242 l,ARlE fl r I PAfoLoGÍABINTGNAYMAUGNA Dt LA LAf,lNGr
Rt:SU ltqEN (CIfq{:EPTIJA I
El dolo¡ de garganta es un síntoma frecuente en
pacientes que consultan al otorrinolaringólogo. Se
debe distinguir el dolor de garganta del dolo¡ cervi
cal o musculoesquelético. En estos pacientes siempre
se debe considerar el síndrome del hueso hioides
(SHH). La infiltración de acetónido de triamcinolo-
na (40 mg/cm3) en las inserciones del asta o las as-
tas mayores ha mostrado ser un tratamiento eficaz y
puede confirmar el diagnóstico. Si es ineficaz, se jus-
MAURO ZARNOT'II Y CARLOS RONCAGLIA
La laring itis se defihe como una inflamación de la mu-
cosa larlngea
(Uftt$(A
La sintomatología puede variar según la etiologfa pero
encontramos: disfonía, disfagia, dolor y disnea en grados
va¡iables.¡+¡6
La evolución es habitualmente benigna, aunque en oca.
siones se puede presentar obstrucción de la vía aérea.
Debido a la multitud de factores etiológicos y de formas
clfnicas, no se han encontrado referencias exactas de pre-
valencia e incidencia yi al ser un proceso autolimitado en su
mayor parte, no hay datos significativos de morbimortalidad.
Existen mulüples factores predisponentes de una larin-
gitis tales como: tabaquismo, alcohol, sobreesfuerzo vocal,
refl uio gastroesofágico, factores medioambientales (vapo-
res irritantes, variaciones de temperatura, polución, etc.).
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, se con-
firma por medio de pna laringoscopia indirecta o una
fibroscopia flexible que revela la presencia de signos
inflamatorios en la mucosa larfngea, sobre todo en los
pliegues vocales, corno se observa en la figtrra l3-2-1.
Estos se visualizan con aspecto congestivo, con fila-
mentos de mucosidad entre los pliegues por hipersecre-
ción de la mucosa; también podemos encontrar edema
de las bandas ventriculares.
En el análisis estroboscópico se pone de manifiesto por
una asimetría, aperiodicidad con reducción de la propa-
gación de la onda mucosa y cierre glótico incompleto.
tifica una mayor evaluación para investigar una fuen-
te de dolor más ominosa. El fonoaudiólogo puede
desempeñar un papel importante en el tratamiento
del slndrome del hueso hioides mediante técnicas de
masa.je laríngeo y mejoría de Ia disfonía por tensión Ii
muscular. El objetivo del tratamiento es prevenir la ir
ll
recurrencia del dolor y evitar la necesidad de infiltra- ,j:
ciones adicionales.
ri
.i
i,
!
ll
i
i
I
li
5i hay síntomas de compromiso de la permeabilidad
de laüa aérea como estridor, taquicardia y taquipnea, la
visualización de la laringe se realizará con extrema pre- ii
caución, utilizando el endoscopio en un quirófano con
todas las medidas de seguridad.
i:
Las pruebas de diagnóstico complementarias que
pueden utilizarse son la radiograffa lateral de cuello y ;il
la tomografía. La radiografía distingue inflamación su- :l
praglótica o retrofarlngea, una densidad de tejido blando
;'
en la vía subglótica o la integridad de los cuerpos ver-
tebrales. La tomografla es fundamental para evaluar la l,
anatomía laríngea, la inflamación de tejidos blandos y el
compromiso del cartÍlago. !l
BVOTI'ffiÓru CIE LA§ I"AR[NGITI§
En la mayorfa de los casos, Ia laringitis se cura sin dejar
i,
secuelas en 8 a 15 dfas. i'
Las recidivas aparecen en caso de persistencia de ri
factores predisponentes (tóxicos, condiciones climáti- I
cas, focos infecciosos, esfuerzos vocales, etc.). Dichos
factores favorecen la cronicidad del proceso. El control
es necesario, sobre todo en quienes la disfonfa cróni-
ca y la laringitis reiterada hacen sospechar un proceso
neoplásico adyacente. Las complicaciones o evoluciones
desfavorables están ligadas a la predisposición (desnu-
trición, inmunodepresión, etc.), o bien a la virulencia de
los agentes causales. Se debe recordar el carácter rápida-
mente evolutivo de las laringitis alérgicas, que pueden
provocar disnea aguda y llegar incluso a la asfixia.
Las laringitis de origen bacteriano pueden ser resis-
tentes al tratamiento médico y evolucionar provocan-
i
cApltuto 13 | TRA5ToRNoS |NILAMAToRIoS
i,

do una ulce¡ación de la mucosa larfngea, Pericondritis y supraglótico con lo que la sintomatologla Predomi-
e incluso absceso laringeo (Iig' l3-2-l). Estos cuadros nante en este caso es la disfonía. La evolución de las
graves pueden precisar medidas terapéuticas agresivas laringitis suele ser más rápída en los niños que en los
(intubación, antibioticoteraPia Parenteral, oxigenote- adultos.
rapia, etc.).
i
§egún su topografía
eLAStFteAel0ilES
Pueden dividirse en circunscritas (localizadas) o difu-
sas (afección de toda la laringe).
t¡ §egún su tiempo de evolt¡cién Las circunscritas a su vez se dividen en glóticas
lr
t.
(o corditis), supraglóticas (epiglotitis) o subglótícas
Existen muchas causas de laringitis y muchos criterios (crup viral).
de clasificación pqro el más utilizado es según su tiemPo
de evolución, asf se dividen en agudas o crónicas'
Aguda es aquella en la cual la sintomatoloSía se instau- §egírn la especificidad delgermen ffiu§al
ra eñ un período corto, horas o días; en caso de que los
.| síntomas perduen por más de tres semanas estaremos Pueden ser especÍficas o inespecíficas
hablando de laringitis crónicas.
i

§egún su etiología
seE ún la edad r ep resentadón
Puede ser infecciosas (virus, bacterias, hongos, etc.) o
Se clasifican, se§ún Ia edad, en pediátrica o del adulto' no infecciosas (alérgicas, ffsicas o qulmicas).
Las laringitis a$udas del niño y las del adulto se con- En la figura 13-2-2 se Presenta una forma práctica de
sideran entidade{ separadas; esto se debe a varios mo- agruparlas.
tivos: en los niñgs, el área de la vía aé¡ea es menor y
los aritenoides dd mayor tamano, la afectación va a ser
i.
ril subglótica; por elfo, el compromiso de la vía respiratoria DESCRIPCIÓN DE C[,,ADROS EtíNICO5
r1
se produce con mayor rapidez y [a sintomatología predo-
i4
lr minante es la disriea. [aringitis agudas
i En el adulto, la Lfección subglótica es menos frecuen-
t, te, la inflamacióá tiene más bien un troPismo glótico
Las laringitis agudas se pueden clasificar según sean
! infecciosas o no infecciosas.
!.¡
ii Las de causa infecciosa son las más frecuentes y dent¡o
de ellas las víricas.
i, Las de causa no infecciosa induyen diversas eüologÍas
li
entre las que se destacan las alérgicas, ffsicas y qulmicas'
i
Laringitis agudas infecdosas

Laringitisviral

Subglótica: en niños, la infección viral produce una

afección subglótica dando un cuadro típico llamado'crup'l
Es un proceso inflamatorio y obstructivo de los plie-
gues vocales y de la subglotis, también denominado
'crup" por analogía con el sonido caracterlstico que emi-
ten los pacientes.
La zona más estrecha de Ia vía respiratoria alta, en
menores de 10 años, está situada justo por debajo de los
pliegues vocales, a nivel del cartllago cricoides, Iugar de
F¡g. l3-2-1. Lar¡ngitis agud¿ máxima estenosis durante un Proceso inflamatorio; de ahf
 244 PAfffÍ II¡ I PAfOI.OGIA 8EN¡GNA Y MAIIGNA DT LA LAflINGE
que a veces se utilicen también los términos sinónimos
de laringitis subglótica o laringitis subglótica estenosante
aguda. Además, en la mayoría de laringitis infecciosas, el
proceso inflamatorio se extiende a estructuras inferiores,
por lo que se utiliza también indistintamente el término la-
ringotraqueítis aguda o incluso laringotraqueobronquitis.
La laringitis aguda subglótica es la causa de obstruc-
ción de la vía aérea superior más frecuente en la infancia
y puede llegar a afectar al 3-5% de los niños entre los
6 meses y los 3 años de edad.
Puede aparecer en cualquier época, aunque es más fre-
cuente en otoño e invierno, por los cambios climáticos
bruscos y las epidémias de virus respiratorios.
La etiología de la Iaringitis aguda subglótica es viral.
Un 75% de los casos por virus parainfluenza, y los otros,
por virus influenza (tipo A y B), adenoürus y virus res-
piratorio sincitial y, en menor medida, enterovirus, ri-
novirus y metapneumovi¡us humano, Puede aparecer en
el curso de enfe¡medades virales exantemáticas, como Ia
varicela o el sarampión.
La clínica se produce por el estrechamiento que la in-
flamación ocasioná y que provoca un aumento exPonen-
cial de la resistencia al flujo del aire, con disminución de
este y turbulencias a su paso. En forrnas graves, puede
llegar a producir hipoxemia e hipercapnia.
En la laringitis águda vírica suelen eústir pródromos
catarrales 1-3 días antes, con una combinación de rino-
rrea, tós leve y febfícula, y progresivamente se instauran
los síntomas tfpicds: disfonía, tos perruna y, si la obstruc-
ción es suficiente, i estridor inspiratorio. La tos
nica, seca, metálica, a modo de ladrido. El estridor suele
ser inspiratorio, aunque a veces es bifásico. Puede o no
haber fiebre. Los síntomas suelen empeorar por la noche
y en decúbito.
Habitualmente, BI diagnóstico del crup es cllnico y no
se precisan exámenes complementarios.
Trataniento: los corticoides son los fá¡macos más
útiles en el tratamiento del crup.¡7
Debemos explicar e[ proceso a los padres ytranquilizar
al paciente; los slniomas disminuyen al suministrar anal-
gésicos y antitérmicos. Recomendamos no realizar ma-
niobras de exploración invasivas. La humidificación no
ha demostrado uná acción especffica, pero puede produ-
cir mejoía subietiva, reducir la sequedad de las mucosas
y aportar tranquilidad a los padres (aunque existe la ex-
periencia general de que, al salir a la calle, el vapor frío
de la noche parece beneficioso, no existen pruebas de su
eficacia). Recurrir a oxigenoterapia solo si edste diffcul-
tad respiratoria y la saturación de O, es inferior al 94%.
La adrenalina nebu.lizada también ha demostrado su
eficacia y suele indicarse en crups moderados y graves.
Catarral la laringitis catar¡al es la laringitis aguda in-
fecciosa más habitual en adultos. Y puede ser producida
por rinovirus, adenovirus, mixovirus, paramixovirus, pi-
cornavirus, coronavirus, etc. Se asocia frecuentemente
a sfntomas de resfriado común: malestar general, fiebre,
rinorrea, tos y disfonfa pero sin disnea.
Laringitis gripal producida por los virus de la gripe
(influenza) tipos A y B. El tratamiento es siirtomático al
igual que en el caso anterior. La mayorÍa de los casos se
presentan como una laringitis catarral leve aunque en
este caso existe más riesgo de afectación de la epiglotis,
lo que cursará con disnea.
Laringitis herpética: causada por herpes simple tipos
1 y 2 en inmunodeprimidos. Estos pacientes Presentan
vesfculas o ulceraciones dolorosas en la mucosa laringea.
El tratamiento Ínclui¡á antivirales del tipo aciclovir.
Mononucleosis infecciosa: causada por el virus de
Ebstein-Barr Habitualmente se manifiesta como una
faringoamigdalitis seudomembranosa con poliadenopa-
tfas y ocasionalmente puede afectat la Iaringe, en la que
también se hallan las típicas falsas membranas e incluso
áreas de necrosis. El tratamiento es completamente sin-
tomático, con antitérmicos y reposo.
Lnringitis a"guda de etial*gí* b *etailana
Las laringitis agudas de origen bacteriano aparecen fre-
cuentemente como consecuencia de una laringitis viral
sobreinfectada. Se han identficado mtlltiples bacterias:
Laringitis por Mycoplasmaz Mycoplasma pneumo'
niae, aparte de producir neumonfas, puede causar una
es disfó- laríngotraqueftis asociada. Los síntomas son fiebre, tos
no productiva, odinofagia, disfonía e incluso afonfa.
Laringitis diftérica: es causada por las toxinas de
Corynebacterium diphteriae. La vacunación logró que
sea una enfermedad muy poco frecuente. Los síntomas
incluyen fiebre, tos, rinitis mucosa y angina; la faringe
y laringe se pueden afectar existiendo eritema y edema
de mucosas con exudado temPrano. A las 24-48 horas
del comienzo de los slntomas se evidencia una membra-
na grisácea adherente. El edema y la membrana pueden
ocasionar obstrucción de la vía aérea y reacción ganglio-
nar cervical importante. El tratamiento se basa en la an-
tibioterapia con penicilina y medidas generales.
Otras bacterias: pueden encontrarse estrePtococos,
estafilococos, neumococos, HaemoJilus influenza B,
u otros gérmenes como Prot¿us mirabilis, P. vulgaris,
Pseud,omonas aerugirlosa, Actinoñyces y Moraxella ca'
tarrhalis, qtse han sido identificados.
El tratamiento en las laringitis bacterianas es empl
rico: se utilizan antibióticos de amplio esPectro como
cefalosporinas de segunda y tercera generación que
proteian frente a ¡/a emophilus inJluenzae B o maÜóIi-
dos. Siempre acompañado de medidas conservadoras y
tratamiento sintomático como cualquier otra laringitis
$\g,. li-2:).). Véase video i3-2-1. Laringitis becte-
riana fl

I
I puede visualizarse encima de la base de la lengua y
F¡9. I 3-2-2. Lar¡ngit¡s b¿cteriana.
Epiglotitis aguda: se denomina también laringitis su-
praglótica vestibular, ya que es una infección que afecta
Ias distintas partes que conforman dicha área. Es una en-
fermedad tfpica de la edad pediátrica pero cuando afecta
alos adultos puede ser muy grave.
La incidencila se mantiene estable en el adulto (alrede-
dor de un cas( por 1OO O0O habitántes por año) mientras
que en el niño]gracias a la vacunación anti-Haemophilus
ha disminuido. El sexo masculino es el más afectado y se
da más frecuentemente en los meses frfos del año
El microorjanismo causal más común es Haemo'
philus influenl.ae tipo B, responsable de todos los casos
pediátricos y de hasta el 90% en los adultos, seguido del
neumococo y bl estrePtococo beta hemolftico.
En el adultp también se han aislado ciertos virus,
principalmente los herpes simples tipos 1 y 2, además
de existir otrab causas menos frecuentes como alergias,
tumores o posf adioteraPia.
Clínicamenle, la epiglotitis en el adulto es diferente
de la del niñoi puesto que, en el adulto, el inicio de l'ls
slntomas es nienos agudo y la patología está Precedida
habitualment€ por una infección de las vfas aéreas supe-
riores. Se mariiflesta por Ia aParición, en el contexto de
un cuadro de fiebre y malestar general, de odinodisfagia
de poca intensidad que aumenta de fo¡ma brusca hasta
presentar imposibilidad Para deglutir las propias secre-
ciones, voz apagada y estridor insPiratorio. La disnea
inspiratoria no se presenta en todos los casos pero, si se
presenta, es indicio de gravedad.
En el niño, sin embargo, es más frecuente el debut con
disnea y estridor, y más raro su inicio con odinodisfagia,
sialorrea, y tiene una tasa de complicaciones mayot
En los niños se ha de tener en cuenta el riesgo de agra-
var el compromiso resPiratorio mediante las maniobras
de inspección de la faringolaringe, por lo que suelen es-
tar contraindiaadas.I3 En los adultos, en general se debe
realizar laringoscopia indirecta o fibrolaringoscopia, o
cArhu[013 | TSA5TORNOS|NFL]A^.iATOR|OS 245
ambas, para obseryar el área afectada y el grado de obs-
trucción larfngea.
El examen puede mostrar desde e¡itema o edema
hasta los signos clásicos tales como epiglotis color
roio cereza y forma de "badajo de campana'i A veces
acompañarse de compromiso de aritenoides, pliegues
aritenoepiglóticos e incluso de la pared posterior de
la faringe. En el niño, los hallazgos son casi siempre
localizados en epiglotis.
La epiglotitis es un cuadro agudo susceptible de com-
plicación grave o incluso fatal, por lo que el paciente
debe estar sometido a un estrecho control. EI tratamien-
to recomendado es el ingreso hospitalario del paciente
y la administración temprana de antibióticos de amplio
espectro por vfa intravenosa, asociado con corticoides
intravenoso o en aerosol o en ambas modalidades. No
deben olvidarse los analgésicos y la rehidratación. El Pa-
ciente quedará en ayunas hasta la me.jorfa de los signos
clínicos. La alimentación se reiniciará al evidenciarse
una buena evolución local y general,
En Ios adultos, el control de Ia vía aérea mediante in-
tubación está indicado solo cuando aparecen signos de
gravedad, ¡ ante la urgencia respiratoria, si no se puede
intubar, hay que rea.lizar una traqueotomfa.¡e
El pronóstico depende de la rapidez de instauración de
los signos y del tratamiento temprano. Actualmente, la
mortalidad es inferior al 1% y la necesidad de intubación,
o la traqueotomÍa, presenta Porcentaies de entre el 10 y
el25%.
Las principales complicaciones de Ia epiglotitis son la
obstrucción de la vía aérea, cuyo tratamiento sería la in-
tubación orotraqueal o en su defecto la traqueotomfa, y
el absceso epiglótico.
Laringitls agudas no infe€(iosas
Laringitis aguda alárgica a por hipersensibilidad
Es una entidad mal deffnida que consiste en una in-
flamación aguda de los pliegues vocales y del resto de 1l
la mucosa laríngea, con o sin secreción mucosa acom-
pañante. La inflamación es variable y llega incluso a la
obstrucción de las vfas aéreas superiores, puede com-
prometer la vida.
Se produce en el contexto de una exposición a alér-
genos aerotransportados inhalados como los pólenes, a
picaduras de insecto, ingestión alimentaria, reacción a
medicamentos, etcétera.
Se caracteriza por la instauración brusca de un ede-
ma laríngeo, consecuencia de la vasodilatación aguda
y del aumento de permeabilidad capilar, y genera una
clfnica que va desde un cosquilleo laríngeo, carraspera
irreprimible, hasta la obstrucción respiratoria severa que
 246 Piinf[ ¡I I PAT0L06h BEN|6NA Y /\,IAUGNA
necesita tratamiento urgente. Dicho edema puede mani-
festarse de forma aislada o asociada a sfntomas sistémi-
cos, como eritema, prurito, exantema y broncoespasmo,
La sospecha de laringitis alérgica debe ser tenida en
cuenta ante todo episodio larlngeo edematoso agudo,
severo sin etiología evidente. El diagnóstico se establece
por la clínica, exploración larlngea, signos asociados, te-
rreno atópico y la encuesta alergológica.
El angioedema es una reacción inflamatoria que puede
estar provocado por una reacción anafiláctica, o bien de-
berse a un déficit del inhibidor de la C1-esterasa. Cuan-
do acontece en el contexto de una reacción anafiláctica,
lo es habitualmente por penicilina, antiinflamatorios no
esteroides (AINE) e inhibidores de la enzima convertido-
ra de Ia angiotensina, entre otros. Si es provocada por un
déficit del inhibidor de la C1-esterasa, se denomina ede-
ma angioneurótico y puede aparecer de manera adquiri-
da en el curso de un proceso linfoproliferativo, o bien ser
un proceso hereditario de tipo autosómico dominante.
En los casos de edema angioneurótico es característica
la aparición detinfiltrados edematosos en cara y cuello,
pero para obtener el diagnóstico definitivo hay que com-
probar la disminución del inhibidor de las C1-esterasas.
En las laringitis alérgicas, el tratamiento se realiza uti-
lizahdo corticoides sistémicos, antihistamínicos y hasta
adrenalina porivía intramuscular o intravenosa en los
casos más graVes. En el caso de una depresión respira-
toriá, debe exisfir la posibilidad de intubar al paciente o
realizar una ffa[ueotomia. Se realizará una historia aler-
gológica y se intentará efectuar, si hay procesos alérgicos
conocidos, la süpresión del alérgeno y la inmunoterapia.
Ár:ríngf f ís equ dms quírll,r"6§
La gran superficie mucosa que presenta la laringe, de-
bido a sus repliegues, hace que sea especialmente sensi-
ble a todo agente cáustico o térmico.
Laringitis agudas inhalatorias o térmicas: se deben
a sustancias gaseosas, por lo general resultantes de un
proceso de combustión que, al ser inhaladas, generan
lesiones en el tdjido laríngeo. Deben sospecharse por Io
tanto en grandes quemados. La intensidad del calor pro-
voca vasodilatación y edema, que se localiza habitual-
mente a la altura de la epiglotis y del vestíbulo larfngeo,
puede ser considerable y obstruir parcial o completa-
mente la vfa aéxea. El edema es mayor 8 a 24 horas des-
pués de la exposición y desaparece a los 4 o 5 dfas. La
clínica depende del tiempo de exposición, del tipo de
agente inhalado y del estado ffsico del paciente. Luego
de la inhalación; la lesión suele ser progresiva, por lo cual
es aconsejable esperar 24 horas antes de determinar el
grado de afectación. La clfnica asocia disnea en mayor
o menor grado, disfonía, tos y odinofagia de instaura-
ción progresiva: Las circunstancias del accidente, junto
con la clínica, fácilitan el diagnóstico. El meior método
Dt LA LAB|NGI
diagnóstico es la nasofibrolaringoscopia y el empleo del
broncoscopio flexible, que permite observar la progre-
sión de las lesiones.
Laringitie cÁustica y/o por refluio laiingofaríngeo:
en la ingesta de productos cáusticos se producen los mis-
mos sfntomas que en las laringitis térmicas. Algunos de
estos productos son el ácido clorhldrico, el ácido fluorhí-
drico, el cloro, el amonfaco y la gasolina, entre otros. Sin
embargo, en caso de ingestión de productos cáusticos, la
disfagia predomina sobre la disfonía.
Un cuadro particular de laringitis cáustica es el que
provoca el reflujo laringofaríngeo. Aparece habitualmen-
te de forma crónica, aunque con frecuencia encontramos
episodios agudos o subagudos. El reflu.jo se describe con
más detalle al desarrollar las laringitis crónicas qufmicas.
Laringitis ag u d a s f ísi ms
Laringiüs aguda por traumatismo o esfuerzo vo-
cal: el "latigazo" laríngeo es el ejemplo típico de laringitis
"traumáticai Se trata de la aparición de disfonía o afonfa
después de un esfuerzo laríngeo violento (grito, tos, es-
tornudo, etc.). La afección inflamatoria es unilateral. El
diagnóstico se realiza mediante fibrolaringoscopia, en la
que se observa una cuerda vocal hiperémica, dilatación
de los vasos de la superficie vocal y, a veces, una hemo-
rragia submucosa que se produce como consecuencia de
la rotura de capilares.
Se puede llegar a generar un desgarro muscula¡, lo cual
hace que la patologfa se cronifique.
El tratamiento consiste en una humidificación adecua-
da (ambiente cálido y húmedo) y reposo vocal de 2 a 3
días como mínimo. Los factores irritantes como tabaco,
alcohol y vapores tóxicos deben suprimirse.
tARI¡IGITIs ERÓilrcA
Laringitis crónieas infeceiosas
Laringitismieótiea
Las laringitis micóticas se producen principalmente
en inmunodeprimidos, en general se presentan general-
mente de forma subaguda y tienden a la cronicidad. A
veces tienen un diagnóstico tardfo debido a su similitud
tanto clínica como histológica con la leucoplasia, con Ia
que habrá que realizar un diagnóstico diferencial.
Laringitis candidiásica: las especies de Candida más
frecuentes so¡ Candida albi.c.ans y Candida tropicalis.
Esta forma de laringitis es rara si no hay factores predis-
ponentes; entre ellos destacamos el empleo de corticoi-
des o antibióticos de amplio espectro, diabetes mellitus,

alcoholismo, intubación prolongada, antecedente de
agresiones larfngeas por cáusticos, y, sobre todo, Pacien-
tes inmunodeprimidos. El compromiso larfngeo puede
existir en pacientes con candidiasis mucocutánea cróni-
ca, candidiasis esofágica o diseminada, Pero no estar ne-
cesariamente presente en Pacientes con candidiasis oral.
En la laringe se observa un exudado blanquecino y
friable, sobre todo en las cue¡das vocales, que se despega
con facilidad. La infección puede extenderse a regiones
anatómicas cercanas (tig. i3-2 34 y B) Véase video l3-
2-2. Laringitis micótica {!
Laringitis por Aspergillus: Ias especies más fre-
cuentes son Arpergi llus Jumigatus y Aspergillus flavus.
El grado de invasión dependerá de la inmunocompe-
tencia del paciente. La laringe puede comPrometerse
como consecuencia de sinusitis, enfermedad de Ias vías
respiratoria bajas, o por diseminación hematógena. El
microorganismo tiende a causar necrosis tisular El diag-
nóstico definitivo se efectúa identificando el organismo
en los especír,nenes de biopsia. EI tratamiento se realiza
con anfotericina B.
Laringitis por fis toplasmat la histoplasmosis es una
infección sistemica micótica causada por Histoplasma
capsalatam <iue puede afectar la laringe y producir tu-
moraciones submucosas y exofíticas que se ulceran y son
muy dolorosas. La epiglotis, los pliegues aritenoePiBlóti-
cos y los plie[ues vocales verdaderas y falsas se afectan
con mucha írecuencia. Si la ulceración evoluciona, da
lugar a una dondritis comprometiendo la vía aérea; en
este caso, habrá que realizar traqueotomía para asegurar
la vía aérea. El diagnóstico se hace mediante Ia identifi-
cación del orlanismo en biopsia o extendidos (frotis) y
el aislamiento del microorganismo en el cultivo. La elec-
ción del trahrniento va a depender de Ia extensión de Ia
enfermedad y del estado del Paciente; asi, Para Pacientes
con histoplas¡nosis extrapulmonar o diseminada sin ':n-
fermedad coicomitante, la elección es ketoconazol oral'
Fig, 13-2-3. Laringltis micÓtica antes (A)y después del tratamiento
radfuro B I I¡A5ToRNo5|NFL MAfoRloS 247
Para pacientes que asocien enfermedad neurológica o
sida, la elección es anfotericina B intravenosa.
Otras micosis: la blastomicosis, Ia coccidiomicosis y
la criptococosis, muy raras en nuestro medio, también
pueden afectar la laringe, y siemPre se debe estudiar una
inmunodepresión cuando están presentes.
La r i n gitis g r a nulafiIsf osos
Laringitis tuberculosa¡ es la enfermedad granuloma-
tosa más frecuente de la laringe. Se produce en general
por diseminación broncogénica a través del esPuto in-
fectado que causa contaminación directa de la mucosa
Iaríngea. Los pacientes Presentan sfntomas como disfo-
nía, odinofagia y/o disnea. En estados avanzados, pue-
de darse compromiso resPiratorio. Fiebre, sudoración
nocturna y pérdida de peso son también frecuentes. El
examen de Ia laringe revela un edema difuso e hipere-
mia de Ia mucosa, lesiones solitarias o multinodulares
granulomatosas, exof ftica (tubérculos epitelioides), con
ulceración y a veces condritis.
EI cultivo tisular y los extendidos ofrecen un diagnós-
tico definitivo y en algunos casos se debe realizar una
biopsia para descartar carcinoma larfngeo concomitante.
El tratamiento médico estándar consiste en un curso
de dos meses de rifampicina, isoniazida y pirazinamida,
etambutol, seguido de un curso de cuatro meses o más
de isoniazida y rifampizina. En la mayoría de los casos
existe una respuesta al tratamiento farmacológico favo-
rable, pero este esquema se puede modificar y adaPtar a
cada caso en parücular
Laringitis siñlítica: Ia sífilis prod.ucida por Trepone'
ma pallidum puede afectar la laringe en estadios avan-
zados. En la sffilis secundaria, la laringe puede presentar
pápulas eritematosas difusas, edema y ulceras que imitan
ál iarcinoma y adenopatías cervicales. Pueden resolverse
(B)
 248 PARIHI I PATO[06IA EINTGNAY M LT6NA Dt L^ LARlN6t

espontáneamente en varias semanas. Si la sffilis alcanza l"aringitis w ónk as quírt?icús

el tercer estadio, se forman las caracterfsticas gomas, que
son granulomas crónicos con necrosis, y se produce con-
dritis y estenosis. El eie del tratamiento es la penicilina.
Lartngitis leproea: causada por Mycobactnrium le-
prae o bacilo de Hansen. Muy rara en palses desarro-
llados, produce afección supraglótica; el diagnóstico se
hace por Ia clínica y se confirma por la biopsia. El trata-
miento incluye dapsona y rifampicina de forma prolon-
gada.
Cc¿filpliesrío¡ies
Pericondritis: son raras y aparecen sobre todo en la-
ringes irradiadas, en inmunodeprimidos y en casos de
intubación prolongada. Se manifiesta por disfagia inten-
sa, asf como dolor intenso al palparse los certflagos tiroi-
des y cricoides. Puede haber inflamación de Ia piel de la
región cervical anterior con Bensación de dolor agudo al
movilizar activa o pasivamente la laringe.
El diagnóstico es clfnico pero, para evaluar [a extensión
de la lesión, la exploracíón complementaria elegida es la
tomograffa. Una vez pasado el perÍodo agudo pueden
quedar secuelas, pa+icularmente estenosis laríngea.
Absceso epiglótipo: es una complicación de las epi-
glotitis y de las peridondritis. Los slntomas son similares
a los de la epiglotitls. Se ha de pensar en una segunda
complicación si tra§ aplicar un tratamiento correcto no
se produce una mejoría completa del cuadro. Suele afec-
tar la cara lingual de la epiglotis. EI tratamiento será la
incisión y el drenaje mediante microcirugfa endolarfngea
bajo anestesia general a través de una intubación orotra-
queal, o bien una traqueotomla.
Laringitis por refluio laringofarlngeo: aparece ha-
bitualmente de forma crónica, aunque encontramos epi-
sodios agudos o subagudos. EI reflujo laringofarfngeo se
dife¡encia del reflujo gastroesofágico por los signos clí-
nicos sugestivos y las complicaciones a largo plazo. En
efecto, el reflujo gastroesofágico se manifiesta habitual-
mente por regurgitación ácida y ardor gástrico, mientras
que el reflujo laringofaríngeo proyoca ronquera, tos,
disfagia, e incluso g/oázs faríngeo. En la laringoscopia
se aprecia, en la fase aguda, una irritación Posterior de
la laringe con aritenoides enrojecidos, un depósito de
moco interaritenoideo y un edema difuso del espacio
de Reinke. El resto de la laringe muestra apenas infla-
mación. Eventualmente, se Pueden encontrar signos de
irritación crónica, como el aumento de la densidad del
moco, granulomas o estenosis laríngea.
El diagnóstico se confirma con pH-metrfa de 24 horas
con doble sonda (canal).
El tratamiento se basa en medidas hígiénico-dietéticas
(levantar Ia cabecera de la cama, pérdida de peso, dismi-
nución de la alimentación rica en grasas, café y bebidas
gaseosas) y en la ingesta de antiácidos; entre estos, los
inhibidores de la bomba de protones han demostrado ser
los más eficaces)a (tig. 1,i-2-4).
Lor'ngrtis crnínícos físierm
Laringitir por traumatismo o esfr¡erzo voc¡I si
bien la disfonla, e incluso la afonía, de aparición brusca

Laríngitis crómica s rl0 infe(ci0§as

l.&t ttt$tüS alar $Ka :CÍ ofi Na

La vfa aérea se ve:afectada en su totalidad en los pa-

cientes alérgicos; niuchos de ellos presentan diagnós-
tico de asma o riniiis, lo cual nos obliga a sospechar,
frente a un cuadro de disfonfa, la asociación con cua-
dros alérgicos.
El moco nasal de la rinitis alérgica es empujado por los
cilios de la mucosa y cae por la pared posterior de la oro-
faringe e irrita Ia glotis posterior. E[ 84% de los pacientes
afectados de laringitis alérgica refieren escozor en larin-
ge y sensación de cuerpo extraño faríngeo que los obliga
acarraspear y limpiar la garganta.
El edema de los pliegues vocales suele ser un sello de
una laringitis alérgica, pero al no ser la única causa, debe
estudiarse el contexto clfnico del paciente. Fig. l3-24, Laringitis crónica

por episodio de disfunción o sobreesfuerzo vocal es un
cuadro agudo, la persistencia de los factores llevan a la
cronicidad; por lo tanto, aparece preferentemente en Pa-
cientes que tienen que utilizar mucho la voz.
El traumatismo vocal se desarrolla a menudo sobre
una mucosa larfngea previamente irritada. El tabaco, el
aire acondicionado, los medicamentos que resecan la
mucosa y los episodios infecciosos de Ias vias aéreas su-
periores son factores que también favorecen la irritación
laríngea unilateral.
La complicación de un traumatismo agudo puede lle-
var a la cronicidad. Se puede llegar a generar un desgarro
muscula¡, en cuyo qaso se Puede constatar una muesca
en "V'l del borde libre de Ia cuerda vocal afectada, de len-
ta ¡esolución.
Laringitis por radiación: la radioterapia es capaz de
curar tumores, pero al mismo tiempo Produce efectos
secundarios como eritema, descamación de la mucosa,
fibrosis, necrosis, condonecrosis e incluso desarollo de
nuevos carcinomas., Los cuad¡os clínicos que se desen-
cadenan al dar radiación en dosis cancericidas aparecen
entre el 5.'y el 8.'dl,a. El paciente nota una sensación de
dolor localizado enila garganta, que aumenta al comer
o deglutir alimento{. La laringoscopia muestra edema y
enroiecimiento de Ia mucosa y puede tener áreas de ne-
crosís y ulceracione{.
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La laringitis sé deñne como una inflamación de la
mucosa laríngea.iLa sintomatología Puede variar según
la etiologÍa pero bncontramos: disfonla, disfagia, dolor
y disnea, en gradfs variables. Existen multiples factores
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Et REFLLI,'O f,.ARIzu{3CIFARINGECI V
MARIO MARTINEZ Y I\iIARIA CRISTINA A, IACKSON-MENALDI
ilnlTffioDt"[((!ÓN ] de barre¡a a ese nivel. El estómago segrega ácido y enzi-
El síndrome de reflujo gastroesofágico (SRGE) es el
coniunto de sintomas y cambios macroscópicos y mi-
croscópicos causados por el refluio anormal del conteni-
do gástrico hacia el esÓfago, la faringe y la laringe'
El reflujo laringofaríngeo
2r¿ es una forma de Ia enfer-
medad de reflujo gastroesofágico en la que el iugo gástri-
co afecta la laringe y las estructuras adyacentes'
El reflujo gastroesofágico se refiere al paso del conteni-
do gástrico al esófago Por alteración de los mecanismos
cApÍtuto 13 | IRA5T0RN05 tNfl-AMAToRlos 249
tarinEitis autoinrnu¡'§itaria
La aparición de ronquera aguda o estridor puede revelar
un edema asociado a una a.rtritis cricoaritenoidea o cricoti-
roidea. Esta última es la que se identifica habitualmente en
la poliartritis reumatoide, pero también se puede encontrar
en otras colagenosis como el lupus eritematoso disemina-
do o la policondritis atrófica crónica. Los despegamientos
bullosos del pénfigo, los penfigoides y el síndrome de Ste-
vens-Johnson pueden afectar la mucosa laríngea. La clfnica
dominante es la disfagia. La laringoscopia evidencia ulce-
raciones en la mucosa de Ias vfas aéreas superiores.
THATI\rir{rEh{Íü 5ll$T0ffi ÁTleü i}E tA§ tAfltt{6¡T'15
El tratamiento está basado en la causa que produce la
inflamación y en los síntornas. Los factorcs irritantes y pre-
disponentes deben suprimirse (alergias, tabaco, alcohol,
reflujo, etc.). Una buena hidratación y un ambiente cálido
y húmedo son factores que fuvoregen Ia recuperación. El
reposo vocal siempre ayuda y, si bien no hay consenso so-
bre su duración, es habitual indicar un reposo de dos a tres
días como mínimo. Los síntomas ceden con analgésicos y
antiinflamatorios por vía oral. En caso de ser necesario, es-
l
tán indicados Ios corticoides por vía enteml o Paroenteral.
En el caso de tos se pueden agregan antitusígenos.2o
predisponentes de una la.ringitis, tales como: tabaquis-
mo, alcohol, sobreesfuerzo vocal, reflujo gastroesofá-
gico, factores medioambientales (vapores irritantes,
variaciones de temperatura, polución, etcétera).
tOS PRCIBI-EIVIAS EÉ tA 1I&Z
mas para ayudar en la digestión de los alimentos. Cuan-
do se ingiere la comida, pasa desde la boca a través de
la garganta y el esófago hacia el estómago. La secreción
ácida comienza incluso cuando se Piensa en [a comida'
Este mecanismo no siemPre se considera patológico: es
un mecanismo normal. La enfermedad por reflujo gas-
troesofágico se produce cuando se desequilibra el balan-
ce entre los factores agresores y los factores defensivos
de la mucosa esofágica, Por ello, las causas que favorecen
a esta enfermedad pueden ser múltiples.