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“¡Vamos a Hawái!

Eran vacaciones de verano, cuatro chicas que tienen 2 semanas en Hawái, tomaban el sol en la playa recostadas en unos
camastros; las chicas eran hermosas y dejaban hipnotizado a cualquier chico que las veía; sin embargo ellas no
mostraban interés por ninguno todo chico que pasaba por la playa se les quedaba mirando.

-Son hermosas – dijo un chico que pasaba.

-Son unos cobardes – dijo una de las chicas al ver a los chicos que las miraban, tenía el cabello rojo y ondulado, ojos
verdes y un cuerpo envidiable.

-Akemi, no seas así, solo son vergonzosos – dijo la chica rubia supongo.

-No son vergonzosos Zoe, son cobardes – dijo una de las chicas con un cabello negro y largo y un cuerpo bien formado.

-Me gustaría que apareciera un chico valiente, sensible y guapo – dijo Akemi.

-¿No quieres nada? – dijo Nami sarcásticamente, una chica de cabello castaño corto.

-¿Por qué no vamos a comer algo? – sugirió Zoe.

-Si vamos, muero de hambre – dijo Akemi.

-¿Tu cuando no? – dijo Ayame, la chica de cabello negro.

-Cierra la boca Ayame – dijo Akemi algo molesta.

Las 3 chicas, Akemi, Ayame y Naomi, se levantaron y comenzaron a caminar hacia el comedor mientras tanto, Zoe se
quedó mirando el mar.

-¿Qué estarás haciendo Takuya? – dijo Zoe en voz baja mirando hacia el mar – Te extraño tanto y también a los otros
chicos.

- ¡Vamos Zoe! – grito Akemi.

-¡Ya voy! – dijo Zoe corriendo hacia ellas.

Mientas ellas comían algo en el lujoso restaurante en el paraíso hawaiano, en Japón, en el campo de futbol se
encontraba un equipo entrenando, traían uniformes rojos con blancos; eran el equipo de Shibuya, que tenían cuatro
jugadores estrella; Takuya su capitán, Koji su mejor delantero, Koichi su defensa y J.P su portero.

-¡Chicos, vengan acá! – grito su entrenador moviendo su mano.

Los chicos se juntaron alrededor del entrenador y se dejaron caer en el pasto.


-Chicos, gracias a que ganamos el torneo de todo Japón, les tengo una buena y una mala noticia – dijo el Entrenador.

-Díganos la buena entrenador – dijo Takuya.

-La buena es que iremos a Hawái a jugar el torneo internacional – dijo el Entrenador.

-¡Genial!... ¡Hawái!... ¡Que rico! – decían todos los chicos emocionados.

-¿Y cuál es la mala? – pregunto Koji.

-La mala es que solo nos pagaran la mitad del viaje, nosotros tenemos que pagar lo demás – dijo el entrenador.

-¡Eso no es problema! – dijo Takuya despreocupado.

-¿Por qué Takuya? – pregunto el Entrenador.

-Porque si no completamos la mitad, nos ponemos hacer colectas, y estoy seguro que muchas personas pueden
echarnos la mano, porque somos su equipo favorito – dijo Takuya con una sonrisa.

-En eso tienes razón Takuya; pero bueno, ahora chicos sigan entrenando – dijo el Entrenador.

-¡Sí! – contestaron todos, después comenzaron a entrenar de nuevo.

Al terminar el entrenamiento, Takuya, Koji, Koichi y JP caminaron a una cafetería con sus uniformes y tachos puestos y
con sus mochilas en sus hombres.

-Qué bueno que nadie necesita dinero – dijo Takuya.

-Si es verdad, ¡iremos a Hawái! – grito JP emocionado, estaba más delgado y apuesto que antes.

-Estoy ansioso de ir a Hawái – dijo Koichi.

-¿Se imaginan?, chicas en traje de baño por todas partes – dijo JP.

-Sí, será genial – dijo Takuya.

Juntos se imaginaron a las hermosas chicas en traje de baño, y babearon por un momento.

-Son unas infantiles – dijo Koji.

Takuya y JP solo rieron, después se fueron a tomar algo en la cafetería, en ella, llego un grupo de chicas entre ellas una
rubia, lo que hizo que Takuya volteara a ella.

-Zoe… – susurro Takuya viendo a la chica, haciendo que la chica se sonrojara al ver que el chico la miraba.

-Takuya, ¿quieres otro problema por quedarte pensando en Zoe mientras miras a otras chicas? – pregunto Koji, ya que
habían tenido problemas por ese comportamiento de Takuya.

-Sí, es verdad – dijo bajando la mirada.


-Aún no logras olvidarla, y no te culpo – dijo JP – Zoe es la niña más hermosa.

-Lo sé, pero créeme que no la vez de la misma forma – dijo Takuya tomando su bebida y marchándose.

-Él tiene razón, a nosotros nos gustó Zoe pero no fuimos correspondidos así que aprendimos a verla como amiga, pero
los sentimientos de Takuya siempre fueron correspondidos por ella así que nunca sabremos cómo se siente – dijo Koji
viendo a Takuya alejarse.

-¡Chicos! – grito una chica de cabello rubio y chico, con ojos cafés claros.

-¿Qué quieres Kanami? – le dijo Koji sin ánimos.

-¿Y Takuya? – pregunto Kanami.

-Ya se fue – contesto JP.

-Lo alcanzare – dijo Kanami saliendo del café.

Las chicos solo se quedaron con caras horrorizadas por la forma de martirizar a Takuya.

-Pobre Takuya – dijo Koichi.

-Sí, aunque también pobre de nosotros cuando Kanami viene con sus amigas – dijo JP.

-Sí es verdad – dijo Koichi riéndose.

Pasaron las semanas, hasta que por fin llego el gran día, eran las 6:30am, todo el equipo estaba ya en el aeropuerto con
sus pants y sudaderas del equipo puestas y sus mochilas y maletas en las manos.

-¿Dónde está Takuya? – pregunto el Entrenador.

-Ya vendrá señor – dijo Koji.

-Pues será mejor que llegue pronto – dijo JP.

Mientras tanto en la casa de Takuya.

-¡Legare tarde! – gritaba Takuya mientras corría por toda su habitación y metiendo cosas a la maleta – ¡Mi traje de
baño!

-Aquí esta – dijo Madre recargada en el marco de la puerta con el traje en la mano.

-Me acabas de salvar mamá – dije Takuya dándole un beso en la mejilla.

-Hay Takuya – dijo su Madre mientras lo veía correr por todas partes.

-¡Y estoy listo! – dijo cerrando su maleta.

-Ahora corre o perderás el avión Takuya – dijo su Madre.


-Si mamá, gracias – dijo Takuya dándole otro beso en la mejilla y bajo las escaleras corriendo.

En el aeropuerto, los chicos del equipo estaban en la sala de espera.

-¿Dónde está Takuya? Ya son las 7:30am – dijo JP señalando su reloj.

-Pronto llegara – decía Koichi.

-Los pasajeros del vuelo a Hawái, pasen a la puerta 8 – decía la anunciadora.

-Pues será mejor que se apure – dijo JP nuevamente.

Los chicos fueron a la puerta 8 y se formaron, eran las 7:27m y todos estaban nerviosos porque su capitán no llegaba.

-¿Dónde está Takuya? – dijo Koji.

-¿Y Takuya? – pregunto el entrenador.

-Aún no llega señor – dijo Koichi.

-Pues será mejor que… – decía el entrenador cuando fue interrumpido por los gritos de Takuya.

-¡Espérenme! – gritaba Takuya corriendo y llamando la atención de todos las muchachas.

-Al fin – dijo JP.

-Si te hubieras tardado más, te hueras perdido de ir a Hawái Takuya – dijo el entrenador.

-Sí…lo siento entrenador – decía Takuya jadeando.

-Vamos Takuya – le decía Koji dándole palmadas en la espalda.

-¡A Hawái! – dijeron JP y Takuya muy felices, lo que provoco una sonrisa al entrenador.

Los chicos abordaron el avión, casi todo el avión era del equipo de futbol, Takuya y Koji iban sentados juntos, Koichi y JP
detrás de ellos; el avión despejo y los chicos se pusieron más cómodos.

-Disculpe Señorita, ¿Cuánto se hace de aquí a Hawái? – pregunto a Koichi a la azafata.

-Tres horas – respondió la Azafata amablemente.

-Gracias – agradeció Koichi.

-¡Por fin iremos a Hawái! – dijo JP muy emocionado.

-¡Sí! – grito Takuya.

-Parecen niños pequeños con juguetes nuevos – dijo Koichi.

-Algún día te veré así – dijo Takuya.


-Disculpen – dijo la Azafata – Se les ofrece algo de tomar.

-Agua, por favor – dijo Takuya.

-Claro – dijo la Azafata con una hermosa sonrisa.

-A mí también por favor – le dijo Koji.

-A nosotros también – dijo Koichi.

-Que sanos, ustedes sí que son dignos de admirar – dijo la Azafata.

-Parece que como siempre, las chicas primero los ven a ustedes – dijo Kensuke otro de los integrantes del equipo.

-No digas tonterías – dijo Koji dándole un sorbo a su vaso.

-Es verdad, además Takuya aún tiene a una chica en especial en la cabeza, ¿no es así? – dijo JP.

-Cierra la boca – contesto Takuya mirando por la ventana – Zoe…. – pensó.

-¡Takuya! – grito Kanami entrando al avión junto con tres de sus amigas; Keni, Cloe y Nagami.

-¿Kanami?, ¿Qué haces aquí? – pregunto Takuya sorprendido.

-Pues vinimos representado a su club de fans para echarles porras en los partidos – contesto Kanami.

-Qué problema – dijo Koji con una mirada fulminante.

-¿Entrenador? – pregunto JP.

-No tengo excusas, recibí presión psicológica – dijo el Entrenador yéndose a sentar.

-Genial – dijo Takuya decepcionado.

-Ahora estaremos juntos en Hawái – dijo Kanami, yéndose a sentar.

-Nuestras vacaciones arruinadas – dijo JP.

-Hawái es grande, lograremos perderlas – dijo Koichi.

-Eso espero – dijo Koji.

Ya tenían 2 horas y medio en el avión, Takuya iba con sus audífonos y con los ojos cerrados, Koji leía un libro, Koichi
dormía y JP jugaba videojuegos, Takuya tenía un sueño con la última vez que vio a Zoe, estaban ellos 2 solos en el patio
de la casa de Zoe, con un hermoso y delicioso picnic a la luz de la luna, era la despedida de Zoe.

-Takuya, no me quiero ir – decía Zoe recargándose en el hombro de Takuya.

-No te preocupes, ya verás que todo saldrá bien – dijo Takuya abrazándola.

-¿Y si no hago amigos? – decía Zoe preocupada.

-Tranquila, una niña tan hermosa como tú no tendrá problema con eso – cuando Takuya se dio cuenta de lo que dijo se
puso todo rojo.

-¿E serio lo crees? – pregunto Zoe poniendo su cara a centímetros de la de él.

-Por supuesto – dijo Takuya poniendo su mano en la mejilla de ella.


-Gracias – dijo Zoe regalándole una sonrisa.

Takuya comenzó a sentir que Zoe se alejaba más y más, hasta que ya no la pudo alcanzar.

-¡Zoe! – grito Takuya abriendo los ojos de golpe y asustando a Koji.

-Takuya, ¿estás bien? – pregunto Koji preocupado.

-Sí, no te preocupes – decía Takuya mientras se quitaba los audífonos.

-¿Zoe? – pregunto Koji.

-Sí, ella – contesto Takuya mirando fijamente al cielo por la ventanilla.

-Queridos pasajeros, en 5 minutos estaremos aterrizando en el aeropuerto de Hawái – dice el Capitán por la radio.

-¡Llegamos! – grito JP despertando a Koichi de golpe.

-¡JP! – grito Koichi enojado y un poco dormido aún.

En 5 minutos aterrizo el avión, y para las 9:30am ya estaban caminado por el aeropuerto con sus maletas.

-Esto es hermoso – dijo Koichi viendo para todas partes.

-Sí, hay flores por todas partes – dijo Takuya.

Los chicos subieron a sun autobús que los llevaría directo a su hotel, todos iban jugando y planeando su día, excepto
Takuya, quien iba distraído viendo por la ventana.

-Zoe, ¿Dónde estarás ahora?, ¿tendrás novio?, mi querida Zoe te extraño tanto – pensó Takuya mientras veía el paisaje.

Al llegar al hotel, se encontraron con que era el hotel más lujoso de Hawái, era enorme y muy bonito, tenía enormes
peceras, albercas, toboganes, hermosos jardines y playas hermosas, tenía para rentar motos automáticas y lanchas, era
estupendo, al llegar al hermoso y gran lobby, los chicos se registraron y recibieron sus llaves, después disfrutaron de la
bienvenida.

-¡Bienvenidos! – gritaban un montón de chicas con faldas y pequeños tops, con collares de flores en sus manos; cada
una le puso un collar a cada chico; Takuya recibió uno lila, Koji uno verde, JP uno beige y Koichi uno blanco.

-¡Esto es grandioso! – gritaba JP sintiéndose en un paraíso entre tantas mujeres.

-Vámonos JP – le decía Koji jalándolo de la sudadera.

-Dejen a mi querido Takuya – grito Kanami poniéndose en medio de la chica y Takuya, pero él se fue de allí mientras ella
se enojaba.
-Bien hecho Takuya – dijo Koji con una palmadita, Takuya solo se rio.

Los chicos solo salieron del lobby y comenzaron a buscar su cuarto.

-¿Qué número es Takuya? – pegunto Koichi.

-El 305 – contesto Takuya.

Los chicos iban buscando el número cuando JP se topó con una chica de cabello castaño.

-¡Perdón! – dijeron ambos al mismo tiempo.

-No…te…preocupes – decía JP hipnotizado por aquella chica.

-Fue mi culpa, iba distraída – decía la chica.

-¡Vamos Naomi! – le grito una de una de sus amigas que se estaba alejando junto con otras 2 chicas.

-¡Esperen chicas! ¡Zoe espera! – grito la chica.

-¿Zoe? – pregunto Takuya al oír el nombre y volteo a buscar a la chica pero ya era muy tarde.

-Naomi… – decía JP entre las nubes.

-Ya JP bájate de las nubes – dijo Koji.

-¡Aquí está la habitación! – grito Koichi al encontrar la habitación 305.

-Vamos chicos – decía Takuya aun pensativo por escuchar el nombre de Zoe.

Los chicos entraron a la habitación y se encontraron con una habitación de color blanca con comedor, cocineta, sala,
balcón, 2 baños y 2 recamaras, estaba llena de flores y un aire fresco, en pocas palabras, esta hermosa.

-¡Esto es enorme! – dijo Koichi al ver la habitación.

-Sí, es verdad – dijo Koji.

-¿Por qué no vamos a la playa? – sugirió Koji.

-Yo iré a tomar algo – dijo Koji.

-Yo iré a buscar a mi bello ángel – decía JP aún en las nubes.

-Tú no cambias – dijo Takuya con una sonrisa.

-¿No vienes Takuya? – pregunto Koji.

-No, me quedare a arreglar mis cosas, después los alcanzo – dijo Takuya algo serie.

-Estas así porque oíste el nombre de Zoe, ¿no es así? – pregunto Koji al acercarse a él.
-Sí – contesto Takuya cargando su maleta.

-Amigo no te agobies por ella – dijo Koji.

-Estoy bien, es serio, pero ahora que sé que hay alguien con el nombre de Zoe en este hotel, no puedo dejar de pensar
que puede ser ella – dijo Takuya.

-Bueno si cambias de opinión, búscanos – dijo Koichi.

-Claro – contesto Takuya con una sonrisa.

Los 3 chicos salieron para direcciones diferentes, mientras que Takuya se quedó desempacando en la recamara que
compartía con Koji, primero acomodo toda su ropa, después sus lociones y artículos de limpieza y por último saco unas
fotografías, era una de su familia, otra de su hermano y el, otra con sus amigos y otra de Zoe y el, las acomodo en un
buro y después se tiro a la cama.

-Mi querida Zoe… – decía mirando al techo.

Mientras tanto, Koji estaba en el bar al lado de una de las albercas.

-Me da una piña colada, por favor – dijo Koji al encargado.

-Que sean 2, por favor – dijo una chica de cabello rojo y ondulado.

La chica se sentó junto a Koji y mientras sacaba unas cosas de su bolsa, este último se cayó al suelo, Koji se agacho y
levanto el bolso.

-Muchas gracias – dijo la hermosa chica con ojos verdes.

-De…nada – contesto Koji hipnotizado con sus hermosos ojos verdes.

-Acabas de llegar, ¿no es así? – le pregunto la chica.

-Si pero, ¿Cómo lo sabes? – dijo Koji.

-Aquí están sus bebidas – dijo el encargado del bar dándoles sus piñas coladas.

-Gracias – respondieron ambos.

-Llevo algunas semanas aquí, así que créeme que puedo distinguir entre los nuevos y viejos huéspedes, además todos
los chicos de este hotel ya trataron de invitarme a salir a mí y mis amigas, y tú nunca lo has hecho – respondió la chica.

-Si me imagino – dijo Koji al darle un sorbo a su bebida.

-¿Vienes con tu familia? – pregunto la chica.

-No, vengo a un torneo de futbol – dijo Koji.

-¡Ah, ya veo! Ahora entiendo lo del uniforme – dijo la chica apuntando la chaqueta con el nombre del equipo.
-Sabes, a mí me encanta el futbol, solía jugarlo antes de entrar al internado en Italia – dijo la chica.

-¿Italia? – pregunto Koji acordándose de Zoe.

-Sí, ¿Por qué? – pregunto la chica.

-No, por nada – dijo Koji.

-¡Pero que descortés, soy!... – grito la chica –…Mi nombre es Akemi mucho gusto – dijo estirando la mano.

-Yo soy Koji – dijo tomándole la mano.

Al juntar sus manos, los dos chicos sintieron una chispa entre ambas algo verdaderamente inexplicable.

-Este chico es diferente, no es como todos los demás, y también es muy apuesto – pensó Akemi mirando los hermoso
ojos azules del chico.

-Es hermosa, con solo ver sus ojos siento que estoy bien, pero ¿Qué me sucede? ¿Por qué me siento así? La única chica
con quien me he sentido así es…Zoe – pensaba Koji sin poder despegar la mirada de los ojos verdes de Akemi.

-¡Koji! – grito Keni al verlo.

-¿Quién es ella? – pregunto Akemi

-Una chica que no me deja en paz – dijo Koji.

-Te estuve buscando, ¿Por qué no vamos a la playa? – pregunto Keni

-No, estoy con alguien más – dijo Koji señalando a Akemi.

-Con esta flacucha – dijo Keni al verla.

-¿A quién llamas flacucha? – dijo Akemi enojada levantándose.

-Pues a ti – dijo Keni – Eres una… – decía la pelirroja cuando Koji se puso enfrente de ella.

-Ya basta, Keni déjanos en paz – dijo Koji serio y enojado.

-Pero… – trataba de decir Keni cuando Koji la interrumpió.

-Pero nada, adiós – dijo Koji mientras ambos se sentaban de nuevo.

-Me las va a pagar…flacucha – dijo Keni entre dientes retirándose.

-Perdón por eso – dijo Koji muy apenado.

-No te preocupes, por una parte la entiendo – le dijo Akemi dándole un sorbo a su piña colada mientras le mandaba una
mirada muy seductora que hizo que Koji se sonrojara.

Mientras ellos conversan, Koichi caminaba por la playa perdido en sus pensamientos, hasta que pronto, vio una chica
hermosa con cabello negro, largo y lacio, se quedó parado mirándola, estaba totalmente hipnotizado.

-Es hermosa… – pensaba Koichi al verla.


-¡Cuidado! – grito un niño.

Un balón iba directamente hacia ella, Koichi corrió rápidamente hacia ella para detener el balón, al llegar a un lado de
ella hizo que saltara un poco de arena, lo cual provoco que la chica volteara.

-¡Ahí! – grito la chica al caerle arena.

Después vio a Koichi que bajo el balón con el pecho, la domino por un momento y después lo bajo a la cama.

-Vaya… – dijo la chica en voz bajo al ver lo que hizo Koichi.

-¡Perdóname! – dijo el niño yendo por el balón.

-A la próxima ten más cuidado – dijo Koichi lanzándole el balón directo a las manos.

-¡Claro que sí! – dijo el niño tomando el balón y corriendo hacia su padre - ¡Viste eso papá! ¡Fue genial! – le decía el niño
emocionado.

-Gracias – dijo la chica atrás de él.

-No fue nada – contesto Koichi después se marchó.

-¡Espera! ¿Vienes a jugar futbol? – dijo la chica levantándose.

-Sí, ¿Cómo lo sabes? – dijo Koichi.

-Por tu uniforme y tus habilidades – le contesto la chica.

-Sí, es verdad, que tonto – dijo Koichi avergonzado.

-Me llamo Ayame – le dijo extendiendo la mano.

-Yo Koichi – dijo tomándole la mano.

-Gracias por salvarme de un gran chipote – dijo Ayame.

-No fue nada, en serio – dijo Koichi - ¿Por qué no puedo despejar la mirada de ella? Es tan linda – pensó.

Los chicos siguieron platicando por la playa hasta que oscureció.

-Sera mejor que me vaya, mis amigas me deban estar buscando – dijo Ayame.

-Sí, yo también me tengo que ir – dijo Koichi.

-Vamos, regresemos al hotel, supongo que estabas en el mismo que yo – dijo Ayame apuntando el hotel.

-Sí, vamos – contesto Koichi dulcemente.

En el cuarto de los chicos, estaba Takuya haciéndose algo de cenar y JP viendo la televisión.
-¿Y la encontraste? – pregunto Takuya a JP.

-No, la busque por todas partes, pero ya no la pude encontrar – dijo JP.

-Sí que tienes suerte JP – dijo Takuya en forma burlona.

En ese momento entraron Koji y Koichi.

-¡Vaya, hasta que llegan! – grito JP.

-¿Dónde estaban? – pregunto Takuya.

-Yo estaba en la playa – respondió Koichi.

-Y yo en el bar – dijo Koji sacando una botella de agua.

-¿Conociendo chicas? – pregunto JP.

-Solo a una – dijo Koji con una sonrisa.

-¡Ah, por eso tan calladito! – dijo Takuya con una sonrisa.

-Déjame en paz – dijo Koji caminado a su habitación.

-Creo que a tu hermano al fin sintió el amor, y muy fuerte – dijo Takuya a Koichi.

-No es el único – dijo Koichi.

-Sí, creo que todos en esa habitación estamos enamorados – dijo JP.

-Sí, creo que sí – dijo Takuya – pero si tú y Koji siempre han estado enamorados de Zoe – dijo algo serio.

-Si igual que tú, agradece que ahora te dejamos el camino libre – dije JP tomando agua de un vaso.

-Si tienes razón – contesto Takuya, aunque ellos siempre habían sabido que Takuya tenía el corazón de Zoe al 100%

Mientras tanto, en el cuarto del club de fans, que era mucho más pequeño que el de los chicos, las cuatro chicas estaban
muy enojadas.

-¿Pueden creerlo? Me ignoro…el prefirió seguir con esa flacucha antes de venir conmigo – decía Keni muy enojada.

-Tranquila Keni, nosotras vivimos sabiendo que ellos ni siquiera nos quieren cerca, así que no tenemos por qué
enojarnos – dijo Cloe una de cabello castaño y ojos verdes.

-Sí, Cloe tiene razón, nosotras somos las que seguimos insistiendo con ellos – dijo Nagami de cabello negro y ojos cafés.

-Pero es que son tan guapos – dijo Kanami.

-Sí, pero no podemos obligarlos a queremos – dijo Cloe.

-Lo lograremos, ellos nos querrán – dijo Kanami muy decidida.


Al día siguiente los chicos bajaron a desayunar, al hacerlo, se encontraron con todos los integrantes del equipo
almorzando con chicas.

-Vaya, parece que ustedes son los únicos que no han caído bajo el hechizo de las chicas de aquí – dijo el Entrenador en la
barra.

-¿Por qué lo dice Entrenador? – pregunto Koichi.

-Miren a su alrededor, ninguno de los del equipo esta desayunando en la misma mesa, todos están con chicas – dijo el
Entrenador apuntando al equipo.

-Digamos que no nos rendimos tan fácilmente Entrenador – dijo JP.

-Sí, sobre todo tu – dijo Koji a JP en tono sarcástico.

-¡Cállate! – grito JP.

-Ya basta chicos – dijo Takuya mientras tomaba su desayuno.

-¿Qué te sucede Takuya? Te veo muy distraído – dijo el Entrenador.

-No es nada entrenador, estoy bien – contesto Takuya.

Después el entrenador se fue a sentar a una mesa, y para la sorpresa de los chicos, en ella estaba una chica muy linda.

-Y critica a los demás – dijo JP.

-¡Takuya! – grito Kanami lanzándose en sus brazos, pero Takuya se quitó y ella cayó al piso.

-¿Estas bien? – pregunto Takuya.

-Mi querido Takuya, te preocupas por mí – dijo la chica con lágrimas en los ojos.

-Déjame en paz, ¿sí? – dijo Takuya y los demás se fueron a sentar.

-¿Seguirás pasando vergüenzas? – pregunto Cloe tendiéndole la mano.

-¿Vergüenza? – pregunto Kanami.

-Sí, ya déjalo, solo divirtámonos y echémosles porras en los partidos – dijo Cloe.

-Está bien – dijo Kanami no muy convencida – Pero solo por un tiempo – pensó.

Los chicos se fueron a sentar a una mesa los cuatro, y desayunaron se fueron a caminar por el hotel, al hacerlo, una de
los empleados del hotel se acercó a ellos.

-Chicos, esta noche hay fiesta en la playa, va a estar divertida, esperamos que vayan – dijo el Empleado.

-Sí, muchas gracias – contesto Takuya.

-¿Iremos? – pregunto JP.


-No lo sé – dijo Takuya.

-¡Vamos! Vinimos a divertimos – dijo Koichi.

-Tenemos que aprovechar la semana libre – dijo Koji.

-Está bien, pero solo un rato – dijo Takuya.

-Está bien – contestaron todos cruzando los dedos.

El día paso y los chicos estaban en su habitación, en la noche los chicos se arreglaron con camisas y pantalones cortos.

-¡Vamos Takuya! – grito JP apurándolo, el traía una camisa azul rey con flores amarillas, pantalones cortos beige y
sandalias azules.

-Ya, vámonos – dijo Takuya apareciendo de su habitación con una camisa roja con llamas en naranja, pantalón corto
verde militar y sandalias rojas.

Los chicos salieron de su habitación y se fueron directo a la alberca más grande, al llegar se encontraron con un lugar
mágico, lleno de luces y flores por todas partes, no muchas personas estaban en la alberca, solo en el tobogán y todos
los demás estaban bailando en la playa, alrededor de la alberca y otros tomando algo en el bar, al llegar, todas las chicas
que aún estaban libres, empezaron a babear por los apuestos chicos.

-Parece que somos imanes – dijo Koji viendo a las chicas, pero buscando a la pelirroja – Voy por algo de tomar –
vistiendo una camisa azul marino con flores blancas, pantalón cortos blanco y sandalias blancas.

-Te acompaño – dijo Koichi que traía una camisa verde con flores moradas y pantalón corto en azul marino y sandalias
azules.

-¡Chicos! – grito Kensuke desde la alberca con una hermosa chica.

Los chicos solo lo saludaron levantando la mano, en el otro lado de la alberca, estaban las cuatro chicas que también
robaban todas las miradas, traían hermosos vestidos, cada una de color diferente, con lindas sandalias.

-Mira Zoe, ese es el chico que te platique – dijo Akemi señalando a Koji, ella vestía un lindo vestido verde con delgados
tirantes.

-¿Koji? – dijo Zoe al verlo, después movió la mirada y alcanzo a ver a los demás ¿Koichi? ¿JP?, pero ¿Dónde está? – decía
Zoe buscando a Takuya y caminado poco a poco a la orilla de la alberca sin darse cuenta, tenía un vestido estaple en
color blanco con flores lila.

-Con permiso – dijo un chico que al pasar empujo levemente a Zoe y la acerco más a la alberca.

Después Zoe, sin darse cuenta que estaba en la orilla de la alberca, dio otro paso, y en ese momento vio a Takuya.
-¡Takuya! – grito Zoe, después cayó a la alberca - ¡Ah!

-¡Zoe! – gritaron las chicas.

-¿Zoe? – dijo Takuya al oír su nombre y el de ella, volteo a la cabeza y vio una chica con cabello rubio y se lanzó a la
alberca.

-¡Takuya! – gritaron los chicos corriendo a la alberca.

Takuya saco a Zoe por la cintura, después la ayudo a sentarse en la orilla de la alberca.

-¿Zoe? – pregunto Takuya aun en la alberca con todo el cabello y la ropa mojadas.

-¿Takuya, eres tú? – pregunto Zoe que ahora traía todo el cabello y el vestido mojado y maquillaje algo corrido.

-Sí, el mismo – contesto Takuya.

-¡Takuya! – grito Zoe aventándose de nuevo a la alberca abrazando al joven.

La alberca era profunda, pero no mucho para Takuya, él estaba completamente parado, mientras Zoe se detenía del
cuello de Takuya, ya que no alcanzaba a tocar el piso.

-¿Se conocen? – pregunto Akemi desde afuera.

-Claro que sí – dijo Koji detrás de las tres chicas junto con su hermano y JP.

-Oigan, creo que tienen que salir de aquí – dijo Ayame hincada en la orilla de la alberca; ella traía un vestido de color
blanco con pequeños adornos el plateado.

-¡Mejor entrar tú también! – dijo Akemi aventándola.

-¡Ah! – grito Ayame cayendo al agua.

-¡Akemi! Sabes que Ayame no sabe nadar – dijo Zoe separándose de Takuya para ir por su amiga.

Al escuchar eso, Koichi se lanzó a la alberca, la saco a flote y ella se sostuvo así tomada del cuello de Koichi.

-¿Estas bien? – pregunto Koichi todo mojado.

-Sí, gracias….de nuevo – dijo Akemi con el cabello mojado y el maquillaje corrido.

-¡Ya verás Akemi! – dijo Zoe desde la alberca.

-¡Al agua! – grito Koji cargando a Akemi y lanzándose con ella.

-¡Ah! Mi cabello – grito Akemi.

-¿Quieres ir por algo de tomar? – pregunto JP a Naomi, que traía un lindo vestido de color beige con flores en café.

-Claro – contesto Naomi.


Los chicos salieron de la alberca y se fueron a un lugar más tranquilo en la playa, allí se sentaron las chicas mientras los
chicos fueron por toallas.

-Mi cabello – lloraba Akemi.

-Ahí no exageres Akemi – dijo Zoe riéndose.

-Para ti es fácil, no se te esponjara todo – dijo Akemi con una mirada fulminante.

-Por cierto, tú tienes mucho que contarnos Zoe – dijo Ayame.

-Sí lose, bueno los conocí hace 6 años en un viaje, teníamos once, Takuya se portó muy lindo conmigo desde el principio,
aunque solíamos discutir por todo, Koji siempre fue muy serio y frio, pero poco a poco logre que se aflojara, JP desde el
principio estuvo enamorado de mí, pero yo no sentía lo mismo por él, me enamore perdidamente de Takuya; pero me
fui a Italia ya no me pude comunicar de nuevo con ellos, decidí tratar de olvidarme de él, pera que el fuera feliz con
alguien más, por eso nunca habla de ellos, para no acordarme – dijo Zoe algo seria y bajando la cabeza.

-No te preocupes Zoe, te entendemos – dijo Naomi tomándole del hombro.

-Sí, pero ¿Por qué nos ocultaste a unos chicos tan guapos como ellos? – dijo Akemi.

-Nunca cambias, Akemi – dijo Zoe.

-Así que aquí estaban – dijo Koji dando una piña colada de Akemi y poniéndole una toalla para cubrirla.

-Gracias – dijo Akemi sonrojándose un poco.

-De nada – contesto Koji sentándose en la arena.

-Toma, te traje una limonada – dijo Koichi a Ayame.

-Muchas gracias – contesto Ayame, mientras Koichi le puso una toalla.

-¿Quieres? – pregunto Takuya a Zoe dándole una piña colada.

-Sí, gracias – dijo Zoe, tomándola mientras Takuya le ponía una toalla.

Naomi y JP ya traían refrescos, todos fueron y se sentaron a la orilla del mar, donde a veces el agua llegaba a sus pies,
había una luna hermosa, llena y estrellas a su alrededor.

-¿Y qué han hecho en estas 5 años? – pregunto Zoe

-Pues Takuya nos contagió el amor al futbol y tenemos 3 años en el equipo de Shibuya – dijo koichi.

-Si ahora estamos aquí gracias a que competiremos en el torneo internacional – dijo JP.

-No me echen la culpa a mí, a ustedes también les gusta jugar – dijo Takuya.

-Bueno, eso es verdad – dijo Koji.

-¿Y tú Zoe? ¿Qué has hecho? – pregunto JP.

-No mucho, mis padres me inscribieron en un internado en Italia donde las conocí…. – dijo Zoe señalando a las 3 chicas –
….estábamos juntas en el dormitorio, así que nos conocemos muy bien.
-Sí, pero digamos que no somos las más buenas del internado – dijo Akemi.

-Más bien tu eres la que siempre nos metía en problemas – dijo Ayame.

-Nosotras también contribuíamos, acéptalo Ayame – dijo Naomi.

-Bueno, tal vez un poco – dijo Ayame con una sonrisa.

-Así que eran las chicas malas del colegio – dijo JP.

-Algo así, pero también somos las mejores – dijo Naomi.

-Eso ni quien lo dude – dijo Takuya mirando a Zoe.

Los chicos siguieron conversando, a veces solo se oían las risas entre ellos, a veces los gritos y otras se podían oír sus
corazones.

-¡Achu! – estornudo Zoe.

-Sera mejor que se cambien o se resfriaran – dijo Takuya.

-Si es verdad – dijo Zoe.

-Si quieren vayan a nuestra habitación, está cerca de aquí, les prestaremos algunas playeras – dijo Koji.

-Creo que será lo mejor, nuestra habitación esta con los últimos pisos – dijo Naomi.

-¿En serio? – pregunto JP muy sorprendido.

-Sí – dijo Naomi dejando a JP con la boca abierta, lo que significaba que eran de mucho dinero.

-Vamos – dijo Koichi ayudando a Ayami.

Juntos fueron al cuarto de los chicos que no quedaba muy lejos de la piscina, al llegar entraron y Zoe y Akemi entraron al
cuarto con Takuya y Koji, mientras que Ayame y Naomi con Koichi y JP; cuando Zoe y Akemi entraron al cuarto de
Takuya y Koji, se encontraron con muchas fotografías de ambos chicos, Akemi tomo una foto en donde estaban Koji y
Koichi.

-¿Son hermanos? – pregunto Akemi y Koji.

-Sí, gemelos – dijo Koji sacando la playera.

-¿Y porque tienen apellidos diferentes? – pregunto Akemi.

-Nuestros padres se divorciaron y yo crecí con mi papá y el con mi mamá – contesto Koji.

-Son muy diferentes – dijo Akemi.

-Sí, de hecho… – dijo Koji después la chica tomo una foto de la madre de los gemelos.

-¿Ella es tu madre? – pregunto Akemi.

-Sí, enfermo y murió hace algún tiempo – dijo Koji dándole la playera.
-Lo siento, era hermosa – dijo Akemi.

-Sí, lo era… – dijo Koji – (porque no puedo dejar de mirar esos ojos verddes….es hermosa) – pensó.

-Gracias – dijo Akemi tomando la playera, después entro al baño para cambiarse y Koji salió a la sala.

Mientras Takuya busca una playera, Zoe estaba sentada en la cama viendo las fotos en el buro de Takuya, cuando de
repente una de ellas llamo su atención, era una de ella y Takuya; en la foto Zoe traía la gorra de Takuya y estaba hincada,
y el la abrazaba por la espalda de pie.

-Toma – dijo Takuya dándole una playera roja.

-¿Aún tienes esa foto? – pregunto Zoe tomando la playera y señalando la foto.

-Claro, en todo este tiempo no he hecho más que pensar en ti – contesto Takuya mirando la foto – No soy nada sin ti.

-Pero has hecho muchas cosas sin mí en estos años – contesto Zoe bajando la cabeza.

-No, no es verdad, tu siempre has estado en mi mente – dijo Takuya mostrándole la esclava de plata.

-Pene que ya no la tenías – dijo Zoe sorprendida.

-¿Bromeas? Es mi amuleto – dijo Takuya acercándose más, después no pudo contenerse y la abrazo – Te extrañe Zoe.

- Yo también Takuya – respondió Zoe correspondiendo el abrazo.

Después Takuya salió y la dejo en el cuarto para que se cambiara.

-Parece que él tampoco se ha podido olvidar de ti – dijo Akemi saliendo del baño, se veía muy linda con esa playera que
le tapa hasta la mitad del muslo.

-¿Por qué lo dices? – pregunto Zoe mientras se sacaba el vestido.

-Zoe, no soy sorda ni tonta, a simple vista se nota que está loco por ti y tu por él – dijo Akemi.

-Akemi, realmente lo amo – dijo Zoe abrazándola.

-Lose amiga, ya verás que el también – dijo Akemi abrazando a su amiga.

Mientras ellos estaban en el cuarto de Takuya y Koji; Ayame y Naomi estaban en el cuarto de Koichi y JP.

-Tú y Koji se parecen mucho, pero son completamente diferentes – dijo Ayame al ver una foto de Koichi con su
hermano.

-Sí, así es, pero nos llevamos bien – dijo Koichi.

-Si mi imagino – dijo Ayame.

-¿Tienes hermanos? – pregunto Koichi dándole una playera.


-No, mi única hermana murió en un accidente automovilístico cuando tenía 3 años – dijo Ayame bajando la cabeza.

-Lo siento – dijo Koichi serio.

-Está bien, fue hace mucho – dijo Ayame, después entro al baño.

-¿Este eras tú? – pregunto Naomi a JP señalando una foto.

-Si – dijo JP dándole una playera.

-Eres muy diferente, pero también eras apuesto – dijo Naomi

-Gracias – dijo JP – Vaya, no escucho eso todos los días – Pensó.

Los chicos también salieron y las dejaron solas, minutos después salieron las cuatro chicas, los chicos se quedaron con la
boca abierta al verlos, ya que las cuatro tenían un cuerpo y las playeras les quedaban un poquito debajo de la mitad del
muslo.

-¿Tienen hambre? – pregunto JP sonrojado al ver a Naomi.

-A decir verdad si – contesto Akemi sin vergüenza.

-¿Qué les parece si pedimos una pizza? – pregunto Takuya.

-¡Si! – dijeron todos.

Los chicos pidieron una pizza, Akemi y Koji se pusieron a preparar vasos y platos.

-¿Takuya siempre es así de risueño? – pregunto Akemi.

-Así era antes, cuando se fue Zoe a Italia, perdió parte de su chispa, pero parece que la recupero de nuevo – contesto
Koji – Aun le gusta Zoe.

-Zoe igual, nunca la había visto sonreír tanto – dijo Akemi.

-Y tú… ¿tienes novio? – pregunto Koji algo sonrojado.

-Jajaja… – comenzó a reír – ¡Claro que no! – contesto Akemi.

Koji volteo y le dedico una sonrisa, algo no muy común en él, la pieza llego rápido y los chicos comenzaron a comer,
entre risas, y anécdotas, se hizo tarde y sin darse cuenta las chicas se empezaron a quedar dormidas.

-No podemos llevarlas a sus cuartos – dijo JP.

-Sí, es verdad, será mejor que esta noche descansen aquí – dijo Koji acariciando el cabello de Akemi.

-Parece que Akemi te flecho Koji – dijo Takuya.

-¡Que dices, claro que no! – dijo Koji sonrojado.


-Si hermano, no lo puedes ocultar – dijo Koichi.

-Bueno sus ojos son hermosos, y su sonrisa me transporta a otro lugar – dijo Koji mientras miraba como dormía
dulcemente Akemi recostada en sus piernas.

-Ya era hora – dijo JP.

-A quien queremos engañar, todos estamos más que flechados por esas chicas – dijo JP mirando a Naomi.

-Sí, JP tiene razón – dijo Koichi mirando a Ayame.

-Bueno en realidad, el que no sorprende es Takuya – dijo Koji.

-Sí, tú nunca pudiste dejar de pensar en ella, así que no cuentas – dijo JP.

-Ella es mi vida – dijo Takuya acariciando el cuello de Zoe.

-Mmm…Takuya… – decía Zoe entre sueños.

-Parece que ella es igual que tú – dijo Koichi.

-Sera mejor que la lleve a la cama – dijo Takuya cargándola.

-Takuya está enamorado – dijo JP.

-Que sorpresa – dijo Koji sarcásticamente.

-Tan siquiera así ya me poder quitar a Kanami de encima, Zoe la espantara – dijo Takuya entrando a su habitación.

-Eso si – dijo Koichi riéndose junto con los demás.

Takuya llevo a Zoe a la cama, la tapo y le dio un dulce beso en la frente.

-Mi querida Zoe… – dijo Takuya.

Se recostó a un lado de ella, fuera de las colchas, y sin darse cuenta se quedó dormido.

-Yo también llevare a Naomi a la cama – dijo JP.

Se levantó con ella en las brazos y la recostó en su cama, se quedó mirándola por unos minutos, después se sentó en la
cama, recargo la cabeza y se quedó dormido.

-Hermano, me alegro que hayas encontrado a alguien especial – dijo Koichi.

-Tú también – dijo Koji.

-Sí, ella es la persona más dulce que conozco, además de mamá – dijo Koichi.

-Me alegro por ti – dijo Koji – Bueno me llevare a Akemi.

-Sí, y yo a Ayame – dijo Koichi.


Koji recostó a Akemi, vio a Takuya y sonrió.

-¿Qué es lo que siento por ti? – dijo Koji al cubrirla con las mantas.

Se recostó junto a ella y la abrazo.

-Pero… – dijo mirando a Zoe, minutos después se quedó dormido.

Koichi también había acostado a Ayame, la cubrió y se acostó junto a ella; en la mañana, Zoe fue abriendo los ojos poco
a poco, al darse cuenta que no estaba en su habitación, recordó la noche anterior, vio a un costado y se encontró con la
cara pacifica de Takuya.

-Es verdad, no es un sueño, realmente estás conmigo – pensaba Zoe mientras veía a Takuya dormido, se sentó en la
cama, le dio un beso en la mejilla a Takuya y salió de la habitación.

Con los pasos de Zoe, Akemi comenzó a despertar, l ver la cara de Koji, al principio se sonrojo y se puso como tomate,
después se convirtió en una sonrisa tranquila.

-Esto debe significar algo… – pensó Akemi viendo a Koji – Eres tan guapo, no sé cómo, pero me encantas – después le
dio un beso en la mejilla y se levantó, salió de la habitación.

-¿Qué haces Zoe? – pregunto Akemi.

-Les hare algo de desayunar a los chicos, ¿me ayudas? – dijo Zoe.

-¡Claro! – contesto Akemi.

Las 2 chicas se pusieron a preparar el desayuno, mientras lo hacían, Zoe se percató de un brillo en la mirada de Akemi
que normalmente no tenía.

-Akemi, es mi impresión o te gusta Koji – pregunto Zoe mientras seguía cocinando.

-A ti no te puedo mentir, eres mi mejor amiga – dijo Akemi mientras se sonrojaba un poco – La verdad es que sí, me
gusta, o más bien me encanta, no sé cómo sucedió ni porque, pero creo que encontré al chico indicado.

-¡Me alegro mucho por ti! – dijo Zoe muy feliz mientras la abrazo.

-Gracias Zoe, ahora solo espero que el sienta lo mismo por mí – dijo Akemi.

-Estoy segura que sí, ya lo veras – dijo Zoe.


Después de rato, las chicas terminaron y acomodaron todo en la mesa, los demás chico que un dormían fueron
despertando por el delicioso aroma que se expandía por toda la habitación.

-¿Qué huele tan rico? – pregunto Takuya saliendo de la habitación junto a Koji.

-¿Pidieron servicio a la habitación? – pregunto JP saliendo junto a Koichi, Ayame y Naomi.

Al llegar a la mesa del comedor, vieron las delicias que estaban, huevos estrellados con tocino, pan tostado, mantequilla,
mermelada, jugo de naranja y leche.

-¡Que delicia! – gritaron todos al verlo.

-Qué bueno que les gusto – dijo Zoe junto a Akemi desde la barra de la cocina.

-¿Ustedes lo hicieron? – pregunto Koji.

-Por supuesto que si – contesto Akemi.

-Sí, era de esperar, ellas 2 son buenas cocineras – dijo Ayame.

-¿Qué esperan? ¡Coman! – dijo Akemi.

-¿Ustedes no desayunan? – pregunto Takuya.

-No, ya desayunamos – contesto Zoe.

-¡Buen provecho! – gritaron todos, y comenzaron a comer.

-Sera mejor que nos cambiemos – dijo Zoe.

-Sí – dijo Akemi caminado hacia su ropa.

-¿Tienen algo que hacer? – pregunto Takuya con la boca llena.

-No – respondió Zoe.

-¿Por qué no nos acompañan al entrenamiento? – pregunto Takuya a las chicas.

-Claro, ¿Por qué no? – dijo Akemi.

-Solo nos iremos a bañar – dijo Naomi.

-Entonces las vemos en las canchas de futbol – dijo Koji.

-Si – contesto Akemi.

Las chicas fueron a su habitación y se alistaron pronto, los chicos también se alistaron y se fueron a entrenar a las
canchas de futbol, al llegar las chicas se sentaron en las gradas y vieron que había muchas chicas en el lugar, paso una
hora, el entrenamiento termino, el Entrenador se fue rápidamente, mientras que los chicos del equipo guardaban su
equipo y descansaban en la sombra.

-¿Quiénes son ellas? – pregunto Ayame bajándose los lentes de sol.


-No puede ser – dijo Akemi poniéndose de pie y bajando hacia la cancha.

-¿Qué te sucede Akemi? – pregunto Zoe poniéndose de pie.

-Ellos son del equipo Italiano, ahora recuerdo que ganaron el pase al torneo internacional, ahí están Franco, Alexander,
Esteban y Joan – dijo Akemi.

-No puede ser – dijo Zoe sorprendida, después siguió a Akemi.

Naomi y Ayame también la siguieron, ya que ellos cuatro eran los italianos que casualmente habían intentado conquistar
a las chicas, pero no lo habían conseguido y ahora buscarían pelea con el equipo Shibuya.

-Mira nada más, el equipo japonés – dijo un chico apuesto, alto de cabello castaño y ojos cafés claros, dirigiéndose hacia
las chicos.

Takuya, Koji, Koichi y JP se pusieron de pie y frente a los demás del equipo.

-Sí, mucho gusto, soy el capitán Takuya – dijo Takuya extendiéndole la mano, pero el chico solo la miro y no hizo el caso
alguno.

-¡Takuya! – grito Zoe, que venía corriendo junto con las demás chicas – Vámonos de aquí, por favor – dijo jalándolo del
brazo.

-¿Zoe? – dijo el chico del otro equipo al verla.

-¿Lo conoces? – pregunto Takuya a Zoe.

-Desgraciadamente si – dijo Zoe con gran suspiro.

-Pero si son las 4 amigas inseparables – dijo otro chico alto, de cabello rubio y ojos cafés.

-Cierra la boca Alexander – dijo Akemi no muy contenta.

-Parece que aunque estés de vacaciones tu humor nunca cambia Akemi – dijo un chico de cabello castaño y ojos verdes.

-Déjala en paz – dijo Ayame.

-La pequeña se dignó a hablar – dijo una chico de cabello negro y ojos azules.

-Bueno ustedes nunca se cansan ¿verdad? – dijo Naomi.

-¿Cómo los conocen? – pregunto Koichi.

-Ellos son del equipo Italiano, y estudian en un colegio que está muy cerca y muy relacionado con nuestro internado –
contesto Akemi.

-Pero por más guapos y más ricos, nunca pudieron hacerse de las chicas más populares del internado – dijo Ayame con
voz irónica.

-¡Cállate! – grito el rubio.

-A ella no le leventes la voz – dijo Koichi poniéndose en frente de la chica.


Al ver que Koichi tomaba de la mano a Ayame, Takuya abrazaba a Zoe, Akemi se refugiaba en Koji y JP tomo de la mano
a Naomi, los chicos italianos se dieron cuenta que ellos se las habían ganado.

-¿Y qué? ¿Ellos son sus novios? – pregunto el cabello castaño y ojos del mismo color.

-¿Y si así fuera qué, Franco? – dijo Zoe.

-Nada, es solo una pregunta, para ver a quienes se las vamos a quitar – dijo Alexander.

-Ni lo sueñes Alexander – dijo Akemi furiosa.

-Pero aquí no, será mejor esperar al torneo – dijo Franco.

-Ustedes serán nuestras, les guste o no – dijo Esteban.

-En tus sueños, Esteban – dijo Ayame.

-Y pasando sobre nosotros – dijo Takuya.

-Eso no será difícil – dijo Franco frente a Takuya.

-Ya lo veremos – dijo Takuya.

Los dos chicos eran los capitanes, y ambos eran apuestos y del mismo tamaño, estaban frente a frente, relámpagos
aparecían en sus miradas.

-No voy a dejar que me la quites tan fácil japonés – pensó Franco.

-No lo dejare ahora que de nuevo la encontré – pensó Takuya.

En el comedor estaba el club de fans del equipo japonés comiendo, en la mesa de al lado estaban las 4 estrellas del
equipo italiano, todo estaba bien, hasta que franco escucho la plática de las chicas.

-Esas 4 se están apoderando de nuestras estrellas y para variar ni siquiera son japonesas, bueno solo una de ellas – dijo
Kanami.

-Ya déjalas Kanami, Takuya quiere a esa chica y tú deberías estar feliz – dijo Cloe.

-Lose, pero no puedo evitar sentir celos de esa chica – dijo Kanami mezclando su sopa.

-¿Ustedes los conocen, a los del equipo Japonés? – pregunto Franco acercando la silla.

-¡Claro! Somos sus principales admiradoras – dijo Keni.

-Entonces ustedes quieren quitarles de encima a esas chicas, ¿verdad? – pregunto Alexander.

-Nada nos gustaría más – dijo Kanami.

-Nosotros las podemos ayudar, siempre y cuando nosotros nos quedamos con las chicas – dijo Franco extendiendo la
mano.

-Trato hecho – contesto Kanami tomando su ano y cerrando el trato.


-Manos a la obra – dijo Alexander frotando sus manos.

Después se fueron a conversar a otro lugar, mientras tanto los chicos estaban en la alberca junto con las chicas.

-¿Quieren ir al tobogán? – pregunto Akemi.

-Yo si voy – dijo Zoe.

-Yo también – dijo Takuya.

-Está bien vamos – dijo Koji.

-¿Ustedes no van? – pregunto Zoe a JP, Koichi, Ayame y Naomi.

-No vayan ustedes, aquí los esperamos – dijo Ayame.

-Está bien – dijo Zoe después los cuatro se fueron al tobogán.

-Sigue tan linda – dijo JP viendo a Zoe.

-Es verdad, ella te gustaba ¿verdad? – dijo Naomi algo triste.

-¿Eh? – JP vio a Naomi de reojo, después volvió a mirar al horizonte – Sí, durante nuestro viaje la trate de conquistar,
pero hiciera lo que hiciera ella solo me veía como un amigo, cuando regresamos a Shibuya, me di cuenta que Takuya nos
había ganado, que él tenía el corazón de Zoe y yo solo tenía su amistad – dijo JP con esto la cara de Naomi cambio por
completo.

-¿Y en todo este tiempo nunca tuviste novia? – pregunto Ayame.

-No, no te voy a negar que hubo un montón de chicas que nos rogaban o que nos ruegan que aceptemos una cita con
ellas, pero ninguna nos llena….hasta ahora – dijo Koichi viendo a Ayame.

-Sí, me imagino, ustedes cuatro son las estrellas del equipo japonés y aparte son muy apuestos, así que no culparía a
ninguno chica que quiera una cita con ustedes – dijo Ayame.

-Pero ahora no necesitamos a nadie más, más que a… – decía JP cuando llegaron Koji y Takuya tirándose un clavado y
mojándolos.

-¡Ah! – gritaron los cuatro.

-Eso estuvo genial – dijo Akemi metiéndose a la alberca junto con Zoe.

-Deberían ir – dijo Zoe.

-No, estamos bien, gracias – dijo Naomi.

-Sí, ustedes siempre han sido aburridas – dijo Akemi en tono burlón.

-Sí y tú siempre una problemática – dijo Ayame devolviéndosela.

-Mira pequeña ojo azul… – dijo Akemi enojándose y poniéndose en frente de ella dispuesta a pelear cuando Zoe se puso
en medio de las 2.

-Ya basta, Akemi – dijo Zoe.

-Voy por algo de tomar – dijo Takuya saliendo de la alberca.


-Yo te acompaño – dijo Zoe.

-¿Siempre son así? – pregunto Takuya a Zoe ya cuando estaban alegadas.

-Sí, viven peleando, pero se quieren, son como hermanas – contesto Zoe.

Mientras ellos se divertían, Kanami y Franco los observaban, al mismo tiempo que arreglaban su plan.

-Entonces así quedamos – dio Franco.

-Claro, ese plan es aprueba de tontos – dijo Kaname.

-Entonces, mañana después del partido comenzamos – dijo Franco.

-Claro que si – contesto Kanami.

La semana habían pasado, los chicos disfrutaron su única semana libre y la disfrutaron mucho con unas hermosas
compañeras, pero esa semana término, ahora era su primer juego y desgraciadamente era contra Italia, los chicos se
estaban alistando para el juego cuando tocaron a la puerta.

-Yo voy – dijo Takuya, al abrir la puerta se encontró con Zoe.

-No juegues hoy, por favor – dijo Zoe abrazándolo.

-¿Qué…porque? – dijo Takuya sintiendo las lágrimas de Zoe en su hombro.

-Su partido es contra Italia, Franco hará todo lo posible por lastimarte; por favor Takuya, no juegues – dijo Zoe llorando.

-Zoe…. – dijo Takuya.

-No quiero que te pase nada, eres muy especial para mí, y si te llega a pasar algo, me moriría…. – dijo Zoe en ese
momento Takuya la interrumpió poniéndole el dedo en los labios

-No te preocupes – dijo Takuya dándole un beso en la mejilla de ella, no me pasara nada, te lo prometo.

Zoe calmo sus lágrimas y Takuya limpio las que ya tenía en sus mejillas, después Zoe sonrió y volvió a abrazarlo, él le
correspondió igual, la hora llego, los chicos estaban en la cancha, Takuya con la “C” de capitán y el número 10, Koji con
el 9, Koichi con el 7 y JP con el 1 y los guantes de portero; las gradas estaban llenas de chicas locas por los jugadores de
ambos equipos, ya que estaban guapísimos, Kanami y sus amigas también estaban allí, al igual que Zoe , Akemi, Ayame y
Naomi; Takuya y los demás comenzaron a buscar caras conocidas en las gradas, cuando de pronto encontró a unas
hermosos ojos verdes que lo observan.

-Zoe… – dijo Takuya.

-Takuya…. – dijo Zoe desde las gradas.

Koji, Koichi y JP hacían lo mismo, hasta que Takuya apunto hacia donde estaban Zoe y sus amigos.
-¿Dónde están? Pregunto JP mientras buscaba.

-Allá – dijo Takuya apuntando hacia donde estaban las chicas.

-Mi querida Naomi – dijo JP con una sonrisa al verlo.

-Ayame – dijo Koji.

Akemi – dijo Koichi.

-¡Que suerte! – grito una chica.

-Sí, esas chicas están siendo miradas por los cuatro principales del equipo japonés – contesto otra.

-¿Nos están mirando? – pregunto Ayame ingenuamente.

-Claro, ¿a quienes crees que buscaban? – dijo Zoe con una sonrisa.

-¡Sí, que suerte! – dijo Kanami sarcásticamente – Tonta.

Los jugadores de Italia entraron a la cancha y se pusieron en frente del equipo japonés, los cuatro chicos que antes
habían conocido les mandaban unas miradas.

-Te humillare en frente de Zoe, Takuya – dijo Franco.

-Te acabare Koji – dijo Alexander.

-Estas acabado Koichi – dijo Esteban.

-No me ganaras – dijo Joan.

El árbitro se puso en medio de ambos equipos.

-Que sea un juego limpio – dijo el árbitro.

Después puso el balón en medio y saco una moneda.

-Cara – dijo Takuya muy concentrado.

El árbitro lanzo la moneda y cayó en cara, el equipo de Italia retrocedió a sus puestos.

-Muchachos, estos chicos quieren hacerles daño a las chicas, no dejaremos que nos ganen, ¡por ellas! – grito Takuya.

-¡Por ellas! – gritaron Koji, Koichi y JP.


Todos se acomodaron en sus puestos, Takuya estaba a punto de sacar, Koji estaba a un lado suyo, Koichi estaba en
frente afuera del área de la portería y JP estaba en la portería, el árbitro sono el silbato y el partido comenzó, los
primeros diez minutos del partido, estuvo tranquilo, aunque los italianos dominaban; Zoe y las demás chicas estaban
verdaderamente angustiadas cada que los italianos se acercaban a los chicos; a partir del minuto 15, los italianos
comenzaron a jugar sucio, iba Takuya con el balón, se burló a uno, se burló a otro con finta, llega hasta la portería y justo
cuando iba a tirar, Franco se barre y le pega en la pierna, el árbitro marca falta.

-¡Takuya! – grito Zoe levantándose de los gradas, Kanami voltea y ve a la chica.

-¿Estas bien, Takuya? – pregunto Koji acercándose a él.

-Creo que si… – dijo Takuya tratándose de levantar…. ¡Ah! – grito poyándose el pie.

Cuando ambos chicos voltean a ver a Franco este sonríe, los chicos lo ven con furia, Koji está a punto de levantarse, pero
Takuya lo jala de la camisa.

-No vale la pena – dice Takuya, cuando llega el entrenador.

-Takuya, descansa un poco, si mejoras entras de nuevo – dijo el Entrenador.

-Sí – dijo Takuya.

Koji lo ayudo a llegar hasta la banca, después volvió al partido.

-¡Takuya! – gritaba Zoe que se acercaba a él – ¿Te encuentras bien? – pregunto preocupada.

Cuando Franco volteo y vio a Zoe junto a Takuya se puso furioso.

-Maldito – dijo Franco entre dientes.

-Sí, no te preocupes, solo es una torcedura – dijo Takuya mientras le vendaban el pie.

-¿Regresaras al partido? – pregunto Zoe.

-Sí, tengo que acabar con esto – dijo Takuya más serio.

Los italianos recuperaron el balón, Alexander empujo a Koji y lo tiro al suelo, burlo a Koichi y engaño a JP.

-¡Gol! – gritando todos.

-¡Ya estoy bien entrenador! – dijo Takuya poniéndose de pie.

-¿Seguro? – pregunto el Entrenador.


-Si – respondió Takuya determinado a no dejarse vencer.

-Está bien, entra – dijo el entrenador.

-¡Takuya! – llamo Zoe, al voltear la chica se acercó, lo tomo de las mejillas y le dio un tierno beso en la mejilla – Suerte.

-Gracias – dijo Takuya.

Takuya entro nuevamente, koji estaba a punto de sacar el balón.

-¿Seguro que puedes jugar? – pregunto Koji.

-Mostrémosle como juegan Shibuya – dijo Takuya con mucho coraje.

-¡Si! – grito todo el equipo.

-Lo tomare como un sí – dijo Koji.

-¿Regresaste? – pregunto Franco algo irónico.

-Claro, no te iba a dejar toda la diversión – dijo Takuya.

Koji le paso el balón a Takuya, él lo llevo, burlo a varios italianos y cuando llego a la portería se la paso a Koji, este
disparo, pero como iba demasiado lejos nadie de Italia avanzo, sin darse cuenta, Takuya corrió y alcanzo el balón, al
hacerlo hizo un cañonazo que dejo al portero anonadado y sin poder moverse.

-¡Gol! – gritaron todos, principalmente las chicas.

-¡Empatados! – grito JP.

-Ahora a ganar – dijo Takuya mirando a Franco, este le devolvió la mirada, ambos se odiaban.

Los chicos siguieron jugando, pro ahora era una lucha, no un juego, Shibuya tuvo muchas oportunidades e Italia
también, pero ninguno volvió a notar, llego el medio tiempo, ambos equipos se fueron a los vestidores; en el vestidor de
Shibuya, los chicos estaban cansados pero muy tranquilos y dispuestos a ganar.

-Chicos, lo han hecho muy bien, ahora lo que tenemos que hacer, es asegurar nuestra victoria, y para eso haremos la
alineación maestra – dijo el Entrenador.

-¿Esto seguro entrenador? – pregunto Koichi.

-Si Koichi – respondió el entrenador.

Mientras tanto en las gradas los chicos estaban algo preocupadas.

-Realmente me preocupa que Franco y los demás les hagan algo a Koji y los chicos – dijo Akemi.
-Sí, a mí también – dijo Ayame.

-Yo también estoy igual, pero conozco a los chicos y sé que no se rinden fácilmente – dijo Zoe.

-Eso espero Zoe – dijo Naomi también preocupada.

-¿Tú, preocupada por un chico? – dijo Akemi a Naomi de forma burlona.

-Eso que tiene de raro – dijo Naomi algo molesta.

-Nada, es solo que nunca te imagine enamorada – dijo Akemi.

Se terminaron los quince minutos, los chicos regresaron al campo de batalla, ambos capitanes se pusieron frente a
frente, con Koji y Alexander detrás de ellos.

-Este sería su fin Takuya – dijo Franco enojado.

-No lo creo, creo que más bien será el suyo – dijo Takuya.

Los chicos de Shibuya se formaron diferente, al empezar los de Italia, Takuya les robo el balón, lo llevo junto con Koji y
otros 2 jugadores y llegaron hasta la portería, al llegar tuvieron algunas dificultades, pero Koji logro meter el balón
dentro de la portería.

-¡Gol! – gritaron todos.

Faltaban 5 minutos para el final del partido, Koji, Koichi y Takuya fueron a atacar de nuevo, los italianos les ponían
demasiada resistencia, pero los chicos lograron pasar, Takuya llevaba el balón, de pronto Franco se barrió para
quitárselo.

-¡Hasta aquí llegaste! – dijo Franco, pero Takuya salto con el balón entre las piernas y logro zafarse.

-Los siento pero no es para mí – dijo Takuya pasándoselo a Koichi, después el tiro y logro meter el tercer gol.

-¡Gol! – gritaron todos, en ese momento, el árbitro toco el silbato marcando el final del partido.

-¡Sí! – gritaron las cuatro bajando de las gradas.

-¡Eso! – gritaron el club de admiradoras de Shibuya bajando de las granadas.

Todos los jugadores de Shibuya celebraron, mientras los de italianos se iban enfurecidos.

-Este no es el final Takuya – dijo Franco.

-Lose – contesto Takuya.


Franco y Takuya – peleaban con la mirada, ya que no solo era pro la copa, si no por Zoe en ese momento las chicas
llegaron a la concha y los chicos de Italia se iban retirando.

-¡Lo lograron! – grito Zoe abrazando a Takuya, el cual lo tomo de la cintura y le dio varias vueltas en el aire.

-¡Lo lograron! – dijo Akemi lanzándose a abrazar a Koji.

-Gracias a ustedes – dijo Takuya.

-¿A nosotras? – pregunto Ayame.

-Sí, por alguna extraña razón ustedes nos dan fuerza – dijo koichi.

-¿Por qué no vamos a celebrar con una fiesta de piscina? – sugirió Akemi.

-¡Si! – gritaron todos los del equipo y las chicas también.

-Pues entonces vamos – dijo Koji.

-Parece que te lo ganaron Koji – dijo Kensuke burlándose de ella.

-Cierra la boca – dijo mirando a Zoe.

Todos fueron por sus bañadores, después directo o la alberca principal y al bar al lado de esta; todos estaban en la
alberca disfrutando de su victoria, Zoe estaba con Takuya, Akemi con Koji, Ayame con Koichi, y Naomi con JP.

-Voy por algo de tomar, ¿quieres algo? – pregunto Zoe a Takuya.

-Una piña colada por favor, linda señorita – dijo Takuya.

-Me da 2 piñas coladas por favor – dijo Zoe al encargado.

-Claro – contesto el Encargado.

-Es tan apuesto – dijo Kanami viendo a Takuya con lentes de sol.

-¿Tú eres su novia? – pregunto a Zoe.

-No, soy su amiga – dijo Kanami – Te estás perdiendo mucho.

-¿De qué hablas? – dijo Zoe seria al oír a la chica.

-Digo, es apuesto, besa bien y es tan bueno en la cama – dijo Kanami.

-¿Qué? – pregunto Zoe confundida.

-¡Te lo juro! Es buenísimo – dijo Kanami.

-¿Tú eras su novia? – pregunto Zoe – Por favor de que no – pensó.

-Claro, disfrute tanto cuando anduve con él, todos me envidiaban, además de los beneficios – dijo Kanami.

-¿Qué beneficios? – pregunto Zoe.

-Donde dormir algunas noches, tener a alguien que te consuele, entre muchas otras – dijo Kanami.

-Yo no lo veía desde hace 6 años y él me dijo que no había tenido novia – dijo Zoe.
-¿Y le creíste? Ja, como un chico tan apuesto como él no va a tener novia en 6 años es una estupidez – dijo Kanami.

-Pero lo conozco, el no haría tales cosas – dijo Zoe mientras sus ojos verdes se iban llenando de lágrimas.

-Las personas cambian en 6 años, y más si son apuestos – dijo Kanami.

-Pero…Takuya no… – dijo Zoe cuando Kanami la interrumpió.

-Mira, fui su novia, pregúntale si conoce a Kanami y veras que sí, además de que se pone nervioso – dijo Kanami.

Zoe se le quedo mirando, después tomo sus piñas coladas y se fue.

-En seguida vengo, voy por algo a mi bolsa – dijo Akemi saliendo de la alberca.

-Sí – dijo Koji.

-Yo voy al baño – dijo Ayame.

- Te acompaño – dijo Naomi, ambos salieron de la alberca y se fueron.

Los chicos estaban solas en la alberca, en ese momento llego Zoe, ya no entro a la alberca, solo se quedó afuera.

-Hola, ¿estás bien? – pregunto Takuya saliendo de la alberca ya que había notado que Zoe estaba triste y rara.

-Takuya… – trataba de decir Zoe – ¿conoces a Kanami?

-Ah…yo…sí – dijo Takuya algo nervioso.

-Se puso nervioso – pensó Zoe.

-Es una chica salvaje – dijo Takuya.

-¿Salvaje? – al oír esto Zoe, comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos – ¡Eres un cerdo Takuya! – grito lanzándole las
piñas coladas encima.

-¿Qué?.... ¡Zoe! – grito Takuya sin entender.

Zoe corrió hasta un gran jardín donde se sentó y se quedó llorando; mientras tanto, Akemi buscaba algo que le había
comprado a Koji.

-Aquí esta – dijo Akemi sacando una pulsera azul que tenía el nombre del chico.

Cuando se levantó se topó con una chica.

-Lo siento – dijo Akemi.

-No hay problema… – dijo Keni viendo la pulsera – ¿Koji?


-Sí, ¿lo conoces? – dijo Akemi.

-Claro, si es el mejor jugador del equipo japonés – dijo Keni.

-Sí, es muy bueno – dijo Akemi.

-Es frio pero sus besos son tan cálidos – dijo Keni.

-¿Besos? Pero el nunca…. – dijo Akemi confundida.

-¿Nunca ha tenido novia? No, pero eso no quiere decir que no bese a sus admiradoras – dijo Keni.

-Note creo – dijo Akemi caminado.

-Pero sabes, por más que besaba a las chicas, él seguía perdidamente enamorado de una tal…Zoe – dijo Keni – Sí vieras
sus libretas de la escuela todos decían “Zoe, te extraño”, “Zoe, te amo”, “Zoe, Takuya no te merece” y cosas como esas.

-¿Le gusta Zoe? Pero si él se ha mostrado tan lindo conmigo….dios mio que hago – pensaba Akemi.

-Sí no me quieres creer no me creas – dijo Keni alejándose.

Akemi camino hacia donde estaban los chicos y vio a Takuya limpiándose la piña colada.

-¿Por qué hizo eso? – pregunto Takuya.

-No lose, te dije que tú nunca la mereciste, ella necesita a alguien como yo – bromeo Koji.

-¡Cállate! – grito Takuya enojado.

-Está bien solo era… – dijo Koji al ver a Akemi –…Akemi.

-Te gusta Zoe – dijo Akemi.

-Akemi, era solo… – dijo Koji cuando Akemi lo interrumpió.

-¿La verdad? Fui una tonta al pensar que podrías fijarte en mi ¿sabes?, esto era para ti, pero ahora es basura – dijo
Akemi tirando la pulsera a la basura y marchándose con lágrimas en sus mejillas.

-¡Akemi! – grito Koji saliendo de la alberca.

Akemi comenzó a correr así que Koji se paró en el bote de basura y vio en el la pulsera.

-Akemi… – dijo Koji triste con la pulsera en sus manos.

-Qué tontería ¿no? – dijo Ayame mientras regresaba con Naomi.

-Sí, no son buenas diciendo mentiras – dijo Naomi.

-¿Quienes? – pregunto Koichi al oír a las chicas.

-Unas chicas extrañas que trataron de convérsenos de que tú y JP eran unos mujeriegos – dijo Ayame.

-Obviamente nosotras no les creímos, ya que a la mitad de sus mentiras comenzaron a temblar y más cuando Ayame
comenzó a decir que es cinta negra – dijo Naomi.
-¿Chicas? – pregunto JP

-Sí – contesto Ayame.

-¡El club de fans! – gritaron Koji y Takuya.

-Esas metiches – dijo Takuya muy enojado.

-¿Dónde están Zoe y Akemi? – pregunto Ayame.

-Se enojaron – dijo Koji.

-¿Por qué? – pregunto Naomi.

-No lo sabemos, pero sabemos quiénes les dijeron eso – dijo Takuya muy enojado.

Takuya y Koji se fueron muy enojados buscando al club de fans, mientras ellas estaban sentadas en lobby.

-La tal Zoe y Akemi se lo tragaron – dijo Kanami.

-Sí, como 2 pequeños bebes – dijo Keni.

-Naomi y Ayame no se creyeron ni una sola palabra – dijo Cloe.

-Tal y como te lo dijimos – reclamo Nagami a Kaname.

-Además nos enteramos que Ayame es… – dijo Cloe cuando se quedó callada y asustada.

-¿Qué te sucede? – pregunto Kanami

Cloe y Nagami apuntaron hacia las otras 2 chicas, al voltear se encontraron con Takuya y Koji enojados.

-¡Takuya! – grito Kanami lanzándose a sus brazos, Takuya la empujo.

-¿Qué le dijiste víbora? – pregunto Takuya.

-¿De qué hablas Takuya? – pregunto Kanami fingiendo no saber nada.

-Sabes bien de que hablo – respondió Takuya.

-Yo no le dije nada, no es mi culpa que sea una insegura y que me tenga celos – dijo Kanami.

-Mira mocosa…. – dijo Takuya agarrándola de los hombros –…Ella es millones de veces más linda que tú así que por celos
no es y mucho menos por inseguridad.

-Me estas lastimando Takuya – dijo Kanami.

-Dime…que…le dijiste – dijo Takuya preguntando enojado y apretándola más los hombros.

-¡Ya déjala! – grito Keni tratándose de meter, pero Koji la jalo del brazo.

-Tú no te metas aunque seas su amiga – dijo Koji tirándola en el sillón.

-Koji… – dijo Keni.


-¡No le dije nada! – grito Kanami, en ese momento vio a la espalda de Takuya y vio a Zoe, levanto sus brazos, los puso en
el cuello de Takuya y le dio un beso en los labios, al ver esto Zoe se dio la vuelta y se fue.

-¡Quítate! – grito Takuya lanzándola al sillón al lado de Keni.

-Yo solo le conté una de mis fantasías, que ella lo malentienda no es mi problema – dijo Kanami.

-Escúchame bien, si algo le llega a pasar a Zoe o Akemi, jamás se los vamos a perdonar – dijo Takuya.

-Nunca lo había visto tan enojado – pensó Kanami.

Los 2 chicos se fueron furiosos a buscar a las chicas, mientras Kanami y Keni comenzaron a llorar.

-Les dijimos que no era buena idea – dijo Cloe.

-Sí, ustedes solas se lo buscaron – dijo Nagami.

-¡Cállense! Son unas tontas – dijo Kanami levantándose y yéndose.

Mientras tanto, Zoe lloraba sentada en una banca en el jardín, mientras Franco se le iba acercando sin que ella se diera
cuenta.

-¿Zoe, estás bien? – pregunto Franco dulcemente.

-Vete de aquí Franco – dijo Zoe sin verlo.

-Pero…estoy llorando, no te puedo dejar así – dijo Franco sentándose a su lado.

-¡Te estoy diciendo que me dejes sola! – grito Zoe.

-Zoe, desde que te conocí significas mucho para mí, y no te voy a dejar sola – dijo Franco mientras la abrazaba.

-Franco…. – susurro Zoe.

En ese momento Takuya los vio, al verlos sus hermoso ojos cafés se llenaron de lágrimas, después solo se dio la media
vuelta y se fue.

-Franco, eres muy dulce, pero en serio, quiero estar sola – dijo Zoe levantándose y llego a su habitación.

-Esta cayo redondita – dijo Franco.

Takuya regreso junto a los chicos en la alberca, donde también estaba Koji.

-¿Qué paso, la encontraste? – pregunto JP.


Takuya no le respondió solo bajo la cabeza, tomo sus cosas y se fue al bar.

-Me das 5 cervezas por favor – dijo Takuya al encargado.

- ¿5? – pregunto JP y Koichi, ya que él nunca había tomado más de 2.

Koji se levantó y se fue, Takuya tomo lo que había perdido y se fue a su habitación. Más tarde, cuando Koichi y JP
regresaron a su cuarto, se encontraron con que la puerta de la recamara de Takuya y Koji estaba cerrada con llave y se
oía la música a todo volumen.

-¡Takuya, abre la puerta! – gritaba JP tocando la puerta.

-¡No, déjame solo! – grito Takuya.

-Esto va a terminar mal – dijo JP.

-JP, ¿has visto a mí hermano? – pregunto Koichi.

-No – contesto JP.

-¿Dónde se abra metido? – dijo Koichi preocupado.

-Te perdí… – dijo Takuya sentado en el piso, recargado en la cama y con una cerveza en la mano…. – Otra vez te perdí –
dijo mientras las lágrimas inundaban su cara y con música en la habitación.

Mientras Takuya se emborracha en su cuarto, Koji iba caminando por la playa con su botella de cerveza, estaba
devastado.

-Primero Takuya me arranca a Zoe, y ahora perdí a Akemi…no me queda nada…ella me encanta, ahora lo puedo decir… –
dijo Koji con lágrimas en los ojos afectado por el alcohol – Pero porque no se lo puedo decir a ella – se lamentaba viendo
el mar.

-Ya es muy tarde, Akemi no llega y Zoe no ha salido de su cuarto – dijo Ayame muy preocupado.

-Sí, no tengo idea que les dijeron, pero ha deber sido algo muy devastador para ellas – dijo Naomi.

-Sera mejor que salga a buscarla, iré a pedirle ayuda a Koichi – dijo Ayame.

-Sí, yo me quedare aquí cuidando a Zoe – dijo Naomi.

Ayame asintió con la cabeza y salió, después fue lo más rápido que pudo al cuarto de los chicos y toco la puerta.

-Ya voy – dijo Koichi caminado hacia la puerta - ¿Ayame?

-Perdón por venir tan tarde, pero Akemi no ha llegado y vine a pedirte que me ayudes a buscarla – dijo Ayame.

-Por supuesto, de hecho yo también iba a salir a buscar a Koji, él tampoco ha regresado – dijo Koichi.
-Gracias – dijo Ayame.

-No hay problema – dijo Koichi acariciándole la mejilla, después se fueron.

Akemi estaba en un camastro en la playa, sola con su cara toda mojada por tantas lágrimas, miraba al cielo como si nada
más existiera, estaba perdida en sus pensamientos.

-¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?...cuando pensé que había encontrado al chico indicado…mi “mejor amiga” me
lo arrebato… ¿porque? – pensaba Akemi mientras más lágrimas caían de sus hermosos ojos verdes.

Estaba sola en la playa, hasta que un chico rubio se le acerco, Alexander.

-¿Akemi? – pregunto Alexander.

-¿Qué quieres Alexander? – pregunto Akemi.

-¿Estás bien? – pregunto Alexander.

-¿Me veo bien? – dijo Akemi.

-No, fue ese Koji ¿verdad?...ese desgraciado me las va a pagar – dijo Alexander enojado.

-¿Y desde cuando tú te preocupas por mí? – dijo Akemi.

-Desde siempre, tú fuiste la que nunca me dejaste acércame a ti – dijo Alexander – Dame una oportunidad…

-¿Porque? – pregunto Akemi.

-Porque desde que te vi, te volviste dueña de mi corazón – dijo Alexander.

-Porque nunca vi esta faceta de él, es tan tierno y…. ¡en que estás pensando Akemi! – pensaba Akemi.

-Entonces, ¿me das una oportunidad? – dijo Alexander.

-No lo sé – dijo Akemi.

-Mira, mañana vamos a ir a pasear los del equipo en jate, que te parece si vienes y después me das la respuesta – dijo
Alexander – Ahora te acompaño a tu habitación.

-¡No!, no quiero regresar a mi habitación – dijo Akemi.

-Entonteces me quedare aquí contigo – dijo Alexander.

Akemi lo miro, él le dedico una sonrisa, no podría creerlo, como aquel chico arrogante y presumido se había convertido
en alguien tan sensible, algo estaba mal, pero no trataría de averiguarlo, mejor solo se dejaría llevar; en el cuarto de las
chicas, Naomi se había quedado dormida en el sofá, Zoe aprovecho para salir a caminar, camino por todo el hotel, hasta
que se encontró con Franco, solo lo miro, él se fue acercando a ella despacio.

-Zoe, ¿estás mejor? – pregunto Franco.


-No… – dijo Zoe mientras las lágrimas inundaban su rostro.

-Pequeña…. – dijo Franco acercándose a abrazarla, Zoe se sentía mal, pero por alguna extraña el abrazo de Franco la
hacía sentir mejor así que ella también lo abrazo.

-Gracias Franco – dijo Zoe.

-Gracias a ti, por confiar en mí pequeña – dijo Franco tocándole la cara con ambas manos – Mira te propongo algo para
que te olvides de todo esto, mañana el equipo iremos a navegar en jate, ¿quieres venir?

-Está bien – dijo Zoe.

Koji por fin decide irse a su cuarto; al llegar, se encuentra con JP ya dormido en su habitación, al tratar de entrar a su
habitación, no puedo porque está cerrado con ella.

-¡Ábreme Takuya! – grito Koji borracho.

Takuya no responde, solo se escucha que quita el seguro y la puerta se abre, el cuarto estaba hecho un desastre;
botellas tiradas por todas partes, las fotos en el suelo, la cama de Takuya destendida…Koji entro y se tiro en la cama
boca abajo…

-¿Tienes una cerveza? – pregunto Koji.

Takuya alcanzo una bolsa negra y saco una cerveza que el aventó a Koji, este la tomo y la abrió, en la habitación había un
silencio profundo solo se podía escuchar los tragos de los chicos, ni ganas de hablar tenían, estaban hundidos en sus
pensamientos, o más aun en su dolor, en el lobby, Ayame y Koichi estaban muertos de tanto caminar y correr, así que se
sentaron en los sillones de piel del lobby.

-Espero que Akemi está bien – dijo Ayame triste y preocupada.

-Ya verás que si – dijo Koichi abrazándola.

Los chicos se levantaron y se fueron cada uno a su cuarto, Ayame entro y se fue directo a la cama a dormir, media hora
después llegaron a Zoe y Akemi, se encontraron frente a frente antes de entrar a su cuerto.

-Mejor me voy – dijo Akemi dándose la media vuelta.

-¡Espera! – grito Zoe – No te puedes ir.

-¿Quieres aportar? – dijo Akemi siguiendo su camino.

-¿Por qué te enojas conmigo? ¿Yo que te hice? – grito Zoe enojada.

-¿Qué me hiciste? ¡Me quitaste al único chico que realmente he amado! O al menos eso creí – dijo Akemi.
- Pero si yo al que amo es a Takuya, aunque ahora no se si… – dijo Zoe.

Cuando ambas chicas se dieron cuenta que estaban peleando por lo mismo Zoe se acercó a su amiga y la abrazo, ella no
la quito, al contrario también la abrazo.

-Akemi, sabes que jamás haría algo que te lastimara, eres mi mejor amiga – dijo Zoe.

-Perdóname Zoe, no es tu culpa que Koji se fije en ti y no en mi – dijo Akemi.

En ese momento Zoe recordó algo que Koji le había dicho antes de irse a Italia.

-Sabes Zoe, no te voy a negar que aún me gustas mucho, pero respecto tú decisión de elegir a Takuya – dijo Koji con la
cabeza abajo.

-Pero…yo no he decidido – dijo Zoe tratando de explicar, cuando Koji le topo la boca.

-No tienes que elegir, se nota que tú al que quieres es a Takuya, no pienso meterme más, ambos son mis amigos y
quiero que seas feliz – dijo Koji.

-Muchas gracias Koji, espero que algún día encuentras a alguien que te amé – dijo Zoe abrazándole.

-Desde hoy te prometo que solo te veré como amiga, por más trabajo que me cueste – dijo Koji.

-Gracias Koji – dijo Zoe.

Después Zoe se fue al aeropuerto, Zoe recordó que Koji le hizo esa promesa, lo que significaba que Koji no la podía ver
como algo más que su amiga.

-Tengo que preguntarle a Koji – pensó Zoe.

Después ambas entraron al cuarto, se acostaron y se quedaron dormidos; al día siguiente, las chicas tenían el viaje con el
equipo Italiano, Takuya y Koji se levantaron con una cruda espantosa y decidieron quedarse en el cuarto.

-¿A dónde van? – pregunto Ayame.

-Vamos a pasear en jate con los de Italia – dijo Akemi.

-¿Qué? – dijo Ayame sorprendida.

-Sí, regresamos después, cualquier cosa llamamos, ok – dijo Zoe.

-Eso no está bien - dijo Naomi muy preocupada.


Akemi y Zoe se fueron al puerto, en donde se encontraron con Alexander y Franco, después subieron y el barco partió a
una isla, Zoe traía su bañador color lila de dos piezas y Akemi uno de color verde de dos piezas, todos las miraban.

-Vaya, parece que las diosas decidieron acompañarnos – dijo Esteban.

-Cállate idiota – dijo Alexander dándole un golpe en la cabeza.

-¡Auch! Está bien – dijo Esteba.

-No le hagas caso – dijo Alexander.

-No hay problema – dijo Akemi.

-No hay de que linda – contesto Alexander acariciándole la mejilla.

-Te vez hermosa, pequeña – dijo Franco a Zoe.

-Gracias Franco – dijo Zoe.

Mientras tanto, en el hotel Ayame y Naomi sabían que algo andaban mal.

-Algo malo va a pasar, lo presiento – dijo Ayame sentada en el sofá de su habitación.

-Tenemos que ir tras ella – dijo Naomi.

-Tengo una idea – dijo Ayame tomando el teléfono.

Suena el teléfono de la habitación de los chicos.

-¿Bueno? – contesto Koichi.

-Koichi, necesitamos que lleven a Takuya y a Koji al puerto, a viajar en lancha – dijo Ayame.

-¿Por qué? – pregunto Koichi algo extrañado.

-Akemi y Zoe se fueron en jate con las de Italia, conozco a esos chicos y no traman nada bueno – dijo Ayame.

-Está bien, lo intentaría – dijo Koichi, después colgó.

Koichi le conto a JP y este accedió rápidamente en ayudarlo.

-Chicos – llamo JP tocando la puerta de su cuarto.

-¿Qué? – respondió Koji.

-¿Quieren ir a dar un paseo en lancha conmigo, Ayame, Naomi y Koichi? – pregunto JP mientras abría la puerta.

-No, vayan ustedes – dijo Takuya sentado en el piso.


-Pero… – insistía JP

-No quereos ir JP – dije Koji sin dejarlo hablar.

-Está bien – dijo JP cerrando la puerta – Lo oíste – le dijo a Koichi.

-Bueno, no importa, tenemos que ir nosotros – dijo Koichi.

-Si – respondió JP.

Los dos chicos salieron y fueron por Ayame y Naomi, después se fueron a rentar una lancha, mientras tanto, en el jate
había una gran fiesta.

-¿Quieres una limonada? – pregunto Alexander a Akemi.

-Claro – dijo Akemi tomando el vaso y dándole un trago, después su bolso se le cayó al piso, Alexander se agacho y se la
dio.

-Toma – dijo Alexander dándole el bolso.

Al tomar el bolso, Akemi no pudo evitar recordar la primera vez que vio a Koji.

-Gracias – dijo Akemi tomando toda la limonada del vaso - ¿Por qué no se me va de la cabeza? – pensaba.

-¿No tienes hambre? – pregunto Franco a Zoe.

-Sí, un poco – dijo Zoe.

-Vamos por algo de comer – dijo Franco tomándole la mano.

Al caer la noche, todos bailaban, también Zoe y Akemi, con Franco y Alexander, realmente estaban raras, parecían
borrachas, pero no habían tomado ni una gota de alcohol, o al menos eso pensaban, de pronto Zoe se mareo y cayó al
piso.

-¡Zoe! – dijo Akemi, pero también se mareo y cayó junto a ella.

-Será mejor que descasen – dijo Franco ayudado a Zoe.

-Sí, ven te llevare a que descanses hermosa – dijo Alexander cargando a Akemi.

Ambos chicos llevaron a las chicas a los camarotes en donde no había nadie, las chicas iban demasiado mareadas para
notarlo, Franco se metió a uno con Zoe y Alexander a otro con Akemi, ambos cerraron con llave, Zoe entro cayo
acostada boca arriba a la cama.

-Ahora si Zoe, serás mía – dijo Franco mientras se quitaba la camisa.


Zoe no lograba ver bien, y en vez de ver a Franco vio a Takuya.

-¿Takuya? – dijo Zoe algo mareada – Takuya te amo.

-¿Takuya? – dijo Franco – Ja, ese mequetrefe ni siquiera te ama – dijo mientras le quitaba el short a Zoe.

-¿Por qué dices eso, Takuya? – pregunto Zoe.

-¡Que no soy Takuya! – grito Franco enojado.

Con tremendo grito Zoe logro ver a Franco y reacciono un paco.

-¿Qué haces? – pregunto Zoe asustada.

-¿Qué parece, linda? – dijo Franco mientras se desabrochaba su traje de baño.

-¡Estas enfermo! – grito Zoe tratándose de parar, pero estaba demasiado mareada y se cayó.

-Es inútil hermosa, estas tan mareada por la droga que no podrás llegar más lejos – dijo Franco.

-Takuya… ¿en qué me metí? – pensaba Zoe horrorizada – No me puedo quedar aquí, no me puedo rendir.

Zoe trato de levantarse nuevamente, y apenas y llego a la puerta pero Franco la alcanzo.

-Te dije que no te irás – dijo Franco tirándola a la cama, cansado que se golpeara una mejilla en la cabecera y le sangrara
– Mira lo que te hiciste hermosa.

-¡Quítate! – dio Zoe dándole un golpe, ella se levantó y corrió a la puerta, a la que llego con un fuerte golpe – ábrete por
favor – decía tratando de quitar el seguro, pero lo mareaba no le ayudaba mucho, cuando al fin pudo quitarlo, Franco la
jala del cabello.

-Te dije que no – dijo Franco mientras azotaba en la puerta.

-¡Ah! – grito Zoe de dolor, tomo su celular y marco el número de Ayame.

El celular estaba marcando, cuando Franco se lo arrebato y lo tiro al suelo.

-¿Zoe? – respondió Ayame que estaba en el puerto junto con las chicos, ya que no lograron rentar la lancha, pero el
celular de Zoe estaba en el suelo.

-Reconócelo linda, yo gane – dijo Franco rompiéndole el top del traje de baño.

-¡Ah! – grito Zoe cubriéndose con las manos.

-Algo está mal – dijo Ayame escuchando todo por el celular.

-No te e acerques – grito Zoe cubriéndose el pecho con una sábana.


-No solo me acerque, te hare más que eso – dijo Franco.

-¡Takuya! – grito Zoe llorando.

-Koichi háblale a Takuya – grito Ayame desesperada.

-¿Qué sucede? – pregunto Koichi al ver la cara horrorizada de Ayame.

-Franco trata de abusar de Zoe, y no dudo que Akemi esté en las mismas – dijo Ayame asustada.

-En seguida – dijo Koichi sacando su celular y comenzó a marcar el número de Takuya, pero no respondía – ¡Maldición
Takuya!

-Vuelve a intentar – dijo Naomi.

-Sí – dijo Koichi volviendo a marcar.

Takuya seguía tirado en el piso y Koji en la cama, al ver sonar tantas veces al celular, decidió contestar.

-¿Bueno? – contesto Takuya desanimado.

-Takuya, tienen que venir rápido, Zoe y Akemi están en un jate con los del equipo de Italia… – decía Koichi.

-¿Y qué? Si ellas prefieren a esos idiotas no podemos hacer nada – dijo Takuya.

-No entiendes Takuya, ellas están en peligro – dijo Koichi.

Cuando Koichi dijo eso Takuya volvió en sí.

-¿Qué quieres decir? – pregunto Takuya interesado.

-Ayame recibió una llamada del celular de Zoe, pero ella no contesta solo podemos oírla gritar y pedir ayuda – dijo
Koichi.

-¿Qué? – dijo Takuya horrorizado levantándose.

-Sí, ella te está llamando – dijo Koichi.

-Está bien, vamos para allá – dijo Takuya colgando y poniéndose los zapatos – vamos Koji.

-No, yo no voy – dijo Koji.

-Los italianos pueden estar a punto de violar a Akemi, ¿aun así no te importa? – dijo Takuya.

Cuando Koji escucho miro a Takuya.

-No digas estupideces – dijo Koji.

-Los de Italia se las llevaron a un jate, Koichi dice que recibieron una llamada de Zoe, pero que solo la pueden oír pedir
ayuda, y que Akemi también esta con ella – dijo Takuya.
-Esos imbéciles me la van a pagar – dijo Koji furioso levantándose.

Takuya y Koji saliendo de la habitación y no tardaron más que 10 minutos en llegar al puerto del hotel.

-¿Dónde están?, ¿Por qué no se fueron en una lancha? – pregunto Takuya.

-Porque no hay – respondió JP.

-¿Entonces? – pregunto Koji.

-No lose – dijo Koichi.

-Zoe…Akemi… – dijo Ayame llorando, al verla Koichi la abrazo.

Cuando Takuya y Koji la vieron comenzaron a ver a todas direcciones, cuando de pronto Takuya vio 2 motos acuáticas,
volteo a ver a Koji y el entendió el mensaje.

-Réntelas por nosotros – dijo Takuya saltando junto a Koji a las motos.

-¡Esta bien! – contesto Koichi.

-¡Esperen no se pueden rentar tan noche! – grito el Encargado enojado.

-Señor es una emergencia – dijo Naomi.

-No me importa, el reglamento del hotel dice… – dijo el encargado.

-¡El reglamento de hotel me vale un comino, mis amigas están en peligro! – dijo Ayame enojada dejando sorprendidos a
todos – Tome.

El Encargado tomo el dinero y se fue a su puesto.

-Pero Ayame, ese dinero era para tu medicina – dijo Naomi preocupada.

-No me importa, me importa más mis amigas – dijo Ayame.

-¿Medicina? – pregunto Koichi.

-Sí, es que soy asmática – contesto Ayame.

-Ayame… – dijo Koichi, después la abrazo.

Mientras tanto en el jate.

-¡Déjame! – grito Zoe mientras Franco estaba encima de ella y la tomaba de los brazos.

-¡Olvídalo! – dijo Franco una bofetada.


-¡Ah!...imbécil – dijo Zoe dándole una patada entre las piernas.

Franco cayo muy adolorida a la cama, y Zoe aprovecho para salir de la habitación con la camisa de Franco en el pecho y
aun mareada.

-Akemi, ¿Dónde estás? – dijo Zoe en el pasillo, cuando escucho un grito.

-¡Ah! – grito Akemi.

-¡Akemi! – grito Zoe golpeando la puerta del cuarto donde salió el grito.

-Maldita rubia – dijo Franco viéndola desde la marco de la puerta.

-Volveré por ti Akemi – dijo Zoe corriendo por el pasillo hasta las escaleras.

Franco iba de detrás de ellas, ella iba topándose por todas las paredes, mareada, descalza y con la comisa de Franco en
el pecho, ya que su top se lo había arrebato Franco, al llegar a cubierta, todos se le quedaron viendo.

-¡Atrápenla! – grito Franco desde las escaleras.

-Hasta aquí llegaste linda – dijeron todos acorralándola en el barandal.

Zoe estaba asustada, de pronto se subió al barandal y salto al agua.

-¡Tonta! – grito Franco corriendo hacia ella, ya que sabía que la droga no la dejaría nadar.

Zoe no podía salir a flote, hasta que por fin lo logro, pero no podía nadar, se comenzó a hundir de nuevo.

-Takuya…este es mi fin – pensó Zoe mientras se hundía.

De pronto, cuando Zoe comenzaba a dejar salir el poco aire que le quedaba, sintió que alguien la tomo por la cintura y la
saco a flote, ella pensó que era Franco, por lo que se movía mucho.

-¡Suéltame pervertido! – gritaba Zoe mientras se movía y lo golpeaba en el pecho.

-¡Zoe, quédate quieta! – grito el chico que la sostenía.

Al oír el grito abrió los ojos y miro al chico que la sostenía y vio a unos hermosos ojos cafés que ella tonto querria.
-Takuya… – dijo Zoe al ver al chico.

-¿¡Qué!?...te paso – dijo Takuya mientras se ponía colorado al notar que la chica no traía top.

-Franco me lo arranco, pero Akemi, ella sigue allá dentro – dijo Zoe llorando.

-¡Koji, Akemi sigue arriba! – dijo Zoe.

Al oír esto Koji, salto al agua, después subió al barco por la parte trasera.

-Quédate aquí de acuerdo – dijo Takuya a Zoe.

-Sí – contesto Zoe, Takuya le había dado su camisa y la había subido a la meta, después se fue ayudar a Koji.

Koji bajo hasta los camarotes cuando avanzo por el pacillo se encontró con que uno de ellos se oía la voz de Akemi.

-¡Ya basta, déjame en paz! – decía Akemi llorando.

-¡Akemi! – grito Koji golpeando la puerta.

-¡Koji! – grito Akemi.

-¡Cállate! – dijo Alexander dándole una bofetada.

Akemi lo golpeo en el estómago con la rodilla y lo saco todo el aire, se levantó envuelta en una sábana y se fue corriendo
a la puerta un poco mareada, al llegar quito el seguro y Koji entro, al verla envuelta en sabana no pudo evitar brazarla.

-¿Estas bien? – pregunto Koji horrorizado y quitándose la camisa para ponérsela después.

-Sácame de aquí por favor – dijo Akemi llorando.

-Claro que si – contesto Koji mientras salían.

-¿A dónde idiota? – dijo Alexander levantándose del suelo.

Koji camino hacia el enojado, Akemi se quedó en la puerta.

-¿Qué vas a hacer? – lo reto Alexander.

-Esto – Koji le lanzo un puñetazo en la cara, el más fuerte que había dado, haciendo que Alexander cayera al suelo en un
instante, después le dio una patada en el estómago – Para que aprendas a no meterte ni con ella, ni conmigo.

Después Koji corrió a la puerta y salió con Akemi, en la parte de atrás se encontraron a Takuya.
-Rápido vámonos – dijo Takuya al verlos.

Takuya ayudo a Akemi a subir a la moto de Koji, después él se fue nadando junto a Zoe, arrancaron las motos y salieron
de ahí, pero antes de que se alejaron más de 5 metros Franco grito.

-¡Me las vas a pagar, Zoe! – grito Franco.

Zoe se encogió de hombros al oírlo, se aferró a la espalda de Takuya, al ver esto, Takuya volteo a ver a Franco.

-Me las vas a pagar idiota… – susurro Takuya.

Después se dirigieron a donde se encontraban los demás. Al llegar al puerto, los chicos se quedaron horrorizados al ver a
las chicas, traían moretones por todas partes, Zoe traía un raspón enorme en la mejilla, sin ropa; Akemi traía un
moretón en el ojo y ambas estaban llorando.

-¡Zoe, Akemi! – grito Ayame al verlos así.

Koji y Takuya se acercaron lo más que pudieron con las motos, Koichi ayudo a las chicas a subir al muelle, mientras que
JP les ayudo a los chicos a subir las motos al muelle, Zoe y Akemi corrieron a los brazos de sus amigas, llorando.

-Tranquilas chicas, ya paso – dijo Ayame tratando de tranquilizarlas.

-Sera mejor que las llevemos a sus habitaciones – dijo Takuya.

-Sí – dijeron Ayame y Naomi.

Cuando trataron de caminar, Akemi y Zoe cayeron al piso, ya que estaban muy golpeadas y aún estaban mareadas.

-¡Zoe, Akemi! – grito Naomi asustada.

Takuya y Koji corrieron y las tomaron en sus brazos.

-Ustedes vayan a conseguir un botiquín – dijo Takuya con Zoe en los brazos.

-Sí – respondieron los cuatro chicos.

-Su cuarto está muy alto, será mejor que las llevemos al nuestro – dijo Koji.
- Ahí los vemos – dijo Koichi, después salió corriendo junto con JP, Naomi y Ayame.

Los chicos las llevaron a su cuarto, en todo el camino las chicas estaban con la cabeza baja y las lágrimas mojaban el
pecho desnudo de las chicas, entraron al cuarto y las llevaron a sus camas.

-Zoe, ¿está bien? – pregunto Takuya.

-Akemi, ¿Qué te hizo? – pregunto Koji.

-Él no me violo….pero….pero….pero si me toco – dijo Akemi saltando en lágrimas.

A Koji se le llenaron los ojos de lágrimas al verla y no pudo hacer otra cosa más que abrazarlo.

-Akemi… – dijo Koji mientras la recargaba en su pecho.

-Perdóname….esa tonta chica me dijo que tu seguías queriendo a Zoe, y después cuando me acerque y te oí decirle eso a
Takuya, le creí…. – dijo Akemi.

-Akemi… – dijo Koji tomando su cara entre sus manos – No digas tonterías, Zoe es una gran amiga, y en un momento la
quise, pero desde que te vi…desde que te vi me robaste el corazón – dijo viéndola a sus ojos.

Con solo mirarlo, Akemi supo que no le mentía, después lo abrazo y él le correspondió.

-A ti no te hicieron eso ¿verdad? – pregunto Takuya horrorizado nada más de pensarlo.

-No, el solo me toco los… – dijo Zoe mientras se apretaba el pecho.

Takuya la vio con dulzura, no podía creer que gracias a una estúpida chica obsesionada habían estado a punto de hacerle
daño a la persona que más quería en este mundo.

-¿No es cierto verdad? Lo que me dijo aquella chica, ¿no es cierto verdad? Pregunto Zoe con cara de enojada.

-Por supuesto que no – dijo Takuya abrazándola – Esa tonta de Kanami lo invento todo.

-Takuya…. – dijo Zoe mientras lloraba abrazando a Takuya.

-Nunca más te dejare, te lo juro – dijo Takuya acariciándole el cabello a Zoe.

Minutos después llegaron Naomi, Ayame, Koichi y JP con el botiquín en las manos y ropa limpia para las chicas.

-Aquí esta ropa para que cambie – dijo Ayame dejando la ropa en el peinador.
-Gracias Ayame, Takuya ¿puedo tomar un baño? – pregunto Zoe.

-¿Yo también? – pregunto Akemi.

-Claro, Zoe se puede bañar aquí y Akemi en el otro cuarto – dijo Takuya.

-Ven, te llevo – dijo Koji cargando a Akemi y saliendo la habitación.

Ayame y Naomi salieron y se sentaron en el sofá, después Koichi y JP se les unieron.

-Chicas, se ven cansadas, será mejor que vayan a dormir al cuarto – dijo Zoe desde el marco de la recamara.

-Estamos bien – dijo Naomi, después bostezo.

-Vayan a dormir, estaremos bien – dijo Zoe nuevamente.

-Koichi, JP ¿Por qué no se quedan esta noche con ellas?, nosotros nos quedaremos con Zoe y Akemi – sugirió Takuya.

-¿Ah? – dijo Koichi – Cla…claro.

Después los 4 chicos se fueron al cuarto de las chicas, Takuya ayudo a Zoe a entrar al baño, minutos después escucho
que ella comenzaba a llorar de nuevo, Takuya se levantó de la cama y toco la puerta del baño.

-Zoe, ¿te encuentras bien? – dijo Takuya mientras abría un poco la puerta, Zoe no respondía así que Takuya abrió más la
puerta, encontró a su pequeño ángel tirada en el suelo envuelto en una toalla, llorando, con todo el cabello mojado por
el baño que había tomado, sus hombros blancos también tenía agua y sus piernas agua y sus piernas estaban dobladas –
Zoe… – dijo hincándose junto a ella – ¿Por qué lloras hermosa? – dijo levantándole la cara por la barbilla.

-Takuya, ayúdame – dijo Zoe recargándose en su hombro.

-A lo que quieras – dijo Takuya.

-Ayúdame a olvidarme de esto…..por favor – dijo Zoe con lágrimas en sus mejillas.

-Zoe…yo haré todo lo que este a mi alcance… – dijo Takuya – Te lo juro.

-¿Cómo puede pensar eso de ti, mi querido Takuya?... – pensaba Zoe.

-Mi querida Zoe, no aguantaría que te hicieran daño, si con esto me siento culpable, pero que yo… – dijo Takuya
mirando a Zoe…. – Yo te amo.

Al decirlo, los corazones de los chicos empezaron a latir a mil por hora, Zoe se sonrojo y Takuya también, pero estaba
nerviosa, ya que la chica solo lo miraba y no le respondía nada, así estuvieron por varios minutos, hasta que Zoe tuvo la
fuerza para hablar.

-Takuya, realmente no me siento con el suficiente valor para merecer ese sentimiento de tu parte, fui una tonta al creer
todas esas estupideces, por eso… – dijo Zoe.
-Por eso nada, tu vales más que nada en este mundo para mí, no hables así tú… – dijo Takuya cuando interrumpió Zoe
tapándole la boca con su dedo índice.

-Por eso me siento como una idiota, por eso no puede evitar que yo también te amé – dijo Zoe dulcemente.

Después ambas se fueron acercándose poco a poco hasta que sus labios se juntaron en un tierno, dulce y esperando
beso, al separase, Zoe le dedico una hermosa sonrisa a Takuya, él se la devolvió y después la abrázalo.

-Nunca más te dejare sola, te lo prometo.

Takuya se quedó con Zoe, hasta que ella lo saco del baño para cambiarse, después salió y se quedó con él, en cambio en
el cuarto de Koichi y JP aún se oía el agua de la regadera caer, Ayame había estado cerca de treinta minutos en el baño,
Koji la esperaba afuera, sentado en la cama de su hermano, pasaron cuarenta minutos y Koji se empezó a preocupar.

-¿Qué estará haciendo? – dijo Koji levantándose de la cama y caminando hacia la puerta del baño y toco – Akemi, ¿te
encuentras bien?, ¿necesitas algo?

Akemi no le respondió, solo se escuchaba el agua caer, hasta que de pronto se escuchó la débil voz de Akemi.

-¿Koji? – dijo Akemi desde el baño débilmente.

-Sí, soy yo, ¿necesitas tú ropa o algo más? – pregunto Koji preocupado por cómo se escuchaba Akemi.

-No – dijo Akemi, secamente pero débil.

-Tú no eres así, Akemi – pensó Koji enojado por no poder hacer nada – ¡Maldición! – grito abriendo la puerta de un solo
golpe.

Todo el baño estaba lleno de vapor, de tan caliente que estaba el agua, en el piso, tirada aún con la camisa de Koji,
Akemi tenía una mirada perdida, con sus piernas juntas y pegadas a su pecho, el agua que caía de la regadera le caía en
la cabeza y rodaba por todo su cuerpo, tenía su hermoso cabello rojo y ondulado mojado y de sus hermosos ojos verdes
rodaban lágrimas.

-¿Akemi, estas bien? – pregunto Koji mientras se acercaba a ella poco a poco.

-No – dijo Akemi sin despegar la mirada al piso.

-Akemi, ¿Qué te hizo? – pregunto Koji sentándose junto a ella.

-El…el – trataba de decir Akemi mientras lágrimas caían de sus mejillas – El…me dio una limonada con droga…yo me
acosté y el me callo encima….después comenzó a besarme….hasta que…hasta que me arranco el traje de baño…después
me comenzó a tocar…fue bajando una de sus manos….yo le pregunte que hacia….pero…no me respondió…hasta
que….yo sentí – Akemi ya no pudo seguir, rompió en llanto, Akemi la abrazo, ella le correspondió igual, se aferró a el – El
me quito…mi virginidad.
-Akemi…. – dijo Koji sin poder decir nada más, no sabía que decir, estaba enojado, no podía soportar que Akemi sufrió
así – Akemi, realmente no puedo entender todo el dolor que sientes, yo sé que estas muy triste y enojada…pero
lamentándote y llorando no logras nada, y tú lo sabes – dijo mirándola directamente a los ojos.

-Lose, pero siento que…que quito lo puro que había en mí, nunca había sabido lo que se siente que te quieran de
verdad, hasta que entre al internado y conocí a Zoe, Ayame y Naomi, ellas me mostraron que el amor es algo fantástico;
ellas me hicieron olvidar que mi padre tratando llenar todo mi amor con cosas caras y dinero, solo porque me parezco a
mi madre, solo por eso no me ve…. – dijo mirando a Koji mientras sus ojos derramaban mucha lágrimas.

-¿A tu madre? – pregunto Koji.

-Sí, ella lo abandono cuando yo tenía 5 años, así que desde entonces el no hace más que alejarse cada vez más de mi….y
eso me duele mucho, y ahora esto – dijo Akemi.

-Ahora esto se convertirá en el paso… – dijo Koji – Akemi, si tu padre cree que se olvidara de tu madre alejándose de ti,
está muy equivocado, porque acabara alejándose de su hija también, no es tu culpa, y esto de Alexander, es solo un mal
momento, y tu virginidad no es lo único puro que tienes, tú tienes muchas cosas puras, como la sonrisa y los ojos con los
que me enamore.

Cuando Koji le dijo esto, la chica se calmó y lo miro fijamente a los ojos, no podía creer que un chico tan lindo podía serlo
también por dentro, Koji había logrado lo que nadie, él había convencido a Akemi de que ella era na persona muy valiosa
y que merecía más que todo el dinero del mundo.

-Akemi, eres la mejor chica que he conocido, y no dejare que nada malo te pase, aunque tengo que perder la vida en el
internado – dijo Koji.

-No será necesario….porque yo te ayudare – dijo Akemi dulcemente.

No había recuperado su sonrisa, abrazo fuertemente a Koji y el la resguardo en sus brazos como el la quisiera incrustar
en su cuerpo.

-Nunca, nunca te dejare sola, porque…porque…yo – dijo Koji.

-Te amo – dijo Akemi, acerrándose a él y lo beso en los labios.

-Exacto – susurro Koji al separarse, después la volvió a besar.

Unas horas después, Akemi estaba dormida abrazada de Koji, y Zoe y Takuya estaban igual en el otro cuarto, esa fue una
noche, que dejo marcados a todos, principalmente a Akemi y Zoe, ya que sabían que había 2 chicos que las amaban con
el alma; al día siguiente se quedaron todo el día en la cama, Koji se trasladó a su cuarto junto con Akemi y se quedaron
los cuatro juntos todo el día viendo televisión, jugando, comiendo y platicando de cosas agradables, ninguno volvió a
mencionar la noche anterior, los demás se quedaron nuevamente en el cuarto de los chicos todo el día, en la noche,
cuando Akemi y Zoe ya estaban profundamente dormidos, Koji y Takuya salieron a la cocina por algo de tomar, estando
allí, se quedaron platicando.

-Qué bueno que las chicas ya están mejor – dijo Takuya dándole un sorbo a su bebida.
-Sí, no aguantaría ver de nuevo así a Akemi – dijo Koji mirando su vaso.

-Sí, te comprendo, debemos hacer algo para demostrarles que siempre estaremos con ella – dijo Takuya.

-Sí, ¿pero qué? – pregunto Koji.

-Podemos ir a bucear o algo por el estilo – dijo Takuya.

-Eso sería genial, mañana los llevaremos sin que ellas sepan – dijo Koji.

-Sí, les llamare a Koichi y JP – dijo Takuya, mientras llamo a los chicos y ellos aceptaron.

Al día siguiente las chicas dormidas, mientras los chicos ya tenían todo listo para su pequeño viaje, Takuya y Koji fueron
hasta el cuarto donde estaban los chicos y les dieron un dulce beso, Takuya en la frente a Zoe y Koji en la mejilla a
Akemi, con el que las despertaron.

-Mmm….hola – dijo Zoe al mirar a Takuya.

-Hola hermosa – contesto Takuya – Levántate que les tenemos una sorpresa.

-¿Una sorpresa? – pregunto Zoe levantándose de la cama.

-Si levántate, te compre un traje de baño nuevo, espero te guste – dijo Takuya.

-¿Sorpresa? – dijo Akemi y Zoe mirándose.

Las chicas se pusieron los bañadores que los chicos les habían dejado, eran muy lindo, uno era blanco con flores lilas y
otro era azul con adornos en celeste, ambos de 2 piezas, al terminar salieron de la habitación.

-Takuya, nos pueden explicar ¿Qué sucede? – pregunto Zoe.

-Te vez linda, sabía que te iba a gustar – contesto Takuya esquivando su pregunta.

-Gracias, pero ¿A dónde vamos? – pregunto Zoe nuevamente.

-Es una sorpresa – dijo Takuya poniéndose detrás de ella y poniéndole una paliacate, Koji hizo lo mismo con Akemi.

-¿Qué es esto?, ¿Por qué los pañuelos? – pregunto Akemi.

-Confíen en nosotros, esto les encantara – dijo Koji tomando una mochila y saliendo con cuidado de agitar a Akemi,
Takuya hizo lo mismo.

En el lobby se encontraron con los demás y después se marcharon, al llegar al puerto, se subieron a un bote, sin
destaparles los ojos a las chicas, en el pequeño bote traían una hilera, mochilas, balones, comida, entre muchas otras
cosas, se tardaron alrededor de 15 minutos en llegar a una hermosa isla en donde no había hoteles ni nada parecido,
solo naturaleza y una hermosa playa.

-Llegamos – dijo Koichi bajándose del bote junto con los demás chicos para llevar el bote hasta la playa.
-¿A dónde? – pregunto Zoe aun con los ojos tapados.

-Ya lo veras – contesto Takuya.

A los pocos minutos las chicas sintieron que el barco estaba en la arena.

-Bajen, para llevarlo más allá – dijo Koji tomando la mano de Akemi, Takuya y los demás hicieron lo mismo.

-¿Ya podemos quitarnos los pañuelos? – pregunto Akemi.

-Claro – contesto Koji.

Cuando se quitaron los pañuelos las chicas quedaron sorprendidas al ver la hermosa isla.

-¡Es hermoso! – gritaron los cuatro.

-Y eso no es todo – dijo Takuya sacando una mochila muy grande, de la cual saco todo lo necesario para bucear.

-¿Vamos a bucear? – pregunto Naomi algo preocupada.

-Si no quieren no – contesto JP.

-Yo mejor me quedo aquí – dijo Naomi.

-Bueno, entonces yo me quedare contigo – dijo JP tomándola de la mano, lo cual hizo que la chica se sonrojara.

-Entonces nosotros vamos a bucear – dijo Ayame emocionada.

-Pero, tú no sabes nadar – dijo Akemi

-Corrección, no sabía nadar, Koichi me estuvo enseñando estos días – dijo Ayame.

-La verdad no fue difícil, solo necesitaba confianza – dijo Koichi.

-Bien, entonces ¡vamos! – grito Akemi, a los demás.

Tomaron los visores y los tubos y salieron corriendo hacia el mar, nadaron bastante, hasta llegar bien profundo, pero
como todos nadaban muy bien, no había problema.

-Hay que ir abajo – dijo Ayame.

-Vaya, jamás pensé que tenías ese espíritu aventurero Ayame – dijo Akemi.

-Bueno, es solo que intento seguir tú ejemplo amiga – contesto Ayame.

-Entonces vamos – dijo Akemi poniéndose las visiones y tomando a Ayame, se sumergieron.

-¡Vamos! – dijo Zoe haciendo lo mismo.

-Creo que logramos que las chicas se divirtieran – dijo Takuya.


-Sí, pero será mejor que las alcancemos, ellas nadan rápido – dijo Koichi.

-Sí, vamos – dijo Koji sumergiéndose junto a Takuya y Koichi.

Los chicos se sumergieron, nadaron hasta llegar a unos corales hermosos llenos de peces de colores y de todos tamaños,
los seis tenían una increíble forma, por lo cual podían mantener por mucho tiempo la respiración, lo suficiente para ver
muy bien parte del arrecife, después subieron a la superficie.

-¡Es hermoso! – gritaron las chicas en la superficie.

-Nos alegra que les guste – dijo Takuya.

-Gracias en serio, no sabía que hacer sin ustedes chicos – dijo Zoe.

-Sí, gracias a ustedes logramos mantener nuestro ánimo a pesar de todo – dijo Akemi.

-Al contrario, ustedes nos han ayudado en muchas formas – dijo Koji acercándose a Akemi.

-¿Qué es eso? – dijo Ayame viendo algo en el agua.

-¿Un tiburón? – pregunto Akemi colgándose del cuello de Koji.

-No lose – dijo Koji.

Los chicos se quedaron callados esperando de nuevo aquella figura, cuando de pronto Zoe sintió que algo estaba detrás
de ella.

-¿Qué…? – dijo Zoe volteando a atrás inmediatamente.

-¿Qué sucede Zoe? – pregunto Takuya.

-Sentía algo detrás de mí – dijo Zoe, después comenzó a ver de nuevo a aquellos figura, se acercaba cada vez más, hasta
que estaba junto a Zoe – No es un tiburón.

-¿Qué es? – pregunto Ayame.

-Es un… – dijo Zoe, cuando la figura subió hasta llegar justo en frente – Un delfín.

-Pensaba que los delfines no se acercaban a los humanos mientras nadan – dijo Ayame viendo como el delfín le lanzaba
agua a los chicos.

-¡Ah! – gritaban los chicos mientras eran empapados por el animal.

-Es hermosos, ¿no lo creen? – pregunto Akemi mientras acariciaba su lomo.

-Aja – contestaron las chicas enojadas por ser mojado por el delfín.

-Es adorable – dijo Ayame.

Minutos después el delfín se marchó junto con su familia que no estaba muy lejos de ahí.
-Eso fue mágico – dijo Zoe.

-Sí, jamás me imagine que un delfín salvaje se acercara tanto – dijo Ayame.

-Fue hermoso, pero también extraño ¿no creen? – dijo Akemi.

-No veo nada extraño en que un delfín sepa apreciar la belleza – dijo Koji.

-Sí, es un delfín con buen gusto – dijo Takuya.

-Muy bueno – continúo Koichi.

Estos comentarios hicieron que los chicos se sonrojaran, después regresaron a la playa en donde se encontraron con que
JP y Naomi habían puesto una sábana bajo la sombra de una palmera, lista para que todos se sentaron en ella.

-¿Qué tal si jugamos un partido de futbol? – sugirió JP.

-¿Futbol? – dijo Naomi.

-Sí, nosotros les enseñamos – contesto JP.

-De acuerdo – dijo Akemi.

Las chicas se dejaron enseñar a tirar y a manejar el balón, pero lo que los chicos no sabían era que las chicas eran buenas
jugando futbol, ya que Akemi les había enseñado, aun así, ellas fingieron que no sabían jugar y siguieron las
instrucciones de los chicos.

-Bueno, creo que están listas para un partido – dijo Takuya.

-Pero nos ganaran – dijo Zoe.

-No se preocupen, jugaremos a su nivel – dijo Koji haciendo que las chicas se molestaran un poco.

-¿A nuestro nivel? – dijeron las chicas al mismo tiempo.

-Bien, jugaran a nuestro nivel – dijo Akemi.

Akemi y Zoe se pusieron en medio campo que había dibujado con una vara en la arena, Ayame de defensa y Naomi de
portera, los chicos se pudieron en sus posiciones habituales.

-¿Están listas? – dijo Koji.

-Por supuesto – contesto Akemi.

Koji llevaba el balón, cuando se lo paso a Takuya, fue interceptado por Akemi, ella dejo sorprendidos a los chicos,
cuando Koichi intento detenerla, ella hizo un extraordinario pase a Zoe, lo cual burlo a JP con un cañotazo.
-¡Gol! – gritaron las chicas mientras brincaban y festejaban el gol.

-¡No que no sabían jugar! – grito Takuya.

-Dijimos que nos ganarían, no que no sabían jugar – respondió Zoe.

-Está bien chicas, si así lo quieren – dijo JP listo para jugar bien.

Estuvieron jugando durante una hora, después quedaron todos tirados en la arena por el cansancio.

-Ya está bien….nos ganaron – dijo Akemi tirada en la arena muy cansada.

-Tenemos que admitir que juegan demasiado bien para ser chicas – dijo JP.

-¡Oye! – grito Naomi.

-Es solo un comentario – se disculpó JP.

-¿Tienen hambre? – pregunto Takuya ayudando a Zoe levantarse.

-Claro que sí – dijo Zoe.

-Entonces vamos a comer – dijo Koji ayudando a Akemi.

Los chicos fueron a la sabana que había tendido JP y Naomi y se sentaron, ahí sacaron la comida, que era deliciosa, los
chicos habían preparado comida japonesa, bolas de arroz, sushi, arroz frito, entre muchas otras delicias japonesas.

-¿Todo lo hiciste ustedes? – pregunto Akemi mientras comía.

-Claro, algo que si sabemos hacer es comida japonesa – respondió Takuya.

-Está delicioso – dijo Ayame.

-Gracias – Contesto Koichi.

Después de comer comenzó anochecer, los chicos se sentaron en la playa a verlo junto.

-Esto es hermoso – dijo Zoe que estaba sentada con sus piernas pegadas al pecho.

-Sí, lo es – dijo Takuya quien estaba con las piernas estiradas.

-Cuando vinimos de Italia jamás imaginamos que pasarías por todo esto – dijo Akemi mientras se recargaba en el
hombro de Koji.

-Nosotros solo veníamos a jugar futbol – dijo Koji abrazando a Akemi.

-Nunca lo hubiéramos imaginado – dijo Ayame.

-Y si no las hubiéramos encontrado aquí, no sé qué hubiera pasado con los del equipo italiano – dijo Naomi.

-Por eso, qué bueno que los encontramos aquí – dijo Zoe recargándose en Takuya, el la abrazo.
Se quedaron hasta el anochecer, mientras subían todo el bote de nuevo, Koji tomo a Akemi de la mano y se la llevo por
la playa hasta estar lo suficiente alejado de los demás.

-¿Qué sucede Koji? – pregunto Akemi.

-Akemi, tengo algo importante que decirte – dijo Koji.

-¿Qué sucede, estas bien? – pregunto Akemi ya que el chico estaba sudando.

-Sí, estoy bien….sabes…yo te quería preguntar si…si…tu – dijo Koji.

-Yo… ¿qué? – dijo Akemi.

-Si tú quisieras… ¡Si tú quisieras ser mí novia! – grito Koji cerrando los ojos para no ver la reacción de Akemi.

Akemi se quedó petrificada con la proposición de Koji, así como sonrojada, cuando Koji abrió los ojos vio a Akemi
agachada, minutos después levanto la cabeza y le dedico una hermosa sonrisa.

-Koji…yo…. – dijo Akemi sonrojada en eso Koji le tapó la boca.

-No contestes…. – dijo Koji después soltó a Akemi y le dio la espalda, se fue caminado junto a las demás cuando Akemi le
grito la respuesta.

-¡Sí! – dijo Akemi haciendo que Koji volteara – Si quiero.

-Akemi… – dijo Koji sonriendo, después Akemi corrió a las brazos del chico, el la levanto y le dio un dulce beso que,
literalmente, le despego los pues del suelo a Akemi.

Después regresaron todos de nuevo al hotel, obviamente, los demás se dieron cuenta de lo que había sucedido entre
Akemi y Koji sin siquiera preguntar, al llegar al hotel, los chicos acompañaron a las chicas a su cuarto, pero antes de que
Ayame entrara, Koichi la sujeto del brazo y la detuvo.

-¿Sucede algo Koichi? – pregunta Ayame.

-Sí, solo quería darte una pregunta – dijo Koichi.

-Claro, dime – dijo Ayame.

-Yo quería preguntarte, si…si tú quieres….quieres ser….mi….novia – dijo Koichi con dificultad.

-Koichi, claro que si – dijo Ayame sin dudarlo.

-¿En serio? – pregunto Koichi.

-Sí – dijo Ayame abrazándolo.

-Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo, Ayame – dijo Koichi mientras la abrazaba.

-Y tú la mujer más feliz del mundo, Koichi – dijo Ayame viéndolo a los ojos, después le dio un dulce beso en los labios,
minutos más tarde Koichi se marchó a su habitación.
Al día siguiente, las chicas se quedaron en su habitación, al igual que los chicos, Koji y Koichi estaban en las nubes, al
igual que Akemi y Ayame.

-Akemi, ¿has visto mí falta de mezclilla? – pregunto Zoe.

-No – contesta Akemi junto con un suspiro mientras dibujaba en una libreta, sentada en un sillón.

-¿Ya ti qué te pasa? – pregunto Zoe – Nunca te había visto así de tranquila Akemi.

-Ja, ja….que chistosa Zoe, pero la verdad hoy no tengo ganas de enojarme – dijo Akemi.

-¿Y eso?, tu siempre le avientas cojines con esos comentarios – dijo Naomi saliendo al balcón.

-La, la…mm…es amor – tarareaba Ayame saliendo al balcón.

-De acuerdo, ustedes están muy extrañas – dijo Zoe.

-¿Acaso es extraño estar enamorada? – dijeron Akemi y Ayame al mismo tiempo.

-¡Enamorados! – dijeron Zoe y Naomi viéndose.

-No es sorpresa que estén enamorados, pero eso quiere decir…. – dijo Zoe

-Sí, Zoe ayer Koji me pregunto que si quería ser su novia y le dije que si – dijo Akemi.

-Y a mí Koichi y también le dije que si – dijo Ayame.

-¡Ah! – gritaron emocionadas.

-¡Felicidades! – dijo Zoe abrazando a sus amigas – Me alegro mucho por ustedes.

-Sí, yo también – dijo Naomi abrazándolas también.

Más tarde, las chicas seguían en la terraza conversando sobre los chicos, cuando de pronto sono el teléfono.

-Yo contesto – dijo Zoe - ¿Hola?

-¿Zoe? – pregunto la voz del teléfono.

-Sí, ¿Quién habla? – pregunto Zoe.

-Soy Takuya…. – dijo Takuya.

-¡Hola Takuya!, perdóname – contesto Zoe apenada por no reconocerlo.

-No te preocupes, oye hablaba para pedirte algo – dijo Takuya.

-Claro, ¿Qué cosa? – pregunto Zoe.

-Es que….yo…quería saber…si tú querías ir a cenar…conmigo – fijo Takuya nervioso.

-Claro que si – contesto Zoe.

-¿En serio? – pregunto Takuya

-Claro – contesto Zoe.


-Entonces nos vemos, paso por ti a las seis – dijo Takuya.

-De acuerdo, adiós – contesto Zoe colgando el teléfono y fue a la terraza.

-¿Quién era? – pregunto Ayame.

-Takuya – respondió Zoe.

-¿Y qué querías? – pregunto Ayame

-Invitarme a cenar – dijo Zoe cayendo en el sillón.

-¡En serio! – gritaron las 3 amigas emocionadas.

-¿A qué hora? – pregunto Naomi.

-A las seis – contesto Zoe.

-Pues tendrás que apurarte, son las 5:15 – dijo Akemi.

-¿Que? – dijo Zoe exaltada.

-Sí – contesto Ayame.

-¡Ah!, no sé qué me voy a poner – dijo Zoe mientras corría a su habitación.

-Le voy a ayudar – dijo Akemi.

Diez minutos antes de las seis Takuya estaba sentado en la sala de su cuarto, muy nervioso, traía una camiseta roja,
pantalón de mezclilla, sandalias rojas y no traía gorra.

-Tranquilo Takuya – dijo Koji al ver los nervios de su amigo.

-Que fácil para ti decirlo, Akemi ya es tu novia – respondió Takuya mientras enredaba sus dedos.

-Pues es tu culpa por ser lento – dijo Koji burlándose de él.

-No es gracioso – dijo Takuya dándole un golpe en el brazo.

-De acuerdo, lo siento, pero no tienes por qué te pones nervioso, conoces a Zoe desde hace años, ya han salido antes,
no veo porque los nervios ahora – dijo Koji.

-Es que…me da miedo que me diga que no – dijo Takuya un poco triste.

-¿Zoe? Aja, si claro, eso no podría ocurrir, ella te ama más que nada en este mundo – dijo Koji.

-Lose, pero siempre existe una posibilidad de que me diga no – dijo Takuya.

-No te preocupes amigo – dijo Koji dándole una palmada en la espalda.

Minutos después, Takuya salió de su cuarto y se dirigió al de las chicas, al llegar, suspiro y toco la puerta, al oír la
puerta, Zoe se puso más nerviosa de lo que estaba.
-¡Ah! – dio Zoe un grito al escucharlo que tocaban a la puerta.

-Tranquila, iré abrir, tú termínate de arreglar – dijo Akemi.

-Está bien – contesto Zoe.

Akemi salió de la habitación.

-Hola Takuya – dijo Akemi al abrir la puerta.

-Hola Akemi, ¿esta Zoe? – pregunto Takuya.

-Sí, aún no está lista, pero pasa – dijo Akemi inventándolo a pasar a la sola.

Takuya movía las piernas sin parar, estaba demasiado nervioso, 5 minutos después el cuarto se abrió y Zoe salió, Takuya
se levantó y se giró lentamente.

-Perdón por hacerte esperar – dijo Zoe con una sonrisa, lleva un vestido lila que llegaba hasta las rodillas y era estaple,
zapatillas con un poco de tacón y en el cabello traía una diadema del mismo color que el vestido.

-Zoe…no te…preocupes – dijo Takuya mientras se quedaba con la boca abierta al verla – Te vez hermosa.

-Gracias – dijo Zoe.

-¿Nos vamos? – dijo Takuya ofreciéndole el brazo.

-Claro – dijo Zoe tomándose de él, después salieron del cuarto.

-¡Que lindos! – grito Akemi.

Takuya se llevó a Zoe en un taxi, ella iba mirando por la ventana, mientras él la miraba.

-Takuya, ¿A dónde vamos? – pregunta Zoe.

-Es una sorpresa – contesto Takuya, dejando a Zoe intrigada.

En 10 minutos llegaron a un sencillo restaurante, no era muy lujoso por fuera, era como cualquier otro local del lugar,
ambos se bajaron del auto.

-Llegamos, vamos – dijo Takuya tomándole la mano a Zoe.

Al entrar, estaba una recepción, había 2 sillas y un escritorio, no era cosa del otro mundo, Zoe no veía ninguna sorpresa
en ello.
-Buenas tardes, ¿tienen reservación? – pregunto el empleado.

-Sí, a nombre de Takuya – dijo Takuya.

-Claro, pase – dijo el empleado al escuchar el nombre, lo cual sorprendió a Zoe.

-¿Tan importante eres? – dijo Zoe en burla.

-Para que veas – contesto Takuya del mismo modo.

El empleado los guio por un pasillo muy angosto y sucio, lo cual causo desagrado a Zoe, pero al seguir avanzando
salieron a la playa, ahí estaban dos mesas y todo adornado con estrellas y conchas de mar, no había piso, las mesas
estaban en plena playa, y no había techo, solo unas maderas, que sostenían luces y las guirnaldas, así como una red que
funcionaba como techo; el mar estaba a unos pasos, solo necesitabas caminar para llegar a él, era un restaurante
sencillo y hermoso.

-Esto es precioso, jamás había visto algo así – dijo Zoe.

-Sabía que te gustaría – dijo Takuya.

Una mesera con traje de baño de color celeste los guio a su mesa, era una mesa cuadrada, con una pecera en medio en
la que se encontraba un pequeño pez, eran las 7:00pm, el sol empezó a bajar, pero aún no se ponía, la mesera les dio la
carta y los chicos se pusieron a ver.

-¿Desean ordenar ya? – pregunto la mesera.

-Sí, me traería un coctel de camarones grande y un refresco, por favor – dijo Takuya.

-Lo mismo por favor – dijo Zoe.

-¿Grande? – pregunto Takuya.

-Sí, ¿Por qué? – dijo Zoe.

-No pensé que siguieras comiendo tanto – dijo Takuya en tono burlón.

-¡Takuya! – grito Zoe enojada.

-Solo bromeo – dijo Takuya.

Mientras comían tenían una plática maravillosa, recordando viejos tiempos, anécdotas, vivencias, cosas aprendidas,
entre otras, estaban platicando cuando de pronto Zoe se quedó callada.

-¿Te sucede algo Zoe? – pregunto Takuya.

-No, es solo que comenzó a atardecer y es hermoso – dijo Zoe mientras veía el mar.

-Sí, lo es – dijo Takuya mirándola a ella.


-Parece como si tuvieras que susurrar – dijo Zoe.

-Ven – dijo Takuya levantándose de la silla y a ella también, ninguno traía zapatos, estaban descalzos, el la jalo hasta la
orilla del mar, el agua estaba en sus pies – ¡Hola!

-¿Qué haces? – pregunto Zoe.

-Para que veas que no se rompe – dijo Takuya.

-¡Hola! – grito Zoe.

Los chicos comenzaron a reírse, después Zoe mojo a Takuya y esté tratando de perseguirla, corrió mientras se mojaba
más, reían mientras corrían hasta que Zoe se tiro en la arena, y Takuya junto a ella; al mirarla atrás vieron las luces del
restaurante que se encendían.

-Esto es hermoso – dijo Zoe.

-Sí, lose…sabes Zoe, tengo que hacerte una pregunta – dijo Takuya.

-Claro, ¿cuál? – dijo Zoe.

-Yo…yo quería….quería – dijo Takuya.

-¿Querías qué? – pregunto Zoey.

-Yo quería…pedirte…que – dijo Takuya.

-Ya dilo Takuya – pensaba Zoe.

-Qué si tú…quisieras – dijo Takuya.

-¡Vamos Takuya! – pensaba Zoe.

-Quisieras ser – dijo Takuya.

-Demonios, jamás lo dirás ¿o qué? – pensaba Zoe desesperada.

-Si quisieras ser…. ¿Zoe, quieres ser mí novia? – dijo Takuya.

-Takuya…claro que sí – dijo Zoe.

-¿En serio? – pregunto Takuya.

-Claro que sí, nada me haría más feliz – dijo Zoe.

-Zoe – dijo Takuya mientras se acercaba a darle un beso en los labios – Te amo.

-Yo también – dijo Zoe después ambos se besaron y el sol se puso hasta desaparecer – Sabes qué.

-¿Qué? - dijo Takuya.

-¡Eres un lento, Takuya!, ¡pensé que jamás lo dirías! – grito Zoe desesperada – Me estabas matando de la desesperación.

-Sí, lo mismo dijo Koji – dijo Takuya.

-Aun así te quiero – dijo Zoe tomándolo de las mejillas y hundiéndolo en otro beso.

-Si quieres dime lo que quieras, para que después me contestes así – dijo Takuya separándose de los labios de la chica.
-Cállate – dijo Zoe.

Después de estar un rato tirados, se levantaron y fueron a sentarse de nuevo a la mesa del restaurante, estaban riendo
cuando de pronto sono el celular de Zoe.

-Disculpa – dijo Zoe al contestar - ¿Hola?

-Zoe, hija – dijo la voz.

-Hola papá, si estoy bien, no te preocupes, si, con Takuya, un amigo de Japón, si me lo encontré aquí – dijo Zoe.

-Zoe, tienes que regresar a casa – dijo su Padre.

-¿Qué, porque? – pregunto Zoe exaltada, extrañada y asustada.

-Porque ya duraron un mes y medio allá, es hora de que regresen, aquí los chicos los extrañan, mucho, además tu madre
está empeorando, te necesita – dijo su Padre.

-Pero papá – dijo Zoe.

-Pero nada – dijo su Padre y después colgó.

-¡Papá! – grito Zoe al darse cuenta que colgó.

-¿Qué sucede? – pregunto Takuya al verla preocupada.

-Tengo que…regresar a Italia – dijo Zoe algo triste.

-¿Qué?, ¡Porque! – dijo Takuya.

-Mi mamá está enferma, tiene leucemia, mi papá dice que está empeorando, y tengo que regresar a verla – dijo Zoe aún
más triste.

-Pero Zoe – dijo Takuya.

-Lo siento Takuya – dijo Zoe comenzando a llorar.

-No llores – dijo Takuya levantándose rápidamente y abrazándola – Zoe, te amo y aunque vuelvas a Italia eso no cambia.

-Gracias Takuya – dijo Zoe abrazándolo fuertemente.

-Si supieras que en realidad me estoy quebrando por dentro al saber esto – pensó Takuya mientras la abrazaba, después
regresaron al hotel.

Akemi, Ayame, Naomi, Koji, Koichi y JP, estaban en el cuarto de las chicas viendo algunas películas que habían rentado,
esa noche JP también se le había declarado a Naomi y ella había aceptado, estaban tan divertidos viendo la película
cuando sono el teléfono.

-Yo contesto – dijo Akemi - ¿Hola?

-¿Akemi? – pregunto una voz.

-Sí, ¿Papá eres tú? – pregunto Akemi extrañada.


-Sí hija, yo solo te llamaba para avisarte que regresan, Zoe tiene todo los datos, adiós – colgó su Padre sin decir nada.

-¿Papá?, demonios tiene un nuevo record – dijo Akemi colgando.

-¿Quién era? – pregunto Ayame.

-Mi padre – dijo Akemi.

-¿En serio, y que quería? – pregunto Naomi.

-Vamos a regresar a Italia en unos días – dijo Akemi sentándose junto a Koji.

-¿¡Qué!? – dijeron todos.

-Sí, fue lo único que dijo, Zoe sabe más sobre los detalles, le arruinaron la cita con Takuya – dijo Akemi mientras se
recargaba en Koji.

-Pero no se pueden ir – dijo JP.

-Nuestros padres son de los más influyentes en Italia, si dicen que regresemos es porque vamos a regresar a pesar de
cualquier cosa – dijo Naomi triste.

-¿No será que regresamos por la mamá de Zoe? – dijo Ayame.

-Es verdad, igual y empeoro – dijo Akemi.

-¿Empeoro? – pregunto Koichi.

-Sí, la mamá de Zoe le diagnosticaron leucemia hace algunos años – dijo Ayame.

Aun conversaban sobre la madre de Zoe, cuando la puerta se abrió.

-Hola chicos – dije Zoe al entrar junto con Takuya, algo serio los dos.

-¿Te hablo tú papá? – pregunto Ayame.

-Sí, me dijo que regresamos a Italia la próxima semana, pero ¿Cómo se enteraron? – dijo Zoe.

-Me hablo mi papá, hizo un nuevo record, cinco segundos – dijo Akemi molesta y triste.

-Akemi – reprocho Zoe, ya que Akemi no se llevaba bien con su padre.

-Estoy bien, es solo que no le hubiera hecho daño preguntar como estoy – dijo Akemi triste y enojada, al notarlo, Koji la
abrazo y ella le correspondió igual.

-Entonces, ¿regresaran la semana próxima? – pregunto Koichi.

-Si – contestaron las chicas.

-Pero – trato de decir JP.

-Pero nada, regresamos, pero tal vez los volvamos a ver – dijo Naomi tratando de animarlos.

-¿A quién quieres engañar? Si bien sabes que llegando a Italia es aislamiento total en el internado – dijo enojada Akemi.

-¿Y no les podemos hablar o algo? – pregunto Koji.


-No, nos prohíben todas las llamadas, y nos retienen los celulares, cartas e mails o cualquier medio de comunicación –
dijo Zoe sentándose en una silla del comedor.

Ya no hubo más que decir, todos se quedaron callados, los chicos abrazaron fuertemente a las chicas, como si con eso
pudieran impedir su regreso a Italia, de igual forma, ellas se aferraban a ellos, de vez en cuando dejaban salir una que
otra lágrima, lo demás eran sollozos muy profundos, raramente no se querían ir.

-Justo cuando encuentro el chico perfecto, Koji, te amo, no te quiero dejar – pensó Akemi mientras abrazaba a Koji y
cerraba los ojos.

-Otra vez no, no quiero separarme de Takuya – pensó Zoe.

-¿Por qué nos tenemos que ir? Koichi es mi alma gemela, no lo quiero dejar – pensó Ayame.

-JP, al fin te encuentro y nos llevan lejos – pensó Naomi.

-Ya es tarde, será mejor que se duerman – dijo Koichi.

-Sí, es verdad – dijo JP.

Los chicos estaban listos para irse, estaban parados en la puerta cuando de pronto las chicas los llamaron.

-JP ¿nos podemos quedar con ustedes? – pregunto Naomi.

-Claro – contesto JP.

-¿Y tú y Koji se pueden quedar Takuya? – pregunto Zoe.

-Está bien – dijo Takuya.

Ayame y Naomi se fueron con Koichi y JP, mientras que Takuya y Koji se quedaron con las chicas, Akemi y Koji se fueron
al cuarto de Ayame y Naomi y Takuya y Zoe se quedaron en el cuarto de ella, en el cuarto de los chicos hicieron lo mismo
una parejita en un cuarto y a la otra en otro cuarto, estaban ya acostados, con todo apagado, pero ninguno podía
dormir.

-¿Akemi, estas dormida? – pregunto Koji.

-No – dijo Akemi dándose la vuelta.

-¿Quieres regresar a Italia? – pregunto Koji.

-Claro que no, nada me espera allá, mi padre siempre trabaja y nunca se ocupa de mí, me mantiene en ese estúpido
internado, mi madre esta tan metida en sus cosas que no se preocupa por visitarme, mi familia son las chicas – dijo
Akemi.

-En Japón siempre tendrás a alguien – dijo Koji mientras la abrazaba.

-Créeme que lo tomare en cuenta – dijo Akemi – Koji no me quiero ir, no quiero.
-Akemi….yo tampoco quiero que te vayas – dijo Koji.

Mientras tanto, en el cuarto de Zoe.

-Esto es irónico sabes, Italia siempre nos tiene que separar – dijo Zoe.

-Tranquila, encontraremos la forma de estar juntos, no sé cómo, pero la encontraremos – dijo Takuya.

-Eso espero, porque no aguantaría estar tan lejos de ti nuevamente – dijo Zoe.

-Ni yo Zoe, te amo – pregunta Takuya.

-Yo también Takuya – dijo Zoe después se besaron.

En el cuarto de los chicos, las otras dos parejas no estaban muy diferentes.

-JP, ¿me dejaras de amar cuando me vaya a Italia? – pregunto Naomi.

-Claro que no tontita – dijo JP abrazándola.

-¿De verdad? – volvió a preguntar Naomi.

-Claro – contesto JP.

-No quiero que me abandonen como mi padre, no quiero – dijo Naomi aferrándose a JP.

-Mi dulce Naomi – dijo JP.

Ayame, también tenía muchas preocupaciones sobre su regreso.

-Koichi, no quiero regresar, me peleo mucho con Akemi, pero tengo mucho en común con ella, ami tampoco me espera
nadie, mi madre murió cuando nací y mi padre me culpa por ello, por eso me encerró en el internado – dijo Ayame.

-Tranquila, veras que todo saldrá bien, te prometo que yo jamás te abandonare – dijo Koji mientras la abrazaba fuerte,
después le dio un beso en la frente.

Los chicas no sabían que hacer, estaban por perder a las personas que más amaban en el mundo, y no querían que eso
sucedería, no durmieron en toda la noche, protegiéndolas, aferrándose a ellas, para que nadie ni nada se las llevara. Por
la semana, martes, era la final del torneo, y también el regreso de las chicas a Italia, la final entre Japón e Italia, iba ser
una batalla más que un juego, los chicos se preparaban para el juego, mientras las chicas arreglaban sus maletas para
regresar a Italia después del partido, las chicas estaban muy calladas empacando, mientras que los chicos se arreglaban
sin ánimos.

-No puedo creer que unas hrs las chicas vuelan a Italia – dijo JP.
-Tenemos que hacer que este partido sea inolvidable para ellas – dijo Koichi.

-Tengo una idea. Vengan – dijo Takuya saliendo de la habitación, los demás salieron detrás de él.

Los chicos salieron ya listos para el partido, pero salieron a hacer otras cosas, el llegar la hora del partido, las chicas
estaban en las gradas esperando a que comenzara el partido, pero los chicos no estaban, las chicas bajaron a la cancha
para ver si llegaban o al menos preguntar por ellos.

-Kensuke, ¿Sabes dónde están Takuya y los demás? – pregunto Zoe.

-Eso mismo quisiéramos saber – contesto Kensuke preocupado.

-¿Dónde se metieron? – dijo Akemi.

De pronto, cuatro chicos con unos hermosos ramos de rosas se iban acercando, todos voltearon incluyendo a los del
equipo de Italia, al irse acercando más, se dieron cuenta que eran Takuya, Koji, Koichi y JP.

-No puede ser – dijo Ayame al verlos.

-Son unos picaros – dijo Naomi.

-Son tan dulces – dijeron Akemi y Zoe al mismo tiempo.

Al ver a las chicas, los 4 chicos se acercaron a ellas corriendo, les dieron los ramos y las besaron apasionadamente, todos
los jugadores de Japón les hicieron buya, los de Italia solo se quedaban mirando.

-¡Uuy! – se escuchó por los jugadores, después los chicos se separaron de ellas.

-Son maravillosos – dijo Naomi abrazando a JP.

-Jamás se habían dado rosas rojas – dijo Ayame.

-Pues ahora más te vale que nadie más te las de – bromeo Koichi.

-Muchas gracias Koji – dijo Akemi.

-Créeme que no fue nada – dijo Koji.

-Mira nada más quienes llegaron a la final – dijo Franco detrás de ellas.

-Franco – dijo Takuya poniéndose al frente de Zoe.

-Me vas a pagar este moretón – dijo Alexander señalando a Koji.

-Inténtalo idiota – dijo Koji mientras abrazaba a Akemi.

-Son unos idiotas – dijo Ayame.

-¿Quieres tú también? – dijo Esteban.


-Inténtalo y tú mueres desgraciado – dijo Koichi.

-Muy bien don juanes, será mejor que empiecen a calentar para el partido – dijo el Entrenador mientras los alejaba de
los jugadores italianos – Vengan chicas quédense en las bancas.

-Si – contestaron ellas.

-Cuídelas Entrenador – dijo JP.

-No te preocupes – dijo el Entrenador.

Los chicos comenzaron a calentar, las chicas sentadas en la banca junto con los demás jugadores y el entrenador, con
sus ramos de rosas en los brazos.

-Señor mio, cuida mucho a Takuya y a los chicos, por favor no dejes que franco y los demás les hagan daño, por favor –
pensaba Zoe.

Cinco minutos después el partido comenzó.

-Ahora si nos las pagaran – dijo Takuya furioso.

-Ja, claro – contesto Franco.

-Pagaran todo lo que le hicieron a Akemi y Zoe – dijo Koji.

-Inténtalo – contesto Alexander.

-Encantados – dijeron ambos, en ese momento el árbitro sono el silbato.

Koji se la paso a Takuya, Franco se fue sobre él, pero Takuya logro pasarle antes el balón a Koji, este corrió con él hasta
la portería, donde al tirar, el portero atajo su cañonazo.

-Por aquí no pararas – dijo Joan.

-No estés tan seguro – contesto Koji.

Joan lanzo nuevamente el balón, Franco lo tomo, lo llevaba Franco bien manejado, hasta que Zoe grito.

-¡Vamos Takuya, vamos chicos! – grito Zoe.

-Zoe…. – dijo Franco parándose, en ese momento Takuya le quito el balón y se lo lanzo a Koichi.

-¡Bien amor! – dijo Ayame al ver que Koichi burlaba a los italianos.

-¿Amor? – dijo Esteban al escucharla, quedándose anonadado.


Koichi tiro y anotó un gol.

-Bien – gritaron todas las admiradoras y los integrantes del equipo japonés.

Koichi lanzo un beso a Ayame, la cual se sonrojo y sonrió al verlo, el partido avanzo hasta que llego 3-2 favor Japón, los
italianos estaban furiosos.

-Tengo que vengarme de ese idiota – dijo Franco mirando a Takuya.

-¿Y qué harás? – dijo Alexander.

-El partido se va a acabar, vamos perdiendo, qué más puedo perder – dijo Franco.

En ese momento Franco corrió hacia Takuya, se barrió para quitarle el balón pero apunto al tobillo, Takuya callo por el
golpe, su tobillo se torció, pero él se levantó de nuevo, recupero el balón y lo metió en el arco, después se tiro al piso.

-¡Takuya! – gritaron Koji y Koichi al ver lo sucedido, el golpe y la caída.

Los hermanos corrieron ayudar a Takuya, al llegar se dieron que su tobillo estaba rota, se intentó levantar, pero no
pudo, cayo de nuevo al suelo.

-¡Demonios! – grito Takuya enojado.

-No te preocupes, estaremos bien, además tú no puedes seguir jugando así – dijo Koji.

-Sí, lose – contesto Takuya algo triste.

Los 2 chicos ayudaron a Takuya a llegar a la banca, al llegar, Zoe se fue rápido a ver que le había ocurrido.

-¿Estas bien Takuya? – pregunto Zoe algo asustada.

-Sí, solo es…. ¡Ah! – grito Takuya cuando el doctor lo movió un poco el pie.

-Está roto – dijo el Doctor.

-Takuya – dijo Zoe abrazándolo.

-Vamos al hospital – dijo el Doctor haciendo una señal al enfermero, el cual ayudo a Takuya y lo subió a la ambulancia.
Cuando Zoe vio subir a Takuya a la ambulancia, se le llenaron los ojos de lágrimas, después bajo la cabeza y comenzó a
apretar los puños, cuando regreso, el árbitro toco el silbato de terminado el partido, Zoe camino enojada hacia Franco,
quien iba de espaldas, al llegar a él, lo empujo, eso hizo que el volteara.

-¿Qué te sucede idio…? – grito Franco al voltear enojado, hasta que vio quien era - ¿Zoe?

-¡Eres un estúpido! Como te atreves a hacerle eso a Takuya – dijo Zoe enojada.

-Cálmate, fue un accidente – dijo Franco.

-¡Claro que no! Eres un ruin mocoso chiflado, no piensas más que en ti, no sabes el daño que les puedes hacer a las
personas que te rodean, el sueño de Takuya es jugar futbol, ¿Cuál es el tuyo?, ¿Qué tu papi te mantenga?, ¿o que te
meta a una oficina en su empresa? – dijo Zoe.

-Oye niña tonta – dijo Franco cuando le puso la mano en el hombro y la comenzó a apretar.

-Para empezar no me toques – dijo Zoe quitando violentamente la mano de Franco y para seguir hasta tu sabes que es la
verdad, no tienes sueños, no tienes futuro, solo tienes en que caerte muerto, y eso es el dinero, osea nada – después se
alejó dejando sorprendidos a todos.

-¿Vamos al hospital? – pregunto Zoe.

-Sí, pero vamos por las maletas, Ayame recibió una llamada del aeropuerto, que nuestros padres mandaron autos a
cierta hora por nosotras, ahora les está diciendo que vayan por nosotras al hospital – dijo Akemi.

-De acuerdo – contesto Zoe algo triste.

Mientras tanto en el hospital.

-Tendrás que durar un mes y medio con el yeso – dijo el Doctor mientras escribía una receta y un reporte – Esta es tu
receta, y este es el reporte para tu medico en Japón.

-Gracias doctor – dijo Takuya tomando ambos hojas y guardándolas en su pants.

Takuya tomo las muletas que le habían llevado y salió, al hacerlo se encontró con sus amigos en la sala de espera.

-Chicos, ¿Qué hacen aquí? – pregunto Takuya.

-Pues venimos a verte – dijo Zoe dándole un beso en la mejilla.

-Gracias – dijo Takuya.

-Hubieras visto como le grito Zoe a Franco, estaba enojada – dijo Akemi.

-¡Ya basta Akemi! – dijo Zoe.

-¿Qué hiciste qué? – pregunto Takuya confundió.

-Es solo que me enoje tanto cuando Franco te hizo eso, que no puede soportar no gritarle todas sus verdades – dijo Zoe.

-Y sí que fueron verdades – dijo Naomi.


-¿Qué tal si vamos a comer? – sugirió Koichi.

-Si – contestaron los demás.

Al salir del hospital, se encontraron con una limosina del aeropuerto, las chicas se quedaron petrificadas al verla.

-¿Es la limosina? – dijo Zoe.

-¿Y qué tiene? – pregunto Takuya.

-Es la limosina que viene a recogernos para ir al aeropuerto – dijo Akemi.

-No, pero Ayame les dijo a las 5:00pm, y son apenas las 3:00pm – dijo JP.

-Mi padre debió de adelantarlo – dijo Ayame.

-Parece que les urge que regresemos – dijo Naomi.

-Pero no se pueden ir – dijo Koji abrazando a Akemi.

-Señoritas – dijo el hombre que sale del auto.

-¿Adam? – preguntaron las chicas.

-Sí, sus padres me enviaron para asegurarme que volvieran sanas y salvas – dijo Adam.

-Te enviaron para llevarnos, no para cuidarnos – Akemi.

-Tiene razón señorita – dijo Adam.

Las chicas se mostraron molestas ante la respuesta del hombre, se aferraron fuertemente a los chicos y se dispusieron a
no irse.

-No nos iremos – dijo Akemi mientras tomaba la mano de Koji.

-¿Vendrán por las buenas o las malas? – pregunto Adam.

-Por ninguna, no iremos – contesto Naomi.

El hombre trono los dedos y cinco guardaespaldas altos y fornidos salieron de la limosina.

-Claro que vendrán – dijo Adam, en ese momento, los guardaespaldas fueron por las chicas.

Los chicos se pusieron frente a ellas, pero aun así, los guardaespaldas los echaron a un lado a los chicos como si fueran
plumas u hojas de papel.

-¡Suéltame gorila! – decía Zoe moviéndose.


-¡Zoe! – grito Takuya tirado en el suelo.

-¡Takuya! – decía Zoe mientras la metía al auto.

-¡No, no quiero! ¡Koji! – grito Akemi.

-¡Akemi! – dijo Koji que se levantó y corrió hacia el auto, pero cerraron la puerta y solo se escuchaban los gritos de las
chicas, después el auto arranco y se fue – No.

Los chicos se levantaron y ayudaron a Takuya y se fueron rápido al aeropuerto a tratar de detener a los amores de sus
vidas.

-¡Déjame salir idiota! – gritaba Zoe pegando al cristal.

-Ya les dije que las llevare a Italia, así tenga que agarrarlas del cabello – dijo Adam

-Eres solo el maldito perro de nuestros padres – dijo Akemi.

Al llegar al aeropuerto, ya registradas, las chicas bajaron del auto con sus mochilas, con lágrimas en los ojos y las miradas
al piso, cuando de pronto escucharon las voces más dulces y más esperadas en todo la vida.

-¡Akemi! ¡Zoe! ¡Naomi! ¡Ayame! – gritaron los chicos.

Las chicas voltearon, después corrieron a los brazos de los chicos.

-No me quiero ir Takuya, no quiero – dijo Zoe abrazándolo y llorando en sus brazos.

-Zoe – dijo Takuya levantándole la cabeza con ambos manos, las muletas lo mantenían de pie – Tu madre te necesita,
tienes que ir.

-Pero, ¿y si no te vuelvo a ver? – pregunto Zoe.

-Ya verás que eso no pasara de nuevo, te lo juro – dijo Takuya dándole un dulce beso en los labios y entraron resignadas
al aeropuerto junto con JP, Naomi, Ayame y Koichi.

-Yo no tengo que irme, mi padre ni siquiera nota mi presidencia, no me quiero ir – dijo Akemi a Koji.

-Akemi, yo tampoco quiero que te vayas, te amo y créeme que no me quiero separar de ti, pero si algo malo llega a
pasar, Zoe te va a necesitar, eres su mejor amiga, y te va a necesitar en Italia con ella, te lo juro que nos veremos pronto,
es más, en menos de lo que crees – dijo Koji.

-Tienes razón, será mejor que me vaya – dijo Akemi.

Al llegar a la sala de espera los chicos se sentaron, platicaban y recordaban.


-Toma – dijo Koji a Akemi dándole una pulsera de cuarzo azul.

-¿Y esto? – pregunto Akemi.

-Para que recuerdes que te amo – dijo Koji dándole un beso.

-Qué lindo es Koji – dio Ayame al verlo.

-A decir verdad, yo también tengo algo para ti – dijo Koichi sacando de su bolsillo – Toma – dio al darle una cadena de
plata con un dije de cuarzo azul marino en forma de corazón.

-¡Es hermoso, gracias! – dijo Ayame abrazándolo.

-Jo, no se pudieron esperar – dijo JP, sacando de su pantalón y dejando confundida a Naomi de lo que hablaba – Yo no
me iba a quedar atrás – dijo dándole una pulsera de plata con un dije de corazón en color amarilla.

-Gracias JP – dijo Naomi dulcemente, después lo beso.

Takuya saco una cajita de su pantalón, la tuvo en sus manos unos segundos, después se la dio a Zoe.

-¿Qué es esto? – pregunto Zoe dándole vueltas a la cajita.

-Un regalo que te compre, ábrelo – dijo Takuya.

Zoe abrió la cajita y se encontró con un hermoso anillo de plata con una piedra roja, estaba hermoso, y a la chica le
fascino.

-¡Es hermoso Takuya! – dijo Zoe al verlo.

-Sabía que te iba a gustar – dijo Takuya sacando el anillo de la cajita y poniéndoselo en el dedo índice.

-Muchas gracias – dijo Zoe.

-No fue nada – contesto Takuya, después se acercó a ella lo beso.

Paso el tiempo, las chicas no se despegaron ni un segundo de los chicos, hasta que escucharon que el avión de ellas
había llegado.

-Pasajeros del vuelo con destino a Italia, favor de pasar a la puerta siete – se escucharon en las bocinas.

-Vamos ya es hora chicas – dijo el Encargado.

-Si – dijeron ellas levantándose de sus asientos junto con los chicos.

Los chicos tomaron las maletas de las chicas, las ayudaron a ponérselas en el equipaje y después las acompañaron hasta
las escaleras eléctricas, ya que después de ahí ellos no podían pasar.
-Bueno, parece que llego la hora de la despedida – dijo JP, después abrazo a Naomi – Te cuidas mucho pequeña.

-Tú también grandulón – dijo Naomi haciendo lo mismo.

-Ayame, cuídate mucho, cuando llegues mándame un e-mail por favor – dijo Koichi tomándola de las mejillas.

-Claro – dijo Ayame, después lo abrazo y lo beso.

-Akemi, te amo que no se te olvide – dijo Koji abrazándola.

-No lo hare, no te preocupes – dijo Akemi.

-No puedo creerlo – dijo Zoe.

-¿Qué cosa? – pregunto Takuya.

-De nuevo me separo de ti – dijo Zoe abrazándolo.

-No te preocupes, todo saldrá bien, por el hecho de que te amo – dijo Takuya.

Después las chicas se fueron y subieron l avión, solo veían por la ventana las pequeñas siluetas de aquellas chicas que
amaban, estaban perdidas en sus pensamientos, hasta que Adam las interrumpió.

-Chicas, les tome esas fotos cuando estaban con ellos, las revele ahora, espero no les haya molestado – dijo Adam
dándoles el sobre.

-Claro que no, muchas gracias Adam – dijo Zoe tomando el sobre.

Adam se retiró, Zoe saco las fotografías, eran hermosas, Adam si era bueno tomando fotos, estaba cada una de las
parejas, Zoe las repartió entre sus amigos.

-Esto es lo único que nos quedara – dijo Zoe mirando la foto en donde salía Takuya.

Llegaron a Italia en 3hrs, bajando del avión, fueron por el equipaje y se fueron en limosina al internado de nuevo, al
llegar se encontraron con sus padres, bueno solo el de Zoe, Ayame y Naomi.

-¡Bienvenidos! - gritaron los padres, todos con trajes muy formales.

-Gracias – dijeron las chicas algo desaminadas.

-Zoe, vamos tienes que ver a tu madre – dijo su Padre.

-Sí, solo llevo mi equipaje a mi habitación – dijo Zoe.

Las chicas subieron y dejaron sus maletas en el piso, Akemi se tiro a la cama boca abajo, Ayame se metió a la ducha, y
Naomi sacaba sus cosas de su maleta, Zoe solo salió del cuarto para ver a su madre.
-Listo padre – dijo Zoe.

Salieron del internado y fueron a la grande y hermosa casa de Zoe.

-Mamá – dijo Zoe caminando hacia la cama, al llegar le dio un abrazo y un beso.

-Mi querida Zoe, ¿Cómo te la pasaste? – pregunto la Señora débilmente.

-Muy bien, ¿a que no adivinas a quien me encontré?, ¿recuerdas a Takuya? – dijo Zoe.

-Si – dijo la Señora.

-Bueno, me lo encontré en Hawái junto con Koji, Koichi y JP – comento Zoe.

-¿Y porque estaban en Hawái? – pregunto la Señora.

-Fueron a jugar en un torneo de futbol, de hecho ganaron contra el equipo de Franco – dijo Zoe.

-¿Por fin te dijo que te ama, verdad? – pregunto la Señora, causando el sonrojo de Zoe.

-Pero… ¿cómo lo sabes? – pregunto Zoe sorprendida.

-Siempre lo note en tu mirada, es un buen muchacho, te quiere mucho – dijo la Señora tiernamente.

-Lose mamá, la verdad, soy su novia – dijo Zoe.

-Hija – dijo la Señora mientras trataba de sentarse en la cama, cuando lo logro, abrazo a su hija – Mi niña me da mucho
gusto.

-Gracias mamá, pero – dijo Zoe.

-¿Pero qué? – pregunto la Señora.

-Ya no lo volveré a ver de nuevo, el volverá a Japón en unos días, y yo no saldré del internado – dijo Zoe triste.

-Hija, si se aman, créeme que la distancia no los separara, en algún momento la vida reconocerá que es amor verdadero
y los juntaron de nuevo – dijo la Señora.

-Eso espero mamá – dijo Zoe abrazándola y llorando en sus brazos.

-¿Y no le tomaste fotografía? – pregunto su madre para animarla.

-Yo no, pero Adam nos tomó unas cuantas cuando estábamos en el aeropuerto, te las traigo – dijo Zoe saliendo de la
habitación.

Zoe salió de la habitación, su madre sonrió, tomo un trozo de papel y una pluma y comenzó a escribir en ella, cuando
Zoe regreso su madre dejo la hoja y la pluma en el buro alejado a Zoe y tomo las fotografías para verla.

-Son hermosas hija, se ven tan lindas y él es guapo – dijo su madre en tono picaron.

-¡Mamá! – dijo Zoe.

-En su mirada se nota que te ama – dio la Señora – Además de que te vez feliz a su lado, desde que estamos en Italia no
te había visto con esa sonrisa.
-Si mamá, soy realmente feliz cuando estoy con el – dijo Zoe.

-Me da gusto hijita, verte feliz y enamorada – dijo la Señora.

-Te amo mamá y mucho – dio Zoe abrazándola.

-Y yo a ti mi querida Zoe – dijo su madre dándole un beso en la frente – Ahora que te veo bien y feliz con Takuya, me
puedo ir en paz, confió en que tu padre y Takuya te cuiden – pensó.

Zoe se acostó junto a su madre, lo cual se volvió a recostar, después del largo viaje se quedó dormida, su madre
también; al día siguiente, Zoe despertó y su madre ya no estaba en la cama, se sentó en la cama, se tallo los ojos y
comenzó a llamarla, como nadie respondía, Zoe se levantó de la cama y salió de la habitación, bajo por las escaleras y al
llegar al comedor se encontró con su madre sentada desayunando.

-Buenos días hija, ¿dormiste bien? – pregunto la Señora con una dulce sonrisa.

-Sí, pero ¿Qué haces? Se supone que no puedes levantarte – dijo Zoe.

-Me sentí bien, y quise bajar a desayunar, ven desayuna conmigo – dijo la Señora.

Zoe se sentó junto a su madre y juntas comieron unos deliciosos hotcakes.

-Están deliciosos mamá – dijo Zoe.

-Sabía que te gustaría – dijo la Señora.

-Saben a los que hacías cuando estábamos en Japón – dijo Zoe mientras cortaba otro trozo.

-A decir verdad yo los hice Zoe – dijo la Señora.

Zoe solo sonrió al escuchar eso, sabía lo que su madre estaba haciendo, estaba tratando de recordarle a Japón, a
Takuya, su madre se dio cuenta de su hija sabia sus intenciones, después siguieron comiendo.

-Hija, ¿Por qué o te quedas aquí conmigo hasta que entres al internado? – pregunto la Señora.

-Sería una idea maravillosa – contesto Zoe emocionada.

-Es más dile a Akemi que se venga a quedar con nosotros – dijo su madre.

-De acuerdo – dijo Zoe.

Al terminar su desayuno, le llamo a Akemi, ella sin pensarlo acepto por que la madre de Zoe era como su madre propia,
y ella la veía como a su hija, Akemi llego como a las 3 y se pusieron a convivir todo el día en el cuarto de la señora, le
platicaron todo lo del viaje, excepto lo de Franco y Alexander, porque no querían que se preocupara, paso todo la
semana.
-Chicas, esta semana me la he pasado muy bien con ustedes – dijo la Señora.

-Nosotras también mamá – dijo Zoe.

-Sí, gracias tía – dijo Akemi.

-Chicas, ustedes saben que tengo leucemia y no tardará mucho en terminar conmigo, así que prométanme que nunca se
dejaran vencer por nada, siempre lucharan por lo que quieren, así el mundo se les venga encima – dijo la Señora.

-Te lo prometo mamá – dijo Zoe.

-Yo también – dijo Akemi.

Después las tres se abrazaron.

-Mis niñas, las amo – dijo la Señora.

-Y nosotras a ti mamá – dijo Zoe.

-Si tía tú has sido como una madre para mí, te amo – dijo Akemi.

Las chicas se fueron al cuarto de Zoe a dormir, sorprendentemente se durmieron rápido, mientras tanto en el cuarto de
los padres de Zoe, su padre estaba por acostarse cuando noto que su esposa estaba sudando.

-Querida, ¿estás bien? – pregunto el Señor tocando su frente – Estas ardiendo en fiebre.

-Amor, es hora de irme – dijo la Señora.

-No claro que no, llamare a una ambulancia – dijo el Señor tratando de levantarse de la cama, pero ella lo tomo de la
mano.

-No, ya es hora…no puedes detener esto – dijo la Señora.

-Pero mi amor – dijo el Señor.

-No querido, sé que será duro para ustedes, pero quiero que sigan adelante, yo siempre los voy a estar cuidando…en mi
libreo…hay una carta….cuando ya no esté aquí…léela….también le mande una a un chico de Japón…por favor…sigue las
instrucciones – dijo la Señora.

Zoe se encontraba dormida, hasta que de pronto sintió una punzada muy fuerte en su corazón, tan fuerte que hizo que
despertara rápido y muy agitada.

-Mamá – susurro Zoe, salió hacia la habitación de su madre sentía que algo andaba mal, llego a la habitación sin tocar, y
se encontró con su padre sentando en la cama llorando al lado de su madre – ¿Mamá?

-¿Hija, que haces aquí? – pregunto su Padre.

-Un presentimiento me despertó – dio Zoe sentándose al lado de su madre.


-Hija, no pude disfrutar más mí última semana….fue maravilloso pasarla con ustedes – dijo la Señora.

-No digas eso mamá, le llamaran a un doctor y te pondrás bien – dijo Zoe llorando.

-No hija, esta vez no…quiero que seas felices, quiero…quiero que disfrutes – dijo la Señora – Has sido el regalo más
grande de mi vida, y nunca estarás sola, siempre me tendrás contigo, aquí – dio poniendo su mano en el pecho de su
hija.

-Mamá – dijo Zoe abrazándola.

-Hija…ve ami librero, en el segundo cajón encontraras una caja, es tuya – dijo la Señora.

-Mamita no te vayas, te necesito – dijo Zoe llorando.

-Mi vida, te amo – dijo la Señora.

-Y yo a ti mamá – dijo Zoe.

-Siempre estaré con ustedes – dijo la Señora y después murió.

-¿Mamá? ¡Mamá! – grito Zoe llorando.

-Mi amor – susurro el Señor mientras derramaba algunas lágrimas.

Una dulce brisa acaricio la cara de ambos, con eso sintió como si la señora les limpiara las lágrimas, Zoe se quedó
abrazando a su madre, s padre se acercó y la abrazo, ambos lloraron amargamente. En la mañana Zoe le conto todo a
Akemi la cual comenzó a llorar, ambas se vistieron de negro, salieron de la habitación y bajaron al salón, en donde se
encontraba el féretro de la señora y toda la gente querida que les venía a dar el pésame, allí se encontraron con Ayame
y Naomi ambas tristes y también de negro.

-¿Estas bien, Zoe? – pregunto Naomi mientras la abrazaban.

-Eso creo – dijo Zoe derramando lágrimas.

Las 4 chicas se abrazaron, Zoe comenzó a llorar, mientras tanto el padre de Zoe estaba en su cuarto, leyó la última carta
de su esposa.

Querido:

No estés triste por mi partida, jamás te abandonare, ni a Zoe, con esta carta te quiero pedir algunas ultimas cosas; la
primera es que cuides mucho a nuestra hija, ponle más atención, ella te quiere mucho, no dejes que eso desaparezca; la
segunda es que quiero pedir que regresen a Japón, Zoe creció allá, ella extraña a sus amigos, al igual que su amor,
¿recuerdas todo lo que tuvimos que pasar para estar juntos?, sí, nuestros padres no nos querían juntos, pero nosotros
luchamos para hacerlo, nuestra hija y Takuya son iguales, pero no quiero que estés en contra, ayúdala, sabes bien que
en Japón tienes propuestas de trabajo mucho mejores que los que tienes en Italia, he leído las cartas que te envían,
además, ya no tendrás que quedarte a vivir en Italia, ya que solo nos quedábamos por mí, perdón por ser tan egoísta no
vi lo que mi hija y tu querían en realidad, perdóname por eso, estos son mis últimos deseos, por favor cúmplelos, te amo
mi vida, jamás los abandonare.

Por siempre tuya, tu esposa.


Después de leer esto, salto en llanto después de 5 minutos, se limpió y bajo a la sala en donde recibió a la gente y las
condolencias por lo sucedido; mientras tanto, en Japón, los chicos habían llegado de Hawái, victoriosos sin embargo
cuatro de ellos estaban tristes, al llegar a Japón fueron por sus maletas en el aeropuerto.

-Oigan chicos, ¿vendrán a celebrar con todos en el café del viejo? – pregunto Kensuke.

-No, estoy cansado – dijo Takuya tomando su mochila.

-Yo igual – dijo Koji.

-Yo necesito ver a mi madre – dijo Koichi.

-No gracias – dijo JP.

-Está bien, si deciden ir ya saben dónde estaremos – dijo Kensuke.

Cuando Takuya llego a su casa, su madre lo recibió con un abrazo y un beso y su hermano lo abrazo.

-Hijo, te prepare tu comida favorita.

-Gracias mamá, solo llevare esto arriba y bajare a comer – dijo Takuya subiendo por las escaleras.

-¿Qué le pasa mamá? – pregunto su hermano.

-Creo que es el amor – dijo su madre.

Takuya dejo las cosas en su cuarto y bajo a comer, al terminar de comer, seguía triste, aunque trataba de disimularlo con
una sonrisa.

-Estuvo delicioso mamá – dijo Takuya.

-Hijo ¿te pasa algo? – pregunto su madre.

-¿A qué te refieres? – pregunto Takuya.

-Soy tú madre, no me puedes ocultar nada aunque quieras – dijo su madre haciendo que Takuya bajara el tenedor en el
plato y bajar la mirada.

-Me encontré con Zoe en Hawái – dijo Takuya.

-¿Esa linda chica rubia que se fue a Italia? – pregunto su madre.

-Sí, le dije lo que siento y ella me correspondió, pero tuvo que regresar por su madre enferma – conto Takuya.

-¿Y no estas feliz por verla? – pregunto su madre.

-Claro que sí, pero estoy así porque no la veré más – dijo Takuya.

-Hijo, la vida trata de ponerles pruebas para que se den cuenta si las cosas valen la pena, no dejes que les quite lo más
hermoso que tienen – dijo su madre.

-Gracias mamá – dijo Takuya que se levantó y le dio un beso, la abrazo y se fue a su recamara.
-Por cierto, recibiste una carta de Italia, la deje en tu peinador – dijo su madre.

-¿En serio? – dijo Takuya al pensar que era de Zoe, subió rápido a verla.

Al llegar, tomo la carta y la abrió rápidamente, al ver la letra se dio cuenta de que no era de Zoe, pero comenzó a leerla.

Takuya.

Sé que te estarás preguntando quien soy, pues soy la madre de Zoe, ya sabes que estoy muy enferma, de hecho por eso
regreso Zoe a Italia, y quiero pedirte una disculpa por eso, Takuya esta carta es para pedirte un gran favor, que nunca
dejes a mi hija, que pase lo que pase nunca la dejes y la protejas, ella es mi único tesoro que dejo en este mundo, por
favor cuídala, porque es lo que dejo a tu cargo, espero que no te moleste mi petición.

Takuya quedó atónito al leer la carta, no podía creer lo que le pedía la madre de Zoe, porque le pedía eso, sería que
estaba por morir, él no sabía la respuesta, pero estaba dispuesto a cumplir con lo que había pedido la señora; al día
siguiente en Italia, estaban en el cementerio enterrando a la madre de Zoe, ella y su padre estaban en frente, sus
familiares y sus amigos estaban detrás de ellos, al acabar el funeral todos se fueron a sus casas, el padre de Zoe estaba
despidiendo a varios de los que asistieron mientras que Zoe estaba en la tumba de su madre.

-Mamita, te voy a extrañar tanto, pero te prometo siempre platicarte todo que me pase, sea bueno o malo, para que así
tú me puedas ayudar, ¿de acuerdo? – dijo Zoe mientras caían lágrimas en la tumba de su madre.

-¡Hija! – llamo su Padre.

-¡Ya voy! Mamá me tengo ir, pero regresare a visitarte – dijo Zoe.

-¿Estas lista? – pregunto su Padre.

-Si – dijo Zoe limpiándose sus lágrimas.

-Hija, perdóname por todo – dijo su Padre abrazando a su hija.

-Pero papá, yo no tengo nada que perdonarte –dijo Zoe sorprendida.

-Hija, no venimos a Italia por mi trajo, sino porque tu madre quería regresar a su país de origen, después mi trabajo
sirvió como excusa para que dejaras a tus amigos, así que no te dijimos – dijo su Padre.

-Pero, ¿Por qué no me dijeron la verdad? – pregunto Zoe.

-No lose, cuando supe la razón de tu madre, pensé que era egoísta, así que mejor te dije la otra razón, pero cuando tu
madre enfermo, se culpó tanto de que te trajéramos a la fuerza – dijo su Padre.

-No culpo a ninguno de los dos, son mis padres y los amo – dijo Zoe.

-Hija – dijo su Padre.

-No te preocupes papá, todos estará bien – dijo Zoe.

Subieron al auto y se fueron a casa, al llegar a su casa ya era de noche, Zoe iba a su habitación, cuando de pronto
recordó lo que había dicho su madre sobre algo en su librero, así que cambió el rumbo hacia la recamara de sus padres,
su padre estaba abajo haciendo unas llamadas de trabajo, entro y camino hacia el librero de su madre, su madre era
amante de escribir, escribió libros de poesía y 3 novelas, Zoe abrió el segundo cajón, al hacerlo se encontró con una
cajita, tal cual como le había dicho su madre, tomo la cajita y la abrió, encontró una hermoso collar, era una gargantilla
de oro blanco, con un dije el cual era una piedra de color lila, era hermoso, Zoe se pegó la gargantilla a su pecho.

-Gracias mamá – dijo Zoe.

Después regreso al pasillo y se dirigió a su cuarto, se puso su pijama y se acostó en su cama, se puso la gargantilla y se
quedó dormida profundamente, al día siguiente Zoe se levantó a las 9:00am gracias a los ruidos que se escuchaban en la
casa.

-¿Qué sucede? – dijo Zoe poniéndose las pantuflas y saliendo de su habitación.

Bajo las escaleras y se encontró con muchos hombres guardando cosas y sacándolas para meterlas a un camión, Zoe aun
extrañada por lo que veía, se fue al comedor en donde se encontró a su padre que estaba desayunando.

-Papá, ¿Qué está sucediendo, a dónde llevan nuestras cosas? – pregunto Zoe confundida.

-A Japón – contesto su Padre mientras comían.

-¿Japón? – pregunto Zoe son entender nada.

-Sí, uno de los deseos de tu madre fue que regresáramos a Japón, lo pensé todo el día de ayer, no sabía si decirte o no,
así que decidí organizar las cosas lo antes posibles – dijo su Padre.

-Pero, ¿Qué pasa con tú trabajo? – pregunto Zoe.

-Desde hace tiempo me han ofrecido muchas ofertas muy buenas en Japón, al igual que a los padres de Akemi, Ayame y
Naomi, pero aún no se si ellos aceptaron, pero yo he decido aceptar, así que también tú estarás cerca de ese muchacho
Takuya y tus amigos – dijo su Padre.

-¿Hablas en serio? – pregunto Zoe sorprendida – ¡Muchas gracias papá! – mientras lo abrazaba.

-Jajaja…no tienes nada que agradecerme, tú eres lo único que me queda en este mundo ahora, así que lo único que
puedo hacer es cuidarte, ahora ve y arréglate que el avión sale hoy – dijo su padre.

-Si – dijo Zoe corriendo a su cuarto.

-Por cierto, la gargantilla de tu madre se te ve hermosa – dijo su padre.

-¡Gracias papá! – grito Zoe subiendo las escaleras.

Al llegar a su habitación Zoe saco la maleta de su armario, la puso sobre la cama y tomo el teléfono, marco un número y
con el teléfono en el oído comenzó a sacar su ropa de los cajones.

-Sí, buenos días, ¿se encentra Akemi?...si gracias – dijo Zoe cuando contestaron el teléfono.
-Hola Zoe, ¿Cómo estás? – dijo Akemi contestado el teléfono.

-Excelente – dijo Zoe.

-¿Pero no se supone que estas triste por la muerte de tu madre? – dijo Akemi algo confundida.

-Pues sí, pero mi madre no quería que papá y yo estuviéramos tristes; además es gracias a ella que estoy feliz – dijo Zoe.

-No te entiendo – dijo Akemi.

-Mira, mi madre dejo como último deseo que mi padre y yo volvamos a Japón – dijo Zoe.

-¿En serio? – pregunto Akemi.

-¡Sí!, y nos estamos preparando para irnos – dijo Zoe.

-¿Y el trabajo de tu padre? – volvió a preguntar Akemi.

-Durante un tiempo le han ofrecido trabajos buenos y también tu padre, el de Naomi y el de Ayame – dijo Zoe.

-Mi padre no me ha dicho nada, pero no es extraño – dijo Akemi.

-Lo único que me duele es que ustedes no irán conmigo, y los chicos me preguntaran por ustedes – dijo Zoe algo triste.

-No te preocupes por nosotras, estaremos bien, tú necesitas a Takuya mucho en estos momentos – dijo Akemi.

-Pero tú también necesitas a Koji – dijo Zoe.

-Lose, pero si mi padre no escoge trabajo no podemos hacer nada, bueno me voy, tengo que desayunar – dijo Akemi.

-Está bien, te veo después – dijo Zoe.

-Sí, cuídate – dijo Akemi.

-Bye – se despidió Zoe.

Ambas chicas colgaron, Zoe siguió alistando sus cosas, mientras que Akemi salió de su habitación algo triste por la
partida de sus amiga, al bajar se encontró con una sorpresa, su padre estaba sentado en el comedor esperándola para
desayunar.

-¿Papá? – dijo Akemi extrañada al verlo.

-Hija, al fin bajas, te estoy esperando para desayunar – dijo su Padre.

-¿No iras a trabajar hoy? – pregunto Akemi.

-No, renuncie – dijo Padre.

-¿Qué hiciste qué? – dijo Akemi sorprendida.

-Sí, renuncie, me dieron trabajo en Japón – dijo su padre.

-¿Iremos a Japón? – pregunto Akemi.

-Yo iré, tú tienes que regresar al internado – dijo su padre.

-Sí, era obvio – dijo Akemi triste.


Akemi se sentó junto a su padre en la mesa triste, ya que ella ya no vería a su mejor amiga y tampoco a su amado, su
podre se le quedo mirando y después se atacó de rosa.

-¿De qué te ríes? – pregunto Akemi.

-De tu cara, hija te quiero pedir una disculpa por tratarte tan mal en estos años, quiero que sepas que eres lo más
importante para mí, y por supuesto iremos a Japón, los dos – dijo su Padre.

-¿Hablas en serio? – pregunto Akemi levantándose de la silla.

-Claro que si mi amor, iremos con el padre de Zoe y su hija al igual que Kano y su hija y también tu amiga Naomi y sus
padres – dijo su Padre.

-¡Ahí papá! – grito Akemi abrazándolo.

-Hija, solo quiero que seas feliz, y quiero recompensarte por todo el daño que te hice – dijo su Padre.

-Yo también lo siento papá, te prometo que estarás muy orgulloso de mi – dijo Akemi abrazándolo.

-Ya lo estoy – dijo su Padre.

-Por cierto, ¿y mamá?, ya lo sabes – dijo Akemi.

-Sí, pero ella no ira – dijo su Padre algo triste.

-¿Por qué? – pregunto Akemi.

-Porque cuando le dije que renuncie al trabajo y que tenía una propuesta en Japón, se puso como loca, me grito hasta lo
que no y dijo que yo no era quien para decir por ella, que desde hace años que yo no le pongo atención que ella era feliz
ahora con otro hombre – dijo su Padre.

-Pero ¿cómo? – pregunto Akemi desconcertada.

-Cuando yo comencé a trabajar más, descuide a tu madre y también a ti, tanto que tu creíste que no me importabas y tú
madre qué ya no la amaba, pero ambas se equivocaron, pero tu madre se arto y busco a otro hombre para quitarse la
soledad que sentía, así que ella se fue desde ayer en la noche con ese hombre, que fue cuando le dije que renuncie y
que nos íbamos a Japón hoy por la noche.

Akemi bajo la cabeza, estaba triste, pero por alguna razón, su padre era más importante que su madre, tal vez porque
tan siquiera el me veía una vez al mes, su madre no, ella desde que Akemi entro al internado, su madre jamás la había
visto de nuevo.

-Sabes papá, me duele que mi madre haya hecho esto, pero lo que más duele es que te haya engañado, de todas formas
ya se había acostumbrado a no verla y a que no estuviera conmigo – dijo Akemi.

-Hija, ahora eres lo único que tengo, y no pienso perderte de nuevo – dijo su Padre tomándole la mano.

-Te amo papá – dijo Akemi apretando más su mamo.

-Y yo a ti Akemi – contesto su madre.


Después de desayunar Akemi comenzó arreglar sus cosas, pero no llamo a ninguna de sus amigas, quería darles una
sorpresa, a las 9:00pm, todos partieron al aeropuerto sin saber que se encontrarían allá, al llegar a él, alrededor de las
9:30, estaban Zoe y su padre dejando su equipaje cuando escucharon a Akemi.

-¡Zoe! – grito Akemi haciendo que Zoe y su padre voltearan.

-¿Akemi? – pregunto Zoe confundida al verlos con maletas.

-¿Adivina?, ¡también iremos a Japón! – dijo Akemi emocionada.

-¿En serio?, ¡qué bien! – dijo Zoe abrazándola.

-¡Chicas! – dijeron Naomi y Ayame que estaban atrás de ellos.

-¿Ustedes también vendrán? – pregunto Zoe.

-No te dejaremos toda la diversión a ti – dijo Ayame, después las 4 se abrazaron.

-Así que decidieron venir – dijo Orimoto a todos los demás padres.

-Somos un equipo, no te dejaremos solo – dijo el padre de Akemi.

-Sí, es verdad Orimoto – dijo el padre de Ayame.

-Bueno, a decir verdad yo no quería venir, pero mi esposa me dijo que no solo Naomi, estaría feliz de que pasaremos
más tiempo con ella, sino que también nuestro equipo seria invencible en Japón, y con mejor sueldo claro – dijo el Padre
de Naomi.

-Qué bueno que tienes una esposa tan linda – dijo el Padre de Zoe causando que la señora sonriera.

-Sí, tengo mucha suerte, además de que mis padres estarán felices de que regrese a Japón – dijo el padre de Naomi, ya
que él era japonés.

Todos abordaron el avión, las chicas rápido se quedaron dormidas, sus padres tardaron un poco más, hicieron alrededor
de 3hrs de viaje, las chicas soñaban con encontrarse con sus amores, mientras que sus padres disfrutaban el volver a
llevarse bien son sus hijas. Cuando llegaron a Japón, se bajaron del avión y fueron por su equipaje, todos tenían cosas en
la misma cabina, ya que la empresa a la que se acababan de empelar les dio casas con tal de que fueran rápido a Japón,
aun eran vacaciones, las chicas y sus padres se pasaron todas las vacaciones arreglando sus nuevas cosas, mientras que
los chicos solo esperaban en verlas, se pasaron así todas las vacaciones, y cuando al fin llego el día de entrar a la escuela
los chicos estaban ocupados arreglando sus cosas.

-Mamá, iré con los chicos a comprar los útiles – dijo Takuya saliendo de su casa y encontrándose con Koji, Koichi y JP –
Vámonos.

-Si – contestaron los 3.

Caminaron hasta llegar a una enorme papelería en la que había de todo, tomaron un carrito y comenzaron a comprar las
libretas, plumas, lápices, entre otras cosas para la preparatoria.

-¿Necesitamos carpetas? – pregunto Koji.


-Si, 3 una roja, verde y azul – contesto Koichi.

Koji comenzó a buscar las carpetas de color, al sacar la carpeta verde recordó la primera vez que vio los ojos verdes de
Akemi, recordó su sonrisa y su hermoso cabello ondulado y rojo.

-Akemi – susurro Koji.

-¿Dijiste algo hermano? – pregunto Koichi.

-No, nada – dijo Koji metiendo la carpeta en el carrito.

-Ayame, te extraño tanto – dijo Koichi mirando un estuche de pintura, ya que a ella le gusta pintura.

-¡Ah! No encuentro na libreta roja – dijo Takuya vuelto loco y sacando todas las libretas de estante.

Cuando saco una torre de libretas perdió el equilibrio y se cayó junto con libretas.

-¿Te encuentras bien Takuya? – pregunto JP entre risas.

-Si…ja, ja – decía Takuya apenado y comenzando a levantar las libretas – ¡Por fin! Encontré las rojas – la tomo del piso, y
se encontró con que debajo de ella se encontró una libreta de color lila que le recordó a Zoe – Mi querida Zoe – susurro.

-Hay Takuya – dijo JP en vos baja al ver a Takuya recordaba a Zoe, vio algunas mochilas, sin pensarlo tomo una mochila
de color plateado, recordando a Naomi – De que me sorprende si estoy igual – dijo en voz baja.

Al salir de la papelería los chicos caminaron hasta la casa de los gemelos, entraron dejaron las bolsas en un rincón y
fueron a la cocina por algo de beber.

-Que flojera, el lunes estamos nuevamente en clases – dijo JP.

-Si – dijo Takuya serio.

-¿Qué te sucede Takuya? – pregunto Koji.

-No es nada, solo me preguntaba que estará haciendo Zoe, y también en como seguirá su mamá – dijo Takuya
preocupado.

-Sí, es verdad – dijo Koichi, ya que Takuya les había contado todo sobre la carta.

-Sí, me estaba preguntando lo mismo y de Akemi claro – dijo Koichi.

-Estamos perdidos, ellas nos hipnotizaron tanto que no podemos hacer nada sin acordamos de ellas – dijo JP.

-Tienes razón JP – dijo koichi.

Mientras tanto, en la mansión Orimoto, se encontraban Zoe, Akemi, Ayame y Naomi en el cuarto de zoe.
-¿Y bien?, ¿Cómo quedo? – pregunto Zoe.

-Te quedo hermoso – dijo Akemi mirando el cuarto color lila y muebles blanco, lleno de fotografías.

Akemi se detuvo a ser una fotografía en donde estaban Takuya y Zoe en el aeropuerto, que estaba al lado de la
fotografía en donde ella y Takuya antes de que se fuera a Italia, una fotografía que les había tomado su mamá.

-Lo extrañas mucho, ¿verdad? – pregunto Akemi.

-¿Cómo no hacerlo? Ni hemos tenido tiempo con todo esto – dijo Zoe bajando la cabeza.

-El lunes entraremos a un instituto mixto y regresaremos a casa, en vez de regresar, iremos a buscarlos – dijo Ayame
abrazándola.

-Está bien – dijo Zoe levantando el ánimo.

Por fin llegó el lunes, los chicos se pusieron el uniforme que consistía en un pantalón azul marino, playera blanca con el
cuello azul y zapatos negros.

-¡Ah se me haría tarde! – grito Takuya tomando las escaleras.

-No pierdes la costumbre, ¿verdad hijo? – dijo su Madre en la puerta de la casa con un sándwich listo para que se lo
comiera.

-Gracias mamá, nos vemos – dijo Takuya, le dio un beso en la mejilla y salió.

Al llegar a la escuela, en la entrada se encontró con sus amigos, que traían el mismo uniforme.

-¿Listo para empezar la tortura? – pregunto JP.

-¿Por qué lo dices? – pregunto Takuya.

-Porque nuestra primera clase es geometría, con la señorita Hiragizawa – dijo JP.

-¡Este día no puede ser peor! – grito Takuya, ya que era una maestra estricta.

-Hola chicos – dijo Kanami.

-De acuerdo, creo que me equivoque – dijo Takuya dándole la espalda a ella y a sus amigos y caminando hacia el interior
del instituto.

-¿Qué se creen? – dijo Kanami indignado.

-Que no te sorprendas, nosotras no lo ganamos por lo que hicimos en Hawái – dijo Cloe.

-Cállate – dijo enojada Kanami.

-No Kanami, ya me harte, no pienso seguir contigo y con Keni, son unas mentirosas y jamás toman en cuenta los
sentimientos de los demás, además que no ves que les hicimos mucho daño a Takuya y a Koji – dijo Cloe.
-Es que los queríamos para nosotras – dijo Keni.

-Sí, como siempre de egoísta, Zoe y Akemi son mucho más lindas que ustedes además de que ellas tienen 3 cosas que
ustedes no – dijo Nagami.

-En serio, ¿Qué cosas? – pregunto Keni.

-Educación, sensibilidad y el corazón de las chicas – dijo Cloe, después ella y Nagami les dieron la espada y se fueron.

Los chicos entraron al salón, estaban en el mismo que Keni, Kanami, Nagami y Cloe, solo que estas últimas 2 nos estaban
con las 2 primeras, los chicos se sentaron en la parte de atrás, como era costumbre y se pusieron a bromear, mientras
tanto, las chicas venían en el carro con sus padres.

-Este carro es demasiado lujoso papá – dijo Akemi.

-Chicas, creo que llegaron tarde en su primer día – dijo el padre de Zoe.

-No se preocupen, es el primer día, tenemos pretexto, además diremos que nos perdimos porque no conocemos la
ciudad – dijo Zoe.

Las chicas traían una falda azul marino, lo misma camisa tipo polo como la de los chicos, calcetas blancas hasta las
rodillas y zapatos negros, Zoe traía el cabello en media cola, con las puntas onduladas, Akemi con el cabello suelto y
ondulado, Ayame lo traía suelto y Naomi lo traía en media cola, al llegar al instituto se bajaron del coche y se dirigieron a
la dirección, mientras tanto en el salón.

-Bien hecho Takuya, ahora tendrás que ir por una venda a la enfermería y lo acompañaras Koji – dijo la Profesora.

-Pero estoy bien señorita – dijo Koji riéndose y agarrándose la cabeza.

-¡Vayan Takuya y Koji! – dijo la Profesora.

-Si señorita – dijeron ambos salieron corriendo del salón.

Los chicos habían estado jugando y cuando Takuya aventó una libreta a Koji, no se agacho y el callo en la cabeza, pero
Koji estaba viendo hacia afuera, por lo que el golpe con la libreta hizo que se diera en la frente con el vidrio, causa del
enorme chichón de su frente.

-No puedo creer que el primer día tenga que ir a la enfermería por un chichón en la frente – dijo Koji.

-Ja, ja, ja….lo siento Koji – dijo Takuya.

La enfermería estaba en frente de la dirección, en la enfermería estaban los chicos, mientras que las chicas estaban
arreglando papeles en la dirección.
-Muchas gracias señorita – dijo Zoe abriendo la puerta.

-Gracias enfermera – dijeron Koji y Takuya salieron de la enfermería.

-¡Esperen! Faltaron unos datos – dijo la secretaria regresándolas.

Los chicos cerraron la puerta nuevamente, los chicos regresaron al salón sin imaginarse lo que estaba por suceder. Los
chicos regresaron al salón y reanudaron las clases, Koji no traía nada más que en el chichón, a la mitad tocaron a la
puerta y la maestra acudió, le dieron una hoja y después salió un momento, después regreso.

-Chicos, presenten atención, desde el día de hoy cuatro nuevas compañeras estudiaran con nosotras, ellas vinieron de
Italia – dijo la profesora.

-¿Italia? – susurraron los 4 chicos.

-Entren por favor – dijo la profesora.

Las cuatro chicas entraron y se pasaron en frente de todos el salón, cuando vieron a los chicos los ojos se les abrieron,
una sonrisa se les dibujo en la boca y sus mejillas se sonrojaron, los chicos les paso lo mismo.

-No puede ser – dijo Kanami al verlas, en cambio Cloe sonrió al verlas.

-Ellos vienen de Italia, pero una de ellas es japonesa, ¿no es así chicas? – pregunto la profesora.

-¿Eh? Si, las 4 venimos de Italia, pero yo soy japonesa, me llamo Zoe – dijo sin dejar de mirar a Takuya.

-Yo Akemi – dijo sin separar la mirada de Koji.

-Soy Ayame – dijo mirando a Koichi.

-Y yo Naomi – dijo sin dejar de ver a JP.

Todos los chicos se quedaron hipnotizados con ellas, mientras los cuatro dueños de sus corazones pensaban que
estaban soñando.

-Bien chicas, siéntense en la penúltima fila – dijo la maestra señalando cuatro bancos vacíos en frente de los cuatro
chicos.

-Con mucho gusto – dijo Zoe caminado junto con las demás.

-¿Qué haces aquí? – pregunto Takuya en voz baja.

-Mi madre falleció y mi padre tomo un trabajo en Japón nos quedaremos para siempre – contesto Zoe.

-¡En serio! – gritaron los cuatro chicos al oír lo que dijo Zoe.
Al darse cuenta que había gritado pusieron cara de preocupación, la maestra se acercaba para regañarlos caundo toco el
timbre de salida.

-Salvados por la campana – dijo la maestra mirándolos con despecho.

Todos salieron a comer, los chicos escoltaron a las chicas hasta la hermosa cafetería en donde se toparon con Keni y
Kanami.

-Me alegra que hayan venido a quedarse – dijo Takuya abrazando a Zoe.

-Aunque aún no me la creo – dijo Koji abrazando a Akemi.

-Ni nosotros – contesto Akemi.

-Mira nada más quienes vinieron a Japón – dijo Kanami caminando hacia ellos.

-Kanami aléjate de aquí – dijo Takuya.

-Pero también esta escuela es de nosotros querido – dijo Kanami.

-Nunca me vuelvas a llegar así – dijo Takuya enojado.

-Y déjanos en paz, no entienden, ustedes son unas mentirosas y falsas para nosotras, además de molestas – dijo Koji
dejándolas sin palabras.

Los chicos y las chicas fueron a comprar algo de comer, mientras que Kanami y Keni lloraban, sintiendo el daño que ellas
habían hecho, las chicas compraron un sándwich de pavo cada una botella de agua, mientras que las chicas compraron
una torta doble y un reflejo grande.

-Come demasiado – dijo Ayame sentándose en una mesa al mismo tiempo que todos las demás.

-Pero si esto no es nada – dijo Koichi.

-Estás loco – dijo Akemi.

El día transcurrió normalmente, ya que las chicas empezaron en una nueva escuela, mientras que los chicos tenían
compañeras nuevas, al salir de la escuela, Zoe invito a todos a su casa para celebrar que estaban juntos de nuevo,
cuando iban caminado, Koichi, Ayame, Naomi y JP iban adelante planeando, mientras que Koji y Akemi iban mpas atrás y
Takuya y Zoe aún más atrás.

-Siento lo de tu madre, amor – dijo Takuya, quien la traía de la mano.

-Sabes, no estoy triste, porque los últimos días me la pase con ella riendo y platicando de hecho ella me dijo que luchara
por estar contigo, que lo nuestro era de verdad – dijo Zoe.

-Sí, lo sé – dijo Takuya.


-¿Cómo lo sabes? – pregunto Zoe.

-Hace varios meses atrás tu madre me mandó una carta – contesto Takuya.

-¿En serio? – pregunto Zoe mientras se le llenaba los ojos de lágrimas – Eso es lo que hacía.

-¿A qué te refieres? – pregunto Takuya.

-Cuando ella estaba sola, aprovechaba para escribir, después supe que escribió una carta a mi padre y a mis abuelos, y
ahora me entero que te envió a ti, mi madre tenía todo planeado, ella sabía que mi padre aceptaría y sabía que te
encontraría aquí – dijo Zoe.

-Zoe, tu madre era una mujer extraordinaria, te agradezco muchas cosas, y yo le prometí que te cuidaría, y eso lo hare
siempre – dijo Takuya tomándola de sus mejillas y besándola en los labios.

-Gracias Takuya – dijo Zoe abrazándolo.

Al llegar a la casa de Zoe, todos se quedaron sorprendidos, ya que la casa estaba enorme, antes de entrar las chicas les
dijeron cuáles eran sus casas.

-Ustedes son ricos – dijo JP sorprendido al ver las casas vecinas.

-No, la empresa ofreció las casas para venirnos pronto – dijo Naomi.

-¿Entonces tú padre está trabajando? – pregunto Takuya algo nervioso.

-No sé – dijo Zoe abriendo la perta – ¡Ya llegue!

-¡En seguida bajo! – grito su Padre desde la otra habitación.

-¿Es tu papá? – pregunto Takuya mientras un escalofrió recorría su cuerpo.

-Ja, ja…no te preocupes – dijo Zoe entre risas.

-Sera mejor que vaya a comer a mi casa – dijo Akemi.

-Yo te acompaño – dijo Koji tomándola de la mano.

-¿Aunque este mí padre? – pregunto Akemi.

-Claro – dijo Koji.

-Entonces vamos – dijo Akemi.

-Nosotros también nos vamos – dijo Ayame.

-Si vamos – dijo Koichi.

-Sí, nosotros igual – dijo Naomi.

Todos salieron, solo se quedaron Takuya y Zoe en el comedor.

-Ya vine hija – dijo el padre de Zoe cuando vio a Takuya.


-Buenas tardes señor – dijo Takuya levantándose y poniéndose derecho.

-Ja, ja…tú debes ser Takuya – dijo el padre de Zoe mirándole con buenos ojos.

-Sí, señor – contesto Takuya.

-Él es mi novio papá – dijo Zoe.

-¿Eso es verdad? – pregunto el Padre de Zoe.

-Aaa…si…señor – contesto Takuya algo nervioso.

-Ja, ja – salto la carcajada el Padre de Zoe – Tranquilo Takuya, no muerdo – dijo sentándose en la mesa con ellos.

-Claro señor – dijo Takuya sentándose igual de rígido.

-Saben, mi esposa y yo tuvimos que pelear mucho por lo nuestro, y lo logramos….por eso también quiso que los ayudara
a ustedes – dijo el padre de Zoe, con esas palabras, Takuya se relajó un poco.

-Gracias señor, en serio yo amo a su hija con todo mi corazón – dijo Takuya.

-No lo dudo Takuya, por eso acepte venir a Japón, aunque me duela aceptarlo, ya no eres mi bebita Zoe – dijo el Padre
de Zoe.

-Gracias papá – dijo Zoe.

-Ben…a comer – dijo el Padre de Zoe limpiándose los ojos.

Al acabar fueron al cuarto dee Zoe, Takuya vio las fotografías y después se sentaron en la cama.

-Zoe – dijo Takuya.

-¿Si? – pregunto Zoe.

-Te extrañe mi vida – dijo Takuya.

-Y yo a ti mi amor – dijo Zoe después se besaron.

-Te prometo que nunca te volveré a dejar sola – dijo Takuya.

-Y no lo dudo mi querido Takuya – dijo Zoe.

-Eres mi tesoro – dijo Takuya.

Se recostaron un rato en la cama y sin pensarlo se quedaron dormidos abrazados, Zoe estaba feliz y Takuya igual,
realmente eran muy felices al estar juntos.

-Gracias mamá – dijo Zoe dormida.

El aire entro en la habitación por la ventana, moviendo un poco las cortinas, como si la madre de Zoe entrara y les
regalara esa hermosa y fresca brisa; mientras tanto en la casa de Akemi.
-Me da mucho gusto que puedas quedarte a comer Koji – dijo el padre de Akemi.

-Sí, a mí también señor – dijo Koji mirando a Akemi.

-Hija, te amo y espero que la cuides Koji – dijo el padre de Akemi.

-Eso téngalo por seguro – dijo Koji mirando a Akemi.

-Koji, mi hija es todo lo que me queda, y te la estoy confiando – dijo el padre de Akemi.

-Señor, su hija es mi tesoro, jamás la lastimaría – dijo Koji.

-Papá, Koji es el primer chico al que realmente amo y el me ama a mi….y te agradezco que lo aceptes – dijo Akemi.

-Hija, me da gusto verte feliz…y tranquila – dijo el Padre de Akemi con algo de humor.

-¡Papá! – dijo Akemi apenada haciendo que su padre y Koji se rían.

El sueño se había vuelto realidad, al fin estaban juntos de nuevo y ahora era para siempre, nada ni nadie los separaría
otra vez, porque el amor, por más días, semanas, meses o siglos que pases, jamás se olvidó, y menos si es sincero y
verdadero; el amor de Zoe y Takuya, sobrevivo por años y por cosas muy duros, pero vivió y gracias a él, ellas ahora son
completamente felices.

FIN

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