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Bibliotecas y Archivos Mesopotamia
Bibliotecas y Archivos Mesopotamia
I. INTRODUCCIÓN: la escritura
Han sido varios los métodos de registro o de comunicación que se han empleado a
lo largo de los tiempos por nuestra civilización: pictogramas, palabras-signo, signos
silábicos y alfabetos. En las sociedades más primitivas se han empleado una fórmula de
pictografías para dejar impresos, de uno u otro modo, los pensamientos. No por ello
dejan estos de ser complejos. No podemos menospreciar el entendimiento de las
sociedades cazadoras y recolectoras que dejaron dichas pictografías. Bien es cierto que
los demás métodos se han desarrollado en sociedades más complejas y, por ende, con
más necesidades comunicativas, tanto en el tiempo como en el espacio. Sea como
fuere, la pictografía no posee referencias lingüísticas, según la mayoría de los estudios.
Se pinta un acontecimiento o se transmite un mensaje mediante una serie de dibujos o
grabados (petroglifos).
Así, hemos pasado por los sucintamente por los estamentos categóricos de
nuestro camino desde el concepto hasta la escritura. La técnica figurativa, como
hemos dicho anteriormente, muy difícilmente puede clasificarse como escritura
propiamente dicha; aunque, sin lugar a dudas, su representación no era meramente, o
i si uie a, a tísti a, tal o o las e os desde uest o pu to de ista de ho es
i ilizados . Nos e o t a ía os a te u a uest a de itualiza io es a ias, po e de
el reflejo de las mismas. Estamos pues ante una primera etapa de la plasmación de los
pensamientos en imágenes. Encontramos muestras desde la Edad de Piedra hasta,
casi, nuestros días, en tribus aisladas.
- Hay una primera transición entre los signos que representan objetos a la
lectura de tales signos como palabras, y
- La lectura de estos logogramas como entidades fónicas sin significado
semántico alguno.
Cuando tenemos delante un texto no hacemos sino que asociar formas lingüísticas
a contenidos. Estas formas se traducen gráficamente mediante símbolos más o menos
convencionales.
Los primeros métodos usados en Mesopotamia corresponde con las bulas: bolas de
arcilla con improntas de sellos cilíndricos que contienen en su interior fichas. Estas
serán las designaciones de los numerales y objetos pertinentes para llevar la
contabilidad oportuna (recibos, entregas, notas o inventarios). Con asiduidad, las bulas
llevan en su exterior las formas y número de fichas.
Destacar, también, que en su origen los numerales sumerios no eran adjetivos sino
susta ti os ue desig a a g upos de a tidades, pa eja , te a , do e a . Los
símbolos figurativos que han aparecido en la arcilla mostrarían la vinculación entre
antiguos conceptos numéricos y el modo de contar mediante muesca.
IV. El cuneiforme sumerio y su adaptación al acadio.
Los textos sumerios son en su mayoría logográficos, esto quiere decir que utilizan
un signo o un grupo de ellos para cada término o concepto, sin elementos gramaticales
añadidos. El problema fundamental de este tipo de escritura está en que no podemos
indicar ideas, posiblemente fundamentales para la civilización de la época, como, por
ejemplo, si los animales de la transacción están vivos o muertos; si los ha comprado el
templo o los ha vendido, etc. Estas y otras situaciones ambiguas, sin duda, facilitaron el
hecho de que los escribas inventaran una forma de reflejar ya no referentes o ideas
concretas, sino el habla. Había que expresar abstracciones. El primer paso fue la
utilización de sílabas (etapa silábica) conocida por un grupo de textos de Ur (c. 2800
a.C.) Será en esos textos donde encontremos la primera utilización de elementos
fonéticos y gramaticales.
Hay que destacar que el cuneiforme fue usado también para escribir el idioma
acadio, al sur de Mesopotamia. Este idioma se describe como flexiva, en contraste a la
sumeria, aglutinante en donde cada idea se expresa por una sílaba invariable.
Modificada o no por complementos que expresan un contenido distinto al expresado
por el signo convencional. Serán estos una suerte de prefijos y sufijos encargados de
dar valores de pluralidad, posesión, complementaciones adverbiales, negaciones, etc.
El gran problema con el que se tropiezan los escribas con el idioma acadio fue
que ningún signo cuneiforme del sumerio podría tener el significado de una palabra
acadia. La solución fue escribir fonéticamente la palabra acadia. Al asumir y adaptar el
silabario sumerio, los acadios le añadieron más valores, incrementando así las
homofonías y polifonías.
El sumerio cae en desuso como lengua hablada hacia el XVIII a.C. para dejar paso al
acadio, si bien continuó a usarse para las inscripciones monumentales o como
recopilación de las palabras y textos de esa antigua escritura ya en desuso.
V. Tablillas
La mayoría de los textos sumerios fueron escritos sobre arcilla. No en vano la arcilla
de buena calidad para ese propósito se encontraba muy a mano en Mesopotamia. Una
de las primeras labores a aprender de un buen escriba estaba en la fabricación de su
material. Si bien parece ser que no era tan fácil, los escribas mesopotámicos
produjeron ejemplares excelentes y de tamaño diferente, llegando a los 30 cm de lado.
Este tamaño de las tablillas de Ur III provocó la característica típica de las mismas: su
parte trasera era cóncava. Su función era la de no
estropear la escritura de la parte plana de la
misma por la presión al escribir.
El utensilio de escritura principal era la caña, común en las marismas del Próximo
Oriente. Se recortaban en forma de punta redondeada, aguda, plana o biselada, según
el estilo de escritura esperada.
Se han encontrado tablillas con líneas ornamentales en el borde exterior, pero son
escasas. También algunas de ellas p ese ta aguje os de dispa os , posi le e te
para una mejor cocción.
A lo largo de las distintas épocas también era una práctica común el uso de sobres
para la guardia y custodia de documentos importantes, como podían ser los escritos de
á ito ad i ist ati o, e tas he e ias,… Estos podía o te e desde el si ple
nombre del destinatario hasta la transcripción entera o en parte de la tablilla y el sello
del supervisor local. Estos sellos o bien se hacían rodar por el ancho del sobre o se
dejaba un espacio para tal fin.
Schooldays 38–411
Los textos escolares se dividían en: prismas, con sus cuatro caras escritas con
vocabulario diverso; la tablilla plana que se escribía, como hemos dicho anteriormente,
en anverso y reverso, girada en el eje horizontal; tablilla de gran formato para hacer
te tos ás ele ados, listas, te tos lite a ios,…; ta lilla lenticular, redonda, típica de las
tablillas escolares.
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VII. Archivos y Bibliotecas
Si bien es cierto que toda excavación que se acometa en cualquier ciudad del
babilónico antiguo es fácil encontrar varias tablillas que posiblemente pertenezcan a
las bibliotecas privadas de cada casa, no es menos cierto que las grandes colecciones
1
In search of the é .dub.ba. a: the ancient Mesopotamian school in literature and reality, A. R. George:
this article develops an idea presented in brief to the conference on the Fifth Millennium of the
Invention of Writing at Baghdad in March 2001.
2
Para las bibliotecas y archivos: (Klíma, 2007); (Sanmartín & Serrano, 1998); (J.T.Hooker, 1990)
pertenecían al estado o al templo. Serán estas las que conserven el mayor número de
tablillas tanto de tipo administrativo como literarias. Como veremos, en el caso de
Asurbanipal, llega a ser una obsesión el poseer cuantas más mejor. Fruto, esto, de las
ansias de conocimiento o de control del poder, incluso cultural. Hay que tener en
cuenta que este enviaba a sus oficiales a distintos lugares con el sólo cumplimiento de
buscar las tablillas privadas en casas y archivos con el fin afán del coleccionismo.
El ARCHIVO DE EBLA
Hasta cierto punto la biblioteca del palacio de Ebla era una biblioteca escuela:
Servía de academia para la capacitación de los escribas. Los académicos de Ebla
estudiaron y extendieron el conocimiento de los sumerios. Los escribas y académicos
de Mari y de las ciudades de Mesopotamia que visitaban Ebla llevaban textos de su
tierra natal y regresaban con textos de Ebla.
LA BIBLIOECA DE ASURBANIPAL
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De La Epopeya de Gilgamesh.
Asurbanipal (¿669 -631?). Descubierta por los ingleses a mediados del siglo XIX, en las
ruinas del palacio real, contiene unos 30.000 fragmentos de tablillas. Entre las tablillas
se encontró el famoso Poema de Gilga esh , considerado la obra poética más
antigua. Está integrada por múltiples tablillas de arcilla halladas en Mesopotamia y en
sitos arqueológicos de Siria, Palestina y Turquía. Esta obra cumbre de la literatura
universal reunió, a través de los siglos, la sabiduría mesopotámica desde sus inicios en
el 3000 a. C. El texto narra la creación del hombre a partir del barro, a imagen y
semejanza de la diosa madre. Ofrece la primera reflexión escrita sobre la búsqueda de
la felicidad y del sentido de la vida.
Se han encontrado unas 10000 tablillas, si bien se supone que esta es una
cantidad reducida después de los ataques y saqueos que habría sufrido la ciudad de
Nínive a lo largo del tiempo. Algunos estudiosos la consideran, por esto, la mayor
biblioteca conocida del oriente antiguo.
BIBLIOTECA DE LAGASH
La ciudad de Lagash fue fundada por los sumerios hace más de 6.000 años. Se
han encontrado textos en los archivos del templo consagrado al dios E-Ninnu.
Estaríamos hablando de unas 3.000 tabillas de arcilla con inscripciones que guardan
registros de negocios, revelan detalles de la administración del antiguo templo, los
tipos de propiedades, el método de repartir tierras, contratos comerciales, industriales
y empresariales.
Parece ser que en una primera etapa, hasta aproximadamente el 2600 a.C., los
sumerios gozaron de una literatura oral, y sólo a partir de esa fecha comenzó a ser
puestas por escrito. La lengua de los textos podía ser sumeria, acadia o bien se usaban
las dos indistintamente. Los escritos lograron en general una alta calidad literaria, si
bien se considera que los mejores textos pertenecen a la etapa postsumeria, es decir,
algunos siglos después de desparecer la civilización sumerio-acadia.
Sería difícil, en un trabajo como el que nos atañe, hablar de todos los textos o
intentar abarcar todos los intereses que nuestros antepasados deseaban conservar por
escrito. Si bien es cierto que ya hemos hecho anteriormente una pequeña relación de
los motivos y los resultados de dichas grabaciones, pasamos a ver alguna que nos
resulta de interés tanto filológico, por cuanto nos cuentan los textos, como lingüístico,
diacrónica y sincrónicamente.
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Fue te pa a los te tos hallados : (Sanmartín & Serrano, 1998)
Si hay dos entradas de la vena umbilical y tres riñones, y a la derecha de la vesícula hay
dos endiduras que se van metiendo hacia dentro: es un presagio del rey de Apisal, a
quien tomó preso el rey Naram-Sin a través de una brecha. Si hay tres entradas de la
vena umbilical: los dioses del país reclamarán en palacio. Variante: presagio del rey
Ibbisin. Perdición (Sanmartín & Serrano, 1998, pág. 18)
Año : A a sue a o e zó a ei a
Año 3: El rei Amarsuena hizo el trono del dios Enlil-de-la-aleg ía […] (Sanmartín &
Serrano, 1998)
Como podemos observar será un acontecimiento importante el que marque la
datación anual, si bien, cuando en un año no ocurría nada destacable se mencionaba el
nombre del año anterior como referencia. En los documentos se anotaba el nombre
del año completo, o abreviado ligeramente, para asegurar la datación.
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Para una consulta de la antología sumeria: (Pérez García, 2011)
la comunidad. La más antigua copia conocida de las Instrucciones de Shuruppak es la
tablilla de Abu Salabikh, hallada en este yacimiento cercanoa Nippur en Mesopotamia
sur, en el actual Iraq, una pequeña ciudad-estado sumeria del III milenio a.C. excavada
por la expedición americana del Oriental Institute de Chicago en 1963 y 1965, y otra
por una expedición británica de la British School de Arqueología en Iraq (1975–89).
Las elegías sumerias narran las penalidades sufridas por este pueblo. Las más
conocidas son Elegía por la destrucción de Lagash, Elegía por la destrucción de Ur y
Lamento por Sumer y Ur. Los poemas de amor estaban dedicados tanto
a dioses (Martu, Dumuzi, Inana) como a reyes (Shu-sin). De gran calidad, trataban del
matrimonio sagrado, una ceremonia que se repetía al comienzo de cada año.
Por último, hay que citar una literatura de corte didáctico, en la que abundan los
proverbios, los argumentos o las instrucciones. En este apartado hay que destacar
obras como El hombre y su dios, el Almanaque del agricultor o las Instrucciones de
Shurupak. 6
Queremos traer aquí alguna de las reflexiones que se están haciendo sobre el
tema, sobre todo cuando se trata de grandes expertos en la Mesopotamia antigua,
como es el caso de Michalowski7. Al parecer, contrariamente a lo supuesto, los
escribas ni formarían una clase especial ni un grupo poco numeroso. Según el experto,
no existirían escribas como hoy en día lo entendemos. Sería comerciantes,
mercaderes, etc., que sabían escribir (sobre todo contratos y cuentas). Esto no supone,
en cambio, que estuviesen versados en literatura. Resulta, entonces, que el hecho de
que la literatura sumeria sea escasa en comparación se debe a que esta no habría
tenido ninguna función práctica, lo que lleva a que bien pocos serían capaces de
redactar complejos textos literarios. Este dominio solo estaba al alcance de unas pocas
casas nobles, y servía para demostrar la pertenencia a una élite. Por lo tanto, la
sociedad mesopotámica no habría sido una sociedad letrada. La poca importancia de la
6
En http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/7590.htm
7
En http://tochoocho.blogspot.com.es/2011/11/los-sumerios-unas-figuras-literarias.html
literatura escrita habría sido debida a que los textos referentes al pasado y a los dioses
habrían pertenecido a la tradición oral. La escritura no habría servido para conocer el
pasado, sino para negociar con los problemas del presente (y del futuro). El pasado era
plenamente conocido; no necesitaba ser puesto por escrito. Solo a partir de la primera
mitad del segundo milenio a.C., tras profundas revueltas en Babilonia, el conocimiento
de este legado se habría estado perdiendo, apareciendo entonces la necesidad
de escribirlo, lo que corresponde bien con los descubrimientos arqueológicos. La
literatura sumerio-acadia aparece en época relativamente tardía, mucho más tarde
que la invención de la escritura: casi dos mil más tarde.
Bibliografía consultada:
Sanmartín, J., & Serrano, J. M. (1998). Historia antigua del Próximo Oriente. Madrid:
Akal.