán de una
manera tan profunda, que serán para usted un equipo
leal.

Como pastores, nos hemos dedicado a nuestros doce.


Y el Señor permitió que entre nosotros se crearan fuertes
lazos de amistad, porque hemos hecho todo lo posible
para ayudarles a alcanzar el éxito. Nuestras reuniones
pastorales son muy dinámicas. Aunque el objetivo es la
enseñanza de la Palabra y la ministración a cada discípulo,
siempre hay tiempo para reír y compartir aun los fracasos
de la semana. Para mí, ellas son como mis hijas, pues
como es en lo natural, lo mismo sucede en lo espiritual.
Ellas fueron concebidas en la oración, y luego tuve que
pagar un precio para poderlas formar.

221
La Mujer en el Ministerio
Ahora piense, si un hijo suyo se convierte en una
persona exitosa, ya sea en su profesión o en alguna otra
área, ¿usted sentiría celos de él? No lo creo. Como padres,
queremos que nuestros hijos realicen aun los sueños que
nosotros mismos no pudimos alcanzar. Del mismo modo,
debemos anhelar que cada una de nuestras discípulas
haga más cosas que las que nosotras hemos hecho;
debemos desear que Dios las bendiga mil veces más de
lo nos ha bendecido a nosotras, porque son nuestras
hijas espirituales y su éxito es el también el nuestro.

Podemos ver a nuestras discípulas


con los ojos de la fe

Es muy importante cuando se está conformando el


equipo de doce que usted sea una líder de visión. Todas
las personas que llegan a la iglesia tienen problemas,
no hay nadie perfecto; aunque queramos llegar a la
perfección lo cual es el objetivo cristiano. Cuando su
equipo se está formando, usted tiene que hacer como el
escultor Miguel Angel. Cuando se refirió a la escultura
del David, dijo: “La imagen siempre estuvo ahí. Lo único
que hice fue remover algunos escombros”. Del mismo
modo, usted debe mirar a esa mujer que está amargada
y afligida, y visualizarla como una tremenda líder en
la red de mujeres. Yo las visualizo con poder en sus
palabras para predicar el evangelio. Cuando veo una
mujer muy temperamental, que se enoja con todos los

222
La Mujer en la visión de G12
que están a su alrededor, trato de visualizarla como una
líder que usa ese temperamento en la guerra espiritual
y se enoja contra el diablo. Usted tiene que ser una líder
de visión, y no ser demasiado estricta.

Con César tuvimos muchas equivocaciones al


iniciar nuestro ministerio, teníamos nuestros líderes y
queríamos que fueran perfectos; tratábamos de que en
poco tiempo ellos pudieran tener lo que a nosotros nos
había tomado varios años. Aprendimos que ellos son
como bebés, que muchas veces hacen sus gracias, pero
que uno como padre debe tenerles paciencia, cambiarles
el pañal, darles de comer y también llenarlos de ternura,
amor y comprensión. Exigimos, pero al mismo tiempo
somos flexibles.

Observe las cualidades de sus discípulas

Las siguientes, son algunas de las cualidades que


debe poseer quien vaya a formar parte de su equipo
de doce:
- Espíritu de servicio.
- Lealtad.
- Integridad.
- Disponibilidad para dejarse ayudar en la disciplina.
Una líder indisciplinada no es de ayuda para el
ministerio, sino que puede ser un problema en
el futuro.

223
La Mujer en el Ministerio
- Crecimiento potencial.
- Dones y talentos para proyectarse grandemente,
para que en la medida que se extienda y trabaje,
pueda ver los frutos.

Sé que el tiempo que invierto en cada una de estas


mujeres no es en vano, pues he aprendido que Dios es
el mejor negociante. En el atentado que vivimos en el
año 1997, aunque era un decreto de muerte, sabía que
César no moriría. Dios había invertido en él veinticinco
años, estaba formándolo para dirigir una gran obra. Dios
no podría estar perdiendo todo ese tiempo. Por eso, Él
nos salvó, porque lo que había sido invertido en la vida
de César era para beneficiar aun a otras naciones.

Debemos seleccionar el equipo en oración

Hermana amada, usted debe disponer de una noche


de oración para obtener sus doce, tal como lo hizo
Jesús. Piense en esto, de la selección que usted haga
ahora, depende el tiempo que va a dedicar a cada
una de esas personas. Sería muy triste que después de
ocuparse en ellas varios años, dándoles entrenamiento
y formación, sus discípulas decidan irse de la iglesia.
Haga bien su selección porque usted va a invertir su
vida en esas personas. Ellas deben ser buena tierra, con
buen fruto. Usted tiene que comenzar a estimular el
fruto que ellas van a dar. No se deje impresionar por

224
La Mujer en la visión de G12
la profesión que tienen, no las seleccione porque sean
abogadas, arquitectas o ingenieras; Usted tiene que
formar una iglesia para todas las clases sociales; no
puede ni debe ser elitista o racista. Dentro del ministerio,
nos encontramos con diferentes profesiones, distintas
clases sociales y diferentes razas; algunas han pasado
por la universidad, y otras apenas saben leer, pero el
Señor usa tanto a la ama de casa como a la ejecutiva, a
la profesional como a la mujer más sencilla. Dios mira
a todos de la misma manera, y nos da la oportunidad
de desarrollarnos plenamente en la iglesia. Por lo tal
motivo, no nos enfoquemos en esos aspectos para una
acertada elección.

La importancia de la motivación.

El liderazgo es la manera como logramos motivar a


otras personas a desarrollar la visión y a su vez, que se
conviertan en seguidores de Jesús.

Liderar es tener la certeza de que seremos capaces de


persuadir a otras personas para que nos acompañen en
el desarrollo de esta gran visión que Dios nos ha dado. La
actitud de un líder es sumamente importante, es la clave
del éxito. Una líder siempre debe ser positiva, pues esto
hace que la persona no vea ningún límite en todo lo que
se propone. Además, es imprescindible que la líder sea
una persona segura de sí misma. Pienso que algo que nos

225
La Mujer en el Ministerio
ayudó en nuestro ministerio (porque nadie nos enseñó
como tener una iglesia celular) ha sido la personalidad de
César, él es muy seguro de sí mismo, lo cual me motivó a
desarrollarme como líder. Con algunos hombres sucede
algo increíble, cuando sus esposas comienzan a surgir
en el liderazgo, se sienten incómodos. Un pastor de una
iglesia celular debe ser seguro de sí mismo, debe estimular
a su esposa para que se desarrolle hombro a hombro con
él, debe alentar a sus discípulos, a sus doce y a todos los
miembros de la iglesia a convertirse en líderes, aunque
vayan a destacarse en algo que de pronto el pastor y su
esposa no posean como dones o talentos.

Es importante la autodisciplina

Como pastora de una iglesia celular, debe formar a sus


discípulas y elevarlas a un nivel de liderazgo. Esto tiene
sus propias exigencias; usted tendrá que ser una persona
que continuamente se esté preparando para poder
transmitirles la revelación de la Palabra. La preparación
debe ser continua, y nunca debe permitir el pensamiento
de que ya lo sabe todo. Nuestro corazón debe siempre
estar abierto a todo aquello que el Señor nos esté hablando.
Una persona con esta proyección tendrá metas claras a
corto, a mediano y a largo plazo. Usted debe trabajar con
metas. No puede predicar por predicar; el Señor no la
llamó a entretener a la gente sino a formarla. Nosotros,
antes teníamos muchos servicios y agotábamos al pueblo

226
con exceso de actividades, y la iglesia no crecía. Lo que no
contribuya al crecimiento de la iglesia carece de sentido,
se deben tener reuniones que generen la multiplicación.
Es una tremenda bendición el tener una gran reunión que
impacte nuestra ciudad, pero debería estar respaldada por
una buena cantidad de células. Las metas en mi trabajo
pastoral tienen que dar fruto, al igual que en mis discípulas.
Esto se ve reflejado en las reuniones masivas.

Dios anhela que usted conquiste su ciudad y su nación


y eso comienza conformando su equipo de doce. Pídale al
Señor que le muestre aquellas mujeres que Él ha escogido
para que estén a su lado, fórmelas y se sorprenderá del
fruto que puede alcanzar.

227
La Mujer en el Ministerio

Padre mío: Anhelo, de lo profundo de


mi corazón, ver las multitudes llegar
a ti. Deseo ver tu poder restaurando
familias, sanando a los enfermos,
quebrantando el yugo del fracaso y
sanando corazones heridos. Sé que lo
puedo alcanzar si comienzo a ministrar
a las mujeres que me rodean, por medio
de la célula. Gracias por esta visión,
que hace de cada mujer una líder de
influencia. Ayúdame a poner por obra
en mi célula la Escalera de Exito, para
ver un crecimiento sin precedente. Hoy
definitivamente me comprometo Contigo
para llegar a ser esa líder que Tú quieres
que yo sea. Una formadora de vidas
guiada por el dulce Espíritu Santo; una
mujer íntegra que te ama y conoce Tu
Palabra, capaz de vivir diariamente
de acuerdo con Tu voluntad. Abro mi
corazón a todo lo que quieras hablarme
en este tiempo. Te amo mi Dios. Amén.

228
Reflexión 11
“ La visión del G12 es la visión de Dios para la
iglesia en este tiempo, a través de ella las puertas se
abren para entrar en el mundo del crecimiento, la
multiplicación y la abundancia; por esta razón no
podemos estar fuera de ella”.

1. La visión es espiritual, por eso la debemos captar


en nuestro espíritu. Ore al Señor, de todo corazón, para
que la pueda sentir, captar y vivir.
2. Ganar, consolidar, discipular y enviar, son los
escalones que nos llevan a tener éxito dentro de esta
visión. ¿Qué está haciendo en su vida y ministerio para
subir cada uno de estos escalones?
3. Las metas son declaraciones de fe, posiblemente
siente temor en establecerlas a causa de fracasos
experimentados en el pasado; pero en la medida que
lo haga, logrará conquistar cada uno de sus sueños.
Establezca sus metas a corto, mediano y largo plazo en
cada una de las áreas de su vida.
4. Dentro de la visión del G12 es determinante la
relación con el equipo. Vea a sus discípulas como amigas
y mujeres llamadas por el Señor, o como el instrumento
para alcanzar sus propias metas.

229
Capítulo 12

El Dios de
Abraham, de
Isaac y de
Jacob
“ Y haré de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y
serás bendición” (Génesis 12:2).

231
D ios es Dios de tres generaciones. Abraham
representa la vida del líder, Isaac representa
el establecimiento del gobierno de los doce, y Jacob
es la consolidación del ministerio a través de los ciento
cuarenta y cuatro. Cada pastor o líder que logre llegar
a consolidar la tercera generación (ciento cuarenta
y cuatro) encontrará solidez en el desarrollo de su
ministerio.

Meses atrás le comenté a mi esposo sobre la


posibilidad de adoptar un hijo. Esto le pareció muy
buena idea, pero días después me dijo: “Lo que veo es
que en ti se ha despertado el instinto de abuela. Lo que
tú necesitas es un nieto, no un hijo”. Efectivamente, mi
esposo tenía razón en lo que decía. Desde entonces he
estado orando para que mi hija mayor nos conceda esa
bendición, y encargue su bebé. Ahora es cuando más
valor le encuentro a las palabras de Salomón: Corona
de honra son los nietos (Proverbios 17:6).

Si aplicamos este mismo suceso al ministerio,


podríamos decir que todo pastor o líder que logre
reproducir su tercera generación, obtendrá honra dentro
de su ministerio. Creo importante que como líderes,
añoremos alcanzar nuestra tercera generación.

233
La Mujer en el Ministerio
Además, cada una de nosotras debe entender que
si Dios puso énfasis en que lo llamásemos “Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob” es porque desea que
no pasemos por alto la trascendencia de mantener una
conexión entre las tres generaciones. Podemos aprender
del pueblo de Israel, del cual se observa a lo largo de
su historia que sus momentos de crisis se debieron
principalmente al descuido de la comunicación entre
una generación y otra. Cuando murieron los líderes
que habían servido a Jehová, sus hijos se hallaban
completamente ajenos a sus enseñanzas, por tal
motivo fácilmente se vieron distanciados del Señor.
Mantenernos conectados al Dios de tres las generaciones
nos preserva en la pureza de la doctrina a través de
todos los tiempos.

El Dios de Abraham
Abraham es un ejemplo perfecto del padre que logra
levantar una generación para Dios.

“Dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel:


Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham,
Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a
vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se
me recordará por todos los siglos” (Exodo 3:15).

234
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu
tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a
la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación
grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y
serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y
a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas
en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:1-3).

Dios le dio a Abraham la promesa de la multiplicación,


no cuando eran muchos, sino cuando él estaba solo.
Cuando el Señor promete algo a sus hijos, no quiere
decir que dará su cumplimiento al día siguiente. Más
allá de esto, la materialización de la promesa queda
supeditada a la obediencia y sujeción de uno a la
Palabra de Dios.

Dios le dijo: “Haré de ti una nación grande”.


Esta promesa va acompañada de otra que dice: “Te
bendeciré”. La palabra “bendecir” significa que le irá
bien en todo, esto es, gozará de buena salud, disfrutará
de paz mental, dispondrá de estabilidad emocional,
alcanzará la prosperidad, tendrá armonía familiar y se
desarrollará espiritualmente. La bendición con lleva a
un lugar de preeminencia, lo cual significa que Dios
se encarga de engrandecer su nombre, colocándola
en un lugar de autoridad. Podemos observar que las
bendiciones de Dios siempre van en aumento. Éste
es el deseo de Su corazón, llevar a Sus hijos de gloria

235
La Mujer en el Ministerio
en gloria. Primero la promesa, luego la bendición. Dios
engrandece a la persona, convirtiéndola en bendición para
otras vidas, familias, ciudades y naciones. Usted tiene que
llegar a ese punto de ser canal divino para tocar a otros.

En el caso de Abraham, Dios decidió pactar con


este hombre que vivía en tierra pagana y con una
familia idólatra, pues percibió una luz de esperanza en
él para bendecir a todas las familias de la tierra. Pero
fue necesario sacarlo de aquel lugar a fin de moldear
su vida, su temperamento y su carácter. Abraham fue
obediente en todo, creyó al Señor y le fue contado por
justicia, llegando a ser conocido como amigo de Dios.

Conociendo al Dios paternal

Después de veinticuatro años de esperar


infructuosamente el milagro del hijo prometido, el
Señor se le revela nuevamente a Abraham, diciéndole:
“Yo soy el Dios Todopoderoso”, en hebreo, “El
Shadai”. “Shad” significa “pecho”, haciendo referencia
al regazo materno. Con esta revelación, Dios llena un
vacío emocional que había en la vida del patriarca,
quien, aunque tenía noventa y nueve años de edad,
aun conservaba en su memoria los tristes recuerdos
de su niñez. Dios tiene que revelársele como el Dios
paternal que nunca falla, y en quien no existen las
imposibilidades, dándole a entender que, aunque su

236
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
padre humano le hubiese fallado, el Padre Dios no
lo haría; y que aunque su madre humana no hubiese
suplido todas sus necesidades emocionales, Él no lo
dejaría padecer ninguna necesidad.

Luego de esto, el Señor le dice: “Anda delante de mí


y sé perfecto”. Si el corazón de Abraham no hubiera
sido sanado, hubiese sido prácticamente imposible que
caminara delante de Dios y viviera en perfección. Más
tarde, Dios entra en pacto con el patriarca: “Estableceré
mi pacto contigo y con tu descendencia”.

Lo que Dios hizo con Abraham es un ejemplo de lo


que El quiere hacer con cada uno de nosotros:
- Primero, sanar nuestro corazón.
- Para que luego podamos vivir delante Suyo en
perfección.
- Establecer Su pacto con nosotros.

Serás padre de multitudes

Nuevamente, el proceso se repite: Vida de santidad


(perfección), para poder entrar en la multiplicación. Dios
nos dio una gran lección a través de Abraham y Sara. Escogió
a esta pareja de ancianos sin la más mínima esperanza de
reproducción, y la renovó al punto de convertirlos en padres
de multitudes. Lo único que tuvo que hacer Abraham para
que el milagro sucediera fue creerle a Dios.

237
La Mujer en el Ministerio
De igual forma, el Señor puede tomar un ministerio
completamente estéril y convertirlo en un ministerio
fructífero y multiplicador, sin importar los años
de esterilidad que lleven sus líderes. Para esto, es
fundamental que cada persona entre en la dimensión
de la fe; sin ella, es imposible agradar a Dios. Abraham
nunca se debilitó al considerar las circunstancias
adversas. Humanamente hablando, podría decirse
que todo estaba en su contra. Antes bien, decidió
fortalecerse en fe. Todas las noches salía a contemplar
las estrellas y podía ver en cada una de ellas los rostros
de quienes integrarían su descendencia. En fe también,
siempre agradecía a Dios por haberlo hecho padre de
multitudes.

Cuando todo decía no a la descendencia del patriarca,


Dios dijo sí, Sara quedó embarazada teniendo su hijo a
los noventa y nueve años de edad; porque para Dios no
hay nada imposible. Luego, Isaac engendró a Jacob, y
éste a los doce patriarcas que conformaron las tribus de
Israel, llegando a ser tan numerosos como las estrellas
del cielo y como la arena del mar.
Estos principios se aplican a nosotros hoy en día. Si
somos capaces de creerle a Dios, El nos dará un corazón
de multiplicador, ya que por su misma esencia no
hace acepción de personas. Así como Abraham creyó,
nosotros debemos creerle a Dios pues Él anhela que
conquistemos todas las cosas en la dimensión de la fe.

238
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
Podemos soñar y llamar las cosas que no son como
si fuesen, podemos ver las multitudes y llamarlas para
el Reino de Dios, y para nuestro ministerio.

Herederos de la promesa

La tierra que el Señor nos quiere entregar en


posesión es la tierra de las promesas bíblicas, las cuales
ha preparado para nosotros y para nuestros discípulos.
Pero, para conquistarla, se requiere del mismo espíritu
de fe que tuvo Abraham, quien le creyó a Dios, le fue
contado por justicia, y vino a ser amigo de Dios.

Abraham creyó en esperanza contra esperanza, toda


su confianza estaba puesta en Dios, por eso fue que
nunca se detuvo a mirar la realidad que lo rodeaba; su
esperanza era muy débil porque todas las circunstancias
le eran contrarias, pero él aprendió a fortalecerse en
Dios y a llamar las cosas que no eran como si fuesen
(Romanos 4:17-18).

Abraham no sólo lo creía en su mente sino que


lo confesaba haciendo uso del poder de la palabra
hablada, pasaba noches enteras mirando las estrellas
y llamaba a su descendencia; no sólo visualizaba los
rostros de su próxima generación sino que también les
daba nombre a todos ellos, por esta confesión pudo dar
vida a naciones enteras.

239
La Mujer en el Ministerio
Las personas que están más cerca del corazón de
Dios son aquellas que tienen la capacidad de creer.

Decida caminar por la senda de la fe.

Abraham es la representación personificada de la fe


y vino a convertirse en el padre de la fe. Dios se agradó
tanto de este hombre que decidió entrar en pacto
perpetuo con él y con su descendencia. Si tomamos
su ejemplo, debemos entender que Dios demanda que
tengamos cierto grado de fe para que Él pueda entrar en
pacto con nosotras y con nuestras discípulas. Pero para
que esto pueda llegar a ser una realidad, primeramente
Él debe limpiar las diferentes áreas de nuestra vida
donde posiblemente fuimos contaminadas, y guiarnos
en un profundo proceso de santificación por medio del
cual cobren vida todos los valores espirituales.

Este fue el único medio por el cual Abraham pudo


agradar a Dios, haciéndose partícipe de la naturaleza
divina. Esta vida de fe le abrió las puertas y le mostró el
camino que lo llevó al éxito. La fe le dio la fuerza para
superar todos los obstáculos que había encontrado en
su larga trayectoria por esta vida, esta fe se convirtió
en el puente que le ayudó a atravesar el abismo de
separación que había entre lo posible y lo imposible.

240
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
La fe nos rejuvenece

A través de la fe, Abraham y Sara pudieron beber del


manantial de vida que los rejuveneció e hizo vigorosos,
hasta tal punto que cierta vez un rey quiso tomar a Sara
por esposa. En ese entonces, Sara contaba con más de
setenta y cinco años de edad. Si Sara existiera en nuestros
días, sería una de las mujeres más buscadas para poder
obtener de ella la fórmula de la eterna juventud.

Visión de la ciudad celestial

También pudo volar envuelto en las alas del Espíritu.


Recorrió la ciudad celestial, cuyo arquitecto y constructor
es el mismo Dios (Hebreos 11:10).

Con esta revelación, pudo vivir como peregrino en


esta tierra, y logró mantener siempre sus ojos puestos
en el galardón.

Dejó herencia

También, por esa misma fe, Abraham pudo dejar


bendición para su simiente. Y ya que Cristo es la
simiente de Abraham, si nosotros somos de Cristo,
ciertamente linaje de Abraham somos y herederos
según la promesa.

241
La Mujer en el Ministerio
Las promesas dadas por Dios a Abraham son también
para nosotros. Sólo por la fe en su Palabra podemos
hacer nuestras cada una de las promesas dadas por
Dios al patriarca.

Vio a su descendencia

Del mismo modo que Abraham logró imprimir en


su mente las imágenes claras de su descendencia,
también nosotras podemos, con la misma fe, dar vida
a aquellos cuadros que hayamos logrado plasmar en
nuestro corazón. Lo que se logre pintar con el pincel
de la fe aquí en la tierra, será aceptado por Dios allá
en los cielos. Porque, además de nuestros ojos físicos,
Dios nos ha dado también ojos espirituales. Si logramos
desarrollar nuestra visión espiritual, podremos ver
claramente que los más grandes milagros son obrados
por el mismo Dios.

Al respecto, el apóstol Pablo dijo: “No mirando


nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven;
pues las cosas que se ven son temporales, pero las
que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:18).

Una vez que logramos determinar con claridad el


milagro que necesitamos conquistar y podemos verlo
nítidamente en nuestro corazón, sólo tendremos que
desatar la palabra de autoridad para que éste sea

242
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
reproducido de una manera exacta en el plano natural.
Porque todo aquello que nosotras logremos visualizar
en el mundo espiritual será una gran realidad en el
plano natural.

Dependiendo totalmente de Dios

Si usted permite que la fe se desarrolle en su corazón,


se asombrará de las cosas que será capaz de creer y
conquistar. La palabra fe posee tanto poder que las cosas
que parecen imposibles son alcanzadas y conquistadas
a través de ella.

Pero, si es tan importante, ¿por qué muchos no se


preocupan por cultivarla? La vida de fe demanda una
dependencia absoluta de Dios, y esa es la parte difícil
para muchos, pues ellos mismos quieren recibir los
honores por sus logros. En el mundo de la fe, la gloria
de las grandes hazañas la recibe única y exclusivamente
Dios. Sólo llegamos a ser partícipes de la naturaleza
divina cuando nos lanzamos a caminar por la senda
de la fe, quien no camine por ella, no podrá agradar a
Dios.

243
La Mujer en el Ministerio

El Dios de Isaac
Isaac representa la promesa, Dios había prometido
que en él sería llamada la descendencia. Isaac es un
prototipo de los hijos dados por Dios. Algo que hemos
experimentado en el ámbito ministerial es que aquellos
hijos espirituales que hemos logrado concebir en
oración, pasan a ser tan íntimos como si fuesen nuestros
hijos verdaderos. Del mismo modo que Isaac produjo
risa a sus progenitores, también aquellos a quienes
hemos concebido espiritualmente proporcionan gran
satisfacción a nuestras vidas.

Isaac recibió todos los beneficios de su padre; disfrutó


de la herencia tanto espiritual como material que él le
había dejado. Si pudiéramos buscar una definición para
la vida de Isaac, ésta sería “desprendimiento de aquello
que más amamos”, porque de todas las pruebas que
tuvo que enfrentar Abraham, la de entregar a su hijo en
sacrificio a pedido de Dios fue la más difícil.

Isaac era la segunda generación del hombre


considerado como el padre de la fe, Abraham. Este
hijo representaba el comienzo del establecimiento
del gobierno de los doce. Estudiar la vida de Isaac se
vuelve más emocionante cuando uno se detiene en

244
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
las bendiciones que recibe de su padre y como él las
disfruta. Abraham tuvo a este hijo en su vejez, cuando
ya no había más esperanza. Hay una estrecha relación
entre la vida de Isaac y el comienzo del gobierno de los
doce; esto se puede comparar con un líder que empieza
a formar su equipo. Algunos pueden haber vivido la
frustración ministerial por años y pensar que ya no tienen
edad para levantar un ministerio; pero es allí cuando el
Señor les da la promesa que los bendecirá con uno muy
próspero. Algunos se ríen de la palabra porque piensan
que ya no hay demasiada esperanza para ellos, pero
para Dios no existe el limitado factor de la edad.Por otro
lado, también se encuentran los que piensan que son
muy tiernos - o muy jóvenes para el ministerio, pero es
Dios quien da la madurez y sabiduría. La vida de Isaac
siempre se vio rodeada de los beneficios divinos.

1. Dios lo bendijo en su matrimonio

Lo primero que Dios hace por Isaac es escoger su


esposa. La bendición había venido sobre Abraham, y ésta
se reprodujo inmediatamente en Isaac. Entendemos que
por eso el hogar debe ser modelo, donde el líder debe
amar a su esposa y ella, a su vez, respetar a su marido,
no olvidando de que son una sola carne; y formando un
equipo para dar fruto y multiplicarse. Cada líder tiene
que entender esto para reproducir una generación para
Dios. Abraham estaba preocupado por una esposa para

245
La Mujer en el Ministerio
Isaac (Génesis 24:3-4). Él sabía que si su hijo se casaba
con la mujer equivocada, sería un yugo desigual y eso
afectaría completamente su descendencia (porque la
mujer tiene influencia sobre los hijos). Abraham tenía la
plena certeza de que Eleazar -su siervo- sería diligente y
se dejaría orientar por el Señor para conseguirle esposa
a su hijo (Génesis 24:40). Lo único que le interesaba a
Abraham era que la mujer que Isaac escogiera como
esposa tuviera su misma fe y fuera de su parentela. Dice
la Biblia que cuando Isaac vio a Rebeca, la amó desde
el primer momento.
Si usted anhela levantar una generación para
Dios, no puede unirse en yugo desigual, esto no sólo
representa a los incrédulos sino que se refiere también
a personas sin visión, sin sueños, sin un propósito claro
en la vida.

2. Dios prosperó a Abraham para


que él bendijera a su hijo.

“Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac”


(Génesis 25:5). Cuando entendí el concepto de los doce,
inmediatamente escogí a mis primeras doce discípulas
y comencé a transmitirles sin reservas todo lo que Dios
me había confiado a mí. Eso es lo que Dios anhela hacer
con la segunda generación, pero esto implica invertir
tiempo. Del mismo modo lo hizo Jesús con los doce
apóstoles (Juan 14:12).

246
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
3. Isaac recibió autoridad para
impartir bendición sobre su esposa.

“...Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era


estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su
mujer” (Génesis 25:21). Rebeca e Isaac llevaban veinte
años de matrimonio sin que ella hubiese concebido
hijo. Esto era porque el hombre no había asumido su
autoridad espiritual en el hogar. Al entender Isaac que él
era la autoridad, desató bendición y libró a su mujer de
la maldición de la esterilidad física. Este es un ejemplo
de lo que el líder debe hacer con sus discípulos. Dios
escuchó la oración de Isaac y le dio no sólo un hijo,
sino dos.

Cuando Dios obra, no sólo se contenta en


bendecirnos, sino que lo hace abundantemente; Él trae
la multiplicación en todas las áreas de nuestra vida.
Usted, como líder de un hogar, o de una célula, o aun
de su misma vida, puede abrir los cielos y desatar la
bendición de Dios a través de la oración; y debe hacerlo
en la dimensión de lo sobrenatural. La Biblia dice que
el marido tiene potestad sobre el cuerpo de la mujer.
Esto quiere decir que el hombre puede confrontar la
enfermedad que ataca el cuerpo de su mujer por medio
de la oración y así ver la victoria.

247
La Mujer en el Ministerio
4. Dios le dio a Isaac prosperidad integral

“Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel


año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón
se enriqueció, y fue prosperado...” (Génesis 26:12-13).
Isaac cosechó al ciento por uno.

Hace un tiempo, al mirar el reporte de mis doce en


Colombia de todas las personas que habían ganado
durante el año, pude observar en ellas la unción de
Isaac. Algunas habían consolidado el ciento por ciento,
otras el noventa y ocho y otras el noventa y cinco por
ciento de las vidas. Todo lo que sembraron en ese año
lo cosecharon al ciento por ciento.

El Señor nos dice en un proverbio de la Biblia: “La


bendición de Jehová es la que enriquece y no añade
tristeza con ella” (Proverbios 10:22). De nada sirve
que se tenga la casa más bella del mundo si el cónyuge
abandona el hogar, de nada sirve tener millones en la
cuenta bancaria si los hijos están en las drogas, de nada
sirve tener muchos bienes materiales si el cuerpo está a
punto de morir.

La bendición de Dios es integral; incluye lo


económico, lo físico y lo espiritual. El trabajo que Dios
nos dio es una provisión, pero lo más importante es
nuestra relación con Él.

248
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
5. Isaac habilitó tres pozos

Abraham había preparado esos pozos, dado que


vivían en pleno desierto. Los mismos eran trabajados en
piedra y recogían las aguas de la lluvia. El agua, como
bien podemos imaginarnos, era un tesoro preciado, por
lo que sus vecinos, los filisteos, deseaban adueñarse de
esos pozos. “Los pastores de Gerar riñeron con los
pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por
eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían
altercado con él” (Génesis 26:20).

Este pozo representa sus primeras discípulas, sus


doce. Esos doce son toda una fuente de bendición. Los
filisteos representan la fuerza de maldad que opera en
los aires, simbolizan al mismo infierno rugiendo para
quitarnos las discípulas. Esto conduce a una constante
lucha en el mundo espiritual, los demonios quieren
tomar sus discípulas y llevarlas al mundo, mientras usted
lucha para que ellas se comprometan con Dios, es una
fuerte pelea, pero usted logra prevalecer; y cuando lo
hace, le pone el nombre Esek, como testificando que ha
ganado la batalla.

Luego, Isaac abre otro pozo de nombre Sitna, porque


ahí hubo enemistad. Esto simboliza cuando usted
logra pasar de una generación a la siguiente, cuando
logra consolidar las ciento cuarenta y cuatro, ahí hay

249
La Mujer en el Ministerio
enemistad en el mundo espiritual, pero usted libra esta
batalla, persevera en la fe y gana la pelea en oración.
Esa es la razón por la que obtiene los ciento cuarenta
y cuatro, y la que lo lleva al tercer pozo, Rehoboth,
que significa “lugares amplios y espaciosos”. Ese pozo
representa el goce de las bendiciones de Dios.

El Dios de Jacob
Desde el vientre de Rebeca, Jacob y Esaú estaban
luchando, posiblemente por cual de los dos iba a nacer
antes. El primero en salir fue Esaú, pero Jacob nació
tomando a su hermano del calcañar. Esaú era rojizo, y
su nombre fue Edón, que significa rojo. Mientras que
a su hermano le pusieron el nombre de Jacob, que
significa el que toma del calcañar, o el que suplanta.

Jacob, al nacer, se encontró en desventaja con relación


a su hermano, dado que sus padres ya habían trazado
el destino de ambos, y a Jacob no le había tocado la
mejor parte. El nombre de suplantador no tiene mucha
diferencia con el de usurpador.

Isaac, desde un principio, inclinó su corazón hacia


el mayor. ¿Cuántos han venido a este mundo sin
llegar a ser los más importantes pues sus hermanos
eran los preferidos para sus padres, y han tenido que

250
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
conformarse con ocupar el segundo lugar? Sus propios
padres hicieron la diferencia entre unos y otros; en
algunos casos, aun poniendo a los hermanos como
ejemplo y pidiéndoles que sean como ellos.

Cada persona es diferente, no existe ni siquiera dos


seres iguales. Por más que uno intente imitar al otro,
nunca lo igualará, porque no existen dos seres iguales.

Un nombre con destino

Cada vez que alguien llamaba o saludaba a Jacob, le


recordaba que él era un “suplantador”. Él se hizo a la
idea de que esa era su naturaleza, y un día aprovechó
el hambre de su hermano para cambiarle un plato
de guisado por su primogenitura. Ser el primogénito
equivalía a ser el heredero legal de la familia; era sobre
quien posaba la bendición para la descendencia.

Dios debería ser conocido como el Dios de


Abraham, de Isaac y de Esaú, pero como Esaú vendió
su primogenitura por un plato de lentejas, Dios sería
recordado como el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob. Usted tiene un derecho de primogenitura. Ese
derecho se obtiene cuando entregamos el corazón a
Jesús y nos constituimos en hijos de Dios.

251
La Mujer en el Ministerio
Valoración de la bendición

Cuando Isaac era un anciano, de edad ya muy


avanzada, y sentía que su tiempo se acortaba en esta
tierra, decidió entregar la herencia de la bendición que
había recibido de Abraham, su padre, a su hijo Esaú.
Jacob, astutamente, tomó el lugar de su hermano y
se apropió de toda la bendición. Su padre lo bendijo
diciéndole: “El olor de mi hijo es como el de un campo
bendecido por el Señor. Que Dios te conceda el rocío
del cielo; que de la riqueza de la tierra te dé trigo y
vino en abundancia. Que te sirvan los pueblos; que
ante ti se inclinen las naciones. Que seas señor de
tus hermanos; que ante ti se inclinen los hijos de tu
madre. Maldito sea el que te maldiga, y bendito el
que te bendiga” (Génesis 27:27-29 NVI).

Luego, Esaú imploró a su padre que lo bendijera


también a él, pero ya no había más bendiciones. Aunque
insistió, la bendición que obtuvo fue: “Vivirás lejos de
las riquezas de la tierra, lejos del rocío que cae del
cielo. Gracias a tu espada, vivirás y servirás a tu
hermano. Pero cuando te impacientes, te librarás de
su opresión” (Génesis 27:39-40 NVI).

Esaú juró que después de que muriera su padre


mataría a su hermano, por quedarse con la bendición
que le correspondía y Jacob tuvo que huir por temor

252
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
a Esaú, años después, recibió la noticia de que su
hermano iba en camino hacia él. La noche anterior al
encuentro fue de mucha angustia para Jacob porque
sabía que su hermano llegaba a él, acompañado de
cuatrocientos hombres, para tomar venganza. Jacob
presentía el peligro; había sobre él una gran opresión
espiritual; hizo que la familia atravesara un vado, y
quedó solo. Entonces, se le apareció un varón con el
cual empezó a luchar. Era tal la desesperación de Jacob
por su situación que, por más que el ángel le rogaba
que lo soltara, le aseguró que no lo haría a menos que
lo bendijera. Jacob sabía que la maldición venía a todo
galope para encontrarse con él, pero también sabía que
ese ángel era una personificación de Jehová, y que solo
El podía cambiar las circunstancias.

La bendición está muy cerca de usted

La bendición está más cerca que la maldición,


simplemente perseverando, apropiándonos de ella
y haciéndola nuestra. Aquella noche, Jacob comenzó
a mirar el rostro del ángel, y cuando lo estaba
contemplando, percibió el cambio. A través del
rostro del ángel pudo ver claramente que todas las
circunstancias eran transformadas; que la ira, el odio y la
venganza desaparecían de su hermano. Pudo creer que
toda esa nube de demonios que se movía, trabajando y
oprimiendo la mente de su hermano, era quebrantada

253
La Mujer en el Ministerio
por el poder de Dios; y que ángeles ministraban
pensamientos de paz, perdón y reconciliación.

La bendición nos cambia el nombre

El primer cuestionamiento del ángel a Jacob fue:


“¿Cuál es tu nombre?”. Y luego, él mismo le dijo: “No se
dirá más tu nombre Jacob (suplantador), sino Israel
(príncipe con Dios); porque has luchado con Dios y
con los hombres, y has vencido” (Génesis 32:27,28)

Somos transformados en Su presencia

La experiencia vivida aquella noche tuvo su


repercusión al día siguiente, cuando Jacob se encontró
con su hermano Esaú. Él le dijo: “Porque he visto
tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios,
pues que con tanto favor me has recibido” (Génesis
33:10b). Para que Jacob pudiera llegar a ser un
hombre espiritual, por medio de la oración tenía que
experimentar un desprendimiento que separara su
naturaleza espiritual de la natural. Dios puede obrar en
este sentido solo cuando hay una determinación firme
del ser humano de servirle de acuerdo a sus parámetros.
Así como el gusano tiene que desprenderse de su vieja
naturaleza para poder convertirse en mariposa, cada
creyente tiene que desprenderse de todo aquello que
lo detiene u obstaculiza en su desarrollo espiritual, para

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embellecerse en ese aspecto. Pablo, en su carta a los
Corintios, da a conocer que ésta debe ser la experiencia
de todos los creyentes: “Por tanto, nosotros todos,
mirando a cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados de gloria en
gloria en la misma imagen, como por el Espíritu
del Señor” (2 Corintios 3:18). Debemos reconocer esta
verdad, que a medida que estemos en la presencia
de Dios, experimentaremos una transformación, una
metamorfosis. Dios nos ayudará a desprendernos de
aquellas actitudes que han causado grietas en nuestro
carácter, pero esto solamente se puede lograr con la
ayuda del Espíritu de Dios.

Jacob es la tercera generación

Jacob representa el desarrollo de los ciento cuarenta


y cuatro. En Jacob se consolida el pueblo de Israel a
través de sus doce descendientes, que vinieron a ser
las doce tribus de Israel (el nuevo nombre de Jacob).
Pero Dios tuvo que moldear profundamente la vida y el
carácter de este hombre para que luego la bendición se
pudiera extender a través de cada uno de sus hijos. Pues,
fue a través de los doce que vino la gran multiplicación,
como las estrellas del cielo.

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La Mujer en el Ministerio

Padre mío: Anhelo, de lo profundo de


mi corazón, ver las multitudes llegar
a ti. Deseo ver tu poder restaurando
familias, sanando a los enfermos,
quebrantando el yugo del fracaso y
sanando corazones heridos. Sé que
lo puedo alcanzar si comienzo a
ministrar a las mujeres que me rodean,
por medio de la célula. Gracias por
esta visión, que hace de cada mujer
una líder de influencia. Ayúdame a
poner por obra en mi célula la Escalera
del Éxito, para ver un crecimiento sin
precedente. Hoy definitivamente me
comprometo Contigo para llegar a ser
esa líder que Tú quieres que yo sea.
Una formadora de vidas guiada por el
dulce Espíritu Santo; una mujer íntegra
que te ama y conoce Tu Palabra, capaz
de vivir diariamente de acuerdo con
Tu voluntad. Abro mi corazón a todo
lo que quieras hablarme en este tiempo.
En el nombre de Jesús. Amén.

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Reflexión 12
“ Salomón dijo: Corona de honra son los nietos
(Proverbios 17:6). Dios quiere que establezcamos
nuestras tres generaciones y honrarnos por ello”.

1. Abraham fue un hombre dispuesto a obedecer


a Dios en todo, fue tal su obediencia que decidió
entregar a su único hijo en sacrificio. Reflexione hasta
donde está dispuesta a entregarle su vida al Señor; qué
le entregaría y qué no.

2. Las Escrituras dicen que Abraham creyó en


esperanza contra esperanza. Posiblemente se encuentra
en alguna situación en la cual crea que ya no hay
esperanza. En un acto de fe entregue esa situación a
Dios y pídale que le ayude a depender de Él, viviendo
confiada en Su respuesta.

3. Isaac es el prototipo de los hijos de Dios y


el establecimiento del equipo de los doce. Si no ha
establecido su G12 es tiempo de hacerlo. Dedique una
noche en oración a orar por ello -como lo hizo Jesús-
y dará a luz un maravilloso grupo de mujeres con
un corazón de servicio dispuesto a Dios un cien por
ciento.

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4. Jacob lucho con el ángel hasta que obtuvo la
bendición de Dios. ¿En que áreas de su vida necesita
pasar por ese Peniel? Recuerde que establecerá una
tercera generación para el Señor y es necesario ser
perseverante hasta alcanzar la bendición.

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