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— Antonio Gramsci,
Cuadernos de la cárcel (1930)
¡NO PASARÁN! 3
primera plana
pág. 26 pág. 48
pág. 56 pág. 74
pág. 94
MI VILLANO FAVORITO
RODRIGO NUNES
secciones No 6 SEGUNDO TRIMESTRE 2022
10 14 36 40
gambito fuego amigo quémese después carne de cañón
de rey de leerse
En redes andan Crecer en el fin
Síntomas diciendo/ Tres kilos de la historia
mórbidos Nos escriben de puro
anticomunismo
16 21 43
líneas mano a mano manual
de suministro Como el sol de instrucciones
Volver peores cuando amanece, Cinco puntos
yo soy libre a tener en cuenta cuando
debatimos con la derecha
66 86 104
punto de fuga termidor de los extremos
Una secta Extrema derecha Balas y Barbies
alemana en el sur y cambio climático
de Chile
107
90 del imperio
70 girondins La República
rosa blindada The Department del Bitcoin
La mano of Decolonialism
derecha
de la oscuridad
¿La rebeldía Las nuevas La fuga de
se volvió caras de la Siberia en
de derecha? derecha un trineo
Pablo Enzo de renos
Stefanoni Traverso León
Trotsky
Presentación
de Leonardo
Padura
Se imprimió
en Latingráfica
en junio 2022
de frente
LAS BARRICADAS CORTAN CALLES
PERO ABREN CAMINOS
DE FRENTE
GAMBITO DE REY POR MARTÍN MOSQUEIRA
Síntomas mórbidos
«E
l que no quiere hablar de capitalismo —escribió célebremente Max Horkheimer en
1939— debería callar en lo que al fascismo se refiere». La fórmula también aplica en
el caso de la extrema derecha contemporánea. Es preciso hablar de capitalismo y,
sobre todo, de su crisis.
Parece cada vez más evidente que el capitalismo atraviesa una crisis general, y que no estamos
más que a mitad de camino de un largo periodo de transición. El capitalismo ha mutado luego de
todas sus grandes crisis: 1873, 1929, 1973. En cada oportunidad se produjeron transformaciones
profundas que no afectaron solamente al terreno económico, sino a la articulación del conjunto del
sistema capitalista, incluyendo cambios en el campo institucional, ideológico y geopolítico.
Suele identificarse cada crisis con el año del crack económico que le dio inicio, pero su
desarrollo y resolución siempre comprometieron a todo un ciclo histórico. De 1873 hasta
entrados los años 1890 transcurrió el periodo conocido como la (primera) Gran Depresión, que
enterró al capitalismo de libre competencia consolidado luego de 1848. La crisis de 1929 tuvo su
verdadero inicio en la Gran Guerra de 1914-1918 y se extendió hasta el final de la Segunda Guerra
Mundial. Eric Hobsbawm denominó este período como «la era de las catástrofes»: las dos
guerras mundiales, la mayor depresión económica de la historia del capitalismo, el ascenso del
fascismo en Europa, el Holocausto. El capitalismo solo consiguió estabilizarse de nuevo una vez
que se concretó toda esa destrucción y por medio de una nueva mutación. En la posguerra
emergieron el «pacto fordista» y el Estado de Bienestar, que permitieron una expansión de tres
décadas. En este caso, la estabilidad política y social generalizó la ilusión de haber dejado atrás
los desequilibrios capitalistas y se multiplicaron las teorías que consideraban que la tendencia a la
crisis había sido superada.
Sin embargo, el «capitalismo keynesiano» enfrentó su propia crisis sistémica en la década de
1970. Nuevamente, su desarrollo y su resolución comprendieron un periodo de transición largo
y convulso: la derrota del ascenso obrero de fines de los años 1960, la «restauración conserva-
dora» de Thatcher y Reagan, las dictaduras latinoamericanas y, como consumación, la caída del
«campo socialista» y la restauración capitalista en el Este europeo. Los años 1990 fueron el
apogeo del capitalismo neoliberal, que se impuso globalmente con una fortaleza que tiene pocos
paralelos en la historia moderna. Pero a partir de la crisis financiera de 2008 y con más fuerza
luego de la parálisis de la producción que impuso el COVID-19, entramos en otro periodo de
crisis general del capitalismo. Esta situación señala la reaparición de un nuevo ciclo de inestabi-
lidad y desequilibrios a nivel global.
Circula a menudo la frase, acuñada originalmente por el trotskista británico Tony Cliff,
que define nuestra etapa como «los años 1930 en cámara lenta». Pero la fórmula tiene
muchas limitaciones. Las diferencias con el periodo de entreguerras son al menos tan
significativas como las simetrías, empezando por la ausencia de una amenaza revolucionaria
surgida de la clase obrera. Sin embargo, si evitamos caer en la tentación de analogías
demasiado rápidas, podemos advertir que la sentencia encierra un momento de verdad. Al
compás de una nueva crisis histórica del capitalismo estamos asistiendo al lento eclipse de un
mundo. A un ritmo menos acelerado que el de los años 1930, estamos viendo cómo se
El neoliberalismo y su crisis
Como explica David Harvey, el neoliberalismo fue un proyecto de recomposición del poder de
las élites económicas que necesitaban volver a inclinar el equilibrio de fuerzas de clase a su favor
para resolver el impasse con el que se había topado el capitalismo de posguerra. La emancipación
de la competencia mercantil respecto de las restricciones que la habían sujetado en el periodo
anterior sirvió para disciplinar a los trabajadores y al capital sobrante. La quiebra de empresas e
industrias enteras y el salto en los niveles de desempleo erosionaron el poder de los sindicatos y
permitieron recuperar la tasa de ganancia del capital más competitivo.
El neoliberalismo en auge pudo articularse con formas consensuales de dominación política,
hasta el punto de apropiarse casi enteramente del significante flotante «democracia». Ante la
caída del muro de Berlín y la desarticulación del «campo socialista», el capitalismo triunfante dio
por cerrado el «siglo de los extremos» y se anotó en el campo de los vencedores de la disputa
secular entre «democracia y totalitarismo». El matrimonio de la economía de mercado y la
democracia liberal se presentó entonces como «fin de la historia». La máxima libertad en el
terreno civil y el imperio de la democracia electoral eran el reverso del señoreo sin contrapesos
del mercado en la vida económica.
Pero, como señala Adrián Piva, actualmente el capitalismo ya no puede garantizar la
dominación política recurriendo solamente a la disciplina de mercado. El capitalismo se «repoli-
tiza»: al mismo tiempo que retornan movimientos enérgicos de intervención estatal en la
economía, el Estado se endurece en el plano político. En consecuencia, vemos que el cerrojo
hegemónico que conectaba neoliberalismo y democracia empieza a desvanecerse. Ahora bien, el
endurecimiento autoritario de los Estados, ¿es solo un síntoma más de la crisis o es también una
clave de su resolución, un rasgo del paisaje que nos espera al final del trayecto? El fascismo
histórico, al igual que el New Deal estadounidense, anticipó tendencias generales que iban a ser
parte de la nueva fisonomía del capitalismo de posguerra: participación masiva del Estado en la
economía, encuadramiento estatal de la clase trabajadora, fortalecimiento del capital monopo-
lista. En la actualidad, ¿estamos avanzando hacia una fase del capitalismo donde los mecanismos
políticos de disciplinamiento, de los que la extrema derecha es la expresión más evidente, estarán
en el centro de la próxima etapa?
Otro fenómeno se añade a esta tendencia. Cuarenta años de ofensiva neoliberal han generali-
zado un entorno de inestabilidad laboral y anomia social que despierta el deseo de orden y
protección en capas significativas de la población. Es decir, la exigencia de orden empieza a ser
un reclamo que viene «de abajo». ¿Puede desarrollarse una sintonía temible entre un deseo
conservador de protección de sectores de las clases populares y las necesidades autoritarias del
capitalismo para estabilizar un nuevo modo de dominación política?
¡NO PASARÁN! 13
GAMBITO DE REY
Es visible un cambio demográfico del voto en antiguos bastiones obreros, sobre todo en Europa
y EE. UU., como el apoyo a Trump en el cinturón del óxido norteamericano o la penetración de Le
Pen en el norte obrero desindustrializado de Francia. La «preferencia nacional» es la consigna
dominante de la extrema derecha en los países desarrollados. Este nacionalismo está marcado por
una ambigüedad discursiva calculada en cuanto al objeto frente al que se prioriza el propio país:
¿las élites globalistas, las multinacionales, los inmigrantes? La extrema derecha, sobre todas las
cosas, trata de capitalizar la exigencia por parte de los ciudadanos originarios de sus respectivos
países de los beneficios del Estado del Bienestar residual y el empleo escaso en detrimento de los
inmigrantes. Habermas bautizó esta política como «chauvinismo de Bienestar».
Es visible que, hasta cierto punto, la extrema derecha se convirtió en una expresión distorsio-
nada de la indignación de una parte de los sectores populares sometidos a décadas de ofensiva
neoliberal. No es exagerado afirmar que, en algunos países y en algunos sectores, el voto a la
extrema derecha adquiere la connotación de un gesto de autoafirmación de clase por parte de los
trabajadores. Y, es necesario detenerse en este aspecto, el carácter crecientemente plebeyo de la
extrema derecha presenta una simetría inquietante con el periodo de entreguerras.
¿Neofascismo?
El fascismo tiene un cariz enigmático, porque aparecen en él los contenidos más opuestos. Afirma
el autoritarismo y organiza la rebelión. Combate la democracia contemporánea y, por otra parte, no
cree en la restauración de nada pretérito. Parece proponerse la forja de un Estado fuerte y emplea
los medios más disolventes, como si fuera una facción destructora o una sociedad secreta. Por cual-
quier parte que tomemos el fascismo hallamos que es una cosa y a la vez la contraria, es A y no A.
que el movimiento obrero todavía no había quedado fuera de combate. El fascismo no derrotó
la revolución directamente, sino que llegó a completar el trabajo cuando las amenazas revolu-
cionarias ya habían fracasado. De nuevo, la pertinencia del paralelo es parcial, pero permite
observar una dinámica. En la larga duración, es imposible abstraer el ascenso de la extrema
derecha del eclipse de las tradiciones socialistas del movimiento obrero y del giro neoliberal de
buena parte de las izquierdas durante los años 1980 y 1990.
En América Latina, por su parte, se desarrolla una peculiaridad que es preciso señalar: la
extrema derecha está vinculada a esa excepcionalidad global que fue el «ciclo progresista». Es
decir, no emerge como respuesta directa a la crisis del neoliberalismo sino al retroceso de un
periodo político que fue precisamente la respuesta a la crisis del neoliberalismo. Por esta razón la
extrema derecha regional se asocia tan rápidamente con el ultraliberalismo económico, tiene un
perfil más anticomunista y empalma con una base de clase tradicional en los sectores medios. Los
gobiernos progresistas generaron una reacción que no esperaban ni estaban dispuestos a enfrentar
seriamente. Pusieron en alerta a las clases dominantes sin tomar las medidas radicales que
hubiesen permitido sacarlas de combate. Y en su ruptura parcial con el neoliberalismo terminaron
por desmoralizar y desorientar a su propia base. No hay Bolsonaro sin las decepciones del PT.
Una izquierda que claudica cíclicamente ante las políticas neoliberales no puede más que
deshacer progresivamente la alianza histórica entre el movimiento obrero y la tradición socia-
lista. Sin embargo, esta situación tiene un reverso notable. Todo indica que cuando emerge una
nueva izquierda radical, sin compromisos neoliberales, los sectores populares responden rápido
y favorablemente: Bernie Sanders y Jeremy Corbyn en la socialdemocracia anglosajona,
Podemos, Syriza y La France Insoumise en la Europa continental, el bolivarianismo en América
Latina. Por el momento, el hilo no se cortó del todo: la extrema derecha se apoya sobre todo en la
radicalización de la base social tradicional de la derecha, que siempre incluyó a un sector de la
clase trabajadora, aprovechando más que capitalizando la desmoralización de los sectores
populares, que pasan a la abstención electoral en el marco de un proceso de desafección política.
De esto se sigue una conclusión estratégica. Si queremos combatir a la extrema derecha no
podemos subordinarnos —retomando una expresión acuñada por Keynes en el período de
entreguerras— al «partido del viejo mundo»: los Macron, los Clinton, los Alckmin. Ellos son los
representantes del statu quo frente al cual se alza la revuelta reaccionaria. No se trata de sellar
una alianza entre la izquierda y el centro liberal que emule el Frente Popular de los años 1930. Si
la izquierda se muestra como la «extrema izquierda» del statu quo, el descontento popular
seguirá encaminándose hacia soluciones autoritarias. Porque como dice Rodrigo Nunes en su
análisis del bolsonarismo, la extrema derecha tiene el mérito de reconocer «que las cosas están
muy mal». Más allá de apoyos transitorios en torno a objetivos prácticos, como cerrarle el paso a
Trump, Le Pen o Bolsonaro en las elecciones, un acuerdo duradero equivale a fortalecer la causa
para intentar evitar el efecto.
La insatisfacción social con el neoliberalismo es todavía inestable y no termina de definirse en
términos políticos. Como afirmaron los operaistas italianos, si hay crisis capitalista es porque hay
luchas. La crisis es síntoma de un potencial político todavía disponible. A diferencia de lo que
sucedía en los años 1930, la extrema derecha por el momento no logra estabilizarse cuando llega al
gobierno ni consigue dar una salida de conjunto a la crisis. Esto significa que hay un campo abierto
para disputar el malestar de época y canalizarlo políticamente en un sentido emancipatorio.
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DE FRENTE
FUEGO AMIGO
En redes
andan diciendo
Un paso adelante,
dos pasos atrás
Q
uiero felicitarles por la movilización» le permite indagar la radicalidad del movimiento obre-
publicación del texto de en los sujetos sociales que luchan, ro en los límites del capitalismo de
René Rojas: «Las ma- ya sea en los años 1950-1980 del Estado del siglo XX, o que los «po-
reas cambiantes de la izquierda siglo pasado, y 2000-2018 en este bres e informales» en el siglo XXI
latinoamericana». siglo, y su capacidad de incidencia incorporan en sus filas a la nueva
Al fin un texto crítico serio, mar- en las estructuras de dominación cualidad material fragmentada de
xista y fundamentado de la primera económicas. De esta forma, hay una los obreros. Por ello, visto en pers-
oleada de los gobiernos progresistas clara diferencia entre el sujeto obre- pectiva histórica, la superación social
latinoamericanos. Rojas hace un es- ro de gran industria de la primera del progresismo ha de requerir, ya
fuerzo por entender las condiciones época con el “sujeto popular» de la sea la reconstitución de una nueva
de posibilidad de las luchas colectivas segunda y, con ello, una diferencia forma del movimiento obrero, ade-
y de los resultados políticos de esas lu- de demandas y de radicalidades es- cuada a la materialidad de los nuevos
chas. No adecua los acontecimientos tructurales frente al orden capita- tiempos, lo que supone un largo pe-
a un resultado (la «pasivizacion»; el lista dominante. Años atrás, para riodo de sedimentación de su nueva
«reformismo»), sino que halla en el Bolivia, yo trabajé el concepto de autonomía de clase. Pero en todo
movimiento de la realidad de las con- «forma sindicato» para diferenciar caso, todas estas observaciones no
diciones materiales y las luchas socia- las movilizaciones del siglo XX, y la restan la fuerza argumental del tra-
les desplegadas en esas condiciones, «forma multitud» y “forma comu- bajo de Rojas, su lúcido aporte a la
el espacio de posibles, los alcances y nidad» en el caso de las luchas de comprensión marxista de la realidad
límites de las luchas. Ese es un punto inicios del siglo XXI. latinoamericana.
de vista realmente crítico, marxista. Ciertamente se puede hacer crí-
Su propuesta de diferenciar el ticas al trabajo de Rojas, como el que -Álvaro García Linera,
«poder estructural» del «poder de no ve las formas de integración de La Paz, Bolivia
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DE FRENTE
LÍNEAS DE SUMINISTRO POR RAFAEL KHACHATURIAN
TRADUCE VALENTÍN HUARTE
ILUSTRACIONES
GABRIELA SÁNCHEZ
Volver peores
Después del asalto al Capitolio, Donald poco eclipsada en las noticias nacio-
nales, primero por la pandemia y más
Trump y la extrema derecha abandonaron tarde por la invasión rusa de Ucrania.
el centro de la escena política. Pero ahora Sin embargo, no hay mal que
por bien no venga, y el ojo esquivo
que el público no les presta atención, del público, distraído con la miríada
están aprovechando para reagruparse de crisis que están poniendo en ja-
que el orden mundial, abrió nuevas
y radicalizarse. posibilidades de reagrupamiento.
Aunque es probable que la extrema
derecha no esté todavía en posición
P
de tomar el poder por la fuerza, supo
asó más de un año y medio ala derecha de la sociedad civil. Por aprovechar la combinación de una
desde que 2500 seguidores eso, aunque imprevisto, el violento serie de ventajas institucionales y
del entonces presidente Do- espectáculo del Capitolio llegó co- la pérdida de efectividad ideológica
nald Trump asaltaron el Capitolio. En mo la culminación adecuada de su de la política centrista para sentar
el marco de lo que cabe denominar mandato. las bases de conflictos políticos aún
como la primera transición presiden- Eso no quita que la derrota elec- más intensos en los próximos años.
cial hostil de Estados Unidos desde la toral despojó a la extrema derecha de
elección de Abraham Lincoln —que su punto de apoyo estatal más impor-
anticipó nada menos que la guerra tante. Inmediatamente después de Global y local
de Secesión de 1861—, una multi- su ilegal e infructuosa impugnación
tud armada bajó a Washington con la de los resultados electorales, Twitter La derecha estadounidense es una
expectativa de anular los resultados suspendió la cuenta de Trump, que expresión particular de la oleada
del 3 de noviembre de 2020 que de- siempre había preferido ese medio a global de políticas reaccionarias que
finieron la presidencia de Joe Biden. la hora de comunicarse con sus segui- azotó el mundo la década pasada. En-
Durante los cuatro años anterio- dores y anunciar decisiones políticas zo Traverso destacó ciertos rasgos
res, el gobierno de Trump había alen- ad hoc. Desde entonces, la formación comunes de estas formaciones polí-
tado activamente la movilización del política que encabezó se ha visto un ticas «posfascistas», especialmente
¡NO PASARÁN! 19
LÍNEAS DE SUMINISTRO
el Partido Demócrata y el Partido sino mediante la mutación a largo sigue haciendo metástasis un enor-
Republicano, dando al partido de plazo de uno de los dos partidos del me aparato carcelario convertido en
derecha el impulso que necesita pa- establishment. una nueva fuente de acumulación de
ra reconquistar el Congreso en los renta y capital.
próximos meses. La derecha pos Trump no solo
Por otro lado, la influencia per- Posición y maniobra no abandonó las «guerras cultura-
sonal de Trump en la política interna les» contra la identidad racial y de
del partido nunca cesó: sigue siendo La movilización de la derecha no se género, sino que está fomentando
el personaje más influyente de la or- desarrolló solo en las instituciones una nueva ola. Además de ejes tradi-
ganización y el mejor posicionado políticas, sino también en esos sitios cionales como el aborto (cuya legali-
para conseguir apoyo y fondos para en que los límites entre el Estado y la dad está al punto de ser anulada por
candidatos republicanos que dispu- sociedad civil son más borrosos y per- la mayoría conservadora del Tribu-
tarán las próximas elecciones. Así, meables. En particular, logró mante- nal Supremo, nominada por Trump),
bajo la sombra de Trump, el Partido ner puntos de apoyo fundamentales está empezando a centrar sus ata-
Republicano gravita entre dos po- en las áreas vinculadas con la repre- ques en «cuestiones» particulares,
los. Pone a competir candidatos bien sión y con el consenso, esto es, los como la igualdad racial, pregonada
vistos por el establishment, como los aparatos represivo y educativo. en el campo académico por la Teoría
senadores Mitch McConnell, Marco En Estados Unidos, la línea entre crítica de la raza, el reconocimiento
Rubio y Ted Cruz, todos tácitamente las nuevas tendencias posfascistas y de las identidades LGTBIQ+ y los
trumpistas, contra una oleada de in- el Estado es especialmente porosa programas educativos que tratan
surgentes trumpistas explícitos que en las instituciones represivas y car- sobre la historia de la esclavitud en
incluye a Laurent Boebert, Marjorie celarias. Los juicios federales por la Estados Unidos. En estados como
Taylor Greene, Madison Cawthorn violencia del Capitolio llegaron bas- Texas, Florida y Pensilvania, ciertas
y Marr Gaetz. tante lejos y alcanzaron a dirigentes organizaciones vinculadas con una
Hasta hace poco, el primer gru- de grupos de derecha como los Proud generosa red de donantes conser-
po intentaba saldar torpemente la Boys. Sin embargo, la organización, vadores están tomando la delante-
división entre los conservadores tra- junto a muchas otras que reivindican ra y proponiendo leyes que buscan
dicionales y sus bases postrumpistas el mismo tipo de «patriotismo» y que prohibir que se hable de estos temas
de extrema derecha. Pero el hecho son básicamente milicias armadas — en las aulas. Como en el pasado, la
de que el partido conociera de ante- como los Oath Keepers y los Three derecha concentra la movilización
mano los intentos que haría Trump Percenters— sigue activa. de la sociedad civil en el punto de in-
de anular las elecciones y su falta Los departamentos de policía tersección entre educación y familia.
de voluntad a la hora de disciplinar funcionan hace mucho tiempo como En general, la derecha justifica
a los personajes que defendieron el incubadoras de ideología suprema- sus propuestas de ley en el marco
ataque al Capitolio, sumados al es- cista blanca. El proceso se hizo más de esta «guerra cultural» como me-
pacio relativamente marginal que evidente durante los años de Trump, didas necesarias contra la supuesta
ocupa la minoría republicana anti especialmente durante las revueltas ideología dominante de la izquierda
Trump —por ejemplo, Mitt Romney de masas del verano de 2020, cuan- promovida por las «élites progresis-
y Elizabeth Cheney—, sugieren que do el presidente incitó a la policía a tas». Aunque el anticomunismo no
el partido está girando cada vez más reprimir violentamente las protestas es más el pegamento que mantiene
a la extrema derecha. de Black Lives Matter. En simultá- a estos sectores unidos en un movi-
De este modo, la derecha pos- neo, el régimen de control de fronte- miento centralizado, como sucedía
fascista estadounidense logra una ras punitivo creó condiciones donde en los años 1950 y 1960, las nuevas
proeza en un sistema electoral que varias organizaciones paramilita- guerras culturales sugieren que to-
castiga las terceras posiciones: ha res vinculadas con la derecha crecen davía es el horizonte ideológico que
encontrado su salida política no a con el apoyo tácito o explícito de los condiciona su sentido histórico.
través de un partido antisistémico, cuerpos de seguridad. Por detrás,
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LÍNEAS DE SUMINISTRO
ILUSTRACIONES
GABRIELA SÁNCHEZ
Como el sol
cuando amanece,
yo soy libre
«N
o vine a guiar corde- En Argentina, Javier Milei
ros, sino a despertar
leones». En cada ac-
es la nueva cara de una derecha
to de campaña para las elecciones que se maquilla de antisistema
de medio término de 2021, el eco-
nomista Javier Milei, vestido con
y pretende adueñarse
chaqueta de cuero y con aire rocke- de la rebeldía.
ro, repetía ese latiguillo. De fondo,
sonaba «Se viene el estallido», de la
banda Bersuit Vergarabat, un tema
que a fines de los años 90 coreaba
la izquierda contra el país construi-
do por las reformas estructurales juvenil a tercera fuerza política en Unidos, que él mismo había ayu-
neoliberales. Así, a veinte años de la Ciudad de Buenos Aires, con un dado a fundar: Rothbard separaba
la crisis de 2001, el devenir de esta 17% de los votos. la autoridad estatal, que había que
canción nos informa sobre los cam- Movilizando simbologías liber- rechazar de plano, de la autoridad
bios en la atmósfera política, sobre tarias para iniciados, como la ban- social (familias e iglesias) que había
el signo de la indignación social y, dera de Gadsden, y difundiendo que fortalecer precisamente para
más aún, sobre la emergencia de textos del estadounidense Murray luchar contra el poder del Estado.
una derecha de nuevo tipo, con es- Rothbard, Milei ha logrado popu- A partir de esta operación podía re-
téticas «rebeldes» y sin complejos larizar algunos tópicos libertarios chazar a los «hippies» antiautoridad
ideológicos. entre un público más amplio. O, de del Partido Libertario y conectar con
Liderados por este excéntrico manera más precisa, paleoliberta- la old right (vieja derecha) estadou-
economista de 51 años, con un pa- rios, ya que, al igual que Rothbard, nidense, e incluso con posiciones
sado de futbolista en las inferiores su ideario combina ideas antiestatis- reaccionarias radicales.
del Club Atlético Chacarita Juniors tas con posiciones reaccionarias. El «Soy anarcocapitalista en la
y cantante heavy metal aficionado, prefijo «paleo» le sirvió al pensador teoría y minarquista en la prácti-
los libertarios argentinos pasaron estadounidense para diferenciarse ca», suele repetir Milei, sin que sus
de ser una suerte de tribu urbana del Partido Libertario de Estados
¡NO PASARÁN! 23
MANO A MANO
Si antes de su salto a la políti- el bolsonarismo en Brasil y con la estas zonas, Milei conectó con un
ca Milei solo hablaba de economía, extrema derecha chilena. Todo eso tipo de emprendedorismo popular
la necesidad de ampliar su campo sin dejar de reivindicar a Donald enmarcado en amplias redes de eco-
discursivo para disputar una cam- Trump como el «mejor presidente nomía informal.
paña electoral lo llevó a incorporar, de Estados Unidos». Su crecimiento se vincula con un
de manera poco digerida, varios de En la campaña electoral 2021, clima de frustración social tras las
los tópicos de la alt-right, como la Milei obtuvo una votación homo- experiencias kirchnerista y macrista,
denuncia de que el cambio climá- génea en todos los barrios de la que no lograron resolver problemas
tico es un «invento de los socialis- Ciudad de Buenos Aires, con una perennes tales como la elevada in-
tas» o la supuesta existencia de un leve diferencia a su favor en zonas flación y los altos niveles de pobre-
marxismo cultural. También Milei de clases medias-bajas. Incluso re- za. Fue especialmente el fracaso del
se sumó a las visiones conspiranoi- corrió barrios populares (antes lla- gobierno de Mauricio Macri lo que
cas sobre el Foro de São Paulo, una mados villas de emergencia y hoy abrió las puertas a una fuerza «sin
instancia de coordinación de las iz- parcialmente urbanizados), donde complejos» a la derecha de su parti-
quierdas latinoamericanas hoy en repitió que el liberalismo es particu- do, Propuesta Republicana (Pro). De
declive. En el plano internacional larmente beneficioso para los secto- hecho, la construcción de Milei, que
se vinculó con Vox en España, con res «oprimidos» de la sociedad. En
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MANO A MANO
¡NO PASARÁN! 27
ronan
burtenshaw DE
EL CULTO
LA PROPIEDAD
La derecha se autoproclama
campeona de la libertad,
pero cuando analizamos su historia
nos damos cuenta de que siempre
tuvo otra prioridad: la defensa
de la propiedad
y de los propietarios.
ILUSTRACIONES
DANI SCHARF
TRADUCE
VALENTÍN HUARTE
RONAN BURTENSHAW
L
os textos filosóficos clásicos democracia ateniense nunca instituyó ninguna medida
de la Antigua Grecia, que con ese objetivo, pero el tema de las relaciones entre
hasta cierto punto son el democracia y propiedad tuvo una enorme influencia
fundamento del pensamien- en la historia.
to político contemporáneo, Cuando, una generación después, Aristóteles trató
manifiestan una peculiar ob- el tema de la democracia, la definió como un sistema
sesión con el tema de la democracia. Ninguna sorpresa: donde «gobiernan los pobres». En una democracia pura,
en épocas de Sócrates, Platón y Aristóteles, no existía argumentó, los pobres tendrían suficiente poder como
«Grecia», sino que había una serie de ciudades-estado, para votar quitarles la propiedad a los ricos. Por lo tanto,
cada una gobernada por órdenes constitucionales dis- la democracia no podría convivir con la pobreza: una de
tintos que competían entre sí. las dos tendría que desaparecer. En su Política, Aristóte-
La democracia de Atenas era el más reconocido de les analizó múltiples posibilidades: resaltó las virtudes
esos órdenes. Cabe destacar que no se trataba de una de las monarquías y de las aristocracias, pero también
democracia en el sentido contemporáneo: era a la vez argumentó a favor de un proto Estado de bienestar.
más radical y más limitada. Solo participaban del go- Al final concluyó que cabía aceptar cierto tipo de
bierno los ciudadanos varones y adultos de la ciudad, democracia, pero solo si estaba restringida por una ley
artesanos incluidos. En cambio, las mujeres, los esclavos que limitara cualquier amenaza excesiva contra el orden
y los extranjeros estaban condenados a los márgenes. social. Muchos teóricos políticos aceptaron esta idea, que
Sin embargo, era una democracia directa: la asamblea terminó siendo el fundamento del constitucionalismo
comprendía a la totalidad de los ciudadanos y los fun- moderno, pero la pregunta de la que surgió —cuál es la
cionarios eran electos por sorteo. mejor forma de proteger la propiedad de las garras de
En los años 1950, C. L. R. James, marxista trinitense, la democracia— persiguió a las élites durante muchas
escribía sobre esa antigua forma de gobierno: «Aunque generaciones. De hecho, esa pregunta es el eje de lo que
hoy un burócrata sindical o un diputado laborista su- hoy conocemos como política de derecha.
frirían un ataque de pánico si escucharan que cualquier
obrero podría ocupar su cargo político, ese era preci- ¿QUÉ QUIERE En la actualidad, si pregun-
samente el principio rector de la democracia griega. Y LA DERECHA? tamos a cualquier persona
esa fue la forma de gobierno bajo la que floreció la civi- de izquierda cuál es el rasgo
lización más grandiosa que el mundo haya conocido». que define a la derecha, es
Pero la élite propietaria de Atenas tenía una percep- probable que la respuesta
ción distinta del asunto. Platón, aristócrata que compar- sea confusa. Algunos pondrán el eje en la intolerancia:
tía linaje con el último de los reyes de la ciudad, criticaba la derecha es racista, sexista, homofóbica, xenofóbica,
el sistema democrático de gobierno por otorgar cierta etc. Otros centrarán la crítica en la filosofía: ser de de-
igualdad tanto a «los iguales» como a los «no iguales». recha es defender la tradición, el orden, la jerarquía o,
El célebre filósofo escribió en una época en que el mun- en términos más modernos, el individualismo.
do de habla griega naufragaba en el caos económico Ambas perspectivas tienen algo de verdad, pero
que siguió a las guerras médicas y muchas aspiraciones ninguna alcanza la esencia de la cuestión. Durante mu-
democráticas radicales estaban ganando terreno. chos siglos, el objetivo principal de la política de dere-
La lógica democrática se imponía por sí sola: si to- cha fue la defensa de la propiedad. Y ese proyecto, más
dos los ciudadanos tenían una participación igualitaria que cualquier otra cosa, estructuró argumentos, sirvió
en el reino de la política, ¿por qué deberían tolerarse las a la construcción de alianzas y conservó una tradición
enormes desigualdades que determinaban el reino de política consistente a lo largo de períodos de enormes
la economía? Algunos contemporáneos de Platón, sobre cambios históricos.
todo Hipodamos y Faleas, retomaron la pregunta y pro- Es verdad que la derecha nunca dejó de ser una fuen-
pusieron que, en una ciudad-estado ideal, la propiedad te generosa de intolerancia. Pero esto no debe entenderse
debería redistribuirse a los fines de garantizar la igual- simplemente como un prejuicio personal o una falta mo-
dad social. Hoy estos aportes son poco conocidos, y la ral de sus defensores. Por el contrario, la intolerancia es
“
o el de si es correcto que un niño entre en el mundo con
una herencia multimillonaria.
Comprender la esencia propietaria de la derecha es
fundamental porque sirve para desmitificar una tradi-
ción que suele presentársenos de una manera comple-
NADA ES MÁS tamente distinta. Por ejemplo, ¿cómo puede ser que el
liberalismo libertario y el fascismo compartan un linaje
IMPORTANTE PARA común? Y no es una tesis polémica. En Liberalismo,
libro de 1927, Ludwig von Mises, uno de los padres de
LA DERECHA la escuela austriaca, escribió que los fascistas estaban
«colmados de buenas intenciones» y que el fascismo era
QUE LA un «parche de emergencia» necesario para proteger la
civilización europea de la amenaza del socialismo. Y no
PROPIEDAD. es una excepción: Friedrich Hayek defendió a Pinochet y
a Salazar diciendo que estaban a la cabeza de «gobiernos
autoritarios bajo los cuales la libertad personal está más
segura que bajo las democracias». No es casualidad que
los Chicago Boys de Milton Friedman trazaron la hoja
de ruta económica de la gestión de Pinochet.
Esto no significa que los liberales libertarios sean lo
mismo que los fascistas, pero sí muestra que hay algo
fundamental que los une —mucho más que lo que une
a un libertario con un demócrata— y es el proyecto de
defender la propiedad. De hecho, el reconocimiento de
Aristóteles de que la democracia representaba una ame-
naza potencial contra el reino de la propiedad influyó
consistente con el proyecto de defender la propiedad en directamente en Hayek, crítico del «democratismo»,
el marco de las relaciones de dominación privadas que defendido por muchos de sus compañeros de ruta, que
genera: defender al propietario de esclavos, al colonia- amenaza los derechos de propiedad cuando exige «po-
lista, al capitalista, al esposo, a la familia nuclear. Incluso deres ilimitados para la mayoría».
en los casos en que se puso mucho empeño en producir Si se pierde de vista el eje de la propiedad, las defini-
específicamente modos racistas de pensamiento —la ciones de la política de derecha se vuelven confusas. Las
eugenesia, por ejemplo— estaba en juego la justifica- personas de derecha no son simplemente reaccionarias;
ción de las relaciones de propiedad y la expropiación y de lo contrario, seguirían defendiendo la institución de
desposesión con frecuencia violenta que las acompañan. la esclavitud. Tampoco son conservadoras en un senti-
Nada es tan importante como la propiedad. La de- do general. Después de todo, no parecen haber querido
recha defiende la tradición pero también acogió el ca- conservar nada cuando Margaret Thatcher arrasó con
pitalismo, que impulsó el período de cambio social más los barrios obreros de Gran Bretaña, o cuando los dere-
grande y la modernización más profunda de la historia chistas de hoy defienden a las empresas de combustibles
del mundo. En el mismo sentido, la derecha defiende el fósiles que están destruyendo el planeta.
orden, pero estuvo dispuesta a quebrar constituciones La derecha es reaccionaria —nada la motiva más
cada vez que un gobierno electo puso en cuestión las que tener un movimiento de izquierda enfrente— y
relaciones de propiedad, como sucedió en países como también es conservadora. Pero solo en un sentido muy
Chile, Irán y España. Y aboga por el individuo y la me- particular. Robert Peel, que tiene el mérito de haber
ritocracia… hasta que se plantea el problema de si los sido fundador, no de una, sino de dos grandes institu-
trabajadores deberían gobernar sus lugares de trabajo, ciones de derecha —el Partido Conservador británico
¿NO PASARÁN? 31
RONAN BURTENSHAW
y la Policía Metropolitana de Londres— sintetizó bien natural. Los humanos siempre intercambiaron y comer-
esta idea cuando dijo que su objetivo era «Cambiar lo ciaron y, por lo tanto, siempre tuvieron un concepto de
que haya que cambiar para conservar lo que se pueda propiedad que estructuró la jerarquía social.
conservar». Y, casi siempre, eso que intentan conservar, El único problema con ese argumento es que es fal-
es la propiedad. so. Durante décadas, la antropología operó con el su-
puesto de que las primeras sociedades humanas habían
SOLDADOS En Derecho, legislación y li- sido igualitarias y se habían estructurado en pequeñas
DE LA PROPIEDAD bertad, intervención de los comunidades. No hace tanto tiempo esta idea entró en
años 1970, Hayek sentó las crisis y muchos investigadores sostienen que existieron
bases filosóficas del culto a organizaciones más amplias y jerárquicas. Como sea,
la propiedad característico aun si no se verifica la tesis del comunismo primitivo
de la derecha contemporánea. «Ya no caben dudas de de Engels, la evidencia es contundente: la propiedad
que el reconocimiento de la propiedad precedió al de- privada como la conocemos hoy no existió durante la
sarrollo de todas las culturas, incluso de las más primiti- mayor parte de la historia humana.
vas» —argumentó— «y de que ciertamente todo lo que En este punto es importante hacer una distinción.
denominamos civilización se desarrolló sobre la base de Decir que la propiedad privada no existía no es decir
ese orden espontáneo de acciones que es posible gracias que no había propiedad personal. Todo indica que los
a la delimitación de dominios protegidos de individuos cazadores recolectores tenían sus propias prendas y
o de grupos». posesiones y que, como sucede hoy, esos objetos tenían
En este punto, Hayek recurre a una tradición liberal un valor sentimental. Pero la diferencia entre la pro-
clásica, la primera que desarrolló una teoría sólida de piedad privada que defiende la derecha y la propiedad
los derechos de propiedad. Su padre intelectual fue John personal es abismal. Pongámoslo en estos términos:
Locke, que creía que la propiedad precedía a los Estados tiene todo el sentido del mundo que una persona posea
y estaba sujeta a derechos naturales que existían fuera su propio cepillo de dientes, pero, ¿en qué sentido una
de toda condición impuesta por la sociedad humana. persona está legitimada a ser propietaria de una fábrica
La organización social debía fundarse, en la medida de de cepillos de dientes?
lo posible, en esos derechos, o, como dijo sucintamente En efecto, la mayor parte de la propiedad de las
Locke, «la conservación de la Propiedad [es] el fin del primeras sociedades humanas era comunitaria (nadie
gobierno». tenía derechos de uso exclusivo). La propiedad, en vez
Pero no es fácil etiquetar a Locke como un pensador de ser un fenómeno natural, como argumenta Locke, es
de derecha. Su teoría de la propiedad es muy flexible. una construcción social y, de hecho, una que conllevó
Para Locke, nuestra propiedad incluye cosas intangibles enormes cuotas de conflicto y sufrimiento. Tal vez ha-
como nuestra persona y nuestra conciencia. «Cada hom- yamos abandonado la ingenua tesis del «buen salvaje»
bre» —argumentó el filósofo— «tiene una propiedad en de Jean-Jacques Rousseau, pero el francés no mentía
su persona. Sobre ella nadie, salvo él mismo, tiene ningún cuando describía la violencia concomitante a los oríge-
derecho. El trabajo de su cuerpo y la obra de sus manos nes de la propiedad:
son, podríamos decir, propiamente suyos».
Entonces, una vez que identificamos la importancia El primer hombre al que, cercando un terreno, se
que tiene para la derecha, ¿qué queremos decir cuando le ocurrió decir esto es mío y halló gentes bastante
hablamos de propiedad? La mayoría de los pensadores simples para creerle fue el verdadero fundador de
de derecha contemporáneos tiene una concepción loc- la sociedad civil. Cuántos crímenes, guerras, ase-
keana de la propiedad, es decir, la conciben como un sinatos; cuántas miserias y horrores habría evita-
fenómeno transhistórico, una realidad que acompañó do al género humano aquel que hubiese gritado a
toda sociedad humana y que antecede toda forma de sus semejantes, arrancando las estacas de la cerca o
organización social. De hecho, lo mismo vale en el caso cubriendo el foso: «¡No escuchen a este impostor;
de conservadores más tradicionalistas como Edmund estarán perdidos si olvidan que los frutos son de
Burke, que también se sirvió del concepto de derecho todos y la tierra de nadie!».
PAINE La propiedad privada —la Se escribió mucho acerca del debate entre Paine y
CONTRA BURKE propiedad de porciones de Burke sobre el concepto abstracto de tradición, pero no
la economía— surgió por es en vano preguntar cuál era la tradición que defendía
primera vez en la vida hu- Burke. A lo largo de las Reflexiones…, los vituperios más
mana con la institución de la violentos apuntan a la amenaza de la Revolución francesa
esclavitud. No pasó mucho tiempo hasta el surgimiento contra la propiedad. Los acontecimientos, se lamenta
de los dominios de reyes y emperadores, el cercamien- Burke, estuvieron definidos por «enormes y violentas
to de las tierras comunitarias y la desposesión de los transformaciones de la propiedad». De hecho, dedica
pueblos colonizados. En ese proceso la mayoría de la una sección completa a la «importancia de la propiedad»,
humanidad quedó despojada de sus medios, no solo que comienza con estas líneas:
de producción, sino de subsistencia independiente, y
el mundo se dividió entre los que viven de la riqueza y Créame, señor, los que intentan nivelar, jamás igua-
los que viven del trabajo. Bajo esta óptica la derecha no lan. En todas las sociedades constituidas por distin-
trata tanto de detener el progreso de la historia como tas clases de ciudadanos, una u otra debe ser la prin-
de defender sus injusticias duraderas. cipal. Los niveladores, por consiguiente, solamente
Por supuesto, un mundo de riqueza concentrada cambian y pervierten el curso natural de las cosas;
nunca podría ser un mundo natural. En un ambiente sobrecargan el edificio de la sociedad poniendo en
verdaderamente «natural» sería imposible que peque- el aire lo que la solidez de la construcción requiere
ñas minorías de ricos vivieran vidas lujosas mientras la que esté en el suelo.
amplia mayoría trabaja y carece de los productos básicos
para llevar una vida decente. Sin la existencia de un Es- Burke capta así un rasgo esencial del pensamiento de
tado, sin el Ejército, la Policía y los medios represivos, el derecha. Define la propiedad como un bastión contra
orden de la propiedad no habría tenido posibilidades de la igualdad. De hecho, es la base de todo el sistema
sobrevivir (las masas no habrían aceptado su miseria en clasista, es decir, de la división del mundo entre los
medio de tanta abundancia, especialmente cuando esa que tienen propiedad y los que no. Y para la derecha,
abundancia deriva de los productos de su propio trabajo). ese sistema no es un sistema de injusticia, opresión o
Para la izquierda, la repartición justa de todo lo explotación: es un orden natural o moral, un orden que
producido era la promesa de la democracia. Para la de- divide a los dignos de los indignos, a los extraordinarios
recha, era la amenaza, y logró relegar al olvido esa idea de los ordinarios.
durante un larguísimo período de tiempo. De hecho, Burke es explícito. «La ocupación de peluquero o la
no fue hasta la publicación de Los derechos del hombre de cerero no pueden ser objeto de dignidad para nadie
de Thomas Paine que el término democracia perdió y no hablemos de un gran número de empleos todavía
su connotación peyorativa y se convirtió de nuevo en más serviles», escribe en las Reflexiones… «Esta clase
una ambición popular. Paine escribió su libro en 1791 de hombres no debe ser oprimida por el Estado; pero
en medio del alboroto de la Revolución francesa y en el el Estado sufre opresión si se permite que gentes como
marco de un combate con un lockeano que proponía una ellos, ya sea individual o colectivamente, gobiernen. En
lectura sombría de los acontecimientos: Edmund Burke. esto algunos creen que combaten prejuicios, cuando en
Para Paine, la Revolución francesa representaba una realidad están en guerra contra la naturaleza».
oportunidad para «empezar a construir el mundo de nue- Pero no es su oficio lo que debería excluirlos del
vo». Edmund Burke pensaba que esa idea era peligrosa: gobierno. Lo esencial es su relación con la propiedad.
las tradiciones y las instituciones que heredamos de las «Nada puede asegurar una conducta firme y moderada
generaciones pasadas habían permitido que la sociedad en tales asambleas, a no ser que el cuerpo que las cons-
progresara, y modificarlas implicaba asumir un riesgo tituye esté compuesto de miembros que gozan de dig-
inmenso. En Reflexiones sobre la Revolución francesa, nas condiciones de vida, propiedad estable, educación
Burke escribió que la sociedad «se convierte en una y demás circunstancias que tienden a ampliar y liberar
asociación, no solo entre los vivos, sino entre los vivos, el entendimiento». En este sentido, el rol del gobierno
los muertos y los que todavía no nacieron».
¿NO PASARÁN? 33
RONAN BURTENSHAW
es, como había escrito Locke, la conservación de la pro- LA TRAGEDIA Burke, pero, una vez más,
piedad. La Revolución francesa había perturbado este DE LO PRIVADO encontraron un punto de
orden natural. «¿Iba a esperarse que se ocuparan de la confluencia en la propiedad.
estabilización de la propiedad quienes debían su existen- Tal vez esa idea burkeana —
cia a lo que precisamente la volvía discutible, ambigua que la propiedad es merecida
e insegura?». y que por lo tanto la desigualdad está justificada— sea
La defensa de Burke de la propiedad como funda- anterior al capitalismo, pero sin duda es el fundamento
mento esencial de la sociedad y como mérito derivado de ideológico más fuerte de este sistema. De hecho, el mito
diferencias innatas entre las personas tuvo una enorme de la meritocracia fue el arma ideológica más poderosa
influencia en los intelectuales de derecha de las gene- de la derecha que surgió después del colapso del socia-
raciones posteriores. No solo acercó a conservadores lismo de Estado.
y reaccionarios, sino también a liberales libertarios y Por supuesto, la meritocracia es una estupidez. De
fascistas, que criticaron aspectos distintos de la obra de hecho, es sorprendente que haya demostrado ser tan
duradera en el siglo XXI. En 2017, un informe de Credit Pero jugar esta carta es darle demasiado crédito a la
Suisse mostró que, por primera vez, el 1% de arriba po- derecha. ¿Cómo se sostiene el argumento del genio y la
seía la mayor parte de toda la riqueza del mundo. En el innovación en un mundo donde una buena parte de la
otro extremo del espectro, el 70% de la población traba- riqueza es hereditaria? Según las estadísticas de la Ha-
jadora del planeta, es decir, 3500 millones de personas, cienda del Reino Unido, más de un cuarto de la riqueza
compartían solo el 2,7% de la riqueza. (28%) de ese país es hereditaria (un número que parece
En efecto, la pandemia de COVID-19 fue tan gene- menos sorprendente cuando uno se entera de que el 1%
rosa con Jeff Bezos y con Amazon (esa empresa antisin- de los ingleses posee la mitad del territorio nacional,
dical) que la riqueza total del magnate alcanzó las 180 propiedad que remonta a una tradición aristocrática
000 millones de dólares. Para ponerlo en contexto: un que tiene más de un siglo).
trabajador promedio de uno de los países miembros de Además, ¿qué innovación se deriva de un sector
la OCDE, que gana unas 37 000 dólares por año, tendría inmobiliario que se parece cada vez más a un casino
que trabajar casi cinco millones de años para ganar esa dirigido por especuladores, en el que una propiedad
suma —sin contar los impuestos—, es decir, la misma puede acumular enormes sumas de ingresos por rentas
cantidad de tiempo que nos separa de los primeros hu- o duplicar su valor en el mercado sin que su propietario
manos que pisaron la Tierra. intervenga en absoluto? Por más ridículo que parezca, la
Esa es la verdadera tradición de la derecha: defender Resolution Foundation informa que el 36% de la riqueza
imperios imponentes de propiedad que ensombrecen total de Gran Bretaña está vinculada a negocios de ese
toda historia anterior. ¿Qué tipo de diferencia de origen tipo. La casa, como dicen, siempre gana.
podría justificar estas desigualdades? ¿Qué tan extraor- Existen otras formas de defender la propiedad priva-
dinarios deberían ser nuestros gobernantes como para da. Tal vez la más célebre sea «La tragedia de los comu-
hacernos creer que el valor de una persona supera el de nes», fábula de William Forster Lloyd. Si la propiedad
otras por un equivalente a 4300 millones de dólares, o de un recurso fuera común —dice el argumento— ese
que está bien ganar en una vida lo mismo que una per- recurso se agotaría inevitablemente porque nadie tendría
sona tardaría millones de años en ganar? el incentivo de protegerlo, sostenerlo ni reponerlo. En
Y, sin embargo, la derecha defiende esa idea sin per- ese caso cabría esperar que las vastas tierras comunes
der la seriedad. Preguntan, por ejemplo, «¿Qué precio de la historia humana fueran baldíos y desiertos, y que
debería tener el genio que impulsa a la humanidad hacia la ineficaz irresponsabilidad de unos campesinos de
el progreso?». Pero es un argumento débil. Como de- mentalidad socialista hubiera conducido a una enorme
muestra la obra de la economista Mariana Mazzucato, crisis ecológica.
las innovaciones más importantes de nuestra economía Pero en realidad, es precisamente la época de la pro-
son financiadas con fondos públicos (en otros términos, piedad privada la que coincidió con el daño medioam-
se socializan los riesgos y se privatizan las ganancias). biental más profundo de la historia del planeta: desde la
Pero aun si no fuera así, la posición de la derecha esquiva crisis climática a la destrucción del Amazonas y de los
una pregunta básica: la apropiación de la economía en océanos. A diferencia de la época de Forster Lloyd, no
manos de un pequeño puñado de personas, ¿es la mejor tenemos que imaginarnos enormes desastres medioam-
manera de expresar el genio de la humanidad? bientales: vivimos en medio de ellos. Y son el resultado
De hecho, un mundo en que la mayoría no decide directo de ese sistema económico que empezó con el
prácticamente nada de su vida laboral y está obligada cercamiento de la tierra.
a venderse a los ricos para sobrevivir es un mundo que Pero, ¿qué sucede con los incentivos del crecimiento,
tiende a despilfarrar el genio. Como escribió Stephen el desarrollo y el progreso? Jeremy Bentham, otro filó-
Jay Gould, historiador de la ciencia: «Me genera menos sofo inglés, planteó, con los mismos fundamentos, un
interés el peso y la forma del cerebro de Einstein que argumento utilitarista. «Aquel que no tenga esperanzas
la convicción de que muchas personas con el mismo de cosechar», escribió, «no se tomará la molestia de sem-
talento vivieron y murieron en campos de algodón y en brar». Hasta cierto punto, es verdad: en el ámbito de la
talleres clandestinos». Einstein pensaba igual, y toda su economía, las personas persiguen sus propios intereses.
vida defendió el socialismo.
¿NO PASARÁN? 35
RONAN BURTENSHAW
Pero la clase propietaria persigue sus intereses a costa rentas exorbitantes a los propietarios o hipotecas a los
de la clase trabajadora a tal punto que miles de millones bancos a cambio del derecho básico de tener un lugar
de personas siembran para que solo un puñado coseche. donde vivir. Nos despoja en nuestros barrios cuando
Al final, todo esto nos aclara la misión de la derecha. saquea los bienes y los servicios públicos producidos y
La defensa de la propiedad no es un ejercicio intelectual mantenidos por la clase obrera.
fundado en la argumentación. Es la defensa de los intere- Este es el fundamento del profundo sentimiento de
ses particulares de una clase y de un sistema. Y esos son alienación que engendra el sistema de la propiedad, un
los términos en los que debemos discutir los socialistas. sentimiento que todos conocemos y que nos hace pensar
que todas las cosas que valoramos no existen por sí mis-
EL MUNDO Si queremos derrotar a la mas, sino que son producidas con el fin de extraer una
DE NUEVO derecha tenemos que evi- ganancia. Y es justo ahí, en el punto de la producción,
tar que nuestras críticas donde los socialistas proponen desafiar la propiedad.
contorneen los bordes de No nos oponemos a que las personas posean bienes
nuestro orden social sin al- de consumo particulares, sino a que alguien posea to-
canzar su núcleo. Hoy estamos atrapados en una enorme da la estructura en la que esos bienes son producidos,
máquina que reproduce la propiedad y en la que unos es decir, los medios de producción. En nuestra batalla
pocos acaparan todos los recursos del planeta con el contra la derecha, nos proponemos abolir este mundo
único fin de utilizarlos para acumular más riqueza. Pero de cosas. Ellos se han propuesto durante generaciones
los engranajes de esta máquina se alimentan del mús- defender un sistema en el que la humanidad está hecha
culo de miles de millones de trabajadores, que podrían para servir a la propiedad. Nosotros vamos a construir
despacharla al basurero de la historia y construir algo un mundo en el que la humanidad esté puesta al servicio
mucho más valioso. de la humanidad.
Nuestro trabajo, como socialistas, es alentarlos a
que lo hagan. El esquema del «derecho a comprar» del
neoliberalismo es un ejemplo de los modos en que la
clase trabajadora puede sucumbir al canto de sirena de la
propiedad. La idea de un sistema capitalista que reparta
la riqueza en la sociedad en vez de concentrarla es una
mentira, y en vez de repetir argumentos sobre expandir
la propiedad o convertir a los ciudadanos en accionis-
tas, tenemos que desafiar el fundamento de esos mitos.
Eso implica apuntar nuestras críticas contra el siste-
ma de la propiedad. Durante muchas décadas, la izquier-
da no parece haber estado dispuesta a hacerlo y haber
optado por dejar intacta la arquitectura fundamental de
la propiedad privada de la economía. Y a menudo con una
buena razón: la derecha suele responder histéricamente
a esas críticas y no dudará en caricaturizar nuestro mo-
vimiento como si apuntara a despojar a la clase obrera
de sus pertenencias en general, negándoles a las familias
el derecho a sus posesiones personales y garantizando
que cualquiera pueda invadir nuestro espacio personal.
Pero nada despoja más a la clase obrera que el ca-
pitalismo. El capitalismo nos despoja de los frutos de
nuestro propio trabajo y los convierte en mercancías
que nos fuerzan a vendernos para sobrevivir. Nos des-
poja en nuestros hogares cuando nos fuerza a pagarles
E
n 2008, el Parlamento Euro-
peo aprobó una resolución que
establecía el 23 de agosto co-
mo el Día Europeo de Conmemora-
ción de las Víctimas del Estalinismo y
el Nazismo. En ese orden. En 2019, el
mismo parlamento pavimentó el sen-
dero abierto una década antes cuan-
do aprobó una nueva declaración que
equiparaba sin matices la dictadura
nazi y los regímenes comunistas en
tanto «responsables por las masacres, El libro negro del
por el genocidio, por las deportacio- comunismo, editado
por Stéphane
nes, por la pérdida de vidas humanas Courtois (Madrid:
y por la privación de la libertad en el Arzalia, 2021)
siglo XX en una escala nunca vista en
la historia de la humanidad». La ini-
ciativa fue recibida con entusiasmo
por todo el espectro político, del cen-
tro a la extrema derecha.
De este lado del Atlántico, Ja-
vier Milei, la nueva estrella de la
¡NO PASARÁN! 39
QUÉMESE DESPUÉS DE LEERSE
veces más criminal que la dictadura Las siguientes dos partes giran En lo que respecta a los capítulos
más oscura y siniestra de la historia en torno a la revolución de octubre sobre América Latina, el libro aporta
de la modernidad. y su impacto continental y, juntas, ciertamente poco para quienes ha-
Así como el nazismo, sigue pueden leerse como el segundo de los bitamos esta región. La Revolución
Courtois, el comunismo debería libros negros. Abarcan desde el rol in- Cubana, el sandinismo y el grupo
ser sometido a un nuevo Núrem- ternacional de la Komintern como el terrorista peruano Sendero Lumi-
berg. Cabe decir que la idea de un «partido mundial de la guerra civil» noso son los enemigos elegidos para
Núremberg para el comunismo ya hasta el papel de la Unión Soviética dar cuenta de los crímenes del co-
había sido promovida en Francia por en el establecimiento de los socialis- munismo en Hispanoamérica. Otra
Jean-Marie Le Pen, el líder histórico mos reales en Europa del Este, in- vez aparece el uso problemático de
de la ultraderecha francesa, inme- cluyendo una larga lectura sobre los la etiqueta comunista: por caso, re-
diatamente después de la caída de crímenes «olvidados» del Ejército sulta difícil encontrar la más exigua
la Unión Soviética. Courtois peca Rojo en la guerra contra el nazismo. conexión entre el primer gobierno
de todo, excepto de inocencia. Su El tercero de los libros negros se después de la revolución sandinista
prólogo está escrito de principio a aleja de Europa y propone explorar y el estalinismo (o sentenciar que el
fin con un espíritu de cruzada, pero el terror del comunismo en Asia ha- comunismo era hegemónico dentro
no contra el cadáver del socialismo ciendo foco en China pero sin dejar del amplio movimiento sandinista).
real, sino contra cualquier intento de lado los gobiernos que se suma- Una mención especial merece el
de recomposición de la idea comu- ron a la ola comunista en Vietnam, encargado de traducir El libro negro
nista. Busca asesinar, antes de su Laos, Camboya y Corea del Norte. al castellano. La inmensa tarea fue
concepción, cualquier forma de an- Aquí el epíteto comunista, que en realizada por César Vidal, precursor
ticapitalismo postsoviético. los primeros libros se asimila a «so- de la nueva ultraderecha en el Estado
Cuando el prólogo llega a su fin, vietismo», se vuelve cada vez más español y «refugiado» desde hace una
El libro negro se convierte en los li- impreciso. A pesar del esfuerzo de década en los Estados Unidos, luego
bros negros. Comienza un recorrido los autores por homogeneizar bajo la de perder un juicio que lo encontró
alrededor del mundo en cinco partes misma etiqueta a un conjunto hete- culpable de evasión al fisco. Antes
que refrendan las ideas del prólogo rogéneo de experiencias de izquier- de eso, Vidal había adquirido cierto
desmenuzando los crímenes del co- da que enfrentaron a las potencias reconocimiento en los circuitos on-
munismo, aunque —vale decirlo— coloniales en guerras por la libera- line de la ultraderecha gracias a su
con una obsesión contable mucho ción nacional, se hace evidente que blog personal, donde desenvainó una
más endeble que la de Courtois. A lo lo que prima son las diferencias. Sin de las primeras espadas del neocon-
largo de las 250 páginas de la prime- ir más lejos, que la dictadura ena- servadurismo contra el «marxismo
ra parte, Nicolas Werth asume la ta- jenada del khmer rouge haya sido cultural» y la «ideología de género».
rea de analizar la experiencia sovié- derrocada solo gracias a la inter- Vidal es un prolífico escritor y,
tica como una continuidad del terror vención del gobierno comunista de en sus cerca de noventa libros, no
de masas iniciado por el gobierno de Vietnam manifiesta las limitaciones ha dejado tópico del conservaduris-
Lenin y llevado a una nueva dimen- para plantear un desarrollo lineal mo español sin tocar: que la leyenda
sión por el estalinismo. En una obra de la historia de las izquierdas en negra es una perversión histórica
de cuatro movimientos (guerra civil, Asia, particularmente de las extra- de los «enemigos de España» —el
represión de las revueltas campesi- ñas alquimias entre nacionalismo y eslogan favorito de Franco—, que
nas, colectivización forzosa y Gran anticolonialismo. el euskera es una lengua primitiva,
Terror), Werth se propone desmiti- El último de los libros negros, ti- que el bando republicano cometió
ficar octubre, señalando que el ex- tulado «Tercer Mundo», ofrece un un genocidio durante la Guerra Civil
perimento soviético no fue más que recorrido a vuelo de pájaro que va Española, que Occidente está bajo
la consecución de ciclos de violencia desde América Latina hasta Áfri- la amenaza existencial que supone
criminal desde arriba como forma de ca y dedica sus páginas finales a la el integrismo musulmán. Que haya
gestión de la sociedad. Revolución de Abril en Afganistán. sido Vidal el encargado de acercar El
¡NO PASARÁN! 41
LAS ARMAS DE LA CRÍTICA
CARNE DE CAÑÓN POR TATIANA LLAGUNO
Crecer en el fin
de la historia
L
as memorias de Lea Ypi nos había escuchado esa idea y que, en del orden aparente de la vida de la
invitan a reflexionar sobre el cualquier caso, estudiando filosofía sí propia autora. Los cambios traen
socialismo, el capitalismo, y se puede cambiar el mundo. Aunque consigo momentos de desencanto
sobre qué hacer cuando los imagi- su familia no logra entenderla, para y aturdimiento, pero sobre todo,
narios se derrumban. Si bien su tema nosotras, espectadoras de la vida de de profundas disociaciones: cuan-
principal es la libertad, su historia Ypi, su decisión resulta comprensi- do suceden, aquello que aparecía,
parece la de un destino inevitable. Ypi ble, casi ineludible. pretendía o debía ser de una forma,
concluye su biografía —que recorre En Free, la actual profesora de se revela finalmente de otra. Pare-
su infancia, adolescencia y temprana teoría política en la London Scho- ciera como si una de las preguntas
adultez en una convulsa Albania— ol of Economics nos adentra en una filosóficas por antonomasia, a la que
anunciando a su padre y su abuela infancia y juventud profundamente intenta responder la primera crítica
que marchará a Italia para estudiar afectadas por dos derrumbes: prime- de Kant –qué puedo conocer, cómo
filosofía. Su padre, que no esconde su ro, el colapso de la Albania socialista, puedo entender la distancia que pa-
desacuerdo, invoca la undécima tesis en 1991; más tarde, el caos que supu- rece existir entre aquello que percibo
de Marx (según la cual de lo que se so la transición a una democracia re- y aquello que es— fuese una pregun-
trataría sería de transformar el mun- presentativa y al capitalismo. Estos ta a la cual Ypi se enfrenta sin querer.
do, en lugar de interpretarlo) para acontecimientos implican un desmo- La primera parte del libro co-
intentar disuadirla. Pero la joven Ypi ronamiento no solo de dos órdenes mienza con una Ypi, de tan solo
se mantiene firme: replica que nunca políticos y económicos, sino también once años, preguntándose sobre la
¡NO PASARÁN! 43
CARNE DE CAÑÓN
encarnan, cada cual a su manera, dis- sufre un repentino enmudecimiento aciertos y sus errores, sus luces y sus
tintas formas de ser libre: su madre es y duras pérdidas. Sobre todo, lo que claroscuros— y a reconocer aquello
una ardiente liberal, autosuficiente, parece desaparecer en 1997, cuan- que conseguimos hacer, de facto, con
defensora de la libertad negativa; su do la autora aún no ha cumplido ni nuestras ideas.
padre, una suerte de espíritu ácrata, dieciocho años, es la esperanza. Con Pero al hacerlo, Ypi no cae en
crítico con la autoridad, capaz de em- la caída del socialismo se había der- una defensa ciega de la praxis. En su
patizar con el dolor ajeno y las injusti- rumbado una forma entera de vida lugar nos ofrece un doble movimien-
cias pero incapaz de identificarse más pero permanecía la creencia de que to: la comprensión de que ningún
que con aquellos proyectos emanci- algo mejor estaba por llegar: que la proyecto que se pretenda emanci-
patorios que no terminan de mate- libertad por fin prosperaría. El caos pador debe hacernos elegir entre
rializarse. Su abuela —a quien Ypi le y la decepción que trae consigo la el pensar o el actuar. Rechazar las
dedica el libro— es claramente quien transición a una democracia libe- experiencias históricas en favor de
mayor influencia ejerce: su acérrima ral y al capitalismo echan por tierra la teoría es un error, pero también
fuerza de voluntad y su defensa de aquel anhelo. La primera decepción lo es ahogarnos en aquello realmen-
la posibilidad de actuar bien, acorde parece ser vivida como tragedia, la te existente y en la mera acción. El
a la conciencia propia sin importar segunda (siguiendo la famosa fra- destino de Ypi, su deseo incompren-
las circunstancias, se erigen como se de Marx), como farsa. A Ypi le dido, puede explicarse por su ex-
ejemplos de libertad y responsabi- acecha entonces la pregunta de la posición directa y constante a las
lidad moral a seguir. Si la pregunta tercera crítica kantiana: ¿qué puedo preguntas que, según Kant, deben
de la primera crítica kantiana —¿qué esperar? De alguna manera, Ypi pa- ocupar a la filosofía. Pero su decisión
puedo conocer?— atraviesa irreme- rece intuir que vernos como sujetos final es posible por otras razones. Es
diablemente la vida de Ypi, la de la libres, proyectados hacia el futuro, posible porque las formas que aho-
segunda —¿qué debo hacer?—, pa- implica la posibilidad de esperar al- gaban el pensar —el estalinismo y el
rece inmiscuirse de forma constante, go y que, por tanto, de lo que se trata capitalismo—, de una manera u otra,
sobre todo a través de su abuela. Es- es de averiguar el qué. habían fracasado. Es la liberación de
cuchamos los ecos cuando, años más Ya en el epílogo, nos comparte la política devenida técnica la que
tarde, la autora anuncia su deseo de su propio reacercamiento al mar- permite a Ypi dar ese paso.
estudiar filosofía para así dar con un xismo y su sorpresa cuando algunos En su Introducción a la Dialéc-
sistema de ideas capaz de clarificar amigos, «marxistas occidentales», tica Negativa, al preguntarse sobre
aquello que debemos hacer, de ilu- reniegan de su experiencia y de su la posibilidad de la filosofía, Adorno
minar la dirección correcta. familiaridad para con las ideas que nos dice que «cuando la praxis se
A pesar de que la primera y la defienden. Aquello de Albania, le aplaza indefinidamente», ésta «deja
segunda parte del libro entrelazan dicen, no fue «socialismo verdade- de ser instancia crítica contra una
experiencias que activan las pre- ro». Y parecen asumir que el intento fatua especulación para convertir-
guntas kantianas de la primera y estaba predestinado a fallar, dada la se casi siempre en el pretexto bajo
la segunda crítica, sucede algo en «especial crueldad» de los líderes y el que los ejecutivos estrangulan el
la transición de un régimen a otro la «naturaleza atrasada» de las insti- pensamiento crítico como si fue-
que acaba provocando una última tuciones del país. El problema de esa ra una pedantería» pero que «una
pregunta. En medio de su pasaje a posición es que acaba convirtiendo al praxis dinamizadora necesita de él».
una economía de mercado, Albania socialismo en algo que existe mera- No sorprende que, a día de hoy,
acaba sufriendo una estafa piramidal mente en la idea que tenemos de él, Ypi tenga como objetivo una «teoría
a gran escala, que deja a una gran- osificando el pensar y la imaginación política militante». Con Free nos en-
dísima parte de la población (la fa- política, al no permitirles existir en seña, humildemente, que es preciso
milia de Ypi incluida) sin ahorros. relación con la práctica. La llamada actuar lo pensado y pensar lo actuado;
A raíz de esta situación, comienzan final de Ypi es una invitación a asumir que solo en la profunda imbricación
una serie de rebeliones y una even- las experiencias pasadas (y las presen- del pensar y el actuar se abre la po-
tual guerra civil, durante la cual Ypi tes) en toda su complejidad —con sus sibilidad de ser realmente libres.
ILUSTRACIONES
BELÉN VALVERDE
Cinco puntos
a tener en cuenta
cuando debatimos
con la derecha
L
a derecha política moderna nació como una gran Roger Scruton arremete contra la decadencia de los
queja frente a las poderosas reivindicaciones estándares intelectuales y estéticos mientras ensalza
igualitarias de la Ilustración. Doscientos años al «plebeyo» que acepta obedientemente el deterioro
más tarde, continúa con sus berrinches. de su calidad de vida.
Pero extrañamente, a pesar de todo su amor por las Estas ambigüedades, que rozan la contradicción,
tradiciones eternas y las jerarquías naturales, los con- también contribuyen a las dificultades que tiene la iz-
servadores suelen quedarse sin palabras cuando llega el quierda para entender el conservadurismo. De hecho,
momento de definir qué significa ser de derecha. Esto cierta parte de la izquierda descartó a la derecha por
se debe, sobre todo, a la vertiginosa variedad de posi- considerarla casi como una cortina de humo ideológica
ciones, tropos y cuestiones de principios que pueblan sobre el poder y los prejuicios. Y a veces pareciera creer
esa tendencia política. que, como escribió J. S. Mill, el conservadurismo no es
Mientras Ronald Reagan popularizaba su afirma- más que «el partido de los estúpidos».
ción de que «el problema es el gobierno», aprobaba Por más tentador que sea patologizar a la derecha,
leyes que le concedían poderes extraordinarios al Es- podría ser peligroso no prestarle suficiente atención.
tado para encarcelar a una cantidad sin precedentes Desde 2016 los movimientos de derecha y de extrema
de estadounidenses. Populistas de derecha como Jair derecha avanzaron sobre el espacio que solían ocu-
Bolsonaro denuncian el derrumbe de la civilización cris- par los partidos liberales centristas, llegando a ocupar
tiana al tiempo que parecen muy poco interesados en el poder en muchos de los Estados más grandes del
el Jesús que planteaba: «En verdad les digo que cuanto mundo —de Brasil a la India, pasando por la Rusia
hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, de Vladimir Putin y Aleksandr Duguin— o llevando
a mí me lo hicieron». El filósofo conservador inglés
¡NO PASARÁN! 45
MANUAL DE INSTRUCCIONES
adelante poderosas incursiones en países como Italia, mínimas para los pobres— fueron completamente (o
Francia y España. casi) rechazados por las sociedades modernas. Mien-
En estos tiempos de reacción, una de las tareas clave tras tanto, los ideales revolucionarios de libertad, igual-
de la izquierda pasa por comprender mejor a nuestros dad y fraternidad resultaron ser tan poderosos que
principales rivales y aprender a refutar sus argumentos. hasta los regímenes autoritarios simulan encarnarlos.
Con ese espíritu presentamos a continuación algunas El conservadurismo de Burke desalentaba todo
estrategias para lidiar con la derecha. Básicamente, la debate crítico respecto de los méritos de las institucio-
idea es brindar algunos recursos útiles para las personas nes humanas considerando que lo que denominamos
de izquierda que quieran aprender a debatir más efecti- «tradición» es realmente la suma de todos los logros
vamente con los conservadores. humanos y que cualquier otra cosa implica un salto al
vacío. La feminista Wollstonecraft lo tenía calado: «De-
bemos admirar la pátina de antigüedad y conformarnos
con unas costumbres antinaturales, consolidadas por
la ignorancia y por un egoísmo equivocado, como fru-
tos sabios de la experiencia: es más, si descubrimos un
error nuestros sentimientos deben llevarnos a perdonar,
con amor ciego, o con un cariño filial sin principios,
los vestigios venerables del pasado». Eso que llaman
tradición es ideología y opresión.
En otros términos, siempre que la derecha nos llame
a no cuestionar la autoridad —porque supuestamente
está vinculada con prácticas y costumbres tradiciona-
les «más viejas que el tiempo mismo»— tenemos que
arrastrarlos a un debate intelectual.
1. Necesitamos discutir
con la derecha (y ganar)
¡NO PASARÁN! 47
MANUAL DE INSTRUCCIONES
5. Es demasiado tarde
para preocuparse
por «hacer el juego» a la derecha
¡NO PASARÁN! 49
ILUSTRACIONES
MARIA FARRÉ
Combatir hoy a la extrema
derecha, así como la precariedad
y los miedos de los que se
alimenta, requiere apostar
decididamente por un feminismo
para todo el mundo.
clara serra
UN
FEMINISMO
PARA
DESACTIVAR
LA REACCIÓN
CLARA SERRA
Tal vez sea el momento presente la pregunta acerca de su sujeto, de dónde están
de formular una crítica sus límites, de si es preciso resguardar sus fronteras.
radical que libere a la teoría El feminismo se ha vuelto hegemónico pero, al mismo
feminista de la obligación tiempo, se hacen cada vez más evidentes las tensiones
de construir una base única que a ciertos feminismos les supone aceptar un proyecto
o constante. [...] La identidad para el 99%, un «feminismo para todo el mundo».
del sujeto feminista no debería ser Algunos debates actuales —como el que se da entre
la base de la política feminista. una parte del feminismo y las demandas de derechos
de las personas trans—, evidencian fracturas ideológi-
Judith Butler, cas profundas y constatan una vuelta al esencialismo
El género en disputa por parte de ciertas corrientes feministas. Esta inercia
conservadora forma parte de una foto más amplia, de
La estructura impone un repliegue identitario generalizado, de una apues-
sus coerciones a los dos términos ta por las identidades fuertes y bien delimitadas, una
de la relación de dominación, lógica que está recorriendo nuestras luchas políticas y
y por consiguiente a los propios movimientos sociales. Los sujetos políticos reivindican
dominadores, que pueden su especificidad hasta el solipsismo y se multiplican las
beneficiarse de ella sin dejar diferencias esenciales, metafísicas e insalvables que nos
de ser, de acuerdo con la frase vuelven irremediablemente extraños unos de otros.
de Marx, «dominados por La asignación de nuestras causas políticas a deter-
su dominación». minados sujetos supuestamente esenciales y naturales,
la asunción de que las reivindicaciones les pertenecen
Pierre Bourdieu, en exclusiva a unos —con autoridad para ejercer de le-
La dominación masculina gítimos propietarios de las mismas y denegar la entrada
a los otros—, es contraria al proceso de mestizaje y de
multiplicación de alianzas en el que consiste la construc-
ción de proyecto un colectivo de mayorías radicalmente
E
l avance del feminismo en transformador.
los últimos tiempos es uno El feminismo, inmerso también en estas lógicas
de los acontecimientos polí- identitarias, es hoy, por tanto, el ambivalente escena-
ticos y sociales más notorios rio de dos inercias diferentes y contrarias. Existe un
y con efectos de mayor al- feminismo con voluntad de integrar a lxs otrxs y con
cance para los proyectos de potencial, por lo tanto, para devenir una de las luchas
izquierdas. Al compás de importantes movilizaciones políticas y sociales más poderosas y transformadoras
de mujeres que han tenido lugar estos años en diversos del siglo XXI. Como existe, también, un feminismo
países, el feminismo ha ido calando en la vida social, sumergido en una inercia excluyente y contrarrevolu-
llegando a sus espacios más cotidianos y produciendo cionaria que avanza hacia un movimiento centrípeto
un movimiento tectónico del sentido común. de contracción política. Esta ambivalencia representa
La hegemonía del feminismo se ha evidenciado en una encrucijada y, por lo mucho que depende de ella,
su capacidad para salir de la academia, de los libros y las no se puede no tomar partido.
charlas de expertas, de los espacios más militantes o de En la apuesta sobre qué feminismo defendamos
las organizaciones políticas, en definitiva, en su potencia se pone en juego la potencia de uno de los principales
para devenir algo popular. Muchas más mujeres, desde frentes de lucha para las izquierdas en nuestro momen-
nuestras abuelas hasta las adolescentes de la generación to histórico actual; nos arriesgamos al posible retrai-
del trap, saben que el feminismo tiene que ver con ellas. miento del feminismo, a su vuelta al estatuto de causa
Al mismo tiempo, al compás de esta expansión acele- particular y subalterna que solo interpela o convoca a
rada del alcance del feminismo, se hace cada vez más una parte de la sociedad.
¿NO PASARÁN? 53
CLARA SERRA
justamente el feminismo está en condiciones de pensar con privilegios de clase –dice bell hooks– son las úni-
con lucidez y de abordar eficazmente. cas que han perpetuado la idea de que los hombres son
La tentación de una mirada esencialista implica, todopoderosos, porque a menudo los hombres de sus
incluso, naturalizar la reacción masculina, darla por familias sí que eran poderosos».
descontada, no necesitar siquiera explicarla, convertirla De hecho, si reflexionar sobre la masculinidad desde
en un hecho inevitable. Y así podríamos acabar pregun- el feminismo es políticamente transformador es, pre-
tándonos, con satisfacción: ¿Hasta qué punto no son cisamente, porque puede mostrar no tanto los éxitos
todos esos hombres que votan a Vox la consecuencia como las fallas, las brechas o los fracasos a los que los
automática del hecho de que los estamos destronando? hombres están abocados en un sistema capitalista y pa-
Ladran, luego cabalgamos. La reacción masculina a la triarcal. Como dice bell hooks, el relato de que el dominio
que asistimos en nuestros días, así considerada, podría sobre las mujeres reporta siempre privilegios, éxitos y
incluso acabar siendo una prueba de lo mucho que es- beneficios a los hombres es justamente funcional para
tamos avanzando. el adoctrinamiento masculino, que, para reclutar a los
Sin embargo, este tipo de perspectivas son peligro- hombres, debe ocultar todos los fracasos y malestares a
samente acríticas y cierran la puerta a la posibilidad de los que les arroja una sociedad patriarcal.
plantearnos otros interrogantes: ¿Qué les pasa hoy a los Así pues, «la idea de que los hombres tenían el con-
hombres? ¿Qué malestares masculinos está politizando trol, el poder, y estaban satisfechos con su vida antes
la extrema derecha? ¿Qué cosas no estamos nombran- del movimiento feminista contemporáneo es falsa». El
do? ¿Cómo podemos convencer a los hombres? ¿Cómo patriarcado genera soledad, silencio, incomunicación,
podemos ayudarles a cambiar? ¿Qué feminismo puede violencia, suicidios y muertes en la población masculina
desactivar a la reacción? y el feminismo debe politizar en clave transformadora
todos esos malestares. Si no, lo hará la extrema dere-
UNA CUESTIÓN La densificación de la iden- cha. ¿Cómo es posible que sean voces reaccionarias las
(TAMBIÉN) DE CLASE tidad de las mujeres ha con- que hablan de los altos índices de suicidios masculinos,
ducido, como sabemos, a de los accidentes mortales de tráfico o de las muertes
perspectivas feministas po- violentas que padecen los hombres? ¿Cómo puede ser
co capaces de comprender que los males que justamente el patriarcado genera en
cómo el género se intersecta los hombres sean usados como un argumento contra el
también con la clase o la raza. Las feministas que nos feminismo y no a su favor?
oponemos a las miradas esencialistas de ciertos feminis- Salir de los marcos identitarios implica, por lo tanto,
mos cuestionamos la tendencia a homogeneizar e igualar pensar que el malestar contemporáneo de los hombres no
en exceso a las mujeres y reivindicamos la necesidad de es (al menos no principalmente) un efecto de los avances
fracturar el sujeto mujer justamente para hacer apare- del feminismo. Es la reacción la que pone a funcionar ese
cer las diferencias y desigualdades que nos atraviesan. mito, y eso debería darnos una pista de hasta qué punto
La otra cara de la moneda, y parte imprescindible de no lo podemos comprar. Michael Kimmel sugiere que
toda perspectiva interseccional, es cuestionar también para entender la emergencia de proyectos reaccionarios
la excesiva homogeneización de los hombres y poner racistas, homófobos y machistas hay que rastrear los
de relieve las jerarquías y las relaciones de dominio y miedos masculinos en una sociedad en la que la preca-
de desigualdad que existen también en el territorio de riedad económica ha hecho especialmente imposible
la masculinidad. Probablemente bell hooks sea una de que los hombres puedan cumplir con los imperativos
las voces que más contundentemente ha puesto sobre de la masculinidad tradicional.
la mesa que un feminismo con perspectiva de clase no El rol del proveedor de la familia ha quedado soca-
puede pensar a los hombres solo como ganadores y que es vado por las fuerzas económicas que o bien expulsan a
problemático sostener la idea de que los hombres, todos los hombres (y mujeres) del mercado laboral o nos con-
ellos privilegiados con respecto a las mujeres, igualados denan a la precariedad. ¿A qué tipo de fracasos están
por el patriarcado entre sí, participan por igual de su hoy abocados quienes han sido educados para ser padres
superioridad política, económica y social. «Las mujeres de familia que garantizan protección y estabilidad a los
¿NO PASARÁN? 55
CLARA SERRA
“
también contra las servidumbres que los oprimen a ellos.
Y son justamente esos discursos feministas que ponen
siempre el acento en los privilegios que los hombres
tienen que perder, pero nunca en las libertades que los
hombres tienen que ganar, los que asumen unos marcos
NO HAY NADA compartidos con la reacción: o ellas o nosotros. Esta
lógica de suma cero, donde si unos ganan es siempre
MÁS MOVILIZADOR a costa de que otros pierdan, forma parte del corpus
ideológico que sostiene al patriarcado. Pero, además,
Y TRANSFORMADOR está en consonancia con una limitadísima y negativa
noción de libertad que la redibuja dentro de los marcos
QUE IMPLICARNOS del neoliberalismo.
La disputa por la idea de libertad es posible desde los
A TODAS Y A TODOS feminismos, pero solo saliendo de marcos esencialistas
e identitarios. Más allá de ellos hay una idea más ambi-
EN UN PROYECTO ciosa y revolucionaria: que la libertad de unos requiere la
libertad de otras y viceversa. Y, de nuevo, solo así puede
POLÍTICO DONDE entenderse la emancipación que promete el feminismo,
si entendemos el patriarcado como un problema estruc-
REVERTIR LAS tural. Si la lucha feminista tiene que enfrentarse a un sis-
tema de género que nos adoctrina de forma diferenciada
DESIGUALDADES a unos y a otras y prescribe comportamientos y destinos
sociales diferentes para hombres y para mujeres —eso
SEA APOSTAR que llamamos «género»—, ¿hasta qué punto se puede
combatir ese sistema de opresión sin combatir todos los
JUNTOS POR mandatos de género? ¿Podrían acaso las mujeres libe-
rarse del sistema de género y del patriarcado si no se
NUESTRA PROPIA liberan también los hombres? ¿Pueden los hombres ser
más libres sin combatir junto a nosotras la desigualdad?
LIBERTAD. No hay nada más movilizador y transformador que
implicarnos a todas y a todos en un proyecto político
donde revertir las desigualdades sea apostar juntos por
nuestra propia libertad. Es en ese marco donde los dis-
cursos de las extremas derechas no pueden reclutar a
los hombres contra las mujeres, donde escapamos a las
lógicas liberales que entienden siempre la libertad de
unos como limitadora de la libertad de otros. Es dentro
de estas perspectivas donde los discursos sobre la mas-
culinidad pueden significar un importante paso hacia
adelante en la transformación de nuestra sociedad.
Pero solo podremos avanzar en ese camino con una
política que renuncie a refugiarnos en la confortable
identidad que nos garantiza un feminismo solo de y pa-
ra las mujeres. Combatir hoy a la extrema derecha, así
como la precariedad y los miedos de los que se alimen-
ta, requiere apostar decididamente por un feminismo
para todo el mundo, un feminismo popular y radical.
¿NO PASARÁN? 57
david broder
ILUSTRACIONES
ZELMAR BORRÁS
AL
TRADUCE
VALENTÍN HUARTE
Por primera vez, la extrema
derecha francesa se encuentra
en el umbral del poder. Esto es
menos sorprendente de lo que
parece si se observa su presencia
constante en la vida política
francesa, desde el caso Dreyfus
hasta la actualidad.
LLONS ENFANTS
DE LA DROITE
DAVID BRODER
M
arzo de 2022. Valérie Pécres- cristianos y de las fuerzas más importantes de la cen-
se, candidata conservadora, troderecha comienza a difuminarse. Esto se expre-
acaba de sufrir una derrota sa, en parte, en el revisionismo de la Segunda Guerra
terrible en las elecciones Mundial a través de, por ejemplo, la glorificación del
francesas. La cosa empeora colaboracionismo, o —como proponía una ley europea
minuto a minuto: «Nuestra de 2019— de la equiparación entre el comunismo y el
situación financiera es crítica. No alcanzamos el umbral nazismo, que pretendía rehabilitar a los que habían
del 5% que nos garantizaba el acceso a los fondos estata- luchado contra los soviéticos.
les», declara en las oficinas de Les Républicains. «Los re- Está claro que las disputas en este terreno ideoló-
publicanos encontraremos la forma de arreglárnoslas con gico son importantes porque ayudan a las fuerzas de la
los costos. Mientras tanto, yo debo 5 millones de euros». extrema derecha a consolidar una base militante pro-
Poco tiempo después anunció un crowdfunding, en pia mientras esperan su turno para ocupar el centro de
un intento de salvar al histórico partido de la centro- la escena. Pero el revisionismo no basta para explicar
derecha de la insolvencia. La izquierda compartió con la normalización de estas violentas fuerzas políticas.
regocijo un tuit que la candidata había publicado en 2021: De hecho, el caso francés nos enseña que las fuerzas
«Mi fuerte es el trabajo, no las donaciones». que solemos agrupar bajo el paraguas de la «extrema
El desmoronamiento de Les Républicains, que si- derecha» son variopintas y no del todo ajenas a la vida
gue el mismo camino que transitó su viejo enemigo, política dominante.
el Partido Socialista, apunta a un proceso de ruptura
más amplio en los partidos de derecha que dominaron MONÁRQUICAS En efecto, el crecimiento de
la Quinta República Francesa fundada en 1958. Más la extrema derecha francesa
allá de todos los cambios de nombre y las fusiones, Les no surgió de la nada. Una
Républicains es simplemente la última encarnación de idea política reconfortante
la centroderecha gaullista que estuvo en la presidencia afirmó durante mucho tiem-
entre 1959-1974 y 1995-2012. Hasta la campaña de 2017 po que el fascismo era ajeno al cuerpo político francés: en
estaban a la cabeza de las encuestas, y solo retrocedieron el famoso esquema de René Rémond, la derecha francesa
después de un vergonzoso escándalo de corrupción. Pero se descompone en monárquicos legitimistas, elitistas
esta vez un magro 4,8% dejó a la fuerza Pécresse detrás liberales y partidarios bonapartistas de un líder carismá-
de dos candidatos de la extrema derecha. tico. En sus últimas obras, Zeev Sternhell cuestionó este
Y no es que hayan escatimado esfuerzos. Después excepcionalísmo y remontó las raíces del fascismo hasta
de ganar las primarias de su partido con una plataforma el caso Dreyfus, la fusión de principios del siglo XX entre
relativamente liberal, la campaña de Pécresse parecía las fuerzas nacionalistas y los sectores más sindicalistas
dirigida a recuperar a los votantes burgueses reaccio- del movimiento obrero y destacados pensadores de la
narios seducidos por Éric Zemmour, el erudito xenó- época de la Primera Guerra Mundial, como el escritor
fobo de la televisión. De hecho, en un acto en febrero, Maurice Barrès, miembro de la Académie française y
Pécresse se apropió de la idea del «gran reemplazo» antisecularista acérrimo.
diciendo que bajo su presidencia esa catástrofe no se- A partir del cambio de siglo, las fuerzas antisemitas
ría un «resultado inevitable». Más tarde negó haber y antiparlamentarias crearon una fuerte presencia en
adoptado la teoría de la conspiración que promueve Francia. La Action française, creación de Charles Mau-
el gurú de los medios y que postula la existencia de rras, militante anti Dreyfus, pretendía unir a diferentes
una sustitución planificada de población blanca por nacionalistas en torno a la restauración de la monarquía
inmigrantes musulmanes. (cabe recordar que, durante el siglo XIX, Francia solo
El desplome de Les Républicains y su capitulación había sido una república durante 38 años). A partir de los
frente a fuerzas de ultraderecha es otro síntoma de los años 1920, Croix de Feu empezó a reclutar a veteranos
cambios radicales que está sufriendo la derecha en toda de la Primera Guerra Mundial en nombre de mantener
Europa, legible en el hecho de que la línea divisoria que vivo el honor de las trincheras. Como muchos movi-
separaba al fascismo de entreguerras de los demócratas mientos fascistas europeos, combinó el nacionalismo
intransigente con el reformismo «socialcristiano» y un de republicano hasta 1940, contó con el respaldo de
programa de reconciliación entre el capital y el trabajo. muchos personajes antisemitas y monárquicos, cuyo
Estas fuerzas buscaron llegar al poder a través de nombre oficial, L'État français, reemplazó la palabra
la agitación y la movilización armada en lugar de las «república» por «Estado».
urnas. El proceso tocó un pico con las revueltas del 6 El régimen de Vichy, cuyos funcionarios jugaron un
de febrero de 1934 contra el gobierno de Édouard Da- papel activo en el Holocausto, empezó a resquebrajarse
ladier, que había pedido la renuncia de un prefecto de mucho antes de la Liberación. La Francia Libre de De
policía parisino que pertenecía a los sectores más radi- Gaulle, formada en las colonias, reclutaba sin cesar a
calizados de la derecha. Dirigieron el levantamiento la sus desertores, y muchos dirigentes vichystas en Ar-
Action française, la Croix de Feu y los Camelots du Roi, gelia decidieron cambiar de bando ante la invasión de
además del pequeño Movimiento Francista, inspirado los Aliados. Episodio novelado en De un castillo a otro,
por el fascismo italiano. Aunque la oposición de los del escritor colaboracionista Louis-Ferdinand Céline,
partidos de izquierda y de los sindicatos evitó que las la invasión del continente francés hizo que los jefes pe-
violentas protestas tomaran el parlamento, bastaron para tainistas buscaran refugio en Sigmaringa (Alemania).
derrocar el gobierno y se cobraron la vida de 12 perso- La derecha no tardaría en enfrentar otros reveses
nas. Los disturbios, sumados a la victoria del nazismo brutales. La Action française sufrió nuevamente la cen-
en Alemania, fueron un estimulo clave para la creación sura, Maurras fue detenido y expulsado de la Académie
del Frente Popular antifascista. française, y Brasillach ejecutado junto a Laval y Joseph
Después de las elecciones de la primavera de 1936, Darnand, dirigente militar vichysta. Miles de colabora-
esa coalición formó un gobierno de izquierda amplio, cionistas fueron fusilados por los partisanos durante la
que llevó al poder a socialistas y radicales liberales res- epuration sauvage [purga salvaje].
paldados por los comunistas. Léon Blum, socialista ju-
dío que ese año había sido atacado por los militantes de POSGUERRA Pronto llegó la Guerra Fría
la Action française, estuvo a la cabeza, y Maurras, que y la purga terminó. Muchos
definió ese gobierno como un «gabinete judío», termi- exmiembros de la Action
nó preso a causa de sus repetidas amenazas de muerte française terminaron bajo
contra el primer ministro. Sin embargo, esto solo sirvió el paraguas del Rassemble-
para frenar brevemente el crecimiento de la extrema de- ment du Peuple Français de De Gaulle. Formado en
recha. En junio de 1940, cuando los militares franceses 1947, este partido ocupó el espacio de la centroderecha
se retiraron después de la invasión alemana, Philippe durante la Cuarta República. Los primeros ministros
Pétain, mariscal de la Primera Guerra Mundial, formó un del régimen surgían, en cambio, de las fuerzas demo-
gobierno que no tardó en firmar un armisticio y fundar cristianas, liberales y socialdemócratas.
un régimen colaboracionista en Vichy. De Gaulle volvió al centro del escenario político con
Los vichystas no eran solo pequeños grupos extre- la guerra de Argelia, iniciada con el fin de salvar a Fran-
mistas como los que sostenían el infame régimen pro- cia de otra derrota. Con la guerra de África del Norte
nazi de Vidkun Quisling en Noruega. Pétain, que tenía a cargo de gobiernos liberales y socialdemócratas, los
experiencia en el Estado, contaba con el respaldo de una oficiales militares de la extrema derecha, determinados
amplia mayoría de diputados que decidió concederle a conservar la Argelia francesa, necesitaban un hombre
plenas facultades a su gobierno. También tenía expe- fuerte que los respaldara hasta el final. En mayo de 1958
riencia Pierre Laval, su jefe de gobierno. El régimen dieron un golpe de Estado. Después de tomar Argelia,
de Vichy contaba con figuras como el antidemocrático forzaron al presidente René Coty a nombrar a De Gaulle
Robert Brasillach así como su inspirador Maurras, un a la cabeza del nuevo gobierno, y lanzaron paracaidistas
«nacionalista integral» sesgado por un antigermanismo sobre Córcega con la amenaza de profundizar las accio-
que solo cedía ante su inmenso antisemitismo. Las filas nes si el parlamento no los acompañaba. Bajo riesgo de
se completaban con algunos izquierdistas renegados desatar una guerra civil, las instituciones democráticas
y con los francistas, que pregonaban abiertamente el francesas cedieron ante los militares.
fascismo. Si bien Pétain disfrutó de una reputación
¿NO PASARÁN? 61
DAVID BRODER
“
La Quinta República de hoy es resultado de ese gol-
pe militar: tras su nominación a la cabeza del gobierno,
De Gaulle no tardó en redactar una constitución que
garantizara plenos poderes al Ejecutivo, consolidando
lo que François Mitterrand, futuro presidente, bautizó
como «golpe de Estado permanente». A pesar de todo
eso, De Gaulle no logró recuperar Argelia y tuvo que
TODAS LAS
retirarse en 1962.
Estos acontecimientos dejaron una marca perma-
TESIS SOBRE LA
nente en la extrema derecha francesa. En primer lugar
porque colocaron de nuevo a De Gaulle y el corpora-
«DERECHIZACIÓN»
tivismo gaullista en el corazón del orden republicano.
Pero sobre todo porque el éxito del golpe combinado
DE LA POLÍTICA
con la derrota colonial abrieron una herida profunda
en la política nacional.
FRANCESA DEBERÍAN
Aprendiendo a reconocer la victoria en la derrota,
la derecha francesa también ganó la capacidad de per-
ADVERTIR QUE
donar a muchos de los que habían luchado por causas
perdidas, siempre y cuando estuvieran al servicio del
EL IMAGINARIO
imperio. El caso más notable fue Maurice Papon, jefe
de policía de Burdeos durante la guerra, responsable
COLONIAL Y RACISTA
de la deportación de 1600 judíos y torturador infame
durante la guerra de Argelia. El 17 de octubre de 1961,
SIEMPRE EXISTIÓ.
de nuevo en el mando de la Policía —aunque esta vez en
París— orquestó la represión violenta de una protesta
a favor del Frente de Liberación Nacional de Argelia
integrada principalmente por inmigrantes. Murieron
casi 200 personas y la policía tiró los cuerpos al Sena en
el marco de un episodio salvaje que el Estado francés no
reconoció hasta 1998. Solo entonces se condenaron los
crímenes de Papon que, no obstante, supo reinventarse
como ministro en los años 1980.
Los perdedores de la guerra de Argelia —alenta-
dos por los pieds-noirs blancos que abandonaron el país
después de la independencia— también encontraron
un canal de expresión política propio. En 1972 nació el
Frente Nacional (FN), fusión entre los veteranos de la
Algérie française y sectas fascistas como Ordre Nou-
veau, proscripta en 1973 junto a la Ligue Communiste,
de orientación trotskista, contra la que se había enfren-
tado en las calles.
Jean-Marie Le Pen, dirigente del FN, había comba-
tido en Argelia y en Indochina, y en 1965 había dirigido
la campaña presidencial de Jean-Louis Tixier-Vignan-
cour. Este último era un abogado exvichysta que había
defendido tanto a Céline como a los miembros de la
Organisation de l’Armée Secrète, grupo terrorista que,
buscando frustrar la independencia Argelia, asesinó a intervenciones militares y los golpes de Estado poscolo-
cerca de 2000 personas entre 1961 y 1962. niales —incluido el de la década pasada en Mali— y el uso
Aunque es cierto que el crecimiento del FN en los del franco CFA en una buena parte de África Occidental
años ochenta dependió en parte de su capacidad para bastan como evidencia.
capturar votos socialistas desencantados después de Por eso todas las tesis sobre la «derechización» de
la desindustrialización de las regiones del norte, eso la política francesa deberían advertir que el imaginario
no debería disimular los componentes de su base mi- colonial y racista siempre existió, y que la única dife-
litante que provenían de un ambiente de derecha más rencia es que la política contemporánea parece haber
convencional: la clase media devotamente católica del vuelto a poner un poco más de énfasis en esos temas. Y
sur de Francia, que incluía a los grupos resentidos por la oposición de izquierda ha perdido fuerza.
la «traición» de Argelia. Defensor del libre mercado En este sentido, es notable la refundición de la que
en lo económico y hasta comprometido con el pro- fueron objeto los términos «república» y «laicidad»
yecto europeo, Le Pen, islamofóbico y antinmigrante durante las décadas que siguieron al bicentenario de la
incondicional, supo reunir a los desencantados de la Revolución. Si bien el relato tradicional de la izquier-
Quinta República en el marco de una política que, des- da, que postulaba una marcha en línea recta hacia la
de entonces, en vez de conservar la Argelia francesa, emancipación y la inclusión, tenía sus puntos ciegos,
definió el objetivo de «evitar que Francia se convirtiera especialmente cuando se consideraba la situación del
en Argelia». mundo colonial, la derrota de los años 1980 dejó la puerta
abierta a una resignificación política autoritaria, islamo-
DERECHIZACIÓN Después de conducir a los fóbica y punitiva de la «república» que no tardó en vol-
luchadores fascistas hacia la verse dominante, incluso en el campo de los socialistas
arena electoral, el FN tuvo neoliberalizados.
avances y retrocesos. Siem- Entonces, ¿qué cambió específicamente desde
pre se quedó corto en las se- 2002, año en que todavía existía un «frente republi-
gundas vueltas locales o regionales, pero la introducción cano» fuerte contra Le Pen? Las causas de la transfor-
de la representación proporcional de François Mitte- mación deben buscarse en gran medida en la descom-
rrand, diseñada como una medida en contra de los gau- posición de los partidos históricos más importantes,
llistas, permitió que entrara en el parlamento en 1986. alentada por una época de crisis. Esas fuerzas empe-
Con todo, los resultados de las elecciones parlamentarias zaron a depender cada vez más de votantes más viejos
y europeas de la década de 1980, que nunca pasaban del ya fuera del mercado de trabajo. También sufrieron los
11%, fueron un techo insuperable hasta 2002. Ese año, efectos de una merma generalizada de la participación
habiendo sacado 17% en las elecciones presidenciales, el electoral. A su vez, la crisis hizo que la centroizquier-
FN entró en la segunda vuelta contra el candidato gau- da, que perdió tanto a las clases medias liberales como
llista, Jacques Chirac, contra el que, no obstante, sufrió sus bases proletarias, también se inclinara más hacia
una derrota contundente: 82% contra 18%. la centroderecha. La campaña que Emmanuel Macron
Hay que recordar que durante todo ese período el FN inició en 2016, que tuvo como objetivo crear lo que
no tenía el monopolio del racismo. En 1991, Chirac —que Bruno Amable y Stefano Palombarini denominan un
a esa altura había sido dos veces primer ministro— hacía «bloque burgués» con las dos alas del centro, reforzó
énfasis en que los franceses tenían razón en enojarse la división entre «europeos liberales» y «nacionalistas
cuando un inmigrante «padre de familia con tres o cuatro desencantados». Tras varias elecciones, la estrategia
esposas y veinte hijos se muda al edificio y cobra 50 000 partió en dos el voto gaullista.
francos de planes sociales sin trabajar, por no decir nada Los intentos de «desintoxicar» el FN —actual Ras-
del ruido y del olor». También hay que tener en cuenta semblement National (RN)— de Le Pen hija, que la con-
que la idea de la «responsabilidad» francesa por África, dujeron incluso a expulsar a su padre por su permanente
planteada siempre en un sentido condescendiente y negacionismo del Holocausto, no son el único factor
colonial, no es solo un elemento del discurso político que explica su relativa aceptación en el mundo de las
dominante, sino que tiene consecuencias prácticas: las
¿NO PASARÁN? 63
DAVID BRODER
corrientes conservadoras dominantes de la política fran- por el racismo y el tradicionalismo católico. Las bases
cesa. La tendencia de la derecha gaullista a servirse de de Les Républicains y la de Macron están compuestas
temas identitarios con el fin de convocar a un electora- por los sectores de la población más viejos y más ricos
do de clase media cada vez más precarizado, golpeado del país. Le Pen cuenta con un apoyo más constante en
por la globalización y por la crisis de 2008, también la clase obrera, entre los trabajadores de cuello blanco y
hizo que el discurso de la candidata de RN alcance la los propietarios de pequeños comercios y profesionales,
cultura dominante y se haga más digerible para su elec- mientras que sus votos caen entre los sectores más ricos
torado. En 2007-2012, Nicolas Sarkozy, presidente de y con niveles de escolarización más elevados y entre los
la centroderecha, intentó superar al FN en cuestiones jubilados. Como nunca estuvo en el gobierno, ni siquiera
de inmigración y prometió limpiar la «escoria» de los a nivel regional, el partido de Le Pen se pronuncia en
barrios pobres de fuerte presencia árabe con una hidro- múltiples direcciones sobre cuestiones como el gasto
lavadora Kärcher y crear un Ministerio de Inmigración, público, los derechos laborales y el Estado de bienestar,
Integración e Identidad Nacional. además de prometer que limitará el acceso a los empleos
Bajo la presidencia de Macron, las huelgas que con- públicos a los franceses nativos.
vocaron los sindicatos policiales fuera de la Asamblea Sin embargo, aunque la alta burguesía francesa
Nacional no solo contaron con el apoyo de su ministro y la federación de empleadores tienen miedo de Le
del Interior, de Les Républicains y de Rassemblement Pen, su programa no tiene más que una ligera pátina
National, sino también con el de los verdes, el de los de política «social». En este sentido, es significativo
comunistas y el de los socialistas. El único que se negó a que durante la segunda vuelta de 2022 haya propues-
participar fue Jean-Luc Mélenchon, de France Insoumi- to que los menores de 30 años quedaran exentos del
se. En noviembre de 2019, el candidato de la izquierda impuesto a las ganancias: aunque está claro que una
sufrió la condena de todo el espectro político por asistir medida de ese tipo beneficiaría desproporcionada-
a una manifestación en solidaridad con una mezquita de mente a las partes más ricas de esa cohorte y reduci-
Bayona que había sido atacada por un hombre que mató ría el gasto en políticas de bienestar, Le Pen la hace
a dos musulmanes de setenta años. Los medios habían pasar como si fuera una forma de asistencia a favor
demonizado a la mezquita por supuestos vínculos con de un grupo social oprimido. Con todo, la propuesta
los Hermanos Musulmanes. de mantener la edad jubilatoria en los 62 años —aun
Pero en Francia la movilización fundada en agendas si implica mantener la última reforma— la distingue
abiertamente reaccionarias no está limitada a la raza y de Macron, que está pidiendo aumentarla todavía
a la nacionalidad. La presidencia de François Hollande más. En la primera vuelta de las elecciones, Le Pen
(2012-2017) conoció uno de los hitos más importantes se quedó con un tercio del voto de cuello azul. Entre
de la extrema derecha: la lucha contra el matrimonio los candidatos de la CGT cuenta con menos apoyo,
igualitario y contra los derechos de adopción, desple- pero crece lentamente en este sector respecto de las
gada en el marco de las actividades de la «manif pour elecciones anteriores, y su base electoral se vuelve
tous» [manifestación para todos] a las que convocaban cada vez más homogénea.
múltiples grupos católicos fundamentalistas. Esos
movimientos también son importantes en la generación CRISIS El partido de Le Pen siem-
de cuadros para los partidos de extrema derecha. DE LA DERECHA pre tuvo dificultades para
Sin embargo, como hizo frente a otros movimientos TRADICIONAL conquistar la derecha pro-
disidentes —los antivacunas, por ejemplo—, Le Pen piamente burguesa y las
mantuvo una línea ambigua, concediendo ciertos signos principales ciudades de
de simpatía pero sin incorporar el tema en su agenda. Francia. Es evidente cuando se consideran los pobres
En la campaña de 2022 declaró que ningún francés per- resultados de París, donde en 2017, durante la segunda
dería ningún derecho (siempre que no exigieran usar el vuelta contra Macron, obtuvo solo el 10% de los votos.
velo en público). La importancia de la campaña de Zemmour, resultado
Además, la distribución de votos en la derecha está de una larga preparación como comentarista televisivo,
determinada más por factores sociales y de clase que
15.5X19.5
¿NO PASARÁN? 65
DAVID BRODER
está precisamente en el hecho de haber abierto una de trastorno del sistema partidario es perfectamente
brecha en esa porción del electorado. Personaje incu- posible: el destino del otro gran partido de la Quinta
bado en CNEWS, cadena fundada por el multimillo- República, el Partido Socialista —que en 2022 obtu-
nario Vincent Bolloré, Zemmour supo retomar ciertos vo un miserable 1,8%—, es una advertencia de que la
elementos de los discursos de Vichy y de la Argelia «normalidad» podría no retornar jamás.
francesa para conducir el debate hacia la decadencia La derrota final de Le Pen frente a Macron fue, por
cultural y el «gran reemplazo», que apelan sobre todo tanto, una muestra del avance contradictorio de la ex-
a los lectores de clase media de publicaciones conser- trema derecha: una vez más llegó a la segunda vuelta,
vadoras como Le Figaro. volvió a lograr un resultado histórico del 41,5% (un 8%
Durante la presidencia de Macron, ciertos persona- más que en 2017), pero también se quedó muy lejos de
jes como Éric Ciotti, estrella de las primarias republi- la presidencia. Como pudo apreciarse en los últimos
canas, compitieron por los votos de la extrema derecha dos comicios, esta elección mostró una expansión del
sugiriendo que el defecto fundamental de Le Pen es electorado del «campo nacional», incluyendo un creci-
que su partido carece de «competencia en temas de miento en distritos burgueses antes hostiles, aunque no
gestión». Mientras tanto, en las regiones más ricas del lo suficiente para garantizar el triunfo.
sur, la candidata de RN intentó tirar en la dirección Pero, sobre todo, estas elecciones han puesto de
contraria, defendiendo a desertores republicanos en manifiesto la crisis de la derecha tradicional. El hecho
las zonas mediterráneas de Provenza y Occitania. En de que gran parte de su electorado se dirija a la extrema
junio de 2021, por ejemplo, llevó como candidato en derecha se debe en parte a la radicalización general del
Provenza a Thierry Mariani, exministro gaullista del debate político-mediático, impulsado por una serie de
gobierno de Sarkozy, que antes había criticado al FN expertos reaccionarios y otrora liberales. Sin embargo,
por sostener posiciones «demasiado de izquierda» en la capacidad de la extrema derecha para beneficiarse de
cuestiones económicas. Mariani ganó la primera vuelta, esto también se debe a su resistencia organizativa e inte-
pero perdió contra una alianza electoral entre macro- lectual a lo largo de la Quinta República. Durante mucho
nistas y republicanos. tiempo fue una minoría asediada pero ruidosa, y ahora
Se suponía que la campaña presidencial de Zem- se encuentra más que nunca en el umbral del poder.
mour en 2022 ayudaría a superar esta división me-
diante la adopción de una retórica cultural y no di-
ciendo prácticamente nada sobre temas económicos.
La estrategia tuvo resultados contradictorios: aunque
su intención de voto, fuerte en un primer momento,
terminó mermando drásticamente en el curso de las
elecciones nacionales, derrotó a Pécresse y capturó un
electorado burgués mucho más uniforme que Le Pen.
Sacó 17,5% del voto en el culto distrito 16 de París y
cerca del 20% en ciertas zonas de los beaux quartiers de
Lyon, pilares históricos de los republicanos. Aunque
el Rassemblement National obtuvo cerca del 23% de
los votos a nivel nacional, en esos distritos no superó
los números de un dígito.
Las elecciones presidenciales de 2022 podrían ha-
ber sido el inicio de una reconfiguración histórica de
la derecha francesa. Hace pocos años, un cambio de
este tipo habría parecido sumamente improbable, da-
da la fuerza que conservaban los republicanos en las
encuestas nacionales y a nivel regional. Pero no solo
los acontecimientos de Italia muestran que este tipo
D
irigida por los alemanes abanico de crímenes transcurriendo
Wilfried Huismann y Anne- en lo que fue un verdadero estado
tte Baumeister y basada en dentro del Estado chileno, primero
la idea original del director chileno ignorado durante décadas y luego
Christian Leighton, Colonia Digni- protegido con vehemencia por la
dad. Una secta alemana en Chile es dictadura de Pinochet.
una miniserie documental (dispo-
nible en Netflix Latinoamérica) que
aborda uno de los capítulos más os- Una secta alemana
curos de la historia reciente de Chile:
la de una secta nazi instalada en el El exmiembro de las Juventudes Hit-
sur del país desde inicios de los años lerianas, médico del ejército alemán
60. Violaciones a los derechos huma- y futuro líder de Colonia Dignidad,
nos, pedofilia, secuestro, «adopción Paul Schäfer, arribó a Chile en 1961,
ilegal» de niños, tortura, misoginia, en medio de un proceso judicial por
evasión tributaria… un amplio pedofilia en Alemania. Sin que eso
¡NO PASARÁN! 69
PUNTO DE FUGA
a «El Lavadero», los momentos de sino hasta las primeras denuncias Hoy día se puede visitar la ex
gloria, su constante apoyo y el rol es- por abuso sexual y la fuga de Salo Colonia Dignidad —actual Villa Ba-
tratégico que cumplió en el conflicto Luna y Tobías Müller que la Policía viera— y degustar allí algún plato
del Canal Beagle, que en 1978 casi de Investigaciones de Chile se deci- o kuchen típico. Incluso se ofrece
ocasiona una guerra con Argentina, dió a ingresar y allanar la hacienda. un tour durante el que se pueden
pasaron al olvido. Pero su imperio no Al enterarse de la denuncia de escuchar varias historias de terror y
fue tan fácil de derrumbar. los dos muchachos, Schäfer ve lle- memoria. Durante un tiempo, hasta
Durante el gobierno de Patricio gar su fin y huye a Argentina, don- que las agrupaciones de víctimas hi-
Aylwin se organizó una persecución de construye un nuevo enclave — cieron pesar sus denuncias, los ale-
judicial en contra de la Colonia por bastante más discreto y con menos manes celebraron allí el Oktober-
evasión de impuestos que, tal como acompañantes— en la localidad de fest, mostrando que la impunidad de
relata la serie, fue fuertemente resis- Chivilcoy, en la provincia de Bue- la que disfrutó Colonia Dignidad en
tida por la comunidad vecina, que se nos Aires. Recién es detenido siete el pasado se proyecta sobre el pre-
organizó para apoyar a los alemanes años más tarde, en 2005 gracias a un sente en forma de desmemoria y de
y reconocer sus aportes, hasta ser operativo conjunto de las Policías una justicia siempre incompleta.
desestimada por los Tribunales. Los chilena y argentina, para ser luego Colonia Dignidad fue una orga-
pueblos de los alrededores, empo- extraditado. nización criminal cuyas víctimas aún
brecidos y creyentes, seguían vien- no encuentran reparación y cuyos
do en Colonia Dignidad un espacio sobrevivientes todavía siguen apren-
donde enviar a los niños y en el que Memoria o turismo diendo a vivir. Al mismo tiempo, las
obtener la atención médica que el víctimas del terrorismo de Estado
Estado chileno no proveía. La caída de Schäfer visibilizó sus siguen bregando porque se investi-
La presión por las violaciones a delitos de pedofilia, por los que fue gue el destino de sus familiares y se
los derechos humanos y la protes- condenado a 20 años de cárcel, una condene a los cómplices y ejecutores
ta de organizaciones de familiares pena que no llegó a cumplir porque que los trasladaron y torturaron en
de detenidos-desaparecidos en las murió preso en 2010, sin que jamás el enclave alemán.
puertas del fundo terminaron por fuera condenado por su colabora- Colonia Dignidad muestra un
generar un clima que las autoridades ción con la dictadura de Pinochet y abanico de crímenes tan amplio e
ya no pudieron eludir. Pero no fue la organización del golpe de Estado. impune que quita el aliento.
¡NO PASARÁN! 71
CAPITAL CULTURAL
ROSA BLINDADA POR PEDRO PERUCCA
La mano derecha
de la oscuridad
C
asi desde sus mismos ini- reinterpretaciones de algunos clási-
cios como género, la ciencia cos por parte de las nuevas derechas
ficción tendió a generar un e incluso la producción de obras de
vínculo particular con una estructu- «anticipación» que operan como ve-
ra de sentimientos progresista o de hículos para concepciones militaris-
izquierda. Su apuesta constante por tas, xenófobas, ultranacionalistas,
la «desnaturalización» de las diver- racistas y misóginas. Bienvenidos y
sas realidades históricas y su énfasis bienvenidas al submundo de la cien-
en los impactos transformadores de cia ficción de derecha.
las nuevas tecnologías, así como sus En su señero ensayo de 1967, El
especulaciones en torno a otras for- sentido de la ciencia ficción, Pablo Ca-
mas posibles de organización social, panna presenta algunas hipótesis en
de familia, de inteligencia y hasta de torno a la sintonía de la ciencia fic-
vida (incluyendo formas inorgánicas ción con las mentalidades «abiertas»
de la misma), lograron sintonizar con de sus consumidores. Allí recuerda
lectores predispuestos a un cierto que uno de los primeros clubes de
pensamiento crítico. aficionados de los Estados Unidos,
Aunque siempre existieron fic- durante el boom del género en su de color, hecho que confirmaría que
ciones conservadoras o reacciona- época pulp de los años 30 y 40, fue «nunca existieron prejuicios raciales
rias en el género, el arribo del siglo presidida por un afronorteamericano dentro del género, pues éstos serían
XXI y de la revolución comunicacio- del barrio de Harlem, una total rare- inconcebibles entre quienes están
nal que implicaron las redes socia- za en un país que aún segregaba ex- discutiendo las posibilidades
les contribuyeron a multiplicar las plícita y brutalmente a las personas de comunicarse con las arañas
¡NO PASARÁN! 73
ROSA BLINDADA
ficción, con el máximo ejemplo de J. y el crecimiento de grupos como de la civilización occidental por el
R. R. Tolkien en obras como El Hob- QAnon, podemos encontrar expre- masivo arribo de migrantes del Ter-
bit o El señor de los anillos que, como siones en países europeos, donde los cer Mundo, volvió a la lista de los
han señalado infinidad de críticos, se grupos de ultraderecha también se más vendidos en 2011 y se estima
encuentran plagados de estereotipos multiplican. que lleva más de medio millón de
racistas, lo mismo que muchas nove- En el plano de la recuperación ejemplares vendidos desde 2006.
las de fantasía heroica o de «espada de utopías reaccionarias del siglo Su autor continuó defendiendo sus
y brujería» (subgénero inaugurado XX se destaca la segunda vida que puntos de vista racistas y xenófobos
por las icónicas novelas de Conan el cobró gracias a las redes sociales un en otras obras de ficción y artícu-
bárbaro, de Robert Howard, un inte- texto como Los diarios de Turner, los periodísticos. En 2004, la Liga
grante del «Círculo de Lovecraft»), una novela publicada con pseudó- Internacional contra el Racismo y
donde suelen ser tópicos comunes nimo en 1978 por William Luther el Antisemitismo lo demandó por
las castas medievales, los guerreros Pierce, entonces dirigente de un «incitación al odio racial», lo que no
plenos de testosterona y los magos al grupo neonazi, que relata una vio- fue obstáculo para que siga siendo
servicio del poder. También el ultra- lenta revolución en los Estados Uni- traducido a la mayoría de los idio-
cristiano y conservador C. S. Lewis dos que llega a derrocar al gobierno mas del mundo o para una candi-
ha aportado lo suyo en este plano. federal y que en el camino avanza datura a la Academia Francesa en
En la ciencia ficción, más allá de en una guerra santa contra todos los el año 2000.
los sesgos machistas ya menciona- grupos «no blancos», incluyendo El libro de Raspail tiene nu-
dos, podemos encontrar una enor- afroamericanos, judíos, políticos y merosas ediciones en inglés —su
me cantidad de obras que tematizan otros «actores liberales». El texto actual editora es The Social Con-
críticamente los totalitarismos o las fue descrito como «explícitamente tract Press, una empresa dirigida
utopías reaccionarias. Uno de los racista y antisemita» y definido co- por Jhon Tanton, fundador de la
subgéneros que abordó con más cla- mo «la Biblia de la derecha racista», Federation for American Immigra-
ridad el problema fue el distópico, llegando a inspirar concretamente tion Reform (FAIR), denunciada
desde la fundadora Nosotros (1921), numerosos crímenes de odio y actos reiteradamente como «grupo de
de Evgeny Zamiatin —que en 1921 de terrorismo, incluyendo el asesi- odio»—. Es que el alerta contra el
anticipó aspectos del totalitarismo nato de Alan Berg en 1984 o el aten- presunto «genocidio blanco» tiene
estalinista— hasta Un mundo feliz, tado de Oklahoma City de 1995, un importante eco en EE. UU., en
de Aldous Huxley (que alertó sobre entre por lo menos 40 ataques para parte gracias a las campañas anti-
los peligros de la eugenesia y el con- los que sirvió de inspiración explí- migrantes del sitio ultraderechista
trol social por medio de la farmaco- cita. La ocupación del Capitolio de Daily Stormer, de Andrew Anglin,
logía); pasando por Fahrenheit 451, enero del año pasado fue definida en que hace unos años horrorizó a los
de Ray Bradbury, en la que un Esta- salas de chat del activismo de dere- hombres blancos del país con un
do totalitario prohíbe la lectura, y la cha en sitios como 4chan, Telegram alerta contra la «caravana migran-
ya mencionada 1984 como clásicos o Stormfront como el «Día de la te» que presuntamente se dirigía
indiscutidos. cuerda», un ahorcamiento masivo al país desde Sudamérica (en reali-
relatado en el libro. dad, una manifestación periódica
Otro de los textos recuperados de Pueblo sin Fronteras), incluso
Las utopías reaccionarias por las nuevas derechas, en este caso logrando que Trump y su vice, Mi-
del hombre blanco resentido europeas, es El desembarco (Le Camp ke Pence, se sumaran a la denuncia
des Saints, su título original), publi- contra la inexistente «caravana».
Si bien el fenómeno de la ciencia cada en 1973 por Jean Raspail, un También se sabe que el exasesor
ficción reaccionaria se presenta escritor e investigador francés que trumpista e impulsor de medios
en su forma más pura en los Es- incluso fue honrado en 1983 como derechistas Steve Bannon es «fa-
tados Unidos, especialmente tras Officier de la Legión de Honor. El nático» del libro de Raspail y suele
la presidencia de Donald Trump desembarco, que predice el colapso usar referencias al mismo. Podemos
citar aquí también a Sumisión, la una pareja de piadosos cristianos como escritor aleja del camino po-
más reciente novela de Houellebe- que se rebelan contra un gobierno lítico para concentrarse en volcar
cq, que imagina una Francia en la de un futuro cercano que avala el todas sus fantasías supremacistas
que el ficticio partido Fraternidad aborto, la eutanasia y hasta la pe- y antisemitas en la literatura, es-
Musulmana triunfa en las presiden- dofilia en nombre de la «corrección pecialmente en la novela de ciencia
ciales de 2022, venciendo a Marine política». ficción El señor de la esvástica.
Le Pen en la segunda vuelta gracias También podríamos mencionar Para terminar con un ejemplo
al voto del resto de las fuerzas polí- obras como la pentalogía Last Jihad europeo (el neofascismo no es so-
ticas que buscan impedir la victoria (La última Jihad, 2003), de Joel C. lo estadounidense), recordaremos
de la ultraderecha (eso sí: hay que Rosenberg, donde un presidente que en 2001 el escritor y periodista
reconocerle que anticipó con total estadounidense apegado a las Es- Mario Farneti publicó la primera
claridad uno de los dos protagonis- crituras aprueba un ataque nuclear novela de la trilogía «Occidente»,
tas del balotaje). contra Bagdad para luego enfocar- una ucronía que muestra una Italia
se en el combate contra la alianza de 1972 que celebra el cincuentena-
ruso-iraní, o Prayers for the Assas- rio del arribo al poder de Mussolini
Sueños de hierro sin (2006), de Robert Ferrigno, que (la trilogía se completó en 2006). A
imagina un EE. UU. del año 2040 en diferencia de su compatriota Giam-
En ese magma reaccionario no so- guerra civil y dividido en cuatro tras pietro Stocco, que también propone
lo se leen y resignifican obras pre- ser devastado por ataques nuclea- ucronías como Nero italiano y Dea
vias sino que también se producen res contra sus principales ciudades. del Caos para reflexionar crítica-
numerosas ficciones de «anticipa- Obviamente, la lucha principal es mente sobre las coyunturas histó-
ción» derechista, textos que pese a entre una nueva república islámica ricas que pueden habilitar salidas
su bajísima calidad literaria logran y la resistente comunidad cristiana totalitarias, el libro de Farneti ha
gran circulación entre los grupos del Cinturón Bíblico (los judíos han sido fuertemente cuestionado por
supremacistas como vehículos pro- sido condenados al ostracismo, por romantizar y celebrar el autorita-
pagandísticos del odio muy accesi- ser responsables de la destrucción de rismo fascista.
bles en términos de dificultad lite- Washington y Nueva York). La cam- La propuesta, por supuesto, no
raria. Entre estos se destacan obras paña promocional del libro incluyó es abordar literalmente la lectura
como Hold Back This Day (algo así el lanzamiento de una web con no- de estos textos sino considerarlos
como «Posterguemos ese día»), de ticias falsas de los Estados Islámicos como partes de una profunda «ba-
Kendall Ward (2001), que imagina de América (Republic World News). talla cultural» en curso, en la que
un mundo futuro en el que un au- En el mismo camino, la his- las nuevas derechas refuerzan por
tocrático «Gobierno mundial» im- torieta Liberality for All (Liberali- todos los medios un habitus cada vez
pone a la fuerza el mestizaje para dad para todos, autodefinida como más violento y reaccionario para sus
obtener «una sola raza» y autoriza «el primer comic conservador del activistas, al tiempo que constituyen
una única religión. Frente a este mundo»), de Mike Mackey y Don- expresiones de una suerte de «in-
escenario se alza un héroe caucási- ny Lin, presenta a unos heroicos consciente político» de una sociedad
co, Jeff Huxton, uno de los últimos combatientes blancos en lucha con- en un momento dado que, sin plena
«blancos puros» que acaba unién- tra las políticas ultraprogresistas conciencia, vuelca en la literatura o
dose a la resistencia de «Nayra» del Gobierno de Chelsea Clinton y el cine algunos de sus más profundos
(poco sutilmente, «aryan» escrito su vicepresidente Michael Moore, y verdaderos temores y esperanzas.
al revés), secuestrando una nave quienes llegan a aceptar a Osama Y es que, como alerta Wilhelm Reich
y escapando a una colonia blan- Bin Laden como embajador. Deli- desde su Psicología de masas del fas-
ca en el planeta Marte. Bedford: A rios casi a la altura de las ficciones cismo, en ciertas coyunturas histó-
World Vision (2002), de la escritora que Spinrad imaginó en 1972 para ricas las grandes masas populares
sureña Ellen Williams, retrata la El sueño de hierro, una ucronía so- pueden «desear» los totalitarismos
lucha de Horace y Virginia Pruitt, bre un Adolf Hitler al que el triunfo más brutales.
¡NO PASARÁN! 75
Étienne Balibar comparte con
nosotros sus ideas sobre la libertad
en el socialismo.
SU LIBERTAD
Y LA NUESTRA
étienne balibar
ILUSTRACIONES
DIEGO PRESTES
TRADUCE
VALENTÍN HUARTE
ÉTIENNE BALIBAR ENTREVISTADO POR
VIVIANE MAGNO RIBEIRO & ALEXANDRE PINTO MENDES
T
odos valoran la libertad. implica la agencia colectiva: los ciudadanos se «liberan»
¿O no? unos a otros o se conceden mutuamente la libertad.
Después de décadas de Sin embargo, cierta tradición de izquierda, espe-
luchar para ganarse la vida, cialmente bajo la influencia de Marx en algunos de sus
sin tiempo libre y con un textos, sostiene la idea de que la libertad es per se un valor
sentimiento generalizado de «burgués». Esta corriente afirman que la libertad no es
impotencia, podemos disculpar a la clase trabajadora si más que la combinación entre la libertad económica,
olvidó un poco el sentido de la palabra «libertad». O, bajo las formas de la libre competencia y la propiedad
peor todavía, si reencontró una parte de ese sentido en privada, y las libertades políticas o jurídicas, a las que
esa versión siniestra, deformada como por un laberinto estima como realidades puramente «formales». Aunque
de espejos, de las libertades individuales que promueve es una tesis históricamente errada y está fundada en una
la derecha libertaria. confusión teórica, tuvo efectos catastróficos y de larga
El filósofo marxista Étienne Balibar defiende desde duración en la izquierda. De hecho, es la derecha que
hace años la tesis de que la libertad y la democracia son supo sacar una enorme ventaja de esa confusión.
las verdaderas líneas de combate de la lucha socialista. Consideraciones similares valen en los casos de las
Más que abrazar la política democrática, Balibar convo- ideas de «cuidado» o de «seguridad», que también son
ca a la izquierda a insistir en que un proyecto socialista ideas divididas. La experiencia de la pandemia desen-
renovado tendrá que revivir también la misma idea de cadenó procesos interesantes en este sentido. Planteó
libertad, corrompida por décadas de hiperindividua- debates acerca de si deberíamos considerar antidemo-
lismo y consumismo neoliberales. Conversamos con cráticas las medidas restrictivas «impuestas» por el Es-
él acerca de las constituciones, la democracia y sobre tado sobre las libertades individuales o colectivas con la
por qué los socialistas debemos poner más atención excusa del «cuidado» frente a la diseminación del virus.
en estos temas. Pienso que las teorías de la conspiración —promovi-
das sobre todo por la extrema derecha, pero también por
vm / ap. Durante la pandemia, la derecha política, sa- ciertos sectores de la extrema izquierda—, que sugieren
cando ventaja de las medidas de aislamiento, parece que la pandemia es una invención del Estado o de los
haberse apropiado de la idea de «libertad». La izquierda, capitalistas para imponer una «sociedad de control»,
mientras tanto, puso el eje en defender valores como el son delirantes y muy peligrosas. Pero también creo que
«cuidado» y la «seguridad». ¿Qué podemos esperar del medidas coercitivas como el aislamiento, la cuarentena
desarrollo futuro de esta polarización? y la vacunación obligatoria, en vez de imponerse de for-
eb. La idea de libertad ha sido combatida y desafiada ma autoritaria, deberían discutirse democráticamente
desde sus mismos orígenes en la época moderna, porque con la sociedad, en el ámbito de la medicina y en los
la noción de «libertad» es una noción dividida o, como distintos niveles del gobierno. Incluso si admitimos
dice sugerentemente W. B. Gallie, filósofo analítico que debe existir una norma general, el peligro de que
británico, es un «concepto esencialmente disputado». los controles sanitarios terminen amalgamándose con
Es imposible unificar o subsumir esos conceptos –que otras formas de vigilancia policial y prolongándose sin
además de tener una relevancia política inmediata, con- necesidad no deja de ser real. Esto plantea la necesidad
servan siempre una dimensión filosófica o metafísica– de una intervención y de una supervisión democráticas.
bajo una definición única y universalmente aceptada.
Son el sitio de un desacuerdo permanente. vm / ap. A veces la izquierda asume que «democracia
Por eso, el conflicto en política no enfrenta a los que verdadera» y «socialismo» son prácticamente sinónimos,
valoran la libertad contra los que la niegan o los que pre- y que las realidades que estos términos designan encon-
fieren otro principio. Opone dos conceptos antitéticos trarán su realización en la expansión de la democracia
de libertad. Tampoco es la clásica distinción entre un más allá de las fronteras de lo político, especialmente
concepto «negativo» de libertad y uno «positivo», sino hacia el reino de la economía. ¿Es demasiado ingenuo
más bien una distinción entre un concepto individualista, o simplista suponer que existe esa relación intrínseca
preferido por la tradición liberal, y uno democrático, que entre «socialismo» y «democracia»?
¿NO PASARÁN? 79
ÉTIENNE BALIBAR ENTREVISTADO POR
VIVIANE MAGNO RIBEIRO & ALEXANDRE PINTO MENDES
debe prevalecer sobre la igualdad, a la que él considera Por otro lado, es imposible dejar de buscar una reso-
el valor socialista por excelencia. Yo quería reestablecer lución, porque la historia demuestra que no puede existir
la simetría completa en toda su claridad. una sociedad o un régimen que proteja universalmente
Después de publicar mi ensayo, gracias al comenta- la igualdad pero suprima la libertad. El «socialismo
rio de Frieder Otto Wolf, filósofo marxista alemán, me realmente existente» es un buen ejemplo. Y tampoco
llevé la grata sorpresa de que «igualibertad» había sido puede existir un régimen que protege universalmente
la expresión clave de los discursos de los Niveladores, el las libertades pero permite la desigualdad. En este caso,
ala radical de la Revolución inglesa. Por supuesto, esto el ejemplo son las democracias capitalistas. Esta «doble
reforzó considerablemente mi argumento. negación» es lo que llamé elenchus o «refutación» en el
Mi intención no era sugerir que no existe tensión sentido de la lógica antigua (griega).
entre «igualdad» y «libertad», o que nunca puede surgir Pero también quería demostrar que la forma tra-
ningún conflicto. Todo lo contrario. Quería describir una dicional —liberal o marxista— de separar la idea de los
relación dialéctica: por un lado, los conflictos son per- «derechos humanos» de la idea de los «derechos políti-
manentes y es imposible evitarlos, pero deben encontrar cos» —o los «derechos del hombre» de los «derechos del
una resolución dinámica en cada coyuntura, a través de ciudadano», según los términos de la Declaración— no
invenciones institucionales y de prácticas sociales que era una buena interpretación de los principios clásicos,
son inestables por definición. que de hecho no separan las dos categorías de derechos
o no definen explícitamente los derechos fundamentales género. Por lo tanto, la «igualibertad» es una forma de
como si fueran una realidad separada de los derechos evitar caer en una visión «lineal» de la historia de las re-
civiles o políticos. Esta lectura coincide con la noción voluciones, según la cual el momento burgués pertenece
arendtiana de «derecho a tener derechos». La «iguali- al pasado y el momento socialista-comunista pertenece
bertad» sería el núcleo de esta unidad dialéctica. al futuro: es en el presente —en cada nuevo presente—
Por lo demás, la idea de «igualibertad» también que este conflicto debe ser recreado.
estaba asociada a tres debates distintos aunque vincu-
lados entre sí. En primer lugar, estaba la polémica que vm / ap. Salvo excepciones notables, como Toni Negri, la
había surgido de la crítica de los regímenes socialistas izquierda del siglo XX no mostró tener mucho interés por
de tipo soviético, que reprimían las libertades, pero las constituciones ni por el constitucionalismo. Dicho eso,
también del «intervencionismo humanitario» occiden- las últimas dos décadas en América Latina —en Bolivia,
tal y estadounidense. En esencia, el debate era: ¿pue- en Ecuador y, más recientemente, en Chile— atestigua-
de existir algo así como una «política de los derechos ron un nuevo ímpetu por traducir la imaginación política
humanos», o, por el contrario, el discurso de los «de- radical a las instituciones existentes y a la creación de
rechos humanos» es un discurso puramente moralista nuevos derechos.
capaz de disfrazar políticas imperialistas? En Francia, ¿Podemos afirmar que profundizar la relación entre
Claude Lefort defendía la primera posición y Marcel poder constituyente y poder constituido es uno de los
Gauchet la segunda. En este punto me puse del lado desafíos principales del socialismo del siglo XXI?
de Lefort, dejando abierta, por supuesto, la cuestión eb. Creo que la respuesta afirmativa a esta pregunta
de la aplicación justa del principio. está implicada en lo que acabo de decir. Por supuesto,
Un segundo debate concernía a la posibilidad de re- no resuelve los problemas concretos y prácticos de las
conciliar los «derechos del hombre» con los «derechos revoluciones, y todos sabemos que las revoluciones están
del ciudadano». En otros términos, el punto era explicar expuestas a todo tipo de amenazas externas y perver-
que los derechos fundamentales son siempre ya políti- siones internas.
cos y que el estatus jurídico del ciudadano (es decir, su Sin embargo, pienso que el proceso constitucional
identificación con una «nacionalidad», denominada por de Chile, sumado a la victoria del presidente Gabriel
ciertos teóricos estadounidenses como «ciudadanía atri- Boric, son la manifestación de una combinación de fuer-
buida») no restringe necesariamente la universalidad de zas extremadamente frágil, aunque esperanzadora, que
los «derechos humanos». Por el contrario, esto significa pone en juego un nuevo constitucionalismo en términos
que, en términos históricos, la reivindicación o el «des- a la vez «materiales» —es decir, de derechos y recono-
cubrimiento» de los derechos humanos o fundamentales, cimiento de intereses populares, especialmente de los
en la medida en que son políticos, tienen un carácter «in- pueblos indígenas, las mujeres y los trabajadores— y
surreccional». La institución deriva de la insurrección, y «formales», a saber, procedimientos de discusión y de
no a la inversa. O, mejor dicho, la insurrección implica representación democráticas.
una «imaginación institucional», un pouvoir instituant El poder constituyente de Toni Negri es un libro que
(según la terminología de Saint-Just, jacobino francés). admiro mucho. Pero me temo que la terminología ju-
Por último, la idea de «igualibertad» plantea una rídica que propone termina planteando un dilema: o
rectificación de la interpretación «marxista estándar» privilegiamos el «poder constituyente» y la multitud,
de las revoluciones burguesas y un retorno a la lectura o privilegiamos el «poder constituido» del Estado, o,
del joven Marx (1843) y a la idea de la revolución perma- alternativamente, concebimos el poder constituido co-
nente: en el núcleo de las insurrecciones «burguesas», mo el fin —en los dos sentidos del término— necesario
o en sus componentes populares, hay una tendencia de hacia el que apunta todo poder constituyente.
eso que denominé «igualibertad». Creo también que La conclusión, evidente en el caso de Negri, es que
esta tendencia es una dimensión clave del comunismo, debemos evitar que el poder constituyente avance hacia
que siempre subvierte y supera las limitaciones de las una constitución real. Por mi parte, prefiero el término
constituciones burguesas, ya sea que estén fundadas en pouvoir instituant («poder instituyente») que remite a
la propiedad privada o en las jerarquías raciales o de
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ÉTIENNE BALIBAR ENTREVISTADO POR
VIVIANE MAGNO RIBEIRO & ALEXANDRE PINTO MENDES
una capacidad de «crear instituciones» que es inherente y tecnocrática contra la que debe emerger un amplio
a toda insurrección. contrapoder popular, entonces debemos buscar o in-
ventar una nueva «forma partido» en el marco de las
vm / ap. En tus escritos aparece la idea de que la preca- experiencias existentes. Pero las formas no están prede-
rización laboral y la fragmentación de la clase obrera terminadas, no existe un «modelo» del partido por venir.
tienen su corolario en una concepción más bien desarrai- No obstante, esto plantea una serie de cuestiones.
gada de la ciudadanía y en un individualismo negativo. Primero: el partido socialdemócrata tradicional es un
Esta tendencia también parece operar tras lo que suele partido que organiza elementos de la «sociedad civil»,
denominarse la crisis de la forma partido o del partido sea directamente o sea a través de organizaciones sub-
de masas en las democracias modernas. ¿Existe una sidiarias, con vistas a controlar o tomar el aparato de
manera de recuperar la forma partido que signifique Estado. Por lo tanto, está fundado en una representación
algo más que un simple proselitismo para volver a los dualista de la sociedad y de la nación, donde la «sociedad
viejos partidos de masas de la socialdemocracia? ¿Tal civil» y el «Estado» mantienen un vínculo de exteriori-
vez un partido movimiento? dad. Gramsci percibió los límites de esta representación
eb. Los partidos de masas con una dimensión democráti- cuando analizó la emergencia del «Estado de bienestar».
ca siempre han trabajado en articulación con «movimien- En la misma dirección, Poulantzas llegó más lejos.
tos», más aún si no son meras «correas de transmisión» Debemos comprender que la lucha política permea
(infame metáfora estalinista). Si retomamos el sentido tanto el Estado como la sociedad, incluso en los casos en
original que tenía la categoría «partido» en El manifiesto que el Estado de bienestar es ineficaz —es decir, fuera
del Partido Comunista de Marx y Engels, comprendemos del «Norte»— o es progresivamente desmantelado por
que no hacía referencia a una organización separada. las políticas neoliberales. En este caso, cuando está en
Es una doctrina que combina una visión de la historia, juego, por ejemplo, la democratización de los «servicios
el rol revolucionario del proletariado y el programa de públicos», son los movimientos civiles y no los «parti-
transición política y social hacia una sociedad sin clases. dos» en el sentido parlamentario, ni mucho menos las
Y esa doctrina puede volverse «hegemónica» en muchos organizaciones «subversivas», los que suelen dirigir
movimientos, creando así algo semejante a un «movi- mejor la lucha.
miento de movimientos». Segundo: tienen razón cuando enfatizan en su pre-
La idea de la «forma partido» como organización gunta el «individualismo negativo». Yo no inventé esa
separada y disciplinada es posterior. Surgió en un mo- fórmula. La tomé de un libro de Robert Castel, gran so-
mento en que el imperativo era reunir fuerzas —sobre ciólogo francés, titulado Las metamorfosis de la cuestión
todo, y pese a los compromisos «internacionalistas», social: una crónica del salariado. Él terminó abandonando
a nivel nacional— para «tomar el poder del Estado», la fórmula porque sus connotaciones «negativas» ha-
fundamentalmente en términos electorales, después cían que fuese difícil utilizarlas en conversaciones con
en términos revolucionarios y, más tarde, en el marco trabajadores precarizados (en general, jóvenes), que la
de una combinación estratégica de ambos: es la noción rechazaban por considerarla estigmatizante.
gramsciana de «guerra de posiciones». Por mi parte, aunque soy consciente de ese proble-
Creo que, por una serie de motivos históricos y so- ma, decido sostener la expresión porque creo que toca
ciales, las dos formas quedaron obsoletas, aun cuando una cuestión importante: las formas de organización
debemos conservar ciertos elementos constitutivos de política del movimiento obrero estaban vinculadas a un
ambas (por ejemplo, el problema de la «hegemonía» sentido y a prácticas concretas de solidaridad, fundadas
política o el problema de la «organización» política). en parte en las condiciones del proceso de trabajo y en
En primer lugar, me parece que si creemos que en una parte heredadas y transpuestas de las tradiciones «co-
sociedad de antagonismos profundos los cambios solo munitarias» y de la memoria de los obreros desplazados
pueden surgir de la lucha en sus múltiples formas —de de las comunidades agrícolas. E. P. Thompson y otros
ahí la expresión de «parcialidad» o «partidismo»— y, historiadores exploraron esta dimensión.
en segundo lugar, si pensamos que en un momento en Las políticas neoliberales desmantelan sistemáti-
que el poder está concentrado en las manos de una élite camente las condiciones que hacen posibles estos lazos
¿NO PASARÁN? 83
ÉTIENNE BALIBAR ENTREVISTADO POR
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con la cuestión del «movimiento de movimientos». Fue de la sociedad. También asocié la fórmula de Bernstein
uno de los ejes que intentó renovar el Foro Social Mun- con la idea de que la democracia conflictiva no es solo
dial. En primer lugar, está el tema fundamental del racis- un instrumento, sino que seguirá siendo «eternamen-
mo. Aunque tengan diferentes expresiones y niveles de te» la característica intrínseca de una sociedad cuyo
intensidad, todas las formas del racismo tienen en común fin no es un régimen institucional determinado sino la
una representación exclusivista de la «nación» (y esto capacidad permanente de transformarse y regenerar-
no es meramente una característica del supremacismo se. Por este motivo digo que no hay «objetivo final»,
blanco, por más importante que sea este en los países es decir, no hay ningún objetivo capaz de representar
occidentales del norte). En segundo lugar, está el tema un fin absoluto.
de la paz, del desarme, de la oposición a la guerra, que Hoy, sin abandonar la referencia a Marx, añadi-
deben seguir siendo posiciones de principio, aun en los ría, tal vez con un espíritu más crítico, que esta tesis
casos en que debemos apoyar la resistencia de un pueblo implica rechazar el supuesto metafísico que encontra-
contra la invasión o contra la ocupación, como sucede mos en el prólogo de 1859 a la Contribución a la crítica
ahora en Ucrania. Y, en tercer lugar, está la cuestión del de la economía política. «La humanidad se propone
calentamiento global, es decir, de organizar campañas siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar,
exitosas para presionar a los gobiernos y a las empresas porque, mirando mejor, se encontrará siempre que
y para popularizar nuevas formas de vida. Es una lucha estos objetivos solo surgen cuando ya se dan o, por lo
gigantesca, que tal vez parezca desesperada, pero es menos, se están gestando las condiciones materiales
inevitable. Hoy todo «socialismo» está obligado a ser para su realización». Esto está mal. Cuando están en
un «ecosocialismo». juego los «objetivos» más importantes, la humanidad
justamente no cuenta con las condiciones de la solu-
vm / ap. Hace poco, en Histoire Interminable. D’un siècle ción. Debe inventarlas y crearlas, y ese es un proceso
l’autre. Écrits I [La Découverte, 2020], volviste, con un pun- «aleatorio» —como escribió mi maestro Althusser en
to de vista novedoso, sobre un viejo debate: la transición sus últimos ensayos— que se despliega en el curso del
socialista. Recuperando el viejo adagio de Bernstein —«El movimiento. De hecho, la metafísica evolucionista está
objetivo final no es nada, el movimiento lo es todo»—, tu estrechamente vinculada con lo que ustedes definieron
intención parece ser pensar la cuestión de la transición como «etapismo».
librada de las trabas tradicionales del «etapismo» y del Pero renunciar al etapismo y al estatismo no es re-
«estatismo». ¿Cómo es una transición socialista en la nunciar a la idea de la transición, mucho menos a la idea
que «el objetivo final no es nada»? de una transición revolucionaria. Hoy este problema está
eb. Para evitar toda confusión, aclaro que saqué de a la orden del día, y debemos explorarlo en sus múltiples
contexto la fórmula de Bernstein, es decir, el alegato formas, desde los objetivos más inmediatos y urgentes,
de 1899 en favor del «gradualismo» y el subsiguiente hasta las nuevas formas de organización y las institucio-
«debate Bernstein» que involucró a la socialdemo- nes radicalmente democráticas, todo lo cual quiere decir
cracia europea. Citando la fórmula de Bernstein, no que no se trata simplemente de «utilizar» las formas de
pretendo sugerir que no hay objetivos finales o que poder existentes sin antes «deconstruirlas».
los objetivos finales no son importantes, sino que son En el libro al que hacen referencia propuse generali-
inmanentes al movimiento y que entonces se redefinen zar la consigna de Lenin: el Estado en la «dictadura del
y aclaran a medida que el movimiento se desarrolla, proletariado» es una unidad de opuestos, un «Estado no
que sus fuerzas se unen y que se identifican y superan Estado» o un Estado que comienza inmediatamente a
los distintos obstáculos. «extinguirse». Por supuesto, no es eso lo que sucedió
Por lo tanto, considero que la fórmula es en lo esen- en la historia real de la Unión Soviética, pero la idea de
cial un sinónimo de la famosa definición del comunismo que la «transición» es un movimiento que transforma
propuesta por Marx en La ideología alemana (1845): sus propias fuerzas y formas constitucionales contiene
un movimiento que transforma/abole (el término en una intuición fundamental. Por eso propongo analizar
alemán es aufhebt, categoría clave de la dialéctica) el la transición como un proceso que involucra instancias
«estado de cosas» existente, es decir, la forma actual de «Estado no Estado», «mercado no mercado» y hasta
“
«industria no industria» (que sugiere una revolución en
la idea misma de «productividad»).
¿NO PASARÁN? 85
ÉTIENNE BALIBAR ENTREVISTADO POR
VIVIANE MAGNO RIBEIRO & ALEXANDRE PINTO MENDES
que hicieron referencia en su pregunta. El caso del «ejér- permanecieron completamente ajenos el uno al otro.
cito popular» maoísta y la «larga marcha» ameritan un Estas son las cuestiones que traté de discutir en mi libro
análisis crítico porque, por un lado, tal vez sean el ejemplo Violencias, identidades y civilidad (Gedisa, 2009), donde
más importante de todo el siglo XX de una movilización intenté trazar una línea de demarcación problemática
popular de masas y de campesinos pobres que resistió entre violencia y «violencia extrema», es decir, la que ya
contra una invasión imperialista-fascista y que tuvo como no funciona como “instrumento” con su propia raciona-
fin su propia emancipación social y la realización de los lidad política en el sentido clausewitziano.
ideales comunistas de la igualdad. Es cierto que proba- En cuarto lugar, la coyuntura actual, incluidas las
blemente nada de eso hubiera ocurrido sin la «dirección» formas de violencia extrema de Oriente Medio —tantos
y la «disciplina» impuestas por el Partido Comunista. las internas como las que generan las intervenciones
Digo probablemente porque también estuvo en juego el imperialistas extrajeras— y la guerra desatada ahora
«aprovechamiento» de toda una tradición antigua de re- en Europa, ilustra el hecho deprimente de que la «eco-
beliones campesinas contra los propietarios de la tierra y nomía de la violencia extrema» no es una excepción
contra los caudillos militares, etc. Pero, en retrospectiva, sino la normalidad o, más bien, que es un «estado de
es imposible no preguntarse si en la historia moderna de excepción normalizado». Achille Mbembe habla del
China, que tiene casi un siglo, es el nacionalismo el que «embrutecimiento» de nuestras sociedades. Como sea,
sirvió a los fines del comunismo o, a la inversa, el comu- es imposible reglar de antemano el uso de la violencia o
nismo el que sirvió a los fines del nacionalismo. Es un caso de la contraviolencia en un proceso revolucionario, pero
típico de la «astucia de la razón» hegeliana. todo esto debería ser una advertencia de que, en ciertos
En tercer lugar, volviendo a la filosofía marxista de casos, la contraviolencia puede terminar simplemente
la historia contenida en el prefacio de 1859, notamos sumándose a esa escalada generalizada de violencia a la
que la representación evolucionista, etapista y también que me refiero con el título de cementerio de la política.
determinista del progreso social, combinada con la idea Ese es el problema que intento pensar con la categoría
«dialéctica» de que el motor de la historia es el conflicto, de «civilidad», que no defino ni como «no violencia»
el «poder de la negación», etcétera, también generó la ni como «contraviolencia», sino como «antiviolencia».
idea —formulada explícitamente en un pasaje famoso
de El capital— de que la violencia es la «partera de toda vm / ap. Si podemos cerrar parafraseando a Rosa Luxem-
sociedad vieja preñada de una nueva» (fórmula que re- burgo: deberíamos pensar el socialismo como una cons-
mite, de hecho, a una vieja alegoría mesiánica). De aquí trucción histórica más que como un futuro garantizado.
la convicción metafísica de que, en «situaciones revo- Aún en ese caso, ¿no te parece que a nuestro socialismo
lucionarias», la violencia puede acelerar el curso de la le falta una mayor dosis de utopía?
transformación o de la transición, pero nunca desviarlo ni eb. La utopía es un ingrediente esencial y orgánico de
invertirlo. Y la convicción, también metafísica, de que la toda acción y proceso que apunten a la transformación
fuerza revolucionaria (partido, movimiento, clase, etc.), de este mundo invivible e inaceptable. No me opongo
en busca de conquistar sus objetivos, podría servirse de la a la idea de «imaginar el futuro». Más bien todo lo con-
violencia, incluso de la violencia extrema, sin ser afectada trario, siempre que no se identifique con la elaboración
internamente por los efectos disolventes de esa violencia. de planes detallados para la organización de la «socie-
Un caso donde vemos la consecuencia de este razona- dad socialista». Aunque, incluso ahí, los proyectos más
miento es la Revolución rusa, que empezó con la famosa extraordinarios del «socialismo utópico» del siglo XIX,
reivindicación de «transformar la guerra imperialista como los de Fourier u Owen, encarnaron de hecho una
en guerra civil» y terminó con la construcción de un rica imaginación insurreccional. Sin embargo, prefiero
sistema político totalmente militarizado, temiendo la un utopismo con la capacidad de subvertir las normas
rebelión de sus ciudadanos y eliminando a sus propios y las instituciones existentes, fundado en prácticas de
activistas. Es cierto que todo sucedió en el marco de resistencia reales y en modos de existencia alternativos.
una contrarrevolución violenta, pero lo cierto es que Tal vez «experimentación del futuro» sea una buena
la revolución no estaba ideológicamente preparada fórmula: un «futuro» que puede modificarse mientras
para analizar estas retroacciones. Lenin y Gandhi emerge vigorosamente.
ILUSTRACIONES
LUCÍA BOIANI
Extrema derecha
y cambio climático
Existe algo peor que una catástrofe sus raíces en el pasado pero pesan
sobre el futuro.
climática: una catástrofe climática
más fascismo.
Discursos
de geometría variable
E
l comienzo del siglo XXI nos nauseabundos, racistas y sexistas La extrema derecha es capaz de
coloca frente al crecimiento y popularizan teorías conspirativas adoptar discursos diametralmente
simultáneo de dos amenazas como la del «gran reemplazo». opuestos, alternando entre el culto
terribles. Los casos más conocidos son el a la tecnología y a la industria a un
Por un lado, el agravamiento de Trump en Estados Unidos y el ecologismo aparentamente radical.
del cambio climático está provo- de Bolsonaro en Brasil, pero estas En la cuestión del cambio cli-
cando fenómenos extremos que fuerzas están conquistando cada mático, encontramos de todo en la
son mortíferos, destructivos y ca- vez más poder en Europa (Hungría, extrema derecha: desde el negacio-
da vez más intensos y frecuentes: Polonia, Italia, Austria) y también nismo más desenfrenado, que hace
megaincendios, inundaciones y en Turquía, Israel, Rusia, India, Fi- de cuenta que el calentamiento global
deslizamientos de tierra, sequías y lipinas y Egipto. no existe y encubre su naturaleza
calores intensos. Corremos el ries- Aunque operan en planos dis- antrópica y la responsabilidad
go de franquear, en un plazo más o tintos —el primero remite a las de las energías fósiles, hasta el
menos corto, un punto de no retor- condiciones físicas de nuestra exis- catastrofismo colapsista más cínico,
no dejando inhabitables regiones tencia, el segundo a las condiciones que alimenta una lucha por la super-
enteras del planeta y forzando el ideológicas y políticas— los dos pe- vivencia imbuida de todos los códigos
exilio de cientos de millones de se- ligros no están desvinculados. Pero de guerra machistas y supremacistas.
res humanos. la relación entre las crisis ecológicas En Francia, la Agrupación Na-
Por otro lado, están crecien- y el ascenso de la extrema derecha cional de Marine Le Pen está adop-
do corrientes de extrema derecha es múltiple y compleja. Son bidi- tando ciertos cambios superficiales
neofascista que polarizan el de- reccionales, conciernen a discur- para tratar de ocupar el terreno eco-
bate público, imponen sus temas sos y a políticas concretas, tienen lógico. De hecho, hace veinte años,
¡NO PASARÁN! 89
TERMIDOR
¡NO PASARÁN! 91
LA GUILLOTINA
GIRONDINS POR LUCIANA CADAHIA
& VALERIA CORONEL
ILUSTRACIONES
LUCÍA BOIANI
The Department
of Decolonialism
D
el marco del legado de pensamiento
esde hace más de dos déca- y el atraso, la civilización y la barba- latinoamericano y caribeño.
das el giro decolonial viene rie—, el poder imperial europeo se En concreto, urge marcar algu-
configurando los principa- puso a sí mismo en el centro focal nas distancias con respecto a este
les debates del campo intelectual lati- desde donde irradiaban las formas giro y de paso explorar hasta qué
noamericano. En su momento dicho universales que habrían de civilizar punto sus presupuestos teóricos
giro —que tomó cuerpo en abierta el planeta y conducirlo por la senda han dejado de ser útiles para pen-
sintonía con los estudios subalternos de la liberación humana. El giro de- sar los desafíos actuales de la eman-
indios— significó un saludable pu- colonial, por tanto, creó las condi- cipación. En otras palabras, ¿qué
ñetazo sobre la mesa de la academia ciones epistémicas para pensar las nos hemos dejado por el camino
global, en una operación intelectual costuras opresoras que hacían posi- cuando decidimos tirar por la borda
que atacó de raíz a la tradición mo- ble esta trama narrativa de carácter el legado moderno, descartado por
derna europea y, más específicamen- universal. Y, en contrapartida, apostó obra y gracia de la crítica decolonial
te, a uno de los núcleos fundantes de radicalmente por la afirmación de como un simple apartado del impe-
su relato: la vocación universalista. la otredad, el particularismo y el ca- rialismo occidental?
Echando mano de la tradición lati- rácter fragmentario del mundo. Solo
noamericana y caribeña, con autores desde allí, impugnando totalmente
como Frantz Fanon o José Carlos Ma- cualquier pretensión universal — se Universidades
riátegui, la teoría decolonial sostuvo argumentó —, podía llevarse a cabo (de)coloniales
que el universalismo europeo no ha- tal empresa descolonizadora.
bía sido otra cosa que el reverso de A estas alturas nadie puede po- Una de las primeras cosas que no
una expansión colonial y capitalista. ner en duda la verdad expresada en podemos pasar por alto es que el
Al dividir el mundo en dos uni- el diagnóstico, esto es, el carácter éxito de este giro intelectual es in-
versos irreconciliables —el progreso opresor del eurocentrismo. Pero sí disociable del lugar que ocupa en los
¡NO PASARÁN! 93
GIRONDINS
el giro decolonial prefiere elaborar ninguna manera y que les habría si- Cabe preguntarse de nuevo, ¿no
una mirada unilateral y abstracta do impuesta desde fuera. es el mestizaje uno de los mayores
del desarrollo de las repúblicas en Y ahí, en esa pasividad a la ho- terrores del supremacismo blanco,
la región. Tanto es así que Walter ra de imaginar a sus subalternos, es siempre tan interesado en asignarle
Mignolo, uno de los referentes más donde aparece otra de las fisuras más a cada sujeto su identidad específica,
importantes del giro decolonial, pu- preocupantes de la teoría decolonial, su propio baño, su zona en el auto-
do sentenciar lo siguiente: pues por la descripción de su papel bús y evitar así la contaminación de
pasivo en las repúblicas, parecería razas? Cada vez parece más claro
Republicanismo, liberalismo, que los subalternos son reservorios que las alianzas asimétricas entre
neoliberalismo pertenecen, a abstractos y ahistóricos de una otre- los intelectuales de universidades
mi entender, al mismo «sintag- dad ancestral. Esa impugnación de de élites y los sujetos elegidos por
ma». Parafraseando a Levinas, la matriz republicana debe ser ras- esos intelectuales como represen-
diría que el republicanismo es treada como el último eslabón de tantes de la otredad expresan, por
más un problema en la historia aquel viejo proyecto (muy moderno, encima de todo, las viejas ansiedades
de Europa y de Estados Unidos por cierto) que busca ir más allá de de las oligarquías en una nueva fase
que en el resto del mundo; a no la modernidad, cosa que en la prác- del gamonalismo —expresión local
ser que se trate de demagogia tica latinoamericana se traduciría del proyecto supremacista del capi-
imperial. en la recuperación de una supuesta tal— y, sin duda, están lejos de ser
esencia ancestral afroamericana e in- una apuesta realmente igualitaria y
La identificación sin matices que dígena que ha permanecido siempre descolonizadora.
plantea Mignolo entre el republi- allí, depositada como una mina de La élite progresista, otra vez,
canismo y el neoliberalismo con la diamantes, por fuera de la historia con su mala conciencia se ubica en el
historia de Europa y Estados Unidos de las repúblicas y como custodia de lugar cómodo de la historia, desdeña
borra de un plumazo el acumulado la auténtica descolonización. las contradicciones que suponen los
histórico de luchas colectivas y su Vale decir que estas imágenes traumáticos procesos de mestizajes,
rol fundamental en la construcción románticas de las que bebe la teoría las alianzas interétnicas y la dimen-
de algunas de las experiencias eman- decolonial son indisociables de los sión contenciosa de las experiencias
cipatorias más importantes, no solo estereotipos conservadores que Oc- republicanas para designar, desde
de América Latina, sino de todas las cidente ha ido cultivando a lo largo su posición de poder, al verdadero
regiones del mundo que han sufrido del tiempo con el objetivo, justamen- sujeto de la emancipación.
el colonialismo. Por otra parte, es- te, de impedir a esos mismos sujetos
ta impugnación de las experiencias oprimidos participar de los discursos
republicanas no toma en cuenta la políticos y de la vida pública de las Heideggers del sur
tensión entre proyectos oligárquicos repúblicas. Esto sin mencionar que
y proyectos plebeyos, es decir, entre en esta teoría encontramos grandes Un breve repaso por la historia del
aquellas aspiraciones elitistas que dificultades a la hora de asignar algún continente ayuda a descubrir no
hacen de las instituciones formas rol político al sujeto mestizo, es decir, solo las grandes limitaciones que
de dominación —donde la academia esa subjetividad que, sin poder ser proyectan estas imágenes estáticas
del Norte global sigue cumpliendo identificada plenamente como indí- del mundo, sino los tintes conser-
un rol clave— y aquellas apuestas gena, negra o europea, las expresa a vadores que se desprenden de esta
populares que pujan por hacer del todas a su vez como conflicto irre- defensa antimoderna de la otredad.
Estado y el derecho un mecanismo suelto y como lugar problemático. Posiblemente una de las mayores li-
de emancipación. En otras palabras, La ontología decolonial, pese a sus mitaciones de nuestra época sea esta
convierte a los sujetos oprimidos en esfuerzos por elaborar categorías pa- apuesta identitaria y estática por lo
meros espectadores pasivos e im- ra pensar la mezcla y la heterogenei- Otro y la renuncia a cualquier plan-
potentes de una realidad en la que dad, depende en última instancia de teamiento con vocación universalis-
no habrían podido intervenir de la fabricación de identidades puras. ta. En última instancia, ¿qué tipo de
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MI VILLANO
FAVORITO
ILUSTRACIONES
CAROLINA GIL
TRADUCE
VALENTÍN HUARTE
RODRIGO NUNES
D
decirlo es ir un poco en con- ASÍ EN LA TIERRA Durante las primeras déca-
tra del sentido común, pero COMO EN EL CIELO das de este siglo, en el apo-
Brasil tuvo suerte durante geo de la hegemonía electo-
los últimos cuatro años. Po- ral del PT, la mejor manera
dría haber sido peor. de perder unas elecciones
Bien consideradas las en Brasil era anunciar la privatización de los servicios
cosas, hay que decir que los brasileños tienen la fortuna públicos. Es como si cualquier mención al neoliberalismo
de que Jair Bolsonaro sea el presidente. Es decir, tienen hubiera sido prohibida.
la fortuna de que haya sido un político cortoplacista y Por eso sorprendió tanto el resurgimiento intenso
de poca monta el que haya acabado ahí y no alguien con de la retórica neoliberal en la vida pública brasileña
la visión y ambición reales de construir un proyecto de entre 2014 y 2018. Ese renacimiento fue en parte una
derecha verdaderamente hegemónico. Porque defini- artesanía de activistas y think tanks creados con el ob-
tivamente uno podría imaginar un escenario en el que jetivo de difundir las ideas neoliberales en un país que,
un Viktor Orbán tropical tomara el mando en Brasilia según los estándares de la región, había resistido las
y, con el sostén de votantes y cabilderos de todo tipo, medidas de austeridad más duras de la década de 1990.
tirara con fuerza de las riendas del poder. El Movimiento Brasil Livre y otros buscaron restablecer
El gobierno de Bolsonaro, en cambio, es polarizante, el neoliberalismo modernizador de Fernando Henrique
volátil y carece de las ideas necesarias para construir un Cardoso sobre bases más decididamente libertarias, y
bloque histórico duradero. Diputado marginal con una el distintivo sello ultraliberal de este espacio tuvo sus
base compuesta principalmente por nostálgicos de la adeptos, sobre todo entre la clase media joven de las ciu-
dictadura y caudillos de la seguridad, los antecedentes dades (cuyos sueños empresariales surgieron, en parte,
de este exmilitar hicieron que quedara —incluso sin gracias a la prosperidad de los años de Lula).
haberlo buscado del todo— en una posición ideal para Pero el retorno repentino del liberalismo también
sacar provecho del giro a la derecha de la política brasi- bebió de un manantial surgido por abajo. Uno de los
leña. Pero no mucho más. secretos del éxito del PT fueron los programas de trans-
Aun así, Bolsonaro nunca intentó otra cosa más que ferencias monetarias que elevaron el nivel de vida de los
conservar su nueva base electoral bajo un estricto control brasileños más pobres y activaron el mercado interno
familiar. Igual que Trump, no se planteó gobernar para del país. En un primer momento se suponía que estos
nadie más que para el núcleo más fiel de sus seguidores. planes, además de instrumentos para combatir la po-
Pero, mientras que su homólogo estadounidense de- breza, debían ser vehículos de formación política para
mostró que el minoritarismo puede ser una estrategia fortalecer la ciudadanía y alentar a sus beneficiarios a
ganadora en un sistema bipartidista, Bolsonaro descu- conquistar nuevos derechos. Sin embargo, el énfasis no
brió que en el caso de Brasil satisfacer a los sectores más tardó en desplazarse de las reivindicaciones colectivas
extremistas implica perder el respaldo de los sectores hacia el consumo individual, reforzando las narrativas
más moderados que necesita para gobernar. Si todavía neoliberales sobre la autosuficiencia y el emprendedu-
hay fracciones del capital y de la clase política que lo rismo que, hasta hoy, son omnipresentes en los medios
apoyan es porque su mal gobierno creó oportunidades de comunicación, en las iglesias evangélicas y en la vida
que benefician sus negocios. Y porque no existe otro de la mayoría de los brasileños.
candidato capaz de reemplazarlo. Impulsada por el boom de las commodities, durante
Independientemente de una eventual derrota de Bol- los años del PT, la expansión del consumo alcanzó índices
sonaro en las próximas elecciones, el bolsonarismo es un espectaculares, al tiempo que la demanda de servicios
fenómeno que seguirá influyendo en la política brasileña públicos comenzó a estancarse. Acicateada por el crédito
en las próximas décadas. Es así porque representa una fácil, una nueva clase media baja corrió a comprar autos
convergencia real, aunque inestable, de distintas tenden- —y a subsidiar indirectamente a la industria brasileña—
cias de la sociedad brasileña y porque, aunque la campaña mientras ignoraba el deterioro del transporte público y
de Bolsonaro de 2018 las unió «por arriba», la cohesión de de la calidad de vida en general. El proceso tocó un punto
su base social «por abajo» alcanza para seguir sin el líder. crítico con las protestas de 2013, que comenzaron contra
el aumento de tarifas y pusieron en debate la movilidad para ellos, el «favoritismo» refería fundamentalmente
urbana y los servicios públicos. a las políticas sociales y no a los incentivos que Dilma
En 2015, cuando el mercado mundial de las commo- Roussef, sucesora de Lula, había canalizado hacia las
dities empezó a crujir, el poder adquisitivo promedio de grandes empresas brasileñas.
los brasileños sufrió un retroceso significativo. Lo mis- Una hueste de combatientes de la Guerra Fría re-
mo sucedió con el apoyo al gobierno del PT: habiendo cién descongelados añadieron una nota de pánico a esa
aprendido a través de una peculiar lección de civismo conocida melodía: los planes sociales, las medidas de
que su dignidad estaba ligado a los niveles de consumo, mitigación de la pobreza y la corrupción generalizada,
muchos brasileños sintieron que el partido los estaba decían, eran parte de un complot para comprar la vo-
traicionando. A medida que el nivel de vida descendía luntad popular y así allanar el camino hacia un régimen
y la expansión del trabajo de plataformas dotaba de un totalitario; el funesto estado del país probaba que estaba
nuevo sentido a la idea del emprendedurismo, muchas al borde de convertirse en un Estado fallido como Ve-
personas empezaron a parchar los huecos que se habían nezuela. Y no solo eso: el apoyo que la izquierda había
abierto en su concepción del mundo con una versión del concedido a las artes y su política de promoción de las
neoliberalismo convenientemente resucitada y especial- minorías, entre otras cosas, eran instrumentos para
mente reaccionaria. dividir a la nación y socavar los valores occidentales
Las etnografías de los partidarios más pobres de siguiendo la prédica del «marxismo cultural».
Bolsonaro detectaron el cambio desde el principio: algu- Tomando el argumento de la «pendiente resbaladi-
nos de los antiguos votantes del PT —que posiblemente za» de Friedrich Hayek —«un mínimo de intervención
habrían votado de nuevo por Lula si el poder judicial no estatal ya es un paso hacia el totalitarismo»—, y ele-
hubiera inhabilitado su candidatura— se entusiasmaron vándolo a la undécima potencia, los ultraliberales y los
con el mensaje de Bolsonaro en 2018. En parte, esto fue conservadores brasileños galvanizaron el descontento de
así porque su campaña hablaba el mismo lenguaje de las clases medias y altas con el PT. Y la maniobra sirvió
emprendedurismo popular que se había generalizado para construir un relato tan plausible como efectivo.
durante el boom económico de la década anterior. A la luz de la hipotética revelación de lo que había
Pero ese no era el único elemento que jugaba a favor «realmente» detrás de la lucha contra la desigualdad,
de Bolsonaro. Dirigida por un juez superestrella que más todas las manifestaciones clasistas de la derecha podrían
tarde se uniría al gabinete del nuevo presidente, la Opera- presentarse como una defensa vital contra los planes
ción Lava Jato descubrió redes de corrupción vinculadas macabros de la izquierda. El relato también generó anti-
con la clase política del PT. El hecho de que el escándalo cuerpos permanentes contra cualquier prédica de justicia
saliera a la luz en el mismo momento en que empezaban social: cualquier cosa que se alejara del libertarianismo
a sentirse los efectos de la recesión económica terminó más extremo quedaría automáticamente bajo sospecha.
consolidando la asociación entre ambos fenómenos en el Con esa sensación de peligro existencial inminente, las
imaginario popular: si el dinero y los puestos de trabajo medidas más extremas podrían parecer justificadas.
estaban agotándose, era porque Lula y sus aliados se los Sobre este fondo, el neoliberalismo desde arriba
habían robado. Aun si esta explicación era bastante infan- movilizó en Brasil la insatisfacción creciente de lo que
til, empalmaba con las hipótesis simplistas que siempre Verónica Gago denomina el «neoliberalismo desde aba-
rodearon a los movimientos anticorrupción en Brasil. jo». Y en el punto de intersección entre ambos, como
Todavía más importante es que esta coincidencia un pegamento capaz de mantenerlos unidos, estaba la
representó una oportunidad única para que conser- cruda política anticomunista de Bolsonaro.
vadores y libertarios combinaran sus discursos en un
relato coherente que daba cuenta de los infortunios de VIGILAR Y TAMBIÉN Los neoliberales se presen-
Brasil. Para estos partidarios del libre mercado, la crisis CASTIGAR tan como si fuesen una fuerza
económica demostraba, una vez más, que los gobiernos distinta de los conservado-
«socialistas» como el PT siempre terminan promoviendo res, pero ambos comparten
el favoritismo y la ineficiencia económica y limitando la una tendencia manifiesta a
libertad de los emprendedores laboriosos. Por supuesto,
¿NO PASARÁN? 99
RODRIGO NUNES
Por un lado, dejar que la gente crea la mentira de unas de la gente común. El problema no era el neoliberalismo
posibilidades infinitas podría generar una expectativa en sí mismo, sino el «establishment liberal» que lo había
cuya frustración condujera a cierto malestar social. Pero, implementado.
por otro lado, decir la verdad podría debilitar el apoyo Por más paranoica que suene, esta noción cuadra
popular a un orden económico «espontáneo». En última bien con la situación que vivimos desde entonces, en
instancia, la mentira es por el bien del pueblo. que la fe en las promesas del neoliberalismo sufrió una
No importa lo que ocurra cuando la mentira empie- conmoción profunda, pero no surgió nada nuevo que
ce a desmoronarse. Estos primeros ideólogos del neo- ocupe su lugar. Esto explica en gran medida la manera
liberalismo, como Hayek, pensaban que el sistema que en que el neoliberalismo utiliza sus propias crisis para
defendían era necesario porque el sufragio universal y exigir más sacrificios, reciclando periódicamente sus
la generalización de la denominada «cuestión social» orígenes setentistas como la amarga pero necesaria
habían convertido a la democracia en una amenaza con- medicina llamada a compensar los «excesos» de la clase
tra las libertades económicas y, según el argumento de obrera: nunca es el sistema el que falla, somos nosotros
la pendiente resbaladiza, contra la democracia misma los que, una y otra vez, no sabemos hacerlo funcionar.
(valga la redundancia). Como era improbable que los Bolsonaro y la extrema derecha tuvieron la capaci-
votantes compraran fácilmente la idea de limitar la de- dad de tomar el impasse de nuestro presente combinan-
mocracia, líderes como Reagan y Thatcher enfatizaron do, aunque sea incongruentemente, la insatisfacción y el
el costado aspiracional de la nueva doctrina: en medio conformismo, y transformarlo en una política antisisté-
de una crisis económica mundial, el neoliberalismo mica para personas que, en el fondo, han aceptado que el
desataría fuerzas creativas que el Estado de bienestar sistema es inmutable. No denuncian la mercantilización
había contenido y todo el mundo tendría la oportuni- de la vida, la privatización del riesgo ni la extensión de
dad de ser exitoso. la competencia a cada aspecto de nuestra existencia.
En los años 90, Clinton y Blair combinaron esta pro- Apuntan, en cambio, contra las fuerzas que supuesta-
mesa con una política de reconocimiento que extendió mente impiden que las personas saquen provecho de sus
el aspiracionismo a miembros de grupos históricamente libertades y de los frutos de su trabajo: los movimientos
marginados. Si en la primera fase del neoliberalismo sociales, los sindicatos, los ambientalistas, las feministas,
había que moverse rápido y romper todo, crear riqueza la «cultura de la cancelación», la «ideología de género»,
y a la vez desigualdad, la segunda pasaba más por con- etcétera. Supuestamente, una vez eliminadas estas fuer-
solidar las posiciones conquistadas, ampliar las bases zas, los que hoy se encuentran injustamente excluidos
sociales y —mediante el crédito barato— sumar más del sistema podrían volver a encontrar su lugar en él.
pasajeros al tren. Sin dejar de ser fantasiosa, la política de la extrema
Sin embargo, una buena parte de los daños que oca- derecha obedece a cierta racionalidad. Por muy retor-
sionaba el sistema eran irreversibles y el malestar social cidas que sean, sus narrativas tenebrosas sobre los ca-
no hizo más que crecer. Cuando muchos empezaron a taclismos venideros reconocen de hecho —y contra el
sentir —con razón— que se habían quedado atrás, ahí optimismo vacío de los discursos centristas y liberales—
estaba la derecha para explicarles que su retroceso era que las cosas están muy mal. Al hacerlo, empalman con
consecuencia del progreso de otros: inmigrantes, ex- el temor generalizado que caracteriza nuestro tiempo
tranjeros, mujeres, negros y personas LGTBIQ. Así, y satisfacen la necesidad psicológica de desplazar ese
el neoliberalismo superficialmente progresista de los miedo de sus verdaderas fuentes hacia otros objetos.
años 1990 y 2000 ofreció el espejismo que la extrema Pero no se limitan a eso. Las fuerzas de derecha
derecha se iba a dedicar a combatir: un «globalismo» de como la de Bolsonaro preparan a sus creyentes para lo
izquierda que estaba socavando los valores occidenta- que vendrá llamándolos a tomar la delantera y a golpear
les y robando la riqueza del trabajador promedio para primero. Si uno acepta que la desigualdad seguirá au-
regalársela a las minorías. Cuando la segunda fase del mentando, que el déficit democrático de las instituciones
neoliberalismo se topó con la crisis financiera de 2008 y no se solucionará, que no se hará nada por el cambio
la consiguiente austeridad, su recorrido pareció confir- climático y que los recursos serán cada vez más escasos,
mar la amenaza existencial que pesaba sobre el destino está claro que lo mejor es ser el primero en acoger el
“
Brasil es el país del futuro, el futuro que nos espera a
todos es muy sombrío.
El bolsonarismo, a su vez, puede ser visto como una
de las formas políticas mejor equipadas para este no-fu-
turo en el que vivimos: es el reagrupamiento de todos los
LA POLÍTICA que se hartaron de esperar que se hicieran realidad las
promesas de la modernidad —responsabilidad política,
DE LA EXTREMA ciudadanía plena, igualdad ante la ley— y de una élite
que ni siquiera se toma la molestia de simular que está
DERECHA comprometida con esos ideales. La promesa en torno a
la que convergen ambos sectores es, pues, algo así como
OBEDECE A CIERTA un estado de naturaleza diferencialmente distribuido.
Al fin y al cabo, lo que todo bolsonarista desea es
RACIONALIDAD. poder perseguir sus intereses sin ningún obstáculo y a
la vez tener la certeza de que cualquiera que se meta en
su camino será reprimido. Quiere el privilegio para él
mismo y el castigo para los otros.
El chofer del taxi que vive en un barrio peligroso
quiere que la policía sea capaz de disparar contra los
criminales de su calle y el empresario que vive en una
zona de clase alta quiere que la policía garantice un
apartheid territorial que mantenga a los pobres fuera
de su perímetro. Ambos quieren que los políticos roben
menos fondos públicos, pero también quieren pagar
menos impuestos. Los hombres de familia quieren
eliminar la educación sexual de las escuelas y también
quieren que los abusos sexuales en el hogar se traten
como un asunto privado. El pequeño buscador de oro
independiente y la empresa minera más grande coin-
ciden en el deseo de despojar a los indígenas de sus
tierras mientras el gobierno hace la vista gorda, aun
nuevo estado de normalidad hobbesiano y avanzar rápi- cuando la fuente de trabajo del minero independiente
do contra nuestros posibles enemigos en la lucha por los es la próxima en la lista de enemigos de la empresa. Y
restos del planeta. No tiene sentido andarse con vueltas todo el mundo quiere que se respete su dignidad per-
en un mundo condenado a ser cada vez más despiadado. sonal, incluso si eso implica humillar a las mujeres, a
los negros, a las personas LGTBIQ, a los más pobres,
LA BRASILEÑIZACIÓN Hace varias décadas que a los más débiles y a los más desamparados.
DE LA DERECHA la «brasileñización» es Estos intereses tan contradictorios pueden convivir
un cliché de las ciencias porque en el universo dual de disciplina y permisividad
sociales: la idea es que la que estructura esta pesadilla, cada individuo se imagina
modernización incompleta que está entre los pocos ciudadanos que merecen una
combinada con relaciones sociales arcaicas, el trabajo atención especial. Sin embargo, generalizar la ley de la
informal, la precarización extrema y la brecha creciente selva solo será en benificio de los depredadores en la ci-
entre ricos y pobres —todos rasgos característicos de los ma de la cadena alimenticia, y la guerra de todos contra
países periféricos grandes como Brasil— se están con- todos en la que viven los de abajo solo puede ponerse más
virtiendo cada vez más en la norma a nivel mundial. Si sangrienta con el tiempo.
eso es verdad, y si además, como escribió Stefan Zweig,
“
EL FUTURO No todos los votantes de
DEL NO FUTURO Bolsonaro eran bolsonaris-
tas en 2018, y es bastante
probable que ni siquiera la
fiebre antipetista en su pun-
to más álgido habría bastado para derrotar a Lula (si se
hubiera presentado). Muchos votaron por Bolsonaro pa-
LA MISMA ANOMIA
ra sacar al PT del poder, o tal vez con la vaga esperanza de
un cambio. Por su parte, la élite de Brasil decidió avanzar
SOCIAL QUE ESTÁ
con Bolsonaro por descarte: ninguna de sus alternativas
preferidas era viable. Fue como si, ante la imposibilidad
DEFINIENDO
de encontrar un candidato adecuado entre los socios del
Country Club, hubieran elegido al vigilante nocturno.
EL MUNDO
La falta de ideas concretas que define a Bolsonaro, su
decisión de apostar por una base social más radicalizada,
EN QUE VIVIMOS
su perversa gestión de la pandemia de COVID-19 y su
reciente inclinación hacia las partes más corruptas del
SE CONVIRTIÓ
congreso en busca de protección contra sus causas judi-
ciales, costaron cierta pérdida de apoyo entre las clases
EN UNA FUERZA
dominantes. Sin embargo, no está claro que, frente a la
alternativa entre Bolsonaro y Lula, muchos desencanta-
POLÍTICA.
dos no vayan a volver al redil, pensando que, después de
todo, el exmilitar delirante sigue siendo el mal menor.
Eso por no mencionar el riesgo de una intervención
militar, judicial y policial en el proceso electoral que
busque descarrilar la campaña del PT o simplemente
sembrar el temor de que otra victoria de Lula venga
acompañada con represalias.
Aun si Bolsonaro pierde, su electorado, que oscila entre
el 15 y 25%, seguirá actuando durante un tiempo. Ya sea
que permanezca en manos de su familia o que pase a otros
jugadores, ese capital político dotará a quien lo detente de
una posición importante para negociar con otras fuerzas
políticas y desplazar el debate más hacia la derecha.
Los fenómenos como el bolsonarismo dejaron al
descubierto las mentiras de esa teleología liberal que
afirma que el arco de la historia se inclina naturalmen-
te hacia la justicia y que todas las conquistas históricas
son permanentes. Tampoco se trata de agentes del mal
que surgen de la nada para descarrilar el progreso. La
extrema derecha es la misma anomia social –la que carac-
teriza cada vez más nuestro mundo– convertida en una
fuerza política. Y los resultados de la derecha francesa
en las últimas elecciones muestran que para combatirla
no alcanza simplemente con parchar un poco las grietas.
Necesitamos determinación, ingenio y organización para
cambiar el mundo que la hace prosperar.
ILUSTRACIONES
KILL BEEF
Balas y Barbies
M
anuel Padilla todavía se cien mil campesinos y desplazado que, en buena medida, consiguieron.
acuerda de la última vez a millones de personas de sus hoga- Cuesta admitirlo, pero las fuerzas
que pasó la noche en vela res. Las muñecas, que la milicia de paramilitares y mafiosas solo pue-
trabajando: fue a fines de noviembre Manuel repartía como regalos de den prosperar con un cierto grado
de 2004. Estuvo largas horas descar- Navidad en las comunidades bajo de apoyo popular y de legitimidad.
gando mercadería de contrabando su control, eran un intento de des- De hecho, los paramilitares no llega-
de un bote atracado en los manglares pojarse de su reputación violenta y ron a controlar regiones enteras de
del noroeste colombiano. Miembro de ganar corazones y mentes. Años Colombia tan solo por la fuerza, sino
inferior de una milicia dedicada al después, en 2012, me mostró una de que también se apoyaron en cierto
tráfico de drogas, Manuel ya había las muñecas, que había guardado co- consentimiento de los campesinos
hecho esto docenas de veces. Pero mo recuerdo: «¿Ves?, les regalamos pobres.
habitualmente los cargamentos eran Barbies lindas, no unas cositas feas: Como alguna vez dijo uno de los
fusiles AK-47 o kilos de cocaína. los últimos modelos». principales líderes de las interven-
Esta vez eran Barbies. Puede que la entrega de regalos ciones militares estadounidenses
Su milicia formaba parte de una fuera un gesto simbólico, pero for- en América Latina, el mayor John
alianza de ejércitos paramilitares maba parte de una campaña mucho Waghelstein: «El único territorio
de derecha que, en nombre de la más sofisticada de los paramilitares que quieres mantener [durante una
lucha contra los grupos rebeldes para conseguir apoyo popular para lucha contrainsurgente] son los
de Colombia, había matado a casi su brutal contrainsurgencia. Algo quince centímetros entre las orejas
ILUSTRACIONES
KILL BEEF
La República
del Bitcoin
L
a formación de economías En América Latina hay países
de enclave en Centroamérica
es una variación de un tema
que están adoptando las
familiar. Nacido durante el criptomonedas como dinero
boom de las commodities del siglo
XIX, el modelo de enclave ístmico
fiduciario. Pero la ciudadanía
tomó forma con la disputa de ha- está empezando a sospechar que
cendados y élites locales por influen-
cia política y territorio. El proceso
esta medida «disruptiva» no es
derivó en el surgimiento de las oli- más que una versión renovada
garquías nacionales que hoy domi-
nan la región: el clan de los Facussé
de la vieja dependencia.
en Honduras, el de los Dueñas en
El Salvador y el de los Castillo en
Guatemala.
Tiende a pensarse que, al cimen-
tar las estructuras de poder de Cen- juntas de CEOs, los accionistas y la venta de un producto único como la
troamérica en su molde nepotista y clase compradora local cosecharon banana, el café, la carne, la tintura,
familiar, estas castas oligárquicas en conjunto los beneficios de la exis- el maíz y la palma. Paralelamente, a
son la causa última de las desigual- tencia de una fuerza de trabajo bara- ojos del colonialismo el istmo entre
dades estructurales de la región. Y, ta y racializada, aprovechándose de América del Norte y América del
sin embargo, mientras que la forma- la alta demanda mundial de commo- Sur parecía ser una tierra donde los
ción de una oligarquía centroame- dities igualmente baratas. productos exóticos, el trabajo bara-
ricana de seguro fue el resultado de El comienzo del siglo XX en- to y las ganancias brotaban natural-
las políticas caudillistas locales, se contró a los países de Centroamé- mente de la tierra volcánica. Así, la
podría decir que también fue abru- rica sincronizados con los ritmos región no tardó en convertirse en el
madoramente moldeada por el ca- de un capitalismo global ascenden- escenario en el que los partidarios
pital extranjero. En efecto, durante te, por lo que el destino de países del libre mercado proyectaban sus
una buena parte del siglo XIX, las enteros quedó determinado por la
fantasías de nuevas y más ilimitadas criptomonedas redefinieron las di- «dólares bananeros» subordinó a
formas de explotación capitalista. námicas del enclave centroameri- economías enteras a la exportación
Una de esas fantasías encarnó cano según los designios del capi- de ese único producto. El resto es
precozmente en la forma del mer- talismo financiero. La última moda historia: donde se instalaba la cor-
cenario estadounidense William —adoptar el Bitcoin como dinero poración bananera, brotaban co-
Walker. En los años 1850, Walker fiduciario— es parte de una larga mo hongos los gobiernos militares
se convenció de que podía prolon- historia de esquemas financieros que autoritarios.
gar el capitalismo esclavista al estilo prometen crear canales de acumula- Si el modelo de enclave bana-
de los Estados Unidos invadiendo ción totalmente desvinculados de las nero ofrece un paralelo inmediato
Nicaragua y tomando posesión su estructuras estatales. En el caso de con la manera en que las criptomo-
gobierno. Walker, igual que otros Centroamérica, esta moda se ubica nedas tienden a desdibujar toda dis-
filibusteros, asumió casi en solita- en una larga línea de fantasías ca- tinción entre economías nacionales
rio —aunque siempre en nombre pitalistas chorreando sangre y lodo y finanzas internacionales, la Zona
de su país— la soñada tarea de im- por todos los poros. del Canal de Panamá anticipó las
poner una economía estilo planta- Después del precedente decimo- ciudades chárter: «ambientes ar-
ción en una nación centroamericana nónico de Walker, la United Fruit tificiales» urbanos desarrollados
soberana. Company es otro antecedente del por libertarios tecnoutopistas con
Casi 200 años después, del Bitcoin. A lo largo del siglo XX, la el propósito de garantizar una acu-
mismo modo en que la expedición United Fruit tuvo un rol activo en mulación desregulada.
centroamericana de Walker estuvo la reestructuración de gobiernos y Fundada en 1903, la Zona del
impulsada por la fantasía de unas políticas locales bajo el amparo de Canal se mantuvo hasta 1979 como
«fronteras infinitas», el giro hacia los denominados contratos de con- un asentamiento amurallado que
el Bitcoin en El Salvador y otras cesión, que sedujeron a los capitalis- dividía en dos a la joven nación de
naciones latinoamericanas se pro- tas y a los políticos locales a lo largo Panamá. Aunque su propósito ofi-
clama como una medida visionaria de Centroamérica y los hicieron re- cial era servir a los administradores
que liberará a las finanzas locales de nunciar a la tierra, a los impuestos estadounidenses, a los soldados y a
las limitaciones del subdesarrollo, y a las regulaciones laborales para sus familias que vivían en el Canal
cortando las cadenas con las que el estimular la acumulación y agasajar de Panamá, «la Zona» estaba some-
sistema financiero interestatal limita a los accionistas. A cambio de esta tida a las leyes estadounidenses y
la acumulación. «libertad empresarial» ilimitada, funcionaba como una comunidad
De cualquier forma, este disfraz los países anfitriones recibieron in- con su propia infraestructura, un
no engaña al salvadoreño prome- fraestructura: ferrocarriles, puertos, importante destacamento militar y
dio, que comprende que el Bitcoin es electricidad, escuelas, hospitales y, una cultura singular que pretendía
tan espantoso como el aventurismo por supuesto, trabajo. replicar el «american way of life»
filibustero y el viejo imperialismo El expansionismo de la United blanco en los confines del selvático
bananero. Fruit llevó a que la empresa mono- país centroamericano.
polizara el mercado mundial de la Eso implicaba reproducir las je-
banana: su imperio estaba fundado rarquías estadounidenses y, como
Escapismo de enclave sobre el intervencionismo, los so- era de esperar, la Zona importó a los
bornos y la coerción, pero seguía húmedos trópicos un modelo segre-
De manera similar a las maquila- siendo políticamente viable gra- gacionista de planificación urbana
doras «innovadoras», a los talleres cias a sus promesas de «desarro- fundado en las leyes de Jim Crow.
clandestinos y a los pueblos llo» y «modernización». El abrazo Para los habitantes de la Zona, un
fabriles de las generaciones tentacular con el que la empresa sustento distintivo se convirtió en
anteriores, las zonas especiales de envolvió a Centroamérica redefi- marca esencial de una vida privile-
desarrollo, los puertos comerciales nió todas las economías nacionales giada, con una supremacía que se
y las operaciones de minado de y la voraz necesidad de producir afirmaba regularmente —junto con
el mundo tecnológico y una banda poniendo el enorme aparato de se- capaces de alimentar la transición
de oligarcas locales alrededor del guridad del país al servicio de su energética del país al tiempo que
presidente Bukele. Los nombres protección, allanando el terreno traer innovación a un país pobre con
cambian, pero la historia se repite. para erigir santuarios cripto como un sector tecnológico pequeño y una
El giro de El Salvador hacia el Bitcoin City. fuerza de trabajo poco calificada.
Bitcoin como estrategia de desarro- Para los criptocapitalistas loca- Por supuesto, Bitcoin City es
llo es miope y cortoplacista. Empa- les y extranjeros, la operación es bas- un notable refrito del siglo XXI de
quetado originalmente como una tante obvia: la existencia del Bitcoin la Zona del Canal de Panamá. Tam-
forma de democracia financiera que depende de la extracción masiva de bién recuerda a las Zonas Especiales
«bancarizaría a los no bancarizados» recursos naturales, y cuanto más de Desarrollo Económico, concepto
y transformaría mágicamente al sal- barata es la energía utilizada para que se expandió por América Latina
vadoreño promedio en un pequeño producir un Bitcoin, más probable en los años 1970. En Honduras to-
inversor, el nuevo dinero fiduciario es que el activo genere ganancias a davía existen ciudades «privadas»
no ha tenido ningún efecto a la hora largo plazo y se convierta en una o «chárter», como las de Crawfish
de contrarrestar la miríada de crisis reserva de valor potencialmente Rock, Choloma y Trujillo.
derivadas de la economía política de- estable. Bitcoin City ofrece básicamente
pendiente del país: las instituciones Este es, en esencia, el lado oscu- lo mismo que las Zonas Especiales
antidemocráticas, el autoritarismo, ro de lo que se conoce como «mina- —un Estado virtual dentro de otro
el punitivismo que hace las veces de do de Bitcoins», sello distintivo del Estado, dedicado a la acumulación
política pública, la marginalidad eco- modelo de creación de valor de las de capital—, pero con una dosis
nómica y una división de clases extre- criptomonedas. En su forma más extra de evangelismo tecnológico.
ma defendida por una élite local arro- simple, consiste en reunir y conver- Nacidos de las mentes de los ideó-
gante. Es probable que con el tiempo tir energía en poder de cómputo po- logos-inversores de Silicon Valley,
comprendamos que el Bitcoin solo tencial que se utiliza para resolver estos nuevos proyectos cripto urba-
vino a empeorar estos males. complejas ecuaciones matemáticas nos apuntan a construir sociedades
sobre una red denominada «block- enteras fundadas en los «primeros
chain». La blockchain es el libro de principios» de la filosofía neoliberal,
Economías de riesgo cuentas público de todas las transac- en el marco de la que un libertaria-
ciones verificadas, realizadas a nivel nismo hiperindividualista y un sis-
Mientras tanto, el presidente salva- mundial. El poder necesario para tema bancario completamente des-
doreño Nayib Bukele se presenta co- la concreción de estas operaciones centralizado serían los cimientos de
mo un criptovisionario y afirma que computacionales proviene de una una «sociedad nueva y mejorada».
su país se encamina hacia la prosperi- mezcla de combustibles fósiles, hi- Por más excéntrico que suene,
dad. Capturado por la retórica auto- droelectricidad y energías geotérmi- Bitcoin City es una propuesta muy
promocional de las criptomonedas, cas. Y El Salvador es un proveedor
básicamente está apostando todo el bien dispuesto.
futuro de su país a un activo volátil. Aunque el lenguaje técnico de
A cambio del sacrificio de los las criptomonedas y las blockchains
limitados recursos naturales de El aparece como desconcertante y ex-
Salvador en el altar de la innovación traño para la mayoría de los salva-
financiera, el presidente Bukele in- doreños, Bukele aumentó su apuesta
tenta crear un paraíso donde los inicial proponiendo construir una
criptocapitalistas puedan operar sin metrópolis completamente funda-
pagar impuestos y con poca o nula da en el uso de criptomonedas. Bit-
supervisión regulatoria. Su gobier- coin City servirá primordialmente
no también aprobará la residencia al propósito ideológico de mostrarle
legal de los inversores calificados, al mundo que las criptomonedas son