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LIBRO DEL PROFETA

J ONÁS
Aram., Ketava d’Yonán Nebya. Se traduce Libro del Profeta Jonás. Heb., Yonah. Jonás
significa paloma. La autoría de este libro se atribuye al profeta Jonás, y su fecha de
redacción se sitúa en el siglo VIII a. C. La esencia de la narración de este libro es cómo
Yahweh muestra misericordia a quien Él quiere, aunque no fuera del pueblo de Dios
contemporáneo de Jonás, en este caso, los paganos ninivitas. Su misericordia se extiende
a cualquiera que se arrepienta delante de Él, y Dios puede retractarse de su ira ante tal
hecho. La predicación de Jonás transcurre en un contexto de prosperidad, estabilidad
política y victorias militares de Israel. Todo lo anterior había proporcionado un ambiente
cómodo para que Jonás predicara a los israelitas en tiempos del rey Jeroboam. Pero
Jonás es posesivo en cuanto a la misericordia del Señor, y se niega a profetizar a los
ninivitas el mensaje de advertencia de parte de Yahweh. El Señor prepara un gran pez
que se traga a Jonás, y desde las entrañas del pez él ora a Yahweh, y se rinde ante Él.
Yahweh envía el pez a la playa, donde vomita a Jonás, quien atendiendo a un segundo
llamado del Señor, se levanta y transmite a los ninivitas el mensaje de advertencia
ordenado por Dios. Los ninivitas y su rey dan señales de arrepentimiento ante el mensaje
enviado, se apartan y el Señor se retracta de derramar su ira y no los destruye. Yahweh
le enseña a Jonás que su amor es universal, y no sólo para su pueblo, y que se conmueve
y retracta de su ira ante el genuino arrepentimiento de los pecadores para mostrarles
misericordia. El Señor Jesús valida la inspiración profética de Jonás, y hasta pone como
modelo de su muerte la experiencia de Jonás con el gran pez. La dramática pregunta en
la conclusión del libro, es dejada para la posteridad a todos quienes hemos afirmado ser
pueblo de Dios.

1696
Jonás desobedece el mandato de Yahweh
Vino palabra de Yahweh a Jonás, hijo de Mataia, diciendo:
1 2 Ponte de pie y dirígete a Nínivea, la gran ciudad, y predica contra ella, pues su
maldad ha subido hasta mi presencia.
3 Sin embargo, Jonás se levantó para huir de la presencia de Yahweh hacia Tarsis, y
habiendo descendido a Jope, encontró un barco que se dirigía a Tarsis; entonces pagó el
pasaje y lo abordó para zarpar con ellos a Tarsis, a fin de huir de la presencia de
Yahweh.
Los marineros lanzan a Jonás al mar
4 Pero Yahweh lanzó un fuerte viento sobre el mar, y se produjo una violenta tempestad
en el mar, y el barco se sacudía de modo que estaba a punto de romperse,
5 por lo cual, los marineros tuvieron miedo y cada uno invocaba a su dios. Luego
arrojaron el cargamento del barco al mar para aligerarlo. Pero Jonás había bajado al
fondo del barco, y se durmió.
6 Entonces el capitán se acercó a él, y le dijo: ¿Por qué estás durmiendo? ¡Ponte de pie
y clama a tu Dios! Quizá Dios nos libre y no perezcamos.
7 Entonces se dijeron unos a otros: ¡Vengan, echemos suertes para saber por causa de
quién nos ha sobrevenido este mal! Y echaron suertesa, y la suerte cayó sobre Jonás1.
8 Y ellos le dijeron: Haznos saber por qué nos ha sobrevenido este mal. ¿A qué te
dedicas y de dónde eres? ¿Cuál es tu pueblo?
9 Jonás les respondió: Soy hebreo y reverencio a Yahweh, el Dios del Cielo, que hizo el
mar y la tierra seca.
10 Entonces aquellos hombres sintieron mucho miedo y le dijeron: ¿Qué has hecho?
Pues aquellos varones comprendieron que había huido de la presencia de Yahweh.
11 Cuando él se los manifestó, ellos le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se
calme de sobre nosotros? Pues he aquí que el mar se abalanza y se agita con violencia
sobre nosotros.
12 Jonás les respondió: Tómenme y échenme al mar, y el mar se calmará de sobre
ustedes, pues yo sé que es por mi causa que les ha sobrevenido esta violenta tempestad.
Jonás y el pez enorme
13 Aquellos hombres se esforzaban por regresar a tierra, pero no podían, pues el mar se
abalanzaba y se agitaba violentamente sobre ellos.
14 Entonces clamaron a Yahweh, diciendo: ¡Oh Yahweh! No perezcamos nosotros por
la vida de este hombre, ni nos responsabilices de sangre inocente, pues tú eres Yahweh y
procedes como te place.
15 Entonces tomaron a Jonás y lo echaron al mar, y cesó la tempestad del mar.
16 Entonces aquellos hombres sintieron mucho temor delante de Yahweh, y ofrecieron
sacrificios de rectitud a Yahweh e hicieron votos.
17 Pero Yahweh dispuso un enorme pez que se tragó a Jonás; y Jonás permaneció en
las entrañas del pez durante tres días y tres noches a.

1697
Jonás clama desde el Seol
Y desde las entrañas del pez Jonás oró delante de Yahweh su Dios, diciendo:
2 2 A Yahweh clamé en mi aflicción, y Él me respondió. Desde las entrañas del Seol
imploré, y tú escuchaste mi clamor.a
3 Me lanzaste al abismo, al corazón del mar, y la corriente me rodeó. Todas tus agitadas
olas y tus ondas han pasado sobre mí.
4 Entonces yo dije: Alejado fui de delante de tus ojos. Sin embargo, veré de nuevo tu
santo templo.
5 Las aguas me han rodeado hasta el alma, y el abismo me ha envuelto; mi cabeza está
aprisionada en lo más profundo del mar.
6 Descendí a la base de las montañas, y la tierra echó sus cerrojos contra mí para
siempre. Pero tú, oh Yahweh mi Dios, hiciste subir mi vida de la destrucción.
7 Mientras mi alma era atormentada, me acordé de Yahweh, y mi oración entró ante ti, a
tu santo templo.
8 Rechazan tu misericordia todos los que rinden culto a las cosas vanas,
9 pero yo ofreceré sacrificios a ti con voz de acción de gracias. Y lo que prometí, lo
cumpliré en pago a Yahweh.
10 Entonces Yahweh mandó al pez que vomitara a Jonás en tierra.

1698
Jonás predica en Nínive
Y vino palabra de Yahweh a Jonás por segunda ocasión, diciendo:
3
diré.
2 Levántate y dirígete a Nínive, la gran ciudad, y proclámale el mensaje que yo te

3 Entonces Jonás se levantó y se dirigió a Nínive, conforme a la orden de Yahweh.


Nínive era una ciudad grande delante de Dios, de tres días de camino,
4 y Jonás comenzó a entrar a Nínive haciendo un día de recorrido, y proclamó,
diciendo: ¡Dentro de cuarenta días, Nínive será derribada!
5 Entonces los hombres de Nínive creyeron a Dios, y decretaron ayuno y se vistieron
de cilicio desde el mayor hasta el menor2.a
6 El asunto llegó hasta el rey de Nínive, quien se levantó de su trono, se despojó de su
corona real, se vistió de cilicio y se sentó en cenizaa,
7 e hizo proclamar en Nínive, diciendo: Por orden del rey y de sus príncipes, hombres,
animales, toros y ovejas no probarán cosa alguna ni pastarán, y tampoco beberán agua,
8 sino que hombres y ganado se cubrirán de cilicio. Invoquen a Dios con gemido y
arrepiéntase cada uno de su mal camino y de la violencia que hay en sus manos.
9 ¡Quién sabe si Dios se retracte y tenga misericordia de nosotros, y aparte de nosotros
el ardor de su ira para que no perezcamos! a
10 Al ver Dios sus obras, que se arrepintieron de sus malos caminosa, Él apartó de ellos
el ardor de su ira, y no los destruyó.b

1699
Enojo de Jonás por el resultado de su predicación
Esto hizo que Jonás se molestara mucho, y estaba muy deprimido.
4 2 Entonces oró ante Yahweh, diciendo: ¡Oh Yahweh! ¿No es esto lo que yo decía
mientras estaba en mi tierra? Por eso me había anticipado a huir hacia Tarsis, pues yo
sabía que tú eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y mucha es tu bondad, y
que te retractas de hacer el mal.a
3 Ahora pues, Señor mío, quítame la vida3, pues me es mucho mejor morir que vivir.
4 Entonces Yahweh le dijo: ¿Tanta es tu angustia?
Yahweh enseña misericordia a Jonás
5 Entonces Jonás salió de la ciudad, y se sentó al oriente de la ciudad, donde se hizo una
enramada y se sentó bajo su sombra para contemplar lo que le ocurriría a la ciudad.
6 Y Yahweh Dios dispuso que brotara y creciera una tierna planta de calabaza por
encima de Jonás, para que le sirviera de sombra sobre su cabeza y mitigara su malestar;
y Jonás se regocijó muchísimo por la tierna planta de calabaza.
7 Pero al día siguiente, al romper el alba, Yahweh Dios dispuso un gusano, el cual atacó
a la tierna planta de calabaza, y la marchitó.
8 Sucedió que al salir el sol, Yahweh Dios dispuso un viento abrasador para que secara
la calabaza; entonces el sol hirió la cabeza de Jonás hasta dejarlo exhausto, de modo que
pedía morirse4, y dijo: ¡Alcánzame con tu mano, oh Yahweh, para que me quites la
vida5, pues no he sido mejor que mis padres!
9 Entonces Yahweh Dios dijo a Jonás: ¿Tanto te angustiaste por la tierna planta de
calabaza? Y Jonás respondió: ¡Mucho me angustié, hasta la muerte!
10 Yahweh le dijo: ¿Tuviste misericordia de la tierna planta de calabaza, por la cual no
trabajaste ni la hiciste crecer, aunque brotó en una noche y en una noche se secó?
11 ¿Acaso no he de tener yo misericordia de la gran ciudad de Nínive, en la cual hay
más de ciento veinte mil hombres que no distinguen su mano derecha de su mano
izquierda, y muchos animales?
1 1:7 Lit., y salió la suerte de Jonás.
2 3:5 Lit., sus mayores hasta sus menores.
3 4:3 Lit., quita el alma de mí.
4 4:8 Lit., la muerte para su alma.
5 4:8 Lit., quites el alma de mí.

1:1 a 2º R. 14:25; Mt. 12:39-41; 16:4; Lc. 11:29, 30 1:2 a Gn. 10:11; Jon. 3:2; Mt. 12:41 1:7 a Lv. 16:8; Nm.
26:55; Jos. 14:2; Sal. 22:18; Pr. 18:18 1:17 a Mt. 12:40; 16:4 2:2 a Sal. 18:5, 6; 22:24; 86:13; 120:1
3:5 a Mt. 12:41; Lc. 11:32 3:6 a Job 2:8; 42:6; Jer. 6:26; Ez. 27:30 3:9 a 2º S. 12:22; Jl. 2:13, 14 3:10 a Mt.
12:41 b Éx. 32:14; Jer. 18:8 4:2 a Éx. 34:6; Nm. 14:18; Sal. 86:15; 103:8; Stg. 5:11

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